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470 Aportes para una comprensión cabal de la función jurisdiccional. 3, 4 y 5 Adrián Simons Pino 2 | Impartición de justicia. Confianza ciudadana exige libre criterio y buen juicio en jueces Rolando Martel Chang 6-7 | La justicia real y formal. El mundo sigue siendo ancho y ajeno Fernando Murillo Flores 8 | Ahorro para el futuro. Trabajadores independientes acceden a pensiones Sara Campos Torres

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    470

    Aportes para una comprensin cabal de la funcin jurisdiccional.3, 4 y 5 Adrin Simons Pino

    2 | Imparticin de justicia. Conanza ciudadana exige libre criterio y buen juicio en jueces Rolando Martel Chang

    6-7 | La justicia real y formal. El mundo sigue siendo ancho y ajeno Fernando Murillo Flores

    8 | Ahorro para el futuro. Trabajadores independientes acceden a pensiones Sara Campos Torres

  • Suplemento de anlisis legal2 MARTES 27 DE AGOSTO DE 2013 MAGISTRADOS

    En la literatura jurdica actual es comn que el juez sea el genuino protector de los derechos fundamentales de la persona. Tambin, el verdadero garante de la vigencia de la Constitucin. Esto es as porque vivimos en un estado constitucional de derecho, donde la Constitucin es la fuente normativa ms importante que vincula a todos, sean funcionarios que ejercen poder o simplemente ciudadanos. Pero adems, en el estado constitu-cional de derecho los jueces nos comportamos como un contrapoder, al tener como funcin controlar la legalidad de los actos de los otros poderes del Estado.

    De manera ineludible, todos los jueces de-bemos coincidir en la defensa de los derechos fundamentales, en la vigencia plena de la Cons-titucin y en el control de la legalidad de los actos de los poderes pblicos. Este es el rol que le corresponde a todo juez en un estado constitu-cional de derecho. As lo han entendido tambin los tribunales de justicia de la mxima jerarqua, como la Corte Interamericana, y en nuestro caso, el Tribunal Constitucional. Tambin lo entiende la sociedad entera.

    Pero no basta que la literatura jurdica o los tribunales de justicia lo digan, o que la sociedad lo haya entendido, sino que lo fundamental es que eso se practique, es decir, que hayamos in-ternalizado esas funciones y, sobre todo, que los ciudadanos sientan que efectivamente eso se hace en los tribunales. Esta es, entonces, la tarea concreta. Debemos hacer que los tribunales, en todos los casos, sin excepcin y cuando correspon-da, hagan prevalecer los derechos fundamentales y la vigencia de la Constitucin, y controlen la legalidad de los actos de los poderes pblicos.

    Pero, qu debemos hacer para poner en prctica todo esto? An admitiendo que la tarea no es sencilla y que en ocasiones no depende de la sola y exclusiva voluntad del juez, sino de otros

    ROLANDO MARTEL CHANGAbogado por la UPSMP. Magster en Derecho Civil y Comercial por la UNMSM. Juez superior titular de la Corte de Lima. Catedrtico universitario.

    O CONFIANZA CIUDADANA EXIGE LIBRE CRITERIO Y BUEN JUICIO EN JUECES

    Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad de los autores. Sugerencias y comentarios: [email protected]

    Director (e): Jos Luis Bravo Russo | Editora: Mara valos Cisneros | Jefe de Edicin Grca: Daniel Chang Llerena Jefe de diagramacin: Julio Rivadeneyra Usurn | Ilustracin: Tito Piqu jurdica

    Imparticin de justicia

    Jurdica es una publicacin de

    2008 Todos los derechos reservados

    El Peruano

    En defensa de esa independencia judicial que garantiza la Constitucin es que en los ltimos aos y meses todos los jueces de las diversas instancias de la Corte de Lima, la ms importante del pas, han venido movilizndose contra toda intencin de reforma legal orientada a modicar o a suprimir derechos laborales que conforme a la Carta Magna les han sido asignados en la Ley Orgnica del Poder Judicial desde hace ms de 20 aos, sin que a la fecha se haya cumplido a plenitud. Derechos que en la actualidad han sido consolidados en dos sentencias con calidad de cosa juzgada, dictadas en dos procesos constitucionales de cumplimiento, uno por una sala superior civil de la Corte de Lima y otro por el Tribunal Constitucional (1).Por ello, los jueces hemos decidido, por un lado, seguir insistiendo en la ejecucin de las sentencias constitucionales que tienen la calidad de cosa juzgada, y por otro, acudir a organismos supranacionales en defensa de la independencia judicial, y del estado constitucional de derecho.

