Klapenbach & Arrigoni 2011 Estudio Bibliometrico de La RAP

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Revista Argentina de Psicologia RAP Edicin Nro. 50 Abril de 2011

Revista Argentina de Psicologa. 1969-2002. Estudio bibliomtricoDr. Hugo Klappenbach Lic. Flavia Arrigoni

Resumen

El trabajo examina la Revista Argentina de Psicologa, en el perodo en que fue impresa, de 1969 a 2002. La revista fue editada por la Asociacin de Psiclogos de Buenos Aires. Se realiza un estudio bibliomtrico en el cual se analiza la estructura de la publicacin, las principales temticas abordadas, tanto los aspectos tericos como las reas de la prctica y la productividad de los/as autores/as. Asimismo, se realiza un anlisis de distintas variables en las referencias: los autores ms referenciados, el tipo de texto referenciado y el idioma de las referencias. De acuerdo con la clasificacin para la bibliografa psicolgica propuesta por Montero y Len (2005), se trata de un estudio ex - post facto retrospectivo. La poblacin del estudio fueron

Hugo Klappenbach es Licenciado en Psicologa por la Universidad del Salvador y Doctor en Historia por la Universidad de Buenos Aires. Es Investigador Principal del CONICET y Profesor Titular por concurso de oposicin y antecedentes de la Universidad Nacional de San Luis. Docente Investigador Categora 1 del Programa de Incentivos a la Investigacin para docentes universitarios. Integr la Junta Ejecutiva de la Federacin de Psiclogos de la Repblica Argentina. Actualmente es miembro del Colegio de Psiclogos de San Luis y Director del Archivo de Historia de la Psicologa Dr. Plcido Horas de la Universidad Nacional de San Luis. Flavia Arrigoni es Licenciada en Psicologa por la Universidad Nacional de San Luis. Especialista en Docencia Universitaria. Actualmente se encuentra cursando el Mster en Intervencin Psicolgica en Contextos de Riesgo en la Universidad de Cdiz, Espaa, becada por la AUIP (Asociacin Universitaria Iberoamericana de Posgrado). Es Profesora Titular de la Universidad del Aconcagua y de la Universidad Juan Agustn Maza. Co Directora de un proyecto de investigacin del Consejo de Investigaciones de la Universidad del Aconcagua (CIUDA). Jefa de Tratamiento de la Unidad Penal de Mujeres del Servicio Penitenciario de la Provincia de Mendoza. Los autores agradecen la gentileza del personal de las bibliotecas de la Universidad Nacional de San Luis, de la Facultad de Psicologa y de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata. Tambin expresamos nuestra gratitud a las autoridades de la APBA a lo largo de distintas comisiones directivas como tambin a Leonor Gonzalo, Gladys Girardi y Nora Patio, por su permanente amabilidad en nuestra investigacin en la sede de la Asociacin de Psiclogos de Buenos Aires (APBA). Tambin a numerosos/as colegas como Silvia Chiarvetti, Marta Caamao, Osvaldo Avelluto, Carmen Dagfal y Claribel Morales de Barbenza que nos han facilitado los ejemplares necesarios para completar la coleccin impresa completa de la RAP. Igualmente, nuestro agradecimiento a Jorge Ercasi, autor de la Historia del Palacios Los Patos, edificio en el que funcion la primera sede de la APBA y a Susana Klappenbach quienes generosamente brindaron numerosos datos sobre el departamento en el que se fund la Asociacin de Psiclogos de Buenos Aires. Por ltimo, un agradecimiento especial a Mara Teresa Calvo, una de las fundadoras de la APBA quien hace casi treinta aos, en una reunin en la sede de la Asociacin de Psiclogos de Acua Figueroa 730, interes a uno de los autores de este trabajo, Hugo Klappenbach, en la historia de la asamblea constitutiva de la APBA en la casa de sus padres.

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los cuarenta y cinco nmeros de la revista y el anlisis de datos, aun cuando se bas en resultados cuantitativos bibliomtricos, fueron interpretados desde matrices historiogrficas cualitativas. Palabras-clave: Historia Psicologa Revistas - Bibliometra Argentina Abstract This paper analyzes the journal Revista de Psicologa, from 1969 to 2002. The journal was edited by the Association of Psychology of Buenos Aires the greatest psychological association in Argentina. A bibliometric study is carried out in which the structure of the publication, main fields of the papers, including theoretical aspects as well as themes related to the practice, and authors productivity are analyzed. Also, different variables related to references are analyzed: the most cited authors, type and language of the references. In accordance with the classification proposed by Montero and Len (2005) for the psychological bibliography, the study can be defined as an ex - post facto retrospective study. The research is based on the forty five issues of the journal and the analysis of data, even though based on bibliometric quantitative results, was interpreted also from a qualitative historiographic perspective. Key-words: History Psychology Journals Bibliometrics Argentina Resumo O documento examina a Argentina Jornal de Psicologia, no perodo em que foi impresso, de 1969 a 2002. A revista foi publicada pela Associao de Psiclogos de Buenos Aires. Foi realizado um estudo bibliomtrico que analisa a estrutura da publicao, as principais questes em discusso, tanto os aspectos tericos e reas de atuao e / produtividade como autores. Alm disso, uma anlise de diversas variveis nas referncias: os autores referenciados, o tipo de texto relacionado e referncias de linguagem. Segundo a classificao da literatura psicolgica proposta por Montero e Len (2005), este um ex - post facto retrospectivo. A populao de estudo consistiu de quarenta e cinco edies da revista e anlise dos dados, ainda que baseado em resultados quantitativos bibliomtricos foram interpretados a partir de matrizes historiogrficas qualitativa. Palavras-chave: Histria - Psicologia-Revistas - Bibliometria - Argentina

I. IntroduccinEl primer nmero de la Revista Argentina de Psicologa (RAP), publicacin de la Asociacin de Psiclogos de Buenos Aires (APBA), se edit en septiembre de 1969. Siete aos antes, en noviembre de 1962, en un departamento del edificio ubicado en Ugarteche 3050 de la ciudad de Buenos Aires, a dos cuadras de donde aos despus se iba a instalar la Librera Paids, veinticuatro egresados (en realidad, casi todas ellas egresadas) de la Carrera de Psicologa de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires, junto

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con otros ocho estudiantes avanzados fundaban la Asociacin de Psiclogos de Buenos Aires (Asociacin de Psiclogos de Buenos Aires, 1962). La asamblea constitutiva de la APBA se haba llevado a cabo en el departamento 53, piso segundo ubicado en el cuerpo o ascensor nmero 4, del edificio conocido como Palacio de los Patos (Jorge Ercasi, 2011, comunicacin personal; Susana Klappenbach, 2011, comunicacin personal). El edificio haba sido construido entre 1927 y 1929 segn planos originales del arquitecto francs Henri Azire, luego modificados por el arquitecto local Julio Senillosa, a pedido de Alfredo Chopitea (Ercasi, 2002). De estilo academicista francs, el patio central con su reloj de cuatro caras, sus fachadas, la elegante entrada para carruajes y el buzn en el medio de la entrada, lo haban convertido en un edificio emblemtico de la ciudad de Buenos Aires. En ese edificio, en el departamento de la madre de dos de las fundadoras de la APBA, Isabel Calvo y Mara Teresa Calvo, aquella asamblea constitutiva de la APBA tuvo lugar inmediatamente despus de recibirse los primeros graduados con la intencin de que no prosperara una asociacin anloga que impulsaban profesores como Telma Reca y Fernanda Monasterio (Borinsky, 2002). Isabel Calvo fue elegida primera presidenta y los objetivos de la institucin fueron los de nuclearse con fines cientficos y gremiales como nico medio de fortalecer una profesin que se hallaba en sus comienzos (Annimo, 1972, p. 207). En esa direccin, las actividades principales se centraron tempranamente en la difusin y clarificacin del rol profesional del psiclogo, la reglamentacin del ejercicio profesional, la preocupacin por la formacin de grado y de posgrado, y la insercin en la comunidad (APBA, 1962; Knoll, Rugolo y Tollo, 1992). En la presentacin del primer nmero de la RAP, Ricardo Malf, su primer director, sealaba que la publicacin reflejar las contradicciones del grupo profesional que la publica (Malf, 1969, p. 7). La revista procuraba incluir equilibradamente trabajos tericos, tcnicos y empricos preferentemente producidos por psiclogos (Malf, 1969). La Revista Argentina de Psicologa procur ser una herramienta de comunicacin e intercambio de aportes cientficos, tericos, tcnicos e ideolgicos pertinentes al desarrollo de la psicologa en nuestro pas y en el exterior, y en especial en lo que hace a la problemtica profesional y gremial de los psiclogos argentinos (Annimo, 1972, p. 208). Quedaba claro en la presentacin de Malf que en apenas siete aos, el campo profesional de los psiclogos haba sufrido importante transformaciones y lo que sobresalan eran las contradicciones. Por lo pronto, en el comit de reaccin y en el comit de colaboradores de la RAP no haba ningn integrante de aquellos antiguos fundadores de la APBA. Sin embargo, Juana Danis, discpula de Jos Bleger y una de las fundadores de la institucin, colabor con trabajos en el primer nmero mientras Isabel Calvo, la primera presidenta de la institucin, particip de una Mesa Redonda sobre El quehacer del psiclogo en la Argentina de hoy. Tal mesa redonda, al mismo tiempo que emblemtica de la preocupacin por el rol del psiclogo que caracteriz a las primeras generaciones de graduados de la carrera de psicologa, tambin era expresin de una renovada preocupacin por el rol del psiclogo en el contexto de una sociedad que cada vez ms evidenciaba sus conflictos de naturaleza econmica y social, lo cual invitaba a intervenciones ms propiamente polticas que tcnicas o profesionales (Klappenbach, 2000; Vezzetti, 2004). En 1969 no era la primera vez que se publicaba una revista de psicologa en el pas. Al contrario, desde principios de siglo se multiplicaron las publicaciones que incluan temticas psicolgicas y de disciplinas afines. No obstante, las publicaciones peridicas que incorporaban el trmino psicologa de manera completa en su nombre eran en verdad escasas, al menos en la dcada de 1960 (ver tabla 1).

