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L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

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En cubierta: Detalle d.e La anunciada, de José Hernández

@ Luis Riaza

Ediciones Cáteára, S. 4., 1978Don Ramón de Ia Cruz, 67. Madrid-l

Depósito legal: M. 4I.405 - 1918

ISBN: 84-376-0164-9

Printed in Spain

Impreso en Verocnan. Tracia, 17. Madrid-l7

Papel: Torras Hostench, S. A.

fndice

I xrno¡uccróN

Datos biográficos ... ... tlIntoducción a cuatro de sus obras 16<El palacio de los monos

l)rrEAvrso pARA EL pACTENTE LEcroR y RUEco pAltA Er,suFRtDo trpócRl¡o ner pRóroco euE sE Nos vrENE¡i¡¡crue.-PnóLoco soBRE cASr roDo Lo DrvrNO y to}] UA,ÍANO

P¡eaviso para el paciente lector y ruego para el sufridotipógrafo del prólogo que se nos viene encima ... ... 37

Prólogo sobre casi todo lo dívino y 1o humano 4l

I I r nrrocnarÍa

Obras de Luis Riaza IL9'l-rabajos c¡íticos sobre el teatro de Luis Riaza ... ... ... j,2O

i\lgunos juicios críticos sobre la obra teattal de Luis Riaza. L2I

l.r. onsvÁN DE Los MAcHos y EL sóraNo DE r,AS H¡;MBRAS

Srntesis crítico-argumental de <El desván de los machosy el sótano de las hembras>> ... ... I27

lll desuán de los tnacbos y el sótano de las hembras ... 133

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-Er r.t¡-acro DE Los MoNos

Preexplicación de una explicación ... 205

Glosa explicativa (con resultados titeresincabécicos) enla presénte .o-.áia, titulada <El palacio de los monos>>. 206

El palacio de los nonos 213

Introd,ucci.ón

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i

Datos biográlicos

El paradigma cJ,e Riaza es cabalmente representativode. toda yn_a generación de artistas y de escritores espa-ñoles aisJados duranre el caudiliismo en la ,,emieracfuninterior>, no más suave y benigna qr-re la de afuéra; deun puñado de hombres que tuvo que retrocedet,

^gaza-palse y, en muchos casos, inmolarse, ante 7a zatpa de lapoiítica cukural franquísta, ante el asalto de fa liteta-tura oficial dominante.

Al concluir la guerua de España, muy joven aún, teniaunos catorce años, Luis Riaza debe abandonar los estu-dios de l¡achillerato para atender a la manutención desu familia. EI escaso tiempo de ocio de esos años lodedica a escribir teatro y poesía. Ingresa en el ServicioEspañol de Correos, un trabajo para toáa una vida. Tiem-po después, al subrayar los éxitos clel probo funcionarioconvertido en autor, un boletín del gremio trazaria, la-cónicamente, una semblanza ptofesional que se comentapor sí misnra: <<Luis Riaza nació en Madrid el día 5 áemarzo de 1925 e ingresó en el Cuerpo Técnico de Co-rreos, en febrero de 1948. Estuvo, primero, destinadoen ia Administración Principal de Madrid en la que pres-tó servícios como arnbulante durante largos años; regentóla Sucursal 20 y, finalmente, está destinado, en ia Ins-pección General del Servicio.

Con referencia al periodo comprendido entre 1951a 1965, afhmaúa: <<1a vida no fue suave conmigo>>. Ca-sado, los hijos comienzan a 7legat, hasta cincó. parahacer frente a las nuevas necesidades, Riaza debe dedi

1.1

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carse plenamente a la profesión. Deia radicalmente deescribil. Los únicos oittet de aquellos años setán eldibujo y la pintura, intentos, al fin, por dar salida a

unos impulsos artísticos que ya no habrá de abandonar.En 1966 sufre una enfermedad que le retiene algún

tiempo en cama. Esta experiencia y este año habrán de

ser decisivos Dara su carrera de escritor. Concursa confortuna en los certámenes literarios, en los que obtienelos siguientes premios: Como la araña, conto la anaconda,Premio Guipúzcoa de Poesía, 1966; I-ibro de cuerttos,Premio Yizlaya de Poesía, 1.968; y, además, resultafinalista de ottos, entre ellos, dei Premio Guipúzcoa de

Teatro 1967 .

La presencia de Luis Riaza como dramaturgo hay queencuadratla dentro del movimiento del teatro indepen-diente en España; un teatro que nace como necesidadde una alternativa al teatÍo comercial y profesional delfranquismo; un teatro que frente a 7a banalidad y con-formismo del teatro constítuido y a su estratificaciónjeratquizada. ha propuesto otro de cooperación y colabo-nción, estética y políticamente comprometido; un teatroque se niega a convertirse en mercancía de consumo, quese niega a ser manipulado y que, a pesat de sus condi-ciones de marginación y de su pobreza de medios, a lahostilidad a la que constantemente ha sido sometido, a

pesar de la persecución y aun del encarcelamiento (el caso

más reciente, cuando se ttazan estas líneas, es el delgrupo E/s Joglars), ha logrado sobrevivir, gilantía áe

su Íortaleza moral y de su extraordinario vitalismo.Si el teatro de Luis Riaza ha conseguido la experiencia

de la representación, proyectarse ante un público, lo hasido gracias a los grupos y Festívales de teatro indepen-dienté (en especial el Festival de Sitges), que han llevadoa Ia escena 7a totalidad de su obra representada: Los nzu-

ñecos, ptor el Teatro Universitario de Murcia, en Sit-ges, L967; Las jaulas, por el <<Jocs en la Sorra>>,.enSitg.r, 7970; Et Fernando, como coautot, trabajo colec-tivó, por el Teauo Universitario de Murcia, en Sit-ges, L967; Las jaulas, pot el <<Jocs en la Sotra>>,-enSitger, 1970; El Fernando, como coautor, trabaio colec-

t2

tivo, por el Teatro Universitario de Murcia, en Sitges, 1971; Los Círculos, presentado por el Grupo deTeatro Aguilar, en 197I, en Madrid y en Manuecos, y unaño después por el grupo Tabanque, de Sevilla; El desuánd.e los ruachos y el sótano de las hernbras, pot el TECH,de Seviila, en 1974; por el Corral de Comedias, de Va-lladolid, en Madrid, y por el Aula de Teatro de laUniversidad de Valladolid en Nueva York v en SmithCollege, de los Estados Unidos. Retrato de' Dama conperrito ha sido eiegida para su representación por elCentto Drarnático Nacional en su primera temporadade funcionamiento. En la actualidad, el gtupo Ditirambo,de Madrid, prepara El desuán, para varios Festivaleseuropeos y una gira por los Estados Unidos. En todasesas representaciones, la recepción al teatro de Luis Riazaha sido fervorosa por parte de la crítica, del públicouniversitario y por la gente cle teatro.

Con su famllia, Luis Riaza habita un piso en el barriode la Prosperidad, :una zona de clase media en elMadrid de la restauracia monarquía v de la seudodemo-cracia. I)eclinando 1as coridianar-"unrlor., españoias (nobebe, no ve televisión, ni asiste a los toros, al fútbol oal boxeo), su búsqueda de espacios interiores, su cuevade Montesinos, su ]o más profundo y auténtico pero noariiquilaclo se centra en su teatro. Cuando en la tardese libera del trabajo burocrático, Riaza se ve en el trancecle dividir el resto de su tiemno entre la creación desrrs obras, Ia mujer y los hijos: <,Me preocupa si porrealizarme como escritor, cuya valía, además, puede versecomprometida, sacrifico la compañía y corlunicación conrnis hijos>'. Para escapar del aire irremediablementecnvenenaclo de Madrid, aigún fin de semana satren todospara un refugio escorialesco y, a veces, en solitario, ocn compañía del menor, de Luisito, emprende su excur-sión favotita, a los Picos de Europa. Su rabajo en Co-l'r'eos le permite caminar con alguna frecuencja la geo-

1 <El Dante-Riaz.a: enúe el más allá y el más acá>>, por A. Gar-r'ía-Pintado, Primer Acto, núm. I72, Madrid, septiembre L974, pá-gina 11.

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grafía española y su teatro la posibilidad cle visifar otrosoaíses.

Lr¡is Riaza acal¡a ahota de celebrar sus treinta años

de ininterrumpido servicio como funcionario del Estado,un periodo inmenso e irrecuperable. Preguntado una vez'en su caliclad de escritor, cómo hacía para sllstraerse asu oficio, responciió: <<Cc¡n una autoviolación comple-

ta>:. En otra ocasión afitmatía que su trabajo habialevantado <(un muro entre su forma de vida y su formade realizarse> y que <<el cultivo de la prosa administrativale resultaba báttant" castrante> '' Su oficina se halla si-

tuada en el archifamiliar y archiborbónico Palacio de

Comunicaciones, en Cibeles Madrid, y nada sorprende

oue tanto empacho de Borbones y de palacio se deje

traslucir e.t ali.tnrt de sus obras, emplazaclas en palacios

encantados pe"n.üados por la carcoma y protagonizadas

por grotescos bufones y por anaclónicos monatcas'- Era, conuadicciones personales, y la difícultad para

apearse al fin de una nómina de <nuevos autores espa-

Roles, que) con su <<carga de añazos>>, le va resultando

inacepLable e irritante, iunto a su escepticismo congenl.to'

r" -

áii...pu"cia con lai'institticiones, irorrnat y autoridad

ertabl..iáu, con los valores heredados, su desconfianza

respecto a ias rebeldías poiíticas, a las biografias y curri-

,rlL*t. su rechazo viscéral del teatro y de ia litetaturadominantes, le ha producido una savia punzanfe, amarga

v ün"tg..tóta que?estila por todo sll teatro) y aun sobte

su propia imagen:

papely representación

{ui puta y puta y putay la cosa me valióel perdón de mis faltas juvenilesnuevas zancas

alguna inclusión en las antologíasy cementerio con linóleum

hasta que se me hincharonde mascar bajo la mesa

y como me cogíandescojonado y viejopara desffiparlosvisavíslos pinté con escobas

cabalgando en pelotascon las tetas hidrófobascolgándoles ttes palmosfuera de la mortajay autochupándose los {a1os

cle pollino de oro

los coloqué naveganclosobre car¡etilla de muertoshasta llegar al agua-mierdasaliendo del agua n'rierdaa través del agua-mierdala cosa me valióverme el pellejoclavaclo en la murailamis obras completas.'^ *.'.^L.- J^l "^t"^r,.un solo chucho en el entierro

... puta Yo Soy la RevolucrÓn

en mayopara que los besaculos de jefes

cotidianosse pudieran creerleninazosdestripadores de iefesde peluche

desolacióne infierno Pardo

{

Es así comprensible que su teatro se rnuestre, al des-,,,ctrarse, como un teatro exiliado en su propio país, con

\,Al gru,lo>, por Joaquín Goñi, La Gaceta del Norte, Bil- ,.' ;!:::::'T'l:Y::;:'"!,' j"::,Í':':'"'i:!";lL;:,,';:i':tT1,.. El deso,í.n de los machos t el sótano de las hembras, Madrid,

bao,27 dL noviembre de 1971, Pág' 36'3 A. García Pintado, Pág. I1' ,,lir:iones La Pipitiiaina, mayo 1-974.

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toda la hurnillación y <desprestigio> que ello significa;

.o-o .,n teatro de gran aliento y voz original que expresa

áf --¿"t"t

de vivit--de la E'spaña .franquista; un teatro

á"n¡.r¿._"nre antirfealista, antiliterario y antipoético,

con un lenguaie que no admite encasrllamtentos n1 acu-

ñación emblematorin; -q'-tt

emerge de la lu¡h-a y la de-

;;1-ót del viejo teatrá, y cuya-espontaneidad y valores'

;;;;; F."".isco Nieva há tatido muv b-ien descubrir'

;i.* ;;;?-i"á" .r g",-tn de un cambio de sensibilidad'

i. -"""

vaiiosa tranimutación teaÚal>> 5'

Inlro,lucción d cu0tt'o de sus obras

Lt RcDrescnlaciótt clc Don Junn '[cnr¡r-io por cl carro

de !as tn'crcIt'iccs an¡bulanles 1197J)' ltrc la prtmcrr oora

á" llit"ni^za publicacla Ú' Se trataba de.glosar' muy sa-

irrrüÁ."r., nqrr"llou'in"'ttot banales déI. teatro de tra

;;;".i;;;' ,i,iitult ut v de modernizar el Tenorio (v' a

iil1i. ."""ru., d. .upit'lizar con é1)' expresado por un

p.t*"t;., oLá q.,.,'i"nto es que por todos los Santos

tencitemos otra vez t" átf *"1¿ito ienorio' ¡Y qu-e cada

;"ñ. .;;;.r.nta de -o*tu más estrambótical> No hay

il. t.J;;;'"q.,.11^-tttle de Tenorios oficiales que cul

lliorot .o,t 1u, f^"tu'-ngóricas figuraciones c1e Sal'¿ador

Dalí..."-gn ".r^

obra de P'taza,lacrítica.se-produce a distintos

niveles: crítica Cei poltt,-ttitita dc la moral' crítica del

teatfo.'"tu'it.guau al pueblo de las meretrices ambulantes para

t"p.";;;; el Tinorio y la participación de los vatones

5 <Luis Riaza o tq rybi T:l'i?1, 1;:"';: ; "1;;

! :;";::;:,,1t...J.r?'introducción a la ediciónr;r,^#:*;i;,i;;if

¡,,ffi i,,'tr:trot¿,;(K:¿&:?,,K,r;ií:,ambulintes, de Luis Riaz¿

número 37. l9l3 t"¿uuon't" ?nión dt obtnt de Francisco Nicva

t ¿. t"u" Antonio Hormigón)'

de la locaiidad en el espectáculo con el consiguíenterelaio, desmontan todo el artificio del drama, porque'como uno cle los personal'es affuma, <Copuiando ya nohace falta la figuración>>. Al filr, todo acaba en escándalo,juicio inquisitorial y cioble represión, con el restableci-miento del sacrosanto orden burgués que las meretriceshabian perturbado. I-a obra establece que el Tenorio eraun tema para burgueses y que su prolongado éxito se

debía a la sublimación del sexo reprimido, punto decoíncidencia enire el rnensaje de Zonllla y la receptibi-lidad de su público.

La critica del poder se efectúa en la familia Tenorio,cacique del pueblo a través de la cual se exploran temasv relaciones de la familia hispanoburguesa: forrnas, dotes,bienes, herencias, antepasados, servidumbre. Los Tenoriose casan entre ellos a fin de mantener indivisas su hege-

monía y su fottuna. La tradicional preocupación pot elárboi genealógico es parodiada con fragmentos conve-nientemente escogidos de la Guía Telefónica (alternadoscon otras letanías); conesponcliéndoles el cierre de laobra con la cena solemne y patriarcal: puntualidad, ben-dición de la mesa, conversación familiar, teoría y prácticade los buenos modales, rutinas y costumbres, garantías

del orden que ha sido, al fin, restablecido.I,a critica del Tenorio se rcalíza aplicando una semió-

tica teatral que contraclíce los versos de Zorrilla. En lacélebre escena del sofá, el actor debe dar comienzo alrecitado <sin que su ácento o actitudes tengan intenciónbufa>,

-¿dvls¡fg el a'tor. Porque en ei transcutso de

la escena, serán las acciones del personaje (<<un ciertoirse de manos)>, <(toqueteo)>, <<sobeo>>, <<manoseos>>, <<be-

bida de lágrimas>, <<besuqueos>>), las encargadas de reve-larnos la absolua itnpostura del lenguaje.

La critica de un teatro seudoartaudiano se lleva a caboen varias escenas donde se decapitan pajaritos y dondese parodían situaciones, con elementos sádicos, del Te-ruorio. Yersos tan conocidos como <¡Bahl Pobte garza

enjaulada / dentro Ia jaula nacida>>, sirven para elaborarfantasías y ceremonias como la clel desfloramiento de

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Destineé (tina de las meretrices del elenco\, rcalizada enel interior de una gran jaula situada en la escena.

La parcdia de un teatro <<seudoépico>>, por otxa parte,se realjza siempre desde una mitología, una música ouna cultura popular, con canciones y textos narrados quehacen la crítica de la burguesía, de la vieja moral y delviejo teatro. Con música de canciones tan populares como<Mi abuelo tenía un huerto>> o <<Vamos a contat rnen-tiras>>, el coro de las meretrices narra los temas de laobra:

Mi pueblo tenía una gentealgo propensa al jolgorioy para que no pecasenles üajeron el Tenorio.

Escrita en un periodo de plena efervescencia en Españade las teorías de Brecht, de Artaud y de sus epígonos,hay en est,a Representación... un intento de parodiar elseudobrechtianisfiro y el seudoartaudianismo de esos años.Pero, al mismo tiempo, y ello es, tal vez, lo más inte-resante, revela un deseo de experimentar esas vías, eincluso de tratar de conciliar conceotos tan oouestos comoel de teatro de la crueldad v el de tertro éoico.

En Drama de la dama qu', lnro entre los blancas llamas,prevarcce rrn elemento épico-narrativo de genuino alientopopular. Uno cle los personaies, el .<cronista superior>>,describe uná parte del espacio donde se celebra la his-toria, el paraíso de los guermantes, es decir, los burguesesen esta obra; mientras qLle el <<cronista inferior>> es elencargado de las crónicas de la clase irredenta que habitaen los mismísimos sótanos del infierno. Así se sucedenlas liturgias, algunas de las cuales como la <<metamorfo-sis de los guermantes del siglo>, se constituyen vigoro-samente, a base de antítesis alternadas por el cronistasuoeríot v el inferior:

supefror.infetior.superior.

sanjorges de dladragones de nochepalomitas de dla

inferior. alactanes de nochesuperior. burguesitos de dlainfetior. terroristas de nochesuperior. doncellitos de díainferior. putones de nochesuperior. cirios de díainferior. cipotazos de nochesuperior. trigoslimpios de dlainferior. cizañotes de nochesuperior. lirios de dlainferior. ottigaz s de nochesuperior. guermantes de díainferior. leidis de noche

En la morada del infierno, se destaca la vieja fregonallamada leidi, nodriza y áama que lava y restriega en-re las blancas llamas mientras canta su cancioncilla:

humilde es mi moradapero contenta vivolas almas superioresno me echan en olvido

trabajar sí trabaioles lavo los moqueroslas bragas los sostenesy los paños secretos

saco sus orinalesy sus escupiderasy dejo sus retreteslimpios como patenas

en la tica Vasconiattabaj^t si trabajoen la Alemania cultaen la Francia dulclsimay en la gran Catal:uñahumilde es mi moradado paso la vejezpero en mi tietra pardasolo tumbas dejésolo tumbas dejé

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Cuando ambos mundos, el del paraíso de los guer-mentes y el del infierno de los irredentos entra encontacto, se produce una especie de <<corto circuito>>en el tratamiento de la lengua. Al principio, surgesiempre como una inesistible tentación hacia un teatio<literario>>, pero, en seguida, hay un sexto sentido quefe hace reaccionar en forma instantánea, produciéndóseuna dislocación, un <<coitus-interruptrls>

^del lenguaje.

Tal ocurre en las escenas que se desarrolla.r .nttJl.ídiy el <<señorito)> que juega a ser rebelde:

leidi.- ¿era también cieguita?señorito.-¿quién nodriza?leidi.- la que os servía anoche

el vino de la revoluciónen esas cuevas.

señorito.-vidente y bellacomo tú serás algún día

leidi.- entoncescuando sea otra vez joven¿me lleaarás a esos lugaresLlenos de peces y justicia?

scñorito.-te desnudaréte pondré una gran flo¡ escarlataenrre los muslosy te invitaréa oruio libertador

cronistainferior.- saca leidi

de debajo de las faldasuna verde botellade aguardienter/26larratas...

Retrato de danza con ,peffito (1,976) es, probable-mente, una de las más bellas ceremonia. teairales escri-tas por Riaza.

En el centro del <balneario>, entre colgajos de ter-ciopelo y de oros tejidos babosos, entre ;;lumnas re-torcidas y salomónicas se halla la dama, envuelta en

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:-:r"j1t]ml .acompañada del <<artista aclolescente>> y desus dos crrados (.Francisfa ,y Beniro), úlrimos u..íisio,oe un anrtguo esplendor hecho pedazos. Trata de conien_l"^1rlr^o.l.rperadamenre,,sin lograrlo, de que el tiempoperdldo no es irrecuperable; se esfuerza pof perpetuafsu imagen, mienrras canta y platica con Jus Ápátrpá-jaros. Al final, Benito, perver;o sirvíente oe una clertaconfiguración musolinianl, h .rtrungrrú-osádica ; ;";;imoniosamente>>. Le quita los vestiáos, .. Ur- d"il'élmismo y pasa a ocupar el gran sillón.

-r\ traves de sus personajes, muestra Riaza cómo ellenguaje,<<literario>>, -más qie'pu.u .-U.tt..., lu--r"ui_

dad puede servir para encubrirla:

Benito.--Y €nto¡ces penetrarás en mi lecho, Íansida por elpropio misterio, intenrando ffansmirir u Ái, hu.r..iios ¿.nieve el calor de tu exceso vital, el efluvio de tu carne joven,tietna como una fosa tierna, turgente como una rosa turgen_te... (tiende Ia mano hacia Francisca. Comienza a acaticiarlasolapadamente y a quitarle la ropa. Francisca permanec. pusi_va);..¿no .has oído, lerda? ¡penetra en el lecÉo! (Fanciscl sea¡rodilla delante de Benito y coloca ," .^¡.ru ,o¡r. lu, .o¿lUu,de.éste que sigue manoseándola y a.rnoalrraoia); Fifi, muñe_quita...! ¿Sigues ahí? No t. p.r.ibo yu.

Francisca, . siempre humillada por Benito, conservauna enigmática

.<<cajita de tesoros^>, de la que <<no sesepara ni para dormir>>. <¿eué llevas en .Iá, tr, ,olu*ción ,furura)" -.-]. preguntan. Sólo el nuro. ,ub. qu"

": _1r,.pu..,.:n ella guarda el cuchillo con el q".," r,r-lyere va a librarse de .las perversidades de Bánito para:1:Tp* E¡ los oprimidos,_casi siempre m.rj.r., d. ;r_rraro.poputar en el teatro de Riaza, no se da una com-plejidad ni una clara individ"utitn"iai, rii*un desarroilorle carácter. ¿Quién ra a ocuparse de sus probl._á,

"l,rc Jo eue prensan/ pero suelen ser los únicos persona_

l;: g: sl. tearro que presentan un halo poeii.o, ,rn:rlrento lÍnco q.ue no alcanza a ser completamente de_

l.T:^T:: "o,,*,q-o, que leidi, anre¡iormente, Francisca,rlcgando y Jlmpiando. nos dice su canción:

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El agüita de la fuentese lleva la suciedad,las damas del balnearioa tomar sus ¿guas van.GolPea que te golPea,

golPe que golPearás,

la roPa de los señoresyo la tendté que lavar...

¡Qué gusto verles tan limPioscuando de visita van!y cuando van a sus mísas.

¡qué gusto verlos Pasar!

En Los hueuos de la moscarda, ptobablemente la de

más explícito contenido político.entre las obras de Ria-tu,

"rriitu sobre el temá de <<diversos don Carlos>>, el

autor reconoce, en la primeta página del manuscrito,su deuda con una serie de escritores' entre ellos Alfieri,Marx, Shakespeare, Schiller, Rojas..., <<cuyas poéticas

tumbas han sido piadosamente profanadas, violadas yexooliadas>>.

Sobre ,rn retablo barroco y restaurado de carnicería

v de ia,-rlas de perro, y baio Lrna gran percha de hietron"g.o'de la qué penden todos los trapos y trajes de lat.ft.r.ntu.ió.r, .L Gru., Rey- -ensaya

cada noche- su pro-

oia muerte en el ataúd. Su'filosofía, mantener el mundo

tomo está, y él mismo, permanecer, sucederse en el

hiio: <¡Para'qué cambiar el mundo, para qué cambiarte

u ii, ri'.l fut.tro ha de despedir, fatalmente, el mismo

hedor que tu presente momificación?>> perorará a su

híjo. Éste (el Pequeño Rey), que- nació con la cotona

eiquistada en sus sienes y con el derecho a reinar mien-

trai ,riva, por el día conspira' mientras por la noche

fornica con^la <<Damita>>, la extranjera esposa de su pa-

dre, en el figón del río, <<revolcándose con lacha de

huÁponer, conspiradores y m-ereüices>. Cuando enca-

bezí \a conspiráción, le prenden, le clavan puertas yventanas y "i G.utt Rey hará quemar sus libros' Lomismo que ocurre con muchos de los hijos rebeldes de

la bursuesía, se verá al fin abocado a aceptar y hasta a

heredaí al padre y el viejo orden será en él perpetuado,

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surgiendo la tenible metá{om de la moscarda que, comoes sabido, se alimenta -de carne muerta, ,obrl íu .uul<leposita Ia hembra las larvas ya nacidas:

Sobre el cadáver del imperiopapá-moscarda puso sus

-h,r.uo.

y de las huevas del viejo moscobrotó un mosca¡dito_emperadoroliendo todo a moscas antiguasy a cadávet recién nacido.

, Durante la, representación de esta obra, varios perrosdeberán ser descuartízados. El teatro de Luis Riaza exi-ge, ávidamente, insaciablemente, sacrificios J.-r"irnui.r,c,on -lo que se introduce en la escena un elemento real,diso-lvente, corrosivo, cruel, quizás capaz de sacar de soácasillas la insensibilidad cotidiana del espectador.

Pero, además, en los bueuos de la móscarda, los pe-rros poseen un valor alegórico. Uno de lo, perronai.s,el Rojo, advertirá al Gran Rey: <El que ha de acabarcontigo no será ningún señorito de palacio. Ha de nacer

{e ajSung de esos. perros despellejados por vosotros.)>LJe tas ctases domrnantes no se puede esperar Ia másmínima concesión, viene a ser

-la -moraleja'de

..tu p.r_turbadora parábola. Si existe algún atisbá d" r.d.néiá"¡t de esperanza, habtá de serlo

-a base de la acción or-

ganizada de los envilecidos y explo,tados. Son los hij;s ¡;esos perros descuartizados, concluye el personaje, losque a] fin <<terminarán la Revolución a dentelladaso.

--

. A lo largo de la lecrura de estas obras, no es dífícildetectar la importancia que Luis Riaza cor-lcede u lu

"*-lrerimentación con el lenguaje. Fluve la lengua, suaveo tonencialmenre, a través de un proceso d; ;";j.r_trucción ,v de autocreación. Y es el- tratamiento de eselenguaje _la causa de la poderosa ntraccjón que su teatronos produce. Uno se siente subyugado por é1, "o

'ir*porta quién pueda ser su portador. Un lengraje que aveces se encrespa y retLlerce como volutas de humo; quecn los momentos líricos nos suena a inocencia pro.tii"i_,la; que en las situaciones agrias )¡ r,iolentas noi resulta

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monslruosa y irasta repnisiva; lengua con frecuencia en-

vilecida, p..L. .or. toáo, revestida de un mágico poder

para coÍivencernos.

csta obra de Luis Jliaza. Pr-recle Llue una de las cosas más¡[:ilad¿is L]r,re se hayan escrito en este país en rnuchos¡ños. Puede clue tocla una hirsuta obra fuera de serie>r t.

Encerralla en el sótano Dor Don rrara evitat todo con-tacto con el macho. Leidi rl fin crée habetlo envencnn-tlo, conquisrando así su libertacl. Pero no se trcta sinorle uno mrís cle ios juegos sáclicos clel tal señot feudal,ircornpxñíidos cl,e s,,rs correspondientes cetelxonias; r', allinal, qr-ríen de vetdacl muere es la propia Leidi, a ma-nos cle Pti Prans. el hermano, Lln nuevo <,segismundocncr(lcnrdo', degrar'lrdo. pt'imitivo v perverso. a t¡rrienI-,eicli, creyénclose de{initiv¿¡nrente liberada de la tiraníarlc Don, se clirige aftaída por la ilamarada del sexo.A diferencia de los cuentos rntiguos v orientales, losinachos destrul,en a la hembra, no se concluye felizmen-te la moral de'la parzíbola ni se procluce la iusticia.

E1 autor desveia honcluras y repliegues de una sexua-lidad reprimiáa. La base cle tocla represión radica en ladel sero. Todas las represiones de otro signo, político,social, serán inevitables mientras subsista aquella. Enlll desuán, como en el resto clel teatro de Riaza, la re-presión radica en el macho. Incltiso Don aspira a su-

i)lantar a la hembta en la función inuansferible de lafecunclación. En sus juegos y fantasías Don llega a auto-fecundarse. No se trata cle un teatro misógino, como se

ha sugerido, sino toclo lo conrario. Los misóginos, hayque Jistinguir, son Ios personaies.

Don ¡, Boni, señor y bufón, adoptan la petsonalidadfenienina de Leidi, cambian sus papeles, sc transformancn señota -rz criada. Los descloblamientos e intercambioscle personajes, la posibilidad de asimilat el actor pape-

les de rnuiet. es una constante en el teaÍo de Riaza.Untte los nuevos alrtores españoles es él quien usa el

travcsti con mayor frecuencia y maestría. Técnica que,

,rparte de explicacioncs psicológicas e históricas, se halla

oi', el teatro de ltiaza estrechamellte vincutrada al trabajo

t <,Luis Riaza, clavándole...>,t)idrio, CCLIII5, Madrid, 1974.

por M. Rornero Esteo. N¿¡cuo

El desu,i¡t. de los machos Y el sótdnatl

L'e !(r ncll;!1ltls

1--,1 propio Riaz¿r ha clividirlo su teatro en cios tipos

cle obras," aqtre<ilas clue cousider¿ cie catáctel espectacu-

lar. tcatrosctipicas, corales, uua especie de ftiso general

de la sociedád, tules como El palacio de los ntorlos Y

k,, hrrro, ¿l.e la moscarJa, y otra-s, de -relaciones más

i,rti*iotur, no psicológicas, pero sí,de 1ucha, de situacio-

,.,.s r,".rotnl"s, como-'R" tiato de dama cott perrito y El

irtrlA, de los'machos y e! sótano Je las betnbras' Entre

todas ellas, taI vez sea El desuún su obrr máestra'

tn urrc attnósfcra sórdidn' carga(lx.dc rcsonancias me-

¿1.*f*, "" .tn lugn. destcmporaiiirdg ,v de localización

incierta, Riaza muestt^ y a.ottitr-rla los- mecanismos del

oocler para perpetlrarse. CÚo cle los autores del <<nuevo

i;;;;'.ñío1,", ntigu.l Romero Esteo, transcribió su

rron¡. ctnerienci,l como cspeclldor enrc el estt'eno de

ár".'"Uá, .,,1tí cn parábola d" tótano ,v desrrálr' Y cá-

-olr.l t..áman. b"rván superior de un

;;;iii"'*il encostillad"- "n el

'lue- una especie de se-

il;'f""J;i'.ficia cle t'ufón' v el bu{ón oficia de señor

feudal. Maquiavelismo de un laberinro de ceremontas

." .i qt. arrda atrapaclo el- hijo clel tal señor feudal a

¡"r.-¿J q"" le van áltivando ún feroz. machismo de ali-

-nnn-t"luri.. Luego, en los sótanos del castillo'- bufón

;';;;";-i";e"l ofici'aián cle féminas' v será otro laberinto

á";;;;i;; en el q''re resulta attapacla de feminismo

áár.t¿ltitt. ¡t angélic" la espírrea hijastra clel tal señor

i""Ji llr¡¿;1. i" realidnd'- tode la obre se configr-ua

."r."r""o"r^b¿li.nmeditaciónentornoaicogollodel;,"1* üil-'",', ln ,o.i"dad pariarcal'.Y que ve mucho

í.¡r* .if¿ q.te ias ya <lemasiadas v tópicas rneditaciones

;;'r;;;; li pod"í. Y descle está perspectiva' inaudíta

2425

Page 12: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

de expetimentación del actor y al intento de renovat

las formas teatrales.Ritos v cetemonias se articulan en la estructuta de la

obra coí gran teaffalj.dad. Evidentemente' la ceremonia

es el medio más eficaz con que cuenta Riaza para cons-

truir su teatro. El propio autor 1o ha explicado así:

<Estimo que el teatrt óeremonial pue49 ^t^cü

más I^conciencia del espectador burgués> t. En realidad, en

aquellas cultutas áonde, como en España, el poder, si-

sll a sielo, se ha perpetuado y enquistado, la ceremonia

fior él iontrolada de;á de cumplit, en la vida real, ,unatunción progresista y dinámica con ocasión de cambios

en h vida t*irl y como preliminar para la acción' Más

bien, por el conÚatio, desprov-ista de aquellos conteni-

dos,'lá nueva función que es llamada a-cumplir {ormaparte de toda una políiica preventiva, de detente, que

imbiciona prolongai indefinidamente una intolerable si-

tuación de^ iniusticia . Riaza recoge toda -una suerte de

ceremonias y áe ritot, de simbolismos y liturgias, l? t9-

llena de nnéuo, contenidos y con ellos vertebra toda laacción de su teatro. Balo la apariencia del orden, el

teatro de Luis Riaza nos desvela la absoluta desarmonía

de un mundo crispado, de anacrónica jerctquización, un

rnundo de reyes y- de príncipes, de bufones grotescos y

de sirvientes envilecidos, donde los poderosos manlpu-

lan las ceremonias con el objeto de perpetuarse; por-que. no hav que engañarse: ni el rey abdica, ni el rey

,. nrr,.r., i-ti -el r"y es {inalmente ejecutado' En esas

circunstancías, toda ceremonia es un fraude de los do-

minadores para perpetuarse. Ahí tadica, en gran parte'

el contenidó t.-ióti.o de las ceremonias de Riaza; que

clesde una perspectiva teatral resultan, además, de una

expresividad vigorosa e insólita.Se ha insistiáo en ver El desuán como el mejor mo-

delo en Riaza para un teamo de la crueldad. Se ha men-

cionado con fiecuencia a Artaud. El mismo Riaza ha

comentado este aspecto de su teaffo: <<Por rni tempe-

rámento vitalista me inclino más por la parte emotiva

qlle por la racional. Me creo,- pues, más cetca de Artaudiq". d. Brechtl. Pero sin llegar a sus extremos, hago

.rna .títica, muy superficial, lo reconozco, de las pro-

Duestas de Artaud. A Brecht, algo más... Pienso que

il camino de Artaud es más revulsivo que el de Brecht'A éste la burguesía lo asimila mejor>> n. T)esde luego,habria que añadir, las telaciones erótico-sado-ma,soquis-

tas, en mayor o menor grado, aparecen en todos los

nntor.r. No ron privatival de ningún tearo' incluido elde Artaud. Aun én Brecht, tan distante de un teatro de

la crueldad, en alguna de las obras de su ptimer periodopueden ser detectadas.'

Desde luego, sería erróneo identificar el teatto de

Riaza con el de Artaud de la revolución metafísica' conel de los últimos años. Las búsquedas de Riaza nunca

alcanzarán esos niveles que impidieron a Artaud recon-

ciliarse con los marxistas e incorpotarse a la construc-ción de un arte revolucionatio. Ríaza parece más bienpreocupaclo por prolongar las experiencias de los su-

irealistár, poi t.t propio camino, obstinado en perseguir

u en "*plórrrr

los aspectos ocultos de la existencia su-

mersidoi en el subconsciente. Como una expedición ha-

cia iu rescate podría también verse sL1 teafto.En todo .ntó, lu presencia de unos rasgos de <(teatro

de la crueldad>, mái o menos afines al teatro artaudia-

no, revelan en Riaza tendencias ya de antiguo afincadas

en la literatura dramática española. En cierto modo, su

teatfo fetoma o renue\¡a una tradición de la que se po-

drían exüaer numerosos e!emplos'Ya Lope, en su María de Padilla, recoge la historia

de la favorita rcal de Pedro el Cruel. Cuando tomaba

el baño la Padiila, era costumbre del Rey, junto a su

séquito. acompañarla. R.azones de <<suprema galanteúa>>

."üírrr a ios iaballeros beber de las aguas en la que laherlr.ou María se bañaba. ¿Y qué no decir de Calderón,

en cuien en obras como El nzédico de su honra la format"utinl, imposibilitada de expresión ttági-,ca deviene sá-

dica? Formas que se revelan con tanta claridad en tan-

8 A. García Pintado, pá9. ll.

¿t')

'g Ibíd., pág. 9

27

Page 13: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

tas ocasiones a 1o largo del drama, no sólo en el asesi-

nato de doña Mencía propiamente dicho, sino en sus

preparativos: <<Vamos, pasito, honor, que yq llegamos>,

-exclama ávidamente don Gutierte ; o en la forma ri-

tual, ceremonial, en que doña Mencía es sacrificada e

inmediatamente sustituida.En Et desaán tampoco Leidi lucha, no se le permite

luchar oara confrontat su <<destino>>. Víctima, no heroína(pues ésta vence al ser vencida) es conducida hacia su

m.t.rt" en 1o que parece sefá otfá ceremonia y concluye

en un <<verdadero>> sacrificio. En cierto modo, se la mata

con la misma impunidad y crueldad que a las víctimasde aquellos dramás calderonianos de celos, de honor yáe v€nganza. En El dr:suán, el contraste entre los temasy la distancia, Ia aparcnte <<impasibilidad> de su trata-miento, parece ser la causa que explica .el efecto (no

catatsis) áe asombro, de pasmo y de perplejidad que su

desenlace produce.Teatto decidi<lamente barroco, no por restalrrar ele-

mentos ideológicos y ornamentales ya difuntos, sino, so-

bre todo, por la presencia de una serie de factores. muysabíamente conjugados: la fusión de lo trágico )' lo có-

mico, uso repetido de técnícas de teatralidad,- de cere-

monia, de teatro dentro del teatro; pompa y solemnidad,convenientemente degradadas por la introducción de ele-

mentos de ruptura: <En la cetemonia final -que

per-

sonalmente es 1o clue más me gusta de todo cuanto he

escrito-, en medio de toda esa solemniclad -misa

de

Mozatt sonando, s¡6.- lsds acaba en qlre un petsonaje

casca dos huevos, los fríe y se los come allí. Todo ese

boato de pronto hecho trizas>> 10.

En el irasfondo de todo su teatro yace, por consi-

guiente, una imponente tradición, que nadie como el

óropio Riaza tiene tanto legítimo derecho de asumir, de

áegiadur y aun de destuir. Pero, además, y mucho más

,"C.-i".rt., én .utte viva todavía, la violencia de cuarenta

años de ftanquismo que, sin duda, irrumpe en su teatrocomo un volián, como un deseo sádico de destruir lo

más poético y puro, violencia no metafísica ni literatia,sino natural, resultado genuino de una intensa, dolorosavivencia.

El palacio de los ?aonos

La ceremonia propiciada por el Gran Mono (autor odictador), sÍrve esta vez pata tratar de <<la reparticiónde los antiguos esplendores franquistas entre los super-vivientes de la vieja casa>>. Entramos en los bajos fon-dos, en el subconsciente de estos personajes otrora delGran Mundo, vuelto en ruinas. Asistimos al juego san-griento y devorador del poder. A la indomabTe fuetzaque la concupiscencia de sus cómplices y de ella mismaotorga al Ama, como centro aglutinador o disociador (se-gún convenga), de los personajes. Volvemos a la cere-monia, al leitmotiu que se repite, sigue y sigue... Con-ttaste otra vez, entre una realidad que se nos da porbuena, esplendorosa, y ufl mundo de ruinas y de hara-pos, símboios de corrupción y de violenta impotencia.

Tras la rnuerte del Amo, la clase social dominante re-presentada por el Ama, y por los criados de la decrépitamansión, se atinchera para no perder sus privilegios,pala perpetuafse:

... la puta verdad de la cuestiónes que el Señor, sintiéndose palmar,la reencarnación de sus cenizasbusca en sus criados, perros-aves-fénix...La puta verdad de la cuestiónes que el Señor busca perpetuar asísus leyes y mandatoshasta los tiempos de la consumación.

_ Figura poderosa y repulsiva de la obra, Lady Macbethde las cloacas, hay en el Ama una verdadera'búsquedadel poder y la seguridad de poder derivarlo de su atri-I¡uto femenino sexual. Trz;mpa Dara cazat hombres. Fuer-',..a de 7a concupiscencia. Cual plaga de langosta, destru-10 lbíd., Pás. L0'

28 29

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ye a su paso cualquier intención de .construir: cualquier

¿;.;ió"'¿.-t*g"áj. poético v de lirismo en su boca'

;;t;;..ittor""l'urr-to,, t' una traición social o una

til.;J;;.u. rot versos líricos, dichos por el Ama'

;;;;;d;;t-p.t t" situación v por la catadura moral del

peisonaje, se receptan como safcasmo y mueca:

Pondré Pantaloncitosde nubes Y de encajes'

mi ombliguito de almendra

se verá entre celaies(se Pone los <Pantaloncitos>)

Y mi vellón dorado

Y mi Piel de marfil,mañanitas de maYo,

mañanitas de abril'

Tras la muerte del Amo, observamos la inflexibilidadde sus sucesores, entonando el ¡Santiago y cierra Espa-

i"r, rt"tr"J. d...ttut puertas y ventanas' a cal y canto'

olta veziAma.-Hijito"'

Ti Prans.-Dlgame la mamá'

Ama.-¿Qué se Podría hacer?

Ti Prans.-¡Bah!"' No hacet caso

de esa chusma Pordioseray pringosa.

Ama.-¿Tú crees "?Ti Prans'-Creo' mamita'

Mientras la casa Permanezcace¡radaaPiedraYlodomamaT¡a y los suYos

oodtán continuar

"oo tnt liturgias circulates

hasta el fin de los tiemposy aun más tarde.'.

Hav nostalgia por un mundo <<modernista>> y a 7a Yez

uná rebelión'poi lo que la existencia .de este mundo

rin"ili.u desdá el punio de vista social' luy g" 9o.*fi"t .trt" dos coniceptos, el de belleza y el de justicia'

30

Y prevalece al fin \a parodia del exotismo y elitismo.La parodia del modernismo. La antiliteratura:

Ariba está la mesa con el faisán asado consemando plumas,alrededor, la plata y el cristal en los que se cuajanlas cascadas de luces desbordantes de las arañas de los techos,cisnes de plumas doradorojizas de las libreas de galase deslizan sobre el lago espejeante de los mármoles del suelocon los aguamaniles, como nubes de oro, por encima de sus cabezas.Abajo, por el Gran Canal, los invitadosse apean de las góndolas disfrazados con imaginación y brillantez.

Como en el resto de su obra. en El t¡alacio de los?nonos se trazan nuevas y amplias posibilidades para eltrabajo del actor. <<Coro>> y <Ti plans)> son deidobla-mientos de un mismo personaje. Como <<Coro)>, anti-clásico y antiheroico, incisivo, cáustico, triturador. ComoTi Prans, la creación de un personaje muy real y mttycamp, sobre el que se adivinan el escepticiimo deí autorcon respecto a las posturas políticas dé los hiios det Ré-gimen. Postura esteticista antes que ética (de ahi la<(pose>> de la peluca y el collar).

La mención a peter V/eiss se hace obligada. Tlay unaescena que <(es)> el Marat-Sade, o su parodia. Riaza,como con otfos textos <<prestaclos>> de sus obras, no ote_tende disimularlo, lo dice, Io aprovecha. En reíidad. eltexto revela su admiración poi Perer \7eiss, "r.o-ouna forma de rendide homénaie. Como el Marat, Elpalacio de los monos deberá producir efectos alucinan-¡es. Obra de cxtraordinaria ráarralidad v genuinamenteespañola, su universalidad, como en Loical se produce:r part¡r de una básica localización.

El único personaje <<salvable>> de la obra, la <chicade botica>>, emplea un lenguaje llano y popular, no de-gradado. Esta vulgarizacióÁ del personajé, del ,.r com-lr.letamente anónimo que se convierte en <<héroe>>, esrna constante que aparece en algunas de 1as obras y;rutores del nuevo teatro (recuérdese El hornbre "v Ia/t:/osca," de Ruibal, donde el insignificante bichito rápre-senta la oposición). El que reprér.nta <<1o bueno>>, pasa

31,

Page 15: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

completainente desapercibido' Y son, pre-cisamente' esos

;;i'-.,,i;is;iii.nnt.r, .o-o la ochica de botica'>' esa

<<muiet sin importanci.a>>, en quienes se deposita' de

existir, la esPeranza.---Er. o.lti.o'cle botica>>, tanto el autor como su perso-

.,ni - r. li"uun .1 ,..r.to, no nos permiten saber el enig-

;ii. ;;; ,;p"'" de bebé> al qui ia insignificante mu-

;ü.ñ; ,, Ñu"n con tesolución y con enteteza siempre

""et"f"-".scena.Peroesevidentequeelobjetotiene;;; ;;Ielr-L,na signiiicaciórr relevanre' r-al vez equíva-

ffi."ü;; ü-ti"',iiir"¿ c1e personaies) a la <caia <k te-

i..rr',;; Rt;** ,le datna con 'perrito'. donde Fran-

.i*" '*.áá¿.-"1 .,r.hill con el 9qe ¡e sugiere se librará

d.-r., .t.*igo. Porque no hay.d"du qy9 tras una ex-

"Lti¿n á. iñocencia- y de máitir la ochica de botica>>

:;;á;,;;;;1.*óí invencible que revelan sus últi-

rnas palabtas:

La cstraregia cs bien simPlc:

RehuYe todo reto del chuloque te Provoca Para que caigas

* 1u ttu-Pu de la navaia abierta'

Espera que el chulo distraído esté

oara clavarle Por detrás

iu PtoPia navaja en los riñones,

oara Io cual setá convenicntehaber estudiado mucho antes

doncie tiene situados los riñones el chulo

urrnq.t. para e1lo se haya tenido que lamer al chulo

las botas de montar"'

Para hallar los gérmenes literarios de este lelguaje

u J" "rro, personajéi habría que remontatse al siglo xrx'

'Probableménte' los haliaríamos entre las <surlpantas>

áel Noveclades, entre las cantantes de los-catés-teatro de

1u-R"rro1".ión de Septiembre y entre -algunas cómicas

de sainere. Y, desde luego, en algunas de las novelas de

Galdós.--Qu"'l-"it Riaza haya preservado su,inregddad poética

al nt poner su tearo al servicio de la politrca' de los

2a

partidos e ideologías, no quiere decir, en absoluto, quesea el suyo un teatro desengagé; más bien, por el cón-trario, su teatro se halia decidida, agónicamente com-prometido con el futuro de su pueblo. Su destino es elsuyo. Pero Riaza no es político, ni revolucionario, sinoartista y, como tal, su compromiso tiene que ser distin-to. En este sentido, la posición y los conceptos qlre sederivan de sus obras parecen claros y concluyentes. Nose marcha hacia una justicía social para que la capaci-dad creadora del hornbre tenga que-dejar-de ser libre,en el entretanto. Hay que respetar el derecho a serclistinto. El artista debe ser fiel a su obra, porque suobra va a hablar por é1. No se debe presionar áernasiadoal autor exigiéndole compromisos morales, políticos ohurnanos, porque su auténtico compromiso es escribirbien. Y una verdadera obra artística ayuda más, de he-cho, qr-re una soiidaridad inmediata.

Comparado con alguno de sus contemporáneos, noposee Riaza esa dignidad ofendida, herida. de Buero,quien es, sin duda, más calderoniano, más clásico. Riaza,inás peregrino, más hombre de caminos. No construyeun teatro a partir de ideologías o de compromisos poií-ticos, como lo hiciera Sastre. Ni existe en él esa rup-tura, ese más profundo y torturado desarraigo q.,e en-contramos en Arrabal.

En Riaza (aunque pretencla 1o cc¡ntrario, felizmenterro lo consigue), aún pueden percibirse viejas voces delteatro y de la poesía española. Se petcibe e1 eco lírico.le Lorca. Si la obra c{e Lorca quedó trr-rncada v existeun auror clLre en cuanto a lenguaje (no concepción dei'ida) ha recogido la herencia lorclr-riana, esa preocupa-ción, ese amor, esa distinliua comunjón con la lengua,ese autor es R.iaza. En sr-r tedtro seiltimos la ptesencialorquiana, aunqr-re las diferencias sean enormes: Lorcase hallaba a un nivel en que lirismo y poesía eran posi-bles. Pero el lirismo ya no es posible en el teatro del{iaza. Lo que en Lotca era esperanza, en el teatro,{e Riaza es amarglrra. Pero, de hecho, ¿qué ocurrió conl.orca? La obra de Riaza es producto de ttna latga, do-

I

))

Page 16: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

lorosa experiencia y su actitud como autor' coherente'

Si eir Lárca habiiaba la esperanza, se demostró (su

muerte, la guerra, tro que vino después), que esa espe-

ranza eta ilusoria. Lo que Riaza hace, entonces, es un

olanto de un mundo lírico destruido, tal vez (aunque-nos

resistimos a aceptarlo) irrecuperable' En este aspec-

to. hav que defender a Riaza, a su lenguaje, porque es

pcLri.onio de todos los cspañoles.--3" oU.u, rota la continuáción histórico-cultural con la

euerr¿ civil, extraída de los escombros' es ml-leca sar-

!ártica, sexo y violencia, in{inita soiedad y, desesperanza'

Pero tarnbiéi utt. que emerge por entre la chatarca en

irrÁ"nro esfuerzo dá afitmación, como un ave fénix con

u¡a desesperada voluntad de set,- y qu9 .sopre las ruinas

,rritráur á" l.rr-,u estética demolida, reivindica todas las

inm"nsa, posibílidades del arte y proyecta las prlmeras

imásenes áudacet de un futuro teatro'

AreBnro C¡.s:rrrl¿

Preaaiso ptlrcl el paciente lecbrq ruego para. el sufrido tipógrafo

del prólogo que se nos wiene encim.a,

D /l II'rólogo sobre cesi todo lo di,uino/rtlq to humano...

Page 17: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Preaviso para el paciente lectory ruego para el sufridotipógrafo del prólogo quese nos viene encima

Cuando te líes -si

es que te llas- con la escrituraque sigue, amable lector, es muy posible que la manetacómo ha sido trabada v enftamada te oroduzca ciertadesazón y hasta rorpr".á. Pero aquí m. ti.net para ex-plicarte por dónde irán los tiros y, asl, tal vez, evitar quete cabrees demasiado con un <<que lo lea su padre> uotras lindezas por el estilo.

Como en el tltulo se previene, a lo largo del prólogoque vas a leer

-si 1o lees- se habla de casi todo lo

humano y lo divino. Pero, como se supone que tú te hasacercado a este libro a cutiosear sobre cosa más concte-tamente litemtia, te puedes evitar en parte

-en casi

todo- 1o de la tal digtesión humanodivina y quedartecon Io más fundamental del negocio.

El procedimiento es, relativamente, sencillito. Bastacon leet solamente 1o que, de una manera normal y ha-bitual (como, por ejemplo, en este preauiso) se extiendede margen a matgen de cada página. Con enterarte deaquello que no va precedido por el maldito signo deabrir paréntesis

-(- o por el doble signo de abrir pa-

réntesis -((-

o por el riple -(((-,

o cuádruple

-((((-, o quíntuple -(((((-

(sólo hasta ahl se llega,que no hay que exagerar) signo de abrir paréntesis den-

37

Page 18: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Úo de los paréntesis, de 1os paréntesis, de los paréntesis"'En cambio, si eres un poquito más curioso

-pero no

demasiado, todavía-, puedes leerte los paréntesis sim-

r¡les o primerou v pr.tcindir de todos los interiotes a los

,nir-n., es decir, áe lot de segundo graclo de digresión

en adelante. Pata ayudarte a eilo y no volverte loco, ha-

ciéndote volver la rnirada arrís para saber el grado de

entreparentesitez por el que te andas, se ha dispuestoq.,. él coilienzo áe todos los renglone-s de tal grado se

oo"r..r. de una manera uniforrne, de la orilla izquierdade la página. Esto quiere decir, arnable lector, que en

.udu oi..i.,ra)> -como

se dice- elegida por ti, puedes

seguir una iripotética línea vertical y 1o que más a la de-

t..ho .1" irr misma empiece, como si no fuera contigo ycon tu <<lectura>>. No i¿ si me explico, peto tu naturalinteligencia y ia necesidacl de salir dc1 berenjenal cuando

en é1 te haya zampado de bruces, supongo que vendrán¿ ayudarte.

ú así puedes seguir, a medicl¿i que te piclue la curio-

sidad -si

te pica- escogiendo líneas de comienzo más

a la derecha it más protegiclas, cada vez, por signos abre-paréntesis. Metiéndote, como si dijéramos (y como, efec-

iíuurrl."t", dircmos después al señot tipógtafo) por letracaáa vez más ruenuda. l'Jata llegar al ápice de la co-

creativídad ¡' Ia compietación de las .*lecturas> tragánclo-

te el engendro completo, hasta el ú1timo -tuétano de las

disgresio"nes y de las imbricaciones, Llna- dentro de otra,de los paréntesis. Lo que no sé si será la quinta-esencia

de 1o divinohumanesco, pero sí su quinta-entleparentesi-tez. Y que los di.rses te sean pi:opicios, amigo.

En cuauto a los títulos de los capitúnculos que, iguoropor qué (segi;ramente por mcrito capricho) hemos colo-

cado a la parte derecha de las páginas, no conviene, si

te quieres int"t^t, de la misa, 7a mitad, que te los sal-

tes. Por io que respecta a los adornos banderiilescos-retó-

ricos acabados en ón, que navegan por mitad de la co-

rriente, puedes saltártelos o no, que nada tienen que ver

con la significación de ia misa (¿o es la media?) ni con

la mitad.

Y ahora vamos contigo, tipógrafo entrañable, al queia, cle buenas a prinreras, te periimos toda clase rl: hu-rnildes v anticipedos pr:rdones. Pure reslreta.r le torcid¿r.oluntacl del prologuista-escribiclot'

-1o que tú, cor-r tr1

rcrvicl-rinrbre v grandeza habituales, sueles aceptar-- tepido que sigas cualquiera de los procedimientos dc in-l-trresiói¡ qlle a continuación te lego v sugiero.

0 bien tener cuidado de aqucllas Jíneas hipotéticas quernarcarían el comienzo renglona.l de 1o clue henios ciado,:n llamar <<grados cle entrepat'entesirez>> i' pfocufa.f quela cantidad de enhíeslos escuclos

-(({...- sea la acle-

r .lndrtO bien clue cada <1;rarJo,> lleve un tipo de letra dife-

lente cn clranto al grosor, más menuda a medida qlie sehubiera ido aXciando clel margen izquierdo en el anteriorlrr'ccedimiento. De estn ,,.'^,r"i',r, rJ trrescindirse de la diietencia de márgenes v de los plréntesis, e ti se te sim-irllficaría la composición, al lector su ardua tarea y a\i:clitor el gasto de papel. Arinque muy bicn pr-rdiera decircstc último señor que Ia lctra gorclaza suponclría una con-ifapartida rnuy a tener en cuenta et:I este capítulo deltlasto papelínico, pero se le podría consolar prornetién-,lole un¿ adecr-racla compensación metiendo la pequeñajacir un espacio de birria, aunque las pocas personas a las,1ile alcanzase la curiosidad de este postrero desciframien-fo tuvietan que utilizar Ia lupa para e1lo. Después deloclo, seis gordLrres de letr¿ (una para fuera y cinco parai'l interior de los paréntesis giaduados) no es cosa delotio iueves.

lu{étocio, este último de las distintas gorduras, que yaviene ernpleándose en los liL,ros con que se mat:titiza arnis (como ves, Jector arnigo, unas veces soy singular y\tLras softzos plurai, pero ya te irás acostumbrando) críos,'n la dura tarea de hacer de los pobres, a través de la('scl1ela, unos hombrecitos de provecho social. La leÚaiiorda como papada de cerdo, o se la saben o reprobados,lrieclan y condenados el día de mañana a oficiai de em-

3938

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butidores de salchichas u otras cualesquiera ocupaciones

para las que no sea exigible ninguna titulación académica'

Lu lrtru -á, flu.u. meñrorizada-convenientemente, puede

alcanzat para un medianejo notable. Toáavía más escuá-

lida y sobresaliente que se gana el crío empollón. Y si el

crío io el avispado léctor aimado de lupa, en el caso deque el editor lncline su benévola aquiescencia hacia talvertiente tipográfica) llega a la letra rnicroscópica, banda

de excelencia diploma meritorísimo de Gran Hermeneuta,entregado pertónalmente, en ceremonia pteparada para

el caso, por el señor Prologuista.

Vale.