    Independencia

    [1] Nos referimos al Expediente N 3919-2010-PC/TC y al Exp. N 6582-2009, tramitndose en ejecucin ante el Quinto Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Lima.

    elementos necesarios para la funcin judicial, po-demos decir que la manera adecuada de practicar lo dicho es elevando nuestra cultura jurdica. Ello supone mejorar, actualizar y profundizar nuestros conocimientos jurdicos, desarrollar nuestras habi-lidades y destrezas en la solucin de controversias, y adoptar decisiones en sintona con los valores que acepta nuestra sociedad. No perdamos de vista el verdadero signicado de la mxima Iura Novit Curia, de modo tal que todo ciudadano sienta que ms all del resultado del proceso en

    el que estaba involucrado, el juez que all resolvi s conoca de derecho. Si la poblacin advierte y siente que somos verdaderos profesionales del derecho, nicamente sujetos a la Constitucin y a la ley, es posible que puedan creer en un Poder Judicial slido y capaz de proteger los derechos de los ciudadanos, de velar por la vigencia de la Constitucin y de controlar la legalidad de los actos de los otros poderes del Estado.

    Todo esto depende de los jueces y de nadie ms. No se requiere para ello de ms leyes

    o de cambios en la organizacin judicial. Se requiere de un cambio de actitud y de com-prometerse a ser un juez en el mejor sentido de la palabra, conocedor del derecho, con lo cual se recuperar, adems, la autoridad que tanta falta hace, porque la autoridad no deriva del nombramiento sino del correcto ejercicio del cargo. Bien se ha dicho que la verdadera reforma judicial no depende solo de ms leyes sustantivas o procesales, ni de cambios en la estructura de la organizacin judicial, sino de que los jueces eleven su calidad profesional y que ejerzan su funcin sujetndose solo a la Constitucin y a la ley.

  • 3Suplemento de anlisis legalMAGISTRADOS MARTES 27 DE AGOSTO DE 2013

    E l profesor Ronald Dworkin comienza la introduccin de su interesante libro La justicia con toga con una muy signicativa ancdota, con la cual quiero empezar para estas breves reexiones:

    "Siendo Oliver Wendell Holmes magistrado del Tribunal Supremo, en una ocasin de camino al tribunal llev a un joven Learned Hand en su carruaje. Al llegar a su destino, Hand se baj, sa-lud en direccin al carruaje que se alejaba y dijo alegremente: 'Haga justicia, magistrado'. Holmes par el carruaje, hizo que el conductor girara, se dirigi hacia el asombrado Hand y sacando la ca-beza por la ventana le dijo: 'Ese no es mi trabajo'. A continuacin el carruaje dio la vuelta y se march, llevndose a Holmes a su trabajo, supuestamente consistente en no hacer justicia" (1).

    Eso de "hacer justicia" pertenece a Dios, pero no a los hombres, el juez solo debe limitarse a aplicar la ley al caso concreto, respetando las reglas establecidas para cada procedimiento y punto. Hacer justicia no es trabajo de los jueces.

    En pleno siglo XXI, muchos siguen pensando como Holmes, teniendo una "visin deportiva del proceso", o como el profesor Peyrano ha llamado "teora deportiva de la justicia", en la que el juez "desempea el papel de un mero rbitro que asegura que se observen las reglas de juego"(2).

    El juez de nuestros das posee poderes que antes eran inimaginables. El juez puede inaplicar

    ADRIN SIMONS PINO Abogado, profesor de derecho procesal y arbitraje en la Universidad de Piura. Miembro del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal. Miembro de la Asociacin Internacional de Derecho Procesal. Miembro de la Asociacin Latinoamericana de Arbitraje. Miembro del Tribunal de tica de la Sociedad Nacional de Radio y Televisin-SNRTV.

    O APORTES PARA UNA COMPRENSIN CABAL DE LA FUNCIN JURISDICCIONAL

    EL ROLDE LOSJUECES

  • Suplemento de anlisis legal MARTES 27 DE AGOSTO DE 20134-5

    una ley por inconstitucional (control difuso); el juez puede derogar (abrogar) va accin popular un decreto supremo emitido por el Poder Ejecutivo; el juez puede crear derecho o nuevas instituciones frente a los vacos normativos (juez legislador); adems de decidir, da a da, sobre la libertad y los bienes de las personas.

    Los jueces al menos en teora son los nicos que pueden emitir decisiones que afecten a los otros poderes del Estado, y sus decisiones no pueden ser revisadas o cuestionadas. Son los nicos que controlan el ejercicio del poder. El problema radica en lo siguiente: si los jueces estn dispuestos a ejercer tales poderes musculados o, por el contrario, reducir su actividad o funcin a su mnima expresin.

    TIPOS Y ESTEREOTIPOSEl tema es cmo los propios jueces se ven a s mismos, y cmo el sistema los ve a ellos. Teniendo en cuenta ello, el profesor Alejandro Nieto (3) ha desarrollado los siguientes tipos y estereotipos. Veamos:

    1. El juez funcionario. Quienes se habitan aqu consideran que el ejercicio de la judicatura es un ocio y modo digno de ganarse la vida. Llegar a tiempo e irse a tiempo es seal de cumplimiento del deber. Llenar las cuotas de rendimiento o "pro-duccin jurisdiccional" (lase cuntas sentencias dicta al ao sin ningn control de calidad, solo importa el nmero), es un buen sntoma, tambin, de que est haciendo bien su trabajo. Lo que le ensearon en la universidad (no importa en qu poca) es suciente para ejercer su cargo hasta que se jubile o quiz repasar algunas cosas para cuando sea evaluado por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).

