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[email protected] www.lapeste.tk “Para la sociedad está en juego algo mucho mayor si una minoría significativa pierde su fe en la escolaridad. Esto pondría en peligro la supervivencia no sólo del orden económico construido sobre la coproducción de bienes y demandas, sino igualmente del orden político construido sobre la nación-estado dentro del cual los estudiantes son dados a luz por la escuela. Nuestras alternativas posibles son harto claras (…….) Mientras un individuo no sea explícitamente consciente del carácter ritual del proceso a través del cual fue iniciado a las fuerzas que moldean su cosmos, no puede romper el conjuro y moldear un nuevo cosmos. Mientras no nos percatemos del ritual a través del cual la escuela moldea al consumidor progresivo -el recurso principal de la economía- no podemos romper el conjuro de esta economía y dar forma a una nueva” Este cuadernillo viene a poner en dialogo a dos autores contemporáneos que entregaron todos sus esfuerzos por develar los mecanismos de sumisión y construir proyectos alter- nativos y liberadoras para los sujetos oprimidxs. Grandes compañerxs de lucha, a ellos este homenaje: Paulo Freire e Ivan Illich. EDICIONES APESTOSAS COMPILACION DE TEXTOS APUNTES SOBRE EDUCACION POPULAR

La Escuela Como Dominacion

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  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

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    [email protected]

    www.lapeste.tk

    Para la sociedad est en juego algo mucho mayor si una minora significativa pierde su fe

    en la escolaridad. Esto pondra en peligro la supervivencia no slo del orden econmico

    construido sobre la coproduccin de bienes y demandas, sino igualmente del orden poltico

    construido sobre la nacin-estado dentro del cual los estudiantes son dados a luz por la

    escuela. Nuestras alternativas posibles son harto claras (.) Mientras un individuo no sea

    explcitamente consciente del carcter ritual del proceso a travs del cual fue iniciado a las

    fuerzas que moldean su cosmos, no puede romper el conjuro y moldear un nuevo cosmos.

    Mientras no nos percatemos del ritual a travs del cual la escuela moldea al consumidor

    progresivo -el recurso principal de la economa- no podemos romper el conjuro de esta

    economa y dar forma a una nueva

    Este cuadernillo viene a poner en dialogo a dos autores contemporneos que entregaron

    todos sus esfuerzos por develar los mecanismos de sumisin y construir proyectos alter-

    nativos y liberadoras para los sujetos oprimidxs. Grandes compaerxs de lucha, a ellos este

    homenaje: Paulo Freire e Ivan Illich.

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    EDICIONES APESTOSAS EDICIONES APESTOSAS

    COMPILACION DE TEXTOS

    APUNTES SOBRE EDUCACION POPULAR

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

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    Se incentiva la reproduccin, fotocopia y/o socializacin de este y cualquier otro cuadernillo o material

    publicado por nuestra editorial

    -La propiedad es un robo-

    En la guerrilla comunicacional, y todas las dems, nadie esta solo

    Saludos solidarios

    Ediciones apestosas, 2012

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    EDICIONES APESTOSAS

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    EDICIONES APESTOSAS

    1-. Accin cultural para la libertad, Paulo Freire...Pg. 4

    2-. La sociedad desescolarizada Por Ivan Illich - extractos y algunos captulos-

    Por qu debemos privar de apoyo oficial a la escuela? ...Pag.7

    La nueva alienacin ..Pag.11

    La potencialidad revolucionaria de la desescolarizacin.Pag.12

    Espectro institucional .Pag.15

    Las escuelas como falsos servicios de utilidad pblica ...Pag.20

    Compatibilidades irracionales..Pag.23

    *Ambos escritos son resmenes de las obras de estos dos autores contemporneos.

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    1-. Accin cultural para la libertad, Pensamiento y lenguaje en las sociedades

    dominadas. Paulo Freire

    Si nuestra opcin es por el hombre, la educacin, es por consiguiente, accin cultural

    para la libertad. Lo cual equivale a decir que la educacin es un acto de conocimiento

    y no de memorizacin. Este acto nunca podr ser considerado en su completa totali-

    dad, por ninguna teora mecanicista, por el hecho de que tales teoras no conciben a la

    educacin en general y a la alfabetizacin de adultos, en particular, como un acto de

    conocimiento. Por el contrario, reducen la prctica de la educacin a un conjunto de

    tcnicas, ingenuamente consideradas neutrales, por medio de las cuales el proceso

    educacional queda reducido a una operacin estril y burocrtica. Desde un punto de

    vista no dualista, pensamiento y lenguaje constituyen un todo, siempre referido a la

    realidad del sujeto pensante. Un autntico pensamiento-lenguaje es generado en la

    relacin dialctica que se da entre el sujeto y su realidad histrica y cultural concreta.

    En el caso de los procesos culturales alienados, caractersticos de las sociedades hu-

    manas dependientes o sociedades-objeto, el propio pensamiento-lenguaje est aliena-

    do; de ah se comprende el hecho de que estas sociedades no manifiesten un autnti-

    co pensamiento de s mismas, especialmente durante sus periodos histricos de alie-

    nacin ms agudos. El concepto de realidad de esas sociedades, no se corresponde

    con la realidad objetiva, sino con la realidad que se imagina el hombre alienado que

    las integra. Este concepto no es un instrumento efectivo para actuar sobre la realidad

    objetiva, con la cual el hombre alienado no se relaciona como un verdadero sujeto

    pensante, ni tampoco es un instrumento que pueda convertir en realidad lo que ste

    imagina y desea. Disociado de la accin implcita en el autntico pensamiento, esta

    manera de pensar se pierde en palabras intiles y falsas.

    Irresistiblemente atrado por el estilo de vida de la sociedad dominante, el hombre alie-

    nado es un hombre nostlgico, nunca comprometido verdaderamente con su mundo

    real. Aparenta ser ms de lo que es realmente, es una de sus aspiraciones alienadas.

    Su forma de pensar y la manera mediante la cual expresa el mundo, son generalmen-

    te, reflejos del pensamiento y de la expresin propia de la sociedad dominante. Su

    cultura alienada le impide entender que si pensamiento y su expresin del mundo, no

    pueden encontrar aceptacin ms all de sus fronteras, a menos que l sea leal hacia

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    EDICIONES APESTOSAS

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

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    nueva orientacin del trabajo de investigacin y una nueva compresin del estilo del

    estilo educacional de una contracultura emergente. La investigacin operacional trata

    ahora de optimizar la eficiencia de una estructura heredada un marco de referencia

    que jams se pone en tela de juicio. Este marco referencial tiene la estructura sintc-

    tica de un embudo para paquetes de enseanza. La alternativa respecto del mismo

    es una red o trama educacional para el montaje autnomo de recursos bajo el control

    personal de cada aprendiz. Esta estructura alternativa de una institucin educacional

    yace ahora en el punto ciego conceptual de nuestra investigacin operacional. Si la

    investigacin se enfocara en l, ello constituira una autntica revolucin cientfica. El

    punto ciego de los trabajos de investigacin en educacin refleja la parcialidad cultu-

    ral de una sociedad en la que el crecimiento tecnolgico se ha confundido con control

    tecnocrtico. Para el tecncrata, el valor de un entorno aumenta conforme pueda

    programarse un mayor nmero de contactos entre un hombre y su medio ambiente.

    En este mundo, las elecciones abiertas para el observador o el planificador conver-

    gen con las elecciones posibles para el llamado beneficiario en observacin. La liber-

    tad se reduce a la eleccin entre unas mercancas envasadas. La contracultura

    emergente afirma los valores del contenido semntico por encima de la eficiencia de

    una sintaxis mayor y ms rgida. Valoriza la riqueza de la connotacin por encima del

    poder de la sintaxis para producir riquezas. Valoriza la consecuencia imprevisible de

    la instruccin profesional. Esta reorientacin hacia la sorpresa personal con referen-

    cia a unos valores proyectados en instituciones perturbar el orden establecido hasta

    que podamos separar la creciente disponibilidad de herramientas tecnolgicas que

    facilitan el encuentro del creciente control del tecncrata sobre lo que ocurre cuando

    la gente se rene. Nuestras actuales instituciones educacionales estn al servicio de

    las metas del profesor. Las estructuras de relacin que necesitamos son las que per-

    mitan a cada hombre definirse l mismo aprendiendo y contribuyendo al aprendizaje

    de otros.