Prólogo sobre casi todo lodivino

(y lo humano

(y un poco sobre losteatros

((incluidos los riacescos

cn el que se comienza con el pnóroco DEL pRóLoco

!n l:'T:.*1,f,?'f i;'iiX?loi#,'j:f u.r,.oqre acabatá metiéndosenós en Ia cama patacoengenrdar conmigo/nosoftos el tal prólogo

y se pasa, ya de entrada, a rebuscar sobre 1o que puedeobligar a cada escritorazo a escribir prólogos, a hacer unatrto, poco más o menos en el dichoso mecho-camino-de-la-vida, para ponerse a teorizar sobre lo que ha escritoy sobre lo que puede inducirle a seguir esciibiendo

y esta operación clarifícadon, tal vez, sólo sea un modode ponerse a la defensiva contra sí mismo, de justificar elsaco de experiencias literarias y de vivencias supuesta-mente alimentadoras de literaturas que empieza a sentitdemasiado cargado

y vaciafvaciamos el saco, formando dos montoncitos consu contenido

41,40

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y en uno colocamos cu,idaclosamente los trapos entraña-bles que rur día nos sirvieron para enjugar las lágrimasde la ínfancia, para empapar tras sangtes de nuestras he-

ridas o para envolver nucstros crdáveres

y ese primer montón lo metemos de nuevo en el saco, ya

más magro, y continllamos la andadura, ya más liviana,de nuestra reflexión

y e1 otro montoncito, de potrvo pretérito, lo quemamos alborde del camino y dejamos que se convíerta en humoelevándose hacia el aire-nada-cie1o, pues seguramente' slls

trapos estaban pringados de trabajo, cotidianeidad y pro-longarse, todo insetvibtre a la hora de clarear literaturas

y esta operación clarificadora, tal vez, sólo sea un modode ponerse a tra de{ensiva contra los demás,porque los otros, los no-uno

(esa legión de bárbaros-rubios-polverlenianos que, aIfinal de cada decadencia siempre vemos pasar delantede nuestros cadáveres, todos dulces y podridos

oponen su ligereza de equipaju', sus armas más ágiles, a

nuestro saco-escudo, pesado de pasado y pasado de pesado

oponen su silencio, su terco callat, a nLrestro saco todavíarepleto, a pesar del expurgue, de las rojidoradas palabrasliteratúricas

(las palabras-drácuias, cholreando por sus fauces todala rcja sangre chupada de la venita de sus vivos

1os palabtos-violadores-de-inocentes-niñas, chorreandopor slrs bestiales penes toda 7a roja sangre de los tier-nos vlrgos de sus vlctlmltas

las palabras con la cabeza coronada de alborotadasserpientes y se quedará convertido en piedra el des-graciado que ias leyere

las palabras-esfinge y serán devotados los incapacesde clescifrarlas

42

()polren eilos su silencio, su terco callar, a los lenguajeslebosando de nuesffo ensangrentado saco antiguo

(los lengr,rajes enrañables heredados de nuestros re-yes, de nuestros padres y Ce nuestros ayos-bufones

los, lenguajes enrañables heredados del legado de losslg1os

los lenguajes enttañables heredados del legaclo de lossignos

((los crepúsculos de balbec en flot

el estilete hundido en el cadáver del oadre de Mal-te, vestido de uniforme de capitán dé dragones deIA muefte

((( o de coronel de lanceros de la muerte

las brumas elevándose sobre el Gran Canal. vistodesde la Dogana, la de 1'a bola de oro

las tunrbas subterráneas de los emperadores austro-húngaros la closerídelilás

y tantas y tantas floresecas conservadas entre laspáginas de un libro de horas, la cinta señalapáginasde un rojo desvaído colno sangre de virgen sinsangre.

y todos los perfumes tan queridos a las roídas na-rices de nuestra calavera, dulce y podrida

los lenguajes entrañables heredados del legado cle lamuelte

()ponen ellos su silencio, su terco callar,rllos, los bárbaros futuros desprovistos de literatura

(o toda su literatura consistiendo en chafarrinones por10s ll1uros

4)

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a puro espfaloun pijo y un coño enfrentados, en-cinco.o seis trazos

escuetamente tazados a Ia ptetta de cualquier retrete

ola mancha escarlata que dejara en el suelo del calabozo

((o de la enrejada celda de un hospital-siquiátlcola ,u.tgr. del puÍso cortado por un trozo de cristal

ellos, los iárbutoi-rnbios, a cualquiera de los que pedi-

mos se digne hacer de virgilio nuestro en este paseo por

los siete(supongo que eran/serán siete

infernales revueltas del Prólogo

al que

ldespués de poner fin al pnóroco DEL PRóLoGo

ya se pasa

PRóLOGO PROPIAMENTE DICHO

(lleno todavla de asquerosa autocompasión'pero ya menos poemauca

en el oue(rtü u., reafirmados y ratificados cadáveres literarios,lJfia vez asumida, con todas sus consecuencias, nues-

tra condición de poeta dulce y putrefactonuestra justificación y nn"tru defensa de cuando vivía',oo, purá a incidir sotre el origen de la cosa y del teatro

(o lo que seaque pretendemos prologar

y el origen de esta ttagedia(o 1o que sea

estriba, muy probablemente, en que 91 pobre tipo que la

.o-pnio .rá ,ttt goloso de realidad al que siempqe le era

negaáa la realidad

44

(la realidad de mamar((pobre edipín!

toda la leche((fluyendo del placerdador y prohibido pezón demamá-yocasta

que hubiera deseado

la realidad de fornicar a más y mejor con sus her-manas

((todas 1as hijas núbiles de la ttibu recluidas en elsótano de las hembras de La Gran Choza del Pa-

dre, para el beneficio exclusivo del Padrede las que únicamente conoció su reproducción en es-

tampas subidas al desván de los machos

((en las que, eso sí, se mostraba generosamente elfornicio paterno-fratetnal y los culitos de las het-manas en diecséis y treinta y dos milímetros

las realidades de otros alimentos{(el sol de les primaveras

los bailcs de maricas

los mercedes charolados

los festines del castilloterrestres, también in-cluidos/re-cluidos e¡ Ia Chozade Mármol, v Aceroinoxidable del Jefe de Ia Tribu

y un sinfín de realidades que podrían hacer intermi-nable esta ietanía cle las frustaciones del pobte tipo

lror 1o que el pobre tipo intentaba sustituir 7a tan negadarcalidacl acudiendo a los escuálidos signos de la imitaciónv de la consolación

(que, de las muchas que lo hará, apatece por vez pri-mera

v a todo esto se le llamó, se le sigue llamando, los miste-r i.,s de la creación literaria

Á<

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(en solfa más cientifical podría sonar la cosa de lasiguiente guisao... el ariista escapa al mundo sublimado de su tas-ego por medio de una ueurosls -gratificadora

y que

si.tiirrye el principio de Ja realidad por el principiodel placer...>>

y otros lo llaman los demonios particulares de cada

poetajo- (aquellos diablos que cada aprendiz de brujo tiene en-

.eriados en una botella particlllarmente seilada y que

cada atistaio libera, después de romper, en un mal-

hadado momento, el sello, con miras a que el supues'

tamente agradecido demonio ejetz.a sus oficios de

servidor dá q.te posee la lámpan-botella y venga -aproporcíonarlá loJ co¡itos,. frescos como bertos de

in.ttt., de las hermanas del sótano,((y los soles de las Primaveras

y el resto de los alimentos terrestres

pero olvidándose de la naturaleza díscola de los de-

monios que, una vez desembotellados, no suelen cum-

plir sus promesas de servicio y, de arrimar ascua a

purt" ulgrnu, 1o hacen a sus propias. sardinas o a las

de su Jefe Natural, el Señor de los Avernos

y el verdadero resultado del desencierro de los ende-

moniados genios es que el poeta acaba siendo poseído

por el Mai o amancebándose con Él

y, finalmente, excluido, exiliado, extramurado((cuando no enmurado después de lapidado,-a loantigona undergraundado y ofofofofbrodvainado de

la horda

ella, la horda, que le saca el iugo(((v el lusre en los salones

al ooetai((y .l poeta a la horda, que el aprovechamíentoes mutuo, desde luego

46

míentras e1 poeta y la horda estén de acuerdo enIo que constituye la Moraly el poeta cumple con sus sagradas obligaciones deproporcionar a la horda la explicación positíva delnlunclo que precisa la horda

(((e11a, la horda, que transforma la leche verbalen sr.rstancioso foraje de bienes y servicios,

pero que ella,(((cuando el poetajo azuzado por sus compin-ches diablescos, se hace incómodo. incomorensi-ble, pajarraco agoÍero, inoporruno )'de mai fado,

cuando, en una frase, se dedica a joder la ma-rrana

((((o el osotigrelobosoclal

((((en solfa sociológica<<... a socavar los principios del orden esta-blecido en el que se cimenta la cohesión man-tenedora del Grupcr.. . >>

la horda, deja de trar;r con mimitos al poetajo yprocede con é1 como se explica en el subcapitúncu-lo que sigue

((( eurosrocneFíA,

(subcapitúnculo en el que, de paso, se danalgunos datos al invesiigador encariado deredactar su texis finalcarierística, coñ afanesdoctoriales, sobre el teatro del prolosuisra

con la inclusión de un riuevJ eéne¡oliterario-prologuil llamado poesli

mi infancia son recuerdos de otra cueva anteriorv huesos de marrano por el húmedo suelolos ancianos danzando repletos de marranocorr reflcjos de llamas en las trioas

A1

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poeta de horda fuiy pintado hube en pared de cavernamárrutlo tan parecido a marrano realcomo lnartano real a marrano real

y cuando pinte tigre en Paredél padre tuvo tigre para sus huesos apolilladosy saque en pared tan propio preñado nubatrónque él dios se deió llover aquel verano-

((((hasta el presente, poeta comilfó

hasta que se me hincharonde que guarro pareciera querersalirse de pared,o el tigre,o el oso,o el nubanón,o el lobo,y pintarraieé cuatro trazajosy aunque dijeesto es guarroo tigre, o oso) o nubarrón, o lobo

el dios no hubo de enterarsesi tigre u oso o crucifiio erany como tesultas oso v los demásfueron a darse vuelta por vecino valle

que año aquél!el tigre escaso!el oso escasolnada de guarro!y sin llo.rer!

padre pasó frioleralos ancianos sin ganas de agitar huecas ffipasla hoguera de cocer guatro apagaday hasta las darnas hubieron de salit al trotuarpara conseguir una canija cola de lobopara sus criaturitas picoabiertas

y me culparon de transgresorde la tribal realidadme metieron en jaula colgaday cuando adquirí el debido fesenaxme devoró el consejo de notablescomo sucedánecrdel osotigrelobo

sea como cluiera, por dimes o por diretes, lo cierto esque uno andaba ya de muy mozo, dándose de topetazoscon ios muy inmediatos y reales faroles por andar con losojillos perdidos en las absractas, remotísimas, sublimes ysublimadoras estrellas

y, claro está, escribiendo poemas no solamente a las es-trellas sino, también, a las bellas pupilas de las hermanaslauras y beatrices

(máxime que no sólo quedaban remotísimas las estre-llas sino, aún las católicas pupilas de las muchachasen flor

((y no digamos las ingles de las dichas, frescas, su-poníase, como berfos de artoyo

así que, de modo que, escrito es que, por los nombradosdires y los explicitados diretes, el tearo que intentamosprologar tiene su origen y desencadenamiento en ese su-blime y sublimado mecanismo llamado creación literaia

y no hay que darle más revueltas, que ya se ha revolteadobastante, hermano-bárbaro-noliteratúrico, al infierno del¿lsunto

fi

{

I

4948

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y pasamos a LOS GRANDES INCONVENTENT'ES DE LA

NOMBRADA CREACIóN LITERARIA

(nuevo capitúnculo en el que se insiste conia. .ont.io"tcias, aterradoras y desterrado-ras, de destapar botellas diabladas

((con diversos entreparéntesis en qye1a esctitura toma su carácter comilfó-dico y se ponen los puntos sobre lasíesy las comas y las ma¡túsculas en susitio

(((v se introduce un nuevo génerofoimal-prologuero Uamado ensayo

o, a 1<l meior,/peor, sí que halt que clade más revueltas'(que decíamos ayer

áunque sea en el sentido inhabitual de la rueda, y vo1-

ver sohre lo mu¡, excluido de la mibu que, al de lacreáción poetástrica, 1o deian 1, 1o clespelleian

excluiclo de las diestlas clel dios-padre(excluiclo de la porción de horda adoradora del bece-

ruo de sus intereses,idolatradora de un arte

((de un teatrosiernpre consctvaclor r,I (-1lre se cree escucla de cos-

tumbres y testigo de su circr-rnstancianotafio de su ticmlro \¡ gaiánte de su entofnode un arte

((de un teatrcrmediante el cual el espectadot instalado puede versedoblado y confirmado

((es decir, conservado hasta la consumación de lostíempos en el escenaric-espejo, en el escenario-facsími1

un arte((un teatro

50

que, hoy por hoy, no podrla ser otro que el teatronaturalista-burgués

(( EL TEATRo ¡uncuÉs

(primer entreparéntesis-ensaylstico-comil-fódico

<<.. . Ese teato segregado por la clase dominanteque, encaramada sobre unos valores, los pretendeimponer a todo el ámbito social y se vale paraello, entre oma multitud de medios, del especlfi-camente teattal.

Tanto en sus contenidos como en sus formascontinentes busca consolidar los nrinciníos de supremiencia.

Por medío de los nrimeros. ofreciéndonos unmundo en que aquellos valores son encarnadospot 1os personajes positivos, los héroes de la es-cena. Una moral adaptada a sus conveniencias se

da como única posible v si, en 1as peripecias deIa fábula

-ses1{¡ insoslayable de la obra- pue-

de ser, momentáneamente, puesta en entrediclro,por el antagonista, el personaje negativo, es tansólo como elemento de contraste para hacer re-saltar el triunfo final de los que se adaptan a lasformas sagradas de la propiedad individuaT, Ta fi-delidad conyugal, la legitimidad del poder sapien-cial, etc., etc. Todas ellas cimentadas en la ideo-logía en cuyo nombre y bajo cuyo amparo ocupanel centro de la hegemonía política.

Esta inftiga argumental queda reforzada, a ma-yot abundancia, por el psicologismo de los perso-najes, procedimiento mediante el cual se imbuyeen el espectador la existencia de una naturalezahumana

-los famosos arquetipos- pretendida

como constante e independiente de las circunstan-cias históricas o sociales.

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Por medio de las segundas, esto es, de las for-mas teatrales, acudiendo a la conocida imposturade la identidad entre cosa y signo. La representa-

ción naturalista burguesa se erige como fiel mo-

delo de lo representado y la ordenada composi-

ción de los elementos sígnicos y de la sintaxisteatral da a entender que también el mundo y,sobte todo, la sociedad, se hallan ordenados de

unir manera definitiva e inmutable.Asimismo contribuye a la Íiiación de tales va-

lores una serie de formalismos como la 'obra bienhecha', la 'elegancia de estilo', el 'lenguaje limpigy cuidado' y otros elementos de conocida sol-

vencia.Y si, a todo ello, añadimos la existencia de una

crítica de clase -'influida por los estamentos de

la compra-venta que, pata taI clase, es siempre unproducio artístico- que viene a ponet el últimomarchamo a su validez, habremos, aunque sea es-

quemáticamente, descríto las constantes de este

teatro, hoy por hoy, doininante...>>

oero tarnbién excluido de las siniestras del padre-dios' (excluido de la porción de horda adoradora del be-

cerro de la revolución((que, de las muchas que lo hará, apatece por vez

primeta- (((y no. sin su mucha reticencia por parte delprologulsta

((((pregunta -de

qr.rién, si no?que es Palabra- ((((como su herrnana la libertad, la de los

cuántos crímeneslla muy desgraciada, que ha sido tan prostitui-da, sotada, torpe, üaidora y retorcidamente uti-lizada

((((que no ha habido coronelito griegoni generalito Panamericanoni nacionalsindicalismo

52

ni nacionalsociaiisrnoni sociaiismonacional

(((((unas veces pendiente, otras conclusay patitiesa, pero siempre chorreando des_ventlrfa, universo concentracionario y san_gre

que no la haya dado por detrás y por delanteque se le ha dejado tiritanclo y en

-pelotas de

pristina significaciónde un día para orro, de la revolución a la vuelta dela esquina, de la revolución y

excluido de la porción de 1a horda idolatradora der¡n afte

((un teatrosiempre comprowe tido, siempre concienciador deloprimido y explotadocle un arte

((un tearfoque se c¡ee escuela de costr_rmbres y testigo de suci rcu nsfnncirrnotario de su tiempo y garante de su entorno

((revolucionarios en esie caso, clarito está

un arte((un teatro

mediante el cual el espectaclor instalado puede sen_tirse más leninazo que nadie después áe haberseaprendido, en la escena bermeja, el áialéctico manualde cólro HACER LA REvor,rrcré¡r sN TRES LEccroNESy srETE oÍes No uÁs sin necesidad, tan siquíera, demoverse del palco platea

txcluido-de las-regiones celestes de la presunta revolu_r ión en forma de tajante e implacable piiego cle *.go,

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PLIEGO DE CARGOS

(subcapitúnculo en que se le sienta al pro-

ffii;,,"aJffi ¡*q"luo de los contrarevolu-c10nat10sos

CARGO PRIMERO

.. - Dor ser rln teatro desátento con la realidad social

" .i"'"" "ft...-i.tii-o"io de la circunstancia histó-

ii.á -...udu por la lucha de clases"'

DESCARGO PRIMERO

((o la meiot defensa de marras

va sé en nombre de qué propugnado-.teatro me ex-

.iru.t.- iou.n-bárbaro-rubio, mi -virgilio ahora tras-

#ffi;';;;J;;-pJbli.o, de la iivgoch de tu di-

vinidad y me envías a los retretes del tnttcrno de

cabeza

ya sé a qué te refieres, joven-bárbaro-moreno' .ioven

ái"i;;rili..¿it,u, -.o"

tu teatro testimonial-luchocla-

sista, con tu teatro izquierdoso

(( EI. TEATRo IZQUIERDoSo

(segundo entleparéntesis ensaylstico comilfó'

dico

<<.. . Porque un primer intento de superar , aquel

teatro de Ias concepcioncs eternas' propagador de

"".t-"^fá."t defensLre' de todas y cad'a una de las

".*i"J.á"t' ha consistido en hacer subir a la es-

i.nu ,r.tu serie de tipos, de personajes, que no son

)a

ya los respetuosos con la moral oficial, con la mo-rul tnstalaáa, el modelo donde el buen bursuéspodía verse doblado y confirmado. Ahora ,erZ eldetritus del cuerpo social

-proletarios y subpro-

letarios, hampones, truhanes, prostituta;, puiiur,fegros...- _el que ocup.rrá los principaies pápeles.Todo este abanico de la marginación e, inci-rso, dela oposición política, grita disde el eicenario susquejas_ y sus, reínvindicaciones que, muchas vcces,son alcanzadas. Se dida que loi movimientos re-volucionarios, tan difíciles-de consolidar, por muyvariadas razones, en la vida teal, ya han' &jstalizá-do_en aquella ofta, fingida, de lai tres paredes.

_Pero pronto se advierte que tal revólución degabinete no coadyuva, en abioluto, al losro de laverdadera, sino que, antes bien, se resuel,ie en unaeT¡ecie de vacuna preventiva contra la acción, deválvuia de escape en la que se agotan, semicon-lormadas, semiconsoladas, las posibles violencia yagresividad de aquellos espectádores .rrya formá_ción teórica les hubiera llevado a contra-ponerse alos valores establecidos;_ los cuales, pr..iirua.nt.,tan sólo por, medio de la virulencia y de la agre_sividad pueden ser expulsados de sú instalación.

N9 es por ello de extrañar que este teatro seaaquél en que se revuelca la maia conciencia de laque se ha venido llamando 'izquierda,divina'; quesea aquél que sirve como piel de lobo rerrolrr.-io_nari_o con la que se tapa el cordero dorado de laintelectualidad 'progresilta,. Cada uno de ,u, .o--ponentes ;ale de tales fastos teatrales con la creen-cia de haber cumplido un acro revolucionario.Conve¡cido de que, con su asistencia a Ia pintadarebelron, ha quedado compensada una falta de ac-tividad que pretend. o..ritarr. a sí mismo. Con_runoteDoo, en tln, gesto con acto.

Por otra parte, este tipo de teatro en el que suclase es vapuleada

-.n .l terreno de 1o inügina-

55

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rio únicamente, como es lógico y.-tolerado- tam-

il;;-. á; ^íi,riud.,o

de remordimientos a aquel

;;;; f";g"és. De catatsis exputgadora' 1o sufi-

.l.li"-"nL purificante como Pat? seguir' tras

."ü"áit "ltlbiernente

el triunfo áe los explotados'

;á;ñ; con la explotación' Sartre nos ha recor-

;;á;-"i hecho de que los dueños de las plantacio-

iá;" ;;f;; i; lás Estados unidos, que llegaban

u-ln.i.,dnd para asistir a ia representación de

Lo*rouiino dit tio Tom' dertamatan abundantes

l;*t;;; l^ noche del estreno, conmovidos hasta;iX^.^i..t-'¿"1 ul-r' por las desventuras de los ne-

nro., pum continuar, a la mañana siguiente' la

ópresión y el aprovechamiento de sus esclavos con

;;;il"quilidad, si cabe, que anteriormente' Se

troiu d.l ,rrir-o mecanismo que el del alivio es-

oirit.rul que supone una 'buena confesión': vacia-

á;^¡;;i;; el'talego del alma, va estamos en üs-

;;ri.tó; á" ..ll.toilu i'rpúnemente de pecado"'>>

así que no me creo, joven-bárbaro-rubiomoreno' io-

,r".r-Éá.buto-corderodorado --'-?ti"r"" explotador refin¿damente camuflado

oequeño principito criado y beneficiado por. las

í.i.t U"n¿itas de papá. las cuales tc.permiten

á^it."l" ¿"t* vida a Late de un poqueio de iol-eo.io .,niu.tsitario, mucho cine de cámata y en-

l^to. 1... al Mao hasta las tantas y levantarte

cuando esté ia l1lesa Puesta;.;r;; disimular tu exquisirez patasitaúa, te plan-

i;r-ü; pántulon.t deshilachadoi sobre la cami-sola

con la .figi" "..ogrufíada-del ché, te,,atusas tu

melena matapadres, te cuelgas del cueLlo tus co-

ii^t* ftilt""ádo, .o.t hueseóitos de crías de bur-

"".t"t, ,. desflecas las barbas de implacable fidel

;";;;";t a pedir, a voz en grito, u.n tealro de

nsita.ión, un teatro desenmascarador de los meca-

rir-o. secretos de la exPlotación

(((aunque tengamos que reconocer, mediante la

!' TEORIA DEL PRINCIPITO TRAIDOR

(subcapitúnculo en el que se trata de cómoel hijodepapá puede mediar entre el apestado

((de próxima aparicióny la guillotina

que solamente de los cuervecitos criados porpapá y a leche bendita de papá cabe esperar elreventado de ojos de papá

porque de ellos es e1 inicio de la revolución,a la que juegan para hacerse perdonar

((((ante los otros asqueados principitos,

ante los propios explotados

y ante su propia enfangada conciencialos privilegios que le caen en benéfica cascadadesde la posición papaística

y porque, en fin, el reventado de ojos pápicoses una operación complicada y que requiere unafuerte inversión sólo asequible al dinero pa-oínico

((((en forma de entevesados y costosos toma-zos sobre la psicopatogenia de los procesosinvolutivos del análisis socialy alguno, también, del apestado

(((((que ya se acerca, se acercaque tampoco es moco de pavo en cuanto

a necesidad de exégesis sobre anáforas y disemi-naciones recolectivasy al ocio necesario para poderse quedar leyendotodo éso hasta las mencionadas tantas

dinero y ocio que le habtán puesto en condicio-nes de conocer eI rnodas preparandi

((((o algo parecido, huero que uno anda encultos latines

de la cosa

57

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1r, así, del cuervecito traidor a su clase y condi-ción, cube esperar se derive el reventado de

oios revolucionario((((aunque, para el verdadero modo crperativo,para la- solución deÍinitiva, ,pata el rebañaie

á. p.t.o.ros concluyente, haya que acudira otro tipo de €Jentes más echadas hacia las

bastillas y..que, desde los cinturones lojos,sean a acuolr

(((((al ardiente reclamo del principito trai'cionero

a la piacha(((a(junto a la célebre gasolinera del colga-

io benito-cláico, cabezabajo, como cetdos

en gancho de cerCeríade loreto

(((((o a la plaza de cascorroo a la plas de la gtev, hoy concord

a levantat la guillotina

así que no me creo, joven-bárbaro-princípito-maidor,q.t. iiruu demasiado patda ia revolución, que todospreconizamos, tu teatro político, tu teatro testimo-nial sobre la lucha de clasesque sitva demasiado al esftterzo del proietariado pataeitablecer el socialismo el hacerlo entre las tres con-sabidas paredes

((como ni siquiera nos creemos qi'le nos preparea la anhelante y anhelacJa revolución el andar sa-

cando por los teaffos no ya a los daosporlamismí-sima miseria, o a los que se libraron de ella me-

diante e1 ffiunfo de su causa reinvindicativa, sino,tampoco, a los Héroes que mueren con una espada

de purpurina en la mano dando gritos a la Glo-riosa líbertad

(((o a las I{eroínas pasadas por el vil garrote, o

la vil manera que tuviera el monarca de la época((((algún cara-de-culo-con-patillas-sétimo o

alguien por el estilo

de acogotar Heroínas por andar bordando Ban-deras

porque acudir a Ia solución antittiunfalista, a lasolucíón fracasista

(((para excitar, sin duda, las iracundas ansias devenganza de ios patioembutacados corteligio-narios

((((en espíritr,r, de evidencia es

de los Héroes fusilados o de las Fleroínas aco-sotadas

convirtiendo en pirámide azteca(((chorreando por las escaleras sagradas la san-gfe que, hasta entonces,

((((hasta set desencuajado y descuajeringado(((((pero, todavia, palpitante y vivalaliber-tad gritante

de su estuche de .F/éroe(((((o de Heroína

oot el cuchillo de obsidiana- (((((o por los fusiies del pelotón de ejecu-cióno por el dogai del garrote

dei sacerdote-vetdu!'o del bando({((ry de Ia Bandera

absol-i tista-servilónhabía impulsado el valeroso corazón

cualquier escenario a \a italiana,sólo sirve para dejar en los contemplantes un re-gusto aliviador

(((mira-que-si-hubiera-sido-a-mí ! !

cirando no sádico(((el mismo sadismo con que el honrado puebloasistía no solamente a los acogotamientos pú-blicos ejernplificantes y gratuitos, sino, asimis-mo, al achicharramiento de judiadas y otas he-rejías, entre humillos de mollejas fritas y faro-lillos de colgres alrededor de las verbenas delos autos de fe

5958

Page 29: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

y una indeleble interiorización sobre las esencias

Lrmarcesibles, inmarchitables y eternopattializa-bles de las Glorias, de los Héroes-Heroínas y de

las Banderas

así que no y que no, hermano rubio, hipócrita lecter'mon barbado virgilio, mon frer,

no nos creemos que vaya pot ahí la cosa, ni por el tea-

tro de los parias, ni por el teátro de los patrios, con o-s

la cosa nos parece que va más por lo de los herejes que

hemos ha poco achicharrado en el recoveco de un pa-

réntesisv que. Dronto, vamos a achicharraf de nuevo, en cuantoí"lun-ár la esquina del próximo cuento-capitúnculo

(((o lo útil, o lo Positivo, o el Bien, o los Có-digos, o el Derecho o la Razón de Estado

y, también, el Ifada Buenapero un terrible dragón llamado la discordia

(((o el descontenro, o el cansancio. o el des-acuerdo o el ruo-vereo aquello en que se ha dejado de creer

((((n .. dios ha muerto...>(((((y también, dicen, el hombre, y la filo-soÉía. y las ideologíasy ya se hace hueco a la marxología en elbanco sagrado cle las antepasádicas mo-mias, toditas senradas en pósicíón fetalaunque, quizás, estas cadáveras dulces ypodridas no se resignan a verlas venir eneI pétreo poyete de la eternidaá y aguar-dan, esperanzadas, que algún extiahistóri-co galán las saque, garboso, a bailat

pofque ya está bien del mucho rollo sobre lamucha conformidad aglutinante y cohesionadora

vino a poner sus huevos en rnedio de los niñosdesencantados

porque los dragones siempre vienen a poner sushuevos sobre la mierda cle la decaescencia y de ladecadencia

y el presente olia a clulcidumbre y pudridez enIa rldea de los .ióvenes recelosospeto sucedió que en la aldea de los maduros hom-bres desengañados vivía un apestado

(((ya salíó el Profetizado, el Anunciado, el euef T | , I Ítnaola oe venlf

un tipo raro que se dedicaba, que tenía la ex-traña mania de inventarse n,reval maneras de dividir al mundo en cachos y nuevas maneras derelacionar los cachos enfte sl y, a éso, loco de atar,como estaba,Io lTamaba nuevas libertades de crea-ción

((SOBRE LA MANERA EI.I QUE LAS HEREJIAS((v rts ARTES HERÉTrcAS((v ros rEATRos HERÉJrcos

HAN VENIDO PROPICIANDO, MÁS O MENOS, LAS

RARAS Y RALAS REVOLUCIONES QUE POR EL MUNDO

HAN SIDO

(en forma((síempre es bueno el recambio de géne-ros literarios

de cuento infantil

érase una vez una horda de niños(((o una tribu, o una ciudad, o una sociedad

o como se quisiera llamar el conjunto de crlosque habían decidido vívir en comunidad pormedio de unas poneduras de acuerdo que todosacaraban al grito de verr'porque, si no, no había manera de jugar

que se regía por una normas creídas por todos a

pies juntillas y que llamaban 7a Moru7

6160

Page 30: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

v estaba apestado porque' para los viejos- de la

iribu, los habitantes del antiguo orden,.creian que

"q".ú" manera excepcional, t"tuu y libre de or

ffi;; 1";';chos-sigrios que representaban al mun

do, era la Peste

y el apestado habitaba más allá de las murallas'

:"';;;;;;tn -.hnbolu

separada- de -las ca'sas de-

centes de entremurallas, apartado -del orden co-

-rf",".",."-rrro, d" la'rcaiidaá tribal, marginado

;;I-.ot;;;, en el lugar acotado para los que lleva-

ban iobre sí la contagiosa Peste

pero otra pestilencia se despren<lí1 qt l?t huevos

h" lu drugona que, pasado el periodo de incuba-

ción enmierdada, fructificatan en nuevas moscas

de discordia

y cada vez olia más asquerosamente denüo de las

muralias

v los de murallas para denffo, -cuando ya no pu-

ái.."^-ástrn'n, rná, y los perfumadores oficiales

r"-ir"tirfi dado por váncidoi, acudieron, como ú1-

timo remedio, al brujo

y dijeron al bn-rjo

llbranos de los huevos de la dragon-a, líbtanos de

ilt Ñ;t J. lu, rutas,libranos del malhuele to-

tal, dinos que es éso de tu futuro, Pprqug nuestro

presente ya no nos vale y nos tapa de mierda

v el poeta ulceroso les ofreció una extraña solu-

li¿n itrtu-ada con signos de futuro,.con signos

;;;;t,con ,igtot d" e"xcepción, con signos de li-

bermd

y les dijo

hacia aquí caminaréis, este es el espectro de vues-tro futuro que yo os doy en imágenes, porque lossignos no arañan tanto como la realidad y se de-jan más

y el entramado de renovación tomó la forma deuna rama dorada, Ia que primero alumbra el solreciensalidito de la recienacidita primavera. la ra-ma tnás nlrr dcl lol,lc:,,¡'rnclo

pero 1os muertos de Ia rribu no distinguieron nin-guna ima_gen, ningún oro nuevito, en el espejo delb¡ujo, y las írnic,as ramas que venían devueltas porel espejo eran las de color muerte, las de colormierda mllerta

y las mornias de ia tribu hicieron una gran hogue-ra con sus ramas resecas y ac)'ichattaron en ellaal hcreje de exramuros

y dijeron al diferente mienrras la diferencia se ibaconvirtienCo en ascuita

tu libertad es Io desconocido, tu libertad es laaventura, tu libertad es el abismo, tu libertad esboca del infiernovquémate en tu libertad, poseídovarde en tlr arte invisible e incomprensible, maldito

y todo ardía bien menos la rzima dorada que semantenía sin arder porque los signos no

-arden

como arde la carne de brujos y los sobreviven

pero todo continuó más y más maloliente y pochomenos Ia rama de la invención

y no hubo más remedio que ponerse a reinventarla libertad que ya había preinventado el apestado,

6362

Page 31: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

a reinventar ia libertad que se había preinventaclo

como rama dorada

¡, a éso 1o llamaron la revolución

v una vez inventadas las nuevas normas los niños

á.-l; ;b; ,. p.,,i"ton acordes en la revolución

l, la denominaron el Bien y levantaron una estatua

al poetaio con una rama dorada en la msno y Lrna

.nronu á" .,,-u dorada nimbándole la frente

v la rama dorada ya iba tomando el- tostado rese-

l"'i.i"i.n" ..trt-táo el sol deja de alumbrat el ro-

;i.";;s;;á; y los jóvenes dá la ribu ven llegar

;;t-"J; el dragón clue viene- a cagar sus huevos

en lrs raíces clcl roble sagrado

y fin <le la parábola cícüca del mesías

achicharrado(como todos los mesías

fin del cARco PRTMERO

(cenco sEGUNDo Y irr.TrMo

((del joven iiirncrlánico, sin r-1at jarnás su izquier-

dosidad a tofcet

... por ser el resultado de una c.oncepción elitista del

;'ñJ;" ;1 ptod,t.to de una cultuta secuestrada por

tu.'.t"."t dóminantes y no asequible por las masas"'

PIEZA DE ]UZGADO-TEATRO TITULADA<<EL TNTELECTUAL y te porírrcA>>

(con la introducción de un regénero lla-mado dramático

personales:

UN FISCAL.

(debajo del severo bírrete le asoma laborrascosa _ pelambrera matapadres ycuando se le abre, en un descuido, la sé_vera tog¿, se le vislumbran los pantalonesdeshilachados

I-]N DEFENSOR.

(viste uniforme de inmortal, sernis¡vero

cspacio cic,inico

más allá de las candilejas uná mesa redonda.cuadrada y,. alrededot de cLla, .rn ,iorlporiosorbonal sobre el compromiso del artütaza

ACTO ÚNICO

iTISCAL.

(levalt:ínclosr: \¡ como si el cucnto-cíclico_parabó_lico no hul.'icra ido con é1

y no cfeen los señores creadores(acentúa la ironía al pronuncíar este riltinro vo_quible

65(]¿t

Page 32: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

que, con su obra ffíptica y t"{in111^^1o construyen

Jiní .tn^ literatura, un arte, una poesía' un teatro'

f;,fl',':n'ffi¿l;:*;,fi 'ü:f ','Jxt"J5:'LillÍ:'(en el áPicc de Ia lnrenclon

d.'ip.riuáit, si se quier':-P^r? apestados"'t.5r i.-áL-tl-l'uÉin ltídi "l cüento' por.lo que te

dov las gracias po' lu colaboración' mi bárbaro

,.#'¿""*""'i.;i ii;.;;inismo, de una vacua exqui

:i#,; ^p.át.tit^uit' pot- esa necesidad perentoria

H;";;;r-lo .,,lt"tu'del pueblo .v no la de los

;".i#.;;i;', i" á" r"t utti'tá'' la de las torres de

marfil y la de las Pestes

DEFENSOR.

<<.. . una socie<lad revolucionaria cuenta con múlti-

"i"r *iái"t á"-i"rtt-"ti¿" y de enseñanza pata ele'

i;""#tffi;.;;i"" áel'pueblo' v Io que puede

hacerse en ese plano es tan vasto que-no hay tazón

"r.r^o."*"¿cr que' además' los .creadores'

que ex-

#;i':;;;; ;'bu"un nuevos v difíciles derroreros'

5#;?;;;"ár;;f camino v ponerse a escribir 'fá'

cil'...>>

<<... esa obra, si verdaderamente merece d ltll!t::J.'or.u.ión, éi ugttgu nuevas conquistas Tt"T15i.:i;;rr'ibl"t;' pr,.ii"tíit que pueda.legar al hon

;;;;;, ;. sitria casi siempre en desaiuste con su tl(

;;, ; desairrste.t".q.-'L vivió V-1i-9:*' :,,:'lirir""il ..-pi¿ jamás uno de sus cuadros.que

uul.n -illonér, .tt desaiuste "t -gtt", vlvle'ro:

s.ir;¡"¡.i.e, ; .tá ¡nrntt Joyce o un Maiakovski' (

;;";-;:;;lucionaria á'',-'tu obra más se ade

a su tiemPo' . . >

v

<... _pido solamente que, rompamos lo más posiblecon las cosmas conceptuales, las ideas recibidas. oues_to que en el sector revolucionario también lás havy en cantidades enormes...>>

v

<(... nuestro lenguaje revolucionario, tanto el de losdiscursos y la prensa como el de la literatuta está to_davía lleno de cadáveres podridos de un orden socialcaduco... >>

TELON(y fin, de la pieza descargo-posrrérica dela tat:la redonda

y {in, también, del general pLrEGo DE cARGos(que,. como recordarás, hermano, se incoó paraexpulsarme del paraíso siniesftoso

\1, entonces, se encendieron las luces de la sala y el joven¡¡engiscánico se levantó de la but_aca, escupió áerpé.tivoIracia.el escenario y con voz nonchalánica uirro u pronun-ciar la frase definitiva, 7a fr¿se salvadora, la",;p;;;;f rase eurekay aloténica

Irr solución es volver al rcaúo popular(diio, sin más

((se disfrazó de sultán paru la próxima(((y se acostó a nuestro lado

ot

Page 33: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

I

I

SOBRE LOS MIL Y UN TEATROS POPULARES

QUE POR EL MUNDO

(couo t-ls RARAS Y RALAS REvoLUcIoNES

HAN SIDO

("?,.?;-er*.1ibro de cuentos orientales

aunque, en realidad, esas mil v unas noches pueden' pot

razones de econornra .spacio-támpotaL' a dos reducirse

(o tfes

PITIMI,RA NOCHE

habeis de saber, mi señor,"-"i;;*."["zas, si no os gustan las historias de la sete-

zada'Prologuistacue existe un teatro que llacen- descender los cle arribat-"tiát"¿"itii"g,ridot,

ios forrados de pasta y de.sapien-

cia, los q,.r" por"* los instrumenios. de producción'

lasbuenasmaneras,loscódigossíg.nicos'-lasmagras

"f*J.J"t a. la, 'Án'trat

yl "tt

fin' todito lo que

merece la Pena Poseerse,ob.. lnt cabózas de los humildes' como una generosa

ñó"'ál i"-*ttrrt" que mamaron'. con,una magnáníma

;;;;;.;;á; de que támbrÍn la plebe' el p-opulacho' tie-

nederechoasupaftedehuesoenelbanquete,dezan-.n.rrl "* el regocijo universal

v habeis de saber. mi señor' que ese maná teaftal' esa

i"i,.,t, t*,'tl-.* Ut"¿fica lluvia que se.hace descender---

iJ"...tdimiento hecho con el mismísimo talante con

:;-il;;;;idittioguidat damas acudían el domingo

ó.t t^ mairana, deipués. de misa' a derramar mantas

y jersecitos, ,u.nJo, del ropero parroquial-catequési-

68

co, sobre las roñosas chabolas donde habitaba el oue-blerío

desde las nubes despoticoilustradas, es un fenómeno at-mosférico que viene ya de tiempos añejísimos

SOBRE EL TEATRO POPULAR DARRIBABATO

teatro popular d,anibabajo aquél(y bien asistido por un pueblo presignándose de pu-rito asombro

fascinaciónl

boquiabierto de celestialidad y cómplice, en una pa-Iabra, del asunro

un pueblo que acude, en masivo bulto, a la repre-sentación del <<misterio>> medíeval, unas veces réafi-zado a tavés de las calles también llenas de Eallinaspicoteando el contenido de los orinales, la "mierda

lustral anojada por las ventanas

una especie de teatro itinerante, cada escena en unaesquina

((algo parecido, sin duda, a lo que, hoy en día,parecen perseguir los que mueven carros o carras,cargados de actores, entre el público asistentey.,otras técnicas de escenarios múltiples o calleje-riles

del recinto amurallado y todo el recinto amuralladoconvertído en puro teatro

y, otras veces, teniendo lugar en el interior del tem-plo, el espacio teatral reducido a su ámbito conse-cuente, a su matco adecuado

,le la representación, a título edificante

propagandación!

Page 34: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

de la muerte del, en la éPoca, único(v esta unicidad

((aunque disfuazaáa de trinidad p-ar? 9-".e no con-

i.árt"'d..utiado la actual parquedad deísta con Ia

;;,k";-;i;;dntosidad de ú' santidades olím-

picas

0"i..."1, principal innovación del tal teaffo medieval

,ob." otrót précedentes grecolatinos

dios,seguida, en otra esquina, por su conslgulente fesurrec-

ción,lcogida por los esperanzados. pelos, de los asistentes

uj Zro..ia.ulo .o.o un onticipo de. lo que a .ellosmismts se les ha prometido a -sacíedad'

ese tntmltoputt"l d. r,ida eterna que puederr algún día zamp^t-

," .on tal de que se aguanten las ganas'-- ((por otra p,arla y daáo el ambiente reinante' bas-

tante imProbablcsh";;;; iloy, d. dejat los títeres de la ortodoxia

itv d. los ortodoxos, en casos de extremosa re-

beldíasin cabeza

vida eterna que merece '\a pena, después. de todo'

^t ""i^r, p""t tu rnuerte, a plazo también eterno'

resulta .oru prrn.i.lu y'puti descorazonar a cual'

quiera

representación en Ia que, aparte- de las mentadas prome-

rur d" ultraterraneidad, se vende

i';?x?Hix'i??,i

a los catecúmenos-espectadotes, revueltos con las galli-

nas oicamierdas,"^ iil;;-"q*tados por la apabullantez gótico-flami

gera del temPlo-teatrob iítug"t de cóho ha sido preparado el asunto a nivel

70

sideral, de cómo se ha amañado el organigrama deltnás allá

(en lo alto del intríngulis el dios izado

levitación !

a la pr-inta jetárquica,en el escalón inferior, los apóstoles, ia guardia per-sonal paradisiacamás abajo, los santificados, pero ya en reiación me-nos directa con la suprema dirección,luego, siempre en sentido descendente, los bienaven-turados y demás mansos y adictosy, en el sótano, los malditos heterodoxos, con elculo en carne btaseada al roio vivo

v el de más acá(así en la tierra como en el cielooa su imagen y semejanza

copia idéntica del sistema celestial(en los altos del organigrama, el monarca,

Hin:til,ipuntero entre sus pares, ungido y nombrado para eicargo por su figura homotética del sobremundo

en el escalón inferior, los pares, la alta nobleza dearmadura cincelada y de sotana escarlata o amalvada

más abajo, 7a ya no tan ¡roble sangrecísima, pero sí1o suficiente como para no hincada en villanos me-nesteres y poder Íolgarla y feudalearla,

iuego, siempre en sentido descendente, los adictos ylos de sangrecilla

((que, con el paso del debido tiempo, adquirirá lasolera de cristiano-vieja, lo que les dará detechoa nombrarse hidalgos e hijosdalgo y a seguir fol-gándola

oasable

7l

Page 35: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

]¡, en el sótano, los fijosdenada((o de la puta que los Pátier^

lc,s malditos sustentadotes del organigrama-pirámidellv de las andas del dios teattalizaáo por las es-

qúittut, los de las carras gravitando sobre los

lomos<1ue, mañcna. acabadas que scall las procesiones y

las '{r,nciones,

,.tolverán á desripar los terrones de

la gleba

cosmoeénico entramado de tan sólida fábrica, como se

ha exfhcado, que a ver quién es la guapa herejía que

osa hincar el diente resquebroiador aI asunto(y buena gana de inientarlo cuando sólo es necesa-

,io .rp..rr a que transcurra esa breve guiñada que

llamamos valle de lágrimas para alcanzat((siempre que te huynt -utt.nido en la manse-

dumbre y sumisión(((y, para éso, se te pone el ejemplo del dios

supermanso y superstlmlso, co-n ser el -q-ue-eral111nada -..toJ que el encabezador del siste-

ma cósmico sidéreov con 1o maldadas-

((((mucho más maldadas que a ti, pues túme ditás si ser clavado en unos tablones cru-

zados no es bastante más jodido que andar

cargando con andas e, incluso, que desffipar

terfonesque se le Pusieron las cosas

que de tu jesucristianismo se. esperameáiante las pertinentes escaladuras escalafonales,

levitación !

fflÍ:iál li

organigrama ceiestial affiba, algún puestecillo sus-

tañcioso y, a lxayor miel-sobre-hojuelas, asegurado

por los siglos de los siglos

entramado, pues, el {ormado por el teatro-popular de

72

los <,misterios>> medíevales que viene a contribuir intdn-sicarnente, a todos los niveles cosmogónicos, al mante-nimiento del orden establecido

teatro popular darribabajo el que(unos siglos más tarde, aTcanzado ya el cenital, elglorioso, el llamado d'oroy en el cual, por estos pagos nuestros, el panoramasigue por el estilo

((se trata de unos pagos en que la cosa jamás cam-bia gran cosaoque renacimienteen ellos!

y las únicas variaciones apreciables consisten

-en que los monarcas mandan en más cantidad de

tienas sinsolponérsicas y con más absoluta((o absolutista

rudeza((se ftata de unos pagos en que los mandamasesy las mandamasías de palo-y-tente-tieso no han clu-raclo solamente los cacareados cuarenta años, sinocuarenta siglos

(((unos de oro enmierdadoy otros de mierda dorada

y lo que tadavia nos cuelga

-y en que los infieles a {idelizar

((y a quitarles, de pasejo y de pasaje, los oros(((<... y corno siempre trabajase por saber dón-de se cogía el oto...>>

y las tleflasen vez de llamarse moros, se denominan hogaño in-dios salvajes y quedan unas cuantas carabelas másrelos

se deja caer sobre la plebeya populacheía(ábundantosa en los parterres

((los portiemas

73

Page 36: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

de las comalas pachecunas, boquiabriertos siempre de-

lante de la pre-Circe-- lliu ptopin Circe ya dispuesta a.la:er' ya en el

ui.ttti".ito de su padre teo-tecnológicomientras en las galeiías superiores los .concéntricos,ri-bo, de espliritisánticoi-caballeros-de-la-rnano-al-oecho

((como un pórtico más de la gloria, si no en car-

comida pieára catedralicia, sí en negriblanquise-pias

(((el negro para el adusto- jubón sobre el que

i.tultu lu ut.éti.u mano al Pechoel blanco para que sobre la-gorguera resalte la

ascétíca carne de la frizy el sepia, el color cueto rancio, pata La ascética

cafne((((carne a su Pesarcarne malgreéllica

de la mano y la fazteiidos ceremoniales

santífican, dignifican y ennoblecen con su presencia

el esoectáculodesde la- tricéfala monstua áe la natutaleza-

(lu hidra lopetirsocalderoni¿na asistida de algún. ottoacólito rrelézgrrevaresco, moretino o t'tizalatcónico,monaguiilos io tul clerigazos como .los

jefes de {ila,pero sí tan dispuestos a lamer todo lo que se truireleáebajo de las negras roPillas

((óor 1o que lá pattla agtadecida les ha colocado

.tr lut uttálogías-de mis iríos y en los ambigús de

los teatros oficialesel Dorlasraci,r de su homólogo celestial

un fo.Áu de.- guiso dramatizadc a base de Honor(generalm"ente situado entre las patas de esposas,

hermanas e hiiasy que sirve

-{omo motivo de la inriga y de la fábula para bo-

quiabrir al Portierra

74

-como sostén de la tadición familiar, ptimera pie-

áta para. poner las otras piedras sobre los lomos de

los poftlerf,as

-y, sobre todo, como eje del sistema

((<... el honor dramático para todo hombre, lomismo para el prfncipe constante en su esclavr-

tud, es il ";. sobre el que se mueve no sólo elorbe cristíano, sino los orbes todos los que for-man el concierto del universo, es el inspirador detoda conducta distinguida y abnegada

(((consistente, principaimente, en desripar in-fieles con ayuda de los villanos y en repartirseentre ellos

((((entre los de la conducta distinguida, noentre éstos y los villanos

las tierras a los infieles conquistadas((((ésto dicho fuera de las entrecomillas aco-

tadoras del pensamiento del exímio, esto es'propia cosecha del iconoclasta prologuero

y aliento para el difícil deber en que los más sa-

grados derechos(((consistente, PrinciPalmente

((((y perdón por el machaqueoen no dar ni golpeque ya destriparán los terrones de los conquis-tados latifundios los villanos aparceros

((((ésto también fuera del entrecomillado deeximio

se fundan...>>(((y patatín y patatán con más eximieces

alrededor del cual han de girar los portierras

y a base, también y muy especialmente, del Rey Nues-ro Señor Que Dios Guarde

(el cual, el sí que sí, puede conculcat el status ttt-bietórbico, pues, para éso

<<... nadie iguala con el Rey,él sólo es igual consigo...>

75

..*

Page 37: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

<(... es tan augustode los Reyes la deidad,tan fuerte y tan absolutaque engendra ánima piadosa...>>

<<... el Rey es Dios en la tierra...>>

el cual, él sl que sí, puede saltarse a la torera 1o delHonor entrapático de las esffellas-de-sevilla y otrassúbditas, nobles y/o plebeyas, que se arrastran conel real desvirgue a cuestas por toda la teattada delsiglo

((veánse colecciones de clásicos comentadas poreximios

pues, para éso

<<. . . el Rey es Rey,callar y tener paciencia...>>

<(... porque nadie ha de juzgara los Reyes sino Dios...>>

el cual, él sí que sí, puede hacer y deshacer de sucapa un sayo,lo que le venga en la Realísima Gana, pues, para ésopaga la propagandacióndel producto que se anuncia en escenas y escenafios

guiso honor-realesco éste que hay que tragarse por lasbuenas teatrales

(claro que, pata ayudat a pasat el condimento de lapolítica del sanseacabó y porquelomandaelRey

((un poco áspero para estos gaznates de los más-machos-que-dios que hay que figurar

se le procura suavizat con un aderczo a base deel-mejor-alcalde-e1-Rey o el-Monatca-árbitro-por-enci-ma-de-todos, tefotzante, además, del ingrediente pro-teccionista

76

y, así, cuando hay que echar justicia real al abreva-dero de los villanos, la hidra pre-premionobélica sesaca de la pluma un dramocomedio con protagonis-tas ofendidos

( (fuenteovejeneroszarameoso sevillaburlados

y humillados((los maridos, hermanos o padres

(((algo escrupolosos y máJ-que-machos, ellos tam-bién, en cuestiones de honor, que hay que ha-cer valer el otro ingrediente del guiso propa-gandizado, resaltando, por ejemplo, qle -hhacienda y la vida, bt,eño. p.io qr_r" el-honores pamimonio del alma y etcétera. etcére¡a

((((algo que, aparentemente, va en menosca-bo de la todopoderosidad del Monarca al quese le concede hacienda y vida, pero se le

-re-

gatea honor y almapero que, al Íinal del dramocomedio, cuandoel Monarca sale en plan balanza de la justicia y se erige en defensor también de loi ele_

_menros _ patrimónicos de la parte inmortal,

Hacienda-vida-alma-y-honra se funden en unapasta

(((((o un guiso, que yasadichodiferenciada y monárquica

de .las nrcntadas_esposas, hermana, o hijas, humi-lladas

_ 1' ofcndidas, ellas, enrre las proximidadesdel culo

(((sienrpre por allá,.nadie parece preocuparse delas o[ensns y humrllacloncs de otras regionessomáticas

((((po¡ ejemplo, los lomos

por algún fiero capitán,(((noble é1, pero todavía sin enrerarse que lode todos-juntos-más-que,vos

((((v ctras modas fiudalescas como el pasarse

v7

Page 38: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

T

por la piedra, por,la pierna y. por la pernada

a las tapazas de la clrcunscrlpclon,ru ha oasaio a la historia y que el último grito

á. tu L*porada, lo que ahora se lleva es 1o de

Yo-E1-ReYf(((que él sí que sí, Yasadicho -

o".o iu ior, ,. ariegló prescindiendo del macho-

nll noble deshistorizado(((con todos los que hay, apenas se.va a notar

i. ud..ttát, la coiu sucede de corral pachequil

oara dentro.on 1o que el Rey Nuestro Señor queda a la pos-

tre de meior átbiiro-alcalde-juez que el mismísimo

Salomón

la honorosa nobleza(((en todo caso menos el desenterado capitán

" ;¿;;i. clasemoninando el cotarro baio La,férula((iv, pu.^ éso, cada vez se les irá facilitandonio¡á-i.t to y manutención completos en el

propio palacío donde el Rey mora, como lailran-Famil i a-de-la-Corte

benévola, pero severa' rle papá Monarca

los lópeces, tirsos y calderones forrándose(((veánse slrs testamentos

v los dessraciados portierras' como sigmpre, a po-

i., .l .uio y los lomos, haciendo ofta,vez' al salir

Jel redil pu.h"q.t..o, de manso leñador o de su-

miso lañador(((bien es verdad que también tienen alguna

.omp.n.u.ión aparte y qu-e ayer' sin ir más le-jos,'como fiestá de grraidar que fue, pudieron

refácilarse y bien folgar con el espectáculo de

los treintaiiantos herejes socarrados en el auto

de fe de la plaza mayor de la villa y corte

v santa pascuas

y al córral de la pacheca con el comediodrama de marras

78

o por las malas del ttibunal especialísimo de la Santal.nquisición

y amén de nuestro gran siglo de oro, de su gran teatroclásico y de su gran contribución al mantenimiento delOrden Establecido

[eatro popular demibabajo en ]as calenclas decimonó-nlcas,

(en las que las cosas, por acá, continúan, fuera delteatro. tal cual.

((pintando, casi siempre, espadón y bastón y a unbienio liberal continuándolo un ochentaenio decavernicolismo, de no-ha¡'-que-confundir-triberalidad-conlibertinajidad, de por el Trono

(((unas veces ocupado por gilipollas de mala-leche y otros por cachondonas agilipolladas

y el Altaro que siglodelasluceen ellos

pero fuera del teatro, aquí sí que ha tenido lugar tra

redención((el manumitido pueblo conducido, por fin, altantas veces prometido paraíso

(((pero donde continúa t^n de a pie firme comoantes estaba en el parterre, ya que las butacashan sido descendidas a las regiones inferioresdonde ahora se acomodan los buenos burguesesque gustan de ver el espectáculo

((((y los tobillos de la damita jovensentados en la {ila doble cero

de las galerías superioresdefinitiva

c[ verdaderamente aceptado y frecuentado por los hu-rnildes

79

Page 39: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

(ya se anuncían, se anuncian los claros clarines de la

Circeel de las literaturas con los misterios de patís,

(o de madrido del vaticanoo de lima-la-bella

ias clos huerfanitas, fler-de-mari o la hiia del -jotnalero,

"i-.o.ur¿tt de Margarita o simplemente Gabriela

el del folleLón-folletín por entregas(todo es teatro, el mensaje no es- el medio,r. además. donde díie folletón digo dramón

,u.áo alahtz pública en cienros de miles de ejemplares(con 1o q.t" t o sólo el histórico y tradicional y yu

iirto boóniabiertismo de los asistentes y lectores

queda demostrado, sino. asimismo, el foramientoc{el novelista o teatralista de turno, el eugenio sue

como se llamase el autor del dtamón de turno((que la erudición del prologuista no llega a tanto

como para saberloque no se limita a aprovecharse de sus pingües ven-

tn;as de folletinador((y d. las de follador' ya que las duquesasdalba de

turno slempre están dispuestas a maiadesnudarse

y abrirse de aristocráticás ancas ante el artistaza

de turno

sino que, ganando a los dos paños, el foll I ;Íi:"*salva, al mismo tiempo, el tesoro de su- alma de pro-

letario escondido hacléndose dirigente del partido so-

cialista obrero de turnoy echado un día sábado entre los días sábados'

(anhelantemente esPerado

cinco, cuatro, [res, dos, uno' ya es día viernes, ma-

ñana ya podré saber en 1o que va,a quedar la man-

cillación u p.,ttto de llevatse a cabo en la inocente

80

persona de fier de rnari, conducida con infames ar-timañas al elegante reservado del rnolinrúg

((o del batacláno del salón azulo de la chistera cle oro

y emborrachada a base de champán bebido en unode los zapatitos de piel de boa que, para mejor en-gatusarla, le comprara ei viejo crápula, el conde malo

1,or debajo de la puerta de la flor de maría de turno

r',r es día sábado,Vrr tenemos aquí el capítulo doscientos siete mil ffes-r ir'11ios veintidós de la serie

(anhelantemen tc nbierto

para comprobar((Alabado sea el por siempre Alabadol !

qlle no tiene lugar ei temido desconcellamiento, pues,jr-rsto en el momento en que

((ya todas las enaguas-flordemariánicas arrebuja-das por encima del inmaculado culito

el pingajilio violador del conde se aproximaba a Iacándida entrepatita

((siempre el mismo hornito-relicario de la honrade turno

se produce la providencial irrupción en el reservadode Rodolfo, el conde bueno

, .rr la prevista salvación de la menor de las dos huerfa-r rr r as, hijas de jornalero , L7amad,a Flor de Maúa acá, Ma*¡,."t allá y Gabriela acullá

lrrr'uo, el día domingo, fiesta de guardar, a ensoñar

]

Ievitación I

Ievitación ! !

levítación! ! !

81

Page 40: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

con que, un día, lTegaú en que ella también,(pregunta -Por

qué no?

flor de maría de turno

identificación !

identificación !lidentificación! I I

pueda libetarse'---(.to del conde seductor' que ella no haría demasia-

dos ascos en arrebuiarse lns enaguas con tal de co-

"á... "" reservado áe é.os y a qué sabe el champán

v el pingaiillo de los condes, bueno-s-o malos sean

de las ."toi.é horas de embutir picadillo de cerdo re-

vuelto con pimentón en las tripas pringosas

;;;;, ;;t; ello, sólo ,ería neóesario qque se diera uno

il ";;';;;os tan frecltentes en las -novelas de cada

sábado,- - (.nuo. que vienen a compensar-las tantlsimas des-

g.n.iuu ie los que' a -pesrr de fa santa misetia' se

iian venido .otr..uu.,di puros de elma y trabajado'

res de cuerpoqrr.-tá Ji.rn, pot ejemplo, qtie ella.-resultase ser las im-

J..,rirtuu ."áué.u".rói.r'.le .r,t pecadillo de juventud del

rodolfo,-.--i;;;", desde luego, se describe. en el.resto de la es-

i"nu i"l reservado, expuesta' el sábado siguiente' en

el capítulo número 207 323clue la lTevaría---t¿"tp"¿t

de las correspondientes y sublimes frases

otdt"m¿i.ut e hiiaméicás, de mutuo reconocimiento

h"rá-ilt ;;i;n., dnttd" se toca el piano, se recita el la'

marten de turno,(o al bairono al bécquet

se iuega a Jas Prcndas; J.l;;;;, i.u* todo, las catorce horas de picadillo

de cerdo y Pimentón

82

,,, el dia lunes a levantarse a 1as cinco de \a mañana Dara, rrcaminarse al tajo con la sublime salvación deba;o dellaído abriguejo

(salvación que puede leerse en el ttanvía de mulase, incluso, hacer con ella un rollito consolador y sus-tituidor del falo rodolfo-oaternaly masturbarse con él en él retrete maloliente y suciode la fábrica de salchichas

consolación !

consolación ! !

consolación! ! !

lrrs tf€s ingredientes(levitaciónotú puedes ser salvada de la obrera condiciónidentificaciónotú puedes ser igual a la heroina del dramónoconsolacióntú conserva 7a esperanza y ttabaja con tesón

lr(', poco más o menos, vemos arrastfadose desde losr( rirotos tiempos y que aqul, en forma de pan y folletín,r rrrl¡ién contribuyen al mantenimiento del orden esta-I'1,'cido

r,;rtfo popular derribabajo el de nuestro aquí-y-ahora, el,l, rluestro siglo a cuestas(en el que el extrateatro sigue, por los andumíalesnacionales, tfes cuatros

((y aun cuatlo cualtosrle lo mismo

((más de Ia mitá de 1o que llevamos de lastimosacenturia secuestfada por una de esas mandamaslas

(((por 1o que el prologuista pide a los dioses Ie

83

Page 41: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

sea permitid o ^lcanz

t el quinto añito de la;;"il v poder, así, decir que estuvo más

ii".po f.tetá de la tumba((((en vida, se entiende

cue dentro( ( ( ( Pre su n a-adivinanza"'ii(i;;;; los golosos de datos cronológicos

.'i"u.ttigtdot"es Ce tesis sobre. el teatro es-

pañol undregraun contemporaneo

"n'qrré añito naciera ""ttiro

buen prolo-

gador?de ella

u oát .,ttu de esos mandamases dictadores gravi-

irJ¿" ."Á" losa de m,usoleo, con todo su peso'-^itfu p;;; aproximado de un millón de calaveras

sobre los hcmbros- (((r"ulr.ltos con la sangre, el sudor' las lá-

grimas y Ia mierdaque la sufrieronoque aftancocoPien ellos

v el intrateatto, el tío suertudo, el sí, siempre con la

revolución hacia delante^"ii; ñ; tales extremos que el antiguo templo'

i.átto t-t, quedado abolido de todas, todas

u.- nt ot^, "1

,"nr.o lo tenemos en el p'ropio dulci

irogua, en una mesita adoc

?itó en un hueco de la librería-mueble bar' entte

las mil mejores poesias de la .lengua castellana

((((si no uno es progre-dorado, las obras com'

pletas del maooTabiografia del ché

y la botella de uisqui leibol nosequé

en'ei privilegiado espacio escénico del cuarto de

estar

(((ya tenemos, HOOOsana, entre nosotros la se-gunda Mesías, la Anunciada, también, en esteprólogo nuestroya nos ha nacido la Circe-Pantallal

( ()!r su teiefiln o su telenovela de turno(o su fotonovela, que tiene la gran ventaja de ser unteatropopular que puede llevarse debajo de la trin-cherita de tervilor

((algo se ha ganadoa la Oficina de la Cía. General de Seguros del Nor-oeste,Ese Aleerla en e1 netro

((algo se ha ganadoe, íncluso, hacer con ella un rollíto consolador y sus_tituidor del falo del bellofotonovelado.., ller,árselo al níqtrelemporcelanado servicio

((algo se ha ganadodc la entidad aseguradora ¿r la hora del bocadillo

,r¡vo contenido sigue.siendo, poco más o menos, el del.s 1¡i5¡6.;o. medievales

(o los de paríso los de la gaTaxia I-Z 29

r.¡ conocidos nuestfos(con miras a la misma propagandación, levitación ysublimación de siempreque aún colea el eterno asunto de entremuslos

((siempre gratifícador y foradorque toda pornografiacióntiene popular aceptacióny engorda las ventas del fotonovelón

para el confeccionador .¡ el endilgador áe la jaleaamorosa de turno

((pregunta -cómo

no?