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Tabla 1 - Publicaciones de Psicologa y ciencias afines en Argentina hasta la aparicin de la RAP: 1902-1969 Ao1902-1913 1906-1914 1909-1914 1914-1919 1914-1935 1915-1929 1920-1966 1927-1940 1929-1934 1937-1944 1930-1934 1931-1931 1933-1933 1933-1935 1933-1941 1935-1935 1935-1941 1935-1946 1936-1937 1936-1950 1936-1973 1938-1946 1941-1943 1942-1947 1943-1947 19431947-1969 1949-1953 1951-1954 1951-1958 1953-1972 1954-1957 1954-1961 1956-1957 1958-1965 1960-1965 19611962-1963 1964-1983 19641966-1967 1969-1972 1969-1969 1969-1979 1969-

PublicacinArchivos de Psiquiatra y Criminologa (1) Archivos de Pedagoga y Ciencias Afines (2) Anales de Psicologa Archivos de Ciencias de la Educacin (2) Revista de Criminologa, Psiquiatra y Medicina Legal (1) Revista de Filosofa Humanidades Archivos Argentinos de Neurologa Boletn del Instituto Psiquitrico de la Facultad de Ciencias Mdicas Revista de la Liga Argentina de Higiene Mental Archivos del Laboratorio de Psicologa Boletn de la Sociedad de Psicologa de Buenos Aires Archivos Argentinos de Psicologa Normal y Patolgica, Terapia Neuromental y Ciencias Afines Anales de Biotipologa, Eugenesia y Medicina Social Anales de la Sociedad de Psicologa de Buenos Aires Anales del Instituto de Psicologa Revista Argentina de Neurologa y Psiquiatra (Rosario) PsicoTerapia Revista de Psiquiatra y Criminologa (1) Revista Neurolgica de Buenos Aires Index de Neurologa y Psiquiatra Anales de Psicotecnia Revista Argentina de Higiene Mental Publicaciones del Instituto de Psicologa Experimental de la Universidad Nacional de Cuyo Revista de Psicoanlisis Revista Argentina de Neurologa y Psiquiatra y Neurociruga (Rosario) Neuropsiquiatra Revista Latinoamericana de Psiquiatra Anales del Instituto de Investigaciones Pedaggicas (Cuyo) (3) Humanitas (Universidad de Tucumn) Boletn de Racionalizacin del Trabajo Acta Neuropsiquitrica Argentina (4) Cuadernos de PsicoTerapia Cultural Anales del Instituto de Investigaciones Psicopedaggicas (3) Psicologa Industrial Revista de Psicologa y PsicoTerapia de Grupo (ces entre 1966 y 1981) Acta Psiquitrica y Psicolgica Argentina (4) Revista de Psicologa (Univ. Nac. de La Plata) Acta Psiquitrica y Psicolgica de Amrica Latina (4) Revista Argentina de Psicologa (Museo Social) Cuadernos de Psicologa Concreta Revista de Psicologa (Univ. Nac. de Crdoba) Rorschach en la Argentina Revista Argentina de Psicologa

Primer DirectorJos Ingenieros Vctor Mercante Jos Ingenieros Vctor Mercante H. Fernndez (1914-1926) Osvaldo Loudet (1927-1935) Jos Ingenieros (1915-1922) Ingenieros- Ponce (1923-29) R. Levene y E. Mouchet Manuel Balado Lanfranco Ciampi Gonzalo Bosch Jos Luis Alberti E. Mouchet O. Loudet Ren Arditi Rocha y Leopoldo Mata Arturo Rossi Osvaldo Loudet Enrique Mouchet Teodoro Fracassi Gregorio Bermann O. Loudet Vicente Dimitri Roque Orlando Carlos Lambruschini Bosch - R. Orlando - Sbarbi Horacio Rimoldi Arnaldo Rascovsky Teodoro Francassi Roque Orlando Gregorio Bermann Plcido Horas Diego Pr Benjamn Aybar Guillermo Vidal Bernardo Serebrinsky Plcido Horas Stan Popescu Janine Puget Guillermo Vidal Luis Mara Ravagnan Guillermo Vidal s/d Diana Averbuj Hilda Marchiori Vera Campo Ricardo Malf

Vol.7 13 3 22 22 15 38 23 6 7 4 1 1 2 9 1 3 11 4 15 22 6 3 6 2 65 25 4 4 (11) 4 17 3 8 2 3 5 (13) 34 2 9 51 2 4 1 7 45

Fuente: datos relevados por los autores en catlogos, Binpar, Psychological Abstracts, bibliotecas y archivos. Cotejado con datos del Catlogo de Historia de la Psicologa Argentina, nmero, 1, 2008, dirigidido por Luca Rossi y precisamente dedicado a publicaciones peridicas en psicologa. (1) Los Archivos de Psiquiatra y Criminologa (1902-1913) se continuaron en la Revista de Criminologa, Psiquiatra y Medicina Legal (1914-1935) y luego en la Revista de Psiquiatra y Criminologa (1936-1950). (2) Los Archivos de Ciencias de la Educacin (1914-1919) continuaron a los Archivos de Pedagoga y Ciencias Afines (1906-1914). (3) Los Anales del Instituto de Investigaciones Psicopedaggicas (1958-1965) continuaron los Anales del Instituto de Investigaciones Pedaggicas. (4) Acta Psiquitrica y Psicolgica de Amrica Latina (1964) es continuacin de Acta Psiquitrica y Psicolgica Argentina (1962-1963), a su vez continuacin de Acta Neurosiquitrica Argentina (1954-1961).

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En las primeras dcadas del siglo las publicaciones que incluan contribuciones del campo de la psicologa en pocas oportunidades incluan el trmino psicologa en su ttulo y eran muy variadas en cuanto al campo disciplinar originario y los diseos (Rossi, 2006). Las excepciones fueron los Anales de Psicologa (1909-1914), tres volmenes editados por la Sociedad de Psicologa, que haban impulsado, entre otros, Jos Ingenieros, Horacio Piero, Vctor Mercante y Francisco de Veyga (Klappenbach, 2009). A partir de 1930 se verifica un crecimiento de revistas especficas de psicologa, aunque todas de ellas de efmera vida, la mayora de las veces un solo nmero y en un caso tres. As, en 1931 aparecieron los aparecieron los Archivos del Laboratorio de Psicologa y entre 1935 y 1941 los tres volmenes de los Anales del Instituto de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires (Sanz Ferramola & Klappenbach, 2000). Tambin las publicaciones de la recreada Sociedad de Psicologa de Buenos Aires, el Boletn (1933) y los Anales de la Sociedad (1935). Por su parte, el Instituto Jos Rod public los Archivos Argentinos de Psicologa Normal y Patolgica, Terapia Neuromental y Ciencias Afines, dirigidos por Ren Arditi Rocha, un reconocido psiquiatra y Leopoldo Mata, uno de los primeros psicotcnicos del pas. Algunas de esas revistas han sido analizadas en el nmero uno de la Revista de Historia de la Psicologa en Argentina, editada por Luca Rossi y su equipo a partir de 2008 y se encuentran incluidos en el valioso primer nmero del Catlogo de Historia de la Psicologa Argentina, tambin editado por Luca Rossi y colaboradores. A partir de la dcada de 1960 esa tendencia se acentu. Se ha sealado que el crecimiento de publicaciones directamente relacionadas con la psicologa y sobre todo el proceso de creciente autonoma reflejado en los nombres de las mismas, se relacionaba con el espacio de autonoma universitaria que haba alcanzado la carrera de psicologa en las universidades argentinas desde mediados de siglo (Klappenbach, 2009). En esa direccin, entre 1954 y 1964, catorce carreras de psicologa se haban organizado en universidades argentinas: seis en universidades nacionales, otras tantas en universidades privadas y dos en universidades provinciales (Klappenbach, 2003a) (tabla 2). La constitucin de carreras de psicologa, entonces, promovi la reorganizacin del campo de las publicaciones peridicas en el dominio de la psicologa. En esa direccin, y la RAP sera un testimonio elocuente, las temticas, la metodologa de los trabajos y los nombres de los colaboradores de las publicaciones peridicas que emergieron desde entonces no reconoceran ninguna relacin con las antiguas publicaciones de psicologa. Si las carreras de psicologa haban surgido como consecuencia de las recomendaciones del Primer Congreso Argentino de Psicologa reunido en Tucumn en las postrimeras del rgimen peronista, la renovacin universitaria e intelectual posterior a la cada del peronismo deban borrar cualquier vestigio de aquel origen. Los pocos elementos de continuidad entre los problemas, enfoques y direcciones de la psicologa anterior y posterior a 1960, fueron neutralizados por la potencialidad de una ruptura que aspiraba a ser casi absoluta. Algo anlogo se ha investigado en la historia de la sociologa en Argentina. La carrera de sociologa en la Universidad de Buenos Aires tambin se origin en 1957. El principal impulsor de dicha carrera, Gino Germani, cuestionaba a la sociologa anterior como sociologa de ctedra opuesta a su propia concepcin de sociologa, la sociologa cientfica (Blanco, 2006). Entre las caractersticas de tal sociologa de ctedra, se destacaba su tono especulativo, inspirado en la tradicin alemana; en segundo lugar, un empirismo elemental que se traduca en la sociografa

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(Blanco, 2006; No, 2005). En cualquier caso, la carrera de sociologa se organiz como parte del proyecto de desperonizacin de la universidad y la sociedad y como tal su fundacin se instaur como una fuerte ruptura de lo anterior. Sin embargo, se ha sealado la inadecuacin del trmino sociologa de ctedra: Tabla 2. Carreras de Psicologa en Argentina, en los primeros diez aos (1954-1964) Fecha de Creacin1954 (Mayo) 1957 (Marzo)

CiudadRosario Buenos Aires

Universidad nacional, provincial o privadaUniversidad Nacional del Litoral Universidad de Buenos Aires (nacional)

1958 (Febrero)1958 (Noviem) 1958 (Diciem) 1959 (Agosto) 1959 (Agosto)

San LuisLa Plata Crdoba Tucumn Buenos Aires

Universidad Nacional de San Luis

Universidad Nacional de La Plata Universidad Nacional de Crdoba Universidad Nacional Tucumn Universidad del Salvador (privada). En 1955 comenz como un Instituto de Psicologa. 1959 (Agosto) Crdoba Universidad Catlica de Crdoba (privada) 1960 (Mayo) Mar del Plata Universidad de Mar del Plata (provincial). En 1960 comenz como Programa del Instituto de Ciencias de la Educacin. In 1966 sera incorporado a la Universidad Provincial de Mar del Plata. Fue cerrado en 1976 durante la dictadura militar y reabierta en 1985, dentro de la Universidad Nacional de Mar del Plata, modificando su jurisdiccin. 1961 (Marzo) Buenos Aires Facultad Libre de Psicologa (privada). Anexada a la Universidad Catlica Argentina. Haba comenzado en 1960 como Instituto de Psicologa. 1962 (Marzo) Buenos Aires Universidad del Museo Social Argentino (privada) 1963 (Marzo) Tucumn Universidad del Norte Santo Toms de Aquino (privada) 1963 (Agosto) Mendoza Facultad de Antropologa Escolar (provincial). Administracin General de Escuelas de la Provincia de Mendoza. Fue clausurada definitivamente en 1977. 1964 (Marzo) Buenos Aires Universidad Argentina John F. Kennedy (privada) Fuente: Reproducido de Klappenbach, H. (2003). La globalizacin y la enseanza de la psicologa en Argentina. Psicologia em Estudo, 8 (2), 3-18.

