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2|2010 21 Ketzalcalli EL MACROCOSMOS UNA PRIMERA APROXIMACIÓN AL ANÁLISIS DE LA IMAGEN–TEXTO DEL UNIVERSO CONTENIDA EN EL CUADERNO DE IXIL Edmundo López de la Rosa Bartola Axayácatl, A.C., México [Ketzalcalli 2|2010: 21–48] Resumen: En este ensayo se analiza la imagen del Mundo publicada en el libro Cronología y Reportorio de la razón de los tiempos de Rodrigo Zamo- rano (1621), y copiada en la página 35r del cuaderno de Ixil. La obra de Zamorano fue utilizada como fuente de información para la redacción de dicho cuaderno. Palabras claves: Zamorano, Cuaderno de Ixil, El Mundo, reportorios Lo de arriba es igual a lo de abajo Lo de abajo es igual a lo de arriba Hermes Trismegisto El Mundo o el orden inmutable de las cosas sería, según Platón, la manifesta- ción y la imagen de la perfección del creador: “(…) y así animó el Mundo, ser vivo único que contiene en sí todos los seres a su semejanza (…). E imprimién- dole un movimiento giratorio, le dio forma esférica (…), en otras palabras, de dio la forma más perfecta de todas” (Timeo, hacia 410 a.C., citado en Roob, 2006: 35). En este ensayo comentaremos la imagen–texto del Universo, o del Mundo, un modelo heliocéntrico del Sistema Solar 1 contenido en el Cuaderno de Ixil, que la iglesia católica adoptó como una verdad establecida pues esta imagen–texto del Universo estaba de acuer- do con las Escrituras. Además, presentaba la ventaja de dejar fuera de las estrellas fijas una enorme cantidad de espacio para el cielo y el infierno (Bahena 2009: 2). Antes de entrar al tema, deseamos poner en consideración del amable lector los si- guientes aspectos: desde el siglo XVI hasta la actualidad, el uso de reportorios, término usado por los españoles para sus libros de cosmografía y astrología como los de los espa-

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EL MACROCOSMOS UNA PRIMERA APROXIMACIÓN AL ANÁLISIS

DE LA IMAGEN–TEXTO DEL UNIVERSO CONTENIDA EN EL CUADERNO DE IXIL

Edmundo López de la Rosa Bartola Axayácatl, A.C., México

[Ketzalcalli 2|2010: 21–48]

Resumen: En este ensayo se analiza la imagen del Mundo publicada en el libro Cronología y Reportorio de la razón de los tiempos de Rodrigo Zamo-rano (1621), y copiada en la página 35r del cuaderno de Ixil. La obra de Zamorano fue utilizada como fuente de información para la redacción de dicho cuaderno. Palabras claves: Zamorano, Cuaderno de Ixil, El Mundo, reportorios

Lo de arriba es igual a lo de abajo Lo de abajo es igual a lo de arriba

Hermes Trismegisto

El Mundo o el orden inmutable de las cosas sería, según Platón, la manifesta-ción y la imagen de la perfección del creador: “(…) y así animó el Mundo, ser vivo único que contiene en sí todos los seres a su semejanza (…). E imprimién-dole un movimiento giratorio, le dio forma esférica (…), en otras palabras, de dio la forma más perfecta de todas” (Timeo, hacia 410 a.C., citado en Roob, 2006: 35).

En este ensayo comentaremos la imagen–texto del Universo, o del Mundo, un modelo heliocéntrico del Sistema Solar1 contenido en el Cuaderno de Ixil, que la iglesia católica adoptó como una verdad establecida pues esta imagen–texto del Universo estaba de acuer-do con las Escrituras. Además, presentaba la ventaja de dejar fuera de las estrellas fijas una enorme cantidad de espacio para el cielo y el infierno (Bahena 2009: 2).

Antes de entrar al tema, deseamos poner en consideración del amable lector los si-guientes aspectos: desde el siglo XVI hasta la actualidad, el uso de reportorios, término usado por los españoles para sus libros de cosmografía y astrología como los de los espa-

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ñoles Bernardo Pérez de Vargas, de 1563, o el de Rodrigo Zamorano, de 1585 (De la Ma-za (1948: XIII)2, enriquecidos varios de ellos por contenidos medicinales, históricos, bíbli-cos y religiosos católicos como el calendario de fiestas, días de guardar y de ayuno, por señalar algunos temas, han sido muy socorridos desde hace siglos por la población mexica-na a lo largo y ancho del territorio. Uno de los que mayor éxito gozó en su momento en la Nueva España fue el escrito por Henrico Martínez en 1606 con el título Reportorio de los tiempos, y historia natural desta Nueva España.

Se distingue por su alcance y tratamiento temático el ya mencionado de Rodrigo Zamo-rano, Cronología y reportorio de la razón de los tiempos, que a partir del siglo XVIII fue una fuente documental imprescindible en la península de Yucatán para la redacción y co-pia de reportorios cuatrilingües (latín–castellano–maya–escritura en uooh3), la mayoría de ellos escritos a lo largo de los años por letrados mayas de tzucubes4 particulares. Éstos, en su conjunto los hemos denominado Cuadernos del Grupo Chilam Balam5 como una for-ma alternativa de clasificación de libros de Chilam Balam.

Tabla 1: Período de elaboración y redactores de Cuadernos del Grupo Chilam Balam6

Cuaderno / libro

Fecha de hechura

Número de páginas

Tzucub Nombres de compiladores / redactores

Cuaderno de Chumayel

Desde segun-da mitad del siglo XVIII

(1782) hasta primera mitad del siglo XIX

(1838)

107 páginas Tzucub de los Xiu

–Juan José Hoil (su nombre aparece en la página 81, al lado de la fecha 20 de enero de

1782) –Justo Balam (quien inscribió dos registros bautismales en una de las páginas en blanco

que el libro tenía, en 1832 y 1833 –Pedro Alcántara Briseño (de San Antonio,

quien hizo un registro sobre la misma página, expresando que había comprado el documento

“en su pobreza”, por el precio de un peso, probablemente a un sacerdote, que tal vez fue Diego Hoil, hijo del compilador original (De la

Garza, 1985: 14))

Cuaderno de Nah

(Teabo)

2ª mitad del siglo XIX

(1857–1863)

36 páginas Tzucub de los Xiu

–José Saturnino Nah –José María Nah (Nah & Calderón 1981)

Cuaderno de Maní

Original perdi-do. Parcial-

mente inclui-do en el Códi-

ce Pérez

N/A Tzucub de los Xiu

N/A

Cuaderno de Oxkutzcab

N/A N/A Tzucub de los Xiu

N/A

Cuaderno de Tekax

1ª mitad del siglo XIX

(1833) (Nah & Calderón

1981)

37 hojas Tzucub de los Xiu

N/A

Cuaderno de Tizimín

2ª mitad del siglo XIX (1845)

54 páginas (López Rosas

1996: 5)

Tzucub de los Cupul

N/A

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A partir del siglo XIX los reportorios tu-

vieron renovado auge con diferentes publi-caciones en el país, entre las que podemos mencionar las siguientes: Calendario de Simón Blanquel para el año bisiesto de 1852; El Almanaque de la Corte de 1866; Calendario nuevo de los Cruzados, de la Nacional y Distinguida Orden de Guadalu-pana, promovida y establecida por el liber-tador de la Patria don Agustín de Iturbide el año de 1822 y restaurada por don Anto-nio López de Santa Ana de 1855; Calenda-rio Histórico de la Emperatriz Carlota Amalia para 1871; El Almanaque de El Adalid Seráfico para 1911, y el Calendario Galván, publicado por primera vez en 1826 y que usted puede adquirir hoy día la edi-ción para el año 2011 en puestos de periódi-cos y librerías de la ciudad de México.