8584

Page 42: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

la mística rescataduría de este valle de lágrimas

((v de las ocho horas(((algo se ha ganado

de jornada laborald"-lu'-p.otugonista, de la dependienta de Nuevas

Galerlas" ñ^A la vendedora, de casa en casa' de la Gran

Enciclopedia Para el Hogaro de la tuqul*tt*O gi^íu a9 h Cla' General de

i.grr.o, del- Noroeste, Ese Aque lerá trasustanciada-"¿(;

unión de la mas-turbada lectora

(( (o Circe-esPectadoraque con ella se identifica

u ú"r^t i"¡u d. ¡outtt--oderna-liberaáa' mitá yaque-

lín. mitá barbarella. írudu a Ia consabida diestra-

?l;i .t un deportivo inglés, a la siniesffa

d.i'ái..;;¿;. ál-"""o, uÉotu "tt joven igualito que

el mismísimo atendelóá, dettás del volante de su

descaPotable

Dero cuvos continentes se han modernizado a tenof de

í*ii""iÑ,-á" i^r manera que 9e han hecho más mas' I

ñüi#;"ilp;;;"b1" puiu e} rec:pTj- der rnensaie

que va no tlene q.r. Áutti ningún esfüerzo para identi

ii.át'.i gato-signo-que le ofrece la Circe

(o la" viñetá ipor Ia liebre-realidad , , ,..:)^ ^ ^^tlva que eI srmooio le es servido ¿ capón' como

'a i

i##A ,¿ri'ñ- -*o una reproducción exacta de ¡

lo simbolizado-- it"" gato no sólo imagen, sino imagen tras lma'

gen tras imagen tras(((Puntos suspenslvos,rn guto en dos dimensiones y,sin espesor

,rtr *guto

que evita al mironeador el tener que le'

solver las antiguas ecuaclones

i;;g;"j" litera"rio + patas de mosca/escrituta =: munGo

lenguaje teaual i rollo de aparato escénico :: mundo

con una técnica formal que trata((y lo consigue

de impedir que ni los analfaberos, ni los blandosde entendederas se libren

. ((como podían tener la suerte en la época clásicadel embaucamiento general, de Ia totalaadora con-versión en cerdos, del absoluto lavasesos del sistema

,..rmo forma del mantenimiento, a todo pasto y a todat irce, del Orden establecido

\', en este momento, viendo que despuntaba la mañana(y, sobre todo, que ya estaba bien del nocrurno en-rollarse de teatro popular darcibabájico

,..'r-ezada-prologuista-plomoguista se la envainó y el sul-l;ín no nos acordamos cómo se llamaba, su esposo y',( rlor, su _joven-rubio-bárbaro-hermanito-virgilio-hipócritá','¡.r-barbado, mon frerl, perdonó un día más el rebañado de pescuezo con talr['col]ocer la continuación de los míl y un teatros, del,rs r¡il y unas noches populares

r , ¿r la . noche siguiente, un servidor prosiguió en éstos

, ' ¡rarecidos términos

"I (;UNDA NOCHE

,l, r'í¿lrnos, mi señor, hace ya inuchas páginas, que existerlll te¿tro _qüe se le arcoja, que se le echa, que se lerrr;r al_pueblo corrro.,na monJa zancatta pafa que, tam_I'r,:rr é1, renga slrs rebañaduras de regocijo .r, .i bá.rqo._r, rlniversal

(que se suele celebrar en el interior del castillo. ',rbre el que anoche, no más, mi señot, os diéramos

'l sran coñazo

87B6

Page 43: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

\¡. ahora. te <liremos, mi dueño, que existe ofto regociio'

(que se slrpone teatro y ya veremos sl

urr algo ctue el Pueblo"" ;i.1,:.;";"i'átriir", fuera del lugar de ios {estines

-.1senoflales((con perrcls presentes a la espera.del hueso

",.'ior-nli"¿*doés .lel mercado, 9n mi.tá. de cualquier

."^.""f t.¿"iot del pilón á: ln plaza.del ltrgar'- entre

i;;';;;;. .1" -cualquier

me.són o garito' entre las ca-

marras de cualquier casa de Putas

se oftece a sí mismo

un algo hecho elel pueblo, rlesde el pueblo y por el

puebloi,llr"¿ir,ino al p*eblo, pata el pueblo' hacia el pueblo

a nivel horizontal, de igual a igual, digualaigual

SOBRE EI, '|EATRO POPULAR DIGUALAIGUAL

v la madre del cordero consiste en averiguar qué se ha

it""i¿" ri^n'^Jo-.rrl,.,tn del p'-reblo' en saber' ni más ni

-.not, 1o que es ese algo qt" "t'ltrlu 1o popular

v- de buenas a 1'rrimeras. lo inmediato que te salta a la

;r;.';;;. -a. q' . cle rrr'rlgo' se rratá de un anti-algo

á;;; unti-cr,lntrá qlre se opone-a otro tipo de cultura

(o, si se quiere, a otro tipo de pro-cultura

existente- iu cultura que se preocupa de guardar apariencias'

(omPostures Y correccionesla encotsetada en formalismos, normas y cauces'

lu d"l pnln.io, el senado v el templc)

la respetuosa con el rango' la jeratquía y la solvencia

la coáificada en lenguaies académicos' en textos ca-

nónicos v en Iiturgias sacramentadas

i;;;1#, dicho ce una reverendísima vez' oficial

88

de modo y manera que el cotpus social, se dhía, paraquitarle importancia a la cosa, para hacer que el asnototémico

(sobre el que se ha colocado \a catga de la conviven-cia clel grupo

no avance demasiado escorado, con una parte de la al-forja repleta de seriedad

(el modelo oficial que yasadichohace que uno de sus componentes, llamado pueblo, car-gue con su cultura, con su manera plebeya y cachondes-ca de contemplar el munclo, con su ptofano a-la-pata-7a-llana, la otra vertiente de la sobrealbarda y, de esternodo, permitir que el equilibrado burro

( jumento-balanza puesto en su justo fiel

en un platillo en el otro platillo

el ceremonial religioso los ritos degradados y bufosla música de las esferas el golpeteo de las cacerolas,laúdes y violas zambombas y panderetasel rev el bufónel brocado y la sedael tenedor y la cucharalos cultos latinesla sentencia doctoralel disimulado bostezoe1 héroe sobre brioso cotcelel sabio togadoel hacer sus necesidadesel vencedor uiunfalel uniforme militarel sepelio del diosla consagtación del empe-

radorla ascesis de la cuaresma

Ia arpilleta y el culo al aireeI zampar con los dedosla palabrota y la blasfemiael re{rán vulgarlsimoel regüeldo a 1o cerdola bruja sobre palo de escobael tonto con moscas.t ."."",, .l --""J !r r1r\4r

el descuajeringado por la derrotael disfraz de destrozonael entierro de la sardinala coronación del loco

el desenfreno del ca¡naval

siga tirando palante(pero no solamente este punto/cr-rltura oficial y con-mapunto/cultr-rrzr popular colaboran a la musicalidadclel iumento socialtambién sucede que la contrafigura de 1o popular, la

89

Page 44: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

locura que enttaña el carnaval sirve de válvula de

¿r?;;"¿-; refrenamiento a las ansias de acabar con

;;'i"",J.í^bl"l-Jf.tt"tias ierárquicas que la figura

ofi.iul mantiene dutante los trescientos cincuenta y

;."h.t días anuales de no-catnaval"'iit"üutrá a larga tur,'biudu con la que se torea el

)¡tiá ,*t¡tr, q".t. ,. dice, del toro. popular

toreamiento y esquivado de la violencia-virulencia

oue no son nuevos en esta plaza ní en estos cuen-

ios. mi señot sultánd".f"ü". q"e no llega- a convertirse en,fuego pot.q.l-'

la tui-lo.rrta está perfectamente controlada' margtna-

da. puesta en aislamiento y cuarentena-'iii""t" 1o .rtátt, asimismo, toda clase de locuras

otras,de enfermedades,de lePras,de delincuencias,Je atípicas excepcionalidades al orden social'

de. diiho de una teverendísima vez' libertades

Dor su carácter de Provisional,""itpátq""

"f-ti 1" i,r"l", ¡hí.ée encuentra el meollo

cle la cuestión, en ll provlslonalldao

;; ;"; semaáeja puede la sacroficialidad tomar

sus cartas en caso de que el asunto salte

v su limitación en el tiemPo' ii.;;";".bién está conirolada' si no temporal'. sí

li"*i.t-."i., d.,t,to cle unos límites espaciales

pfeclsos''iiiiu-.ntn cle putas, el figón'- \a plaza pública',el

-.a.rdo, los ya nombrados lugares frecuentados

fo, l, pl.b.,'el populacho, la chusma' el vulgo

,rtios aspeitos de la expresión popular

v la prueba cle esta segregación-' de ese borrado del

rnupu' d. Ia decencia, .t .q"t, fuera,de é1, sus ma-

nifestaciones son igíoraCás o malditas' oprimidas

v reorimidas, condenadas y proscritas' ((i"... iibri qui res lascivas et obscenas tr^ct^n'

90

aut docent, cum non solum fidei, set etiammorum, qui ejusmodi lectione librorum facilecorrumpi solent, ratic habenda sit, omnimoprohibenteur, qui eos habuerit, severe ab Epis-copis puniantur...>

o su traducción al castellano

la ley ptohibe la blasfemia((((v la obscemia

o, dicho de una reverendísima vez, censutadas

y, por otra parte, ni siquiera en estas épocas de libertadconcedida

(todo 1o vigilada y limitada que se quiera, pero li-bertad al fin y al cabo

nos parece, pot desgracia, que se pueda hablar de teamo(y de ahí, mi escuchador ensultanado señor, que pu-siéramos en duda, que pusiéramos en entre-porsu-lluestos, en enue-no-confirmados, al principio.de estasegunda noche compartida, el teatralismo de 1o po-pular digualaigual

oigamos, mi dueño de noche, lo que tienen que decirnos

'rl respecto los ya devanados de sesos en la cuestión

u... el carnaval ignora toda distancia entre actores y es-

l)cctadores. Ignora, asimismo, el espacio escénico, inclu-s() en sll forma más embrionaria. Porque 7a rumpa, ellrroscenio, la escena, habrían destruido el carnaval (e,irrversamente, la destrucción de \a rampa, del proscenio,,li: la barrera entre actofes y espectadores, hubiera des-rltriclo el espectáculo teatral). Los espectadores no asis-Icn al carnaval, lo viven todos, porque, en su idea mis-rrra, aquél está hecho por el conjunto del pueblo. Du-r rrnte la duración del carnaval nadie conoce otra vida

9l

Page 45: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

oue la del carnaval. Imposible escapar de él'-el -carnaval#,i;";';td"".-rt""tét. espacial' Todo a 1o largo de

ir ri"tt" "o -t. p""d. vivir iino conforme a sus leyes'

es decir, según las leyes de la libertad"'>

v<<.-- el carnavat no era una forma artístic¿ del espectácu-

i" i.ni.nt, sino una forma concteta de la vida misma' que

;;'.;;;;;t."i"¿t sobre una escena' sino vivida de

alguna fflanef a. . . )>

v1.,... drrrur-rt. el carnaval es la vida misma 7a que .actúaJ. nierp..,e, sin escena' sin rampa, sin actores' sin los

iiributoi esp'ecíficos de la representación teatral(el subrayado de la frase

((frase que se aprovechará en la parte desmuctíva

d.l .npiif".ulo ieatral tiacesco e, incluso, para ce-

ruar el Prólogoes del Prologuista

ottu lo.rnu'libre'de rnanifestación, es decit, de su rena-

cimiento sobre meiores principios"'>>

entonces, a io mejor/peor, mi- joven tubio, mi bárbaro

¡^t¡u¿o,' mi compañero de lecho cuadrado,, de cama re-

á."¿", iond., a medias, vamos encargando esta larga

criatura Prologuera,entonces, nl slqulera en esta lozana y fresca y libre vi-

talidad de lo popular podremos cimentar un teatro que

;;ü; " ilenar' n.,estas nccesi'lades aquiyahóricas

pero resulta que esta nostalgia rle -la libertad la tenemos

!.pultu en las ttipas como una dolorosa ballesta

v. Dara arrancarnos esa nostalgia, nos desgarramos las

iiiour .n un desesperado jntento de recuperar-aquella

ir[lat ^

y dorada üud en que todavía se daba la Gran

Fiesta Pópular

la buscas, la buscamos, nostálgicos, en la glorificación del

cuerpo y de la carne

92

(que ya sabemos que la parte ar.cangélica del jano,la parte espiritual, se la reserva Ia clase oficialísticaDafa sus severos tastos

que caracterizaba 7a Gran Fiesta Popular(pero olvidamos que la Gran Fiesta Popular era unaregojijada aceptación de la materialidad de este co-chino mundoy las atormentadas liturgias artodianas

((o grotour,vskianasseguidas, también, por los posartodianos

((o por los posgrotouwskianossólo son una ardida consunción de la carne en ansiasde infinituduna gusanefa de cuerpos desnudos, de actores tetof-ciendo sus como-1os-echaron-a-este-valle-de-lágrimasen una postrera agonía de ascesis y de éxtasisen un último intento de Úascender la carneen una desesperada y exasperante ceremoniaen una privada y secreta mísaen un oscuro rito de imágenes y sonidos oficiadopor los actores sagrados

la buscas, la buscamos, nostálgicos, en la parte de orgíageneruTizada, de fornicio generador y renovador a que in-vitaba la Gran Fiesta Pooular

(pero olvidamos que lá invitación a la estéril cópula,al final de los paradisnowescos livingdianos,

((o poslivingdianosno puede dar Iugar sino a una forzada jodedumbre,

((no con todas las tripas, sino únicamente mental,de sesos para dentro,no liberadora, no hacia el otro

sino a una desolada metedura de pijos de papel encoños de papel y de representación

la buscas, la buscamos, nostálgícos, en ese intento jape-ninesco de borrar tras diferencias entre vida y represen-

93

Page 46: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

mción de la vida, porque la Gran Fiesta Popular eta

toda vida-viva'"*Jo..t olvidamos que sólo !a posibilidad de la muerta-

muerte colorea la viva-vidaque sólo lu pr..""tiu'áel morir es a borrar los lími-

tls entre lo -Pintado

Y lo vivo

ñ1á. "t iap."i" Jn lu",lot espectadores pudieran

y truieran q.té ser degollados por los actores

((o vtceversao los actores entre sl

(((pero esto seda ya la fiesta de toros' otra

fiesta, otto teatro que, eslavez' te ahortatemos'

hermanito sultán,.riu- ripn" de transpasar aquella barrera

la buscas, la buscamos, nostálgicos, en el teatro sin texto

(v sin Pretexto

"" ;i r;il'iiu.á" áe la titania de1-Gran Señor de las

i;;f;;"i- diot-¿"tot' porque la Gran Fiesta Popu-

lar se realízaba como t"t'&o'ói'-o contra los dioses-de-

monios restrictivos'"*(";t; ;i;idamos que, de la canoña del difunto dios'

iü;"i", -;;-

t'án áti-ttttado nuevo s dio ses-demonios'

;;;;;ilI"; á". :'^ tt" m"tamorfoseándose en lindas

maflposas-Ien1xcue al Gran Señor de las Paiabras ha sucedido el

óran Señor de los Gestos((a la rctóri.u á! lut palabras, sucediendo la rctó'

rica de los gestos

;'l;- p"t"¡lut" t"sangrentadas' sustituyendo los

gestos ensangrentadoso,rE al dios-A.ttor ha uenido a sustituir el dios-Me-

i.t-.tt-t..n'"ii" J- ¿¡s-Actotes-Reunidos-en-Asamblea-Popularcon sus nuevas fórmulas de restringit

la buscas, la buscamos, nostálgicos, en el teatro como

94

citco, porque el circo mismo era una Gran Fiesta, sintextos y sin dioses

(a no ser que se considerase como dios el que hin-caba e\ pulgar para que se cargasen al gladiador io-dido y enredado por la derrota

el Mayor Espectáculo de lo Imprevisto, en el que laMuerte-misma

(como la Vida-mismapodía saltar en cualquier ocasión,

(el saltimbanqui partirse el espinazoel león devorar al domadorel tragalumbres abrasarse el gaznatela cobra picar al faquir

en medio del juego(pero olvidamos que hacer reptar y balancear y ga-teal y perrear a los actores entre fampas y metálicasest ructuras victorgarciescas

((o posvictorgarciescassólo nos deja a mitad del camino entre el teatro yel circo, sin teatro y sin circo, sin poesía y sin juego

la buscas, la buscamos, nostálgicos, en éso que se llamaIa creación colectiva, porque eran todos y cada uno deIos componentes de la colectividad los que se vivlan laCtan Fiesta Popular

(pero olvidamos que la creación atistica((yasadicho

sólo puede cristalizar tras 7a solitaria aceptación delexilio que roda verdadera poesía conllevá

rrsí que cfeo(después de tantos busca/buscamos y tantos perolvi-oamos

rni querida mitá dialectante, mi opuesto por el prólogo,,pre la Gran Fiesta Popular, que 1a gran-posibiiidaddevivirnos Ia vida no es negada a través de las teatralidades

95

Page 47: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

v no olvides/olvidemos(vasadicho

"".ti""iJr,"." oficial y la cultura popular son,cómplices

"r, .l -unt.ninriento, equilibrado y avance del asno oel

É'i.;, á; 1o Positivo, dé la Armonía sociales

;'*"rt;; q.," lu *i.í¿tt de este teatro- letal y maléfico

q".--i"".ii"tamos vetdaderamente revolucionario y con-

secuente y preclso , *ot tiempos.de silencio y de. f9s-ttucción, es raer) ,o., y totto'"'- las entrañas podridas

;;1';i,'á ;;e..d; hasta conseguir que termine' cl'lce-

mente, por reventar(yasadicho

v hua.t ql-re se construya un buro nuevo

en la ocasión se iniciaron, más allá áe los tules que--en-

..t.^¡^" """ri.o/tn lechá de matrimonio' las p.erlinas

;i;;iJ;á"t J.1 nibn v serezada-riaza se calló clis*eta-

mente

pero, al comcnzar lr nochc sigtrien"te""']il;

". n.v día eterno tras del cual la noche no se

aalce

h iÁparable sinhueso del tipo prosiguió en éstos' o pa-

recidós, términos

TERCERA NOCI{E

habreis de saber, mi poderoso señor bárbaro dorado'

ol-r. tu*bi¿n existe otro popular teatro. que se hace de

lü.i"-prtr.;;lbr' deba¡oriiba, que el pueblo fabrica

para que los notables"-'ii;;;i....itlu compuesta no con demasiada sabi-

¿tiit "i'altura

de raciocinio, pero sí.poseyendo cier-

to pícaro donaire. graciosas .ocurrencias y abtgatado

.álá.i¿o, meritorioi en verdad, viniendo de tan rús'

ii.^-v-t"".illas gentes' Alguna piececitla' -os decla-

-ot, ¡""nu u dirtrutt, en ocasiones de festejos y

96

II

conmemofaclones, a nuestros prlnclpes y a sus con-sejeros de las enojosas tareas de gobernar esta sere-nísima república

se desenojen y desanuguen de severidades

SOBRE EL TEATRO POPULAR DABAJORRIBA

teatro popular dabajoarriba el de la commedia del arte(y otras arlequinadas

del que podría decirse, mi sultán

pero. el polverliniano coengendrador, sin dejarme/le pro-segurr

(y, ni tampoco, poner puntos suspensivos derás demi sultán

viendo la nochecita/citas que se le venía/nían encima,rnandó llamar a energúmenas voces al gran visir portal-l'ange para que le/me rebañara, sin más historias ni cuen-ros, la cabeza

(o, por lo menos, la sinhr-resos,rl relatador, teaÚero, pro(logo)ductor

v expresó su furor en éstos, o patecidos, términos

t stá visto que el único teatro que nos quiere endilgar( ste tipo es el que se ha sacado de sus reverendísimos( ()iones

SOBRE EL TEATRO DE LOS RIAZAS

(que, después de todo,((y de tanto

es sobre el que supone inclinada la cu-riosidad del hipócrita leedor

l',rcs sucede, mi energúmeno hermanito,(dos puntos, mejor que coma, dicen

r rc tanta adversión como tú puedas sentir Dor los de-

97

Page 48: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

cadentes, dulces ¡t podridos teatros riacescos' vlene a

sentirla el ProPio riacedor

pero, al mismo tiemPo Y hora(confesémoslo, hermanazo

sucede ::ff:$i:i:l

'lcontradición! ! !

que amamos hasta io más profundo,de nuesüos tuéta-

nos, de nuestras cachas, dt ""t'tro dulce y podrido co-

razón, nuestro teatro, mi teatto

pero aquel odio no llega a desruir a la vieja putaporque el artista, en el fondo dulce y podrido dé sucorazón, de su lengua de perrito lameión de la be-lleza, ama a la puta pútrida y, sobre todo, ama elesplendor del tiempo perdido, del pasado cuyos res-coldos, aunque mortecinos, a(tn aguantan

((otra cosa es que cierto bárbaro, algo musoliniano(((y conste que no re quiero ofender, que yasé que tú, no

sea el encargado, en resumidas cuentas, de acabatcon la vieja zorcay de- acabar, también, de paso, con el artista-pe-rritolamerón

entre la dulce y podrida cenizaral bifásico procedimiento va a formar el entramado de('ste postrer capitúnculo donde meteré, metefemos, aqué-llo que a la sesera, vuelta sobre sí misma,

(vuelta sobre las partes de nuestra, de mi GranObraza, que habíamos ido guardando

((con cuidado y temor rle Dios(((v de los aguaciles y censores de por Su Gracia

en el fondo del armario de los venenoslctorcida como una culebra, se le pueda ocumir

r', así, a la mitad de aquella dicotomía que llamamos.r, cptación habría que cargar

(pregunta -o abonar?

,se lenguaje superbarroco que fecama todo mi, nuestfo,|( iltfo

(aceptación de una tradición teattal española queviene desde la celestina

((en su parte noble,.que también lleva rechazo ypeste en otra parte de sus entresiios

pasando por los monstruos-clérigos de la natamleza((de los que un poco ya se habló

hasta valle

vconesaclicotonríadelamorSecretoyentrañablecon"irrp..r.tro al entrañable y secreto odio

(dicotomía

fascinación odioamor rePulsiónhaz envés

luz sombra

síes nos

creaciónaceptación

destrucciónrechazo

se va a confeccionat este cesto

inl bipolu. urdimbre amadaodiaáa,(he aquí que en una de las Piezas

((pregunta -por qué se llamarán piezas los mó-

¿utot ¿. los romPecabezas?

uu.iti.tn, pariéramos, un cieJto artista adolescente

lái, -,

.i.tir'vieia dulce v podrida -que le nutre con

tal de que venga a adornarle sus últimos reventares'

.on tul'd. qnJ u.tgu a recamar su agonla con los

.tot.náo..t á. ,-tn pát^do perdido que' al tal artista'

se le encarga áe rechercbar

98 99

Page 49: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

((y su recobre,. en Darte'(((que tambrt" li"vn pujos de nobleza en sus

enmesijosde la Paite de Peste celestinesca

lenguaie barroco mucho más dirigido. a.deslumbrar a las

;;:tü; g.r,,., con el qué'bien-escrito!!(aunque el exceso al'?cl'-" suele ser un lndice de

la fa]r'a* ¿i;;;"t, confesión, hermano' a la lista

de realidades((vasadicho

(((Y redichoitttv requetedicho

reiteración I

i:i::ff:i:i'll

u en el siglo de oro' otro eiemplo p.ong.amos' cuando

lf .^,"fi.i!n,'o-á.in dc ser l,r razón iustificante y lus-

iifl.udo.n de degollar infi"-les((<<... sépase ql"'ti tlgott' personalnoble o ple-

beva d"s.r.,b'" tn nu"'tros reinos algún hereie y

1o mata o despoja de sus bienes o mutlla o Ie oca-

,ionn ."utq"iti átro daño' no por éso ha de tener

utgú" .uttigo, antes bien merecerá nuestra gra-

cia...>>a una Y otra otilla del mar océano

(toor la catrsa, mu) plincipal' de que ya están

casi tod,rs los herejes d'golladtrs y stls oros y sus

ii.*.rn, t"pnttidas cntre los fieles que acreditaren

io"¿*ru distingui<la Y abnegada

(((Yasadicho

y la religión ot'icial se queda, sin proyectos que en-

l.rbria, si"n intereses en Lo uniuer,sal que socapear

;';;;;i" ,.11."* ias artes dei reino v el reino de

i;, ;t;.t de imágenes supederolíticas enmarcadas en

oanes de o.o .u E'ptioclos nle a medio metro' por lo'trrar-ror, de anchura barroca'

100

y de otras columnatas retorcidas y salomónicamentebarocasy de palabras y de palabras y de palabras a cualesmás barrocasy de teatfos y teatros y teatros a cuales más ba-rfocos

LIue a poner a las sencillas gentes al tanto y a Ia infotmación de todo 1o que por los desgastados reinos acon-tece

l)ero en la parte dicotómica del rechazo, nuestro/mi tea-tro tendría que abonarse

(o cargarse

l¿ instalación de un lenguaje de ruptr-rra con cuanto su-

¡tonga bien decir(un lenguaje taez, rrn lenguaje plebeyo, un lenguajedemótico, un lenguaie lleno de frases y palabras pro-pios de un achuchador de acémilas

((tras el embeleso de la frase doradopurpúrica, eltrallazo

(((trallazos que también se procuran atizar eneste prólogo, hermano

del vocablo mierdoiodidotras la caricia del qué bien esuito!, patada en ple-nos cojones a7 buen gusto del espectadot para ha-cerle Ia reverendísima y desasosegada puñeta

(((pero tal vez, quizás, a Io meior, entre lasmuchas intenciones que se le fetuercen a uno,para sxcer al tal espectador de la fascinación quesiempre supone el mentado qué bien escrito!

((((con lo que, al fin y a la postre, las inten-ciones malévolas pueden convertirse en bue-nas obras, hermano

l,r instalación de un lenguaje rodo lo encontrado consigorrrir-rrrlo ._1ue pueda aTcanzarse

101

Page 50: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

(un lenquaie todo lo corrompido posible' en donde

i.;;ffi;;;-v- uti"",o todo extraniirismo'. todo bar-

frrir-.,%¿j deformación sintáctica, prosódica y aun

;;;;;;¡tt* y, en fin, cuanto pueda hacer,la teveren-

ái;d; t d"ráror.guiu puñeta a los gramátlcos' a los

o.-üorát.t literaiios, á los puristas del idioma y a

i;'--¡jl;á;;;t, pulidoies v daesplendores de las muv

reales academias- l(que. a lo meior, algún día' hacen de tripas cora-

;ó;; p.;;.;¡en abriile a uno los amorosos brazos-

puertas, que otros casos de masoqyismo e hiio-

itoaig"itÁo semejantes ya se han dado

de la lengua-"(i;1;i-;2, quizás, a-lo mejor, entre las muchas

intenciones r"tor.iáa, le sale -a

uno t-ambién el tiro

o"i'fl-.tt^ta de la malignidad y de estas frases

á.-r^ rt.átldoxia venga á desprenderse una inha-

bitualidad que suponga al espectador un incremen-

to del mensaie artistrcazo(((que ya es sabido que, a.laygr exttaieza de

ir' .o-rr"i.ución, más cantidá de ella transmi-

tidasobre 1o de la calidá, te ahortaremos tam-

bién, hermanito, 1o que dicen los señores se-

miologistas

la instalación de un lenguaje <¡ue se anule a sí mismo

(un lenguaje, esencialmente, ripioso

üt;-!iiá-'Ia- palabra ripiosa^ se utiliza, se instala

en el texto((y en el contexto Y en el rexto

como pretexto--ii;J;; función de lo que debiera significa.r' sino

como forrada semeianza, exclusivamente tormal'

i ot u palabta que le sirve de antecedente mo'

délico(((texto-rexto

1,02

y, si resulta que esta azatosa, cupdedéica, absv-da y sin sentido sustitución sigue haciendo fun-cionar con un cierto sentido la literaturaentonces, la misión significante de la literatura se

va a hacer reverendlsimas, desasosegadas y definitivas puñetasentonces, si todo vale, si los sentidos y los no sen-tidos, si le sans y le-no'sans, si los significados ylos no significados, son intercambiablesentonces, <<... merd put la poesí...>>

(((a no ser que, quizás, a lo mejor, tal vez,((((tercer tiro por la culata, tercera maligni-dad que se le revuelve bomerágnicamente a

uno, para retornar contra uno a golpearlea uno en la parte positiva, en la acera dico-tómica de enfrente

esa ambigüedad, ésa como superfluidez de lasupedluidad, constituya el quintomondongo, laquintaesencia de lo poético

cn la parte del amor habtía que cargatf abonar esa ter-nura que uno/nosotros siente/sentimos por determina-,los personajes

(pregunta -por

aquéllo de que los hijos tullidos ymaltrechos y malhechos son los más caros al tiernocorazón de un padre/madte?

,lc mis/nuestras obras(aungue mejor sería hablar de personaje, sin ese, ensingular, pues siempre se trata de una única perraapaleada y explotada, de una misma negra tiñosa, deuna eterna puta, hija de puta, hija de hija de puta,hija de

((puntos suspensivosde esa pobre personajacha que, en cada ocasión re-sulta pisoteada y jodida

((reynita, leidi, francisca, chica-de-botica(((pregunta

-por qué se ttatará, siempre, de

mujeres?

1,03

Page 51: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

que, en todas v en cada de mis/nuestras piezas se

repite

v. sobre ese bloque cle la ternura maltratada y derren-

!^ol ti_"/IT'T.:: ::'TX'"ra de la enferrnedad de ta(esperancto que se

ino."t.io paia sacarle, a puros picotazos' los inocen-

tes hísadosla torva io.ot-tn de los zopilotes

(o de los buireso de las hienas manchadas

o de los otros animales malévolos

y de los traidores

los encarnadores del Mal"" ¡i;; revcs, los prd,"t' las estatuas de los comenda-

;;;J,-i;; auos'b,rfon"s de desván' las avas bufonas

á.- t¿,*", ic,s peq.t"ños príncipes, las viejas damas

y los artistas adolescentespobí", hiios de puta, también amados en otro rinconci-

i.r -r"..",á d" ltú"rtru generosa y limpia eotraí,a c p^z

cle toda comPrensión

en la parte del oclio, esa advetsión que me/nos inspitan

la rueda de serpientes totvas v ponzonosas- (l;; r^"u"r, io, pcdres' l"'estntuas de los comenda-

i;;.t,-i;; nyor-'b,[on"t de desván' las avas bu{onas

á.- táun., íos peqoeños príncipes, las viejas damas

v los artistas adolescenteso.r.'.i.i.trrlu"

-ui pniutito de la inocencia, intentando fas-

cinarlo. hiprrot izailo, teatralizarlo(yasadicho

y, pár último, estrangularlo entre sus escamosos anillos

en la parte del odio, también, ese desprecio que me/nos

inspira

104

(a nuesma/mi sucia entraña incapaz de la menorpiedad

la inocencia del paiaritoincapaz de reaccionar y de estrangular a la serpiente ern-plumada, a la serpiente con plumas de zopilotes pega-das al pelleio,

(si bien uno/nosoros nos dejamos, más cada vez,llevar pot las ganas

((olvidándose/nos de 1o del gesto suplantador delacto. de 1o del ¡eatro corno vacuna antiveneno deherejey de todo Io que yasadicho

de cue a-"í((tragándose el pajatito a. la serpiente

sucediera en los reales mundos y, de pieza en pieza,((chica-de-botica ya se atrevíó, en la última deellas, a meter, por detrás,

(((de frente no convenía, que éso sl que sedacaer en heroínas bordadoras de banderitas y,hasta ahí, no

navaja entrerriñones de uno de los representantesde la torva bestia dominante

las perras apaleadas y jodiclas vanse danclo cuentade su situación de apaleo y jodimiento

((tomando conciencia de clase, se ditía en solfadidáctica

y renccionando en consecuencia

cn lugar de ser esffangulada ¡-lor ella

cn la parte de la luz habría que incluir el infinito rego-,lco que siento/sentimos

-en emDaDaI(con niéblar malvas sobre el Gran Canalcon crepúsculos deshilvanando sus postreras hilachasde luz

105

Page 52: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

con los masallases áe la te'¡ruza dando al mar' donde

nadan los clelfines y los barcos laten

de espesa literatura* énena-J. tu untigua belleza, de la vieja nobleza'

del esplendor de antaño--ito"'t muy dulce y podrido que pudiera resultar

y ,[ ,"d"'el jugo qlte Jas littrát"r^t del pasado

suardancada" parcela del teatro riacesco

--€n atiborrar de acrisolada poesía cada trasto escénico

(mantos de agonrzarespejos insondablestamatindos en florhoias leonadasbalnearios desiertosmorriones de húsar

ful".lot color barquillo, color hoja leonada, color

tiemPo

-en abarrotar de cerelnonias

(oorque cada una de las piezas de las piezas" ((caáa uno de los módulos del rompecabezas

está fotmada Por una ceremonia-- (1.i.-.rrtos ceremoniales que-, al combinatse, for-

-un la ceremonia general del Puzleelemental

((desde la ceremonia áe iniciación(((iniciación que se suele iniciar con una pre-

i.pr.t"ntu.iód, en forma de teatro-en-el-teatro'áÉ lo q"" la pieza en sl será, la cual dura hasta

orr" ,"'d"r.,rÉra .1 tru.o del segundo grado con

la entrada de los títeres que, ya en primero'

oasatán a representat Ia taI cosa en si

puJáJ" po, lu, zarubandas ceremoniosas áel nudo- (((uno, respetuoso siempre c,on- las estructuras

iiiti.ut y ias buenas arlet de hacer comedias,

pues para eso nos estamos moviendo en zonas

iluminadas

x06

en el qr-re se anudan y se deseanudan, se amartafiy se desamarfan, se cfuzan y se descruzan, se dan-zan y se conttacl.an.zan

(((precisamente ésto de las danzas((((danzas de la consagracióndanzas de la matimoniacióndanzas de la fornicacióndanzas de la renovacióndanzas de la separacióndanzas de la degollacióndanzas de la transfiguración

me/nos obsesiona/an de particular maneratodos los títeres,intentando engañarse a sí mismos y a los offos tí-teresy todo conducido por los supremos designios delGran Títere, el Gran Protagonista, el vica¡io delDios-Autor en la escena

para terminar con la Gran Ceremonia Final(((o del desenlace de la Obra

en donde el Gran Padre(((o el Gran Reyo cualouiera de los Grandes Gallinazos

debe morlr y resucitar(((y, aún, re-morit y re-resucitar y, así, variasveces

entre frases con sabor a postrimerfa sesperianay aislada, con sentido te¿ltral propio, comprensiblesín tener que adquirír los otros tomos de la Obra

tle araigada soivencia en las poesías dramáticas

cn la parte de la sombra, la antipoesla puesta en escena

lrara degradar y corromper la porción ruoble(-y, así, tras la Gran Ceremonia de la muerte delGran Padre, en las proximidades del egregio cue{poDresente

t07

ll

I

1

Page 53: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

((bien es cierto que el Cuerpo-Presente ronca lo

suyon*iá-i"" por desperezatse con un fenomenal bos-

tezoel Gran Bufón

((su contrario Y su comPlementofríe su Gran Par de Huevos y se lo,s zamp^ sln nln-

gJn Ái.u.i.nto a la posffada gtanáeza

-v. así, tras los exquisitos gorgoritos'.los desola-

¿o3'r¡lát Je nostalgia, aosettóiu y abandono' en su

éü"'Ñáin.-rlltiÁaien su Dernier Suaré' en el re-

a"i" ¿.f desierto Bálneario-En-Invierno, Gran Dama

gá.gri"" y .rro-itu ,ungt. v bofes sobre su pañuelo

á. "*".hó encaie, colo"r bárquillo, color hoja leona-

da, color tiemPo

-v. así. tras el olor a heliotropo que se extiende por

lor'.i.prit."los color vino con leche, se levanta un

hedor ábsol.rto a Pedo del diablo

de manera y modo que un teatro que, por un la4o' rinde--'i; ;t espejismos de los espejismos en los espe-

jismos.ot ,,r, iuegos tras los juegos sobre los, juegos

.át t"t í-á"g..tes por laé imágenes- ante las imágenes

;;; ;; arti?icios .ntr. los artificios hasta los arti-

ficios((muñecas ucranianas

(((creo que de allí son

surgiendo de muñecas ucranianas(i(teatro en el teatro en el teatro en el

((((Puntos susPensivos

toda clase J"'pl"it.tiut á una teatralidad(teatralidud pot los cuatro costados

108

teatralidad espesateatralidad específica

((a ver, por ejemplo, quién sería el lindo que cineficase una de mis/nuestras piezas

teatralidad acojonantei nscrita

(pregunta -y

qué remedio queda?cn la parte de las tintas blancas, en la parte de la crea-tividad

t)or otro lado resulta(nuevo bandazo hacia las tegíones oscuras

((pero ya el último, te 1o juro sobre mis huesosque un día han de reflorecer, hermanito

y hacia las tintas negrasun teatro que erige ese monumento de tealüalización,

(teatralización : traición((yasadicho

csa estructura resplandeciente de colores, movimientos ytonidos...on el único fin de destruida, de erostratizarla

l)Lresto que se ttata de un teatro que no se quiere tal,tle un teaffo que se niega a sí mismo, que socava sus

¡rropios cimientos,rn teatro de una teatralidad malgrelui, una teatralidadr nalquerídica,r¡n teatfo rezumando incertidumbrer¡n teatro que se pregunta siempre, con retorcimientorotal de tripas, quién es él

(como no podía por menos de suceder en un tiempoen que toda identidad anda por los suelos

,1ué coño pinta en este mundo(como no podía por menos de suceder en un tiempoen que toda actividad es sospechosa

r a quién coño ha venido a salvat

109

Page 54: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

(al conffario((yasadicho

d.'áru, dramaturgias que se autonombran tedimi-

Játut y elevadoras -de

la-humanidad a toda una gama

de paraísos diestros Y siniestrospuesto qu. t. trata de un teatro a la deriva'--ii;t;;; en Lr'a literatura a la deriva' perdida ella

;Lié; en medio de la mar indiferente y de los

indifirentes Públicos-Peces

puesto que se trata de un leatro náufrago' (u qrre. como todo náufrago, para perduraf' para per-

árn"."t con vida a bordo de la balsa, empieza por

devqrat a los otros conáufragos -.((iólo se hace literatuta sobre literatura, teatro so-

bre teatro(((yasadicho

v, p.t, escribir, ya no hace Íalta salir al ancho y

áj..to r,'"ndo para correr aventuras relatables(((como aqüellos míliteletrados cle los aúreos

tiemPo imPerialesúnicamente ái.po.t.t de una nutrida biblioteca e

irse limpiando Ll culo v la mente con las páginas

de acrisolada ProsaPia

luego, cuando ya no hay más carne-otra que llevatse

u iot' di.ntes, se continúa, saturnalmente, con fos

orooio, hiios que hemos ido pariendo sobre la balsa,' ((q". té lo pt.g.tnten, sí no, a kafkas, béckeres y

rimbodes.o.t- tát productos que hemos ido echando al mundo

Dor nuesras ,rttt.J entendederas, abiertas y sangui-

lái..r,ut antes del parto' en el parto y después del

parto

terminando por zamparse uno a sí -mismo((de aperiiivo, Ias patas, lo más alelado del cenrode la creatividad

110

y, a continuación, cuerpo arfiba, en pleno furorautofágico, el todo uno

hasta terminar por deglutir la herramienta de de-glutir, queremos/quiero, decir, la lengua

]' el resto es ya todo silencio((o vender fusiles a los abisinios

o trabaiar de inspector de postas ambulantesla mar igual de indiferente y los peces, a lo suyo

l)ucsto qque se trata de un teatro, en fin, de destrucción,lc los atributos especílicos de la representación teatral.

(: destrucción de los actores en su misión conven-cional

((que servía(((que sirve todavía en las teatralidades ben-ditas,

para que, cada uno de ellos, encubriese y empo-llase una individualidad, una idiosincrasia, una psi-cología entefas y verdaderasun personaje, en fin

(((univocidad actor:personaje llevada hasta losextremos de que, según meritorios métodos deformación profesional, el actor-suplantador de-bería meterse en el pellejo del personaje su-plantado

((((una especie de posesión del vivo por elespíritu del difunto

y olvidarse, total y absolutamente, mediante laconsiguiente autohipncsis, de su propio pelle-jo, vaciándose de su propio yo en beneficio delotro qve 1o vampirizaba hasta deíarlo seco depersonalidad

-par^ pasat a encarnar toda una gama de signifi-

caciones ambisuas

11r

Page 55: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

((<... las imágenes, los. tipos, los personajes' in-

ter.u-bian su personalidad, se- desconcretizan' per-

áiáot .n un laberinto que voluntariamente ttazan

ellos mismos con el obieto de encontrarse en un

más a\lá que los defina de una vez"'>>

oly<... cada personaje de Ríaza es uno y su contta-

tio, es el ántagonista de sí mismo"'>>

v oolivalentest í(.;á;'";;e, en determinada obra nuestrafmia'

i'.t.t-i"tá. /'a actorf ttiz hace, simultáneamente'

de Don Juan Y de Doña Inés

en otfa, un actof y una- actúz dlfercntes' unidos

siamésicament. poi el rabo, representan un único

personaje mamiPáPico

en otro, aun, todos y cada uno de los actores van

;il;l"ndo y .,-,briádo todos v cada uno de los

dramatis Personaes(((o como se dlga

: destrucción del espacio escénico en su misión

convencional((que servía" (((qo. sirve todavía en las teatralidades bendi-

;;;, ." las teatralidades-facsímilcomo lugar acotado de Ja representación de donde

;;;¡i^" iodu, lut 1íneas de la perspectiva para ir a

confluir en el Punto de fuga(((o de concentración

o""iu. ¿. cada embutacado mirón-espectador(({v. muv especialmente' en el del Gran Vua-

u"t. .l Sentrdo PrínciPe' ((((o la Primera Autoridad..t'iorudo sillón que se ha colocado en el lugar

privilegiado ;' rnedular de la perspectiva

111LLL

t

--pafa paser a 1¿ anuJació;r de la criarta pared,((ese ojo de r:erradura lrcr dorrde se filtlaban to-clns aquellas líneas confluyentes

sacando á1 cs¡-'cctaclor, i'nediante la multipiicacióir cle

las perspcctivas t' 1:r dislocaciírn de las referencias,rls 5u irzsividad,

((obiigándo1c a ser beligerante, a tomar lrrte en

el jr"iego(((en el friego solamente

((((atcnción, hermanito i

c1r-re yasadicho((((y repetirlo hr-,.ele ya a puchero cle enfermo

reiteración !

reiteración ! !

reiteraciór¡ ! ! !

que la vida es aiÍ,leur, eil otros carnavalesirlemediablemente perdidos,en otros lugares donde no se muere de mentiti-jilles, sinc ctre verrJadijillas de las buenas

teatralde su nerr.ralirlad mlrónica,y cargándose. sobre todo, el privilegiado Gran-Oio-de-Príncioe,esa mirada consoXidadora y rnedusal-petrificante

- dest¡:ucciór-i, en fin, del tienlpo te ffal en su rni-sión convencional,

((que servía(((que sirve todavía en las teatralidades benditas. en las teatratriclades-facsímil, en las teamali-dades de la Circe

para que todo se desartollase conforme a una li-nealidad reconfortante

(((cada pregr,rnta seguida de su réplica, cada ac-

1r3

Page 56: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

qción de su consecuencia, cada causa de su efec-

to y cada escena de su siguientey ffanquilizadora

del tiempo-río aristotélico y unidimensional((un rio bieneducado al que se le daban toda cla-

se de facilidades Para nacer(((la afamada preseflt¿tción de la representación

transcurtía modosamente pof su cauce(((de acto en acto, de nudo en desanudo

y se entregaba, sin más problernas, en su difunta-dora desembocadura,

(((eI desenlaceal mar indiferente

del río-tiempo en el que cada espectadot navegaba

arrullado y conforme y atontolinado por el runrúnde1 tranquilo discurrir del discurso

-.paru pasar a un tiempo salido de su docilidad

llsalido de caucesalido de madresalido como perra salida

oue avanza((o retrocede con continuas vueltas atráso salta hacia los cerros-de-úbeda lateraleso se larga por todas las dimensiones posibleso se enrosca dentro de sl mismo con digresionesy digresiones de las digresiones, y digresiones de

las digresiones de las(((puntos suspensivos

con aviesas y perras intenciones, anegando e inun-dando

((inundación en la que el espectador, perdido el

salvavidas de la pasividad circeniana, se ve üotza-

do a luchar, a btazo partido y participativo' para

mantenerse a {lote(((de la misma manera, hermanitln, que tu con-

viviente en el prólogo intenta obligarte a salirde tu habitualidad de lector de prólogos con'

11t.

vencionales, de prólogos al usointenta obligarte a inventat, conchavado con é1,

los recovecos del jeroglífico((((lleno de revoltijo y confusiónlleno de enredo y de contradiciónlleno de insistencia v de reoeticiónlleno de furia y de

-destruciión

lleno de manTa y de obsesiónlleno de digresión )' de agresión

DIeSenteintenta obligarte a entrat y salir por las puer-tas de los entreparéntesis

((((imbricados, a mayor mala leche(((((pero bienintencionada, ya ves pordónde

unos clentro de otros

intenta obligatte a subir y bajar por las escale-ras de los géneros

intenta obligatte a saltar y resaltar de un mar-gen a otro, de una otilla a otra, de cada página

intenta obligate o buscat y rebuscar el hiloariádnico que pudiera conducirte a la ímpro-bable salida del laberinto

y salvatse, por sí mismo, activamente. del mare-magnum generalizado

la totaliáad del paisajedonde sólo se ven, arrasffados por las aguas

:'*;,casascacaspicniquesgrandes estilosnegocios ptopiosviejos monarcasramas doradas

t1,5

Page 57: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

muchachas católicasbotes de nescafémitones de vieja dama

cadáveres de Asnos del Blen con las

en un tris de teventar

y litetaturas con las tripas fuera yé1 juguillo cle sus lenguaies dulces

y colorado colorín de ias destrucciones"específicos

de la representación teatral

Y COLORÍN COLORAZO

(euesro QUE ToDo YASADICHo

DEL PROLOGUÍN. PROLOGAZO

tripas hinchadas

dejando escapary podridos

de 1os atributos

EpÍLoco nBr, Pnór-oco

(con la mencíón de los honorables co-

i.gur .rlyot sarcófagos fueron sactllega-mente violados

((metiéndosele mano a los fardos fu-neratios

(((ctaro que el que avisa((((con un <<... ...)>

no es traidorv aorovechándose a mansalva de losioios qo. 1es sirvieron de alimentoy viático en el masalléndico viaje porlos ríos subterráneos

por el prologuista ladrón de tumbas

comoositor de la solfa científic¿ sobre los principios reaüstas y placen'te¡os

oficiante en sociologla y técnico en

cohesiones sociales

lrris riaza

frieclrich nietzsche

i,irgilío

jtlio cortáz.ar

,rnónimo árabe

l)on Cristóbal Colón

;)r;n Ramón Menéndez

l)on Loper)on Pedrol)on Tirsonriguel de cervantes

( irncilio Provincial Li-lnense

rnijhail bakhtine

¡'rrillermo shakespeare

I )on Felipe Segundo(o terceto

((o 48.o.rllhur rimbaudlrrrncisco nieva

correctísinro redactor de 1os minien-sayos de los paréntesis comilfódicossobre los teatos burgués e izquier-doso

matador de dioses

anunciado¡ de la ruma áotada

defensor de la tabla redonda

cuentista de dos o tres noches

marrano buscador de oro

eximio exégeta sobre el papel delHonor en el concierto del Orbe todo

impllcito, por delegación sanchoqui-jotiana en los platillos de la asnalbalanza

prohibidor de librosnegador de teat¡alidades carnava-lescaspoeta de dlas tras noches eternas

(o viceversa

erradicador de herejesciscador en poesfaotro prologuista riacesco

hidra-fraibarroca por elVegaCalderóndeMolina Rey y por la Honia

sigmund freud

jean duvígnon

7r6 LL7

Page 58: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Bibliografía

Oeals ns Lurs llrrz¡

[ )

r-¡e sía

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119

Page 59: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Loscírculos.Inédita.F.epteseniacla.porelGrupodeTea-"";';'i;;';ir;, en l^/ladriri- v 9l' sit.o. pot Marruecos en

Tetuán, 'Iánger y r-"tu"lt"' Taril'iéri representada por

ei Gti.ipo T^lro^qt'",-áe Seviil¿' en el Festir"al de Sitges

Á" tSiz y en la-ProPia Sevilla'

Et,ies¡'áut i, to, *)'bos y el sótano -d'.tu: lte¡nbras' Pu

"' itiriái" ",.

l'u ,.oittn' Pípirijaino'' Madrid''.1974 ' Repre-

;;;; lr"t "i ct"po t'n'c'H', de sevilla' en el mis-

mo año.

Por cL Cru¡ro Ccr¡:¿1' 'le Co¡¡cdias' dc Valladolid' en di';;

"i.-,Já.i, en Madrid, Gr:rrollers ¡' Alicante'

Far ei Grr-ilio de "featro cle la Universidad de Vallarlolici'- ""r, ,,i,rr ,ror EE. UÚ., tn ei Departanrento c1e Drarna

J"i-S-iiA College' Nor¡hai:nton, Mas-sachusetts' ]¡ en

"f f",nt" de Rcñertorio Españotr cle Nueva York'

Representada por el Grupo l)itirambo' de l'4aclrid' In-

il.tido "n esta edición'

'Dratna cle la,'{on¿a qtte laua cttlt'e i¿ts blattc't't llamas' Pv'

- úliirJ" en la revista teatral Ptimer Acto en t974'

Los lttte¡,¡r¡s dt: l¿t tt¡oscard'a' Inédita' No representada'

Ret't'ato de I)orna cott perrito Publicrcl¡ por Editorial'* p.r"á^ÁL"r"., luÍadriá, 1917 ' Seleccionáda pan Ia

temporada 78 70 del Cetrtro Dramático Ncclonel'

El polacic cle los nzartos, 1917 ' Sele-ccionada para ser re--'J.ur"rltn.1o en el próximo Festival de Teatro de Sitges

i.t',,Ei i;U..I Bl¡rnco> de Famplona' Incluida en esta

edlclon.

TR¡n,^,r'os cnÍ'üccs s{lRr{E F-I- TIlAT}r-{l

nn l,urs Rr¿zA

Brlr¡,rúl, ln4igue1, 'rRiaza: En¡re el realismo v-el-posibi"'ji;;;.ii;s" a la edicrón de El de,suán de los ma'

;h"r- "; )/ ,óir,r'-, de las lternbras' lvtadrid' ediciones

.{-a Pipirijaintt, naYo tr974'

úa

(]encíl Prvtano, Ángel, <<El l)ante-Jlieiz^: entre el másailrl y ci ilás acá>>, Printer Acto, Maárid, septiembrerle 19i:i, pígs. 8-11.

(-io:ll, Joacluín rle, .,,1\tr Gienc>> (r.rnrevista con l-uis Ria-za\, Grceta del I'l cti"tc, Bilbao, 2 1 de noviembre de 1971,prígina 36"

ir.rrrs'¡r. fulartírr, <l,uis J{iaz¿l: Premio Yizca'¡a cie Poe-s,ít",¡. i1"[a¡J',"iti, ?- ,:]e no-,'ie"rbre dr: i971, secciirn <<Ma-, jri l..l'¡f 11¡r'¿. r,.jg l.

li'tror;r,ui-rri, -losé, <rTearo Espairol: Riazr., Hormigón,

l.Jievr>, 'friu,nfo, l','t¡..,lriJ, S dc junic, Jt 1974, ¡'.ági-*t'¡, J5-76.

\irr,vA, Francisco, <I-uis F.ixza .r h subjetividacl heroica>>,

introducción a Refralo de ,l¡ma cot perrito, Madrid,f'"aj1q,6'¡1¡,'s. lc)76. pJgs. 7- 13.

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Nuer:o Diario, {:CLXIi5, h4adrid, 197.{.

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\\,'¡,ir-vz¡,nr s, Geoi.qe E., S pani s h U nder grour d Drant a,'.1'he Pennsylvania Stat. L,rniversiti' Press, pág. 159.

,\rcuwos iilrcros soRnlr, LA oBR.¡r" TE.¡TTRAL

r¡ri Lurs Rr,q"z,{,

< . . s1l LcÍ1tfo es r:no de los lnás oliq,nales v seriosi,,¡entos para poner en cuestión, desde el teatro mismo,l,l a.utenticidad v la eficacia clc las lrlrc¡/as formas clell(lltfo...>>

(R.uiz Ramón, Hittoria del tcatro español delsiglo XX, Ediciones Cátedra.)

<111 lenguaje de Riaza es, inctruso al margen del con-!li,."fo (llre va e;<poniendo, uno de los más bellcs, imagi-rr:rrivos v fluidos que es posible observar en el nuevo

t2l

Page 60: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

teatro. Me atrevería a decir que es el de mayor esencia

rírmica ,r, poética, tocado poi "ttu gracia más pro{unda,

cuanto -.tuu intenta sorpreder.>>

(Francisco Nieva, Prólogo a R'etrato de Darua

can perrito, Editorial Fundamentos')

<3... existe una homología euffe sr-r teaffo y la re-alidad

c¡-re, sin pretenderlo, expresa, me parece, uno de sus

glandes méritos en cllanto a esctitor, como me parece

lran rnérito Llue en r,tn país-de dramat'-rtgos que nos ofre-

i. ut,, contención reprimidora, Riaza se capaz de dejar

suelta su escritura. . ' >>

Miguel Bilbatúa, Prólogo a El desuán d'e los raa-

ihot y eL sótanr¡ dc \as he¡nbras, Erlitorial Pi-piriiaina. )

<,La escena. para é1, es el oscuto laberjnto donde todo

es suceptible dé tr,rrsfr,rmrcíón. Este enfrentamiento con

el hecho tratado es, precisament.e, el que da r-tna profunda

árisinalidad a T-uis iiia;¡a hasta situarlo cn tra primera lí-n"r'.1" escritores malclitos rt marginados'>>

(Fernando X,{attín Tniest¡, 'rEl terr':¡ de I,uisR-ieza>, Fl .¡ocialista, malzo .l 978')

.,Parábola de 1¿r esterilidad v la impotencic colno co-

eollo en el clue trtdo maquiavético pocler trolítico ttata de

íeroetuarse indefinidamente en el tiem¡ro v puede que

i-ruri. "n

la eternidad. tlna horrible parábola de repeluzno

v esplendor. Posiblemente Lln poco más allá que <El rey

L"oir, de Shakespeare, qlre u. ti.n" como la clásica en el

tema. . . )>

o... y desde esta lrerspectiva inaudita' esta obre de

122

Ltris Riaza. Puede que una de las cosas más afiladas querc han escrito en este país en muchos años...>>

(Nliguel Romero Esteo, artículo pubtrícado enNueuo Diario de Madrid en 197 1.)

<Luis Riaza no es Lln autor teatral al uso y abuso delos escenatios convencionales <le posguefra, sino un in-novador raclical de lo escénico, en un¿s coordenadas for-rnales y de conteniclo.>>

(A.rtículo de Carlos González R.eigosa, en elnúmer<¡ de agosto áe 1977 de la revistaOzono, de Madrid.)

<,El tLesuán de los machos 1t el sótano de las hembras,lesulta, sin duda, una esplélrdicla experimentacién de tea-tl'o actual ¡, r'ivo, tln teatro que pafte de i¿i teatralidad y, lcvuelve este concepto enriquecido.>

(Pablo Corbalán, crítica al estreno de la obracitada, en Madrid, diaúo Inlorntaciones, no-viernbre I97 5 .)

<<... alcanza, en algunos inomentos, magnitudes casi,;lrakesperianas.. . >

(Julio Trenas, crítica ¡l estreno El desuán..., enMadrid, diaúo Arrib¿, noviembre 1975.)

<Mienfas su teatfo, como el de Miguel Romero Esteo,l)()r citar casos tan notables como ruborizantes, no seallevado a la escena con exigente solvencia artistica y téc-ricil, no habremos entrado en el teatro de nuestro tiempo.>>

(José Ruibal, declaraciones al diatio Inforrnacio-nes de Madrid, en cl mes de agosto áe L977 .)

123

Page 61: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

<<Riaza is clearly a talented writer.)>

(George E. tüTellwarth, Spanisb flnclergroundDrcwa, Nueva York, 1976.)

<<De repente surgieron Luis Riaza y h{igu-el Rometo

que, creo, no s6lo zuperan a Fernando Arrabal, sino que

su teatro, por ser muy raclical, supone una ruptura polí-

ticamenté hablando, pero, además' es muv válido porque

no solamente critica todos los mitos de una forma brutal-mente desmitificadora, sino que, estéticamente' es un

teatro brillante.>>

(Philip Silver, declaraciones al diario Informacia-nes e1a 1977 .)

1t:j

El áesqán áe los wacltos

el s(tano cle las hewbras

Page 62: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Síntesis crítico-argumental de"El desván de los rnachos y el só1anode las hernbras"

El personaje llamado DoN, señor de un extraño cas-tillo, ptetendida¡nente aislado de toda exterior realidad,desarrolla, en unión del personaje llamado Bour (suservidor, su bufón; su doble, su contrario) una ceremo-nia consístente en representar (mediante una inversiónde sus respectivos roles: Doru haciendo de BoNr, éstede aquél) Ia situación exisrenre.