Tanto el primer curso de Sociologa dictado por Antonio Dellepiane en 1899, como la citada disertacin de Quesada y la produccin acadmica de otros intelectuales como Juan A. Garca, Leopoldo Maupas y Alfredo Colmo, dieron inicio a un proceso de continuidad institucional de la enseanza de la disciplina en el pas. Esta actividad sent las bases para la aparicin de la primera tradicin intelectual dentro de la Sociologa argentina: la (mal) llamada Sociologa de ctedra. Esta experiencia docente no se caracteriz, tal como es la imagen ms conocida, por el diletantismo y la reflexin especulativa, poco rigurosa y sin base emprica. Tampoco fue expresin de una sociologa basada en el positivismo biolgico y el diagnstico mdico del problema social. Por el contrario, fue un proyecto intelectual caracterizado por una sorprendente actualizacin bibliogrfica, una visin reformista del conflicto social, la comprensin de la necesidad de superar el positivismo clsico y la tendencia por aprehender la estructura social argentina. (Pereyra, 2007, p. 154; el subrayado es nuestro). La analoga con la situacin de la psicologa resulta de inters en varios sentidos. Primero, porque como ya se ha sealado, en el campo de la psicologa y las ciencias de la educacin, cuando se organizaron las carreras ya haba gente preparada, construida, con una dinmica propia (No, 2005, p. 92). En segundo lugar, porque contrariamente a la imagen que se ha transmitido de la

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psicologa acadmica anterior a la profesionalizacin, como una enseanza puramente especulativa, desde la dcada de 1940 por lo menos, junto a la enseanza universitaria se haba desarrollado un vasto programa de psicologa aplicacin en instituciones escolares y en el mundo laboral principalmente bajo la forma de psicotecnia y orientacin profesional (Klappenbach, 2006). Es decir, la psicologa acadmica como la haba descalificado Jos Bleger (1962) en modo alguno haba impedido la constitucin de actividades aplicadas y operativas. En todo caso, lo que la investigacin histrica puede constatar, en primer lugar, es que aquella antigua psicologa acadmica no se haba construido en el espacio de la salud mental ni se haba interesado, salvo en algunos pocos casos, en el campo de la clnica. Sus aplicaciones se concentraban en el campo de la educacin y del trabajo bsicamente. Y en segundo lugar, que el psicoanlisis ocupa un lugar verdaderamente limitado en sus referencias tericas y operativas. En esa direccin, y aun cuando todava no disponemos de investigaciones que hayan analizado suficientemente en qu medida la ruptura se sostuvo en la necesidad de superar por anacrnica aquella antigua psicologa acadmica y en qu medida la ruptura se apoy en un simple desconocimiento de muchas de las caractersticas de la misma, es posible que las dos cuestiones mencionadas, la vocacin por el campo de la clnica y la salud mental y el inters en la apropiacin del psicoanlisis, promovieron en los nuevos graduados en psicologa una brusca ruptura con cualquier desarrollo anterior de la psicologa. En ese contexto, a pesar de que el nombre de las revistas pudiera mantenerse similar o aproximado, lo que predomin en las nuevas publicaciones de psicologa animadas por los nuevos graduados, fue de nuevo la discontinuidad con las publicaciones anteriores a las carreras. Como testimonio de las antiguas publicaciones, en 1958, en la Universidad Nacional de Cuyo, Plcido Horas transformaba los antiguos Anales del Instituto de Investigaciones Pedaggicas en Anales del Instituto de Investigaciones Psicopedaggicas (Muoz, 2008; Pieda, 2003). La revista renombrada apenas publicara tres nuevos nmeros y desaparecera luego de 1965, el mismo ao en que se reuni en San Luis el Segundo Congreso Argentino de Psicologa. Como testimonio de los nuevos tiempos, en 1962, la revista que Guillermo Vidal haba fundado con el nombre de Acta Neuropsiquitrica, se transformaba en Acta Psiquitrica y Psicolgica Argentina y un par de aos despus, en Acta Psiquitrica y Psicolgica de Amrica Latina, nombre que todava conserva (Lolas-Stepke, 2004). Acta, nombre abreviado con el que es conocida generalmente, ha sido uno de los canales de renovacin que encontraron los graduados de psicologa en las dcadas de 1960, 1970 y comienzos de la de 1980, y desde la cual impulsaron el desarrollo de la disciplina en interseccin con el campo de la psiquiatra, la salud mental y las ciencias sociales (Vezzetti, 2004). Por otra parte, en la dcada de 1960 comenzaban a ser frecuentes revistas dedicadas exclusivamente a la psicologa, exclusividad que se reflejaba en su denominacin, aun cuando la psicologa era generalmente concebida en relacin estrecha con disciplinas cercanas, especialmente del campo de las ciencias sociales y del campo de la reflexin filosfica. La dcada se inici con una revista que lleg a editar 13 nmeros, Psicologa Industrial. En 1964, comenz a publicarse la Revista de Psicologa de la Universidad Nacional de La Plata, la cual con discontinuidades, se ha mantenido hasta hoy y que ha merecido una investigacin especfica (Klappenbach, 2009). En 1966 se public una revista de vida tambin efmera y que llevaba el mismo nombre que la revista de la APBA: la primera Revista Argentina de Psicologa, impulsada por un grupo de estudiantes avanzados de la carrera de psicologa del Museo Social Argentino que se haba establecido en 1962 y que constituy la cuarta carrera de psicologa en abrirse en universidades

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privadas, despus de las dos primeras carreras organizadas en 1959 en sendas universidades jesuitas, la Universidad del Salvador y la Universidad Ctolica de Crdoba y en 1960-61 la carrera de la psicologa de la Pontificia Universidad Catlica, en aquel momento bajo dependencia de la Facultad Libre de Psicologa (Klappenbach, 2003a) (ver tabla 2). En el ao 1969 aparecieron otras tres revistas que tambin incorporaron completo el trmino psicologa. En primer lugar, los Cuadernos de Psicologa Concreta, dirigidos por un consejo editorial integrado por Diana Averbuj, Beatriz Castillo, Teresa Manuele, Juan Carlos Rabovich y Sergio Snopik, fallecido cuando se estaba imprimiendo el primer nmero de la revista. Ha sido considerada como la primera publicacin realizada por un grupo de profesionales psiclogos de nuestro medio (Fidanza, 1969, p. 101). En segundo lugar, despus del fin de la primera etapa de la Revista de Psicologa editada por el Departamento de Psicologa de la Universidad Nacional de La Plata, el Instituto de Psicologa y Psiquiatra del Nio y Adolescente de Crdoba publicaba otra revista con la misma denominacin, Revista de Psicologa, tambin de vida efmera y que lleg a publicar un solo nmero. En la revista cordobesa participaban activamente los primeros graduados en psicologa de la Universidad Nacional de Crdoba y entre los colaboradores del primer nmero, se incluy una severa crtica al estado de la psicologa en Argentina por parte de Enrique Saforcada (1969) y un trabajo de Juan Segu, quien en 1965 obtuvo una beca en Francia bajo la direccin de Paul Fraisse y aos despus llegara a dirigir la clebre publicacin fundada por Binet y Beaunis, LAnne Psychologique como tambin el Laboratorio de Psicologa Experimental del Centre National de Recherche Scientifique de Francia (Segu, 2007). Y en tercer lugar, la revista que nos ocupa, la Revista Argentina de Psicologa editada por la Asociacin de Psiclogos de Buenos Aires, la cual se haba gestado durante el mandato (19681969) de la Comisin Directiva que presida Osvaldo Devries y que integraban, entre otros, Roberto Harari, Elena Roberto de Musso, Virginia Schejter, Carlos Sastre, Renata Appel y Diana Averbuj. Cuando sali el primer nmero, en septiembre de 1969 ya haba asumido la nueva Comisin Directiva, que al igual que la anterior responda mayoritariamente a la agrupacin MITEP, Movimiento de Integracin y Trabajo en Psicologa (Klappenbach, 1988). El Presidente de esa nueva Comisin Directiva era Roberto Harari, la Vicepresidente Elena Roberto de Musso, Secretario General, Leonardo Satne y Prosecretaria, Virginia Schejter. La direccin de la revista recay sobre Ricardo Malf a quien acompaaba como Secretario de Redaccin Leonardo Satne. El Comit de Redaccin lo integraban Roberto Harari, Catalina Saragossi de Boffa y Carlos Sastre. En el Comit de Colaboradores participaron Beatriz Ceballos Traversa, Flix Jorge Chaparro, Vilma Fidanza, Dora Fired, Marta Gutirrez, Rene Jablkowski, Ernesto Paris, Marina Ravenna, Lydia Sttile y Nuria Aguilar Juli. Las tres revistas que comenzaron a editarse en 1969 reconocan caractersticas diferentes cada una de ellas. Pero una caracterstica en comn es que ninguna de ellas pareca guardar ninguna relacin, en las temticas y en el nombre de los colaboradores, con las antiguas revistas de psicologa, inclusive aquellas gestadas al amparo de las nuevas carreras de psicologa. Como ya se argument, la antigua psicologa acadmica, haba quedado definitivamente atrs. Y al mismo tiempo, el modelo blegeriano al cual adhirieron las primeras camadas de graduados, rpidamente empez a mostrar fisuras. En el contexto que estamos exponiendo, entonces, la Revista Argentina de Psicologa, editada por una entidad de graduados en psicologa, implicaba el crecimiento de una profesin que pugnaba por abrirse paso, crecimiento que implicaba la aparicin de nuevos conflictos y contradicciones en la interioridad del propio campo profesional.

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II. MtodoII. 1. Consideraciones sobre el mtodo de estudioConsideramos necesario empezar sealando los dos presupuestos tericos ya clsicos que fundamentan el anlisis socio-bibliomtrico. En primer lugar, la socio-bibliometra se apoya en el carcter ante todo social de las producciones cientficas. Ello supone concebir que, desde la perspectiva de la sociologa del conocimiento, la ciencia es una institucin social regulada por normas y procedimientos de naturaleza social (Carpintero, 1981; Cole, 2004; Merton & Sztompka, 1996; Ravetz, 1996). En segundo lugar, la socio-bibliometra enfatiza el carcter esencialmente pblico del conocimiento cientfico (Price, 1963; Nowotny, 2005; Ziman, 2000). Es decir, el conocimiento cientfico se caracteriza porque es comunicado pblicamente a otros miembros de la comunidad cientfica a travs de comunicaciones en reuniones cientficas, papers o artculos en revistas, libros o informes de diferente naturaleza. En esa direccin, la ciencia est constituida por el conjunto de sus publicaciones cientficas, reuniones cientficas, academias, laboratorios e institutos de investigacin, institutos de formacin, etc., que pueden analizarse segn modelos propiamente organizacionales. En ese marco, el estudio de las publicaciones cientficas y profesionales se ha revelado como uno de los ms destacados desde el punto de vista de la sociologa del conocimiento, en un contexto donde la socio-bibliometra ha diseado y puesto a prueba un conjunto de indicadores que contribuyen al anlisis cuantitativo de la produccin cientfica, desde anlisis de citas (Garfield, 1955/2006a), factor de impacto (Garfield, 2003; 2006b) o el ms novedoso ndice de Hirsch (Hirsch, 2005). Sin embargo, no han faltado cuestionamientos acerca de la validez y lmites de este tipo de estudios. Primero, se han sealado limitaciones inherentes a los estudios cuantitativos de la produccin cientfica; ya sea sobre algunos de los indicadores cuantitativos en s mismos (Aleixandre-Benavent, Valderrama-Zurin & Gonzlez-Alcaide, 2007; Buela Casal, 2003), sobre las limitaciones de cobertura de instrumentos como el Science Citation Index (Borrego & Urbano, 2006; Lpez Piero & Terrada, 1993) o sobre las posibilidades de los indicadores cuantitativos para la evaluacin institucional del rendimiento acadmico de los investigadores o de determinados campos cientficos en determinados pases (Balaram, 2004; Vessuri, 1995). Segundo, especialmente en la denominada Escuela de Valencia, se ha sealado la validez de los anlisis bibliomtricos, en la medida en que puedan asociarse a otros enfoques historiogrficos ms tradicionales, como el bibliogrfico, sociohistrico o filolgico (Lpez Piero & Terrada, 1993). Y tercero, tambin la Escuela de Valencia ha enfatizado la importancia de la metodologa bibliomtrica y del anlisis de la ciencia como organizacin, desde una matriz verdaderamente humanista que posibilita la integracin de dimensiones cuantitativas y materiales, conjuntamente con dimensiones conceptuales y cualitativas (Carpintero & Peir, 1981, 1983). Desde tal perspectiva, consideramos que el enfoque cuantitativo socio-bibliomtrico adquiere su mayor relevancia cuando es potenciado por una perspectiva al mismo tiempo cualitativa. En esa direccin, aun cuando existen numerosas posiciones epistemolgicas que subrayan la inconmensurabilidad y diferencia radical entre enfoques cuantitativos y cualitativos, adherimos a las posiciones que enfatizan la complementariedad de ambos abordajes y por ende, la necesidad de combinar o integrar diferentes enfoques metodolgicos. En Amrica Latina se ha sealado que la distincin de la investigacin cientfica en cualitativa y cuantitativa depende, desde la perspectiva del presente trabajo, de decisiones metodolgicas, no de posiciones ideolgicas (Campos Roldn, 52

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2007, p. 7). Y desde el lanzamiento en el 2007 de la revista Journal of Mixed Methods Research, crecientemente se viene insistiendo en el surgimiento de una nueva era de mtodos combinados (Tashakkori & Creswell, 2007, p. 3) tanto para las ciencias sociales en general como especficamente para los variados campos de aplicacin de la psicologa y la educacin (Morell & Jin Bee Tan, 2009).