    Al igual que Oliver Wendell Holmes, su trabajo no consiste en "hacer justicia", eso es tarea de la metafsica con la que no quiere comprometerse. Para l solo existe la justicia procedimental o tambin llamada "procedural justice".

    El juez funcionario solo opera con doxa (co-nocimiento ordinario sin rigurosa reexin), no desea ser un juez que aplique epistemologa (el conocimiento reexivo, con rigor) cuando ejerce su funcin.

    "Por convencimiento propio y por deformacin educacional (...) tiende a practicar un positivismo legalista exacerbado. Ahora bien, el positivismo legalista que convierte al juez en un mero instru-mento de aplicacin de la ley termina castrndole intelectual y socialmente. El juzgar se achica en una operacin automtica y, sobre todo, acrtica. El juzgador no atiende a las peculiaridades del caso ni a valores sociales como la justicia o la equidad, igualdad o solidaridad y nicamente tiene ojos para la ley, que considera un mandato intocable, as consagre injusticias y aun horrores. Pero de eso se trata cabalmente: de desestimular la crtica y el pensamiento individual, porque es sabido que quien empieza sospechando de la ley termina perdiendo el respeto a sus autores y, lo que es peor, al mismo gobierno. De aqu la imposicin ocial de esta ideologa"(4).

    La ventaja de asumir esta forma de "juzgar" es que no se asume riesgo alguno y vive tranquilo: solo se limita a aplicar la ley, al caso concreto, respetando su letra.

    El juez "funcionario" es bien visto por el poder, ya que no crea problemas y es un aliado del estatus

    poltico y normativo. Tiene una visin conservadora, ya que no contribuye al desarrollo del derecho, sino a la consolidacin del que ya existe.

    El profesor Peyrano, quien tambin es juez, cataloga esta forma de ver la funcin jurisdiccional como la del juez "cmodo" "circunscrito a dictar sentencia a modo de orculo que 'deca el dere-cho' sin experimentar preocupacin alguna por determinar 'dnde est el derecho'"(5).

    2. El juez estrella. Hay jueces que se empean en ser noticia frecuente ante los medios de comu-nicacin gracias a sus decisiones. Es importante advertir que hay decisiones que por su contenido pueden tener una inevitable repercusin ante los medios; por ejemplo, una declaracin de inocencia o culpabilidad ante un caso de connotacin pblica, o cuando algn juez valiente decide enfrentarse el Poder Legislativo y declara que este al hacer uso

    de su potestad de investigar viol el derecho al debido proceso del investigado. O cuando frente a un caso de gran notoriedad pblica (corrupcin, narcotrco, terrorismo, derechos humanos, etc-tera) debe informar o mantener una comunicacin estrecha con los medios.

    En cambio, hay jueces que con decisiones singulares solo pretenden llamar la atencin de la noticia; como el caso de un juez norteamerica-no que admiti a trmite una demanda que un congresista demcrata interpuso contra Dios, por supuestamente ser el causante de las desgracias de la humanidad; despus archiv el caso porque no haba manera de emplazar vlidamente al demandado.

    ESTRELLAS Y ESTRELLADOSNuestro pas tampoco es ajeno a ello, y como ejemplo reciente se puede citar la sentencia del caso 'La Parada', en la que el juez a cargo del proceso redact una decisin que fue objeto de

  • La apreciacin de tres criterios, que solo a partir de su aplicacin conjunta podr resultar en un esquema de valoracin, que nos puede permitir determinar cundo una decisin judicial es justa o no. Se trata de la creacin de estndares generales mnimos, cuya debida aplicacin llevar a una mejor conabilidad del sistema de justicia.Los tres criterios para la justicia de la decisin son los siguientes: a) "La correccin de la eleccin y la interpretacin de la regla jurdica aplicable al caso; b) Comprobacin able de los hechos relevantes del caso; y c) Empleo de un procedimiento vlido y justo para llegar a la decisin"(12). En qu consisten cada uno de esos criterios? a) "La eleccin y la interpretacin correcta de la regla jurdica aplicable al caso resulta obviamente necesaria: ninguna decisin puede denirse como justa, en ningn sentido de la palabra, si se fundamenta sobre la eleccin errnea de la norma aplicable, o sobre una interpretacin errada, invlida o incorrecta de la norma.Luego, b) Una comprobacin verdica de los hechos de la causa es a su vez necesaria en cuanto que ninguna decisin puede considerarse justa, si se funda sobre hechos equivocados, o sea sobre una reconstruccin errnea o falsa de las circunstancias en las que se basa la controversia. Si los hechos no son comprobados de modo racional y verdico, cualquier aplicacin de cualquier norma en aquel caso particular devendra carente de fundamento y, por tanto, arbitraria. Consecuentemente, la decisin