El señor cletenta atributos omnipotentes que se extien-den_ no sólo por el mencionado espacio del iastillo, sino,también, por todo su decurso temporal. Se niega todaníz hereditaria a la instauración de tal poder: el señorno tuvo antecesores, él constítuye su propio principio.El señor es el huevo primordial, origen dé toáa galiina(o, mejor, de todo león, que la gallina serla animal nosuficientemente digno de Su Grandeza) ponedora (po-nedor) de huevos- Pero no solamente el rcchazada- laadscrípción a un posible poder anterior, sino, incluso, acualquier otro que pudiera sucedede. Dou, a ffavés desu vicario BoNr, deja patente que se sucederá a sí mismo.De una manera explícita pretende dar fe de ello me-rliante un testamento inscrito y perdurable

-la perdura-

l,ilidad de la escitura- en el Libro de las Crónicas ouelija la metahistoria pasaáa, presente y futura de DóN.lrn.él figurará que s9 lega a sl mismo flrantas propie-,lades, enseñas y símbolos conforman su potestaa.

r27

Page 63: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

liin cmbnrgo, crxisten dos fisuras que pueden resqli('-

b;;; -;;;-ili.ri¿.i de poder' De una patte' una posl-

ble amen¡za extL-rl!)r, ""to"uti" en los habitsntes rlel

,i".r'','1"; il,,nr,,,lo. l.piosos, sercs- qtle' er,r str c]crl!drd-'li. .a,.,n,,;,i,ls d-- l,cL.pcrrrrcióll dcj t¡land' lrlue brc:r-

;"'.;;; ¿r'.;"ttillo.ro. por sericr -v bufón) pueden cons-

tit.,it unn exccpción, una libet-t¿d, que se filtre 1' venga

i.L corl'ocr i"r r.rta'.l.tut"' l''"""t"'' Tie otra parte' en el

serno clc c$tes cet:effonias privnda.s) aparcce, latente, ctra

t"tr. t"i*,i¿a"y <lel ,tti'Áo sexo) en su lecho fundacio- i

;;'l; ,^1 .;,"ú" d"t irbol funchcional,de fn1t rlill'' i'.¿,1" ;.*lg;t los aiirnentos permitidos:- los..de 1a figvta-

;;;;. T;i. reaiiclad será fru^to prohlbido' Fl desván fun-

;;;.;i q.,edará así atestado di machos de simiente sin

á.uti.to, y" q.r. 1as hembras serán sólo signos' ecos y

sustitutos. Tan sólo figuración. Tan sólo representación.frn sóJu tcxtro.

Pasto de sombras. Sombras a todo oastoY de tal manera se le presentarán rambién al p<-rbre

macho humano, uno de los que cotidianamente s¿ di,I-nara desprender DoN de sí propio. Así se le presentar.ánal tercer personaje que ahora surge de debajo del lechotundacional, que emerge a la comedia desde slr oscrlracaverna de ia alienacíón. Al tercer personaje, llama-do Prr PnANS, pequeño-príncipe, pequeño-segismundo,pequeño engencllo ayuno de sexo y de complemento vi-tal por-obra y gracia de su paCre y señor. Las estampasserán el único aiimento sublimador de su instinto q^ue-brado. Arte y literatura, teatro y más teatro, sus únicosentretenimientos y consolaciones en su madrieuera ola-¡ónica de debajo de la cama fundacional.

Pero la profecía continúa flrryendo como un río sub-tetráneo. La hembra real, al {in y al cabo, exisre. Fue.,rl pa.-ecer, un írnico erro¡, Llna única ercepción --siem-pre la excepciór-r anenrzante- strfrida por DoN. UnaCiscontinuidad perdida enrre l.¡ conrinux e infínita leta-rrí¡ de los machos. Y, para mentenerla también incomu-nicada con toda realiclad, con toda posibilidad desvela-tlora de si-l aiien¿ición, impoiura de tódo cootácto de va-:'rin de carnc. cs reducida a los espacios inferiores del,''rstillo, cclnfínada en el sótano de las hembras"

Y de la misma 1nánefa qLre Dox \¡ BoNr ofician sr_rs;r,,i 5glrra 'f t Ptt¡rs. r.'l srr .lcsvi,i, \ ¿ln :l intcrrLtr. jcrcerlos sobre l-l,rlr, el cuarto personaje. Ia hembre,,.¡l su sót¿uo. Pata ello, transmutadas en señora v sir.-i icnta, en madre l/ nor:lriza, inician el descendir¡riento del' li'sr'án al sótano.

P¡:ro se tienen qt.re enfrentar ahora con algo clifercntel:r sin-rpleza del sonirlo v de la furia. Distirifo al exrra-

,', del iiliota encer'r¡,.d', rllá.1.'.ribr. I-er¡r no es va un, r' enrpapado de enajenación v reducido n su lrropir).iirA) corrlo Tr Pn,rxs, sino quc con¡rerr/a júci.lc con-i,'ncia de l¡s maniobra.. r.lue sobre ella y su <<hermanor>I I desr,án se prefenrle ejer.cer. Y {ínge"¡,.legarse al irre-

ainí.lnez?r ri';re jSorvr pone cle m:¡:lificsto con su rencot ilor

;i";',;i i. t,,i-..riit.r1o (no se [e permitirá ser el señor'

,ol'r*anr.: el .actcxl QlrEliACE-IIE-sEÑoR: el instrurnt-'nto

*"J;rrri..L cnal el seiror se recrea en su contemplación

.1irt^".iu,ir, como cspcctador y gozadol' cle su piopia

*rogniii..rtála) que ,. 1" h"tt ju¡¡ir' Una profc'-ía se hn

J"ríirt¿" subrepticiar,tcnte -¿stlLrrepticiar¡enle')-' en

-ii;f,r.. c1e las Órónicas: alguien será engendta<lo en car-

;;"t*f" tl ..rt',. dife:':crlre a ln ttt ia. figuración aiirnen-

tada pof Dor'r. Y csfi,i catne le sucederá'

¿Cóiao cvll¿ilr rirr.. ¡1'cho d-cstii-ro teng;a srr fatal cr-rm-

pliniento? ¿Cfiino ¡;.1 ¡s¡tltrir !rr'.Lt ii cttir'edia de Ia per-

*-luración no ilegctrt:rr: cn la trager-lla de la cclnsuncir'rn?

Ll"onndn hacia adirlar'te. hasia sr"s iritirnes co1-Ise{:Llr:n-

,i^r, "i tio,,al del r.,scailoteo de 1o -real' Puesto- :lue ia

inistericsa Sibila ar-rgriró ei peligro de la c¿rne diferente

ilar:"n-e^;;.;o ir.,"oi. ";r oir'¿ sino la de la he;nbra' ger-

minadota, en su cnti¿l'ta viva, del teinido sucesor) las ,

i;;l;;;;'. tenCrán posibilidrd 'le,existir' DoN' en su'

¡u..,0 ¿. creador (de ia qu. no puede prescindir :o. p"n1

ctre perder su atributo más cár¿ctetístico de <lomtnto: er

á*t'tt^.lt.) sétro seglegard machos de su enttaña no ya

;i;";;;;'ri.'gi¿r. "Cuáu jorn'ca se vaciará Í" 1"1::]1-

t"t'

r28

Page 64: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

go impllesto con tal de poder alcanzar el tal desván y

áur ,"ntido último o ,., .á..t. hasta entonces incompleta,

sentido que no puede ser otro que la procreación del

que ha d" a.ubai, realtnente, con el Señor-Señora/f)on-óoña. Mientas finge plegarse por un momento a la ce-

remonia de la confusión,-mieriras <colabora>> en la co-

media, prepara sus venenos parricidas.-Cuando Paáre/Madre Éuy, lnu"tto podrá arrancar de las proximidades

de su {ríó peileio 1a llave del desván, cerrado ahora a

piedra y lodo.Ya se ha consumado 1a liturgla del engaño. LErlr ya

ha danzado, marimoniado y cohabitado con los muñe-

cos incapaces de dar simiente fecundadora de asesinos

de Señores, de clesmipadores de Madres. Ya ha conti-buidc¡ a su parte de impostura y exige el paso a-la au'

tentecidad iinal, la cerémonia postrera que acabe con

todes l,ts huecas ceremonias'

RoNt, pot su parte, continúa jugando el,doble y con-

tradictorio papel de cómplice y socavador de los cimien-

tos de DoÑ. Nada entre dos aguas: tal vez 1a profecía

se cumpla y el hueso que le arroie el nuevo amo esté

menos rebañado que el gue ahora le cede Dorl; tal vez

el oráculo no consiga llevarse el gato al agua v él tergaque continuar al servicio de su señor actual. Sin embar-

go, en 1o que sí está plenamente identificado con DoN

é, "n q.r., pase 1o que pase, suceda lo que suceda, la

cora dete quedar para lavar en casa, en asunto privado,

en cuestión interna, en cosanostra, en negocio interiordel castillo. Si Lnror llegase al techazo no sólo de su

sometimiento, sino, también, cle su rebeldía; si aban-

donase las reglas y el espacio Jel juego, dirigiéndose, in-

cluso, a la procelosa leprosería, aáiós, quizás, a la luzdcl astro Doru o de su posible sllcesor Y, Por ende, a lareflejacla sobre el planeta Botlr.

Ya se vislumbra e1 final. Padre/Madre ya se avino a

morit. Pero queda la sospecha de si esta muerte forma

ir".r" ¿. In, er-tgrlrr-rai"s del teatro dento del teatro' den-

tro .l.l teatro, á.rlt,o del teatro"' To<las .las

noches an-

110

lcriores así ha venido sucediendo: padre resucitaba vrecomenzaba el cicIo.

_ Parece- ser que LErrr ha decidido romper la rueda.llsta noche no será una más, repetida y continuadora,sino 1a noche de la excepción, la noche" de la libertJ.'l'ras la danza de exequias por: la muerte del Gran-padre_(lomún, asesinado 1- devorado por todos sus hijos, portodos los habitantes del sótano clel castillo, po, iuio, y¡ror BoNr, aquélla sube al desván a fundirse con el hei_Inano en la suprema síntesis de la comunión de Ia carne.! B.9xr llega a cÍeerse-que es ll",gada la hora de elegirla disyunriva de la profecíu .rrmplidu y ,. di.po.r. á-!u_car su peqlleña tajada de la nueva situación.

For un momento sólo. porque pronto se verá quel)oN conservaba el control de todos- los registros, inciu_so.el de la-posible rebelión de sus criatu¡as. La'Excep_. i,in formaba parte de la Ley. Tr pneNs, en su totll,lesvarío. no soportará el deslumbramiento que para élstrpondría la expulsíón de_su oscuro cobijo y,-sempiternofcto en su útero,paterno, desrrnirá la reaiidaá q.re, en for_rna de carne de hermano se le c,frece. Cuando lós Áecanir_r¡ros de la fascinación dejan de surtir sus efectos sobre, tralquier excepcionai criatura, siempre se puecle acudir,t omo último método, como última 1azón, á h socorridáviolencia

-hasta la suprema de la mueite que borrará

,lcl mapa a la insumisa- ejercida por los tristísimos ver_(tlrgos que, aun perteneciendo a la misma clase y sufrien-,lo la misma situación que la victima, continúan haciendo, l juego_ al Señor, emperrados en la sublime idea de Ia,'rsuperabilidad de la vjda cavetnatia.

El Señor ha vencido. El castillo conrinuará bajo sul,rrula y hegemonía. El signo y el manipulador de los',rrlnos ha vencido.

.lncluso se permitirá exrender hasta el afuera del cas_rllo su cósmico domínio. los leprosor, ^grud..ido,

po.,r magnanimidad al cederles el jersecito que tejiera/no

r.jiera para el continuador de su estirpe, al ffansferirlesLrs investiduras del diosecillo nuevito _<<dessraciada-

r31,

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mente)> nonato- le idolatrarán como al generoso y único

oadre absoluto."-V. ;i;;r'-i,r"r. el propio DoN el que' entretelones'

hi.É;;;.tifi.-in-p-t..ía en el Libro de las Crónicas'

i;i;;r^É1fteru li Sibila' Tal vez todo constituvese-un

caorícho del Señor, g,tti;to de verse, siempre desde fue-

;;:;#;;; il l;; 8b'táculo' que a sí mismo' -en el.can-

,^ir.i. v ,lr"rrimiento de so tódopoderosa infinitud' se

pusiera.Y, tal vez, no tuese un error el alumbramiento de una

h;f;-.";;á in proct'ión de machos' La Excepción re-

;ü;"i;;;; "ii,í-li rcv. Malana.pariremos otra hem-

brita que venga a nact'r potible 1á continuidad de la

comedla.

El desván de los rnachosy el sótano de las hembras

Personajes:

f)oi.l.BoNr.Tr Pn¡Ns.LBrrr.

El nivel normal de la escena permanece invisible, bien¡'or falta cle iluminación o por el procedimiento que se:r(1opte.

Fuertemente iluminada, en cambio, izada o colgadas,rbre aquella invisibilidad, aparece una plataforma. IJna.scala de cuerda (o cualquier otro medio de acceso) cuel-,l,r de ella y se pierde en la oscuridad inferior.

Sobre la platafotma, una carna de hierro de retorcidal,rosapia: columnas salomónicas, un dosel de terciope-l,rs o nobles telas, encaies colgantes, etc... Del centro,lc la cama nace un árbol reseco de retorcidísímas ramas.{ ,rrelgan de éstas diversos objetos. En un sitio destaca-,kr, ulr reloj de arena. En ouo, un facistol de catedral,lc hechura barroca sosteniendo un enorme libro. Taulas

13317)

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de cliversos tamaños y materieles, con animales diseca-

dos o esqueletos de los mismos en sus interiores, apare-

..r-r oot iodo, prrt"r, incluso colgando de la plataforma'

Una cadena s.rieta ai piecero de la cama desaparece en

la parte inferior de ésta.

Paseándose sobre los abultados colchones que cubren

el lecho se encuentra BoNr, un hombre de porte aven-

taiado. Viste camisón de dormir que le cubre hasta me-

dif Á"tlo, unas medias blancas y zapatos de hebilla de

la época de la batalla de Trafalgar. -S9 cubre con un

,o-É."ro que podría haber llevado Nelson u otro por

el estilo.

A1 píe de la cama, DoN, un enano,.viste el resto del

uniforme de almirante, pero está descalzo y con las pan-

torrillas desnudas. Lleva un gorro de dormir con un

¡t.t¿". Flota en ia casaca de marino llena de bordados

y chaneteras.

(Estos dos traies, aestidos a medias por los (tctores''pueden

ser los propios de dos-papeles sociales corn-

pleruentarios' tá¡oi feudal y bufón, aerd'ugo y rey-

sol, etc... Se sugiere que) en todo caso, liguren u.na

,ríi, d, grabadós co?7¿o apoyatura de la decoración

del fonilo" eecénico en que aparezcan' coruo diuersos

cartelones, estos papelel coinplernentarios de diaersas

éyocys. Preleribles las tintas neutrns para estos lon-d,os . )

BoNr. (Paseándose.) Nos hacemos viejos-, mi-buenBonifacio, y nllestro espítitu se disuelve -en las delicues-

cencias del"crepúsculo. Necesito que me diviertas con tus

locas fantasías.DoN. ¡Qué cosas se cs vienen a la imaginación, mi

señor...!'El árbol que da frr'rtos cada noche recio se en-

cuentra. Como el cimarrón más pujante"'BoNr. El hábito, fiel amigo, no es, por desgracia nues-

tra, la potencia. (Ún üemio.) Pero diviérteme hasta la

134

irora de la procreación. (Muy d.ulce.) Suponcmos qlie noclesearás que os mandemos azotat...

DoN. (5c acerca al gran libro.) Os recitaré la c¡órricaLle vuestra estirpe irrevocable.

BoNr. (EoslcTancLo exageradarnercte.) Nos aburren tusiralagos estírpidos. Harto sabes que iamás tuvimos ante-resores. ¡Nos somos nuestro principio y nuestro fin!. D9*. ¡Ni rnás ni menosl (Grai geito circular.) Re_

,k¡ndo como el ciclo del huevo. Se -rompe

el cascarónlrrimordial y sllrge ei león instaurador, el león ponedor.lcl prirner huevo.

BoNr. (Narea,o bostezo.) Dejrr de lamer v narra.Doru. Pues resultti que el jardín de uo"rr.o padre in_

itstado estaba de culebras malmetedoras. y vos limoiás-trris el jardín en nada de días. Y, cuando 1o acabáiteis,ic purificar, lo roturásteis. A un iado pusisteis el casti-ll,r de los elegidos v, al orro laclo, hacia el occidente delincridiano, la leprosería.

BoNr. ¿De dónde sacaríase tan extraña palabra?DoN. Y a vuesrro padre le llegaba la satisfacción crea-

, ii rra lrasta ia medula de los viejos hueso s. ( Señala el',,tt¡ librote.) Esiá cscrito.

Bow. (Más bostezos.) ¡Lo mismo de abuniclol pre-Jrcro_ aqr-rello del rey qi-re devoraba a sus hijos legítimos.l.os bufones carentes de ingenio jamás podiéis cimpren-rltf fluestras ansias secretas. Mandaremos, sin ducla al-'Lln¿I, clue te azoteD.

DoN. (tl,[ueue páginas del gran libro.) El jefe de la,ljnrstía clavó entonces el gran cayaáo en el centro mis-r,rrr clel desierto tiñoso y pronunció la gran frase {unda-, rr¡ná1. ¡<Aquí>! , difo.

iloNr. Deja las hazañas del principiador de los prín-,r¡,ios. A nos ha de contársenos algo más inmanente y, eitador. (Insidioso.) Por ejenrplo, lo de aquel afamado| ,lipo,Rex, al que el oráculo proÍetizara...

l)oN. (Cortánciole, señala el libro.) No hay gue con-

'rrlir, mi señor cle señores, nuestros oficios dé buf¿n' ,n los de profeta. Adenrás, no existen siLrilinos presa-r.s eo el Libro. Sólo crónicas y leyes que iiumincn de

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certiclumbres el arco conrpleto de 1os tiempos: desde sus

orígencs Ilrsra su pL)strera consunción'BoNr. Busca, busca bien entre esas

escribidor.

Tú, aTma mía, elévate como un lirio hacia la/otteza áel azur inmatcesible...

Dox. (Ciewa, can un grdn gesto, el libro.) ¡Inútil,en verdad, el buscar en el libro! Los cubiertos por elsexo, tra edad, la perrtetsión y la muerte, es decir, por1a lepra, queclan fi-rera del ámbito de aquél. Y, despro-r¡istos, entre otras carencias, de infinitud, Yacen en co-

rnún revoltiio hasta que revientan.BoNr. ¿Cómo llegas tú, mi buen Bonifacio, a conocer

tantas cosas que los propios textos ignoran? ¿Cómo al-canzas a 1o que ajeno es a la misma escritura?

I)oNr. No todo está escrito. En los atardeceres, a laho¡r de orrinr los pendones de vuesffa egregia casa ysubo hasta 1o alto de las torres y me asomo de murallaspata afueta.

Bour. Y, si hubieras considerado la inclusión en lascrónicas de tan disparejos teinos, ¿de qué color los hu-

.1 . i \DleSeS ilumlnaoor'

Don. Es evidente, monseñor: de un matiz confuso.r T rt jtt u tc.) Color lepre.

Borur. Y a los propios leprosos ¿con qué disposiciónh'.rbiesen figurado en vuestras obras?

DoN. ¡Cuánta pregunta, monsefior...! Se rJiría quer,s inquietan esos ambíguos teritorios...

Borr. ResooLrde. mi bien.T)otq. Los' leprosos figurarían como cerdos. Montán-

,lose unos sobre offos para reproducirse y reproducirse:,nfes de acabar re\/entando. (Notarial) Así los hubiése-rnos dibuiado en la página inexistente del libro. (Connnc reuerencia hacia BoNr.) De acuerdo, desde luego,('on vos. (Rutinario de nueao.) Y sin que hubieran po-,lido percibit las esquilas de los ángeles músicos, sin quelrLrbieran podido percibir la infinita armonía que se es-

, Lrcha en el interior de estos patios infinitos, entre el,,lor infinito cle estas piedras infinitas. (Notarial.) Asll,rs hr-rbiésemos considerado si hubiera habido ocasión,le consideraúos. (Reuerencia.) Siempre de acuerdo con\/Lrestra inapelable supervisión.

DoN. Sin embargo, hay que tener piedad con los des-

1.37

páginas, mi fiel

DoN. (Pasa hoias, con rnala gana' del libro') Nada,

ninguna excepción. Ningún .turbio augurio, ninguna tur-

bia'profecía ion los q,lJp.tdierrn regocijarse los ansiosos

de trirbíos futuros.BoNt. (Con una putxtr de t.'¿ordacidad'.) Deiemos éso,

puesto que tan seguro pafece estat mi fiel cronicador'

Sigue leyeirdo ahora.'boN. 'Y padre, como no sabía, después de todo, cómo

prosesuir. vino r plantar llrl árbol .' BoÑr. ¿IJn granado? ¿O se trataba, quizás, de una

higuera?Dou. Me permito recordar al señor que ciettos ár-

boles femíneos sonarían en estas alturas como pulas

blasfemias. Fotzoso es qlle se tratara de un árbol macho'

BosL ¿Pongamos un olivo?DoN. Fongnmos. (Sigue con el 'indice lo esuito en el

libro.) Y diiá: oTú palirás un descendiente cada noche

l' .r.íibirá, un librc, iacla noche. E ilustrarás el libro -y lo

áolgará, de las ramas del árbol que plantes cada noche'>>

Bomi. ¿Plant¿rrlo dónde?ño*. É" la sala noble del castillo' En el centro del

Gran tr-echo Fundacional. En .:l eje de la creación'

BoNr. ;Mu-v de consideral el resultado escénico! Se-

rá, recompeniado p,.,r tu embellecedor ministerio' (Sl-

nuc¡so de ,urro.) Á"nqn", quízás, tesultatá de más bri-

lTantez con el árbol en el centro del inocente jañin'Y con el inocente unicornio viniendo a lamer las grana-

das favotecidas por las luces.

DoN. Sois severo en las críticas, excelencia' Lo impor-

tante es que a la sombra del árbol se desatrolle la úamade los e*ot-terados de la culpa y de la vergüenza"'

BoNt. Así es, en efecto, mi perseverante decorador"'(Recita, altameinte tírico.) Deja la vergüenza para los

cllre ocupan la grosera fllanura del mundo.

136

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Daruamados. También tros del exterior se inventaron unpadre purificante.

BoNr. ¡Sí, ciertol Pero más tudo que el del arte re-servado a los internos. Careciendo del primoroso aca-

bado de nlrestro propio padte...DoN. ¿El nuestro...? ¡No nos englobes en tu misma

condición de mendigo de servicio! Tú y Vos jamás coinci-dimos en un padre común. Todo lo más a lo que llega-mos a avenirnos es a concederte cietta lejana semejanza.Con 1o peor de Nos, desde luego.

DoN. Sólo scmos una mera sombta de vuestro flecoimperial, ¡lo confesamos, monseñor!

BoNr. Tu untosidad no bastará a hacernos olvidar lasveces que pierdes el preceptivo respeto. Te mandaremosazotat.

DoN. ¡Algo habrá que hacet, sin embatgo, mientrasse vacía este maldito embutidor de tiempos! (Señala elreloi de arena.)

BoNI. Puedes encandilar nuevos rincones de nuestracreación.

DoN. Encendamos, pues, la Lámpan.BoNr. (De nueuo insidioso.) No hay lámparu.DoN. Sólo habrá que pintarla, asimismo, mi señor.Borvr. Hay un tiempo de vivir y otro de pintat.DoN. No. Únicamente uno de inventar Ia ointura v

otro de aceptada. (Neutro.) Daremos la hora. (Voltei,con uft grdn gesto, la clepsidra.) ¡La hora, mi señor!

BoNr. (Se tumba en la cawa, cruza los brazos debajode la nuca.) El amargo ocaso es llegado. Otorgaré testa-mento.

DoN. (Se bace con una larga plarna de aae. Se acercaal libro.) Estoy dispuesto. Sólo me permito suplicaros,humildemente y de todo corazón, que disimuleis los erro-res que mi burda pluma pudiera deslizar en el seno delos textos.

BoNr. Ya entenderemos de ello. Límitate, al presen-te, a filar mi voluntad postrera.

DoN. Hágase vuesma voluntad postrera.BoNr (Aburrido.) Me Íatiga Ia púrpura.

118

DoN. (Finsienclo escribir lentamente sobre el libro y¡ilabeando lo escrito.) Os fa-tiga la púr-pu-ra... Yaestá. ¿Qué más se os viene a la ocumencia?

BoNr. (Altisonante.) ¡Prestos estamos a declinarrnanto y corona! ¡Cederemos a quienes hayan de reco-scrlos los atributos de nuestra condición aúlicat

Dox. (Mismo jaego.) De nues-ta con-dí-ción aú-li-ca...Podéis proseguir...

BoNr. (Cada t¡ez m,ás <<sesperiano>>.) Give me my

i;:.:l n"t on my crown. I have inmortals longings in

DoN. (Como antes.) Aportadme el trapo supremo, elgran gorro de coronar encasquetadme. fntenciones de nocascarla siento...

Botqr. Life's but a walking shadow, a poor playerlhat struts and frets his hour upon the stage

Dow. (Siempre lingiendo esuibir.) El lunes de comi-.¡uejo de la vida y, el martes, cagado por la muerte...

BoNr. I am fire and ait, muy other elements I give tol,aser life...

DoN. Sosegaos, mi señof, con vuestros aires y convLrestros fuegos... Todavía voy por 1o del culo de lanaoa..,

BoNr. ¡La inspiración hace galopar mi estro y tú tie-nes que venir a ponerle freno con tu inepcia de torpeirmanuense! ¡De cien azotes no bajan, tenlo pot cierto!

DoN. ... to ba-ser life... iAjajá...! ¡Esculpido que-,ló! ¡Adelante, mi señor Don!

BoNl (tr)ecaído.) Nos retiraremos a la austeridad der¡n monastetio, ajenos al burCo acaecer del mundo. Ylr¿remos que los buenos frailecicos celebren nuesüos {u-ncrales aun antes de que el inevitable fin sea llegado...Nos hacemos viejos y nuestro espíritu se disuelve enl,rs delicuescencias del creoúsculo...

Don. Señor.BoNr. ¡No me interrumpas, belitre!DoN. F.s que, mi buen amo, ya vamos por el segundo

,.'eciado de reloj. Ya hemos reoresentado lo de las deli-. '¡cscencias del crespúculo.

L39

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BoNr. (Se pone de rodillas sobre la calna' se quita el

sombrero y íe to tiende a DoN ¿l tiernpo q.ue conzienza

a auitarse un zdpato. Gemebundo.) ¡Perdonadme, miLuérr.o y señor!

'¡Se me va el santo al cielo! "' Sólo

; ;" hlrnilde brrión a quien le ha sido negado- el gran

utí" d. hacer comedias. Permitidme que os devuelva

vuestros nobles aÚibutos'=Oó*.- ¡C.ru, lo.o...! ¡Continúa-en tu papel! -Sólo el

teatro es' ,upnL d. disimular este fatigoso peso de cetro

y corona. ¡Continúa, te digo...!BoNr. (iuelue 4 ponerse el sotnbrero y a calzarse')

Sea como ordenéis ¿Pot dónde íbamos?- bor'r (Leyendo ei et libro.) ...las delicuescencias del

crepúsculo.Bolv.. (Itnpuesto de ntleuo) pase,os firm.es sobre los

colcbones,.) i." .1 resto del protocolo. Es aburrido tepe-

tirlo de pura memoria.DoN. (Hoiea et libro.) Yo, el escibano, hice abrir la

mencionada cripta y dentro de ella vi y reconocí al ,pa'dre de nr-resffo señor Don, que estaba muerto, sin hin-

iiurd" de veneno al parecer v, en parte' vestido con el

hábito de nuestro señor padre San Francisco."BoNt. (Intercumpiéndole.) ¡Pasa folios, acémila! No

es ahí...Das. (Haciéadolo.) Que si esta sociedad y compa-

ñia...Bour. (Ne¿e¿,a intercupción.) ¡Tampoco éso"'! Busca

clonde empieza: <<Sepaniuantos leyeren esta carta de tes-

tamento. . . )>

DoN. (Hoiea febril.) ¡Helo aquí!BoNr. ¡IÁfórmesenos, puesl (DoN efecttía grandes

gestos fi?ientras lee.)DoN. Sepan cuantos leyeren esta carta de testamento

y postrimerías cómo yo,'llamado Don, vecino de esta

ioitul"ru de austeridad, estando echado sobre la cama de

la resignación eterna y próximo a efectuar viaje a los

reinos oscuros...BoNr. iAy...l ¿Cómo conjeturar los insondables mis-

terios que nos aguardan allende las sombras?

140

DoN. Sí volvéis a interrumpir el manar de mi narra-t'ión tened por seguro que os quedais sin apoyo de

vcrbo.BoNr. Perdona, mi leal pendolista. Puedes continuar.DoN. Y puesto que es preciso estar prevenido de áni

rno -v dispoiición para cuando decidamos ausentarnos de

cste presente mundo, como temeroso que se tiene que

r,:r de cllanto nos excede y encuadra, digo que creo ytonfieso... (Dejando de leer.) Ejemplar. Las nuevas ge-

ncraciones admitarán vuestro inimitable estilo...Bo¡¡r. No nos lnueve el afán de ser aplaudido por la

¡rosteddad. Só1o la ransmisión de nuestra pequeña par-..'ela terrenai. Continúa.

Ilou. (.!e pased, se recrea en su recitación, corno diri-,Jiél¡dosela a sí rnisruo.) Primetamente, nos encomenda-inos a la natura de donde fuimos formados y, por ende,

cs nuestra voluntad postrimera y mandamos que se nos

tleje sentado en nuestro iecho, reclinado sobre las bor-,l¡rlas almohadas, debajo de nuestro cerezo favotito, denrodo que los jilgueros del más allá vengan a picotear('crezas en nuestras manos. (Se para.) Igualmente ejem-plar y, a1 mismo tiempo, delicado...

BoNr. Tu coba resulta hatto empalagosa. Doscientosirzotes serán más aProPiados.

I)oN. (Finge leer por xrn ?aomento en el librote' pero

t'ttelue en scguida a su paseo con recitación tecreatiua.)iLem r-nás, es mi voluntad postrimera y mando que mil,lata labtada, mís pinturas de bulto, mis alhaias del ser-

r icio de casa, mis cofres con los vestidos de ceremonia,rnis copas de romper al final de los banquetes, mis ca-

¡:rs de asistir a ios bailes de corte, mi gran collar de la,rlden del elefante, mi hacha de hacer justicia, mis re-

rlre\/os de hortensias, mis escupideras de aliviat audien-, irs, mis libtos cle horas, mis marfiles de estampar y,'ualescluiera otras galas prepafatorias de mi puntual re-

1,r'oclucción, mando, decía, que me acompañen y sirvan,lc viático y guarnición por lcs lóbregos vericuetos del,,rro lado del tránsito . (Dejaado de pasear otra uez')( ilrin virtud esa cle precaverse de la incierta lluvia de

r41

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los futuros. Sólo alcanzan a ello las almas n-rás nobles yavisadas. . .

Bow. (Quitándose el sowbrero, con uaz humilde.)Maestro"..

DoN. (Acentuando el ritmo de su recitación.) Itemmás, mandamos y es nuestra voluntad postrimere que

se nos reserve para nuestfa segunda ocasión la cama de

granadillo y bronces donde hubimos todos ¡t cada unode nuestros desceudientes... (Acaricia las ropas del le'cbo.) Como, asimismo, sus colgaduras de damasco car-

mesí con alamares áe cañamazc y sus rodapiés 1z sus pe-

llizas y su doselillo de cabecera con tafetanes listadosde colores y su toalla azul y sus gasas...

Bor.¡r. llzsis tente.) Maestrcl: tenedme la merced de

buscar unas paginillas más adelante. A lo mejor aparece

alguna peclueña tnanda destinada a vuestra leal servi-dumbre...

DoN. (Cada uez ¡nás granCilocuente y mdiestático.)Item más, nos legamos el algarrobo de dar sombra yconformidad a los nuestros, con todas y cada una de sus

estampas. Y la leal clepsidra que vino a poner compás

y mesura en nuestros pasos pof este guiño que llama-mos vida. Y las jaulas con los rniembros de nuesta des-

cendencia legítima, que alguno de ellos, sin duda, gusto-

so será en dar calor a nuestras cenizas en las frías noches

del invietno transumbrío...BoNr. (Remedando la grandilocaencia de Dor'r.) Item

más, mandamos v es nlrestra voluntad postrimera que a

nuestro buen y serr¡icial Bonifacio, por la gracia que supodesplegar con su oficio de actor en cada estancia de

nuestro existir, legamos y cedemos...Do¡.t. (Interrutnpiéndole y lingiendo pasar hoias del

librote.) Nada encuentro en los textos de esa rnancla que

decía...BoNr. ¡No me interrumpas, belire! ¡La inspiración

hace galopar mi estro y tú tienes que venir a ponerle fre-no con tr-r inepcia de torpe amanuense!

DoN. ¡Está bienl Da rienda suelta a tu vulgar codi-cia de siervo.

142

Bom. (Vuelue a rewedar a Dor.l.) A mi buen y fielirLrf(rn dejo la plata labrada, mis pinturas de bulto, los,|,.¡blones del pote encerrado...

D<tr'r. (Con un golpe sobre el libro.) ¡Aquí estál (Cie-rra el libro con un gesto definitiz,o.) Escucha lo que, en,,crdad, dice el libro: a mi viejo servidor que tanias ve-( cs supo adornar la grosera realidad enrededor de miírcrsona, mando que se le entregue este libro con mi his-roria v cuantas ilustraciones contiene...

BoNr. (Estallando, se quita el sornbrero y lo tira con',t!,.,ia. sobrc la catna-) ;Para cl muy hidepula, magrirasr'rr el_ más aquí y en el más allá. Y-, pn.n .r.ru, zaftcarto-

'res de papel a todo pasto. Tiene rción el dicho: tOue,lamo no pierda ¡, el ayo a la mierda...l

Doru. ¿Qué significa esto? ;Vuelve a tu papel o man-,l¿rremos que te azoten sobre el mismo esienario!

BoNr. (Salta Ce la catna y rebasca, febril, en et libro.);'fe diré cuál es tu verdadero signo, ruineja!

DoN. Este levantamiento merece algo más escarmen-r:rdcr clue el azote. Te lo anuncio y prevengo.

B.9Nr. _;Lee aqr-rí, hechura de Áüol ¡'Mira lo q.,.'t' clice de tu mandato eternoJDoru. ¡Ya es Ja. horal ¡Canrbio de escena!tsr:w, (Señala la clepsidra.) Falta no menos de un

,lriir-tto de arena. Todar'ía estamos en plena testamenta_r i.r. ¡Lee. . . I

DoN. (Doliente.) Teng,o como una especie de telillairrc r"ne anubla los ojos. Nos hacemo, ui.io, mi buen

! lonif acio. . .

FtoNr. (Intercnrupiéndole.) ...V vuestfo espíritu se di_'.,r<'h,e en las delicuescencias clel crepúsculo: nos sabe_',,,s el romance de cabo a raho... pero lo que sucede.,,r ¡elidad, es que tu afán de dominio rebasa'los límites' ri pro¡ria carroña...

lloN. ¡Cuamo caballos tjratán de tu cuerpo en direc_' ,nes enemigasl ;Tus ojos serán bocado de savilanes!

I'rrs mondos huesos desparramados se verán por el de_r,'r'¡o de ]a leproseríal

r43

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BoNr. ¡Cuerpo de un perro"'! iQuerrás leer de una

condenada vez!-"il;. ?trelto de espaldas at libro' Vuelae 4 su uoz

d"l;;;'r.)'Q.r" na..rá'de mi carne una catne diferente

crue no será ml carne y que, del ayuntamiento en la car-

;""d"1 r;tó" J" .urn.'.ott la carne diferente' r'acetá vna

i^r".^¿. -" ,.r."d"rá"' ¿Es éso 1o que querías que le-

yesei''-lo.t. Libro segundo. Capítulo quinto' Versículos ini-

cirles' Los hijoslsesinatei d" padre .corrupto y libera-

r¿"-" f"t l.pró.ot. ¡Está esctito taml¡ién!"*b;. ¿a;ién ha po¿i¿o falsear tan arteramente el

.r¡.ii., i.-lo, textos'? ¿Quién mandó escribit tales ex-

travíos ?-;Ñ. TaI vez fueran ias malignas escoñadestinos' Las

puñeteras sibilas.''"Ot*--"'gtcucha tú, triste encandilado! ¿De qué

..teu.*i.J .rtu rebelión privada?- Cada noche te sube la fie-

tr" d" la impertineniia y todo acaba siempre en el pan-

tano del segundo acto...tlorvr. Peio es posible qr-re todo no se agote y consll-

ma en esta estufa cle {ingimientos''" Ñ -V;

.páti" ¿. 1o Épru Y !l cao¡,. ¿qué más puede

existir f.rera áel ámbito clel castillo? Díme, mi buen do-

tador del casdllo.Bom. (Con gesto det'initiuo') Sir' embargo' olvidas

que en- etr centró de la oscuridad inferior te espera una

carne de...--ñó*. ('Tapando su boca col't unú ntano') ¡No ptonuu-

cies la palabra Proscrita!

(Lr:ror, abaio, encien¿Je en este morueilto utt fosforr't

que (lPaga' ráPidamente')

Bom. (Librándose d'r: la ruano atnodazadora' coil r(t'-

bia.) ¡'Ie espera ulla carne diferente! ¡Te espera una

carne de HEMBRA! !

Dox. (Dr¡tier¡te al máximo') ¿-Quieres) acaso' desper-

tárme1o?

1-+4

I3orvr. (Da uueltas alrededor de la cama repitiendo,ton diueys¿ts enton6ciones, la palabra <<benzbra>>. Termi-nd coftt{) si azuzat"a. DoN, representandc¡ con exagerLt-t:ión, se tapa los r¡ídr¡s con el antebrazc¡.) iFlernbra!;Heml¡rai ;Ilembral ...

(Suena í¿Há uaz debajo de la cama.)

Vc¡z p¡ Tr PneNs:

Mat:cebos c1e J'.rdea,si por dicha enconuáis mi fugitivadecidle que no sea

cun sr¡ rdoraJo esquivav que morada y leche me aperciba...

Do¡1. ¡'iii Io has qr-rerido! iNos hundiremos juntos!;La fataiidad nos anegará en ia misn-la onda! ...

Borvr. ¿J?or qué tan negros presagios, mi señor? To-,1c5 lss días ,:l infantito sale r disfrutar de su pequeñolccreo ,v no {ror ello se derrumban las murallas sofrena-, Ioras.

Dot'1. Pero algún día es bien posible...lloNr. Todos los días son previsibles y maleables, mi

scñor. ".T'r lh,q.ris. (Cantandn rcientrtLs sale ¿le debajo de la

r'"1 !;?d. )Tenía i-ln pie sobre el otro

y los dos como itzucenasy ceñían sus tobillosargollas de finas piedras

), en el vientre un denso riángulode rizada y rubia seda...

BoNr. Vuélvete a tlr cama, mi pequeñín. ¡No comien-r'cs con tus travesufasl

'fr Pn¡.us. (Se acerca ¿ I)oN y cornienza a indagartntre sus rop(¿s mientras sigue cantand,o,)

La)

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¿En qué alabanzas cabe

de sus dos globos la sin Par belleza,la blanca tez y \a mórbida firmeza?

(Cowienza a desabrochar la casaca de DoN.)

¿Y quién el atractivopintar sabtía de su botón lascivo?

DoN. (Intenta retirarse. Tr Pn.qNs se lo itnpide, abra-

zándote.) ¿Qué pretende este pobre hijo mío? ¡Menes-ter será uiotur aún más los fierros a su extraño des-

varío... !

Tr Pn¡Ns. (,4 Bour.) Señor Padre'..Bor.ir. Llámame papá.Tr Pn,qxs. (Sigue intentanCo desnudar a DoN.) Se'

ñor papá: ¿por qué les ponen tantos refajos a estas hem-

bras?DoN. ¿Hembra yo, en estos altos ámbitos? ¿Qué des-

atino es éste?Tr PneNs. (Cornienza 6 pofterse lrenético y c411td' a

uoz en grito.)

Seas loba o cordetadéiame un ratojugar con lo que llevasbaio el refajo...

BoNr. ¡Tranquilo, tranquilo, mi pequeñín...!DoN. ¡Amparo! ¡Protección! ¡Acerquénsele las es-

tampas cuanto antes ! ¡Pronto. . . !

BoNr. (Coge una de las jaulas uacías y comienza a

agitarla por encin¿t de la cabeza /e Tr PneNs.) Toma,hijo. Diviértete con esta fruta oscurita. ¿A que tiene las

carnes más prietas que ésa que tienes abtazada?Tr PneNs. (Suelta a DoN, contempla Ia iaula con

aire erubelesado.) ¿Quién es, señor papá?Bour. Una hermanita negra. Se llama Leidi.Tr Pnervs. ¿Como la de siempre?

t46

BoNr. Hoy es siempre, lucero.Tr Pnerus. Entonces, señor papá, ¿ya soy un hom-

I¡re?BoNr. Hecho y derecho, mi niño.Tr PneNs. ¿Y puedo retirarme con ella a la intimi-

,l¡d de mi refugio?BoNr. Como sea de tu agrado. De vuestro agrado,

,Juise decir, puesto que ya se os debe tratamiento de,rclulto... Pero no os quedéis a un sólo paño. Estais enl,r edad del capricho y de la {antasia. Tiempo tendréisrle estabilizaros. (Descuelga otrtt laula y se la aproxima,¡ Tr Pnexs. que no sabe con cuál quedarse.)

Tr Pneus. Y esta hembrita tan preciosa ¿cómo sellama?

BoNr. Lcidi, también.Tr Pn,t¡{s. ¡Qué rubita es!BoNr. ¡Como una espiga en sazón! Vuesrro padre la

,,rncebiría, sin duda, a fuetza de pensar en trigos con,<t1. (Leuanta la pritnera iaula.) Fruto de ensoñaciones, ,rn ébanos nocturnos. (Leuanta la otra.) La {iesta tojiza,lc un mismísimo fauno.

Tr Pnlrus. (Coge una de !.as iaulas; recito dirigién-,lose a ella.)

Igualada no puedeel color de la fresa rubicunda,ni el de Ia rosa excedeal iris virginal que 1o circunda,ni del pichón la plumaaventaiarlo en suavidad presuma...

DoN. ¡Basta va, rijoso! ;A tu rincón!Tr Pn¡.Ns. (Cogiendo la otra iaula.)

Siento subir en mícomo un perfume que en la sombrase expandiera...

DoN. ¿Oíste lo que se te mandó? ¡Desaparecel

L47

Page 73: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Tr Pn¡,r-¡s. (Como si no bubiera oído, sordo en su

enajenación.)

... desciendo y desciendopor las profundidades de tu almamientras' relámpagos de pálida pieldestellan entre los pliegues entreabiertosde tu vestido glauco...

DoN. ¡Terminará por soliviantar con su torpe-extra-vío a todos sus inocentes hermanos! ¡Húndete de una

condenada vez en tu cueva o terminaré por olvidarmede quién eres!

Ti Pnexs. ¿Qué clase de hembra tan ruda es ésta,

papaíto?BoNt. Es tu primet padre. Obedécele...Tr Pn¡.Ns. Sí, señor padre. Sí, señor papá..' (A las

jaulas.) ¡Vamos, serpientitas! (Desaparece debaio de lac¿una cantando a uoces desalotadas.)

... y con los ojos entrecerradosDeneffo en el húmedo centroáe tu gladiolo secreto."

(Durante iln tieftxpo puedeu oírse sus uoces, luegouan amorliguándose.)

DoN. ¿Acaso no sabes que las palabras sucias exci-

tan a ese pobre clesdichado?BoNt. (Inocente.) ¿Pues qué dije' milord?Dou. Nombraste el sexo inexistente de manera harto

cruda y directa. Y, a n-raltsr abundancia, repetidas veces'

La próxima vez que lo hagas te mandaremos azatar. En

esta ocasión tendremos a bien el perdonate, en méritoa que nos salvaste la vida. (Se acaricia el cuello.) iCasim" afogu esa pobre carne de rni carne! Un poco más de

demora en aportatle sus t-sparcimientos y hubiéramosDerec100. . .

Bo¡¡r. No temais por ese laCo, monseñor. Ese infeliz

148

salió directamente de vuesras entrañas de macho, señorde machos. Señor de todos estos inocentes...

'(Gesto

circular hacia todas las jaulas.) Y el que pudiera habe_ros dado acabamiento, vos m.isrno r.p.ii.tói, los textos,vendría manchado por el paso a tavés de hembra...(Retaarca intencionadan¿ente la últitna palabra. Automá_tica reacción /e Tr PneNS qae asonzi la cabeza por,lebajo de la cama.)

Tr Pnexs:

Blanca por todas partesmenos pof unade oscuros rizos.

Oscuros rizosnegros por todas partesmenos por unacolor iacinto.

Color iacinto,rojo por todas partesrnenos pof unade miel y vino...

DoN. (Corta, co?¿ t¿tx escobazo etz la cabeza de TtI)RANS, la canción.) ¡A tu infecto rincón, sabandijol¿Oma vez vienes a quebrar el ritrno de nuestra funcián?

(Tr Pnervs desa.parece dando aullidos debaio d.e lacatna. DoN se dirige a BoNr con uoz suplicaite.)

;No es bieu cierto lo que clijiste antes de esa enojosain temupción ?

Bour. ¿Y qué os pude decir, mi poderoso dueño?lloN. lNecesitado de at'irmdción.) Asegurasre, mendi_

lr(),.que .de ninguno de ellos podría partii el 1^*^;; i;;_rricida. (Señola las jaulas; Boñr se muestra rnd.o rrz o)i,,i tiao. )

119

Page 74: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

BoNr. Ni más ni menos' mi poderoso señor' Todos os

son hiios adictos. Machos como vos'--b;il. (Medio suplicante.) Y que no.transmitirian a na-

¿i. fá l"ti" de la usurpación, ¿no es cierto, mendigo?

Borqi. Cierto, mi Poderoso amo'

DoN. Y que todos ellos son puros, puesto que per-

manecieron ii.t .o.to..t vientre impuro y sin pasar por

;i;;". i-p"rc. (Casi lloroso') Repítelo, mendigo'' il*t. (Maiestuoso.) Sl, mi podetoso jefe' Todos' to-

do;-;o; '-u.ho,

hiios dá -nóho v de imaginación de

macho. .. (Leuanta una iaula') Cuervo' Nacido el vein-

tiséis de febrero. mi poderoso señor' ..DoN. ¿Macho? ¿No es cierto, mendtgo/BoNr. Cuervo macho, mi podetoso sefot' (Leoanta

otra iaula.) Puercoespín. Del veintisiete del mismo mes

l'i¡á.-s"t o.iu. ot iu..ru.o,t vuestras partes más deli-

cadas.Dou. (Coruienz(t a tener confianza') ¿Macho también?

BoNr. 'Mn.ho' (Otra iaula ),Gato montés' De la noche

uig,-,i.t-tt.. Yo mismo corté el cordón umbilical de este

infante.DoN. Macho.gáit. (Otro iaula.) Ratón almizclero' Tan tollizo que

t.rui-ot i.olt.Áut prrerperal"s hasta bien enrado el día

siguiente. ¿No recordais?"^"O"*. fC)da uez más seguro de sí') Macho, macho"'

BoNtt.'(Otra iauta.) Atdillo comútn, mi poderoso señor'

úÑ. iT.rmi.tudo en hermosa o de macho!

Bow. (Sin coger tnás iaulas, simplemente señalándo-

t"lfs¡tilo. Y inn h"rtttóto qttt hubo necesida'd de ha-

cerás doble cesárea. Araño. Sln problema-s, dado su exi-

eo; tu*uno. Y aquei esqueleto -tan viril ¿no es acaso

il"¿*"it. imperiali ¡L9 que se dice un r,esiduo de águi

1o máchamente imperial, mi podetoso señor!^" D;Ñ. ¡Machos!

^ ¡Machos! ¡Todos machos! (Triun-

lalista al rnáxitno') ¿Existe, acaso, alguna sucia desinen-

.iu f"m.nitt. aI final de estos nombres?

BoNr. Todos son del sexo adecuado a esta patte del

castillo. (En este monxento, con una g/6n pnaeta se sube

150

a la cama y rompe la situación anterior; uoz rencorosay siniestra.) Sin embargo, mi poderoso señor, una solaexcepción y he aquí que puede fructificar en descenden-cia asesina...

DoN. (Se derrutnba, anbelante.) ¿De qué excepciónhablas? ¿Qué descendencia es ésa?

BoNr. (Implacable.) Una noche enrre las noches, mi*lord,. monseñor, su graciosa trlteza, su magnánima ma-iestad, mi amado, respetado y querido dueñó, paristeis...

DoN. ;No! ¡No! ¡No! Aparta ese dolorido dardo dei.ni costado. ¡Apártamelol

BoNr. ¡... paristeis una carne diferentelDoN. ¡Extrae esa espina d.e mi torturada memoria!

iBxttáelat (Cada aez tnás patético.) ¿Q"é falta terriblehube de cometer para ser fulminado por aquel terrible¿rccidente?

BoNr. (Salta de la catna y gira alrededor /e DoN,co|ito una euménide. Lr,rnr, en el niuel norrual de la es-(:enttr ua encendiendo lentamente un cand.elabro de mu-t:hos brazos situado sobre una larga tnesa que ocupa eltentro de la escena. No se uerán, todauía, los londás deósta.) Lo cíerto y real, mi dil¿cto señor, es que sucediócl extraño fenómeno. Vos, como si 1o presinfierais, per-rnanecisteis lleno de nerviosidades y no con el .rp.roietargo qlre os era habitual cada iornada hasta las horas¡,reambulares de la procreación. Y, ciertarnente, que¡r¡da tenía que ver aquella desazón con la marcha sele-na hacia el lecho cotidiano para dar al mundo vuestrovrístago vespertino...

Dow. ¿Cesará alguna vez cle supurar esa pústula delu negra ingratitud?

BoNr. Repito que todo parecía barruntar la excep-, irjn inminente y que, incluso, la natutaleza extraníera pó-iría un conmapunto de agitación en el espeso ámbito'deintramuros del castillo. Recuerclo q.t. .nt ió el búho exte-r ior y culebreó una centella por roda la desolada lividez,lcl firmamento. Y, cuando ,rlcé ias sábanas ensansren-trrdas, vi que la criaturita qlre se retorcía en ]as piime-rrrs angustias del existir, entre vuestfas piernas, no tenía

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Page 75: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Ias patentes muesras cle vitiliCad de todos vllestros an- Doirr. (Jeco, como dejando de <rrepresent(ir>> su des-ttilxpalo..) Te mandaré

^zatar. Da la hora al prescnte.

BoNr. (1)a la aueiÍa al reloj de arena. Sube a la camaiuego.) La hora suprema, excelencia. Subid al lecho.iDorl s¿tbe cl lecho 1' Rowr lc¡ recibe con un(tr gran reue-rt'ncid.) ;ilicnveniclo al tálamo, mi ángel!

Doru. ¡Me cl* r-rr-ia vergüenza...!Borur. E,s or'ecrso. La perpetuic{ad está por encima de

ciralcluier rtrbor, por 1egíiimo que pudiera resultar.DoN. ;Ciertarnente qlre ñe consun'le la sed de eter-

nidad!Eonr. ¿Bailarnos, bello eneno? (Reuerencia aquicscen-

¡c /c Don. Músico que et seguid.a por la pareia cott grafii,¿rsiwonia corf é.r.)

lJox. ;'Iúrbanrcl ;Embriágamel ¡Fascínarne!

(Enlrc con\ás ¡; cowpá: y en medio del <<cuento tur-lcedar>> rclatado ¡;oi l}or.ir, /s/c 1 DoN .re inicrcatnbianprettr!.cs de stt.r c.l.ue:nt/os.)

JloNt. Ér'ase un¿ \rez rin re ¡rotísimo ¡raís e n el queI,rrL¡jtnbo un capifál.r clc draqones, t¿n ¿lpuesto como des,¡rrovisto de pecu[ios, pues sólo poseía un gato con botas,rna piel de asno v una espesa barba, tan azuladir. tan

'rzulada, que despedía reflejos colorados...

l)oN. ¡NIajo el víejo barbirlojo!Ronr. Y sucediír clue el coronel de lanceros era pro-

iiind¡.mente cleselaciado, pues'Lo que slrs hcrmanastros,({¡:r "\er sargentos d.e menor gracluación y mucho menoriingo, hastzl el pirnto de ser, francamente, dos enanos,It oblisaban a fre¡¡ar, a baner, a limpiar las letrinas 1t

.r sncar cl brillo de la plata en la noble n-ransión de su.srilvores. ¿'l4r: escuchas. bello príncipe?

üox. Te escucho, aunque ¡e me desmava Ia imagina-, itin pol esa serla de tu escote...

Borur. Y sucedló oue el ¿rnciano mcnárca manc{ó c¡ue.r probsf.tn las bot¡s de montar toclos los brigaclieres,k:l reino y síllo al irumildísimo br-rfón, feo cclmo un,!¡o, le vilro la corona a la medida...

DoN. ¿Y qué hizo nuesrro héroe?

teriores Pfoductos...Dox. (Grl¡o cleses perada, pero, carno siemple,

blewente represantada.) ¡I-eidi! iLeidi"'! ¿Porme brotaste?

Bo¡¡r. Y en las cocinas del castillo las sibilas dieron

fe Cel cxtraño fenómeno...Don,. ¡Nol ;Nol ¡Nol .-- ¡L1s sibilas no! ¿-Por qué

nn ra antrrn"or.it', los profetas, o 1os augures' o los echa-

J,,.", .1. carl á-s, o los pitonísos húngaros? ¿Por qué las

malclítas féminas) Eilas se conjttraron contra rní, enros-

cáron sus vaticinios altedeclor cle mi futuro como ramas

de tlaidola.rredra...Borqr. En ias cocinas dei cr:'tilio se te¡-rnieron las si-

bilas. sí. Y, una vez be'oic1o ei anís ''' comídas las casta-

ñas, establecieron el oráculo.

Dos. ;trníttil.".! 'frn proni-o cornrt recobt'e mis fuer-

zas. i-ra-< el sobrcparfo, 1o anulo rni decreto'

BoNr. No se pteceptúa por los tiempos de los tiem-

rrou. iólo se acertiia. Y iasiibilas,,v las enmañas del ma-

;r;',; t h coni',rrción de Crrsiopca r de lr O'r cstabnn

d" "crcrdo.

De Lcidi vendría el sucesor del señor Don'

I)oN. ¿Pero círmr¡) ¡Dónde habría de^encontrar car-

ne difereite que 1e hinchase de sttcesor? Cada carne ocu-

;; ;;; nivel dcl castilio -i' sc l-'a clispitesto que ambos

.¡,-,"d"tt cerrados sobre sí, irrcon-runicados, estancos ' ' '

A mí inisn-ro, colt scr el iluc ijov, no me es permitido en-

fo.gor*" en cohabitacior-res bochotnosas l{e de ser fe-

.u".ándo lror e1 ¡:,oder clc rni propia mente' Así se dis-

tru so.IJo¡-t. Sin ellbai¡¡o, los designic¡s del hado pueder-r

c,.rnrpiirse, qr,rién sabe por qué recónditas razones'

llo¡r. (G)me1'¡tndo.) ¡Recrérrte en hurgar en mi clo-

1or, recréate! ¡r'\ mí, que prometí llevar.siernprevjvas a

tu tullb¿r mil veces ai año y durante mil años' así me

pagas I' Éo*r. No yct, mi pocleroso señor' Só1o soy un humil-

dc crc¡nista.

152

utst-qlle

r53

Page 76: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

BoNr. Le dio un beso de amor en medio de la man-zana y tuvieton muchos híjitos varones que llenaron desatisfacción al buen anciano... ¿Os sentís suficientemen-te excitado con la bella historia?

l)oN. Henchído.BoNr. ¡Inundado?DoN. Grávido. Cor¡o un cofre repleto de estampas.BoNr. Reoosaos.Dox. Descuida, mi apuesto bardo. Preservaré en mi

delicada situación.BoNr. Adiós, ahota, milord.DoN. (Desgarrado.) ¿Así me abandonas? ¿En tan es-

trr-rjado estado?BoNI. ¿Y qué queréis que haga? Sólo puedo partici-

par en Ia operación con mi distante, si bien atenta, amis-tacl. . .

DoN. Pero tú fuiste responsable conmigo. A medias1o fraguamos.

BoNr. Perdón, monseñor. Yo sólo puse la magia demi verbo. Todo lo de la carne fue cosa vuestra.

DoN. (T'entador.) Seús recompensado con la Distin-guida Orden del Elefante. En grardo de Gran Placa. Só1o

tienes que seguir haciendo de rní mismo.Boxr. IJay lírnites, pobre mío, que el teatro no pue-

de traspasar. Los bufones no {uimos destinados a per-petuar h mza. Todo lo más a embadurnada con arpe-gios. La otra excelsa misión corresponde a la clase deIos señores. (Baja del lechr.¡.) Y habréis de cumplirla,¡ayl , en la más despojada de las soledades.

Doiv. ¡Y bien amarga que resulta la del auriga queel carruaje supreino debe conducir!

(Abaio L,¡'rcn encien¿le otra candelabro al extretnoopuesto de la tnesa. Bow ¿lza las ropas baja las cua-les se habrá auopado DoN.)

BoNr. ¿Comenzáis va a sentitlo?DoN. Un poquirritín. Como un arañeo. Pon aquí el

oído.Borur. l''4cerca la cara a la barriga de DoN.) ¡Se diría

t)4

r-in jilguerillo que picotease y picotease los bordes de lavida!

Don. (Con un grito espeluznante, brutal.) ¡Teresa!BoNt. (Inzpasible.) ¿Qué os sucede?DoN. (fuLás luerte aún.) ¡Teresitaaaa...!Borvt. Aquí estoy, ángel mío.DoN. ¡Ay, mi amada Abelone...! ¿Cómo pudimos,

di? ¿Cómo pudimos...?BoNt. (Lirico.) Yo tenía una de mis profundas melan-

colías y tú llevabas aquel vestido profundo y transparen-te, como Lrn agua con beruos...

DoN. ¿Y por c¡-ré olía a flor de verbena la seda detus homl¡ros? ¿'Por qué te pusiste el traje de chambelánr,, sobre la pechera áspera que erizaba mi piel, la Otdendel Eiefante?

BoNr. E,l destino que cada cr-ral porta dentro de sí,como una fruta enffe las ropas secretas del armario ma-¡rimonial...

DoN. (Nueuos gritos.) ¡Me deshilol ¡Me voy! iMedesenci-raio I

BoNr. Ca y estl Ya lo tenemos en la boca del túnel.DoN. (Griteria progresiua.) iMe despedazo! ¡Me des-

piezol ¡Nfu: clesmenuzo!BoNr. Esperemos que hoy no nos venga de nalguitas.DoN. iMe destripizo! ¡Me desjarrozo! ¡Conforta-

,--irin, confortaciónl ¿Nadie es a acompañarme en estasrLngosturas? ;Abelonel ¡Abeloneeee!

BoNr. ¡Un poco más de esroicisrno, milord! Con unírltimo empujoncete os veréis desenjaulado de los baro-Le s del tanto padecer. . . ¡Van-los, vamos... I

DoN. (Coa urt stts¡tiro hondísinao.) ¡Ya...lBoNr. ¿'Consumatum?DoN. Sí que sí.