II. 2. Materiales y procedimientoLa presente investigacin, de carcter historiogrfico bibliomtrico puede ser considerada un estudio ex - post facto retrospectivo, de acuerdo con la clasificacin de Montero y Len (2005), aun cuando la misma conserve muchas de las caractersticas de lo que los mismos autores haban denominado anteriormente estudios descriptivos mediante anlisis de documentos (Montero & Len, 2001). La poblacin del estudio lo constituyen todos los artculos y notas publicados en los 45 nmeros impresos de la Revista Argentina de Psicologa, entre 1969 y 2002, aun cuando para algunos anlisis de contenido se considerarn nicamente los artculos firmados. Por su parte, la unidad de anlisis est constituida por cada uno de los artculos y notas, dentro de los cuales se procedi a analizar diferentes atributos: temticas o campos de la psicologa, productividad de los/as autores/as que han publicado en la revista y referencias bibliogrfcas de los artculos firmados que la incluan. Las fases y procedimientos del estudio han sido las siguientes: - En primer lugar, se procedi a una lectura general de los 45 nmeros de la revista tendiente a analizar las caractersticas generales de la publicacin y la estructura de la misma. - En segundo lugar se procedi a la lectura de todos los artculos y notas publicados en los 45 nmeros de la revista y se procedi a identificar las siguientes caractersticas de los mismos: a) Tipo de comunicacin b) temtica o campo de la psicologa del artculo o nota; c) autor/a/es/as del artculo; d) autor/a/es/as referenciados en las referencias o bibliografa de cada artculo; e) lengua y tipo de referencias o bibliografa de cada artculo; - En tercer lugar se estableci una periodizacin de la revista por quinquenios: el primero, de 1969 a 1973, que comprendan los nmeros 1 a 15; el segundo, de 1974, a 1978, conformado por los nmeros 16 a 24; el tercero, entre 1979 y 1983, que abarcaba los nmeros 25 a 34; el cuarto, de 1984 a 1988, que comprenda los nmeros 25 a 38; el quinto, de 1989 a 1993 que cubra los nmeros 39 a 43; el sexto, de 1994 a 1998 conformado slo por el nmero 44 y el sptimo, de 1999 a 2002 que tambin abarcaba un slo nmero, el 45. - En cuarto lugar se procedi al registro y anlisis de las variables investigadas como a la interpretacin de los datos obtenidos.

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Respecto a los criterios para una adecuada clasificacin temtica, nunca es una cuestin sencilla en las investigaciones bibliogrficas. En tal sentido, consideramos pertinente explicitar los mismos. En primer lugar, descartamos clasificaciones como las del Psychological Abstracts (o el actual PsycInfo). La primera justificacin de ello reside en que para el anlisis de una publicacin que cubre ms de tres dcadas resultaba difcil definir cual de las clasificaciones del Psychological Abstracts considerar. Precisamente a poco de iniciada la RAP, en 1973, se produce un momento de replanteamiento y reestructuracin profundo de las categoras clasificatorias de la psicologa en el Psychological Abstracts, como resultado del crecimiento del nmero de publicaciones en psicologa y de los replanteos tericos posteriores a la dcada de 1960 (Tortosa, 1981, p. 99). Es decir, la aplicacin de las categoras del Psychological Abstracts posteriores a 1973 podra no ser apropiado para el anlisis de los primeros quince nmeros de la RAP. Pero una segunda razn, es que la caracterstica de la RAP, reflejo de la psicologa terica y aplicada que circulaba y se produca en el pas estaba bastante lejos de los parmetros clasificatorios estandarizados en los Psychological Abstracts. Es verdad que el anlisis de los primeros nmeros de la RAP pone de manifiesto una amplitud terica, que se ira limitando avanzando la dcada de 1970 y sobre todo en la de 1980. Por poner solo un ejemplo, en la seccin de comentarios de libros del primer nmero, Hctor Fernndez Alvarez publicaba un elogioso comentario del libro Frontiers of Psychological Research editado por la Scientific American entre una serie de comentarios que incluan obras tpicas del psicoanlisis de aquellos aos, pero tambin comentarios de libros sobre el estudio de liderazgo o de obras de Franz Fannon, de Piaget o Nuttin. Por razones anlogas, descartamos categoras clasificatorias surgidas del Thesaurus of Psychological Index Term (Tesauro de trminos psicolgicos). No slo porque la primera edicin del Thesaurus fue de 1974 sino tambin por la dinmica que ha venido experimentado desde entonces; la segunda edicin ya haba incorporado modificaciones en 1977 y la tercera en 1982. En el ao anterior al cierre de nuestro estudio, en 2001 el Thesaurus ya iba por su novena edicin (Gallagher-Tuleya, 2007). Y los Tesaurus en castellano son posteriores, lo cual tambin dificultaba su uso para los perodos tempranos de la revista. El construido por la Universidad de Buenos Aires de 1983-1986 (Garca & Monfasani, 1983). Y el elaborado por el Centro de Informacin y Documentacin Cientfica de Espaa es de 1992 (Alcain Partearroyo, 1995). Ante tal limitacin, optamos por una clasificacin que podemos denominar interna, ya que se bas en la elaboracin de principios categoriales a partir del propio anlisis de los contenidos de cada nmero. Desde ya, esa nota emprica, implic que las categoras se fueron modificando a lo largo de la investigacin. Una desventaja de ese tipo de criterios de categorizacin es que limita la realizacin de anlisis comparativos con estudios bibliomtricos de otras revistas. Pero adems de que esa limitacin es relativa, una ventaja indudable de una categorizacin interna, es que las categoras clasificatorias estn directamente relacionadas con los contenidos de la revista. Una ltima aclaracin est relacionada con la adjudicacin de cada unidad de anlisis a las distintas categoras. Un problema caracterstico de este tipo de estudios, es que un mismo trabajo bien puede ser clasificado en categoras diferentes. Para evitar esos inconvenientes hemos optado por distintas clasificaciones temticas. Para el anlisis temtico de los artculos originales se organizaron cuatro categoras de anlisis: aspectos tericos, campos de la prctica, asuntos profesionales, disciplinas afines. As, se clasific cada artculo segn los aspectos tericos que pudieran estar presentes. En segundo lugar, aquellos relacionados con mbitos de la prctica, fueron a su vez clasificado segn campo de aplicacin. Y en tercer lugar, considerando la elevada frecuencia del campo clnico, se procedi a su vez a una tercera clasificacin dentro del campo clnico.

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No obstante ello, algunos trabajos admitan ser incluidos en categoras diferentes, ya que un trabajo que hablaba sobre el diagnstico en orientacin vocacional bien poda ser incluido en la categora diagnstico o en la de orientacin vocacional. En casos como esos, se procedi a dividir la unidad de anlisis (es decir cada artculo) por la mitad, adjudicando 0.5 a cada categora. En tal sentido, en las distribuciones de frecuencia de algunas clasificaciones temticas, pueden observarse decimales, relacionados precisamente con esa cuestin. En cambio, en las clasificaciones de temticas que eran unvocas, por ejemplo el idioma de la bibliografa, no se observarn decimales.

III. Resultados y DiscusinIII. 1. Frecuencia, caractersticas y estructura general de la publicacinSi bien la RAP se anunci como una publicacin trimestral, la aparicin de la misma no tuvo la regularidad propuesta. La frecuencia irregular de la publicacin puede apreciarse en la tabla 3 que detalla la cantidad de ejemplares publicados por ao hasta la fecha. Tabla 3. Nmeros de la RAP por ao. 1969-2010 Ao1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1986 1987 1989 1991 1993 1994 2002 2009 2010

Nmeros editados1, 2 3, 4, 5, 6 7, 8, 9, 10 11, 12 13/14, 15 16 17/18 19/20, 21 22 23, 24 25 26, 27, 28 29, 30 31, 32, 33 34 35, 36 37 38 39, 40 41 42, 43 44 45 46, 47 48, 49

Puede apreciarse que en sus primeros veinte aos, an sin respetar la regularidad propuesta, la RAP tuvo una frecuencia de al menos un nmero por ao, en muchos casos dos nmeros por ao y excepcionalmente tres nmeros por ao (1980 y 1982) o cuatro nmeros por ao (1970 y 1971).