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    EDICIONES APESTOSAS

    su mundo particular. Slo en la medida en que ese hombre alcance a comprender, a

    sentir y a conocer su mundo particular, a travs de una experiencia prctica de trans-

    formacin colectiva del mismo, su pensamiento y su expresin ganarn un significado

    ms all de aquel mundo que lo dominaba. Esta conciencia de uno mismo y del mun-

    do, no es resultado de una eleccin puramente privada, sino de un proceso histrico,

    a travs del cual las sociedades-objeto, -algo ms rpidamente que las dems, debido

    a las transformaciones estructurales que experimentan,- se reflejan sobre s mismas y

    perciben su dependencia. Esos periodos histricos, que caracterizan la etapa de tran-

    sicin de dichas sociedades, son al mismo tiempo problemticos y creativos. En diver-

    sos grados de intensidad, dan testimonio de la emergencia de las masas y de su cla-

    morosa presencia en el proceso histrico. Esta presencia popular crea naturalmente

    un nuevo estilo de vida en la sociedad. Empieza por revelar las contradicciones inter-

    nas y externas de la sociedad-objeto, anteriormente no descubiertas por las masas ni

    tampoco por la denominada intelligentsia. De esa manera, la cultura alienada empie-

    za a ser objeto de riguroso juicio. Ciertos intelectuales comienzan a cambiar su opi-

    nin sobre la sociedad, descubriendo por primera vez su real estructura. Lo que el

    pensamiento alienado defina como la inferioridad intrnseca de las masas populares,

    ahora se reconoce objetivamente como el resultado de la propia alineacin, la cual es

    entendida como la manifestacin de una situacin de dominacin. Por consiguiente,

    en la medida en que la cultura alienada es puesta en tela de juicio, ms claramente se

    distingue la realidad opresora que la origino. Aparece una doble estructura. Por un

    lado, se advierte que la sociedad culturalmente alienada como un todo, es dependien-

    te de la sociedad que la oprime y a cuyos intereses econmicos y culturales sirve. Por

    otro lado, se comprende que adentro de la sociedad dominada, se impone un rgimen

    de opresin sobre las cuales ciertos casos son las mismas que en el exterior y, en

    otros, son las externas transformadas por una suerte de metstasis, en grupos de

    poder domsticos. En cada caso hay una dimensin fundamental para aquellas socie-

    dades, resultantes de una fase colonial: su cultura haba sido establecida y mantenida

    como una cultura del silencio. Aqu aparece nuevamente la doble estructura. Exter-

    namente, la sociedad alienada como un todo, considera como un simple objeto de la

    sociedad dominante, no es oda por la segunda. Al contrario, la metrpoli prescribe su

    palabra, dicta sus comunicados, silenciando efectivamente a las sociedad dominada.

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

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    Mientras tanto, dentro de la propia sociedad alienada, las masas se encuentran so-

    metidas al mismo tipo de silencio por capas dominantes. Cuando las masas popula-

    res superan la etapa de la fascinacin creada por el proceso social de su propia

    emergencia y lentamente anuncian, por medio de su accin poltica que estn acer-

    cndose a una etapa de suficiente organizacin como para poder romper definitiva-

    mente su humilde silencio, las capas dominantes tratan por todos los medios, de de-

    tener violentamente ese proceso. Y si las elites gobernantes carecen de poder para

    silenciar nuevamente a las masas, la sociedad dominante invitada o no, toma esa

    funcin bajo su responsabilidad. Por lo tanto, el tema fundamental para el Tercer

    Mundo que implica una tarea difcil pero no imposible para sus pueblos- es la con-

    quista de su derecho a tener voz para pronunciar su palabra. Slo entonces, la pala-

    bra de los que callan o de los que tienen la mera ilusin de hablar, podr convertirse

    en una autntica palabra. Conquistando el derecho a decir su palabra, el derecho a

    ser l mismo, asumiendo la direccin de su propio destino, el Tercer Mundo crear

    las condiciones actualmente no existentes para que aquellos que hoy tratan de se-

    guir silencindolo, acepten la necesidad de entrar en dilogo con l.

    La prctica educacional como una interpretacin del mundo y del hombre.

    La experiencia nos ensea a no dar por sentado que lo obvio es claramente entendi-

    do. Eso tambin sucede con una verdad evidente que importa mucho demostrarla

    toda vez que sea necesario: toda prctica educacional implica una postura terica

    por parte del educador. Y esta postura terica implica, - a veces ms, a veces menos

    implcitamente,- una interpretacin del mundo y del hombre. No podra ser de otra

    manera. El proceso de orientacin del hombre en el mundo no comprende solamente

    la asociacin de imgenes, como en los animales. Comprende, ante todo, pensa-

    miento-lenguaje; es decir, la posibilidad del acto de conocer a travs de la praxis, por

    medio de la cual el hombre es capaz de transformar la realidad. Para el hombre, ese

    proceso de orientacin en el mundo no puede ser entendido como un acontecimiento

    puramente subjetivo. Ni tampoco como un acontecimiento objetivo y mecnico. El

    proceso de orientacin en el mundo que el hombre vive a travs de su educacin es

    un acontecimiento permanente, en el cual la subjetividad y la objetividad estn uni-

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    EDICIONES APESTOSAS

    aula? O la de xtasis electrnico? O de sesiones peridicas de sensibilizacin?

    Todos los educadores estn prontos a conspirar para extender los muros del aula y

    agrandarla, con la meta de transformar la cultura completa en una escuela. Detrs de

    la retrica y el alboroto, la controversia sobre el futuro de la educacin que tiene lugar

    en Estados Unidos es ms conservadora que el debate en otros mbitos de la polti-

    ca comn. Respecto de las relaciones exteriores, por lo menos, una minora organi-

    zada nos recuerda constantemente que el pas debe renunciar a su papel como poli-

    ca del mundo. Los economistas radicales, y ahora incluso sus profesores, menos

    radicales, ponen en duda la conveniencia del crecimiento conjunto como meta. Hay

    grupos de presin para favorecer la medicina preventiva y no la curativa y otros pro-

    pugnan la fluidez en vez de la velocidad en el transporte. Slo en el mbito de la edu-

    cacin permanecen tan dispersas las voces articuladas que piden una desescolariza-

    cin radical de la sociedad. Existe una carencia de argumentacin persuasiva y de un

    liderazgo maduro encaminado a quitar el apoyo oficial a todas y cada una de las insti-

    tuciones que tienen por fin el aprendizaje obligatorio. Por el momento, la desescolari-

    zacin radical de la sociedad es todava una causa sin partido. Esto sorprende espe-

    cialmente en un periodo de resistencia creciente, aunque catica, a todas las formas

    de instruccin planificadas institucionalmente, por parte de los jvenes de doce a die-

    cisiete aos. Los innovadores educacionales siguen suponiendo que las instituciones

    educativas funcionan como embudos para los programas que ellos envasan. Para los

    fines de mi argumento da lo mismo el que estos embudos tengan la forma de un aula,

    de un transmisor de TV, o de una "zona liberada". Es igualmente ajeno al asunto el si

    los envases suministrados son ricos o pobres, calientes o fros, duros y mensurables

    (como Matemticas III), o imposibles de evaluar (como la sensibilizacin). Lo que

    interesa es que se suponga que la educacin es el resultado de un proceso institucio-

    nal dirigido por el educador. Mientras las relaciones continen siendo aquellas exis-

    tentes entre un proveedor y un consumidor, el trabajo de investigacin sobre educa-

    cin continuar siendo un proceso circular. Acumular pruebas cientficas en apoyo

    de la necesidad de ms paquetes educativos y de su despacho ms mortalmente

    exacto a cada cliente, tal como cierta rama de las ciencias sociales puede probar la

    necesidad del despacho de un mayor

    tratamiento militar. Una revolucin educacional se apoya en una doble inversin: una

