18
La belleza en la Biblia SECUNDINO CASTRO (Madrid) No es unifonne el concepto de belleza. "Las definiciones de belleza han sido tantas, tan variadas y tan opuestas en el curso de la historia del pensamiento occidental que una opción no tiene garan- tías de ser definitiva. La dificultad principal en esta cuestión nace de que lo que se pretende definir y se designa con los nombres de kalón-pulchrum, bello, etc., no es siempre lo mismo en la mente de cada uno" 1. La expresión estética tiene mucho que ver con la cul- tura y los sentimientos más profundos del hombre. Se dan, por lo demás, muchas especies de belleza. Una es la que puede manifes- tarse en la parte exterior del ser y otra, la interior. Podemos contem- plar una persona que se está desintegrando, aparentemente muy distante de los conceptos y gustos de belleza admitidos por todos y, sin embargo, por la fuerza moral interior, la aparente fealdad puede aureolarse de una dignidad tal que ya no sólo es bella esa vitalidad o annonÍa interior, sino que aquello que se desintegraba pasa a convertirse en una nueva realidad 2. Bella puede ser una estatua o cuadro que representen con suma exactitud la figura de un anciano, dejando transparentar por sus rasgos la luz del alma que lo anima, mientras que su cuerpo no muestra ya ninguno de aquellos destellos por los que pudiera ser considerado hennoso. 1 J. PLAZAOLA, Introducción a la estética. Madrid, BAC, 1973, p. 338. 2 "La belleza es un fenómeno que acompaña toda constitución de realidad por vía de encuentro" (A. LÓPEZ QUINTAS, La experiencia estética y su poder formativo. Estella, Verbo Divino, 1991, p. 55). REVISTA DE ESPIRITUALIDAD 51 (1992), 253-270

La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

La belleza en la Biblia

SECUNDINO CASTRO

(Madrid)

No es unifonne el concepto de belleza. "Las definiciones de belleza han sido tantas, tan variadas y tan opuestas en el curso de la historia del pensamiento occidental que una opción no tiene garan­tías de ser definitiva. La dificultad principal en esta cuestión nace de que lo que se pretende definir y se designa con los nombres de kalón-pulchrum, bello, etc., no es siempre lo mismo en la mente de cada uno" 1. La expresión estética tiene mucho que ver con la cul­tura y los sentimientos más profundos del hombre. Se dan, por lo demás, muchas especies de belleza. Una es la que puede manifes­tarse en la parte exterior del ser y otra, la interior. Podemos contem­plar una persona que se está desintegrando, aparentemente muy distante de los conceptos y gustos de belleza admitidos por todos y, sin embargo, por la fuerza moral interior, la aparente fealdad puede aureolarse de una dignidad tal que ya no sólo es bella esa vitalidad o annonÍa interior, sino que aquello que se desintegraba pasa a convertirse en una nueva realidad 2. Bella puede ser una estatua o cuadro que representen con suma exactitud la figura de un anciano, dejando transparentar por sus rasgos la luz del alma que lo anima, mientras que su cuerpo no muestra ya ninguno de aquellos destellos por los que pudiera ser considerado hennoso.

1 J. PLAZAOLA, Introducción a la estética. Madrid, BAC, 1973, p. 338. 2 "La belleza es un fenómeno que acompaña toda constitución de realidad por

vía de encuentro" (A. LÓPEZ QUINTAS, La experiencia estética y su poder formativo. Estella, Verbo Divino, 1991, p. 55).

REVISTA DE ESPIRITUALIDAD 51 (1992), 253-270

Page 2: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

254 SECUNDlNO CASTRO

Muchos autores distinguen entre estético y bello, dando al concepto de lo bello un aspecto más externo: la proporcionalidad de los elementos que componen una realidad, bien por un orden o simetría exquisitos, al estilo del canon clásico griego, o por la proporcionalidad en el desorden. Indudablemente tenemos que pensar que el hombre se acerca a toda la realidad bajo el imperio del pecado que lo oprime, por eso habría que cuestionarse hasta qué punto sus conceptos sobre lo bello y armónico no están con­dicionados por esa desviación, y el mismo concepto de belleza haya de ser puesto en entredicho.

Van Ba1thasar, entre otros, ha dedicado densas páginas a dilu­cidar este problema. A ellas remitimos a nuestros lectores. Hace­mos nuestras sus palabras: "Como ha visto correctamente Karl Barth, esta ley incluye en sí misma la cruz y todo aquello que para una estética mundana (por muy realista que sea) resulta intolerable y, por eso, es eliminado. Esta ley no sólo rebasa la comprensión de la doctrina platónica de la belleza, que sabe utilizar las sombras y los contrastes como elementos estilísticos del arte, sino que incluye hasta el abismo de la fealdad del pecado y del infierno, los cuales, a través del descenso del amor divino, quedan englobados en ese divino arte del que no existe analogía alguna en el ámbito humano" 3 De todas formas, es imprescindible partir de esa situa­ción para dar el primer paso por el amplio espacio de la Biblia, donde también, teniendo en cuenta este subfondo, la palabra de Dios pronuncia sobre esta percepción humana su sentencia. Aun­que Israel fue un pueblo muy encerrado en sí mismo y la naciente Iglesia vivió en el primer momento preocupada por justificar su estatuto ante las naciones y el mundo judío, no disponiendo de tiempo para la reflexión sobre temas secundarios, sin embargo,muchos aspectos de la cultura universal y del sentimiento común alcanzaron su alma a la que después fecundó la palabra divina."Como todos los pueblos civilizados, Israel conoce también la hermosura del hombre y de su figura (Gn 6,2; 12, lIs.; 24,16;39,6; etcétera); la belleza de la luna (Cant 6,10) y se halla en condiciones de percibir la belleza de un discurso o de una expresión lingüística (oo.). El gusto en la creación artística no era en Israel inferior al de

3 H. VON BALTHASAR, Gloria. l. La perfección de la forma. Madrid, E. Encuen­tro, 1985, p. 115. Véase toda esta problemática en pp. 21-118.