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Asimismo, se editaron tres nmeros dobles: el 13/14 (1973); 17/18 (1975) y 19/20 (1976). A partir de 1989 su frecuencia empez a ser cada vez ms irregular: no se public ningn nmero en 1990 y 1992 y tampoco entre 1994 y 2002. De nuevo se verific una importante discontinuidad entre 2002 y 2009. Desde ese entonces la publicacin se ha mudado al formato digital on-line y ha recuperado su frecuencia histrica: dos nmeros en 2009, otros dos en 2010 y se anuncia la misma frecuencia a partir de 2011. Las razones de esas prolongadas discontinuidades han sido mltiples; desde dificultades econmicas de la institucin editora hasta dificultades en el contexto poltico e institucional, especialmente en el perodo comprendido entre la muerte de Pern, en julio de 1974 hasta la recuperacin democrtica a finales de 1983. La tapa y la editorial del nmero 28 testimonian el clima represivo de aquellos aos. Se public en octubre de 1980, apenas das despus de que el Ministerio de Educacin de la dictadura emitiera la famosa resolucin ministerial sobre incumbencias del ttulo de psiclogo y licenciado en psicologa, conocida como resolucin de incumbencias de los tres no, ya que en su prrafo final estableca que a los psiclogos no les incumbe la prctica del psicoanlisis, de la psicoterapia, ni la prescripcin de drogas psicotrpicas (Ministerio de Educacin de la Nacin, Resolucin 1980, p. 10). La tapa de aquel nmero de la RAP reproduca la conocida escultura de los kuroi dlficos Cleobis y Bitn, cuyas bocas se encontraban selladas con una gruesa cinta negra. Le elocuencia de la imagen era reforzada en la editorial, que seala que la poltica cultural ms eficaz y sostenida de la dictadura haba sido la de la censura (Annimo, 1980). En 1989, Silvia Chiarvetti como Presidenta de la APBA y ex directora de la RAP, rememoraba los 20 aos de la revista cuestionando la tendencia a anular las publicaciones ante las dificultades econmicas de la institucin: Mediocridad de pensamiento que implica no rescatar el sentido profundamente testimonial de nuestra historia, como profesin y como gremio, en su atravesamiento social y poltico, que nuestras publicaciones adquieren en un pas que nunca llegar a plasmar su proyecto de Nacin si persiste en la destruccin de la memoria (Chiarvetti, 1989, p. 13). A pesar de su aparicin irregular en algunas etapas, la RAP tuvo un alto impacto en la comunidad de psiclogos argentinos. As, en la editorial del nmero 45, editado luego de ocho aos de publicado el nmero anterior, la entonces Presidenta de APBA afirmaba que su reedicin permita rememorar la importancia que adquiri dentro del mbito profesional, como un lugar de transferencia de saberes, de construcciones tericas y de consolidacin de nuestra identidad como Asociacin (Guzmn, 2002, p. 5). En relacin con los directores y equipo editorial la estructura tampoco se mantuvo a lo largo de los aos. Siempre existi la figura de director o directora, ya fuera que esa funcin fuese una designacin de la Comisin Directiva de la APBA, ya que fuera elegida por el conjunto de los socios como uno de los cargos electivos de la Comisin Directiva. En cambio, no siempre existi la figura de secretario de redaccin mientras en el nmero 45 existi la figura de director cientfico (Juan Jorge Faria). Por su parte, la denominacin de los comit editoriales tambin sufri modificaciones. De la misma manera, la RAP comenz siendo editada por Galerna. Desde el nmero 8, en 1971, se hizo cargo Nueva Visin y por un solo nmero, el 21 se hizo cargo editorial Trieb (ver tabla 4). Es oportuno recordar que paralelamente a que Editorial Trieb se hiciera cargo de la edicin y distribucin de la RAP, la APBA iniciaba la edicin de una nueva publicacin Gaceta Psicolgica, cuyos primeros cuatro nmeros fueron publicados como separatas dirigidas a socios

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de la APBA por Actualidad Psicolgica, revista que exista desde 1975 y que, al igual que editorial Trieb, era dirigida por Miguel Kohan, precisamente graduado en psicologa. Sin embargo ya desde el nmero 22, bajo la direccin de Silvia Chiarvetti, la APBA decidi asumir la responsabilidad de la edicin y distribucin de la RAP, con la asesora editorial de Susana Appel, tambin graduada en psicologa y vinculada a la industria editorial. Aos despus, Chiarvetti rememor el encuentro que haban tenido ella y Hugo Vezzetti, integrante del consejo de redaccin de la RAP con Boris Spivacow, quien impuls la decisin de que la APBA se adueara de su produccin editorial (Chiarvetti, 1989). No resultaba fcil en aquellos aos desconocer una sugerencia de Boris Spivacow en el dominio editorial. Spivacow exhiba una slida trayectoria que se haba iniciado en Editorial Abril y alcanz unnime reconocimiento como responsable de la organizacin y expansin de EUDEBA y despus de la Noche de los Bastones Largos, como responsable de la recordada editorial Centro Editor de Amrica Latina. Los estudios histricos sobre industria editorial en Argentina, coinciden en destacar el valor emblemtico que adquiri Boris Spivacow entre 1955 y 1990 (Aguado, 2006; Bueno & Taroncher, 2006; Gociol, 2007, 2010; Mauns, 1995). Inclusive, la proyeccin latinoamericana de su aporte como editor en EUDEBA ha posibilitado la comparacin con la obra de Orfila Reynal en la editorial Fondo de Cultura Econmica de Mxico (Sor, 2004). Tabla 4. Directores de la RAP y editoriales a cargo. 1969-2010 Ao1969-1970 1970-1974 1975-1976 1976 1977-1979 1980-1982 1982 1983-1984 1986 1987 1989-1991 1993-1994 2002 2009-2010

Nmeros de la RAP1-6 7-16 17-20 21 22-25 26-31 32-33 34-36 37 38 39-41 42-44 45 46-49

Director de la RAPRicardo Malf Roberto Harari Leonardo Satne Mario Marcos Schumacher Silvia Chiarvetti Alicia Azubel Beatriz Janin Mara Altschuler Andrea Yannuzzi Csar Corvaln Estela S. de Guzmn Jos Cernandas Oscar de Laturi Sebastin Tchukrn

Institucin a cargo de la edicin y distribucinEditorial Galerna Nueva Visin (desdel el n 8) Nueva Visin Editorial Trieb APBA (Asesora editorial Susana Appel) APBA APBA APBA APBA APBA APBA APBA APBA APBA (edicin digital on-line)

III. 2. Nmeros especialesAlgunos nmeros fueron dedicados a temticas especificas. Si bien esta prctica fue espordica en los comienzos de la publicacin, se fue convirtiendo en constante en las ediciones impresas a partir del nmero 34 editado en 1983 (ver tabla 5). Adems se publicaron dos ndices Temticos, el primero, en el nmero 26, abarca los primeros diez aos de la revista; el segundo, publicado en el nmero 40, comprende los contenidos desde el nmero 26 al nmero 39, es decir, los correspondientes a la segunda dcada de vida de la revista. Un primer anlisis de dichas temticas evidencia que seis nmeros especiales tuvieron directamente que ver con Teoras Psicoanalticas, cinco a la prctica Clnica del psiclogo, dos a temticas de Historia y a tica. Un slo nmero abarc Temas Profesionales y otro a psicologa 57

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social-institucional-comunitaria. De esa manera, a partir de la eleccin temtica de los nmeros especiales, puede advertirse el marcado inters por Teoras Psicoanalticas y la Clnica, con una distribucin de frecuencia de 31,57% y 26,31% respectivamente. Las categoras restantes, Temas profesionales, Psicologa Social-institucional-comunitaria, Historia, tica y Otros obtuvieron un 5,26% las dos primeras y un 10,52% las tres restantes. Este primer anlisis guarda correlacin con lo que se observar ms adelante como caracterstica central de la RAP: inters por la perspectiva psicoanaltica y la prctica clnica del psiclogo. Tabla 5. Nmeros especiales de la RAP. 1969-2002. RAP especiales1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19

N RAP7 17/18 19/20 23 26 27 30 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45

TtuloAcerca del concepto de Inconsciente Cuerpo, espacio y movimiento Psicologa clnica de nios El afecto 10 aos de la RAP El nio y el psicoanlisis Lo institucional 25 aos de la creacin de la carrera Masculino-Femenino De la interpretacin Del saber Derechos Humanos Realidad y sufrimiento psquico Clnica con nios y adolescentes El cuerpo, malestar en la cultura SIDA Temas y polmicas en Psicologa hoy La clnica tica profesional

Clasificacin temticaTeoras Psicoanalticas Clnica Clnica Teoras Psicoanalticas Historia Teoras Psicoanalticas Social-institucional-comunitaria Historia Otros Teoras Psicoanalticas Otros tica Teoras Psicoanalticas Clnica Teoras Psicoanalticas Clnica Temas profesionales Clnica tica

III. 3. Estructura de la RAPAun cuando las diferentes secciones de la publicacin no fueron constantes a lo largo de la edicin impresa, es posible advertir que diferentes secciones han predominado en la misma. Las secciones especiales de la publicacin que analizaremos en el presente trabajo han sido las siguientes: Editoriales, Introducciones y/o Presentaciones; Artculos originales; Informes y Notas; Actividades de la APBA y Reseas (comentarios de libros).

III. 4. Editoriales, Introducciones y/o PresentacionesA lo largo de los 45 nmeros impresos, en 32 de ellos se publicaron Editoriales, Introducciones y/o Presentaciones. El contenido de tales editoriales no ha sido uniforme, aunque se pueden identificar las siguientes categoras: Cuestiones internas de la RAP, que engloba todas las editoriales y/o presentaciones que aludan a explicaciones por la demora en la publicacin, las

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razones del tema especial elegido, entre otras, Historia, Poltica Nacional, Cuestiones internas de la APBA y Temas profesionales (ver tabla 6). Tabla 6. Temticas de las editoriales de la RAP. 1969-2002. Tema de las editorialesCuestiones internas de la RAP Historia Temas Profesionales Cuestiones internas de la APBA Poltica Nacional Totales

Cantidad25 2,5 2 1,5 1 32

Porcentaje78,12 % 7,81 % 6,25 % 4,68 % 3,12 % 99,98 %

En cuanto al anlisis de la temtica abordada en este tipo de comunicaciones, un 78,12% de las mismas hacen referencia a Temas Editoriales de la RAP (explicaciones por la tardanza en la publicacin, el porqu del tema especial elegido, entre otros), un 7,81% refieren a asuntos de Historia, un 6,25% a Temas Profesionales, un 4,65% a Cuestiones internas de la APBA y el 3,12% restante a temas de Poltica Nacional.

III. 5. Artculos originalesSe han considerado como artculos o contribuciones originales, en primer lugar, a todos aquellos trabajos publicados bajo esa denominacin. En segundo lugar, tambin hemos considerado aquellos trabajos que aparecan en las secciones de Comentarios, Temas profesionales, Temas institucionales, Temas universitarios, Psicologa Latinoamericana, COPRA e Investigaciones en la APBA, pero que, por su estructura, no constituyen simple noticias. Es decir que, aun cuando incluidos en otras secciones, tambin hemos considerado como artculo originales aquellos que presentaban algunas caractersticas fundamentales: autora explcita, referencias (bibliografa), estilo de la argumentacin, relativa extensin. Asimismo se han considerado como artculos originales cinco trabajos pertenecientes a la seccin Informes y Notas, por razones anlogas a las anteriores. Es decir, la autora firmada, las referencias (bibliografa), la extensin difieren significativamente del resto de trabajos encontrados en dicha seccin. Estos trabajos fueron: 1. 2. 3. 4. 5. La carrera de Psicologa en Universidades Nacionales (Chaparro, 1969). A raz de una experiencia (Danis, 1971). Actividades del psiclogo en un hospital de dbiles mentales (Lapetina, 1971). Declaracin de principios y anteproyecto de estatutos (COPRA, 1972). Conferencia de Lacan en Londres. Una nota de Hebe Friedenthal (Friedenthal, 1976).