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

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    ges trata de evocar el mareo que debe producir ese intento. Nos dice que los anima-

    les estn divididos en las clases: "(a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsama-

    dos, (c) amaestrados, (d) lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h)

    incluidos en esta clasificacin, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibu-

    jados con el pincel finsimo de pelo de camello, (l)etctera, (m) que acaban de romper

    el jarrn, (n) que de lejos parecen moscas." Ahora bien, semejante taxonoma no

    aparece a menos que alguien estime que puede servir para sus fines: en este caso,

    supongo, ese alguien era un cobrador de supuestos. Para l, al menos, esta taxono-

    ma bestiaria tiene que haber tenido sentido, tal como la taxonoma de objetos educa-

    cionales tiene sentido para los autores cientficos. La visin de los hombres dotados

    de una lgica tan inescrutable, y autorizados para evaluar su ganado, debe haberle

    producido al campesino un helado sentimiento de impotencia. Los estudiantes, por

    motivos parecidos, tienden a sentirse paranoicos cuando se someten seriamente a un

    currculum. Inevitablemente se asustan an ms que mi imaginario campesino chino,

    porque estn siendo marcados con un signo inescrutable. Este pasaje de Borges es

    fascinante, porque ahora evoca la lgica de la compatibilidad irracional que hace a

    las burocracias de Kafka y de Koestler tan siniestras y no obstante tan evocadoras de

    la vida cotidiana. La compatibilidad irracional hipnotiza a unos cmplices que estn

    dedicados a una exploracin mutuamente expediente y disciplinada. Es la lgica

    creada por la conducta burocrtica. Y se convierte en la lgica de una sociedad que

    exige que los administradores de sus instituciones educativas sean considerados p-

    blicamente responsables de la modificacin del comportamiento que producen en sus

    clientes. Los estudiantes que pueden ser motivados a valorizar los paquetes educati-

    vos que sus profesores les obligan a consumir son comparables a los campesinos

    chinos que pueden ajustar sus rebaos al formulario de impuestos que ofrece Bor-

    ges. Durante el transcurso de las dos ltimas generaciones triunf en algn momento

    en la cultura norteamericana un compromiso con la terapia, y vino a considerarse a

    los profesores como los terapeutas cuyas recetas todos los hombres necesitan, si es

    que desean gozar de la libertad y la igualdad con las cuales, segn la Constitucin,

    han nacido Ahora los profesores-terapeutas siguen adelante al proponer como paso

    siguiente el tratamiento educacional vitalicio. El estilo de este tratamiento est sujeto

    a discusin: Debiera adoptar la forma de una asistencia sostenida de los adultos al

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    EDICIONES APESTOSAS

    das. La orientacin en el mundo, entendida de esta manera, coloca la cuestin de los

    propsitos de la accin en el nivel de la percepcin crtica de la realidad. Mientras

    que el ser simplemente vive no es capaz de reflexionar sobre s mismo y de conocer

    su vida en el mundo, el sujeto existente reflexiona sobre su vida dentro del dominio

    de la existencia, y cuestiona su relacin con el mundo. Este dominio de la existencia

    es el dominio del trabajo, de la historia, de la cultura, de los valores, - el dominio en el

    cual el hombre experimenta la dialctica entre el determinismo y la libertad. El hom-

    bre sera solamente un ser determinado, incapaz de pensar en trminos de su libera-

    cin, si no pudiera romper su adherencia al mundo y emerger de l, como una con-

    ciencia constituida en la re-ad-miracin del mundo como su objeto. Slo los seres

    que logran reflexionar sobre el hecho de su determinacin, son capaces de liberarse.

    Su reflexin no da como resultado apenas una vaga conciencia, sino el ejercicio de

    una accin profundamente transformadora sobre la realidad determinada.

    2-. La sociedad desescolarizada - extractos y algunos captulos

    Por qu debemos privar de apoyo oficial a la escuela? Por Ivan Illich

    Muchos estudiantes, en especial los que son pobres, saben intuitivamente qu hacen

    por ellos las escuelas. Los adiestran a confundir proceso y sustancia. Una vez que

    estos dos trminos se hacen indistintos, se adopta una nueva lgica: cuanto ms tra-

    tamiento haya, tanto mejor sern los resultados. Al alumno se le "escolariza" de ese

    modo para confundir enseanza con saber, promocin al curso siguiente con educa-

    cin, diploma con competencia, y fluidez con capacidad para decir algo nuevo. A su

    imaginacin se la "escolariza" para que acepte servicio en vez de valor. Se confunde

    el tratamiento mdico tomndolo por cuidado de la salud, el trabajo social por mejora-

    miento de la vida comunitaria, la proteccin policial por tranquilidad, el equilibrio mili-

    tar por seguridad nacional, la mezquina lucha cotidiana por trabajo productivo. La

    salud, el saber, la dignidad, la independencia y el quehacer creativo quedan definidos

    como poco ms que el desempeo de las instituciones que afirman servir a estos

    fines, y su mejoramiento se hace dependiente de la asignacin de mayores recursos

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    8

    a la administracin de hospitales, escuelas y dems organismos correspondientes.

    En estos ensayos, mostrar que la institucionalizacin de los valores conduce inevita-

    blemente a la contaminacin fsica, a la polarizacin social y a la impotencia psicol-

    gica: tres dimensiones en un proceso de degradacin global y de miseria moderniza-

    da. Explicar cmo este proceso de degradacin se acelera cuando unas necesida-

    des no materiales son transformadas en demanda de bienes; cuando a la salud, a la

    educacin, a la movilidad personal, al bienestar o a la cura psicolgica se las define

    como el resultado de servicios o de "tratamientos". Hago esto porque creo que la ma-

    yora de las investigaciones actualmente en curso acerca del futuro tienden a abogar

    por incrementos an mayores en la institucionalizacin de valores y que debemos

    definir algunas condiciones que permitieran que ocurriese precisamente lo contrario.

    Precisamos investigaciones sobre el posible uso de la tecnologa para crear institu-

    ciones que atiendan a la accin recproca, creativa y autnoma entre personas y a la

    emergencia de valores que los tecncratas no puedan controlar sustancialmente. Ne-

    cesitamos investigacin en lneas generales para la futurologa actual. Quiero suscitar

    la cuestin general acerca de la mutua definicin, de la naturaleza del hombre y de la

    naturaleza de las instituciones modernas, que caracteriza nuestra visin del mundo y

    nuestro lenguaje. Para hacerlo, he elegido a la escuela como mi paradigma, y por

    consiguiente trato slo indirectamente de otros organismos burocrticos del Estado

    corporativo: la familia consumidora, el partido, el ejrcito, la iglesia, los medios infor-

    mativos. Mi anlisis del currculum oculto de la escuela debera poner en evidencia

    que la educacin pblica se beneficiara con la desescolarizacin de la sociedad, tal

    como la vida familiar, la poltica, la seguridad, la fe y la comunicacin se beneficiaran

    con un proceso anlogo. En este primer ensayo, comienzo mi anlisis tratando de dar

    a entender qu es lo que la desescolarizacin de una sociedad escolarizada podra

    significar. En este contexto, debiera ser ms fcil entender mi eleccin de los cinco

    aspectos especficos pertinentes respecto de este proceso, los cuales abordar en

    los captulos siguientes. No slo la educacin sino la propia realidad social han llega-

    do a ser escolarizadas. Cuesta ms o menos lo mismo el escolarizar tanto al rico co-

    mo al pobre en igual dependencia. Tanto el pobre como el rico dependen de escuelas

    y hospitales que guan sus vidas, forman su visin del mundo y definen para ellos qu

    es legtimo y qu no lo es. Ambos consideran irresponsable el medicamentarse uno

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    EDICIONES APESTOSAS

    nativas educacionales propuestas convergen hacia metas que son inmanentes a la

    produccin del hombre cooperativo cuyas necesidades individuales se satisfacen

    mediante su especializacin en el sistema estadunidense: estn orientadas hacia el

    mejoramiento de lo que yo llamo -a falta de una mejor expresin- la sociedad escola-

    rizada. Incluso los crticos aparentemente radicales del sistema escolar no estn dis-

    puestos a abandonar la idea de que tienen una obligacin para con los jvenes, es-

    pecialmente para con los pobres, la obligacin de hacerlos pasar por un proceso,

    sea mediante amor o sea mediante odio, para meterlos en una sociedad que necesi-

    ta especializacin disciplinada por parte tanto de sus productores como de sus con-

    sumidores y asimismo necesita el pleno compromiso de todos ellos con la ideologa

    que antepone a todo crecimiento econmico. La disensin enmascara la contradic-

    cin inherente en la idea misma de la escuela. Los sindicatos establecidos de profe-

    sores, los brujos de la tecnologa y los movimientos de liberacin escolar refuerzan el

    compromiso de la sociedad entera con los axiomas fundamentales de un mundo es-

    colarizado, ms o menos del modo en que muchos movimientos pacifistas y de pro-

    testa refuerzan el compromiso con sus miembros -sean negros, mujeres, jvenes o

    pobres- con la bsqueda de justicia mediante el crecimiento del ingreso nacional bru-

    to. Es fcil anotar algunos de los postulados que ahora pasan inadvertidos a la crti-

    ca. En primer lugar est la creencia compartida de que la conducta que se ha adqui-

    rido ante los ojos de un pedagogo es de especial valor para el alumno y de especial

    provecho para la sociedad. Esto ser relacionado con el supuesto de que hombre

    social nace slo en la adolescencia, y que nace adecuadamente slo si madura la

    escuela-matriz, que algunos desean hacer dulce mediante ellaissez-faire, otros quie-

    ren llenar de artilugios mecnicos y unos terceros buscan barnizar con una tradicin

    liberal. Est finalmente una visin comn de la juventud, psicolgicamente romntica

    y polticamente conservadora. Segn est visin, los cambios de la sociedad deben

    llevarse a cabo agobiando a los jvenes con la responsabilidad de transformarla -

    pero slo despus de haber sido liberados de la escuela en su da. Para una socie-

    dad fundada en tales postulados es fcil ir creando un sentido de su responsabilidad

    respecto de la educacin de la nueva generacin, y esto inevitablemente significa

    que algunos hombres pueden fijar, especificar y evaluar las metas personales de

    otros. En un "prrafo tomado de una enciclopedia china imaginaria" Jorge Luis Bor-