Page 3: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

LA BELLEZA EN LA BIBLIA 255

cualquier otro pueblo de la antigüedad ... Falta en Israel una re­flexión crítica sobre el fenómeno de la belleza y la actividad artística en cuanto tal; Israel se mantuvo hasta el fin en la actitud ingenua de la vivencia pura" 4.

En Israel se dará esa unidad entre lo estético y lo bello, que en muchos pueblos tiende a disociarse. Podemos decir que para que la Biblia hable de belleza en sentido pleno tienen que coexistir dos condiciones: su conexión con lo ético y con lo estético. Por lo que al Antiguo Testamento se refiere, sigue diciendo Von Rad: "La suprema belleza, superior a todo lo creado, era la condescen­dencia de Yahvé, que penetra en la existencia histórica de Israel. Eso expresan en primer lugar las descripciones de las teofanias, en las cuales se deleitó Israel desde los más remotos tiempos hasta los salmos más recientes" 5. Más aún, hay que afirmar que en la Es­critura ambos conceptos se identifican (Sab 13,3).

1. ANTES DE LA APARlC¡ÓN DE LO BELLO

El lenguaje hebreo es sumamente concreto. Aunque existen nombres abstractos, casi siempre se determinan adjetivándose en un sustantivo."Lengua de pastores y campesinos, esencialmente concreta, el hebreo nombra lo que existe y no se preocupa de ninguna materia abstracta, se opone radicalmente a toda abstrac­ción filosófica y le horrorizan las palabras abstractas. Poético, el hebreo se presta admirablemente a la narración épica. Posee el sentido y el amor de la naturaleza, de lo camal , y excluye todo dualismo ontológico" 6.

Todo proviene de Dios, en donde se encuentra la fuente 7. El Génesis no se cansará de afirmar que todo es bueno o bello, porque

4 G. VON RAD, Teología del Antiguo Testamento. Salamanca, Sígueme, 1973, vol l, pp. 446-447.

5 lb. pp. 447-448 6 P. EVDOKlMOV, El arte del icono. Teología de la belleza. Madrid, Publicaciones

Claretianas, 1991, p. 108. 7 "Barth concluye con Agustín 'las cosas no son bellas porque nos agradan,

sino que nos agradan porque son bellas'( ... ). Lo cual, referido a Dios, significa: 'Dios no es Dios porque es bello, sino que es bello porque es Dios' " (H. VON BALTHASAR, Gloria, o.c., vol 7, p. 22).

Page 4: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

256 SECUNDINO CASTRO

el término tiene ambos significados 8. Pero debemos tener presente que tal como consta en la Biblia el israelita primero descubrió a Dios como amigo y después como autor de la realidad.

Esa relación de amistad es como un lazo de amor que ata las cosas al hombre. Dios las hizo teniéndole presente. En la creación de las cosas ya se halla el hombre: "La experiencia central divina de Israel fue la liberación de Egipto. Desde ella los israelitas experimentaron a Dios como protector, auxiliador y Dios de la alianza. Desde esta experiencia se pregunta cómo ha obrado Dios en los primeros tiempos y llega así a saber que el Dios que eligió a Israel, que eligió a los patriarcas, creó al principio el mundo para los hombres y los conserva en la existencia" 9.

Y si damos un paso más, nos encontramos con Cristo. Cristo es la razón de lo creado: "La verdadera vida, la única vida, es la vida por Cristo, vida que emana de la vida divina del resucitado; vida que no tiene término y en todo caso postula la resurrección. ¿Qué decir del hombre que vive fuera de Cristo? Este hombre no vive totalmente, y en la medida en que vive, de Cristo vive" lO. Las palabras transcritas son un precioso comentario de un autor recien­te a Jn 1,3-4. No es otro el pensamiento paulino:"Cristo ha tomado ya posesión del universo y le ha dado un nuevo valor. En su cuerpo glorificado se estableció una nueva relación entre la creación y el Creador, relación que resulta de una transformación ontológica del cuerpo de Cristo y que afecta de la misma manera a toda la humanidad y, por medio de ella se extiende a todo el mundo, al cosmos entero" 11.

El Antiguo Testamento apenas dice una palabra sobre Dios en su situación antemundana. El Nuevo sumerge a Cristo en esa

8 "Puesto que el ámbito semántico de este adjetivo y sus derivados es muy amplio (aparece 741 veces en el TM) y abarca casi todos los campos del ser ... 'el término es traducido -atendiendo al contexto- por medio de diversos adjetivos, y no sólo por medio de 'bueno': agradable, satisfactorio, gustoso, útil, funcional, recto, hermoso, bravo, verdadero, benigno, bello, correcto, hábil, etc' DTAT 1, 903" (A. S¡STI, Belleza, en Nuevo Diccionario de Teología Bíblica. Madrid, E. Pau­linas, 1990, p. 180).

9 Creación, en A. GRABNER-HAIDER, Vocabulario práctico de la Biblia .. Barcelo­na, Herder, 1975, p. 291.

10 H. VAN DEN BUSSCHE, El evangelio según San Juan. Madrid, Studium, 1972, p. 100.

11 B. REy, Creados en Cristo Jesús. La nueva creación según San Pablo. Ma­drid, E. Fax, 1968, p. 301.

Page 5: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

LA BELLEZA EN LA BIBLIA 257

anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo bueno, en la creación entera. Todo es belleza y bondad. Belleza ya en este primer sentido es todo aquello que produce fascinación, éxtasis; todo lo que me hace comprender que soy amado y que alguien me ha tenido en cuenta. Lo estético y 10 bello, siempre producen éxtasis, y el éxtasis es impensable sin sentirse amado

Por eso los santos descubren en todo belleza, al ver reflejada allí la inescrutable sabiduría de Dios. En este sentido Santa Teresa se admiraría de las maravillas que se traslucen aun en las cosas aparentemente más insignificantes 13. La belleza pura sólo la des­cubre el hombre puro, el que está traspasado por Dios.