Las variables que hemos analizado en los artculos originales fueron las siguientes: tipo de comunicacin, rea temtica, referencias bibliogrficas y productividad de autor/es. III. 5. 1. Tipo de comunicacin Por tipo de comunicacin nos referimos al formato o estilo de los artculos originales. Para el perodo 1969-2002 encontramos un total de 525 contribuciones originales distribuidas en los 59

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siguientes tipos de comunicacin: predominan los artculos propiamente dichos, con un porcentaje de 85,9 %, luego Comentarios, Mesas Redondas, Paneles, y Otros, cada uno de ellos con un porcentaje en la distribucin de frecuencia de 6,85%; 1,71%, 1,52% y 4% respectivamente (ver tabla 7, al final). El anlisis del tipo de comunicacin por quinquenio, tambin permite observar que el perodo ms prolfico de la revista fue el primero, cuando se publicaron 182 artculos originales. Desde entonces la publicacin experiment un declive casi permanente salvo un ligero repunte en el quinquenio 1989-1993. Resulta llamativo que aun durante la dictadura hubiera ms produccin que en los aos posteriores a la recuperacin democrtica. Es posible que la razn de ello tuviera que ver con que durante muchos aos, la RAP fue el canal privilegiado de expresin del colectivo psi; en cambio a partir de la recuperacin democrtica se multiplicaron los canales de expresin y eso puede explicar esa aparente paradoja.

III. 5. 2. Anlisis temtico 1. Aspectos tericos y otras temticas de los artculos En los artculos propiamente dichos, procedimos a analizar la presencia o no de una perspectiva terica predominante, encontrndose que en 433 de los 451 trabajos se poda apreciar una perspectiva terica con nitidez. Los datos finales obtenidos permiten apreciar la importante incidencia de las Teoras Psicoanalticas en la comunidad de psiclogos de Argentina durante el perodo analizado. Aproximadamente 8 de cada 10 artculos originales publicados en la RAP se apoyaba en una lectura psicoanaltica de los fenmenos psicolgicos (ver grfico 1 y al final, tabla 8). En la conmemoracin de los 20 aos de la RAP, Roberto Harari expresaba: por eso, los testimonios de la apropiacin del nico instrumento fundado, eficaz y operante con que cuenta cualquier trabajador psi, esto es, el psicoanlisis, se transformaron, desde el inicio, en uno de los pilares buscados por la RAP (Harari, 1989). Roberto Harari, siguiendo a Freud, ya haba sealado que deba considerarse al Psicoanlisis al mismo tiempo una teora, una teRAPutica y un mtodo de investigacin (Harari, 1970). Y citaba un conocido texto de Freud para fundamentar su posicin: el psicoanlisis es una parte de la psicologaNo representa por cierto, la totalidad de la psicologa, sino su infraestructura, quiz an todo su fundamento (Freud, 1927, citado por Harari, 1970, p. 148). Como observaremos ms adelante, este resultado es consistente con el importante nmero de referencias que ha recibido la obra de Freud a lo largo de toda la publicacin. El 19.93% de las referencias bibliogrficas corresponden a su obra, lo cual lo ha colocado en el lugar de autor ms citado en la RAP. Sin embargo obsrvese que mientras casi 8 artculos de cada 10 se fundamentan en el psicoanlisis, solamente 2 de cada 10 referencias bibliogrficas corresponden a la obra de Freud. Puede concluirse entonces que el psicoanlisis en los artculos de la RAP, exceden ampliamente la referencia a Freud. Es decir, si puede apreciarse una hegemona psicoanaltica, es necesario interrogar qu tipo de psicoanlisis pudo haber sido el hegemnico. Por otra parte, en 1989, en una revisin crtica de la publicacin, el primer director de la RAP, Ricardo Malf sostena: Hoy deseara que la RAP diera ms lugar a voces distintas de las que se afinan en tono psicoanaltico (Malf, 1989, p. 17). Sin embargo, a pesar de estas intenciones, otras corrientes de la psicologa casi no se han reflejado en la RAP. Despus de psicoanlisis con el 76,9% de frecuencia, aparecen, con el 1,84% tanto las teoras sistmicas como

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las humanistas-existenciales, Slo el 1,15% de los artculos se relacionan con las teoras cognitivas y apenas, el 0,46% con las teoras conductistas. Es interesante observar lo ocurrido con la categora historia a lo largo de la publicacin en cuestin. Durante el tercer quinquenio, comprendido entre los aos 1979-1983, el 11,6% de los artculos versaba sobre esta temtica. Asimismo como ya se anticipara en lo relativo a las RAP especiales, dos de ellas, comprendidas en este perodo de tiempo, se abocaron a temas histricos: 10 aos de la RAP (nmero 26) y 25 aos de la carrera (nmero 34). Algo similar ocurri en el quinto quinquenio, que abarca el perodo 1989-1993, en el cual el 12.24% de los artculos fueron trabajos historiogrficos. La RAP nmero 40, comprendida en el mencionado quinquenio, conmemora los 20 aos de la RAP, ocasin ms que propicia para la promocin de una revisin histrica. Sin embargo, a pesar de la relevancia parcial otorgada a lo largo de la publicacin a temas relativos a la historia de la psicologa en perodos temporales puntuales, el porcentaje final de artculos historiogrficos (en el cual se incluyen tambin notas necrolgicas) fue de 6.23%, lo que evidencia la importancia relativamente escasa asignada por la comunidad de psiclogos argentinos a la historia de la psicologa (ver al final, tabla 8). La categora Metodologa de la Investigacin obtuvo un porcentaje final de 0.69%, lo que permite inferir el escaso inters por las cuestiones relacionadas con la investigacin, caracterstico de una comunidad profesional fuertemente preocupada por la accin operativa de sus intervenciones. Los resultados guardan relacin con lo observado tambin en entornos acadmicos de la psicologa, en los cuales se ha analizado el escaso espacio que ocupan las temticas relacionadas con la investigacin en los diseos curriculares de las carreras de psicologa en universidades nacionales (Klappenbach, 2003b).

Grfico 1. Aspectos tericos y otras temticas en la RAP. 1969-2002.0,6 1,8 2,7 6,2 0,4 8,08

1,1 1,8

Teoras psicoanalticas Historia de la psicologa Psicologa gentica Teoras humanistasexistencialistas Teoras sistmicas Teoras cognitivas Metodologa de la investigacin Teoras conductuales Otros 76,9

III. 5. 3. Anlisis temtico 2. Campos de la prctica Las temticas privilegiadas por la publicacin reflejaban el panorama que domin la psicologa argentina a partir de la dcada de 1970. Mauricio Knobel en un trabajo que publicara en 1975 en el Journal of Clinical Child Psychology se haba referido precisamente a la RAP como uno

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de los testimonios de la impronta clnica caractersticas de los psiclogos argentinos en aquellos aos: the Association of Psychologists from Buenos Aires, started a quarterly publication, Revista Argentina de Psicologa, in september 1969. The articles published in this psychological magazine reflect the clinical orientation of the psychologists (Knobel, 1975, p. 8). En esa direccin, no resulta sorpresivo el hallazgo de una marcada preponderancia de la prctica clnica en los artculo publicados en la RAP. Si se suma el porcentaje acumulado obtenido por la categora Clnica, 63,85% y Diagnstico y Evaluacin, 7,22%, se obtiene un porcentaje de 71,07% de los artculos (ver grfrico 2). Es decir que siete de cada diez artculos referidos especficamente a los campos de la prctica del psiclogo versaban sobre cuestiones clnicas. Estos datos guardan relacin con las temticas de los nmeros especiales de la RAP (ver tabla 5) donde se apreciaba que un cuarto de ellos (26,31%) se haban ocupado de la clnica.

Grfico 2. Campos de la prctica. RAP. 1969-20022% 5% 3% 14% 64% 7% 2% 2% 1%

Clnica Orientacin Vocacional Diagnstico y Evaluacin Psicosomtica Psicologa del deporte

Social-institucional-comunitaria Educacional Jurdica Psicogeriatria

Hay que considerar que la importancia de la clnica fue uno de los ejes de los debates sobre el rol del psiclogo que fue caracterstico de la comunidad profesional desde la segunda mitad de la dcada de 1960 y que reconoca numerosas aristas, algunas de ellas ya examinadas (Borinsky, 2002; Klappenbach, 2000; Vezzetti, 2004). Una de esas aristas se articulaba en torno a la pregunta acerca del quehacer profesional como psiclogo clnico o como psiclogo orientado a otras especializaciones (Klappenbach, 2000, p.212). Rodolfo Bohoslavsky consideraba que, si en la dcada del sesenta la reivindicacin del psiclogo haba estado centrada en el derecho a la psicoteRAPia, en la dcada del setenta, la lucha ser por el derecho a otros campos (Danis, Bohoslavsky, Malf, De Ocampo, Berlin y Goldin, 1970, p. 112. ). En una direccin coincidente, Flix Chaparro adverta sobre el peligroso error de identificar la psicologa clnica como sinnimo de psicologa (Chaparro, 1970). Sin embargo, en disonancia con estas posturas, reconocidas personalidades de la poca sostenan el carcter clnico de determinados abordajes en psicologa escolar, laboral o social. El propio Bohoslavsky (1974) conceptualiz la estrategia clnica en el campo de la orientacin vocacional opuesta a la modalidad actuarial, en un texto que se volvera famoso. Reproduciendo el derrotero editorial de la propia RAP, la primera edicin fue publicada por Galerna en 1971 y la segunda por Nueva Visin en 1974. Avanzando la dcada de 1970

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llegara a agotar anualmente cada edicin, la tercera en 1976, la cuarta en 1977, la quinta en 1978, la sexta en 1979, volvindose un xito editorial. Plcido Horas, por su parte, reconocido impulsor de las carreras de psicologa y profesor en la Universidad Nacional de Cuyo en San Luis sostena el carcter clnico en el campo de la psicologa escolar, laboral o social. En su consideracin, la psicologa que siempre constituye descripcin, explicacin y comprensin de la conducta, se vuelve clnica cuando se particulariza en una individualidad. Por tal razn, conclua que la autntica funcin del psiclogo ser la clnica (Horas, 1961, 351; el subrayado me pertenece). Las investigaciones en aquellos mismo aos ya evidenciaban la preferencia de los psiclogos argentinos por el campo clnico. Un estudio promovido por la propia APBA, a finales de los sesenta, indicaba que el 66% de los psiclogos de la ciudad de Buenos Aires trabajan en el rea clnica, un 15% en el rea Educacin, un 12% al rea Laboral y un 7% a la Orientacin Vocacional (Litvinoff, 1970). Por su parte, el estudio completo publicado cinco aos despus elevaba la incidencia de la psicologa clnica. Por lo pronto, el 77 % de los psiclogos entrevistados elega el rea clnica como aquella preferida. Pero, en los hechos, el porcentaje de aquellos que se desempeaban solamente en el rea clnica o en el rea clnica y secundariamente en alguna otra oscilaba entre el 90%, el porcentaje ms bajo para quienes se haban graduado entre 1961 y 1964 y 93%, el porcentaje ms elevado para los graduados entre 1969 y 1970 (Litvinoff & Gomel, 1975). El inters y prestigio de la psicologa clnica, se relacionaba con la actividad psicoteRAPutica, al mismo tiempo, valorada y restringida desde el punto de vista legal. En el mismo ao que se publicaba el libro de Litvinoff y Gomel, en la prestigiosa Revista Interamericana de Psicologa tambin se haba sealado el impactante desarrollo de las psicoteRAPias, casi todas derivadas del psicoanlisis, en las grandes ciudades argentinas, especialmente Buenos Aires (Brignardello, 1975). Y aun en una pequea ciudad como San Luis, un estudio inspirado en el de Litvinoff & Gomel, revelaba idntica preferencia por el rea clnica, que era interpretada como una suerte de atraccin magntica en el foco atencional del psiclogo con tendencia a satisfacer el sueo del divn propio (Rodrguez Kauth, 1973, 112). Y en la misma direccin, tambin en la ciudad de San Luis, sede de una de las seis carreras de psicologa en universidades nacionales en aquellos aos, se sealaba que resultaba sorprendente el escaso inters por otros mbitos laborales diferentes a la clnica (Mikusinski, Carugno y Nassif, 1976). Otro estudio similar, realizado en Rosario ms de una dcada despus, aporta datos similares. En base a una encuesta administrada en el Colegio de Psiclogos, se encontr que el 87% de los psiclogos trabajaba principalmente en el rea clnica mientras un 9,3% reconoci trabajar en el rea clnica como segundo empleo. Solamente un 8,8% se desempeaba en el rea educacional. Los resultados obtenidos en la muestra rosarina, entonces, evidencian que un 96,3% de los psiclogos de dicha ciudad se encontraban comprometidos con el trabajo clnico (Gentile, 1987). En funcin de los datos obtenidos, se puede aseverar que, entre los psiclogos argentinos, la preferencia por la prctica clnica no ha sufrido importantes transformaciones durante el perodo de tiempo analizado en el presente trabajo. En cuanto a la psicologa social-institucional-comunitaria, el 13,85% del total de los artculos originales versa sobre este campo de la prctica del psiclogo. En el primer quinquenio, comprendido entre los aos 1969-1973, en un contexto social y poltico que alentaba la prctica social de la psicologa y que, en algunos casos, tornaba difusos los lmites entre prctica