En la península de Yucatán, como se puede observar en el cuadro anteriormente presentado, se redactaron durante el siglo XIX una parte importante de reportorios escritos en maya y español con anotaciones calendáricas, astrológicas con historias de origen prehispánico que llamamos Cuader-nos del Grupo Chilam Balam, incluyendo

Cuadernos de Kaua I y II

2ª mitad del siglo XVIII

(1789)

282 páginas Tzucub de los Cupul

N/A

Cuaderno de Ixil

Probablemen-te mediados

del siglo XVIII

88 páginas Tzucub de los Pech

N/A

Cuaderno de Chan Cah

1ª mitad del siglo XIX (Ca. 1820–1845?;

Calderón 1982: VII)

128 páginas Tzucub de los Pech

–Familias Camal y Pech

Cuaderno de Tusik

2ª mitad del siglo XIX (1875)

29 hojas N/A –Marcos Bam. Lo mantuvo en custodia el escri-ba Yum Pol (Villa Rojas 1978: 304)

Códice Pérez (libro)

2ª mitad del siglo XIX

(1837–1838)

176 páginas Reportorio con base en

cuadernos de los Tzucuboob de los Xiu y

los Pech

–Juan Pio Pérez

Figura 1: Yum Pol . Es un verdadero privi-legio contar con la fotografía del escriba Yum “Pol”, publicada por Alfonso Villa

Rojas en su libro Los elegidos de Dios7, y que a decir del mismo Villa Rojas, este

hombre de muy pesada y mística mirada, pero sobre todo “el más intelectual de su grupo”, guardaba el Chilam Balam de

Tusik. Años después de tomada esta foto, señala el Villa Rojas, Yum Pol fue asesina-

do por atribuírsele maleficios de brujo.

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el Códice Pérez, que más que códice es también un gran reportorio cuatrilingüe escrito entre 1837 y 1838, y cuyo autor, Juan Pío Pérez Bermón, lo redacta a partir de varios de esos cuadernos. Tampoco podemos dejar de mencionar que una buena parte de éstos fue-ron elaborados principalmente por personajes o familias integrantes o asociados al Tzucub de los Xiu, y en menor medida por los Cupul y los Pech, por lo que ya no sólo estamos hablando de documentos coloniales, sino además en buena medida, de cuadernos escritos y pintados en un contexto político y social de México como estado–nación y país indepen-diente en proceso de consolidación.

Figura 2: Mes de enero del Catálogo de los santos días que celebra la Iglesia Católica según a) El Calendario del más Antiguo Galván para 2011: 49 y b) Cuaderno de Nah

Fuente: Gubler & Bolles 2000: 246

EL CUADERNO DE IXIL Este cuaderno en su mayor parte es una transcripción, copia de imágenes e interpretación de pasajes del Reportorio de Rodrigo Zamorano, Cronología y Reportorio de la razón de los tiempos8. Este libro presenta en lo general las mismas características de los cuadernos de Nah, Kaua y Tekax.

Varios de los dibujos copiados en el Cuaderno de Ixil están invertidos, como en pro-yección especular, con respecto a lo publicado en el Reportorio de Zamorano, ya que posi-blemente utilizaron una técnica manejada en la litografía y el grabado, en donde se hace

a b

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una copia del dibujo a lápiz en una hoja, después, se le da vuelta para que las líneas traza-das tengan contacto con la superficie deseada, y se frota con un plegador de papel u otro utensilio para que se copie y luego se entinte y pinte la figura.

Comparativo de imágenes del Reportorio de Zamorano y el Cuaderno de Ixil

Figura 3: a) Reportorio de Zamorano; b) Cuaderno de Ixil

Figura 4: a) Reportorio de Zamorano; b) Cuaderno de Ixil.

a b

a b

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Figura 5: a) Reportorio de Zamorano; b) Cuaderno de Ixil. Se puede observar que la hechura de los rostros son muy similares

Cabe destacar dos puntos más: primeramente, la hechura de éste y otros Cuadernos del Grupo Chilam Balam están apegados al punto de vista de la Iglesia a pesar de que las teorías de Nicolás Copérnico9 y Tycho Brahe ya estaban aceptadas en el ámbito científico y se discutían en la universidad. En segundo lugar, no podemos considerar el contenido de los cuadernos del grupo Chilam Balam como cultura maya en su amplio sentido, porque carecieron de lectores: casi todos fueron documentos familiares de muy difícil acceso a su lectura y contenido, inclusive para los avecindados en sus propios pueblos, y por lo mismo no tuvieron una verdadera apreciación local; sabemos de su existencia a partir de sus pu-blicaciones y traducciones por investigadores y estudiosos, pero aún así, actualmente es difícil tener acceso a ellos fuera del que más promoción ha tenido, el Cuaderno de Chu-mayel, pero no estamos seguros que se encuentren en el colectivo social o cultural de la vida cotidiana de la población maya. No olvidemos también los altísimos índices de analfa-betismo existente en los tiempos en que fueron escritos, y no tenemos hasta el momento evidencia de que se hiciera lectura de sus contenidos en “voz alta”, es decir, de la realiza-ción de lecturas comunitarias.

LA IMAGEN DEL MUNDO Uno de los ejes centrales de la obra de Zamorano es la conceptuación del universo desde una visión aristotélico–ptoloméico llamada el mundo, fuertemente apegada a la tradición de la Iglesia Católica y, por ende también al dominio de la Santa Inquisición (Ponce 2011: 11).

a b

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En la página 35r del Cuaderno de Ixil se copió de manera muy general, y sin los deta-

lles contenidos de la imagen del mundo (“Máquina del mundo y sus partes”) de la página 16v del Reportorio de Zamorano, acompañada por un texto maya:

Figura 6: a) Reportorio de Zamorano; b) Cuaderno de Ixil

Texto maya Traducción libre

U bin bail tu buluc tazil caan hunhunppel caane ti yan u planetaili bay bic tzolanoob yokol luum lae: Heli yaax chune yanil u luna u kaba halach cabal yan tu yaax chun caan: Tu cappel caane Mercurio: Bai yanil tu tzolan planetaoob lae: He kine tu cantaz caan yan: He ekoobe macab caanal yanoob ti kin tu tzolan yanoob: He tun luume lai yan chumuc lae bayma canil u pach:

Este es el movimiento de las once capas del cielo de uno por uno y de los planetas, así como tam-bién del orden sobre la tierra: El primer cimiento en el mundo es la luna, su nombre verdadero bajo la superficie la tierra, del primer cimiento del cielo: Su segundo cielo es Mercurio: Del cimiento del orden de los planetas: El sol es el cuarto orden del cielo: Las estrellas tapan el firmamento de los días del orden del mundo: Así la tierra también está en el medio también, así como del cielo su lugar.

a b

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Tabla 2: Comparativo de la información escrita y simbólica contenida

en el Reportorio de Zamorano y el Cuaderno de Ixil

EXPLICACIÓN DE LA IMAGEN–TEXTO Lo que dice el Cuaderno de Ixil es muy somero, por lo que describiremos lo que señala Zamorano en su obra: él no habla del concepto universo ya que éste es un planteamiento de Nicolás Copérnico como lo señalamos anteriormente y contrario a los sustentos de su obra, sino de El Mundo compuesto por cuatro partes constitutivas, las tres primeras con-formando al Macrocosmos o Celestial, y el cuarto al Microcosmos o Elemental:

Reportorio de Zamorano Cuaderno de Ixil

Cielo empíreo, habitación de Dios y de los Santos

Cielo empíreo

10. Primero mobil. Signos zodiacales:

Primero mobil.

