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Titulo original: The Image of the City Version castellana de Enrique Luis Revol Diseno de la cubierta de Estudi Coma Queda prohibida, salvo excepci6n prevista en la ley, la reproducci6n (electr6nica, quimica, mecani- ca, 6ptica, de grabaci6n 0 de fotocopia), distribuci6n, comunicaci6n publica y transformaci6n de cualquier parte de esta publicaci6n -incluido el diseno de la cubierta- sin la previa autorizaci6n escrita de los titulares de la propiedad intelectual y de la Editorial. La infracci6n de los derechos men- cionados puede ser constitutiva de delito contra ia propiedad intelectual (arts. 270 y siguientes del C6digo Penal). EI Centro Espanol de Derechos Reprograficos (CEDRO) vela por el respeto de los citados derechos. La Editorial no se pronuncia, ni expresa ni impifcitamente, respecto a la exactitud de la informaci6n contenida en este libro, raz6n por la cual no puede asumir ningun tipo de responsabilidad en caso de error u omisi6n. © The Massachusetts Institute of Technology Press, Cambridge (Massachusetts), 1960 para la edici6n castellana: © Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 1984, 1998 Printed in Spain ISBN: 978-84-252-1748-7 Dep6sito legal: B. 4.458-2008 Impresi6n: Gr3.ficas 92, Rubf (Barcelona) 1,0. "Iegihiliclad" . Ebh(lraci6n de la imagen . E~trudura e identidad . 1,<1 imaginabilidad . Boston . Jersey City . ~os Angeles . I emas comunes . Sendas ............................... Bordes ............................... Barrios ............................... Nodos . Mojones . Interrelaciones de elementos . La imagen camhiante . Cualidad de la imagen . G4 79 R4 91 9R 103 106 lOR

Kevin lynch la imagen de la ciudad

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imagen urbana

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Page 1: Kevin lynch la imagen de la ciudad

Titulo original:The Image of the City

Version castellana de Enrique Luis RevolDiseno de la cubierta de Estudi Coma

Queda prohibida, salvo excepci6n prevista en la ley, la reproducci6n (electr6nica, quimica, mecani-ca, 6ptica, de grabaci6n 0 de fotocopia), distribuci6n, comunicaci6n publica y transformaci6n decualquier parte de esta publicaci6n -incluido el diseno de la cubierta- sin la previa autorizaci6nescrita de los titulares de la propiedad intelectual y de la Editorial. La infracci6n de los derechos men-cionados puede ser constitutiva de delito contra ia propiedad intelectual (arts. 270 y siguientes delC6digo Penal). EI Centro Espanol de Derechos Reprograficos (CEDRO) vela por el respeto de loscitados derechos.

La Editorial no se pronuncia, ni expresa ni impifcitamente, respecto a la exactitud de la informaci6ncontenida en este libro, raz6n por la cual no puede asumir ningun tipo de responsabilidad en casode error u omisi6n.

© The Massachusetts Institute of Technology Press, Cambridge (Massachusetts), 1960para la edici6n castellana:© Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 1984, 1998

Printed in SpainISBN: 978-84-252-1748-7Dep6sito legal: B. 4.458-2008Impresi6n: Gr3.ficas 92, Rubf (Barcelona)

1,0. "Iegihiliclad" .Ebh(lraci6n de la imagen .E~trudura e identidad .1,<1 imaginabilidad .

Boston .Jersey City .~os Angeles .I emas comunes .

Sendas ...............................Bordes ...............................Barrios ...............................Nodos .Mojones .Interrelaciones de elementos .La imagen camhiante .Cualidad de la imagen .

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El disefio de las sendas 117El disefio de los otros elementos 122Cualidades de forma 129El sentido del conjunto 133La forma metropolitan a 137El proceso de disefio . . . . . . . . . . . . 141

Ap€mdice AAlgunas referencias a la orientaci6n 148

Tipos de sistemas de referencia .Formacion de la imagen .La funcion de la forma .Desventajas de la imaginabilidad

Ap€mdice BEl uso del metodo

El metodo como base para el disefio ....Indicaciones para las futuras investiga-ciones .

Ap€mdice CDos ejemplos de amilisis

Beacon Hill .Scollay Square .

155159162169

Este es un libro sobre el aspecto de las ciudades;sobre si este aspecto tiene alguna importancia y si selo puede cambiar. El paisaje urbano entre sus mul-tiples papeles, tiene tam bien el de ~lgo que ha deverse, recordarse y causar deleite. Dar forma visuala la ciudad constituye un tipo especial de problemade diseno; un problema bastante novedoso, dichosea de paso.

En el cursu del examen de este nuevo problemaeste libro considera tres ciudades norteamericanas'a saber, Boston, Jersey City y Los Angeles. Sugier~un metodo por medio del cual se puede empezar aocuparse de la forma visual en escala urbana, yofrece algunos principios basicos de diseno urbano.

La labor que sirve de base para elpresente estudiofue efectuada bajo la direccion del profesor GyorgyKepes y de quien esto escribe, en el Centro de EstudiosUrbanos y Regionales del Instituto de Tecnologia deMassachusetts. Durante varios anos conto con elgeneroso aporte de fondos proporcionados por laFundacion Rockefeller. En cuanto allibro en si, for-ma parte de una coleccion de volumenes publicadospor el Centro Conjunto de Estudios Urbanos delInstituto de Tecnologia de Massachusetts y la Uni-versidad de Harvard, organismo surgido de las ac-tividades de investigacion urbana de esas dos insti-tuciones.

197

197212

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Como todo producto intelectual, el contenido pro-cede de muchas fuentes dificiles de precisar. Diversosinvestigadores asociados colaboraron directamenteen el desarrollo de este estudio: David Crane, BernardFrieden, William Alonso, Frank Hotchkiss, RichardDober, Mary Ellen Peters (actualmente senora deAlonso). A todos ellos quedo muy agradecido.

Un nombre deberia figurar en la portada, junto almio, si no se lo hiciera responsable de Las imperfec-ciones dellibro. Ese nombre es el de Gyorgy Kepes.El desarrollo detallado y Los estudios concretos mecorresponden, pero Los conceptos subyacentes sur-gieron a lo largo de coloquios con el profesor Kepes.Me resultaria imposible separar mis propias ideasde Las suyas. Para mi, estos anos de colaboraci6ncon el han sido fructiferos.

KEVIN LYNCHM.1. T.Diciembre de 1959

Observar las ciudades puede causarun placer par-ticular, por corriente que sea la vista. Tal como unaobra arquitect6nica, tambien la ciudad es una cons-trucci6n en el espacio, pero se trata deuna construcci6nen vasta escala, de una cosa que s610se percibe en elcurso de largos lapsos. El disefio urbano es, por 10Itanto, un arte temporal, pero que s610rara vez puedeusar las secuencias control ad as y limit adas de otrasartes temporales, como la musica, por ejemplo. Endiferentes ocasiones y para distintas personas, lassecuencias se invierten, se interrumpen, son aban-

IIdonadas, atravesadas. A la ciudad se la ve con dife-rentes luces y en todo tipo de tiempo.

En cada in stante hay mas de 10que la vista puedever, mas de 10que el oido puede oir, un escenario 0un

rpanorama que aguarda ser explorado. Nada se ex-perimenta en si mismo, sino siempre en relaci6n consus contornos, con las secuencias de acontecimientosque llevan a ella, con el recuerdo de experienciasanteriores. Washington Street colocada en un campode labranza podria tener el mismo aspecto que lacalle comercial del coraz6n de Boston, pese a 10cualresultaria absolutamente diferente. Todo ciudadanotiene largos vinculos con una u otra parte de suciudad, y su imagen esta embebida de recuerdos ysignificados.

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Los elementos m6viles de una ciudad, yen especiallas personas y sus actividades, son tan importantescomo las partes fijas. No somos tan s610observadoresde este espectaculo, sino que tambien somos parte deel, y compartimos el escenario con los demas parti-cipantes. Muy a menudo, nuestra percepci6n de laciudad no es continua sino, mas bien, parcial, frag-mentaria, mezclada con otras preocupaciones. Casitodos los sentidos estan en acci6n y la imagen es lacombinaci6n de todos ellos.

La ciudad no es s610 un objeto que perciben (yquizas gozan) millones de personas de clases y ca-racteres sumamente diferentes, sino que es tam bienel producto de muchos constructores que constan-temente modifican su estructura porque tienen susmotivos para ello.Si bien las lineas generales puedenmantenerse estables durante cierto tiempo, los deta-lIes cambian constantemente. Solamente se puedeefectuar un control parcial sobre su crecimiento y suforma. No hay un resultado definitivo, sino unasucesi6n ininterrumpida de fases. Nada de asombrosotiene, pues, que el arte de modelar las ciudades PWael goce sensorial sea un arte absolutamente indepen-diente de la arquitectura, la musica 0 la literatura.Puede aprender mucho de esas otras artes, pero noimitarlas.

Un medio urbano bello y deleitable es una rareza,y algunos dirian incluso que es un imposible. Nin-guna ciudad norteamericana que sobrepase las di-mensiones de aldea es de uniforme buena calidad, sibien en unas pocas ciudades se encuentran algunosfragmentos atrayentes. No ha de asombrar, pues,que la mayor parte de los norteamericanos tengapoca nocion de 10que pueda significar vivir en unmedio ambiente asi. Tienen bastante claridad en 10tocante ala fealdad del mundo en que viven, y deviva voz se expresan en cuanto a la suciedad, elhumo, el calor, la congesti6n, el caos y aun la mono-tonia que hay en todo ello. Pero casi no tienen con-ciencia del valor potencial de un contomo armonioso,de un mundo que pueden haber entrevisto fugazmentetan solo como turistas 0 como fugados viajeros du-rante las vacaciones. No pueden tener clara nocionde 10que puede representar un escenario como deleite

cotidiano, como ancla permanente de sus vidas 0como acrecentamiento del sentido y la riqueza delmundo.

rEn este libro se examinara la calidad visual de la

ciudad norte american a y para ello se estudiara laimagen mental que, de dicha ciudad, tienen sus habi-tantes. Se prestara atencion particularmente a unacualidad visual especifica, a saber, la claridad mani-festada 0 "legibilidad~'del paisaje urbano. Con estaexpresion indlcamos 1'8.faclhdad con que puedenreconocerse y organizarse sus partes en una pautacoherente. Del mismo modo que esta pagina impresa,si es legible, puede ser aprehendida visualmentecomo una pauta conexa de simbolos reconocibles,

Iuna ciudad legible seria aquella cuyos distritos, sitiossobresalientes 0 sendas son identificables facilmentey se agrupan, tam bien facilmente, en una pautaglobal.

El presente libro asevera que la "legibilidad" es deimportancia decisiva en el escenario urbano, la ana-liza con cierta detencion y trata de demostrar de quemodo podria utilizarse hoy este concepto para lareconstruccion de nuestras ciudades. Como en se-guida se Ie pondra en evidencia allector, el presenteestudio constituye una investigacion preliminar, laprimera palabra y no la ultima palabra, un intentode captar ideas y sugerir en que forma se las podriadesarrollar y poner a prueba. Su tono es especulativoy quizas un poquito voluble: tentativo y presontuosoa la vez. En este primer capitulo se desarrollaranalgunas de las nociones fundamentales; yen capitulosulteriores estas se aplicaran a divers as ciudades nor-teamericanas, analizandose sus consecuencias parael diseiio urbano.

Si bien la claridad 0 legibilidad no constituye deningun modo la unica cualidad importante de unaciudad hermosa, resulta de particular importanciacuando se consideran los medios ambientes en laescala urbana de tamaiio, tiempo y complejidad.

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Para comprender esto no debemos limitarnos a con-siderar la ciudad como cosa en si sino la ciudad encuanto percibida por sus habitantes.

La estructuracion y la identificacion del medioambiente constituyen una capacidad vital entre todoslos animales moviles. Para ello se usan claves devariados tipos: las sensaciones visuales de color,forma, movimiento 0 polarizacion de la luz, al igualque otros sentidos, como el olfato, el oido, el tacto, lacinestesia, la sensacion de gravedad y quizas de loscampos electricos 0 magneticos. Estas tecnicas deorientacion, desde el vuelo polar de una golondrinade mar hasta el modo en que una lepada halla sucamino en la microtopografia de una roca, se hallandescritas en una vasta bibliografia que subraya suimportancia 10, 20, :ll, 59. Asimismo, los psicologoshan estudiado est a capacidad en el ser humano, sibien 10 han hecho en forma bastante esquematica 0en condiciones limitadas de laboratorio 1, 5, 8,12,37,6:"

l 65, 76,81. A pesar de que subsisten algunos enigmas,parece ya improbable que haya algun "instinto"magico para dar con el camino. Mas bien hay un gsoy una organizacion coherentes de claves sensorialesprecisas que proceden del medio exterior. Esta orga-nizacion es de importancia fundamental para la efi-cacia y la supervivencia misma de la vida de libremovimiento.

Perderse por completo constituye quizas una ex-periencia mas bien rara para la mayoria de los habi-tantes de la ciudad de hoy. Nos apoyamos en lapresencia de los demas y en medios especificos deorientacion, como mapas, calles numeradas, senalesde ruta y letreros en los autobuses. Pero si llega aproducirse el percance, la sensacion de ansiedad yhasta de terror que 10 acompana nos revela hastaque punto esta vinculado con el sentido de equilibrioy el bienestar. La misma palabra "perdido" significaen nuestro idioma mucho mas que la mera incerti-dumbre geografica; tiene resonancias que connotancompleto desastre.

En el proceso de orientacion, el vinculo estrategicoes la imagen ambiental, la representacion mentalgeneralizada del mundo fisico exterior que posee unindividuo. Esta imagen es producto al mismo tiempo

de la sensacion inmediata y del recuerdo de experien-cias anteriores, y se la utiliza para interpretar lainformacion y orientar la accion. La necesidad dereconocer y estructurar nuestro contorno es de im-portancia tan decisiva y tiene raices que calan tanhondo en el pasado, que esta imagen tiene una vastaimportancia practica y emotiva para el individuo.

Es evidente que una imagen nitida permite des-plazarse con facilidad y prontitud: hallar la casa deun amigo, un agente de policia 0 una botoneria. Peroun medio ambiente ordenado puede hacer todaviamas; puede actuar comoamplio marco de referencias,como organizador de la actividad, las creencias 0 elconocimiento. Por ejemplo, sobre la base de unacomprension estructural de Manhattan, es posibleordenar una cantidad sustancial de hechos y fantasiasrelativos ala naturaleza del mundo en que vivimos.Como todo marco eficaz, esta estructura confiere alindividuo la posibilidad de opcion y un punto departida para la adquisicion de nuevas informaciones.De este modo, una imagen nitida del contorno cons-tituye una base util para el desarrollo individual.

Un escenario fisico vivido e integrado, capaz degenerar una imagen nitida, desempena asimismouna funcion social. Puede proporcionar la materiaprima para los simbolos y recuerdos coleetivos decomunicacion del grupo. Un paisaje llamativo es elesqueleto que aprovechan muchos pueblos primitivospara erigir sus mitos de importancia social. Los re-cuerdos en comun de la "patria chica" han sido amenudo los primeros y mas faciles puntos de contactoentre los soldados durante una guerra.

Una imagen ambiental eficaz confiere a su posee-dor una fuerte sensacion de seguridad emotiva. Puedeeste establecer una relacion armoniosa entre si y elmundo exterior. Esto constituye el extremo opuestodel miedo provocado por la desorientacion; significaque la dulce sensacion del hogar esmas fuerte cuandoel hogar no solo es familiar sino tam bien caracteris-tico.

A decir verdad, un medio ambiente caracteristicoy legible no brinda unicamente seguridad sino tam-bien realza la profundidad y la intensidad potencia-les de la experiencia humana. Si bien la vida dista

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IT' ~ I.ease el Apen-dice A.

Jersey City esanalizada en elcapitulo 2.

mucho de ser imposible en el caos visual de la ciudadde hoy, la misma accion cotidiana podria asumir unnuevo significado si se la ejecutara en un marco masvivido. Potencialmente, la ciudad es en si misma elsimbolo poderoso de una sociedad compleja. Si se laplantea bien visualmente, puede tener asimismo unintenso significado expresivo.

En contra de la importancia de la legibilidad fisicapodria argumentarse que el cerebro humano es ma-ravillosamente adaptable, que con un poco de expe-riencia uno puede aprender a abrirse paso a travesdel contorno mas desorden ado 0 monotono. Abun-dan los ejell1plos de navegacion certera a traves delos desiertos sin huellas del mar, la arena 0 el hielo,asi como a traves dellaberinto de la selva.

Pero incluso el mar cuenta con el sol y las estrellas,los vientos, las corrientes, los pajaros y sus propioscolores, sin los cuales la navegacion sin instrumentosseria imposible. El hecho de que soloprofesionales ex-pertos pudieran navegar entre las islas de laPolinesia,

1y esto unicamente despues de un prolongado adies-tramiento, indica las dificultades que impone ~stemedio especifico.La tension y la ansiedad no faltabanni siquiera en las expediciones mejor preparadas.

En nuestro mundo, podriamos decir que casi todoser humano puede, si es atento, aprender a navegaren Jersey City, perosoloa expensas de ciertosesfuerzose incertidumbres. Por otra parte, los valores posi-tivos con que cuentan los contornos legibles estanausentes: la satisfaccion, el marco para la comuni-cacion 0 la organizacion conceptual, las nuevas pro-fundidades que pueden abrir en la experiencia coti-diana. Todos estos son placeres de los que carecemos,por mas que nuestro actual medio urbano no sea tandesordenado que llegue a imponer una tension into-lerable a quienes estan familiarizados con el.

Hay que conceder que el elemento laberintico 0 desorpresa tiene cierto valor en el medio ambiente. Amuch os nos deleita la Casa de los Espejos y haycierto encanto en las calles retorcidas de Boston.Pero esto solo ocurre, sin embargo, cuando estanpresentes dos condiciones. En primer termino, nodebe existir el peligro de perder la forma basica uorientacion, de manera que no pueda nunca volverse

a encontrar el camino. La sorpresa debe darse en unmarco global; las confusiones deben constituir pe-quefias zonas en un conjunto visible. Por otra parte,en si mismo ellaberinto 0 misterio debe poseer ciertaforma que pueda explorarse y, con el tiempo, aprehen-derse. Un caos completo, sin pizca deamomia, nuncaresulta agradable.

Pero estas consideraciones ulteriores indican queexiste un requisito importante. El propio observadordebe desempefiar un papel activo al percibir elmundoy tener una participacion creadora en la elaboracionde su imagen. Debe contar con el poder de cambiaresa imagen para adaptarse a necesidades cambiantes.Un medio ambiente .que esta ordenado en formadetallada y definitiva puede impedir que aparezcannuevas pautas de actividad. Un paisaje en el quecada una de las rocas narra una historia puede hacerdificilla creacion de nuevas historias. Aunque estapueda no parecer una cuestion decisiva en nuestroactual caos urbano, indica, con todo, que 10 que bus-camos no es un orden definitivo sino abierto alasposibilidades, capaz de un ininterrumpido desarrolloulterior.

Estos puntos seexaminan deta-lladamente en elApendicc A.

Las imagenes ambientales son el resultado de unproceso bilateral entre el observador y su medio am-biente. El medio ambiente sugiere distinciones yrelaciones, y el observador -con gran adaptabilidady a la luz de sus propios objetivos- escoge,organiza ydota de significado 10 que ve. La imagen desarrolla-da en esta forma limita y acentua ahora 10 que se ve,en tanto que la imagen en si misma es contrastadacon la percepcion filtrada, mediante un constanteproceso de interaccion. De este modo, la imagen deuna realidad determinada puede variar en formaconsiderable entre diversos observadores.

La coherencia de la imagen puede darse de diversasmaneras. Puede ser poco en el objeto real 10 queresulte orden ado 0 notable, y pese a esto su imagenmental ha adquirido identidad y organizacion a tra-

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yeSde una larga familiaridad. A un individuo puederesultarle facil haUar los objetos que necesita en unamesa de trabajo que para cualquier otro esta compIe-tamente desordenada. Por otra parte, un objeto vistopor primer a vez puede ser identificado y relacionado

Ino porque sea familiar sino porque se ajusta a unclixe ya construido por el observador. Un norte ame-ricano puede dar con la farmacia de la esquina, pormuy poco discernible que esta pueda ser para unbosquimano. Asimismo, un objeto nuevo puede pa-recer que tiene una firme estructura 0identidad debidoa rasgos fisicos notables que sugieren 0 imponen supropia pauta. Asi, el mar 0 una gran montana puedeatraer la atenci6n de alguien que Uegade las planiciesdel interior, incluso en caso de tratarse de un indivi-duo tan joven 0 tan ignorante que no cuente connombres para estos gran des fen6menos.

Como manipuladores del medio fisico, los urbanis-tas estan interesados ante todo en el agente extemode la interacci6n que produce la imagen am biental.Diferentes ambientes se oponen 0 facilitan el procesode elaboraci6n de la imagen. Cualquier forma da,da,un hermoso jarr6n 0 un pedazo de arcilla, cuenta"tonmuchas 0 pocas probabilidades de evocar una imagenvigorosa entre diversos observadores. Cabe suponerque esta probabilidad puede enunciarse con precisi6ncreciente si se distribuye a los observadores en cate-gorias cada vez mas homogeneas en 10 toeante aedad, sexo, cultura, ocupaci6n, temperamento 0 fa-miliaridad. Cada individuo crea y Ueva su propiaimagen, pero parece existir una coincidencia fun-damental entre los miembros de un mismo grupo.Son estas imagenes colectivas, que demuestran elconsenso entre numeros considerables deindividuos,las que interesan a los urbanistas que aspiran amodelar un medio ambiente que sera usado por grannumero de personas.

Por consiguiente, en este estudio se tiende a hacercaso omiso de las diferencias individuales, por intere-

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santes que las mismas puedan ser para un psic610go.La primera consideraci6n sera para 10que podriamosUamar las "imagenes publicas", las representacionesmentales comunes que hay en grandes numerosde habitantes de una ciudad. Se trata de los puntos de

coincidencia que puede esperarse que aparezcan enla interacci6n de una realidad fisica unica, una cul-tura comun y una naturaleza fisio16gica basica.

Los sistemas de orientaci6n que se han empleadovarian muchisimo en las divers as partes del mundo,bmbiando de cultura a cultura y de un paisaje aotro. El apendice A ofrece ejemplos de muchos deeUos:sistemas de direcci6n abstractos y fijos, siste-mas m6viles y sistemas dirigidos a la persona, elhogar 0 el mar.

El mundo puede ser organizado alrededor de unconjunto de puntos focales, 0 partido en regionesnominadas, 0 bien ligado mediante rutas que serecuerdan. Por muy varj.ados que sean estos metodos,y por inagotables que pa.rezcan las claves potencialesque un individuo puede adoptar para diferenciar sumundo, con todo contribuyen a explicar los mediosque hoy usamos para ubicarnos en nuestro mundourbano. En su mayor parte, estos ejemplos parecenhacerse eco, en forma bastante curiosa, de los tiposformales de elementos imaginisticos en que podemosdividir adecuadamente la imagen de la ciudad, asaber, senda, moj6n, borde, nodo y barrio. En elcapitulo 3 se definiran y analizaran estos elementos.

Una imagen ambiental puede ser distribuida ana-liticamente en tres partes, a saber, identidad, estruc-tura y significado. Resulta util abstraer estas partesa los fines del analisis, pero debe recordarse que enrealidad siempre aparecen conjuntamente. Una ima-gen eficaz requiere, en primer termino, la identifica-ci6n de un objeto, 10que implica su distinci6n conrespecto de otras cosas, su reconocimiento como enti-dad separable. A esto se Ieda el nombre de identidad,no en el sentido de igualdad con otra cosa sino con elsignificado de individualidad 0 unicidad. En segundo

• termino, la imagen debe incluir la relaci6n espacialo pautal del objeto con el observador y con otrosobjetos. Por ultimo, este objeto debe tener cierto sig-nificado, practico 0 emotivo, para el observador. El

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significado es asimismo una relacion, pero se tratade una relacion completamente diferente de la espa-cial 0 pautal.

Asi, una imagen que es util para encaminar a unasalida, exige el reconocimiento de una puerta comoentidad diferenciada, de su relacion espacial con elobservador y su significado como agujero que per-mite salir. Estos elementos no son separables, enrealidad. La identificacion visual de una puerta estaconsustanciada con su significado como puerta. Noobstante, es posible analizar la puerta en terminosde identidad de forma y claridad de posicion, consi-derados como elementos anteriores a su significado.

Esta proeza de analisis podria carecer de sentidoen el estudio de una puerta, pero no asi en el estudiodel medio urbano. Para comenzar, el problema delsignificado en la ciudad es complejo. Es menos pro-bable que las imagenes colectivas de significado seancoherentes en este nivel que las percepciones de enti-dad y relacion. Por otra parte, el significado no estainfluido tan facilmente por la manipulacion fisicacomo estos otros dos componentes. Si nuestro obj,(,l;tivoconsiste en construir ciudades para elgocede grandesgrupos de personas con antecedentes sumamente di-versos -y ciudades que, ademas, sean adaptablespara propositos futuros-, mostraremos sensatez siconcentramos la atencion en la claridad fisica dela imagen y permitimos que el significado se desa-rrolle sin nuestra guia directa. La imagen de los ras-cacielos de Manhattan puede representar vitalidad,poder, decadencia, misterio, congestion 0 10 que sequiera, pero en cada casu esa nitida representacioncristaliza y refuerza el significado. Los significadosde una ciudad son tan diversos, incluso cuando suforma pueda resultar facilmente comunicable,que parece posible separar el significado de la forma,al menos en las primeras fases de analisis. El presenteestudio se concentrara, por 10 tanto, en la identidady la estructura de las imagenes de la ciudad.

Para que una imagen posea valor para la orienta-cion en el espacio vital, es necesario que tenga diver-sas cualidades. Debe ser suficiente, autentica en unsentido pragmatico y permitir que el individuo actuedentro de su medio ambiente en la medida deseada.

El plano, sea 0 no exacto, tiene que ser 10 bastantebueno como para que uno llegue a destino. Debe ser10 suficientemente claro y bien integrado, de maneratal que resulte economico en materia de esfuerzomental; en otras palabras, el plano debe ser legible.Asimismo, debe ser seguro, con tal abundancia declaves que permita alternativas y aminore el peligrode fracasos. Si una luz que se enciende y se apaga esIa (mica senal en un recodo critico, la falta de energiaelectrica puede provocar desastres. De preferencia,la imagen debe ser de extremo abierto, adaptable alos cambios, permitiendo que el individuo siga inda-gando y organizando la realidad; conviene que hayaespacios abiertos en los que pueda extender el dibujopor su cuenta. Por ultim'o, la imagen debe ser comu-nicable en cierta medida a otros individuos. La im-portancia relativa de estos criteriosde imagen "buena"variara en los casos de diferentes personas en dife-rentes situaciones; uno apreciara un sistema econo-mico y suficiente, en tanto que otro preferira unHistema de extremo abierto y comunicable.

Como aqui se hara hincapie en el medio fisicocomo variable independiente, el presente estudio seconsagrara a la busqueda de cualidades fisicas queHe relacionan con los atributos de identidad yestruc-tura en la imagen mental. Esto lleva a la definicionde 10 que se podria denominar imaginabilidad, esdecir, esa cualidad de un objeto fisico que Ie da unag-ran probabilidad de suscitar una imagen vigorosaen cualquier observador de que se trate. Se trata det!Haforma, de ese color 0 de esa distribucion quefacilita la elaboracion de imagenes mentales delmedio ambiente que son vividamente identificadas,poderosamente estructuradas y de suma utilidad. Aosto se Ie podria dar, asimismo, el nombre de legibi-lidad, 0 quizas el de uisibilidad en un sentido realiza-do, cuando no solo es posible ver los objetos sino queHe los presenta aguda e intensamente a los sentidos.

Hace medio siglo Stern estudi6 este atributo de un

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objeto artistico y Ie dio el nombre de apariencia (ap-parency)74. El mencionado autor consideraba que sibien el arte no se limita a esta (mica finalidad, unade sus dos funciones basicas consiste en "crear ima-genes que por su claridad y armonia deforma cumplanla necesidad que existe de una apariencia vivida-mente comprensible". Conforme a su pensamiento,esto constituia un primer paso fundamental hacia laexpresion del significado interno.

Una ciudad muy imaginable (evidente, legible 0visible) pareceria, en este sentido especifico, bienformada, nitida, notable; incitaria a los ojos y losoidos a una atencion y una participacion mayores.La aprehension sensorial de un contorno asi no solose simplificaria sino que tambil'm se ampliaria y pro-fundizaria. Una ciudad como esta seria una ciudadque pudiera aprehenderse con el tiempo como unapauta de gran continuidad, con much as partes dife-renciadas y nitidamente vinculadas entre si. El ob-servador perceptivo y familiarizado podria en ellaabsorber nuevos impactos sensoriales sin que setrastornara su imagen basica, y cada nuevo impactoiria a dar sobre muchos elementos precedentes. Elobservador estaria bien orientado y podria moversecon comodidad. Tendria muy clara conciencia de sumedio ambiente. La ciudad de Venecia podria cons-

Itituir un ejemplo de un medio altamente imaginablecomo el que describimos. En Estados Unidos, unosiente la tentacion de citar partes de Manhattan,San Francisco, Boston 0, tal vez,el frente lacustre deChicago.

Se trata de caracterizaciones que surgen denuestrasdefiniciones. El concepto de imaginabilidad no deno-ta necesariamente algo fijo, limitado, preciso, unifi-cado u ordenado regularmente, si bien puede tener aveces estas cualidades. Tampoco significa que setrate de algo patente al primer vistazo, evidente,claro 0 simple. El medio ambiente total que hay quemodelar es sumamente complejo, en tanto que laimagen evidente aburre a pocoy solo puede destacarunos cuantos rasgos del mundo vivo.

La imaginabilidad de la forma de la ciudad cons-tituira el ejedel estudio que va a continuacion. Existenotras propiedades basicas en un medio ambiente

bello, a saber, el significado 0 la expresividad, eldeleite sensorial, el ritmo, el estimulo, la eleccion.que concentremos nuestra atencion en la imagina-bilidad no implica que neguemos la importancia dem;tas otras propiedades. Nuestro objetivo consistetan solo en considerar la necesidad de identidad y('Htructura en nuestro mundo perceptivo, yejempli-ricar la particular importancia de esta cualidad en elcaso concreto del complejo y cambiante medio ur-lmno.

Como el desarrollo de la imagen constituye unproceso bilateral entre observador y observado, esposible fortalecer la imagen mediante artificios sim-bMicos,mediante la reeducacion de quieri percibe 0bien remodelando el contorno. Al observador se Iepuede proporcionar un diagram a simbolico de comonIOtadispuesto el mundo, mediante un mapa 0 unaHeriede instrucciones por escrito. En la medida quepueda ajustar la realidad al diagrama, cuenta conuna clave para la conexion entre las cosas. Se puedeincluso instalar una maquina que de direcciones,como se hizo recientemente en Nueva YorklH• Si biendichos procedimientos son extremadamente utilespara proporcionar datos condensados sobre las in-terconexiones, son asimismo precarios, puesto queIIIorientacion falla si se pierde la guia y, adem as,porque es necesario referir y ajustar constantementeIIla realidad esta guia. Los casos de lesiones cerebra-les que se sefialan en el apendice A son muestras deIII ansiedad y los esfuerzos que acompafian a laIlbsoluta confianza en estos medios. Por otra parte,IIIexperiencia completa de la interconexion, toda laprofundidad de una imagen vivida, se pierde.

Asimismo, se puede adiestrar al observador. Brownobserva que un laberinto que se hacia recorrer aHujetos de experimentacion con los ojos vendados,1m, parecia a estos al comienzo un problema ininte-rrumpido. Al repetirse el experimento, ciertas partesde la pauta, en especial el comienzo y el fin, se hacianI'llmiliares y asumian el caracter de localidades. Por(lltimo,cuando los sujetos deexperimentacionpodianrecorrer ellaberinto sin cometer errores, todo el sis-tema parecia haberse convertido en una 10calidadH•

I)e Silva describe el caso de un chico que parecia

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poseer una orientaci6n direccional "automatica",pero que result6 haber sido adiestrado desde la pri-mera infancia (por una madre que era incapaz dedistinguir entre derechae izquierda) para respondera instrucciones como "el costado este del p6rtico" 0

"el extremo sur del aparador"'l.La descripci6n hecha por Shipton de la labor de

reconocimiento para la ascensi6n al Everest brindaun ejemplo muy elocuente de esta clase de aprendi-zaje. Al aproximarse al Everest por una nueva direc-ci6n, Shipton (rec,onoci6inmediatamente los princi-pales picos y pasos que conocia desde el costadonorte. Pero el guia sherpa que Ieacompanaba, quienconocia muy bien ambos lados, no se habia dadocuenta jamas de que tenian los mismos rasgos yrecibi6 la revelaci6n con sorpresa y deleite'().

Kilpatrick describe el proceso de aprendizaje per-ceptivo impuesto a un observador por estimulos nue-vos, que no se ajustaban ya a imagenes previas11• Seinicia con formas hipoteticas que explican concep-tualmente los nuevos estimulos, en tanto que la ilusi6nde las antiguas formas persiste.

La experiencia personal de la mayoria de entrenosotros da testimonio de esta persistencia de unaimagen ilusoria mucho despues de advertirse con-ceptualmente su inexactitud. Fijamos la vista en laselva y s610 vemos la luz del sol sobre las h0jasverdes, pero un ruido nos precave de que hay unanimal oculto alli. El observador aprende entonces ainterpretar la escena mediante la selecci6n de claves"reveladoras" y volviendo a meditar sobre senalesprecedentes. El animal camuf1adopuede ser aprehen-dido ahora por el reflejo de sus ojos. Finalmente,mediante la experiencia reiterada se modifica todala pauta de percepci6n y elobservador ya no necesitabuscar conscientemente datos reveladores ni agregarnuevos datos a un marco antiguo. Ha llegado a lograruna imagen que Ie servira eficazmente en la nuevasituaci6n, pareciendole natural y correcta. Muy subi-tamente el animal oculto aparece entre las hojas,"tan claro como el dia".

Del mismo modo, tenemos que aprender aver lasformas ocultas en la extensa desorganizaci6n denuestras ciudades. No estamos acostumbrados a or-

ganizar y representar visualmente un medioambienteurtificial en una escala tan grande; pese a 10cualnuestras actividades nos empujan a ello.Curt Sachsdu un ejemplo de incapacidad para establecer cone-xiones mas alla de determinado nive164• La voz y elHondel tambor de los indios norteamericanos siguen"tempos" absolutamente diferentes, percibiendoselosindependientemente. En pos de una analogia musi-cnl entre nosotros, este autor menciona nuestros ser-vicios religiosos, en los que no pensamos en coordi-nar el cora del interior con las campanas que repican1m la cupula.

En nuestras vastas superficies metropolitanas noIigamos el cora y las campanas; como el sherpa, s610vemos los costados del Everest y no la montana.I~Jxtendery profundizar nuestra percepci6n del medioumbiente equivaldria a prolongar un dilatado desa-rrollobio16gicoy cultural que ha ido desde los sentidosde contacto a los sentidos de distancia, y desde lossentidos de distancia ha pas ado a la comunicaci6nsimb61ica. Nuestra tesis es la de que ya estamos encondiciones de desarrollar nuestra imagen del medioumbiente mediante acci6n sobre la forma fisica ex-terior asi como mediante un proceso interno de apren-dizaje. A decir verdad, la complejidad de nuestromedia ambiente nos impone ahora proceder de estemodo. En el capitulo 4 se examinara de que modosoria posible llevar a cabo esta tarea.

El hombre primitivo estaba obligado a perfeccio-nar su imagen ambiental mediante la adaptaci6n detill percepci6n al paisaje que tenia ante si. Podiaefectuar cambios secundarios-en su medio ambientecon montones de piedras para hacer senales, conutalayas u hogueras, pero en materia de claridadvisual 0 de interconexi6n visuallas modificacionesimportantes estaban limitadas a los solares de lascusas 0 los recintos religiosos. S610las civilizacionespoderosas pueden empezar a actuar sobre su mediotlmbiente total en una escala considerable. La remo-dolaci6n consciente del media fisico en gran escala,.610 se ha hecho posible recientemente y, par 10tanto,el problema de la imaginabilidad ambiental es nuevo.'IYJcnicamente, podemos hacer paisajes completa-mlJnte nuevos en un breve lapso, como en el cas a de

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los "polders" holandeses. Aqui, los disenadores yase hallan ante el problema de c6moformar la escenatotal de modo que Ie resulte sencillo al observadorhumano identificar sus partes y estructurar el con-junt030•

Con rapidez vamos erigiendo una nueva unidadfuncional, la regi6n metropolitana, pero aun nosqueda por aprehender que tam bien esta unidad debetener su imagen correlativa. Suzanne Langer plantea

leI pro,?lema en ~u suci~ta definici6n de la.arquitec-tura: Es el medlOamb1ente total que ha s1dohechovisible"42.

Para comprender el papel que desempenan lasimagenes ambientales en nuestras propias vidasurbanas nos result6 necesario observar cuidadosa-mente ciertas zonas urbanas y conversar con sushubitantes. Nos era necesario desarrollar y poner aprueba la idea de imaginabilidad y, asimismo, me-diunte una comparaci6n entre la imagen y la realidadvilmal conocer que formas determinan imagenes vi-I{0rosas, para poder asi sugerir algunos principiosde diseno urbano. Llevamos a cabo esta labor con la/'leg-uridadde que el analisis de la forma existente y/'lUSefeetos sobre el ciudadano es una de las piedrasl'undamentales del diseno urbano, y con la esperanzade que subsidiariamente podria desarrollarse unaLClenicaeficaz para el reconocimiento sobre el terrenoy las entrevistas con los ciudadanos. Como en todooHLudiopiloto en pequeno, la finalidad era no demos-Lrar hechos en forma definitiva y terminante, sinodosarrollar ideas y metodos.

He llevaron a cabo, por 10 tanto, analisis de laswnas centrales de tres ciudades de Estados Unidos,Ill'lllber,Boston (Massachusetts), Jersey City (Nueva.Jorsey)y Los Angeles (California). Boston, la ciudadque teniamos a mana direetamente, es unica por su('II dIeter entre las ciudades norteamericanas, por serIIImismo tiempo de forma vivida y llena de dificulta-

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Pueden hallarsedetalles en elapendice B.

rdes situacionales. A Jersey City se la eligi6 por suaparente carencia de formas, por 10que parecia, aprimera vista, ser un orden sumamente bajo de ima-ginabilidad. En cambio, Los Angeles es una ciudadnueva, en escala absolutamente diferente y con untrazado en parrilla en su zona central. En cada casose procedi6 al estudio de una zona central de 4por 2,5ki16metros.

En cada una de estas ciudades se efectuaron dosanalisis basicos:

on sugestiones y posee la suficiente coherencia inter-nu como para indicar que efectivamente existen ima-g'onescolectivas sustanciales y que estas, por 10menos(\11 parte, son descubribles por algunos medios comolos mencionados. Los analisis independientes sobre01 terreno predijeron con bastante exactitud la imagencolectiva extraida de las entrevistas y sefialaron,por consiguiente, la funci6n que desempefian lasl'ormas fisicas mismas.

Sin lugar a dudas, las concentraciones comunes(I (l sendas de recorrido 0de lugares de trabaj 0 tendianII producir esta coherencia de la imagen colectiva alllresentar los mismos elementos a la vista de muchosindividuos. Las asociaciones de posici6n jerarquicao de historia, procedentes de fuentes no visuales,rdorzaban mas estas semejanzas.

Pero no puede quedar duda de que la forma delmedio ambiente mismo desempefia una funci6n de-cisiva en la modelaci6n de la imagen. Las coinciden-eias de descripci6n, de vividez, hasta de confusi6ncuando la familiaridad pareceria indicar conocimien-to, ponen esto en evidencia. Nuestro interes se centra,precisamente, en esta relaci6n entre imagen y formaf1sica.

Pudieron observarse diferencias nitidas en la ima-ginabilidad de las tres ciudades, por mas que laspersonas entrevistadas, sin excepci6n,habian llevadoa cabo una especie de adaptaci6n funcional a sumedio ambiente. Determinados rasgos -el espacioabierto, la vegetaci6n, el sentido de movimiento enlas sendas, los contrastes visuales- parecieron serde particular importancia en el paisaje urbano.

La mayor parte del resto del presente libro procedede 10sdatos proporcionados por la comparaci6n delatus imagenes colectivas con la realidad visual y delaa especulaciones a que esto dio lugar. Los conceptosde imaginabilidad y de los tipos de elementos (que.eran analizados en el capitulo 3) proceden en granparte del analisis de este material 0 bien fueronperfeccionados y desarrollados aillevar a cabo dichoanalisis. Si bien se reserva para el apendice B el.xumen de las ventajas y debilidades de los metodos,Ill. importante conocer bien cual es la base en quedes cans a el trabajo.

1. Un observador entrenado llev6 a cabo un reco-nocimiento sistematico del terreno. El observador10caliz6 la presencia de diversos elementos, su visi-bilidad, su fuerza 0 debilidad de imagen y sus cone-xiones, inconexiones y otras interrelaciones, sefialandoademas todos los exitos 0 dificultades especiales en

ila estructura potencial de la imagen. Se trataba dejuicios subjetivos basados en la apariencia inmediatade estos elementos en el campo.

2. Se llev6 a cabo una prolongada entrevista conuna pequefia muestra de residentes de la ciudadpara hacerles referir sus propias imagenes de sumedio am biente fisico. La entrevista incluia pedidosde descripciones, ubicaciones y bosquejos, asi comola realizaci6n de recorridos imaginarios. Las personasentrevistadas eran individuos residentes 0empleadosdesde hacia largo tiempo en la zona, y cuyas resi-dencias o.lugares de trabajo estaban distribuidos enella.

Unas treinta personas fueron entrevistadas asi enl?oston y quince tanto en Jersey City como en LosAngeles. En Boston se complementaron los analisisbasicos mediante tests de reconocimiento fotografico,recorridos reales sobre el terreno y numerosos pedidosde direcciones hechos a transeuntes en las calles.Ademas, se procedi6 al reconocimiento detalladosobre el terreno de divers os elementos especiales delescenario de Boston.

Todos estos metodos se describen y evaluan en elapendice B. La pequefia magnitud de las muestras ysu inclinaci6n por las clases profesionales y directivasnos impide afirmar que se haya conseguido unaautentica "imagen publica". Pero el material es rico

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SENDA BORDE NODO BARRO MOJON

p!emenlo mJyor - IIIIIIIiIIIIIIl " '. ¢elemento menor ....-, @l) 'If

Figura 1Figura 2, p. 29Figura 3, p. 30

En Boston, la zona elegida para el estudio fue todaaquella parte de la peninsula central que se halladentro de la linea de Massachusetts Avenue. Se tratade una zona bastante inusitada entre las ciudadesnorteamericanas en raz6n de su edad, su historia ysu sabor algo europeo. Incluye elnucleo comercial dela zona metropolitan a asi como varios barrios conuna gran densidad de poblaci6n, los cuales van desdelos n:as pobres hasta los sectores para la clase alta.La .flgura 1es una vista aerea general de la regi6n,la flgura 2 es un mapa esquematico de la misma y lafigura 3 es una representaci6n diagramatica de susprincipales elementos visuales, extraida del recono-cimiento sobre el terreno.

Para casi todas las personas entrevistadas, esteBoston es una ciudad de barrios muy caracteristicosy con sendas torcidas que inducen a confusi6n. Es

1111;1 ciudad sucia, con edificios de ladrillo rojo, sim-hnlizada por el espacio abierto del Boston Common,III (~asa de Gobierno con su cupula dorada y la vistaII IraVe8del Charles River desde ellado de Cambridge.1,;1 mayoria de los entrevistados agreg6 que es unIIIg; Ir an tiguo ehist6rico, lleno de edificios decrepitospe't'O que contiene algunas estructuras nuevas entre11iH viejas. Sus calles angostas estan congestionadaslit, g'(~ntey vehiculos; nohay espacio para el estacio-IllImiento, pero existen contrastes sorprendentes en-11't' las anchas calles principales y las angostas calles11I1l'rales.La ciudad central es una peninsula, circun-dllda por el agua. Ademas del Common, el CharlesHiv('r y la Casa de Gobierno, hay varios otros ele-1I\('I\L08vividos, en especial Beacon Hill, Common-wl'lIllhAvenue, el barrio comercial y teatral de Wash-

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ington Street, Copley Square, la Back Bay, LouisburgSquare, el North End, el barrio de los mercac\9s YlaAtlantic Avenue, limitada por los muelles. Una pro-porci6n considerable agreg6 otras caracteristicas en10relativo a Boston, a saber: que carece de espacioabierto 0 para recreaciones; que es una ciudad "indi-vidual", pequefia 0 de tamafio medio;que tiene vastaszonas de uso mixto; 0bien que esta caracterizada porlas bay windows, las verjas de hierro 0 los frentes depiedra parda.

Las vistas favoritas resultaron por 10comun lospanoramas distantes con una sensaci6n de agua yespacio. A rnenudo se cit61avista a traves del Charles

Figura 4 River y en algunos casos se mencion61a vista del riodesde Pinckney Street, la perspectiva desde una co-lina en Brighton y el aspecto de Boston desde subahia. Otra vista favorita result61a de las luces de laciudad por la noche, desde cerca 0desde lejos, cuandola ciudad parece adquirir un poder de atracci6n delque por 10comun carece.

Boston tiene una estructura que es comprendidapor casi todas estas personas. El Charles River consus puentes forma un borde vigoroso y nitido, para-lelamente al cual corren las principales calles de

Bilek Bay, en especial Beacon Street y la Common-w('llithAvenue. Estas calles surgen de MassachusettsA ven ue, que por su parte es perpendicular al Charles,y corre hacia el Boston Common y elJardin Publico. Figura 5. p. 32AI lado de esta serie de calles de Back Bay estaCopley Square, a la que llega Huntington Avenue.

I'~nla parte inferior del Common estan las calles'I'romont y Washington, paralelas entre si y conec-tndas por divers as calles mas pequefias. Tremont8tr'eet llega hasta Scollay Square, y desde este em-pulme 0 nodo, corre Cambridge Street hacia otronodo en el rotativo de Charles Street, que vuelve aIltnr el marco en el rio. Con esto, encierra a BeaconHill. A cierta lejania del rio aparece otro marcadoborde de agua, Atlantic Avenue y el frente de lahuhin, que pudo ser s610vagamente conectado con elrUHto.Si bien muchos entrevistados tenian una con-tlt1lx:i6nintelectual de Boston como peninsula, eranIn(:llpaces de establecer una conexi6n visual entre elrio y la bahia. Boston parece ser, en ciertos aspectos,unn ciudad "unilateral", que pierde precisi6n y con-tMnidoa medida que se aleja del borde del CharlesRiver.