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profesional y compromiso pblico del profesional, la incidencia de trabajos se elev hasta el 22,64%; es decir casi un artculo de cada cuatro poda ser considerado en la temtica socialinstitucional-comunitaria. Los debates en torno al compromiso social del psiclogo fueron una constante en aquellos aos (Klappenbach, 2000). En una Mesa Redonda dedicada al quehacer del psiclogo realizada en la APBA en diciembre de 1968, Osvaldo Devries, en dos oportunidades presidente de la APBA (1968-1969 y 1982-1984), consideraba que el objetivo fundamental del quehacer del psiclogo era rescatar y preservar las condiciones reflexivas del ser humano, tanto respecto a su mundo interno como a la realidad concreta en la que est inmerso y participa (Calvo, Malf, Averbuj, Devries & Belottini, 1969, p. 85). As, la preparacin del psiclogo permitira desempear tareas tanto directamente sobre el hombre (psicoteRAPia, orientacin vocacional) como sobre las condiciones en que el sujeto se desarrolla (instituciones educacionales, laborales, asistenciales, gremiales) siendo su compromiso profesional crear condiciones antialienantes. Para el logro de ese objetivo, Devries estimaba fundamental que el psiclogo, no slo recurriera a los conocimientos propios de la psicologa sino tambin deba conocer la realidad argentina (Calvo, Malf, Averbuj, Devries & Belottini, 1969, p. 85; el subrayado en el original). De manera similar, Bohoslavsky consideraba que los psiclogos haban ido accediendo a nuevos campos, dejando el individuo y el grupo, llegando a diferentes instituciones y, en ltima instancia a la comunidad (Danis, Bohoslavsky, Malfe, De Ocampo, Berlin y Goldin, 1970). Por su parte, Juana Danis, una de las fundadoras de la APBA y discpula de Bleger, en El psiclogo y el psicoanlisis, texto que abrira una conocida polmica con Roberto Harari, consideraba llegado el momento que obliga al psiclogo a dejar su rol de testista y a asumir un nuevo rol social distinta al del psicoanalista y distinto al del psiquiatra (Danis, 1969, p. 78). Danis insista que el psiclogo tiene una identidad profesional como ser social (Danis, 1969, p. 79). El rol del psiclogo, para Danis, consista en asistir los momentos de cambio; su profesin es intrnsecamente, en su cualidad ms psicolgica, ser partero de los cambios en la comunidad en la que vive (Danis, 1969, p. 81, el subrayado en el original). Desde una perspectiva, en cierto sentido afn y en cierto sentido diferente, Norma Tobar en un trabajo que ya desde el ttulo, La psicologa y el ser nacional invitaba a la nacionalizacin del pensamiento y de los professionales, cuestionaba al saber psicolgico de la poca, inclusive al comprometido en su vocacin de cambio, argumentando que el grueso de la psicologa vigente adolece de una falencia terica ya que sigue considerando al hombre como individuo y no logra reconocerlo y presentarlo como representante en su texto social y su contexto histrico (Tobar, 1972, p. 152). Las circunstancias histricas y polticas que sucedieron a la muerte Pern el primero de julio de 1974, fueron desalentando cada vez ms los debates ideolgicos y polticos. Ello se reflej en los contenidos de la RAP, en cuyo segundo quinquenio de vida (1974-1978), el porcentaje de trabajos referidos a la categora socio-institucional comunitaria descendi a apenas el 2,17% de las contribuciones originales y en el tercer quinquenio (1979-1983) un 13,79% (ver tabla 9, al final). Eva Giberti (1987) sintetizaba: En aquel entonces, en los tiempos de la dictadura, muchos profesionales se cobijaron en el aislamiento y en la negacin de la realidad, sesgando de este modo la identidad del psiclogo hacia la indiferencia, inhibiendo la responsabilidad cvica y paralizando la solidaridad.

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Durante el cuarto quinquenio (1984-1988), la categora psicologa social-institucionalcomunitaria recuper y super sus porcentajes iniciales, con un 27,27%. Con el 15% de los trabajos en el quinto quinquenio (1989-1993), esta categora aparece como el segundo campo de la prctica del psiclogo ms abordado a lo largo de toda la publicacin de la RAP. La categora Psicologa Educacional se ha reconocido como campo tradicional de actuacin profesional del psiclogo. En el estudio llevado a cabo por Litvinoff y Gomel, el rea educacional ocupaba el tercer lugar de trabajo luego de la clnica y la docencia. El 17% de los psiclogos trabajaban en ella (Litvinoff & Gomel, 1975). Orientacin vocacional, por su parte, desaparece como categora luego del tercer quinquenio. Los valores alcanzados en los primeros perodos de la RAP, especialmente en el primero, la colocan como el quinto campo en la distribucin de frecuencia de los trabajos. En relacin a la categora Psicosomtica, se observa que, si bien durante el quinto quinquenio (1989-1993), el 10% de los artculos versaban sobre dicha temtica, no obstante el porcentaje final obtenido por la misma es de 1,8%, en virtud de la escasa incidencia de artculos sobre tal temtica en los otros quinquenios analizados. La categora Psicogeriatra obtuvo un porcentaje final de 2,4%, es importante sealar que todos los trabajos referidos a la misma se encuentran en los primeros tres quinquenios (1969-1983). Resulta llamativo que con el paso del tiempo, y el consiguiente envejecimiento de los miembros de la comunidad profesional, no volvieran a publicarse trabajos sobre la temtica. As mismo, la categora Psicologa del deporte ha obtenido un porcentaje final de 0,6%, ya que se encontr slo un artculo relacionado con esta temtica. El mismo se encuentra comprendido dentro del primer quinquenio (1969-1973), sin encontrar vestigios sobre la continuidad de la misma. Es interesante destacar lo ocurrido con la categora Psicologa Laboral, ya que, si bien suele considerarse uno de los campos tradicionales de la prctica del psiclogo, no se han encontrado contribuciones originales en la RAP, ms all de algn comentario de libro y una breve nota de la seccin Actividades de la APBA. Esa ausencia se corresponde con lo observado en el estudio de Gomel y Litvinoff (1975), en el cual la psicologa laboral no aparece entre las reas preferidas mencionadas. Diversos estudios han analizado la impronta del programa de la psicotecnia y la orientacin profesional en los desarrollos tempranos de la psicologa en Argentina, antes de la creacin de las carreras universitarias de psicologa. Los primeros estudios sobre la psicologa aplicada al trabajo, provenan del campo de la fisiologa aplicada al trabajo, en donde un tema de relevancia era el estudio de la fatiga, como poda apreciarse en trabajos tempranos del italiano Gaetano Viale, discpulo de Mosso, quien estuvo al frente del Instituto de Fisiologa de la Facultad de Ciencias Mdicas de Rosario entre comienzos de 1926 y finales de 1929 (Berra & Berra, 2009). En el dominio de la psicologa fueron caractersticos los estudios de Palacios desde una matriz socialista en la dcada de 1920, hasta los estudios de Horacio Rimoldi en la dcada de 1940 (Klappenbach, 2008). Durante la primera experiencia peronista en el gobierno, en la segunda mitad del siglo XX, la orientacin profesional alcanz rango constitucional luego de la reforma 1949, al ser incorporada en el artculo dedicado a los derechos del trabajador, la familia, de la ancianidad y de la educacin y la cultura. Por su parte, el Segundo Plan Quinquenal estableca como uno de sus objetivos, el de de encausar el aprendizaje y la orientacin profesional, en el campo de la

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educacin y el trabajo. En esa direccin en el campo del trabajo, el plan apuntaba a establecer las correlaciones entre la aptitud del trabajador y su ocupacin (Klappenbach, 2006, p. 135). Es decir, la psicologa aplicada al trabajo tena una larga tradicin en el pas. Pero si algo caracteriz a los jvenes graduados de las nuevas carreras de psicologa y en ello la enseanza de Bleger result decisiva, fue la ruptura o el desconocimiento de aquella larga tradicin, en el convencimiento de que la nueva figura profesional, el psiclogo obligaba a renovadas bsquedas alejadas de cualquier reminiscencia histrica. Aun cuando todas las razones de esa actitud que solo se reconoca en el gesto fundador estn poco exploradas, no cabe duda de que, para la poca de la aparicin de la RAP, la psicologa laboral pareca al servicio de la patronal y en ese sentido no ofreca ningn atractivo a la comunidad de psiclogos. La primera directora de la Carrera de Psicologa de la Universidad Nacional de La Plata, Fernanda Monasterio, haba remarcado la necesidad de una formacin universitaria que capacitara para distintos campos laborales, entre ellos, el campo clnico, laboral y el pedaggico (Monasterio, 1965). Y precisamente en la Revista de Psicologa, editada en aquella universidad en el perodo 1964-1967, psicologa laboral haba sido una de las dos temticas ms frecuentadas. En relacin a la prctica del psiclogo en el rea jurdica, Knobel haba reivindicado la pertinencia del saber psicolgico en lo referente a la orientacin y gua que necesitan los menores alojados en Institutos dependientes del Consejo de la Minoridad sealando que era imperioso ocuparse de la salud mental de los menores, para lo cual los psiclogos estaban cientfica y tcnicamente preparados (Klappenbach, 2000). Sin embargo, el tratamiento en instituciones de menores era una prctica que cruzaba consideraciones clnicas, educativas y jurdicas, aun cuando el concepto de menores, implicaba una escisin de la infancia normal aludiendo generalmente a sectores de la infancia con problemas legales o en situaciones de pobreza (Lionetti & Miguez, 2010). En cualquier caso, resulta llamativo el hecho de que dicha temtica no haya sido abordada en los diferentes artculos de la publicacin relevada, situacin que se revirti absolutamente en el ltimo ejemplar de la RAP, donde el 75% de los artculos relacionados con la prctica del psiclogo versan precisamente sobre la Psicologa Jurdica. Considerando que se trata de la muestra de un slo nmero impreso, el nmero 45, obliga a ser prudente con las conclusiones que se pueden extraer de ese cambio. Pero adems de que la temtica del nmero, dedicado a la tica, en cierto sentido colocaba la cuestin de lo legal en primer plano, podra inicialmente inferirse que este significativo viraje puede estar relacionado con el contexto socio-econmico y poltico de la Argentina contempornea, donde cuestiones como victimologa, inseguridad, prevencin del delito, delitos de cuello blanco, control social formal e informal, nios de la calle, entre otros, aparecen en la agenda pblica de debate.