9. Cristalino Signos zodiacales más dos círculos con dos líneas en forma de cruz ubicados en Aries y Libra (Véase su significado en el apartado del Octavo Cielo)

Cristalino

8. Firmamento. Signos zodiacales más dibujos de estrellas

Firmamento. Se incluyen dibujos de estrellas.

7. Saturno. Signo:

Saturno. Signo:

6. Júpiter. Signo:

Júpiter. Signo:

5. Marte. Signo:

Marte. Signo:

4. Sol. Signo:

Sol. Signo:

3. Venus Signo:

Venus Signo:

2. Mercurio. Signo:

Mercurio Signo:

1. Luna. Signo:

Luna. Signo:

Luum. Mundo terrestre

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– Mundo invisible. Parte incorruptible, el otro mundo, donde está Dios y las sustan-

cias separadas que son los ángeles, las ánimas de los santos después de que se sepa-ran de los cuerpos. Este mundo no es sensible ni corporal y durará por siempre. Aquí está el Cielo Supremo o Empíreo (divino), el Décimo Cielo o Primer Móbil, y el Noveno Cielo o Cristalino.

– Mundo celeste. Comprende todo lo que está desde el cielo de la luna hacia arriba. – Mundo elemental. Donde están los cuatro elementos y todas las cosas que se hacen

caducas y perecederas. – El hombre o Microcosmos. Llamado también “pequeño mundo” porque en él res-

plandecen de alguna manera las cosas que conocen los tres mundos. DESCRIPCIÓN DE LOS CIELOS De la página 7v hasta la página 66v, Zamorano hace una muy extensa descripción del mundo. Presentamos a continuación de manera muy sintetizada lo que dice el cosmógrafo de cada una de las capas celestes:

EL MUNDO INVISIBLE El cielo Supremo o Empíreo (divino) Es donde mora Dios, los ángeles, los santos; es la “patria” de los escogidos, Cielo de los Cielos, primero en el Mundo. Fue llamado Pir10, “fuego”, pero en el sentido de inmensi-dad de luz y resplandor que emana luz y resplandor sobre el Cielo Cristalino. Tiene forma redonda y esférica. El Empíreo representa el casi infinito número.

Escribe Roob (2006: 46) que esta imagen de Robert Fludd, publicada en su libro Utriusque Cosmi (Tomo I, 1617), partiendo de la obra del florenti-no Pico della Mirandola (1463–1494), la llamada “Cábala cristiana”, combina ele-mentos tomados de la tradición cristiana y neoplatónica con los conocimientos, a veces de dudosa fuente, de la mística judía. Robert Fludd –continua Roob– traza aquí un paralelismo entre los estra-tos de cosmos ptoloméico y las veinticin-co letras del alfabeto que sirvieron a Dios para crear el Mundo. Aquí también Fluud señala diez capas que definen el Empíreo, donde residen los haïoth–hakodesch, “ángeles hebreos”, también traducidos al latín como animalia sanc-tiatis, animales de santidad, es decir, en-tidades existentes y dotadas de fuerza vital a las que, en razón de su estado superior, se les debe atribuir un carácter sagrado (Pioob 1980: 147):

Figura 7: El Empíreo

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Fuente: Pioob (1980: 148)

El décimo cielo, o primer móbil Zamorano dice que este es el primero de los cielos movibles, llamado también primum movible, por la velocidad en la que se mueve. Su ímpetu arrastra consigo a los demás cuerpos haciéndoles dar vueltas de 360 grados en la esfera de Levante (Oriente) a Ponien-te, lo que da origen a las horas y “del nacer y ponerse” el Sol, Luna, así como todas las estrellas. Es el que da origen al día y la noche, a las estaciones del año (primavera, vera-no, otoño, invierno), y el que mueve los elementos fuego, aire y agua, que son cuerpos líquidos y flexibles así como del círculo equinoccial y el círculo Zodiacal (que explicare-mos más adelante) que son los prin-cipales.

Señala Zamorano que se le llama Zodíaco, de Zoi11, que es vida, por-que se genera del movimiento del Sol y de los planetas; también se le llama Zoa12, animales, porque las estrellas toman forma de animales dentro de este cielo, también pre-sentes en el Noveno y Octavo Cie-los. Los latinos, continúa Zamorano, le llamaron Signifer13, círculo, que mueve los signos. Aristóteles le lla-ma Círculo Oblicuo, señalando que el movimiento que realiza el Sol causa las generaciones y corrupcio-nes del Mundo.

Por otro lado, señala Zamorano que el Zodíaco influye en el desen-volvimiento de los cuatro elementos aristotélicos: calor, humor (hume-dad), frialdad y sequedad, dando principio a las cosas haciéndolas que se conserven o se destruyan.

los haïoth–hakodesch Llamados en castellano

Los seraphim Los cherrubim

Los aralim Los haschmalim Los tharschisim

Los malakim Los clohim

Los beni–Elohim Los aischim

Serafines Querubines

Tronos Dominaciones

Potencias Virtudes

Principados Arcángeles

Ángeles

Figura 8: La esfera astrológica. “Los filósofos de la Antigüedad consideraban la tierra el centro del Universo: del mismo modo que aquella era una

esfera, el cielo era considerado una esfera hueca con la tierra en su centro” (texto e imagen tomado

de: Parker y Parker, 2007: 19)

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Aristóteles en el libro II, capítulo 3, de su De generatione et corruptione, ofrece una

derivación de los cuatro elementos a partir de cuatro cualidades primarias que él define, para lograr una representación esquemática de tal derivación o explicación racional (comp. Coronado 2002: 5):

El noveno cielo cristalino

FUEGO Caliente–Seco

Caliente Seco

AIRE TIERRA Caliente–Húmedo Seco–Frío

AGUA Frío–Húmedo

Frío Húmedo

Se le llamaba así por lo limpio y transparente, y sólo puede ser captado por el “entendi-miento”14, pero no por la vista. También se le conoce como Cielo Aqueo, por su asocia-ción a las aguas mencionadas en la Biblia15, que están sobre el firmamento encima de los cielos. El octavo cielo, o firmamento Apunta Zamorano que el Firmamento16 es el primero de los cielos que se puede advertir con la vista, ya que están en él todas las estrellas acomodadas por Dios desde el principio del mundo. También recibe el nombre de Aplanes, que significa sin error, por estar fijas las estrellas y “sin estar vagando” como lo hacen los planetas.

Según los astrólogos, todas las estrellas fueron divididas en 48 partes las cuales las aso-ciaron con figuras, imágenes y constelaciones:

Figuras humanas Géminis, Virgo, Acuario, Hércules, Cepheo, Casiopea, Andró-meda, Perseo, Orión, el serpentario, y Bootes.

Figuras de animales brutos Aries, Tauro, Capricornio, Sagitario, Centauro, Osa Mayor, Osa Menor, el Caballo Menor, el Pegaso, el Can Mayor el Can Me-nor, y la liebre

Animales feroces, bestias y de rapiña

León, lobo y el Dragón.

Serpientes o peces Cáncer, Escorpión, Piscis, la Serpiente del Serpentario, la Hidra, el Pez Meridional, la Ballena y el Delfín.

Aves Águila, Buitre, Cisne y el Cuervo.

Cosas “sin ánima” Libra, la Saeta, el Triángulo, la Lira, la Ara, el Vaso, las Coro-nas, la Nave y el Río Erídano.

