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8/3/2019 La Ciudad Postmoderna-Extracto
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La Ciudad Postmoderna
G IA N D O M E N IC O A M E N D O L A
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8/3/2019 La Ciudad Postmoderna-Extracto
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I
I I
1. LA CIUDAD: OSCURO Y CONTRADICTORIO
OB]ETO DE DESEO
La huida de la ciudad
Hace aproximadamente treinra y cinco afios, iniciando La ciu-
d ad e n f a b is to ri a, Lewis Mumford se preguntaba si las "las nece-
sidades y los deseos que han movido a los hombres a vivir en
ciudades pueden recuperar, en un nivel aun mas elevado, todo
10que ]erusalen, Atenas 0 Florencia otrora patecieron prorne-
ter".l Se preguntaba Mumford tarnbien si, por el contrario, el
hombre definido por el como "post-historico" no habrfa sen-
tido ya necesidad de la ciudad. Y precisamente Mumford, ena-
morado porexcelencia de la ciudad de la gente, hecha por y
para la gente, es quien anticipa de alguna manera las hipote-
sis y las profedas de gran exito en los ultimos afios, concer-
nientes a la crisis incipience de la ciudad.
En diferentes versiones y desde dist intos puntos de vista,
culturales e ideo16gicos, las teorfas sobre el fin de la ciudad
han tenido todas una gran audiencia a partir de los afios ochen-
tao Los datos demograficos, unfvocos y comunes a todos los
grandes paises industr ializados, sefialando una constance per-
dida de poblaci6n por parte de las grandes ciudades han deere-
tado el final de aquel proceso de urbanizaci6n que desde al
menos dos siglos pareda irreversible y connatural ala misma
modernizaci6n. La huida de la ciudad ha sido considerada,
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LACJUDAD POSTMODERNA
tarnbien en el sentido comun.: el principio del fin de la
vicisimd de la ciudad, comenzada hace treinta siglos con el
nacimiento de las primeras grandes civi lizaciones urbanas del
Medio Oriente. Aplastada por difundidas y macroscopicas
patologlas y por el creciente deseo de la gente de una vida
mejor, la ciudad ha sido primero abandonada por una parte
de su poblacion y despues declarada moribunda por los espe-
cialistas, Hasta algunos de los enarnorados a ulrranza de la ciu-
dad han confirrnado su propio ligamen con la metropolis, atr i-
buyendole nuevas rnotivaciones con el privilegio de poder ser
los test igos directos del fin de una epoca hisrorica y con la oscu-
ra fascinacion que ejerce cualquier gran catastrofe. El sindro-
me del pasajero del Titanic, fascinado por el extasis de un final
glorioso, ha impactado a un buen nurnero de neoyorquinos definales de los afios setenta, Ha sido una de las manifestacio-
nes extrernas de una extendida postura de escepticismo con
respecto a las posibilidades de la metropolis de recuperarse de
una crisis financiers, considerada irreversible, y de la reaccion
colectiva al intolerable ernpeoramienro de la calidad de vida
que ha aumentado en incrernentos y ri trnos exponeneiales. La
ciudad parecia haber agotado su ernpuje innovador y haber
perdido la capacidad de reinvenrarse, oprimida rarnbien por
aquella que pareda una crisis estrucrural de proyecto y por la
creeiente indiferencia de operadores econornicos, profesiona-les, inrclecruales, secrores urbanos por excelencia, que eran los
primeros en abandonarla.
La civilizacion urbana, luego de haber rriunfado y de haber
transformado de hecho todo el mundo en ciudad, pareda pro-
xima a su fin tarnbien por las posibilidades ofrecidas por las
nuevas recnologfas, capaces de liberar a los hombres de los
vinculos espaciales, inrroduciendolos en las auropisras elec-
tronicas, La visi6n apocaliptica de la rnuerre cle la ciudad ha
dado Ia impresi6n de prevalecer rambien gracias a los errores
, I
20
LACIUDAD OSCURO Y CONTRADICTORIO OB]E'tO DE DESEO
y a los abusos cometidos, en nombre del crecirnienro a toda
costa, frente a una realidad compleja y fragil como la ciudad.
Las previsiones sobre la disoluci6n de Ia ciudad y sobre la
crisis de la civil izacion urbana, en su forma conocida, no sehan
curnplido. En el momento de su crisis mas inrensa, la ciudad
parece haber encontrado nuevamenre la antigua capacidad de
reinventarse y renacer. Muchos definen esta nueva realidad
urbana en forrnacion como la ciudad postmoderna, no por rea-
les convicciones sino porque, probablernenre , no hay mejor
medio para describir una situacion muy fluida e incierta que
recurrir al contraste con un pasado bien conocido y definido.
Lo que, independientemente de las et iquetas, parece arnplia-
mente compartido, es que esta nueva ciudad es bien diferente
del pasado y que marc a, por el contrario, un cambio epoca1 dela escena merropol itana.
Ladifundida y ambivalente sensacion de la rnuerte y del rena-
eimiento de 1aeiudad no es fruto de informaciones incornple-
tas 0 de la mezcla, por otra parte frecuente, de deseos, miedos
y realidades, Esta refleja en las conciencias individuales el nue-
vo panorama urbano en el que coexisten fenornenos que solo
un euarto de siglo arras paredan incompatibles entre sf, como
por ejemplo, el ereeimiento vertiginoso de los suburbios y de
las "no ciudades" y la reafirmaci6n de la ciudad con su centrode luees y arraccion, Hace s610veinte afios, los sociologos des-
eribian las metropolis americanas y europeas -las "ciudades"
por excelencia para sociologos, geografos y planificadores-
involucradas en una autentica lucha por la sobrevivencia para
resistir a la "arnenaza de estrangulamiemo por parte de los
suburbios" 2 y a la extend ida actirud antiurbana de la clase
media sobre todo nortearnericana.
"Solucionarernos el problema de laciudad abandonandola, l
escribia Henry Ford en su autobiograffa, expresando can clari-
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LACIUDAD POSTMODERNA
dad una posrura de hostilidad y de desconfianza con respee to a
laciudad muy popular en Estados Unidos desde Jefferson yJames
hasta Dewey y Addams. En losmismos aDOS,sin embargo, empe-
zaban a manifestarse los signos de una proxima revancha de la
ciudad. Los hombres de negocios, antes que los acadernicos, eran
quienes percibfan tempestivamente las sefiales de una posible
inversion de esta tendencia. Los operadores inmobiliarios, anti-
cipandose a sociologos y geografos, anotaban -en pleno suefio
suburbano- entre finales de los aries cincuenta y los sesenta:
"Hay un retorno a la ciudad por parte de las clases mas altas de
habitantes. Setrata de gente que tiene en general 45 afios0mas,
ya ha criado sus hijos, ha alcanzado el maximo nivel de la ren-
ta, la casa de los suburbios es demasiado grande para las nuevas
exigencias, esta cansada de desplazarse. Setrata de una persona
gue, con tal de encontrar en las zonas centrales condiciones de
vida adecuadas, puede ser reconducida a la ciudad -en gran
numero->- hacia una vida gue es imposible de conseguir en los
suburbios". La nueva tendencia es sobre todo cuali tativa, pues-
to que, como advierten siempre los operadores del sector, "por
cada diez personas que abandonan la ciudad por los suburbios,
es posible hacer retornar gente con un poder adquisitivo diez
veces mayor".