    Cmo nos acercarnos al ideal de justicia? A travs de la justicia de la decisin. Sobre ello, el profesor Michele Taruffo ha desarrollado la Teora de la Decisin Justa, que consiste en lo siguiente:

    MAGISTRADOS

    [1] DWORKIN, Ronald. La Justicia con Toga. Marcial Pons, Barcelona, 2007, p. 11. [2] PEYRANO. Jorge W. Sobre el Activismo Judicial. En: Nuevas Tcticas Procesales. Nova Tesis Editorial Jurdica, Argentina, 2010, p.38. [3] NIETO, Alejandro. El Desgobierno Judicial. Editorial Trotta, Madrid, 2005, pginas 85-94. [4] NIETO, Alejandro. Pgina 86. [5] PEYRANO, Jorge W. Eficiencia del Sistema de Justicia. En: Nuevas Tcticas Procesales. Nova Tesis, Editorial Jurdica, Argentina, 2010, pgina 14. [6] NIETO, Alejandro. Pgina 88. [7] MARINONI, Luiz Guilherme. El Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva. Palestra, Lima, 2007, pginas 226 y 227. [8] Ob, Cit. Pgina 89. [9] NIETO, Alejandro. Pgina 89. [10] PEYRANO, Jorge W. Sobre el Activismo Judicial. En: Nuevas Tcticas Procesales. Nova Tesis Editorial Jurdica, Argentina, 2010, p.30. [11] Ob. Cit. Pgina 32. [12] TARUFFO, Michele. Ideas para una teora de la decisin justa. En: Proceso y Decisin. Lecciones Mexicanas de Derecho Procesal. Marcial Pons. Barcelona, 2012, pgina 237. [13] TARUFFO, Michele. Ob cit. pgina 237.

    Teora de la decisin justa

    as obtenida no podr ms que ser injusta.Finalmente, c) tambin resulta necesario el empleo vlido de un procedimiento justo, ya que es a travs del procedimiento que se forma la decisin nal, y un "buen" procedimiento es cuanto se necesita para preparar del mejor modo la decisin. Un procedimiento que no sea vlido y correcto no corresponde a esta funcin: por ejemplo, si la contraparte no tiene garantas, resulta imposible la completa formulacin de las hiptesis de decisin, porque las partes no pueden hacer valer las razones propias con apoyo en las respectivas hiptesis y requerimientos de decisin; si las pruebas necesarias no son obtenidas, resulta errneo y poco conable el juicio sobre los hechos..."(13).En sntesis, el trabajo de un juez s consiste en hacer justicia. Ese es el rol del "juez justo activista". Asumir tal condicin y actitud requiere una dosis de valenta y una real comprensin de los poderes jurisdiccionales de los cuales est investido. No es sencillo, implica una actividad de riesgo porque podr ser aislado por sus propios pares, porque podr ser presionado por los poderes polticos y/o econmicos, o porque podr ser denunciado. La otra opcin es estar tranquilo como el "juez cmodo", al decir del profesor Peyrano, y sentirse como un funcionario pblico, con facultades regladas y sometido al texto expreso de la ley. El juez es ms que un simple funcionario, es juez, ejerce funcin jurisdiccional.

    muchas sonrisas, debido a que en ella realiz un juzgamiento poltico de la gestin de la alcaldesa de Lima, citando para ello prrafos de El Quijote o encumbrando a un respetable lsofo peruano como el hombre ms inteligente del mundo, incluso que Isaac Newton y Leonardo da Vinci.

    Otro caso de juez estrella que termin estrellado es el de Baltazar Garzn. Tuve oportunidad de verlo en las Jornadas Iberoamericanas de Derecho Pro-cesal en Mlaga, en 2006. Garzn apareci como un rock star, rodeado de periodistas, se sent, dijo cuatro cosas intrascendentes y se fue como vino, rodeado de periodistas. Me di cuenta de que haba sucumbido a su ego. Finalmente fue destituido del cargo, porque crea que su funcin no tena lmites y que su voluntad inclusive poda estar por encima de los derechos humanos ms esenciales. La causa de su desafuero del sistema judicial espaol se debi a que en una investigacin que l conduca dispuso la intervencin de las conversaciones entre unos reos y sus abogados defensores; es decir, grabar al preso cuando este conferenciaba con su abogado defensor. Si ya no hay espacio para que un sujeto privado de su libertad prepare su defensa con el abogado de su eleccin, entonces el derecho a

    atento a las necesidades del caso concreto y lleva en su sangre la moderna concepcin del derecho a la tutela judicial efectiva, entendida esta como una prestacin fundamental para "...la propia efectividad de los derechos, toda vez que estos ltimos, frente a situaciones de amenaza o agresin, siempre dependen de su plena realizacin. No es por otro motivo que el derecho a la prestacin jurisdiccional efectiva ya fue proclamado como el ms importante de los derechos, precisamente por constituir el derecho a hacer valer los propios derechos"(7).