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    24

    superando el de los alumnos. El compromiso que Estados Unidos ha contrado de

    educar obligatoriamente a sus menores se demuestra tan vano como el pretendido

    compromiso norteamericano de democratizar obligatoriamente a los vietnamitas. Las

    escuelas convencionales obviamente no pueden hacerlo. El movimiento pro escuela

    libre seduce a los educadores no convencionales, pero en definitiva lo hace en apoyo

    de la ideologa convencional de la escolarizacin. Y lo que prometen los tecnlogos

    de la educacin, a saber, que sus investigaciones y desarrollo -si se les dota de fon-

    dos suficientes- pueden ofrecer alguna especie de solucin final a la resistencia de la

    juventud contra el aprendizaje obligatorio, suena tan confiado y demuestra ser tan

    fatuo como las promesas hechas por los tecnlogos militares. Desde los comienzos

    de este siglo, las escuelas han sido protagonistas del control social por una parte y

    de la cooperacin libre por la otra, ponindose ambos aspectos al servicio del la

    "buena sociedad" a la que se concibe como una estructura corporativa altamente or-

    ganizada y de suave funcionamiento. Sometidos al impacto de una urbanizacin in-

    tensa, los nios se convierten en un recurso natural que han de moldear las escuelas

    para luego alimentar la mquina industrial. Las polticas progresistas y el culto a la

    eficiencia coincidieron con el crecimiento de la escuela pblica estadunidense. La

    orientacin vocacional y la junior highschool fueron dos importantes resultados de

    este tipo de conceptos. Parece, por consiguiente, que el intento de producir cambios

    especficos en el comportamiento, que puedan medirse y de los que pueda responsa-

    bilizarse al encargado del proceso, es slo el anverso de la medalla, cuyo reverso es

    la pacificacin de la nueva generacin dentro de enclaves especialmente proyecta-

    dos que los inducirn a entrar en el sueo de sus mayores. Estos seres pacificados

    en sociedad estn bien descritos por Dewey, quien quiere que "hagamos de cada

    una de nuestras escuelas una vida comunitaria en embrin, activa, con tipos de ocu-

    paciones que reflejen la vida de la sociedad en pleno, y la impregnen con el espritu

    del arte, de la historia, de la ciencia". Bajo esta perspectiva histrica, sera un grave

    error el interpretar la actual controversia a tres bandas entre el establecimiento esco-

    lar, los tecnlogos de la educacin y las escuelas libres como el preludio de una revo-

    lucin en la educacin. Esta controversia refleja ms bien una etapa de un intento

    para convertir a grandes trancos un viejo sueo y convertir finalmente todo aprendi-

    zaje valedero en el resultado de una enseanza profesional. La mayora de las alter-

    9

    EDICIONES APESTOSAS

    mismo, y ven a la organizacin comunitaria, cuando no es pagada por quienes deten-

    tan la autoridad, como una forma de agresin y subversin. Para ambos grupos, el

    apoyarse en el tratamiento institucional hace sospechoso el logro independiente.

    Por doquiera, no tan slo la educacin sino la sociedad en conjunto, necesitan

    "desescolarizacin". Las burocracias del bienestar social pretenden un monopolio

    profesional, poltico y financiero sobre la imaginacin social, fijando normas sobre qu

    es valedero y qu es factible. Este monopolio est en las races de la modernizacin

    de la pobreza. Cada necesidad simple para la cual se halla una respuesta institucio-

    nal permite la invencin de una nueva clase de pobres y una nueva definicin de la

    pobreza. Ahora, el comenzar y acabar la vida en casa se convierten en signos, ya sea

    de pobreza, ya sea de privilegio especial. El morir y la muerte han venido a quedar

    bajo la administracin institucional del mdico y de los empresarios de pompas fne-

    bres. Una vez que una sociedad ha convertido ciertas necesidades bsicas en de-

    mandas de bienes producidos cientficamente, la pobreza queda definida por normas

    que los tecncratas cambian a su tamao. La pobreza se refiere entonces a aquellos

    que han quedado cortos respecto de un publicitado ideal de consumo en algn aspec-

    to importante. En Mxico son pobres aquellos que carecen de tres aos de escolari-

    dad; y en Nueva York aquellos que carecen de doce aos. Los pobres siempre han

    sido socialmente impotentes. El apoyarse cada vez ms en la atencin y el cuidado

    institucionales agrega una nueva dimensin a su indefensin: la impotencia psicolgi-

    ca, la incapacidad de valerse por s mismos. Los campesinos del altiplano andino son

    explotados por el terrateniente y el comerciante -una vez que se asientan en Lima

    llegan a depender, adems, de los jefazos polticos y estn desarmados por su falta

    de escolaridad. La pobreza moderna conjuga la prdida del poder sobre las circuns-

    tancias con una prdida de la potencia personal. Esta modernizacin de la pobreza es

    un fenmeno mundial y est en el origen del sub desarrollo contemporneo. Adopta

    aspectos diferentes, por supuesto, en pases ricos y pases pobres. Probablemente

    se siente ms intensamente en las ciudades estadunidenses. En parte alguna se otor-

    ga un tratamiento ms costoso a la pobreza. En ninguna otra parte el tratamiento de

    la pobreza produce tanta dependencia, ira, frustracin y nuevos requerimientos. Y en

    ninguna otra parte podra ser tan evidente que la pobreza -una vez modernizada- ha

    llegado a hacerse resistente al tratamiento con dlares tan slo, y que requiere una

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    10

    revolucin institucional. La sociedad contempornea es el resultado de diseos e in-

    tenciones conscientes, y las oportunidades educativas han de ser incorporadas a

    esos diseos. Ahora disminuir la confianza que depositamos en la instruccin espe-

    cializada y a tiempo completo a travs de la escuela, y hemos de hallar nuevas ma-

    neras de aprender y ensear: la calidad educativa de todas las instituciones debe

    aumentar una vez ms. Pero sta es una previsin muy ambigua. Podra significar

    que los hombres de la ciudad moderna sern cada da ms las vctimas de un proce-

    so eficaz de instruccin total y manipulacin una vez que estn privados incluso del

    tenue asomo de independencia crtica que proporcionan hoy en da las escuelas libe-

    rales, cuando menos a algunos de sus alumnos. Podra significar tambin que los

    hombres se escudarn menos tras certificados adquiridos en la escuela y adquirirn

    as valor para ser "respondones" y controlar e instruir de ese modo a las instituciones

    en que participen. Para lograr esto ltimo debemos aprender a valorar el valor social

    del trabajo y del ocio por el toma y daca educativo que posibilitan. La participacin

    efectiva en la poltica de una calle, de un puesto de trabajo, o de un hospital es por lo

    tanto el mejor cartabn para evaluar su nivel como instituciones educativas.

    El mayor obstculo en el camino de una sociedad que educa verdaderamente lo defi-

    ni muy bien un amigo mo, negro de Chicago, quien me dijo que nuestra imagina-

    cin estaba "totalmente escuelada". Permitimos al Estado verificar las deficiencias

    educativas universales de sus ciudadanos y establecer un organismo especializado

    para tratarlos. Compartimos as la ilusin de que podemos distinguir entre qu es

    educacin necesaria para otros y qu no lo es, tal como generaciones anteriores es-

    tablecieron leyes, las cuales definan qu era sagrado y qu profano. Durkheim reco-

    noci que esta capacidad para dividir la realidad social en dos mbitos era la esencia

    misma de la religin formal. Existen -razon- religiones sin lo sobrenatural y religiosas

    sin Dios, pero no hay ninguna que no subdivida el mundo en cosas, tiempo y perso-

    nas que son sagradas y en otras que por consecuencia son profanas. Este penetran-

    te alcance de Durkheim puede aplicarse a la sociologa de la educacin, pues la es-

    cuela es radicalmente divisoria de manera parecida. La existencia misma de las es-

    cuelas obligatorias divide cualquier sociedad en dos mbitos: ciertos lapsos, proce-

    sos, tratamientos y profesiones son "acadmicos" y "pedaggicos", y otros no lo son.