Hi nuestra muestra es representativa, casi todos10M bostonianos pueden decirle a uno todo esto sobrehi dudad. Con igual probabilidad, el bostoniano serahll:npnz de describir algunas otras cosas, como ser la.uped'icie triangular que hay entre la Back Bay y elMout.hEnd, la tierra de nadie que se extiende al sur

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de North Station, c6mo Boylston Street va a dar enTremont Street 0 cUEdes el trazado de las sendas enel distrito financiero.

Uno de los barrios mas interesantes es uno que noexiste: la regi6n triangular entre la Back Bay y elSouth End. Esta era una zona en blanco en el planopara todas las personas entrevistadas, incluso parauna que habia nacido y se habia criado en ella. Esuna zona de considerables dimensiones que encierraalgunos elementos conocidos como ser la HuntingtonAvenue, y mojones ocasionales, comoser la ChristianScience Church, pero la matriz en que estos elementospodrian aparecer esta ausente y carece de nombre.Cabe suponer que a esta desaparici6n contribuyenpor igual el bloqueo que establecen las vias ferreascircundantes y la exclusi6n conceptual de esta zonaen raz6n de que se siente que son paralelas las callesprincipales de la Back Bay y del South End.

En cambio, para muchos individuos, el BostonCommon es el nucleo de su imagen de la ciudad y,junto con la Beacon Hill, el Charles River y la Com-monwealth Avenue, se 10 cita con maxima frecHenciacomo lugar particularmente vivido. A menudo, alhacer sus recorridas a traves de la ciudad, las personasse desviaban de su curso para tocar base aqui antesde proseguir. Vasto espacio abierto y arbolado quebordea el barrio mas intenso de Boston, lugar llenode asociaciones y accesible a todos, el Common es

IIbHolutamente inconfundible. Esta situado de modotul que expone un borde de tres barrios importantes,11 Huber,Beacon Hill, la Back Bay y el barrio comer-eJul de la parte baja de la ciudad, siendo por 10 tantoun nucleo a partir del cual cualq uiera puede extenderMU conocimiento sobre el medio ambiente. Por otrapurte, esta sumamente diferenciado en su interior e 1>Induye la pequefia plaza subterranea, la fuente, elnMtunquede las ranas, el palco de la banda, el cemen-tol'io, el estanque de los cisnes, etcetera. Al mismotiompo este espacio abierto tiene una forma suma-monte peculiar que es dificil recordar, a saber, unafij.{urade cinco lados en angulo recto. Como es dema-,..Iudovasto y esta muycubierto de vegetaci6n, 10 queimpide que los lados sean intervisibles, las personas11 menudo se encuentran perdidas cuando tratan de(~ruzarlo.Y como dos de las sendas deslindadoras,1118 calles Boylston y Tremont, tienen importanciapara toda la ciudad, la dificultad se multiplica. AquiIe cruzan en agulo recto, pero mas alla parecen serparalelas y arrancar perpendicularmente de una lineade base comun, Massachusetts Avenue. Por otraparte, la actividad comercial principal da una torpeVueltaen angulo rectoen este mismo crucede Boylston'I Tremont, se debilita y reaparece luego mas arribaen Boylston Street. Todo esto se concreta en una.guda ambigtiedad de forma en elcentro de la ciudad,10cual constituye una gran fall a de orientaci6n.

Boston es una ciudad de barrios caracteristicos yIn casi todas las partes de la zona central se sabed6nde se esta sencillamente por el caracter generalde Ia zona circundante. En una parte existe un casoinusitado de mosaico ininterrumpido de estas zonascrnracteristicas. Se trata de la secuencia Back Bay-Common-Beacon Hill, sector comercial central. En.lla ellugar nunca es dudoso. Pero esta nitidez tema-tica esta asociada caracteristicamente con la faltade forma 0 la organizaci6n confusa. Los barrios deBoston se fortalecerian mucho si fuera posible darlesCllaridad estructural al par que caractet distintivo.En este defecto, dicho sea de paso, Boston difiere porcompleto, posiblemente, de muchas otras ciudadesnClrteamericanas en las que zonas de orden formaltienen poco caracter.~ 1000"7iJfN~

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En tanto que los barrios tienden a ser vividos, elsistema vial de Boston es en general confuso. Noobstante, es tan importante la funci6n de la circula-ci6n, que las sendas dominan, con todo, la imagentotal, exactamente 10 mismo que en las otras ciudadesanalizadas. No existe un orden basico entre estassendas, excepci6n hecha de la preponderancia, con-dicionada hist6ricamente, de radiales principalesque corren hacia adentro desde la base de la penin-sula. En gran parte del centro de la ciudad resultamas facH moverse de este a oeste, hacia y desdeMassachusetts Avenue, que moverse en angulo rectocon esta direcci6n. En este sentido, la ciudad tieneuna especie de veta que se refleja en las contorsionesmentales que acompafian diversos viajes imaginarios.Pese a esto, la estructura vial es extraordinariamentecomplicada y ha proporcionado abundante materialpara el analisis sistematico de las sendas que selleva a cabo en el capitulo 3. Ya se ha mencionado ladificultad que causa el cruce en angulo recto de lascalles "paralelas" Boylston y Tremont. El dameroregular de Back Bay, caracteristica banal de la ma-yor parte de las ciudades de los Estados Unidos,asume una calidad especial en Boston. en virtudde su contraste con el resto del trazado.

A traves del sector central pasan dos autopistas, a

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saber, Storrow Drive y la Central Artery. A ambasse las siente ambiguamente como barreras en rela-ci6n con el movimiento en las calles mas antiguas ycomo sendas cuando uno se imagina que va condu-

Figura 7, p. 35 ciendo por ellas. Cada aspecto tiene una faz absolu-tamente diferente: cuando uno se la representa desdeabajo, la Artery es un muro macizo pintado de verdeque aparece fragmentariamente en ciertos puntos.Como senda, es una cinta que se levanta, se hunde yda vueltas, poblada de letreros. En forma curiosa, sesiente que ambas vias estan "fuera" de la ciudad,apenas en relaci6n con ella, por mas que la atraviesan,yen cada intercambio hay que hacer una transici6nque marea. Sin embargo, Storrow Drive esta clara-mente en relaci6n con el Charles River y, de estemodo, esta ligada con la pauta general de la ciudad.Por su parte, la Central Artery serpentea inexplica-blemente a traves del centro y rompe el vinculo deorientaci6n con el North End al bloquear a HanoverStreet. Ademas, se la confundi6 a veces con la secuen-cia Causeway-CommercIal-Atlantic, por mas que lasdos send as son totalmente diferentes, porqueiambaspueden ser consideradas 16gicamente prolongacionesde Storrow Drive.

Bien a la manera de Boston, partes separadas delsistema vial pueden poseer un caracter vigoroso.Pero este sistema sumamente irregular esta consti-tuido por elementos separados que estan ligados unoa uno y, a veces, no estan ligados en absoluto. Setrata de un sistema que se hace dificil representargraficamente 0 imaginar como totalidad y por 10comun es necesario referirse a el concentrando laatenci6n en la secuencia de confluencias 0empalmes.Estas confluencias 0 nodos son, por 10tanto, suma-mente import antes en Boston, y a menudo, regionesbastantes descoloridas, como el "sector dePark Squa-re", llevan el nombre del cruce que constituye su focoorganizador.

La figura 8 representa una manera de sintetizareste analisis de la imagen de Boston, tratandose deun resumen que podria constituir un primer paso enla preparaci6n de un plan de diselio. Es una recopi-

Figura 8, p. 35 laci6n grafica de 10que aparentemente constituyenlas principales dificultades en laimagen de la ciudad:

confusiones, puntos flotantes, limites debiles, aisla-mientos, rupturas de la continuidad, ambiguedades,rumificaciones, faltas de caracter 0 diferenciaci6n.Conjuntamente con la presentaci6n de los puntosf'uertes y las potencialidades de la imagen, corres-ponde a la fase de analisis del terreno en un plan enmenor escala. Al igual que un analisis del terreno,IlO determina un plan, pero es la base sobre la quepucden adoptarse decisiones creadoras. Como se 10hace en un nivel mas inclusivo de analisis, contienemuy naturalmente un mayor grado de interpretaci6nque los diagram as precedentes.

.Je·rsey City

Jersey City, en el Estado de New Jersey, se hallaentre Newark y la ciudad de Nueva Yorky constituyeuna zona limitrofe de ambas, con escasa actividadcentral propia. Cruzada por vias ferreas y carreteraselevadas, tiene la apariencia de un lugar mas de Figura 9, p. 39L'l'ansitoque residencial. Esta dividida en barrios'tnicos y clasistas, y la cortan los baluartes de lasPalisades. Lo que podria haber constituido su centronatural de tiendas esta ahogado por la creaci6n arti-ficial de Journal Square en la parte alta de modo queIn ciudad no tiene un solo centro sino unos cuatro 0cinco. La confusi6n total de un sistema de calles sincoordinaci6n se agrega a esos vicios habituales enlas zonas decrepitas de cualquier ciudad norteame-ricana que son elespacio informe y la heterogeneidadde estructura. En un primer momento resultan abru-madores los malos olores, la suciedad y 10grisaceode la ciudad. Esto constituye, por supuesto, la prime-rn impresi6n superficial que recoge un forastero. Re-lult6 interesante ver c6mo los que habian vivido enJersey City durante un buen numero de alios ima-rinaban la ciudad.

La estructura visual de Jersey City derivada delreconocimiento sobre el terreno esta trazada en lamisma escala y con el uso de los mismos simbolosClueel diagrama de Boston. La ciudad tiene un pocomas de forma y esquema que 10que podria pensar un Figura 10, p. 39

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Figuras 37 y 41,pp.182 y 184

forastero; y, a decir verdad, no podria ser de otromodo para que la ciudad fuera mas 0 menos ha-bitable. Pero aparecen muchos menos elementosreconocidos que en la misma zona de Boston. Granparte de la zona esta desorganizada por fuertes bor-des. Los elementos fundamentales de la estructurason Journal Square, uno de los dos principales centroscomerciales, con la linea de Hudson Boulevard atra-vesandolo. De Hudson Boulevard depende la "BergenSection" y el importante West Side Park. Al este, tressendas descienden el borde de la escarpa y conver-gen mas 0 menos en la zona inferior: Newark, Mont-gomery y Communipaw-Grand. En la escarpa selevanta el Medical Center. Todo se detiene en labarrera de la zona ferroviaria-industrial-portuariasobre el Hudson. Esto constituye el esquema basicoy, excepci6n hecha quizas de una 0 dos de las trescalles en declive, es familiar para la mayoria de losindividuos.

La falta de caracter se hace evidente a primeravista cuando se compara el consenso de elementosque consideran distintivos los habitantes de JerseyCity con el mismo diagram a correspondientea Boston.El plano de Jersey City esta casi vacio. JournalSquare es vigoroso en raz6n de su intensa actividadcomercial y recreativa, pero su traiico y su caosespacial confunden y perturb an. Hudson Boulevardrivaliza con el Square en fuerza; 10 sigue West SidePark, unico gran parque de la ciudad, que se cita unay otra vez como una regi6n distintiva, comoun alivioen la textura general. La "Bergen Section" se destacaante todo como un sector clasista. El New JerseyMedical Center es inconfundible visualmente: su altamasa blanca se yergue desde el borde de la escarpacomo un\gigante puesto al azar.

Poco mas es 10 que se puede citar como rasgodistintivo con cierto grado de unanimidad, excepci6nhecha de la imponente vista de la linea de los rasca-cielos de Nueva York a la distancia. Los otros dia-

SENDA BORDE NDDD BARRO MOJDN

elemento menor - IIIIIIDI " ,- ¢elemento mayor -- <fJf) ~

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f.:'I'amasllenan la imagen de la ciudad, agregando enparticular las necesidades praCticas, las sendas prin-dpales, ante todo las de mucho trMico, que por su('Oiltinuidad son las excepciones entre la mayoria deIlls calles de Jersey City. Hay escasez de distritos y11l0jonesreconocibles, y falta de centros 0 puntosIlodales conocidos en general. La ciudad esta mar-l'llda, empero, por la presencia de varios bordes vigo-I'OSOS0 limites aisladores, a saber, las lineas de losrl'ITocarrilesy las carreteras en 10 alto, las Palisades,.v las dos costaneras.

Al estudiar los bosquejos y entrevistas individua-It,sse puso en evidencia que ninguno de los entrevis-I./Idostenia algo asi como una imagen total de lal'iudad en que habianvivido durante muchos afios.I,os pIanos eran a menudo fragmentarios, con gran-dt·s superficies en blanco y con mucha frecuencia se(,()Ilcentraban en pequefios territorios familiares. EIIllorrodel rio parecia ser un poderoso elemento aisla-dol' y por 10 comiln un plano atribuia fuerza ala cima.vdebilidad a la parte inferior 0 viceversa, estandolos dos elementos conectados por una 0 dos sendaspummente conceptuales. En particular, parecia di-ncil estructurar la zona inferior.

Al pedir una caracterizaci6n general de la ciudad,lIlla de las observaciones mas frecuentes era la deIIlIP no se trataba de un conjunto, que carecia de cen-t.w, siendo mas una acumulaci6n de gran nilmerodo villorrios. La pregunta "GQuees 10 primero que seIt·ocurre cuando oye las palabras 'Jersey City'?",t.all facil de responder en el caso de los bostonianos,rosult6 di:ficilen este caso. Una y otra vez los entre-vistados repitieron que "nada en particular" se les(lcurria, que era di:ficilsimbolizar la ciudad, que care-dll de sectores distintivos. Una mujer se expres6 enIII siguiente forma:

"Bsto es real mente una de las cosas mas lamentablesde ,Jersey City. No hay nada que incite a decir, cuandoIlega alguien de un lugar distante: «jAh!Quiero quevea('Hto, que es tan hermoso»".

I,ll respuesta mas comiln ante la pregunta sobre el111111 holismo era que no habia nada digno en la ciudad

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y que ese puesto correspondia, en todo caso, a la vistade los rascacielos de la Ciudad de Nueva York, alotrolado del rio. En gran parte, el sentimiento caracteris-tico respecto de Jersey City parecia ser el de que setrataba de un lugar al borde de otra cosa. Una personasostuvo que sus dos simbolos eran la linea de losrascacielos de Nueva York, por una parte, y la auto-pista Pulaski, representaci6n de Newark, por la otra.Otra persona hizo hincapie en la sensaci6n de vallascircundantes, es decir, que para salir de Jersey Cityhay que pasar bajo el Hudson 0 a traves del circulode trafico de Tonnelle.

Casi imposible seria hallar una situaci6n basicayuna topografia mas espectaculares, mas modelables,que la de Jersey City, si fuera posible edificarlacom-pletamente de nuevo. Pero una y otra vez el medioambiente general era calificado con estos adjetivos:

Figura 13 "viejo", "sucio", "destefiido". Repetidas veces se deciaque las calles estaban "hechas pedazos". Las entre-vistas resultaron notables por la escasez de infor-maci6n sobre el medio ambiente y por el caracterconceptual, en vez de perceptivamente concn~to, dela imagen de la ciudad. Muy asombrosa resb.lt6 lamarcadisima tendencia a describir mediante losnombres de las calles y los tipos de usa, en vez dehacerlo mediante imagenes visuales. T6mese comoejemplo la siguiente parte de la descripci6n de unrecorrido en una zona familiar:

servicio al otro lado de la calle, sobre la derecha; hayuna cantina a la izquierda. 4th street ... cuando unollega a la 4th por la esquina de la derecha, se encuentracon un terreno baldio; despues del baldio hay una can-tina; por el costado de la derecha, al frente de uno, hayuna carniceria al por mayor; y a la izquierda, £rentea lacarniceria, hay una cristaleria. La que sigue es la 3rd:uno llega a la 3rd y ve una botica a la derecha, unatienda de licores al frente de uno, a la derecha; a laizquierda hay una tienda de comestibles y una cantinaa la izquierda, frente a la tienda de comestibles. La quesigue es la 2nd y hay, a la izquierda, una tienda decomestibles, y frente a esta, tam bien a la izquierda, unacantina. A la derecha, antes de que uno cruce la calle,hay un lugar donde venden accesorios para el hogar; ydespues esta 1st Stree,t, donde hay una carniceria, unmercado a la izquierda y al frente hay un sitio baldioque se usa para el estacionamiento de autos; ala derechadeuno hay una roperiay ala derechahay una confiteria..."

Y asi sucesivamente. En toda esta descripci6n s6looncontramos una 0 dos imagenes visuales: un puente"que sube" y quizas el corredor subterraneo del ferro-

"Cuando uno cruza la carretera, hay un puente; ydespues que uno pasa bajo elpuente, en la primera callea que se llega, hay una compania de curtiembre decueros; en la segunda esquina despues de ir por laavenida, se yen bancos a uno y otro lado; y uno llega ala esquina siguiente, donde hay una tienda de radios yuna ferreteria justo allado, por la derecha. Ala izquierda,antes de cruzar la calle, hay una tienda de comestiblesy una tintoreria. Despues se llega a 7th Street; y en 7thStreet se halla uno frente a una cantina, situada en laesquina, ala izquierda, y a una verduleria, ala derecha;hay una vineria en el lado derecho de la calle y en elIzquierdo hay una tienda de comestibles. La calle quesigue es 6th Street; no hay senal distintiva, excepto queuno pasa nuevamente bajo la via ferrea. Cuando unopasa bajo la via ferrea, la calle que sigue es 5th Street. Ala derecha hay una cantina; hay una nueva estaci6n de

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carril. Esta entrevista parece ver por primera vez sumedio ambiente cuando llega a Hamilton Park yentonces, a traves de sus ojos, de repente se atisba laplaza abierta con su verja, la plataforma para labanda, redonda y en el centro, y los bancos en torno.

Surgi6 un gran numero de observaciones sobre lafalta de diferenciaci6n en el escenario fisico:

"Es mas 0 menos 10mismo en todas partes ... casi noveo ninguna diferencia. Lo que quiero decir es que cuandovoy y vengo por 1as calles es siempre mas 0 menos 10mismo: Newark Avenue, Jackson Avenue, Bergen Ave-nue. Bueno, 10 que quiero decir es que a veces no sepuede decidir cuM es la avenida por la que uno quiereirporque son mas 0 menos exactamente iguales; no haynada que las diferencie.

i,C6mo reconoceria a Fairview Avenue, llegando aella?

Por el letrero de la calle. Es el (mico modo como sepuede reconocer una calle en esta ciudad. No hay nadaque sirva para distinguir una calle de otra, nada masque una distinta casa de departamentos en la eSQcuina...y eso es todo.

Creo que por 10comun sabemos orientamos. Cuandohay voluntad, se halla e1camino. A veces uno se confun-de y puede perder unos cuantos minutos tratando dehallar un lugar, pero creo que despues de un rato consi-gue llegar a donde queria ir."

En este medio relativamente indiferenciado nos610se confia en la ubicaci6n de uso sino tambien,con frecuencia, en los gradientes de usa 0 en el estadorelativo de reparaci6n de las estructuras. Los letrerosde las calles, los grandes letreros publicitarios deJ oumal Square y las fabricas son los mojones. Setienen muy presentes todos los espaqios abiertos ar-quitecturados, como los parques Hamilton y VanVorst 0, en particular, el gran West Side Park. Endos ocasiones, los entrevistados utilizaron diminutostriangulos de hierba en determinadas interseccionesde calles como mojones. Otra mujer hab16 de ir enautom6vil a un pequeno parque un dia domingo afin de poder contemplarlo, sentada en su vehiculo.

J~JIhecho de que el Medical Center tiene una pequenapurcela de tierra arquitecturada a su frente pareceMeruna caracteristica tan import ante para su identi-ticuci6n como su gran volumen y su silueta de ras-cucielo.

La imaginabilidad evidentemente escasa de estemedio ambiente se refleja en la imagen que de 131se11Ilcenincluso sus residentes de vieja data y se mani-liosta en la insatisfacci6n, la mala orientaci6n y ladil'icultad para describir 0 diferenciar sus partes.lImo hasta este conjunto aparentemente ca6tico de(llomentos tiene, en realidad, cierta pauta; y las per-IWt1US se aferran a ella y la desarrollan, concentrandolu utenci6n en claves s~cundarias, al par que trasla-dflndola de la apariencia fisica a otros aspectos.

LUM Angeles

La zona de Los Angeles, coraz6n de una granrlii6n metropolitan a, ofrece una imagen diferente,t'. tumbien completamente diferente de la de Boston.En tanto que por sus dimensiones es comparableGon las de Boston y Jersey City, esta zona abarcapoco mas que el distrito comercial central y sus bordes.Lol entrevistados no estaban familiarizados con lalona por residir en ella, sino por el hecho de tener su Figura 14lUlur de trabajo en una de las oficinas 0 tiendas.itundas en el centro. La figura 14 muestra el recono-otmiento del terreno en la forma acostumbrada.

Como nucleo de una metr6poli, el centro de LosAnieles esta muy cargado de significado y actividad,Ion gran des edificios que cabe suponer distintivos y,ilon una pauta basica, a saber, su damero casi regu-~larde calles. No obstante, cierto numero de factores

.to.n aqui para dar lugar a una imagen diferente ynos vivida que la de Boston. En primer termino, In descentralizaci6n de la regi6n metropolitana,virtud de 10cualla zona central sigue por reveren-.iendo "el centro", pera hay varios otros nucleos

licos hacia los que se orienta la gente. El sectortral es intensamente comercial, pero ya no se

Cluantran alIi las mejores tiendas, y hay un gran

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numero de ciudadanos que nunca van al centro en eltranscurso de un afio. En segundo termino, el esque-ma en damero en si mismo constituye una matrizindiferenciada, en cuyo interior no siempre se puedensituar con seguridad los divers os elementos. En ter-cer termino, las actividades centrales estan extendidasespacialmente y se desplazan, 10cual diluye su im-pacta. Las frecuentes obras de reconstrucci6n impidenla identificaci6n que se elabora a traves de un procesohist6rico. Los elementos mismos, a pesar (y a veces acausa) de las frecuentes tentativas de vistosidad,resultan a menudo visualmente innocuos. Con todo,no estamos ahora ante otra ca6tica Jersey City sino,en cambio, ante el centro activo y eco16gicamenteordenado de una gran metr6poli.

La fotografia aerea que acompafia al texto da unaFigura 15, p. 47 impresi6n de este escenario. Excepto en caso de pres-

tarse prolija atenci6n a los tipos de edificios 0 alfondo distante, resulta dificil diferenciar este centrodel centro de muchas ciudades de los Estados Unidos.

~1000 "~

elementa mayo! _ IlIIIIIIIIIIIIl ~ '. *elemento menor __ ~ ""

Fig. 15 Vista de Los Angeles desde el oeste

llllY la misma acumulaci6n de estructuras para ofi-dnm; y la misma ubicuidad de vias de transito ypillYllSde estacionamiento. Sin embargo, los pIanoslit, IliAimagenes son mucho mas densos que los de.JcmwyCity.

I,ll cstructura fundamental de esta imagen es elpunLonodal de Pershing Square, que esta situado en11'1 ('urva de la L formada por dos calles comerciales,I't Mllber,Broadway y 7th Street. Todo esto se halla enI" Illutriz general de un damero de sendas. En el."cl.romoopuesto de Broadway esta el sector del Cen-tro (:Ivico y mas alIa se encuentra el nodo, sentimen-t..t Inwnte importan te, de la Plaza -Olvera Street. Para-1••llIInente a Broadway se extiende el barrio financieroc1•• Hpring Street y luego viene Skid Row (la calleprincipal). Las autopistas de Hollywood y Harborpuodon ser reconocidas porque limitan los dos ladosaabhlrLosde la L. La imagen general se destaca por laYIIll'uidadal este de las calles Main 0 Los Angeles yIIMurde 7th Street, excepto por la extensi6n deld.unoro, que se repite. El sector central esta colocadoIn un vacio. Este centro en forma de L esta salpicado Figura 43, p. 185Ibundantemente por mojones que se recuerdan, sien-du IOIi principales entre ellos los hoteles Statler yIUt.more, y luego, entre otros, el Richfield Building,I.Bihlioteca publica, las grandes tiendas Robinson

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y Bullock, el Federal Savings Building, el auditoriode la Filarm6nica, el Ayuntamiento y el Union De-pot. Pero solamente dos mojones fueron descritoscon detalles concretos, a saber, el feo edificioRichfield,negro y dorado, y la cuspide en pinimide del ayun-tamiento.

Aparte de la zona del centro civico, los distritosreconocibles son pequefios y lineales, limitados a losconfines de las sendas (como las tiendas de 7thStreet, las tiendas de Broadway, el TransportationRowen la 6th Street, el distrito financiero de SpringStreet y Skid Row, en la calle principal), 0 bien sonrelativamente debiles: Bunker Hill, Little Tokyo. El

Figura 16 centro civico es mas vigoroso en raz6n de su funci6nevidente, su tamafio, su amplitud espacial, sus edifi-cios nuevos y sus bordes precisos. Pocos dejan denotarlo. Bunker Hill no constituye una imagen tanvigorosa, a pesar de sus asociaciones hist6ricas, yno faltaron los que sintieran que no estaba en elcentro. A decir verdad, resulta sorprendente c6mo el

Fig. 17 Pershing Square

Ill'wluo,al rodear este rasgo topografico fundamental,hll cOl1seguidosepultarlo visual mente.

I'('n;hing Square es el elemento mas poderoso def,odOH.Se trata de un espacio abierto con un trazadoI1x(lI.ico,situado en el coraz6n del centro de la ciudad~ "pl'orzado por su uso como tribuna politica al aireIi111'(', reuni6n de campamento y descanso de ancianos.,Jullto con el nodo de Plaza-Olvera Street (en el que Figura 1711If,('l'vieneotro espacio abierto), Pershing Square fuetll pbnento descrito con mas nitidez, con su cesped11I1I1Hculadoal centro, bordeado primeramente porhlllllll1eros,luego par un circulo de ancianos sentadosIIII III lretadas hileras sobre los muros de piedra, 1uego1101' Ias calles bulliciosas y por ultimo por las filasl'I'l't'll<lasde edificios del centro de la ciudad. Si bienIIOf,nble,no siempre se 10 describi6 como lugar agra-e1l1bl(!.A veces los entrevistados expresaban miedoell'IOHancianos y los excentricos que concurren a el;1'011 mas frecuencia, la reacci6n era de "pathos",11('('l1tuadopor la forma en que se mantiene a esas

III't'HOIWSlimitadas a los muros de los bordes, prohi-li('IIc!oselespasear por el cesped que hay en el centro.

I'll'Lrazaron comparaciones desfavorables con el as-

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pecto anterior del Square, a pesar de que este eramas desalifiado: una arboleda con bancos y paseosaqui y alIa. Disgustaba el cesped en el centro no s610por estar vedado a los concurrentes del parque, sinotambien porque se hace asi imposible acortar caminoa traves de el, como 10haria por 10comun un peat6n.Con todo, se trata de una imagen sumamente reco-nocible, fortalecida por la presencia de un moj6npredominante, la masa rojiza del Biltmore Hotel,que orienta eficazmente la direcci6n del Square.

A pesar de toda su importancia en la imagen de laciudad, Pershing Square parece flotar un poco. Estaa una cuadra de las dos calles daves, la 7th y Broad-way, y muchas personas no estaban seguras de suubicaci6n precisa, si bien estaban seguras de su ubi-caci6n general. Al hacer sus recorridos, los entrevis-tados tendian en sus mentes a echar una ojeada decostado, como buscandola, al pasar por cada callesecundaria. Esto parece estar vincula do con su ubi-caci6n fuera del centro y asimismo con la tendenciade los individuos a confundir divers as calles, comose observa mas abajo. .'

Broadway es quizas la unica senda que a todos lesFigura 18 result a inconfundible. Siendo la calle principal ori-

ginal y sin haber perdido su caracter de maximaconcentraci6n comercial en la parte baja de la ciudad,esta marcada por las muchedumbres que se muevenpor sus aceras, por la extensi6n y continuidad de sustiendas, por los vestibulos de sus cines y por lostranvias (en tanto que en otras calles s610 pasanautobuses). Por mas quese aceptaba que es elcoraz6n,en caso de serlo algo, Broad way no era con todo unsector de tiendas para la mayoria de estas personasde la dase media. En sus aceras se apifian represen-tantes de las minorias etnicas y de los grupos deingresos mas bajos, cuyas moradas orlan la secci6ncentral. Los individuos entrevistados considerabanque este nudeo lineal les era ajeno y 10considera-ban con diversos grados de miedo0curiosidad. Con vi-vacidad procedian a describir las diferencias de escalasocial entre las muchedumbres de Broadway y lasque se yen en la 7th Street, que si bien no es la de la"elite", constituyen al menos una calle comercialpara la dase media.

I';n general, resulta dificil diferenciar entre si lasmiles transversales numeradas, con excepci6n deIIlN calles 6th, 7th y 1st. Esta confusi6n de sendas se[llINO en evidencia en las entrevistas. En menor grado,l.lllllbienresultaban intercambiables las calles lon-Mitudinales que llevan nombres. Varias de estas calles"Ill' norte a sur", en particular Flower, Hope, Grand,v () live, todas las cuales van a dar a Bunker Hill,14 'lillian a veces, 10mismo que las calles numeradas,II /wr confundidas entre si.

Hi bien puede confundirse una calle del centro conIItl'll,pocos individuos tenian dificultades para man-11\1 \t'r la direcci6nen las sendas. Las vistas terminales,1'01110 el Statler Hotel en 7th Street, la BibliotecatJlIIlope Street y Bunker Hill en Grand Street, y lasIIif'm'cnciasde un costado a otro en 10tocante a usa 0IlIt('llsidad de transito de peatones, como ocurre a 1011Irj.{0 de Broadway, parecen ser 10suficientementeIhll'ucntes como para permitir la diferenciaci6n deIIlrllcciones. En realidad, todas las calles estan vi-MUll 1mente cerradas, a pesar del damero regular en el

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centro, sea por la topografia, las vias libres 0 unairregularidad en el damero mismo.

Al otro lado de la autopista de Hollywood esta unode los elementos mas vigorosos entre todos, a saber,

Figura 19 el centro nodal de la Plaza-Olvera Street. A este se 10describi6 con gran nitidez: su forma, sus arboles,bancos, personas; las baldosas, la calle "adoquinada"(en realidad, pavimentada con ladrillos), el espacioreducido, los productos en venta e indefectiblementelos olores de velas y dulces. No s610ocurre que estepequeno punto se destaca mucho visualmente, sinoque tambien constituye el unico autentico punto deamarre hist6rico en la ciudad y parece generar unapego vehemente.

Sin embargo, a tra yes de esta misma zona general,entre el Union Depot y el Centro Civico, a los indivi-duos les resultaba muy dificil hallar su camino. Sen-tian que el damero los habia abandonado y no sabiana ciencia cierta d6nde las calles conocidas dab an enesta zona amorfa. Alameda Street lleva traicionera-mente hacia la izquierda, en vez de correr parale-

IlIlllentea las calles de norte a sur. La demolici6n enj,lt'llllescala de la zona civica parece haber borrado eldllmero original sin que se haya hecho mucho paraI't'l·rnplazarlo.La via libre es una barrera hundida. Figura 201':11 HUtarea de caminar desde Union Depot hasta elHIIIUer,el alivio conquela mayoria delos individuos,,"llldaba la aparici6n de 1st Street era casi audible.

(~llandose les pedia que describieran 0simbolizaranIII('iudad en conjunto, los entrevistados empleabanIlllil'()rmemente ciertas palabras: "desparramada","t'Hpaciosa", "informe", "sin centros". Pareceriaquel'H(Iil'icilrepresentarse visual mente 0 conceptualizarII I,OHAngeles como una totalidad. La imagen gene-rill ('ra la de una extensi6n interminable, 10 cualJllI('<!llllevar consigo agradables sugerencias de es-II/wio en torno de las viviendas 0 matices de tedio ydl'HOrientaci6n.Un entrevistado expres610 siguiente:

"Es como si uno fuera a un lugar durante un largo!.i('Il1PO y cuando se llega alli, se descubre que, despuesi1(' j,odo, alli no hay nada."

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Pero se tuvieron algunas pruebas de que la orien-taci6n en escala regional no resulta demasiadodificil. 1£1mecanismo de orientaci6n regional abar-ca el oceano, las montanas y las colin as en el casode los habit antes de mas edad; las regiones llanascomo San Fernando y los grandes barrios residen-ciales como Beverly Hills, la red principal de carre-teras y bulevares, y, por ultimo, un gradiente centralde edad en toda la metr6poli, que se evidencia en lacondici6n, el estilo y el tipo de estructuras apropiadopara cada epoca en los anillos sucesivos de creci-miento.

Sin embargo, por debajo de esta gran escala, laestructura y la identidad parecian resultar suma-mente dificiles. No habia barrios de tamano inter-medio y se confundi an las sendas. Los entrevistadosdecian que se perdian cuando se encontraban fuerade las rutas habituales y que en esos casos tenianque confiar principalmente en los letreros de lascalles.En la escala minima sehallaron, devezen cuan-do, reservas de gran identidad y significado, comocabanas en la montana, casas en la playa Ol'uperfi-cies plantadas con una vegetaci6n sumame'll.tedife-renciada. Pero esto no constituia un fen6meno gene-ral, y un vinculo intermedio de importancia funda-mental en la estructura, la imaginabilidad de losdistritos en escala intermedia, tendia a ser debil.

En casi todas las entrevistas, cuando los entrevis-tados describian el recorrido que hacian desde suscasas hasta su lugar de trabajo, se producia unadisminuci6n progresiva de la vividez de las impresio-nes a medida que se aproximaban al centro de laciudad. Cerca de sus hogares abundaban los detallessobre las cuestas y las curvas, la vegetaci6n y loshabitantes; habia muestras de interes y placer coti-dianos en el escenario. Al acercarse al centro, estaimagen se volvia paulatinamente mas grisacea, masabstracta y conceptual. 1£1centro de la ciudad, aligual que en el caso de Jersey City, estaba constituidobasicamente por una colecci6n de usos mencionadosy frentes de tiendas. Sin lugar a dudas, este fen6menose debe en parte al esfuerzo creciente que demandaconducir un auto en las radiales principales, pero alparecer persiste incluso cuando seha salido delvemcu-

10.Evidentemente, el material visual es en si mismodo calidad mas mezquina. Quizas el aumento dennog* tambien contribuye a esto.

Dicho sea de paso, a menudo, el smog y la bruma1/\lOronmencionados como los tormentos del habi-tunte de la ciudad. AI parecer, apagaban los coloresdIllambiente, de modo que los entrevistados tendianIt nfirmar que el tono general era blancuzco, amari-lIunto 0 gris. Varios conductores de autos que ibanfllj.{ularmenteal centro de la ciudad senalaron quel,tHllunla costumbre de verificar el estado del smogtodus las mananas, observando para ellola visibilidaddll lltalayas distantes, como las torres del RichfieldHuilding 0 el Ayuntamiento.

Ij;nlas entrevistas constituyeron temas preponde-rIm tes el trafico de autom6viles y el sistema vial.!Clto constituia la experiencia de todos los dias, labAtulla de todos los dias, que a veces resultaba exci-pnte y por 10comun ponia en tensi6n y agotaba. Los•• talles sobre los viajes estaban llenos de referencias Figura 20, p. 5311ucesde trafico y senales, intersecciones y problemas" curvas. En las rutas libres, las decisiones debianIcloptarse con mucha anticipaci6n; habia constantesIftaniobras en las calles. Resultaba algo asi como ir"1' 108rapidos en una canoa, con la misma excitaci6nr 111 misma tensi6n, con el mismo esfuerzo constantePOI' "conservar la cabeza". Muchos entrevistadoslIftalaron sus temores al conducir en una nuevaNt.por primera vez. Con frecuencia se mencionaron10. pa80S sobreelevados, 10divertido de los gran deslatercambios, las sensaciones cinestesicas de caer,_af, trepar. Para algunas personas, conducir sulutom6vil resultaba un deporte excitante, de granlI1ocidad.

.c En estas carreteras rapidas puede uno tener cierta]'•• aci6n de la topografia fundamental. Una entre-\JUt.da sentia que el hecho de llegar a una gran.Una todas las mananas senalaba el punto medio'D .u recorrido y 10 estructuraba. Otra sena16 laIInpliaci6n de la escala de la ciudad comoconsecuen-

•• N(Jologisrnonortearnericano acunado para referirse a•• peculiar cornbinaci6n de hurno (smoke) y neblinalit,). IN. del T.]

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cia de la construcci6n de los nuevos caminos, 10cualhabia cambiado toda su concepci6n sobre las relacio-nes de los elementos. Se hicieron referencias al placerde las moment{meas vistas panoramicas desde parteselevadas de la carretera, en contraposici6n con lasensaci6n mon6tona del terrapl€m en un corte. Porotra parte, 10mismo que en Boston, estos conductoresparecian tener dificultades para situar la carretera,para ligarla con el resto de la estructura urbana. Seobserv6 una experiencia comun de perdida momen-tanea de la orientaci6n al salir del declive de unacarretera.

Otro tern a frecuente era el de la edad relativa,Quizas debido a que una gran parte del medioambiente es nuevo 0 esta en transformaci6n, seevidenci6 un apego casi pato16gico a todo aquelloque hubiera sobrevivido a la conmoci6n. Asi, elminusculo nodo Plaza-Olvera Street, 0 hasta loshoteles decrepitos de Bunker Hill, reclamaron laatenci6n de muchos entrevistados. En estas pocasentrevistas se recogi6 la impresi6n de que en LosAngeles existia un apego sentimental au!} mayorque en la conservadora Boston a todo 10que fueraVIeJO.

En Los Angeles, al igual que en Jersey City, loshabitantes gozan con las flores y la vegetaci6n,elementos que a decir verdad constituyen la grandezade muchos de los sectores residenciales de la ciudad.Las primeras partes de las relaciones de los viajes decasa al trabajo estaban llenas de vividas descripcio-nes de las flores y los arboles. Hasta los conductoresde autos, pasando a gran velocidad, parecian obser-var estos detalles urbanos y gozar con ellos.

Pero estas observaciones no se aplicaban a la zonasometida a estudio directamente. El centro de LosAngeles dista mucho del caos visual de Jersey City ytiene un numero mas bien considerable de mojonesarquitect6nicos separados. Sin embargo, de no sercomo un damero conceptual y bastante indiferencia-do, resultaba dificil organizarlo 0 abarcarlo como unconjunto. Carecia de simbolos generales vigorosos.Las imagenes mas poderosas, Broadway y PershingSquare, resultaban, por 10menos para este grupo deentrevistados perteneciente a la clase media, algo

IJl1nus 0 hasta amenazadoras. Nadie las describi6.mno agradables 0 bellas. La pequefia Plaza descui-.htd tl Y algunas de las funciones comerciales 0 recrea-IltVUM simbolizadas por los mojones en la zona de laPltrtt· /:oluperiorde 7th Street fueron los Unicoselementosill 10M que se otorg6 algun afecto. Uno de los entrevis-tndoHexpres6 este fen6meno diciendo que la viejal'llt~ll, en uno de los extremos, y el nuevo WilshireI'IIU ll'vard, en el otro, eran las u.nicascosas que tenianIlnr(lCtery que resumian a Los Angeles. En buenanwdidu la imagen carecia, al parecer, del caracterl'CI('ollocible,la estabilidad y el significado placenteroalii centro de Boston.

AI comparar estas tres ciudades, descubrimos (siH que podemos descubrir algo con muestras tanp.queil.as) que, como podria esperarse, las personasIt Idaptan a su contomo y extraen estructura elitntidad del material que tienen a su alcance. Los.POI de elementos usados en la imagen de la ciudad,1•• cualidades que los hacen fuertes 0 debiles pare-

~

- perfecta mente comparables entre las tres, si bienproporci6n de tipos de elementos puede variar con

, forma concreta. No obstante, al mismo tiempo,:i )' marcadas diferencias entre los niveles de orien-~:'fIollmy satisfacci6n en estos diferentes medios fisicos.).; Intre otras cosas, los tests ponen en evidencia laltnificaci6n del espacio y la amplitud de la vista. El

.• dominio del borde del Charles River en Boston se• en el vasto alcance visual que propor'oiona al

",ree a la ciudad por ese lado. Un gran numero dementos urbanos puede verse simultaneamente en• rlillaciones;la posici6n de uno en relaci6n con el

unto es sobradamente clara. El Centro Civico deAngeles fue recordado por su amplitud espacial;personas entrevistadas en Jersey City reaccio-on ante el espectaculo que se les ofrecia al descen-

, . por las Palisades y dirigirse hacia la linea de los;~.Ol\cielos de Nueva York.~r'i Una vista amplia produce un estado emotivo de

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deleite y este fen6meno fue men cionado reiteradasveces. lSeria posible, en nuestras ciudades, hacermas comtin esta experiencia panoramica, poni€mdolaal alcance de los miles de personas que pasan todoslos dias? A veces una vista amplia expondra unestado de caos 0 expresara una soledad sin caraeteralguno, pero un panorama bien organizado parececonstituir un elemento fundamental del goce de laciudad.

Hasta el espacio sin retoques 0 informe parecedestacarse, por mas que quizas no sea agradable.Muchas personas se refirieron alas obras de demoli-ci6n y excavaci6n en Dewey Square, en Boston, comouna vista notable. Sin lugar a dudas, esto se debe alcontraste con los demas espacios urbanos que estancolmados. Pero cuando el espacio tiene cierta forma,como ocurre a 10largo del Charles River 0 en Com-monwealth Avenue, en Pershing Square 0 en Louis-burg Square, 0 hasta cierto punto en Copley Square,el impacto resulta mucho mas energico: el rasgo setorna memorable.

Si el Scollay Square de Boston 0 el J ouma,l;Squarede Jersey City tuvieran un caracter espaciaf propor-cionado a su importancia funcional, constituirianrealmente rasgos claves en las respectivas ciudades.

Los rasgos naturales de la ciudad, la vegetaci6n 0el agua, fueron sefialados a menudo con atenci6n ycon placer. Las personas entrevistadas en JerseyCity tenian aguda conciencia de los pocos oasis verdesexistentes en su contorno; las de Los Angeles, amenudo se detenian a describir la variedad ex6ticade la vegetaci6n local. Varias de ellas indicaron quetodos 10dias se desviaban de sus rutas, con 10cualsus viajes se alargaban pero podian pasar ante deter-minado parque, arboleda, estanque 0 curso de agua.He aqui un fragmento de tipo corriente de la descrip-ci6n de un recorrido en Los Angeles.

"UnocruzaporSunset,despuesdeun pequenoparque.Nose su nombre.Es muy bonitoy -jah!-los jacaran-daes estan empezandoa florecer.En una casa queestamas 0 menosa una cuadraloshay. LuegovieneCanyony alli hay toda clasedepalmeras, altas y bajas; y luegouno sigue bajando hasta el parque."

I,os Angeles, organizada para el autom6vil, pro-purdona tambien los ejemplos mas vividos del interespur el sistema de senderos: a la forma que esta en simiHmo organizado, a su relaci6n con otros elementosIII'bunos, a su propio caracter intemo de espacio,vlHtuy movimiento. Pero el predominio visual de las'''IIHlas y su influencia decisiva como red desde la11110 la mayoria de las personas experimenta su con-1,01'110 estan asimismo ampliamente evidenciados en~Imaterial de Boston y Jersey City.

Bien evidente es la constante referencia alas claseslto('jo-econ6micas. Asi, la aversi6n hacia Broadway,Ijll(' ('8 "clase baja" en Los Angeles, el reconocimientotI •• la Bergen Section que es "clase alta" en Jersey('\tv 0 la inconfundible divisi6n de Beacon Hill, enHo~ton, en dos lados separados.

Las entrevistas pusieron de relieve otra reacci6nlUII1l'ral,a saber, a la forma en que el escenario fisicoIlmboliza el paso del tiempo. Las entrevistas llevadas• cubo en Boston estan lIenas de referencias a loscuntrastes de edad: la "nueva" Artery que atraviesa.1"viejo" barrio del mercado; la nueva capilla cat61ica,ntre los antiguos edificios de Arch Street; la viejaltllH'ura, omamentada, baja) Trinity Church, cuyaIUueta se marca contra el nuevo (brillante, desnudo)' ulto) John Hancock Building, y asi sucesivamente.A decir verdad, a menudo las descripciones parecianoonstituir reacciones ante los contrastes en el esce-nario urbano, ante el contraste espacial, el contrastedli! jerarquia social, el contraste de usa, la edad rela-&tvu0 las comparaciones de higiene 0 decoradosnnturales. Los elementos y atributos se hacian nota-bles en terminos de su colocaci6n en el conjunto.

~~nlos Angeles existe la impresi6n de que la fluidezdel medio ambiente y la carencia de elementos fisicosque amarren en el pasado son rasgos atrayentes yp.rturbadores. Muchas descripciones del escenariohtlchas por residentes establecidos, j6venes 0 viejos,tban acompafiadas por los espectros de 10que sollahtlber alIi. Los cambios, como aquellos determi-nlldos por la red vial, han dejado cicatrices en latnlugen mental. El entrevistador sefia16:

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"Parece haber una amargura 0 nostalgia entre losnaturales que podria ser una especie de resentimientopor el gran numero de cambios 0 simplemente incapa-cidad para reorientarse con tal rapidez que puedanseguir el ritmo de los mismos."

Observaciones generales por el estilo de estas seponen en evidencia rapidamente cuando se lee elmaterial de la entrevista. Sin embargo, es posibleestudiar tanto las entrevistas como los estudios sobreel terreno en forma mas sistematica y aprender asimucho mas sobre el caracter y la estructura de laimagen urbana. A esto consagraremos el capitulosiguiente.

:\. La imagen de la ciudady sus elementos

Parece haber una imagen publica de cada ciudadque es el resultado de la superposici6n de much asimagenes individuales. 0 quizas 10 que hayes unaaerie de imagenes publicas, cada una de las cuales esmantenida por un numero considerable de ciuda-danos. Estas imagenes colectivas son necesariaspara que el individuo actue acertadamente dentro deau medio ambiente y para que cooperecon sus conciu-dadanos. Cada representaci6n individual es unica ytiene cierto contenido que s6lo rara vez 0 nunca secomunica, pese a 10 cual se aproxima a la imagenpublica que, en diferentes ambientes, es mas 0 menosforzosa, mas 0 menos comprehensiva.

Este analisis se reduce a los efectos de los objetosflsicos y perceptibles. Hay otras influencias que ac-tuan sobre la imaginabilidad, como el significadosocial de una zona, su funci6n, su historia e inclusosu nombre. Se las pasara por alto, ya que nuestroobjetivo consiste en develar la funci6n de la formaen si. Se da por sentado que en el disefio concreto laforma debe utilizarse para reforzar el significado yno para negarlo.