    No hay que confundir al juez justo con el juez justiciero. Este ltimo es una caricatura del primero. Como reere el profesor Nieto(8), el juez justiciero es un personaje inmaduro, alguien que no guarda sintona con la realidad, que no tiene conciencia de las consecuencias de sus errores, que se mueve en un escenario en el que necesita el aplauso del pblico. "El juez justo se distingue del justiciero como el original de la caricatura, el modesto del arrogante, el responsable del temerario, el agresor a su pesar del que busca la agresin y, en n, el sano del psicpata"(9).

    Soy de la opinin que el juez justo es una versin responsable de lo que hoy se conoce como el activismo judicial. Incluso, en 1992, la Corte Suprema de los Estados Unidos se declar a s misma como "activista".

    El juez justo o activista es un innovador nato, gracias a l se vio nacer a grandes creaciones pretorianas como el amparo, la medida cautelar innovativa, la carga dinmica de la prueba, la me-dida conminatoria, la tutela anticipada, la medida autosatisfactiva, las atreintes, la tutela inhibitoria, etctera. Este juez ha generado lo que se llama un derecho procesal de excepcin(10), pensado para dar soluciones diferentes frente a situaciones en las que las formas regulares de tutela no ofrecen la esperada y necesaria satisfaccin que busca el justiciable.

    Puedo armar que el propio Couture fue un partcipe del activismo judicial al decir que: "...el juez no puede ser boca que pronuncia las palabras de la ley, porque la ley no tiene la posibilidad material de pronunciar todas las palabras del derecho; la ley procede sobre la base de ciertas simplicaciones esquemticas y la vida presenta diariamente pro-blemas que no han podido entrar en la imaginacin del legislador"(11).

    la defensa carecer de contenido. Garzn no lo entendi as y le cost el puesto.

    3. Justos y justicieros. Como indica el profesor Nieto, el juez justo es aquel que comprende que su tarea no solo consiste en aplicar la ley, sino que adems hay que hacer justicia de acuerdo con la ley e incluso a pesar de la ley y hasta a falta de la ley.

    "La judicatura no se entiende, por tanto, como un ocio sino como una vocacin a la que no se regatean esfuerzos y sacricios laborales y, sobre todo ticos, puesto que su actitud supone que no trasladan al legislador la responsabilidad de la justicia sino que la asumen ellos en cada uno de sus actos"(6).

    El juez justo termina siendo un personaje inc-modo, tanto desde las entraas del propio Poder Judicial como para los dems poderes polticos y econmicos. A veces es considerado por sus propios compaeros (los jueces funcionarios) como un creador de inseguridades o un provocador social porque con sus decisiones pone en tela de juicio el statu quo normativo.

    El juez justo es un personaje que comprende las urgencias de esta sociedad posmoderna, no espera al legislador, pretende cubrir ese vaco; est

    No hay que confundir al juez justo con el juez justiciero. Este ltimo es una caricatura del primero. Como refiere el profesor Nieto, el juez justiciero es un personaje inmaduro, alguien que no guarda sintona con la realidad, que no tiene conciencia de las consecuencias de sus errores, que se mueve en un escenario en el que necesita el aplauso del pblico.

  • 6 Suplemento de anlisis legal MARTES 27 DE AGOSTO DE 2013 MAGISTRADOS

    A cabamos de conmemorar nues-tra emancipacin, hace 192 aos que somos libres; desde entonces el Poder Judicial, como parte del Estado peruano, tiene sobre sus hombros la responsabilidad histrica de hacer justicia en nuestro pas. El Per, con su compleja extensin geogrca, su diversidad cultural y social, es un pas singular, pero esa, su complejidad, importa, por otro lado, una adversidad para la misin del Poder Judicial. Nuestra historia an registra la existencia de un Per real y un Per formal; en el caso de la justicia existen tambin formas de composicin ancestrales que residen en las comunidades campesinas y nativas, rondas campesinas y en los juzgados de paz, basadas en su realidad cultural y social, que por su complejidad no es tan fcil incorporar ante los ojos de la justicia formal, tal vez por ello nuestra Constitucin, reconociendo su existencia, impone tambin su respeto.

    Una es aquella justicia formal que se brinda en las capitales de departamento y ciudades importantes del Per y otra muy diferente es aquella que se brinda en ciudades y pueblos distantes de la capital de departamento. Durante el ao judicial 2012 presid la Sala Mixta Des-centralizada de la provincia de La Convencin, que en adicin a sus funciones era Sala de Apelaciones, con sede en Quillabamba, capital de dicha provincia, a la que se llega despus de cinco horas de viaje por una va asfaltada tras ascender a 4,316 m s.n.m., para luego descender a ceja de selva. Esta provincia y su capital estn al norte del Cusco.

    ALTO NDICE DE DELITOSSu realidad es complicada; en su mbito existen municipalidades que poseen ingentes ingresos por la explotacin del gas de Camisea; personas que antes se dedicaban a actividades agrcolas preeren ahora emplearse en una municipa-lidad, abandonando el campo; el bajo nivel de instruccin de la mayora de su poblacin hace que la maternidad sea temprana y que la violencia familiar impere en muchos hogares;

    FERNANDO MURILLO FLORES Juez superior titular de la Corte de Cusco. Abogado por la Universidad Andina del Cusco. Magster en Derecho Civil y Procesal Civil por la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.