Pablo VI nos lo ha recordado en el centenario de Dante: "Los hombres dedicados de por vida a la contemplación, los hombres religiosos por excelencia, más que ningún otro son candidatos a la poesía más sublime; de esta poesía son modelos aceptados por todos los vaticinios de los profetas y los salmos de David. En realidad entre los místicos y los verdaderos poetas, y, en general entre los cultivadores de las artes, de las que la poesía es anima­dora y madre, existe una secreta afinidad, pues el don poético en el orden natural halla su correspondencia con 10 que en el orden sobrenatural significa el don profético y místico; y en ambos casos, cuando se ejercitan esos dones, se da un proceso psicológico aná­logo. Ambos se dirigen a la morada más profunda del ser, a la cima más alta del espíritu, al centro del corazón en donde los místicos experimentan la presencia de Dios, y los poetas perciben, aunque no perfectamente comprendida, pero sí adivinada e intuida, la presencia de un don del autor de la belleza" 14

La limpieza del corazón produce fascinación, todo se contem­pla con un prisma nuevo, el auténtico. Por eso la emoción del hombre no religioso no es del todo correcta; puede coincidir a veces con los impulsos más nobles de la naturaleza, depositados allí por el Creador, pero aun en ese caso están tamizados por la oscuridad de la culpa.

12 In 1,1-2; 5,18; 10,33; Flp 2,6; Col 1,15-20; Hb 1,3. 13 "Que en todas las cosas que creó tan gran Dios, tan sabio, debe haber hartos

secretos de que nos podemos aprovechar ... Aunque creo que en cada cosita que Dios creó hay más de lo que se entiende" (IV Moradas, 2,2).

14 Altissimi Cantuso AAS 58 (1966), p. 35

Page 6: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

258 SECUNDINO CASTRO

De todas formas, es tan fuerte la presencia de Dios en el mundo que aun el corazón más alejado de lo religioso se siente obligado muchas veces a cantar a causa de aquello que aparece ante sus ojos, e impulsado a hacer surgir de él mismo la belleza. Por eso la palabra gloria en hebreo se dice kabod: peso. Es la fuerza de Yahvé que se impone en el mundo y en la revelación.

n. CONTEMPLAR TODO DESDE LOS OJOs DE CRlSTO

La Biblia tiene un eje, un punto de arranque y una meta: Cristo. El Nuevo Testamento en este aspecto se muestra uniforme. Por ello antes de acercarnos a lo íntimo de lo bello en la Biblia,nos ha parecido conveniente fijar el punto de mira en torno al que en última instancia todo tiene que quedar configurado.

Jesús ha sabido contemplar esa belleza primaria que a todos nos fascina: los campos, los pájaros, los lirios, la fachada del templo; y esa otra más cálida: la mujer que pierde una moneda, el pastor al que se le extravía una oveja, el sembrador, el viñador, el pescador, las bodas, el Padre de familia 15. Indudablemente el Jesús de los evangelios está lleno de ternura. Y ha sabido hacerla llegar incluso allí donde parecería que ya se había extinguido para siem­pre 16 ; habla teniendo en cuenta esa secreta belleza que envuelve a los hombres de corazón limpio.

Joh Weiss se ha referido a esa aureola de belleza en que viene presentada la figura de Jesús,como un algo "artístico", que implica la realidad de una figura envuelta en un mirada limpia, cuyo co­razón se mueve en sentimientos de ofrenda y de pureza 17. Desde

15 Cf. Jn 4,35; Mt 6,26-31 y par; Mc 13,1-2 y par; Lc 15,8-10; 15,4-7 Y par; Mt 13,4-23 y par; Mt 21,33-42 y par; Mt 25,1-13 y par; Lc 15, 11-32.

16 Escribe E. Renan: "Bajo este supuesto, el Evangelio ha sido el remedio su­premo de las penalidades de la vida vulgar, un perpetuo sursum corda, una pode­rosa distracción de los míseros cuidados terrenales, un dulce llamamiento semejan­te al que Jesús hacía al oído de Marta: "Marta, Marta: tú te inquietas por muchas cosas, siendo así que una sola es necesaria". Gracias a Jesús, la existencia más oscura, más precaria, más agobiada bajo el peso de tristes o humillantes deberes ha podido refugiarse en un rincón del cielo. El recuerdo de la vida libre de Galilea ha sido para nuestras afanosas civilizaciones como el perfume de otro mundo, como el fresco rocío que desciende sobre el monte Hermón" (Vida de Jesús. Barcelona, Ediciones Petronio, 1973, p. 123).

17 Cf. H. VON BALTHASAR, Gloria, o.c., vol. 7, p. 20.

Page 7: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

LA BELLEZA EN LA BIBLIA 259

este punto de vista el evangelio ensalza la belleza del sentido común,no alambicada, la que el hombre "normal" y sano compren­de, la belleza campesina, un tanto primaria, la que se encuentra de una forma o de otra en todos los hombre.

Pero en Jesús pervive un sentimiento mucho más hondo donde todo se traba: El Padre. Dios como ternura, mirando siempre al hombre. Este sentimiento es una luz, una fascinación que tiende un hilo de unión entre las realidades más sencillas y el Padre; el alimenta los pajarillos 18, no cae un cabello de la cabeza del hom­bre sin su consentimiento, viste los lirios del campo, escucha al hombre que le reza en secreto."Ofrece al hombre sus colores, sus imágenes y su lenguaje, pero sin aminorar nunca su propio valor pleno de carne, medio de contemplación divina, templo y litur­gia cósmica.'Mirad los lirios', dice el Señor, Dios los reviste de gloria" 19.