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También Zamorano indica que este Octavo Cielo tiene tres movimientos:

– Uno, en el que este cielo da una vuelta de Oriente a Poniente en 24 horas; – Dos, donde las estrellas dan una vuelta de Poniente a Oriente en 25 800 años17; – Tres, el movimiento equinoccial:

“(…) es propio suyo, con que dos puntos, llamados principio de Aries18 y Libra de la octava esfera, señalan ciertos círculos pequeños sobre sus centros particulares: al cual movimiento llaman de trepidación, o movimiento de as-censo y descenso: por venir de la variación de las mayores declinaciones del Sol19, y el apartamiento (división) de los dos trópicos de Cáncer y Capricor-nio, que son los que con el movimiento del primer Mobil, señala el Sol a los veintidós días de Junio y Diciembre, remates y linderos de la mayor o menor altura del Sol sobre nuestro horizonte.

Figura 9: “En esta vista se muestran los dos equinoccios como la intersección del ecua-dor celeste y la eclíptica. El Sol, en su aparente movimiento por ésta, está al Norte o al

Sur del plano ecuatorial, causa de la sucesión de estaciones. Astronómicamente, el primer punto de Aries es una referencia fundamental”

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Equinoccio

También en este Octavo Cielo es en donde se manifiestan a la vista los signos zodiacales, los cuales a continuación Zamorano describe con detalle, y que el Cuaderno de Ixil tomó imágenes de los mismos como ya lo documentamos anteriormente.

En la descripción de los siguientes cielos, Zamorano también anexa imágenes–Texto de cada uno de ellos.

EL MUNDO CELESTE

Séptimo Cielo En este Cielo está ubicado Saturno, cuya naturaleza, dice Zamorano, es fría y seca, seme-jante a la melancolía, que se engendra todos los humores20. Le nombraron así porque haciendo a los hombres inclinados a la labranza y cultura de campo, es causa que haya mucho en el Mundo.

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SEXTO CIELO Aquí se encuentra Júpiter, “que por ser de naturaleza caliente y húmedo, y ayudar a la vida de todos los animales, le nombraron Júpiter, porque a todo lo bueno ayu-da”(Zamorano 1621: 35v ). Quinto Cielo Lugar de Marte, que, como escribe Zamorano, “llamado así, porque levanta los ánimos a los varones a obrar varonilmente en las guerras y batallas que tienen unos con otros. Le llamaron también Mavors, que quiere decir trastornador y destructor de las cosas grandes: los griegos le llamaron Payrois, porque su estrella es tan inflamada y encendida en color, que parece fuego” (Zamorano 1621: 37r ).

Figura 10: Comparativo de la imagen–texto de Saturno de a) Cuaderno de Kaua y b) Reportorio de Zamorano

Fuente: Cuaderno de Kaua : microfilm de la Universidad de Tulane

Cuarto Cielo Aquí se ubica el Sol, “que es luz y candela del Cielo, gobernador del mundo, el que hace los tiempos, por quien se mueve todo, lo que naturalmente se mueve, y nace con todo lo que nace; crece toda cosa, y madura todo fruto; es espíritu del cielo, que da virtud a los demás cielos, y vivifica a los signos, dándoles vida, fortaleza, luz y calor, comunicándoles su virtud a la tierra” (Zamorano 1621: 40v ). Tercer Cielo Aquí mora Venus, “porque su influencia viene en todas las cosas naturales, para la propa-gación y conservación de ellas, enviando sus blandos y dulces rayos, apacibles y suaves espíritus, que movidos con el benigno influjo de este planeta, incitan a la naturaleza de cada cosa a la generación, despertando la virtud generativa y la simiente, con cuya facili-dad se mueven los individuos, con el deseo de multiplicar su especie, y procrear su seme-jante” (Zamorano 1621: 43v ).

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Figura 11: a) Cuaderno de Kaua; b) Reportorio de Zamorano Fuente. Cuaderno de Kaua; microfilm de la Universidad de Tulane

Segundo Cielo El planeta Mercurio está en el segundo cielo, “llamado así de Merces, vocablo latino, por-que teniendo este planeta particular dominio sobre la habla, razonamiento y lengua, cábe-le mucha parte en la significación de todas aquellas artes y tratos que se ejercitan con vi-veza de plática, astucia, maña, doblez (doble sentido) (…)”(Zamorano 1621: 45r–46v ).

Figura 12: a) Cuaderno de Kaua; b) Reportorio de Zamorano Fuente. Cuaderno de Kaua; microfilm de la Universidad de Tulane

Primer Cielo La Luna mora en ella, “que es una de las dos luminarias, y la que más se parece al Sol en cantidad y belleza: es hermosura de la noche, madre de la rociada, señora de la mar, y de todas las humedades, medida de tiempo, esposa del Sol, ojo del cielo, candela del mundo (…)”(Zamorano 1621: 48r ).

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Figura 13: a) Cuaderno de Kaua; b) Reportorio de Zamorano Fuente. Cuaderno de Kaua; microfilm de la Universidad de Tulane

EL MUNDO ELEMENTAL

Figura 14: El Mundo elemental: a) Reportorio de Zamorano; b) Cuaderno de Ixil

DE LOS CUATRO ELEMENTOS DEL MUNDO ELEMENTAL Escribe Zamorano que esta región es aquella parte del Mundo que contiene los cuatro ele-mentos: Fuego, Aire, Agua y Tierra, y son elementales porque en la mezcla de ellos se forman todos los cuerpos, y son además simples porque no están compuestos por otros cuerpos ni pueden revolverse ni dividirse.

Hay cinco maneras de “cosas mixtas” o grados de los elementos simples:

Fuente: Zamorano (1621: 51r)

Primero Aquí están los mixtos imperfectos ya que no están constituidos de todos los elementos; se les llaman Impresiones Meteorológicas, por hacerse en la parte alta de los elementos como los cometas o estrellas volantes (fugaces).

Segundo Lo integran los mixtos inanimados: las piedras y minerales.

Tercero Los vegetales: yerbas, árboles y plantas.

Cuarto Los animales brutos que tienen todos los sentidos o algunos de ellos.

Quinto Lo más perfecto: Los hombres.

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Sigue Zamorano indicando que los cuatro elementos están ordenados en el Mundo de

tal manera que el fuego, por ser el más liviano está en la parte más alta del Mundo Ele-mental, y la tierra, la más pesada, en lo profundo; el aire, menos ligero, está por debajo del fuego, y el agua, como “menos grave”, por encima de la tierra como se puede observar en la imagen–texto arriba presentada. DE LA DIVISIÓN DE LA TIERRA Zamorano continúa su disertación comentando que situada en el centro y medio de El Mundo, la palabra Tierra se deriva de Terendo, porque es cultivada y pisada por los hom-bres, mujeres y animales que andan por ella. Pero además de esta definición, Zamorano nos presenta otras formas más de cómo se le llamó también a la tierra:

– Tellus, de tener, porque tiene y sostiene todas las cosas; – Humus, por el humor del elemento Agua; – Ops, que quiere decir “ayudadora” o riqueza, porque ella nos ayuda, sostiene y

alimenta con la infinidad de frutos de frutos, oro, plata, piedras preciosas y todo género de metales.

En el Cuaderno de Ixil, la Tierra es Luum, refiriéndose precisamente al suelo, y no a Cab, “tierra”, asociado a todo lo creado sobre la tierra y lo que en ella vive, ni tampoco a Cah, “pueblo o tierra”, que hace alusión a las personas que viven en alguna población y a las construcciones que forman los pueblos (Álvarez 1980: 45):

Los términos Luum, Cab y Cah se traducen al español en forma generalizada para ex-presar tierra o mundo; pero en el idioma maya yucateco colonial existe una diferencia semántica sutil que indica a qué parte del mundo hace referencia (Álvarez 1980).