    O EL MUNDO CONTINA SIENDO ANCHO Y AJENO

    Justicia real y formalFamilia y violenciaLa justicia en materia de familia, que tal vez sea la que ms debe cuidarse por lo expuestos que se encuentran los menores en abandono y vctimas de la violencia familiar, as como los menores infractores, no tiene un respaldo adecuado del Estado; la aldea infantil que existe solo recibe a menores en abandono hasta la edad de doce aos; no existe un centro para los menores infractores, que tienen que ser trasladados hasta el Cusco, con el riesgo que ello implicaSi bien existen comunidades nativas en lo extenso de la provincia de La Convencin en que las uniones de hombre y mujer se dan a temprana edad, no menos cierto es que tambin bajo esa costumbre se presentan casos reales de violacin de menores, que en la mayora de las veces, y por diversos motivos, quedan sin ser denunciados ni investigados; existen tambin otros en que la violacin de menores se produce en entornos familiares que marcan de por vida a sus miembros. Esta realidad se torna muy difcil a la hora de ser investigada y juzgada, es decir, determinar cundo es que estamos ante un hecho real de violacin de la libertad sexual y cundo ante uniones de hecho ancestralmente aceptadas. Esta realidad es un reto al momento de juzgar, pero antes, un reto en las labores de investigacin a cargo de la Fiscala. Empero, hace necesario igualmente mayor presencia del Estado en su responsabilidad de brindar posibilidades y condiciones reales de educacin, instruccin y salud a la poblacin de La Convencin en toda su extensin geogrca.

    De seguro existen muchas provincias, que con matices, estn en la misma situacin que La Convencin, que deben ser atendidas adecuadamente.

    delictivos dejan huellas, cuando son denuncia-dos, la capacidad y esfuerzo de la Fiscala son superados por lo complejo de la administracin municipal y los conocimientos especializados que se requieren para hallar las huellas del delito; esto se explica debido a que la Fiscala, de manera clsica, por decirlo as, ha estado acostumbrada a investigar delitos comunes (robo, hurto, violaciones), mas no especiales que se suceden en el interior de las municipalidades y que requieren de conocimientos especializados

    para el acopio de medios de prueba, sobre todo en el plano de las contrataciones administrati-vas. Las deciencias en la investigacin son un ambiente propicio para la impunidad, y el Poder Judicial se halla en un escenario complicado, pues su credibilidad se debilita.

    Hasta 2008, en la provincia de La Convencin los delitos contra el patrimonio (hurto y robo) y contra la libertad sexual eran los de mayor incidencia, superados siempre en nmero por este ltimo. Al ao 2012, ese panorama cambi radicalmente; cifras del penal de Quillabamba nos indican que el delito de narcotrco (trans-porte de droga) supera, en conjunto, a los delitos comunes citados, en una relacin de tres a uno. Muy a menudo caen en manos de la Polica y la Fiscala: los burriers, que como se sabe son un eslabn de una curiosa cadena invisible, pues a partir de ellos es imposible que la Fiscala y la Polica lleguen a descubrir a alguien ms en esa organizacin invisible, estos burriers capturados con pocas cantidades de droga son los que pueblan el penal, dejando detrs de s una pregunta sobre la real dimensin de las organizaciones dedicadas al narcotrco, en que nadie sabe nada o no se dice nada.

    PRESENCIA DEL ESTADOOtra sombra amenaza la provincia de La Con-vencin, una sombra que muchos negaron y que an est all: la subversin; cada vez son ms las evidencias de su alianza con el narcotrco. Su existencia pone a prueba no solo a las denomi-nadas fuerzas combinadas del Estado para su efectiva represin, sino la credibilidad de este. Una vez ms esa complicada realidad estar en manos de la justicia formal, en un caso en el que existir un entredicho de versiones y posiciones entre pobladores y autoridades policiales y mi-litares en un escenario de informacin pblica cuyo saldo no ser positivo para el Estado formal, pero s para que la subversin y el narcotrco sigan actuando como lo hacen ante un Estado que no termina de coordinar sus acciones.

    Ante esa realidad, la capacidad instalada del Poder Judicial en una provincia como La Convencin es dbil. En una de las puertas de uno de los corredores del transporte de droga, como es el distrito de Echarate, existen un juzgado mixto y un juzgado de paz letrado; el primero, adems, es de juzgamiento en materia penal (juzgado unipersonal), y el segundo "en adicin a sus funciones", juzgado de investiga-cin preparatoria, cuando la realidad descrita impone que existan rganos jurisdiccionales especializados, como un juzgado penal de juzgamiento y un juzgado penal de investiga-cin preparatoria como mnimo, sin dejar de

    existe, por muchas causas y razones, un alto ndice de delitos contra la libertad sexual de menores de edad, y es complicado muchas veces identicar y distinguirlas de aquellas uniones culturalmente aceptadas entre jvenes de comunidades nativas.