    As, el poder de la escuela para dividir la realidad social no conoce lmites: la educa-

    23

    EDICIONES APESTOSAS

    nes humanas recprocas. Una economa de bienes duraderos es exactamente lo con-

    trario de una economa fundada en la obsolescencia programada. Una economa de

    bienes duraderos significa una restriccin en la lista de mercancas. Los bienes ha-

    bran de ser de especie tal que diesen un mximo de oportunidad para "actuar" en

    algo con ellos: artculos hechos para montarlos uno mismo, para auto ayudarse, para

    su reempleo y reparacin. El complemento de una lista de bienes durables, repara-

    bles y reutilizables no es un aumento de servicios producidos institucionalmente, sino

    ms bien una estructura institucional que eduque constantemente a la accin, a la

    participacin, a la autoayuda. El movimiento de nuestra sociedad desde el presente -

    en el cual todas las instituciones gravitan hacia una burocracia postindustrial- aun

    futuro de convivialidad postindustrial -en el cual la intensidad de la accin preponde-

    rara sobre la produccin- debe comenzar con una renovacin del estilo de las institu-

    ciones de servicio y, antes que nada, por una renovacin de la educacin. Un futuro

    que es deseable y factible depende de nuestra disposicin a invertir nuestro saber

    tecnologico en el desarrollo de instituciones conviviales. En el terreno de las investi-

    gaciones sobre educacin, esto equivale a exigir que se trastruequen las tendencias

    actuales.

    Compatibilidades irracionales

    Creo que la crisis contempornea de la educacin nos obliga ms bien a modificar la

    idea misma de un aprendizaje pblicamente prescrito, que no los mtodos usados

    para hacerlo cumplir. La proporcin de desertores -especialmente de alumnos de los

    primeros aos de bachillerato y de maestros primarios- seala que las bases estn

    pidiendo un enfoque totalmente nuevo. El "practicante de aula" que estima ser un

    profesor liberal est siendo cada vez ms atacado por todos lados. El movimiento pro

    escuela libre, que confunde disciplina con adoctrinamiento, le ha adjudicado el papel

    de elemento destructivo y autoritario. El tecnlogo educacional demuestra sostenida-

    mente la inferioridad del profesor para medir y modificar la conducta. Y la administra-

    cin escolar para la cual trabaja le obliga a inclinarse ante Summerhill como ante

    Skinner, poniendo en evidencia que el aprendizaje obligatorio no puede ser una em-

    presa liberal. No debe causar asombro que el ndice de maestros desertores est

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    22

    cuyo origen est en su hacedor y no en la cosa. El hacer siempre tiene una finalidad

    que no es l mismo, y no as la accin, puesto que la buena accin es en s misma un

    fin. La perfeccin en el hacer es un arte, la perfeccin en el actuar una virtud."2 La

    palabra que Aristteles us para hacer fue poesis, y la que us para actuar, praxis. El

    movimiento hacia la derecha de una institucin indica que se la est reestructurando

    para aumentar su capacidad de "hacer", mientras que si se desplaza hacia la izquier-

    da indica que se la est reestructurando para permitir un mayor "actuar" o "praxis". La

    tecnologa moderna ha aumentado la capacidad del hombre para dejar a las mqui-

    nas del "hacer" cosas, ha aumentado el tiempo que puede dedicar a "actuar". El

    "hacer" las cosas cotidianas imprescindibles ha dejado de ocupar su tiempo. El des-

    empleo es la consecuencia de esta modernizacin: es la ociosidad del hombre para

    quien no hay nada que "hacer" y que no sabe cmo "actuar". El desempleo es la triste

    ociosidad del hombre que, al revs de Aristteles, cree que hacer cosas, o trabajar,

    es virtuoso y que la ociosidad es mala. El desempleo es la experiencia del hombre

    que ha sucumbido a la tica protestante. Segn Weber, el hombre necesita el ocio

    para poder trabajar. Segn Aristteles, el trabajo es necesario para poder tener ocio.

    La tecnologa proporciona al hombre tiempo discrecional que puede llenar ya sea

    haciendo, ya sea actuando. Toda nuestra cultura tiene abierta ahora la opcin entre

    un triste desempleo o un ocio feliz. Depende del estilo de institucional que la cultura

    elija. Esta eleccin habra sido inconcebible en una cultura antigua fundada en la agri-

    cultura campesina o en la esclavitud. Ha llegado a ser inevitable para el hombre post-

    industrial. Una manera de llenar el tiempo disponible es estimular mayores demandas

    de consumo de bienes y, simultneamente de produccin de servicios. Lo primero

    implica una economa que proporciona una falange cada vez mayor de cosas siem-

    pre novedosas que pueden hacerse, consumirse y someterse a reciclaje. Lo segundo

    implica el vano intento de "hacer" acciones virtuosas, haciendo aparecer como tales

    los productos de las instituciones de "servicios". Esto conduce a la identificacin de la

    escolaridad con la educacin, del servicio mdico con la salud, del mirar programas

    con la recreacin, de la velocidad con la locomocin eficaz. La primera opcin lleva

    ahora el apodo de desarrollo. La manera radicalmente alternativa de llenar el tiempo

    disponible consiste en una gama limitada de bienes ms durables y en proporcionar

    acceso a instituciones que puedan aumentar la oportunidad y apetencia de las accio-

    11

    EDICIONES APESTOSAS

    cin se hace no terrenal, en tanto que el mundo se hace no educacional. A partir de

    Bonhoeffer, los telogos contemporneos han sealado la confusin que reina hoy en

    da entre el mensaje bblico y la religin institucionalizada. Sealan la experiencia que

    la libertad y la fe cristianas suelen ganar con secularizacin. Sus afirmaciones suenan

    inevitablemente blasfemas para muchos clrigos. Es incuestionable que el proceso

    educativo ganar con la desescolarizacin de la sociedad aun cuando esta exigencia

    les suene a muchos escolares como una traicin a la cultura. Pero es la cultura mis-

    ma la que est siendo apagada hoy a las escuelas. La secularizacin de la fe cristia-

    na depende de la dedicacin que pongan en ello los cristianos arraigados en la Igle-

    sia. De manera muy parecida, la desescolarizacin de la educacin depende del lide-

    razgo de quienes se criaron en las escuelas. El currculum que cumplieron no puede

    servirles como excusa para la tarea: cada uno de nosotros sigue siendo responsable

    de lo que se ha hecho por l, aun cuando puede que no sea capaz sino de aceptar

    esta responsabilidad y servir de advertencia para otros

    La nueva alienacin

    La escuela no slo es la Nueva Religin Mundial. Es tambin el mercado de trabajo

    de crecimiento ms veloz del mundo. La tecnificacin de los consumidores ha llegado

    a ser el principal sector del crecimiento de la economa. Conforme el coste de la pro-

    duccin disminuye en las naciones ricas, se produce una concentracin creciente de

    capital y trabajo en la vasta empresa de equipar al hombre para un consumo discipli-

    nado. Durante la dcada pasada las inversiones de capital relacionadas directamente

    con el sistema escolar aumentaron con velocidad incluso mayor que los gastos para

    defensa. El desarme tan slo acelerara el proceso por el cual la industria del aprendi-

    zaje se encamina al centro de la economa nacional. La escuela proporciona oportu-

    nidades ilimitadas para el derroche legitimizado, mientras su destructividad para inad-

    vertida y crece el coste de los paliativos. Si a quienes asisten a jornada completa

    agregamos los que ensean a jornada completa, nos percatamos de que esta llama-

    da superestructura ha llegado a ser el principal patrono de la sociedad. En el esque-

    ma tradicional, la alienacin era una consecuencia directa de que el trabajo se convir-

    tiera en labor asalariada que privaba al hombre de su oportunidad para crear y re-

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    12

    crearse. Ahora los menores son pre alienados por escuelas que los aslan mientras

    pretenden ser tanto productores como consumidores de su propio crecimiento, al que

    se concibe como una mercanca que se echa al mercado de la escuela. La escuela

    hace a la alienacin preparatoria para la vida, privando as a la educacin de realidad

    y al trabajo de la creatividad. La escuela prepara para la alienante institucionalizacin

    de la vida al ensear las necesidades de ser enseado. Una vez que se aprende esta

    leccin, la gente pierde su incentivo para desarrollarse con independencia; ya no se

    encuentra atractivos en relacionarse y se cierra a las sorpresas que la vida ofrece

    cuando no est predeterminada por la definicin institucional. Y la escuela emplea

    directa o indirectamente a un mayor parte de la poblacin. La escuela o bien guarda a

    la gente de por vida o asegura el que encajen en alguna otra institucin. La Nueva

    Iglesia Mundial es la industria del conocimiento, proveedora de opio y banco de traba-

    jo durante un nmero creciente de aos de la vida de un individuo. La desescolariza-

    cin es por consiguiente fundamental para cualquier movimiento de liberacin del

    hombre.

