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LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVIO Robert POTASH LA EXTRAORDINARIA FORTUNA política que colocó al general Anastasio Bustamante en el poder, en enero de 1830, acarreó un significativo cambio de orientación en la política indus- trial del gobierno. Al general Guerrero le había interesado más proteger de la competencia extranjera a las industrias ar- tesanas de México que mejorar sus anticuadas técnicas. Pero la nueva administración se dedicó principalmente a impul- sar el progreso tecnológico, de manera especial por medio de la introducción de los métodos modernos de manufactura en las fábricas. Así, mientras la anterior administración ha- bía buscado sus fines exclusivamente a través de las tarifas arancelarias, la siguiente pronto se empeñó en un ambicioso programa de apoyar con los fondos públicos las primeras eta- pas de la rehabilitación industrial. La idea de dedicar fondos a tal fin no fué ciertamente original del gobierno de Bustamante. Había sido propuesta más de una vez en la década anterior. 1 En realidad, sólo un año antes, durante los debates sobre la adopción de la ley pro- hibitiva, Lorenzo de Zavala, entonces ministro de Hacienda, había sugerido a los artesanos defensores de la ley que] "en lugar de eliminar las aduanas. .., [pidieran] al gobierno una parte de los impuestos para ayudarlos en el establecimiento de sus manufacturas". 2 Por entonces esta proposición fué desechada, pero la afir- mación de Zavala sobre los efectos fiscales potencialmente dañosos de la medida prohibitiva fué heredada por sus suce- sores en la Secretaría de Hacienda. En caso de ponerse en práctica el decreto sobre textiles extranjeros adoptado el 22 de mayo de 1829, e s t o sólo podía significar una severa dismi- nución de los ingresos públicos. La ley no se había cumplido durante el año de su promulgación, pero el de enero de 1830 sus disposiciones entraron en vigor. A menos que se tomaran otras medidas, la nueva administración perdería cer-

LA FUNDACIÓ BANCN DEO L DE AVIO - …aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/24769/1/03-010-1953-0261.… · decidido apoyo del ministro de Hacienda, Rafae7 l Mangino. Pero al mismo

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L A FUNDACIÓN D E L B A N C O DE AVIO

Robert POTASH

L A E X T R A O R D I N A R I A F O R T U N A política que colocó a l general

Anastas io Bustamante en el poder, en enero de 1830, acarreó

u n s igni f i cat ivo cambio de orientación en l a política indus­

t r i a l d e l gobierno. A l general G u e r r e r o le había interesado

más proteger de l a competencia extranjera a las industrias ar-

tesanas de M é x i c o que mejorar sus anticuadas técnicas. Pero

l a n u e v a administración se dedicó p r i n c i p a l m e n t e a i m p u l ­

sar e l progreso tecnológico, de m a n e r a especial p o r m e d i o de

l a introducción de los métodos modernos de manufactura

e n las fábricas. Así, mientras l a anter ior administración ha­

bía buscado sus fines exclusivamente a través de las tarifas

arancelarias, l a siguiente p r o n t o se e m p e ñ ó en u n ambicioso

p r o g r a m a de apoyar con los fondos públicos las primeras eta­

pas de l a rehabil i tación i n d u s t r i a l .

L a idea de dedicar fondos a ta l f i n n o fué ciertamente

o r i g i n a l d e l gobierno de Bustamante. H a b í a sido propuesta

más de u n a vez en l a década a n t e r i o r . 1 E n rea l idad, sólo u n

a ñ o antes, d u r a n t e los debates sobre l a adopción de l a ley pro­

h i b i t i v a , L o r e n z o de Zavala, entonces m i n i s t r o de H a c i e n d a ,

h a b í a sugerido a los artesanos defensores de l a ley que] " e n

l u g a r de e l i m i n a r las aduanas. . . , [pidieran] a l gobierno u n a

parte de los impuestos para ayudarlos e n el establecimiento

de sus m a n u f a c t u r a s " . 2

P o r entonces esta proposición fué desechada, pero l a afir­

mac ión de Z a v a l a sobre los efectos fiscales potencialmente

dañosos de l a m e d i d a p r o h i b i t i v a fué heredada p o r sus suce­

sores en l a Secretaría de H a c i e n d a . E n caso de ponerse en

práctica e l decreto sobre textiles extranjeros adoptado el 22

de m a y o de 1829, e s t o sólo podía s igni f icar u n a severa d ismi­

n u c i ó n de los ingresos públicos. L a ley n o se había c u m p l i d o

d u r a n t e e l a ñ o de su promulgación, pero e l 1° de enero

de 1830 sus disposiciones e n t r a r o n en vigor. A menos que se

t o m a r a n otras medidas, l a nueva administración perdería cer-

262 ROBERT POTASH

ca de u n mil lón de pesos de sus ingresos anuales. T a l pérdida

debe de haber parecido m u y penosa en vista de los fondos

extraordinarios requeridos p o r e l gobierno para paci f icar a l

país y p a r a hacer frente a l a terr ib le crisis que ahora surgía

en Texas .