El escenario que se ha formado en los ulcirnos aDOSha afir-
mado y desmentido ambas previsiones. Afirmado porgue se hanverificado tanto el abandono generalizado de la ciudad como
la vuelta a la ciudad de nueva poblacion; desrnentido porgue,
por un lado, no han ganado los suburbios entendidos de for-
ma tradicional sino una ciudad extendida, y por otro, quien
ha regresado a la ciudad 10 ha hecho en nombre de una ciudad
que, por much os e importantes aspectos, es nueva con respec-
to al pasado.
La huida de la ciudad ha continuado y se ha intensificado
ulteriorrnente en los ultimos tiempos. Son siempre los Estados
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LACIUDAD: OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO
Unidos quienes permiten percibir , amplificada, la tendencia.
En el momento de las elecciones presidenciales de 1992, la
mayoria de la poblacion estadounidense vivia en los suburbios.
Por primera vez en terrninos numericos, los USA eran pues
un pals donde la ciudad, tal como se la define en la tradicion,
pasaba a ser "rninorfa". Un dato importance, no detectable
obviamente en las estadisticas electorales, es el abandono de la
ciudad no solo por parte de las personas flsicas sino tambien
de las jurldicas. Quienes escapan de la ciudad, en efecto, son
no solo un numero cada vez mayor de familias empujadas por
los costes y los peligros crecientes de la ciudad tradicional, sino
tambien las empresas. Se van de la metropolis incluso las
empresas para conseguir una mayor economfa deb i da a la
localizacion y enconrrar condiciones ambientales capaces deatraer y sat isfacer a empleados y clientes.
Una vez abandonado el centro de la ciudad, las empresas se
han desplazado prirnero a la periferia y despues, puesto que las
comunicaciones viajan en las auropistas electronicas a la velo-
cidad de la luz, y que por 10 tanto cien millas mas 0 menos son
irrelevantes, directamente al verde del campo. Las empresas
esran siguiendo a sus propios empleados gue viven fuera de la
ciudad 0 se han desplazado Iirnitandose a conectar relernati-
carnente cuotas cada vez mayores de personal, bus cando oca-
siones seman ales de encuentro flsico para no hacer perder a SLlS
empleados el clima empresarial.
Ladistancia parece irrelevante para el trabajador que se des-
plaza electronicarnente -the electroniccommuter-:-, asi como 10
es para quien hace el tete-shopping, el tele-banking, el tele-cbec-
kup, 0 accede a la pay-per-view television. Los criter ios de cone-
xion y de accesibilidad tienden a sustituir a los de clistancia,
el concepto de red se convierte en central para redefinir anali-
ticamente el rerrirorio. Parafraseanclo a Winston Churchil l,
quien afirrno en el famoso discurso de inauguraciou del Palacio
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LiI. crUDil.D POSTMODERNiI.
del Parlamento, reconstruido despues de la guerra "nosorros
creamos nuestros edificios y nuestros edificios nos crean a nose-
rros", William Mitchell puede afirmar en un conocido ensayo
"nosotros creamos nuestros networks y nuestros networks noscrean a nosotros". Ij
El exiro de un proceso que es sirnultaneamente de desurba-
nizacion y de deslocalizacion es un nuevo escenario terr itorial
constituido por un exrendido tej ido urbano, tendencialmente
sin solucion de continuidad, que envuelve ciudades grandes y
pequefias, pueblos, trozos de carnpif ia y metropolis en una lcgi-
ca de absoluta deregulation. En el interior de este continuum urba-
no, que ni siquiera esposible definir residualmente como subur-
bio, brilla sin embargo nuevamente y con mayor intensidad la
luz de la ciudad, renovado centro de gravitacion de una gala-xia territorial de rasgos y principios organizativos ineditos.
Serfa un grave error intentar dar cuenca de las transtorma-
ciones del tejido urbano y de las nuevas formas de experiencia
urbana, como si la ciudad estuviese consrituida solo por la ciu-
dad entendida en sentido tradicional 0 como si la huida de la
ciudad estuviese ya cornpensada por su incrementada capaci-
dad de atracci6n. La novedad del escenario urbano actual no
se da unicamente por la diferente relacion demografica entre
la ciudad tradicional y el tejido urbane extendido en el cual
esta inmersa. El principal cambia es cualitativo e interesa tan-to a la ciudad rradicional como al continuum urbano. Ambos
merecen el calif icativo de nueuos: nueva es la ciudad que vuel-
ve a adquirir nueva centralidad y puede, con raz6n, proponer-
se como rnetafora pract ice y simb6lica de la postmodernidad
-asl como la ciudad del ochocientos y del novecientos habfa
sido la metatora de la modernidad-; nuevo es el territorio
rnetropolitano -hablar de rerrirorio rnetropolitano 0 de ciu-
dad regional es reduccionista si bien util para dar cuenta en
primera aproximaci6n de la gran rransforrnacion-c- que serfa
I
, I
'I
LA CIUDil.D OSCURO Y CONTRil .DICTORIO OB]ETO DE DESEO
mejor definir ya no como residuo 0 periferia de la ciudad tra-
dicional 0 "no ciudad", sino mas bien como ciudad nueva.
En los Estados Un idos, sobre todo, y rarnbien en Europa, el
escenario urbano identificado por esta otra ciudad nueva yextendida es ya visible y, presumiblernente, se consolidara en
el futuro pr6ximo extendiendose tarnbien a orras areas como
Larinoarnerica y el Pacif ic Rim asiatico.