Los contenidos de las imagenes de la ciudad que sehan estudiado hasta aqui, y que son referibles alasformas fisicas, pueden, para mayor comodidad, serclasificados dentro de cinco tipos de elementos, asaber, sendas, bordes, barrios, nodos y mojones. A

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decir verdad, estos elementos pueden resultar de apli-caci6n mas general puesto que parecen reapareceren muchos tipos de imagenes ambientales, segunpuede verse en el ap{mdiceA. Estos elementos puedendefinirse en la siguiente forma:

1. Sendas. Las sendas son los conductos que si-gue eI observador normalmente, ocasionalmente 0potencialmente. Pueden estar representadas por ca-lles, senderos, lineas de transito, canales 0vias ferreas.Para muchas personas son estos los elementos pre-ponderantes en su imagen. La gente observa la ciudadmientras va a traves de ella y conforme a estassendas se organizan y conectan los demas elementosambientales.

2. Bordes. Losbordes son los elementos linealesque el observador no usa 0 considera sendas. Son loslimites entre dos fases, rupturas lineales de la conti-nuidad, como playas, cruces de ferrocarril, bordesde desarrollo, muros. Constituyen referencias latera-les y no ejes coordinados. Estos bordes pueden servallas, mas 0 menos penetrables, que separan unaregi6n de otra 0 bien pueden ser suturas, line:ls segunlas cuales se relacionan y un en dos regiones. Estoselementos fronterizos, si bien posiblemente no son

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tan dominantes como las sendas, constituyen paramuchas personas importantes rasgos organizadores,en especial en la funci6n de mantener juntas zonasgeneralizadas, como ocurre en el caso del contornode una ciudad trazado por el agua 0 por una muralla.

3. Barrios. Los barrios 0 distritos son las seccionesde la ciudad cuyas dimensiones oscilan entre me-dianas y g-randes, concebidas como de un alcancebidimensional, en el que el observador entra "en su,seno" mental mente y que son reconocibles como situvieran un caracter comun que los identifica. Siem-pre identificables desde el interior, tambien se losusa para la referencia exterior en caso de ser visiblesdesde afuera. La mayoria de las personas estruetura

Isu ciudad hasta cierto punto en esta forma, quedandomargen para las diferencias individuales en cuantoa si las send as 0 los barrios son los elementos prepon-derantes. Esto parece depender no s610del individuosino tambien de la ciudad de que se trata.

4. !J.odo~. Los nodos son los puntos estrategicos

de una ciudad a los que puede ingresar un observadory constituyen los focos intensivos de los que parte 0 alos que se encamina. Pueden ser ante todo confluen-das, sitios de una ruptura en el transporte, un cruce()una convergencia de sendas, momentos de paso deuna estructura a otra. 0 bien los nodos pueden serHencillamente, concentraciones cuya importancia s~debe a que son la condensaci6n de determinado uso()caracter fisico, como una esquina donde se reuneIn gente 0 una plaza cercada. Algunos de estos no-dos de concentraci6n constituyen el foco y epitomede un barrio, sobre el que irradian su influencia y delque se yerguen como simbolos. Se les puede dar elnombre de nucleos. Por supuesto, muchos nodos tienenrasgos de confluenciasal mismo tiempo que rasgosde concentraciones. El concepto de nodo esta vincu-Iado con el concepto de send a, ya que las influenciasson tipicamente la convergencia de sendas, aconte-cimientos en el recorrido. Del mismo modo esta vincu-

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lado ~o~ el concepto de barr:io, pu~sto que los nucleosson tIplcamente los focos mtenslVOSde barrios sucentro polarizador. De cualquier modo en casi t~daimagen pueden hallarse algunos punto~ nodales y enciertos casos pueden constituir el rasgo dominante.

5. Mojones. Los mojones son otro tipo de punto dereferencIa, pero en este caso el observador no entraen ellos, sino que Ie son exteriores. Por 10comun setrata de un objeto fisico definido con bastante senci-llez, por ejemplo, un edificio, una senal, una tienda 0una montana. Su uso implica la selecci6n de unelemento entre una multitud de posibilidades. Algunosmojones estan distantes y es caracteristico que se losvea desde much os angulos y distancias, por arribade las cuspides de elementos mas pequenos, y que se108utilice como referencias radiales. Pueden estardentro de la ciudad 0 a tal distancia que para todo finpractico simbolicen una direcci6n constante. De estetipo son las torres aisladas, las cupulas doradas ylas grandes colinas. Incluso un punto m6vil, como elsol, cuyo movimiento es suficientemente lento y re-gular, puede ser empleado. Otros mojones son fun-damentalmente locales, siendo visibles unicamenteen localidades restringidas y desde determinadosaccesos. Entre ellos figuran los innumerables letre-

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ros, frentes de tiendas, arboles, tiradores de puertasy otros detalles urbanos que caben en la imagen dela mayoria de los observadores. Se trata de claves deidentidad e incluso de estructura usadas frecuente-mente y parece que se confia cada vez mas en ellas amedida que el trayecto se hace mas familiar.

La imagen de una realidad fisica determinadapuede cambiar ocasionalmente de tipo si las circun-tancias de su vision son diferentes. Asi, una autopistapuede ser una send a para el conductor y un bordepara el peaton. 0 una zona central puede ser undistrito cuando una ciudad esta organizada sobreuna escala media y un nodo cuando se considera lasuperficie metropolitana en su conjunto. Pero lascategorias parecen tener estabilidad para un obser-vador determinado cuando actua en un niveldetermi-nado.

Ninguno de los tipos de elementos aislados ante-riormente existe en realidad en estado de aislamiento.Los barrios estan estructurados con nodos, definidospor bordes, atravesados por sendas y regados demojones. Por 10regular los elementos se supeljponeny se interpenetran. Si este analisis comienza pordiferenciar los datos en categorias, debe terminarcon su reintegracion a la imagen total. Nuestrosestudios han proporcionado abundante informacionsobre el caracter visual de los tipos de elementos.Mas abajo nos ocuparemos de esto. Por desgracia,solo en medida menor hizo el trabajo revelacionessobre las interrelaciones entre elementos 0 sabre ni-veles de imagen, cualidades de imagen 0 eldesarrollode la imagen. Estos ultimos temas seran considera-dos al final del presente capitulo.

Para la mayoria de las personas entrevistadas,las send as constituian los elementos urbanos predo-minantes, si bien su importancia variaba de acuerdocon el grado de familiaridad con la ciudad. Las per-sonas con menos conocimiento de Boston tendian aconcebir la ciudad en terminos de topografia, grandes

t'1'giones,caracteristicas generalizadas y vastas re-Illciones de direccion. Los individuos que conocianIlll'jor la ciudad habian, por 10 comun, dominadoUlla parte de la estructura de las sendas; estas per-HOIlUSpensaban en terminos de sendas especificas yHUHinterrelaciones. Tambien se puso en evidencia,I'll las personas que conocian mejor la ciudad, lalc'ndencia a confiar mas en pequerlOs mojones y11Wl10Sen regiones 0 sendas.

No debe subestimarse el drama y la identificaci6npotenciales en el sistema de carreteras. Un habitantedc' ,Jersey City, que poco podia encontrar que fueradigno de describir en su contorno, se ilumin6 repen-linamente cuando describi6 el Holland Tunnel. Otra,'(,lat6 su placer: '

"8e cruza Baldwin Avenue, se ve toda Nueva York alI'rente, se ve la tremenda pendiente de tierra (las Pali-sades) ... y de pronto el panorama abierto de la partehaja de Jersey City al frente, y va uno descendiendo lacolina, y alli ya se sabe: ahi esta el tunel, ahi esta elHudson River y todas las cosas ... Siempre miro a laderecha para vel' si puedo verla ...Estatua de la Libertad ...Luego siempre levanto la vista para vel' el Empire StateBuilding, para vel' c6mo esta el tiempo ... 8iento unaverdadera sensaci6n de felicidad porque voy a algunaparte y me encanta ir a una u otra parte."

Determinadas sendas pueden convertirse en ras-M'oSimportantes en diversas formas. Naturalmente,una de las inf1uencias mas energicas sera la dell'ecorridohabitual, de modo que las principales linease1eacceso, como Boylston Street, Storrow Drive 0

Tremont Street, en Boston, Hudson Boulevard en,Jersey City 0 las autopistas en Los Angeles sonimagenes-claves. Los obstaculos para el trMico, quecomplican a menudo la estructura, pueden en otros(!I180Saclararla al concentrar la circulaci6n transver-lIulen menos canales, los cuales asi se tornan concep-Lualmente predominantes. Beacon Hill, que actua{~omouna rotativa gigante, realza la importancia deIns calles Cambridge y Charles; el Jardin Publicofortalece a Beacon Street. El Charles River, allimitartJI trafico a unos cuantos puentes que son muy visiblesLotioscon su forma propia, aclara sin Jugal' a dudas

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la estructura de la senda. En forma muy parecida,las Palisades en Jersey City concentran la atenci6nen las tres calles que las coronan felizmente.

La concentraci6n de un uso 0 una actividad espe-cial en una calle, puede darle a esta prominencia enlas mentes de los observadores. Washington Streetes el ejemplo sobresaliente en Boston, pues los indi-viduos la asocian permanentemente con las tiendasy los teatros. Algunas personas extendian estas ca-racteristicas a otras partes de Washington Streetque son completamente diferentes (por ejemplo, cer-ca de State Street); muchas personas no pareciansaber que la calle se extiende mas alIa del sectordedicado alas diversiones y pensaban que terminabacerca de las calles Essex 0 Stuart. Los Angeles cuen-ta con muchos ejemplos -Broadway, Spring Street,Skid Row, 7thStreet- en que las concentraciones deusa son tan prominentes que constituyen barrioslineales. Las personas parecian ser sensibles alasvariaciones en la cantidad de actividadque encon-traban y a veces se orientaban en buena }lledidasiguiendo la principal corriente de trafico. La Br9ad-way de Los Angeles era reconocida por sus mut~he-dumbres y sus tranvias; en Boston, WashingtonStreet estaba marcada por un torrente de peatones.Otros tipos de actividades al nivel del sueloparecian,tambien, hacer memorables los lugares, comola obrade construcci6n cerca de la South Station 0 el trajinde los mercados de comestibles.

Cualidades espaciales caracteristicas eran capacesde fortalecer la imagen de sendas determinadas. Enel sentido mas simple, las calles que sugieren extre-mos de anchura 0 estrechez atraen la atenci6n. TantoCambridge Street como Commonwealth Avenue yAtlantic Avenue eran bien conocidas en Boston yatodas se les reconocia por su gran anchura. Lascualidades espaciales de anch ura y estrechez debianen parte su importancia a la asociaci6n comun delas calles principales con la anchura y de las calleslaterales con la estrechez. Se vuelve automatica labusqueda de la calle "principal" (es decir, ancha), enla que tambien automaticamente se confia; y enBoston la pauta real corrobora por 10 comun estesupuesto. La angosta Washington Street constituye

la excepcion a esta regIa; y en este casu el contrastees tan marcado en la otra direccion,ya que la estrechezesta forzada por los edificios altos y las grandesmuchedumbres, que el extremo opuesto mismo seconvierte en la marca de identificacion. Algunas delas dificultades de orientacion en el barrio financierode Boston 0 el anonimato de la parrilla deLosAngelespueden deberse a esta falta de predominio espacial.

Tambien resultaron importantes para la identifi-cacion de la senda las caracteristicas especiales defachada. Beacon Street y Commonwealth Ayenue sedestacaban en parte debido alas fachadas de losedificios que las bordean. La textura del pavimentoparece ser menos importante, excepto en casos espe;ciales, como el de Olvera Street, en Los Angeles.Tambien parecen carecer relativamente de impor- FIRura 21. p. 69tancia los detalles del arbolado, peru un arboladotupido, como el que hay en Commonwealth Avenuepuede reforzar muy eficazmente la imagen de l~senda.

La proximidad a rasgos especiales de la ciudadtam bien puede aumentar la importancia de una sen-da. En este caso, la senda actuaria secundariamentecomoborde. Gran parte de la importancia deAtlanticAvenue procede de su relacion con los muelles y labahia, y la de Storrow Drive de su situacion paralelaal Charles River. Las calles Arlington y Tremont sedistinguen porque un costado es paralelo a un par-que y Cambridge Street adquiere claridad debido asu relacion fronteriza con Beacon Hill. Otras cuali-dades que dan importancia alas sendas separadasson la exposicion visual de la senda 0 la exposicionvisual de otras partes de la ciudad desde la senda. LaCentral Artery se destaca en parte debido a su pro-minencia visual, ya que se despliega sobre la ciudada 10 largo de una elevacion. Los puentes sobre el Fiuura 7, p. 85qharles tambien son visibles desde grandes distan-Clas.

De vez en cuando, las sendas tienen importanciaen gran parte par motivos estructurales. Massachu-setts Avenue resultaba casi pura estructura para lamayoria de los individuos, los cuales eran incapacesde describirla. Pese a esto, su relacion comointersec-cion de muchas calles confusas, la hacia un elemento

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importante de Boston. La mayor parte de las sendasde Jersey City parecian tener este caracter puramenteestructural.

Cuando las sendas principales carecian deidentidado eran confundidas facilmente entre si, toda la ima-gen de la ciudad presentaba dificultades.Asi,TremontStreet y Shawmut Avenue podrian ser intercambia-biables en Boston, 0 las calles Olive, Hope y Hill, enLos Angeles. Con bastante frecuencia se confundiael Longfellow Bridge de Boston con la Charles RiverDam, posiblemente porque ambos contienen lineasde transito Y terminan en circulos de trafico. Estocreaba verdaderas dificultades en la ciudad, tantoen la red vial comoen la de subterraneos. Tanto en larealidad como en el recuerdo resultaba dificil hallarmuchas de las sendas de Jersey City. Que las sendas,una vez que son identificables, tengan asimismocontinuidad constituye una exigencia funcional ob-via. La gente dependia regularmente deesta cualidad.La exigencia fundamental es que sea directa la viareal 0 lecho del pavimento; la continuidad de otrascaracteristicas tiene menos importancia. En un me-dio como el de Jersey City se escogian las sendas quetenian simplemente un grado satisfactorio de conti-nuidad. Se las consideraba mas dignas de confianza.El forastero puede seguirlas aunque sea con dificul-tad. A menudo las personas concluian que otrascaracteristicas en una via continua tambiEm erancontinuas, a pesar de la existencia de cambios.

Pero asimismo otros factores de continuidad tie-nen importancia. Cuando la anchura del cauce cam-biaba, comoocurre con Cambridge Street en BowdoinSquare, 0 cuando se interrumpia la continuidad es-pacial, tal como pas a con Washington Street enDock Square, a las personas les resultaba dificilexperimentar que se trataba de la continuacion dela misma senda. En el otro extremo de WashingtonStreet, un cambio repentino en el uso de edificiospuede explicar en parte por que la gente no extendiaWashington Street, mas alIa de Kneeland Street,hasta el South End.

Ejemplos de caracteristicas que confieren conti-nuidad a una senda son el arbolado y las fachadas a10 largo de Conmmonwealth Avenue 0 el tipo de edi-

~caci?n ~ retroceso a 10 largo de Hudson Boulevardor Sl mlsmos los nombres desem efian u .

Bea~on.Street esta, sobre todo, en 1: Back B~:~~~~i~~~:c~o~alcon Beacon Hill por su nombre. L~ con-

a e nombre de Washington Street Ie da akao~;~~ ufa clavepara saber como ir a 10 largo deld n , por mas que no se trate de conocedorese esa zona. El solo hecho de estar en una calle ue

~i~ds~ nom~r~ se prolonga hasta el corazon d~ lasaci~n'd p~r e~~sque ~ste, da una agradable sen-

e elaclOn.Un e]emplo inverso es la atencionq~~ se presta a los comienzos indescriptibles de Wilfo:rl:Sunset ~oulervard, en el sector central d~

geles, debldo al caracter especial que adquie-

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11111 \I\\illlllill

ren mas afuera. Por su parte, la senda ~ue bordeala bahia de Boston era en algunas oc~slOnes frag-mentada, por la sencilla razon de los dlVersos no~-bres que lleva, a saber, Causeway Street, CommercIalStreet y Atlantic Avenue. .' .

Las sendas, aparte de ser IdentIficables .y co~tI-nuas, tambi€mpueden tener una cualidad ~edirecClOn,esto es, una direccion a 10lar/?o de la lmea puededistinguirse facilmente de la m.versa. Esto. puedellevarse a cabo mediante un gradlente; camblOreg~-lar en una cualidad que es acumulatIvo en una dl-reccion. Los gradientes topograficos eran los e~pe-rimentados con mas frecuencia; en Boston, partlcu-larmente en Cambgridge Street, Bea~on St.r,eetyBeacon HilL Tambi€m se toma en con~lderaclOn ungradiente de intensidad de usa, por e]emplo, .en elacceso a Washington Street 0, en una escala reglO.nal,el gradiente de aumento de edad al avanzar hacla elcentro de Los Angeles por una carret~ra. En ~l am-biente relativamente gris de Jersey CIty, habw ~osejemplos de gradientes b~s~dos en el estadorelatlVode conservacion de las VlVlendas. ., ,,)

Una curva prolong ada constitu:ye a~~mlsmo u~gradiente, un cambio segura en l~ dlrecclOnde moVl-miento. Este gradiente no es expen~entado a menudocinestesicamente: las {micas menClOnesde una s,en-sacion corporal de movimiento de doblar se refenanal subterraneo de Boston 0 a partes.de las carreterasde Los Angeles. Cuando se menclOna.n curvas decalles en las entrevistas, parecen relaclOnarse antetodo con claves visuales. La vuelta en Ch~rles Street,en Beacon Hill, era experimentad~, P?r e]emplo, por-que las paredes proximas de los edificlOsacentuabanla percepcion visual de la curvatura. .

Las personas tienden a pensar en destmos d; lassendas y puntos de origen. Les gusta saber dondecomienzan las sendas y a donde.llevan. ~as se.ndascon origenes y destinos claros y bl~n conocldostienenidentidades mas vigorosas, contnbuyen a mante~,erligada la ciudad y dan al observador ~na sensaClOnde su posicion siempre que las atraVlesa ..En tantoque algunos individuos pensaban en destmos gene-rales de las sendas, por ejemplo, a un ,sector de laciudad, otros pensaban en lugares especlficos. A una

persona, que mas bien exigia mucho en materia deinteligibilidad en el medio urbano, la perturbaba elhecho de ver un conjunto de vias ferreas y no saber eldestino de los trenes que corrian por ellas.

En Boston, Cambridge Street cuenta con puntosterminales claros y estrategicos: el rotary de CharlesStreet y Scollay Square. Otras calles pueden tenerunicamente una terminal aguda. Es el caso de Com-monwealth Avenue en el Public Garden 0 el de Fede-ral Street en Post Office Square. Por otra parte elfinal indefinido de Washington Street -de la quetanto se creia que iba a dar a State Street, a DockSquare, a Haymarket Square 0 incluso a North Sta-tion (en realidad llega pficialmente hasta el puentede Charlestown)- impidio que se convirtiera en unrasgo tan vigoroso como podria, en otro caso haberlosido. En Jersey City, la convergencia nunca ;ealizada ~de las tres calles principales que cruzan las Palisades, ~_.con su sumersion final tan extrafia, resultaba una ~gran causa de confusion.

Esta misma clase de diferenciacion de extremo-a-extremo, que es conferida por la existencia de termi-nos, puede ser creada por otros elementos que puedenser visibles cerca del fin 0 aparente fin de una senda.EI Common proximo a un extremo de Charles Streetactuaba de este modo,al igual que la Casa de Gobiemoen el caso de Beacon Street. La aparente clausuravisual de 7th Street en Los Angeles por el Hotel Figura 32, p. 100Statler y la de la Washington Street de Boston por laOld South Meeting House tenian el mismo efecto.Ambas se efectuan mediante una leve desviacion dela direccion de la senda, poniendo un edificio impor-tante en el eje visuaL Elementos de los que se sabeque estan en un lado determinado de una sendaotorgan asimismo una sensacion de direccion: tantoal Symphony Hall, en Massachusetts Avenue comoal Boston Common, a 10 largo de Tremont St;eet selos utilizaba de este modo. En Los Angeles, incl~sola concentracion relativamente mas densa de peato-nes en el costado oeste de Broadway se usaba para Figura 18, p. 51juzgar en que direccion se estaba mirando.

Cuando una senda tiene la propiedad directivapuede tener, asimismo, el atributo de la escala, esdecir, el individuo puede estar en condiciones de

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sentir cual es su posicion en la longitud total, aprehen-der la distancia recorrida 0que aiin queda por recorrer.Los rasgos que facilitan la formacion de una ~scalapor 10comun confieren, por supuesto, un sentIdo dela direccion al mismo tiempo, excepto cuando setrata de la sencilla tecnica que consiste en contar lascuadras la cual carece de direccion pero puede em-plearse ~ara computar la distancia. Muchos i~di~-duos se refirieron a esta ultima clave, pero demngunmodo todos. Mas a menudo se la utilizaba en eltrazado regular de Los Angeles.

Quizas 10mas frecuente es formar una escala me-diante una secuencia de mojones 0 nodos que seconocen a 10 largo de la senda. Marcar regionesidentificables cuando una senda entra 0 sale de ellasconstituye, tam bien, un medio poderoso para dardireccion y escala a una senda. Ejemplos de esteefecto son Charles Street cuando entra a Beacon Hilldesde el Common y Summer Street cuando entra albarrio de las zapaterias y las curtiembres.

Dada una cualidad directiva en una senda, pode-mos preguntarnos seguidamente si esta alineada,,~sdecir si su direccion es referible a un sistema masvast~. En Boston, se encontraron muchos ejemplosde sendas no alineadas. Una causa frecuente de estoes la curva sutil y engafiosa. La mayoria de laspersonas no se percataban de la curva existente enMassachusetts Avenue, a la altura de Falm0':lthStreet, y confundian su plano total de Boston debldoa esto. Consideraban que Massachussetts Avenueera recta, advertian sus intersecciones en angulorecto con un gran numero de calles y daban porsentado que estas calles eran paralelas. Las callesBoylston y Tremont resultaban difi~iles P?rque, enrazon de una serie de pequefios camblOs,deJan de sercasi paralelas y se vuelven casi perpen~icul~re~.Atlantic Avenue se les hacia de captaclOn dlficllporque esta compuesta por dos largas curvas y unaconsiderable tangente recta, tratandose de una sendaque invierte completamente su direccion pero que esrecta en su parte mas caracteristica.

Al mismo tiempo, otros cambios de direccio~ ~asabruptos pueden realzar la claridad visual al hmltarel corredor espacial y al proporcionar terrenos pro-

minentes para estructuras distintivas. Deeste modo,el nucleo de Washington Street era definido;HanoverStreet estaba coronada por una vieja iglesia en sutermino aparente; y las calles transversales del SouthEnd adquirian un caracterintimo cuando cambiabande curso para cruzar los radiales principales. En --4forma muy semejante, resulta imposible advertir el,:"acioen que esta emplazada la parte central de LosAngeles debido a loscambios dela parrilla queocultanla vista exterior.

La segunda causa comun de desalineacion con elresto de la ciudad es la separacion aguda entre unasenda y sus elementos circundantes. Por ejemplo,las sendas en el BostQn Common causaban granconfusion: la gente no sabia que calzadas Ie corres-ponderia usar a fin de llegar a determinados destinosfuera del Common. Tenian bloqueada la vision deestos destinos en el exterior y las sendas del Com-mon no llegaban a ligarse con las sendas de afueraLa Central Artery es un ejemplo todavia mas eficaz, Figura 7, p. 35ya que esta mas aislada de sus contornos. Es elevaday no facilita una vision clara de las calles adyacentes,pero permite una especie de movimiento veloz y se-reno que falta por entero en la ciudad. Es una claseespecial de via para automotores y no una callecorriente de ciudad. A muchos entrevistados les re-sultaba sumamente dificil alinear la Artery con loselementos circundantes, por mas que se sabe queconesta las estaciones North y South. Asimismo, enLos Angeles no se advertia que las autopistas estan"en" la ciudad, y el momento de salir de una rampade egreso constituia tipicamente un momento dedesorientacion aguda.

Las investigaciones recientes sobre los problemasde ereccion de sefiales orientadoras en las nuevasautopistas han demostrado que este hecho de diso-ciarse del contorno hace que cada decision de doblarse produzca bajo una presion y sin la preparacionadecuada. Hasta conductores familiarizados mos-traron una asombrosa falta de conocimiento de lared vial y sus conexiones. La maxima necesidad deestos automovilistas consistia en orientacion gene- ~ral en relacion con el paisaje total". ~

Las lineas ferreas y el subterraneo constituyen

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otros ejemplos de desconexi6n. Las sendas ba~otierradel subterrtmeo de Boston no podian relaclOnarsecon el resto del medio ambiente excepto cuando salenen busca de aire, como al atravesar el rio. Las entra-das de las estaciones situadas en la superficie puedenconstituir nodos estrategicos en la ciudad, pero esttmrelacionadas a traves de vinculos conceptuales invi-sibles. El subterrtmeo constituye un mundo oculto ydesconectado; y deja perplejo pensar en que mediospodria utilizarse para insertarlo en la estructura delconjunto.

El agua que rodea la peninsula de Boston es unelemento basico con el que pueden alinearse las par-tes. La parrilla de Back Bay era relacionada con elCharles River; Atlantic Avenue era ligada a la bahia;Cambridge Street llevaba claramente hacia el riodesde Scollay Square. A pesar de sus frecuentes con-torsiones Hudson Boulevard, en Jersey City, eraalineado ~on la larga peninsula que se extienqe entreel Hackensack y elHudson. La parrilla deLosAngelesfacilitaba, por supuesto, una alineaci6n automaticaentre calles del centro. Resultaba sencillo poner!.11como un trazado basico en un plano esquematic·o,por mas que las diferentes calles no pudieran distin-guirse. Los dos tercios de los entrevistados.empezabanpor dibujarla, antes de agregar cualqmer otro ~le-mento. No obstante, el hecho de que esta parrIllaesta inclinada a traves de cierta distancia angular,tanto desde la linea costanera del oceano como delas direcciones cardinales, causaba algunos tropiezosa cierto numero de individuos.

Cuando consideramos mas de una senda, la inter-secci6n de la senda se torn a de importancia decisiva.Es realmente el punto de decisi6n. Al parecer, resul-taba mas facil hacerse cargo de la simple relaci6nperpendicular, sobre todo si la forma de la intersec-ci6n estaba reforzada por otros rasgos. Con arregloa nuestras entrevistas, la intersecci6n mas c0Yot0cidade Boston es la deCommonwealth Avenue y ArlmgtonStreet. Se trata de una meta que es visualmenteobvia sustentada por el espacio, el arbolado, el tra-ficoy ia importancia de loselementosunidos.Tambienera bien conocido el cruce de las calles Charles yBeacon. Sus contornos resultan visibles y estan re-

forzados por los limites del Common y el JardinPublico. Las intersecciones de divers as calles conMassachusetts Avenue se captaban facilmente, qui-zas en raz6n de que las relaciones en angulo rectocontrastan con el resto de la parte central de laciudad.

A decir verdad, para diversos individuos, las inter-secciones confundidas con calles que entran pormuchos angulos constituian una de las caracteristicastipicas de Boston. Los cruces de mas decuatro puntosprovocaban casi siempre dificultades. Un experi-mentado chofer de taxi, quien captaba casi a laperfecci6n la estructura vial de la ciudad, confes6que el cruce de cinco esquinas en Summer Street, alaaltura de Church Green~era una de las dos cosas que10confundian en la ciudad. Igualmente 10perturbabaun circulo de trafico con muchas sendas de ingresocolocadas a rapidos intervalos a 10 largo de unacurva indiferenciada.

Pero el numero de entradas no es toda la historia.Hasta un cruce no perpendicular y de cinco esquinaspuede aclararse, segun se 10 ha hecho en CopleySquare, en Boston. EI espacio controlado y el caracterrealzado del nodo sirven para destacar la relaci6nangular entre Huntington Avenue y Boylston Street.Por su parte, Park Square es un simple empalmeperpendicular que por su falta de forma no consiguecomunicar su estructura. En muchos cruces de Bos-ton ocurre no s610 que se multiplica el numero desendas, sino tam bien que la continuidad del corredorespacial se pierde completamente cuando da con lavacuidad ca6tica de una plaza.

Y estos cruces ca6ticos no son tan s610el productode accidentes hist6ricos del pasado. Todavia e'mbro-lla mas las cosas elmoderno intercambio de carrete-ras, en particular porque en este caso la opci6n debehacerse a gran velocidad. Por ejemplo, diversas per-sonas entrevistadas en Jersey City se refirieron contemor a la forma del Tonnelle Avenue Circle.

Un problema de percepci6n en escala mas vasta seplantea cuando una senda se ramifica ligeramentepara formar una alternativa de sendas, en la cuallas dos son de relativa importancia. Un ejemplo deesto es la ramificaci6n de Storrow Drive (despues de

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una confusion de nombre con Charles Street) en dossendas, a saber, la antigua Nashua Street, que llevaa Causeway-CommercIal-Atlantic, y la reciente Cen-tral Artery. Con bastante frecuencia se confundianentre si estas dos sendas, produciendo grandes dis-torsiones en la imagen. Todos los entrevistados pa-recieron incapaces de concebirlas dos al mismo tiempoy en los pIanos una u otra aparecia como una pro-longacion de Storrow Drive. En forma muy seme-jante, en la red del subterr{meo las ramificacionessucesivas de las lineas principales constituian unproblema, puesto que resultaba dificil mantener se-paradas las imagenes de dos ramales ligeramentedivergentes y tambi{mresultaba dificilrecordar dondese produce la ramificacion.

Vnas pocas sendas importantes pueden ser re-unidas en una sola imagen comouna estruetura sim-ple,a pesar de las irregularidades menores queeyistan,siempre que tengan entre si una relacion general

coherente. El sistema de calles de Boston no se prestapara este tipo de imagen, excepto quizas en 10 tocanteal paralelismo basico de las calles Washington yTremont. Pero el sistema de subterraneos de Boston,sean las que sean sus complicaciones en la escalareal, dio la impresion de ser visualizable con bas-tante facilidad como dos lineas paralelas cortadasen el centro por la linea Cambridge-Dorchester, sibien podrian confundirse entre si las lineas paralelas,sobre todo considerando que ambas van a NorthStation. El sistema vial de LosAngeles era modelado,al parecer, como una estruetura completa, al igualque el sistema del Hudson Boulevard en Jersey City,cortado por tres send as que pasan por las Palisades,o la triada de los boulevares West Side, Hudson yBergen, con las calles transversales regulares quelos atraviesan.

Cuando un individuo estaba acostumbrado a via-jar en automovil, las restriccionesdeuna soladireccion

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constituian arduas complicaciones en la imagen deuna estructura de senda. La segunda obstrucci6nmental del chofer de taxi se debia, justamente, a estairreversibilidad del sistema. Para otros, WashingtonStreet no era trazable a traves de DockSquare porquepor ambos lados tiene accesos en una sola direcci6n.

Gran numero de sendas pueden ser consideradascomo una red total, cuando las relaciones que serepiten son suficientemente regulares y previsibles.La parrilla de Los Angeles constituye un buen e-jemplo. Casi todos los individuos podian establecerfacilmente las relaciones justas deunas veinte sendasprincipales entre si. Al mismo tiempo, esta mismaregularidad hacia que les resultara dificil diferenciarentre una y otra senda.

La Back Bay de Boston constituye una interesantered de sendas. Su regularidad es notable, a diferenciade 10que ocurre en el resto de la parte centrica de laciudad, tratandose de un efecto que no se encontraraen la mayor parte de las ciudades norteamericanas.

Pero no se trata de una regularidad mon6tona.Las calles longitudinales estan nitidamente difere,p.-ciadas de las calles transversales en la mente detodos, de modo muy semejante a como ocurre enManhattan. Todas las calles largas tienen su carac-ter individual -Beacon Street, Marlboro Street,Commonwealth Avenue y Newbury Street: todasellas son diferentes- en tanto que las calles trans-versales actuan comomediosdemedici6n.Todotiendea reforzar esta diferenciacion: el ancho relativo delas calles, el largo de las manzanas, los frentes deedificios, el sistema de denominaci6n. De este modoadquiere forma y caracter un trazado regular. Confrecuencia se usa para la 10calizaci6n de las callestransversales una f6rmula alfabetica, del mismomodo que en Los Angeles se recurre ala numeraci6n.

Por su parte, en tanto que el South End tiene lamisma forma topo16gica de las largas calles princi-pales paralelas conectadas entre si por cortas callessecundarias y en tanto que a menudo se 10consideramental mente una parrilla regular, un trazado esmucho menos acertado. Las calles principales y se-cundarias estan, tambien, diferenciadas por el anchoy el uso; y much as de las calles secundarias tienen

mas caracter que las de la Back Bay. Pero existeuna carencia de caracter diferenciado en las callesprincipales: resulta dificil distinguir a ColumbusAvenue de Tremont Street 0 de Shawmut Avenue.Esta intercambiabilidad se not6 con frecuencia enlas entrevistas.

La frecuente reduccion del South End a un sistemageometrico es caracteristica de la tendencia cons-tante de los individuos a imponer regularidad a suc?ntorno. A menos que pruebas categ6ricas se opu-Sleran a ella, los individuos trataban de organizarlas sendas en redes geometricas, haciendo caso omisode las curvas y las intersecciones no perpendiculares.La parte baja de Jersey City fue representada confrecuencia como una parrilla, por mas que s61010esen parte. Los entrevistados absorbian la totalidadde la parte central de LosAngeles en una red repetidasin que les incomodara la distorsi6n en el bord~oriental. Diversos individuos llegaron incluso a tra-tar de reducir el laberinto de las calles del distritofinanciero de Boston a un damero. Les causaba granconfusi6n el paso subito, y en especial el paso casiimperceptible, de un sistema de parrilla a otro sis-t~ma de parrilla 0 a otro tipo de sistema. En LosAngeles, los individuos a menudo se desorientabancompletamente en el sector situado al norte de FirstStreet 0 al este de San Pedro.

Los bordes son aquellos elementos lineales que~o son considerados sendas; son por 10comun, peronoSlempre necesariamente, los limites entre zonas dedos clases diferentes. Obran como referencias latera-les. Son fuerte~ en Boston y Jersey City, pero masdebiles en Los Angeles. Los bordes que parecen masfuertes son aquellos que no solo son visualmenteprominentes sino que tambien tienen una formacontinua y son impenetrables al movimiento trans-versal. EI Charles River en Boston es elmejor ejemploy posee todas estas cualidades.

Ya se ha hecho mencion de la importancia de la

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definicion peninsular de Boston. Ella debe habersido mucho mas importante en el siglo XVIII, cuandola ciudad era una autentica y muy notable peninsula.Desde entonces, las lineas de la ribera se han idoborrando 0 cambiando, pero con todo subsiste laimagen. Por 10 menos un cambio ha fortalecido laimagen. Por 10 menos un cambio ha fortalecidola imagen: el borde del Charles River, que solia sernido y desarrollado. Se 10 describio con frecuencia y aveces se 10 dibujo con mucho detalle. Todo el mundorecordaba el amplio espacio abierto, la linea que securva, las carreteras limitrofes, los barcos, la Espla-nade, la Shell.

El borde acuatico al otro lado, el frente de la bahia,tam bien era conocido por todos y se 10 recordaba porsu actividad especial. Pero la sensaci6n de agua eramenos clara, ya que estaba oscurecida por muchasestrueturas y puesto que la vida ha desaparecido delas viejas actividades de la bahia. La mayoria de losentrevistados se mostro inca paz de conectar el Char-les River y la Boston Harbor en una forma concreta.En parte esto ha de deberse al ocultamiento del agu8.en el extremo de la peninsula por las playas de losferrocarriles y los edificios, y en parte al aspectocaotico del agua, con su miriada depuentes y muelles,en el encuentro del Charles River, el Mystic Rivery elmar. Asimismo rompe la continuidad la ausencia desendas frecuen tadas a la vera del agua, 10 mismoque la disminucion del nivel del agua en la Presa.Mas al oeste, pocos se percataban de que hubieraagua en la South Bay y no podian tam pocoimaginarninguna detencion del desarrollo en esa direccion.Esta falta de clausura peninsular privaba al ciuda-dano de una sensacion satisfactoria de plenitud yracionalidad en su ciudad.

La Central Artery es inaccesible a los peatones, enalgunos puntos no se puede pasar por ella y es pro-minente espacialmente. Pero solo de vez en cuandoqueda a la vista. Era un caso de 10 que se podriallamar un borde fragmentario, es decir, continuocomo abstraccion, pero solo visualizado en puntasseparados. Las lineas de ferrocarril constituian otroejemplo. En particular, la Artery era como una ser-piente extendida sobre la imagen de la ciudad. La

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falta de relacion experimentada al conducir por laArtery se reflejaba en su ubicacion ambigua para elpeaton.

Por su parte, aunque tambien los automovilistasllensaban que Storrow Drive esta "afuera", en elmapa se la situaba con claridad en razon de sualineacion con el Charles River. Al Charles River apesar del papel que desempefia de borde basico en'laimagen de Boston, se 10 aislaba, cosa curiosa, de laestruetura detallada de la Back Bay contigua. Lagente no sabia como ir del uno a la otra. Cabe pensarque no ocurria asi antes de que Storrow Drive inte-rrumpiera el acceso de los peatones al pie de cadacalle transversal.

En forma analoga, tambien resultaba dificil apre-hender la interrelacion de Charles River y BeaconHill. Por mas que la posicion de la colina es poten-cialmente explicativa de la enigmatica vuelta del rioy por mas que de este modo la colina adquiere unaimponente vista de enfilada del borde del rio, alamayoria de las personas les parecia que el rotary deCharles Street constituia el iinico vinculo firme entrelos dos elementos. La relacion hubiera resultadomucho mas clara si la colina surgiera netamenteinmediatamente del agua, en vez de hacerlo detra~de un terreno que actiia comouna verdadera mascaraya que esta cubierto de obras que soloa regafiadiente~se asocian con Beacon Hill y, asimismo, si estuvieravinculado mas estrechamente al sistema de sendasa 10 largo del rio.

Tambien en Jersey City la ribera constituia unfuerte borde, pero se trataba de un borde mas biendesagradable. Es una tierra de nadie, una regionsituada mas alIa del alambre de piias. Los bordes,sean de ferrocarriles, topografia, vias directas 0 li-mites de barrios constituyen un rasgo muy tipico deeste medio y tienden a fragmentarlo. Al parecer, seborraban mentalmente algunos de los bordes masdesagradables, como el banco del Hackensack Rivercon sus zonas de incineracion de basuras.

Es necesario contar con la capacidad desorgani-zadora de un borde. Por igual a ojos de residentes yforasteros, el aislamiento del North End en Bostonjunto a la Central Artery, era un hecho e~dente. Po;

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ejemplo,si hubiera sido posible mantener la conexi6nde Hanover Street con Scollay Square podria habersereducido a un minimo este efeeto. El ensanche deCambridge Street debi6, en su tiempo, haber hechootro tanto en relaci6n con el continuo West End-Beacon Hill. La ancha incisi6n de las vias de ferro-carril en Boston parecia desmembrar la ciudad yaislar el "triangulo olvidado" entre la Back Bay y elSouth End.

En tanto que la continuidad y la visibilidad son deimportancia decisiva, los bordes fuertes no son ne-cesariamente impenetrables. Muchos bordes sonverdaderas suturas y unen, en vez de ser vallas queseparan; y resulta interesante observar las diferenciasde efeeto. La Central Artery de Boston parece dividirabsolutamente, aislar. La ancha Cambridge Streetdivide netamente dos regiones pero las mantiene encierta relaci6n visual. Beacon Street, que es ellimitevisible de Beacon Hill a 10 largo del Common, noactua como una valla sino como una sutura en que

se juntan las dos zonas principales. Charles Street,al pie de Beacon Hill, divide y une a un mismotiempo, dejando la zona inferior en una relaci6ninsegura con la colina de arriba. Por Charles Streetpasa trafico pesado, pero contiene asimismo los alma-cenes locales y aetividades especiales asociadas conBeacon Hill. Atray€mdolos hacia ella, hace que losresidentes se congreguen. En ocasiones diferentes ypara personas diferentes aetua ambiguamente comonodo lineal, borde 0 senda.

A menudo losbordesson, asimismo, sendas. Cuandoesto ocurria y cuando el observador comun no esta-ba impedido de ir por la senda (como ocurre, porejemplo, en la Central Artery), la imagen de la circu-laci6n parecia ser la predominante. El elemento erarepresentado por 10 comun como una senda, refor-zada por caracteristicas de limite.

Por 10 comun se pensaba que las calles Figueroa ySunset, y en menor grado las calles Los Angeles yOlympic, eran los bordes del barrio comercial centralde LosAngeles. Loque resultaba bastante interesantees que eran mas fuertes en este sentido que las ave-nidas Hollywoody Harbor, las cuales tambien puedenser concebidas como limites principales y que son,por igual, mucho mas importantes como sendas y,aparte de esto, mas imponentes fisicamente. El hechode que la calle Figueroa y las otras calles de superficiesean conceptual mente parte de la parrilla general yque sean familiares desde hace tiempo, asi como larelativa invisibilidad de las avenidas a bajo nivel 0

parq uizadas, contribuian a borrar estas avenidas dela imagen. A much os individuos les resultaba dificilestablecer un vinculo mental entre la rapida aveniday el resto de la estruetura de la ciudad, al igual que enel caso de Boston. Con la imaginaci6n, hasta llegabana caminar a traves de la Hollywood Freeway como sino existiera. Una arteria de gran velocidad puede noser necesariamente la mejor manera de delimitarvisualmente un distrito central.

Los trenes elevados de Jersey City y Boston cons-tituyen ejemplos de 10 que se podria llamar bordesaereos 0 en 10 alto. El "elevado" a 10 largo de Wash-ington Street en Boston identifica la senda, vistodesde abajo, y fija la direcci6n hacia el centro de la

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ciudad. Cuando deja la calle, en Broadway, la sendapierde direccion y fuerza. Cuando varios bordes comoestos se curvan y cruzan en 10 alto, como ocurre cercade North Station, elresultado puedeconfundir mucho.Pese a esto, los altos bordes aereos, que no serianvallas al nivel del suelo, podrian en el futuro consti-tuir elementos de orientacion muy eficaces en unaciudad.

AI igual que las sendas, los bordes pueden tenertambien cualidades directivas. Por ejemplo, el bordedel Charles River tiene la obvia diferenciacion deagua y ciudad asi como la distincion de uno a otroextremo que proporciona Beacon Hill. Sin embargo,la mayor parte de los bordes no abundan en estacualidad.

Resulta dificil pensar en Chicago sin representarseellago Michigan. Seria interesante ver comomuchosnativos de Chigago empezarian a dibujar un planode su ciudad poniendo algo que no fuera la linea de

Figura 24, p. 82 la ribera lacustre. He aqui un magnifico ejemplo deun borde visible, en escala gigante sea, que expone ala vista una metropoli entera. Tanto grandes ed,i;fi-cios comoparques y diminutas playas privadas lleganal borde del agua, que en casi toda su extension esaccesible y visible a todos. El contraste, la diferencia-cion de acontecimiento a 10 largo de la linea y laanchura lateral son muy fuertes. El efecto esta refor-zado por la concentracion de sendas y actividades a10 largo de su extension. Quizas la escala es inexo-rablemente grande y tosca y un exceso de espacioabierto se interpone a veces entre la ciudad y el agua,como ocurre en el Loop. Con todo, la fachada deChicago sobre ellago constituye un espectaculo inol-vidable.

Los barrios 0 distritos son las zonas urbanas reIa-tivamente gran des en las que el observador puedeingresar con el pensamiento y que tienen cierto ca-raeter en comun. Se los puede reconocer desde elinterior y de vez en cuando se los puede emplear

comoreferencia exterior cuando una persona va haciaellos. Muchas de las personas entrevistadas pusieronatencion en destacar que en tanto que Boston con-funde por su trazado de calles hasta a los habitantesexperimentados, tiene, por otra parte, por el numeroy vividez de sus barrios diferenciados una cualidadque la compens a plenamente por aquello. Como ex-preso una persona:

"Cada parte de Boston es diferente de1asdemas. Unopuede decir con bastante precision en que parte de 1aciudad esta."

Tambien Jersey City tiene sus barrios, pero setrata, sobre todo, de distritos etnicos 0 socio-econo-micos, con poca diferenciacion fisica. Los Angelescarece acentuadamente de regiones vigorosas, ex-cepcion hecha de la zona del Centro Civico. Losmejores que se pueden hallar son los barrios lineales,con frente a la calle, en Skid Row0 la zona financiera.Gran numero de habitantes de Los Angeles se refi-rieron con melancolia al placer de vivir en un lugarcon zonas muy caraeteristicas. Uno dijo:

"Me gusta Transportation Row porque esta todo for-mando un conjunto. Eso es 10que mas cuenta; todasestas otras cosas son veteadas. AlIi 10 que hay sontransportes. Y toda 1a gente tiene 1a misma cosa encomun, trabajando alIi. Eso es muy 1indo."

Al preguntarseles a los entrevistados sobre la ciu-dad que consideraban bien orientada, mencionarona varias, pero Nueva York (con 10 cual se referian aManhattan) fue citada unanimemente. Ya esta ciu-dad no se la citaba tanto por su parrilla, pues tambienLos Angeles tiene este trazado, sino porque tieneuna serie de barrios caracteristicos bien demarcadosy colocados en un marco ordenado de rios y calles.jDos habitantes de Los Angeles llegaron a decir queManhattan era "pequeno" en comparacion con lazona centric a de su ciudad! Los conceptos de tamanopueden depender en parte de la eficacia con que seaprehenda una estructura.

En algunas de las entrevistas correspondientes aBoston, los barrios constituyeron los elementos basi-

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cos en la imagen de la ciudad. Por ejemplo, al pedir-sele a un entrevistado que hiciera el trayecto deFaneuil Hall a Symphony Hall, este respondio alinstante diciendo que el recorrido consistia en ir deNorth End a Back Bay. Pero incluso cuando no selos usaba activamente para orientarse, los barrioseran, con todo, una parte importante y satisfactoriade la experiencia de vivir en la ciudad. El reconoci-miento de la existencia de barrios diferentesen Bostonvariaba algo, al parecer, con la crecientefamiliaridadcon la ciudad. Las personas mas familiarizadas conBoston tendian a reconocer regioncs pero a confiarmas en elementos mas pequeiios cuando se tratabade organizacion y orientacion. Vnas cuantas perso-nas sumamente familiarizadas con Boston resultaronincapaces de generalizar percepciones detalladasponiendolas en escala de barrios. Les ocurria que,conscientes de diferencias menores en todas las partesde la ciudad, no formaban grupos regionales de ele-mentos.