Roxt. (Señalando la clepsidra.) 'Xres décii¡os de are-ira menos que anoche. A este paso 1o conseguiréis en el,rLro tiernpiro de un suspiro...

1_.loN. Déjate de tiempos que nadie te ha pedido y,liire el resultado.

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BoNr. Tal vez, si supiérais e1 día de la semana que

nos cone, os ahoraríais tan sufrida incertidumbre.Dot{. ¡Está bien! Haz cluc tu colmillo segregue un

poco rnás de ponzoña. ¡Destroza la inmarcesible solem-nidad de este momento! ;Escupe, r'íbora!

Borur. Sólo quería tecordaros que hoy es miércoles.Dou. Pero 1o que sucedió mil veces, puede cambiar

de signo la mil y una.BoNr. ¿Espetais, acaso, otra...?Doru. (Cortándole.) iSilen:ia Ia abvecta paTabrat

¡Ten cuenta del dormidito!Bour. Perdón. excelerrc.ia. Cacla uno de vuestros vás-

tagos me hacc olvirlar los anteriores. (Se potte unos lar-gos guantes ra jos. Cubre el cuerpo /e DoN con t!ftaenor?1xe sábana.) ¿Puedo proceder?

Don. Tienes nilestre vetlia.Bom. (Mímica de leuantar bacia los techos algo que

sin¿ula baber cog.ido entre les ropas de DoN.) Quince deoctubre. Miércoles. Un lindo varoncito.

DoN. (Anhelante.) ¿Verdadero?BoNr. Y entero. Todo saledizo de la parte de amores

como un morueco.Voz rr Tr Pnaxs. (Entre geruebunda j tenterost,

desde debajo tle la cama.) ¡Ay, infelice de mí! ¿.Quéhírmeda srutita refrescrrá mis tiesas lumbres con ran¡ovaroncitol ¡Ay, clesdicl-rado! ¿Quién a darme vendrátiernos agujeros?

DoN. ¡Qué r'ergüenza! ;Todo lo escuchó!BoNr. ¿Qué tiene de parricular? ;Chíllabais como

una parturientalDoN. Tendremos clrre poner más sigilo mañana mismo.BoNr. Tendremos. (.ls acerca al árbol y descuelga un

sustituto cualquiera y se lo tira debaio de la canza. Ce-san las la¡nerclaciones poco d poco. Letnt, abajo, colocadebajo de la grarz Tnesa rrn inliernillo y lo enciende. Sepostr(t ante él contetnplando conxo hipnotizada el luego.)

DoN. Déjanre tneccrlo un poquitín.BoNr. Cuandn lo tengamos en su iaulita. Antes lo

prohibe la etiqueta.

156

Dor'*. Dime, al menos, de qué bichirrinín se trata.¿Leoncito? ¿Lobezno?

BoNr. No.DoN. ¡No me digas que hemos conseguido uno de

esos hipógrifos tan raros! ¡O un pequeño ejempiarde salamandro! ¡Sería demasiado hermosol Nos faltanen la colección...

BoNr. No, mi serenísimo señor. Nada de animales fa-bulosos. Se tfata, simple y sencillamente, de un hombre-cillo común.

DoN. (Hi¡tóuitanzenfe decepcionado.) ¡Q"é le vamosa hacer...l ¡Con tal de que nos llegue con toda su cor-dura... !

Borur. (Norarial.) Se ignora ral extremo. Surgió conla razón tan helada como el resto de su naturaleza. (De-linitiuo y hacienda uftn p6usa entre palabra y palabra.)L,os - miércoles - monseñor - sólo - alumbra - cadáveres.

Dox. (Salta de la ca¡na al suelo.) ¡Ayl ¿Y qué baia-remos ahora a nlrestra Leiducha pata 7a hora de la cena?Ella, qr-re siempre está esperando un regalito de carnediferente...

BoNl. Prclveeremos a elio. Me quito esta sangre co-trompida de encima i, en seguída somos con el oficiocle nuevo. (Se quita los guantes.)

Dow. (Dando unos golpecitos sobre la cama.) ¡Sal tú,irijitol ;l-legedo es ru gran rnomen{.oi

Voz rE Tr FneNs. ¡No saldré, nol Todavía tengoendoloridos todos 1os lomos.

Borur. Te proixeto qr-ritarle la escoha a este hombreáspero. Anda, s¿rl a conocer a tu nuevo comf¡añero de. s¡lncia.

\Ioz an Tr Pn¡.xs. ¡Que no y que no! La habjta-ción apesta a m¿cho. ¡Estoy harto de tanto hermanolruntoso! Si no es una hermanita con concavidades. no:rtlgo..

DoN, ;Obedecerás. cuerpo de cien mil pemos! ¡Vayasi obedecerás!

(Coge el escobón. BoNr se lo quita suauemente.)

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BoNr. No hace falta ser tan extremoso con el mucha-

cho. El lenguaje, mi señor, hace milagros con estas na-

turalezas díicoias. Dejadme a mi' (Coge del árbol un

instrum.ento rnusical,' de prelerencia una guitarra de

<<cdtxtor protestar>. Canta, acompañándose de ella, con

uoz de iicetiple aieia y encan¿llada.)

Yo soy la lagattadel culín moradoy aquel que lo Pillaqueda embelesado.

Lagarto, gartico,sal del agujetoy dame tu hocico.

(Arpegio. Se inclina a tocar la guitarra cerca de losbajos de la cama.)

Yo soy la lagattadel culln moradoy aquel que lo pillaqueda embelesado.

Lagarto, gartico,sal del agujero

y toma gustico.

(Guitarreo tnás aProxiwatiuo.)

Yo soy 7a laganadel culín dorado:verá el paraísoquien quiera cataúo.

Lagarto, gartico,sal del agujero,sal del escondriio'

(Más trémolos. Tt Pn¡,Ns asoma por debaio de lacarna.)

158

DoN. Hola, hijo.Tr Pn¡,Ns. (Todaaía arrastrándose para salir de de-

hajo d.e la canza.) ¡Ay, infelice de mí! ¡Ay, mísero!¿.Quién Tamerá las llagas de mi soledad? ¿Qué canora,lclicia mitigará mi abandono?

BoNr. (Encanallado al wáximo.) Yo, piojito. puedes,rpostarlo. (Voz normal.) ¡Demostado quedól La vio-lcncia es maniobra superflua cuando exiite una poesía,Jue la l"p_la... iQué sería de las grandes causas d^espro-vjstas de los servicios de una cantatriz? (A Tt pn¿.Ns,¡ue ha salido de la can¿a y se ha puesto en pie. Durantel¿ escena-sig-uiente DoN pennanece en silencio, paseán-,l,tse meditabundo alrededor de la pareja.) Hola,-hijo...

Tr Pn¿.Ns. Hola, papaíto.

, Foy . Ahora, -hijo, si te dejas sacar bonito, papá tetlcjará el libro de estampas que ranto te susra.

Tr Pnel¡s. ¿Ese de los vei.os tur, .orqiill.antes?Borvr. El mismo, hijo.Tr Pn¡.us. Me estaré tan quietecito como el herma-

no bueyo. Te creerás que est;y disecado en mi jaulita.Ya verás.

(Boxr coloca ¿ Tr PneNs cc,¡no si se tratala de unmodelo de academia de bellas artes. Luego descuelgadel árbol un muííeco de tr¿tl)o qu, ,rrrerda al prop"ioTr PnaNs. Deberá estar coftlo aacío o destripado oser, sirnplemente, los trapos exteriores t rellenablesrle-aqué|. DoN coge an libVo que igualmeite pende delárbol y se lo entrega a Tt PneNs.J

BoN:. Toma, hijo. Entretente a tu antojo.Tr Pn¡.Ns. (Leyendo mientras BoNt ecba ays7x6

-lsl,uede sacar de la gran clepsidra- en el ntuñeco-uaina.)

¿Adónde te escondiste,amado, y me dexaste sin gemido?Como el ciervo huiste.habíéndome herido,salí tras ti clamandov va eras id<¡...

r59

Page 79: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

BoNr. Incandescente , ¿eh, bribonzueTo? (Una pausa'

.Echa arena al muñeco.) ¡Un súbito remolino agita lasuperficie de la nada. Sopla la-inspiración-sobre el hu-

mii.1e barro 1' he aquí, sutgida, la excelsitucl de la

forrna !

Tt Pn¡.Ns. (lJ n oio sobre eI libro y otro sobre el

<otrabajo>> r/e BoNr.)

¿Por qr-ré, Pues, has llagadoa aqueste cotaz.ótt, no 1o sanaste?

Y, pues, me 1o has robado,

¿por qué así lo dexastey no tomas el robo que robaste?

Bom. (Arregla las uestidura.s ¿le Tr Pnruvs.) Un poco

más abajo estos trapitos. Que se distingan bien los ila-

res... ¡Justito asíl lQuietol ... Queda más propio. (Tta'

baja so"bre su mttñeco' )'6 relleno de a"rena' Finge que lovnctldea y waquilla, coTr u7? piacel ittcluso. Tr Pn'LNs se

aproxima a u'et' c! rc.vull¿tdo. "[

'o loca con cierto temor')Tr PneNs. ¿No resultat'á clemasiado burbujeante?BoNr. Tú mismo etes butbuieante, mi lucero... ¿Qué

dene de particular que 1o sea tu propia hechura y seme-

janza?Tr Pn,qr,¡s. ¿Y le gustan ta1 que así a la l'rermanita del

sótano ?

BoNI. Le encsÍti:-t1l. Ticne toda una colección de tetra-

tos tu)¡os debajo cle sr-r cama. Como tú la tienes de retra-tos de e1ia, mi pequeño depravadillo.

Tr Pn¡,Ns. F.io *" faita '-rno con destellos de páiida

piei enre ios pliegues entreabiertos de su vestido glauco.

Y ctr.r" se vea el gladiolo secreto...BoNr. Lo tendrás, mi pequeñín. Te lo prometo.'I'r Pn.q¡ts. ¿Me la subirás mañana mismo?BoNr. No ie preoclrpes de mañana, hijo. Vive tu delei

toso prcsente y aprovéchate tle Ia imaginación con que

.{uíste dotado.Tr Pn¡.¡¡s. (Vuelae a leer.)

ió0

Vamos a la dulce florestac{o natura no fuera escasa,donde haciendo alegre fiestal,r más calt¡rosa siest¡con más'deleite se pasa...

DoN. (Deja de pasear. Interuurupe la recitación de Ttl'n.arus.) ;La hora!

BoNt. (Toma distancia para contemplar su <<obra con-''lusa>>.) ¡Conclusa! ¡Fin! No cabe duda que sin la vi-.,ionaria concurrencia del arte la cotidiana realidad termi-nrrría por a€Tostarse.

DoN. (A[ás tajante.) ¡ ¡La hora! !

BoNr. A tu cama. hiiíto. A estas horas todas las verdesr liaturas se ¿rrrebuñan en los capullos de sus sueñecitos.

Tr Pnexs. Sí, papá. Pero no olvides de hacerme elr'ürr¿lto de la hermanita. No me quedan estampas para el,f,:leite de la calurosa siesra. (Desaparece debajo- de la' rti7?d.)

Do¡{. ;La Providencia nos asista...! ¡Cómo pasa elrior-rpo! ¿Qué l-iaces que no das la hora?

Bour. lCoge el ntuñeco, lo uoltea coino si fuera la,lt'p.ridra. Se uacía de arena.) ¡La hora! (Coge la uainai,icía \¡ la nzetc en un(t de las ioulas.)

,DoN. ¡Sí...! Flora es ¡ra de entregarse a la velada fa-r,riliar del fin de cada día. Y, ciertamente, que nada hay,1,re resulte más reparador de

.los embates de 1o coti

, ilitno...Ilow (Atlie ntras. yealiza untr transfctrruncjót¡ ,le la-r pren-

','.¡ ¿lue 7)aN uistc --o sacantlo olrds nuezas- basta con-, ,'t tirlas c;t t'enzeninas. llecu/:t.,: a DoN can e/las.) Retornalr¡ilñor al castillo ai fin de su jornacla. Se h¡ errcenclídoi hrego cle roble en la profu:-rcla estancia recamada de

' li.)s, cu_cfos 1t madcrls. Entra r,:1 gran Fleff¿lzo v se ¿lffe-l,rña a los pies del señor, sn cabeza al alcance de la mano

rr,ladora. Ent¿i 1a doncella t, se sicnta a los lrjes c1e su;r11rc, sl.r dorada c¡-l¡ellera el alcance de la rnano ,rcari-irntc. Sot¡re la cirímenea, cn ]etras escarlatas sobte cam-

L6I

Page 80: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

po de oro, flamea la divisa del escudo: <A MON SEUL

DE,SIR... >

(IIa tertninodo cle ue stir a DoN. É! mi.rruo se cubre cot't

prendas fenteninas. Mientras lo hace habla cott aoz r¿ts-

postl I uUt.gar.)

Más allá de los fosos del castillo, tarnbién vuel','en los

de la llanura a sus nichos de noche' Suda el cielo sombra

y ilueve mierda. Siete mil degollados vomita cada esta-

.i¿tt dt 1os suburbios' Peces pochos )' ácido vino sobre

el hule de la mesa. Ojos como lregros agujeros en la ietade los críos, alrededor de la mesa. El sueño espeso, lue-

eo. Y la vieia, coLno un paraguas descuajeringado, sobando

á.rpntr.r"du al otro laclo de la piltra. Jamás se sospecha-

rá que la lepra a tantos y tantos colgase de 1o oscuro...ÚoN. Deja de ocuparte de los que nos son ajenos y cles-

cendamos...BoNr. Descendamos. .. (Se ha ternoinado de uestir y

acaba de guardar en un arcón una serie de obietcts colga-

dos del áibol o situados en sas proximidades ! que Dan

a seruir de apoyatura a la representación de la segundaparte. )-

DoN. ¡Hiiital ¡Leidi! ... Alumbra un tantico hacia

acá...Bom. (Agitando la jaula.) Y mira la hermosura de

hermanito qú. t" bajamos para tu colección... ¡Gallarclocomo un almirantote! (LnrlI leaanta uno de los candela'

bros hasta el extremo de su brazo. DoN y BoNt comien'

zan a baiar cargados cr.¡n el arcón de los obfetos. El últi-rno lleua tambiln la iaula con Ia <<uaina-Pti Prans>>. Ha'bla con uoz de uieia cascada.) iPobre de mí! ¡Apenassi la traidora reuma me deja ya descender estos escalones

del desr¡án...1 iCada dia me parecen más pinos los muypllñeteros! A las vieias sirvientas,. cascadas e jnútiles

.o-o,rtu, más valiera que se las llevase de una vez la

Segadora... Así clejaríamos de ser un estorbo para nues-

tror b,r.nor amos... (Al llegar abaio agita la iaula delante

de Lntor, tnayestática cotz su candelabro por e ncima de la

troz

t ¿beza.) EI de hoy 1o e_ncuentro más arrogante que nin-,'ilno, ¿no te parece, palomita?

OSCURO.

(Al encenderse las luces todo permanece cc¡ruo si nohubiese existido solución de continuidad. con la Darteanterior

-i46lx¿56 puede prescindirse del intermedio.

BoNr ¡r DoN depositan en el suelo eI pesado arcón. is_parcidos por el suelo de Ia escena se encuentran otrasdiuersos objetos qae, con intlependencia de los del ar_cón, uan a seruir de ap,oyatara a la acción: una grítmo-la de. principios de s-i[lo-tipo <<L6 uoz de sr¿ amo>>, /.!rrapercha de las llanzarJas de iárbol>>,,tn enorme sittán demadera- ta-llada que debe hacer juego con el lecho ba,rroco de la primera p6rte, es decirl con el del d.esaán.Deberá existir ana iscalerilla que'permita eI acceso ala parte superior de la gran *brn.'DoN sube a lo aháde la misma. Lnr¡r, en"cuclillas debaio d.,e ella, colocauna warwita sobre el- inlierniilo encendido y uacía enaquélla el contenido de un pequeño nzatraz. Électúa d¡_uersos pdses <<mágicos>> sobre la marmita.)

, Lsror. (Voz lóbrega.) Del tuétano de la tiena, del ejel, la lluvia. de los estribos del fuego, ,u.gira el TODO.l)c la mezcla del todo con la NALIA ,uiiira t^ piiarár,.'¡de.

-De la piedra verde,. surgirá d ,uÁ3 ¡.-l"';;;, itin. Del zumo de la negación surgirá mi libertad. ,A;, 1,., lumbrecita, atde...!

, Dow ,(El uso lingido de la -aoz femenina por p6lte de

t)t)N y dc BoNr en esta segunda parte se coisideia prefe-tihle a la conseraación de ,u prop;o tono.) i,BonifacialBorur. ¿Señora...?

DoN. Mi sillita de labor.BoNr.,Al punto,.mi señora. (Coge el gran sillón y lo'/t/,c a to atto de l¿ mesa con grandes fatigas. Doñ se

t rttroniza. BoNt desciende al niuil de la'escéna.)DoN. ¡Bonifacia!BoNr. lSeñora...?

163

Page 81: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

DoN. Mi rueca de labor'B;il. Ñ punto, mi señora' (Sube dos aguias de bacer

Dunto. Desciende de la trzesa')' DoN. ¡Bonífacia!BoNr. ¿Señora...?DoN. Mi labor.BoNr. Al punto, mi señora' (Le sube una gran

.labortle Dunlo de'uarios metros de larga, color.rosa' Anles de

ZiríleiÁtli ie arrodilla delante 7e DoN') Si me lo-per-

-i.?,-,.r,.n gracia, osaría indicarle que su merced haría

;;l;. án ,.pótutt" de tantas fatigas como le ocasionan

sus altos deberes.Do¡i. iTrue acá ese jersecito y déjate de aconseiamien-

tos que nadie te ha Pedidol"'"8óÑt. Ño obrtunté, tanto el mucho- respeto como el

extremado cariño que siento hacia mi dueña y señora.me

;-biig"; a insistir én q.t. una siestezuca la sentaría divinamente.

DoN. ¡Basta, arrastradal ¿Quieres que me rlazca tJrr

sucesor d.finltiuo sin que tenga con qué cubrir sus tier-

"ur-.u."..itus? ¡Dame acár. (Quita- la lab.or a Bo¡-tt con

rucJeza. Cowienza a teier' BoÑt desciende' Al baceilo'

il;-;; ifrr:rrro a deiar su labor e., i.ncluso, a desteier y

cc¡ntinúa con esa opera'ción todr¡ el tiernpo que perll'rane-

ce sola sobre la ruesa.)'- i;;;t ¡Á.d., libertacl mía, atáet' ¡Destila todo el

veneno estancado en tu entrañel'l;t.-¡ili¡¿nttot, de cuclillas, iunto a Lrrrr') ¿Qué

te traes entre rnanos , ahí, tan calladita?-- firot. Ya 1o ves, nodÁza: iugando con estos chisme-

citos. Y en paz conmigo misma.BoNr. ¿Y ,ro .r""r,"pulomita, que a tu edad harías me-

iu, .,rt..t"niéndote .áÁ lot regalós que' a diario' t9 ha¡9

i;^;;;á? l;;, lo q.,. p..-uñttt oiulto en el fondo del

u.-.rio de los venenos puede resultar harto dañoso'

Liu. ¿Venenos... ? iD9 -qué v.enenos, hablas?

ñárlt. rf¿"t iu, purt.i del-castillo, todos esos lugares

qrr. * p".*necen, fos-tienet reple,tos de disftaces' de p^e:

l.r.nr, á. espejos... Con todo ello puedes sentlrte una

r64

l.eidi diferente en cada jornada. ¡Y tambíén se te ha pro-l,orcionado la colección de estampas más hermosa deln'rundo para hacer compañla a tus juegos ilimitados!¿Por qué, entonces, andar enredando con el contenido,le esa marmita que huele todo a solimán?

LEru. Te equivocas, nodriza. luego precisamente conlrr que quiere 7a mamá. Ese caldo es tan sólo comiditalrrrta las muñecas.

Bour. (Recogido.) Si fuera solimán, ya sabúa yo a, ¡uién dárselo.

Luwr. (Exageradataente <<inocente>>.) ¿A quién, no-,lriza?

BoNr. <<;A cluién, nodtiza...?>> (Señalando a Dow ¿

traués del tablero de la mesa.) ¡A quién habria de serlino al espantajo reseco de ahi arciba...t

DoN. (Grita, parando de destejer.) ¡Bonifacia!Borvr. (Sele precipitadawente cJe debajo de la wesa.)

,'Señora...?l)oN. ¿Qué haces ahí abajo, gandula?BoNt. (Carubia precipitadtwente algunos obietos de si-

l,;r.r.) Pongo un Doco de orden en todos estos bártulos. Lariña no deja de revolucionar con ellos.

DoN. Más te valdrán esas revoluciones que no otras('n que te iba a oler el pellejo a chamusquina.

BoNl. ¿A mí, señora? Tened presente que sólo soy,,ira hnmilde sirvienta, incapaz de parir ni para bien nil):lfa mal. Lo que se dice i,in útero del todo imparcial.

Dor'r. ¡Ya verías, ya! Pero vamos a dejat la cuestiónv sube a hacerme un poco de compañía. La soleclad me.ilcn za en esta hora crepuscular.

Bam. (Sube sobre la nzesa, se arrodilla a los pies de| )()r,{ ? pone su cabeza sobre el regaza de éste que lett't¡ricit la cabeza coma si se tratara de un perro grando-r ) Si la señora quisiera tomar en consideración las pala-l,r'as Que brotan del corazón más leal y devoto a vuestfa,,'iroría...

DoN. Habla, Boni querida. Tú eres como una más del,r familia. Al fin y a la postre también has nacido en el,;rstillo.

165

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BoNr. Y mi madre. Y la madte de mi madte. Y la ma-

dre de Ia madre de mi madre . Y , asi, hasta la madre másprimigenia de todas las madres.

DoN. Lo sé, lo sé... No creas que ignoro cuánto ledebe esta casa ala devoción de sus guardeses. Pero dimelo que querías sugerirme.

BoNr. Que, en vez de tantos mimos con esa fierecillade abajo, deberíais usar de mavor severidad. IJnos azotes,a su debido tiempo, hacen milagros...

DoN. Odio la violencia, ¿no lo sabías?BoNr. ¡Claro que sí! ¡Sin embargo, quiera la Provi-

dencia que algún día no tengamos que errepentirnospor ello!

DoN. Déjate de tus consabidos refunfuños y dime, de

rrna vez, adonde quieres ir a parar.BoNr. Simplemente quisiera hacer comprender a vues-

tta gtacia que tanta liberalidad no puede conducir a

nada bueno.Dorv. No te preocupes, Bonifacia. Yo me sé bien cómo

proceder con la niña. (Suspiro hondo.) Después de toclo,sólo la tengo a ella en el mundo. ¿Qué tiene de particu-1ar que, de vez en cuando, Ie regale alguna cosilla?

BoNr. ¿De vez en cuando...? Cada noche, con la es-

tampa del hermanito último, le bajáis un arcón lleno de

cacnaflos.DoN. ;Qué sabrás tú de la imaginación de los seño-

res? Pero no me distraigas rnás. Hoy me tengo que ter-minar este delantero.

BoNr. Como su señotía disponga. Pero, por favor, noecheis en saco roto las recomendaciones de los que bienos quieren. (Bala de nrleuo, se acurrllca junto a Lnntqae está machacarcdo una piedra aerde en an alruirez.Tan pronto conzo BoNt pone el pie en la escalerilla debajada, DoN cotnienza a destejer cada aez raás lentan¿en-

te a nzedida que, dando cabezadas, se ua qwedando dor-nido /a.)

LEInr. ¿Qué hace Ia mamá?BoNr. Desteje el jersecito iosa del niño que no ten-

drás nunca... ¡Preocupaciones de abuela!...

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Lnror. ¡Pobre mamálBoNr. Pobrecita. sí. sí...DoN. (Como agitado por una pesadilla.) ¡Cierra la es-

1,ita de parir, hija maidita!BoNr. ¿La oyes? Ya vuelve con sLrs pesadillas cle cada

';icsta. Se conoce que la gran araña no digiere bien todasI'rs moscas que se zamp6 durante le almuerzo,..

Lnrrr. ¡Basta, nodriza! Esa persona a la que te diriitcs con tan poco miramiento no sólo es tu señora natu-r;rl, sino, también. la autora de rnis días.

Borur. ;La equivocación de una rarde perdida entrel;rs tardes: sólo éso! ¡Además no me salgas ahora contrrs pu1'os de hijita respetuosa con ese sarmiento! Aunque

'r los de mi condición no se les concediera el echar críoslx)r enfte las patas, bien que tuve que cargar contigo des-,lc eu€ no eras sino un gusaraDete de nada, una lombri-,illa... ¿Y quién te llenó el pico de papilla? ¿Quién te,¡rritó la caca de encima? ¿Quién, los tragrimones cada vez(lrre esa zurrona de ahí arriba te regañaba? No 1o dudes,l,,r[orna: ¡tu verdadera madre soy yol

Ln'rnr. Pero la naÍunleza no es ia historia, mi buena,,Lrnú. I-a sangre es la sangre.

DoN. (Con nueüos sobresaltos de pesadilla.) iNo más,,rrrsrel ¡No más partosl La llanura está llena de hijos,.rnguínolentos expelidos por rus sucias tripas. ;Cierra Ia

, rlrita de parír, hija maldita! ¡Ciémala ya! Cada vez quer, Levuelcas con Lrn hermano engendráis un leproso ar-,,r,Lclo del puñal panicida. ¡Cierra la espita, so perra!

Lrror (Deja tle prestar atención a sus nzejunjes, másttt'ittd ¿t las palabras /e DoN.) ¿Oíste 1o que dijo, ama?

I3oNr. (Acentuando su hipouesí¿.) No demasiado. Allrrr y al cabo se trata de despiopósitos esmopajosos. In-, (rngruencias de siesta pastosa...

t,erpl. Habló de un leproso...lioNr. ¿Un leproso, tortolita? ¿Estás segura?l-r,rrr. Sí. (Un tiempo.) ¿Qué es éso, nodriza?lJour. ¡Y yo qué sél Es la primera vez en mi desgra-

, r'rrla existencia que escucho tal" palabra... (Da repetidos,,1 pes clebajo de la mesa.) iCalla ya, reinal Con toda

rot

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esa porquería de sueños acabarás por desapaciguar a mipaloma. (DoN ronca uft r6to. En ese espacio de tienzpo

io, do, a,gachadas contetaplan cótno h,ierue el liquido de-

la moraiía a la que Lritot ha añadido el contenido del

almirez.)Lntot. (Profundatnettte intuitiua.) ¿Y si llegara a cum-

plirse en algún otro lugar, exterior.y totalmente aieno?

¿Sl nlg.in otro camino pudiera conducir...?

(Interrurnpen la artterior reflexión las siguientes inter't^elrciones

'/e DoN y BoNr que deben sonar siruultánea'

mente.)

Dox. (Con un grart gri- llohlr. (Agíta neruiosa'to.) iA 1o más hiisuto del tnente el contenido de laborq.ie con ellos! tnarruita.) ¿A cuál de tus

1:equeñas muñecas le gusta

tlás ese caldito? ¿A Celia?

¿A Martita?

Lurot. ¿f)e modo, nodri z , qLle estás de acuerdo con-

migo en clue se trata de un mero calclito de jugar?

DaN. (Con un Ttueoo grito.) ¡A las fieras! ¡A las fie-ras !

Btar. (D¿ncJo w¿eL)(.)s wlpes y tnás intensos por deba-jo dc ta rnesa.) ;Ciétra1a de una vez, cocodrila!

I-¡,rnr. ¡Desgraciada ancian,r... ! Si puclieras escuchat

las virulentas palabras de una de las que comen tu pan,

seguro clue estallarías de dolor."Bon¡t.-Ten por cierto que no. La única manera de que

reventara se¡ía rellenándole los cueros con esa ponzoña...(Señala la warruita.)

Lprur. ¿Ponzoia, dices? Sopita de pereiil para las mu-

ñecas, ama. En eso habíamos quedado.Dox. (Leuantándose, como sonátnbula, de su sillón')

¡Que me ttaigan al instante rri verdugo mayor! ¡A ras-

iras, si fuera ptecisol ¡Y que no coma ni duerma nin-guno de su oficio hasta que me dejen limpio de recién

nacidos el reino!

168

BoNr. ¡Ya vuelve a las andadaslDon. ¡Que no escape ninguno! ¡Rasffead los arraba-

les, sondead las alcantarillas! Antes de que anochezcaquiero las cabezas de todos los que no han traspasado laadolescencía. Uno solo escapado áe la matanza y se cum-plirá 1o escrito. ¡A 1o rnás hirsuto del bosque con ellos!¡A las fieras, a las fieras...!

(Golpes desde abajo de Bost. Dox auelue 6 sentarse.Ronca al poco.)

Le,ror. ¿No sería mejor despertarla? Esas ensoñacio-nes deben de hacerla sufrir horriblemente...

BoNr. Escucha hasta el final 1o que se rae en e1 buche.

(Otro tienzpo. Ranquidos suprenxos en la parte supe-rior. )

Lr,rnr. ¡Pobre mía...! Su sueño, a Dios gracias, pare-cc ahora más sosesado.

Dox. (Con nuiuo sobresalto.) ¡Uno sólo que no seaengulliclo por las alimañas y será el que se meará en lastapicerías de la sala. de respeto, el que se ciscará sobre losterciopelos del trono, el que arcojatá mis huesos tristeci-tos al pudridero insondable. (Un silencio tras el cual la,Jormida da em bewido pesadil.lesco.) ¡Maestresala!

BoNr. (.llzz flloaerse .de su .agazapada

postura.) Al ins-ranre soy con su magnlllcencla.

Lrrnr. ¿A qué juegas, nodriza?BoNl. Siguiéndole ]a corrien¡e podremos descubrir has-

ta las últimas sabandijas que le nadan por la sesera.Verás.

DoN. ¡Maestresalal ¡ ¡Maestresala! !

BoNr. ¿Mileidi?DoN. ¿Qué sorpresa se me ha preparado hoy en las

cocinas para el ágape nocturno?BoNr. Cuando levantéis, durante la cena, el gran cu-

brefuentes de plata, hallaréis rrn lechoncito muy del gus-to de la señora...

r69

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Dorv. ¿Un lechoncito...?BoNr. Vuestro único hetedero. Asadito, doradito y con

su ramita de perejil entre los dientes de leche.DoN. ¡Mi pobre niño asadito...l ¡Qué oblicua imagi-

nación la de esas cocinaslBoNr. Con una sospecha de yerbaluisa y el toclo rodea-

do de olivillas de vuestro huerto orivado.."DoN. ¡Bastal ¡Que se toque a queda! Querernos dor

mir la paz antecedente al ágape nocturno.BoNr. (,u1 Lr.,Ior.) ¿Añadiste acónito? ¿O se rata de

mercurio?Leror. ¡Que terca, nodúzat Sopa verde. Solamente cal-

dito verde.DoN. (Medio soñoliento.) ¡Condecoradme el cocinerol

¡Que se le ascienda a verdugolBoNr. Te dejo, paloma. Es hora de despertar a la ar-

pia. (Se leuanta y se dirige hacia la subida 6 la parte su-perior de la rnesa.)

Ler¡r. Agr-rarda un momento.BoNr. ¿Qué tripa se le ha roto ahora a la niña?L¡,rnr. Si ese mejunje fuera, en realidad, el solimán

que dices, ¿qué crees tú que pasatía después de bebedola mamá?

Boilr. ¡Qué pregunta, tortolital Subirías al lecho dearciba y te convertirías en el amo. El que establecería loscalendarios, el que fljaúa las horas y, sobremanera, elúnico autorizado para parir.

Lnrpr. (.lluy suaae.) ¿Y tú, mt amada nodriza?BoNr. Sería el camarero más fiel a su señoría. Hasta el

sacrilicio supremo.LEru. ¿Así que beberías la sopa que mi hija me sir-

viese durante las cenas?BoNr. Sin vacilar. Vuestra gracia tendtía en mí el ca-

tavenenos más adicto.Lpror. ¡Está bien! El castillo tiene sus raíces bien

aga;radas. Ve a despertat a tv ama. La hora de la cena se

va demorando en demasía.Bom. (Sube junto a DoN, /e sacude uiolentamente.)

170

;Despierta, cerdoi (DoN se despierta con sobresalto. Vozmelit'lua /e BoNr.) ¿Tuvisteis dulces sueños, amita?

Dorv. Un serafín no los tiene meiores.Borur. Sin duda que soñabais con el señor, cuando

\¡uestras nuDcias.-LtoN- ¿IJor que, supones que mis sueños son frecuen_

tados por esas indecencias?BoNr. Entonces sería cuando el señor vino a oedir

vuestra mano... Aún me parece verlo, rígido y apuesto,Jcntro de su uniforme de sala.

.. Dou. No. Tampoco .ta ior. éso. pero, en vista de loItsgona que eres, te diré con lo que soñaba: el destino¡lrc concedía un nierecito.

BoNr. ¿Por {in?DoN. Por fin.Borvr. ¿Macho?

,_ D9f, (En uoz baja.) ilrJ.abla más recatado, lenguaraz!'fambién en esta planta eres el mismo. ¿euieres* acaso,soliviantar a 7a niña? (En tono nortaal.) ün- nietecito ca-paz de retomar la antorcha con toda la energía de su en-t idad recién estrenada.

Bour. ¿Y era rubito?DoN. Como el meior de los oros.Bo¡lr. ¡Bien contenta que se pondrá la tortolita cuan-

.[o se entere de Ia buena nueva!

- Dory. ¡Ay, mi buena Bonifacia, no lances las campanas,rl vuelo! Una cosa son las ensoñaciones y otta, desgra-ciadamente, la fosca realidadl Para que se cumpliera-esesueño, mi hija tendría que hallar un varón que le nutrie-se la desolada entraña. Y no se rr. upur...r rringuno quele cuadre.

Bo¡¡r. ¡Cierto es eso!DoN. Ni el almirante de anoche.BoNr. Ni el ofícial de notarías del lunes.DoN. Ninguno... (Gran suspiro.)BoNr. Pero no hay que perder las esperanzas, señora.

lloy la llevaremos de nuevo al baile.DoN. Pero ¿querrá ir?

r7l

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BoNI. Irá. Con tai de que le aflojen los grillos se de-jaría conducir a los propios infiernos.

DoN. ¡Así es! f)eseosa está de que le suelten las rien-das para acetcarse al dichoso desván. ¿Tú comprendeséso?

BoNt. (Graue, sin histrionisnzo. Puede recuperar su

uoz masculina) Y, sin embar¡¡o, un día llegará, mucho metemo, que buscará otros luga'r:es en donde empollar su

enconado rencor.Dor.r. (Vo¿ de hombre, tawbién. Misnza alarma que

cuando LBrrr .re relirió a la leprosería.) ¿Habló delafuera?

BoNI. Por un momento. Fero fueron \¡uestras malhada-das pesadillas las que estlrvieron a punto de alumbrarla.No dormíos de nuerro o me temo lo peor.

I)oN. Tendremos cLrenta de ello, mi fiel 'oufón. (Denueuo colr la uoz melit'lua y iemenina.) ¿Qué cleerá en-

contrar en ese desnudo desván?BoNI. Lo mismo se figuta que tenemos allí encerrado

a un mismísimo macho desnudo.DoN. Lo mismo sc 1o figura, sí. Cuando 1o único que

allí encontraría, como tú bien sabes, serían las muestras

de un pasado inmarcl-ritable pero) ¡ay! , totalmente ex-

traño a su alocada juventrid.Bor¡r. Só1o encontraría el arbolito...Dorv. ¿Y qué podría decirle ¿ ella tal higuera?BoNt. Nada, desde luego. ¿Cómo podría ella saber clue

a su sombta rosimalv¿r os vio el señor por vez ptimeraaquel ¡ya lejano, ay! , estío de mimosas?

(LrInr s6ca un libro de enlre sus lopos e inicía unaespecie de letanía pronunciada con uoz gr6ue y que sir-

ue de contrapunto al <<nostalgiario>> saperior.)

LEInr. Acónito. (Pausa. )BoxL Y sólo enconraúa los huesecitos...DoN. Los huesecitos, sí...BoNr. De cuando el señor partió de viaje, al mando

172

;l'f ='4

<E1 desván...>Valladolid, porciuclarl. dirigicla

Rcprcscntaci<jn en e1 Palacio de Santa Cruz, deel Aula c1e'I-eatto de la tlnivcrsidad cle clichapor Jr.ian Antonio Quintana. (Foto, Gutiérrez,

V áz''1uez ]' Setr¿lda.)

Page 86: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

de su gran fragata y le atacaron aquellas fiebres extran-ieras.

DoN. Aquellas fiebtes consumidoras.BoNr. Y, cuando nos 1o devolvieron, ya sólo era unos

huesecitos color barquillo, en el fondo de aquella arqlretade palosanto.

Lnrnr. Beleño. (Pausa.)BoNI. Y sólo enqcntraria el arbolito...Dou. El arbolito, sí...BoNr. A cuya sombra enterramos la arqueta y vuestro

vestido de desposada.Dow. Color petunia.BoNr. Y el arbolito, después, mustió...DoN. ¡Pobre acacia queridalBoNr. Lo arropamos con los mantones de Manila de

vuestfa mamá...DoN. Pero no volvió a verdecer.Lsrrr. Cornezuelo. (Pausa.)Dor.r. ¿Y qué le dhian a ella las tacitas de porcelana

en donde derramamos ias acerbas lágrimas de nuesroabandono-?

BoNr. Y en donde yo os servía el chocolate y tra ceniza.Dou. Nada le dirían.BoNr. Nada.Lsrpr. Estricnina. (Pausa.)BoNr. Y sólo encontaúa el arbolito...DoN. El arbolito, sí...BoNr. ¡Pobre encina querida!Dor.¡. A la sombra de cuyas ramas .vo mandé colocar mi

cama de matrimonio.BoNr. Y, baio el edredón de Manila, los huesecitos clel

capitán.Doru. Color petunia.Lrrpr. Belladona. (Pausa.)Dor'¡. Nada le diría todo ello.BoNl. Absoluta.mente nada.DoN. Nada de nada.Bour. Nada. (Gran pausa.) ¡Memoria ingrata la que

174

no,recuerda la impalpable germinación de sus orígenesl. LErrr. Arsénico. (Se deshace el grupo del nnoi'talgia-

rto>>. )

Dorv. ¿Qué clice la niña?BoNr. Se diria que reza.DoN. ¡Esa hija mía, ahi, encerrada con sus extrañas

rnanías en lugar de salir en busca de un buen partidolB9f ', Ahora que ya-cstá en edad d" areq,,ráros la con_

trrutdad. bren qrre podrín poner algo .le srr parte, desdclLlego...

DoN. ¿Sabes un cosa, Boni querida?BoNr. Dígarne Ja seriorn.DoN. A veces creo,que esa muchacha es como un pá_

ramo estéril, incapaz de fructificar.LsrDr. Nuez vómica.DoN. ¿'Qué dice la niña?Bonr. Bajaré a ver.Don. _Sí, baja y distráela de sus ocurrencias mienrras

vcl ,concluyo alguna vuelta má_s. ¡Ay, cuánto duriu ¡.,orverlas todas terminadas antes .le ser reducida a polvo in_rnemorial!

Borur. ¿Cómo decís.tal cosa, mi señora? Larga vida osespera rodeada de todas nosorras y del más ,jorubl. J"Ios nietines.

Po*. ¡El buen corazón que tú tienes y que intenta re-r'onfortarme, amal

LBrrr. (Haciendo pausn entre ca¿la nombre.) Beleño.Adormidera. Muscariá. Solimán.

Dou. ¿Qué ciice la niña?BoNr. Parece que dice solimán.

. Dou. Anda, baja t haz.que se dé el paseíto vesper-lino por el castillo. Es.la hora de que salgan los pr;;.;,lientes. (Bow desciende de la mes). Do¡,r"re apresara atlcstejer mie¡ttras canta.)

Ea la ea,ea la ea,

175

Page 87: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

De carne de mi carnenacerá un infantitocomo una estrella...

Ea la ea,ea la ea,ea...

Lnror. ¿Qué hace la mamá?BoNr. Prepara su eternidad.LrroI. ¿Ttascendente?BoNr. ¡Trascenmierdal

O.lr:p,.ÍO6rte el libro que leía y da la ruitad a BoNr.)

|BoNt. (Littírgicof a, conspiradorf a.) Dulcamarus niger.

(En aoz altísima.) Te aflojo estos alambritos y te vistode novia en un santiamén. ¡Ya verá mi jilguerillo en qué

vergel de mayo la convierto! (Le da una, palmada en las

natgas.) iA,v, y quién fuera el pícaro abejorón que se

posará en estas hojitas mullidas!- DoN Buen chico ese btibonzuelo de bufén. iH.al:.rá

que ascenderlo a vetdugol (Canta.)

Ea la ea,ea la ea,e4...

Como una estrella,como un lucero,como mil luminarias,será mi nieto...

Ea la ea,ea \a ea,e4...

LBrpr. Antimonio. Digital. Cáñamo blanco. Beleñonegro. (Espacia, cott,to siempre, ca.l'a nr¡nzbre del otro.)

BoNr. Helleborus nigel... (AIto, pdra que le escuche

DoN.) ¡Ha-v que datse prisa, paloma! Me apuesto a

176

clue ya habrá salido más de un galán, loco de impacienciapara verte aparecer entre los tamaríndos. .. (Baio.) lElrnalclito y consabido paseo enre los muñecos...! ¡Biensabe la pr-rñetera vieja que los tapos no dan simiente ca-

lraz de engendrar usurpadores!Lwu. (Siempre leyendo en la mitad del libro y espa-

Lianrlo los nombres.) Adormidera, cólchito, hierba mora...Borur. Dctum n oro.DoN. ¡Hiiita! ¡Y tú, amal ¿Qué hacéis ahí abajo?

¿Qué cuchicheais?Rr¡xr. Nuestras devociones, señora.DoN. (Para sl.) A cocinero. N4ás que a verdugo. Ha-

brá que ascenderlo, por lo menos, a cocinero.Lp,ror. Mandrágota.RowL Manclrágoru vernalis... Ni los ttapos simientes,

ni el teatro cuchillos que pinchen ni cotten. Pero, al me-nor descuido, tú, paloma, te escurres hacia el desván...

Laror. ¿Y qué pinto yo en el desván, nodriza?Borur. ¡La hipocritilla se hace ahora de nuevasl Ei her-

¡¡ano macho tiene las pujanzas llenas de simiente y, encada gota de simiente, miles de gusanillos capaces de con-vertirse cn destripadoras de viejas.

Lr.tpt. Valeriana. Ciarruro.BoNr. (A su ruitad de libro") Cianurus oficinalis...

(Una pausa.) Lo peor es la llave. La muy puerca la llevalan pegada al pellejo como una de sus tantas verrugas.l'.n la rnismísima cadena de las medallas.

Lnror ¿A qué llave te refieres, nodriza?BoNr. <¡A qué llave te refieres, nodrizal >>... Sigues

haciéndote la atoiondrada, ¿eh, tunantuela? La llave deltlcsván: a ésa me refiero. La del desván cle los machos.

¡ Si consiguiéramos distraérsela en una de sus siestas deiuá.ñal

Dow. ¿'ferminais 1'¿, queridas? Si os demorais en de-ruasía con los afeites de la niña puede que los preten-tlientes se retiÍen, descorazonedos por la espera.

Laru. Digital. Estremonio. Laurel cerezo. Cicuta.Bowr. Digital natus. Estramonio natlls. Lalrrel cerezo

natus. Cicura natus. (Habrá bablado wuy rápidatnente,

rt7

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también con muclta uiueza sube sobre la tnesa al tertni-nar de pronunciar sus latinaios. El catnbio debe ser agilí-simo.) ¡Señoría!

DoN. Dime, querida.BoNr. Desconfiad de todos y de todo. Y, sobre mane-

ra, de los que os sirvan de beber.DoN. Pero, Bonifacia, ¿a qué tal agitación?BoNI. Y con la llave. Tened cuidado con la llar{F.

Amatráosla al cuello con siete nudos. Se pretende de3-poseeros de ella en e1 primer .lescuido. No relajéis la dis-ciplina o perderéis la hegemonía.

DoN. ¡Cuánta alarma por nada! Descuida, que nome dormiré. Y, a 7a hora habitual, se te pondrá la sopa

en la escudilla. Sigue ahora con tu papel de nodriza.Ten. (Saca del arcón uarias prendas del uestido de nouiay se los entrega ¿ BoNr. Este baia cargado con ellas y l6scuelga de la percha de árbol.)

Boxt. (Cantando ruientras cuelga la ropa.)

El iefe de desvanesun libto se escribiera,un árbol se Plantara,de ramas fingideras,y en su lecho de mandomil príncipes parierasin mipas y sin lumbresólo machos por fuera.

Y el ama de los fondosse encargó un libro hembra,se plantó su gr¿n árbola

-abedula o cipres¿-

y se inventó una. príncipaayuna de entfeplelnano se tuefa a patltasesinos de viejas...

Dot{. ¡Continúa con tu misión o no terminaremos enjamás de los jamases!

178

BoNr. ¡Dicho y hecho, mileidi! ¡Engalanamos a laniña en menos de lo que canta un gallo y al baile de ca-

hezal (Pone en Die a Lmtnt, separándola de la rnesa todolo que permite la cadena que le aprisiona un tobillo.DoN canÉa y desteje rnientras BoNr pailotea alrededor deLr,rnr. )

DoN. Ee la ea,

::'? *'

Como una esffellarracida de mi carne,clue seguirá luciendor:uando yo muefa...

Ee la ea,

:;l:*'

BoNr. ¡Válgame el Divino Ver-bo y qué desaliñadas me habéissalido las niñas en estos tiemposde mis pecados...! ¿Con tama-ños trapejos queréis que se fijeen vosotras todo un bizatto capi-tán de húsares? A buenas horasme hubiese yo presentado, en elcapullo de mis mocedades, con se-mejante facha delante de cual-quier aprresto joven. .. Anda, tráe-me acá unas tenacillas que te atu-se esos rizos... (Mítnica de hacer-lo, tarabién puede waquillailagrotescamente hasta dejarla pin-tada como un ptyaso.) ¿Cómoquerías que te pusiera, sobre lasgreñas que te traías, semeiantecascada de tules?

(Pone el uelo de nouia sobre lacabeza de Le:or.) Tu madre, yIa madre de tu madre. v la ma-dre de 7a madre de tu maclre Iallevaron en día tan señalado co-mo éste...

L79

DoN. (Visionario. Puede ponerse en pie sobrc eI si-llóru. Grandes gritos y gestos. Este parloieo puede cabrirl¿ acción de Ia <<inaestidura>> de Lntot) De la altiplani-cíe trajeron las blondas; de las costas, las arras; del del-

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ta, Las empapadoras de sangres: todas- las tegiones del

oaís conffiLuveron a mi aderezo nupcial...- BoNr. (Contempla, atobadof a, su obra de decoración

sobre Lr;tnt.) ;sultanes me sé yo que darían la mitad de

sr-ls rentas por cubrir este prado florido!-Don. Raul me aguardabá en el atio de Santa Gúdula

con su capa escarlata áe capitán de cazadores...Bom. (Pett¡zcando las meiillas de Lzrcr.) Ahota, un

poco de sonrojillo para anímat estos marfiles'Dou. Soltaron una inrnensa bandada de palomas"'BoNt. (Foniendo entre las manos de la nouia ttn ramo

de azahar.) Y, ahora, el ramo...DoN. ... y cuatrocientos cañonazos raiaron al unísono

el aire cristalino de aquella mañana única...BoNr. Pero, por lo visto, habrá que agenciarse uno de

esos apuestos Raírles... ¡Y bien sabe Dios que no va a

resultar tarea baladír. Los jóvenes de brillante porvenirno abundan hogaño. (Dirigiéndose a DoN.) Ilusttísirna...

Dou. Dime, ama.Bour. Tengo el honor de solicitar la llave para vuestra

hiia v heredeta.-DoN. (Desciende desde lo alto d'el sillón al niuel de la

mesa.) Prometí ala niña que, cuando tuviera la suficientemadurez de juicio para distinguir el bien del mal, afloja-úa Las sevetidades de su educación.

BoNr. Ahora se encuentra del todo rodeada por la

edad de la ruzón y, convertida en Lina señorita, como talse comDortafá.

Dorv. Doilo por cierto; ten" (Abre Ia arqueta y Ie en-

trega diuersas prendts de atwer¿d'os tnasculinas. Se losentregt ¿ BoNr que los cuelga de la percha rniert'trascanta.)

Borurr

Y un mal almirante,por cada protesro,cinco libras lleva.

Ponte charreteras,corbatas de Tazoy polainas nuevas.

Cuanto más corectasson las vestidufasmás sube la cuenta.

La chupa es dineroel chaleco, plata,el chaqué, monedas...

Lnwl (Muy suaue.) l,{i tobillo, nodriza...Bor.rr. (,4 Dorv.) Su tobillo, señora. (DoN /e arroia una

yrnn llaue qzre lleua colgada del cuello. BaNt abre los gri-llc.,s. Va a guardarse la llaue en el <<Seno>>.)

Dou. Nodriza...l3oxr. ¿Qué desea la señora?DoN. Todavía no te toca hacer de ama de llaves. Só1o

,le nodriza.BoNr. ¡Qué distraciónla mia...! Tomad. (Deauelue la

llaue a Dox, al hacerla le habla casi al oido.) iY recor-,lacl lo que os dije: amarcáosla al cuello con siete nudos!

DoN. (Volaiendo a su desteie, cantando.)

Ea la ea,ea La ea

e4...

(Entretanto LErur, libre de los grillos, ha dado unospasos por la escena e inspecciona algunos de los obje-tos que sobre ella se encuefltran. Se acerca a los lírni-tes del espacio escénico y ptrece conteruplar, con¡nezcla de curiosidad y terror, el <<aluera>> de la re-presentación. Dow de ja de cantar al instante y se dirigea BoNr con ur¿ grito de alarrna. Voz tnasculina.)

Cien libras de rentasaca un mal notariosi manda corbeta.

180181

Page 90: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Dor'r. ¡Buión! ¡La niña...1

(Bour se precipita a coger rlel brazo a Lnnt')

Borur. ¡No, paloma! ¡Equivocas el rumbo-! ¡Te exra-

,i¿sr. (La coiiucu ol centro de la escena' Abarca con un

;;;; ;;;;" jodo et ámbito de ésto.) Tu libertad se des-

ili.nu-oo. este universo. Del oro lado sólo encontrarías

ir-áñt'igi,e¿ad y el desamparo. La ambigüedad v las som--

Lrn, ,oíurn, d. lo d.t.ottócido." ¿Me escuchas, avecica?

ai;;t da unos pdsos en dirección a la entrada del des'

uán. DoN uuelue 4 cantar su nana.)

DoN:

Ea La ea,ea Ia ea,e4...

Y heredatá la Platade mi alcancelay el oro del Puchetoy 1o que cuelgade todas las ramitasde mis higueras"..

Ea la ea,ea la ea,e4...

Bow. (Lleua a Lntot, cogiéndola del brazo delante

/rboN. 'Aa¿bas

se ponen de-rodillas. DoN pasa del des-

tejer al tejer.) Os pedimos permiso, señotía, para partir

.t-r b.rr.u de nuestro preclato futuro'DoN. (Puesto en pie, solewne.) Mi muy amada hija:

aunque no es hábito-mío el fatigar tus ióvenes oídos con

1o, áictado. de mi experiencia, no €s aconsejable deiat

pasar este momento tol.-tl. sin realzar ante tus ojos- la

á..iriun importancía que enraña, pata toda doncella ho-

r82

nesta, el matrimonio. Cuando lleea la edad de abtazarcste rumbo, debe abandonar .l celibato como estado is-rrominioso y altamente perjudicial que es no ,olameniepara su honor. y discreción, sino, también, para la repú-blica toda. Debo hacerte norar que una célibe no es io-lamente perniciosa a la sociedid porque le príva de unamadre y de r-rna esposa, sino clue su responsabilidad aten-ta incluso contra 1a propia naturaleza, puesto que clesoyelos sagrados deberes que aquélla le impone y que no sonotros que la continuidad de la esoecie: procreación, por()tfa pafte, nefasta y contranatural concebida fuera de loslazos del matrimonio sacramentado. Ve, pues, hija mía,\¡ procede a la perpetuidad de Ia antedicha especie.

Borvl. Y de vuesta altísinra dinastía.Dou. Así sea. Ahora partid.

(BoNr y Liiror se dirigen al fondo de la escena y elpritrzero saca utxos maniquíes de ruimbre o de trapo se-mejantes a los bustos de pie torneado que seruían hacecños de probadores a las modist¿s. Boñr, sacándolo delarcón, entrega a Lmor un ¿banico y una sombritta dewucho encaje. Sigue ttn batl:t de iitual grotesco efec-tuado por una Lanot coqueta-timidalública alrededorde.los nz.aniquíes. Bow iigue las peripecias d.el juegoret'orzando su signilicación con una mítnica de sehorilade compañía-alcahueta. DoN, subiclo en su trono-sillón.contribuye a la ilustración Le la escena con su evnDd'-que uerbal.)

DoN. Schoébrtn, a71á, en los altos del lgueldo, se disrielve en los últimos nácares del poniente" nrienras lasvlporosas muselinas de Jas damisélas son agitadas porlrrs suavísimas brisas que el crcpúsculo l"vantá del Títercterno. El landó dei vizconde aparece al fondo del túnell,r11¡r¿o por los tejos centenarios.

BoNr. Acacias, ilusmísima, acacias... No os olvidéis del¡rreceptivo sexo de los ártoles.

Don. ... por las acacias centenarias que rodean el bal_rreario al tiempo qlle, en el templete ..rrtrrl, la banda del

183

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quinto de cot¿rcetos ataca eI allegro .con suave ímpetu'

il-^1'1-e"g;-. la alt.tra de nuestra lieroína, el vizconde le-

*nio'r" elegantísimo sombrero de un delicado color gris

oerla. mientias srr rosÚo se ilumina con la más seducto-

ia de las sonrisas...^- go*t.' (Ha iclo poniendo alguttas prendas sirt demasia-

da relación entve sí -p", ,i'tnp!o, una crtsrlca militar

con una chistera <<gris peila>>- a uno d,e los maniquíes'

b,ace saludar a ésti oqiitándolt,, repetidts ueces el sc¡m-

b,rero.) Puedes corr"rponder, palorna' Una discreta incli-

nación a nada comprontete. áirárte de que -va fuiste pre-

,.rtu,ln al señor vizcor-rde en'le <<soirée>> de la duquesa

á" G.r..,tl"ntes... (Saluclo de LstDt derttro del tono gro-

tesco del ballet. BoNt pas6-a otro tnuñec,o'.L-gual iuego."rorr- orrit prendas que'ud Jescolg.ando del árbol-p-ercha').""

bt*. M¿t allá. cie la pulida caoba q'-te tefleia los mil

d;.li;t de la ¡¡ran araña del techo, el misteríoso caba-

llero deió 1" copn de champán sobre Ia mesa l" sin- pro-

f"rit .1 ..not vocablo, fiió-su sombríamirada en el ros-

i.o -irt.l"n¿u

de nuestr¿ protagonista' El seno de la jo-

*n .o-.nró a latit .ot 1o.o apresuramiento bajo el ta-

rnllt.i. de viotretas que adornabá el descote de su vestido

ds s¡¡¡iopelo carmesí...

(Lerur, coruo lascinada delante de\ segundo ntuñeco'

corcienza a qu.itarse el uestido de noaia, empezando

l)or trn zaPalo 1'una tttcdia't

BoNr. ¡Basta va, palornal Si persistís en esa descoca-

da actitui, tan imprópia cle una verdadera. señorita, me

veré obligada a ponerlo en conocimiento de vuestra se-

ñora maJre. ¿Me oyes, palomita? (Lnrlr, col'l'to so-

nátnbula, continúd desnudándase hasta que. BoNt se dpre-

sura d poneile delatt.te ufi nueL)o wuíieco')Dol¡. En el estío visitábamos las propiedades que mis

tíos lor"íun en el corazón de los Cárpatos: un adorable

pnluét. rocleado de abedules <fe plateada. corteza como

iodos los qlre crecen en aquella parte cle1 Palatinado'

Y ¿po,, q.té no decirlo?, entre ios mil encantadores deta-

i".,' q.t.' me irací¿li-l desear coil intrsitado anhelo el co-

18-i

ririenzo de las vacaciones, no era el menof, ciertamente,l,L desbocada amistad que R.odolfo, el primogénito de mis

l)fimos, me inspiraba.Letlil. (AL rededor del wuñeco.) ¡Rodolfo! ¡Rodolfo!

,l{odolfol ¡Rodolfol ¡Rodol...!BoNr. ¡Cotdura, paloma, cordura...l Recordad el gra-

,l(.r de parentesco que os une a vuestro primo. La forrna-lización de vuestras afinidades reclueriría licencia de SuS:rntidad misma.

DoN. (A["elaso, cerrando el último de los librc¡s de los,i//a se puede haber oalido para su lascinación <iiteraria>>.)

¡ liiijita... !

Lnror. Os escucho, madre mía.DoN. Ya te veo famiTiaúzada con los cortejadores qr,te

re fueron presentados. ¿Elegiste, pues, entre ellos?Lr,rnr. Ya me veo famlliarizada con los héroes salidos

(lc vuestras pluinas mejor cortadas. Y trabajo me daría,l elegír entre ese cogollo y nata de bellísimas letras.

X)oN. Y, sin embargo, sólo un bienafortunado puecle.,lc,lnzar el premio dc tu manítr.

Lsror. Hortensio, Eutalio, Carolino, Raúl, Rodolfo...(,ualquiera pr,rede vaier con tal de que se apresure a ir-i-,1:rr el papel...

DoN. ;Ay, Bor-ri...! ¿No encuenttas desmesuradas es-

l¡rs novelerías de la niña?Ilorur. ¡Ciettamente que síl Sjn duda producto de tau-

ros librotes sobre ios que consume esas estrellas de ojos.l,rr niña lo que necesíta es frecuentar jóvenes de carne ylrueso que liberen su cabecita de tantos vapores poé-ticos...

DoN. ¡Hazla, hazla conocer varones de pelo en pe-

,lro! Condúcela al baile donde su corazón pueda palpitarjLrnto al inasculino ardor de sus admiradores...

Bour. (Coge de los maniquíes algunas prend.as y se las

,,,rst?e sr¡bre sí nzisnto. Se acerca a Lutot.) Mamuasel:,,considarías demasiado atrevin-liento por mi parte el pre-rcncler clue mi nombre esclito se viera en vuestro adora-lrler catnet de baile?

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Lsrur. Perdonadme, mesié, si ni alcanzo a recordar cuáles vuestra gentil gracia.

BoNt. (Con un grdn taconazo rnarcial.) ¡Conde Bonifacio Von Esróennchentz!

Lnror. ¿Os hace juego el <Bello Danubio Azul>?

(DoN pone un disco en el gratnófono o él mismo tara-rea la música pedida u otrd similar. Nueao tacondzo/e BoNr antes de enlazar el talle de Ln:r.t que se re'coge

-o linge baceilo- la cola del uestido. Danzan.)