Protagonistas del nuevo panorama son las edge ci t ies 5, las ciu-
dade s de marg en, que const ituyen una parte consistente de 121ue-
va realidad urbana: en USA son mas de doscientas y represen-
tan los dos tercios del espacio de oficinas con respecto al total
nacional. El nombre de edge c i ty , aun siendo el mas uti lizado,
no da plenamente cuenta de la nueva realidad: su caracter dis-
tintivo y "nuevo" no reside s610 en el hecho de que estas seencuentran al "margen" de la ciudad tradicional sino rambien
en 121elacion constitutiva con las nuevas tecnologlas y en 121
diversidad estructural de sus modalidades organizativas. La
gama de las posibles denominaciones utilizadas expresa bien
121novedad: O uter C ities, Tech n oj}0 le s, T ec bn ob ur bs , S ilic on
L an ds ca p es , P o sts ub ur bi a, M e tr ap le x; '1 00 M i le J C it y. Algunos ge6-
grafos, como Soja por ejernplo, son mas radicales y hablan de
un "tercer espacio" ala Baudrillard y proponen como nombre
aquel fuertemente indeterminado de Ex6polis. 6 Es en estas
nuevas realidades que 121dea tradicional de ciudad se trans-forma. Sus Ifrnires flsicos -las murallas, las puertas, los cam-
pos cultivados- sedisuelven y con ellos 121ropia idea de lfrni-
te y 121radicional distinci6n entre dentro y fuera. Tampoco el
enraizado y difundido concepto de suburbio -que presupo-
ne un centro urbano situado de forma tradicional en la vieja
ciudad nuclear- es ya adecuado para describir esta nueva rea-
l idad. Al norte de Balt imore, por ejemplo, ya no hay suburbios
sino una verdadera nueva ciudad extendida cuyo centro es
Towson; al noroeste de Chicago los suburbios han desaparecido
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LAClUDAD POSTMODERNA
para consrituir una ciudad de margen alrededor de Shaumberg.
Algunas areas rnetropolitanastienen mas de una edge c i ty : Nue-
va York tiene cuatro, Washington D.C. tres, Philadelphia dos.
La relacion de la ciudad y de sus funciones con el espacio esradicalmente redefinida en las edgecities. Las distancias son eli-
minadas gracias a las redes relernaticas y a las autopisras elec-
tronicas 0 comprimidas por medio de los transportes tradi-
cionales de alta velocidad. La sede central de la Sears esta a casi
cuarenta rnillas del Loop de Chicago, la de la Chrysler a la rnis-
rna distancia del centro de Detroit. Los bancos han dado un
salto aun mayor puesto gue gran parte de sus oficinas centra-
les de soporte a la Cirybank de Nueva York estan en South
Dakota. El viajero que en Lonclres llama al nurnero de aten-
cion del cliente de la British Airways para conseguir informa-cion sobre los vuelos nacionales recibe sin saberlo la respues-
ta clescle una centralita en Bombay -Ingles claro y suelclos
bajos-, mientras las reservas internacionales accesibles en
USA con el numero gratuito 800 para la caclena internacional
de hoteles Best Western son enviaclas, clemanera invisible para
el cliente , a Arizona donde responden cleforma irnpecable las
huespedes cle la carcel femenina del Estado. 7
La edge c it y y sus redes se expand en a simple vista no s610de
manera virtual en el c i b e r e s p a c i o , sino tambien en el munclo ffsico
de las mercancfas y de las personas. El mercado pasa progresiva-mente de urbano a regional, a nacional, y finalmente a inrerna-
cional. La zona cleDartford en Kent (Gran Bretafia), consiclerada
tradicionalmente poco mas que un inhospiro y clesierto paisaje
lunar, se ha converticlo en poco tiempo, gracias a su reclde gran-
clesauropistas, M2, M20 Y M25, en una clelas mas importances
edge ci ties britanicas, Allf se esta construyenclo un shopp ing cent er ,
el Bluewater -anunciado como el mas grande cleEuropa- con
un aparcamiento para 13.000 coches. En las intenciones cle los
promotores la cercana estaci6n de Ebbsfleet de la linea ferrovia-
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LACIUDAD OSCURO Y CONTRADlCTORIO OB]ETO DEDESEO
ria rapida -Eurostar- que corre bajo la Mancha, perrnirira a
los habitantes cleColonia en Alemania, alcanzar en solo closhoras
el s ho pp in g ma l! de Bluewater y hacer la compra en Gran Bretafia
-cIonde gracias al cambio favorable los' precios son media-narnente mas bajos- regresando a su casa por la noche. 8
Surgidas por impulso de los especuladores como apendices
urbanos en areas donde el costo cle los terrenos era menor y
mayores los factores naturales cle atracci6n, estas ciudades se
han afirmado gracias al hecho de poder ofrecer algo distinto
con respecto a la metr6polis. En estas "ciudades extra urbanas"
la vida es sin duda placentera y presenta menos problemas gue
en la gran ciudad tradicional. La e dg e c it y ofrece vercle y aire
limpio, proximidad a la oficina puesto gue gran parte de lasempresas estan abanclonando la ciudad tradicional para seguir
a sus empleados, garantiza un lugar de trabajo rodeado por el
verde, escuelas nuevas y eficientes, y sobre rodo una comuni-
dad gue en general es socialmente hornogenea y esta hecha a
imagen y semejanza del residente. Esta nueva ciudad esta, en
efecto, construida en gran parte para la cultura y las exigen-
cias de sus habitantes, que tienen la sensacion no solo de poder
tener "la ciuclad a dornicilio", gracias a la proximidad ffsica y
virtual de todo 10gue puedan necesitar, sino de poder tenerla
tambien a su medicla. Ellos pueden, en efecto, elegit todo segungusto y posibilidades econ6micas, clesde el esti lo de la vivien-
da unifamiliar hasta el tipo de vecinos. Esta caracterfstica de
"residencia a medida" deriva de las modalidades casi aluvio-
nales gue marcan el nacimiento cle esta ciuclacl. 9 No es la
ciudad, en efecto, la que ha sido "fundada", sino sus partes. La
ciudad extendida nace a posteriori, como suma de partes naci-
das en momentos clistintos, por obra de actores (promorores
inmobiliarios) diferentes, con intenciones diferentes, para
poblaciones (0 clientes) diferentes.
27
,II
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LA CIUDAD POSTMODERNA
La condicion primera para la fundacion de un area residen-
cial es la existencia de un adecuado sistema de comunicacio-
nes, por carretera, en general, 0 ferroviarias. Las arterias extra
urbanas de gran cornunicacion, construidas inicialmente para
permitir el desplazamiento hacia la gran ciudad, se han con-
vertido progresivamente en las main streets de la nueva ciudad
extendida, Alrededor de este entramado de interconexiones han
surgido partes de ciudad diferenciadas entre sf por el poder
adguisitivo de sus habitantes, por las formas arquitectonicas
y los estilos de vida, por la organizacion de los espacios y la
regulacion de los accesos a las islas residenciales. El concepto
clave es precisamente el de isla. El terrnino no es casual pues-
to gue se trata de autenticas islas integradas a distancia al cir-
cui to de las autopistas. Esta isla 0 ensenada en los flujos de lascomunicaciones -la land bay-, conectada a las infraestruc-
turas y "anclada" mediante estas a un sistema mas vasto, es la
unidad de base de esras parcelaciones. La arguitectura se sus-
r ituye por el jardfn como sistema de conexion-separacion. El
resultado es una ciudad no solo exrensa -the sprawl ha sido el
primer nombre de la ciudad de margen- sino rambien seg-
mentada, donde la diversidad entre las varias unidades no solo
es fuerte y visible sino gue es adernas enfatizada como princi-
pio organizador de la nueva ciudad.