Las caracteristicas fisicas que determinan los ba-rrios son continuidades tematicas que pueden coI;!i-sistir en una infinita variedad departes integrantes,como la textura, el espacio, la forma, los detalles,los simbolos, el tipo de construccion, el uso, la activi-dad, los habitantes, el grado de mantenimiento y latopografia. En una ciudad de densa edificacion,comoBoston, las homogeneidades de fachada -el material,el modelado, la ornamentacion, el color, la altura yen particular la fenestracion- constituian clavesbasicas para reconocer los barrios principales. Deesto son ejemplos tanto Beacon Hill como Com-monwealth Avenue. Las claves no solo son decarac-ter visual; el ruido tambien es importante. A decirverdad, en ciertos casos la misma confusion puedeservir de clave, como ocurria en el casu de la mujerque seiialaba que sabia que se hallaba en el NorthEnd en cuanto sentia que se andaba perdiendo.

Por 10 comun, las caracteristicas tipicas son repre-sentadas y reconocidas en un conglomerado caracte-ristico, que es la unidad tematica. Por ejemplo, la

Figura 55. p. 205 imagen de Beacon Hill incluia calles estrechas yempinadas; viejas hileras de casas de ladrillo enescala intima; puertas blancas intercaladas y muy

conservadas; guarniciones negras; quietud; y peato-nes de las clases superiores. La consiguiente unidadtematica resultaba caracteristica en contraste con elresto de la ciudad y se la podia reconocer inmediata-mente. En otras partes del centro de Boston existiauna confusion tematica. No era raro que se agruparala Back Bay con el South End, a pesar de sus grandesdife~enciasen materia de usa, posicionsocialy pautas.PosIblemente, esto era el resultado dehallarse ciertahOI?egeneidad arquitectonica, aparte de cierta se-~eJanza en el fondo historico. Estas semejanzastIenden a empaiiar la imagen de la ciudad.

Para producir una imagen vigorosa se necesitacierto refuerzo de daves. Con una excesiva frecuenciaexistenunos cuantos signosdistintivos,peroquenobas-tan para constituir una unidad tematica cabal. En talcaso, alguien familiarizado con la ciudad puede re-conocer la region, pero carece de toda fuerza 0 det~do impacto visual. Este es el caso, por ejemplo, deLIttle Tokyo en Los Angeles, identificable por supoblacion y la caligrafia de sus letreros pero que entodo 10 demas no puede distinguirse de la matrizgeneral. Si bien se trata de una poderosa concentra-cion etnica, que quizas es conocida por un grannumero de personas, solo aparecia comouna porcionsubsidiaria de la imagen de la ciudad.

No obstante, las connotaciones sociales son muysignificativas para la estructuracion de regiones.Una serie de entrevistas callejeras indicolos maticesde clase que muchas personas asociarr condiferentesbarrios. La mayor parte de las regiones de JerseyCity constituian sectores socio-economicos0 etnicosque el forastero solo conseguia discernir con dificul:tad. Tanto Jersey City como Boston han mostradola exagerada atencion que se otorga a los barrios delas dases superiores y la magnificacion consiguieniede la importancia de los elementos en esos sectores.Asimis.mo, l.osnombres de los barrios contribuyen adarles IdentIdad, por mas que la unidad tematica noestabl~zca un contraste pronunciado con otras partesde la cmdad; y las asociaciones tradicionales puedendesempeiiar un papel analogo.

Una vez satisfecho elprincipal requisito y ya cons-tituida una unidad tematica que contrasta con el

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resto de la ciudad, el grado de homogeneidad internaresulta menos significativo, sobre todo si aparecenelementos discordantes en una pauta previsible. La

Figura 57,p. 207 existencia de pequefias tiendas en las esquinas delas calles establecen un ritmo en Beacon Hill que unentrevistado percibia comoparte de su imagen. Estastiendas no debilitaban de ningfm modo su imagen nocomercial de Beacon Hill sino que, simplemente,contribuian a reforzarla. Losindividuos pueden pasarpor alto una asombrosa cantidad de desacuerdo localcon los rasgos caracteristicos de una region.

Los barrios tienen diversos tipos de limites. Unosson rigidos, definidos, precisos. Asi ocurre con ellimite de la Back Bay en el Charles River 0 el JardinPublico. Todos estuvieron de acuerdo en esta ubica-cionexacta. Otros limitespuedenser suaves 0 inciertos,como el limite entre el barrio comercial del centroy el barrio de las oficinas, sobre cuya existencia yubicacion aproximada la mayoria de las personasdaria testimonio. Quedan otras regiones que carecenen absoluto de limites, como ocurria con el SouthEnd en el caso de muchos de nuestros entrevistad913·La figura 25ejemplifica estas diferencias en elcarac-ter de los limites, en el caso de Boston, bosquejando

al mismo tiempo la extension maxima asignada acada barrio y la porcion minima de coincidencia Figura 25, p. 88general.

Estos bordes parecen desempefiar una funcion se-cundaria: pueden poner limites a un barrio y puedenreforzar su identidad, pero aparentemente contribu-yen menos a formar un barrio. Los bordes puedenaumentar la tendencia de los barrios a fragmentarla ciudad, desorganizandola. Unas cuantas personasopinaron que la desorganizacion era un resultadodel gran numero de barrios identificables en Boston:los bordes vigorosos pueden aumentar la impresionde desorganizacion al estorbar las transiciones deun barrio a otro. . .

No es extrafio el tipo d'ebarrio que tiene un fuerte

~f~E~~~;~~~!.;~~1~~Ifr~Yffl~~:.,\Cf:mente por "radiacion", es decir, por la sensacion deproximidad al punto nodal. Estas son fundamental-mente zonas de referencias con escaso contenidoperceptivo, pero con todo constituyen eficaces con-ceptos organizadores.

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Algunos barrios muy conocidos de Boston no esta-ban estructurados en la imagen publica. El WestEnd y elNorth End estaban internamente indiferen-ciados para muchas personas que reconocian estasregiones. Con mas frecuencia todavia, barrios tema-ticamente vividos, como el sector de los mercados,parecian desorientadoramente informes, tanto ex-terior como interiormente. Las sensaciones fisicasde las actividades de los mercados son inolvidables.Fane\lil Hall y sus asociaciones las refuerzan. Pese aesto, el sector es informe y se desparrama, divididopor la Central Artery, y estorbado por los dos centrosde actividad que se disputan la primacia, a saber,Faneuil Hall y Haymarket Square. Las conexionescon otras zonas estan oscurecidas 0 cortadas por laArtery. Asi, el barrio de los mercados £lota, simple-mente, en la mayor parte de las imagenes. En vez decumplir su funcion potencial comovinculo en mosaicoen la cabecera de la peninsula de Boston, como 10hace mas abajo el Common, este barrio, pese a sucaracter distintivo, solo actuaba como una caoticazona de obstruccion. Por su parte, Beacon Hill resuJ-taba muy estructurado, con subregiones internas,un nodo en Louisburg Square, diversos mojones yuna configuracion de sendas.

Asimismo, algunas regiones son introvertidas,vueltas hacia adentro y con escasas referencias a laciudad que se extiende en torno. Asi ocurre con elNorth End 0 Chinatown en Boston. Otras puedenser extravertidas, vueltas hacia afuera y conectadascon elementos circundantes. Asi, el Common da visi-blemente en regiones colindantes, a pesar de susconfusiones de senda interna. En LosAngeles,BunkerHill constituye un ejemplo interesante de barrio conun caracter y asociaciones histOricas bastante fuertes.situado en una caracteristica topografica muy agudaque esta mas proxima aun al corazon de la ciudadque Beacon Hill. Pese a esto, la ciudad corre en tornode este elemento, sepulta sus bordes topograficosen edificiospara oficinas, interrumpe sus conexionesviales y consigue efectivamente que palidezca 0 hastaque desaparezca de la imagen de la ciudad. He aquiuna notable oportunidad de cambio en el paisajeurbano.

Vcase el Apen-dice C para unantilisis detalla-do de Beacon Hill

Algunos barrios son independientes, solitarios ensu zona. Pra~ticamente todas las regiones de JerseyCity y Los Angeles son de esta especie y el SouthEnd es en Boston un ejemplo de 10 mismo. Otrospueden estar ligados entre si, corpo ocurre con LittleTokyo y el Centro Civicoen Los Angeles 0 West End-Beacon Hill en Boston. En una parte del centro deBoston, la cual incluye la Back Bay, el Common,Beacon Hill, el barrio comercial del centro y laszonas financiera y de los mercados, las regionesestan tan proximas y bien ensambladas que formanun mosaico continuo de barrios distintivos. Siempreque se marcha dentro de estos limites se halla uno enuna zona identificable. Por otra parte, el contraste yla proximidad de las zonas realza la fuerza tematicade cada una de ellas. Por ejemplo, su proximidad conScollay Square y con el barrio comercial del centrode la ciudad hace mas nitida la cualidad propia deBeacon Hill.

Los nodos son los focos estrategicos a los quepuede entrar el observador, tratandose tipicamente

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de confluencias de sendas 0 de concentraciones dedeterminada caracteristica. Pero si bien son concep-tualmente puntos pequefiosen la imagen de la ciudad,en realidad pueden ser gran des manzanas 0 formaslineales algo prolongadas eincluso barrios centralesenteros, cuando se consider a la ciudad en un nivelbastante amplio. A decir verdad, cuando se concibeel medio ambiente en un nivel nacional eintemacio-nal, la ciudad entera puede convertirse en un nodo.

La confluencia 0 lugar de una pausa en el trans-porte tiene importancia decisiva para el observadorde la ciudad.Comoen las confluenciasdebenadoptarsedecisiones, la gente aguza su atenci6n en esos lugaresy percibe los elementos vecinos con una claridadmayor de la corriente. Esta tendencia se confirm6tantas vecesque automaticamente puedeconsiderarseque los elementos situados en confluencias adquierenespecial prominencia debido a su ubicaci6n. La im-portancia perceptiva de estas ubicaciones se eviden-cia asimismo en otra forma. Al preguntarse a losentrevistados en que pun to de un recorrido habitual

experimentaban por primera vez la sensaci6n dehaber llegado a la parte baja de Boston, un grannumero de personas sefia16 puntos de interrupci6nde los transportes como los lugares claves. En varioscasos, el punto estaba en la transici6n de una carre-tera (Storrow Drive 0 la Central Artery) a una callede la ciudad; en otro caso, el punto estaba en laprimera parada de tren en Boston (Back Bay Station)por mas que el entrevistado no descendia alIi. Lo~habitantes de Jersey City sentian que habian salidode su ciudad cuando habian pas ado a traves delTonnelle Avenue Circle. El paso de un conducto detransporte a otro parece sefialar la transici6n entreunidades estructurales principales.

Puntos como Scollay S~uare, el circulo de CharlesStreet y South Station constituyen ejemplos de vigo-rosos nodos de confluencia en Boston. Tanto el circu-10de Charles Street como Scollay Square son impor-tantes nodos de confluencia, puesto que ambos sonlos puntos de cambio en que se flanquea el obstaculode Beacon Hill. En si mismo, el circulo no constituyeun lugar hermoso, pero expresa claramente el tras-bordo entre el rio, el puente, Storrow Drive, CharlesStreet y Cambridge Street. Ademas, el espacio fluvialabierto, la estaci6n elevada, los trenes que entran ysalen de la ladera de la colina y el trafico intensopueden ser representados visualmente con claridad.Los nodos pueden ser importantes incluso cuando laforma fisica es inasible, como ocurre con JournalSquare en Jersey City.

Las estaciones del subterraneo, enhebradas a 10largo de sus invisibles sistemas de vias, constituyennodos de confluencia estrategicos. Dnos como lasestaciones d~ Park Street, Charles Street, Copleyy South StatIOn, resultaron muy importantes en elplano de Boston y unos pocosindividuos organizabanel resto de la ciudad alrededor de ellas. La mayorparte de estas estaciones claves eran asociadas conalguna caracteristica clave en la superficie. Otras,como Massachusetts, no eran prominentes. Estose puede deber a que este trasbordo especifico no erausado a menudo por estos individuos en particular 0bien a circunstancias fisicas desfavorables a saberla ausencia de interes visual y la disociaci6~ entre el

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nodo subterrtmeo y el cruce de la calle. En si mismas,las estaciones tienen gran numero de caracteristicasparticulares; unas son faciles de reconocer, como lade Charles Street, y otras dificiles, como Mechanics.Resulta dificil relacionar estructuralmente la mayorparte de ellas con el trazado de la superficie, perohay algunas que son particularmente desconcertantes,como es el caso con la absoluta falta de direccion enla estacion a nivel mas alto en Washington Street.Seria util al mismo tiempo que fascinante un analisisdetallado de la imaginabilidad de los sistemas desubterraneos 0 de los sistemas de transito en general.

Las principales estaciones de ferrocarril constitu-yen casi siempre nodos urbanos importantes, si biensu importancia puede estar menguando. La SouthStation de Boston era uno de los nodos mas fuertesde la ciudad, puesto que es funcionalmente de impor-tancia decisiva para el abonado, el pasajero del sub-terraneo y el pasajero interurbano; yes visualmenteimponente por su voluminoso frente sobre el espacioabierto de Dewey Square. Lo mismo podria decirse

quizas en 10 tocante a los aerodromos, si hubieranestado incluidos en nuestras zonas de analisis. Enteoria, hasta las intersecciones COl!1unesde las callesson nodos, pero en general su pronlIncncia insufi-ciente hace que solo se los imagine como crucesincidentales de sendas. La imagen no puede contenerun numero excesivo de centros nodales.

El otro tipo de nodo, 0 sea la concentraci6n tematica,tam bien aparecio con frecuencia. En Los Angeles,un nitido ejemplo de concentracion tematica est a Figura 17,p. 49constituido por Pershing Square, que es posiblementeel punto mas nitido de la imagen de la ciudad, carac-terizado por un espacio, un arbolado y una actividadque son sumamente tipicos. Otro caso es el de OlveraStreet y su plaza adjunta:. En Boston hay un numerobien abundante de ejemplos, entre los cuales figuranla esquina Jordan-Filene y Louisburg Square. La es-quina Jordan-Filene actua secundariamente comoconfluencia entre Washington Street y Summer Street Figura 30,p. 97Y esta asociada con una parada del subterraneo,pero primordialmente se la reconocia como el centromismo del centro de la ciudad. Es la esquina comercial"ciento pOl' ciento", concentrada en un grado que seve solo raras veces en una gran ciudad de los EstadosUnidos, aunque culturalmente es muy familiar paralos norteamericanos. Es un nucleo, foco y simbolo deuna region importante.

Louisburg Square constituye otra concentraciontematica, un tranquilo espacio abierto residencialque recuerda los temas de clase alta propios de laHill, con un parque con verjas que es muy reconocible.Es un ejemplo mas puro de concentraci6n que la Figura 59,p.209esquina ,jordan-Filene, puesto que no constituye enabsoluto un punto de trasbordo y se 10 recordabasolamente como un lugar situado "en alguna parte"de Beacon Hill. Su importancia como nodo no estaen absoluto en relaci{m con su funci6n.

Los nodos pueden ser al mismo tiempo conf1uen-cias y concentraciones, como ocurre con JournalSquare en ,Jersey City, el cual es un importante tras-bordo de autobuses y autom6viles y es al mismotiempo una concentraci6n de tiendas. Las concen-tracioDl's tem,'tticas pueden constituir el foco de unaregi{m, como ocurre con la esquina ,]ordan-Filene y,

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Figuras 60 y 61,pp. 215 y 216

quizas, con Louisburg Square. Otras no son focossino concentraciones especiales aisladas, como ocu-rre con Olvera Street en Los Angeles.

Una forma fisica vigorosa no es en absoluto de im-portancia fundamental para el reconocimiento deun nodo. Asi 10 atestiguan Journal Square y ScollaySquare. Pero cuando el espacio tiene cierta forma, elimpacto es mucho mas fuerte. El nodo se hace me-morable. Si Scollay Square tuviera una forma espa-cial proporcionada a su importancia funcional cons-tituiria sin lugar a dudas uno de los rasgos claves deBoston. En su forma actual, no se 10 podria recordarninguna forma concreta. Se 10 califico de acabado yde desacreditado. Entre treinta individuos, siete re-cordaron que tiene una estacion de subterraneo; yeste fue el unico punto en que se coincidio. Eviden-temente, no causa impresion visual y se comprendenmuy escasamente las conexiones de diversas sendascon ella, 10 cual constituye la base de su importanciafuncional. En cambio, de un nodo comoCopley Square,el cual es de menor importancia funcional y tieneque hacerse cargo de la interseccion angulada deHuntington Avenue, la imagen era muy nitida, sieh-do sobremanera claras las conexiones de diversassendas. Se la reconocia facilmente, sobre todo enterminos de sus incomparables unidades arquitec-tonicas, como la Biblioteca Publica, Trinity Churchel Copley Plaza Hotel y la vista del John HancockBuilding. Resultaba menos un conjunto espacial queuna concentracion de actividad y de algunos edificiossingularmente contrapuestos.

Nodos como Copley Square, Louisburg Square uOlvera Street tienen limites nitidos, identificables aun os pocos pies. Otros, como la esquina Jordan-Filene, soloresultaban elpunta mas elevado de algunacaracteristica que no tenia un comienzo claro. Decualquier modo, el nodo mas acertado parecia ser almismo tiempo unico en un sentido e intensificar unacaracteristica circundante.

AI igual que los barrios, los nodos pueden ser in-trovertidos 0 extravertidos. Scollay Square es intro-vertido, da poco sentido de la direccion a quien seencuentra en el 0 en sus proximidades. La principaldireccion en sus cercanias es hacia 0 desde el; al

llegar, la principal sensacion de ubicacion es sencilla-mente la de "heme aqui:'. En cambio, elDeweySquarede ~oston ~s extravertIdo. Las direcciones generalesesta~ exph~a.das y son nitidas las conexiones con elbarrIO de oficmas, el barrio de las tiendas y la ribera.Para .un.apersona, South Station en Dewey Squarec~nstItUla una enorme flecha que apuntaba al cora-zon d~ la parte baja de la ciudad. El acct-soa un nodocomo ~ste ~arece proceder de un costado determinado.Pershmg Square posee una cualidad directiva ana-loga, ante todo debido a la presencia del BiltmoreHotel. No ?bstante, en este casu la ubicacion exactaen la parrIlla de sendas resultaba incierta..Muchas. de estas cualidades pueden resumirse me-

dIante el e]emplo de un celebre nodo italiano a saber, ,

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la Piazza San Marco en Venecia. Muy diferenciada,exuberante e intrincada, se extiende en contrasteagudo con el caracter gen~ral de la ciudad y c?n losespacios angostos y retorcldos de sus accesos mII.Ie-diatos. Sin embargo, se liga firmemente co~ el pnn-cipal rasgo de la ciudad, el Gra~ Ca~al, y hene unaforma orientada que aclara la dIrecclOndesde la quese entra. En su interior esta muy diferenc~ada yestructurada, contando con dos espacio? (l~~Iazza yla Piazzeta) y con muchos mojones dIstmtlVos (elDoumo, el Palazzo Ducale, el Campanile, la Libre~~).En su interior, uno se siente siempre en clara rela~lOncon ella micro-situado con precision, por asi decIrlo.Tan distintivo es este espacio que muchas personasque no han estado nunca en Venecia reconoceraninmediatamente su fotografia.

Mojones

Los mojones, los puntos de referencia ~ue se co~-sideran exteriores al observador, conshtuyen ~re-mentos fisicos simples que en escala pueden van~rconsiderablemente. En el caso de las per~Ol~asmasfamiliarizadas con una ciudad parecia eXIshr la ten-dencia a utilizar cada vezmas como~uias los.sistemasde mojones, 0 sea, a gozar de .la smgula~ld~d y laespecializacion, en vezde recurnr a las conh~Uldades.

Como el uso de mojones implica la opClOnde unelemento entre una multitud de posibili~ades, l~ ca-racteristica fisica clave deesta clasees la smgulandad,un aspecto que es unico 0 memora~l~ en el context,o.Si los mojones tienen una forma mtIda se hace m~sfacil identificarlos y es mas probable qu:ese ~osescoJacomo elementos significativos; y tambH~mSIcontras-tan con su fondo y si hay una prominencia en lasituacion espacial. El principal factor parece .ser elcontraste entre figura y fondo. No es necesano quese limite al contorno inmediato el fondo contra el quese destaca un elmento; la veleta de Fane.uil Hall,.lacupula dorada de la State House 0 la cuspIde del CItyHall de LosAngelesson mojonesunicoscontra elfondode la ciudad entera.

En otro sentido, los individuos solian escoger mo-jones por su limpieza en una ciudad sucia (los edifi-cios de la Christian Science de Boston) 0 por sumodernidad en una ciudad vieja (la capilla de ArchStreet). El Medical Center de Jersey City resulto sertan conocido por su pequeno prado y sus flores comopor sus grandes dimensiones. El viejoHall ofRecordsen el Centro Civico de Los Angeles es una estructuraangosta y sucia, puesta en angulo en relacion con laorientacion de todos los otros edificios publicos y conuna escala completamente diferente de fenestraciony detalles. A pesar de su importancia funcional 0

simbolica secundaria, este contraste en la ubicacion,la edad y la escala 10 convierte en una imagen reIa_tivamente bien identificada que a veceses agradable,y otras veces, initante. En diversas ocasiones seafirmo que tenia "forma de pastel", a pesar de serperfectamente rectangular. Esto es, evidentemente,una ilusion debida a su ubicacion en angulo.

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La prominencia espacial puede establecer a loselementos como mojones en una de estas dos formas,a saber: haciendo visible el elemento desde much asubicaciones (el John Hancock en Boston, el RichfieldOil Building en Los Angeles) 0 estableciendo uncontraste local con elementos vecinos, es decir, unavariaci6n en el retroceso y la altura. En Los Angeles,sobre 7th Street y en la esquina de Flower Street, hayun viejo edificio gris de madera, de dos pisos, el cualesta situado unos tres metros mas adentro que elresto de los edificios y en el que hay unas cuantastiendas de poca importancia. Esto atrajo la atenci6ny la imaginaci6n de un asombroso numero de perso-nas. Hasta hubo quien 10 antropomorfizo, llamandole"la damita gris". Este retroceso espacial y la escal~intima constituyen un acontecimiento muy perceptI-ble y delicioso, en contraste con las grandes masasque ocupan el resto de la extensi~·mlin~al d~ frent~.

La ubicaci6n en una confluencla que Imphca decl-siones en materia de senda fortalece a un mojon. Por

ejemplo, elTelephone Building situado en elBowdoinSquare de Boston era utilizado para que las personassiguieran por Cambridge Street. La actividad aso-ciada con un elemento puede tam bien constituirlo enmojon; de esto, un c;asoinusitado se tiene en el Sym-phony Hall de Los Angeles. Este auditorio constituyela antitesis misma de la imaginabilidad visual: si-tuado en un local alquilado en un edifici.oinsignifican-te, cuyo letrero dice tan solo "Baptist Temple", resultatotal mente irreconocible para el extranjero. Su fuerzacomo mojon parecia proceder del contraste y la irri-taci6n provocada por la diferencia entre su importan-cia cultural y su invisibilidad fisica. Las asociacioneshistoricas u otros signifi~ados constituyen poderososrefuerzos, como ocurre en el caso del Faneuil Hall 0

en el de la State House en Boston. Una vez que seadhiere a un objeto una historia, un signa 0 un signi-ficado, su valor como mojon sube.

Los mojones distantes, puntos prominentes visi-bles desde muchas posiciones, eran a menudo bienconocidos, pero solo la gente no familiarizada conBoston parecia usarlos en una medida considerableal organizar la ciudad y seleccionar rutas para reco-rridos. Es el novicio quien se orienta por referenciaal John Hancock Building y la Custom House.

Pocas personas tenian un sentido preciso de dondeestaban esos mojones distantes y de como abrirsecamino hasta la base de uno u otro edificio.Dehecho,la mayor parte de los mojones distantes de Bostoneran "sin fondo", esto es, daban la impresion peculiarde estar flotando. Tanto el John Hancock Buildingcomo la Custom House y la Court Houseson elementosdominantes en el panorama general de la ciudad,pero la ubicacion y la identidad de sus bases no es deningun modo tan significativa como la de sus partessuperiores. FiE{ura 5R. p. 20R

Una de las pocas excepciones a esta evasividadparece ser la cupula dorada de la State House deBoston. Su forma y su funcion singulares, su ubica-cion en la cresta de la colina y el hecho de dar alCommon la visibilidad de su brill ante cupula doradadesde grandes distancias, todo la hace una clave delcentro de Boston. Posee las satisfactorias cualidadesde la reconocibilidad en muchos niveles de referencia

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asi como de coincidencia de importancia simbolica eimportancia visual. .,

Las personas que utilizaban I?o]on~~dlStantes 10hacian solo a los fines de una onentaclOn muy gene-ral 0, con mas frecuencia, de modos sim~olico~.Parauna persona, la Custom House confena umdad ~Atlantic Avenue porque se la puede ver desde caSIcualquier punto situado en esa calle. Para.ot:a, laCustom House establecia un ritmo en el barno fman-ciero, pues se la puede ver intermitentemente enmuchos lugares de esa zona.

El Duomo de Florencia constituye un ejemplo fun-damental de mojon distante: es visible de cerca y delejos, de dia 0 de noche; inconfund~ble; dominantepor su dimension y su co?~orno; esta e~trech~m~nt~relacionado con las tradlclOnes de la cll.~dad,com~l-de con el centro religioso y de trafico; haclendo pare]acon su campanile en forma tal que.la dir~ccion de lavista puede estimarse desde la dlstanCIa. Resultadificil concebir la ciudad sin que se presente a lamente la imagen de este gran edificio. ..

Pero los mojones locales, que solo son vIslbles ~~zonas restringidas, eran empleados c~n frecu~nciamucho mayor en las tres ciudades estud~adas. ~lcho.smojones abarcan todo el margen de ob]etos dl~pom-bles. El numero de elementos locales que se conVlerte~en mojones parece depender tanto del grado de faml-liaridad del observador con su contorno c?~o.de loselementos mismos. Los individuos no famlhanzados

s6lomencionaban por 10comlin unos cuantos mojonesen las entrevistas de oficina, si bien lograban darcon much os otros cuando salian de recorrido sobre elterreno. Los sonidos y los olores reforzaron algunasveces los mojones visuales,por mas que no parecianconstituir mojones en si mismos.

Los mojones pueden ser acontecimientos aisladossin refuerzo. Excepto cuando tienen marcas mu;grandes 0 singulares, constituyen referencias debiles,ya.que resulta facil que pasen inadvertidos y porqueeXlgen una busqueda sostenida. Pa~a dar con la luzde trafico 0 el nombre de la calle es necesario concen-trarse. Con mas frecuencia se recorda ban los puntoslocales en conglomera40s, en los que se refuerzanentre si por repetici6n y son identificables en partepor el contexto.

Una serie consecutiva de mojones, en la que un de-talle evoca por anticipado al pr6ximo y en que losdetalles claves suscitan movimientos especificos delobservador, aparecieron como una forma corrientede desplazamiento en la ciudad. En dichas secuen-cias, habia claves que funcionaban como disparado-res siempre que habia que adoptar decisiones res-pecto a doblar y claves tranquilizadoras que confir-maban al observador en las decisiones ya adoptadas.Los detalles adicionales contribuian a conferir unasensaci6n de proximidad al destino final 0 alasmetas intermedias. En bien de la seguridad emotivay de la eficacia funcional, es importante que estassecuencias sean bastante continuas, exentas de largosvacios, si bien puede haber un espesamiento de deta-lIes en los nodos. La secuencia facilita el reconoci-miento y elrecuerdo. Los observadores familiarizadospueden almacenar una gran cantidad de imagenesde puntos en las secuencias familiares, si bien elreconocimiento puede interrumpirse cuando la se-cuencia es invertida 0 revuelta.

Estos elementos constituyen tan s610la materiaprima de la imagen ambiental en la escala urbana.Es necesario modelarlos conjuntamente para llegar

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a contar con una forma satisfaetoria. Los aDlllisisprecedentes han llegado hasta losgrupos deelementossemejantes (redes de sendas, conglomerados de mo-jones, mosaicos de regiones). El paso logico sig~ienteconsiste en considerar la interaccion de pare]as deelementos diversos.

Estas parejas pueden reforzarse entre si, resonarde modo que realcen mutuamente su fuerza; 0 bienpueden estar en conflieto y destruirse entre si. Ungran mojon puede empequenecer y poner fuera deescala a una pequena region situada en su base.Correctamente situado, otro mojon puede fijar y for-talecer un nucleo; puesto fuera de centro, solo puedeconfundir, comoocurre con el John Hancock Buildingen relacion con Copley Square, en Boston. Una callegrande, con su canleter ambiguo de borde y senda almismo tiempo, puede penetrar y exponer asi a lavista una region, al mismo tiempo que la desorgani-za. Un rasgo de mojon puede ser tan ajeno al caraeterde un barrio que disuelva la continuidad regional 0

bien puede, por otra parte, estar exactamente en elcontraste que intensifica esa continuidad. ,.'

Los barrios en particular, que tienden a ser demayores dimensiones que los otros elementos, con-tienen en su interior diversosnodos,mojonesy sendas;y de este modo estan relacionados con ellos. Estosotros elementos no se limitan a estrueturar interior-mente la region sino que tambit'm intensifican laidentidad del conjunto porque enriquecen y profun-dizan su caraeter. En Boston, Beacon Hill es unejemplo de este efecto. De hecho, los elementos deestructura e identidad (que son las partes de la ima-gen en que estamos interesados) parecen saltar unospor encima de otros a medida que elobservador pasade uno a otro nivel. La identidad de una ventanapuede estar estructurada en una pauta de ventanas,la cual es la clave para la identificacion de un edifi-cio. Los edificios mismos estan relacionados entre side modo tal, que forman un espacio identificable, yasi sucesivamente.

Las sendas, que son elementos dominantes enmuchas imagenes individuales y que pueden consti-tuir un recurso principal de organizacion en la escalametropolitana, tienen interrelaciones intimas con

otros tipos de elementos. Los nodos de confluencia sepro~ucen automaticamente en las principales inter-seCClOnesy terminos; yen razon de su forma deberianreforzar esos momentos criticos en un recorrido. Asu vez,. estos n?dos no son solo afianzados por lap.resencIad~~o]ones (segun ocurre en CopleySquare)SIno q~e aSImIsmo proporcionan un marco que casigarantIza la atencion para cualquier marca de esta?atur~leza. As.imismo, las sendas no solo adquierenIdentIdad y ntmo a traves de su propia forma 0

de ~us confluencias nodales, sino tam bien de lasreglOn~spor las que pas an, los bordes que recorren ylos mo]ones colocados a 10 largo de su extension.

Todos estos elementqs actuan conjuntamente, enun contexto. Resultaria.' interesante estudiar las ca-rac~~risticas de divers as parejas, como ser mojon-regIOn, nod.o-senda, etcetera. A su tiempo, deberiatratars.e de Ir mas alIa de estas parejas, procediendoa consIderar pautas totales.

Parece que la mayoria de los observadores agrupansus elementos en organizaciones intermedias alasque se les podria dar el nombre de complej~s. Elobservador experimenta el complejo como una tota-lid::d cuyas p~rtes dependen entre si y que estan re-latlVa~ente fi]adas en relacion entre si. Asi, muchosbostomanos podrian organizar la mayor parte de loselementos. principales de la Back Bay, el Common,Beacon HIll y la zona comercial centrica en un com-pl~jo unico. Toda esta superficie, conforme a los ter-mmo~ usados por Brown H en sus experimentosmen~lOnadosen el capitulo 1,se ha convertido en unalocahdad. Para otros, el tamano desu localidad puedeser mucho mas pequeno; por ejemplo puede com-prender unicamente la parte comercial' centrica yelborde mas proximo del Common. Fuera de este com-plejo hay claros de identidad; el observador debecorrer a c~egashasta la proxima totalidad, por masque esto solo ocurra momentaneamente. Si bien estanmuy ~roximos en la realidad fisica, parece que la~ayona de las perso~as solo siente que hay un vagoVInculo entre el barno financiero y de oficinas en~oston y el barrio comercialcentrico,situado en Wash-mgton Street. Esta peculiar lejania quedo ejemplifi-cada tam bien por el desconcertante claro entre Scol-

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lay Square y Dock Square, que esUm solo a unacuadra. La distancia psicologica entre dos localida-des puede ser mucho mayor 0 mucho mas dificil desuperar que 10 que parece justificar la mera separacionfisica.

Nuestra presente preocupacion por las partes y nopor los conjuntos 0 totalidades constituye una ca-racteristica necesaria en una investigacion en sufase inicial. Tras la diferenciacion y la comprensionacertadas de las partes, el estudio puede pasar a laconsideracion de un sistema total. Se obtuvierondatos que indicaban que la imagen puede constituirun campo continuo, afeetando a todos los demas laperturbacion de un elemento.Inclusoelreconocimientode un objeto depende tanto del contexto como de laforma del objeto mismo. Una deformacion impor-tante como una contorsion en la forma del Com-mon, 'parecia reflejarse a todo 10 largo de la i1?agende Boston. La perturbacion de la construcClon engran escala no solo influye sobre las proximidadesmas inmediatas. Pero casi no se han estudiado aquiestos efeetos de campo.

En vez de una sola imagen inclusiva de todo elmedio ambiente, parecia haber conjuntos de image-nes que mas 0 menos se superponian e interrelacio-naban. Estos conjuntos estaban tipicamente dis-puestos en una serie de niveles, aproximadamenteconforme a la escala de la superficie de que se tratara,de modo que el observador pasaba como necesaria-mente de una imagen al nivel de una calle a losniveles de barrio, de ciudad 0 de region metropolitana.

Esta distribucion por niveles constituye una nece-sidad en un medio ambiente vasto y complejo. Peroimpone una carga mas de organizacion al obser-vador, en particular si hay poca relacion entre losniveles. Si un edificio alto es inconfundible en elpanorama de la ciudad entera pero irreconocibledesde su base, en tal caso se ha perdido una oportu-nidad de ligar las imagenes en dos niveles diferentesde organizacion. Por su parte, la State House en

Beacon Hill parece pasar a traves de varios nivelesde imagen. Ocupa una posicion estrategica en laorganizacion del centro.

Las imagenes no solo pueden diferenciarse por laescala de la superficie sino tam bien por el puntode vista, la hora del dia 0 la estacion. La imagen deFaneuil Hill que se ve desde los mercados deberia serrelacionada con su imagen vista desde un automovilen la Artery. Washington Street de noche deberiatener cierta continuidad, presentar determinado ele-mento invariable, con Washington Street de dia. Afin de lograr esta continuidad pese a la confusionsensorial, muchos observadores despojaban sus ima-genes de contenido visual, recurriendo a abstraccio-nes como "restaurant~" 0 "segunda calle". Estasabstracciones serviran de dia y de noche, tanto sise va guiando un automovil como si se va a pie, llue-ve 0 brille el sol, por mas que con cierto esfuerzo yperdida.

Asimismo, el observador debe ajustar su imagen alos cambio~ seculares en la realidad fisica que Ierodea. Los Angeles ejemplificolos esfuerzos practicosy emotivos que provoca el hecho de confrontar laimagen con constantes cambios fisicos. Seriaimpor-tante saber de que modo se puede mantener la conti-nuidad a traves de todos estos cambios. Del mismomodo que hacen falta vinculos entre uno y otronivel deorganizacion, tambien son necesarias continuidadesque persistan a traves de un cambioimportante. Estopodria ser facilitado por la conservacion de un viejoarbol, un rastro de senda 0 alglin caraeter regional.

La secuencia en que se trazaron los bosquejos depIanos parecio indicar que la imagen se desarrolla 0

crece en formas diferentes. Esto puede tener quizascierta relacion con la forma en que se desarrollainicialmente cuando un individuo se familiariza consu medio ambiente. Diversos tipos se pusieron enevidencia:

a. Con gran frecuencia, las imagenes se desarro-llaban a 10 largo de lineas familiares de movimientoy luego hacia afuera de ellas. Asi, puede trazarse unplano que se despliega a partir de un punto de entradao que comienza en una linea de base comoMassachu-setts Avenue.

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b. Otros mapas se iniciaban con la construcci6nde un contarno circunvaladar, como la peninsula deBoston, que luego se llenaba en direc:ci6nal centro.

c. Otros pIanos, en especialen LosAngeles, comen-zaban por el trazado de una pauta basica repetida(la parrilla de sendas) y luego agregaban los detalles.

d. Un numero de algo menos de pIanos comenzabapor una serie de regiones contiguas, que se procedialuego a detallar en 10 relativo a conexioneseinteriores.

e. Unos cuantos ejemplos de Boston se desarro-llaban a partir de un nueleo familiar, un elementofamiliar denso del que en ultima instancia todo de-pendia.

En si, la imagen no constituia un modelo preciso,en miniatura, de la realidad, reducido a escala yconsecuentemente abstraido. Como simplificaciondeliberada, se la hacia reduciendo, eliminando 0 in-cluso afiadiendo elementos ala realidad, por fusiono distorsion, por vinculacion 0 estructuracion de laspartes. Para sus fines bastaba y quizas era mejorque fuera deformada, "ilogica". Se asemejaba aaquella famosa caricatura de la concepcionneoyor~-na sobre los Estados Unidos. .

Por muy deforme que fuera, habia un poderosoelemento de invariabilidad topologica con respectode la realidad. Era como si el plano estuviera trazadosobre una hoja de caucho infinitamente flexible; lasdirecciones se torcian, las distancias se alargaban 0

acortaban y las formas grandes cambiaban tantoen relacion con su proyeccion justa en escala, queal principio no se las podia reconocer. Pero la secuen-cia era, por 10 comun, acertada; pocas veces el trazadoestaba reorganizado en otro orden. Esta continuidades necesaria para que la imagen tenga algun valor.

llenas de detalles. Podian ser relativamente densas,como una representacion de Newbury Street queidentifica a cada edificio que hay en su extension, 0relativamente ralas, como cuando se caracterizasimplemente a Newbury Street como una calle bor-deada por viejos edificios con diversos usos.

Tambien podria trazarse otra distincion entreima-genes concretas y sensorialmente vividas, por unaparte, e imagenes sumamente abstractas, generali-zadas y exentas de cantenido sensorial, por la otra.De este modo, la representacion mental de un edificiotanto puede ser vivida y abarcar su forma, color,textura y detalles, como relativamente abstracta,identificandase la estructura como "un restaurante"o "el tercer edificia a partir de la esquina".

Vivido no equivale necesariamente a denso, niralo a abstracto. Una imagen puede ser al mismotiempo densa y abstracta, como ocurre en el caso delconocimiento que tiene de la ciudad el chofer detaximetro, el cual relaciona los numeros de las casascon usos, manzana tras manzana, pero no podriadescribir esas edificios en un sentido mas 0 menosconcreto.

Tambien cabe diferenciar las imagenes con arreglaa su cualidad estructural, esto es, la forma en queestan dispuestas y relacionadas entre si sus partes.Se encuentran cuatro fases a 10 largo de un continuode creciente precision estructural:

a. Los diversos elementos son libres; no hay es-tructura 0 interrelacion entre las partes. No encon-tramos casos puros de este tipa, pero varias imagenesresultaron notoriamente desarticuladas, con vastosclaros y muchos elementos inconexos. Aqui el movi-miento racional resultaba imposiblesin ayuda externa,a menos que se recurriera a la investigacion siste-matica de la superficie entera (10 cual equivalia a laereccion de una nueva estructura sobre el terreno).

b. En otras, la estructura se hacia posicional; laspartes estaban aproximadamente relacionadas enterminas de su direccion general y quizas ineluso desu distancia relativa entre si, en tanto que con todoseguian siendo incanexas. En particular, un indivi-duo se relacianaba siempre con unos cuantos ele-mentos, sin establecer conexiones precisas entre ellos.

El estudio de diversas imagenes individuales entrelos bostonianas revelo algunas otras distincionesentre ellas. Por ejemplo, las imagenes de un elementodiferian entre los observadores en terminos de sudensidad relativa, es decir, el grado en que estaban

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a

El movimiento se llevaba a cabo mediante la bus-queda, moviendose en la direccion general acertada,en tanto se iba y venia para cubrir una conexion ylograr una apreciacion de la distancia para corregirel exceso.

c. Posiblemente mas a menudo la estructura eraflexible; las partes estaban conectadas entre si, peroen forma floja y flexible, como por ligaduras debileso elasticas. Se conocia la secuenciadeacontecimientos,pero el mapa mental podia estar completamentedeformado y su deformacion podia cambiar en dife-rentes momentos. Para citar a un entrevistado: "Megusta pensar en unos cuantos puntos focales y encomo pasar de uno a otro... y no me preocupo poraprender 10 demas." Con una estructura flexible Ieresultaba mas facil el movimiento, ya que iba porsend as conocidas, a traves de secuencias conocidas.Con todo, aun asi podia resultarmuy desconcertanteel movimiento entre pares deelementos no conectadoshabitualmente 0 por sendas que no fueran las habi-tuales.

d. AI multiplicarse las conexiones, la estructuratendia a tornarse rigida; las partes quedaban firmif-mente conectadas entre si en todas las dimensiones;y todas las posibles distorsiones quedaban estructu-radas. El poseedor de un mapa de este tipo puedemoverse con mucha mas libertad y puede interco-nectar a voluntad nuevos puntos. A medida que ladensidad de la imagen aumenta, comienza a asumirlas caracteristicas de un campo total en que es posiblela interaccion en cualquier direccion y a cualquierdistancia.

Estas caracteristicas de la estructura podrian apli-carse en diferentes formas a diferentes niveles. Porejemplo, dos regiones urbanas pueden poseer estruc-turas internas rigid as y conectarse en alguna suturao algun borde. Pero puede ocurrir que esta conexionno se entrelace con las estructuras internas, de modoque la misma conexion sea simplemente flexible.Este efecto parecia ocurrirles a muchos bostonianosen Scollay Square, por ejemplo.

Asimismo, tambien puede distinguirse la estruc-tura total en otra forma diferente. Para algunas, susimagenes estaban organizadas mas bien instanta-

neamente, como una serie de todos y partes quedescendian de 10 general a 10 particular. Esta orga-nizacion tenia la calidad de un plano estatico. Seestablecia la conexion ascendiendo hasta la genera-lidad necesaria que servia de puente y descendiendoluego al detalle deseado. Por ejemplo, para ir de CityHospital a la Old North Church se podria considerarprimeramente que el hospital esta en el South End yque el South End esta en el centro de Boston, situandoluego el North End en Boston y la Iglesia en elinterior del North End. A este tipo de imagen se lapodria denominar jerarquica.

Para otras, la imagen se coordinaba en una formamas dinamica, entrelazandose las partes medianteuna secuencia en el trahscurso del tiempo (inclusoen caso de que ellapso fuera sumamente breve), y sela representaba como si la viera una camara de cine.Estaba mas estrechamente relacionada con la expe-riencia concreta de ir a traves de la ciudad. A estetipo de organizacion de la imagen se 10 podria deno-minar continuo, con la utilizacion de interconexionesque se desenvuelven en vez de jeraquias estaticas.

Podria deducirse de esto que las imagenes de ma-yor valor son aquellas que mas se acercan a unvigoroso campo total, pues son densas, rigidas y vi-vidas; que recurren a todos los tipos de elementos ycaracteristicas de forma sin una mezquina concen-tracion; y que pueden ser coordinadas tanto jerar-quicamente como continuamente, segun 10 exija laocasion. Por supuesto, podemos descubrir que unaimagen de esta naturaleza esrara 0 imposible,queexis-ten vigorosos tipos individuales 0 culturales queno pueden ir mas alIa de sus capacidades basicas.En este caso, se deberia poner a tono el medio am-biente con el tipo cultural adecuado 0 bien modelarloen muchas formas, de modo que se satisfagan lasdiversas necesidades de los individuos que 10habitan.

Estamos constantemente entregados al inten to deorganizar nuestros contornos, al intento por estruc-turarlo e identificarlo. Diversos medios ambientesson mas 0 menos tratables de este modo. Al remode-lar las ciudades seria posible darles una forma quefacilite estos esfuerzos de organizacion en vez dedesbaratarlos.

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Tenemos la oportunidad de constituir nuestro lll~e-vo mundo urbano en un paisaje imaginable, es declr,visible coherente y claro. Esto exigira una nuevaactitud por parte del habitante de la ciudad y unaremodelacion fisica de su dominio en form~s queextasien la vista, que por SImismas se orgamcendenivel en nivel en tiempo y espacio, que puedan repre-sentar simbolos de la vida urbana. El presente estu-dio ofrece algunas claves a este respecto.

La mayor parte de los objetos que estamos acos-tumbrados a llamar bellos, por ejemplo un cuadroo un arbol son cosas con un solo proposito, en losque a trav~s de un largo desarroll? 0 la in;fl~encia deuna voluntad hay un vinculo intlmo y VIsIbleentreel detalle delicado y la estructura total. Una ciudades una organizacion cambiante y de multiples pro-positos una tienda para much as funciones, levan-tada p~r muchas manos y con relativa veloci~a?: Laespecializacion completa, el e~granado defml~lVo,es poco factible y nada conveme~te. La for~:: tleneque ser algo libre de trabas, plastlca, en r~laclOnconlos objetivos y las percepciones de sus cmdadanos.

Pese a esto hay funciones fundamentales de lasque pueden ser expresivas las formas. de la ciudad: lacirculacion, los principales usos de la tierra, los pU?tosclave focales. Las esperanzas y los placeres colectivos,el sentido comunitario pueden ser convertidosen came.

Por sobre todo, si se organiza en forma visible el me-dio ambiente y se 10 identifica nitidamente, elciudadano puede impartirle sus propios significadosy conexiones. Entonces se convertira en un verdaderolugar, notable e inconfundible.

Para dar un solo ejemplo, Florencia es una ciudadde vigoroso caracter que cala hondo en los afectos demucha gente. Si bien muchos forasteros reaccionaranal principio ante ella en forma negativa, consideran-dola fria y aplastante, con todo no podran negar suparticular intensidad. Vivir en este medio ambiente,cualesquiera sean los problemas economicos 0 socia-les con que se tropiece,parece aiiadir una profundidadmas a la experiencia,.1o mismo si es de deleite, demelancolia 0 de perten~ncia.

La ciudad tiene, por supuesto, una historia eco-nomica, cultural y politica de proporciones escalo-friantes, y la evidencia visual de este pasado explica Figura 34, p. 114en buena medida el fuerte caracter florentino. Perose trata, asimismo, de una ciudad que es muy visible.Se halla situ ada en una concavidad de colinas, demodo que las colinas y la ciudad son casi siemprevisibles entre si. Por el sur, el campo abierto penetracasi hasta el corazon de la ciudad, estableciendo unnitido contraste, y desde una de las ultimas colinasempinadas una terraza de una vista "aerea" delnucleo urbano. Al norte, pequefias poblaciones se-paradas, como Fiesole y Settignano, estan posadasvisiblemente en colinas caracteristicas. Desde elpreciso centro simbolico y de transportes de la ciudadse yergue la enorme einconfundible cupula delDuomo, Figura 33, p. 102flanqueada por el campanile de Giotto, el cual cons-tituye un punto de orientacion visible en todos lossectores de la ciudad y desde mqchas millas de dis-tancia. Esta cupula es el simbolo de Florencia.