Bonr. ¿Percibís mi cálido aliento de varón?Lnrlr. ¡No lo he de percibir...! Y no sólo el hálito:

todo vos ardéis y pujáis...BoNr. Entonces, ¿ese temblor que os recorte...?Lprpr. Só1o una pequeña porción a causa de vuestra

turbadora masculinidad. La parte del león se la lleva lamefa sotpfesa.

BoNr. ¿Cómo así, mamuasel?Lnrnr. Una sólo se sospechaba hielo, hueco y casra-

ción bajo la severidad de vuestro frac..., ¡y he aquí quese encuentra con tiesas hoguerasl

BoNr. Aún os esperan otras maravillas de lnavofporte.

Lnror. Bienvenidas sean si os apresuráis ¿ mostrár-melas.

BoNr. ¡Aguardad, puesl

(Lnrnr sigue danzando en solitario nzientras Dax hacetnímica de tocnr un uiolín. Boniu electúa un rápido cam-bio de prendas. Se aproxima de nueuct a Lnnt.)

¿Bailamos, bella desconocida?Lpr¡r. (Reaerencia aquiescente.) De acuerdo, bello

desconocido. No nos demoremos más. (BoNr la enlaza.Ella se dirige a Don.) <Sueño de amor>> o algo por elestilo, maestrc. (Mismo iuego anterior.)

BoNr. ¿Qué secreta ftagancia se desprende de esa re-

186<<El desván...>> Representación en el Palacio de Santa Cruz, deValladolid, por el Aula de Teato de dicha ciudad, dirigida porJuan Antonio Quintana. (Foto, Gutiérrez, Yázquez y Serrada.)

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doma exquisita que sois toda vos? Decidmelo, bella des-conocida.

Lprnr. Se ttata de dulces ajosBoNr. ¿Ajos, bella desconocida? ... ¿No os equivocais

de hierba?LErrr. Perdón, mesié. Se me fue un instante el com-

pás del juego... Helioropo, narciso, alhelí: ¿cuál prefe-rís que exhale?

Bour. ¿Cómo saber... ?

Lnrpr. ¡No dejadme con la galante incertidumbre...!BoNI. ¡Aguardad, pues! (Ge.rto /e BoNr ¿ DoN. Re-

nouación de la taúsica y uueao catnbio de prendas conun ritmo creciente. Vuelue a enlazar a Lntot qae no hadejado de danzar.) Solamente para mi amada prima ypara mi tocarán esta noche los zíngaros...

Lnrnr. Sí, primo mío. La música será como una cam-pana de mágico cristal que nos aislará del resto del universo. . .

Borur. ¿Convenceré a mi adorable prima para que sal-ga conmigo a pasear atr parterre, bajo el magnolio irnpreg-nado por el fulgor estelar?

Lnm. (Muy dulce.) La aclorable prima saldrá con vosa 7a tenaza y allí, bajo etr magnolio impregnado por elfulgor estelar, permanecerá transida de impaciencias...

Bol¡r. Et qr-r'attendra-t-e1le, rrron adorable cousine?LErlr. Ímpetus y enjundias. Tal es lo que la adorable

prima esperará de su adorable prímo.Bor'rr. Quel étrange espoír, mademoiselle... !

LErDr. Extraña, pero necesaria pata 7legat a sentirse,bajo el magnolio impregnado por el fulgor estelar, toditadesvirgada. . .

BoNr. (7oz de mujer.) Pondremos nuestra mayor ma-ñosidad para que te salgas con la tuya, paloma.

Lrror. Y, tal vez,lo consigas, nodtiza. ¡La poesía hacernilagros I

RoNr. Dancemos, entretanto.Lnrnr. ¡'No es suficiente zanndeo, nodriza?Borvr. (,4 Dow, -ri¡u dejar de bailar.) ¿Es suficiente, se-

ñora?

188

DoN. (Después de un tiempo en que continúa la dan-rr¡ ) lfiiita...

BoNr. Creo entender que os requiere vuestra señoranradre.

L,nnr. (Dejando de danzar.) ¿Qr-ré se os ofrece, miscñora madre?

Dox. Entre tanto apliesto joven como habeis valsadolru esta mágica suefé ¿enconiraste ¿1lguno de tu agrado?

Lrrot. (Siempre dulcisima.) ¿Cenatemos después delintento?

DoN. Celebrarelnos la pasión de la cena. Apuraremos,'I cá.1i2 cle la ingratitud filial hasra las mismas heces.

Lp,llr. I)e acuerdo. madre mía.Doru. .'CuáI, entonces?Lnwr. (Recatada.) Los latidos de mi corazón no irán

nrás allá del elegido por mi padre y por vos. Segr-ira estoy,lc qr:e vlrestl:o acierto será cumplido.

DoN. Aportádselo, pues.Bom. ¿En cr-rá[ quedamos? ¿lJl capitán de notarios, el

l)rlsante de lanceros, el vizconde de poetas?

(Durante la <<teutación>> siguiente BoNt pone toda:s lasprendas

-4 p¿1yi65 de ellas- awontonadas sobre uno

de los muñecos.)

DoN. (Tentador, a Lnrlr.) El de acá es un caballero,lc nobie familia, dueño de prooiedades, joven, de la me-jor educación... Leed en el libro de su rosro y encon-tr¿réis el deleite escrito con la pluma áelabelleza. iMo-,lclo de varones, en verdad! ;Verona no dio en estío

'¡na flor que se le asemeje!Lulril (Soñadora.) Ciertamente toda una flor...DoN. El de allá en Dios y a,7ma no tiene hiel; gracias,

,los mil; en franqueza, Alexandre; en esfuerzo, Héctor;rlesto .de rey, jamás reina en él la tristeza; gtan justador;:rrmado, un San Jorge; fuerza no tuvo Hércules tanta;iir presencia, facciones, disposición y desenvoltura otralcngtra habría menesteÍ palalas cantat,..

Lsrpr. Y a ese amador solitario, a ese valioso libro de

189

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amot sólo 7e falta, para acabar su embellecimiento, la cu-

bierta, \a amada esposa..., iflo es cierto?DoN. El de acullá...Lntot. (Intenunzpiéndole, ntás dulce que nunca') Tra=

baio me daría elegir entre ese cogollo y n^ta de clásicos.

Servíos hacedme una mezcla con todos. Pero no seais de-

masiado tarda.Bow. (Acercándose con sa muñeco ya dispuesto.) iAy'

paloma. . . ! ¡ Siempre con tus urgencias ! ¡Cualquiera pen-

iaría que te arden ansias convugales! ¡Menos mal que

una es previsoral (Coloca al tnuñeco iunto a Lr'rnr rr

ambos frente a DoN.\DoN. (Muy rápido.) Tú, hija, prometes...Lnttt. (Con nueaa intercupción.) iSíl ¡Por supuesto

que sí! Prometo ser dichosa en la desgracia ¡r amatlo en

la enfermedad legítima y dar separación a la muerte de

nuesuos hijos hasta que la felicidad nos separe...BoNr. (Reco naeniente.) iPaloma, palomuca. . . !

Doi..l. Y tú, hiio, ¿te avienes, asimismo, a la consuma-

ción de este solemne acto pata alcanzar la suprema amal-gama de un sólo almario y de una carne única?

BoNr. (Pone el oído en Ia espalda del muñeco.) iElga7án rczttma afirmación de pies a cabezat'

LBror. (Al muñeco.) Al-rora, rni bello, vizcondal, tene-

broso y desconocdo primo, llegó para ti la hora sin cás-

, tu; iu ocasión de probar sobre el tálamo crudo de loque eres capaz, e7 instante de dejarme pteñada en unvuelo... La mamá tiene ese capricho.

BoNr. Aguatdaréis, por 1o fitenos, a que me ponga el

uníforme. (Se pone los guantes roios que ya usó en laplataforma superior y que sacd de la arqueta. Ayuda a

Leto¡ a subii a Ia rnesa y a Íenderse al pie del sillónde Don que se inclina, siempre sentado,en é1, con cttri-o'

sidad. Pone eI ruaniquí, tunxbién tumbado y superuestido,sobre la actriz. Miintras electúa estt operución no deia

de cantar.)

Para que el gran Amornos entregue sus dones,dejad a los amantesen mullidos colchones.

Tapad a los amantesdesde pies a cabezay lo demás Io haútra Gran Naturaleza.

En silencio y sosiegofructifica e1 amor:silencio, soledady un poco de calor...

Tapad a los amantesdesde pies a cal¡ezay lo demás lo haúla Gran Naturaleza.

Daú el amor sus frutosbajo el muñeco amadocon sólo tener feen que se haga el milagro.

Tapad a los amantesdesde pies a cabezay lo demás lo haúla Gran Naturaleza.

(Se colo,ca junto a DoN acompañándole en sa expecta-ciórc sobre la <<pareja>>.)

Doru. Penoso resulta carecer aqul abajo de nuestraI,rrena clepsidra. Nos ayudaúa a calculat el tiempo apro-¡,iado.

BoNr. Procurad templar esas impaciencias de abuela.liczad un credo: poco más o menos es 1o que suele, lrrraf.

1.91"190

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I)oN. Ya tezo, ya. (Otra pausa prolongad'a')

Bour. Pero, ¿se portará dignamente con mi pobre pa-

Iomita?I)ou. ¡Muier ..! Parece que tú también tienes tus zo-

zobrillas. . .

Borr. Eu reali<lnd, ies tnn iovcn...! ,Dox. Ten en cuenta que se ftataba de un muchacho

c'l-e la adecu,lda cducación. ¿I-e hribiera yo concedido la

mano de la niña de otra manera?Bor'rl. iCon tal c1e qrie no lc haga ningutla carnice-

rí¡. ". I

I)oN. Lo más ínlportalrle cs L-rue nos l.legi.re enterito el

rcs,-iltaclc, sin qtre le falte cacho alguno'Rovr. lln torlo caso tro¡'.' t'lo es miétcoie-"'l-Jor.r. ¡Cla"ro. ..1 (Ctr,t gran pausa.)

BoNr. ¿'l\o estáll dcmasiado cailados?I)oti. L,os dcberes más excclsos se curnplen siempre

bajo Ja gran círpula dei silencio: no 1o olvides.Rcur. Sí, pero ha-v qrre reconocer que algún que otro

qr:ejidito...Dorv. ¡Calia, loco! Acabarás por ponefme nervioso a

mí también.

(Gran grito de Lntrrr debaio del wuííeco.)

Lp,ior. iI{ODOLFOI ;RODOLFOII)oN. ¿Roclolfo?, ¿Pero no era Ratii?BosI. ¡ Ay, scñor . . . I En irles circun stancias ¿

quién

no marta?Lsror. ¡Rodclfo, Rodolfo...! ¿Por clt'lL< me abaudonas

en esta estepa i.le sufril¡riento2 ¿Dónde te has metido,Rodolfo?

BoNL Una miaja c1e paciencia. Ya me llego. (Quita el

waniquí de encitrca de Lu;ot.)Larnr. ¡Qué vergtienza tan horrible..'! No sé cómo

explicar 1a deplotable situación en que me hallo. ¿Quépodtía decir?

fJoNI. Simptremente pr-redes clamar: <<¿Córro pudimos,

Raiil? ¿Cómo pudimos>>?

192

Lnru. ¡Raúl?, ¿pero no era Rodolfo?Bour. ,{noche era anoche. El mundo es perfeccionable.l-erlr. ¿Cómo pudimos, Raúl) ¿Cómo pudimos, dime?Bom. (Lírico, toruando una rndno de Lnm.) Yo tenía

una de mis vicientas melancolías y tú te habías envueltorrn aquel vestido profundo colno un agua con bcrros. Yorrrt había engatranado la casaca de invierno con la Ordelr,lcl Eiefar-rte. Tus oios eran como niebla en el bosclue vi,r seda de tus ho¡nt¡ros despedía un perfume a ^^i y "u

vtlirena...Dor.¡. ¡Está bien, está bien...l ¿Acabais o no? ¿Tene-

ilros o 1to tenemos descendencia?BoNt. (Leaanta el uesÍido de nouia, escrata debajo.

(lesto de desolación.) ¡Ni rastro... ! T'al vez esruviera

''rluivocada de fecha y lioy también sea uno de esos miér-'olcs cie parir vientos.

Dott. ;Amargo sino etr mío, ese de ser últi¡no exr.rcmo,lc rni estirpel

Boru. ldo desesperéis, mi buena señora: l-lav muchos,lí¿s en los calendarios-..

I}¡N. Pero po,:a voluitfad ,:n ias entrañas...Lr,rrr. (5r pone i:n pie con toda rapidez.) yo va cum-

. :r r; ¡r,¡,1¡ ,ic írnposlur:r. ¿C,,iiarnos rlroi.rlil)ow (Lento, vnilj graue.) Cenernos... pero, ;ay cle

Dr)tiotl.riis v qué triste ¡:es,ulta r_ü-l cortejo cle mr:ijeres soiasli..cjc¡],.¡r cle la nresal

l,¡,rnt. l,óbreqo e:i sicrnrrre Lln llanquete rle exequias...

l'nrd j¡or el infiernillo y lo lleaa, en contpaíiía de la¡',:,r¡¡ti!a, c'oiz la ::rtletnaidad cerenzoniosa qtte, en ade-i:i;tia hc de íelu eJ desarrollo de la esiena. puede;()titii . ¡:.)tjlc ttp0))atu?.tl sanars) una ruúsica de requienz.)

l)el tur(tano Je iLr tiera, del eje de la lhivia, de los'.,riibos dci tuego, surgií.l ei Tocio. De la rnezcla dell',-rdo con ln |Ja,la suigló Ia i,iedra verde. De la piedra,clric sr-ir¡1ió rl zu¡nc cie i:r negaciírn. Dei zumo delri lre_

i,:ión sr:r:¡¡iií mi liberLr,:l_ El 1írluido ya ha cuajnclo er.rI prooicilr cst:lcll rle 1a plenítud. Aceria la copa. amita.

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BoNr. (Saca t'tttc g,vdtx copa tallada del fonil'o Cel arca'

Recitc, sacerdoÍal.)'iY cualqui"-ra que sea.el resuitado de

los augririos, nos sentarernos cn la rresa farniliar y dare-

uro. .í merácido a los que nos trajeton a este rnundo cle

desr¡lación! iFstá decreiadol (Hace clescendev el gran si-

lló¡.t cle lc atto de Ia mesa y Io coloca a niuel de la es'

ceild €n tili extrclt1o d, erliélla. Don se siertta sobre éI'

Lr,tvi outpa el otra cxtrelmo en u?16 sillita que BoNr /e

itabr,i, sii,nzltre can cerelnonia' aproximado. El fuego que-

tla, nágico, en el certtro de la tuesa')lJoN..Ahc,ra, mi entiañable amiga, antes de que nos

se*n serr,'idos los u.ratriares prcparaclos por las cocinrs os-

cirlas, haz pasaf a los tro-'¡acloies v que pongán con sus

mrisic¿rs un conffaplrnto apropildo a la sr¡lemne nrele'rco-

li,l ,lt e:tr liora ¡.¿.q]x...tso¡lr. (Da uno. uoi'teret¡ j' ¡cude 4 sdc(trt el itstruwe;t-

lo -preferible

urrt fro'illpetd original, de tottr'¡ agrio-((i:!. (iu(' .te utt d acctrupañcr.) Nobles damas: los bufones,

l,-.s movadores, los albañiies cle ia tragedia ¡r irompetcroscle la consut¡ación os saludan' (Canla dando saltos y pi-

r*tttts a.lrededor dc ia. ¡ncsa. DrlN -l¡ Lprnr se cotttentplatt,('on hil)ilotitatniento /??uluo, a traués de la llan¡a que los

¿t¡:t' 1, lr-¡s sc pdr¿1. (ontintia, tent4e pera eterlzln¿ente ¡)vc-

se nÍe. /¿ nttisica del miserere.)

Pero la piel del niñoya no abriga bastantey estremecido yace6ls vejez y de frío v de mando.

floiv. ¡Copero... I

Bom. (Deja de tocur, s€ i.t'cyca ér tclf,. .. ?

I)oN. Siento fr:ío ¡ror cl fondo de('scarcha entre tuétanos.

BoNI. ¿No os cla sr,-ficiente calofrricto?

la mesa.) .tMi se-

los huesos. Como

la piel Lle \/uestro

Dolr. Viento fue. Ilu¡lo, oquedad y vacío.ilor'rr. Ilusión cle un r¡-riércoles desdichado...Lsrnr. Bebed vino, rrenerable padre. Bíenaventurados

I,rs que beben vino cn tiemiros de beber vino. llso siem-¡'r'c calienta.

DoN._ ¿No oyes, copefo.",? Sírveme vino de las cepas,le mi hija... ({Jn tiempo con la copd tendida, furiosio.);Sé más diligente, enano de mierda! (Boxr llena la copa

, ott el líquido uerda tle la warniita. DaN lauanta la copa.); Fascinante tintura ia de esie lícliiido transirerberadorl,Si.que cantando, bufón!

\tiaw. (Cantando.)

EI más pnjanreentre ]os cllaffocientos hil'osdel Jefe de la Tribuinvita al Gran Padrea clavarse a sí propioIa azagaya de la renovaciónen el pecho podrido.

Lnnt. (Dulcísitna.) Bebe, rnamaíta...Dox. (Contewplando el líquido a truués del ui.rtal de

Irr copa alzada.) El vino de ¡us viñas ha de saber bien.rlnargo, hija mía...

Lp,rnr. Anoche y todas ias noches anteriores, desde,1rre jugamos esta comedia, 1o bebísreis y nada os pasó.

l-s ncche cle {icst¿len 1a gran chozarie mál'rnoles v huesosdel iefe de la 'Iribu.

Los cuatrocientos hiiosdel Iefe de la Triburlrededor estándel Gran Padre Cor¡ún..

F.l Tefe de la 'l'ribu

arrebujado yacebajo la piel del hijosacrificado anoche.

I .l-i 19'

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DoN. Pero, según el oráculo, el vino del-teatro puede

*tr*iitt.-." t"".lt. de matar' (Deia caer lentamente el

,áitrr¡do de la copa sobre la mesa') ¿Ya terminaste tu

balada, poeta?BoNr.- Algo queda.DoN. Apúrela, Pues.Bow. (Pirueta reuerenciaL) ¡Séase vuestro sólo deseo!

(Canta.)

El Jefe de la Tribuno se atfeve a clavarseen el ProPio cotazónel cuchillo.

Del Pecho del Gran .[efe,bajo la Piel del niñosacrificado anoche,sólo surge un vagidode cobarde Pavor."

Lr,rnr. (Retoruando la canción')

Cuatrocientas

^z^gaqas filiales

atraviesan entoncesel corazón gastadopor el tiemPo Y el-tiemPoáe mandar en la ribu"'Y comienza el banquete

(,4 BoNI.) ¡Sírve vino, ¿cr;rc':o! El padre tiene la copa

vacla. Y tenemos que btináar por su glorial intransfe-

rible. . .

(Botu uuelue a escanciar líquido uerde de la marnzita

cn la copa abandonada sobre la mesa')

Dow. (<<Hondísimo>>.) iPuesto que es necesario con-

cluir, se concluirá! Hay un tiempo pata representar y

t96

()tro para la autenticidad consumadora. A fin de cuentas,l'rueno es descansar de \a fatiga de conducir a tan dísco-los súbditos. (Vacía la copa de un sólo trago. Canta entre( s teltores <<agónicos>>.)

... y comienza el banqueteen donde se devotan,hasta el último hueso.los residuos del Padre.

Es noche de gran fiestaen la Primen Choza.en Ia Choza de Mando,en la Choza de Sansrede los Hijos del Jefé de la Tribu...

(Se deja caer sobre la ntesa. R¿teda la copa. Aumentaal rnáximo la música sacro-coral.)

tr rror. Aguarda un poco, padrecito. Te falta repetir laliran frase final que quedará grabada en las piedras glo-liosas de las literaturas...

Bou. Podéis elegir entre aquello de <<Come, thourrrortal wretch, whit thy sharp teeth this knot inuinsicate,rf life at once untie>>... (Pausa.) O 1o del sonido y lafuria del idiota...

LBnr. En todo caso los aplausos están asegurados. La( cremonia cumplida.

DoN. (Leuantando la cabeza con an esfuerzo <<supre-ract>>.) Espero que los capaces de asesinar a sus padres loscan también de portar la pesada corona del imperio conlrr misma nobleza con que la portamos nosotros.

BoNr. Amén.Lunt. (Después de un largo silencio, esperand.o a que

I)oN se quede inrnóail, medio caerpo sobre la rnesa.)Amén.

(BoNr y Lntot lleuan, arrastras, el <<cadáuer>> de DoNhasta colocarlo en eI suelo, d.elante de la mesa. BoNtquita parte de la ind.unaentaria de DoN y se la olrecea Latnt con gentil reuerencia. Lrrpl se la pone.)

197

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Bonr. Vuesuo padre ha mi.rcl'to. Ahora soís vuestroprd¡e, mi señora. Disporred ¡ clrdenad.

Lerot. Mi papcl dispone y ordena que disponga-y or-

dene las exec¡uiás "tt l-tonot de nuestfo muerto padle

BoNr. Cumplamos nuestro papel, mi señor' ¿Cómohonrarernos la mcr¡oria del quc fue 1o qr-ie ahora sois?

Lprnr. Como siempre: clanzan<lo' mi bufón.Rorur. Dancemos, corno sictnprc, mi señorc.

(Giran. A{tisica de exequias.)

Leror. Dancemos de la clanza de cxequias. Ihllcemosde la muerte del padre.

BoNr. Danccmos de la resunección del hiio'LBru. Dancemos de 1a áanza de execluias. Dancclnos

cle la muerte del híio.BoNr. Dancemos de la resurrección dc1 padre.

Lnrrr. Dancelros de 7a áanza de cxequias. D¿ncemosde la muerte de los calendarios.

BoNr. Dancemos de la resumección cle los reloies.Lsrpr. Dancemos de Ia danza de e,tequias" Dancemos

de la aurorización pnra parir.BoNr. Dancemos, dancemos, danceinos...Lriror. Dancemos de que en el principio era el padre.BoNr. Dancemos de que en el centro es el hijo.Lprpr. Dancemos de que en ei futuro será el padre.BoNr. Dancemos, dancemos, dancemos"..Lnror y Borur. lz{ coro.) Dancenros de qtrc antes del

padre, en el padre ¡t después del padre. Dencemos deque antes del hijo, en el hijo y después del hijo...

LBIor. Tal es la rueda.tsoNr. Tal es e1 papel.I-Brpr. Cada noche.r l¿ darlza de la rueda. Cada no-

che es la áanza del ir y del -¿enit.

BoNr. Cada noche es la áanza dei pan y del resenti-miento. La danza del vino y la ceniza.

Lnror. Hasta el borde de la libertad rueda la rueda.Hasta el borde del juego.

BoNt. (Dejando de danzar.) Y, luego, rni gentil dueña,

¿qué es lo que cumpie?

198

Lemr. l,uego eJ pr:nto de la ruede retrocede. Y Jo c¡rrrIuc, es. Y lo que es, sefá. Y r--1 amo he¡ecla al amo, rni,1cntil bulón. (LIna grd.n p(titti. Se contemplan unc al,ttro.) Fero l-iol' sjento en el aire un cxtraño olor .lcfini,iivo, un olor a sueño estancado, un olor a juego desenrc-,lado, nn olor a. libertad des,:nruedada... PADItll N(lI)ESPEllTAItÁ.

Borur. ¡ i:,s ésta, pues, 1a noche mil y una grie sigrre ri,rs nrii nochr:s repetidas? ¿La nochc que siempre es¡,.'-|liste...?

LoIrr. Así es, [¡'.rfón. Así es, fic]elísim'¡ bufón. Esla esi,i noche cutie ias noches. Así lo disponemos nosotros,:iunqr-lc no 1,¡ ciisl-ror-rgír nlr€Stro papel. La meda se ha¡rrrado.

BoNr. Y ia profecía se cumpXe. (Se acerca al <<tadá-t,er>> cle Dox y le tla t¡na patada. Dox sr estremece y gru-rl:.) Sin embareo, p¿rece que se estrelnece y gruñe.

L¡rpr. ;Fero no despertarál Así 1o disponemos nos-i)l,ios, aunqlte no lo disponga 1tltestro papel.

l3cur. ¿So1a, entonces, .v libre, mi gentil ¡raloma?L¡r¡i. Sola y libre, entoncesr rni ger-.Lii .BoniÍacio.Boxt. ¿Y ahora...?Lerrr. Ahora subiremos allá arrll¡a.Ilorul. (Fingiendo, hipócritaruentc, la htpocresia.)

,,1\lriba, dices? ¿En ese desván repleto de recue.-dos ínri-t iies ?

Llroi. Deja de jugar. La rueda se pató, ya rc c{ije. Elnrecanisnrri consclador deió de funcionar...

Iir,iwr. Fero, en vcrd;d, no cico qr,re debieras... ¿Quirrnrl.c Or,l PeJ ígros. . . l'

Luu. (Imperiosa.) il{azre a un laclo, b'-rfónl Conti-núa ttt, si 1o deseas, ru oaprl de r¿rta de portería. Vete,r hccicar en las anrigLlas pilrrafas del padrecíta... (Ca-¡ulenz,a a escender hacia el desuán. BoNr se dirige parsi-t¡tt¡nioso hacia el dycú y sacd una sartén, un lrasco corc,,ceitc y an pdr de hueaos.)

BoNr. En las ansiedades del poder terminan por pere-tcr los poderosos. Só1o los clue nos avenímos a la hu-rrrildad de los alinentos terrenales tendremos ocasión de

LL)9

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pcrdnra.r. ". (Pone la sartéu sobre el infiernillo, echa acei-

te en clla, casca los hueuos, Ios fríe, etcétera. Entretantoha llt:gcrlc; Lp,tvt al d.esuán. Se detiene utz tiempo t'r-ente¡¡l árbol. Aparr:ce Tt Fx*ls sttrgiercdo de clebaio de lac!1ii¿.!. C(,)rftienza e exanzinar a Lntnt, extrañado.)

Tr PnaNs. ¿Quién eras tú? ¿Eras un árbol?Lnrnr. Escuche, hermanito: no era, soy. Y no un ár-

bol. Pero se quería que yo formata parte del árbol, en-

rc,¡,cada en el árlrc1. emponzoñando el árbol".Tr Pnerss. ¿Quién eres tú? ¿Por qué ne llarnas her-

manito? (Comienza a inoestigar entre las ropas de Lsmr.E¡;iretanto Boxt cotne sus ltueuos y sacude con el piea Dou sin dejar de tnosticar.)

Borur. ¿,Así miras por e1 honor de tu casa, señota mía?l,{ientras chapoteas en tus dulces ensoñaciones he aquíqlre tlr única hija, la excepción enÚe las excepciones,debe de revolcarse entre los barros de tu deshonra...

DoN. (Se incorpora.) ¿De rnodo que os aprovechásteisde rli reposo... ?

BoNr. (.le encage de hombros, engulle bueao.) ¿QÉqr-reréis, mi señota...? Ya os previne que no abatiérais elp,írpado un sólo instante. Una ligera cabezadita y la .co-*"áio r. convierte en tragedia inexorable. Un descuidito

': el vino clcl tea-tro deviene leche de matat...Ilox. ;I-a mnjestad hurnillada por 7a zafia concupiscen-

ci¡r I (.'Pdtéticcneente <<sesperiano>,.) Ah, Scotland, Scot-lanc'l... Cn tuesdal' last a falcon, towering in her ptideof place r.vas by a mousing ov.l l-;awk'd and kill'd...

.iioNr. Ei lunes, de padrecito del castillo y el martestodo para los hijos ¡t los penos,.. ¿No es lastimoso, mo'nito?

Dou. Ciertamente lastimoso, mi pobre perro. ¿Perocrees, acaso, que la zanca que te cederán los nuevosamos será más sustanciosa que la de tus antiguos bene-ficios?

BoNr. ¿Quién sabe...? Tal vezla librea que me pfo-porcione el futuro almirantito será menos nlda .que,lai,,ri,a. En todo caso tendremos la respuesta cuando salga

del horno lo que ya está cociéndose all,á aniba.

200

(Tr PnaNs ba descubierto el cuerpo de Lel,r .)

Larur. ... y dc aquel árbo1 pendían manzanas redon-,las como pechitcs de muchachas, frutos dorados comovient¡ecitos de muchacha. Peto no eran pechitos de rnu-

''hecha ni vientrecitos de muchacha...Tr Pnarus. (Pone una mano sobre el pecho de Lnl:r,

lr¡ retira con sobresalto.) iQucna...tLnrtlr. ¡Tonto...! Ese fueguito no llega a quemar.

Sólo calienta ics labios de los hermanitos que se acercan,r étr.". ¿Tienes frío en 1os labios, hemanito?

Tr Pneus. ¿Y amargan tanto... ? Padre dice quelirdo 1o que no pertenece al árbol aquéI, aunque se pa-t:zc.t a7 árbol arluél, amarga como el acibar y las hieles...

I-Erpr. ¡Tonto... !

{F:,owt, siernpre con su súltén y sus hueuos, se lta acer-cada al desuán y finge escuchar. DoN se ba separado,r:n cntrcbio, de la entrada del desuár¡. Gesto supre?na-tnente iyóuico que BoNt no puede uer. De lrente a losespectedores alrece una 6ct;tud firrue, cor,t las pierrcasabieytas. Sus palabras cantrastan con sa nctitud.)

BoNr. Y, a lo que parece, las sibilas terminaron porllevarse el gato al agua...

I)oru. ;Recréate en hurgar en mi dolor, rectéate! iAmí, que pfometí llevar siemprevivas a tu tumba mil ve-ces al año y durante mil años, así me pagas!

Borur. ¡Sílencio, mono! ¡Déjame escuchar los cruiidi-tos del colchón!

Leror. Y los flutos del prohibidor eran fdos como Ianrlierte. Y caáa noche se báiaban un fruto de aquel árbolde figuración y de muerte. Y mis noches se repetlan enrnedio del yermo, de la figuración y de la muerte... PeroLni tonto hermanito poseía un fruto cálido y dulce comocl vino y el azrScar. Un fruto cuyo zumo era el propiovino y anicar de la vida... (Lrror torna ufi papel actiaoy comienza a desnudar a Tr Pn¡.rus . Este parece cadauez rnás desasosegado.)

201.

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-B<ri.¡r. (Recl¡a con irónica grandilocuencia.)

Y las manitas de nuesffa hei'oínaclescienden y descienden pot las profundidades de su

I amadcr

h:rsta l1egar al secreto gladiolo,mientas relámpagos de pálida pieldesteilan entte los pliegues entreabiertosde s,r vcstidito glauco...

Do¡r. lEr el cuin¿en Jel finyiwiento.) iA rní la ¡1uar'dia! ¡Aplastadme a esa l-ríja relapsa! ;Aplastádmeia!(Sacudc,: a BoNr qt¿e ., cotx la boca llena de hueuo, parece

rel.leno de satisfacción de su pretendida uictoria.) iDre'tenlal ¿No has oíclo, enano de mierda? ;Deténmela!¡Ap1ástamelal

BoNr. ,'¡rJ6 quedamos en que odiabas la violencia, eh,

¡nonito?Dor't. ¡Esta rebel,i<in la pagarás más cara que ninguna!

;5ó1o figutarás en el tr,jbr<¡ de las Crónicas con tiras cle

tLr asqueroso peilejol ;Aplástanrela!Tr Pn¡.Ns. (,9in uioleucia, en lucha entre su enaiena-

ción y sw instinto.) Padre dice que ci'.lebras hediondas,qr.re serpientes rasposas... Tú tienes que raspár. .. (Unapausa.) Hiedes... Serpiente, culebra. .. (Echa las tnanosal. cuello de Lztot y cotaienza lentatnertte a estrangularla.Acttía casi con inocencia. Lr.'tnt habla, medio a'sfixiada.)

Lsru. El vino y e7 azúcar verdaderos, el vino y elaz(rcar de la vida...

Tr Pn,qrvs. (Casi lloroso.) ¡Nido de putrefacción!

;Nido de gusanerías...! ¡Padre dice...l (Con utt últimoaysretón al cuello de Larm.) ¡Mis estampas dei árbol sonrnás suaves...!

Lvtol (Con uoz dpen{ts perceptible.) ¡Lástima de rníl¡Lástima de mi tonto y pobre hermanitol ¡Lástima de

rni niñito diferente! (Morcre.)

Tr Pn¡.Ns. Mucho más suaves... (Desaparece debaiode la cama.)

Dox. (Ha desttparecido radicalnzente su fingida t'uria.

282

Ilabla cotno fatigado y aburrido. Suelta a Bot.u que caeol suelo.) En marcha, mi buen Bonifacio. Regresemos arlllestros aposentos. (Pasa por encima /e BoNr y penetro,'n el desaán. Se queda un tiempo contetuplando a LzrDr,itt¿re{td. En este periodo el único personaje izado e ilu-t¡tinado es Dr¡x. Lttego BoNt se leuanta lentaTaente ,l) pe-Detr6 tras Dox e.r¡ el desaán.) Se dispondrá lo pertinentel)ara que enlacenios nañ:rna colr nllestros indeclinablesrrenestefes.

tsorvr. Sí, firaestro.Dow. (Señala d L¡¿tot.) En ese monrón de carne inútil

se ha quedaclo rLr nuevo librea, ¿eh, ratoncillo?BoNr. (Da urt patada a Lwot.) Sí, maestro. En ese

rnontón de calne inútii y estúpida que creyó quebrar lac¡ntinuidad de r¡llestra maestría...

DoN. (Aceuir.t cle sztprerno pdternúliszno.) ¿Y tú. nolo ilegaste a creer, ratoncillo?

BoNr. Por un inomento me tr,irbaroncle la disipación, Luego se deslumbrós¿l¡iduría, maestro.

DoN. Me considerabas inerme ental, ¿eh, ratoncilio?

BoNr. Pero vos) maestro, os guardábais la l¡aza funda-¡rrental palz' la noche fundamental...

DoN. Las sibilas son siemple el señor...BoNr. Desde el principio de los principios. Desde que

comienza a rodar la rueda.DoN. (Jzasplya.) Pero los bufones no alcanzájs a saber-

lo hasta el final. Tal es la esencial diferencia entre tuilisposíción y 7a mia. No se te olvide, ratoncillo.

BoNr. No se me olvidará. Ante la lección del señor ser:inde el aprendiz de bufón, maestro.

DoN. (Muy dulce.) Con todo, re mandaremos azotat...Bor'tr. El culo del bufón recibiú agraáecido, maesrro,

los azotes maestros.DoN. Y recuérclame que mañana no dejemos de alum-

brarnos otra hembrita. ¡Supone tanta alegtia pafa nosuna compañía femeninal Tan sólo esas pequeñas satis-Íacciones son a mitigar la ruda

^spereza del mundo.

203

las groseras ideasvuestfa suplema

la noche fundamen-

Page 101: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

BoNr. Sí, maestro. (Saca, arrastras, fuera del desuán el

cadáaer de Lr:tot. Luego recoqe, ya eft el sótano, todas

Ias ropas que habian séruido para dist'razar a Latot Las

arroii sobie ésta. Saca las cadenas.) ¿Las cadenas tam-

bién, maestro?Don. Desde luego que sí' ¿Cómo, sin esos jugu-ete-s,

iba ella, la futwa-ratóncilla, i roer la hierbaceja de lalibetad?

BoNr. Sí, maestro.DoN. (Ánoia a BoNt la ptenda que teiiera.) Y haz

que envíen este abriguito a la porteta áela leproserla"'¡Tiene tantos críos, la pobre...!

BoNr. Los críos de lá portera leprosa, machos y heq-bras, os iáolatrarfin .omo u una madre fundamental,maestfo.

T-! 7 . I 1f.l pdLacro {.1e los fltonos

OSCURO FINAL

Page 102: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

I)reexpiicación rle una ex¡ilicación

Se hal¡la n:rucho -y aírn se debier¿ h¿rbiar más,

;r rrer si cle una pr,iñcter* vez s,: cr.lnsigllen- de laslibertades Ce cxpresicín. \c hrbio iren-os, desgracia-c{amente, de las libertadcs de interpretaciótr. Si .n"tre el invi:nfrclor ¡r el <les¡inatario de lo inventado

-se trate de lo que se ffate: en nuestf!) caso dela prc-"ente comcdia- viene a interponeise el racio-nalizaclo cristal dc una c..,plicrción, se cae en elriesgo de atentaf crrnÚa actuel seqr¡nclo tipct de li-l-¡ertades: ias de intcrprctación. Forqure eí explica-dor --bjen sea el ¡rropi() autor y al as,-into ,se lellarne autocrítica, bien scr cl críijco y al nesociose lc desrroie clcl *arrto> inicial- siempre hará des_apafecer una parte de esa oscltra arnbieiicdad

-esacortesía del emisor hacia ei receptor- que todaobra de arre comporta y que l-racé q,_,e .aáo l.ctoro espectador rome del conjunto de iigr:ros, nretáfo_ras, in:rágenes y lenguajes que se le ofrecen ac¡uelloclue ie vengir el líbérrima gana, a fin de con.struircon tales nrater-iales, mef?mejlte incitado¡es, su Dro-pia comedia. Todo el res¡o rriene a s"r docirina, di_dactismo, acrisolada transmisión d. ¿¡1s¡¡h¿ _s¡beneficio v sueldo dei saEiencial antorchero mori-l¡undo-- v contr;bución ,l que I" g.nt. sigrr pro_pensa a tragárse el inefable pienso q.r. ," l. ofü..,va rumiado por estómagos interesac{os, en el come-

2A1

Page 103: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

clcro pocilgar de pantall¿s. y escenarios' Cualquier

cosa, ,lesdé luego, menos libertades'Y, .1esp,-rés de este intento de justificación pre-

explicativa, nos cor-ifesamos traidores a nlrestros

propic,, principios y pasafilos? con dolorida servi-

.lrÁt'.. á" ptllug.t"ros v progarnistas de mano, a

la rtrtomnsticcciórr clc la papilla y a la

Glosa explicativa (con resultactros

titeresincabécico.s) de la presente cornedia,

tifulacl;r "El p¿riacio de los rnonoso'

-." ;;. J.#tt#,Í:T, "ü',1f '-r'3'otÍiÍllt"Y apestcsas de la batriena >

(4.

L¿r r¡itaci de un traiclt-,r, ilanrado Cono, comienza e ex-

p1ícar traiidot:amente de t1ué ve ln ¡:osa' Y'h cosa va de

qu,. "1

Señor (Qr,re-\'a-Reventó) deié \a cosa (y la Casa)

a la deriva, colno una ballena rnuetta y flotante en t¿nto

que slr biando iirteriot ¡,o clé con sus apestosos festos en

lcs fonc{c,s abisrir:s cle la }fistolia, que dicen"

Y, en etr interior de la tripe '-le la ballena, ios jonases

Ce turno aparecen empeñrdos en alimentarse de los bo-

fes detr hicho tocl.o el tiempo que 1es sea' posible, en tantoque ia irresistible :r-qcensión de la peste. r:einante no con-

l,i"ttu n tales víscer¿is en taiadls intragables. L,os antJ'quos

servidores de1 Señor sc presentan dispuestos a" la rebatiñay a la rotación aiternante -al

quítate tú pata ponerme

:0" y u 1a sribsigriíente gresca de paiacio que ellos deno-

r¡linan SIJ revJ,¡ción tlás o ixenos pendiente- de 1os

poderes c1i-re el Señor, irtts sL1 tránsito cliñ'rti''r<1, deiara-corno

e.crrtriduras <1e su lmpelio. Véase, por cierlrplo, rtri-metro, al jonás-Jefe-c1e-1"ía)'ordomos, el Fiel, ei Reslretuo-

so, admiraclor c inritactror -todo

e1 ¡lr-indo es irrirtesis,

20E

.,in ella iro hay mancra de ttco'lt- de la noble distillciónv riistinguidtrs r¡aneras de la tlistinguida clase del Señor.Yrr sc sabe r,iue naclie rlás próximo a los calzoncillos _v r1,rs estandartes de1 Señor que su servicic, íntimo. Y clirici lee el testarrento del Señr¡r: mientr¿is cle un ojo 1lo-r'ón se le desliza, rneiilla rasu:ada abajo, una ltrrtiua enlronor al espíritu del Señor y.!e1 otro ojo, rcoicón, se lerrscápa una codiciosa hacia las ex posesiorres del Señor.(). rnejor, posesiones

-5i¡ ¡,s¡¡-, pllesto que e1 Se-

ñor. a tavés de sr-r vicario Actor-Que-Hace-De-Señor, lega.-se autolega, en realidad- el Señor todas las mentadas

lsc'.rrtidu¡ns. Todo qLreda en casa, como es habitual que

l)a:re cn las tripas de las ballenas..Pet6, ¡¿1,1 , sic tránsit gloria nzundi. Llegó la hora del

lrlerro, de ia alternancia. El césar-jonás-marar y orros('ranios cs <asesinado>> en el baño-senado-quirófano v,rrfos cl1f11t0s. De ptotagonista circunstancial pasa a en-,rfosar los papeles secundarios. Y e1 jonás-Jefe-de-Cocinas,ras la crisis, ernouña el timón de la ballcna pocha 1' yi6-nc ¿ ofrecer otra de l¿rs metamorfosis del Señor.

'Xambién, ¡ayl , por poco tiempo. Sin monos que 11e-

\larse a la boca, el palacio de los monos se descascarilla'rirr remeclio. Faltos de menudillos en la bodega. no havionases capaces de enderczar e1 rumbo d"l ..-iá.eo, poinruchos bailes de disfraces y ceremonias a bordo que selc echen. Nuevo relevo, esta ?"2 cle la guardia. Al empe-lciilador de monos imperiales, ya escuchimizados hasta elcstadio de meros esqueletitos, hábil hasta presentarloscomo boccato de democrardinale, sucede, acciondíréctico,.qolpista y retrechero, el jonás-|efe-de-Porteros. Disciplinav mono tieso será la nueva consigna bajo las recientes ca-recterización, maquillaje y máscara del Señor.

Y se acabó la verbena de los jonases. Antigr-ro tégimen,lrrimera democracia y fascismo último

-6 yi6syg¡s¿-

l a han desfilado por el puente de manclo. Pero el palacio-lraliena continúa más cochambroso cada vez. Ya enftanias aguas hasta los fondillos de la sentina a través de losrrgujeros del pellejo, antaño ,luro como piel de ballena.

I

209

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¿A quién acudir, pues, para m:rntener a flote el costillaie,

sólo sea, del sistema?No parece probable que pu.'de ser al Au.,r DE LLAVES,

ella también iateia perdiendo el viscoso bullarengue por

abalrdonar e1 navío descr-raieringado. Y eso que parecía

tan panchamente acomodada entre las partes más straves

v apestosas del c<¡tarro v, a mayor abundancia., por -los

r;glos d" los siglos. Los jonaies-iefecillos pasaban' ella,red,:rnda y circundante como ttna luna, permanecía giran-

do con uu movimiento de raslación alrecledor del Jefe y

otro de rotación alrededor de su culo omnipotellte. Unas

vcces cle madre inmarcesible, t¡tras de sacramentada cspo-

sA -v, cn ocasioues ertraoficial,:s, de querindonga empLu-

madn, pcro, síemprc, col.1¡actra de cadn jefe recienestrena-

do. I_a Flernbra clel Señor, la otra cara clel plder: el se-

ienta y pico por cielito cle la tenta nacional en posesión

de las viuda,s prin-iordiales.Fercr si eI eterno fewr:nino no nos sirve de Salvadora

tal vez poclamos tecurrir al eterno hifottostrino, el otroocupante del catre sagrado. Pero, parece set, 'II PnaNs,pcclueño príncipe, nos dice, cofl una cansina seña, sin al-

zatse siquiera de la ¡-'iltra, qltc nones. Aunque no tienenada cle pariícul:lt su prolong,lclo estado de reposo hasta

bien enmaclo e1 mediodía y aún lapremiclí. Para eso elniño sc acostó a las mí1 1' ¡¡allo después de pasarse lasuaré en 1:¡s oscuras clrevas de ia rebelión, de la contesta-ción 1, cle la er:rporración. Porcl'.re el niño, é1 mismo lodicc, sc erige en infiluación J.e la revoiución en el cora-zón de la purefacción. O de cómo la mala conciencia delprincipito chupaclor y bellodtirmiente pretende hacerseperdonar su gorronisirro a base de criticar ferozmente eltinglacio que lc perilite seguir chupando y bellcciurmien-cio. lvlainá .vir le llevar:á al l¿cho el caldito del últimomono: <<A ce spectacXe nous somlnes tentés de conclureque la pensée critique n'est jamais clu'une entreprise dejustification personelles>> (8.

Habrá que buscar, entonces, la liberación a través dela irrupción de la revolución, rodante y rompiente porlos espacios exteriores. Pero <:1 intríngulis consiste en sa-

2t0

f¡cr si los que han de anasar, de una tajante vez, el cas,rillo para construir ofto castillo que cante y que vuele,, ristefl realmente en los alredcdores del castillo; en sa-l,cr si todos los cánticos revol,lcionarios v los ruidos delos cristales quebraclos son solnnente ecos que el miedol',rce rebotar entre las cerebralcs paredes de los encestilla-,los. Culc¡. DE BorrcA) único personaje que frecuenta ta_l, s aledaños castellanos, man¡iene q.r" lro, all¿í sólo hallcr¡ado a vislumbrar urr viejo to-"r.tdo su solecico últímo.I'osiblemente se trate de un veterano ieón sindicalista.'.r'rriado en el patio del asilo .Jonde sus hiíos le l.lrr. r"l, lriido a _co¡,sunr:ión y acabamiento. Sus hijos que, tam-l,iér'r. probableinente, no se dediqluen hogaño a escoñar, ,rstillos sino que, con este tiernpo tan b,-rr:no clcl iin cie,( m;tnal hayan aprr:.rechado iro.a l"tgarre rl campo conl,r parienta y ios chavales, tan repanchingacics ellos en elrsic¡¡6 dei cclchecito-castillo, hechos unos amasdellaves_i,triueños príncipes. O, todo lc más

- ipllerca lluvial_,,' han quedado en casita a ver el telefilmote del dominso

, ri el que se destripa, en dos innocuas dimensiones, "al

.ror Jel Crstillo.liolución terminal: 1a propia Csrc¡ op, BorrcA, la, aza-

, ¡i¡eada y. roñosa mantenedora, a pufo -,' goloeado lomo,,i. todos los personajes ya mostrados: el único títere-con-, rircza clue en la presente cr¡mr:Cia parece cluedarnos. irero

siempre un priñetero pera- falta por saber si, tam_l,itn ella, como la revolución circunvalante, no sel:í unaI ,r'idura de viento litcratíirico, la ic¡traL {ailt¿srna en laiii¡r el autorcel'o

-incapaz de rca7izatla con sr,rs Dronios. 'iones-- he delegado Ia veaganza navajeru contrr- los

l,,ririiantes de la ballena, ve que a é1, cuando asimism<.1,,:,:i¡ba de chico de botica, se tre obligaba a subir pesa_1,,'bós, por la escalera de servicio y sin ascensor q.re l"' ;rliera, hasta los últimos pisos de 7a túpa de Ia ballena. aún hoy, cuarenta años más tarde, se 1e Íuerza a otras

l,csadumbres en las zonas más blandas y apestosas de lat:<:ntada pieza,

Y, asi, C¡rrc¡. ne BorrcA, en resumidas y finales cuen_r.rs) pase a engrosar Taletania de los títeres descabezados

21,1

Page 105: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

o solamente existentes en la sesera fencorosa de Macaco-

Magno, último títete, en verdad, de la serie. El pensa-

miento crítico, una empresa de justificación personal, que

dicen.

(A

(8.

Lurs Rrnze

Antonio Cisneros.((<Canto ceremonial conffa un osohormiguero>>

René Girard.((<Des choses cachées dePuis lafondation du monde>> (a.

(a. Salmo 78.(Mateo, 13, 35)

El palacio de los monos

ópen¡, Éprca

I 'ersonajes:

Cono-Tr PnexsGntw M¡.yoRDOMoJnEe oE CocrruasPoRrr,no MeyonAu¡. np Lr¡vEs

Cgrce ne Borrc¿

21,2

Page 106: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Propuesia de espacio escénico

Una gran nave formada por el granero o desván,rbuliardillado de una noble cass. Sería convenienre que-tlase visible la nervadura interior del tejado con 1as viga,,:arcomidas formando una especie de gran

"sq.releto ,os-

rcnedor de la mansión. Algo ,rsí como la túpa de la ba-ilena de -[onás con el costillale visto desde dentro o lascntina cle una carabela convertida en museo.

Entre tal costillaje existirán diversos subespacios. Enrrno de eilos, una cama de hierro; en otros trÁs, tres ca-mastros más burdos, una especie de catres o jergones porcl suelo, sirnplemente. Esta divisióu subespacíat no deberomper la total urniclad de la nave que déLre dar la jm_

¡,resión de una saia de hospiral o cuarrel antiguos.I)e alguna viga vertical ¿1 orra, completanáo el enfra-

nrado, del espacio, aparecen teLldjdas diversas cuerdas 5-,,lc ell¿rs colgados, ropas de carna y mesa v vestidos jc,iiversas épocas. Entre estas ropás de véstir, algrrnasl¡rendas interiores antiguas y, desde luego, los trajei quelren cle utíiizarse en la representación. Lo, a.tor., pu._,lcn aparecef v desaparecef entre estas fopas como ,i u"riratase de peclueños telones o pantallas.

Existirán diversos elemcntoi que c¡uedan explícitos alo largo de las acotacione.s y, también, en el lompleto.rautolegado> que realiza el personaje GnaN M¡.yooobro.

No existirán abe¡turas en ios supuestos muros. Se tra_r.r de un á¡nbiro perfectamente clausurado. La única co-

215

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mLrnicación con un mundo ajeno consiste en Llna' trampl-

t-ü f.t la que aparece Csrcl ln BortcA, único personaje

urr. ,-ro está presente en escena durante toda la represen-

,*i¿". A tai trarapilia se refícre Ponrnno Mevon como

o"r.nl".. de servicio>>. La {rontera convencional entre el'

;ñ;;t;" también, desdt luego, mundo exteriot, lo cons-

iitlv. lu <(cuarta paredo de"la escena o los límites del

;;,;;.i" escénico Áás pró¡<imos a los espectadores ' Para

"i',*".;on^.lo Ponrr'no MavoR, tal es la ttescalera prin-

cipalr.-^-;i:^,*o ei repetido espacio escénico como el- lugar des-

tr'-,rJt'', . los erp".tadores deberá -disponer de diversos

r.iruos clifrrsores de música y sonidos'' -

E,-r -1u,

vitrinas existentes, .{iversos esqueletos de pe-

r;Lleños anin:ra1ejcs, especialmente. de .monos'l-¿ vesttmenta sera, en los criados, la habitual de éstos'

consicleránclose in.rprescinclibles que el vetde uniforme clel

FonluRo M.qvon, con botones áomdot, esté completado

io, lrutm altas de montar. Por offa parte' este- personaie

i.¡"r¿ tener unos rizados bigotes mosquiteriles' Cono-

Ír PnrrNs, r¡estitá el atuendo convencional de un ioven.<rebelde>> con una camiseta manchada de roio' Cua¡do

actíra como Tr Pnexs se coloca siempre una glan pcluca

y un collar <<hiPPie>.

{ ,L}RO.

(Al empezar !a representación estaránen escena todos los actores

-6¡¡72qss ¿xl-

gtrnos sólo seitn entreuistos al p¿tsar e?n-

tre las ropas tendidas- inenos CutcltDE BoTrc^. Gne¡l u,,rvonDoMo, el¡ el cen-tro de Ia esce¡ta, se encuentra cepi-llando o limpiando un traie o uniformede ¡nucha prosapia qae, se supofie, pexl-tenece al Sañor.

Cono-Tr Pn.qNrs ¿¿udnzd hacia el límitede la escena .y se dirige al público.)

El Autor,el Antropoide Máximo, rnoldeador de monos,a la búsqueda andaba de alguien que le sir-

de intermediario cntre vosotros tviese

(Señala a los espectadores.)

v sus críatrlritas...

(Señala a los actore.r.)

Indagó hasta que vino a darcon quien la honra tiene ahorade dirigiros la palabra_v que va empiezr la espiral de su labcrr¡ostrando a ias críaturas que, ya diie,paríera el Jefe rle Macacos.

2tv] 1.6

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218

Esta ópera épica, como la llama el tal,comienza con la presentación,por partida doble

-perdonen la inmodestia-

de mí mismo...,Al mismo tiempo

que Cono explícativosoy espíritu infiltradode la revoluciónque se supone va rodante afueta

-oid, oid...-

(Se oyen, lnuy tenues y leianas, las no'tas de diuersos cantos reuolucionarios.)

Y tarnbién dentro de la mansión podricla

iuego mi papelito...

Hijo de puta soy en el tal interior...

Mamá

(Aparece Au.e. entre las ropas y puede

saludar. Lue.qo uuelue (t sus trapos )

-pronto en posición acomodada

hasta tal punto que todos le djtán <La Se-

| ñora >>-antiguamente abriérase de Patasante el primer clesembarcado,de urgidas leches,en el norteño doncle viera la iuz,entre sardinas...

Papá

(Saludan los restantes actores'criados.)

pudiera ser cualquiera de éstosque el colclión de cada cual la mamá fre-

I cuentaraen tiempos de esPlendor.

(Señala ¿ Gn¡.ru uevonnonao.)

Pudiera ser ese que emperejilael traie del Señorque es cometido primordialde un mayordomo

-y más si es el primero entre sus pares

con cuartucho propio en el desván de ma-Iyordomos

e, incluso, apelado por el Gran Macaco,en sus acotaciones,como Gran maycrdomo-que es cometido primordial de un mayor-

Idomo, recordamos,ocuparse de moclo personalde la. buena apariencia y recamadodel Patrón.

(Seíiala a Jnrr. DE cocrNAS.)

También cabe la cosaque el que dejara 7a bartiga de mamáun tantico hinchaducaresultará ser este otro de aquí.

¿Su papel en la función?Su uniforme y su gorra, casi a punto de

I nieve,ya nos lo dicen todo:es Jefe de cocinas y adobador de micos

-tanto por ciento por cada mono en salsa,

amén que alguna que otra sinecura extra,de pasada digamos,nos lo han dejado el riñón

Lo malo, amigos, es que

más bien cu-lbierto.

ya van que-ldando,,

de puertas de palacio para dentro,pocos monos que llevarse a la olla:bien puede verse

)19

Page 109: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

(Señala a las uitrinas.)

que a las vittin¿ls que antañito guardabanabanicos, tacitas y condecoracionesson osarios ahora cle los monos tragadosen tíempos de esplendor...

Y, por último,

(Señala ¿ PoRrsno MAYoR que saludamilitarmente.)

mi tercera posibilidad de papaítovéasele acr-illá, en forma de Portero Mayor...

Su gran preocupación fue siemprela estrecha escal*t',r de serviciopor donde embutía a los prorteedoresde raciones de boca, a los carteros,los chicos y chicas de boticay otros alimentadores del palacio,llegados todos, huelga el decirio,en tiempos de esplendor.

Ahora, lo que le preocupa m¿lyormentees que los mármoles cle la E-ccalera Pf il-t-

L cipalno sean mancillaJos por ias sucias patasde la muy asquerosa revolución, esa por-

Iqueríasólo incumbente al remoto rnr¡ndocle alrededor de la mansión.

Y comencemos a tirar de los hilosde los títeres ésics de Macaco Magno.

Tiene éste por costumbre el sienipre pre-I sentar

al subalterno haciendo de señor

para luego descubrir ei inocente trucode que era teatro en el teatroio que se estaba haciendo en el teatro.

Y, como siempre escribe la misma obrael tiste chimpancé,ved también al mayordomo ahorafingiendo serEl Que Ya Reventóy que señoreaba por todos los espacios,por dentro y por afuera,en tiempos de esplendor...

(Mev. y Aut ocupan el centro del apa-rato escénico. El primero se coloca defrente <<aI Gran Ventanal>> y, por tanto,d.e los espectadores.)

¿Aquí... ?

No, amorcito.Estabas de espaldas a 7a luzde modo y manera que, al enrar en la al-

Especifica: [coba" '

en la alcoba del Señor...Bueno: en la elcoba del señor,

junto al lecho del Señor y la mesilla del

cerca del orinal clel señor... lseñor'

Lo cierto es que, con Ia luz en el cogote

no me di cuenta, sólo enmar, lXtt LHr:[de tu efigie...

(A,t,1da Mm. de posición. euetla de es_paldas a los espectadores.)

¿Aquí, entonces?¿De espaldas al Gran Ventanal?

M,rv,\,r,ta

M¡.y

Anre.

i!{ev.

221

Page 110: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Aun.

Au.r.

Mev.

De espaldas ¿r1 Gran Ventanal de la Ía-

poco más o menos, sí... lchada noble'

(Se pone el uestido que estaba -lirupian--do. ie sienta, siernpre de espaldas, en el

g.ran sillón.)

¿Recuerdas mis Palabras?Las de siemPte:

<¿Me llamaba el Señor?>>

Pero, sin dudr, algo especial hubiste de

I notarque ocumía: la ¡¡ravedad cle mi semblante,

el tono de lni voz..';El señcr lloreba tan a menudo

en los atardecetes... !

Con todo. procLlra, tú tarnbién,poner Lln poco Ce alma en consonanciacon tan síngular ocasión...

(carraspea, se pone <<en colTsandncia>>.)

¿,Me llamaba el Señor?Sí, Marla.¿Quiete e1 Señot qlle se le sr-rba ya

el calientalechos?Dime, mi buena María:

¿no te crLrzaste) enla antecámata,con nadie, cuando enttabas?

¿'Con quién me había de cruzar?Los criados todos andan lejos de aquíy de puntillas, como cada vezqr" el Señor eseribe sus memorins...

Otro era su rangodistinto al del servicio.

Pues, si no era uno de nosotros'no llego yo...

Salió por esa misma Puerta

en el instante precedenteal de tu entfada.

¡.fesús y MaríatEl Señor conseguirá asustarme.Se uataría de al.gún ánima invisible;de otra manera...

Yo bien lo vi.En la penumbra lucía su rostrocon pálido fulgor de marfiles antiguos...

¡Ctra vez Jesús! Esos huesos viejossólo podrían ser...

(T ejante.)

¿Quién ha empleado tan burda expre-Isión]

NaCe de <<huesos viejos>: ;Marfiles, mar-Ifiles antiguos...!

Vieio o antísrro ,'qué rnás da?(Se lcuauta, rJ,:. una uualtu nlrededor lelsillór¿.)

El lenguaje clel Señorcr.r cl lcnguajc .lcl S,-.ñar..

(\/uelue a sentarse.)

Por otra parte no hav quc caeren vulgar slrpersticiónde guadañas y sábanas.Todo consiste en que recibíla visita de alguien que,sin palabras, me hizo comprenderlo inevitable...

( P aus a pretn oi,tit oria. )

¡Voy a morir!¡Anda... ! ¿Y quién no?

¡Para ese viaje no necesita una

1)7

\ til^

, i,,1Y

Au¡..

M¡.v.

Aue.M.tv.Am¡,.