Ya sabemos que en las culturas primitivas todas estas realida­des se le atribuían a Dios, pero ha sido la originalidad de Jesús quien le ha dado esa cercana presencia 20. Ha puesto en Dios co­razón. En cierto sentido la realidad de Dios para Jesús se expresa en esa forma secreta de contacto con los seres humanos.

El Yahvé transcendente, cuyo nombre no se podía pronunciar sin caer en la irreverencia, ahora se deja traslucir en las cosas más sencillas. Un día Juan, recordando a Jesús, dirá:"Hemos contem­plado su gloria" 21. Eso mismo podía afirmar Jesús del Padre, al que veía trasparentarse en el entorno de los hombres sencillos. Desde esa trasparencia de ojos se contempla ahora lo bello, y se difunde una película de luz sobre la belleza del sentido común que anida en cada hombre: la majestuosidad del firmamento o la be­lleza del templo.

Con estos ojos es posible contemplar 10 hercúleo y 10 apolíneo también. Pero un artista que haya comprendido a Jesús y viva de

18 ef. Mt 6,26; 10,30; 6,28-29; 6,5-6. 19 P. EVDOKIMOV, El arte del icollo. a.c., p. 109. 20 "Esta visión bipolar de Dios como Abba, y del hombre a partir de esa expe­

riencia de Dios, nos da la razón última de la pretensión del Jesús histórico: de la invitación a ser perfectos como el Padre, de la sustitución del templo de Dios por una humanidad nueva"(J. I. GONZÁLEZ FAUS, La humanidad nueva. Santander, Sal Terrae, 1974, vol 1, p. 121).

21 Jn 1,14.

Page 8: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

260 SECUNDINO CASTRO

él, indudablemente percibirá en esos rasgos de fuerza una majes­tad superior: la del Padre que muestra su omnipotencia no sólo en ser el origen de todo, sino también en ser capaz de entregar a la cruz a su Hijo. Porque la última realidad es amor, todo tiene que confluir en é1 22

, también el arte. Si éste no queda abierto a aquél, no expresa la fuerza de trascendencia y de fascinación que le defmen. En este mismo sentido, hemos de decir que todo arte tiene como función irrevocable al hombre: realidad suprema de la crea­ción.

Jesús, el profeta escatológico, que anuncia un mundo nuevo, no predica el aniquilamiento de éste, sino el cambio de los corazones. Desde ese cambio se percibirá mejor la presencia de Dios en la realidad. Se dispondrá de una nueva capacidad para la belleza.

En la predicación de Jesús la realidad humana queda abierta al encuentro definitivo con Dios, donde la belleza y el amor serán una única realidad. Cuando aquí el hombre experimenta esa fasci­nación que le hace remontarse a Dios, se trata de un pregusto de una belleza nunca imaginada y soñada, el punto de llegada de lo bello que aquí las cosas transparentan. Así la belleza queda aso­ciada al destino del hombre y el destino del hombre, vinculado a la ética de Jesús.

Los seguidores de Jesús, en la literatura del Nuevo Testamento, tampoco hablan mucho de la belleza humana. La consideran efi­mera, si no se sitúa dentro de la esfera de Cristo, al que proclaman la expresión perfecta de Dios. Cristo es la Belleza suprema. La experiencia de su resurrección posiblemente les hizo dar un vuelco en su apreciación de la bello 23.

Cuando se describa la ciudad celeste, la Jerusalén de arriba, se la configurará con las cosas que aquí abajo tienen grandes valores:

22 Decía Van Gogh: "El sentimiento, incluso un sentimiento puro, delicado, por la belleza de la naturaleza, no es lo mismo que el sentimiento religioso, aunque creo que hay entre ellos una especie de inteligencia"(citado por Plazaola, o.c., p. 623).

23 Todos los relatos evangélicos de la resurrección vienen presentados como una inmersión de este mundo en la trascendencia. Por eso los autores han optado para describirlo por el símbolo. El suceso tiene lugar el "primer día de la semana", es decir, con él comienza la nueva creación; " y de este modo también la intención creadora de Dios alcanza con él su meta. Por eso la resurrección del cuerpo es expresión de la fidelidad de Dios a su creación" (H. KESSLER, La resurrección de Jesús. Aspecto bíblico, teológico y sistemático. Salamanca, Sígueme, 1989, p. 272).

Page 9: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

LA BELLEZA EN LA BIBLIA 261

Oro y piedras preciosas 24. Del mismo modo, se presentará a la Iglesia como una mujer bella 25. Esto significa que pervive en los escritores bíblicos un canon de belleza idéntico en su línea mate­rial al de sus conciudadanos. Esa apreciación no es rechazada; sólo que sin vinculación a Cristo, meta del hombre, cimiento y luz del universo, estas realidades pierden su mayor fuerza comunicativa. El Cristo glorioso se ha convertido en la verdadera forma perfecta; en verdadero arte, el arte supremo de este mundo. Todo lo que se configura con respecto a él se acerca a esa belleza, que es el mismo reflejo de Dios. Los iconos quizás expresen un tanto cuanto queremos decir 26.

El hecho de que las apreciaciones sobre lo bello varíen con el tiempo, las culturas y otros condicionantes de la existencia nos están indicando hasta qué punto todo cuanto de ello podemos afirmar cae dentro del campo de la relatividad, y va más allá de cualquier perfección de la forma sensorial. El enamoramiento, por otra parte, nos da a entender cómo los ojos en fuerza del amor captan parámetros que se esconden al erudito de la fotografia, de la pintura o del arte. El poeta es capaz de captar y expresar para él y los demás belleza allí donde hasta ese momento nadie había sospechado de su existencia. La luz pascual se inscribe en esa dinámica.