III. 5. 4. Anlisis temtico 3. Especificaciones dentro del campo de la prctica clnica Los datos obtenidos en relacin a las subcategoras de la prctica clnica, permite identificar las caractersticas particulares que adquiri la misma en Argentina. El 39,62% de los trabajos originales dedicados a tal prctica profesional versan sobre los aspectos generales de la misma, es decir sobre la Clnica en General; el 27,83 % sobre la Clnica de nios; el 12,73% sobre la Clnica de grupos y el 12,26% sobre la Clnica familiar. Por su parte, Clnica de pareja, y clnica de adolescentes obtenan 2,86% y 0,94% respectivamente (ver grfico

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3). En el quinquenio 1974-1978 se observan cuatro trabajos que fueron categorizados como tcnicas de expresin corporal, que significaron el 3,77% de los trabajos sobre cuestiones clnicas. (ver tabla 10, al final).

Grfico 3. Especificaciones dentro del rea clnica4% 39% 3% 1% 28% 13% 12%

Grupos Pareja Adolescentes Tcnicas de expresin

Familia Nios General

La clnica con nios tambin conoca una larga tradicin en el pas. Por su parte, se ha sealado que el siglo XX fue considerado el siglo del nio (Borinsky, 2010). En ese contexto, la temprana preocupacin por la infancia se centr en el nio anormal (Rojas Breu, 2004). Telma Reca, quien se haba recibido de mdica en 1928 y se doctor en medicina en 1932, fue a estudiar a Estados Unidos, en donde imperaba la crtica a la psiquiatra de la infancia anormal a partir de la psiquiatra dinmica. Telma Reca se ocup de la infancia normal a partir del fundamento en la psicologa dinmica y profunda. Su caso es interesante porque es una de las sobrevivientes de la psicologa anterior a las carreras de psicologa que perdur luego de la creacin de las mismas, inclusive en posiciones centrales. Fue profesora concursada de Psicologa de la Niez y Adolescencia en la Carrera de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, donde alcanz a ser Directora del Departamento de Psicologa entre 1961 y 1963. Tambin en la UBA, se desempeo como Directora del Centro de Psicologa y Psicopatologa de la Edad Evolutiva (1958-1966), centrado en la investigacin de la Psicologa normal y sus desviaciones (Luque & Rodrguez Sturla, 2000). Con todo, en la dcada de 1960 se producira toda una renovacin en los enfoques sobre la infancia. En un trabajo que evoca emotivamente la aventura de haber sido nio en Argentina entre la presidencia de Frondizi y 1966, que rememora los programas de televisin, las canciones y los comics transitados por los nios en aquellos aos, se ha definido a los aos 60 como la dcada de una nueva infancia (Pujol, 2003, p. 73). A partir de la enseanza de Benjamn Spok, del psicoanlisis y de la obra de Piaget, la preocupacin por modelar una infancia ms libre y plena fue una constante en aquellos aos. En ese contexto, no puede sorprender la alta incidencia de trabajos sobre clnica infantil en las contribuciones originales de la RAP entre 1969 y 2002. Ms de un cuarto de los trabajos sobre

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clnica se relacionaban con el tema y esa proporcin guarda correlacin con los nmeros especiales de la RAP. En efecto, tres de los diecinueve nmeros especiales estuvieron dedicadas a la clnica de nios: el nmero 19/20, Psicologa Clnica de nios; el nmero 27, El nio y el psicoanlisis; y el nmero 40, Clnica con nios y adolescentes. Esto permite inferir el especial inters de la comunidad de psiclogos de la poca por esta especialidad de la prctica clnica. III. 5. 5. Anlisis temtico 4. Asuntos Profesionales Se pudo observar que a lo largo de los primeros 45 nmeros impresos, el tema central de 31 trabajos estuvo relacionado con asuntos profesionales. Entre ellos, la mayor frecuencia se verific en la temtica formacin, con 38,7% (ver grfico 4). La problemtica sobre la formacin en psicologa reconoca diferentes causas. En primer lugar, no poda desconocerse que si bien la enseanza de la psicologa tena una largusima tradicin en el pas, su existencia como carrera universitaria era reciente, lo cual favoreca los debates caractersticas de su novedad. En segundo lugar, despus del cordobazo, a la preocupacin sobre la formacin especfica en psicologa, se le agreg la preocupacin acerca de la formacin pertinente para el proyecto de cambio que, las distintas flexiones de la nueva izquierda, promovan. Y en tercer lugar, si se quiere ms coyuntural pero en modo alguno de menor envergadura, la cuestin de la formacin mereci especial atencin en la APBA especialmente cuando despus de la intervencin universitaria que sucedi a la Noche de los Bastones Largos el interventor en la carrera de psicologa de la UBA, ofreci a la APBA que propusiera docentes para determinadas ctedras que haban quedado vacantes debido a las renuncias, cesantas o simplemente finalizacin de contratos. En ese contexto, se explica que la temtica sobre la formacin de psiclogo apareciera como la ms transitada entre los temas profesionales.

Grfico 4. Temticas de trabajos sobre asuntos profesionales3% 26% 32%

39%

Rol

Formacin

tica

Asociaciones Profesionales

El segundo tema de asuntos profesionales en orden de frecuencia se refera al rol del psiclogo. La temtica del rol del psiclogo mereci temprana atencin entre los graduados de la nueva disciplina. De nuevo, debido a la novedad de la titulacin universitaria la profesin del psiclogo no cuenta con una imagen clara, delineada y ya tradicional (Aisenson, Kestelboim y Slapak, 1970, p. 68). Por tal motivo, se poda afirmar que la temtica sobre el rol del psiclogo, constitua un problema siempre abierto (Danis, 1973, p. 14) o que est en constante construccin (Bricht, Calvo, Dimant, Palacios, Pravaz, Spolansky, Troya, 1973, p. 7).

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En tal contexto, los debates que poblaron la RAP en sus primeros nmeros, especialmente el debate entre Roberto Harari y Juana Danis no slo expona las divergencias entre dos generaciones diferentes de graduados. El eje del debate sobre el rol por lo menos se centraba en dos cuestiones. La primera, sobre las vas y referencias para la apropiacin del psicoanlisis. La segunda, sobre la prctica de la psicohigiene, campo que Bleger planteara como especfico del psiclogo y que haba orientado sino la prctica al menos las expectativas de las primeras camadas de graduados. En tal sentido, los debates acerca del rol del psiclogo, fueron caractersticos del perodo y apuntaban a clarificar las funciones del nuevo profesional. Es importante analizar lo ocurrido con la categora tica, ya que su incidencia a lo largo de la publicacin en el perodo histrico estudiado haba sido escasa hasta el ltimo ejemplar impreso, precisamente dedicado a la temtica, lo que contribuy a que la incidencia de la categora finalmente se elevara hasta el 25,8% de los trabajos sobre temas profesionales. La categora Asociaciones Profesionales obtuvo slo 3,22%; sin embargo cuestiones relacionadas con el tema, recibieron un tratamiento ms detallado en otras secciones de la RAP, especialmente en Actividades de la APBA. En particular el tema de la COPRA se encuentra, desde sus inicios, ampliamente desarrollado en Actividades de la APBA, donde el 100% de las notas relacionados con asociaciones de psicologa nacionales se relaciona con dicha institucin.

III. 5. 6. Anlisis temtico 5. Disciplinas afines Una de las caractersticas de la conformacin del psiclogo a lo largo de la dcada del 60, tuvo que ver con su participacin en los renovados dispositivos de la salud mental, en donde a partir de una concepcin que ha sido definido como sociopsiquitrica, convergan el psicoanlisis, la psicologa, antropologa y las ciencias sociales (Vezzetti, 1996). Baste mencionar la experiencia de Mauricio Goldenberg en el Lans como un testimonio que se ha considerado emblemtico de esa tendencia (Visacovsky, 2002). En esa direccin, hemos considerado justificado un anlisis de los artculos aparecidos en la RAP especficamente centrados en lo que podemos denominar disciplinas afines. Desde ya, en muchsimos artculos la referencia a otros saberes es constante; aqu hemos querido dejar nota de aquellos cuya temtica principal estaba referida a tales campos afines (ver grfico 5). No resulta sorprendente que la temtica de la Salud Mental haya sido la de mayor incidencia a lo largo del perodo impreso de la RAP. El 50% de los artculos especficamente centrados en disciplinas afines, se refieren a la cuestin, especialmente en los dos primeros quinquenios (ver tabla 11, al final). La declinacin del tema con posterioridad a 1978 posiblemente se relacione con la prdida de las condiciones polticas que favorecan un debate, tanto en la interioridad de la comunidad psi, como el debate pblico con el conjunto de la sociedad. De todas formas, el caso de la RAP no estaba aislado. En un estudio bibliomtrico sobre los primeros veinticinco aos de Acta Psiquitrica y Psicolgica de Amrica Latina, se observa que la mayor incidencia de trabajos sobre salud mental fue en el perodo 1970-1974, alcanzando casi uno de cada cinco trabajos (Klappenbach, Barrozo, Cmara & Lpez, 1999). De manera anloga, durante el primer quinquenio los trabajos sobre Psiquiatra alcanzaron el 22,22 de todos los trabajos especficos sobre disciplinas afines. El porcentaje final del 10,52%, se debe a que en los quinquenios siguientes no tuvo ninguna incidencia estadstica, aun cuando en

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la seccin Informes y Notas, dentro de los Comentarios de Congresos, los comentarios sobre congresos de Psiquiatra ocuparan el 15% del espacio. Por otra parte, en la clasificacin de las disciplinas afines, consideramos necesario introducir la categoria de comunidades Teraputicas, precisamente por constituir un campo en el cruce de la psiquiatra, la salud mental, la psicoteRAPia, la psicologa social y comunitaria, las ciencias sociales en general.

Grfico 5. Artculos especficos sobre disciplinas afines. RAP. 1969-20023% 15% 3% 3%

8% 11% 8%

49%

Salud Mental Psiquiatria Filosofa Epidemiologa

Comunidad teraputica Ciencias Sociales Medicina Antropologa

Si sumamos los valores de las tres disciplinas afines anteriores (salud mental, psiquiatra y comunidades teRAPuticas), se observa que en el primer quinquenio, el 77,77 de los trabajos se ocuparon de las mismas, mientras en el segundo perodo el porcentaje ascendi al 100%. La participacin de la Asociacin de Psiclogos de Buenos Aires en la Coordinadora de Trabajadores de la Salud Mental y la importancia adquirida por el Centro de Docencia e Investigacin de la misma tambin constituyen testimonios elocuentes de esa tendencia (Annimo, 1