M.q.v,

Au¡..

Mev.

An¡e.

M¡v.

222

I lL,tÁ

, i,rr

\ rr,t¡.

Page 111: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

il4r\Y

A¡¡e

Mev.

Au¡..

i)A

andarse con cómo se llamenlas coñas ésas de la muerte!

¡Que hay que palmada10 tengo mamado )' bien mamado!

¡Ese ienguaje... !

(Aumentando la so!.ewuidat!, ttas unapausa.)

Mi buena María:espero que no llegues a consideraruna desatención Por Parte mlasi te recuerdo Llna peqlleña historiaen la que tú, y yts mismo,quizás aparczcamos...

Un día entre los díascierto noble viajerohubo de llegar

-en su afán de conocef

todas las tierres de su paffia-a un perdido puertoal norte del país...

(Interrurupiéudole, continúa remedandosu aoz <<literaturizada>>.)

¡Me la sé! ...<<Y, en aquel lugar ignoto

de conocer tuvo la oPortunidada una pobre muier de vida disipada...>

Lo iierto es, para abteviat la historia,que de allí te rescaté piadosamente,dándote ocasión de ocupar en mi casa

un oficio honestísimode Ama de llaves.

(Voz encanallada.)

¿Piadosamente, piojito... ?

¿Sabes 1o que decía el Señor,al que ahora jueeas ser,en los <<momentitos> de abandono...?

Por favor, Maria, por favor...No vengamos a descubrir intimidades que...

Pues decía:<< ¡Sigue, p:utaza mía, siguel¿Ya no te queda nás jugo en esa len-

Igua?>>" '

¡Piadosamente, sí... !

Lo importante de esta pequeña hisroriano son frases perdidas que no vienen al

lcaso.Lo esencial es que lograste abandonaruna humillada condiciónen la que hundida estabasy gue, si ahora no logras, a tLl vez)abandonar las raeces fonnas,los vocablos plebeyosinherentes a tu antiguo estado,tu liberación no se habrá consumadoenteramente...

Bueno, cerremos el paréntesis de mi li-I beración

y volvainos a la comedia principalcon las palabras más redichasqr-re consiga escr-rrrirme de lo qrie aprendíatendiendo al seño¡...Quedamos en que un pálido ángeidescenclió sobre vos para indicarosqtrc lrabr'ínis dc nrorir...

Así es. Y, por ello, un¿r tenue meian-lcolía

descendió sobre rni ánimo¡,, en medio de clla, decidí serena¡ncntcponer ordenado conciertoen io c¡-rc habría de soi¡revivinrrr:...

Vuesüas pcclrreñas propiedades, va sé:

z¿)

]VIAY

Ar¡,q,

M¡v

Au¡

i\,l.rv

A¡le

i5

Page 112: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

cllalascle

cllas

1:alacio de invierno,quinta de verano,ochocientas leguasbosques ¿lon.ie el señot cazaba,

J'ate en la bahía,

( ínterrumpe.)¡No! Esas fútiles materialiclades

jrrrnás constituyerol-r desvelos

llarJ 1ni ilcro íntimo...La gente de mi casa, por el contrario,

lsi...

Solamente ocupabzrnetr cenffo dc mi preocupacióuios t¡rte ficlmellte mt sirviert'tr.'fú, pot ejemplo, mi buen Anra dc ll¿ires,linrrria como un espejo limpio ..

(licrtamente clue n-iís domingosrr';lrl iodtrs pnl'rt nri Señor...

Y. 1;or el]o, :erás tecotnlrensuda.tr)estacacla aparecerásc¡-l r¡is últimas voluntadescoiro es iusto y clebido.

(li'acias, mi Señor, otra cosa no esperaba

de rruestto generoso nattlra.l...Pero no eres tri Ia única personá

que plrso un plrilto de fideiidadenrededor de mí.Haz .1uc vclrg,en tus otros colnptñetosdel servicio...

( Reue'rencia dc colegiala.)

¡Sea, señor... I

(Da unos pesos. Mínzica de lirar, unasola uez, de ttn cordón de llumada, in-cxistente, por suPuesto.)

Un sólo tirónpata que acudavuestro Gran Mayordomo.

Te disraes, rni buen Ama.;Sí que es verdadl ;Qué cabeza la mía!

¿Córno va a presentarse el Mavordomo.i da la coincídenciaque está representandoun papelitode superior alcrrrnia?

Nl[ás criados qriedan.\in duda, mi Señor...

(Mismo juego, dos tirones fingidos.)

Dos tirones:y ya se precipitaescaleras arribael Señor de las Salsas,el Dios de Jas Cocinasdecoradasde esqueletos de monoluciendocomo antíguos marfilesente las ristras de cebollas...

(Aparece Jenri or, cocrNAS entre los tra-pos y se dirige hacia los diaktgcntes.)

¿Me llamaba el Señor?En efecro. mi buen amigo.

pero antes de decirte para quéhagamos venir al restode nuestro asistirniento...

í,4 Ane.)

Por favor', María...

(Mismo juego, tres tirones.)

227

l,f nv

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h'f¡'¡.

Ait¿.,r.

Xf.tr-.

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( .lrno.

(,OC.

\t[,'ry

Page 113: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Cono. La campanilla sonó tres veces

en el Cuerpo de Guardiav el Portero MaYot,

-.,y u regañadientes,todo hav que decirlo,deió de"vigilar a todo sosPechoso

de querer enredar en el intetiorde la mansióny acLrdió a la llamada.'.

(Auanza, cofi.to dntes JEnr, nE cocINAS,

Pontpno Mnvon.)

¿Me llamaba el Señor?Err efecto, nri bucn amigo.

Y, puesto que reunidos ya todos estáis

en torno a mi Persona,os haté saber, sin dilación mayor,cl motivo dc esLa convocntorilexüaordinaria. . .

H¿béis de saber,mis qtreridos cc"tnPañantesen 1o.s trabaios y en los dlas'..

(Sigttc bablan'lo, pero sin que se le oiga'

.\e ascucha, en catnbio, al Coxo que se

diriga ol públicct interrtrntpiendo a Mt'v.)

La puta vcrded cie la cuestiónY no csa sublim.rCa estamPa,con pálidos Thanatos y offos arcangélicos

murcielagotes cle la mllerte'que el señor nos i¡rtenta colarpor nrediación ,1e1 sustituto,la puta verdad de la cuestiénes que el Señor, sintiéndose cascar'lr rcer¡carttación dc stls ccnizesbusca en sus cri¡dos, aves - perros - fénix..

La puta verdad de la cuestiónes que el Señor busca perpetuar asísus leyes y mandatoshasta los tiempos de la consumación.

Pero, ¡ay! , oronto vefemos que cadalperro resucitador

a eu sardina quiere que se arrimeel lucrativo ascua de la hegemonía...

(Se oye ahora a Mav.)

... y, por todo ello,mis queridos acompañantesen los rabajos y en los días,he dispuesto fijarmis últimas voluntadesy hacéroslas saber...

(A At¡t DE r-LAVES.)

¡El papel... !

(Anre se acelca a Mav. y saca un popeldel bolsillo del traje que uiste Mav; esdecir. del que se sapone del Señor. Mltv.lo despega y realiza un ruurmullo de irc-descilable npreciación. Vuelue a guardmel papel en cl bolsillo y saca uno queque lleua pegado a su propio pelleio.Voz notarial y rutinaria. Puede ir seña-lando los objetos, presefttes en la escena,a n¡edida que los ua nombrando.)

Sepan cuantos este protocolo notarial le-

cómo yo, habiendo entrado r" ,"I:;:::fconsideración de mi fin

declaro que es mi voluntad postrimera y[que lego

229

M¡.y.Pon'rMev.

Cono.

2,28

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Ponr.M¡.v.

Au¡..Mev,

Coc.Mev.

a mi buen Mayordomo Mayordiversos vestidos de mi persona y orra lopaiblanca de mi servicio, así de cama como

Ide mesa,iten más, varias vitrinas de guardar abani-

fcos, tacitas y condecoraciones,iten más, seis espejos de marcos y peanas

[en maderas nobles,iten más, un sillón con sus cojines de ter-

lciopelo carmesí,iten más, una jarra de porcelanas para dis-tintos líquídos con la pintura esmaltada de

[un San Juan,iten más, un estuche forrado de satén gra-nate con diverso instrumentasl de disec-

Lcron,iten más, una bañera en metal blanco...

¡Señor!...No hemos aún, mi buen Jefe de Por-

L teros,tetminado...

Iten más, diversas bandejas y cubteban-fdejas en plata maciza,

Iten más, una cop¿ para sangres.

¡ Señor... !

Un poco de paciencia,mi buen Ama de Llaves...

Iten más, un tarro de ungüento paru atlJ-

Isar bigotesiten más, un fonógrafo de bocina y su

[complementación de discos...

¡ Señor... !

IJn paraguas negro,vna taza pata caldos,bombillas y tulipas varias,un colchón de ]ana.ffes colchones de borra.

un cepiljo,un bidet...

¿Qué me d¿cías, ¡ri bueir Cocinero

Ya te esc*cho... [N{aYor?

Por un acaso en la cart¿r de testrlnren-I to cjsa

¿no aparece algún otro criado?El Señor, en su munificencia,

espeto clue de todos se acorda¡á...Pues yo me lemo que ya no c1,-reden

l¡uchos <<iten más> que llevarse a la hoca.Aún frha por leer.Letr,rs c¡uedar'án lrs quc se quicr.rrn,

¡pero 1o qr-ie se <1ice crchru.ros lr¡rer.l.rblc,....l

(Leyendo de naeuo.)

Sobre mi buc-n Ama de Llavesque vino a poner consolaciónen los días grises dc estc peregriurrque Jlamamos la vida.

Sobre mi buen Ama cie Llaves...Apodada <Boquita de miel...,¿Respeto tener no se podrá

ni aún en momentos quc tan solernnes son?Continúe el Señor,hacednos la merced...

Continuemos...

Sobre mi buen Ama de llavesdispongo que, una vez que postrado tne \./cren el lecho del morir,antes de que mi pechosu írltino aliento haya de exhalar,sea llamado un sacerdote--o aquél que sus {unciones clesempeñar

Ipudíera-

¿) L

( loc.

A Nl,c.

(,oc.

M¡.y.(,oc.

N'[nv

l)oRt./\MA.

\f¡,y

Page 115: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

A¡r¡,.

Coc.

AL,r_,t

lr,{",rv

An¡.NtT¡v

etr cual me unirá en santa y extlema sacra-

Imentacióna la beneficiada de esta manda."

Desde este Punto Y horael maje de desposaren raso blanco, ya me encargo...

¿Tan pronto piensas túque nuestro Señor está disPuesto

a exhalar el Postrimero hálitode marras?

Todo de azucenones bordaditocle la sisa al escote.

Y el talle un tantico altoclrie se lleva...

\¡ en cuanto al resto.ic rnis buenos d.rmésticos..'

¿Veis? ¡f)e todos se acordól

... tras de mis exequias,puesto que viuda dejovacente y disPonible,con ella nuevas nuPciascontraef, se podrá--r', rsí. lns riendas caPitanas

cle esta casa emPuñar tras de mí-los favorecidos de esta mandaúltima v definitiva.

A pares no se Podrán casar,

lramos, pienso yo...

Uno tan sólo, ya convertido en amo,podrá hacei la operación del metisaca con-

I sagrado

en la alcoba resPetable...El ctro, dando saltos de adúltero coneio,

en clanáestino jergón, haciendo de fámulo,y agraciaáo, todo lo más,de énrepierna semanal de madama,

ha de continuar...

Discordias y contiendasse dejan ya entfeveral dividir este negocio así

r¡ al no dejar explícitoen el testamentafel perro que ha de roerel coronado hueso.

Estas cosas leenros, con frecuencia,qnc pasan en las crónicas.

Quereliitas domésticasde los derecheros mandamases

-también llamada SU revolución-

a esta figura yo la llamaría...;Ya huele a guerra, sí...!

¿Señor...?¿Alguna aclaración?Quisiera pregr.i¡1¿16s si, tal vez,

quedase, por ahí, coseja alguna que legara r:Juíen bien pudiera serun cacho de vuestra propia entraña.

,:Quién tal?Qi,ierr nrcicla dcspués de que el Señor

me lograra ia m¿nurnisiónde aquella horrible casaáe Zaragoza o pcr allá...

. t 1...t u nrlsma lo olllste:

é1 pudiera -rer un chorto de mi sangre,pero, también, resultas de una sangre suciay ajena a mi petsona.

Me equivoqué, señot.Donde dije: <pudiera ser)>

hnbe de decir, rotundamente, e.t

y la frase completaasí resultatía:¿No quedaría, por ahi,coseja alguna que legar,alqún pequeño lote,

233

Aue.M¡v.A¡,re.

]VI AY-

Au¿.

Mev

Aue.

Cono.

232

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M'tv.

A¡vt¡..

Mev.

A,lr¡

ful.lv

A¡ue.

Coc.

Ar'r.t.

Mev.

¿)4

para quien es y quici'r siempre setá

un entrañable cachode vuesma estirpe y dinastía?

Que se expliqr-ren las tazonesde esa paternidadquc sc t'cho sobre nos.

I-unes y miércoles¡n{a ¡rvq arorvu.r ruJ 4 Lrq. . .

(Interrumpe.)

Lunes y jueves,si no recuerdo mal.

El día de la sernana

¿qué importancia tíene?Lo cierto es que en aquel clrartito nues-

Itrode detrás del desván de ma1'ordomos,enffe temblores y esperanzasen mí hubiste de encenderla c¿rndelilla de una nueva vida.

En las offas iornadas, sin embargo,porterías y cocinas frecuentabas

¿quién me dice que no fuese allá?...¡Bah... ! Habladurías...Solamente una amable amistad

me unía a nuestro Jefe de Porterosv Lrnr mutua afición a los horóscopos.

-En cunnto a las cocinassolamente descendí rnartes y sábados...

Martes y viernes,creo yo que eraq.

... para jugar alguna pertidr de aje<Lezy, áe vez en cuando,recordar recetas de guisos olvidados.

Con todo, vo ahora estoyen posición de bien saberlo,los domingos el Señor te recibíacn el lccho ptincipal...

l)onr.

Au¡

fu{av.

Cono.

Por ahí sí qu:, en verded,no hay nada que temer.Fiestas de salivay de recordacioneseran las noches dominguerasen la magna alcoba.

De la misma maneraque ahora ll sois Vos,el mutuo hiio de nuestro mutuo arderbien pr-rdiera ser el nuevo príncipesi por ahí os dignais encauzarla sucesión...

(Pausa reflexit,a.)Hazio venir.

(Queda lo. escena <<congeladar>, tnientrashabla Coxo-T¡ Pn,qNs.)

Ha llegado la vezde que me encarguede mi segunda dedicaciónen la comedia.

Ti-Prans -pequeño

príncipe-rne hace llamar el Gran Macacoen esta segunda cara del papel.Frír,cípe atrimentado de 1o pocoque la mipa de la bailena da de sí,de esta tripa-palacioy de los colgajos de sus podridas vísceras,esta tripa donde todos estamos encerradosha tanto tiempo yaque olvidados tenemosel color de 1a mrr exterior

-en la que laten las ballenas libres.-

y el color de la revolución...

2J5

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Aue.

Tr Pn¡,Ns.Atvt¡,.Tr PneNs.

Aue

(Se dirige hacia la carna de hierro y se.tuwba ln etla. Aut, dando también uuel-

tas entre la trapería sale de entte ella

con una taza en la mano. Mirnica de en'

cender la luz. Ilumi'nación parcial del

subespacio. Se sugiere, encima de -esta

,o*n, ,o*o de los iergones, una bonz-

billa colgante y ptotegid.a por una tulipa supuástamertte cagada toda por las'tnoscas.

Tr Pn,tNs se ha puesto peluca y

collar.)

;Despierta, zaoganotet' ...¿Sabes que ya Pasaron

las burras de leche?

(Tr PneNs se sienta en la carna. Se es-

tira. Bosteza.)

Se le ha quedado Pegadala buena lana del colchóna mi pequeña marmotita, ¿no?

Claro, anoche se vendría a las tantas

después de pasarse hotas Y horas

en una de esas cuevasllenas del humo y de las golfantasoue vo bien me sé...

¿Qué hora es entonces?La de comer, ya casi,Mas me valiera, en este caso,

sesuir sobando.Supongo que tendremosel menú sempiterno:mono, otra vez...

¿Sabes una cosa?La mamá se pasó por la cocinaal venir paru acá y, a la Primeraque el dil gorro blanco se me dio media

Ivuelta,

le saqué de la olla Dn taza de caldopara mi ceporrejo...

¿Caldo? Seguro que de sebo de mono...Con su poco Ce pimentón

casi no se le nota.Bueno, ttae acá.

(Torua la taza, bebe con gesto d.e asco.)

Por 1o que se vepor esos antros de aI7á f.u,erate dan algo que prefieresal caldito del m:diodía de mamá...

¿Qué bebéis en las bendiras cuevas?Libertad y vino, mamaíta.iYa, ya...t

El vino de la tal revolución.

A esas zurrupiasno se les despega de la bocael cigarrito de l)ios sabe quéy la. revolución dichosa...Ya les daría yo a ésascalcetines que zrlrciru ver si lt.s qrrctlaba tictnpopara tanto revolucionar.

Claro, rnirmaiia:mientras nosotros el rnundo transfotmamosnuestras camatarias, según tú,con slrs fogones, sns críos, slrs novenasv sus calcetirres qrrc z,rrcírhan de pefmanecer...

Déjate de larinesy de munCos q,re hay que remcnrlary, si quieres hacerme caso,ve a ver a tu lradteque te será de ;irás ¡rrovcchoQUC IOr zorfolles CSOS.

¿N{i padre? ¿Cuál de ellos?

237

I't Fn¡.Ns.Au¡.

i'i Pn¡.xs.

,\r"ta,

l-r PneNs.Aua.

'f'r PnnNs

r\l,l¡

l'r Pn¡,Ns

Page 118: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Au¡.

Tr Pn¡¡¡s

Au¡.

Tr Pn.t¡ls.

M¡,v.

Tr PuNs

Tr Pu¡¡s.Mev.Tr Pn¡^'s.Mev.

Luego se

'!¿n ltem-

i"l¡ r-.

I I Pn¡Ns.

,\,f ,sv.'I r Fn¿xs

,\'l¿.y.

I'r Pn¡Ns.

\llr.

l'r Pn¿Ns

Tír sólo tienes uno:el que hace de reY.

C) el qr-re la mamále ayuda a serhaciendo ellacle eminencia de catte.

De 1o mismo. Ale, r'e'Te ha nrandado llamar.

(Se leuanta Tr Pn.ttls.)

Bueno, tanta Prisa no ha1"'

J'ermínate ei caldito antes.

(Tr Pn.tus tt:rnzina el' ccida,riccrca a Mw.)

¿Me llamaba el señot?Así es, hijo míoPues el señor PaPá c1írá.

Pláceme verte biencon ese ar-rdaz asPectoqile tan bien le cuadraa la efusiva juventud,toda llena de im:rginacióny de rtida que canta...

(T'r PneNs .¡e ¿t¿ttr¡cottlc ¡;¡ Plapo.)

;Sabéis, Padrc mío,estas manchas escatlatasde mi camisetaa qué se deben?

A1 pimentón del calditode lzr mamá, yo 1ne supongo.

-Lstals, Padre mlo,en absoluto error.Anoche sacrificalnos

al anciano rey de la tribuen Ia Gran Cerenroniade una misa roja:éstas son las salpicadurasde su sangre.

Ya sé que me quieres asustafcon esos cuentos de terror:

.;n.risas rojas tú,lncapaz como eresde matar una mosca...!

El rcy estaba ,va pochíto:su tienda oiía toda a medicinas1, a estandartes rancios,de modo y maneraque, piadosamente, le invitamos,r clavarse a sí mismocl puñal en el 1-gqh6...

I Y C0nslntlo/No. Tuvimos que acabar con é .

Flundirle los hierrosen el pecho jadeente cle ¿sma v cle pavcr..¡Fue lamentable...l

Y, en esa broma tenebrosa,¿c¡uién eras tú?

Doble papel: l,ijo del rey por una parre;y verdugo, como puede verse,

(Señala las tnanchas de la camiseta.)

pol ia otra.Si lo clue prerendías

crrl ílsltstar a es¡c otro viciocasi 1o has conseguido...Fero lo c¡ue hay que hacerpara acabar con esas pesadillases quitarse de encimala camiseta ensangrentada,sr-le tú dices. . .

¿'Cree el papá ciue la mudita limpia

?1CN

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M¿,v.

Tr Fn¡,Ns.

Mnv.

Tr Pn¡,Ns.

Msv.

Ti Pn¡rus

2.4ü

mucla también las ansias de apuñalar

a los queridos Padres?¿Quién Puede saber?

Lo cierro es que, algún día,tú te habrás de ocuParde cosas serias y los atuendos,en tales ocasiones..'

lA clué cosas liamarías tú serias?

¡Aiato no lo son el ajusticiari lo. qr-t" cierran el paso a la revolución?

De esas grancles Paiabtasde vuesttos libros nada sé.

No ruve. para irnto leer. tiernPocomo vosotros:un pobre mayordomo,al fin y al cabo...

¿Pero no qui:darnos en que eras el Se-

lñor?Guardador de las buenas manerasv de los buenos modoscn el habl¿r, en el vestiry en el ernpuñar con las garritas--amojamadas ya, de Puro viejas-1as rjendas capit,rnas del poder. ".

Cionscl:uirás ccnfundirmeocomo siempre.i\,jo en r,¿lno has estuciiadoL,td,t, Csts sl' rttniílit'lt:1.Pcro nnrr c-(lsa te re¡-retiré:

cu:rndo cstés elr ¡:rladde en{rentarte fofl entereza desponsable¿r las tareas fectrJras a las que esos estlidiosqlrc, con tanto sacrificio por mi pafte...

( I n l: errum p e hrus cantente. )

Mc quiro y.r lit catn¡scrr

), nos ahotramos el resto dei discurso ..

¿Dónde cstá la levita de ditigir mansiones?

¿ ,csta es. . . l

(Se quittt le camiscte, f)ero no la pelucani el colldr. Busca la <leuita de d.irigirtratlsioiles\> ettre kts tr(tpos, consider¡n-do diuersas ropas <intportantes>. Auan-zan al tietzpo Cac. 1 Po*'r. hdstd !",4.tu.tr)oble reucrencia.)

Scñor, la hora es -",a del baño¿Tan presios pasan los inomeri,rr

c{e 1a ""upre¡rací:r?

¿Tei:minó ya ini vez...?La hr¡ta clel 1,¿lño va sonó, Señc,'.Prres si los tiempos de la consurrrici,in

son licgados, cúmplase ia voluntaddel clue liagl, en eclel¡n¡.:, de Scii,¡r' ..

(.c¡c.

\,];\Y

ijoRT'M,rrv.

Ccrc.1)oRt.i\,{¡ry.

(Ponr. t, Coc. se aleiandr¡nde se encuentran lospeana. Dcsde allí llan¡m.)

iSeñor... !

¡Señot.. l

Vamos allá...

hasta el sititt<<es peios>> de

(Se acerca. lenlo ^¡ utcoruado, hacia elsitio dr¡ncle Coc. 1' Poxr. disponen los<<espejos>> en t,n eje central y perpendi-cular al fondo de l¡ e scena. Da unasuueltas por la esceno, ai llegar al sitiodonde Tt Pn¡tNs se <<prueba>> oestidos,se detiene un momento.)

Perdóname, hijo mío:en los erizados caminos del vivirme hubiera tenido que ocuparun poco más de tu frágil personita...

141Lal

Page 120: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Cono.

Aue.

Cono.

1VIAY.

Aue.

242

Darte, tal vez, ciertos consejosacordes con estos momentosde liminar unción...

Pero los dejaremos para* diascle más sosiego y p^2...

(Tr Pn¡.rus, rin ponerse ningún traje de<<responsabilidad>> se quita la peluca y slcollar y se sit¡la en el sitio del Coxo.)

Nos daremos a nosotros mismoslos paternales consejos.Literaturas, al efecto,no nos faltan.

(.9aca un libro, lee.)

Gjve thi thoughts no tongue,nos aÍly un propoftion'd though his act...Polonio, Padre de Dinamarca,Acto III, Escena III.

(Mtu. llega ¿lelante de Avtt.)

¿Ya dccidistc lo que hrcerccn nuestro niñc?

¡'Dccídió ya el Jefe de Mayordomosantes de ascendcr a Jefe de Carroñalo de la sucesión de aquella candelillaque hubo de encender, se supone,en el catre del mayordómico desván...?

No sé, la vcrdad, qué poclríamos hacercon estos chicos...Tal vez más nos valiendejar el testamento como estáabierto en favor de vosotros,las gentes de mis años...¿No crees tú, mi buena María?

Lo cteo, mi señor.

Cono.

(A partir de este mo?nento existirán tres(tcciones sobre la escena, dos de ellas mu-das y lleaadas a cabo, exclusiuamente,por míruica mientras se bcbla sobre late/cer6:

a) La acción -más

estática- de Coxoleyendo los conseios de Polonio a Laer'tes, del Hamlet.b) A un lado de la lila de <<espefos>>

que Coc. y Ponr. ya habrán dispuesto,Atrt pritnero se desnuda y luego se

uiste.c) Al otro lado de la lila de <<espeios>>

Coc. y Poxr. desnudan a M¡,v. Este,coruo Av.A, se tnira en los <<espeios>>.

A ueces atilizarán el tnismo, uno a cadalada.

Al fondo de la lila de <<espeios>, la ba-ñera.)

Be thou fan-riliar, but by no means vul-Igar'

The friends thou hast, and their adoptionI tried,

Grapple thern to thy soul with entertain-Iment

Of each new-hach'd, un fled conrade.IBevare

Of enttance to a quarrel; but, bieng in,Beart't that the opossed may beware of

Ithee.Give every man thine ear, but ferv thy

Ivoice...

(Se oye el canturreo de Aut rnientrasse desnuda.)

243

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Ar,{¡

Ponr

Coc.

1A/1

Mañanitas de mayo,maña.nitas de abril,color de lechuguita,color de pereiil...

Los ojos como enclrinasquien me rriene a buscarla piel como aceit¡¡naqrrien nre snca a cnsar...

Mañanitas de mayo,mañanitas de abtil,color de lechugr-rita,color de perejil...

Y -vo estaré disPuesta,cuanrlo llegue mi amor.con mi vestido blancodoride bordé u nn f lor. . .

(Ha descolgado a!,gunas prendas de ropainterior.)

La flor de mi purezala azucena gentilmañanitas de mayo,mañanitas de abril...

(Mientras quita, con gran cuidatlo, una

de las Tnang(ts de la <<leuita>> del Señorqtte uiste Mw.)

Con miramientos, compañero,ten en cuenta la enoiosa reumadel Señor...

Desecha toda preocupación, compañero:acostumbrado estoy a desnudar, cada no-

Iche,al Señor...

No en balde soy su mayordomo

desde hace tierniro inmemorial.

- ¿Hoy a ti te toca, buen amigo,hacer de mí?

Así parece, La última veza Gran Portero le tocóy alternamos, como dispuesto estáen el protocolo que tú tambíén firmaste...

;Esa farniiiaridacl de tratamientoque más no se repita!¿Quién te ha autorizadoa tutearnos?

¡El Señor tenga a bien el perdonar!...{'lerruina por quitaile la prenda.)

iAjajá...!La gran levita ya salió...

(Cuelga la prenda.)

Take each Ínan's censure, but tesefve

(Ye JesnttrJaIthy iudgment...

y cornenzando a uestirse.)

Pondré pantaloncitosde nubes y de encajes,mi ombliguito de almendrase verá entfe celajes

(Se pone los <<pantaloncitos>>.)

y mi vellón doradoy rni piel de marfil,mañanitas de mayo,n-iañanitas de abril...

En jaula del corpiño,avecicas de lech,::que venca ya mi amori/ que a volar las eche

215

IVIAY.

Cloc.

A,{¿v

( loc.l)oRr.

( lono.

Au,q.

Page 122: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Cono

(Se Pone el ncorPiñr'¡"')

oue las eche a volartias su beso sutil,mañanitas de maYo

mañanitas de abtil'..

( 5'e Pun,' la c,tmisa J

Pondré csta camisueia

-v é1 me la quitará,me pondré las enaguas

v é1 me las alzará'..

(,lc Pctrtc las c;taguai ¡

(irtr-iisa, sólo una,y las enaguas, mil'.'mañanitas de maYo,

mañanitas de abril...This above all to drinc ou'n selt be true

And it most {ollorv...

(M¡v., ett la escena anterior, habrá que-

)irrJo ,Jrt,trdo cJe cint¿tta para arriba')

¿()iré opina .'l corttPañcro

de estas máculasen la pjel del Señor?

Lr" suit,tlc. ioll cl:l1ili. cotnpl'iertllaquí, aquí y aquí...

(Señata tlcs l)ut'ttos de la parte desnuda

de M¡..)

;El Señr¡r tuvo anoche indigestión?

Ceió, tal vez, lllguna cose Iuera de 1o co-

I rriente?

Nr:, ¿Por qr-ré?

No tcnga eJ Señor preocupaciones:preguntas son de mero requisito.

_¿Tampoco tuvo pesadillás espesas?No mayores espesuras que las de cada

Ya compren<lo al señor: i'oche'

el corro de las apariciones...

(Aclara, ¿t su coftzp(iñero.)

Al _ Sejior, ¿ sabes, compañe ro r ,

cuando hace algrin excesoen el último vantat de la jorr-rada,le suele rodear le lechcrun collar de extañas alucinaciones,un-redondel de erisrngr..ntrda, l"orr.r.r,todns con la crbezn bnjo cl hr¡2,,.

;De rnedio a rlredl'o te equi'r,ocaslLa bárbaru máquina de guiliotinrrraquí no se intrc,duio.Y el hacha carnicerahace tien-r¡.o qlle se sustitr-ir,ó...

I ilt iendo ] a rnuV bien:los del garrote i' los del pelotóirconservan cristi¿uamente la cabezadesprrés de apiolados...

;Ariemás, no fui yoiFueron los 1'ucccs. yo sójo tLrve a bicnto conceder la .gracia a tales perros...

Pues si el Sciro¡ anoche no tuviera clrga-

que pusicr:r a srrs rircc'* ,. líi'i l"t i:,',ljia los fantasmas cle sus víctimas.Suyas no: ya oíste. De sus jueces.(Rc ueyencja aquiescente.)

..._c:tr.s mnrc¿.rs de aquí,. de,rcj...I lrtrloqis indLrbirablc,

24i

Ponr.

Coc.Mev.

Coc.

ivlny.

Coc

i\{av.

1)onr.

L

Coc.

Ponr.

Coc.

M.tv.

216

lioc.i,ORT

(,0c.

Page 123: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Pop. r.

M.qv.

Coc.

Ponr.

.4m¡.

Cono.

bofe gangrctrado Por cien anos

de ocúpui cl centro de la escena'

De acuerdo, cornPañero.El vórnito rojo no Puede Ya zrdat'

¿Todo pot Lllt Pocc de mono'desnudo de toda guarnición?

N¿ida tema el Señor:nna aspetsión lustral todo 1o ateglatá"'

tln chapuzón de nada

v a manclar los Próximos cien años'(Se pone el uistido de nouia.)

Y el vestido d.e noviatambién me 1o Pondréy nn ramíto de azahar

en él me prenderé...

l,a flot del azahar,

la flor del toroniil,mañanitas de mayo,mañanitas de abril...

Y sonara la rlautí.l

sonará el tamboril,sobre mis galas toclaspondré el velo nuPcial,sonarán las camir¿rnas

rajando ya el cistalcle un cielo de frambuesav de un cielo de tñil,mañanitas de mavo,mañanitas de abril...

(Vestida ya de nouia auanze hasta el

<espejo>> rná.s próximo a los espectado-

res.)

As the night tlre dav..'

(Ifab,á quedLtdn y desnuda Mtu.)

I¿{¡ñanitas dc abril,mañanitas de mavo...

Señ<lr, ya estíris dispuestolra!'1 l(\rncr Irs agrras.

(illianttas Coc. y Povr. de.rbacen la filade espejo y fnrman una especie de callecan allos, et'ttre los espectadores y la bañeya. Lleuar¡ ,t¡ar ella hacia la tal bañers,co.o,ido por los brazos, perc con gran sblc¡tznidad, a tr44v.)

Hete aquí un jefe,tal cual es...

Asombra ver ahora al que,cuando gato de brillante cáscara peludrrbajaba <<vestido>, en blanco v negro,con un alto va-.o entre las zar)as)a repartir polvillo cle oroentte sLrs invitaclos,¿odos ¿ldictos ¡r correligionarios . .

Asombra ver ahora al gue,c'.rando leopardo uniformado

-ahora Ia piel más ocre v más severa

pero siempre intel-rtando fascinar-hairbr. no va r rcprltircar¡qos \/ doradas prebendas,sino muerte en cada firma¡rara los enemigos cle la causa.

Asombra verle ahoragato .va sin brillante pelambrera;leopardo desollado todo,irecho coneio en gar.rcho de casquero.polio desplumado en mostrador.de,po-

I llerla...

Asombra verle ahora,todo pellejillos violáceos

249

,\r"r¿.

(,r¡c.

( .ono

Page 124: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

puestos al descubiertoy que, apenas, ellos tampoco,son a recubrir las tristísimas costillas

-lombrices puestas en hilera,

unas debajo de offas,lombrices en la lombriz que él toclcr

las tristísímas costillasque, apenas, ellas tampoco,son a recubrir la tristísima cenizaque se le vicne encimade segundo en seguudo.

Asombra ver ios sír.nbolc,s

de 1os antiguos porqlicsíes,de Ios antigLros porcojones,telasdaraña ahoraenffe las descoriezadas patas.

Asombra vet ,rhorala babiila colgajeantedel tr-istísimo faloya sólo bueno para hu;iciicio seren el putrefacto coñode Ia muerte.

Esto es un Jei'etal cual es,cuando se ie despojadel disfraz de Jeiey se le quitala sc,brepiel tristisi;ru :

ese otro instrumentoA. Al.t^" 17 rnaf rr

(Entra Coc. y PoN"l. ayudai,! Lr ci¡trdt Li

Nl¡v. e¡¡ la b¿ir'ra.,fi-t/. ,. siet¡ltt L'/! (l¡,1

pudiéntlr,,sele uer del iroilco para auiba.Coc. tlesaparecc entre los trapos 1t t.t'¿tp.trcce con l.t <iarrt tle porcelutta ¡tara

distintos líquidos con la pintura esmal-tada de un San Juan>>. La eleua sobre lacabeza de M:.y. conzo si se tratase deana copa ritual.)

¡El r'írn-rito rojo del Señor...i

(Vierte parte del contenido de la jana,cualquier líquido rojo, sobre el urerpode Mtv. Luego, con una muy cortés rc-aerencia, se lo entrega a Poxr. que !d-cía otra porción.)

Thou canst non then be false to any mrrn.... Y ser fiel a ti mismo sobre toclo intentarporque cle tal negocio te ha de resultar,como la noche ,rl clía le iruelc el czrlcañrr,,," r ,oln mnrrn 'i,,u serdt fi,.l I r,'lli.'¡..

1..\'( J,t, u(lc l,¡ ; /1,.;us.i

Y se rcab¿ron los conscjos .lci irlpá...muy pronto dif-rnto ya...

El Señor ha ,,1uedaclo perdidode su propia sangre.

Es neces¿lr.io, sin más,intervenir. ..

Adelante, compañero, pues...Pero ¡ro conribuíré personalmente'Jl tren() del )enor...

Dc rcuerdo. conrpañero.Además, ia etiqueta 1o prevee.

Creo que yo tambiénaquí debe tomar partido,como pequeño-príncipe,en 1a muerte del papáde turno...

La Historia todos I' cada un,rdebemos esculpirsin escurrir el bulto...

211

Coc

Cono

Ponr.

Coc.

Xtronr.

Coc.

t-lono.

25{}

1:l;li

Page 125: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Coc.

(Va er¡ busca del <<est*che lowado desatén granate con diaerso instrumentalde disección>>. Se acerca con él a la ba-ñera. C,oc. pide perentaria.)

1Ti jeras I

(ifi PneNs s6ca unds Cel estuche y se lasentrega ¿ Ponr.)

Tiieras. . .

(Entregátdosalos ti st¿ í't:r. ,r Coc.)

Ti jetas. " .

(Coc. alza las tijeras al ¡¡táxinzo por en-cirna de su cabeza, empuñándolas canambas manos. Auanza hasta el borde dela bañera Pon'r. 1 pide ean igual peret-toriedad.)

¡Escalpelol

(Tr Pnews sacd otra gran henataientade hierro, por ejenzplo, ,tn grdlt cuchillode despiezar reses, del estuche y se Ioentregct a Ponr.)

Escalpelo...

(Ponr. toma, con su herrawienta, igualdctitud que la que tiene Coc. Tr Pn¡Nss(tca una telc€ra y descc,tuunal arrna delestuche, una nauaja cabriÍera o un ins-tlumento de iardineria.)

;Bisturí!

(Se coloca junto a los atras en poslulasimilar.Grito unisono.)

¡Ya!

(fuLímica de cl¡uar los hienos a Mty. Lartr:ción clebe bacersc como u cámara len-ta, /tuyenclo ¡le tocla la aiolencia realista¿!,e un. por ejemplo, asesinato de Césarrlel que, en todo c'aso, debe serutn <<bas-tich-e> degra¿l4cJo. Se incorpora ufl'tdn_ro Mav.)

¿lfú también, hijo mío...?

(Se desplonta. Quecla con u/2 brazo fue_ra. <<Pasticbe>> de Marat asesinado en el\añu. Cono quita peluca y collar y uuel_tc n ocapat/ el sitio r/c Cono.;

Then fall, Césa¡...Va puedes revclrtar, iefecito.{'-riio César.AcLo Ill, Escena [I1...

(trnmediatamente después del apuñala_raieuto, con l.e mistna cortesía anterior,rc. c.cden-la jarra y uacian entre los doí,'l liquido rojo sobre el <<cadáuer>> deMav.)

El baño purificador del Señor.El baño tansverberador del Señor.

(Se acercan ambos a Avt.)

, Es hora_ya de que se cumpladel Señor la voluntad posuera.

, .Vu,..,_ro,Orometido ya os aguardaDrcn Danado y cflspuesto.

i ioc., Ponr.v Tr Pnews.

r\"l.ty

\,r.)Ito.

Tr Prur.*sPonr.

Ponr.

Tr PuNs.

Tr Pn¡Ns

(,oc.l)oRT

(,0c.

I'ctnr.

253

Page 126: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Au¡..

Coc.

Ponr.Coc.Aun.

254

(Awn auanza por la <'calle>> flanqueadai, .rrPrioto.'Pttede h¿bcr también una'progrr'rián

lat:rial de Coc' y P.oxr' for-'*ni¿o una especie de <'taínel d'e arrnas>>

con los instrumentos pteuiaru-ente <<en--rorgrrrtodot>>

con cl liq.uido de la ia^rra'

Todo cercmonial , macobra y Icnlo' AMA

6u ttnza, c anturr e and o')

La flor del azahar

ia flor del toroniil,mañanitas de tnaYo,

mañanitas de abril...

Y sonará la flautasona-rá el tamboril,sonarán las camPanas

raiando 1'a el cristal,

(Se ole el ruido de otra gro"n uistalera

iu, i, rornl)e. Auwenta el rttido de los

iántirot. El <<corteio>> uacila un fftofilen'

ta, ltt'e go cott tinúa.)

. .. sonarán las camPanas

raiando ya el cristald" ,rn ciélo de frambuesay de un cielo de añil,mañanitas de maYo,

mañanitas de abril...

(Ltega iunto e la baíiera')

¿A quién toca de oficiantehacer hoy?

Pongamos que es a mí...Como Su Reverencia guste'(Muy dulce y colloo ida, sonámbula')

¿Cómo era la escena?No la recuerdo bien.

- T'ú coges la mano exángüedel Señor...

(Ax¡¡^ lo hace.)

... y después de las pregunrasrituales al Señorde11ue_ si te toma por esposa v lo dernás..

EI Señor, incorrveniente graveseguramente no 1o ha de tener...

A ri yo re prequntodejrndo. ¡nyl . "a para siempreln clrlce familiaridácld,e, a L,os, lTamate tú...

¿,Y aos, señora,aceptais p_or esposo al aquí presente,con arreglo a los ritos verdáderos?

Acepto, sí.

(Deja caer, inerte, la mano cle M,ry. r,a_rias ueces t'uera del baño, ld tilti¡nt¡ rJen_tro.)

;Oh! ¡Dolorido signo de la fataliclacl...l;Apenas alcanzaclo el momento de Ia

Itierna riniónen volátil vapor de consunción y ftánsitoya te disipas... !

¿Ei amor, qué {ue?

Feble solecillo un instante bri.llando1', en segriida, nube ya recubrídora...

Cuando tu vino me lo fui a bebereras ya copa derramada por la muerte...

(Llora derruida al borde de la bañer¿:.Coc. y Poxr. la leuantan.)

l)rtnr

(10c.

l'0RT.

\i\.fA.

255

Page 127: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Ironr.Coc.

¡Fortaleza, mi señoral

Nluchas Y muY aitas tareas

os aguardan ahorav. corl temPlados ánimtls

á' ellas cnficntaros debéis'La primera,

sustituir 1os -blancos

tules

de los fastos nuPcialespor los opacos velosclel luto v del dolor.

La Seíiora tiene Ya

set.¡idotes cle cámatapara ayudarleen tales mencsteres.

(Duranlc la escetta siguiente entr,e TlP¡,txs, Coc. ; l<¡r't. h¿cctt ltt'/ ctrc¿tt()

cc¡n los <<e speios>> y clesnudan en el cen'

lro a -, tt,,t uistléndaia a catttinua'ción con

t/eg[us uelos qur'udn, cumo sic.mPrt'

,|elcolgattdo ,li las cuerdas' En el inte'

rior i, la bañera Puede uPraaechar

\[¡v. -5i71

preocLrpr¿rse de hacerlo a luuista del púbtico- para lauarse del lí-

auitio ruio. Aparcce Cu. or B' lcuantan

t!u la tratttpilia de l¿ '.csc¿ltra de scrui

cio>>. Esla-operaciórt implicará una audi

ción ruás nítida de los ruidos <<exterio-

res>>. Cu. on B. llega cargada con utl

pesct portátil para niños pequeños, pesa

do no obstante )

¿Hay alguien de la casa Por ahí?

(Pasea, sin <<encontrarse>> co17 nadie')

Este nuevo petsonaje no 1o presenté

cuando 1o hiciera con todos los demás

en realidad, de la comedia no forma casi

lParte'Con todo, el Gran Simio, bien me cons-

1o considera el más importanre d.t:ir"oTjllsentes pariduras.

Siente por él una ternura tan grandecomo el asco que por los otros siente,inclulendo, desde luego, a un servidor.

Esta Chica r1e Botica, ¿es un cachoIde él?

;Misterios...l Cualquiera conoce bien losIrecovecos

del Gran Mandril, el suplente de Dios...¿Hay alguien en la casa?(Siempre al público y todauía sin losatributos /e Tr Pnexs.)

Ijnos están mLlertos

-o se quitan la sangre teatral

de encima--y otros preparándosela sucesión y el chupealrededor de La Señora.

Nadie parece r ia chíca atender.Me tendré yo, según parece,clrre ocupar de la cuestión.

Arrn(luc si bitn, en nri pl-iinera capa,r¡uiér: es y dc t¡ui boricrr vienc,en la segunda que uno tieneen la tearal cebollal-re de fin¡¡ir que lo ignorov pfeguntáfselo.

(Se pr,,ue peluca y cr,tllar..le acerca aCn. oe B.)

A¡¿r.

Pnnr

Cu. ne B.

Cs. re B(lono.

251

il

lr

li

Page 128: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Tr PntNs.Cn. np B.

Tr Pneus

Cu. ns B.

Tr PnnNs.

Cu. or B.

Tr Pn¡¡¡s

Cn. pr B.Tr Pn¡NsCu. nr B.

258

¿Quién eres tú? ¿Cómo llegaste aquí?

La chica de botica.. .

Y llegué por donde llego siemPre:por Ia escalera de servicio'

Só1o me extrañó que el señor porterono estuviera en su sitio de abajo'

Tiene, creo )¡o, otfas impoftantescomisiones qr.re atender.

Pensé que, si nadie me veíapodría colarme r¡or la escalera principal'-Pero,

luego, me dije: <<¿Y si, cuando bajes,

el señor portero ha vuelto ya a su sitio?>

Así que apechugué con los siete pisos

y con lós escalones. ¿Se ha fijado el señor

1o muy pinos que son los Puñeteros?Yo suelo, más bien, utilizat el ascensor

de la escalera princiPal.

(Pausa, se rniran en silencio durantecierto tiemPo.)

)';t vecl, señor.. .

Entonces, aquí le dejoel <.pesabebés)> que se ha pediclo.

¿Quién ha pectrido tal?

¿Tri crees que en esta casa

har, recién nacid,rs qr-ie pesar?

No sé yo. Adiós...Espera. . .

Adiós, señor...

(Desaparece, con sa peso, por la trarn-pitla. Coc. y Ponr. ban terminado de

uestir a A'ttt con los uelos de la uiude-darl. Mtu. sale , ^¡a limpio, de la bañera

y se aiste con sas ropas de Gran Mayor-dorno. Se arrodilla, ya aestido, delantela bañera y tory¿a la actitad de una esta-tua orante.)

La señora ya vistelos lutos de la irremediableviudedad...

Cuando disponga la seño¡ase puede celebrarel banquete de exequiasque de rigor se considera.

Y 7a danza consecuentea tal celebración.

Teneos, amigos míos:ocasión habrá...

Ahora es tiem¡o de recogernosen soledades y rcme-orunzas...

(Se auelue a oír el ruido d,e cristales ro-tos y aarnenta la intensidad d.e los cantosreuolucionarios. Si se acuerda en la re-presentación el establecimiento de unintermedio se sugiere este rnomento co-mo el más conueniente. En todo caso,con solución de continuidad o sin ella,la acción continuará retirándose los uia-dos aarones a cada uno de sus cuartu-cbos y apagando las bontbillas que cuel-gan de cada uno de ellos. Durante u¡¡tiempo Aut queda en el sillén, repan-tingada. t\'lueao ruido de rotaras y Au¡se end.ereza y pone eI oído atentó. Lue-go se dirige al cuartucho de Coc. Du-rante la <<uisita a los camastros>> deAue, el sonido de los c(rntos reuolucio-narios se rnantendrá en un tono sosteni-do. Aun camina de puntillas y al llegar

? 5c)

Ponr

(loc.

PoRr

Au¡..

Page 129: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Coc.Alre.Coc.

Ane.Coc.

Aua.Coc.

Aue.

Coc.Au,r.

Coc.

A¡r¡..

Coc.

Ama.

260

junto a Coc. <<tira>> del cordón del in-terruptor de la bombilla. Se ilumina eL

subespacio. Coc. se incorpora en el ca'

mastro Toda la escefia siguiente el actorha de acentuar la hipocresía de sw at'ectc''

por Ama.)

¿Tú, piojito?¡Chiiist...!¿Sabes lo que pensaba

cuando enttaste?No, dime.Me daba eI comzón

que hoy iba a recibirun regalo muy, muy,pero que muy lindo.

¿A qué regalo te tefieresl(Agitando los uelos de Att"+.1

A una monita muy majacon un lazote negroadornándola tod.r...

(Distante.)

Escúchame bien:ya he dejado de ser regalo para nadie...

¿No es viernes hoy?No hay más viernes que valgan.

¡Se acabaron los viernesy los juevesl

¿Qué mosca le ha picado a mi monitapara estar así, tan enfadada?

Y deja, de una vez,de llamatme monita, ¿quieres..'?

¿Cómo tengo, entonces, que llamara mi monita enfurruñada?

Dcbes llamcrrne r<señota)>,

<<la señota>>...

Las cosas han cambiado en esta casa.(Quejuwbroso y dumelttando su hipo-uesía.)

¡No 1o podría soportar! ...¡Llarnar <<1a señora>> a mi monita! ...

Delante de los otros sí,si la- señora quiere,pero, en este rinconcito nuestfode derás de la clespensa,siempre serás la monita de mis viernes,la monita de mi corazón,mi monita, mi rnonita, mi monita...

(Se arrodilla y abraza a las piernas deAut. Ésta se d.esprende de ius brazos.Se sienta en el camastro.)

Bueno, tampoco he queric{oque así te me pudieras...

, Sóio he rreniclo a preguntartealgo...

Dime qué, monita.Esos ruidos...¿Qué ruidos?Escucha...¡'Ahofe/Ahora y siempre.(Apresta el oícLo.)

No oigo nada.Como de cristales roros...No.Y cánticos.No, nada.(Se pone eft pie.)

26r

Coc.

/\b,fA_

(,oc.

'\uA.t loc.r\ ua.r,oc.\ ¡,r¡.

(,0c.

, \ rrr¡..(,OC.

,\MA.(1()c.

,\ MA.

Page 130: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Coc.

AM.q

Coc.

Adiós, entonces.Espera, por 1o menos, que te dé

Iur táiaditai que sierrpre te guardo:la tuya y la del niño.

Ya no necesitamos, ni mi hijo ni Yo,el devorar a oscuras y de madrugadaunas sobtas del banquete del señor...

Comprendo, ahora eres la señora'..p.ro .t precisamente a la señora a la que

I interesa

conocet ciertas cosas

que yo la poclría descubrir...¿De qué se Úata?

Pero no-te entretengas demasiado.Tengo otras personas que todavía ver.

Entonces, ¿era eso?...

¿A esos otros tú...?No vuelvas a empezat con tus sentires

y dime lo que tenías que decirme.Es el cariño que Profesamos

a nuestfa monitael que nos hace hablar'..

¿Lo dirás de una vez?Ya 1o diremos, sí:

ino os bañéis, señora!

¿Estás en tu juicio?Hay personas que no os glrardan

no digo ya cariño, sino simple respeto...Lncluso creemos que ese monstruo

a odiar os llega.Ya tenemos aqui la contienda

para ocupar el momio del sillónsemivacante...

Que no se diga que a tiemPoya no lo anunciara.

¡Ya huele a guerra, sl!

¿De quién hablas?

¡Es muy capaz de pasat

sobre cualquieta, y,lo clue es rnás grave ,

tle irisar Lar:lb,in vuestre propia pcrson:rpam alcanzar las altas metas a las que é1,

gusano, aspira...!Pero ¿c1uiér:?, te pretunio.Ciertamente uno de \,'uestfo propio en-

Itorno.;No, señora, no!¡No estáis bien servidal

¡'Así te atreves de llenar de 1'¡¡.1'r

a uno de tu proi;ia condición?;Es é1 quien pretende

manchar, ya para siempre,de ii-xrur-idicia e.sta casa,otrora tan limpia...l

¿Podrías probar algo de lo que insinuas?De otra manera...

Escuchad. señora:no descendais jamáshasta las porteríasy, menos, sola...

Y guardaos de los golpesde la embotada gentey de sus estuches forradosde satén granate.

Pero, sobre todo,mi señora:ino os banelsl

.'Estás seÉluro de clue no has llegadoa escuchar ruido alguno?

Totalmente, seíiora.A 1. t

/\o10s.(Se separa del carnastro de <<detrás de lo,dcspens6>>. Coc. apaga la luz del subes-pacio. Anm da auelfas, de puntillas, porla escena fingiendo acercarse aI cuirtode Poxr. Este también, finge haberlaoído llegar, raca el <<tarro di ungüento

263

¡\r,r.c.

Coc.

A,r,l,q

(ioc.

Aue

(loc.

Aue.

Coc.

Aulra.

Coc.

An¡.t.Coc.

Aua.Coc.

Cono.

An¡..Coc.

262

A¡¡a.

Coc.A¡r¡,.

Page 131: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Ponr'.

Au.r.

Pon:r.

Am¡..

Ponr.

Aue.Ponr.

p6/a ntusar bigotes>> y se los riza y ade-

leza eftle un supuesto espeio. Pasa Awlal cuo.rtucho, enciende la luz, que habráapagado antes Pt,lt't., etc.)

;Cuanto honor recibir tal visitaen ili l¡umilde portería!

¡l{i que fuese, amigo mlo,la primera vezl

¡La primera. cltie la señoradesciende como tal señora!

Un simple tratamientono hace que nada cambie,me pafece.

Entonces,¿desea la señora que los hechosse desarrollen como de costumbre?

¿Pol qué no?Venga, pues, la señota...

(,9e quita ct¿idadosar¡zente la guerrera delunilartne de portero y la coloca, dobladatambién con esmero, sobre Ia mesa. Se

sienta en ésta y torna a Av'l. sobre sus

rodillas. Comienza lentamente a acari-ciarla co¡'¡ t¿t'td ternurt <<infinita>> despaésde leuantaile el uelo. Luego, tarnbiénr:on serenidad,le retuerce totalruente unaoreja.)

;4v.".!Si la señora desea

qlle se interrurnpa la ceremonia...Sigue, tonto...

Pellizca a tu monita.A las órdenes de la señora...

(Caricia seguida de un moroso pellizcoen la mejilla.)

¡Brutol ¡Más que salvajel

(Ya con la mano entre los aelos conti-núa Poxr. con su ceremonial sádico.)

¡Aguarda un pocolAnteriormente, la señora recibía

las atenciones r.--on más estoicismo...

(Intenta seguir sobre Aul^ con su <<t/a-f.o6lo>>. )

¡Te he ordenado que esperes!

(Con gran pausa quita Ponr. ¿ Awl^ desus rodillas, .re pone él también en pie yse coloca la guerrera.)

¿Debo enten<Jer qr-re la señorase ha dignado altetarlas,rnt i^u:rs cont;írnzrsconferidas en cada descendimientoa este humilde h-rgar?

¿Teriía mi lobito, hoy,muchas ganas de morder?

Ruego a la señora se abstengade jugar con mi respetuosa contención.

No jugaba. En realidada otra cosa había venido aquíesta noche.

Dígnese explicar su pensamientola señora.

LIn ruido de cristales como rotospor piedras, ¿los oíste tú?

¿Cómo dice la señora?Nada. Ya sé lo que vas

a explicarme.Tú, como todos, nada oíste.

Desde luego que no.

265

Ponr

Au¡,.

Ponr

A:lr¡

An¡¡,.

Ponr.

Au¡.

Ponr.

AMA.

Pont.Aua.

Ponr.

Aue.Pont.

Au¡..

Ponr.

zoL+

Page 132: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Aua.Ponr.Aua.

Ponr.

Au¡..

Pon'¡.

Au¡..Ponr.

A¡¡¡..Ponr.

Aue.Ponr.

266

ilasta otro día, pues.

¿Tan pronto parte ia señora?Sí.

(Ponr. coge la muñeca de Attt' y se laretuerce, si.ernpre lento. Aquélla cae so-

el carz¿astro. Posr. habla con aoz tnás

suaue que nunca.)

La señota, segufamente,no querrá partir sin tener a bienel escucharnos. . .

(Entre dientes.)

¡Me haces daño!Suele suceder.

(Insiste en la torsión..)

Suelta; ya te escucho.(La suelta, reuerencia.)

I{ace perfectamente la señota.

¿Y bien...?(F río, corno .rieta Pre.)

Te ditemos, monitaque hay personas muy dignasque a consentir no están dispuestasque se manche, ya p^ta siempre,de inrnundicia esta cas^,

^iF^r4 f4n 1;mñi4

¿Tú. también...?No sé a qué otros se refíete

nuestra dulce monita;pero te advertiremos que tan sólonosotros te podemos mantenelen el sillón del difunto Señor,que Dios haya en su seno...

Cono

Aue.

Fonr.

Arua.

Ponr.

A¡,r¡..Ponr.

Aue.

Al fin y al cabo, sólo eres una viuda,muy linda, eso sí, pero también tan frágllcomo una yerbecita...

El frente enemigo, helo aqul...y que intenta, también. por cierto,montar en el machitodel clichoso sillón.

La cosa ya se encona.El olor a la guerra

por la sucesión y por el momiocada vez es más fuerte.

Os ayudo y me ayudáis,

¿no es éso?Eres un bichirrinín

listo de veras.Sólo que no sé, tan siquiera,

a quienes te refierescuando dices: <<nosotros>...

Nosotros som¡¡s los que odiamosa la ttaición y a los raidores,monita.

Nosotros somos los que odiarnosa quienes juraron devoción a su señorde siempre y han vendido sus monosen almoneda pública.

Nosotros somos los que odiamosa los de la revolución de las cocinasy quieren simultanearsus lucrativos guisoscon el sillón que ocupatu lindísimo culín, piojito...

(En este ffiomento nueuo fragor de cris-tales rotos.)

¿Has oído ahoru?Me permito aconsejar a la señora

que duplique su dosis de calmantes.,.Adiós.

267

Page 133: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Mnv.Alt,or.

Cono-T. P.

(Llega, sin carninar de puntillas y sinprecaución aI cuartucho de Mnv. En-ciende la luz.)

Y tú, viejito,¿vas a contestar a tu monita?

¿A qué cosa he de contestar?trisos rr:idos. . .

Pero creo que será mejor el preguntárseloen mayor intimidadpara ver si te animas así

a decirme verdades.

(Se sienta en el camastro, comienza a

quitarse las ruedias. Se acerca Tr Pn¡.Nscon la peluca y el collar en la tnano.)

Es de piadosa sanidadocultar ciertas preclividadesde los más allegados a uno...

Los trapitos suciosdeben lavarse en la oscllra reservade cada familia.

(Cuelga, delante del cawastro, ocultán-tándolo, una sábana de una cuerda que

1ta puede estar tendida o haber tendidoél mismo.)

Por otra partc,ya que estamos fuera del sitioque el Macaco Máximofljara para el Corohatemos otta vez

(Se pone el collar y la peluca.)

268<El palacio de los monos.>> Representación por el grupo <El le-

brel blanco>, de Prn'rplona, dirigiclo por-Valentin Redín.

Page 134: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

-con Peluca mata-Padresy collar de huesecitosde burgués degollado-haremos olta vez, decíamos'de revolucionariode Puertas Para dentro'

(Se alza la trampilla y aparece, cargada

con su <<Pesabebés>>, Crr' ns B')

Tr Pntxs. ¡Hola, muchecha!

¿Tú, otra vez...?Cu. pB B. Sí. La señota boticaria

insiste en que es aquídonde han Pedidoel chisme de Pesar..'

Tr Pn¡.Ns Lo extraño es que hayas podidoatravesar entre la mtlltitud.

Cs. np B. ¿Qué mr,rltitu':1, seirot?

Tr PuNs. tr-a que toclea la casa

cantando sin Parary tirando a las ventanaspiedras. . .

Cu. p¡, B. No he visto a nadie Yo.Tr Pnnus Sí que es cxtraño

con todo ese gentlo...¿Por dónde entraste?

Cu. oB B. Por la escaleta de setvtcro...pero pasé. antes, por delante de tra casa

para ver de col¿rme por la escalera prin-i ciPal

y coger el ascensot de los señores...

¿Y no te atfeviste?No, señor. Y eso que tampoco

estaba hoy abajo el señor Portero.Pero a una le da siempre un no sé qué

de que la pillen...¡Y no había nadie, dices,

"l.l,,rrr. cle l,r f,l"lr:rda lrincil.al?