111. LA BELLEZA COMO EXPRESIÓN DE LA VIDA

El Génesis se abre como un canto a la vida, que ha brotado de Dios. La creación se narra como obra de un artista que se extasía con regusto en lo bien que le está saliendo su obra 27. Parece como

24 Ap 21. 25 Ef 525-27 26 "E! i~ono dese osifica, desmaterializa, aligera, pero no desrealiza. E! peso y la

opacidad de la materia desaparecen, y líneas doradas, finas y apretadas, penetrantes como rayos de la energía deficiente, espiritualizan los cuerpos. E! horno terrenus se vuelve horno caelestis, ligero, ágil, alado" (P. EVDOKIMOV, El arte del icono, o.c., p. 223).

27 "Al sacar el mundo de la nada, el Creador, como poeta divino, compone su 'Sinfonía en seis días', el Hexaméron, y en cada uno de sus actos vio que era bello... Según San Máximo el Confesor, la consumación de la primera belleza perfecta se realiza al final y recibe el nombre de Reino" (P. EVDOKIMOV, a.c., p. 8).

Page 10: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

262 SECUNDINO CASTRO

si el autor bíblico se complaciera en señalar esta belleza en todo. Cada cosa que va saliendo de las manos de Dios se sella con la afirmación de que era buena o bella 28. Toda la realidad se contem­pla desde la pura belleza o bondad. Desde este punto de vista se extiende el concepto de belleza más allá de la apreciación corrien­te de la misma, pues el simple hablar de lo bello parece insinuar que unas realidades lo son y otras no. La esencia de lo bello en la Biblia hay que vincularla a la vida y ésta a Dios 29.

Lo bello y la vida es la expresión de Dios en el mundo. Esta misma idea del Génesis será más tarde asumida por el libro de Job y el Eclesiástico, que al hacer un repaso a la naturaleza la encuen­tran sin mácula 30. La naturaleza está presidida por una inmensa armonía del conjunto. Las carencias individuales se van a interpre­tar como fruto del pecado. En esta comprensión hay una cierta aproximación al canon griego de la proporcionalidad, que parece remite a algo estructural en la naturaleza humana. La Biblia tiende a expandirse en formas proporcionales. La desproporción es fruto del pecado 31.

El N. T. asume esta misma realidad: el hombre gime bajo la culpa y la naturaleza está cautiva. La liberación por la gracia de Cristo alza al hombre de ese estadio de postración y lo envuelve en un aura de luz pascual. Adquiere nuevos ojos para ver; la naturaleza se sosiega y se encumbra a extraños resplandores, al mismo tiempo que el hombre se capacita para una nueva vivencia en la que indiscutiblemente puede hallarse la artística 32. Juan ter­minará contemplando llena de gloria y de esplendor la cruz de Cristo. La corona de espinas se convertirá en diadema real y el manto de burlas ensangrentado en la clámide del Rey; la cruz será el trono 33. Nueva lectura de la belleza que daría pie más tarde para que los artistas la transformen en belleza normal en conformidad con los cánones humanos. La muerte de Cristo se convierte en la expresión suprema de la belleza en este mundo: el Amado que

28 Gn 1. 29 Cf. A. SISTI, Nuevo Diccionario de Teología bíblica, a.c., pp. 181-182. JO Jb 36,22-42,6; Ecl 42,15-43,33. JI VaN RAn, Teología del Antiguo Testamento, vol. n., a.c., pp. 433-438. 32 En la Carta a los Romanos puede apreciarse esa doble realidad de la existen­

cia. Pero además todo el Nuevo Testamento es testigo de ella. 3J Cf. S. CASTRO, Hemos contemplado su gloria. Aproximación al misterio del

cuarto evangelio, en Revista de Espiritualidad 43 (1984) pp. 308-310.

-

Page 11: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

LA BELLEZA EN LA BIBLIA 263

muere por la amada de la forma más ignominiosa posible; desafio a la muerte que en esa muerte es vencida para hacer surgir la resurrección: expresión suprema de la belleza y de la vida .

y por eso, siguiendo al hilo del pensamiento joaneo, vemos que el sepulcro de Cristo se convielie en lecho nupcial, el lugar de su emplazamiento en jardín, la Magdalena en la nueva Eva o en la esposa del Cantar, que va en busca del amado muerto y encuen­tra al Cristo resucitado, desde el cual surgirá de inmediato la vida, es decir,la nueva creación 34, la primavera y las bodas del Cantar.

IV. LA BELLEZA Y LO HUMANO

El canon de belleza hebrea se infiltra de fornla especial en las relaciones de la familia. La familia se entiende como una realidad enteramente sagrada. Las relaciones entre sus miembros se sitúan dentro de esta misma idea de religión, y el amor que surge de las entrañas de la naturaleza se expresa en dimensiones absolutamente religiosas. La esposa y los hijos son para el hombre el ornato de su persona; son la orla que siempre le acompaña. Para éstos el padre es el vínculo con Dios. En algún sentido expresa la presencia de Yahvé en la casa. Por él se canaliza la historia de la salvación.

En el N.T. la familia se comprende como una pequeña Iglesia desde el momento que al padre se le pide que haga las veces de Cristo. La mujer se convierte en objeto de amores apasionados, como los de Cristo por la Iglesia 35. El trato entre los miembros y los proyectos de esta pequeña comunidad, invitan a la trascenden­cia de Cristo 36, donde en la Resurrección hallarán su verdadera forma y sentido.

El amor que ha dado origen a este grupúsculo es cantado en la Biblia de forma desbordante. Es el Cantar de los cantares sobre todo quien más lo ha resaltado. El gozo del corazón no tiene límites por el don mutuo. La mujer y el hombre se convierten así en la realidad más bella de la naturaleza. Todo cuanto se relaciona

34 Cf. J. MATEOS y J. BARRETO, El evangelio de Juan. Análisis lingüístico y comentario exegético. Madrid, Cristiandad, 1979, pp. 839-859.