Figura 15 Fuente: Álvarez (1980: 50)

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En este punto, en el Reportorio se dibuja lo que son “las tres partes de la tierra”, Europa, Asia y África, dejando en una imagen distinta la cuarta parte, el Nuevo Mundo, mientras que en el Cuaderno de Ixil sólo de manera genérica a la tierra Luum como lo acabamos de mencionar.

Figura 16: Las cuatro partes del Mundo del Reportorio de Zamorano

EL CUERPO HUMANO O MICROCOSMOS En esta línea conceptual del mundo como macrocosmos, se definió a la par a la persona humana como un microcosmos, en la cual cualquier movimiento en uno u otro nivel tendrían una consecuencia equivalente. Y esto es un importante referente para compren-der un poco mejor la visión y alcance que se tenían sobre las enfermedades y su curación en los cuadernos del Grupo Chilam Balam. Veamos un poco más de esta relación de hom-bre–mundo o macrocosmos–microcosmos.

Escribió San Isidro de Sevilla (560–636) en De natura rerum, que “el mundo es en su primera acepción la totalidad de lo que hay, consistente en cielo y tierra (…) pero en su segunda acepción mística se lo denomina atinadamente hombre. Pues al igual que todo lo que está hecho de los cuatro elementos, el hombre se compone de cuatro temperamentos (…)” (Roob 2006: 429). Lo que nos está diciendo San Isidro es la idea de la analogía o correspondencia entre el cielo y la tierra. Según la famosa fórmula contenida en la Tabla Esmeralda, atribuida al legendario filósofo y alquimista egipcio Hermes Trismegisto, “lo que está arriba es como lo que está abajo y lo que está abajo es como lo que está arriba”. Y de hecho así también lo manifiesta Zamorano al escribir en la página 4v “(…) y de ella comienza la naturaleza de las cosas caducas: siendo el cielo respecto a la tierra, y la tierra respecto al cielo: por la cual la llamaron galantemente tierra celestial (…)”. De ese modo, el cielo se convertía en un libro abierto, y los astros que lo habitaban en signos o señales que reflejaban el mundo terrestre (comp. http://www.horoscopos.in/Historia/renacimiento –las–estrellas%20y%20los%20hombres.html):

“La creencia astrológica en la «simpatía universal», entendida como el víncu-lo armónico entre las diferentes partes del cosmos, llevó a identificar a las estrellas con arquetipos (modelos) de todo lo creado. Estos cuerpos celestes contendrían las características genéricas de las variadas especies del mundo natural, de manera que de su observación detallada podría derivarse una sa-

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biduría aplicable no sólo a los fenómenos exteriores, sino también a la psico-logía de cada individuo. La astrología daba sentido, así, tanto al universo (macrocosmos) como al hombre (microcosmos), imagen y espejo de aquél, pues cada ser humano era concebido como un pequeño mundo que en sí mismo compendiaba el equili-brio de la Creación, incluso desde el punto de vista anatómico. Según dicho presupuesto, no es de extrañar que Flavio Mitrídate, astrólogo del duque Fe-derico de Montefeltro, definiera la astrología como «la ciencia divina que hace felices a los hombres y les enseña a parecer dioses entre los morta-les” (http://www.horoscopos.in/Historia/renacimiento–las–estrellas%20y%20 los%20hombres.html).

En la concepción mágica del Mundo de Agrippa de Nettesheim (1486–1535), empatada con las doctrinas de Hermes Trismegisto, proclama que el hombre no sólo había sido crea-do a imagen de Dios, sino que también estaba dotado de su omnipresencia. Así, Agrippa sacó al hombre de la jerarquía cósmica y lo colocó al centro de la creación, al escribir que participa de la materia en su propio sujeto, de los elementos en su cuádruple cuerpo, y a partir de las “cosas mixtas” o grados de los elementos simples (arriba descritas), de las plantas por su fuerza vegetativa, de los animales por la vida sensible, y también del cielo por su espíritu etéreo, de los ángeles por su sabiduría, y de Dios por la síntesis de todo, y como Dios todo lo sabe, el hombre es capaz de conocer lo que es susceptible de conoci-miento (comp. Roob 2006: 430).

Así, en esa correspondencia entre el Macrocosmos y el Microcosmos hace que uno de los principales propósitos de la Astrología sea el estudio de las relaciones que existen en-tre el Hombre y el Mundo. Es una relación profunda y misteriosa, que une al Microcosmos

(lo infinitamente pequeño) con el Macrocosmos (lo infinitamente grande) (http://www.astrologia–uruguay.com/definicion.htm ).

Figrura 17: “La hoja titular del primer tomo de la ‘Historia del cosmos’ muestra en el círculo exterior al macrocosmos ptoloméico, del que el hombre es, en toda su constitución, un reflejo virtual. En los círculos interiores se encuentran, en correspondencia con los elementos, los cuatro humores o temperamentos del hombre. Al círculo negro central de la melancolía saturnal corresponden los límites externos del macro-cosmos, encarnado aquí por el Cronos–Saturnos con piernas de macho cabrío que desarrolla el hilo del gran año universal. La especie de esvástica sobre el reloj de arena de Saturno representa las fuerzas pola-res a las que está sometido todo el universo: sístole (azufre) y diástole (mercurio), sol y luna de los dos cosmos”. Fuente: Roob (2006: 437; texto e imagen) con base en: Ro-

bert Fludd, Utriusque Cosmi, tomo I, Oppenheim, Frankfurt

1617)

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Esta relación macro–micro llevó a la clasificación zodiacal de las partes de la persona humana:

Fuente: Pioob (1980: 228–229)

Esta clasificación aparece también en la página 45r del Cuaderno Ixil de la siguiente manera, y con ello se cierra el círculo entre el Macrocosmos y el Microcosmos:

Aries Tauro

Géminis Cáncer

Leo Virgo Libra

Escorpión Sagitario

Capricornio Acuario Piscis

Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna Gobierna

La cabeza El cuello Los hombros y brazos Tórax, pulmones y bazo Estómago, hígado, corazón y nervios El abdomen e intestinos Los riñones Los órganos genitales Las caderas Nalgas y ano Las piernas Los pies

Figura 18: Los signos zodiacales asociados a cada parte de la perso-

na humana Fuente: Zamorano (1621: 235r)

Figura 19: Página 45r del Cuaderno de Ixil Fuente: López de la Rosa, 2005

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Cuaderno de Ixil Cuaderno de Nah23

Aquario Acuario

Tu tzucil Su buche, las entrañas del animal

Pices Piscis tu xau Sus dedos

Aris Aries Tu pol Su cabeza Tu uich Su rostro

Tauro Tauro Tu cal Su cuello tu camach su quijada

Gemini Géminis Celembal

PLANETAS PLANETAS F. XI 1. Tu bulucpiz u kinil Enero lic u lubul u kinil Acuario F.XI. 1. Es en el onceavo día de enero que Acuario (comienza su tiem-po). Lai u chicul huntul uinic u babic haa ti tenahae. Su símbolo es un hombre que derrama agua de una olla. Lai u yahil chican tu tzelec uinic lae Sí el dolor aparece en la espinilla del hombre, kuchaan ix u kinam u chacuil kinil Llega el dolor hasta los días de calentura. F X(II) 2. Tu lahcapis ua tu lahunpis u kinil febrero Uei X, XIII, F X(II) 2. Es el doceavo o décimo día del mes de febrero. X o XII lic u lubul u kinil catul caye, Pises u kaba en el que dos pescados, llamados Piscis (comienzan su tiempo). Lai chican u yahil tu pach u xau yoc uinic Así enclavado el dolor aparece detrás de los dedos del hombre, chacau ix u kinam kini es caliente la fuerza del Sol. F.XI 3. Tu bulucpiz u kinil Marso F.XI 3. Es el onceavo día del mes de marzo lic u lubul kinil Aries En el que Aries (comienza su tiempo). Tamane u uinbaile El carnero es su símbolo. Tamkaz kalic Locura encierra. Ti ix lic u lubul yahil kin tu pol uinic tu yahal loe El dolor de este tiempo afecta la cabeza del hombre yetel tu uinicile. y también su humanidad. F. XI 4. Tu bulucpiz u kinil Abril F. XI 4. Es el onceavo día del mes de Abril lic u lubul u kinil Taurus u kava En el que Tauro, como es llamado (comienza su tiempo). Lay uacax u uinbaile El toro es su símbolo.