N o es de sorprender, p o r l o tanto, que l a p r i m e r a suges­

tión de u n a nueva polít ica p a r a tratar e l p r o b l e m a i n d u s t r i a l

y a l m i s m o t iempo socorrer a l a Tesorería, haya venido de la"

Secretaría de H a c i e n d a . Su autor fué Ildefonso M a n i a u , em­

pleado de base de ese m i n i s t e r i o y jefe de l Departamento de

C u e n t a y Razón. C a p a c i t a d o desde 1825 con la preparación

de las balanzas de comercio de cada año, M a n i a u había

estado en b u e n a posición para observar l a i m p o r t a n c i a que

los artículos de algodón representaban en el cuadro total

de los ingresos. 3 E n r e a l i d a d , en l a balanza comercial que

preparó en septiembre de 1829, había advertido las serias con­

secuencias que resultarían de l a exclusión de las manufactu­

ras de a lgodón. 4

U n mes después de que Bustamante tomó el poder, M a ­

n i a u presentó u n i n f o r m e especial dedicado a anal izar los

problemas de las necesidades industr ia les y de l a política

arance lar ia . 5 Después de i n d i c a r que el poner en vigor l a ley

p r o h i b i t i v a significaría p a r a l a Tesorer ía u n a pérdida de cer­

ca de u n mil lón de pesos, M a n i a u señaló los verdaderos su­

puestos en que debía basarse d i c h a ley. L a decadencia de las

manufacturas domésticas, observa, es resultado, no sólo de l a

competencia de artículos extranjeros, s ino también de l a se­

r ie de hechos que h a n ocasionado l a disminución de capi ta l

dentro de l país. E l decreto de consolidación de 1804, las gue­

rras napoleónicas y los once años de l u c h a p o r la Independen­

cia, todo esto h a c o n t r i b u i d o a l a destrucción o disminución

d e l cap i ta l . P o r lo tanto, e l derecho arancelario sobre artícu­

los extranjeros baratos no puede, p o r sí solo, fomentar l a de­

seada expansión de l a i n d u s t r i a , pues los artesanos carecen de

fondos y, evidentemente, los capitalistas n o se interesan en l a

m a n u f a c t u r a text i l .

P e r o , a u n suponiendo e l aprovechamiento del capi ta l , si­

gue d i c i e n d o M a n i a u , l a ley n o fomentaría eficazmente las

industr ias artesanas. E l alto costo y l a m a l a c a l i d a d de los

productos nacionales inducir ían a los consumidores a prefe-

LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVÍO 263

r i r l a c a l i d a d superior de los artículos extranjeros que todavía

p o d í a n entrar legalmente, y a u n a rec ib i r con buenos ojos las

mercancías que entraran de contrabando. L a única ocasión

e n que las p r o h i b i c i o n e s podrían ser útiles, a f i rma, es cuando

exista u n a prohibic ión de jacto, es decir, cuando el p r o d u c t o

n a c i o n a l es capaz de compet ir con el i m p o r t a d o .

Entonces, ¿cómo podrían desarrollarse las industr ias na­

cionales? A q u í entraba e l p l a n de M a n i a u . P a r a mejorar las

manufacturas de México, así como para hacerlas competido­

ras de las importadas, era indispensable que e l Estado ayu­

d a r a a los artesanos mexicanos con capi ta l , con m a q u i n a r i a

m o d e r n a y con l a necesaria enseñanza técnica. P a r a satisfacer

e l costo de ta l p r o g r a m a y a l m i s m o t iempo resarcir a l a Teso­

rería de las pérdidas que en sus ingresos podía causar l a re­

ciente ley p r o h i b i t i v a , M a n i a u recomendaba l a abrogación de

esta ley en cuanto se ref ir iera a l a importación de textiles

de bajá c a l i d a d , y en lugar de eso l a adopción de u n impuesto

especial de 1 0 % sobre esos mismos artículos. L o s ingresos

de 4 0 % ad valorem, se dedicarían exclusivamente a l fomen­

to de l a i n d u s t r i a . 6

E l i n f o r m e que contenía las proposiciones de M a n i a u se

transmitió a l a Cámara de D i p u t a d o s el 23 de febrero, con el

d e c i d i d o apoyo de l m i n i s t r o de H a c i e n d a , R a f a e l M a n g i n o . 7

P e r o a l m i s m o t iempo otro p r o m i n e n t e m i e m b r o del gabinete

estaba e x p o n i e n d o sus puntos de vista sobre los problemas

industr ia les .