La ciudad nueva
I
'I
I'
El cambio epocal gue esta dando vida a la ciudad nueva con-
remporanea no atafie solo al territorio urbanizado sino tarnbien
a la forma y la identidad misma de la ciudad tradicional. Es
precisarnente el proceso de abandono de las metropolis el gue
crea simultanearnente las edgecities y las condiciones para las
transformaciones de las ciudades existentes. Estas, a partir de
los afios serenta, cambian profundamente. Con gran rapidez la
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LA CIUDAD OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO
economfa de los servicios se impone y conrribuye a cambiar
estructuralmente el mercado del trabajo metropolitano y el
cityscape. Cuoras cada vez mayores de poblacion son expulsa-
das de los procesos productivos primero y de las areas centra-les urbanas despues. Solo en Nueva York cada afio, de diez a
cuarenta mil familias abandonan por desalojo 0 por decision
"autonorna" sus residencias para alejarse de las areas mas cen-
tricas. El espacio dejado libre en la ciudad tradicional por la
poblacion y por las empresas gue se han trasladado a las edges
cities consrituye un valioso recurso para la consrruccion de la
ciudad nueva en las formas de la ciudad tradicional. La libe-
racion de las viejas areas industriales de empresas contarni-
nantes, el desuso de escuelas e industrias, el abandono de vie-
jas zonas residenciales, contribuyen a crear las premisas espa-ciales (y las oportunidades especulativas) para la creacion de la
ciudad nueva en la cascara ffsica de aquella tradicional. En los
intersticios y encima de los despojos de la vieja ciudad, adrni-
nistradores municipales y agentes inmobiliarios crean la ciu-
dad postmoderna de la imagen, de la diferenciacion social y
del espectaculo. Una ciudad nueva con una poblacion tarnbien
nueva. Los viejos edificios son rehabilitados, restaurados y Ian-
zados en elmercado para un publico dotado de un capital finan-
ciero y cultural adecuado a una residencia y servicios de tipo
superior. Nose recuperan solo las casas individualmente; sonareas enteras el objeto de las intervenciones de recuperacion y
de puesta en valor. Es 1a gentrificacion", termino gue indica el
recambio de la poblacion de un area mediante la inrroduccion
de grupos sociales superiores atrafdos por intervenciones de
recuperacion, tanto inmobiliarias como urbanas. Para la nue-
va poblacion gue afluye se construye a medida un trozo de ciu-
El aut or LIsa la transposicion ira liana del terrnino ingles gLIt
hemos rnantenido como gcnrr if icacion en la rraduccion casrellana. (N. de! 1'.)
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LA CIUDAD POSTMODERNA
dad, hasta una ciudad en miniatura completa y confortable, con
una atmosfera particular sacada del pasado 0 de modelos idea-
les. Lo importanre es que este de rncda -trendy es la expre-
sion corriente tarnbien en italiano- y que sobre todo tenga
la capacidad de conferirstatus a sus habitantes. Bares, restau-
rantes, mobiliario urbano se convierten en elementos impor-
ranees en la construccion del nuevo entorno urbano. Los vie-
jos edificios -lofts, broumstonesy rowhouses- son conservados
y hasta se enfatizan como envoltorios. Las viejas tipologias edi-
licias -los lofts de Nueva York son un ejemplo sobradamen-
te conocido- se convierten, oportunamente, en iconos de nue-
vo esti lo de vida, el urbano inf1uyente.
Las areas gentrificctdas son construidas como islas de bienes-
tar en una escena urbana a menudo reducida a un mar de rui-
nas ffsicas y economicas. En esta biisqueda de novedad y diver-
sidad se pueden hasta cambiar los nombres de las calles. En el
Lower East Side de Nueva York, en nombre de la gentrijicacion
y con el objetivo de enfatizar la diversidad del area con respecto
de las colindantes -para construir una isla-, en lugar cle l os
nurneros se han usaclo letras para denominar las calles, pOl' 10
cualla zona eritera ha sido rebautizada Alphabet Town. En la
accion de regeneracion y reinvencion de la ciudad las luces se
encienden para iluminar tarnbien los lugares tradicionalmen-
te considerados grises y opacos, los cinturones industriales, las
areas portuarias y las ferroviarias.
Los lugares canonicos de la coeetoum: fabricas en desuso, docks;
depositos, son transformados en espacios de entretenirniento y
de sirnulacion. Los cines rnultisalas taman ellugar de las rnaqui-
nas en las fabricas inutilizadas, tiendas y restaurantes sust itu-
yen las rnercancfas en los depositos. El waterfront de Londres a
Boston, de Genova a Nueva York se convierte en el corazon de
la ciudad nueva, de la ciudad viva las veinticuatro horas sin inte-
rrupcion, dia y noche. Mientras en la ciudad industrial tradi-
30
LA CIUDAD OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO
cionalla fabrica vivia a tres turnos anulando la diferencia entre
dia y noche, y la ciudad segula el ritmo natural de la luz y de
la oscuridad, en la metropolis de las veinticuatro horas la rela-
cion se ha inverrido. La ciudad se apresta a vivir sin interrup-ciones mientras los tiempos del trabajo y la produccion -fun-
damentalmente terciarizada- tienden a contraerse.
En la ciudad nueva conrernporanea cambia la logica inter-
na clela organizacion de los espacios, y primero incluso, aque-
lla que afecta a las modalidades del propio crecimiento urba-
no. En los afios setenta se ha terminado el perfodo de la expan-
sion urbana, cuando se opinaba que el crecimiento de la ciu-
dad consistia en su expansion ffsica y en la creacion de nuevas
partes segun principios de racionalidad y especializacion.
Terminada la fase de la expansion, a partir de los afios ochenta,laciudad ha tomado elcamino del crecimiento a traves de latrans-
tormacion de 10 existente. Ha comenzaclo la epoca, aun vigente,
de la reutil izacion y de lapuesta envalor de viejas partes de laciu-
dad segun principios diferentes de los del pasado: valorizacion de
las diversidades, recuperacion de los testimonies del pasado, bus-
queda del g en iu s l oc i y de las bases espaciales de la identidad de los
habitantes, ligamen de 10 bello con la funcionalidad.