    La potencialidad revolucionaria de la desescolarizacin

    La escuela no es de ningn modo, por cierto, la nica institucin moderna cuya finali-

    dad primaria es moldear la visin de la realidad en el hombre. El currculum escondi-

    do de la vida familiar, de la conscripcin militar, del llamado profesionalismo o de los

    medios informativos desempea un importante papel en la manipulacin institucional

    de la visin del mundo que tiene el hombre, de sus lenguajes y de sus demandas.

    Pero la escuela esclaviza ms profunda y sistemticamente, puesto que slo a ella se

    le acredita la funcin principal de formar el juicio crtico y, paradjicamente, trata de

    hacerlo haciendo que el aprender sobre s mismo, sobre los dems y sobre la natura-

    leza, dependa de un proceso pre empacado. La escuela nos alcanza de manera tan

    ntima que ninguno puede esperar ser liberado de ella mediante algo externo. Muchos

    de lo que se autodenominan revolucionarios son vctimas de la escuela. Incluso ven

    la "liberacin" como el producto de algo institucional. Slo al librarse uno mismo de la

    escuela se disipa esa ilusin. El descubrimiento de que la mayor parte del aprendizaje

    no requiere enseanza no puede ser ni manipulado ni planificado. Cada uno de noso-

    21

    EDICIONES APESTOSAS

    burocrticas, auto justificantes y manipulativas. Lo mismo les ocurri a los sistemas

    de seguridad social, a los sindicatos, a las principales iglesias y cuerpos diplomti-

    cos, a la atencin de los ancianos y a los servicios fnebres. Por ejemplo, hoy en da

    hay un mayor parecido entre los sistemas escolares de Colombia, Inglaterra, la Unin

    Sovitica y Estados Unidos, que entre las escuelas de este ltimo de fines del siglo

    pasado a las de hoy o las de Rusia en ese tiempo. Las escuelas son hoy obligatorias,

    sin trmino definido y competitivo. Esa misma convergencia en el estilo institucional

    afecta a la atencin mdica, la comercializacin, la administracin de personal y la

    vida poltica. Todos estos procesos institucionales tienden a apilarse en el extremo

    manipulativo del espectro. La consecuencia de esta convergencia de instituciones es

    una fusin de burocracias mundiales. El estilo, el sistema de ordenamiento jerrquico

    y la parafernalia (desde el libro de texto al computador) estn normalizados en los

    consejos de planificacin de Costa Rica o de Afganistn, segn los modelos de Euro-

    pa Occidental. Las burocracias parecen centrarse en todas partes en la misma tarea:

    promover el crecimiento de las instituciones de la derecha. Se ocupan de la fabrica-

    cin de cosas, la fabricacin de normas rituales y la fabricacin -y remodelacin- de

    la "verdad ejecutiva", la ideologa o fiat que establece el valor presente que debiera

    atribuirse a lo que ellas producen. La tecnologa proporciona a estas burocracias un

    poder creciente a la mano derecha de la sociedad. La mano izquierda parece marchi-

    tarse y no porque la tecnologa sea menos capaz de aumentar el mbito de la activi-

    dad humana y de proporcionar tiempo para el despliegue de la imaginacin individual

    y para la creatividad personal, sino porque ese uso de la tecnologa no aumenta el

    poder de la lite que la administra. El director de correos no tiene control sobre el uso

    esencial de ese servicio; la telefonista o el directivo de la compaa telefnica care-

    cen de poder para impedir que se preparen adulterios, asesinatos o subversiones

    usando sus lneas. En la eleccin entre la derecha y la izquierda institucional est en

    juego la naturaleza misma de la vida humana. El hombre debe elegir entre el ser rico

    en cosas o el tener libertad para usarlas. Debe elegir entre estilos alternativos de

    vida y programas conexos de produccin. Aristteles ya haba descubierto que

    "hacer y actuar" son diferentes, y de hecho tan diferentes que lo uno jams incluye lo

    otro. "Porque ni es el actuar una manera de hacer, ni el hacer una manera del verda-

    dero actuar. La arquitectura [techne] es una manera de hacer... dar nacimiento a algo

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    20

    anlisis ms dilatado, pues conduce directamente a la institucin derechista en la que

    estoy ms interesado, a saber, la escuela.

    Las escuelas como falsos servicios de utilidad pblica

    Al igual que las carreteras, las escuelas dan a primera vista, la impresin de estar

    igualmente abiertas para todos los interesados. De hecho estn abiertas slo para

    quienes renueven sin cejar sus credenciales. As como las carreteras crean la impre-

    sin de que su nivel actual de costes anuales es necesario para que la gente pueda

    moverse, as se supone que las escuelas son indispensables para alcanzar la compe-

    tencia que exige una sociedad que use la tecnologa moderna.

    Las escuelas se fundan en la hiptesis de que el aprendizaje es el resultado de la en-

    seanza curricular. Las escuelas pervierten la natural inclinacin a desarrollarse y

    aprender convirtindola en la demanda de instruccin. La demanda de una madurez

    manufacturada es la abnegacin mucho mayor de la actividad iniciada por uno mismo

    que la demanda de bienes manufacturados. Las escuelas no slo estn a la derecha

    de las escuelas y los coches; tienen su lugar cerca del extremo del espectro institucio-

    nal ocupado por los asilos totales. Incluso los productores de recuentos de cuerpos

    matan solamente cuerpos. Al hacer que los hombres abdiquen de la responsabilidad

    de su propio desarrollo, la escuela conduce a muchos a una especie de suicidio espiri-

    tual. La escuela, en cambio, es un sistema perfecto de tributacin regresiva, en la que

    los privilegios cabalgan sobre el lomo de todo el pblico pagador. La escuela fija un

    gravamen por cabeza sobre la promocin. El desertor escolar carece de va alternati-

    va.

    El anlisis de las instituciones segn su actual emplazamiento en un espectro conti-

    nuo izquierda-derecha me permite esclarecer mi conviccin de que el cambio social

    fundamental debe comenzar con un cambio en la conciencia que se tiene de las insti-

    tuciones y explicar por qu la dimensin de un futuro viable recae en el rejuveneci-

    miento del estilo institucional. Durante la dcada 1960-70, unas instituciones, nacidas

    en diversas pocas despus de la Revolucin Francesa, llegaron a su vejez; los siste-

    mas de escuelas pblicas fundados en la poca de Jefferson o de Atatrk, junto con

    otras que se iniciaron despus de la Segunda Guerra Mundial, se hicieron todas ellas

    13

    EDICIONES APESTOSAS

    tros es responsable de su propia desescolarizacin, y slo nosotros tenemos el poder

    de hacerlo. No puede excusarse a nadie si no logra liberarse de la escolarizacin. El

    pueblo no pudo liberarse de la Corona sino hasta que al menos algunos de ellos se

    hubieron liberado de la Iglesia establecida. No pueden liberarse del consumo progre-

    sivo hasta que no se liberen de la escuela obligatoria. Todos estamos metidos en la

    escolarizacin, tanto desde el aspecto de la produccin como desde el del consumo.

    Estamos supersticiosamente convencidos de que el buen aprendizaje puede y debe-

    ra producirse en nosotros -y de que podemos producirlo en otros. Nuestro intento de

    desligarnos del concepto de la escuela revelar la resistencia que hallamos en noso-

    tros mismos cuando tratamos de renunciar al consumo ilimitado y a la ubicua suposi-

    cin de que a los otros se les puede manipular por su propio bien. Nadie est total-

    mente exento de explotar a otros en el proceso de la escolarizacin. La escuela es el

    ms grande y ms annimo de todos los patrones. De hecho es el mejor empleo de

    un nuevo tipo de empresa, sucesora del gremio, de la fbrica y de la sociedad anni-

    ma.