    Esta realidad impone retos para la justicia formal en la provincia de La Convencin. Los delitos que se cometen en las municipalidades de parte de los servidores pblicos suceden a lo largo de una gestin municipal y si bien los pasos

  • 7Suplemento de anlisis legalMARTES 27 DE AGOSTO DE 2013MAGISTRADOS

    XIII - EDICIN OFICIAL Adems:Ley de Competencia Notarial en Asuntos no contenciosos.Ley que regula el procedimiento de reposicin de partidas de nacimiento, matrimonio y defuncin destruidas o desaparecidas por negligencia, hechos fortuitos o actos delictivos.

    Cdigo CivilDecreto Legislativo N 295

    Hemeroteca:-U4XLOFD1|/LPD$QH[RLocal principal:$Y$OIRQVR8JDUWH1|/LPD$QH[RV\Lima:$Y$EDQFD\VQ3ULPHUSLVR3-Comas:$Y&DUORV,]DJXLUUH1|3ULPHUSLVR3-Miraflores: Av. Domingo Elas 1|3-&DOODR$YGH0D\RFGUDVQ3ULPHUSLVR3-INDECOPI:&DOOH/D3URVD1|6DQ%RUMDProvincia: Adquiralo con nuestros Distribuidores Oficiales a nivel nacional y Operadores en el Poder Judicial de su localidad

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    lado toda la infraestructura necesaria para su labor, pues no se cuenta con locales propios para su funcionamiento. Esta realidad con-vierte a nuestra justicia formal en una justicia meramente represiva o retributiva; es cierto que la justicia distributiva debe estar en manos del Estado y el Gobierno, pero estos, con una dbil presencia en una zona geogrca donde paradjicamente se encuentra la explotacin exitosa de un recurso econmico nacional como es el gas de Camisea, complica la misin del Poder Judicial, que de por s tiene sus propios problemas internos de administracin.

    LABOR JURISDICCIONALEn La Convencin, tanto el juzgado penal de investigacin preparatoria como el unipersonal de juzgamiento estn en manos de jueces no titulares; lo propio sucede en el juzgado mixto de Echarate (juzgado penal unipersonal) y en el juzgado de paz letrado, que en adicin a sus fun-ciones es de investigacin preparatoria. Durante el ao judicial 2012 fui testigo de la angustia mensual o bimensual del personal de no saber si sus contratos se iban a renovar, y cuando lo iba a ser, reciban una llamada de ltimo momento para viajar a Cusco a suscribir sus contratos; fui testigo de la ausencia total del mnimo esfuerzo por brindar capacitacin y actualizacin a los trabajadores del Poder Judicial en la provincia de La Convencin; el servicio de internet no existe y el SPIJ se actualiza con demora. Fui tambin testigo de una falta total de planicacin en el diseo de rganos jurisdiccionales en funcin de la realidad con vistas al acceso a la tutela jurisdiccional efectiva, para brindar a la poblacin la tutela que realmente necesita y un sistema multidisciplinario para atender las urgencias de tutela de menores.

    De seguro existen muchas provincias "del interior del pas" que con matices estn en la misma situacin que La Convencin, a las que el Estado y el Poder Judicial deben atender adecua-damente y conscientes de las adversidades que nos impone la realidad, pues sus pobladores se lo merecen. An siento que para muchos peruanos las palabras que Ciro Alegra puso en boca de uno de sus personajes ante la sugerencia de que el mundo es ancho: "Pero yo, comuneros", dice el personaje, "conozco el mundo ancho donde nosotros, los pobres, solemos vivir. Y yo les digo con toda verdad que para nosotros, los pobres, el mundo es ancho pero ajeno". X

  • 8 Suplemento de anlisis legal PENSIONESMARTES 27 DE AGOSTO DE 2013

    Con la reforma del sistema privado de pensiones, aprobada por la Ley N 29903, se estableci que los trabajadores inde-pendientes (en adelante, TI) menores de 40 aos deban aportar obligatoriamente a un sistema pensionario, sea el sistema nacional de pensiones (SNP) o el sistema privado de pensiones (SPP), bajo ciertos requisitos establecidos en la misma norma.

    Se entiende como TI a los que perciben in-gresos por rentas consideradas de cuarta (deno-minados tambin locadores) y que prestan sus servicios de forma autnoma sin subordinacin alguna para la empresa que presta el servicio, y/o cuarta quinta categora, regulados por el inciso e) del artculo 34 de la Ley del Impuesto a la Renta.

    La nalidad de esta norma es tal y como sucede con los trabajadores dependientes: que los TI puedan percibir una pensin cuando dejen de prestar servicios como TI. Esta pensin les permitir asegurar una vida digna que satisfaga sus principales necesidades.