Lay chican u yahil yalan u cal uinice Así enclavado el dolor aparece debajo del cuello del hombre.

F.XIIII 5. Tu canlahunpiz u kinil Mayo F.XIIII 5. Es el catorceavo día del mes de Mayo lic u lubul Gemines u kaba.

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El hombro U noh kab u moch Su mano derecha lisiada Cancer Cancer Tu tzem Su pecho tan teel La boca del estómago Tu yich Leon Leo Tu pach Su espalda Puczical El corazón

Virgo Virgo Tu nak Su vientre hontanil tu teet su cadera

Libra Libra Tu tuch Su ombligo tu yiz tu uix La orina tu puc yite

en el que Géminis, como es llamado (inicia su tiempo). Lay catul uinicob ichob (u uinbaile). Dos gemelos son su símbolo. Heklay chican u yahil tu noh kabil uinic Así enclavado el dolor aparece en la mano derecha del hombre tu cahmatil tu yahale. o también en la otra (mano). Allí dolerá F.XII 6. Tu lahunpiz u kinil Junio F.XII 6. Es el doceavo día del mes de Junio lic u lubul u kinil Canser. en el que Cáncer (inicia su tiempo). Lay chiuoh yetel ix baul u chicule. La tarántula y el cangrejo son sus símbolos. Heklay chican u yahil tu puczikal uinic tu yahale. Así enclavado el dolor aparece enclavado en el corazón del hombre. Allí es el daño, yetel tu cale. y en la garganta. F. XI 7. Tu bulucpiz u kinil Julio F. XI 7. Es el onceavo día del mes de Julio lic u lubul u kinil Leon en el que Leo (inicia su tiempo). Lay coh u uinbaile El puma es su símbolo. Lay u kinil licil yahaulil u homtanil uinic Este es el tiempo en el que se gobierna sobre el abdomen del hombre yetel u chibal u puczikal yetel u kinam tu ca tzucil uinice y duele el corazón y hay punzadas en el estómago de la persona. hach pec oltzil (l)ae. Es muy peligroso. F. XIIII 8. Tu canlahunpiz u kinil Agosto F. XIIII 8. Es el catorceavo día del mes de Agosto lic u lubul u kinil Birgen una mujer virgen es su símbolo. Heklay zuhuy chuplal u uinbaile El dolor aparece heklay chican u yahil tu yiz uinic tu yahale. así enclavado el dolor aparece en la parte baja del hombre. Allí es el daño.

F. XIIII 9. Tu canlahunpiz u kinil Septiembre F. XIIII 9. Es el catorceavo día del mes de Septiembre lic u lubul kinil Libra en el que Libra (inicia su tiempo). Lay ppiz u uinbaile La balanza es su símbolo. Lay chican u yahil tu thet u bobox uinice Así enclavado el dolor aparece en los huesos pélvicos de la persona

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PALABRAS FINALES Todo lo arriba analizado contiene en su esencia un fundamento hermético en el más am-plio sentido de la palabra, al cual se le incorporó elementos del conocimiento maya.

El hermetismo, nombre tomado de una figura conocida como Thoth o Thoth–Hermes, o Hermes el Tres Veces Grande, o Hermes Trismegisto (comp. Baigent & Leigh 1999: 47), subraya la interrelación existente entre todos los saberes y la importancia de trazar conexiones entre las diversas esferas de conocimiento existentes (comp. Baigent & Leigh 1999: 23).

Para el hermetismo, existe un Todo Único en el cual todas las divisiones, toda distin-ción entre alma y cuerpo, entre espíritu y materia, quedaba conciliada e integrada de for-ma armoniosa (Baigent & Leigh 1999: 52). Así, en el seno de esta armonía, todo está in-terconectado con todo a través de una red de relaciones entrelazadas. Estas relaciones descansan en el principio de analogía, es decir, las cosas tienen resonancias con otras co-sas, reflejan otras cosas, tienen correspondencia con otras cosas armoniosa (Baigent & Leigh 1999: 52). Una de sus máximas, como ya se mencionó anteriormente, señala que “El arriba procede del abajo, y el abajo del arriba, la obra del milagro de lo Uno”. Otra

sus nalgas

Scorpio Escorpión Tu heeh Tu yach tu yeel yokol sus genitales Sagitario Sagitario Tu chac bacel Sus muslos

Capricor Capricornio Tu pol u pix u pix La rodilla de las piernas

Fbay ix tu puc yite heklay cu kinam tu yahale. y en sus nalgas da punzadas cuando despierta. Allí es el daño. F. XIIII 10. Tu (can)lahunpiz u kinil Octubre F. XIIII 10. Es el catorceavo día del mes de Octubre. lic u lubul u kinil Escorpius en el que Escorpión (inicia su tiempo). Lay chapat u uinbaile El ciempiés es su símbolo. Lay u yahil chican tu kazal uinic tu yahale. El dolor está enclavado en los genitales. Allí es el daño. F. XIII 11. Tu yoxlahunpiz u kinil Noviembre F. XIII 11. Es el treceavo día del mes de Noviembre lic u lubul u kinil Sagitarius en el que Sagitario (inicia su tiempo). Lay uinic u hol, tzimin yit, hul u cah. La cabeza es la de una persona, de caballo su corzo, y su flecha. Lay yahil chican tu xibil uinic El dolor está enclavado en el pene de la persona Lauac tu chac bacel uinic tu yahale. o en los muslos del hombre, allí es el daño. F. XII 12. Tu lahcapiz u kinil Diciembre F. XII 12. Es el doceavodía del mes de Diciembre lic u lubul u kinil Capricornios u kaba. En el que Capricornio (inicia su tiempo). Lay yuc u uinbaile. El venado brocket es su símbolo. Lay yahil chican tu pol u pix uinic tu yahale. El dolor aparece en la rodilla de las piernas, allí es el daño.

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traducción es “lo que está arriba es como lo que está abajo, y lo que está abajo es como lo que está arriba”. Esta proposición se ha recogido en la lengua inglesa con la fórmula sim-ple as above, so below (“sea abajo como es arriba”) armoniosa (Baigent & Leigh 1999: 54).

En la vida que nos rodea según la visión hermética, todo son ciclos que existen si-multáneamente y se interrelacionan entre sí, como pueden ser el átomo incluido en el mayor de la molécula, y éste en el de la célula, y la célula en el organismo humano. Hay un plano manifestado una energía (centrífuga) que parte del origen virtual hasta el límite de sus posibilidades, y que retorna al mismo punto original (centrípeta); estos dos aspec-tos son también de dilatación o expansión, y contracción o concentración, simbolizados respectivamente por el círculo y el cuadrado, el primero símbolo de la fuerza centrífuga; el segundo, de la fuerza centrípeta (González 1988: 49–51).