    Un movimiento de liberacin que se inicie en la escuela, y sin embargo est fundado

    en maestros y alumnos como explotados y explotadores simultneamente, podra

    anticiparse a las estrategias revolucionarias del futuro; pues un programa radical de

    desescolarizacin podra adiestrar a la juventud en el nuevo estilo de revolucin nece-

    saria para desafiar a un sistema social que exhibe una "salud", una "riqueza" y una

    "seguridad" obligatorias. Los riegos de una rebelin contra la escuela son imprevisi-

    bles, pero no son tan horribles como lo de una revolucin que se inicie en cualquier

    otra institucin principal. La escuela todava no est organizada para defenderse con

    tanta eficacia como una nacin-estado, o incluso una gran sociedad annima. La libe-

    racin de la opresin de las escuelas podra se incruenta. Las armas del vigilante es-

    colar y de sus aliados en los tribunales y en las agencias de empleo podran tomar

    medidas muy crueles contra l o la delincuente individual, especialmente si fuese po-

    bre, pero podran ser a su vez impotentes al surgir un movimiento de masas. La es-

    cuela se ha convertido en un problema social; est siendo atacada por todas partes, y

    los ciudadanos y los gobiernos patrocinan experimentos no convencionales en todo el

    mundo. Recurren a inslitos expedientes estadsticos a fin de preservar la fe y salvar

    las apariencias.

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    14

    Para la sociedad est en juego algo mucho mayor si una minora significativa pierde

    su fe en la escolaridad. Esto pondra en peligro la supervivencia no slo del orden

    econmico construido sobre la coproduccin de bienes y demandas, sino igualmente

    del orden poltico construido sobre la nacin-estado dentro del cual los estudiantes

    son dados a luz por la escuela. Nuestras alternativas posibles son harto claras. O

    continuamos creyendo que el aprendizaje institucionalizado es un producto que justi-

    fica una inversin ilimitada, o redescubrimos que la legislacin, la planificacin y la

    inversin, si de alguna manera encajan en la educacin formal, debieran usarse prin-

    cipalmente para derribar las barreras que ahora obstaculizan las posibilidades de

    aprendizaje, el cual slo puede ser una actividad personal. En una sociedad escolari-

    zada, el hacer guerras y la represin civil encuentran una justificacin racional educa-

    tiva. La guerra pedaggica al estilo de Vietnam se justificar cada vez ms como la

    nica manera de ensear a la gente el valor superior del progreso inacabable. La

    represin ser considerada como un empeo de misioneros por apresurar la venida

    del Mesas mecnico. Ms y ms pases recurrirn a la tortura pedaggica puesta ya

    en prctica en Brasil y Grecia. Esta tortura pedaggica no se usa para extraer infor-

    macin o para satisfacer las necesidades psquicas de unos sdicos. Se apoya en el

    terror aleatorio para romper la integridad de toda una poblacin y convertirla en un

    material plstico para las enseanzas inventadas por tecncratas. La naturaleza to-

    talmente destructiva y en constantes progreso de la instruccin obligatoria cumplir

    cabalmente su lgica final a menos que comencemos a librarnos desde ahora de

    nuestra ubre pedaggica, nuestra creencia de que el hombre puede hacer lo que no

    puede Dios, a saber, el manipular a otros para salvarlos. Mientras un individuo no sea

    explcitamente consciente del carcter ritual del proceso a travs del cual fue iniciado

    a las fuerzas que moldean su cosmos, no puede romper el conjuro y moldear un nue-

    vo cosmos. Mientras no nos percatemos del ritual a travs del cual la escuela moldea

    al consumidor progresivo -el recurso principal de la economa- no podemos romper el

    conjuro de esta economa y dar forma a una nueva.

    Espectro institucional

    La mayora de los esquemas utpicos y escenarios futursticos requieren nuevas y

    19

    EDICIONES APESTOSAS

    izquierda las personas que han institucionalizado sus servicios, pero no su publicidad.

    Consiguen clientes mediante su contacto personal y la calidad relativa de sus servi-

    cios. Los hoteles y las cafeteras se acercan algo ms al centro. Las grandes cadenas

    hoteleras como la Hilton, que gastan inmensas cantidades en vender su imagen, a

    menudo se comportan como si estuviesen dirigiendo instituciones de la derecha. Y no

    obstante, las empresas Hilton y Sheraton no ofrecen nada ms -de hecho frecuente-

    mente menos- que alojamientos de precios similares y dirigidos independientemente.

    En lo esencial, un letrero de hotel atrae al viajero como lo hace un signo caminero.

    Dice ms bien: "Detente, aqu hay una cama para ti", y no: "Deberas preferir una

    cama de hotel a un banco en el parque!" Los productores de artculos de primera ne-

    cesidad y de la mayora de los bienes efmeros pertenecen a la parte central de nues-

    tro espectro. Satisfacen demandas genricas y agregan al costo de produccin y dis-

    tribucin todo lo que el mercado soporte en costos publicitarios en anuncios y enva-

    ses. Cuanto ms bsico sea el producto -trtese de bienes o servicios- tanto ms

    tiende la competencia a limitar el costo de venta del artculo. La mayora de los fabri-

    cantes de bienes de consumo se han ido mucho ms a la derecha. Tanto directa co-

    mo indirectamente, producen demandas de accesorios que hinchan el precio real de

    compra muy por encima del coste de produccin. La General Motors y la Ford produ-

    cen medios de transporte, pero tambin, y esto es ms importante, manipulan el gus-

    to pblico de manera tal que la necesidad de transporte se expresa como una deman-

    da de coches privados y no de autobuses pblicos. Vende el deseo de controlar una

    mquina, el correr a grandes velocidades con lujosa comodidad, al tiempo que ofre-

    cen la fantasa al extremo del camino. Pero lo que venden no es tanto slo un asunto

    de motores intilmente poderosos, de artilugios superfluos o de los nuevos extras que

    los fabricantes han tenido que agregar obligados por Ralph Nader y los grupos que

    presionan en pro de un aire limpio. La lista de precios incluye motores acondicionados

    para volar, climatizacin; pero tambin comprende otros costes que no se le declaran

    abiertamente al conductor: los gastos de publicidad y de ventas de las empresa, el

    combustible, entretenimiento y repuestos, seguro, inters sobre el crdito, como tam-

    bin costes menos tangibles, como la prdida de tiempo, el buen humor y el aire res-

    pirable en nuestras congestionadas ciudades. Un corolario particularmente interesan-

    te de nuestro examen de instituciones socialmente tiles es el sistema de carreteras

    "pblicas". Este importante elemento del coste total de los automviles merece un

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    18

    uno pasa del extremo con vivencial del espectro al manipulativo, las normas van exi-

    giendo cada vez ms un consumo o participacin no queridos. El diferente coste de la

    adquisicin de clientes es precisamente una de las caractersticas que distinguen a

    las instituciones conviviales de las manipulativas. En ambos extremos del espectro

    encontramos instituciones de servicio, pero a la derecha del servicio es una manipula-

    cin impuesta y al cliente se le convierte en vctima de la publicidad, agresin, adoctri-

    namiento, prisin y electrochoque. A la izquierda, el servicio es una mayor oportuni-

    dad dentro de lmites definidos formalmente, mientras el cliente sigue siendo un agen-

    te libre. Las instituciones del ala derecha tienden a ser procesos de produccin alta-

    mente complejos y costosos en los cuales gran parte de la complicacin y el gasto se

    ocupan en convencer a los consumidores de que no pueden vivir sin el producto o

    tratamiento ofrecido por la institucin. Las instituciones del ala izquierda tienden a ser

    redes que facilitan la comunicacin o cooperacin iniciada por el cliente. Las institu-

    ciones manipulativas de la derecha son formadoras de hbito, "adictivas", social y

    psicolgicamente. La adiccin social, o escalada, consiste en la tendencia a prescribir

    un tratamiento intensificado si unas dosis menores no han rendido los resultados

    deseados. La adiccin psicolgica, o habitualmente, se produce cuando los consumi-

    dores se envician con la necesidad de una cantidad cada vez mayor de del proceso o

    producto. Las instituciones de la izquierda que uno mismo pone en actividad tienden a

    ser auto limitante. Al revs de los procesos de produccin que identifican la satisfac-

    cin con el mero acto del consumo, estas redes sirven a un objetivo que va ms all

    de su uso repetido. Una persona levanta el telfono cuando quiere decir algo a otra, y

    cuelga una vez terminada la comunicacin deseada. A excepcin hecha de los ado-

    lescentes, no usa el telfono por el puro placer de hablar ante el receptor. Si el tel-

    fono no es el mejor modo de ponerse en comunicacin, las personas escribirn una

    carta o harn un viaje. Las instituciones de la derecha, como podemos verlo clara-

    mente en el caso de las escuelas, invitan compulsivamente al uso repetitivo y frustran

    las maneras alternativas de lograr resultados similares. Hacia la izquierda del espec-

    tro institucional, pero no en el extremo mismo, podemos colocar a las empresas que

    compiten entre s en la actividad que le es propia, pero que no han empezado a ocu-

    par la publicidad de manera notable. Encontramos aqu a las lavanderas manuales,

    las pequeas panaderas, los peluqueros y, para hablar de profesionales, algunos

    abogados y profesores de msica. Son por consiguiente caractersticamente del ala

    15

    EDICIONES APESTOSAS

    costosas tecnologas, que habran de venderse a las naciones ricas y pobres por igual.

