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La educación para otro país BERNARDO BÁTIZ V. E l debate acerca de la educación pública pretende ser reducido por los medios de comunicación del sistema a una pugna entre maestros rebeldes, que se oponen a la flamantereforma educativa y la autoridad, en especial la Secretaría de Educación Pública, empeñada en dar a los niños y jóvenes de México una educación de calidad, que nos torne competitivos. En el fondo, se trata de un debate entre conceptos fundamentales: o bien la educación es considerada un derecho de los educandos o es considerada, como pretende la reforma, una mercancía o producto, cuya característica debe ser la calidad. Los maestros organizados que se oponen a la reforma han dicho que se trata de una maniobra política que tiene dos objetivos: uno es controlar y someter a los profesores que han sido siempre participativos, libres y dispuestos a apoyar a la gente en sus causas legítimas, y el otro es abrir camino para la futura privatización de la educación. Los maestros tienen razón. La reforma del artículo tercero constitucional aprobada en febrero de 2013, al amparo del llamado Pacto por México, rompe con la historia y los valores que han inspirado a la educación en México. Parece como si se tratara de una educación para otro país, que poco tiene que ver con los profesores y los niños mexicanos.

La Educación Para Otro País

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Reflexión sobre la educación en México

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La educacin para otro pasBERNARDO BTIZ V.El debate acerca de la educacin pblica pretende ser reducido por los medios decomunicacin del sistema a una pugna entre maestros rebeldes, que se oponena laflamantereforma educativa y la autoridad, en especial la Secretara de Educacin Pblica,empeada en dar a los nios y jvenes de Mxico una educacin de calidad, que nos tornecompetitivos. En el fondo, se trata de un debate entre conceptos fundamentales: o bien laeducacin es considerada un derecho de los educandos o es considerada, como pretende lareforma, una mercanca o producto, cuya caracterstica debe ser la calidad.Los maestros organizados que se oponen a la reforma han dicho que se trata de unamaniobra poltica que tiene dos objetivos: uno es controlar y someter a los profesores quehansidosiempreparticipativos, libres ydispuestosaapoyar alagenteensuscausaslegtimas, y el otro es abrir camino para la futura privatizacin de la educacin.Los maestros tienen razn. La reforma del artculo tercero constitucional aprobada enfebrerode2013, al amparodelllamadoPactoporMxico, rompeconlahistoriaylosvaloresquehaninspiradoalaeducacinenMxico. Parececomosi setrataradeunaeducacin para otro pas, que poco tiene que ver con los profesores y los nios mexicanos.En 1857, los liberales buscaron romper el monopolio de la educacin en manos de laIglesiaconunartculoterceroescueto: Laenseanzaes libre. Laleydeterminarqueprofesiones necesitan ttulo para su ejercicio y con qu requisitos se deben expedir. No setrataba de acabar con un monopolio para crear otro ni tampoco de imponer a la educacincriterios obligatorios o lneas predeterminadas; cualquiera poda ensear y cualquiera podaaprender, era el principio.En el siglo XIX se trat de disputar a la Iglesia la exclusividad que haba tenido en laeducacin y sobre la mesa estaban temas como la ilustracin y la libertad.En el siglo XX se dieron pasos en el camino de nuestra educacin, a travs de debatesde altura en el Constituyente de Quertaro, que redact finalmente reglas encaminadas agarantizar la educacin laica y dar al Estado la responsabilidad de la que sera educacinobligatoria y potestad sobre la educacin privada.En 1921, Jos Vasconcelos logr que se reformara la Constitucin para que laeducacin fuera federal y se creara la secretara del ramo, de la que fue titular y desde lacual dio el ms grande impulso a la democratizacin de nuestro sistema educativo, a talgradoquelofundamentaldesuproyecto, quefueretomadoenel gobiernodel generalCrdenas, sigue vigente.Despus del criticado texto de 1934, que dio a la educacin el calificativo de socialista,acorde con las ideas que se debatan entonces, se aprob finalmente en 1946 un artculoterceroquefuemsalldeserslounadisposicinjurdicayfueaceptadocomounaverdadera declaracin de principios. Su texto es lo que define al Estado mexicano en laeducacin, pero tambin en su vida social y poltica; su redaccin es impecable y constituyeun ideario que unific opiniones y elev las metas de la educacin a valores democrticos ypatriticos.El apartado segundo del tercero constitucional debe ser conocido por todos losmexicanos; tena, antes de la reforma de 2013, slo tres incisos, pero stos constituyen unaverdadera doctrina poltica y social, elevada a rango constitucional. Los criterios que segnel textoconstitucional orientarnlaeducacinqueimpartael Estadosonestos: a) serdemocrtica, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurdica y unrgimenpoltico, sinocomounsistemadevidafundadoenel constantemejoramientoeconmico, social ycultural del pueblo; b) ser nacional; c) Contribuir a la mejorconvivencia humana.El inciso d, agregado por la reforma del Pacto por Mxico, rompi estilo y profundidadde pensamiento; dice que el criterio de nuestra educacin tambin ser de calidad con baseen el mejoramiento constante y el mximo logro acadmico de los educandos.A criterios de filosofa poltica y de pedagoga trajo a nuestro texto constitucional unconcepto sacado de la mercadotecnia; la publicidad comercial suele atribuir a los productosque quiere vender el carcter de superiores, de calidad. Introducir esta idea pedestre en untexto tan acabado y de tan alto valor jurdico y poltico ha motivado la resistencia de losprofesores que se oponen al capricho de los gobernantes.Si la SEP, con el apoyo de la fuerza y de las campaas mediticas a su servicio, doblegaa los profesores y a la parte del pueblo que est de su lado, estar imponiendo un modeloeducativo que no es nuestro, que es para otro pas. Nosotros optamos por una educacinpopular, gratuita, que busque la igualdad y la justicia, y no aceptamos que esaresponsabilidad fundamental del Estado se convierta en una mercadera al alcance solo delos que disponen de recursos para [email protected] al inicio del textohttp://www.jornada.unam.mx/2015/08/10/opinion/019a2pol