La ciudad central tiene caracteres de fuerza casiavasalladora: calles acanaladas y empedradas; altosedificios de piedra y estuco, con persianas, rejas dehierro y entradas como de cuevas, coronados por loscaracteristicos aleros profundos de Florencia. Dentrode este sector se encuentran muchos fuertes nodulos,cuyas formas distintivas estan reforzadas por suusa especial 0 su tipo de usuario. La zona centralesta tachonada de mojones, cada uno de ellos con su

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nombre propio y su historia. El rio Arno atraviesa elconjunto y 10 conecta con el paisaje mas vasto.

Con estas formas nitidas y diferenciadas la genteha establecido estrechos vinculos, referidos a hechoshistoricos 0 a experiencias personales. Cada escena-rio se reconoce instantaneamente y despierta unverdadero diluvio de asociaciones. Cada parte encajacon la otra. El medio visual se convierte en parteintegrante de las vidas de sus habitantes. La ciudadno es de ningun modo perfecta, ni tan siquiera en elsentido limitado de la imaginabilidad; por otra parte,no todo el exito visual de la ciudad depende de estasola cualidad. Pero parece haber un placer simple yautomatico, un sentimiento de satisfaccion, de pre-sencia y correccion que surge de la simple vista dela ciudad 0 de la oportunidad de salir a dar unasvueltas por sus calles.

Florencia es una ciudad inusitada. A decir verdad,por mas que dejemos ya de limitarnos a EstadosUnidos, la ciudad sumamente visible sigueteniendo

algo de rareza. Son legion las aldeas 0 sectores ur-banos imaginables, pero es posible que no haya masde veinte 0 treinta ciudades en el mundo entero querepresenten una imagen coherentemente vigorosa.Incluso asi, ninguna de ellas abarcaria una superfi-cie de mas de unas cuantas millas cuadradas. Si bienla metropoli ya no es un fenomeno raro, no hay contodo en ninguna parte del mundo una superficiemetropolitana con algun vigoroso caracter visual,con una estructura evidente. Todas las ciudades fa-mosas padecen del mimo desparramo informe en laperiferia.

Resulta razonable preguntarse, pues, si es de hechoposible una metropoli cpherentemente imaginable,una metropoli 0 por 10 !henos una ciudad. Conside-rando la carencia de ejemplos es necesario argumen-tar en gran parte sobre la base de suposiciones ymediante la proyeccion de acontecimientos pasados.Los seres humanos han acrecentado el alcance desu percepcionen otras ocasiones, al encontrarse frentea un nuevo desafio, y no hay muchos motivos parapensar que 10 mismo no pueda suceder de nuevo. Porotra parte, existen secuencias decarreteras que indicanque esta nueva organizacion en gran escala podriaser posible.

Asimismo es posible citar ejemplos de forma visibleen esta escala mas vasta que no sean ejemplos ur-banos. La mayoria de las personas puede evocarunos cuantos paisajes favoritos que poseen esta di-ferenciacion,esta estructura y esta forma nitida que de-seariamos crear en los medios ambientes en quevivimos. El paisaje al sur de Florencia, en el caminode Poggibonsi, tiene este caracter, kilometro traskilometro.Los valles, cerros y pequefias colinas tienenuna gran variedad, pero configuran un solo sistema.Los Apeninos limitan el horizonte al norte y al este.El terreno, visible a gran des distancias, esta des-montado e intensamente cultivado con una granvariedad de cosechas -trigo, olivares, vifiedos-,cada una de las cuales es claramente discernible porsu color y su forma particulares. Cada pliegue delterreno se refleja en el contorno de los campos, lasplantas y los senderos; cada cerro esta coronado poruna pequefia poblacion, una Iglesia 0 una torre, de

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modo que se podria decir: "He aqui mi pueblo y alliesta aquel otro." Guiados por la estructura geologicade los rasgos naturales los hombres han logrado unajuste delicado y visible de sus acciones. El conjuntoconstituye un solo paisaje, pese a 10 cual cada partepuede diferenciarse de la vecina.

El caso de Sandwich, en New Hampshire, podriatomarse como otro ejemplo.AlIi las White Mountainsse hunden en las cabeceras de los rios Merrimac yPiscataqua. La ladera cubierta de bosques de lamontana contrasta agudamente con el terreno on-dulado y semicultivado que hay abajo. Al sur, lasOssipee Mountains constituyen una Ultima aparicionaislada de colinas. Varios de los picos, comoel MonteChocorua, tienen formas caraeteristicas peculiares.El efeeto es mas marcado en los "intervalles", esasmesetas planas en la base misma de las montanas,que estan total mente desmontadas y que dan esasensacion extrana y poderosa de un "lugar" especial,comparable exactamente con la sensacion de loca-lidad tan fuerte que se tiene en una ciudad comoFlorencia. En la epoca que se desmonto todo el terrenomas bajo para cultivarlo, el paisaje entero debed'ehaber tenido esta misma cualidad.

Hawai podria ser tornado como otro ejemplo masexotico, con sus montanas a pico, sus rocas muycoloreadas y sus grandes arrecifes, su vegetacionexuberante y tan particularizada, el contraste entreel mar y la tierra, y las espectaculares transiciones deun costado al otro de la isla.

Se trata, por supuesto, de ejemplos personales queelleetor puede reemplazar con los suyos propios. Devez en cuando son el produeto de grandes aconteci-mientos naturales, como en Hawai; con mas fre-cuencia, como ocurre en Toscana, son produeto dela transformacion por obra del hombre, llevada acabo con determinados objetivos y mediante unatecnologia comun en la estruetura basica proporcio-nada por un proceso geologico continuo. Si tieneexito, esta modificacion se lleva a cabo con concienciade la interconexion y al mismo tiempo de la indivi-dualidad de los recursos naturales y los objetivoshumanos.

Como mundo artificial, la ciudad deberia serlo en

el mejor sentido de la palabra, es decir, hecha conarte y disenada'con fines humanos. De antiguo, esnuestro habito adaptamos a nuestro medio ambiente,diferenciar y organizar perceptivamente todo 10 quese hace presente a nuestros sentidos. La superviven-cia y el predominio mismos se basan en esta adap-tabilidad sensorial; pero ya podemos pasar a unanueva fase de esta interaccion. Ya podemos comenzara adaptar el medio ambiente mismo a la pauta percep-tiva y al proceso simbolico del ser humano.

Realzar la imaginabilidad del medio urbano equi-vale a facilitar su identificacion y su estructuracionvisuales. Los elementos anteriormente diferenciados-las sendas, los bordes, los mojones, los nodos y lasregiones- son los bloques de construccion en el pro-ceso de ereccion de estrueturas firmes y diferenciadasen escala urbana. l.Que sugestiones podemos sacardel material precedente en cuanto alas caracteristicasque estos elementos podrian tener en un medio ver-

.. daderamente imaginable?Las sendas, la red de lineas habituales 0 potencia-

les de movimiento a traves del complejo urbano, sonlos medios mas poderosos que pueden servir paraordenar el conjunto. Las lineas claves deben teneruna u otra cualidad singular que las distinga de loscanales circundantes, por ejemplo una concentracionde un uso 0 una actividad especial a 10 largo de susmargenes, una cualidad espacial caracteristica, unatextura especial de piso 0 fachada, un trazado parti-cular de alumbrado, un conjunto singular de olores 0

sonidos, un detalle tipico 0 un modo de arbolado. Esposible conocer Washington Street por su traficointenso y su espacio tan limitado como una ranura.Yes posible conocer Commonwealth Avenue por sucentro bordeado por arboles.

Estos caraeteres deben aplicarse de modo tal queden continuidad ala senda. Si una 0 mas de estascualidades se emplea constantemente a 10 largo deella, la senda produce la imagen de un elemento

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continuo y unificado. La caracteristica puede ser elarbolado de una avenida, elcolor0la textura singulardel pavimento 0 bien la continuidad clasica de lasfachadas de los edificios. La regularidad puede serritmica, una repetici6n de aberturas espaciales, demonumentos 0 de boticas en las esquinas. La con-centraci6n misma del trayecto habitual por unasenda, como por una linea de transito, reforzara estaimagen familiar y continua.

Esto lleva a considerar 10que se podria denominarjerarquia visual de las calles y vias, analoga a lafamiliar recomendaci6n de una jerarquia funcional,a saber, la selecci6n sensorial de los conductos clavesy su unificaci6n como elementos perceptivos conti-nuos. Esto constituye el esqueleto de la imagen de laciudad.

La linea de movimiento debe tener claridad dedirecci6n. Al computador humano 10perturb an laslargas sucesiones de vueltas 0 las curvas gradualesy ambiguas que al final produeen grandes earnbiosde direccion. Las continuas vueltas de las calli vene-cianas 0 de las calles en uno de los planes roman ticosde Olmsted, asi como el giro gradual de la Atlariti'cAyenue de Boston, confunden a todos, con excepcionde los observadores mas adaptados. Una senda rectatiene una direcci6nnitida, por supuesto, perotam bienla tiene una senda con unos pocos giros bien defini-dos, pr6ximos a los 90 grados, asi como una conmuchos giros leves que, con todo, no pierda nunca sudirecci6n basica.

Los observadores parecen dotar a una senda conun sentido de sefialamiento 0 de direcci6n irreversi-ble, e identifican una calle con eldestino hacia el quese dirige. En realidad, una calle se percibe comoalgoque va hacia algo. La senda debe apoyar esto en elplano perceptivo mediante terminales acentuadas ymediante un gradiente 0una diferenciaci6n de direc-ci6n, de modo que se Iede un sentido de progresi6n, ylas direccionesopuestas sean diferentes.Un gradientecomun es el del declive del terreno, y al individuo seIe informa generalmente que debe ir calle "arriba" 0calle "abajo"; pero hay muchos otros. EI numerocrecientede letreros, tiendas 0 personas puede marcarel acercamiento a un nucleo comercial; asimismo,

puede haber un gradiente de color 0textura del arbo-lado; el acortamiento de las cuadras 0 el entubadodel espacio pueden indicar la proximidad del centrode la ciudad. Del mismo modo se puede recurrir alasasimetrias. Quiza se pueda avanzar "manteniendoel parque a la izquierda" 0 dirigiendose "hacia lacupula dorada". Pueden usarse flechas, 0 bien todaslas superficies salientes en una misma direcci6npueden tener un color determinado. Todos estosmedios hacen de la senda un elemento orientadoque puede ser usado como referencia. Desapareceasi el peligro de cometer un error "y tomar el malcamino".

Si las posiciones a 10largo de la senda puedenser diferenciadas en forma mensurable entoncesla linea no s610 estara orientada, sino tam biengraduada. La numeraci6n corriente de las casasconstituye una tecnica de esta indole. Un mediomenos abstracto consiste en marcar un punto iden-tificable en la linea, de modo que los demas lugarespuedan concebirse como situados "antes" 0 "des-pues". Varios puntos de verificaci6n facilitan laidentificacion. 0 una cualidad (como el espacio delcorredor) puede tener una modulaci6n de gradien-te con ritmo cambiante, de modo que el cambio mis-mo tenga una forma reconocible. Asi, uno podriadecir que determinado lugar esta "justo antes de quela calle se vaya estrechando muy rapidamente" 0bien"sobre la saliente de la colina antes del ascenso fi-nal". La persona en movimiento no s610puede sentirque "va en la direcci6n exacta" sino tambien que"ya casi ha llegado". Cuando el recorrido incluyeuna seriede acontecimientosdiferenciadoscomoestos,llegar y pasar de una meta secundaria a otra, elrecorrido mismo adquiere significado y se convierteen una experiencia por derecho propio.

Los observadores quedan impresionados, hastaen el recuerdo, por la aparente cualidad "kineste-sica" de una senda, por el sentido de movimientoque se tiene recorriendola: se sube, se baja, se gira.Esto resulta valido especial mente cuando la sendase atraviesa a gran velocidad. Una gran curvadescendente que se aproxima a un centro de ciudadpuede producir una imagen inolvidable. Las sen-

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saciones tactiles e inerciales intervienen en estapercepcion del movimiento, pero la vision pareceser el sentido predominante. Los objetos a un ladode la senda pueden ser distribuidos de modo queagucen el efecto de paralaje de movimiento 0 pers-pectiva 0 bien puede hacerse visible el cursu de lasenda al frente. La modelacion dinamica de la lineade movimiento Ie confiere identidad y produce unaexperiencia continua en el tiempo.

Toda exposicion visual de la senda 0 de su metarealza su imagen. Esto puede hacerlo un gran puente,una avenida axial, un perfil concavo 0 la siluetadistante del destino final. La presencia de la sendapuede ponerse en evidencia mediante gran des mojo-nes u otras sugestiones. La linea vital de circulacionse hace palpable ante nuestros ojos y puede conver-tirse en el simbolo de una funcion urbana funda-mental. A la inversa, la experiencia se realza si lasenda revela la presencia de otros elementos urbanosal viajero; si los atraviesa 0 da contra ellos tangen-cialmente, si ofrece sugestiones y simbolos de aquelloa traves de 10 cual se pasa. Por ejemplo, un subterr<iJ.-neo, en vez de estar enterrado vivo podria pasar derepente a traves de la misma zona de las tiendas 0

bien su estacion podria recordar, a traves de su forma,la naturaleza de la ciudad que hay arriba. La sendapodria estar modelada en forma tal que la circulacionmisma se hiciera evidente a los sentidos; las callescortadas, las rampas y las espirales Iepermitirian altrafico entregarse a la contemplacion de si mismo.Todas estas son recnicas destinadas a acrecentar elal-cance visual del viajero.

Por 10 regular, una ciudad esta estructurada porun conjunto organizado de sendas. El punto estrare-gico en un conjunto como este es la interseccion, elpunto de conexion y decision para el hombre enmovimiento. Si esto se puede representar visualmentecon claridad, si la propia interseccion constituyeuna imagen vivida y si la posicion de cada senda enrelacion con la otra esta expresada con claridad, elobservador puede construir una estructura satisfac-toria. El Park Square de Boston es una confluenciaambigua de calles principales; la union de ArlingtonStreet con Commonwealth Avenue es clara y neta.

Sin excepcion, las estaciones de subterraneo no llegana formar estas confluencias visuales nitidas. Debeponerse particular atencion en la tarea de explicarlas intrincadas intersecciones de los modem os sis-temas viales.

Por 10 regular resulta sumamente dificil concep-tualizar la confluencia de mas de dos sendas. Unaestruetura de send as debe tener cierta sencillez deforma para constituir una imagen clara. Es necesariala sencillez en un sentido topologico mas que en unsentido geometrico, de modo que un cruce irregularperu aproximadamente en angulo recto es preferiblea una triseccion precisa. Ejemplos de estas estrueturassimples son las seriesparalelas 0 fusiformes; loscruces con una, dos 0 tres barras; los reetangulos 0

bien unos cuantos ejes entrelazados.Tambien es posible modelar las sendas como una

red que explica las relaciones tipicas entre todas lassendas del conjunto sin identificar ninguna sendadeterminada. Esta condicion implica una parrillaque tenga cierta coherencia, sea de direccion, de in-terrelacion topologica 0 de espaciamiento intemo.La parrilla pura reune los tres elementos, peru lainvariabilidad topologica 0 de direccion puede en simisma ser muy eficaz. La imagen se hace mas nitidasi todas las sendas que van en un sentido topologicoo en una direccion de la brujula estan diferenciadasvisualmente de las demas sendas. Asi, la distincionespacial entre las calles y avenidas de Manhattan eseficaz. Igualmente eficaces podrian resultar los co-lores, el arbolado 0 los detalles. Los nombres y lanumeracion, los gradientes de espacio, la topografiao los detalles, la diferenciacion en el interior de lared, pueden dar a la parrilla un sentido progresivo 0

hasta en escala.Hay una ultima forma de organizar una senda 0

un cojunto de sendas, la cual adquirira cada vez masimportancia en un mundo de grandes distancias ygran des velocidades. Se la podria denominar "melo-dica", por analogia con la musica. Los acontecimientosy las caracteristicas a 10 largo de la senda -losmojones, los cambios de espacio, las sensacionesdin amicas- podrian estar organizados como una li-nea melodica, percibida e imaginada como una

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forma que se experimenta a 10 largo de un conside-rable intervalo de tiempo. Como la imagen seria lade una melodia total y no la de una serie de puntosseparados, cabe suponer que resultaria mas inclusiva,al mismo tiempo que exigiria menos. La forma podriaser la clasica secuencia de introduccion-desarrollo-culminacion-conclusion, 0 bien podria adoptar formasmas sutiles, como ser las que evitan las conclusionesdefinitivas. El acceso a San Francisco a traves de labahia es un atisbo de este tipo de organizacion melo-dica. Se trata de una tecnica que brinda un vastocampo para el desarrollo y los experimentos en ma-teria de disefio.

Asi como las sendas, tam bien los bordes exigencierta continuidad de forma a 10 largo de su extension.Por ejemplo, el borde de un barrio com~rcial puedeconstituir un concepto importante y ser dificil descu-brirlo sobre el terreno debido a no teneruna continui-dad reconocible de forma. El borde adquiere tam bienmas fuerza si es lateralmente visible desde ciertadistancia, marca un gradiente agudo de caracter desuperficie y se une claramente alas dos regionesligadas. Asi, el cese abrupto de una ciudad medievalen su muralla, el frente de rascacielos de departa-mentos sobre Central Park y la transicion clara delagua a la tierra en un frente marino son vigorosasimpresiones visuales. Cuando dos regiones que con-trastan fuertemente se hallan en estrecha yuxtapo-sicion, estando expuesto a la vista su borde de union,la atencion visual se concentra facilmente.

En particular cuando las regiones ligadas no sonde caracter opuesto resulta util diferenciar los doslados de un borde, orientar al observador en el sentido"adentro-afuera". Esto puede lograrse mediantemateriales que hagan contraste, mediante una con-cavidad consistente de linea 0 mediante el arbolado.o bien el borde puede estar modelado para que orientea 10 largo de su extension mediante un gradiente,puntos identificables a intervalos 0 la individuali-

zacion de un extremo con respecto del otro. Cuandoel borde no es continuo y se cierra en si mismo resultaimportante que sus extremos tengan terminos precisos,anclas identificables que completan y situan la linea.La imagen del muelle de Boston, que por 10 comunno es pensada como continuacion de la linea delCharles River, carece de una ancla perceptiva enuno y otro extremo yes, por 10 tanto, un elementoindeciso y confuso en la imagen total de Boston.

Un borde puede ser algo mas que una barreradominante, tan solo si se permite que pase a travesde el una penetracion visual 0 de movimiento' si porasi decirlo, se 10 estructura en cierta profundidad conlas regiones laterales. Entonces se convierte en unajunta y deja de ser una bhrrera, constituyendose enuna linea de intercambio en cuya extension las doszonas estan trabadas.

Si un borde importante esta provisto de much asconexi ones visuales y de circulacion con el resto dela estructura urbana, se convierte en un rasgo con elque facilmente se alinea todo 10demas. Una manerade aumentar la visibilidad de un borde consiste enaumentar su accesibilidad 0 usn, como cuando seabre una ribera para el trafico 0 el recreo. Otra ma-nera podria consistir en construir bordes sobreeleva-dos, visibles desde grandes distancias.

Por su parte, la caracteristica fundamental de unmojon viable es su singularidad, su contraste con sucontexto 0 fondo. Puede tratarse de una torre cuyasilueta se destaca sobre techos bajos, de flores contraun muro de piedra, de una superficie brill ante enuna calle grisacea, de una Iglesia entre tiendas, de una ntrutn 0 OJBOJoproyeccion en una fachada continua. La prominenciaespacial atrae la atencion particularmente. Puederesultar necesario el control del mojon y su contexto,la restriccion de los letreros a superficies especificadas,los limites de altura que se aplican a todos los edifi-cios con excepcion de uno. El objeto resulta asimismomas notable si posee claridad en la forma general,segun ocurre con una columna 0 una esfera. Si ade-mas tiene cierta riqueza de detalles 0 de textura, nohay duda de que atraera la vista.

Un mojon no es necesariamente un objeto grande;tanto puede ser un llamador de puerta como una

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cupula. Su situacion es de importancia decisiva: seagrande 0 pequeno, el engaste espacial debe permitirque se 10 yea; en caso de ser pequeno, hay determi-nadas zonas que reciben mas atencion perceptivaque otras, como las superficies de piso 0 las facha-das proximas que estan al nivel del ojo 0 un poquitomas abajo. Todas las interrupciones en el trafico-los nodos, los puntos de decision- constituyenlugares de percepcion intensificada. Las entrevistasponen en evidencia que los edificios corrientes en lospuntos de decision en la ruta son record ados conclaridad, en tanto que las estructuras peculiares enuna ruta continua pueden perderse en la oscuridad.Un mojon resulta todavia mas vigoroso si es visibledurante un lapso 0 un trecho considerable y result amas util si puede distinguirse la direccion de la vista.Si es identificable desde cerca y desde lejos, mientrasel observador se mueve rapidamente 0 con lentitud,de dia 0 de noche, se convierte en un ancla establepara la percepcion del mundo urbano complejo ycambiante.

La fuerza de la imagen aumenta cuando el moj.6ncoincide con una concentracion de asociacion. Si eledificio que se destaca es el escenario de un aconte-cimiento historico 0 si el color brill ante de las puertases el de la casa de uno, entonces se convierte realmenteen un mojon. Hasta la asignacion de un nombretiene poder, una vez que el nombre es conocido yaceptado por todos. A decir verdad, para que nuestromedio ambiente adquiera significacion resulta ne-cesaria esta coincidencia entre asociacion e imagina-bilidad.

Los mojones aislados, a menos que sean dominantes,tienden a constituir referencias debiles en si mismos.Su reconocimiento exige una atencion sostenida. Encambio, si estan congregados, se refuerzan entre si yno solo con caracter aditivo. Los observadores fami-liarizados desarrollan agrupaciones de mojones apartir del material menos promisorio y dependen deun conjunto de signos integrados, cad a uno de cuyosmiembros puede ser demasiado debil para que quederegistrado. Las marc as pueden estar dispuestas asi-mismo en una secuencia continua, de modo que todoun recorrido se reconozca y resulte comodo a traves

de una sucesion de detalles familiares. Las calleslaberinticas de Venecia se hacen recorribles despuesde una 0 dos experiencias porque abundan en detallescaracteristicos que rapidamente se organizan en se-cuencias. Con menos frecuencia, los mojones puedenser agrupados en pautas que en si mismas tienenforma y que por su apariencia pueden indicar ladireccion desde la que se las observa. De este modo,en el mojon florentino constituido por la cupula y elcampanile los elementos danzan el uno alrededordelotro.

Los nodos son los puntos conceptuales de sujecionen nuestras ciudades. Sin embargo, solo rara veztienen en los Estados Unidos una forma adecuadapara sostener esta atenc'ion, fuera de cierta concen-tracion de actividad.

El primer requisito previo para este sosten percep-tivo es ellogro de la identidad a traves de la singula-ridad y la continuidad de los muros, los pisos, losdetalles, la iluminacion, la vegetacion, la topografiao la linea de horizonte del nodo. La esencia de estetipo de elemento es que constituya un lugar nitido einolvidable, que no pueda confundirse con ningunotro. La intensidad de uso afianza esta identidad,por supuesto, y a veces la misma intensidad de usocrea formas visuales que se distinguen, como ocurreen Times Square. Pero son legion entre nosotros loscentros de tiendas y las rupturas de transportes quecarecen de este caracter visual.

El nodo esta mas definido si tiene un limite agudoy cerrado, y si no se prolonga inciertamente en suscostados; resulta mas notable si cuenta con uno 0

dos objetos que sean focos de atencion. Pero si puedetener forma espacial coherente, resultara irresistible.Este es el concepto clasico de la formacion de espaciosestaticos al aire libre y existen muchas t€cnicas parala expresion y definicion de estos espacios, comolas transparencias, las superposiciones, la modula-cion de la luz, la perspectiva, los gradientes de super-ficie, la clausura, la articulacion, las pautas de movi-miento y sonido.

Si se puede conseguir que una interrupcion en eltrans porte 0 un punto de decision en una senda

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coincida con el nodo, el nodo recibini mas atenciontodavia. El empalme entre la senda y el nodo debeser visible y expresivo, segun ocurre en el caso desendas que se corlan. El viajero debe ver comoingresaal nodo, donde se produce la interrupcion y comosale.

Estos puntos de condensacion pueden, por irradia-cion, organizar grandes distritos a su alrededor si dealgun modo su presencia esta sefialada en los con-tornos. Un gradiente de usa u otra caracteristicapuede llevar hasta el nodo 0 bien su espacio puedeser visible ocasionalmente desde el exterior; 0 tambienpuede contener mojones elevados. La ciudad de Flo-rencia se concentra de este modo en tomo de suDuomo y su Palazzo Vecchio,estando ambos situadosen nodos principales. El nodo puede emitir una luz 0un sonido caracteristico 0 bien su presencia puedepresentirse por un detalle simbolico en el area tribu-taria de la ciudad que hace eco a una cualidad delnodo. En un barrio los sicomoros podrian revelar laproximidad de una plaza que se destaca por estardensamente arbolada con ellos 0 bien pavimentosde guijarros podrian llevar a un recinto cubierto deguijarros.

Cuando el nodo tiene en su interior una orientacionlocal-un "arriba" 0 "abajo", una "izquierda" 0 una"derecha", un "£rente" 0 "detras"- selopuedeconec-tar con el principal sistema de orientacion. Cuandosendas reconocidas entran en un empalme neto, tam-bien puede establecerse el vinculo. En uno y otrocaso el observador siente la presencia de la estructurade la ciudad en tomo suyo. Sabe en que direcciondebe moverse hacia afuera para alcanzar una metay la particularidad del sitio mismo es realzada por elcontraste que se siente con la imagen total.

Es posible disponer una serie de nodos para queforme una estructura conectada. Se los puede ligarmediante una estrecha yuxtaposicion 0 bien permi-tiendo que sean intervisibles, segun ocurre con lasPiazze San Marco y Santa Annunziata, en Florencia.Se los puede poner en una relacion comun con unasenda 0 un borde, unidos por un corto elemento devinculacion 0 relacionados por un ecode una caracte-

nstica que vaya del uno al otro. Estos vinculos puedenestructurar considerables zonas de la ciudad.

Un barrio urbano es, en su sentido mas simple, unsector de caracter homogeneo, que se reconoce porclaves que son continuas a traves del barrio y dis-continuas en otras partes. La homogeneidad puedeser de caracteristicas espaciales, como ocurre en elcaso de las angostas calles en declive que hay enBeacon Hill; de tipo arquitectonico, como las hilerasde casas con frentes protuberantes que se hallan enel South End; de estilo 0 de topografia. Tambienpuede ser un rasgo tipico de construccion, tales comolas graderias blancas de Baltimore. Puede ser unacontinuidad de color, detextura 0 material, de super-ficie del piso, de escala b detalles de la fachada, deiluminacion, arbolado 0 silueta. Cuanto mas se su-perponen estos rasgos, mas fuerte es la impresion deuna region unificada. Parece que una "unidad tema-tica" de tres 0 cuatro caracteres como estos resultaparticularmente eficaz para delimitar una zona. Por10 comun, las personas entrevistadas conservan re-unido en sus mentes un pequefio grupo deestos carac-teres, como las angostas calles en declive, los pavi-mentos de ladrillo, las casas en hilera de pequefiaescala y los portales entrados de Beacon Hill. Sepueden mantener fijos en un barrio varios caracteresde estos, en tanto que se diversifican como se quieralos otros facto res.

Cuando la homogeneidad fisica coincide con elusa y la posicion social, el efecto resulta inconfundi-ble. El caracter visual de Beacon Hill esta reforzadodirectamente por su condicion de barrio residencialde la clase superior. En los Estados Unidos se da elcaso inverso como fenomeno mas habitual es decirel caracter visual apoya poco el caracter s'ocial. '

Tambien hace mas nitido un barrio la precision yla clausura de sus limites. Un conjunto de viviendasde Boston, en Columbia Point, tiene un caracterislefio que socialmente puede resultar poco conve-niente pero que es perfecta mente claro desde el puntode vista visual. En realidad, toda isla pequefia poseeuna singularidad encantadora por este motivo. Y sila region es facilmente visible como totalidad, por

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ejemplo por vistas elevadas 0 panoramicas, 0 bienpor la convexidad de su terreno, su independenciaesta asegurada.

Asimismo, el barrio puede estar estructurado den-tro de si mismo. Pueden haber barrios secundarios,diferenciados interiormente aunque adaptados alconjunto; nodos que irradian estructura mediantegradientes u otras sugestiones; pautas de sendasinternas. La Back Bay esta estructurada por su redde sendas alfabetizadas y por 10comun aparece enforma clara e inconfundible, asi como algo ampliada,en la mayor parte de los mapas esquematicos. Unaregi6n estrueturada tiende a constituir una imagenmas vivida. Por otra parte, les dice a sus habitantesno s610que "estan en alguna parte de X", sino que"estan en X, cerca de Y".

Cuando un barrio esta debidamente diferenciadoen su interior puede expresar las conexiones conotros rasgos de la ciudad. Ahora el limite debe serpenetrable; debe ser una sutura en vezde una barrera.Un barrio puede unirse con otro por yuxtaposici6n,intervisibilidad, relaci6n con una linea 0 un vinculo,como un nodo intermedio, una senda 0 un barriopequeno. Beacon Hill esta vinculado con el nucleometropolitano a traves de la regi6n espacial del Com-mon; y en esto reside buena parte de su atractivo.Estos vinculos realzan el caracter de cada barrio yrelacionan gran des seetores urbanos.

Es concebible que se pueda contar con una regi6nque no este caraeterizada tan s610por la homegenei-dad espacial, sino que en realidad sea una autenticaregi6n espacial, un continuo estrueturado de formaespacial. En un sentido primitivo, los espacios ur-banos extensos como las abras de los rios son de estanaturaleza. Una regi6n espacial puede distinguirsede un nodo espacial (una manzana) porque no esposible examinarla rapidamente. S610 se la puedeexperimentar, como un juego modelado de cambiosespaciales, a traves de un recorrido bastante lento deella. Quizas los patios de procesiones en Pekin 0 losespacios de los canales en Amsterdam poseen estacualidad. Cabe suponer que evocan una imagen degran fuerza.

Estas claves para el diseno urbano pueden resu-mirse en otra forma, puesto que hay temas comunesque se desarrollan a traves de todo el conjunto, asaber, las reiteradas referencias a determinadas ca-racteristicas fisicas generales. Se trata de las cate-gorias de interes directo en el diseno, puesto quedescriben cualidades sobre las que puede actuar undisenador. Se las podria resumir en la siguienteforma:

1. Singularidad 0 claridad de figura-fondo: La ni-tidez del limite (como el cese subito del desarrollourbano); la clausura (como una plaza cercada); el~ontraste de superficie; forma, intensidad, comple-]ldad, tamano, uso, situaci6n espacial (como unatorre unica, una decoraci6n exuberante, un letrerorelumbrante). El contraste puede ser con el contornovisible inmediato 0 con la experiencia del observador.He aqui las cualidades que identifican un elemento,que 10hacen destacarse, que 10hacen vivido y reco-nocible. A medida que aumenta su familiaridad, losobservadores parecen depender cada vez menos delas grandes continuidades fisicas para la organiza-ci6n del conjunto y deleitarse cada vez mas en elcontraste y la singularidad que vivifica la escena.

2. Sencillez de la forma: Claridad 0 sencillez de laforma visible en el sentido geometrico, limitaci6n departes (como la claridad de un sistema de parrilla, unrectangulo, una cupula). Las form as de esta natura-leza se incorporan con mucho mas facilidad a laimagen y hay datos que demuestran que los obser-vadores transforman los hechos complejos en formassimples, por mas que esto cueste algo, tanto desde elpunto de vista perceptivo como desde el practico.Cuando un elemento no es visible simultaneamentecomo una totalidad, su forma puede ser una defor-maci6n topo16gica de una forma simple y, pese a esto,perfeetamente inteligible.

3. Continuidad: Continuidad de borde 0 superficie(como en el canal de una calle, la linea del firmamentoo el retroceso); la proximidad de las partes (como ungrupo de edificios); la repetici6n del intervalo ritmico(como una pauta de esquina de calle); la similari-dad, analogia 0 armonia de superficie, forma 0 uso

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(como en un material de construccion comun, lapauta reiterada de bay windows, la semejanza deactividad comercial, el uso de letreros comunes). Heaqui las cualidades que facilitan la percepcion deuna realidad fisica compleja comouna sola 0 interre-lacionada, las cualidades que sugieren el otorgamientode una sola identidad.

4. Predominio: EI predominio de una parte sobrelas demas por medio del tamafio, la intensidad 0 elinteres, 10 cuallleva a la interpretacion del conjuntocomo un rasgo principal con un racimo asociado(por ejemplo, en la "zona de Harvard Square"). Estacualidad, al igual que la continuidad, permite la sim-plificacionnecesaria de la imagen mediante la omisiony la inclusion. Las caracteristicas fisicas, en la medi-da que llegan a estar sobre el umbral de la atencion,parecen irradiar su imagen conceptualmente hastacierto punto, difundiendose a partir de un centro.

5. Claridad de empalme: Gran visibilidad de losempalmes y las suturas (tal como ocurre en unainterseccion principal 0 frente al mar); la relacionclara 0 interrelacion (como la que existe entre unedificio y su solar 0 la que hay entre una estacion desubterraneo y la calle de arriba). Estos empalmesson los momentos estrategicos de estructuracion ycorresponde que sean sumamente perceptibles.

6. Diferenciaci6n de direcci6n: Asimetrias, gra-dientes y referencias radiales que diferencian unextremo del otro (como ocurre en una senda que seremonta por una colina, que se aleja del mar y vauna direccion de la brujula de otra (como por la luzdel solo por el ancho de las avenidas norte-sur).una direccion de la brujula de otra (como ser por laluz del solo por el ancho de las avenidas norte-sur).Estas cualidades son utilizadas en abundancia alestructurar en la escala mas vasta.

7. Alcance visual: Cualidades que aumentan elmargen y la penetracion de la vision, realmente 0

simbolicamente. Entre ellas figuran las transparen-cias (como ocurre con el vidrio 0 los edificios sobresoportes); las superposiciones (como ocurre cuandodetras de unas estructuras aparecen otras); las pers-pectivas y los panoramas que aumentan la profun-didad de la vision (como ocurre en las calles axiales,

los espacios abiertos, amplios, las VIstas elevadas);los elementos de articulacion (focos,varas demedicion,objetos penetrantes) que explican visualmente 11ll

espacio; la concavidad (comoen el caso de una colinaal fondo 0 en el de una calle que se curva) que expone~ la vista objetos mas distantes; las claves que ha-blan de un elemento que es de otro modo invisible(como el tipo de actividad que es caracteristico deuna region que aparecera 0 el uso de detalles carac-teristicos para sugerir la proximidad deotroelemento).Todas estas cualidades conexas facilitan la aprehen-sion de un conjunto vasto y complejo al acrecentar,por asi decirlo, la eficacia de la vision, esto es, sualcance, su penetraciony su poder de resolucion.

8. Conciencia del movimiento: Cualidades quehacen sensible al observador, a traves de los sentidosvisuales y cinestesicos, su propio movimiento real 0potencial. De esta naturaleza son los artificios quemejoran la claridad de los declives, las curvas y lasinterpenetraciones; que mantienen la coherencia de ladireccion 0 el cambio de direccion; que dan la expe-riencia de paralaje de movimiento y perspectiva; 0que hacen visible el intervalo de distancia. Comouna ciudad es experimentada en movimiento, estascualidades son fundamentales y se las utiliza paraestructurar y hasta para identificar, siempre que sugrado de coherencia 10 hace posible (por ejemplo:"vaya por la izquierda, despues por la derecha", "enla curva pronunciada" 0 "a tres manzanas por estacalle"). Estas cualidades refuerzan y desarrollan 10que un observador puede hacer para interpretar ladireccion 0 la distancia 0 para sentir la forma en elmovimiento mismo. Con el aumento de velocidad,sera necesario que estas tecnicas se perfeccionen enla ciudad moderna.

9. Series temporales: 0 sea series que se experi-mentan en el transcurso del tiempo, las cuales com-prenden tanto las secuencias simples de punto porpunto, en las que un elemento esta simplementeenlazado con los dos elementos que hay antes ydetras de el (segun ocurre en una serie casual demojones detallados); como las series que estan ver-daderamente estructuradas en el tiempo y que deeste modo son de naturaleza melodica (como si los

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mojones aumentaran de intensidad de forma hastaalcanzar un punto de culminacion). El primer tipo(secuencia simple) es utilizado muy frecuentemente,en particular a 10 largo de sendas familiares. ~ucontrapartida melodica se ve con menos frecuencIa,pero su desarrollo puede ser de la mayorimportanciaen la gran metropoli modern a, que es dinamica. Eneste caso 10que se modelaria seria la pauta de ele-mentos que se desarrolla y no los elementos en si, delmismo modo que recordamos las melodias y no lasnotas. En un medio complejo hasta podria resultarutil el uso de tecnicas contrapuntisticas, es decir, laspautas en movimiento de melodias 0ritmos opuestos.Se trata de metodos sutiles que es necesario desarro-llar conscientemente. Es necesario proveerse de nue-vas ideas con respecto de la teoria de las formas queson percibidas como una continuidad en el tiempoasi como en 10tocante a los arquetipos de disefio queexhiben una secuencia melodica de elementos deimagen 0 una sucesion formada de espacio, textura,movimiento, luz 0 silueta.

10. Nombres y significados: Caracteristicas no fi-sicas que pueden realzar la imaginabilidad de unelemento. Los nombres, por ejemplo, son importantespara hacer cristalizar la identidad. De v~zen cuan~odan claves de la situacion (North StatIOn). Los SIS-temas de denominacion (al bautizar con las sucesivasletras del alfabeto, por ejemplo, una serie de calles)tam bien facilitaran la estructura de elementos. Lossignificados y las asociaciones, sean de naturalezasocial, historic a, funcional, economica 0 individual,constituyen todo un dominio que esta mas alla de lascualidades fisicas de que nos ocupamos aqui. Refuer-zan vigorosamente las sugestiones de identidad 0estructura que pueden haber latentes en la formafisica misma.

Ninguna de las cualidades antes mencionadasactua aisladamente. Cuando una sola cualidad estapresente (por ejemplo, la continuidad de material deconstruccion sin ningun otro rasgo en comun) 0cuando las cualidades estan en conflicto(comoocurreen dos sectores con un mismo tipo de edificacionpero con diferentes funciones), el efecto total puedeser flojo 0exigir un esfuerzo para identificar y estruc-

turar. Parece que es necesario cierto grado de repeti-cion, de redundancia y refuerzo. Asi, seria inconfun-dible una region que tuviera una forma simple, unacontinuidad de tipo y uso de la edificacion, quefueraunica en la ciudad, estuviera netamente delimitada,claramente ligada con una region vecina y fueravisualmente concava.

Al ocuparse del disefio mediante tipos de elementosexiste la tendencia a pll,sar por alto el problema de lainterrelacion de las partes en un conjunto. En unconjunto de esta naturaleza, las sendas prepararianpara los barrios y ligarian entre si los diversos nodos.Los nodos ensamblarian y sefialarian las sendas, entanto que los bordes demarcarian los barrios y losmojones indicarian sus nucleos. La orquestacion to-tal de estas unidades entretejeria una imagen densay vivida; y la sostendria a 10largo de superficies deescala metropolitana.

Los cinco elementos -senda, borde, barrio, nodo ymojon- deben ser considerados tan s610como cate-gorias empiricas comodas en las cuales y alrededorde las cuales ha sido posible agrupar una mas a dedatos. En la medida que son utiles, actuanin comobloques de edificacion para el disefiador. Una vezdominadas sus caracteristicas, Ie correspondera aeste la tarea de organizar un conjunto que resulteexperimentado como secuencia, cuyas partes solosean percibidas en el contexto. Si Iecorrespondiera aldisefiador disponer una serie de diez mojones a 10largo de una send a, cada uno de estos mojones ten-dria una cualidad de imagen absolutamente diferenteque la que tendria si estuviera colocado por separadoy en forma prominente en el nucleo de la ciudad.

Las formas deben ser manipuladas de modo talque haya un nexo entre las multiples imagenes deuna gran ciudad, de dia y de noche, en invierno y enverano, de cerca y de lejos, estaticamente y en movi-miento, prestando atencion y distraidamente. Losprincipales mojones, regiones, nodos 0 sendas deben

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ser reconocibles bajo diversas condiciones, pero enuna forma concreta mas que abstracta. Esto no equi-vale a decir que la imagen deba ser la misma entodos los casos. Pero si Louisburg Square cubierta denieve tiene una forma que concuerda con la de Louis-burg Square en pleno verano 0 si la cupula de laState House en la noche brilla en una forma querecuerda esa cupula vista de dia, la cualidad con-trastante de cada imagen es saboreada con masgusto aun debido al vinculo comu~. Ahora se, haceposible mantener lado a lado dos vIstas de la cmdadabsolutamente diferentes y asi se abarca la escalade la ciudad comono es posible hacerlo de otro modo,a saber, aproximandose al ideal de una imagen queconstituye un campo total.

Al mismo tiempo que la complejidad de la ciudadmoderna exige continuidad, tam bien proporcionaun gran deleite: el del contraste y la especializaci~nde las caracteristicas individuales. Nuestro estudlOsugiere que se consagre cada vez mas atencion a ,losdetalles y las singularidades de caracter, a medIdaque aumenta la familiaridad. El caracter vivido,delos elementos y su sintonizacion exacta con las dIfe-rencias funcionales y simbolicas contribuira a pro-porcionar este caracter. El contraste ~ema.rcara massi se ponen en relacion estrecha e Imagmable ele-mentos netamente diferenciados. De este modo cadaelemento adquiere un caracter intensificado que lees proplO. .

A decir verdad, la funcion de un buen medlOam-biente visual no se reduce soloa fa~ilitar los recorridoshabituales ni a afianzar significados y sentimientosque ya se poseen. De la misma importancia puedeser su funcion de guia y estimulo para nuevas explo-raciones. En una sociedad compleja hay que llegar acontrolar muchas relaciones mutuas. En una demo-cracia nos quejamos del aislamiento, ensalzamos eldesarrollo individual y esperamos una comunicacioncada vez mayor entre los grupos. Si un medio am-biente posee un vigoroso marco visible asi comopartes muy caracteristicas, resulta mas facil y ~asatrayente la exploracion de nuevos sect~wes.SI seestablecen claramente vinculos estrategIcos de co-municacion (como museos, bibliotecas 0 lugares

de reunion), aquellos que de otro modo podrian pa-sarlos pOI'alto quiza se sientan atraidos y los visiten.

Quizas ya no es un factor tan importante de imagi-nabilidad como solia serlo la topografia subyacente,el marco natural preexistente. La densidad, y enparticular la extension y la compleja tecnologia dela metropoli moderna tienden a hacerle sombra. Lasuperficieurbana contemporanea tienecaracteristicasy problemas de origen humano que a menudo con-trarrestan la especificidad del terreno. 0 quiza seriamas exacto decir que el caracter especificodel terrenoes hoy tanto el resultado de la accion y los deseoshumanos como de la estructura geologica original.POI'otra parte, a medida que la ciudad se extiende,los factores "naturales"'significativos pasan a ser losmas vastos y fundamentales, en vez de serlo losaccidentes mas pequefios. El clima basico, la flora yla superficie generales de una region vasta, las mon-tafias y los principales sistemas hidrograficos seanteponen a los rasgos locales. No obstante, la topo-grafia sigue siendo, con todo, un elemento importantepara reforzar el vigor de los elementos urbanos: lascolinas puntiagudas pueden definir regiones, los riosy las riberas constituyen bordes poderosos, los nodospueden ser confirmados porIa colocacion en puntosclaves del terreno. Las actuales autopistas constituyenun excelente punto de vista desde el cual se puedeaprehender la estructura topografica en vasta escala.

Una ciudad no esta construida para una sola per-sona sino para un gran numero de personas de ex-traccion, tempera mento, ocupacion y posicion socialsumamen te diferentes. Nuestros analisis indican unavariacion de fondo en la forma en que las diferentef'ipersonas organizan su ciudad, en cuanto a los ele-mentos de que dependen mas 0 en cuanto alas cua-lidades formales que les resultan mas atrayentes.POI' esto el disefiador debe crear una ciudad quecuente con tantas sendas y tantos bordes, mojones,nodos y barrios como sea posible; una ciudad que nosolo haga uso de una 0 dos cualidades formales, sinode todas ellas. De este modo, los diferentes observa-dores encontraran material perceptivo que se prestepara su modo particular de vel' el mundo. En tantoque un hombre reconocera una calle pOI'su pavi-

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mento de ladrillo, otro recordara su vasta curva y untercero se fijara en los mojones menores a 10largo desu extensi6n.

Una forma visible sumamente especializada encie-rra, por otra parte, sus peligros; pues es necesariacierta plasticidad en el medio ambiente perceptivo.Si s610hay una senda dominante hacia una meta,unos cuantos puntos focales sagrados 0 una serieferrea de regiones rigidamente separadas, solo hayun modo de imaginar la ciudad sin un considerableesfuerzo. Y ese modo de imaginarla no solo puederesultar insatisfactorio para las necesidades de todaslas personas sino que hasta puede resultar insatis-factorio desde el punto de vista de las necesidades deuna misma persona, ya que estas cambian de tiempoen tiempo. Un viaje pocofrecuente se torna inc6modoo peligroso; las relaciones interpersonales puedentender a encerrarse en compartimientos estancos; elescenario se vuelve monotono 0 restrictivo.

Remos tornado como muestras de organizacioneficaz aquellas partes de Boston en que las sendasescogidas por los entrevistados parecian abrirse conbastante libertad. Cabe suponer que en ellas se Ieofrece al ciudadano un abundante conjunto de rutashacia su destino para que escoja entre ellas y quetodas estan bien estructuradas eidentificadas. Se daun valor semejante en una red que se superpone debordes identificables, de modo que pueden formarseregiones grandes 0 pequefias de acuerdo con elgustoy la necesidad. La organizacion nodal adquiere suidentidad en el foco central y puede fluetuar en elborde. De este modo posee una ventaja de flexibilidadsobre la organizaci6n divisoria 0 limitrofe, la cual serompe si tiene que cambiar la forma de las regiones.Resulta import ante mantener algunas gran des for-mas comunes, como nodos fuertes, sendas clavesu homogeneidades regionales vastas. Pero en el in-terior de este gran marco debehaber cierta plasticidad,buen numero de estrueturas y claves posibles, demodo que el observador individual pueda elaborarsu propia imagen, una imagen comunicable, seguray suficiente pero al mismo tiempo flexible e integradacon sus necesidades.