    NUEVOS AFILIADOSLos trabajadores independientes que no se hayan aliado a ningn sistema pensionario debern elegir entre el SPP o el SNP e informarlo a la empresa o empresas para las cuales brinda uno o ms servicios. En el caso que a la fecha de pago de sus honorarios no se encuentre aliado a ningn sistema pensionario, su agente de retencin deber

    O TRABAJADORES INDEPENDIENTES ACCEDERN A PENSIONES

    Ahorro para el futuroSARA CAMPOS TORRES Gerente del rea Laboral del Estudio Jurdico Glvez, Risso& Asociados. Especialista de temas de Derecho Laboral y Seguridad Social.

    aliarlo a la AFP Hbitat, debiendo permanecer obligatoriamente por el plazo de 24 meses contados desde la fecha de su incorporacin al SPP.

    La afiliacin a un sistema pensionario, sea SPP o SNP, puede llevarse a cabo de forma virtual o presencial, ingresando a la pgina web de la entidad correspondiente o acercndose a la misma entidad o al Banco de la Nacin.

    RETENCIN DE LOS APORTESPara efectuar la retencin de los aportes es obligatorio que el TI en-tregue a su agente retenedor, antes de la fecha de pago, el documento que acredite su aliacin (DRSPP independiente o el contrato de a-liacin, segn el caso) y sus recibos de honorarios correspondientes.

    Para realizar la retencin, el agen-te encargado deber considerar como monto computable todos los ingresos que perciba el TI en el mes (cuarta y/o cuarta quinta categora). En el caso

    que perciba adems rentas de quinta categora, esta ltima estar afecta a la retencin segn sus propias reglas.

    AGENTES OBLIGADOSSon agentes de retencin las personas, empresas o entidades obligadas a llevar contabilidad de acuerdo con el primer y segundo prrafo del artculo 65 de la Ley del Impuesto a la Renta, que paguen o acrediten los ingresos que son conside-rados rentas de cuarta y/o cuarta-quinta categora regulada en el literal e) del artculo 34 de la misma ley. Tambin se consideran agentes de retencin a todas las entidades de la administracin pblica que paguen o acrediten tales ingresos.

    Comisin mixtaQ La comisin mixta es un mecanismo de migracin progresiva creado para permitir el pase gradual de la comisin por ujo a la comisin sobre el saldo. Este tipo de comisin ser aplicado a todos los nuevos aliados al SPP, as como a los antiguos aliados que manifestaron su voluntad de ingresar a este nuevo sistema.

    El agente de retencin est obligado a retener el aporte obligatorio que corresponda en funcin al monto que paguen, considerando los porcentajes destinados a la cuenta individual de capitalizacin; as como la comisin por la administracin de los fondos y la prima por el seguro de invalidez, sobrevivencia y gastos de sepelio (si el aporte se destina a una AFP).

    Para realizar la retencin deber consignar en los recibos por honorarios el monto discri-minado del aporte obligatorio indicando la tasa respectiva. En el caso del recibo por honorario electrnico deber registrar el rgimen pensiona-rio del TI; de lo contrario, deber elegir la opcin sin rgimen pensionario. En el supuesto que en el mes existan varios agentes de retencin, cada uno de ellos deber realizar la retencin de acuerdo con el monto pagado y con base en la tasa que corresponda.

    DECLARACIN Y PAGOEn el caso del SPP, el aporte deber ser declara-do en el portal de AFPnet, haciendo uso de las planillas de pago. Dicho portal emitir un tique, que podr ser pagado en cualquiera de los bancos aliados al sistema. En el caso del SNP, el aporte deber ser declarado en el PDT Planilla Electrnica Plame. El total de aportes que resulte en el mes ser cancelado en la Superintendencia Nacional de Administracin Tributaria (Sunat) segn el calendario de pago de dicha entidad.

    REGULARIZACINLos TI que tengan o no agente de retencin y que sus aportes no hayan sido retenidos, declarados o pagados y/o exista una retencin en defecto debern regularizar los aportes en el mes siguiente de haberse efectuado el pago sus honorarios, bajo su cargo y responsabilidad, siendo la empresa responsable solidario por los aportes no retenidos adecuadamente en su oportunidad. X

    I EDICIN OFICIAL

    Ley N 29497Hemeroteca:-U4XLOFD1|/LPD$QH[RLocal principal:$Y$OIRQVR8JDUWH1|/LPD$QH[RV\Lima:$Y$EDQFD\VQ3ULPHUSLVR3-Comas:$Y&DUORV,]DJXLUUH1|3ULPHUSLVR3-Miraflores: Av. Domingo Elas 1|3-&DOODR$YGH0D\RFGUDVQ3ULPHUSLVR3-INDECOPI:&DOOH/D3URVD1|6DQ%RUMDProvincia:$GTXLUDORFRQQXHVWURV'LVWULEXLGRUHV2FLDOHVDQLYHOQDFLRQDO\2SHUDGRUHVHQHO3RGHU-XGLFLDOGHVXORFDOLGDGHemeroteca: -U 4XLOFD1| /LPD $QH[RLocal principl pri

    Compendio de Legislacin sobre Promocin de la Transparencia y Lucha contra la Corrupcin

    /DFRUUXSFLQYXOQHUDGHUHFKRVIXQGDPHQWDOHVDr. Julio Arbizu Gonzlez

    973124