Tr Pnnxs.Cu. ne B.

Tr Fn.qNs.

270

Sólo un yiejo en un bancotomando el solecico éste del inviernoAunq',rc una, la verdad, anda siemprea lo que debe hrcer \, tal vez,no Ine fijase demasiado...

¿l-an azacnne¡da te me andas?Sí. señor. Desde bien ternpranitcr

t,a no deja una cle parar:qr-re sí el suburbano,que si llegar: a fiempode levantar el cierre,qrre si fregar los morteros*,¡ los taruos de pomaclas...

... subir el peso para los críosqrre acaban de nacerv los ancianoscll te acrhan de tno"ir. . .

Eso. también.¿Y no tíenes camaraclas

con l,.ls qLle te reúnaspara tfatar de rebelarosconffa todo ello?

iSí que sí. . !

Los domingos vamost"rln in ¡r''dilla del 1,."";,'a \ier unas pelícrrlas temil¡les...El último día, sin ir más lejosle cortaban 7a cal¡eza a no sé quré tirano.l{o crea el señor, ¡disfrutamos lo nuestrol

Ya veo. Disfrutáis con vuestra revoluciónde sesión contin.re, los domingos,J/. a. las gentes que apedrean Iós palaciosn1 la ve1s.

_ Bueno, scñor, l¡e tengo ya qrre ir.Luego dice la señora boticaiia

-

que me demoro mucho en tros recado-"AncJa, muchacha, r,e...Sí.Y fíiatc ut.r poco más

?71

nnB

Tr Pn¿NsL-tt. n¡, B

'[-r Fne¡rs

Cu. np B.'l'r Pn¿Ns.

(,-n. nn B.

I'r Pn¡rus.

( il. np B.

'l'i PnrrNs.(l¡r. np B.I'r Pn¿us.

Page 135: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

en las cosas de la calle:la revolución se tiene que notaren todos los rincones:en los caballos,en los cubos de basura,en cada faro7a...

Usted, señor,

¿se ha dado cuenta?

¿Sabes, muchacha,un secfeto que conocenmuy pocos?

¿Cuál?Yo no salí jamás

de esta mansión...

(Pausa.)

¡'Y el peso éste?No es de aquí...

(Tr PneNs se qulta los <<atributosr> te'beldes y se retira al sitio de CoPo.CH. pu B. se cnlrctictte tln poco en re-

coger el peso y, cuando ya ha alzado Ia

tratnpilla, PoRT., qtte hace un tiernpoque ha deiado su cíwdstro y <<espiar> l¿t

esceila anlerior entre los trapos, se ncer-

ca a elLa cuanCo inicia eI descenso por la<<escalera de seruicio>>.)

Espera, tú.¿Qué llevas ahí?

(Aterrada.)Nada, señor:

un chisme de pesarcriaturas.

¿Te has creído que una Putita,caniia como tú, se va a reltde quien ya peina canas?

Una no quería colarse hoypor cl asccnsor de los señores.Se lo aseguro, cle verdad, de verdad,al señor portero...

(Ponr. la coge el brazo y se lo retuercepor detrás de la espalda. Cae el peso alsuelo. Poxt. le dobla el brazo cada ueznzás. Cu. on B. qoteda de frente a los es-pectadores.)

Te dirá el papá a lo que ha venidola niñita hoy, en lugar del cuento ésedel <pesabebés>...

La nena ha venido a llevarseun bicho más de los que vendeesa puerca bazofia,ese hijo de perra v de fogones...

(Aumenta la torsión. Cn. nr, B. aguantalucbando colt su plopio terror.)

¿Le hace dañitoeI papá a la nena?

¡Nol(Totalmente ritual.)

A una señaldel Señor Inquisidorexecutosepor el Señor Ministrola primera vuelta de mancuerda,en el potro...

Y, con lo que la nenasaca de los monosdel señor hijo de perra,compra piedraspara fomper los cristalesde las casas respetables...

273

oe B.

CH. op B.

Tr PneNs.

CHTI

CuII

DE B.Pn.qNs.

l)onr

Cs. oE(lono.

pr, B.Pn¡Ns.

Ponr.

Cu. p¡, B.

Ponr.

272

B.

Ilonr.

Page 136: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

(Aumenta la torsión del brazo.)

¿Síente ahora la nenael daño en el bracito?

¿Quiere la nena que el paPádé un besito a Ja nena en la PuPa?

¡No!Puede valer, ¿l recalcitrante

introducir 7a cabecitaen una pila o fregaderocorrientes y molientesy demorar allá,dentro del agua,un cierto tiempecín...

Y, a lo mejor, la nenatiene otros amiguitos en el barrio,qr-ie le ayudan en sus travesurasde chiquillos...

(Presión.)

¿no es cierto, mi nenita?

(Más.)

¿no contesta la nena?Suele dar tesultado,

en casos extremosos,meter una botellapor salva-sea-la-partede las chicas de boticay pisailas en la barriga luegopara que sientanIa caricía amorosade los cristales rotospor dentro del coñito.

(Cs. nB B. ha perdido el sentido de rna-

nera que, al soltarla PonT., cae al suelo.)

¡Qrié pena tan hondísima:la nena no quiere contestar!

(Darante un tiempo perrftanece derciba-da Cs. nnB., luego se incorpora a duraspenas.)

¡Señor...l¿Ya quiere la nena que el papá

le vuehra a hacer sus cosquillitas?'Señnr

^^" {or,^" I

¿Cuál es el deseo de la nena?Señot, déjeme ver un momento

la espalda del señor.

¿Qué extraño caprichitotiene ahora la nena?

¿Una postura nueva?

¡Por favor, señor...l

(Se arrastra a los pies de Pox't., le besalas botas.)

¡Por favor...!

(En la postart en qae se eftcuentraPonr. /e pisa una m6no retorciendo eltacón sobre la misma. Girue pero agu6n-ta, Cu. on B. Repite.)

;Pot favor... !

Daremos gusto, en sus rafos antojos,la nena...

(Se uuelue de espaldas, pone los brazosen iarras y las piernas abiertas. Cu. nEB. se incorpora, co'n. un graft esfuerzo,p6ra contemplarle. Se uuelae a ella, deFtrueuo, Ponr.)

275

Ponr

Cs. op B.Cono.

Cu. nn B.

Cono.

274

Cu. oBPonr.

Cn. nEPonr.Cs. oB

Ponr.

B.

B,

B.

Cn. nr, B.

Ponr.

Page 137: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Cs. nB B.

Ponr.

Mev.

Cono

¿Ya tuvo la trena su placercit<1,

digamos que un poquejo especial?Sí, señor.

(Ponr. abre la trampilla.)

Pues que la nenase dé muihita prisa en largarseantes de que el papáse le enfade de veras...

(Empuja a Cu. on B. por la trarnpilla,luego tira eI peso tras ella. Cierca latrampilla. Se ua a su <<cuartucho>>. Du-r6nte un tietnpo largo, en sordina, se

o'y-en los cánticos reaolucionarios. Luego,desde <<dentro>> MAv. d'escuelga la sá-

bana que tapaba <<su camdstro>>. A con'tinuación comienza a ponerse los calce-tines que lleuaba quitados. Aut aparece,

con todos sus oelos y oestidos enlutados,despatarrada y sentada sobre un bidet,lauándose. Se leuanta y deia baiar lasprendas, esponiándose cotr¿o una gallinanegra. Ml*. habla desde su camastro.)

¡Qué hube de escuchar yo,pobre viejo y casi sordo ya...?Ni cristales, ni cánticos de barricadas,ni puñeterías semel'antes...

Por ofta parte,tres leches le importa la políticaal viejo mayordomo:al fin y al cabo, ya se jugó su vezde hacer de señot de la casona...

(A*rt, entretanto, aoaftza hasta el sillóny se sienta en é1.)

¡Hijito!(Desde eI sitio del Cono.)

¿Qué tripa, ahora. rá i,i";u ó;;.;.i¿;'se le habrá roto?

(Más fuerte.)

¡Hijito!Ven a mi iado, ¿quieres?

(Se acerca Tr PnaNs, juego de peluca ycollar.)

¿Dónde desea la mamáque me coloque?

Cuando eras no másque una bolíta de inocenciarematada de alborotados pelos,te gustaba que la mamáte contase cuentos de princesas"..

Te apelotonobas a mis pies,yo te acariciaba los pelufresy comenzaba..<<étase una vez>>,

(Tr Pnnr.rs se aryodilla delante de Amt,toma la postura de <<estatua orante>>.)

¿Era_ así como yo me poníaa escuchar los cuentos de mamá?

En aquella edad, ya ida ¡ayl ,vo idolatraba a mamaita...'_ ;Tontorrón...1 Ponte más cerca

de mamá...(Se <<apelotona>> a los pies de Am¿,. Estale,.rasca Ia .cabeza, juágo de perrote t.nchtmcnc6 dc leña.)

¿,{sl. .. /Mejor así, ¿c¡.:é duda cabe?

A¡,r¡,.

Tr Pn.qrus.

Au¡..

Tr Pn¡¡ls

An¡e.

Tr Pn¿rus.

Anr,,r.

A¡¡e.Cono-T.

276

P.

277

Page 138: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Tr PuNs

Arr,l¡,.

Tr Pn¡.Ns

Ane.Tr Pn,tNs.Au¡..

Tr Pnnxs.

Aul

Tr Pn¡.Ns.Au¡..Tr PReNs.

AIrt.¡r.

Tr PReNs.

(Con uoz de narrador de <cuento de

princesas>>.)É,.unr. una vez unos ruidos horribles

de cristales rotos Y de cánticos

sobre Ios Parias de la tierra"'¿De modo qire tú sl

que oídos me los tienes?' ¡Claro que los tengo!

E,, incluso, recogí la Piedraque hizo añicosál ventanai del gabinete...

¡Y qué decía el PaPel?

¿CO-o sabe la mamá...?Si".ttp." hay un PaPel

envolviendo las Piedrasde romPer cristales.

Decla:<<Hasta el último bicho vivientedel palacío de los lnonoshabrá que destriPar.>>

Clato...

([Jna pausa.)

Hiiíto...Dígame la m.rmá.

¿Qué se podría hacer?

¡Bah...! No hacer caso

de esa chusma pordiosetay pringosa...

¿Tú crees... ?

Creo, mamaíta.

Mientras 7a casa Petmanezcacercada a piedra y lodomamaífa y los suyospodrán continuarcon sus liturgias circulareshasta el fin de ios tiemPosy aún más tarde.."

(Memingenua.)

Con todo, una débil mujer...Busca apoyo. Dobla tu sillón

de energía viril.Ya, así, me aconsejaron...Y lo hicieron cuerdamente,

yo me creo.Uníos, señora mamá,a varón esforzado l nucvecito.

Pero, con estos velos¿cómo podría yo... ?

La mamá es rnuy quiénpara agenciárselas...

(Deja a Am4 quita peluca y collar yuuelue al sitio del Cop.o. Se dirige álpúblico.)

Iti I'r dln;:,1 dc cre,¡rrirs,que pfonto vcnclrá,siempre habrá ocasión,entre laulinlótr v l:rgrirnirrr.de echar cl riste párpadcrhacia el próxirno elcgidcrcomo Gorilaza de 7a Causa...

(Dtnante la escena siguiente, a los dis-ti¡.ttos <<Gerardos>> puede unir e/ Conola nímica de tirar de un inoisible cordónde llatnada, una, dos o tres aeces, segúnel <<domésticor> que acuda.)

;Gerardol(Se aproxitna a Aurt.)

¿)eitofe.../Para el ágape de exequias

a pllnto me pondrásel cristal y la plata...

Au¡,.

'fr Pnews.

i\¡¡e.l'r Pneus.

'\iutA.

l'r Pnerus.

(.ono

Au¡..

l\,{ay.

, \r{A.

Page 139: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

IVIAY

A¡rrr.Mev.

Au¡,.

Coc.

Arrle.

Coc.

Arr,r¡,

Coc.

Fuentes y cubrefuentesbandejas y cubrebandejas,copas y cubtecopashrillrrán como espejos...

(Se retira mascullando.)

Plata y cristal, sí, sí...Vidrio, porcelana desPortilladay gracias...

¿Qué refunfuñas ahí?Decía que más que como esPejos

como auténtícos soles relumbrarán...¡Creíamos... !

¡Gerardo !

(Se aproxirua )

¿Señora...?Como Gran Consejero de Boca que eres

dispondrás el menúcomo un milagro de gastronomía.

No sé, señora,si quedará algún monitopor allá abajo.

. | 'r f^ñih,éñ f.' rpslstes( r u rqrrrurLa

a colaborar?¿Yo... ?

Los manjares se comerán solosesta noche, señora.

(Se o.leja y co;wienza a rebuscar por loscajones de las aitrinas.)

¡Gerardo !

(Se acerca.)

¿Señora...?¡La lista de invitados!Jlstá crr blanco, señora.

Au.a

Ponr.

Au¡.IVI^Y

Au¡

Mny

¿Que enfadar me tendré?¡Invéntatela!

¿No te qucda ya ni pizcade imaginación?

Ya imagino, señora.

(Sc pone a escribir en un papel.)

¡Gcrardo !

(Se aproxitna.)

¿Señora...?¡Las músicas!

Y a la primera re¡icenciatomaré mis medidas...

¡Ya rueda el fonógrafoa toda voz de su amopara 7a señora!

(Va en busca, entrefonógrafo de bocinadiscos.)

¡Gerardo!(Se acerca.)

¿'JenOfa... /Sal de apio

los trapos, dey de una caja

u11

de

Au¡.Ponr.

A.nq¡..

Ponr.

284

Aue.Coc.

Anre.

Coc.

Atutrr.

Ponr.Aue.

Ponr.ANr,q.

y hojitas de estragón.Ya. están .-ncar¡¡adas,

señora.

¡Gerardo!¡'Señora... ?

Nada de mujeresen esa lista.Yo me basto.

Nrda de mu jercs, scñora,;Gerardo !

281

Page 140: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Mev.Aue.Mev.Au¡..Coc.Aiu¡..Coc.Aue.Ponr'.Aue.Fonr.

¿Señora...?¿La pTata y el cristal?Ya brillan,¡Geratdo !

¿Señora... ?

¿El mono...?Ya humea.

;Gerardol¿Señora. .. ?

¿Los invitados?Llegan ya.

(Entrega la ,.<lista>> a Atutt. Se remansael ritruo. Atrx señala en el papel mien-tras lee.)

De tus muchas íes

caben esperar lánguidos abandonos...Y, de las erres tuyas, ardorososernpujes en el emoroso saltcl...

(Rompe el papel, a Ponr.)

Como Alabardeto de Puerta,en Noche de Gran Fiesta,anunciádmelos va...

(Pon'r'. corre d ucstirse con los ropajesde t¿n brillante oficial de húsares. Dejasin poner, uo obstante, el dorrtán y elworrióu. Drtrattle esta transforwaciónCoc. y Mlx. pondr,án un6 gr6n tabla so-bre la bañera y la cubrirán con un nzan-tel que descuelgan rJe la cuerda coryes-pondiente.)

Para dar tiempoa que se empetifolleel Gran Portero

describiré para vosotrosuna de esas nombtadasNoches de Gran Fiestaen tiempos de Esplendor:

Arriba está \a mesa con el faisán asado

Iconservando sus plumas,airededot, 1a plata y el ctistal en los que se

lcuaianlas cascadas de luces desbordantes desde

[las arañas de los techos;cisnes de plumas doradortojizas, con libreas

Ide gala,se deslízan sobre el lago espejeante de los

lmármoles del suelocon ios aguamaniles, como nubes de oto,

fpor encima de sus cabezas.

Abal'o, por el Gran Canal, los invitadosse apean de las góndolas disfrazados con

[imaginación y brlllantez,

--el luez de teo,el reo de verdugo,el verdugo de monjala monja de putay Ja puta de emoerador-

Detrás, adonde dan las verjas de las en-

Isotanadas cocinasaún Ilota el humillo a faisán sobre el agua

lsucia del canaluchoy un grupo de desharrapados huele de

ileios...

Y acabado, qLre parece ya)de disftazarse el Jefe de Porteros,como en buena ópera en que estamosdel recitativo pasaremos ahora

283

Arun

Cono

282

Page 141: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Ponr.

A¡re.Cono.

Au¡

284

ala zona de las arias y de Jos dos de pecho,corl su poco de música también:cuplés de ayer, nobles y sentimentales...

¡Verbena ya!

¡Comamos y dancemos!

¡Baílemos y bebamosy tomen por el culolos parias de la tierra...l

(Ponr. (ruanza bacia la delantera del espacio escénico, lrente al público. Conuoz caaernosd I fingiendo dar unos<alabardazos>> contrír el st¿elo, anuncia.)

¡Su eminencia el Príncipe de Montife-lrrino... !

El de las muchas ies...Disfrazado de coronel-capitán de lance-

I ros de la rnuerte. . .

lPonr. se polte las ¿íltimas prendas dehzísar y se acerca a Aut. É,sta sc cubrela cara con |.os negros uelos.)

¿Danzamos, coronel?

(Mtru. pone tm di.rco en el lonógralo. Se

-tugieren una serie de títulos entre lascuplés <,noble.r y sentimentales>> que pue-den oírse a traués de ld ,rdanza de lasexequias:

<<Flor de te, flor de te,><<Les feuilles mortes><El parador del camino>><Mi caballo murió>><<<El vals de Roberta>>

"El humo ciega tus ojos,>

<<J'attendrai>><<Ramona, Ramona, eres cualdulce aparición>>

y alguno pctr el estilo que pudiera ocu-rrírsele al nzontaje.Cuando Mty. tertnina su labor de canz-biar cliscos .te ncercd a las uitrinas y-raca, sobre la bandeia, los esqueletos denzoTtos y los rttros anirnalitos que allá seguardan y los lleua hasta la tnesa-bañera.Como cambia cuatro ueces de disco lle-gará a colocar, por lo rnenos, cuatro es-queletefos sobre el n¿antel. Este <<serai-cio>> se hará con gran solemnidad y labandeja portada <<como una nube deoro>>, sobre la cabeza de Mnu.)

Sí, hija mía, dancemos...

Aunque más nos valieraeludir estas vacuas armoníasy estos extravagantes atomasde la carne...

(Deja de danzar.)

¿Heliotropo... ?

<.Nuit de passion>>, Eminencia.Refinado...

(Danzan de nueuo.)

Si, hija mia,más nos valiera prestaf más atencióna los que ayunos estánno sólo de tales añagazasde la concupiscencia,sino, incluso,

285

Ponr.

A¡¿e.Ponr.

Page 142: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

A¡re.PonrArr,r¡..

de los más humildesalimentos terfestfes. . .

(Ahora es An¡¡ la que cesa de danzar')

¡Conde... !

¿Muñeqr-rita... ?

lD"¡nd'q.r. tome un poc-cr de hálitol

¡Me eitrechtíis tan aguerridamente ' ' ' !

(Pausa y tomd de bátito. Vtteluen a clan-

zar, ahora sin hablar. Se oYe, en cam

bio, a Coc. que ba dado la uuelta a t¿ttt't

uitrina y sacado de un caión <\secreto>>

t¿n ntonito uiuo. Lo acaricia.)

¡El último de los íiltimos,tú, pobre hiiito,desrinaJn i.u crt.le de crlncliaa ser zampadapor esa frívoiacomparsería. . . !

(Saca un cuchillc¡. Lo leaanta sobre stt

cabeza. Cbiltidos preaisibles del mono'Baia el cuchillo sin herir. Acaricia al

mono. Se oye a lo.s dattzantes.)

Prest¿r m¿ís atenciónfl esos Sr'fcS hulnildcsy darles el otden y \a Pazen lugat de esa violenciaque) a su vez, engendta violencia:.ia otrn satánica manifestación

(Abandona, <inconsciente>>, la untosidatlde su tona.)

de la traición a la Pattiay del deshonor que comporta...

(LIntosa ella, rewedando la anlerior oozde Fon.r.)

... r¡anifestación de la concupiscencia,monseñor...

Cieftamente, hifa mía:<<de la concupiscencia>>...

(Danzan de nueuo en silencio mientrasse o))e a Coc. acariciando a su monitol, M.¡ry. pone esqueletos sobre la mesa.)

lBien sabe Diosy el nrundo tocloque antcs de hundireste cuchillo cn tu enffañita1o haría en el corazónde otras hier-ias...I

(Alza el cucbillo, lo uuelae a bajar sinherir. ,Se o3te ¡;i los danzantes.)

¿Estarías cJis¡rrresta, hija rnía,a compartir con nosel sillón conyu¡1¡l¡Así compartiríarnos, tambiérr,el in-rperio de 7a pazy de la mansedumbre...

Sí, mi conde.No puedo negar clrle me seducenvriestros imFerios infinitos...

(Iguel de st¿aue, sin deiar de baitar.)

¡Gerar:dol¿Señora...?Otro danzable.

(Mxu. pone í¿n nueao disco en el fonó-grafo. Poxr. se relira y comienza a cam-

287

Anr¡..

Ponr

Ponr.

Au¡,.

May.Au¡,.

Coc

Coc.

Ponr.

286

Page 143: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Coc

Aiue.

Coc.

biarse parct cl próxiruct <<núnzero>>. Se

pone r()pds cle cardenal rontano, pero,

cotlto en el anterior iuego, sin colocarse

las iiltitnas Preadas.)

¡Gerardol

(Aproxinzándose después de 'leiar al nzo-

nito en su escondite <<secleto>>.)

¡'Señora. . . ?

Dancemos, mi aPuesto

Jefe de Cocinas ..

(Danzan <<uiuda> y cocinero.)

... e iluminadnuesffos oícloscon la minutaque habéis preparadopara el ágape.

Helo aquí:Potage:ru.,.á d. tortue a l'allemand,legumbres de prinravera.

Froids:Bomba l{ohenzollern.

Poissons:Ecreviases en salsa de Moravia,homards c¿irdinal au beure fondu.

Rots:Solomillo de bur:y al oloroso,Noissetes de pres salse chasseur.

Dessertes:Gelinote a la tuase,fresas de los bosques,melocotón Victoria Eugenia.

Frutas.Cafés.

Aua.

Coc.

Alr¡.

Anre.

Ponr.

Al'l¡."Cono.

An¡..

Po-nr.

l9

Licores. . .

¿Y cómo bodega,rni bello escanciadorde bebidas tenestres?

Shery Pále.Mouton Rostchil 1807.Chateau de Rieussec 190(r.Aguas minerales.Refinado...

(Dejdn de danzar. Mtu. pdra la wtísita.Coc. u¿.telae d súcdr su monito.)

Gerardo, el próximo invitadc...Y tú, Gerarclo, nuevas músicas.

(Con el mismo fuego anteriot' aiu.¡¡tciaPonr.)

Don Ramiro cle A.{onteferrado,cclnde de Monteferrado.

El de las ardorosas erres...IJisfrazado cie prír'rcipe purpúreo"

(Pr-tne X,ll.ry. Ltueuo disco. .le colocaPorr. /as últimas prendas <1,purpúreas>>y ruarcha bacia Aut que, d su uez, salea sl¿ eil.círcntro. Mlyv. uuelue d sxi ltffeacle scruir esqueletos de bichejos.)

;Cuán honrada sc sielrtees¡a humilde m¿nsióncon gue monseñor se ha1,¿ dignado,con su presencia, bendecirlal

(Pon'r'. la coge uiuamente por e! talLe yla obliga a danzar.)

Os ecluivocais, distinguida anfitriona:

289288

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Al,l¡

Pon'r'.

Coc.

Coc.

I-as gentes de ?itmas no solet¡os bendecirImansiones

con nuestras presencias...

;Disculpad, capitán! Pero ya,en vuestras inflamadas perentoríedades,se echa bien de ver vuestroverdadero 1, belicoso natural...

Sin inflamadas perentoriedadesno se llega a dominara los traidores a su Dios,a su Rey y a su Causa...

(Danzan un f ieatpo ett silencio. Se oye

una ndna que puede adaptarse a la mú-.sica existente en este nxonzento y (/ile

canta Cac. ¡n!entras mece el monito.)

Duérmete, mi monito,duérmete, ea...quc a pinchar a mi mononadie r¡e venga...

Sóio queda un monitotan sólo uno;en tiempos de esplendoresquedaran muchos.

Y a todos mis monitos

iro bien fÍatata,seguridad y mimono les faltaban...

Duérmete, mi monito,duérmete, ea...que a pinchar a mi mononadíe me venga...

(Vuelue a oírse a los danzantes.)

¿Se transpafentanuestra recidumbretras de las mansas sedas?

Sí, mi conde;como una espada gloriosaen estuche fomado de saténcolor vino de misa...

Con sólo que lo insinuaraisharía de vosmi angélica madrina de guerray de aventura equinocial...

Los mostachos todosse os erizany os huelen a póLvomal decirlo,eminencia.

(Danzan en silencio. Se oye la nana can"tnda por Coc.)

Duérmete, mi monito,duérmete, ea...que a pinchar a mi mononadie me venga...

Crucifijos de monosyo les he dado,cuchillos para monosy otfos tegalos...

Crucifiierías para monos,cuchillerías para monos...

Con cariño lo hicepor mis monitosy no porque quedaravil beneficio.

Duérmete, mi monito,duérmete, ea...que a pilrchar a mi mononadie me venga ..

291

Ponr.

AM.c.

Ponr.

Ane.

Coc.

Cono.

Coc.

Coc

290

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(Se oye a los danzantes.)

¿Estarías disPuesta,mi encantadota anfitriona,a conmigo Partira la reconquistade los ántiguos imPerios?

Partiría con lni héroea la bírsqueda del imPerio Perdidov con vos repartiríalos tafetanes reccnquistados,con denuedo inmarcesible,a los traidores,mí bizamo Ángel de Porterías...

(.,\iguen dtu¡z,tnclo. Se otte ¿l Cono.)

... lecherías ll¿ra mollos,iibrer'ías para monos'cafeterías Pafa lnonos,armerías para lnonos,rnucblerías para monos...

;Clambio cie parejat

(Mxv. coloc¡¡ cl últino ilisco. Lrrl'tt sigue

bailando can Poxr. hasta que Coc , que

ha dejado tle inecer al monito, se úcerca

a la pru'cia y locd a Poxl' en el hombro.Mutua inclinación ¿le cabezas. Mav. co-

loca el últi¡ao esqtteleto sobre la mesa

y Ponr. tr¿archa a susÍituir el úLtitao dis--frez

por sus rcptts lsabituaLes. Coc. bailacon Attt.)

Ese monito, mi buen Ángel cle Cocinas,

¿cómo va?Se ffansforma, señora, de estúPido

Ianimalen manjar delicioso.

Aun.

Coc.

Relátame el proceso inherentea la mágica tr¿lnsubstanciación...

TIelo aquí:El mono tomarásy desollarásy, bíen limpio v lavado,después de cortadopof sus coyuntufas,en pedazos del tamañode una nuez,lo echatás en l¿ oltra

a darle un 1-.,."1',,r.cillo.

Iomarás nlrn¡nc{rasbien tostad¿s

)' las majarascon los higaclillcsdel monoen Lln mof tefo.

Después tcint:ináslos pedazosy los sofrc:ir,íscon un 1r,rr c1c tiernoscebollir-'.:s.

-DcspL]ós tcnlatás

un n-riqaión de p,rn cruclor, rclrojacloen vinagre coloraday echaraslo todr¡ a la ollaa qirc juntado cllezacon el monoy cles¡rr-rés echarásuLna miaja de perejildeshoiado menudoy r-rna sospechade alcaravea.

Ponr.

Au,t.

Cono,

Au¡..

Am¡..

Coc.

292 293

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Aun.Cono

Ponr.

Cono.

Alr¡,.

294

Y después espolvorearáspor encimalas hojitas de estragóny la sal de apioy a comef...

Refinado.... cafelecherías para monos,

prenatalerías para monos,articulerías para regalos para monos,articulerías de fumador para monos,articulerías paru 7a mujer para monos,tienderías jóvenes para monos...

(PoRr., ya uestido corno tal, se acercaa la uitriaa del ca1ón seueto y saca alruono de é1. Mw. quita la última rnúsicadel fonógralo y se dedica a deaolaer losesqaeletos a las aitrinas. AtrR y Coc. sequedan inmóailes. Ponr., de un sólomachetazo, después de sacar el arn¿a delestuche, corta al mono en d.os. Se salpi-ca de sangre.)

¡Así habría que cortadeslos cojones a muchos!

¡Pero, por lo visto,nos los tienen ni paru acabatcon un hijo de puta de monopor muy posrero que pudiera

(Otro gran ,golpe al bicho.los trozos de mono al suelo.entre los trapos.)

ser!

Luego tiraDesaparece

Tr PnnNs

Atr.t.Tr Pn¡,Ns

Au¡

Coc

Anre.

Ponr.1VIAY.

Aue.

Ponr.May.Au,r.

¡Hijito!(Poniénclort',!tt pclucu,t el col/at ),dccr-cándose.)

;Dígame ia mamá!Ya escogí, hijito, ¿sabes... ?

¿Y por quién se inclinaror-rlas vacilaciones danzantesde la mamá?

¿Por los imperios o por los p':rcheros)¿Por Cristo y por la Causao por los tiernos cebollines?

(Apoyanclo la cabeza en el hon¡bra deCoc.)

Éste es el elegidode mi corazón...

(Mimc.tsa, a su pareja.)

¿Homard car'dinal au l¡eurre fondu?Sí, mi monita,con su migajón cle pan crudo...

(Cono quita atributc.ts 1 t,uelue a su si-tio. Avn /ira los nrg,:os uelos por losaires. Grita mús fuerte que nunca.)

;Gerardol

(Al unísono.)¿)enora... /¡Que el rorvo convite de difuntos

se t¡ansmute en alborozadobanguete de esponsalesl

Como la señora disponga.¡Que se me prepare

en consonancia

... butiquerías lntimas para monos,salerías de arte para monos,teatrerías para monos. . .

(Interrumpiéndole.)

295

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Ponr. irM¡.v.A¡re.

Ponr. yMev.

MevCoc.

M¡v.Coc.M¡.v.Coc.

M¡.y.Coc.

Mey.Coc.

al que conmigohabrá de compartirla pesada servidumbredel mandar!

Corno la señora disponga.Mienmas yo sustituyo

los opacos velosdel lr,rto y del dolorpor los blancos tulesde los fastos nupciales.

Como Ia señora disponga.

(Doble inclinación de ambos. Auanzaha.cia ellos Coc. Se dirige a Ponr.)

Puesto que ya, próxirnamente,yo aquí habré de empuñarlas riendas capitanas,necesario es qt.le tomeciertas disposicionespara eÍntpeza.r cambiandolo tanto y tantoque es necesario cambiaren esta casa.

(Ponr. se inclina, más rendido quenunca.)

Como el señor disponga.(Poniendo ana ?ftono sobre el hornbrode Mtu.)

A ti, Gerardo,he de decirte que en mí tuvisteun camarada más, de signo humildecomo el tuyo.

Y 1,o no soy, camarada y amigo,de ios que, cuando la fortuna o el azatIes son propicios, se olvídande los antiguos camaradas.

Ayúdame, pues, con camaraderia,a llevar a cabo la revolución,amigo y camararla, pendiente por haceren el cotazón mismo de esta casa.

Como el señor disponga.(De nueao a Ponr., perentorio.)

La l-¡añera quec{arádispuesta vertic:l]mentea tra fachaáa occidental.

Como e1 señor clisponga.(A Mxv., tierno.)

Permitida, sin limitaciones,carne de mono cn los solsticios;con pimentón o sin é1.

¿Mono triste v seco, nri señor?La frugalidad es primordial.Como el señor disponga.A los tigres rle las caballerizas

doble ración en nochebuena.lTigres, señor?Tigres he dicho, sí.

¿Hay que cambiar o no?Como el señor disponga.La bombilla de porterías

pasatá a cocinasy la de cocinasa mayordomías...

¡Y la de mavordomías, señor?¿a poftefías, quizás?

Se dispondrá a su tiempo.Depende de las futuras lealtadesde tales dependencias.

PonrCoc.

Coc

Ponr.Coc.

296

Ponr.

Coc.

297

Page 148: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Ponr.

Coc.

Au¿.

Coc.

Ponr.

Como el señor, a su tiempo,disponga.

Y, ahora, que se haga veniral maestro coftadof1' apréstesele a la preparacióndel atuendo requeridopor nllestro himeneo.

(Aparece Atvr¿, a medio uestir, con ropainterior de luto y buscando otras pren-das más <<alegres>>, ya utilizadas en el an-terior aperijolamiento rnarital. Cantu-rrea, dejando oir uersos sueltos de sucanción también anterior.)

Mañanitas de mayo,de nubes y de encajes,color de lechuguita,color de toronjil,me pondré las enaguas,la flor de mi pureza,y mi vellón dorado,cuando Ilegue mi amor...

(Vuelue a de.saparecer con sus prendas.Ponr. 1, Mtv. colocan en eI centro de laescent uno de los marcos sin espejo. Secoloca Coc. delante de é1, pero siempredando la espalda a los espectadoies.Poxr. eur¡luciona a su alrededor con lasgrandes tijeras que habrá sacado del es-tuche de <<armas>>.)

Ayúdame tú, mi buen maesüo,no sé si decidirme por el grancéo por el blanco plata...

Me permito aconsejar al señoruna levita azul turquícerrada con una hilera

de nueve botones broqueladosy con solapas del mismo color...

(Da un tijeretno al unilorme de Coc. AJzn_ismo tierupo MAu., que se ba colocadoal otro lado det esp;io y mima ser laimagen de Coc. se pone'sobr, ,o ,opouaa prenda parecida a la nombrada.) '

.-.. Lrn poco más esttechas,desde luego.

, iHarán juego con Ia pellizaoe astracan/

Desde luego, señor.Y también entonarána las mil maravillascon el llorón del casco,en cetda natllral.

(Mav. se pone un6 pelliza de astracáno algo por el estilo.)

T,as presillas de pasamanería,aquí y aqui...

(Da nueuos tijeretazos y comienza aaesnudar, a puro corte de tijera, a Coc.)

... como una catatataque bajase hasta la {ajade raso carmesí tornasolado...

(Faja para IvI^y. tras el <<espejo>>.)

Las caponas de los hombrosde metal dorado con escamasestampadas, ¿no, maestro?

,Colro decís, con cuatro sardinetassoDfebordadas. . .

Coc.

Ponr

Coc

Ponr.

Coc.

Ponr.

298299

Page 149: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

Coc

(Nueuo tijerer(rzo.)

peto más ceñiditas,como se llev¿rn esta Primavera.'.

(Sie rnpre pauorteándose ante el <<e-t-

Pe jo>>.)

Vos sabéis meior...

(Otro tijeretazo. Aparece, 1,a desnuda,Arvtt, sietnpre cnnlurueando. El otro gru-

po sigue en silencio su ittego de desnu-dar a Coc. a tiieretazo lirupio y la acu-

ntulación de Prendas sobre Mtv.)

... la az,ucena gentil,que me saque a casar,tatatá, taratí,tarutí, tarará...

La flor de mi pureza,la piel como aceituna,avecicas de leche,avecicas de leche,avecicas de leche,cn un cietro de rbril...

(Coge el uestido de rtauia 1t clesaparect'

con é1.)

La casaca -el

lance lo merece-habrá de ser de seda rameada...

Exígible, sin duda.

(Casaca o Io que sea posible sabre Ml;l.)

¿Y como calzón?De punto morado,

con una fuania azulpartida en dos.

T¿mbién, sí.No nos clisgusta....pero n0 t¿rn largoqlre vcnga ¿r ocnltarel espolín de gala...

('l'ijeretuzos qua terminan por dejar des-nudr¡ a Coc. Últiruos <<complentelrtos>sobre Mty. Todds las prendas acumula-tJas sc¡bre éste le ptteden haber sido en-tregadas por Ponr. Sale Atttl' ya uestidacle nouitt, cunturteando tontigozosamen-le, cot'tto siempre.)

Pondré pantaloncitosy é1 me los bajará,pondré pantaloncitosy é1 me los subirá,tatatí, tatati,tatetá, tatatá,

... mi vellón doradcrcolor de lechueirita,cle Jechuguita no,de iechuguita sí,de lcchugirita sí...

(Al grupo del <<espeio>.)

No resultáis un poco tardosen adobnr a rni galán?

T.n sceLridr scrrí cl s.'ñorcon la señora.

¿Qrré podr'ía hacerpar:r abreviar la cspera?

1llc nrrlo rie impacierrciasl¿'hkr os Íaltar¡ por poner

"l .r"l^ á" ".,.^,."o1""v las azuccn¿rs clel canrlor,

3t)1

Coc.

Ponn.

Au,t.

Ponr.

An¡e.

Ponr.

Au¿.

Coc.

Ponr

Coc.Ponr

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An¡¿.

Coc.

Cono.

Coc.

lvll se nof á /;Qué tonta de míl

(Desaparece.)

;Maesffo...l

(Se uuelue para hablar ,i PoR'l'. que, eneste Tuowento, se encontraró. a su espalde. Queda Coc., por Íanla, frercte a lo.respectadores, ¿lesnud.o. M"qv. se retira,sin precipitación alguna, basta quedarsituado nzás allá de la bañera.)

FTe aquí otro y el mismo .fefetal cual es también,pa¡rel todo arrugadocon el qlre )¡a la muertelimpiarse puede el culo...

(Habla con gestos granLlilocueütes.Poxr. entretanto, dcsctref .Ea una sábanade las cuerdas.)

AJ apearme cle la nupcial carrozacien niños soltaron cien palomaselevándose hacia el cielo agrietadopor los cien cañonazos de orclenanza...

Entre ias aclam¿rciones clei buen puebloy del brazo de mi agregia prometidaentraremos en la Santa trc]esia Catedral...

(Mímica de ¿ndar can f|ó.r()s tuayestáti-cos, pero sin auanzar.)A la derecha, del lado del evangelio:

la Nobleza.Del de Ia epístola: el Cuerpo Diplomá-

I tico.

Ponr

.[unto rrl altar, gran lumbre anarunjada,Iel carclenal primado,

(,\iXin¡it:o tlcl besttrlo de anitlo.)

en pos de nos, cubriendo el presbiterio todola larga cola de mi manto imperial...

En brocado ,le raso blanco bordado de

con el cuello de arnriñoy las bocamangas de marta

I oro

cebellina...

(Entrega la sábana a Coc. que se cubrecon ella con un gesto solewnísimo.)

Vos mismo podéis comprobaren Ia imagen del espejosu nraiestuoso cfecto...

(.9e uuelue de nueuo Coc. bacia el <<es-

l1ejo>>. Una pausa <<buscando>> su ima^gen etx Mw., desaparecida. Coc. atra-'uiesa por el centro del marco, ruuy lentoy ceremonial, signo que yrt tendiá todara escelta.)

¿Dónde? ¿Dónde, tú... ?

(Busca, uuelue hacia el la,Jo de <,acó,>.)

,El desolado vacío,solamente...

.Yo también os dejo,ml senot...

Espera...Fodríamos olvidar antiguos resquernores ..

Otras tareas tan impottantescomo eI revestimiento del señornos reclaman.

Coc

Ponr

Coc.

Ponr

]01

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Coc.

Coiro

Coc

(Con Ia mistna lentitad qac lo hizo

M¡,v. se retir,:t, con el est¿tclte en el quc

habrá guarlado las tiicras,,tl alro !a'1"

de Ia hai¡erc. Coc. sc rulocd ,'tt ittg"ry dt'

lantero de la escen¿t, si¡nétricc¡ a! tlclCono. Se dirige al Piblico.)

Yo también he de ccder, ahora.

el efímero turno de m,inci'.rL;

un guiño apenas fuela permanencia en lo aitode la pirámide.

Aún no rebasecloslos escalones últimosy ya precipitadohacia la nada...

¡Polrrc ber.refirctor de monoslPobrc papaíto para los monos!

(Coc. sr (;tcerca d las uitrinas, las abre,

acaricia a los esqueletos d'e los bicbos,saca uno de ellos, se dirige a é1.)

¡Tiera de ocaso... !

(A otro esqueleto.)

HueseLa va definitiva.

(A un tercero.)

Barca, carcomida barcaa través de las aguas oscurasde lo eterno...

(Gran gesto ltacia las <<bóuedas>>.)

¡'1.'ict:rrr tlc oc,rso, l'r'-rcscr¿r ya defirritiva,barca, clrc,,rnirl:r barca,a tr¿v¡s r[i: l¿rs ntcrcuri¡lcs ag]-r¿s

cle lrr lruet'1c... !

¡(icrr:aclas )¡¿r están las puertas de ¡.ta-

I lacio !

¿'Nadie vendrá, va en adelante,a danzat?

(Coc. sc úcercd d <<tairarse>> en el <<es-

pejo>> realizanilo la zaítnica de n¿ecer uuact iatura. Canta.)

Duermcte. rni rnonito,duérmete, ea...que a pinchar a mi mononadie me venga.

(Ponr. 1, M,tv. se dcercnn a su espalda,dando uru rodeo por la escena. Luego,por sorprcst y con cierta aiolencia, lequitait la sábana y le tapan la cabeza conella.. Le lleaau, cogido por l,os brazos yme¿lio <<eit uolandas>>, basta la bañera.)

Permitidme vucstro lnanto imperial, miI señor.

(Le rluita h sábana con ¿luc le c¿tbrían1t la tientlen de aua cuerda tapaudo asícl grttttc Ce lr¡s lres. En ella, en sotn-bras cbinescas, -re podrá contetaplar una!)(tfttomima cn la que Ponr. y May. s¿ceden, uno a otro, uat,ias ueces, las tije-ras. Estas se pt.oyect¿li1 en Ia itnprouisa-da pantdlla, gig.antescas.)

Estos buenos muchachosde la clase decente

Ponr

Cono.

305

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en sL¡s feyertitas de palacio,unos a otros yá se faptansin demasiadasconsidcraciones .

Y del manto imperialdel señor magníficode ayerhacen sudario empapadorde la pod:eclumbreque es )'a holzel ex jefe...

El olor a la guerraque anuncíatamosya alcanza hedoresl^ ^,,+"^f^^^iX-uL Pu!rlr4Llrvrr.

Y a estos buenos muchachosde la clase clecente de ¡ralacior,éaseles, en sombras só1o sea.en lo alto de la pirámide,que e1 cmperadorcito cle i¡s salsasapenas alcanzó,véaseles ceclerse mutua y cortesmenteel privilegio de actuarde rretdugo-sacerdotey cl gran cuchillo de hacer sacrificiosal dios de los sillones.

(Un cubo de liquido roio es proyectadosobre la sábana-pantalla.)

Y ya se precioitala sangre de la víctimapor la gran escalerade las piedras sagradas...

(Ponr. 7 Mev. descuelgan la sábana yenuueluen con ella el <<cad.á¡ler>> de Coc.

I.o lleuan a la delantera de la escena yle dcpositan ellí mientras Copo recita el<t res po t.¡so ltinebre>>.)

Iil príncipe prrrpúreo y el conde de laImuerte

h¿rblaron y danzaron sacando a colaciónia violencia...

¿Pero qué violencia pudo generaresrc pobre y triste papalto de monos?

¿Es justo que ap^rezca, después de suIsecuestro,

cluizás, incluso, cruelmente mutilado,en el barro de cualquier cuneta?

Tal ha sído el fúnebre responso que bienIse merecla

este pobre y triste benefactor de monos.Ahora rierra santa ya se le puede dar...

íPonr. 1' Mer. lleuan el balto hasta laQoñerg, r¡ttitan el taarctel y lc tapa quela cubre, meten cl ,,cadáuer>> y sacan el<sudario>> con el que sustiÍuyen el man-tel, colgando éste. Luepo aan en bascaI t tt,t,t band" ja y realizan afla operd-c,ión, inuisible al público, dentro tle labañera. Aparecen Aue, ya con eI aelopuesto y la diadena de azabares circun-dándole la frente.)

Mañanitas de mayo,mañanitas de abril,llega o no llegami prlncipe genfil...

(Se sienta iunto a Ia mesa, sobre eI si-llón. Se ncelcdn a ella Pont I M¡.y.

Aue.

306307

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Ponr.

Ponr.

M.,ry.

Au¡

portando una bandeja tapada por el cu-brebandeias el primero y una copa serui-cubierta por an paño tle encaje, el se-gwndo.)

Llega o no llegami príncipe gentily la tarta nupcialbajo un cielo de añil...

Ambos, príncioe y tattase os sirven en cl mismo rieni¡try en ia misma ocasión, mi scñola.

(Ponen la bandeja sobre la mesa. AuAdestapa ésta y tparece la <,,cabeza>>

de Coc. I'Jo habrá gritos de horror nisignos de sorDresd. Sigue el <<pastiche>>de la escena de crueldad.)

Riega, copero, de ese añejo vinillola latta de nuesrra señora.

Chateau de Berbigni, 1807.Rcjo como una sangre.

(Vacía el contenido de la copa sobre la<,cabeza>>. Coge la mistaa Aut entre las?l¿anos. Pastiche de la escena de Hamlety la calauera de Yorik.)

¡Ah, mi pobre galándel cuartito de atrás de la despensa...!

(,4 Ponr.)

Le conocía, Gerardo...Tenía una gracia infinita

y la imaginación más asombrosa...

Lc ilevé sobre nrí en otro f iemoo...De aquí colgaban aqr-rellos labiosque besé tantas veces...

- Here hung those lipsthat I have quissed I knorvnot how oft...... las uvas de sus labios de esa parra

y-a leche, miel v vino, al besarlos, ,Iffi*::Hamlet, Prince of Denmark.Acto IItr. Escena III._ ¿Puedes contestanne a una pregunta,Gerardo, amigo?

¿Qué desea saber, mi señora?

(Poniendo la cabeza .robre Ia bandeja.)

Anre el polvo sin sentidoy sin memoria, ¿qué cabe hacer?

l'Mientras Mty. lleaa la bandeia y sucontenitlo a la uitrina.)

Lo primero, señora,sustitirir los blancos tulescle los fastos nupcialespor los opacos velosdel luto y del dolor.

Y postrarse a otat.También se suele.

lPoar. descuelga el aelo dc luto y locr¡loca rohre ol de nouia de Aut.'És,to.r_e arrotlilla iunto a la bañera y toma lahabitual actitud ¿e <<estatus orante>>.Larga pausa. Mev. babrá sacado d., ,n_!¡'c lo.r lr0pos un fttrogaas ncgro 1) Dro_l(Ne corr él a Pctnr.)

Fiqrrra c¡ue llueve,ínfinirrr \¡ tristemente,

Cono.

Aue.

Ponr.

Anra.

Ponr.

Mev.Ponr

Cono

309

i;:,¡r'É"-

':ffi

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Cono.

Ponr

Au¿.Coao

110

sobre los chatcosde la planta nobJ.e

del palacio de los monos.

Llueve también,triste e infinitarnente,sobre el cotazóncle la señora.

Largos minutos de silenciorespetando su unción.

(Poiir. dut¿ti¿d., tocl:¡ en el hotnbro a

At¡lt. Esta se leuanto. y se le enfrenta')

Avaunt, tirou dreadful minister of hell!Adelante, ya es tllya, Jefecito.Ricardo IILActo IIL Encena IXL

(Sienzpre protegiclo por el paraguas de

L{.tv., Ponr. acaricia lenta.mente las we'jillas y los labios de Ar,r4 luego el pe'cho qwe terwina por apretar lenta y sá'

dicamente.)

¿Sc ha entera.lomi monita de quién es el hombre de verdaden esta casa?

Sí, mi lobito.Der Mann soll zum Kriege erzogen Ver-

[den und das \X¡eirl

zur Erholung des Kriegers:alles audle ist Torheir. ..

El hombre está hecho para la guerra,la mujer es el reposo dei porteroy todo lo demás son gilipolleces...<<zatatústta>>.Acto IItr. Escena IIL

(Durante la interuención det Cono.Porrr'. slgzrc ,,.acariciando>> a Av,n.)

, ir\hora 1,a sabeslo (llle trenes que hacetl

Sí, r¡i amor.l)e los novísimos gorilas

scr¿í el reino de los cielos...<tr,a jaula de los monos>>.Acto IIL Escena III.

(M.,rv. -cierra,el paraguas y se retira a

qu,itor la tabla y e.l cisangreuÍado man-Iet de cncima dc la bañera. Sale de ellaJefe de .Cocinas.y bus.ca entre tor-iriii,':tro í/n¡Jorme ,le cocineyo Dora Donérse_l"o, f*o sc di.rige lentamente y'ii-q)¡t,n¡(tosc-prendas por el co¡lit¡o. hacii el{tlaylucho de pt;m". É,ste ba ocapado elsillun. Aux se dcsuttd,t lrnto*rri, iábrial catnaslro. ,guena el ruid.o de ir¡riAqnttis lacrlt qu(,trunCa y Se Oyen, ya etltodo cl atnbjto del teátro, Iá i;ít¡co,reur¡lucionarios. Los actores 6rn, d, lr-uantar la aoz para ser oídos.)

Y, ya finalizadosIos alegres festeiosde danzas y de muertes

-sin ruido inoportunode cristales partidos-cerremos el verbenero incisoy hagamos que regresende tolnar por el culoy slls ofros exilioslos parias de la tie¡ra...

(Potr. st leuanta ¿let siilón y ordend,perentorio, a los otros criados.- Esrcs cá'_

Ponr

Aue.Cono

Cono

3t1

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Ponr.N4,c\'.

I'ORT.

lviA \'.Ponr.

Coc

Fonr.

Iaboran con gran diligencia a las órde'nes.)

¡Cerra<l todas las puertas!Están cerradas desde siemPre,

¡rero serán doblados los cenojosparr mavor seguridad, mi señor.

Tu cclo es proverbial,siempré lo fue, ini viejomay6¡¡lo-o.

A sus órdenes, mi señor'

¡Y las ventanas,cerrádmelas también,sin resquicio posibletr'tor tlonde pucd'rn penetrarel caos y la lepra del afuera!

¡Cerrádmelas !

Con mi propio cuerposir stituiréios cristales lapiiladospor las turba.s.

;En el fondo cle mí nunca ignoréqlle un noble corazónes capaz de ohridarenen¡istacies nimiasa la hora de enfrentarseal comíln enemigov defender lo eterno!

iSí, mi fiel camatada,a l¿r hota de la gtan verdad,cada hornbre es tln hombre!

(Entre Mev. y Coc. colocan todos los

eletnentos de la escena utilizables para

ocupar Ia parte delantera del espacio, es'

cíuico, a excepción de ut pequeño hue-

cr¡ central. De eleruento a elemento tien-rlen cuerdas t de ellas penden los uni-

lormes y uestidr¡s de las diletentes me-

'tr'r PqRls.

trrttctrlosis d.el Señor, inclaidos sus dis-lrrrccs danzantes. únicamente dejarántu¡o ¿le los ryás fascinantes, el. dormántltl. húsar, por ejeruplo, para la opera-t'irir t¡ue tnás adelante se espec'i't'ica. En¿'l /¡¡tt:co central colocará el propiof)oH'r' c/ gran sillóu. Todo este tierupotlc lranst'onnación de la escena es ilus-trulo ucrbalmente por Tr PnRNs, con sLt

collar y su pelilca, que electúa ana espe-cic de arenga hacia los espectadores port'tt'dir¡ d.e una larga letanía.)

;Arriba los pobres clel mundo! ;Arriba[os parias c]e la tierral

;Arliba el crío que se levanta antes de quelamanezcat

;Arriba el crío que tiene que coger el sub-[urbano para ir a la escuela de

IDon Pablol;Arriba el crío que tiene que r€zar cada día

[el himno nuesüo v los rerres

ide Aragón v de Castilla!;Arriba el crío al que golpca Don Pablo

[con ]a regla porclue no le ha venido[a regla a su mujerl

¡Arriba el crío que ya se va haciendo unIhombrecito de provecho!

;Arriba el hombrecito de provecho que se

lcoloca de chico de botical;Arriba el chico cle botica que se coloca en

iPlásticos cle Somorrostro, SociedadIAnónima!

¡Arriba el chico de botica clue se coloca enla Regie Renault, de f ile

IGlignancourtl;Arriba el chico clc borica ajtrstadorl¡Arriba el chico de borica calclectrerol

¡,Amiba el clríco de botica lanrinadorl

)L)

Page 156: L. Riaza.- El desván de los machos y el sótano de las hembras; El palacio de los monos

¡Arriba el chico de botica maquinista de

lsegunda!¡Arriba el chico de botica que, é1, tuvo

[suerte en la vida y se colocó en el[Banco de knportación y Exportación!

¡Aniba la que resultó mujercita de prove-fcho y se colocó de chica de botica!

¡Arriba la chica de botica que se colocó en[el Bar de Camareras de la esquina!

¡Arriba la chica de botica que abre su coño[cada noche al antojársele ir de putas

[del buen amol¡Arriba la chica de botica que abre su coño

lcada noche para tragarse el descapo-Itable del señorito!

¡Amiba la chica de botíca que abre su coñoIcada noche para tragarse el mercedes

Idel señor!¡Amiba la chica ,ie bodca a la que, ya de

fmadrugadr,r, le resuda del coño san-[gre, petróleo y ieche amarillenta

[de iefe!;Arriba la que, ella" es una chica n-ruy de-

l'ccnte y se cnlocó ,.le ascentorisia enflos más grandes almacenes de la

I capital I

¡Aniba la que sube ocho horas devotos a

I Marroquinería-Librería-Discos !

¡Arriba la que sr-rbe ocho horas creyentes a

fPerfumería-Ropa Interior de Señora-

ITienda del Hogar!¡Arriba ia que sube ocho horas fieles a

I Caf etería-Oportunidades-Muebles

fde Jardínl¡Amiba la que, ella, tuvo suerte en la vida

[y se colocó en la Coronation Inc.ICompan¡'!

¡Arriba la que se masrurba todas las tardes

l ,- ¡ c[ rctrctc cle la Coronation Inc.| ( ,orn¡rany con falos de fotonovela!

¡Alrilrrr t.l r¡uc sc masturba todas las ma-I nrurrrs cn cl rcrtrctc clel Banco de Im-l¡rollrrt'itirr c()n cI cleportivo de la

Imañana!¡Ar.r'ibrr l,r qtrc r,icja de provecho se baja

| ¿rl orinal para ver si el viejo se leIanima!

¡Alriba cl c1r-re ya viejo de provecho, tumba-f clo encima de la cama, oye mear a

fsu nrujcr y parc. qué queré yo esta[cordilla qlre me dejó entre las patas

lel polvillo de la mina!¡Arriba, parias de 7a tierra!¡Asaltad ei redrrcto de los monos!¡Destrozad la ia'úa de los monos!¡Destripad a todo bicho vivientedel palacio de los monos!

(Ponr. habrá sacado de la bañera unacabeza en desconzposición aaanzada sinllegar todo"uía al estado de calauera defi-nitiua. La pincha en el extrer¿o superiorde una cruz y cuelga ésta del respald.odel gran sillón <<wirando>> hacia los es-pectadores y después de colgar d.el tra-uesaño de la uuz el dormán del húsar.Por último, :'aca el estucbe <<lorrado desatén granate,>, lo abre con gesto defini-tiuo y lo coloca cerca de é1. Queda en

iarras y con las piernas abiertas miran-rJo bacia el público y la mano derechaapq)dd6 en u77o de los escudos del si-llón grande.)

¡Arriba, arúba, amiba... I

31,5

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( l'tt.\tt ut/ /¡('iir)11t.¡. .\'t, ttl:t lt lrAn¡tilla 1,

ttlttr¡'r,, r' ltt (',|. t¡t,, ll . cclt -tu pcsa. 'I-drclrt.

/t.t/ l)o('() c;t t.l i.;litry_uiru PoRT., de espal,_t.ltts. t,r/ l¿ t¡ti¡¡;t¿i postura que ítl t'inal cleItt ('.\'('(,tt(t clx quc dmbos interujnjerou.( lrr. nr,: _Jl. coge, coTr tnuíl:) sigilo, el ca-t l¡ilht tlc la caia abierta y se io claua enIo.r riñones d PoRT. La escena, 6quí, dejd¿lc /cner c6rrrcterísticds de pastíche tíá_{r,icct 1, adquiere sigao tle uerdadera uio-lcncia. Pont. se tlpoya un motuento enla moi¡tia j cae laego al suelo. Cesa elyuido tle los cánticos reuolucionarios to_talruente. Se adelanta Cu. oB B. a diri_girse a los espectadores eLr un pantocentr(il y auanzedo de le escena. Coon-T. P. le ofr:ce la pelucd y el collar.Cu. nE, B. los recbazt cafi uri g.esto.)

hJo son necesarias las máscarasde señoritos cot conciencia culpablepara decir 1o que se tiene que decir:

La estrategia es bien simple:

Rehuye rodo reto del chuloque- te provoca para que caigasen la trampa de su itavaja abierta.

Espera a que el chulo distraído estépara clavarle por deúás,su propia ng,vaja en los riñones,para lo cual será convenientehaber estudiado mucho antesdónde tiene situados los riñones el chulo

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Tr Pn¡.Ns

Cn. op B

Tr PneNs

3L8

aunqlle ¡rara e11o se l-raya teni<lo que lamerlatr chulo

las botas cle montar..-

(Se retira hacia la trampilXa.)

,{quí la obra acabaúa vo.. .

(Medio cuerpo ya por debaio del niuelclc la trernpilla., cargando con su peso,int errura piendo al Coxo.)

... y todos los pequeños pdncipesqlie son en el patio de butacascon sus pelucas y collares...

(Desaparece de linitiuamente.)

Ahora empiezo a comprenderel cariño que sienteel Gran Fadre de ios Monospof esta Chica Ce Botica...

Seguramente porque ellase atevió a lo que élhubo de hacercon sólo tenertantos coionescomo dice...

(Pausa.)

Explicabaque aquí la obra acabaúa yocon el miunfo del oprimido y humilladosobre todo déspota posible.Pero el Gran Sirnio,el Padre Orangután,el Mico Máximo,

,I l, lr',l, N'l;ur.lliltsI1,,, r,l,ll,'.¡ ;t :ttlrrit'\ \.l ll(rrr clli.tlr'l:t t l sC[tCliit

',rrl)orr( ll)(). (Jt¡( n() rlCfinitivo-,l, l (,¡,¡r \/r'lrlLrgsr, , l ilrtt'rto tlc c¡Lre sigo girandoI;r nr'(f:r rlc lrrs irrúltiples muertes del señc,rr rlr' srrr ¡rlriltil'lcs rcencarnacíones...

t l'.¡tltt' Oclc. y Mw. lleuarc el <<cad.áuer>>¿/¡, Portr. basta a bañera y lo tapan canItt l.ostt-Íabla. Luego lleuan Ia .nórnia re-t',rlacl¡t hdsta el camastro donde se er¡_cttcntra Aud completanzente desnuda yIt¡ rcuestan a su lado. Au.t Io acaricia.)

¿ liene el verdadero Señorrnuc.has ganas de morder...?¿eh, mi lobito... ?

(Todos los dctat.es, inclt¿so el Conodesaparecen enlre los trapos. Si hat aaesaludar lo barán entre los uestidoí-pára-petos rlel, scñor e, incluso, poniéidosealgunos de ellos.fjurc,q ns BorrcA sc, es.Í)era qae no sa-lude.)

Air'¡,q

FIN

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