El ciudadano cambia su lugar de residencia con

mas frecuencia en la actualidad que nunca antes, deun sector a otro, de una ciudad a otra. Una buenaimaginabilidad en su medio ambiente Ie permitiriasentirse rapidamente en casa en un nuevo contorno.Cada vez puede confiarse menos en la organizaciongradual alcanzada a traves de una prolongada ex-periencia. El propiomedio urbano cambia con rapidez,a medida que las tecnicas y las funciones se transfor-man. Con frecuencia estos cambios resultan pertur-badores para el ciudadano en el plano emocional ytienden a desorganizar su imagen perceptual. Laswcnicas de disefio que se consideran en el presentecapitulo pueden resultar utiles para mantener unaestruetura visible y un sentido de continuidad pormas queseestenproduciendocambiosmasivos.Podrianconservarse determinados mojones 0 nodos, tras-plantarse a las nuevas construcciones ciertas unida-des tema ticas de caraeter barrial y proteger 0 conser-var temporalmente determinadas sendas.

Las dimensiones crecientes de nuestras zonas me-tropolitanas y la velocidad con que las atravesamosplante a muchos nuevos problemas a la percepcion.La region metropolitana es ahora la unidad funcio-nal de nuestro medio ambiente y es conveniente queesta unidad funcional sea identificada yestructuradapor sus habitantes. Los nuevos medios de comunica-cion que nos permiten vivir y trabajar en esta vastaregion interdependiente tambien nos podrian permitirhacer que nuestras imagenes estuvieran en propor-cion con nuestras experiencias. En el pasado se hanproducido estos subitos pas os a nuevos niveles deatencion cuando se producian saltos en la organiza-cion funcional de la vida.

La imaginabilidad total de una zona extensa comoes una regi6n metropolitana no significaria una in-tensidad igual de imagen en todos los puntos. Rabriafiguras predominantes y fondos mas extensos, puntasfocales y un tejido de ligazon. Pero, intensa 0neutral,cada parte, segun es de suponer, resultaria clara y

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estaria claramente ligada con el conjunto. Nuestrocalculo debe comprender la posibilidad de formarimagenes metropolitan as con elementos como auto-pistas, lineas de transito 0 lineas aereas; .vast~s re-giones con toscos bordes de agua 0 espaclO ablerto;nodos comerciales principales; rasgos topograficosbasicos; y quizas masivos mojo~es distantes.

Pero el problema resulta arduo, sm embargo, cuandose trata de componer una pauta para una zona elol~n~.Existen dos tecnicas con las que estamos famlhan-zados. En primer termino, la region entera puede sermodelada como una jerarquia estatica. Por ejemplo,se la podria organizar como un barrio 0 distrito p~n-cipal que induyera tres barrios 0 distritos ~ecund~n?s,cada uno de los cuales abarcaria tres bamos terCIanosy asi sucesivamente. 0, para dar otro ejemplo dejerarquia, cada parte de la region podria tener sucentro en un nodo secundario y ser estos nodos se-cundarios los satelites de un nodo principal, en tantoque todos los nodos principale~ culminaria~ ,en unsolo nodo primario correspondlente a la regIOn.

La segunda tecnica consiste en el uso de uno 0 doselementos dominantes muy grandes, con los quepueden relacionarse muchas cosas mas pequefias;por ejemplo, el asiento de un poblado a 10 largo de.~nlitoral maritimo 0 bien el disefio de una poblaclOnlineal dependiente de una columna basica de comu-nicacion. Un extenso medio ambiente podria ind usoestar relacionado radial mente con un mojon muypoderoso, como una colina central. .

Estas dos tecnicas parecen resultar algo madecua-das para la solucion del problema metropolitano.Por mas que elsistemajerarquico se adapta a algunosde nuestros habitos de pensamiento abstracto, pare-ceria constituir una negacion de la libertad y lacomplejidad de los vinculos en una metropoli. Esnecesario establecer todas las conexiones en unaforma indirecta y conceptual, es decir, llegar hastauna generalidad y volver a algo particular, por masque la generalidad que sirve de puente tenga pocoquever con la verdadera conexion. Se trata de launidad que se halla en las bibliotecas y, como essabido las bibliotecas exigen el uso constante de unvoluminoso sistema de referencias mutuas.

La dependencia de un poderoso elemento domi-nante confiere, por una parte, una sensacion muchomas inmediata de relacion y continuidad, pero porotra parte se vuelve mas complicada a medida que au-menta el tamafio del medio ambiente, puesto que esnecesario encontrar un elemento dominante quetenga tamafio suficiente para estar en escala con sutarea y que asimismo tenga suficiente "area de su-perficie",de modo que todos los elementos secundariospuedan mantener una relacion razonablemente es-trecha con el.Asi, se precisa un gran rio, por ejemplo,que de suficientes rodeos como para que tada lapoblacion quede bastante cerca de su curso.

No obstante, se trata con todo de dos metodosposibles y result aria provechoso investigar su exitoen la unificacion de vastos medias ambientes. Tam-bien la aeronavegacion puede simplificar elproblemaya que (en terminos de percepcion) se trata de unaexperiencia estatica y no dinamica, de una ocasionde ver una zona metropolitan a casi de un solovistazo.

Sin embargo, considerando nuestro modo actualde experimentar una vasta zona urbana, resulta masatrayente otra clase de organizacion, a saber, la dela secuencia 0 pauta temporal. Se trata de una nocionfamiliar en musica, teatro, literatura 0 danza. Por 10tanto se hace relativamente facil concebir y estudiarla forma de una secuencia de acontecimientos a 10largo de una linea, como la sucesion de elementosque puede contemplar un viajero en una carreteraurbana. Prestando un poco de atencion y contan docon las herramientas adecuadas esta experienciapodria resultar significativa y bien modelada.

Tambien es posible tratar la cuestion de la rever-sibilidad, es decir, el hecho de que la mayor parte delas sendas se atraviesa en una y otra direccion. Laserie de elementos debe tener una forma sucesiva enuno u otro orden, la cual podria lograrse mediante lasimetria en el punto central 0 en formas mas sutiles.Pero el problema de la ciudad sigue planteando difi-cultades. Las secuencias no solo son reversibles sinoque tam bien se hallan interrumpidas en muchospuntos. Una secuencia esmeradamente establecidaque lleve de la introduccion, la primera proposiciony el desarrollo hasta la culminacion y la conclusion

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puede resultar un fracaso rotundo si un conductoringresa directamente en ella en el punto culminante.Por 10 tanto, puede ser necesario buscar secuenciasque sean interrumpibles al mismo tiempo que rever-sibles, es decir, secuencias que conserven suficienteimaginabilidad hasta cuando se las interrumpa endiversos puntos, mas 0 menos como ocurre en losfolletines de las revistas. Esto podria llevarnos de laclasica forma comienzo-culminacion-conclusion aotras formas que se parecerian mas alas pautas deljazz, esencialmente interminables y, pese a esto, con-tinuas y variadas.

Estas consideraciones se refieren a la organizaciona 10 largo de una sola linea de movimiento. Unaregion urbana podria organizarse entonces medianteuna red de estas secuencias organizadas, poni{mdosea prueba cada una de las formas propuestas paraaveriguar si cada una de las sendas principales, encada direcci6n y desde cada punto de ingreso, poseeuna secuencia formada de elementos. Esto es conce-bible cuando las sendas tienen una pauta simple,como la convergencia radial. Se hace mas dificilimaginarlas cuando la red es difusa y tiene intersec-ciones, como ocurre en una parrilla. En este casu lassecuencias actuan en cuatro direcciones diferentesen el mapa. Aunque se trata aqui de una escalamucho mas delicada, esto se asemeja al problema dela distribuci6n cronologica de un sistema progresivode 1uces de tnifico en una red.

Hasta es concebible la posibilidad de componer uncontrapunto conforme a estas lineas 0 de una linea aotra. Asi, podria hacerse valer una secuencia de ele-mentos 0 "melodia" contra una contrasecuencia. Qui-zas estas tecnicas tendrian que aguardar, empero,hasta contar con un auditorio mas atento y de espi-ritu mas critico.

Tampoco este metodo dinamico, 0 sea la organi-zacion de una red de secuencias formadas, no parece,con todo, 10 ideal. El medio ambiente no es tratadocomo conjunto sino, mas bien, como una colecci6nde partes (las secuencias), dispuestas de modo talque no se opongan entre si. Intuitivamente, es dableimaginar un modo de crear una pauta total, unapauta que solo paulatinamente se experimentara y

desarrollara mediante experiencias en secuenciapese a que pudieran estarinvertidas einterrumpidas:Aunque se la experimentara como una totalidad, noseria necesario que se tratara de una pauta muyunificada con un centro unico 0 un limite aislador.La cualidad principal seria la continuidad en secuen-cia, en la que cada parte fluye de la siguiente, esdecir, un sentido de interrelaci6n en cualquier nivel 0

en cualquier direccion. Habria zonas determinadasque cualquier individuo podria sentir u organizarcon mas intensidad, pero la region seria continua yrecorrible mental mente en cualquier orden. Esta po-sibilidad es sumamente especulativa y no se nosocurre ningun ejemploconcreto satisfactorio.

Quizas no puede existir esta pauta deuna totalidad.En tal caso, las tecnicas ya mencionadas subsistencomo posibilidades en la organizaci6n de grandesregiones, a saber, la jerarquia, el elemento predomi-nante 0 la red de secuencias. Con optimismo, estastecnicas solo exigirian los controles de planeamientometropolitano que en la actualidad se buscan porotros motivos, peru esto queda por verse.

Toda zona urbana existente y que funciona poseeestructuras e identidad, por mas que solo sea enescasa medida. Jersey City dista mucho del purocaos. De no ser asi, resultaria inhabitable. Casi siem-pre, una imagen potencialmente vigorosa se ocultaen la situacion misma, como ocurre en las Palisadesde Jersey City, su forma peninsular y su relaci6n conManhattan. Un problema frecuente es el de la remo-delacion sensible de un medio ya existente es decirdescubrir y conservar sus imagenes vigoro~as, resol:ver sus dificultades de percepci6n y, por sobre todo,extraer la estructura y la identidad latentes en laconfusion.

En otras ocasiones, el disefiador hace frente alproblema de la creacion de una nueva imagen, comoocurre cuando se esta llevando a cabo una vastaobra de remodelacion. Este problema es departicular

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importancia en las prolongaciones suburbanas denuestras regiones metropolitanas, en las que debenorganizarse perceptivamente vastas franjas de 10que fundamentalmente constituye un nuevo paisaje.Los rasgos naturales ya no son una guia suficienteen 10 tocante a la estructura debido a la intensidad yla escala del desarrollo que se les aplica. Con elactual ritmo de edificacion, no queda tiempo para lalenta adaptacion de la forma a fuerzas pequefias eindividualizadas. Por 10 tanto hemos de dependermucho mas que en el pasado del disefioconsciente, 0

sea, de la manipulacion deliberada del mundo confines sensoriales. Aunque cuenta con abundantesantecedentes, representados por ejemplos anterioresde disefio urbano, la tarea debe llevarse a cabo ahoracon una escala absolutamente diferente de espacioy tiempo.

Estas modelaciones 0 remodelaciones deben serregidas por 10 que se podria llamar "plan visual" dela ciudad 0 la region metropolitan a, esto es, unaserie de recomendaciones y controles referentes alaforma visual en escala urbana. La preparacion deun plan de esta naturaleza podria comenzar con elanalisis de la forma actual y la imagen publica de lazona, usando las tecnicas que surgen de este estudioy que se detallan en el apendice B. Este analisisconcluiria con una serie de diagramas e informesque representaran las imagenes publicas significa-tivas, los problemas y oportunidades visuales basicos,y los elementos de imagen y las interrelaciones deelementos cuyo caracter fuera critico, detallandosesus cualidades y posibilidades de cambio.

Mediante el uso de esta base analitica, pero sinlimitarse a ella, el disefiador podria proceder a desa-rrollar un plan visual en escala urbana, cuyo objetoseria fortalecer la imagen publica. Dicho plan podriaprescribir la situacion 0 conservacion de mojones, eldesarrollo de una jerarquia visual de sendas, el esta-blecimiento de unidades tematicas para los distritoso la creacion 0 la clarificacion de puntos nodales.Sobre todo, se ocuparia de las interrelaciones de ele-mentos, de su percepcion en movimiento y de laconcepcion de la ciudad como una forma visibletotal.

,Un cambio fisico fundamental no se justifica, qui-za, sobre esta sola base estetica, excepto en ciertospuntos estrategicos. Pero el plan visual podria influirsobre la forma de los cambios fisicos que se poducenpor otros motivos. Dicho plan deberia ajustarse atodos los demas aspectos del planeamiento corres-pondient~ a la region, a fin de convertirse en partenormal e mtegral del plan inclusivo. Como todas lasdemas partes de este plan, estaria en un estado con-tinuo de revision y desarrollo.

Los controles utilizados para lograr la forma vi-su~l en la escala urbana podrian ir desde las estipu-laclOnesgenerales relativas ala distribucionen zonasp.asando por el asesorarpiento y la influencia persua:sl~a sobre los disefios privados, hasta el estableci-mle~to_decont:oles estrictos en los puntos criticos yel dlseno efectlVo de las obras publicas, como lascarreteras 0 los edificios publicos. Estas tecnicas nodifieren mucho, en principio, de los controles utili-zados para ellogro de otros objetivos en materia deplaneamiento. Probablemente resultara mas dificillograr comprension del problema y desarrollar ladestreza necesaria en materia de disefio que obtenerlos poderes necesarios, una vez que este en claro elobjetivo. Mucho queda por hacer antes que se justi-fiquen los controles de largo alcance.

El objetivo final de un plan de esta naturaleza no~s la forma fisica misma sino la calidad de unaImagen en la mente. Asi, resultara igualmente utilperfeccionar esta imagen mediante adiestramientodel observador, ensefiandole aver su ciudad a obser-var ~us multiples formas y como se ligan e~tre si. Al~s cmdadanos se los podria sacar a la calle, podriandIctarse clases en las escuelas y las universidades ypodria convertirse la ciudad en un museDanimadode nuestra sociedad y sus esperanzas. Esta educacionno ~olopo~ria usarse para desarrollar la imagen dela cmdad smo para reorientar despues de un cambioperturbador. El arte del disefio urbano velara sobreun publico informado y provisto de espiritu critico.La educacion y la reforma fisica son partes de unproceso continuo.

Ag~zar.la atencion del observador y enriquecer suexpenenCla es uno de los valores que puede brindar

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el simple esfuerzo por dar forma. En cierto grado, elproceso mismo de remodelaci6n de una ciudad a finde mejorar su imaginabilidad puede aguzar la ima-gen, con prescindencia de la destreza 0 falta de d.es-treza que se ponga de manifiesto en la forma fislcaresultante. Asi comienza el pintor aficionado a verelmundo que 10rodea y el decorador novicio a enorgu-llecerse de su living room y a juzgar los de otros. Pormas que este proceso puede volverse esteril si no vaacompafiado por un control y un juicio creciente,hasta el "embellecimiento" torpe de una ciudad pue-de ser en si mismo un elemento intensificador de laenergia y la cohesi6n civicas.

En el capitulo primero se sefia16 la naturalezaparticular de la percepci6n de la ciudad y se lleg6 alaconclusi6n de que el arte del disefio urbano debe, enconsecuencia, ser diferente esencialmente de las otrasartes. Se escogi6 la vividez y la coherencia de laimagen ambiental como condici6n decisiva para elgoce y el uso de la ciudad.

Esta imagen es el resultado de un proceso mutuoentre el observador y 10observado, en que desempefiauna funci6n importante la forma fisica extema sobrela que puede actuar el disefiador. Se distinguieroncinco elementos en la imagen visual y se analizarondetalladamente sus cualidades y relaciones mutuas.Gran parte de los datos utilizados en este analisisproceden de un estudio sobre la forma y la imagenpublica en las zonas centrales de tres ciudades nor-teamericanas. En el curso de estos analisis se desa-rrollaron metodos de reconocimiento del terreno ymuestreo de entrevistas sobre la imaginabilidad.

Si bien la mayor parte de la labor se limit6 a laidentidad y la estructura de elementos separados, ysu modelaci6n en pequefioscomplejos,la labor estabaorientada hacia una futura sintesis de la forma ur-bana considerada como pauta total. Un requisitofundamental para el futuro es la imagen clara ycomprensiva de la regi6n metropolitana entera. Sise la puede desarrollar, elevara la experiencia de

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una ciudad a un nuevo nivel, a un nivel proporciona-do a la unidad funcional contemporanea. La organi-zacion de la imagen en esta escala implica problemasde disefio absolutamente nuevos.

En la actualidad resultan raros los medios imagi-nables de gran escala. Pero la organizacion espacialde la vida contemporanea, la rapidez delmovimientoy la velocidad y la escala de la nueva construccion,todo esto hace posible y necesario elaborar estosmedios ambientes mediante un disefio consciente.Este estudio sefiala, por mas que solo 10 haga enforma elemental, un enfoque de este nuevo tipo dedisefio. La tesis que se sustenta en estas paginas esque un vasto medio urbano puede tener forma sensi-ble. Pocas veces se intenta en la actualidad disefiaruna forma de esta naturaleza; el problema en sutotalidad es descuidado 0 queda relegado ala apli-cacion ocasional de principios arquitectonicos 0 deplaneamiento del terreno.

Es evidente que la forma de una ciudad 0 de unametropoli no debe exhibir un orden gigantesco yestratificado. Se tratara de una pauta compleja, con-tinua y total, pero intrincada y movil. Tiene que serplastica para los habitos de percepcion de millaresde ciudadanos, abierta para cambiar de funcion ysignificado, y receptiva para la formacion de nuevasimagenes. Debe invitar a sus observadores a explorarel mundo.

Es muy ciertoque necesitamos un medio que no soloeste bien organizado sino que asimismo sea poeticoy simb6lico. El medio debe hablar de los individuos ysu compleja sociedad, de sus aspiraciones y su tradi-cion historica, del marco natural y de las funciones ylos movimientos complejos del mundo urbano. Perola claridad de la estructura y la vividezde la identidadson los primeros pasos para el desarrollo de simbolosvigorosos. Al aparecer como un Lugar notable y con-sistente, la ciudad podria proporcionar un terrenopara la acumulacion y la organizacion de estos sig-nificados y asociaciones. En si mismo, tal sentidodellugar realza todas las actividades humanas quese desarrollan y fomentan la formacion de una me-moria.

Debido a la intensidad de su vida y al apifiamiento

de seres humanos muy dispares, la gran ciudad esun sitio romantico que abunda en detalles simbolicos.Nos resulta al mismo tiempo esplendida y aterradora,"el paisaje de nuestras confusiones", segnn 10 llamaFlanagan21• Si fuera legible, realmente visible, elmiedo y la confusion podrian quedar reemplazadospor el deleite ante la riqueza y el vigor de la escena.. En el desarrollo de la imagen, la educacion paraver tendra tanta importancia como la remodelacionde 10 que se ve. A decir verdad, educacion y remode-lacion constituyen un proceso circular 0, mejor dicho,si se 10 considera con optimismo, un proceso en es-piral, pues la educacion visual impulsa al individuoa actuar sobre su munqo visual y esta accion haceque yea con mas agudeza ann. Un arte muy desa-rrollado del disefio urbano esta ligado a la creacionde un auditorio critico y atento. Si el arte y el auditoriose desarrollan al mismo tiempo, nuestras ciudadesconstituiran una causa de regocijo cotidiano parasus millones de habitantes.

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Apendice AAlgunas referencias a la orientaci6n

Podemos buscar referencias a la imagen ambien-tal en muchos lugares: en la literatura antigua ymoderna, en libros de viaje 0 exploracion, en relatosperiodisticos 0 en estudios psicologicos y antropolo-gicos. Dichas referencias estan por 10 general des-perdigadas, pero son frecuentes y reveladoras. Si lesechamos un vistazo aprenderemos algo en 10 tocantea como se forman dichas imagenes, cuales son al-gunas de sus caracteristicas y como parecen desem-penar una funcion social, psicologica, estetica, yasimjsmo practica, en nuestras vidas.

Por ejemplo, a traves de las descripciones de losantropologos deducimos que el hombre primitivoesta por 10 regular profundamente asociado al pai-saje en que vive; distingue y da nombres a sus mi-nimas partes. Los observadores se refieren ala mul-titud de nombres de lugares, incluso en tierras des-habitadas, y al extraordinario interes en la geografia.EI medio ambiente constituye una parte integrantede las culturas primitivas; la gente trabaja, crea yjuega en armonia con su paisaje. Lo mas a menudo,se sienten absolutamente identificados con elyestanpoco dispuestos a dejarlo; el medio ambiente repre-senta, pues, la continuidad y la estabilidad .en ~nmundo inseguro1. ~i8. "" G~. Los naturales de TIkopIa(Islas de Santa Cruz) dicen:

"La tierra permanece, pero el hombre muere; se debi-lita y 10entierran alla abajo. Nosotros s610m~r~m,~~por un breve lapso, pero la tierra permanece en su sltial.

Ocurre que estos medios ambientes n? son tansolo sumamente significativos sino tamblen que suimagen es una imagen vivida. . .

Ciertas zonas sagradas pueden llegar a adqmnruna carga muy elevada, de modo tal que se produc.euna poderosa concentracion de atencion, u~a subldiferenciaci6n de partes y una gran densIdad denombres. Es evidente que la Acropolis de Atenas,saturada por una larga historia cultural y religio~a,fue asignada y parceladl';ipor los dioses un pedacItotras otro, casi piedra por piedra, haciendo extre~a-damente dificultosas las renovaciones. EI EmIlyGap, una pequena garganta de 90 metros de largopor 27metros de ancho en la cadena MacDonnell deAustralia central es para los aborigenes, una ver-dadera galeria de sitios legendarios72• En Tikopia, laMarae, un espacio claro sagrado en la_selva, erautilizado ritual mente una sola vez por ano. Estabaconstituido por un pequeno rectangulo, peroconteniaveinte puntos con nombres establecidos19• ~n elcasode culturas mas desarrolladas puede ocurnr que unaciudad entera sea sagrada, como Meshed en Iran 0Lhasa en el Tibet IG. G~. Estas ciudadesestan llenas denombres y recuerdos, de formas distintivas y lugaressantos.

Nuestra imagen ambiental es tambien una p:;trtefundamental de nuestro instrumental para la Vlda,pero para la mayoria de las personas esposible~entemucho menos vivida y particular en la actuahdad.En un reciente relato fantastico, el escritor Ingles C.B. Lewis imagina que ha penetrado en la mente deuna mujer y que se mueve en su imagen del mundoexterior4:1• Hay una luz gris, pero nada que merezcael nombre de firmamento. Hay unas difusas formasverdosas que parecen burbujas, exentas deanatomia,que el protagonista del relato observa y llega porultimo a reconocer como arboles. Deba]o hay unasustancia blanda, de un mortecino color de hierba,pero sin briznas separadas. Cuanta mas atencionpone al observar, mas vago y esfumado se torna todo.

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La imagen ambiental tiene como funcion originalla de permitir la movilidad dirigida a un fin. Unmapa correcto puede llegar a ser cuestion de vida 0

muerte para una tribu primitiva, como ocurrio cuan-do los luritcha de Australia central, expulsados desu territorio por cuatro anos de sequia, logran sobre-vivir merced a la exactitud de,la memoria topogra-fica de los mas ancianos"". Estos, a traves de laexperiencia adquirida anos atras y de las instruccio-nes dadas por sus abuelos, conocian la cadena dediminutos pozos de agua que les permitio ir a travesdel desierto hasta llegar a lugar seguro. El valor dela capacidad para distinguir las estrellas, las co-rrientes 0 los colores del mar es evidente en el casodel navegante de los Mares del Sur, pues cuandozarpa para dar con su exigua meta hace una apuestacon la muerte. Un conocimiento de esta naturalezapermite la movilidad, la cual, por su parte, puedehacer posible un mejor nivel de vida. Por ejemplo,enPuluwat (Islas Carolinas) habia una famosa escuelade navegacion. Y debido ala ensenanza que en ellase les impartia, los naturales dePuluwat eran piratas,pudiendo hacer incursiones entre las islas dentro deun vasto circulo.

Por mas que estas capacidades puedan parecernoscarentes de importancia en la actualidad, vemos lascosas bajo una luz diferente cuando tomamos enconsideracion los casos de aquellos seres humanosque, debido a lesiones cerebrales, han perdido lafacultad deorganizar su contorno Ie"1" ,,1 . Esos indi-viduos pueden ser capaces de hablar y pensar racio-nalmente y hasta de reconocer objetos sin dificultad,pero en cambio no pueden estructurar sus imagenesen un sistema coherente. No son capaces de volver asus propios cuartos cuando han salido de ellos ytienen que vagar irremediablemente hasta que al-guien los lleve a su casa 0 hasta dar con algun detallefamiliar. El movimiento de proposito solo se logramediante una compleja memorizacion de secuenciasde detalles distintivos, tan poco espaciados que eldetalle siguiente se halla siempre casi contiguo almojon precedente. Los sitios identificados normal-mente por muchos objetos en contexto solo puedenser reconocibles en virtud deun determinado simbolo

distintivo e independiente. Un individuo reconoceun cuarto por un pequeno signa, en tanto que otrodistingue una calle por los numeros de los tranvias.Si se desordenan los simbolos, el individuo esta per-dido. En conjunto, la situacion se asemeja, en formaQuriosa,a 10 que hacemos cuando nos encontramosen una ciudad desconocida. No obstante, en el casode lesiones cerebrales la situacion es inevitable, sien-do manifiesta su significacion practica y emotiva.

El terror a perderse procede de la necesidad dequeun organismo movil se orienteen su contorno.Jaccardcita un caso de aborigenes africanos desorientados37•

Sobrecogidos de panico, se precipitaron desatinada-mente al monte. Witkin~l habla de un piloto expe-rimentado que perdio suorientacion de la vertical ydescribia el fenomeno comola experiencia mas terro-rifica de toda su vida. Muchos otros autores" ;'2, 71i, aldescribir el fenomeno de desorientacion temporal enla ciudad moderna, se refieren ala correlativa emo-cion de desazon. Binet menciona el caso de un indi-viduo que ponia atencion en llegar a un determinadoanden de ferrocarril en Lyon cuando viajaba desdeParis porque, si bien esto Ie resultaba menos conve-niente, dicho anden coincidia con su imagen -erro-nea, dicho sea de paso- sobre el lado de Lyon quedaba hacia Paris". Otro individuo sintio una levesensacion de mareo durante toda su estada en unpueblecillo como consecuencia de la persistencia deuna orientacion erronea. En muchas fuentes se ates-tigua la desagradable tenacidad deuna organizacioninicial incorrect a del medio ambiente2:J• Por otra par-te, senala Brown que en la situacion sumamenteartificial y aparentemente neutral de un laberinto delaboratorio, los individuos desarrollaban afecto ha-cia senales tan sencillas como un tablon, al cualloreconocian como familiar8.

Hallar el camino es la funcion original de la imagenambiental y la base sobre la que es posible que sehayan fundado sus asociaciones emotivas. Pero laimagen no solo es valida en este sentido inmediatoen que sirve como mapa para la direccion del movi-miento; en un sentido mas amplio puede cumplir lafuncion de contexto general dentro del cual el indi-viduo puede actuar 0 al que puede asociar su cono-

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cimiento. En este sentido, se parece a un conjunto decreencias 0 de costumbres sociales, pues constituyeun organizador de hechos y posibilidades.

El paisaje diferenciado puede exhibir simplementela presencia de otros grupos 0 lugares simb61icos.Alreferirse a la agricultura en las islas Trobriand, cer-ca de la costa de Nueva Guinea, Malinowski describelas altas arboledas que se yerguen por arriba de losmatorrales y claros de la selva y que indican la exis-tencia de aIdeas 0 de grupos de arboles que son ta-bues46.En forma analoga, altos campanarios sena-Ian la ubicaci6n de los pueblos a 10largo de la ehatallanura veneciana, y los elevadores de grano, laspoblaciones del Medio Oeste norteamericano.

La imagen ambiental puede ir mas lejos y actuarcomo organizadora de la actividad. Asi, en la isla deTikopia habia diversos lugares tradicionales de des-canso en un sendero que la gente usaba para ir yvolver de su trabajo cotidiano19.Dichos puntas dabanforma al "viaje" diario. En la Marae sagrada de estaisla, pequeno claro repleto de nombres de lugares, laminuciosidad en la distinci6n de los diversos puntosera un rasgo basico de los rituales complejamenteorganizados. En Australia central, como los heroeslegendarios de los aborigenes recorrieron determi-nados caminos del "tiempo onirico", estas vias cons-tituyen una parte importantisima de la imagen delpaisaje y los aborigenes se sienten seguros al ir porellas~:l.En su novela autobiogrMica, Pratolini da unnotable ejemplo de personas que en sus recorridasdiarias persistian en seguir calles que ya no existiany que s610 eran rutas imaginarias a traves de unsector demolido de Florencia"6.

En otros casos, los actos de diferenciar y modelarel medio ambiente pueden constituir una base parala ordenaci6n del conocimiento. Rattray se refierecon gran admiraci6n a los medicos hechiceros de losashantis, que se esfuerzan por conocerpor su nombrecada planta, animal e insecto que hay en sus bosques,asi comopor comprender las propiedades espiritualesde cad a uno de ellos. Estos medicos hechiceros soncapaces de "leer" sus bosques como si se tratara deun complejo documento que se despliega constan-temente61.

Asimismo, el paisaje desempena una funci6n so-cial. El medio ambiente con sus denominaciones,familiar para todos, proporciona material para re-cuerdos y simbolos comunes que ligan al grupo y Iepermiten comunicarse entre sus miembros. El paisajeactua como un vasto sistema mnemotecnico para laretenci6n de la historia y los ideales colectivos. Por-teus niega que las tribus arunta de Australia poseanuna particular capacidad memoristica, por mas quepueden repetir largos relatos tradicionales. Cadadetalle del terreno es la clave de un mito y cadaescenario promueve el recuerdo de su cultura comun~5.Maurice Halbwachs dice otro tanto en 10tocante alParis moderno, cuando .qbserva que el escenario fi-sico estable, la memoria'colectiva de los parisinos,constituye una poderosa fuerza que los vincula entresi y les permit( comunicarse:J4.

La organizaci6n simb61ica del paisaje puede con-tribuir a aliviar el medio, a establecer una relaci6nemocionalmente segura entre los seres humanos ysu medio ambiente total. Una cita relativa a losluritchas de Australia central servira para aclarareste punto.

Para todo nino luritcha, nacido ala sombra de estasenormes y extranas rocas, 10bastante gran des comopara dejar estupefacto al hombre blanco cuyos ojoshan vista much as maravillas, las leyendas que lasidentifican can la historia de su propio pueblo debenresultarle una fuente de gran alivio. 8i estas grandesrocas surgieron tan s610para senalar los viajes de suspropios espiritus ancestrales, establece una relaci6nfamiliar con ellas. Las leyendas y los mitos son algomas que cuentos que se cuentan para pasar las horas deoscuridad: son parte de los medias con que el salvaje sefortalece contra el miedo ante 10imponente y 10desco-nocido. Naturalmente atormentada comoesta la mentedel hombre primitivo par los temores que son productode la soledad, poco tiene de asom broso que se aferre a laidea de que esta naturaleza vasta e indiferente, cuandono hostil, conmemora con muchos de sus rasgos masnotables su historia tribal, estando sometida a su con-trol mediante la practica de la magia5G•

Incluso en situaciones menos solitarias 0amedren-tadoras se halla una agradable sensaci6n de fami-

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liaridad 0 propiedad en un paisaje que se reconoce.Los esquimales netsilik exponen esta idea a su modo:"estar rodeado por el olor de las cosas de uno".

En realidad, el mismo acto de nombrar y diferen-ciar el medio ambiente 10 vivifica y aumenta asi laprofundidad y la poesia de la experiencia humana.En el Tibet, los pasos Bevan nombres como "Ladificultad del buitre" 0 el "Paso de la daga de hierro",los cuales no solo son sumamente descriptivos sinoque constituyen asimismo evocaciones poeticas departes de la cultura tibetana3. Un antropologo haceel siguiente comentario sobre el paisaje arunta:

Nadie que no 10 haya experimentado puede apreciarla vivida realidad de los mitos. Todo el territorio querecorrimos estaba constituido aparentemente por nadamas que montecillos de mulga, y unos cuantos esterosde goma, una cadena aHa 0 baja aqui 0 alia, 0 bienalgunas lIanuras abiertas, pese a 10 cual era elescenariode una multitud de acciones en la historia aborigen ...Tan vividos son los relatos que el investigador tiene lasensacion de que se trata de una region habitada y demucha actividad, lIena de gente que va y viene'-,I.

Si bien en la actualidad podemos contar con for-mas mas organizadas para referimos a nuestro medioambiente -con el uso de coordenadas, sistemas denumeracion 0 nombres abstractos-, a menudo nosfalta esta propiedad de concrecion vivida, de formainconfundible4ll• Wohl y Strauss dan muchos ejem-plos del esfuerzo que hace la gente para dar con unsimbolo estenografico fisico para la ciudad en queviven, con el objeto por una parte de organizar susimpresiones de ella, y por la otra, de desempefiar susactividades de cada dia82•

La sensaci6n y el valor de un medio ambientetransformable en imagenes estan bien sintetizadosen la conmovedora descripcion que hace Proust (enDu Cote de chez Swann) del campanario de la Iglesiade Combray, donde el autor paso much os veranos ensu infancia. Este segmento del paisaje no s6lo sim-boliza y ubica la ciudad sino que participa profun-damente de cada actividad diaria y perdura en suespiritu como una aparici6n que, ya mayor, siguehuscando:

"Habia que volver siempre al campanario, siempre ael, que dominaba todo 10 demas, rematando las casascon un pinaculo inesperado"57.

Estas imagenes pueden ser organizadas de dife-rentes maneras. Puede haber un sistema de referen-cia abstracto y generalizado, a veces explicito y queotras veces es mas bien un modo habitual de referirsealas ubicaciones 0 relaciones derasgos. Loschukcheesde Siberia distinguen veintidos direcciones de brujula,tridimensionales y en reIacion con el Sol. Entre ellasfiguran el zenit y el nadir~ la medianoche (norte) y elmediodia (sur), todas las cuales son fijas, aparte dedieciocho mas que son determinadas por las posicio-nes del Sol en divers as horas del dia y la noche, por10 cual cambian segun las estaciones. Este sistemaes de suficiente importancia como para controlar laorientacion de todos los dormitoriosfi• Los viajerosmicronesios del Pacifico utilizaban un sistema pre-ciso de direccion, el cual no era simetrico, empero,sino que estaba en relacion con las constelaciones ylas direcciones de las Islas. EI numero de orientacio-nes llegaba hasta 28 0 301H•

EI sistema utilizado en la China septentrional, enlas llanuras, es estrictamente regular. Tiene hondasreferencias a la magia; se equipara al norte con elnegro y el mal, y al sur con el rojo, la alegria, la viday el Sol. Este sistema controla muy rigurosamente laposicion de todos los objetos religiosos y las estruc-turas permanentes. En realidad, la "aguja que apun-ta al sur", invencion china, no estaba destinadafundamentalmente para la navegaci6n maritimasino para la orientaci6n de los edificios. Tal predo-minio ejerce este sistema, que la gente del campo, enesta tierra llana, da las direcciones por puntos debrujula y no mediante referencias a la derecha 0 laizquierda, como nos resultaria natural a nosotros. EIsistema organizador no se centra en el individuo,moviendose y girando con el, sino que es fijo,univer-sal y exterior a la persona80.

Al referirse a un objeto, los aruntas de Australia

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dan habitualmente su proximidad, orientaci6n ysu visibilidad con referencia al orador. Por su parte,un ge6grafo norteamericano present6 en una ocasi6nuna monografia sobre la necesidad de orientaci6nen relaci6n con nuestros cuatro puntos cardin ales ytuvo la sorpresa de descubrir a traves de su auditorioque para muchos habitantes de ciudades, acostum-hrados a orientarse en relaci6n con rasgos urbanosnotables, esto no constituye ninguna necesidad. EIge6grafo, por su parte, se habia criado en medio delcampo, a la vista de montafias52. Para el esquimal 0

el habitante del Sahara, las direcciones constantespueden ser reconocidas a traves de los vientos rei-nantes 0 de las formaciones de arena 0 nieve que sonproduetos de dichos vientos y no a traves de loscuerpos celestes37•

En ciertas partes del Africa la direcci6n clave sueleestar dada por la direcci6n hacia el territorio en quese vive, en vez de ser una direcci6n abstraeta y cons-tante. Asi, Jaccard cita el caso de un campamentoconjunto de divers as tribus, las cuales espontanea-mente se agruparon en sectores que apuntaban haciasus respectivos territorios37. Mas adelante, mencio-na el caso de viajantes de comercio franceses queoperan en diversas ciudades que les son desconocidas.Estos viajantes sostienen que prestan poca atenciona los nombres 0 los mojones y que se limitan a llevarun registro mental continuo del camino de retorno ala estacion de ferrocarril, al cual recurren no bienhan cumplido su tarea. Para dar otro ejemplo, losmonticulos funerarios de Australia estan modeladoscon referencia a la direcci6n hacia el centro totemicodel individuo, 0 sea su hogar espirituaF2.

La isla de Tikopia constituye un ejemplo de otrotipo de sistema que no es universal ni egocentrico niesta dirigido hacia un punto de base sino que estavinculado a un borde determinado en el paisaje. Laisla es bastante pequefia, de modo que solo rara vezesta uno sin ver 0 por 10 menos oir el mar, y losislefios utilizan las expresiones isla adentro y haciael mar para toda clase de referencias espaciales.Una hacha que esta en el piso de una casa es locali-zada de esta manera, y Firth relata haber oido queun hombre Ie decia a otro: "Tienes una salpicadura

de barro en tu mejilla que da hacia el mar." Estapauta de referencias es tan poderosa, que a los islefiosles resulta dificil concebir cualquier superficie detierra verdaderamente grande. Las aldeas se sucedena 10 largo del borde de la playa, y los terminos tradi-cionales de orientaci6n hacen referencia unica yexclusivamente a "la aldea siguiente" 0 a la subsi-guiente, y asi sucesivamente. Se trata de una serieunidimensional de referencias sencillas19.

A veces el medio ambiente no esta organizado porun sistema general de direcciones sino por uno 0mas focos intensivos, hacia los cuales parecen "apun-tar" las demas cosas. En Meshed (Iran) se atribuyeun caraeter sagrado sumo a cuanto objeto esta pr6-ximo al altar central, incluso al polvo que cae sobreel recinto. EI punto elevado en el acceso ala ciudad,que es desde donde el viajero ve por primera vez estamezquita, es importante por si mismo y en el interiorde la ciudad 10 correeto es hacer una reverenciacuando se cruza alguna calle de las que llevan alaltar. Este foco sagrado polariza y organiza toda lazona circundante](j. Esto es comparable a la costum-bre de hacer una genuflexi6n cuando, en una Iglesiacat6lica romana, se cruza el eje del altar, que orientael interior de la Iglesia.

La ciudad de Florencia estaba organizada en estaforma en sus siglos de grandeza. En aquellos dias,las descripciones y las referencias a direcciones sehacian en terminos de los canti, es decir, los puntosfocales, constituidos por cosas tales como loggias,luces, escudos de armas, tabernaculos, casas de fami-lias importantes y tiendas conocidas, en particularboticas. S6lo mas tarde se asociaron los nombres delos canti a las calles, que ulteriormente fueron regu-larizadas y marcadas con sefiales en 1785. La nume-raci6n progresiva de las casas se introdujo en 1808 yla ciudad pas6 entonces al sistema de referencia porvias!l.

Imaginar y referirse por distritos 0 barrios fuemuy frecuente en ciudades mas antiguas, donde losbarrios y sus poblaciones eran relativamente esta-bles, aislados y caracteristicos. En la Roma imperial,las direcciones se daban exclusivamente porpequefiosdistritos circunscritos. Es de suponer que, llegando

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al barrio, uno podia dar con la direccion precisa quebuscaba mediante el pedido personal de informacional respect08~.

EI paisaje puede estar modelado por las lineas demovimiento. En el casu de los aruntas, de Australia,el territorio entero esta organizado magicamentepor una verdadera red de sendas miticas que liganuna serie de "paises" totemicos aislados 0 feudostotemicos y dejan en el intermedio zonas desoladas.Normalmente solo existe un recorrido acertado hastael almacen sagrado que contiene los objetostotemicos;y Pink se refiere al caso del largo desvio que hizo unode sus guias para llegar en debida forma a un lugarsagradoJ4•

Jaccard habla de un celebre guia africano en elSahara, el cual podia seguir hasta elmas leve rastro,y para quien todo el desierto era una red de senderos.En un casu siguio penosamente las continuas vueltasdel camino apenas marcado, pese a que su destino Ieera claramente visible a traves del desierto. Estaactitud era habitual porque a menudo las tormentasy los espejismos hacian poco seguros los mojonesdistantes:n. Otro autor se refiere al Medjbed delSahara, es decir, la via transcontinental que se ex-tiende centenares de kilometros por la tierra vacia,yendo de un pozo de agua a otro, marcada la ruta porpilas de piedras en los puntos de cruce. Perderlapuede significar la muerte. Rabla de la vigorosapersonalidad, del caracter casi sagrado que adquiereesta huella24. En un paisaje completamente diferente,en la selva africana, que aparentemente es impene-trable, la marana esta cortada por senderos de ele-fantes, que los aborigenes recuerdan y cruzan comonosotros podemos recordar y cruzar las calles denuestras ciudades:17.

En su descripcion de Venecia, Proust da un vividoejemplo de la sensacion de un sistema de referenciasde vias:

"Mi gondola seguia el curso de los canales pequefios;como la mano misteriosa de un genio que me guiara atraves dellaberinto de esta ciudad oriental, parecian, amedida que yo avanzaba, ir abriendome un camino atraves del con1Zon de un barrio populoso que hendian,

dividiendo con una leve fisura, abierta arbitrariamentelas altas casas con sus diminutas ventanas moriscas;;como si el guia magico hubiera ido llevando una bujiaen su mano y estuviera alumbrandome el camino, nodejaban de arrojar ante ellas un rayo de sol al que Ieabrian un sendero"'-'".

En sus experimentos con individuos puestos conlos ojosvendados en un laberinto para los pies,Browncomprobo que incluso en esta situacion muy restrin-gida, los individuos parecian usar por 10 menos tresdiferentes tipos de orientacion, a saber: la memori-zacion de la secuencia de movimientos, por 10 comundificil de reconstruir, excepto en secuencia correcta'una serie de mojones (tablones fuentes de sonido'rayos de luz que daban c~lor),los'cualesidentificaba~las localidades; y un sentido general de orientacionen el espacio del recinto (por ejemplo, la solucionpodria ser representada en imagen como un movi-mien to general alrededor de los cuatro costados de lahabitacion, con dos excursiones al interior)H.

.La creacion de la imagen ambiental es un procesobIlateral entre ohservador y observado. Lo que el vese basa en la forma exterior, pero la manera comointerpreta y organiza esto, y comoorienta su atencioninfluye a su vez en 10 que ve. EI organismo human~es sumamente adaptable y flexible,y diJerentesgrupospueden tener imagenes sumamente diferentes de lamisma realidad exterior.

Sapir presenta un interesante ejemplo de este focodife:e~cial de atencion en el idioma de los paiutesmendlOnales. Tienen terminos separados en su voca-bulario para rasgos topograticos tan precisos comoun "punto de terreno llano en montanas rodeadaspor arrecifes", una "pared de canon que recibe la luzdel Sol" 0 bien "terreno ondulado cortado !JOl" varioscerros pequenos". Estas referencias tan precisas alatopografia son necesarias para situar claramentelos puntos de una gran region semiarida. Sapir pasa

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luego a senalar que elvocabulario indio caraeteristicono contiene la palabra genetica "hierbas" sino queposee terminos separados para estas fuent~s de ali-mentaci6n y medicina, tratandose de termmos queen el caso de cad a especie diferencian si el especimenesta crudo 0 cocido, al igual que su color y etapa decrecimiento; del mismo modo que en ingles 0 caste-llano se distingue entre ternero, vaca, toro, carne detern era y carne de vaca. Por otra parte, mencio~atam bien el caso de una tribu india jcuyo vocabulanono distingue entre el Sol y la Luna!fifi

Los aleutas no tienen nombres aborigenes paralos gran des rasgos verticales de su paisaje, para lascadenas de montanas, los picos, volcanes y otroselementos semejantes. En cambio, hasta el mas pe-queno rasgo acueo horizontal -arroyo, arroyuelo 0charca- lleva su nombre propio. Puede suponerseque esto se debe a que los diminutos curs os de aguaconstituyen los rasgos ambientales que son de impor-tancia decisiva en las travesias~fi. La atenci6n de losesquimales netsilik parece concentrarse tambi.en enlos rasgos acueos. En un grupo de doce bosquejos demapas ejecutados por los aborigenes para Rasmussen,hay 532 nombres de lugares indicados por 10dibu-jantes. De estos, 498 design an islas, costas, bahias,peninsulas, lagos, corrientes 0 fiordos. Dieciseis serefieren a colinas 0 montunas y s61018 hacen refe-rencia a rocas hondonadas 0 puntos de instalaci6nhumana1ill.Yu~g hace una interesante referencia aun ge610godiestro que pudo marchar sin titubeos atraves de brumoso territorio alpino mediante el unicoexpediente de reconocer el modelado del tipo geo16-gico de las rocas visiblesH:J.

Otro centro de atenci6n, bastante inusit~do, es elreflejo del cielo. Stefansson dice que en el Artico lasnubes bajas de color uniforme reflejan el mapa de latierra abajo, siendo negras las que estan por ar~badel agua de mar, blancas si estan por arriba del hlelomaritimo, algo mas oscuras si sobre hielo terrestremaculado, y asi sucesivamente. Esto resulta de granvalor al atravesar bahias amplias en las que losrasgos sobresalientes estan bajo el horizonte':J. Estosreflejos del cielo son usados corrientem~nte en l(~sMares del Sur, no s610para localizar una Isla debajo

del horizonte sino incluso para identificarla por elcolor y la forma del reflejo. La lectura del muy cre-ciente libro de Gatty sobre la navegaci6n puede daruna idea de la gran variedad de formas con que secuenta como medios de orientaci6n~:J.