35 Ef 5,25-33. 36 CI 5,5-25 y par.

Page 12: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

264 SECUNDlNO CASTRO

con el amor es santo y permite captar la belleza del otro con más nitidez. El amor es una llamarada de Yahvé, que se produce ante la visión del objeto amado. El hombre y la mujer son capaces de producirlo, brota en el corazón el ansia de más belleza. Nada hay tan bello para la mujer como el Amado ni tan bello para el hombre como la Amada: Llamaradas de Yahvé 37.

Estas realidades del corazón un día se expresarán en el arte, bien en la literatura: los salmos, el Cantar, Job, los evangelios, etc.,o en la pintura, arquitectura o música cristianas. Pero incluso sin cristalizar en esas formas, se expresan en el brillo del rostro de la mujer amada o del hombre que ha encontrado en ella una llamarada de Yahvé o una expresión anticipada del Cristo glorioso que deja expandir su perfume; los niños brotan ahí como ramos de olivo, expresión de la fecundidad del amor que no tiene fronteras. y los ojos se iluminan y se ve la creación con nuevo esplendor. "El y ella centran y concentran mil bellezas del universo. Para él, ella es el centro del mundo; para ella 10 es él. Y todo se ha de disponer circularmente, esférÍcamente en tomo a él o a ella ... No basta que la amada sea bella, es además luminosa... que aso­ma como una aurora, que esplende como la luna, que fulgura como el sol" 38.

Algo muy parecido podríamos decir de las relaciones de fami­lia que surgirán en la vivencia de la fe: el pueblo judío, la Iglesia. "Desde San Esteban cuyo rostro resplandeció con un fulgor celes­tial (Act. 6,15) y cuyos ojos percibieron la gloria divina (7,55), las actas de los mártires señalan la nobleza y la hermosura sobrena­tural que iluminan a los grandes testigos de la fe. Policarpo 'estaba henchido de fuerza y alegría, y su rostro rebosaba de gracia'(Martirio de S. Po1icarpo, XII,l). De los mártires de Lyon y de Viena Eusebio relata:'en sus rostros había una mezcla mara­villosa de gloria y de gracia'(Hist. ecl., V. 1,15) ... Es sabido que la claridad física que durante más o menos tiempo ha envuelto a

37 "En un ambiente oriental en que la mujer era envilecida al nivel de una cosa, el autor del Cantar eleva sorprendentemente a los dos jóvenes a un nivel de per­fecta igualdad, por lo que ellos se pertenecen recíprocamente: "mi amado es para mí y yo para él" (2,16). El Esposo es el "amor del alma" de la esposa (1,7), y ella "ha robado el corazón" del esposo (4,9)" (D. TERRINONI, El Cantar de los Cantares. Florida (Argentina), Paulina s, 1985, p. 21).

38 El Cantar de los Cantares. Traducción y comentario de LUIS ALONSO SHÓKEL, EsteUa (Navarra), Verbo Divino, 1990, pp. 47 Y 49.

Page 13: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

LA BELLEZA EN LA BIBLIA 265

algunos santos no era sino la manifestación milagrosa de su rege­neración bautismal" 39.

Muy probablemente los cristianos no hemos sabido leer para el arte convencional esta potencialidad de belleza que se esconde en esta visión de la realidad humana del amor, abierto a una vida sin limites, es decir a la resunección de Cristo, cuando el que se hizo una misma cosa con la creación, la ensalce en su luz.

V. DIOS y CRISTO SIN IMAGEN

El A.T. prohíbe al hombre que se hagan imágenes de Dios 40

¿Cómo hablar entonces de belleza, si el objeto central de la reli­gión de Israel no puede ser expresado plásticamente? El Dios de Israel está sobre toda posible configuración, pero no sólo plástica, sino también mental y cordial. El es el origen de toda la realidad y, por consiguiente, también de la belleza. Es la suprabeIleza. Por ello, se le puede descubrir desde las perspectivas más dispares. Allí donde se produce un sentimiento de admiración, de ascenso, de infinito, allí se presencializa él como realidad suprema.

Es cierto que es inconfigurable, pero precisamente por eso, se sitúa como punto de referencia de toda belleza. El sentimiento que en nosotros provocan las cosas bellas siempre queda abierto a un "plus". Son precisamente bellas porque nos abren a una realidad que va más allá de su configuración. "A Dios se le ha captado como el trascedente, siempre mayor,precisamente por medio de lo que es el hombre en su limitación y concreción humana. Debe llamamos la atención que no hemos podido responder en forma categorial y precisa a la pregunta: ¿quién es este Dios? Este no­poder responder sino en la aproximación desde la participación en una experiencia religiosa que no tiene expresión adecuada, sino que es un proceso transformador y que queda abierta hacia un más de profundidad siempre, es el único medio de captación del Dios trascendente" 41.

39 C. SPICQ, Teología moral del Nuevo testamento,Madrid, Ennsa, 1970, v. l, pp. 125-126, nota 135.

40 Ex 20,40; Lv 26,1; Dt 4,16; Sal 14,15. 41 B. ANDRADE, Encuentro con Dios en la historia, Salamanca, Sígneme, 1985,

p. 142.

Page 14: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

266 SECUNDlNO CASTRO

En algún sentido, la belleza es el atributo que mejor expresa a Dios, inefable por naturaleza. En la belleza se concentran todas las así llamadas propiedades transcendentales del ser:la unidad, la verdad y la bondad. El Dios hebreo ha sido cantado por los poetas bíblicos desde estas perspectivas: El Creador de la realidad, el que dirige la historia y el que ha escogido a Israel. Esas tres facetas no se pueden entender sin belleza. En ellas Dios se muestra como el artista que transforma la materia disgregada en objeto de con­templación y de fruición. En efecto, han sido los profetas quienes han descubierto este arte de la historia, que aparece como pura disgregación ante unos ojos no iluminados por la luz de la reve­lación, pero que a los resplandores de ésta adquiere formas inusi­tadas de verdadero malabarismo estético.