Finalmente, tener la posibilidad de poder trabajar con el documento fuente sobre el cual se redactó el Cuaderno de Ixil nos abre un campo de exploración de la mentalidad del redactor maya, de lo que escribió y omitió; de la selección de los temas que particular-mente le interesaron y del alcance de los mismos. También, nos permite adentrarnos en la complejidad de un particular y ancestral conocimiento europeo combinado con el conoci-miento maya en una síntesis que habrá que determinar sus causas y consecuencias para la vida de un sector de familias de Tzucuboob que fueron trascendentes para expresar la vida e historia del fascinante pueblo maya yucateco.

NOTAS 1. Actualmente es aceptado por la comunidad científica que el astrónomo y matemático griego

Aristarco (310–230 a.C.), fue la primera persona en proponer el modelo heliocéntrico del Sistema Solar, colocando a la Tierra y no al Sol en el centro del universo conocido; siglos después, Claudio Ptolomeo se convertiría en uno de los más importantes representantes de esta teoría, y por ello él es, como bien lo señalan varios estudiosos, el clímax de la astronom-ía griega.

2. La edición de Zamorano que consultamos para el presente ensayo es del año de 1621. 3. Sobre la escritura en uooh véase: López de la Rosa y Martel (2001). 4. Tzucub, "Institución parentil que aglutinaba a los linajes gobernantes (.) y como tal, no tenía

una jurisdicción política, ni sus integrantes constituían una entidad de índole administrativa. Estos linajes, dado su carácter noble, fueron los que ocuparon los oficios de batab y halach uinic, es decir, constituían grupos políticos que ejercían el poder y controlaban el acceso a él" (Quezada 1993: 46, 210).

5. “Libro se define como el ‘conjunto de hojas de papel escritas o impresas reunidas en un volu-men cosido o encuadernado’; y libro de texto, ‘conjunto de hojas de papel cosidas para ano-tar algo: libro de señas, de reclamaciones’ (García–Pelayo 1984(2): 496). Bajo esta defini-ción, podría quedarnos claro que los así llamados libros de Chilam Balam, son realmente libros. Sin embargo, si introducimos el término cuaderno, quizás el panorama ya no sea tan claro. Cuaderno es el `conjunto de pliegos de papel cosido en forma de libro. Libro pequeño de apuntes. Cuaderno de bitácora, libro de abordo' (García–Pelayo 1984(1): 217). Como recordaremos, la mayoría de los Libros de Chilam Balam fueron cuadernos escritos en distin-tos períodos y por distintas manos, y salvo el Códice Pérez, que fue redactado como un com-pendio bajo una estructura encaminada a ser un libro, los demás no muestran esa intención.

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Por ejemplo, en la página 53 del Cuaderno de Nah, está escrito lo siguiente: He dzocic in hochic u cuaderno dia cince de Agosto de mil ochocientos sesenta y tres años crusales. Ten max bin yilac ua yan tubi yetel ti kazil. Minan ten kochili tumen ma dzocaan in canbali. Lay cin dzaic u hahil in than ten. Ten José Secundino Nah José María Nah, ‘Aquí he termi-nado de copiar el cuaderno el quince de agosto del reciente año de mil ochocientos sesenta y tres años. Yo soy quien ha de ver si hay algo olvidado o imperfecto y si no recuerdo no tengo culpa porque mi educación está sin terminar. Esto que doy es mi verdadera palabra yo. Yo José Secundino Nah José María Nah’ (Gubler & Bolles 2000: 224–225; Grupo Nah & Cal-derón 1981: 53). Por ello, consideramos que más que libros, los manuscritos son cuadernos. Con base en lo anterior sugerimos que se conserve el nombre Chilam Balam sólo desde el punto de vista que define a un grupo de documentos con principios compartidos de lengua, rasgos escriturales y temáticos, ya que no existe registro contundente que permita aseverar que quien los escribió haya sido realmente un chilam balam, y que a cada documento, por lo mismo, se le denomi-ne cuaderno, salvo los casos que así se amerite. Por ejemplo: Cuaderno de Chumayel o Cua-derno de Ixil del Grupo Chilam Balam. Esto sería equivalente, por ejemplo, al Códice Laúd o Códice Borgia del Grupo Borgia." (López de la Rosa 2005).

6. La mayor parte de la información del cuadro se tomó de Gunsenheimer (2002) así como de Barrera Vásquez y Rendón (1985).

7. La edición salió originalmente con el título de The Maya of East Central Quintana Roo, publicada en 1945 por la Carnegie Institution of Washington, y publicada en español por el Instituto Nacional Indigenista en1978.

8. La edición utilizada en este estudio es la publicada en: http://books.google.com 9. Copérnico en su magna obra De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones

de las esferas celestes), escrita a lo largo de unos veinticinco años de trabajo (1507–1532), muestra por primera vez la configuración completa del Sistema Planetario con el Sol al cen-tro tal y como lo entendemos hoy día (Koestler 1989).

10. “Pírico. Relativo al fuego, de πύρ– + –ικ (ος) pír–ico. "Fuego" + sufijo derivativo de adjeti-vos”: http://departamentodegriegoiesmariaenriquez.org/matedoce/etymos/pyrcst.htm.

11. “Zoo, zo, zoaris, zoe, zoi, zonio, zoon, zootia. “Pref., in. o suf. que indica la significación de vida, viviente, etc.; ejemplo de in.; hilozoísmo; de suf.; protozoario, ázoe, paleozoico, proto-zoo, epizootia”: http://www.alegsa.com.ar/Definicion/de/zoo.php.

12. Zoa. “El plural de zoon–zoa sufijo de plural que forman los nombres propios que indican los grupos de organismos animales Metazoa”: http: diccionario.reverso.net/ingles–definiciones/ zoa.

13. “signífero, –a (del lat. "signifer, –eri"); (lit.) adj. se aplica al que o lo que lleva una señal; (lit.) Se aplica al que lleva una insignia, bandera o enseña": http://www.diclib.com/cgi–bin/d1.cgi?l=es&base=moliner&page=showid&id=71552.

14. “Potencia del alma. Siete dones del Espíritu Santo” (Monterrosa & Talavera 2004: 93). 15. “Dijo luego Dios: Haya un firmamento en medio de las aguas (…) Llamó Dios cielos” (Génesis

1, 6–8). 16. Del latín firmamentum, es el cielo en donde están apoyados o fijados los astros. (comp.

Smith 1885: 274). 17. “La Tierra se mueve como un17a peonza (juguete) porque el eje de nuestro planeta azul está

inclinado algo más de 23 grados. Por esta razón, al girar alrededor del Sol tenemos cuatro estaciones durante el tiempo que dura ese período de traslación, es decir, a lo largo de tres-cientos sesenta y cinco días. Esa inclinación varía cada cuarenta y un mil años entre los 21 y

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los 24 grados. Su actual inclinación es, por tanto, temporal. De este modo, a medida que avanza el tiempo, el cielo que observamos varía lenta y progresivamente. Por ejemplo, hace trece mil años, el Polo Norte miraba hacia la estrella Vega y hoy apunta en dirección a la estrella Polar. Este movimiento de la Tierra, sólo perceptible con la perspectiva de miles de años, recibe el nombre de precisión de los equinoccios. Se trata de un ciclo que dura casi veintiséis mil años y se completa cuando el eje terrestre da un giro de 360 grados en direc-ción oeste. Como consecuencia de este fenómeno, los equinoccios comienzan cada año un poco antes. Veámoslo con datos concretos: “Dentro de 2.160 años, la primavera, por ejemplo, comenzará un mes antes; en 4.320 años, lo hará dos antes que hoy; en seis mil cuatrocientos ochenta años, tres meses antes... Y así sucesivamente hasta completarse un ciclo procesional de 12 porciones de tiempo –tales co-mo son los meses o los signos del zodiaco, a cada uno de los cuales le corresponde 30 grados que tardan en recorrerse 72 años (calculen: 30 por 72 = 2.160)– que sumarán tras un reco-rrido de 360 grados un total de 25.920 años (nuevo cálculo: 2.160 por 12 = 25.590), dentro de los cuales la primavera iniciará su hermosa senda en la misma fecha en que lo hace hoy": http://perso.wanadoo.es/e/elarchivador/Curiosidades/Equinoccios/los_equinoccios.htm.