Estas diferencias culturales pueden extenderse nos610a los rasgos que reciben atenciun sino tambienal modo en que se los organiza. Las Islas Aleutas notienen un nombre generico en el idioma nativo porquelos aleutas no reconocen 10que a nosotros nos pareceunidad obvia de la cadena 11. Los aruntas agrupanlas estrellas en forma absolutamente diferente de lanuestra, poniendo con frecuencia estrellas brill antesy pr6ximas en diferentEi:sgrupos, en tanto que rela-cionan otras debiles y distantes4Ci•

Por otra parte, nuestro mecanismo perceptivo estan adaptable, que todo grupo humano puede dife-renciar las partes de su paisaje y puede percibir y darsignificado a los detalles significativos.

Esto ocurre con prescindencia del grado de indi-ferenciaci6n que dicho mundo pueda tener para elobservador de afuera. Lo dicho es valido para elinterminable matorral gris de mulga que forma partedel paisaje australiano, para la tierra llana y cubiertade nieve de los esquimales, en la que se pierde inclusola distinci6n entre tierra y mar, 0 para las brumosasy cambiantes Islas Aleutas 0 el oceano abierto "sinrastro" de los navegantes polinesios.

Dos grupos primitivos desarrollaron una cienciadel rumbo a seguir y la geografia que recien en tiempospr6ximos ha sido superada por la cartografia occi-dental. Se trata de los esquimales y de los navegantesde los Mares del Sur. Los esquimales estan en condi-ciones de trazar, espontaneamente, mapas utilizablesque abarcan territorios de a veces 700 a 800 kil6metrosen una dimensi6n. Se trata de una proeza de la quepocos son cap aces en cualquier parte, sin referenciaprevia a mapas ya trazados.

En forma analoga, los diestros navegantes de lasIslas Carolinas, en el Pacifico, poseen un sistemadetallado de direcciones de navegaci6n que esta cui-dadosamente relacionado con las constelaciones, si-tuaciones de islas, vientos, corrientes, posiciones delsol y direcciones de las 01as1H11• Arago senalaba que

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en una ocasion un famoso piloto Ie hizo una repre-sentacion de todas las Islas del archipielago mediantegranos de maiz, marcando sus posiciones relativas,dfmdole el nombre de cada una e indidindole laaccesibilidad y los productos de todas ellas. jEstearchipielago tiene unos 2400 kilometros de este aoeste! Ademas, hizo una brujula con bambu y Ieindico los vientos reinantes, las constelaciones y lascorrientes que a elle servian para orientarse.

Estas dos culturas que han producido semejantestriunfos en materia de capacidad de abstraccion y deatencion perceptiva tienen dos rasgos en comun, asaber: en primer termino, sus medios ambientes denieves 0 agua carecen fundamentalmente de carac-teristicas notables 0, mejor dicho, solo poseen carac-teristicas que se pueden diferenciar con sutileza; y ensegundo termino, ambos grupos han estado obligadosa la movilidad. Para poder sobrevivir, el esquimaldebe trasladarse de acuerdo con las estaciones, pasan-do de un tipo de caza a otro. Los mejores navegantesde los Mares del Sur no procedian de las fertiles Islasaltas sino de las diminutas Islas bajas, en las que losrecursos naturales eran escasos y siempre estabacercana la amenaza de la hambruna. Los tuaregsnomades, en el Sahara desierto, constituyen un grupoanalogo y poseen una destreza casi igual. Por otraparte, Jaccard sefiala que los aborigenes africanos,de habitos agricolas sedentarios, se pierden con faci-lidad en sus propias selvas:17•

No obstante haber dicho ya tanto sobre la flexi-bilidad y la adaptabilidad de la percepcion humana,debemos agregar ahora que la configuracion delmundo fisico tambien desempefia su papel. El hechomismo de que la navegacion diestra surgiera enmedios ambientes que parecerian ser dificiles depercibir,indica la influencia de estas formas exteriores.

La capacidad para distinguir y orientarse en estosmedios resistentes no se ha logrado sin esfuerzo. El

conocimiento estaba por 10comun limitado a espe-cialistas. Los informantes de Rasmussen que trazaronSUS mapas eran jefes; muchos otros esquimales eranincapaces de hacerlos. Cometz observa que solohabiauna docena de guias buenos en toda la parte meri-dional de Tunezl:l. En la Polinesia, los navegantesconstituian la clase gobernante. El conocimiento setrasmitia de padres a hijos y existia, como ya semenciono, una escuela oficial para la ensefianza deesta disciplina en la isla de Puluwat. Era costumbreque los navegantes comieran rancho aparte, hablandoconstantemente de direcciones y corrientes. Esto re-cuerda a aquellos pilotos del rio Mississippi que des-cribe Mark Twain, loscuales discutian constante-mente y recorrian elriod~arriba abajo,manteniendoseasi precavidos de los traicioneros y cambiantes mo-jones de estell. Por admirable que sea esta tecnica,dista algo de constituir una relacion facil y familiarcon el medio ambiente. Los viajes maritimos de lospolinesios iban acompafiados evidentemente porautentica ansiedad, estando una formacion nauticacorriente constituida por una larga hilera de canoasde frente para ayudar a encontrar tierra. Para darotro ejemplo, entre los aruntas de Australia s610losancianos pueden guiar de un pozo de agua a otro 0ubicar acertadamente el sendero sagrado que corres-ponde entre los matorrales de mulga. Dificilmentepodria plantearse el problema en la bien diferenciadaisla de Tikopia.

Contamos con frecuentes descripciones de guiasnativos que pierden la orientaci6n en contornos sinrasgos distintivos. Strehlow describe sus inutiles idasy venidas durante horas en los matorrales australia-nos de mulga, pese a ir acompafiado por un nativoexperimentado, el cual reiteradamente trepaba a losarboles, esforzandose par darse cuenta de su posici6nmediante la observacion de distantes mojones').Jaccard refiere tragicos casos de tuaregs perdidos3'.

En el otro extremo de la escala hay cualidadesvisuales en determinados rasgos del paisaje que losconvierten en motivos inevitables de atenci6n, a pesardel poder selectivo de la vista. Lo mas a menudo, lasacralidad se concentra en los rasgos naturales masnotables, como es el caso del vinculo entre los dioses

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de los ashantis y los gran des lagos y rios 0 bien eldela comun reverencia ante las grandes montanas.Asi, hay en Assam una famosa colina que es el sitiolegendario de la muerte del Buda. Waddellla describecomo escarpada y pintoresca, levantandose direc-tamente desde una llanura con la que esta en marca-do contrastre. Este autor senala luego que la colinaera venerada por los aborigenes desde mucho antesy que se ha tornado sagrada asimismo por los brah-manes y los mahometanos78•

Por causas fisicas, la gran montana de la isla deTikopia constituye el rasgo organizador central. Esel punto culminante de la isla, tanto sociologicacomo topograficamente, siendo ellugar de descensode los dioses. Senala la situacion del terruno desdemar adentro y tiene una aureola de sobrenatural.Como la cresta rara vez es limpiada y plantada contaro, hay en ella una flora peculiar que no se encuen-tra mas abajo, y esto refuerza el interes particulardel lugar19.

De vez en cuando, un paisaje puede estar tan fan-tasticamente diferenciado que se impone ala aten-cion. Kawaguchi describe en los siguientes terminoslas margenes de un rio proximo al largo Kholgyal,en el Tibet:

"Las rocas se apilaban aqui y all a, unas amarillasy otras carmesies, azules, verdes 0 purpureas ... lasrocas resultaban sencillamente fantasticas, siendounas agudas y angulares y sobresaliendo otras sobreel rio. La ribera mas proxima ... estaba llena de rocasde formas extravagantes y cada una de ellas tenia sunombre ... todas eran objetos de veneracion para lagente en comun"~"'.

Para dar un ejemplo mas modesto, en an os suce-sivos se han trazado mapas de los territorios defen-didos por pajaros que anidan en un prado. Estosterritorios muestran vastas fluctuaciones y reorga-nizaciones, como podria esperarse debido a su ocu-pacion por diferentes individuos. Pero ciertos limitesde cercas 0 matorrales, muy marcados perceptible-mente, permanecen estables a traves delos cambiosJIJ•

Se sabe que las aves migratorias, que avanzan enuna direccion general por un amplio frente, dirigen

su vuelo y siguen "lineas rectoras" principales, estoes, bordes formados por caracteristicas topograficas,como las costas del mar. Hasta las man gas de lan-gostas, que mantienen su cohesion y direccion enrelacion con el viento, se desorganizan y esparcencuando pasan por superficies de agua sin rasgosdistintivos.. Suele oc;urrirque otros rasgos no solo son percep-

tIbles y dlferenciables sino que hasta poseen una"presencia", una especie de animacion 0 de realidadparticularmente vivida que es sentida por individuosque pertenecen a culturas absolutamente diferentesK.awaguchi se refiere a una montana sagrada en ei~bet, a la que vio por primera vez "sentada can unalre de gr~msolemnidad" y la compara con su propioBuda Valrochana, flanqueado por Bodhisattvas:19•

Una experiencia semejante, mas proxima a noso-tros, fue la del impacto original de determinada es-carpa en el Sendero de Oregon:

"....cuando la partida que iba al oeste hubo traspuestolos nscos, una ola de estupefaccion la inundo ... Grannumero de observadores descubrieron faros hornos decal, el capitolio de Washington Beacon fEll torrespara perdigones, iglesias, agujas, dupulas, calles, talleres,~lmacenes, depo~itos, parques, plazas, piramides, cas-tIllos, fuertes, pllares, bovedas, minaretes temploscastillos goticos, fortificaciones "modernas", 'catedrale~francesas, castillos del Rin, torres, tuneles, pasadizos,m~usoleo~, un templo de Belo y jardines colgantes ...Apnmera Vlstalas rocas tenian la apariencia de ciudadestemplos, castillos, torres, palacios y de todas las varie:da~es.de estructuras gran des y magnificas ...esplendidosedl.ficlOs,como bello marmol blanco, trabajados en losestIlos de todos los tiempos y paises ..."iiD.

Muc?os ob~:rvadores son mencionados para sena-lar la ImpreSlOngeneral y avasalladora producidapor estas formaciones geologicas especiales.

Por 10 tanto, al par que indicar la flexibilidad de lape::cepcion ?umana, hay que agregar que la formafiSlC~exterIor d~sempei?-aun papel de igual impor-tanCla. Hay medlOsamblentes que incitan 0 rechazanl~ atenc~on.'que facilitan 0 resisten la organizacion 0

dlferenClaClon.Se trata de algo analogo a la facilidad

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o dificultad con que el adaptable cerebro humanopuede recordar materiales asociados 0 desvinculados.

Jaccard menciona diversos "sitios clasicos" enSuiza donde las personas son constantemente inca-paces de mantener la direccion:)fi. Peterson observaque la organizacion de su imagen de Minneapolissufre sintomaticamente un descalabro cad a vez queel enrejado de las calles cambia de orientacion5~.Trowbridge llega a la conclusion de que la mayoriade las personas es incapaz de sefialar ciudades dis-tantes de Nueva York sin cometer graves errores,pero que Albany constituye una excepcion, ya queesta ligada visiblemente por el rio Hudson76.

En Londres se construyo hacia 1695 un pequefiobarrio conocido con el nombre de Seven Dials, el cualconstaba de siete calles que convergian en una con-fluencia circular en la que habia una columna doricacon siete relojes de sol, cad a uno de los cuales daba auna de las calles que de alli irradiaban. Gay se refierea la turbadora forma de este sector en su Trivia, sibien da a entender que solo el campesino, el extran-jero estupido, podria ser engafiado por ella~ii.

Malinowski traza una distincion tajante entre elpaisaje volcanico diferenciado de Dobu y los Amphlettsen las islas D'Entrecasteaux, cerca de Nueva Guinea,en oposicion con las monotonas islas de coral de lasTrobriands. Estos grupos de islas estan coneetadospor expediciones de comercio regulares, y la concen-tracion de significado mitico en la zona de Dobu, aligual que las reacciones de los trobriandeses anteeste paisaje volcanico reducible a imagen, es descritaen sus paginas. RefiriEmdose al viaje desde las Tro-briands hasta Dobu, dice Malinowski:

"La franja de tierra baja que circunda la laguna deTrobriand en una vasta extension, se esfuma y disuelveen la bruma, y ante ella las montafias del sur se yerguenmas y mas ... La mas proxima de ellas, Koyatabu, unaesbelta piramide algo inclinada, constituye un faro desuma atraccion que guia a los marinos que van hacia elsur ... En uno 0 dos dias estas nebulosas formas incor-poreas asumiran 10 que para los trobriandeses resultanmodelados maravillosos y volumenes enormes. Van arodear a los mercaderes de Kula con sus solidos murosde roca escarpada y selva verde ... Los trobriandeses

navegaran por profundas bahias sombreadas ... debajode las aguas transparentes un mundo maravilloso decoral, peces y algas multicolores se desplegara ... tam-bien encontraran maravillosas piedras pesadas y com-pactas de diversas formas y colores, en tanto que en sutierra la unica piedra es el insipido coral muerto, decolor blanco ...aparte de muchos tipos de granito, basaltoy toba volcanica, muestras de obsidian a negra, con suborde afilado y su sonido metalico, y sitios llenos deocre rojo y amarillo ... De este modo el paisaje que hayahora ante ellos es una especie de tierra prometida, unpais del que se habla en un tono casi de leyenda"16.

En forma analoga, por mas que los caminos del"tiempo onirico" de Australia pasan en todas lasdirecciones por un terreno que es gran parte llanurade mulga, con todo los emplazamientos de los cam-pamentos legendarios, los nodos de la historia sagraday la atencion, parecen estar casi totalmente concen-trados en dos regiones de paisaje diferenciado, asaber, las cadenas de escarpas de McDonnell y Stuart.

Allado de estas comparaciones de paisajes primi-tivos podemos poner la comparacion que traza EricGill entre Brighton, la ciudad de Inglaterra don deeste artista nacio, y Chichester, a la que se trasladoen su adolescencia:

"Sencillamente, nunca se me habia ocurrido hastaese dia que las ciudades pudieran tener una forma y ser,como mis am ad as locomotoras, cosas con caracter ysignificado ... [Chichester] era una poblaci6n, una ciudad,una cosa planeada y ordenada; no se trataba de merasacumulaciones de calles mas 0 menos sordid as quecrecian como hongos en todas partes donde 10 permitianla red de ferrocarriles, apartaderos y cobertizos para lostrenes ...Yo solo sabia que Chichester era 10 que Brightonno era: un fin, una cosa, un lugar ... EI trazado de Chi-chester es claro y limpio ... Por sobre el muro romano sepodia contemplar directamente el campo verde...Cuatroamplias calles principales rectas dividian la ciudad enbarrios casi iguales, el barrio residencial estaba delmismo modo dividido por cuatro calles pequefias, casitotalmente ocupadas por casas de los siglos XVIl y XVIl!.Pero en cuanto a Brighton tal como 10 conocimos...bueno,simplemente nada hay que decir al respeeto. Cuando pen-sabamos en Brighton, 10 haciamos como en un lugarcuyo centro era nuestro hogar ... sin otro centro. Pero

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cuando viviamos en Chichester... el centro no era elnumero 2 de North Walls, sino el Market Cross. Adqui-rimos asi no solo un sentido civico, sino tambiEm unsentido de relaciones ordenadas en general... Brightonno era un lugar en absoluto. Nuncase me habia pasadopor la cabeza que pudiera existir alguna otra especie depoblaci6n"C"1.

Ya se ha mencionado la claridad perceptiva de laisla de Tikopia, la cual se debe a la presencia delmonte Reani. La siguiente cita ejemplifica de quemodo una forma diferenciada puede ser utilizada endetalle:

"Cuando un tikopia parte de su tierra natal, sus pri-meros computos sobre la distancia que ha recorrido sebasan en las porciones de la isla que todavia se yensobre el horizonte. Hay cinco puntos principales en laescala. EI primero es el rauraro, la tierra baja proximaa la playa. Cuando ella desaparece, el viajero sabe queya esta a cierta distancia. Cuando desaparecen losarrecifes (mato) que se elevan entre 60 y 90 metros endiversos puntos alrededor de la costa, se ha llegado aotro sitio; luego se pierden bajo las olas las uru mauna,las cimas de la cadena de colin as que circundan ellago,cuyas alturas oscilan quizas entre 11)0 y 21)0 metros.Cuando la uru asia (el ultimo tramo en el contorno delmonte Reani, que tiene aproximadamente :100 metros)desapareee, el viajero se pereata de que esta mar adentro;y euando por ultimo ve que la uru ronorono, la euspidede la montana, se pierde de vista, recibe el momentocon pesar" I!'.

Con ayuda de un perfil de paisaje diferenciadofavorablemente, este fen6meno familiar de la partidaha sido regularizado en intervalos reconocidos, cadauno de los cuales tiene un significado practico yemotivo.

Cuando un personaje de una novela de Forstervuelve de la India, se percata, con una subita con-moci6n, al entrar al Mediterraneo, de la pura cualidadformal de sus contornos, de su imaginabilidad:

"Los edificios de Veneneia. 10 mismo que las monta-nas de Creta y los campos de Egipto, estaban en ellugar eorrespondiente. en tanto que en 1'1 pobre Indiatodo estaba mal eolocado. EI habia olvidado 1'1 belleza

de la forma entre templos de idolos y colinas aterronadas;a deeir verdad, no habiendo forma, (,c6mo podria haberbelleza? En los remotos dias de estudiante, se habiaenvuelto en la manta multicolor de San Marcos, peroalgo mas precioso que los mosaicos y los marmoles se Iebrindaba ahora: la armonia entre creaciones de loshombres y la tierra que los sustenta, la civilizaci6n queha eludido la confusion, el espiritu en una forma razo-nable, subsistiendo carne y hueso. Al ponerse a escribirpostales a sus amigos indios, sintio que ninguno deell os podria experimentar las alegrias que el experi-mentaba ahora, las alegrias de la forma, y que estoconstituia una considerable valla. Ellos yerian la sun-tuosidad de Venecia, pero no su forma""".

Un medio ambiente sumamente visible puede tener,asimismo, sus desventajas. Un paisaje saturado designificados magicos puede inhibir las actividadespracticas. Los aruntas arrostran la muerte antesque trasladarse a una regi6n mas favorable. Losmonticulos funerarios ocupan en China tierras quese necesitan desesperadamente para el cultivo, yentre los maories algunos de los mejores lugares dedesembarco estan vedados en raz6n de su importan-cia mitica. La explotaci6n se lleva a cabo con masfacilidad cuando no hay sentimentalismo respectode la tierra. Hasta la utilizaci6n conservadora de losrecursos puede verse lesionada cuando la orientaci6nhabitual no permite la facil adaptaci6n a nuevasrecnicas y necesidades.

Goeghegan se refiere a la riqueza de nombres delugares en aleuta, pero tras esto hace la interesanteobservaci6n de que existen tantos nombres especificospara cada rasgo minusculo, que con mucha frecuen-cia los aleutas de una isla ignoran casi par completolos nombres de los lugares de otra isla21i• En realidad,un sistema altamente diferenciado, exento de capa-cidad de abstracci6n y generalizaci6n, puede reducirlas posibilidades de comunicaci6n.

Tambien puede tener consecuencias de otra indole.Strehlow dice con respecto a los aruntas:

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"Como cada rasgo del paisaje, prominente 0 no, yaesta asociado con uno u otro de estos mitos, podemoscomprender la absoluta apatia en materia de esfuerzosliterarios ... sus antepasados no les han dejado ni unsolo escenario vacio que puedan ocupar con criaturasde su propia imaginaci6n ... la tradici6n ha agostadoeficazmente todo impulso creador ... los mitos de losnativos dejaron de serinventados hace muchos siglos...en conjunto, son prosaicos conservadores ... no se tratatanto de una raza primitiva como de una raza de-cadente"'c'.

Si es conveniente que un medio ambiente evoqueimagenes ricas y vividas, tambien es convenienteque estas imagenes sean comunicables yadaptablesa nuevas necesidades practicas y que puedan desa-rrollarse nuevas agrupaciones, nuevos significadosy una nueva poesia. El objetivo podria ser un medioambiente reducible a imagen que al mismo tiempofuera de extremo abierto.

Como ejemplo peculiar de la forma en que puederesolverse este problema, incluso en una forma irra-cional, podemos tomar la pseudociencia china quees la geomantica:l2• Se trata de un complejo sabersobre la influencia del paisaje, sistematizado e inter-pretado por profesores. Se refiere a los vientos delmal que pueden ser controlados mediante colinas,rocas 0 arboles que visualmente parecen bloquearbrechas peligrosas y a los espiritus buenos del aguaque han de ser atraidos por las charcas, los cursosfluviales y los desaguaderos. Se interpreta que lasformas de los rasgos circundantes simbolizan diver-sos espiritus contenidos en ellos. Este espiritu puedeser considerado util 0 bien puede ser inactivo e inefi-caz. Se 10 puede concentrar 0 dispersar, puede estaren 10hondo 0 en la superficie, puro 0 mezclado, debilo fuerte, y se 10 debe utilizar, controlar 0 realzarmediante plantaciones, asentimientos, torres, piedras,etcetera. Las interpretaciones posibles son multiplesy complejas; se trata de una disciplina en constantedesarrollo que los expertos indagan en toda direcci6n.Por divorciada de la realidad que puede estar estapseudociencia, con todo posee para nuestros prop6-sitos dos caracteristicas interesantes, a saber: enprimer termino, constituye un analisis abierto del

medio ambiente, en que siempre son posibles nuevossignificados, una nueva poesia y nuevos desarrollos;en segundo termino, lleva ala utilizaci6n y el controlde las formas exteriores y sus influencias: hace hin-capie en que la previsi6n y la energia de los sereshumanos rigen el universo y pueden modificarlo.Quizas esto encierra algunas sugestiones en cuantoalas formas para construir un medio ambiente con-cebible en imagenes que no sea al mismo tiempoesterilizador y opresivo.

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Apendice BEI uso del metodo

Al aplicar el concepto basico de imaginabilidad ala ciudad norteamericana, hemos utilizado dos me-todos principales, a saber: la entrevista de una pe-quefia muestra de ciudadanos con respecto a su ima-gen del medio ambiente yel examen sistematico dela imagen ambiental evocada en observadores pro-fesionales sobre el terreno. El valor de estas tecnicasconstituye una cuestion importante, en particular sise tiene en cuenta que uno de los objetivos de nuestroestudio era el desarrollo de metodos adecuados. Doscuestiones diferentes encierra esta cuestion general:a) l,hasta que punto son seguros los metodos y conque grado de exactitud indican una determinadaconclusion?; y b) l,hasta que punto son utiles? l,Sonlas conclusiones validas cuando se adoptan decisio-nes concretas en materia de urbanismo y estan losresultados a la altura de los esfuerzos realizados?

La entrevista basica de gabinete constaba en 10fundamental del pedido de un bosquejo del planode la ciudad, de la descripciondetallada deuna seriedeviajes por ella y de la enumeracion y descripcionsucinta de las partes que al espiritu del individuo Ieresultaran mas caracterizadas 0 vividas. Se llevabaa cabo dicha entrevista con objeto,en primer termino,de verificar la hipotesis de la imaginabilidad; ensegundo termino, de obtener cierta vision aproxima-da sobre las imagenes publicas de las tres ciudades

del caso, la cual podria ser comparada con las com-probaciones del reconocimiento del terreno, contri-buyendo asi a desarrollar algunas sugestiones enmateria de disefio urbano; y en tercer termino, dedesarrollar un metodo abreviado para extraer laimagen publica en cualquier ciudad. En 10 tocante aestos objetivos, el metodo demostro ser bastanteacertado, si se exceptua el hecho de que subsistendudas en cuanto ala generalidad de 13 imagen publi-ca obtenida de este modo, segun se considerara masadelante.

La entrevista de gabinete abarcaba las siguientescuestiones:

1. ;,Que es 10 primere que se Ie ocurre, que simbolizapara usted la palabra "Boston"? ;,Como describiria aBoston, en terminos generales, en un sentido fisico?

2. Deseariamos que nos hiciera un plano rapido delcentro de Boston, hacia adentro 0 hacia abajo a partirde Massachusetts Avenue. Tracelo exactamente comosi estuviera haciendo una rapid a descripcion de la ciu-dad a un forastero, abarcando todos los rasgos princi-pales. No esperamos de usted que nos haga un dibujoexacto; solo queremos un bosquejo somero. rEI entrevis-tador debe tomar notas sobre la secuencia en que sedibuja el plano.]

:3 a. Tenga a bien darme direcciones completas yexplicitas en 10 relativo al viaje que hace normalmentedesde su cas a hasta el sitio donde trabaja. Representesehaciendo el viaje y describa la secuencia de cosas queveria, oiria u oleria en el camino, incluso las senales deruta que han adquirido importancia para usted y lasclaves que necesitaria un forastero para adoptar lasmismas decisiones que usted tiene que adoptar. Lo quemas nos interesa es la representaci6n fisica de las cqsas.No tiene importancia que no pueda recordar los nombresde calles y lugares. [Durante la relaci6n del viaje, elentrevistador ha de indagar, cuando resulte necesario,en pos de descripciones mas detalladas.1b. ;,Experimenta usted emociones particulares en 10tocante a diversas partes, en el transcurso de su viaje?;,Cuanto tiempo Ie llevaria el mismo'l ;,Hay partes delviaje en que usted se siente inseguro en cuanto a suubicaci6n?

ILa pregunta :1 ha de ser repetida luego en el caso deuno 0 mas viajes que estan estandarizados para todoslos entrevistados, es decir, "ir a pie del Massachusetts

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General Hospital a South Station" 0 "ir en autom6vilde Faneuil Hill a Symphony Hall".]

4. Ahora deseariamos saber cuales son los elementosde Boston que usted considera mas caracteristicos.Pueden ser grandes 0 pequerlOs, pero hablenos de aquellosque para usted resultan los mas faciles de identificar yrecordar.

[En el caso de dos 0 tres de los elementos numeradoscomo respuesta a 4, el entrevistador pas a a formular lapregunta 5.1

5 a. i.Tendria a bien describirme ? Si 10 llevaranalli con los ojos vendados, al sacarle la venda i.queclaves utilizaria usted para identificar el lugar?b. i,Tiene usted determinados sentimientos particularescon respecto a ?c. i.Podria mostrarme d6nde esta en su plano? (y,si corresponde), i,d6nde estan sus !imites?6. i,Podria mostrarme en su plano la direcci6n al norte?7. La entrevista ya esta terminada, pero seria util queconversaramos con entera libertad durante unos cuantosminutos. (EI resto de las preguntas se inserta sin ordenfijo.)a. i.Que cree usted que queremos saber?b. i,Que importancia tiene para la gente la orientaci6ny el reconocimiento de elementos urbanos?c. i.Le causa algun placer saber d6nde esta 0 a d6ndeva? i,a desagrado, en caso contrario?d. i.Le resulta Boston una ciudad en que hall a su caminocon facilidad 0 en la que Ie resulta facil identificar suspartes?e. i,Que ciudades que usted conozca tienen una buenaorientaci6n? i.Por que?

Se trataba de una entrevista prolongada, quedurabapor 10 comun hora y media aproximadamente, peroen la que siempre ponian gran interes los entrevis-tados y a menudo cierto grado de emoci6n. Todo sudesarrollo se registraba en cinta magnetica y se 10transcribia luego, procedimiento inc6modo que per-mitia, empero, registrar todos los detalles, al igualque pausas e inflexiones de voz que rcsultaban reve-ladoras.

Dieciseis de las personas entrevistadas en Bostondemostraron el interes suficiente para concertar unasegunda entrcvista. En ella se les present6 prime-ramente una pila de fotografias dl' la zona de Boston,elegidas de modo que aharcaran el distrito entero en

forma sistematica, pero dad as al entrevistado enforma entremezclada. En la coleccion se incluyeronvarias fotografias de otras ciudades. En primer lugarse pidio a los entrevistados que clasificaran las foto-grafias en cualesquiera grupos que les parecierannaturales; y luego se les solicito que identificarancuantas fotografias les fuera posible, diciendo cualeseran las clavesqueusaban para hacer la identificacion.Las fotografias reconocidas eran reordenadas des-pues y se pedia al entrevistado que las dispusierasobre una mesa grande como si las estuviera colo-cando en su posicion correspondiente en un plano engran escala de la ciudad.

Por ultimo, se saco aestos mismos voluntarios alterreno para que rehicietan en la realidad uno de losprimeros recorridos imaginarios, el del MassachusettsGeneral Hospital a South Station. En estos viajeslos acompafiaba el entrevistador, quien iba provistode un grabador portatil. Se pedia al entrevistado quehiciera de guia, que analizara por que elegia deter-minada ruta, que indicara que veia por el camino yque expresara si se sentia seguro 0 perdido.

Como corroboracion exterior para esta pequefiamuestra, se llevoa cabo un estudiosobrelas respuestasa pedidos de direcciones, formulados a personas enlas aceras de la ciudad. Se escogieron seis destinos"standard": Commonwealth Avenue, la esquina delas calles Summer y Washington, Scollay Square, elJohn Hancock Building, Louisburg Square y elPublicGarden. Igualmente se escogieron cinco puntos deorigen "standard": la entrada principal del Massachu-setts General Hospital, la Old North Church en elNorth End, la esquina de Columbus Avenue y WarrenStreet, la South Station y Arlington Square. En cadapunto de origen el entrevistador de la acera pediaque 10 orientaran hacia cada destino, para 10 cual sedirigia a cuatro 0 cinco transeuntes elegidos al azar.Formulaba tres preguntas: "GComo hago para ira ...?" "GComo hare para darme cuenta de que hellegado a destino?" y "GCuanto me llevara caminarhasta alli?"

Se podria pensar que la correcta descripcion "obje-tiva" de la forma fisica de la ciudad consistia encomparar estas representaciones subjetivas de la

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ciudad con datos de la indole de fotografias aereas,pIanos y diagramas de densidad, uso y forma arqui-tect6nica. Dejando de lado la consideraci6n de suobjetividad, estos materiales resultan absolutamenteinadecuados para la finalidad perseguida, pues sonal mismo tiempo demasiado superficiales y no 10bastante generalizados. La diversidad de factoresque podria evaluarse es infinita y se lleg6 a la con-clusi6n de que la comparaci6n mas eficaz para lasentrevistas consistia en el registro de otra respuestasubjetiva, pero en este casu sistematica y vigilante,usando categorias cuya importancia qued6 demos-trada en el analisis de anteriores entrevistas desti-nadas a servir de guia. Por mas que estaba en claroque los entrevistados reaccionaban ante una realidadfisica comun, la mejor manera de definir esa rea-lidad no consistia en un metodo cuantitativo, "fac-tico", sino en la percepcion y la evaluacion de unoscuantos observadores sobre el terreno, adiestradospara que observaran cuidadosamente, y con unatendencia preexistente hacia los tipos de elementosurbanos que hGl-stael momento parecian ser signi-ficativos.

Mas adelante se simplifico el analisis sobre elterreno, que quedo reducido al recorrido sistematicode la zona llevado a cabo a pie por un observadorentrenado, a quien previamente se habia informadosobre el concepto de la imaginabilidad urbana. Esteobservador hizo un levantamiento de la zona, indi-cando la presencia, visibilidad y las interrelacionesentre los mojones, nodos, sendas, bordes y barrios 0

distritos, y consignando la fuerza 0 la debilidad delas imagenes de estos elementos. Despues de estelevantamiento realizo varios largos recorridos "pro-blematicos" por la zona, poniendo a prueba la apre-hension de toda la estructura. El observador dividiolos elementos en categorias de significado mayor 0

menor, siendo elementos "principales" aquellos exce-cionalmente fuertes 0 vividos; y continuamente pre-guntandose a si mismo por que este elemento teniauna identidad fuerte 0 debil, por que esta conexionparecia clara u oscura.

Lo que en este caso se traza es el plano de unaabstraccion, no de la realidad fisica misma, sino las

impresiones generalizadas que la forma real causaen un observador preparado en cierta forma. Estelevantamiento se llevaba a cabo, por supuesto, conindependencia del analisis de las entrevistas y exigiaquizas entre tres y cuatro dias de trabajo para unsector de estas dimensiones. La descripcion de doselementos en el apendice C ejemplificara el tipo dedetalle usado para formular tales juicios.

En los primeros analisis sobre el terreno se desa-lTollaron las principales hipotesis relativas a lostipos de elementos, como se los integra y que contri-buye a una vigorosa identidad. Estas eran las hipo-tesis puestas a prueba y perfeccionadas en lasentrevistas. Un objetivo secundario consistia endesalTollar una tecnica"para un analisis visual deuna ciudad con la que se pudiera predecir la probableimagen publica de dicha ciudad. Por 10 que hace aambos objetivos, el metodo en su forma definitivaresulto acertado, con la reserva de que aun seguiaprestando excesiva atencion a los elementos sepa-rados y subestimaba su modelacion en un conjuntovisual complejo.

Las figuras 35 a 46 representan las imagenes delas tres ciudades segun resultan del consenso deentrevistas verbales y bosquejos de planas, asi comotambien de nuestro propio reconocimiento sobre elterreno. A los fines de la comparaci6n, cada serie depIanos urbanos utiliza la misma escala y todosutilizanlos mismo simbolos.

Cabe hacer aqui unas cuantas generalizacionesen 10 tocante alas relaciones entre los datos extraidosindependientemente de las entrevistas y del reco-nocimiento sobre el terreno. Los analisis sobre elterreno en Boston y Los Angeles resultaron ser pre-diccionessumamente fielesde las imagenes obtenidasa traves del material de las entrevistas verbales. Enla poco diferenciada Jersey City, el analisis sobre elterreno predijo poco menos de los dos tercios de laimagen obtenida a traves de las entrevistas, peroincluso en este caso figuran en una u otra fuentemuy pocoselementos que no esten tambien presentesen la otra. En todos los casos, el orden relativo de loselementos es sumamente consecuente. En el analisissobre el telTeno,hecho a pie, se pusieron en evidencia

Figuras 35 a 46pp. 181 a 186

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dos fallas, a saber: la tendencia a hacer caso omisode elementos secundarios que son importantes parala circulacion en automoviles y la tendencia a pasarpor alto determinados rasgos secundarios de losbarrios que son particularmente importantes p.aralos individuos en razon de la posicion que reDejan.Por 10 tanto nuestro metodo de anaJisis sobre elterreno, en c;so de ir acompafiado de levantamientosdesde automoviles, parece constituir una tecnica quepuede predecir con cierto exito la proba~)le imagencompuesta, dejando el margen necesano para losefectos "invisibles" del prestigio social y para lafijacion mas fortuita de la atenci6n en un mediovisualmente no diferenciado.

En tanto que la correlacion entre el bosquejo deplano de un individuo y la entrevista con la m.ismapersona resulto en ciertos .casos bastm:~e baja, sepuso de manifiesto una eflcaz correlnelOn entre elcompuesto de bosquejos de pIanos y el compuesto deentrevistas verbales. Tambien en este easo resultararo que los elementos principales aparezcan. sola-mente en una fuente. Sin embargo, los bosquejos depIanos tienden a tener un "umbral" mas elcvado,.csdecir, elementos que aparecen con las freeuencIasmas bajas en las entrevistas tienden a no apareceren absoluto en los bosquejos; y en general todos loselementos son menos representados gn'ificamenteque mencionados verbalmente. Tambien este efedoes mas marcado en el caso de Jersey City. Por otraparte, los bosquejos tienden a acentu.ar algo lassendas y a excluir las partes que son partlcular.ment~dificiles de dibujar 0 situar, por mas que sean Identl-ficables, como un "mojon" sin base 0 un trazado decalle muy complicado. Pero estos defectos s~n deimportancia secundaria y se los puede correglr. EIbosquejo de plano compuesto, con respecto. a laidentificacion de elementos tiene una gran semejanzacon la entrevista verbal.

No obstante, en 10 tocante a conexiones y orga-nizacion general se presenta una diverge.nciaimportante entre las dos fuentes. Las conexlOJ.1esconocidas mas importantes subsisten en losbosquPjOS,pero muchas otras pueden desaparecer. Quizas I~sdificultades para dibujar y hacer que todo encaje

simultaneamente determinan que los bosquejos depIanos resulten excesivamente fragmentados ydeformes. No constituyen un buen in dice de laestructura conectora conocida.

Por ultimo, la enumeracion de rasgos distintivosevidencio tener el umbral mas alto entre todas lasmedidas, excluyendomuchos elementosqueaparecianen los bosquejos y seleccionando tan solo las men-ciones mas acentuadas del analisis sobre el terreno 0

las entrevistas verbales. Este metodo particularparece transmitir 10 mas caracteristico de la ciudad,su esencia visual.

EI test del reconocimiento fotografico confirm amuy bien los resultados visuales. Por ejemplo,Commonwealth Avenue'y el Charles River fueronreconocidos facilmente por mas del 90%de los entre-vistados; asimismo, Tremont Street, el Common,Beacon Hill y Cambridge Street fueron identificadosrapida y especificamente. Las otras fotografias con-tribuyen a confirmar la pauta, incluso hasta laconcentracion de irreconocibilidad en el South End,la base del John Hancok Building, el sector WestEnd-North Station y las calles laterales del NorthEnd.

La figura 48 es una recopilacion grafica de ele-mentos mencionados por 160 transeuntes al dete-nerselos en las calles para interrogarlos en la formasefialada anteriormente. Tambien la imagen com-puesta sobre la base de estas entrevistas apresuradascoincidia en forma sorprendente con los otros datosintegrados. Las principales diferencias eran la mayorprominencia concebida alas sendas que alejan delos puntos en que se formularon las preguntas. Deberecordarse que el sector que estaba en juego era soloaquel que abarca la serie de posibles sendas entre losorigenes y los destinos (aproximadamente la linearayada). La presencia de claros fuera de esta lineacarece de significado.

Si bien estos metodos revelaron una gran consis-tencia interna, pueden formularse dos criticasprincipales contra la adecuacion de la muestraentrevistada. En primer termino, las muestras eraninsolitamente pequefias, pues se trataba de treintapersonas en el caso de Boston y de la mitad de ese

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numero en Jersey City y Los Angeles. Seria impo-sible generalizar sobre estas bases y afirmar queuna "genuina" imagen publica de la ciudad especi-fica se ha puesto en evidencia. El tipo amplio deindagacion llevado a cabo y el prolongado lapsoexigido por la tecnica mastodontica y experimentalde analisis imponia la necesidad del tamafio pequefiode las muestras. Es evidente que hace falta un nuevotest con una muestra mas numerosa; y esto requieremetodos mas rapidos y precisos.

Una segunda critica consiste en el caraeter dese-quilibrado de las muestras elegidas. Las muestrasestaban bien equilibradas en 10 tocante a edud (masaHa de la adolescencia) y sexo. Todos los individuosestaban familiarizados con el medio ambiente y seexcluyo a los especialistas, como urbanistas, inge-nieros y arquitectos. Pero como hacian faltavoluntarios seleetos para estos primeros esfuerzos,la muestra resulto muy desequilibrada en 10 toeantea clase y ocupacion, estando constituida ante todopor personas de la clase media profesional y direetiva.Necesariamente ha de haber una fuerte proclividadclasista en los resultados y, por 10 tanto, deberianhacerse nuevas pruebas con una muestra que nosolo sea mas numerosa sino tam bien mas represen-tativa de la poblacion en general.

Tambien constituyo un defeeto la ausencia de unadistribucion verdaderamente aleatoria de residenciay lugar de trabajo de los individuos, por mas que sehizo un esfuerzo por reducir esta parcialidad a unminimo. Por ejemplo, la muestra de Boston contabacon pocos individuos procedentes del North End yelWest End, correlato de la parcialidad en cuanto aclase social. La localizacion es inevitable y fiel a la

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Fig. 47 Confrontaci6n entre entrevistas, bocetos de mapas y analisis 'lobre elterreno

realidad en 10 referente allugar de trabajo, pero se ladebe corregir por 10 que };laceallugar de residencia.Los datos actuales no 'parecen indicar que unadistribucion residencial de los individuos que seaabsolutamente aleatoria pueda modificar la imagengeneral tanto como podria hacerlo un equilibrio declases. Las imagenes de las zonas son a menudovigorosas 0 debiles a pesar de la relativa familiaridado falta de familiaridad. Las entrevistas en la calle,en las que se trabaj6 con una muestra mucho masamplia y que son mas proximas a 10 aleatorio endistribucion por clases sociales, tendieron en generala confirmar las entrevistas mas largas, dentro de loslimites de su informacion algo apresurada. Por 10tanto, puede sintetizarse en la siguiente forma lacritica de la muestra usada:

En primer termino, la coherencia interna de losdatos obtenidos a traves de divers as fuentes sugiereque los metodos empleados proporcionan en verdaduna vision bastante digna de confianza de la imagenurbana compuesta de las personas especificas entre-vistadas y, asimismo, que estos metodos son apli-cables a diferentes ciudades. El hecho de que lasimagenes de diferentes ciudades fueran diferentescoincide con la hip6tesis de que la forma visualdesempefia un papel significativo. En segundo ter-mino, a pesar del tamafio pequefio,de la parcialidaden cuanto a clase social y de la parcialidad situacionalde estas muestras, algunos datos parecieron indicarque la imagen compuesta podria ser con todo unatosca y primera aproximaci6n a la genuina imagenpublica. No obstante, en una segunda prueba hay

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que aumentar el tamafio de la muestra y corregir lasparcialidades.

Como la muestra era pequefia, no se hizo ningunatentativa por subdividirla mas e indagar las ima-genes separadas de diferentes edades, sexos u otrosgrupos. La muestra fue analizada como conjunto yno se tomaron nunca en cuenta los antecedentes delos individuos, excepto para sefialar la tendencio-sidad general del conjunto. La indagacion de lasdiferencias de grupos constituiria, sin lugar a dudas,una tarea interesante.

Por cierto, hasta el presente el estudio solo hademostrado categoricamente la existencia de unaimagen coherente que se usa para describir 0 recordarla ciudad en ausencia de la cosa concreta. Estaimagen podria ser absolutamente diferente deaquella que se emplea cuando se actua realmente enel medio ambiente. Las unicas verificaciones de estaposible divergencia consistieron en los recorridossobre el terreno efectuados por algunos individuos ylas entrevistas callejeras. Estas ultimas confirmaron,al parecer, la imagen recordada, por mas que eran dealcance limitado y seguian siendo de indole verbal.Los datos de los recorridos sobre el terreno dieronuna respuesta ambigua. Sobre el terreno se siguierona menudo rutas diferentes de aquellas de las entre-vistas de gabinete, pero al parecer la estructurageneral era ar~aloga.En los registros sobre el terreno

Fig. 48 La imagen de Boston como consecuencia de algunas entrevistas verbales

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aparecieron muchos mojones mas detallados. Pordesgracia, estos registros resultaron, por motivostecnicos, debiles e insatisfactorios. Es muy posibleque exista una diferencia entre la imagen comuni-cada retrospectivamente a otra persona y la imagenusada sobre el terreno cuando es innecesaria lala comunicacion interpersonal. Pero tambien esposible que no esten netamente separadas, sino queentre si se nivelen paulatinamente. En el peor de loscasos, el material pone en evidencia correlacionesentre las acciones y la imagen comunicada e indicala poderosa significacion emotiva de esta ultima.

Los tipos de elementos hipoteticos (nodo,distrito 0barrio, mojon, borde, senda) quedaron en buenamedida confirmados por los datos, despues de intro-ducirse algunas modificaciones. No se trata de quequedara demostrado que existen estas categoriascomo arquetipos platonicos, sino de que consecuen-temente las categorias consiguieron abarcar los datosen forma eficaz, sin esfuerzo. Se vio que las sendasson el elemento predominante en wrminos de canti-dad y se observo una notable estabilidad entre lastres ciudades en el porcentaje de elementos totalesdedicados a cada categoria. La unica excepcion fueque la atencion se desplazara de las sendas y losbordes a los mojones, fenomeno que se observo en elcaso de Los Angeles. Esto constituye un cambiosorprendente en una ciudad orientada hacia losautomoviles, pero es posible que estuviera deter-minado por la falta de diferenciacion en las calles endamero.

En tanto que los datos sobre elementos separadosy tipos de elemento eran quizas adecuados, faltabainformacion sobre interrelaciones de elementos,pautas, secuencias y conjuntos. Es necesario desa-rrollar metodos mas eficaces para enfocar estosaspectos decisivos.

~ 1000"-EI metodo ('omo hase para eI diseiio

Quizas el mejor modo de sintetizar esta criticageneral del metodo consiste en recomendar una

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tecnica de analisis de la imagen destinada a eludirmuchas de las dificultades antes citadas y que sedesarrolle como la base de un plan para la futuraforma visual de cualquier ciudad.

El procedimiento podria iniciarse con dos estudios.El primero seria un reconocimiento generalizadosobre el terreno a cargo de dos 0 tres observadoresentrenados, el cual cubriria sistematicamente laciudad tanto a pie como en vehiculo, de dia y denoche, complementando este estudio mediantediversos recorridos "problematicos", segun se des-cribio anteriormente. Esto culminaria en un planodel analisis sobre el terreno y un breve informe, elcual se ocuparia de los puntos fuertes y debiles, y conuna pauta general al igual que con partes.

Un paso paralelo consistiria en la entrevista ma-siva de una muestra grande, equilibrada de modoque coincidiera con las caracteristicas generales dela poblacion. A este grupo, que podria ser entrevis-tado simultaneamente 0 en divers as partes, se Iepediria que hiciera cuatro cosas, a saber:

a. Dibujar un rapido bosquejo de plano de la zonasometida a consideracion, mostrando los rasgos masinteresantes e importantes y dandole a un forasteroel conocimiento suficiente para recorrerla sin dema-siada dificultad.

b. Racer un bosquejo similar de la ruta y los acon-tecimientos a 10 largo de uno 0 dos recorridos ima-ginarios, recorridos elegidos para mostrarla exten-sion y la an chura de la zona.

c. Racer una lista por escrito de aquellas partes dela ciudad que se juzgan mas distintivas, explicandoel examinador el siginificado de "partes" y de "dis-tintivas".

d. Responder por escrito brevemente a unascuantas preguntas del tipo "l,Dondeesta situada ?"

Se analizarian los tests para comprobar la fre-cuencia de mencion de elementos y sus conexiones,la secuencia de dibujo y los elementos vividos, sentidode la estructura e imagen compuesta.

Se compararian luego el reconocimiento sobre elterreno y la entrevista masiva en 10 tocante a larelacion entre imagen publica y forma visual, parallevar a cabo un primer analisis de los puntos

visuales fuertes y debiles en toda la zona, y paraidentificar los puntos criticos, secuencias 0 pautasque merecen mas atencion.