    Herman Kahn ha encontrado alumnos en Venezuela, Argentina y Colombia. Las fanta-

    sas de Sergio Bernardes para su Brasil del ao 2000 centellan con ms maquinaria

    nueva de la que hoy poseen los Estados Unidos, los que para entonces estarn recar-

    gados con los obsoletos emplazamientos para misiles, aeropuertos para reactores y

    ciudades de las dcadas del sesenta-setenta. Los futuristas inspirados en Buckminster

    Fuller se apoyaran ms bien en dispositivos ms baratos y exticos. Cuentan ellos

    con que se acepte una tecnologa nueva pero posible, que al parecer nos permitira

    ms con menos -monorrieles ligeros en vez de transporte supersnico, viviendas verti-

    cales en vez de dispersin horizontal. Todos los planificadores futuristas de hoy tratan

    de hacer econmicamente factible lo tcnicamente posible, negndose a la vez a en-

    frentar las consecuencias sociales inevitables: el creciente anhelo de todos los hom-

    bres por bienes y servicios que seguirn siendo privilegio de unos pocos. Creo que un

    futuro deseable depende de nuestra deliberada eleccin de un vida de accin en vez

    de una vida de consumo, de que engendremos un estilo de vida que nos permita ser

    espontneos, independientes y sin embargo relacionarnos uno con otro, en vez de

    mantener un estilo de vida que slo nos permite hacer y deshacer, producir y consumir

    -un estilo de vida que es slo una estacin en el camino hacia el agotamiento y la con-

    taminacin del entorno. El futuro depende ms de nuestra eleccin de instituciones

    que mantengan una vida de accin y menos de que desarrollen nuevas ideologas y

    tecnologas. Necesitamos un conjunto de pautas que nos permitan reconocer aquellas

    instituciones que apoyan el desarrollo personal en vez del enviciamiento, como tam-

    bin la voluntad de dedicar nuestros recursos tecnolgicos preferiblemente a dichas

    instituciones de desarrollo. La eleccin se sita entre dos tipos institucionales radical-

    mente opuestos, ejemplificados ambos en ciertas instituciones existentes, aunque uno

    de esos tipos caracteriza de tal manera la poca contempornea que casi la define. A

    este tipo dominante yo propondra llamarlo la institucin manipulativa. El otro tipo exis-

    te asimismo, pero slo precariamente. Las instituciones que se ajustan a l son ms

    humildes y menos notorias. No obstante, las tomo como modelos de un futuro ms

    deseable. Las llamo "conviviales"1 y sugiero colocarlas a la izquierda institucional, para

    mostrar que hay instituciones situadas entre ambos extremos y para ilustrar cmo las

    instituciones histricas pueden cambiar de color conforme se desplazan desde un faci-

  • LA ES CUELA COMO DOMINACION

    16

    litar a un organizar la produccin.

    Dicho espectro, que se desplaza de izquierda a derecha, se ha usado por lo general

    para caracterizar a los hombres y a sus ideologas, y no a nuestras instituciones so-

    ciales y a sus estilos. Esta categorizacin de los hombres, sea como individuos o co-

    mo grupos suele producir ms calor que luz. Pueden suscitarse poderosas objeciones

    contra el uso de una convencin corriente de una manera inslita, pero al hacerlo es-

    pero desplazar los trminos del debate de un plano estril a uno frtil. Se evidenciar

    el que los hombres de izquierda no siempre se caracterizan por su oposicin a las

    instituciones manipulativas, a las que coloco en el extremo derecho del espectro. Las

    instituciones modernas ms influyentes se agolpan al lado derecho del espectro. Ha-

    cia l se ha desplazado la coercin legal, conforme ha pasado de las manos del she-

    riff a las del FBI y del Pentgono. La guerra moderna se ha convertido en una empre-

    sa sumamente profesional cuyo negocio es matar. Ha llegado al punto en que su efi-

    ciencia se mide en recuento de cuerpos. Sus capacidades pacificadoras dependen de

    su poder para convencer a amigos y enemigos de la ilimitada potencia letal de la na-

    cin. Las balas y los productos qumicos modernos son tan eficaces que si unos ele-

    mentos por valor de escasos centavos son adecuadamente entregados al "cliente" a

    que se destinan, matan o mutilan infaliblemente. Pero los costos de entrega aumen-

    tan vertiginosamente; el coste de un vietnamita muerto subi de 360 000 dlares en

    1967 a 450 000 dlares en 1969. Slo unas economas a una escala cercana al suici-

    dio de la raza haran econmicamente eficiente el arte militar moderno. Se est ha-

    ciendo ms obvio el efecto boomerang en la guerra: cuanto mayor es el recuento de

    cuerpos de vietnamitas muertos, tantos ms enemigos consigue Estados Unidos por

    todo el mundo; asimismo, tanto ms debe gastar Estados Unidos en crear otra institu-

    cin manipulativa -motejada cnicamente de "pacificacin"- en un vano intento por

    absorber los efectos secundarios de la guerra. En este mismo lado del espectro halla-

    mos tambin organismos sociales que se especializan en la manipulacin de sus

    clientes. Tal como la organizacin militar, tienden a crear efectos contrarios a sus ob-

    jetivos conforme crece el mbito de sus operaciones. Estas instituciones sociales son

    igualmente contraproducentes, pero lo son de manera menos evidente. Muchas adop-

    tan una imagen simptica y teraputica para encubrir este efecto paradojal. Por ejem-

    plo, hasta hace un par de siglos, las crceles servan como un medio para detener a

    17

    EDICIONES APESTOSAS

    las personas hasta que eran sentenciadas, mutiladas, muertas o exiliadas, y en oca-

    siones eran usadas deliberadamente como una forma de tortura. Slo recientemente

    hemos comenzado a pretender que el encerrar a la gente en jaulas tendr un efecto

    benfico sobre su carcter y comportamiento. Ahora, ms que unos pocos estn em-

    pezando a entender que la crcel incrementa tanto la calidad de los criminales como

    su cantidad, y que de hecho a menudo los crea a partir de unos simples inconformis-

    tas. No obstante, es mucho menor el nmero de los que al parecer entienden el que

    las clnicas psiquitricas, hogares de reposo y orfanatos hacen algo muy parecido.

    Estas instituciones proporcionan a sus clientes la destructiva autoimagen del psicti-

    co, del excedido en aos, o del nio abandonado, y proveen la justificacin lgica

    para la existencia de profesiones completas, tal como las crceles proporcionan in-

    gresos para guardianes. La afiliacin a las instituciones que se encuentran en este

    extremo del espectro se consigue de dos maneras, ambar coercitivas: mediante com-

    promiso obligado o mediante servicio selectivo.

    En el extremo opuesto del espectro se sitan unas instituciones que se distinguen por

    el uso espontneo -las instituciones "conviviales". Las conexiones telefnicas, las

    lneas del metro, los recorridos de los carteros, los mercados y lonjas no requieren

    una venta a presin o sin ella para inducir a sus clientes a usarlos. Los sistemas de

    alcantarillado, de agua potable, los parques y veredas son instituciones que los hom-

    bres usan sin tener que estar institucionalmente convencidos de que les conviene

    hacerlo. Todas las instituciones exigen, por cierto, cierta reglamentacin. Pero el fun-

    cionamiento de instituciones que existen para ser usadas ms bien que para producir

    algo, requiere normas cuya ndole es totalmente diferente de la de aquellas que exi-

    gen las instituciones-tratamiento, las cuales son manipulativas. Las normas que rigen

    las instituciones para uso tienen por fin principal el evitar abusos que frustraran su

    accesibilidad general. Las veredas han de mantenerse libres de obstrucciones, el uso

    industrial de agua potable debe someterse a ciertos lmites y el juego de pelota debe

    restringirse a zonas especiales dentro de un parque. Actualmente necesitamos una

    legislacin especial para evitar el abuso de nuestras lneas telefnicas por parte de

    computadores, el abuso del servicio de correo por parte de los anunciantes, y la con-

    taminacin de nuestros sistemas de alcantarillado por los desechos industriales. La

    reglamentacin de las instituciones conviviales fija lmite para su empleo; conforme