Desde otra perspectiva, los Sabios han dedicado todo su esfuer­zo a captar la belleza secreta que se esconde en las realidades más grandiosas y más insignificantes del mundo. Todo termina siendo una verdadera trasparencia. Y todo grita a una voz unánime: Glo­ria. Este grito, a veces se impone, como lo pudo contemplar Isaías en el Templ042, y otras se trasparenta suavemente como acontece en la vida normal del hombre religioso. Entre estos dos extremos caben muchas tonalidades. Pero Dios acompaña toda su obra con el resplandor de su ser; ese replandor brilla incluso cuando el hombre se opone a su Señor. Para el israelita la belleza se derrama en toda actuación de Dios. Es el hombre quien se opone a ella, cuando se separa de su proyecto, creando la disgregación y la oposición. El proyecto deja de serlo, se fracciona, se pierde la armonía, no hay conjunto, sino partes, brota el pecado, la fealdad, la muerte. Lo de Dios es gracia, belleza, vida 43.

Y ¿la belleza de Cristo? 44 El N.T. sabe y confiesa que el

421s 6.3. 43 "La gloria de Dios es, tanto la potencia y la majestad divina que se manifies­

tan con esplendor, como la luz deslumbrante que, en la teofanías, revela dicha majestad. En el culto la kabod es una manifestación física de Dios (fuego, nube), en el santuario del desierto, en el arca o en el templo. En la creación esta grandeza y esta fuerza llenan toda la tierra. En el desarrollo de la historia, Dios se manifiesta glorioso en sus grandes intervenciones oo. La doxa implica necesariamente una irradiación" (C. Spicq, Teología moral del Nuevo Testamento, Madrid, Eunsa,1970, vol. 1, pp. 120-121).

44 Cada época ha pretendido revelar ese rostro intencionadamente velado en el N.T., posiblemente por la imposibilidad de comunicarlo. Cf. J. PELIKAN, Jesús a través de los siglos. Su lugar en la historia de la cultura. Barcelona, Herder, 1989.

Page 15: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

: i

LA BELLEZA EN LA BIBLIA 267

Logos de Dios se hizo hombre, tuvo un cuerpo y un alma, un rostro; pero jamás se preocupó por transmitimos su rasgos. No habla en absoluto de ellos. ¿Qué ha intentado con ello? Desde luego parece claro que esas facciones en nada modificaban su misión; fueran de acuerdo o no con la belleza del canon masculino de aquel tiempo y de aquel pueblo. Sin embargo, sí interesa con­fesar que tomó un rostro, se hizo hombre. Esta confesión la con­sidera el Nuevo Testamento esencial para el desarrollo del plan de Dios.

Con esta postura se avala cuanto nosotros venimos diciendo sobre la belleza en la Biblia, que no se entiende simplemente como la proporción de las medidas, ni siquiera como la posible belleza derivada de su desproporción. El Mesías en cualquier caso, inde­pendientemente de la configuración de su ser fisico, ha sido la realidad más bella de la creación. Hacia él se dirigía toda la marcha de la historia, a él 10 expresaban los pobres de Yahvé, le soñaban todas las enamoradas de Israel y era la meta de los Reyes.

En todos estos sueños posiblemente se proyectaban ideales mun­danos, pero el fondo de la aspiración sólo 10 podía colmar él. El Mesías , tal como 10 contempla el Nuevo Testamento, es la trans­cendencia en el tiempo, y, por ello mismo inconfigurable. El N.T. no quiere hablar del rostro humano de Jesús, ni de su figura fisica, pero sí habla e incansablemente de su figura moral, aunque ésta contemplada desde los esplendores de Pascua, que no son percep­tibles desde la luz de este mundo. Como si se quisiera afirmar que la belleza humana sólo tiene sentido como proyección hacia una belleza que todavía no se nos ha dado, sino como mera promesa, intuición, que es 10 que se refleja en las cosas de aquí abajo; son bellas cuando detectamos en ellas ese rasgo.

Tampoco se describe al Cristo resucitado. Todas las representa­ciones que la Biblia neotestamentaria nos ofrece, son simples for­mas de narrar. No se quiere configurar la experiencia más allá de 10 que el relato exige para transmitimos su contenido. El Resuci­tado no es una realidad de este mundo. ¿Será la verdadera, la auténtica, la única belleza? Eso pensamos. "Si todo fue creado por él y para él y todo subsiste en él" 45, 10 que llamamos belleza es el reflejo de la luz pascual. En la esencia de las cosas se desarrolla

45 el 1,16-17.

Page 16: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

------~------

268 SECUNDlNO CASTRO

un instinto de transcendencia, de realizarse como son por dentro, de unidad con toda la realidad creada y de servicio al plan de Dios que pasa por el hombre, y que en la resurrección se asemeja por gracia grandiosamente con Dios.

Así, Cristo aparece como 10 que es, el medio, el puente entre 10 creado y 10 increado; el que permite que 10 creado no sea fealdad o mentira, el que mantiene a 10 creado en la existencia por la referencia a su ser de hombre, sostenido por la divinidad que le inunda, cuya aura perceptible para nosotros es la resurrección. De esta forma, la resurrección se constituye, en el eje de la terrenidad, y en el canon de lo bueno, lo verdadero y, por consiguiente, de lo bello. "Un cristiano de la antigüedad había afirmado antes:'Aquel que dijo: 'Yo soy el camino' ... nos configura de nuevo a su pro­pia imagen, expresada -en palabras de otro autor anterior­mediante 'la cualidad de la belleza' ... En consecuencia, el mosaico de Rávena resumió a Cristo como camino, verdad y vida, y a la vez, le representó como paradigma de 10 bello, 10 verdadero y 10 bueno" 46.