Se iniciaria luego la segunda serie con la inves-tigacion de estos problemas criticos. Usando unamuestra pequefia, se pediria a los entrevistados indi-vidualmente que localizaran elementos criticosseleccionados, que trabajaran con ellos en br:evesrecorridos imaginarios, que los describieran, hicieranbosquejos de ellos y analizaran sus sentimientos yrecuerdos a su respecto. A unos pocos individuospodria llevarselos a estos puntos especiales, haciendobreves recorridos sobre el terreno en que intervinieranellos,y describiendolos y apalizandolos sobre ellugarmismo. Tambien podria preguntarse a una muestraaleatoria de personas en la calle sobre la direccionhacia el elemento a partir de diversos origenes.

Ya analizados el contenido y los problemas en estasegunda serie de estudios, se llevaria a cabo un reco-nocimiento sobre el terreno igualmente intensivo deestos mismos elementos. Tras esto se procederia aefectuar estudios detallados sobre la identidad y laestructura en muchas condiciones diferentes de luz,distancia, actividad y movimiento sobre el terreno.En estos estudios se utilizarian los resultados de lasentrevistas, pero de ningun modo se limitarian a ellos.Modelos posibles son los estudios detallados de ele-mentos de Boston que aparecen en el apendice C.

Todo este material se sintetizaria por ultimo enuna serie de pIanos e informes que presentaria laimagen publica basica de la zona, los problemas ylaspotencias visuales generales, los elementos criticosy las interrelaciones de elementos, conjuntamentecon sus cualidades detalladas y posibilidades decambio. Sobre un analisis de estanaturaleza, modi-ficado constantemente y mantenido al dia, podriabasarse un plan para la futura forma visual.

La critica precedente asi como muchas de las pa-ginas en capitulos anteriores apuntan hacia pro-

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blemas que estan sin solucionar. Son perfeetamenteevidentes algunos de los pr6ximos pasos en el ana-lisis; otros, incluso mas importantes, son de captaci6nmas dificil.

Un paso pr6ximo obvio consiste en utilizar la tec-nica analitica que se acaba de describirpara poner aprueba una muestra mas adecuada de la poblaci6n.Las conclusiones sacadas de esta labor descansariansobre terreno mucho mas firme y entonces podriaperfeccionarse una tecnica adecuada para la aplica-ci6n praetica.

Tambien se enriqueceria nuestro conocimiento deltema si se aplicaran estudios comparados a un mar-gen de medios mayor que las tres ciudades que dehecho se estudiaron. Tanto las ciudades muy viejascomolas muy nuevas, las compactas comolas difusas,las densas como las ralas, los medios ca6ticos comolos muy ordenados, podrian producir por igual di-ferencias caraeteristicas en las imagenes. lDe quemodo difiere la imagen publica en una aldea, de la deManhattan? lEs mas facil conceptualizar una ciudadlacustre que una ciudad ferroviaria? Estudios deeste tipo producirian abundantes materiales sobrelos efeetosde la forma fisica y dichos estudios podrianservirle de base al disefiador de ciudades.

Resultaria igualmente interesante aplicar estosmetodos a medios que por su escala 0funci6n fuerandiferentes de las ciudades, por ejemplo, a un edificioo un paisaje, a un sistema de transportes 0 unaregi6n de valle. De suma importancia desde el puntode vista de las necesidades praeticas es la aplicaci6ny la adaptaci6n de estas ideas a la regi6n metropo-litana, la cual en la actualidad parece irremediable-mente fuera de nuestro alcance perceptivo.

Las diferencias decisivas pueden estar con igualprobabilidad en el observador mismo. A medida queel urbanismo se convierteen una disciplina dedifusi6nmundial y que los urbanistas se consagran a latarea de elaborar planes para otros paises, se imponela necesidad de asegurarse de que 10que se ha des-cubierto en los Estados Unidos no es tan s610unaconsecuencia de la cultura local. lDe que modo yensus ciudades los hindues a los italianos?

Estas diferencias crean dificultades al investiga-

dor y no solo en la practica internacional sino tam-bien dentro de su propio pais. El investigador puedeser prisionero de un modo regional de pensar '0,enespecial en los Estados Unidos, de su propia clase.Para que las ciudades puedan ser usadas por muchosgrupos de personas es importante comprender deque modo los diferentes grupos principales tienden aimaginar su contorno. Otro tanto podria decirse conrespecto de las variaciones significativas de tipo depersonalidad. El presente estudio s610se ha ocupadode los factores comunes dentro de la muestra.

Resultaria de interes averiguar si algunos de lostipos de imagen que parecieron aparecer -aquellosque utilizan sistemas jenlrquicos estaticos en oposi-ci6n a aquellos que utilizan conexiones dinamicasque se despliegan; 0 aquellos que utilizan imagenesconcretas en oposici6n a aquellos que utilizan ima-genes abstractas, por ejemplo- constituyen tiposestables e intransferibles 0 si son tan 8610el resultadode un adiestramiento 0 un medio particular. Por otraparte, lcomo se relacionan entre si algunos de estostipos? (,Puede un sistema de imagenes dinamicasser asimismo un sistema que este estructurado posi-cionalmente? La relaci6n entre la imagen mnemic acomunicable y la imagen usada en las operacionesinmediatas sobre el terreno podria, asimismo, serindagada.

Todas estas cuestiones tienen un interes que nosolo es te6rico. Las ciudades son el "habitat" demuchos grupos y s610a traves de una comprensi6ndiferenciada de las imagenes colectivas eindividualesy su interrelaci6n puede estrueturarse un medio am-biente que resulte satisfaetorio para todos. Mientrasno se disponga de este conocimiento, el disefiadordebe seguir confiando en el denominador comun 0imagen publica y proporcionar de otro modo la ma-yor diversidad que pueda de tipos de material deconstrucci6n de imagenes.

Los presentes estudios se han limitado alas ima-genes tales como existen en un momento determi-nado. Las comprenderiamos mucho mejor si supie-ramos c6mo se desarrollan, de que modo un forasteroconstruye su imagen de una nueva ciudad, c6mo unnifio desarrolla su imagen del mundo. Una ciudad

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debe tener al mismo tiempo una estructura evidenteque pueda aprehender inmediatamente y una estruc-tura potencial que permita estructurar gradualmenteuna imagen mas compleja e inelusiva.

La constante transformacion de la ciudad provo-ca un problema conexo, a saber, el del ajuste de laimagen al cambio exterior. A medida que nuestrohabitat se vuelve mas fluido y cambiante, adquiereimportancia decisiva el hecho de saber de que modose puede mantener la continuidad de la imagen atraves de estas conmociones. i,Como se adapta unaimagen al cambio y dentro de que limites es posibleesto? i,Cuando se pasa por alto 0 deforma la realidada fin de resguardar el mapa? i,Cuando se quiebrauna imagen y a que precio? i,Como puede evitarseesta ruptura mediante continuidades fisicas 0 comopuede facilitar la formacion de nuevas imagenescuando la ruptura ha tenido lugar? La construccionde imagenes ambientales que sean susceptibles decambio constituye un problema especial, a saber, elde imagenes que sean resistentes y al mismo tiempoelasticas ante las presiones inevitables.

Esto nos remite una vez mas al hecho de que laimagen no es (mica y exelusivamente elresultado decaracteristicas exteriores sino tambien un productodel observador. Por 10 tanto seria posible mejorar lacalidad de la imagen mediante educacion. Un utilestudio podria llevarse a cabo sobre los medios paraensefiar a la gente a orientarse bien en su mediaurbano a traves de museos, conferencias, paseos porla ciudad cursos en las escuelas, etcetera. Relacio-nado con'esto se encuentra el uso potencial de pro-cedimientos simbolicos, es decir, de pIanos, signos,diagramas y maquinas que den direcciones. Unmundo fisico aparentemente desordenado puedeaelararse mediante la invencion de un diagram asimbolico que explique las relaciones de los rasgosprincipales en una forma quecontribuya al desarrollode la imagen. Un buen ejemplo d~esto se tiene en elplano diagramatico de la red de subterraneos deLondres, el cual se expone en forma bien visible entodas las estaciones.

Quizas la direccionmas importante para los futurosestudios ya se ha sefialado antes varias veces, a

saber, la falta de comprension de la imagen de laciudad como un campo total, de las interrelacionesde elementos, pautas y secuencias. La percepcion dela ciudad es en esencia un fenomeno temporal yesta dirigida hacia un objeto en muy amplia escala.Para que el medio sea percibido como una totalidadorganica, la elarificacion de las partes en su contextoinmediato solo constituye un paso elemental. Resul-taria sumamente importante encontrar medios decomprension y manipulacion de conjuntos 0, por 10menos, para resolver los problemas de la secuencia yla pauta que se despliega.

Es posible que resulte que algunos de estos estudiospued.en cuantificarse deialgun modo; por ejemplo,anahzarlos en 10 tocante al numero de elementos deinformacion necesarios para especificar los princi-pales destinos en la ciudad 0 en 10 tocante a la relativaredundancia. Podria investigarse la velocidad deidentificacion, la redundancia conveniente para unasensacion de seguridad 0 el numero de elementosque una persona puede retener en 10 relativo a sumedio ambiente. Esto se vincula con la posibilidadde artificios simbolicos 0 maquinas que den la direc-cion, ya sefialada anteriormente.

Pero parece existir la posibilidad de que el nueleocentral de la labor eluda la cuantificacion, por 10menos durante algun tiempo, y que las consideracio-nes de pauta y secuencia constituyan una miraprimordial. De esta ultima participa la tecnica derepresentacion de pautas complejas, extendidas tem-poralmente. 8i bien esto constituye una consideraciontecnica, se trata de algo fundamental y dificil. Paraque sea posible comprender 0 manipular estas pautases necesario encontrar previamente medios de re-presentacion de su esencia en una forma tal que selas pueda comunicar sin una repeticion de la expe-riencia original. Esto constituye un problema bas-tante desconcertante.

Como nuestro interes inicial en el problema era elde manipuladores del "habitat" fisico, el uso experi-mental de estas ideas en problemas reales de disefiodeberia figurar, tambien, en un lugar prominente enla lista de futuros estudios. Debiera dejarse abierto elpotencial de disefio de la imaginabilidad y deberia

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ponerse a prueba la afirmacion de que puede consti-tuir la base de un plan de disefio urbano.

Por el momento los temas mas importantes parael ulterior estudio ~arecen ser los siguientes: la apli-cacion del concepto a regiones metropolitanas; suextension a un examen de las principales diferenciascolectivas; el desarrollo de la imagen y su adaptacional cambio' la imagen de la ciudad como pauta total,extendida'temporalmente; y el potencial de disefioen el concepto de imaginabilidad.

Apendi('e CDos ejemplos de amilisis

Como ejemplo del tipo de analisis visual detalladode elementos urban os que puede hacerse sobre elterreno y de como puede relacionarse este analisiscon los resultados de las entrevistas, procederemos adescribir dos localidades contiguas de Boston, a sa-ber, el barrio muy identificable de Beacon Hill y eldesconcertante nodo de Scollay Square, que se en-cuentra bajo aquel. La figura 49 muestra la posicionestrategica de estos dos elementos en la parte centralde Boston y su relacion con el West End, el barriocomercial de la parte centrica de la ciudad, el Com-mon y el Charles River.

Una de las ultimas de las colinas originales de laciudad, Beacon Hill, se extiende entre el centro co-mercial y el rio, impidiendo la circulacion de traficode norte a sur y siendo visible desde muchos puntos.El plano en detalle muestra el trazado de calles y laspartes cubiertas por edificios. Se trata de un sitiosingular, sobre todo en una ciudad de los EstadosUnidos, pues es una reliquia bien conservada decomienzos del siglo XIX que todavia esta viva y esutil; he aqui un sector residencial apacible e intimo

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Fig. 49 Localizaci6n de Beacon Hill y Scollay Square en la peninsula deBoston

para las clases superiores que esta inmediatamentecontiguo al coraz6n del mismo de la metr6poli. Enlas entrevistas, suscit6 una imagen correlativamentevlgorosa:

Se consider6 que Beacon Hill era muy caracteris-tica, se afirm6 a menudo que era el simbolo de Bostony con frecuencia se la vio como desde cierta distancia.Se sabia que estaba en el centro de la ciudad, proximaa la parte baja, limitada marcadamente por BeaconStreet y por 10 tanto colindando con el Common.Convencionalmente, Cambridge Street la separabadel West End y, para la mayoria de los entrevistados,se detenia en Charles Street, por mas que dubitativa-mente algunos incluianel sector inferior. Casi todoslos entrevistados tenian conciencia del vinculo conel rio. EI cuarto borde resultaba incierto, situandoselopor 10 comun en Joy Street 0 Bowdoin Street, peroesta es una zona confusa que "de algun modo" llegahasta Scollay Square.

Interiormente, parecia constar de dos partes sepa-radas, de un lado "posterior" y otro "anterior", divi-didos socialmente y visualmente a 10 largo de MyrtleStreet. La imagen del sistema de calles era bastanteparalela, "nitida" 0 recta, pero no bien trabada y dedificil recorrido. EI costado anterior era concebidocomo constituido por varias calles paralelas (siendoMt. Vernon Street la que se mencionaba con masfrecuencia), con Louisburg Square en un extremo yla State House en el otro. Ellado posterior desciendehasta Cambridge Street. Joy Street parecia ser muyimportante como conexi6n transversal. Se tenia laimpresion de que las calles Beacon y Charles eranparte del conjunto, en tanto que Cambridge Streetno 10 era.

Mas de la mitad de los entrevistados sefialaron lossiguientes elementos como parte de su imagen deBeacon Hill (en orden descendente, aproximada-mente):

una colina empinadacalles angostas y en declivela State HouseLouisburg Square y su pm'quearboles

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hermosas casas antiguasladrillo rojoportones entrados.

aceras de ladrillocalles con adoquines de piedravista del rioun sector residencialsuciedad y basuradistinciones socialestiendas en las esquinas, en la parte posteriorcalles bloqueadas 0 "en curva"la verja y las estatuas, Louisburg Squaretechos de variados tiposletreros en Charles Streetla cupula dorada de la State Houseventanas de color purpuraalgunas casas de departamentos que hacen contraste

Por 10 menos tres personas agregan otras observacionesmas:

autom6viles estacionadosventanas en voladizo (bay windolcs)rejascongesti6n de casasviejos faroles de calleun sabor "europeo"al Charles Riverla vista del Massachusetts General Hospitalnii'ios que juegan en la parte posteriorpostigos negrostiendas de antigtiedades en Charles Streetcasas de tres y cuatro pisos.

Un numero sorprendente de indicaciones se ob-tuvieron a traves de los pedidos apresurados y ca-suales de direcciones que se hacian en la calle. En 10fundamental incluian las siguientes: se trata de unacolina y hay que subir por las calles 0 porescalinataspara llegar alli. Se destaca por la State House, quetiene una cupula dorada y escalinatas. Da sobre elCommon, con Beacon Street como borde e incluye aLouisburg Square que tiene un parque y una verja.Dos 0 mas personas agregaron varios otros datos:

tiene arboles; es un barrio residencial de la clasealta; esta cerca de Scollay Square; incluye las callesJoy, Grove y Charles. Estas observaciones, en suforma abreviada, hacian eco a los resultados de lasentrevistas mas intensivas.

Consideremos ahora la realidad fisica que esta enla base de estos temas que aparecian en la imagen de Figura 51p. 202Beacon Hill. El barrio coincide muy de cerca, enverdad, con una colina aguda y singular cuyas cuestasmas empinadas dan hacia las calles Charles y Cam-bridge. La cuesta prosigue despues de Cambridge,hacia el West End, en la que penetra algo, pero enrealidad ya ha pas ado el gradiente empinado, elpunto de inflexi6n de la~urva vertical, y esta inflexi6nparece ser el acontecimlento visualmente significati-vo. El borde de la cuesta se extiende muy precisa-mente en Charles Skeet, y esto torn a dificilla incor-poraci6n del sector mas bajo en Beacon Hill, segunveremos mas adelante. Por los otros dos costados,sin embargo, los limites han entrado en los costadosde la Hill. Beacon Street esta a medio camino por lascuestas y el Common es fundamentalmente parte dela misma caracteristica topografica. No obstante, elcambio de espacio y caracter tiene la fuerza suficientepara superar esta oscuridad topografica; y"BeaconHill" se inicia claramente en Beacon Street, por masque la colina geografica comienceen Tremont.

Sin embargo, por el este la situaci6n es diferente.Alli, una parte considerable de la colina ha sidorecargada de contrucciones con fines comerciales,de modo que Scollay Square esta en la ladera de lacolina y School Street tiene un gradiente ascendenteempinado. Se ha hecho caso omiso de la realidadtopografica y, sin embargo, no hay una aberturaespacial grande que haga visible 10 que se ha hecho,ni un cambio fuerte de caracter que sea capaz decontrarrestar la continuidad de la forma de la tierra.Esto contribuye, sin lugar a dudas, a la brumosidadde la imagen par este lado, asi como al malestarespacial de Scollay Square.

Dentro de Beacon Hill, la sensaci6n de gradienteesta presente siempre, tanto visualmente como en Figura 51 p. 202terminos de esfuerzo fisico y equilibrio. El hecho deque las cuestas de las calles esten generalmente en

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dos direcciones diferentes en los costados anterior yposterior tiende a subrayar la peculiaridad de estaszonas.

La cualidad espacial de desarrollo en el costadoanterior de Beacon Hill es inconfundible. Consta decorredores viales continuos, que en todas partes sonen escala intima. Las fachadas de los edificios estan

Figura 52 bien a mana y son a menudo de tres pisos, 10 cual dala sensacion de que estas viviendas en hilera son sinexcepcion construcciones para familias separadas.No pueden distinguirse con facilidad los departa-mentos, las casas de pension y las instituciones. Noobstante, dentro de estos limites de caraeter se danconsiderables variaciones de proporcion, segun semuestra en los diagramas de cortes transversales.En particular, hay un cambio importante en Mt.Vernon Street, por arriba de Louisburg Square, dondeuna larga hilera de "grandes casas" esta retirada dela linea de edificacion sobre el costado norte, 10 cualpermite que aparezcan pequenos patios delanteros.Esto constituye un cambio que resulta muy facil deadvertir y que es muy agradable; y el cual, por otraparte, no interrumpe la continuidad del conjunto.

Las proporciones del espacio cambian muy mar-cadamente en el costado posterior; las construccionesse hacen de cuatro a seis pisos, 10 cual pone en

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evidencia que no se trata de casas de familia. Elespacio en corredor se convierte en una especie decanon. Como la cuesta corre alli hacia el norte la luzdel solllega con menos frecuencia alas calles.'Estassens~ciones de proporciones espaciales, de luz, degradlente y de connotacion social parecen constituirlas caracteristicas primordiales de la zona.

Las figuras 53 y 54 muestran la ubicacion quetienen en Beacon Hill otros elementos tematicos queparecen identificar la imagen. Cabe senalar una vezmas que estas son primordialmente las caracteristicasdel costado anterior. La distribucion de aceras deladrillo, de tiendas en las esquinas, de portales aden-t~ados, de verjas ornamentales, de arboles y hastaClerto punto de postigos negros contribuyen a des-tacar la singularidad del costado anterior y su di-ferencia con el posterior. La concentracion y la repe-ticion de estos temas y el grado de conservacion queponen en evidencia el bronce pulido, la pintura recien-te, los pavimentos limpios y las ventanas bien deco-radas tienen un poderoso efecto acumulativo, queagrega cierta vitalidad a la imagen de Beacon Hill.

Las bay windows son menos caracteristicas ex-cepto en un segmento de la parte mas baja de Pi~ck-

Figuras 53 y 54p. 204

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llejeros aparecen en todas las partes de la zona.Cada una de las subzonas visuales de Beacon Hill

esta delineada con bastante claridad por caractens-tic~~ visuales de espacio, gradiente, uso, piso, vege-taclOn y detalles, como puertas, postigos y herrajes.Por 10regular estos rasgos se presentan conjunta-mente, 10cual refuerza la peculiaridad. Deeste modoel costado anterior esun sectordegradiente empinadoa Charles Street de corredoresviales en escala intima'de estructuras ornamentadas y muy bien conserva:das que afirman la presencia de la clase aIta' de luzde sol; arboles en las calles y flores aceras de l~drillopostigos negros y portales entrados; de doncellas:choferes, senoras viejas y autom6viles de marca enlas calles. EI costado posterior desciende gradual-mente a Cambridge Street, con espacios mas oscurosy acanalados, bordeados por casas de inquilinatodesnudas y poco cuidadas, salpicados de tiendas enlas esquinas, con calles sucias y chicos que juegansobre el pavimento. Algunas estructuras de piedraaparecen entre las de ladrillo. Ahora los arboles

ney Street, yen realidad s610aparecen raras vecesesas ventanas de color purpura que por 10general seasocian con el nombre de Beacon Hill. Otro tanto esvalido en 10tocante a los pavimentos de adoquinesde piedra, los cuales en realidad son visibles unica-mente en dos franj as cortas y angostas de LouisburgSquare y a 10largo de la oscura Acorn Street. Enrealidad, el ladrillo es el material de construcci6ncasi exclusivo, y por mas que esto no resuIta muydistintivo en Boston, establece un fondo coherentede color y textura. Asimismo, los viejos faroles ca-

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aparecen en patios posteriores, mas que en la calle.La parte inferior de Beacon Hill, entre Charles

Street y el Charles River, comparte much as caracte-risticas con el costado anterior -vegetacion, ladrilloy aceras de ladrillo, portales entrados y herreriaartistica-, pero la falta de gradiente y la valla deCharles Street parecen ponerla en un limbo de laclasificacion. Charles Street misma es una subzonapor derecho propio, tratandose de una calle comercialcon un caracter particular debido a los articulos detipo costoso 0 nostalgico que en ella se venden, loscuales tienen sus consumidores colina arriba. Ladistribucion de tiendas de antigiiedades ejemplificaeste punto. El sector gubernamental, que es introdu-cido por la ruptura masiva de la State House, esabsolutamente diferente por su usa, escala espacialy actividad en las calles. Queda la zona de transicionentre las calles Hancock y Somerset, debajo de DeaneStreet, que contiene ejemplos de las caracteristicasde Beacon Hill, a saber, cuesta, aceras de ladrillo,ventanas en voladizo (bay windows), portales entra-dos y herreria artistica. Pero esta interrumpida; con-tiene almacenes e iglesias entremezclados con lasviviendas; y su estado de conservacion revela lapresencia de una clase social inferior a la del costadoanterior. Esta falta de demarcacion nitida constituyeuna causa mas para dificultar la modelacion deimagen de la forma de Beacon Hill por este costado.

Resulta interesante observar el efecto de las viasde circulacion 0 la ausencia de ellas. Los obstaculosque se ofrecen para pasar del costado anterior alposterior, asi como el hecho de que el acceso normala estos dos costados se hace desde diferentes direc-ciones, sirve para aislar al uno del otro. La StateHouse separa a Bowdoin Street de la zona residen-cial, excepto en el caso del pasaje bastante desor-denado bajo el arco, el cual tiene un acceso suma-mente poco promisorio desde el este. En medida aunmayor, la dificultad para descender a Scollay Squarehace que el Square "flote" en relacion con la Hill.

Por otra parte, las calles transversales adquierenmayor importancia. Es el caso de Mt. Vernon, Joy,Bowdoin y Charles. Por mas que todas las calles sontopologicamente regulares y por mas que las que se

Fig. 56 Sub-distritos en Beacon Hill

acaba de mencionar pasan en realidad, visualmenteestan bloqueadas, 10 cual refuerza la densidad, laintimidad y la identidad de la zona. Las calles Joy,Bowdoin y Pinckney estan bloqueadas por curvasverticales; Mt. Vernon, Cedar y Charles por ligerascombas horizontales. Todas las demas terminan encallejones sin salida en la region. Deeste modoresultaimposible ver a traves en cualquier punto.

No obstante, hay algunas hermosas vistas desdeBeacon Hill,en especiallas delCharles River,Chestnutabajo, las calles Mt. Vernon, Pinckney, Myrtle yRevere, que son producidas por la cuesta de estascalles y la posicion de enfilada de Beacon Hill sobre

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el rio. Hay una vista fugaz y placentera del Commondesde Mt. Vernon, bajando por Walnut Street. Todaslas calles "posteriores" en direccion al norte dansobre el West End, pero la vista de los techos de losedificios no tiene mucho de notable, excepcion hechade la del hospital Bulfinch original en AndersonStreet (que es asimismo la unica conexion entre laparte posterior y la anterior entre las calles Cedar yJoy). Subiendo por Pinckney Street hay una vistasobrecogedora de una torre decapitad a de la Aduana,en tanto que si se sube por Chestnut Street se obtieneuna vision muy agradable de la cupula dorada de laState House.

La State House es, por cierto, el mojon primordialen la colina. Su forma y su funcion singulares, aligual que su ubicacion en la proximidad de la crestade la colina y su exposicion visual al Common, laconstituyen en una clave para elcentro de Boston enconjunto. Aetua dentro y fuera de Beacon Hill. Louis-burg Square es la otra localidad basica, tratandosede un reducido nodo residencial en las cuestas infe-riares de la parte anterior. No esta expuesta visual-mente ni fijada con relacion ala cima 0 el pie de lacolina ni tampoco anclada por algun otro medio.Asi, no se la usa comoindicador de ubicaci6n (locator)

Fig. fiR La Stat!' House

sino que mas bien se la concibe situada "en algunaparte en el interior" de Beacon Hill, teniendosela porel epitome mismo de su caraeter peculiar. En verdad,cabe observar como todos los temas de la parte an-terior se concentran aqui, apareciendo, por asi decirlo,en su forma mas pura. Ademas, el Square constituyeun espacio formado, que contrasta con el caraeterespacial de la zona y sin embargo 10 expresa conmas claridad. Contiene las celebres superficies di-minutas de guijarros y un parque intensamente ver-de con verjas, en el cual hay estatuas y que se imponea la atencion por su lozania asi como por advertirimplicitamente que "esta prohibida la entrada". Re-sulta interesante que e~caracter de ladera que tieneel Square, por mas que hace dificilla ubicacion firmeen la estruetura total, no parece perturbar la estabi-lidad visual del espacio inmediato. Fiuura 67 p. 207

Hay algunos otros mojones de cierta importanciaen la estruetura interna. Entre ellos figuran: la Uni-versalist Church en las calles Mt. Vernon y Charles,notable tanto por su posicion como por su aguja; laSuffolk Law School, al frente de la State House porDeane Street, que agrega su mole al caraeter y los

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limites de la seccion gubernamental; el New EnglandCollege of Pharmacy, que aparece como intruso enmedio del caracter residencial de Mt. Vernon Street;yel Carnegie Institute, sobre Pinckney Street esqui-na Anderson Street, que rompe las fachadas conti-nuas de las viviendas y seiiala la entrada a la parteposterior. Hay otros usos no residenciales en BeaconHill, pero estos se pierden asombrosamente bien enmedio del caracter general. Muy pocos mojones ex-teriores a Beacon Hill son visibles en su interior y, deeste modo, su estructura intern a depende de sus pro-pios recursos.

Ya se han analizado la conexion de Beacon Hillcon el West End a traves de un limite agudo y laconfusion de la transicion a Scollay Square. Todo elmundo se da cuenta de que Beacon hill esta al frentedel Common, pero se debe agregar que el vinculodirecto entre los dos es sumamente debil. El accesofacil de uno al otro esta bloqueado, excepto en lascalles Charles, Joy y Walnut, y asimismo se carecede la vista de los macizos de verdes arboles. El ar-bolado de Beacon Hill carece, asi, de la continuidadque podria haber tenido con el parque, si hubierahabido sendas 0 aberturas perpendiculares a la lineade Beacon Street.

Casi todos experimentaron la existencia de unarelacion con el Charles River, posiblemente en razonde las hermosas vistas pOI'las calles de este a oeste,pero la vinculacion detallada no tenia nada de claradebido a la clasificion dudosa de la zona mas baja, laribera aplanada y la dificultad para atravesar StorrowDrive para llegar al agua. La relacion con el rio, quees evidente desde 10 alto de las cuestas, parece desa-parecer cuando uno se acerca a el.

En el contexto mas general de la ciudad entera,Beacon Hill desempeiia una funcion importante, apesar del numero reducido de sus habitantes. POI'sutopografia, espacios de calles, arboles, clase social,detalles arquitectonicos y grado de conservacion, sediferencia de todas las demas zonas de Boston. Laregion que mas se Ie asemeja es Back Bay, que tienecontinuidad de material, vegetacion y asociacion, yhasta cierto punto de usa y jerarquia social, perocuya topografia, detalles arquitectonicos y estado de

conservacion son diferentes. No obstante, de vez encuando se producia confusion entre una v otra zona.La unica otra analogia posible seria con Copps Hill,en el North End, que tambien esta en una colina, enun barrio viejoy residencial, pero difierenotoriamenteen cuanto a clase social, espacio, detalles arquitec-tonicos, falta de arboles y carencia de limites.

De modo que esta zona singular se destaca parsobre todo el centro de la ciudad, conectando la BackBay, el Common, la parte baja y el West End; y pOI'su potencial domina y es foco de toda la region cen-tral. Tam bien potencial mente podria explical' y fijarel cambio de direccion en la ribera del Charles River,que de otro modo se hqce dificil recordaI', pese a 10cual es de importancia decisiva en la estructura totalde la ciudad. Cuando se ve a Boston desde Cambridge,Beacon Hill desempeiia un papel importante, nosolo porque vivifica sino tam bien porque explica yarticula la secuencia de partes que aparece en elpanorama: Back Bay-Beacon Hill-West End. Sinembargo, desde otras partes de la ciudad, excepto elWest End y el Common, Beacon Hill no es visiblecomo una entidad debido a su subida gradual y losobsta cuIos que se interponen. Como obstaculo parael trafico, orienta la circulacion alrededor de su basey concentra la atencion en las sendas y los nodoscircundantes: Charles Street, Cambridge Street,Scollay Square.

De este modo, Beacon Hill resulta ser una regioncuyas caracteristicas fisicas respaldan la fuerza dela imagen popular y que contiene muchos ejemplosde los efectos psicologicosde la disposicion de sendas,cuestas, espacios, limites y la concentracion de de-talles. Resulta asimismo que, a pesar de su fuerza,no llega a manifestar todo su potencial como colinadominante, en especial debido a sus divisiones in-ternas, las fallas en su relacion con el Charles River,el Boston Common y Scollay Square, y la falta deexplotacion de su eminencia visual sobre la ciudad,en particular a traves de vistas exteriores. No obs-tante, el poder y la satisfaccion de esta imagenurbana especifica -su continuidad, humanidad ydeleite- son inconfundibles.

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Fi/<UTaH 49 y 60pp. 198 y 215

Muy otro es el caso de Scollay Square, el cualconstituye un nodo de importancia decisiva estruc-turalmente pero que al parecer no resulta facil iden-tificar 0 describir. Su ubicacion en Boston y su fun-cion de intercambio estrategico del trafico puedenverse tambien en la figura 49. La figura 60 es unplano mas detaIlado del Square que presenta susprincipales caracteristicas fisicas.

La imagen publica de Scollay Square era la de unnodo importante de confluencia para las sendas quegiran alrededor de Beacon Hill y entre la zona centraly el North End. A ella se incorporaron CambridgeStreet, Tremont Street, Court Street (;,0 era StateStreet?)y una seriede calles que llevan a DockSquare,Faneuil Hall, Haymarket Square y el North End.Hanover Street solia constituir una senda nitidahacia el North End, pero ahora esta bloqueada yesto resulta desconcertante.Avecesseextendia ScoUaySquare de modo que abarcaba Bowdoin Square, aveces no se procedia asi.

En general, excepcion hecha de la gente de antes,no se recordaba la entrada de Pemberton Square.Sin embargo, Cambridge Street hacia un empalmenitido con Scollay Square y su curva era vivida. Sesabia que Tremont Street pasaba por el, pero laentrada no era notable ni siempre segura. Muchosentrevistados pensaban que Washington Street pa-saba por el Square, y con frecuencia se confundioTremont Street, Court Street y la presencia imagi-nada de las calles Washington y State. Excepto laexcluida Hanover Street, no se conocian individual-mente 0 diferenciaban las calles que van a DockSquare, North End 0 Haymarket Square. Como gru-po, parecian desviarse en la bajada, curvandose ensu curso. De suma importancia resultaron las rela-ciones generales de nivel: Beacon Hill estaba arriba;Scollay Square era una meseta en decliveen la ladera;Cambridge y Tremont seguian alrededor de los con-tornos; las demas calles se alejaban colina abajo.

El Square resultaba informe, de dificil representa-cion visual, "nada mas que otro cruce de calles", pormas que el extremo de Bowdoin Square estaba algo

diferenciado del resto. EI rasgo principal era la en-trada central del subterraneo. Se notaba un tonogeneral de ruina, de uso marginal y de diversion"ordinaria".

Mas de la mitad de las personas entrevistadasestuvieron de acuerdo con 10 siguiente:

Cambridge Street entra en el, curvandose y adelga-zandose al hacerlo. El Square esta a medio camino deuna colina y las calles suben 0 bajan a eI.

Tremont Steet entra. en el.Hay una entrada de'subterraneo en el medio.Hanover Street pasa por eI.Court Street sale de el,curvandose colina abajo (Goes

State Street?).

Por 10 menos tres pudieron decir:Las calles bajan a Dock Square y Faneuil Hall.Hay tabernas.Existe alguna relaci6n confusa conWashington Street.

Las preguntas formuladas en la calle solodieronlugar alas siguientes observaciones, repetidascon frecuencia:

Esta en la linea del subterraneo.Tremont Street va alIi.

En tanto que un numero de personas que osci-laba entre dos y cuatro podia agregar estas obser-vaClOnes:

Cambridge Street va alIi.Washington Street va alli (inexacto).Hay un islote del subterraneo en el medio.Las calles suben 0 bajan al Square.Las calles que salen del North End van alli, mas alIay bajo la Artery.Cines.Es un "Boston Square", nada mas que un cruce decalles.Es una manzana "grande", un "lugar grande".Hay un garage en un extremo.

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Evidentemente, las observaciones fueron escasasen comparacion con las relativas a Beacon Hill,excepto por 10 que hace a la enumeracion de lassendas de conexion, las cuales son descritas en for-ma abstracta y confundidas a menudo. Pese a esto,Scollay Square desempefia un papel estructural de-cisivo en Boston, por mediocre que sea visualmente.

El verdadero Scollay Square es por su plan unespacio bastante ordenado, estando constituido el

FiRura 60 Square propiamente dicho (desde la calle Sudburyhasta la Court) por un rectangulo alargado, con pe-quefias calles que entran, a interval os irregulares.En su trazado, el sistema vial es bastante razonable,consistiendo en una forma simple de huso, con tresfilamentos adicionales por un lado y dos por el otro.Sin embargo, en tres dimensiones este orden no esevidente: los costados desdentados y la masa de

FiRura 61 p. 216 trafico fragmentan el espacio y el terreno oblicuotambiEmresulta perturbador. Si algo tiende a resta-blecer la sensacion de estabilidad es la gran carteleraal frente del Square sobre la esquina de las callesSudbury y Cambridge, cuyos letreros chillones ci~-rran el espacio firmemente, por mas que no elegante-mente.

La senda esta oscurecida porque uno de los brazosdel huso, Sudbury Street, tiene el aspecto de unacane relativamente secundaria y muchas de las en-tradas de senda son dificiles de distinguir. La sen-sacion de una ladera impera en la zona y sus proxi-midades y, en tanto que se destruye la sensacion deestabilidad espacial, constituye la clave principalpara las relaciones con las zonas que quedan fuerade la vista.

El espacio continua hacia el noroeste, escapandopor la ancha Cambridge Street a Bowdoin Square,que es mas exactamente una interseccion, una in-flexionde la misma Cambridge Street.Entre BowdoinSquare y Scollay Square, el espacio carece absoluta-mente de forma y de control, a tal punto que haceprecario el mantenimiento de la direccion, exceptopor la clave que proporciona la circulacion del trafico.El trafico es, realmente, una impresion predominan-te de la zona. El Square esta permanentemente llenode automoviles y las lineas de circulacion intensa se

convierten en las senda claves, con prescindencia deotras caracteristicas visuales.

En el interior del Square es poco 10 que hay enlas estructuras fisicas que imparta una sensacionde homogeneidad 0 caracter. Las estructuras son demuchas formas y tamafios, de diversos materiales,tanto viejas como relativamente nuevas. La carac-teristica comun es, sencillamente, un aspecto pre-dominante de ruina. Los usos y las actividades enlos pisos mas bajos tienen, sin embargo, mas coheren-cia. A ambos lados del Square hay hileras ininte-

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rrumpidas de bares, restaurantes baratos, salas dediversiones, cines y tiendas en las que se vendenobjetos de segunda mana y novedades. Es una ca-dena que solose interrumpe en algunas tiendas vaciasen el costado oeste. Asociados con estos usos estanlos detalles fisicos de los frentes y anuncios de lastiendas, y el caracter de las personas que se encuen-tran par las aceras, pues losvagabundos, losborrachosy los marineros con licencia matizan las habitualesmuchedumbres de la parte baja de la ciudad. Por lanoche, Scollay Square puede distinguirse con masfacilidad del conjunto del centro de Boston, ya quesus luces, actividades y poblaciones de las acerasestan en agudo contraste con la ciudad oscura ycallada.

Por 10 tanto, las principales impresiones visualesde Scollay Square son de falta de forma espacial,trafico intenso, cuestas agudas y la homogeneidadde la ruina fisica, los usos especificosy loshabitantescaractensticos. La mayor parte de estas caractens-ticas no son tan inusitadas en la ciudad como paraque Scollay Square deba constituir un lugar incon-fudible. La decrepitud y muchos de los usos son

comunes a un gran numero de sitios margin ales enla zona baja; y la combinacion especial de uso yhabitante se repite, en forma aIm mas vigorosa, a 10largo de Washington Street entre Dover Street yBroadway. El caos espacial en una interseccion mul-tiple de sendas constituye un acontecimiento frecuen-te en Boston y es facil encontrar otros ejemplos,como Bowdoin Square, Dock Square, Park Square,Church Green 0 las calles Harrison y Essex. El planorectangular alargado de Scollay puede ser unico,pero no se pone en evidencia visual mente. La cuestade este nodo, asi como su relacion estructural con elconjunto de Boston, constituye sin lugar a dudas surasgo primordial de ideptificacion.

Como Scollay Square desempefia su papel masimportante como confluencia de sendas, es impor-tante verlo tal como se revela al aproximarse uno ycomo 10 deja uno atras, en vez de considerarlo esta-ticamente. El acceso desde Tremont Street, que en-tra levemente en el, revela el nodo como una dismi-nucion de la masa edificada, el borde evidente deldistrito comercial central, con una primera vista deun viejoedificiode ladrillo sobrela esquina deComhilly luego un despliegue de espacio y letreros decrepitosa la izquierda. Hay una impresion sorprendente deautomoviles apifiados.

Washington Street lleva primordialmente a DockSquare; y Court Street, quees la conexion con Scollay,solo parece ser una calle transversal secundaria, pormas que la esquina esta marcada por la Old StateHouse. Court Street lleva, como de lado y fragmen-tadamente, hasta Scollay Square.

Cambridge Street va hacia el sudeste con bastanteseguridad, teniendo como meta el gran TelephoneBuilding, que se destaca en Bowdoin Square a pesarde su ausencia de frente. Aqui, sin embargo, la sendalleva directamente al caos espacial y se pierde todosentido de meta 0 direccion. Solo una nueva oscila-cion a la derecha, en Sudbury Street, pone en eviden-cia la configuracion caracteristica de bares, altosedificios de oficinas detras y estacion de subterraneoen el centro.

Las calles descendentes -Sudbury, Hanover,Brattle y Comhill- adquieren un acentuado declive

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zona peatonal que co-munica la zona de of 1-

cinas con el centrocomerclal

que reina mas alla deBowdoin Street, tiene un accesocon cierta cualidad de identificabilidad.

La salida por Cambridge Street es, tambi{m, rela-tivamente clara, en tanto que la otrora importanteHanover Street resulta ahora dificil de diferenciardel resto, excepto por 10que hace a cierta anchuraalgo mayor. Asimismo Sudbury Street, por la quepasa ahora un trafico considerable, parece ser unacalle muy secundaria por su tamafio y su uso delindero. Vista desde el norte, la entrada a la impor-tante Tremont Street dobla agudamente y resultacasi invisible. A muchos entrevistados les resultabadificil localizar esta salida, pero una vez que se laha hallado, la direccionpor Tremont Street es muyclara, con la aparicion~ucesiva de claves como elBeacon Hill Theater, la Parker House,King's Chapel,el Tremont Temple, el Granary Burying-Ground yelCommon.

El espacio del Square lleva muy marcadamentecuesta abajo y ligeramente a la izquierda a traves deCourt Street, si bien el trafico de automoviles con-tradice esta impresion por ser en este punto en unasola direccion hacia el Square. Si se sigue descen-diendo por Court Street, no se encuentra ningunaclave de la presencia de Washington Street y s610setienen conciencia de la Old State House y un espacioconfuso.La relacionentre Washington Street y ScollaySquare queda, asi, oscurecida en ambas direcciones.

Ademas resulta desconcertante que Court Street yCornhill entren en el Square tan proximas entre si,pese a que una cuadra mas alIa tienen destinos quepsicologicamente parecen distar tanto como StateStreet y Dock Square. Una vez mas llegamos alaconclusion de que en movimiento exterior la sendade Cambridge Street es la (mica claramente identi-ficable, por mas que la perturbacion en TremontStreet resulta bastante breve.

Fuera de las cuestas 0 las sendas, el Square tienecierta conexion con el exterior por medio de vistashacia afuera. Entre ellas figuran elTelephoneBuildingen Bowdoin Square y el Courthouse Annex en Pem-berton Square (que casi no pueden diferenciarse ar-quitectonicamente, excepto por sus diferencias dealtura) y la muy identificable Custom House Tower,

al acercarse al Square. En todas ellas hay ciertasensacion de abrirse al frente y quizas de una mayordensidad de bares y otros usos conexos, pero engeneral el Square es mucho menos perceptible poradelantado que el County Courthouse Annex en Pem-berton Square, que se destaca en elhorizonte. ScollaySquare parece ser simplemente un extremo 0 unatorcedura de la calle. La curva ascendente deComhillconstituye una agradable experiencia espacial en simisma (y para que asi fuera se la proyecto), pero lallegada a Scollay Square carece de interes. Tambiendesdeel costadocuesta arriba, sobrePemberton Squarey Howard Street resulta indistinguible el Square.Asi, solo Cambridge Street, a pesar de la confusion

,.J))))

frente de bares. arca-das. clubs V restau-(antes econ6micos

trend as100 FT vadas~

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visible por el sudeste como la senal del extremo infe-rior de State Street y la ribera. Lo mas notable detodo es la masa de edificios para oficinas que esvisible en el horizonte hacia el sur, que indica eldistrito de Post Office Square, y que deja en claro laposicion marginal de Scollay Square en el borde delnucleo de la parte baja.

A diferencia de Beacon Hill 0 de CommonwealthAvenue, Scollay Square es fundamentalmente invi-sible desde el exterior,exceptoen su accesoinmediato.S610una persona de antes podria recordar, al obser-var desde la distancia el Courthouse Annex, queesta bastante proximo a Scollay Square.

Intemamente, hay relativamente pocos elementosFigura 62 p.218 que diferencien direcciones 0 partes del Square. El

principal mojon interno es la entrada al subterraneoy el puesto de venta de diarios, en un pequeno ovaloen medio del trafico. Pero hasta esto es bajo y dificilde distinguir desde cierta distancia. Se pone en evi-dencia ante todo como un letrero amarillo y un agu-jero en el suelo. Su impacto disminuye por la presen-cia de una estructura similar en un ovalo similarexactamente por detras. No obstante, esta segundaabertura del subterraneo sirve s610comosalida, tienepocos usos, y no hay alli un puesto de diarios, portodo 10cual es "inerte" desde el punto de vista de lapercepcion. La entrada del subterraneo, que a todo elmundo Ie parece que esta "en medio de" ScollaySquare, esta en realidad casi en su extremo mismo.Otro detalle notable en el Square es la tabaqueriacon un letrero reluciente en la esquina de las callesPemberton y Tremont, la cual esta al pie de la pareddesnuda del Suffolk Bank y establece un agudo con-traste con esta.

Hay pocas claves de direccion en el interior delSquare, excepto el sesgo de costado y las lineas pre-dominantes de trafico, que confieren un sentido axial.No hay un gradiente apreciable en el espacio olaacumulacion de edificios.Las principales diferencia-ciones de direccion en el marco mismo son los altosedificios en el horizonte sur y la cartelera terminal alnorte.

No obstante, hay considerables senales de direc-cion en la diversidad de usos y actividades. La den-

sidad de peatones y trafico que dobla es mayor en elextremo sur, donde hay usos del tipo que normal-mente se halla en el centro comercial de la partebaja, a saber, boticas, restaurantes y cigarrerias.Alli, la corriente de peatones esta formada por lahabitual mezcla de oficinistas y gente que va decompras. Las tiendas baratas tienden a reunirsemas en el costado este que en el oeste del Square, entanto que las casas amuebladas y los hoteles conpension se encuentran al oeste, penetrando hacia losbordes de la zona de transicion de Beacon Hill. Enesta parte los peatones son los que se asocian por 10comun con el Square. Las librerias de lance que seapinan en Comhill contituyen otra clave intema.Los bordes septentrionttles de la zona se pierden enalmacenes y depositos. Asi, en tanto que fisicamenteen embrion, Scollay Squareesta intemamente dife-renciada y estructurada por las cuestas, el trafico yla pauta de usos.

Por 10tanto, el Square necesita una identidad vi-sual que este a la altura de su importancia funcional,la realizacion de formas potenciales como el espaciorectangular, el trazado fusiforme de las sendas, elterraplenado de la ladera. Para cumplir su funcionestruetural, la confluencia de cada una de las sendasimportantes debe estar explicada con claridad, tantointerior como exteriormente. En potencia, podriadesempenar un papel visual aun mas notable comopunto central de la vieja cabecera de la peninsula deBoston, el empalme de toda una serie de barrios(Beacon Hill, West End, North End, la zona delmercado, el barrio financiero, el barrio comercialcentrico), el nodo de sendas tan importantes comolas callesTremont, Cambridge, Court-Statey Sudbury;y como la figura central en la triada descendente deterrazas nodales, a saber, Pemberton, Scollayy Dock.Scollay Square es no solo un centro de usos quefastidian a la gente "bien" sino que tambien consti-tuye una gran oportunidad visual que se desperdicia.

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27 Gemelli, Agostino, Tessier, G., y Galli, A, "La Percezione della Posiziollc dd ,I<,sin,carpo e dei suoi spostamenti", en Archivio Italiano di Psicologia, 1,1920, PP',,1(H ",IH~. .

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(De la misma autora, ellector puede consultar en castellano la obra que en Cieri" IIll'dl<L,es la sintesis de la que se acaba de mencionar, a saber, Los problemas del arte, pubhc"d:, 1'<>'Ediciones Infinito.)

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