En la log ica de la reutil izacion y de la transforrnacion de 10
exisrenre, la ciudad collage, palimpsesto, avida, bella, ha torna-
do ellugar, al menos en las intenciones de los proyectistas, dela ciudad modema, funcional, sin adomos (nofrills city), racio-
nal, hornogenea, culta, Allado del urban planning dominador
incuestionable de las decadas precedentes el urban design ha
tornado significativamente lugar en las acciones para la crea-
cion de la ciudad nueva.
La nueva accion de transformacion de la ciudad valorando,
excluyendo, enfatizando, recreando, se produce construyendo
un cuenro y una imagen de la ciudad -una trama 0 una red
narrativa- en la cuallos episodios singulares -los llamados
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LA CIUDAD POSTlvIODERNA
oasis urban os- adquieren sentido y sobre todo valor. Bajo esta
presion la ciudad se divide y sedesdibuja. Nacen varias ciudades
con destines separados, y 10que estaba presence s610 tenden-
cialrnente en la ciudad tradicional, en la ciudad conrernpora-nea se vuelve evidente y se enfatiza. Por una parte esta el cen-
tro presentado y vivido cada vez mas como elcorazon y el motor
de la ciudad conternporanea, entre onirica y simulada, entre
concrera e instrumental a la dura competencia en el mercado
global . Es la ciuclad clel cleseo que produce y soporra image-
nes y realiclad. Por otra parte, esta la ciudad residual que no
tiene la fuerza para producir una imagen diferente de sf mis-
rna. Es la ciudad de las periferias y de los marginados, los resi-
duos de la cohetoum sin tiempo. Es la no ciudad, 0 mejor dicho,
la ciudad de los no lugares.La division essancionada en algunos paises, incluso por siglas
y asociaciones. Una de ellas es TCM -tatun centremanagement-s-:".
El concepro de town centre management aparece por primera vez
en Gran Bretafia en 1980 para indicar la exigencia de proyec-
tar y gestionar como ent idad unica el centro urbano como fac-
tor de "fuerza competiriva 0 de clebilidad de una ciudad par-
ticular". Se opina que, reforzandose, el centro urbano pueda
desarrollar importantes y benefices funciones para la ciudad
entera y desde esta a todo el territorio. En primer lugar, el cen-
tro urbano puede contrarrestar Iatendencia centrffuga de la ciu-dad y de sus partes hacia la corona urbana -las edge cities-,
compitiendo con los nuevos polos de atracci6n comerciales y
de gesti6n. En segundo lugar, esre constituye el motor de la
capacidad competitiva de la ciudad en el mercado global en 10
que se refiere ala atracci6n de personas, empresas y capirales.
En fin, el centro urbano es la base, el punto de part ida y veri-
ficacion de la formaci6n de la imagen de la ciudad. Puesro que,
en tanto factor de creaci6n de la imagen de la ciudad, el cen-
tro representa a la ciudad entera, el exito de una ciudad resi-
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',1
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LA CIUDAD:OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO
de justamente en la capacidad de su centro urbano de propo-
nerse como el precipitado de los aspectos positivos de la ciu-
dad entera.
Si la ciudad esra viva, pues, a pesar de la inflexion demo-grafica y de la hemorragia de empresas, esto sedebe a las muta-
ciones profundas que ha sufrido y que la han modificado mas
aun de 10que la natural inercia de la masa urbana pueda reve-
lar. La ciudad de la producci6n empieza a ser superada, aun-
que lentamente, a partir de los afios setenta.
Ayer, la ciudad de la produccion industrial era gris y opre-
siva, sustancialmente indiferenre a su propia imagen externa
puesto que estaba orientada al control de sus funciones inter-
nas. Hoy, la ciudad nueva conternporanea vive de las transac-
ciones y de los inrercarnbios simb61icos mas que de la pro-ducci6n de bienes. Esta se orienta hacia el exterior y a las inter-
conexiones y tiene su capital mas valioso en la imagen y en la
atracci6n. La demaoda y las exigeocias de turistas, huespedes,
curiosos y visi tantes -los llamados city users- tienen para los
adrninistradores igual irnportancia que las de los residentes 0
los empleados.
Se coosolida, sobre todo a partir de la seguoda mitad de los
afios setenta, la llamada symbolic economy de la ciudad. Este tipo
de econornia no es ciertameote nuevo y es tarnbien anterior al
siglo xx; 10que es nuevo "a partir de 1970 es Ia simbiosis de
imagen y producto, el objetivo y la escala de laventa de las irna-
genes a nivel nacional y rarnbien global y el papel de la ecooo-
mia simb61ica cuando se habla y se representa a la ciudad". 11
Imageries y rneraforas de ciudacles
La 16gica de la ciudad de las transacciones simb6licas incide
en el tejido hisrorico de la ciudad. Hasta hace poco mas devein-
te afios, Londres, Paris y Nueva York, eran ciudades de obje-
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LACIUDAD POSTMODERNA
tos y cosas, y los nombres de los lugares evocaban a menudo
las mercanclas que se intercambiaban en ellos: en Londres, pes-
cado en Billingsgate y carne en Smithfield; en Paris, carne en
la Vil let te y hortal izas en Les Halles en Nueva York, vest irnenta
en el Garment District y pescado y carne en Downtown. En
esos lugares hoy en vez de las mercandas hay oficinas, cen-
tros de acumulacion e intercambio de informaciones, nudos
de redes de transacciones sirnbolicas. La gran ciudad es coda-
via ciudad mercado pero en ella en lugar de bienes y mercandas
se intercambian cada vez mas informaciones y simbolos. El
intercambio de fisico se convierte en electronico, las nuevas
transacciones urbanas estan basadas sobre bits ligeros mas que
sobre atornos pesados. .'
Si es cierto, como escribfa Baudelaire en E I C isn e que, "la
forma de una ciudad cambia mas rapido que el corazon de un
mortal", 0 que por el contrario, es la mente y el corazon de la
gente las que cambian con mayor rapidez que los espacios fisi-
cos de la ciudad, es una cuestion aun abierta. Lo que es indu-
dable es que el cambio es de tal entidad en ambos fremes que
transforma algunos de los rasgos fundamentales de la ciudad
hisrorica, definida moderna, resultado de los procesos de indus-
trializacion y urbanizacion.