VI. LA BELLEZA COMO ARMONÍA

Normalmente la comunión con Dios produce en el hombre armonía. Piénsese en este sentido en las bienaventuranzas. Cuando en ellas se proclama dichoso al hombre, no se le promete la dicha exclusivamente para la otra vida: ya aquí en ésta se anticipa 47. Las cartas del N.T. también hablan de este sosiego que produce el sentirse amados. Por eso una de las palabras más utilizadas para desear el bien a los demás es la de "paz". Esa paz que es la traducción del "shalom" hebreo que significa el conjunto de toda clase de bienes: paz del corazón, sosiego del espíritu, gozo, profunda esperanza, que hacen soportables muchas circuns­tancias adversas de la vida humana, y que se irradia en el rostro.

Esta paz no significa siempre armonía psicológica completa.

46 J. PELIKAN,Jesús a través de los siglos, O.c., p.22. 47 "Es, en efecto, en primer lugar una alegría de esperanza: la felicidad prome­

tida es tan magnífica y tan sólidamente garantizada que se empieza a saborear desde aquí abajo; 'ya se siente el rumor de las distancias atravesadas .. .' (Proust)" (C. SPICQ, Teología moral del Nuevo Testamento, o.c., vol. n, 840).

Page 17: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

LA BELLEZA EN LA BIBLIA 269

No pocas veces se presiente cuando Dios trastoca los proyectos de sus amigos con vistas a un bien mayor, a una comprensión más profunda de su misterio. El libro de Job es testigo de esto. No menos patético resulta este aparente contrasentido en el libro de Jeremías. En todo caso, sin embargo, el ser humano aparece como trascendido, o más bien , transfigurado.

La sensación de haber encontrado la verdad experimentalmente supone que el hombre está seguro. Alcanza de este modo su rea­lidad en el más alto grado: la armonía de lo humano, que deja brillar en su rostro la existencia de lo divino; estamos ante la aproximación más grandiosa de lo bello. Desde esta situación nos hallamos capacitados para comprender y gustar con más hondura otras formas de belleza existentes en la naturaleza. Quizás por esta derivación en el ser se haya entendido la gracia 48, que es partici­pación de Dios amor, como belleza, belleza incluso fisica; y se haya pintado a las grandes heroínas de Israel como modelo de la misma. Y en el N.T. se haya contemplado también a la Iglesia, esposa del Cordero, descendiendo del cielo con colores de belleza suprema. y a Iglesia de la tiena como una novia "sin mancha ni arruga" al decir de Pablo. Lucas ha empleado esta misma técnica para presentamos la figura de María en su evangelio de la infancia. En este mismo plano, aunque desde otra perspectiva de luz y belleza pascual, se ha movido Juan en su evangelio, al recordar a María en dos escenas, una al princio y otra al final, de calidad insuperable. Es posible que también radique en esta visión la idea nupcial que recone toda la historia bíblica: Dios apasionadamente enamorado de su criatura, fascinado por su belleza, a causa de la gracia que él mismo le ha infundido. La comunión con Dios siem­pre explota en belleza. Belleza que es capaz de surgir de un cuerpo demacrado y gastado por el sufrimiento y los años. Incluso de la misma muerte, que al fin termina en gloria: El sepulcro de Cristo, convertido en un lecho nupcial, según la visión inaudita del IV evangelio 49.

48 "El sentido primario de jaris ( de la raíz jar, brillar, de donde la idea de alegría) es el hechizo de la belleza, de donde pasa a las de favor, beneficio y reconocimiento. Estas varias significaciones se hallan en la lengua religiosa del helenismo" (CH. BAUMGARTNER, El misterio cristiano. La gracia de Cristo. Barce­lona, Herder, 1969, pp. 31-32).

49 Cf. J. MATEOS y J. BARRETO, El evangelio de Juan, op. cit., pp. 842-860.

Page 18: La belleza en la BibliaLA BELLEZA EN LA BIBLIA 257 anterioridad 12, pero también enmudece. Dios se manifiesta, se hace presente primeramente por lo bello, o si se prefiere, por lo

270 SECUNDlNO CASTRO

Más allá de esta belleza se halla aquella otra que se deriva de la experiencia religiosa profunda, "donde ni el ojo vio ni el oído oyó, ni cayó en el corazón del hombre 10 que Dios tiene preparado para sus escogidos" 50. Es la belleza esencial, percibida sin formas, intuida en 10 más íntimo del hombre, pero captado como supremo gozo, sumo bien, belleza. San Juan de la Cruz, buen conocedor de la Biblia, tenía preferencia por la hermosura como el atributo que mejor reflejaba la realidad de Dios 51. Santa Teresa hablaría de la hermosura que excede todo hermosura 52. Hermosura no definida como negatividad, sino percibida ya así, como superación de la hermosura creada. En los escritos joánicos y paulinos algo se deja intuir de estos aspectos.

A partir de estas experiencias es posible ser creadores de au­téntica belleza. No traduciéndola, porque es intraducible, pero sí como derivación de ese inmenso resplandor. Como energía susci­tadora de nuevas expresiones de ser y de vivir, donde las formas que cada cultura percibe espontáneamente como bellas queden envueltas en nuevos resplandores, que no sólo susciten una con­templación sosegada y quieta, sino también activa, con ansias de atrapar con el seguimiento evangélico esa realidad que se intuye como la forma última que da sentido y gozo pleno a la existencia. Belleza que suscite anhelos de Cristo resucitado y, por consiguien­te de Dios mismo, porque como acertadamente afirma B. Bro "en el fondo, tres cosas son únicamente interesantes en la tierra: el amor humano, el amor místico y el amor trinitario" 53.

De este modo la belleza se confunde con el bien y con la verdad o lo que es lo mismo con la revelación de Dios. La belleza suprema se expresa aquí abajo con la experiencia del Cristo glo­rioso: la carne en su último grado de exaltación o de divinización; así queda la belleza confundida con Dios, expresado en Jesucristo.

50 ICor 2,9. 51 Cf. CB 11.36. 52 Cf. La poesía: ¡Oh, Hermosura que excedéis/ a todas las hermosuras! 53 La beauté sauverá le monde. Lausanne, Cerf, 1990, p. 36.