18. “El punto Aries o punto vernal, es un punto de referencia en la esfera celeste proyectado e integrado en las coordenadas terrestres. Este punto se encuentra en la línea en la que se cortan el plano del ecuador y el plano de la eclíptica. Aquí los rayos del sol caen perpendicu-larmente sobre el ecuador el 21 de marzo. En ese momento se inicia la primavera en el hemisferio norte y el otoño en el hemisferio sur. El punto opuesto es el punto Libra”: http://enciclopedia.us.es/index.php/Punto_Aries.

19. Alberto de Sajonia (1316–1390) pone la precesión en el Octavo Cielo, el de Trepidación en el Noveno Cielo y movimiento diurno en el Décimo Cielo; El Empíreo contiene todo.

20. “La teoría de los cuatro humores o humorismo, fue una teoría acerca del cuerpo humano adoptada por los filósofos y físicos de las antiguas civilizaciones griega y romana. Desde Hipó-crates, la teoría humoral fue el punto de vista más común del funcionamiento del cuerpo humano entre los ‘físicos’ (médicos) europeos hasta la llegada de la medicina moderna a mediados del siglo XIX. En esencia, esta teoría mantiene que el cuerpo humano está lleno de cuatro sustancias bási-cas, llamadas humores (líquidos), cuyo equilibrio indica el estado de salud de la persona. Así, todas las enfermedades y discapacidades resultarían de un exceso o un déficit de alguno de estos cuatro humores. Estos fueron identificados como bilis negra, bilis, flema y sangre. Tan-to griegos y romanos como el resto de posteriores sociedades de Europa occidental que adop-taron y adaptaron la filosofía médica clásica, consideraban cada uno de los cuatro humores aumentaba o disminuía en función de la dieta y la actividad de cada individuo. Cuando un paciente sufría de superávit o desequilibrio de líquidos, entonces su personalidad y su salud se veían afectadas. 18. Teofrasto y otros elaboraron una relación entre los humores y el carácter de las perso-nas. Así, aquellos individuos con mucha sangre eran sociables, aquellos con mucha flema eran calmados, aquellos con mucha bilis eran coléricos, y aquellos con mucha bilis negra eran melancólicos. La idea de la personalidad humana basada en humores fue una base para las comedias de Menandro y, más tarde, las de Plauto. 19. Durante el período neoclásico en Europa, la teoría humoral dominó la práctica de la medicina, en ocasiones resultando en situaciones un tanto dramáticas. Prácticas típicas del siglo XVIII como el sangrado o la aplicación de calor eran el resultado de la teoría de los

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cuatro humores (en estos casos, para tratar los excesos de sangre y de bilis, respectivamen-te). 20. Por otro lado, debido a que mucha gente pensaba que existía una cantidad infinita de

humores en el organismo, era común la creencia de que la pérdida de fluidos era una forma de muerte”. 21. Figura12: Resumen de la toería 22. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Humores

21. La teología cristiana define a la persona humana como un ser con cuerpo material y espiri-tual al mismo tiempo, es decir, es una unidad sustancial de alma (o espíritu) y cuerpo. San Agustín (Tagaste, 13 de noviembre de 354 – Hippo Regius, 28 de agosto de 430), fue uno de los primeros que desarrolló esta noción, quien además logró que el término pudiese usar-se tanto para referirse a la Trinidad como al ser humano.

22. “De occulta philosophia”. En: Agrippa, Die magischen Werke (1988; citado en Roob (2006: 439).

23. La traducción del Cuaderno de Nah es a partir de: Nah & Calderón (1981: 27–28) Nah (Gubler & Bolles 2000: 108–111), y Calepino de Motul (1995). Los elementos que se ubi-can arriba del título "planetas" aparecen en el original y representan a Marte, Mercurio, Júpi-ter, Venus, Saturno, el Sol y la Luna.

REFERENCIAS Almanaque de El Aladid Seráfico para 1901 con aprobación eclesiástica 1901 Sevilla:Imprenta de la Divina Pastora. Almanaque de la Corte 1866 México: Imprenta del Gabinete Imperial. Antaki, Ikram 2001 A la vuelta del milenio. México: Ed. Joaquín Mortiz. Bahena, David 2009 “Y sin embargo se mueve”. Elektron, Boletín del Frente de Trabajadores de la

Energía de México 9(68): 1–5. Baigent, Michael & Richard Leigh 1999 El retorno de la magia. La influencia de la astrología y la alquimia en nues-

tras vidas. Madrid: Plaza & Janes Editores. Barrera Vásquez, Alfredo & Silvia Rendón 1985 El Libro de los Libros de Chilam Balam. México: Fondo de Cultura Económica. Calendario de Galván para el año de 1918, arreglado al meridiano de México. Edición

especial para señoritas 1917 México: Antigua Imprenta de Murguía, Av. 16 de Septiembre 54.

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185º Calendario del más Antiguo Galván 2011 2010 México: Librería y Ediciones Murguía. Calendario Histórico de la Emperatriz Carlota Amalia para 1871 1870 México: González y Compañía, Editores. Calendario de Simón Blanquel para el año bisiesto de 1852 arreglado al meridiano de

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Kalendario, y Lunario con todas las fiestas movibles, que le corresponden á el tiempo de cincuenta años seguidos, desde el de 73, hasta el de 1822, inclu-sivé: LA FIGURACION DE LA LUNA DEMOSTRADA DIARIA, Y LOS DIAS DE LA SEMANA CON EL KALENDARIO DE LOS SANTOS PERPETUAMENTE: LA IGUALACION DE LAS HORAS EN TODO EL MUNDO POR LOS GRADOS DE LONGITUD, Y UNA SUCCINTA EXPLICACION DE LOS ORBES CELESTES, Y SUS SIETE PLANTEAS, Sacada de los más Célebres Autores, así Antiguos, como Modernos, con otras curiosidades apreciables, y claras. DEDICADA A DON MANUEL RAMON DE PEREYRA, Y PARDO, Administrador General por S. M. (Q.D.G.) del Real Asiento de la Pólvora de este Reyno, etc. DISPUESTA POR DON TOMAS CAYETANO DE OCHOA, ARIN, Y PERALTA, LASSO DE LA VEGA. México: Imprenta de la Biblioteca Mexicana de Lic. D. Joseph de Jáure-gui. Facsímil publicado por la Universidad Iberoamericana, 2001.

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oy se ha visto, compuesto por el maestro Rodrigo Zamorano, Cosmografo, y Piloto mayor del Rey nuestro Señor, y Matematico de Sevilla, enmendado, y añadido por el autor: con el Lunario, y fiestas móviles, hasta el año 1654. Es obra utilísima para toda la Republica. Con privilegio tasado a tres maravedís el pliego. En Sevilla, en la Imprenta de Francisco de Lyra, año de 1621.