Con respecto al pasado incluso recieme, la forma, la organiza-
cion, la cultura, la imagen de laciudad nueva conternporanea son
diferentes. De la misma manera es diferente la mente de quien
habita, vive y usa.la ciudad nueva. La rnuracion de la ciudad no
es solo estructural sino que es en primer lugar cultural. J unto a
la ciudad econornica y fisica esta cambiando la ciudad de la gen-
te; el habitante de la ciudad nueva parece geneticamente dite-
rente no solo del ciudadano de la Rorna clasica, de la Florencia
renacentista, del Paris del siglo XIX, sino tarnbien de aquel de
Londres y de Chicago de hace s610 cincuenta afios, mucho mas
de 10que ellenguaje y las eriquetas forrnales revelan. Es el feno-
LACIUDAD OSCURO Y CONTRADICTORIO OB]ETO DE DESEO
meno ciudad, como conjunto de forrnas fisicas, econornicas, cul-
turales, espirituales, el que sepresenta como incdito. Son muchos
los investigadores que sepreguntan sifrente a la rapidez del cam-
bio tanto esrructural como cultural, no esta superada la mismanoci6n tradicional de ciudad. Habermas, por ejemplo, advierte
como "nuestro concepto de ciudad esta estrechamente relacionado
a nuestro modo de vida. Ahora nuestro modo de vida ha evolu-
cionado a una velocidad tal que el concepto de ciudad que hemos
heredado no sepuede ya desarrol lar en simbiosis con el". 12
La ciudad es ahora diferente e irreconocible. La ciudad len-
guaje, en la cual los significantes arquirectonicos se corres-
ponden con precision a los significados-funcion, deja progre-
sivameme paso a la ciudad escaparate donde el signo deviene
autorreferencial, donde domina la metafora, donde las funcio-nes mas complejas y al mismo tiempo mas descarnadas tien-
den a ser irreconocibles y no localizables en los lugares ima-
gen. Un indicador relevante 10consti tuye la dif icultad del len-
guaje para proporcionar los instrumentos capaces de describir
la nueva ciudad. Tokio, Los Angeles 0Sao Paulo, ya no encuen-
tran referencias descriptivas en el pasado: para relatar esras ciu-
dades son necesarias ahora mas que nunca las metaforas, y es
necesario inventarlas. En el esfuerzo por ponerse al dfa, algu-
nas de las rneraforas tradicionales rnuestran sus propios lfmi-
tes y el marco historrco ya superado al cual hacen referencia.Si en el pasado una de las metaforas mas difundidas para des-
cribir la ciudad era aquella de la rnaquina, hoy si sequiere man-
tenerla, es necesario actualizarla introduciendo conceptos
como la rnodulacion de las partes y los sistemas de retroaccion
y control. Tokio, por ejemplo, ya no es asimilada a una maqui-
na, por evolucionada que sea, sino a su software que se expan-
de por el agregado de sub-rur inas.
Tambicn la rnetafora mas antigua, aquella rejuvenecida por el
humanismo, de la ciudad considerada como un cuerpo hurnano,
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LACIUDAD POSTMODERNA
parece inadecuada precisamente por la referencia normativa con-
tenida en ella. Si se pretende asumir como metafora a un siste-
ma viviente, este ya no puede ser el humano. Los Angeles se asi-
mila a una galaxia 0 a una region -que, rnirandolo bien, es 10
mas antitetico que existe respecto a la concentracion y a la den-
sidad real y simb61ica de la ciudad hist6rica- 0 a una ameba.
Si antes ParIS y luego Nueva York han sido las ciudades por
excelencia -las capitales del modernismo y de la moderni-
dad-, Los Angeles, presentada tradicionalmente como "cien
periferias en busca de una ciudad", por el conrrario, siempre
ha sido vista como una no-ciudad. S610hoy, en un clima de gran
transformaci6n epocal , Los Angeles empieza a asumir una iden-
tidad autonorna y ya no construida s610 por contraste, sino en
positivo: es la ciudad postmoderna por excelencia. Los Ange-
les, "arquirectura instanranea en un paisaje urbano instanta-
neo", 13 es, para usar las palabras de Kenneth Frampton, elpun-
to de partida para una nueva modernidad.
Es una ciudad que presupone rambien un nuevo tipo de usua-
rio y un habitante al que se piden nuevas capacidades y fun-
ciones. Escribe uno de los mas atentos analistas de la metro-
polis californiana, Banham: "As! como las antiguas genera-
ciones de intelectuales ingleses aprendieron el italiano para
poder leer a Dante en version original, as! yo he aprendido a
conducir para leer a Los Angeles". 14
La dificultad de aprehender unitariamente la ciudad y com-
prenderla es cornun a investigadores y habitantes. En cierta
medida los primeros no hacen nada mas que expresar el males-
tar generalizado de los segundos. Aguello gue Lyotard llama
la crisis y la incredulidad hacia los metarrelatos afecta tarnbien
a la ciudad y a los esguemas interpretativos unificadores. El
recurso cada vez mas frecuente a las disciplinas de Frontera y a
experros, como los escri tores, por ejemplo, considerados capa-
ces de sfntesis pre-cient!ficas, esuna sefial de la profunda trans-
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ii i
LACIUDAD OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO
formaci6n de la ciudad y de la insuficiencia de los instrumen-
tos analiricos y descriptivos tradicionales.
La reflexion mas reciente sobre la ciudad extendiendo la "con-
cepcion de la experiencia urbana del individuo mas alla de la
del 'actor econornico racional ', del 'contr ibuyente ', del under-
class subalterno 0 del cliente sin techo", se ha abierto no solo
a los sociologos sino rarnbien a psicologos, geografos cultura-
les, antropologos. Las estanterias de las librerias gue en los pal-
ses anglosajones guardan los l lamados cultural studies acogen
cada vez mas numerosos libros sobre la ciudad, sus experien-
cias, sus imageries, sus modas, sus sonidos, sus culturas. Sobre
el tema han inrervenido con insolita atenci6n los filosofos, tra-
dicionalmente indiferentes a las cuestiones urbanas, si seexcep-
nia alguna rara, valiosa y ya lejana contribuci6n como las de
Hannah Arendt, Jean Paul Sartre 0 Enzo Paci.
Luego de mas de rres cuartos de siglo de descuido, se han
vuelro a escuchar los escritores, que sobre todo en Francia y en
Gran Bretafia en elsiglo XIX y en Estados Unidos en el siglo XX,
habian sido los mas fiables y lucidos interpretes de la expe-
riencia rnetropolitana. El reconocimiento de muchos invest i-
gadores -desde Barthes a Bailly- a los escritores por haber
sido capaces de hacer una lectura de la ciudad mas eficaz gue
la de los sociologos, economistas y otros especialistas, no hace
nada mas gue remitir a la practica constance y extendida, einrentar sintetizar en una palabra a una imagen el senrido y la
identidad general de un lugar. Mientras gue son siempre los
economistas, urbanistas, sociologos y arguitectos los que pro-
porcionan los instrumentos necesarios para los analisis y los
proyectos, para vivir y comunicar laciudad en 10cotidiano pare-
cen mas utiles escritores y poetas a los cuales la gente, aun
inconscientemente, hace referencia.
Imageries y rnetaforas -tomadas de Calvina, Borges y Bellow,
sin olvidar las paginas de los l iteratos de la gran tradici6n urba-
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LACIUDAD POSTMODERNA
na, de Baudelaire y Balzac hasta Dickens yJoyce- ya son ins-
trumentos de uso tan comtin por parte de los especialistas que ya
no existe ensayo de sociologfa, antropologfa, disefio urbano que
no lleve al menos una cita -ritual 0 no- de L as C iu da de s i 7 1 V i -sibles de Calvino. El objeto mismo de la reflexi6n ya no perece ser
tanto la ciudad en sf - la Hamada estructura urbana- sino mas
bien, la experiencia urbana. La cultura de la ciudad, la psicologia
de sus actores, la antropologfa de sus grupos -las llamadas tri-
bus urbanas, effmeras y perdurables relacionadas a la moda y al
gusto- son los rernas dominantes actuales.
El deseo de ver a la ciudad unitariarnente a menudo preva-
Ieee, 0 por 10 menos precede, al de vivirla. Este antiguo y difun-
dido deseo de apoderarse visual y cognitivamente de la ciudad
encuentra, sin embargo, cada vez menos respuestas. La crisis dela ciudad parece ser tarnbien una crisis de irnaginacion de la ciu-
dad. Se tiene la irnpresion de que losviejos paradigmas han lle-
gada al Iirnite de ruptura despues de decadas de adaptaciones
continuas. Por otra parte, el orden urbano no se puede encon-
trar facilmente, no solo por falta de punt os de vista 0 por la difi-
cultad de alejarse del objeto. Es, para usar un concepto de
Sennett, la crisis del ojo: tanto el ojo culto del cientffico como
elsimple pero experto del ciudadano. Tarnbien en elplano pura-
mente experiencial no existen medios comprobados y fiables
para unificar a la ciudad en su senti do e imagen.Ya no existen visiones 0 proyectos totalizadares como la terre,
el panorama, la vista a vuelo de pajaro, el cuadro de los paisajis-
tas 0 las imageries de los pintores renacentistas. Los instrumentos
tradicionales sedemuestran inadecuados. Lagran metropolis con-
ternporanea escapa a la visi6n global, se sustrae a la posibilidad
de ser aprehendida par el individuo gracias a una torre, una coli-
na 0simplemente a la labor de un pintor, Cuando la construccion
del conjunto esposible gracias a nuevas tecnologias como las fotos
de satelites elresultado esa menudo inutilizable: una mancha cro-
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LACIUDAD: OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO
rnatiramente sugerente pero carente de cualquier significado. Por
otra parte, existe lapractica de vivir laciudad desde abajo, laexpe-
riencia elemental del peaton, que ciego frente a la complejidad
urbana que permanece opaca a su mirada, experimenta laciudadsin disponer por otra parte de instrurnentos adecuados para su com-
prensi6n totalizadora.
Existe, constantemente, un salto entre extension y comple-
jizaci6n de la ciudad y limitadas posibil idades de verla y expe-
rimentarla en su totalidad. Este salto se hace tanto mas rele-
vante y grave cuanto mas se amplia la diferencia entre el deseo
de las personas de apoderarse conceptual mente de la ciudad y
el constante sustraerse de la ciudad, variada, vasta e incoherente,
a cualquier intenro de apropiaci6n analit ica 0 visual.
La ciudad nueva conrernporanea, que por su parte intentapresentarse como ciudad del suefio, tiene dificultades precisa-
mente para adquirir una de las cualidades indicadas por Freud
para la constituci6n y la experimentaci6n del suefio: la posi-
bilidad de ser representada. Porque la representabilidad es la
menos obvia de las cualidades, sobre todo para las grandes ciu-
dades, reconsti tuirla para establecer una nueva relaci6n con las
personas y su imaginario constituye uno de los objetivos de la
ciudadnueva postmoderna.
El problema de la opacidad de la ciudad y de la dificultad
de efectuar una sinresis de la experiencia urbana dotada de sen-tido propio es central en la reflexi6n actual y se percibe de
manera generalizada. Los reoricos de la valoraci6n a ultranza
de la rradicion y de la recuperaci6n del pasado pretenden como
primer paso de su proyecto de restauracion urbana resti tuir irna-
ginabilidfld y representabilidad a la ciudad. Es por tanto nece-
saria la recuperacion de un principio de coherencia -un cen-
tro analitico y organizativo- que permita la reconstrucci6n
de la realidad urbana y, antes aun, su imagen totalizadora. El
Hder reconocido de este rnovirniento, el principe Carlos de
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LACIUDAD POSTMODERNA
Gales, afirrna, inaugurando uno de los cursos para j6venes y
nostalgicos arquitectos promocionados por el: "La ciudad tie-
ne que ser una obra de arte colectiva, su plano y su rnorfolo-
gfa claros y asimilables ... " . La edad de oro de la ciudad en esta
perspectiva no puede mas que ser la armoniosa y coherente del
Renacimiento 0 del mundo clasico, que en el imaginario colec-
rivo y en el de Leon Krier y colegas, representa la edad de oro
de la experiencia urbana.
Lo que ha entrado en crisis es la ciudad-concepto, el mode-
10 de ciudad que, tradicionalmente presente en los discursos
polit icos, urbanfsticos, arquitecronicos 0 filosoficos, se pone
como criterio de orientacion y, sobre todo, de referencia para
medir eventuales diferencias. De esta manera es posible resu-
mir la ciudad en una vision de conjunto, abrazarla toda y esta-
blecer 10 que cabe en el modelo y 10 que en cambio, se aleja de
el. Es la presencia de este modelo optativo y perfecto -que
de alguna manera da al observador una posicion superior, casi
de divinidad- la que permite bablar de males 0 enfermeda-
des de la ciudad, de bien y mal, de fisiologico y parologico. En
su lugar se abre camino la idea de la ciudad-por-io-que-es, llena
de confusiones, diversidades, desviaciones, actividades. Una ciu-
dad carente de puntos de vista 0 de control desde los cuales
unificarla y gestionarla.
Respecro al nuevo escenario urbano, madura y sedifunde una
postura de mayor realismo frente al pasado. Se tiene concien-
cia del error, de derivacion racional y racionalista, de confun-
dir la complejidad urbana con caos y de haber eliminado 0
intentado eliminar en nombre del restablecimiento del orden
la riqueza y la variedad de la ciudad real. Hay que tomar la
ciudad por 10 que es, recomienda Jane Jacobs. Afirmando que
los arquitectos tendrfan que aprender de la Main Street y de
Disneyland, Robert Venturi exalta la pop c ul tu re de Las Vegas
y de 10 cotidiano. Micbael Graves no se Iirnira a proyectar el
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LACIUDAD OSCURO Y CONTRADICTORIO OB]ETO DE DESEO
Swan Hotel en Disneyworld de Orlando, donde las formas fan-
tasticas de los dibujos animados adquieren dimensiones rnonu-
mentales mas a medida de los adultos que de los nifios, En
Burbank, California, el Team Disney Building, disefiado tam-bien por Graves y situado en la zona de los negocios, tiene en
su fachada como gigantescas cariatides, de casi seis metros de
altura, los siete enanitos. El bazar de estilos formales y de vida
de la ciudad nueva conrernporanea es presentado no solo como
el rasgo caracterfstico de la nueva experiencia urbana sino en
tanto gran recurso colectivo. La nueva metropolis postrnoder-
na es una ciudad clonde los procesos vivientes y la actuacion
aut6noma y no previsible de sus actores confieren nuevas cam-
biantes y a menudo opacas racionalidades. Es una ciudad ver-
dadera, densa, en la que las identidades no son inmediatamenteperceptibles. La ciudad de 10 cotidiano, construida por las prac-
ticas, por los pas os y los humores de la gente, se inserta en la
malla racional optimizada y legible de la ciudad-concepto
desordenandola, y tornandola verdadera. La experiencia urba-
na cleviene asf "una experiencia espacial, antropologica, poe-
tica y mitica". 15
La crisis de la ciudad-concepto coincide con el naufragio de
la esperanza -de Prometeo y de Descartes- de crear una ciu-
dad perfecta a imagen y semejanza del suefio clel moclelo del
hombre moderno. Aunque en el lexico de los urbanistas, delos administradores y de los ciudadanos la expresion "ciudad
a medida hurnana" es de las mas frecuentes, esta parece haber
perdido gran parte del sentido originario aun manteniendo una
innegable capacidad sugestiva. Mirandolo detenidamente en
efecto, un modelo generalizable y compartido de hombre para
rornar como modelo no existe. La pregunta que es legftimo
hacerse, una vez naufragada la ilusion cient if icista de aferrar-
se a necesidades ciertas y objetivables es "(cual es la medida
de la medida hurnana?".
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LACIUDAD POSTMODERNA
NOTAS
I "( Desaparecera la ciudad 0 el pla ne ta enre ro se conve rt ira e n una vasra c ol-
mena humana? (10 gue se rfa otro modo de de saparicion), Las nec esidades ylos deseos gue ha n movic lo a los hombres a vivir en c iuda des, (pueden recu-
perar, en un nive l a un mas el evado, todo 10 que jerusalen, Arenas 0 Florencia
otrora pa re cieron prorne rer? (Hay una opc ion viva a mita d de camino entre
Necropolis y Utopia, es decir, la posibilidad de edificar un ripo nuevo de
ciuclad gue, liberada cle contraclicciones inrernas, posir ivarnenre enriguezca
y promueva e l desar ro llo humane?" 1.Mumford, T h e C it y i n H is to ry , Nueva
York, Ha rdc ourr, Brace a nd World, 1961; tr. c ast.: L a c il ld a d e n l a h is to ri a.
Sus or /genes , t rans jormac iones y perspectiuas, Buenos Ai res, Ed. Infinito, 1979,
p.9.
2 A. Strauss, Images a /t h e Amer ic an C i ty , New Brunswick, Transactions Books,
1976, p. 247.
, Cit. en R. Will iams, T he C ou ntr y a nd t he C ity , Londre s, The Hogan Press,
1973, p. 201.
1W. J. Mirchell, City 0 / Bits, Cambridge, MIT Press, 1995, p. 49.
5 J. Garrau, Edge C i ty , Nueva York, Double day, 1991.
G E. W. Soja, Th i rd S j )ac e :J o li rne y s t o Los Ange le s cmd o t h er Rea l- and- Imag i ned
Places, Londres, Blackwell, 1996.
7 P. Ha ll , Cities 0 / P e op l e a n d C i ti es 0 / Bits, en: "Demos", 9, 1996, p. '25.
H P. Barker, L iv in g o n th e E dg e, en: "The Guardian", 8 de octubre de 1996.
) La edgecity no ha c rea do solo una ciudad nueva sino tam bien un l exico a de-
cuado a esta realidad. Garrau .op.cit ., ha recog ic lo las palabras del nuevo mun-
do metropolitano en un rico GlOSSal) 0 / a N ew F ro nti er . De esre aprendemos
gue "Kits of Parts" se refiere a "un numero limitado de elementos proyec-
males repetidos al infinito en el area con la esperanza gue dicha repet icion
confiera identidad al proyecto". En la ciudad construida a medida el pro-
blema de la capacidad de la resiclencia de cornunicar la imagen social de su
ha bi tante devie ne c entra l. En la edge c i ty nac e asf un nuevo termino, intra-
ducible, Signag«, creado por l a c onrra cci6n de signs ( signos) y signature (fir-
ma). Es un signa cle ide ntidad soci al muy e specia l: e s una "e xpresi6n de un
gra n guSto. Nunc a es iluminada c lesde e l interior como un le tre ro de la Gulf
o del Holiday Inn. Su mas alta expresi6n ha sido por un perfodo la madera
gra ba cla . Hoy tam bien e l c rista l y la piedra gra ba dos e stan muy pre sences".
Garrau,op. cit., pp. 452 y 457.
10 Assoc iati on of Town Centre Management (ed.), Reser c bS t udy : The e ff e ct i-
v ene s so f Toum Cen tr e Managemen t. , Londres , ATCM, 1994.
IL S. Zukin, The Cu l tu r es a /Ci ti e s, Londres, Blac kwel l, 1995, p. 8. El cre ci-
rniento en 1994 de los empleados en el sector -por definici6n urbano-
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LACIUDAD OSCURO Y CONTRADICTORIO OB]ETO DE DESEO
del en te r ta i nmen t and r e cr eat ion ha sido en Estado Unidos apenas inferior al
registrado por la sanidad, y seis veces mayor que el del de hecho en uno de
los gran des sec rore s impulsores de la economia metropo li tana .
12 Cit. en P. Aosay; R. Schoonbrodt, (ed.) P e ns er l ei v il le : c h oi x d e t ex te s p h i -
!ophiques, Bruse las, AAM Edi tions, 1989, p. 359.
" R. Banham, L o s An ge le s. T h e a rc h it ec tu re 0/ Fou r Eco log i es , Londre s, The
Penguin Press, 1971, p. 4.
11 Ibidem.
" M. De Certeau, The Pract ic e 0 / Eve ry day L i /e , (Tr. Amer. de Ar ts de / a ir e ),
Be rkel ey, University of California Press, 1984, p. 93.
43