Lucas A l a m á n , de nuevo m i n i s t r o de Relaciones, fué l a

f i g u r a sobresaliente, el " a l m a i n s p i r a d o r a " de l gobierno de

B u s t a m a n t e . 8 N o hay exageración en a f i r m a r que cuando e l

jefe del E j e c u t i v o h a b l a b a , eran las palabras de A l a m á n l o que

se escuchaba. C o m o f o r m u l a d o r de l a polít ica de esa admi­

nistración, las opiniones económicas de A l a m á n , especialmen­

te su a c t i t u d sobre e l lugar p r o p i o de l a m a n u f a c t u r a en l a

economía y sobre e l p a p e l que e l gobierno debería desempe­

ñar en e l fomento de l desarrollo económico, l l egaron a ser u n

asunto de i m p o r t a n c i a v i t a l .

L o que p r i m e r o l l a m a l a atención de l a filosofía económi­

ca de A l a m á n es que n o fué estática. Sobre esto se h a n hecho

g r a n n ú m e r o de generalizaciones insostenibles. D u r a n t e su

p r i m e r m i n i s t e r i o (1823-25), A l a m á n había defendido el p u n -

264 ROBERT POTASH

to de vista de que l a p r o s p e r i d a d n a c i o n a l dependía directa­

mente de l a a c t i v i d a d m i n e r a . 9 Su entusiasmo de entonces

p o r resucitar l a i n d u s t r i a m i n e r a h a l levado a u n reciente

biógrafo suyo a a f i r m a r que actuó así porque "todavía creía

en l a vieja concepción mercant i l i s ta que hacía del d i n e r o l a

r iqueza de las n a c i o n e s " . 1 0 N a d a más lejos de la verdad. A u n ­

que después A l a m á n expresó su i n c o n f o r m i d a d ante l a ex­

portación de metales preciosos, esto n o fué porque creyera

que esos metales se i d e n t i f i c a b a n con l a r iqueza: era más b i e n

su i n q u i e t u d ante l a escasez d e l m e d i o circulante. Además,

por ese t iempo, cuando activamente i m p u l s a b a las inversio­

nes extranjeras en l a i n d u s t r i a m i n e r a , apenas le p r e o c u p a b a

l a idea de que l a creciente producción de p lata se conservara

en el país. Su a c t i t u d de entonces fué descrita con más exac­

t i t u d p o r u n escritor coetáneo que p o r su moderno biógrafo:

E n resumen, los metales preciosos en México deben considerarse bajo

el mismo criterio que los grandes productos comerciales de otros paí­

ses... Desde ese punto de vista lo consideran Alamán y otros ilustrados

estadistas mexicanos, después de vencer viejos prejuicios. . . Hemos puesto

de relieve estos detalles de los trabajos del señor Alamán porque creemos

que ha sido el p r i n c i p a l instrumento para establecer entre sus conciuda­

danos [una] política correcta y l iberal . . .11

A l a m á n había expresado f irmemente l a convicción de que

e l fomento de l a minería p o r sí solo produciría l a recupera­

ción de l a a g r i c u l t u r a y de las artes y llevaría simultánea­

mente a l a p r o s p e r i d a d n a c i o n a l . Pero su convicción se trans­

formó en 1830: a u n q u e seguía considerando las m i n a s como

"nuestra i n d u s t r i a p e c u l i a r " , 1 2 se convirtió en e l más deci­

d i d o defensor de l a necesidad de fomentar las manufacturas .

Su posición, s i n embargo, se puede d i s t i n g u i r de quienes

apoyaron l a aprobación de l a ley p r o h i b i t i v a de 1829. E n

febrero de 1830 A l a m á n escribió:

E l sistema puramente prohibi t ivo no es el que hace florecer a las

fábricas por sí solo; se necesitan otros elementos, tales como abundante

población, capitales y máquinas adecuadas. Por lo mismo que este gé­

nero de industria exige más laboriosidad, los hombres no se dedican a él

sino cuando no pueden buscar su subsistencia más fácilmente en otros:

así es que la agricultura y las minas los atraen de preferencia, y cierta­

mente que quien puede extraer directamente plata, no se ocupa en hacer

otras cosas por cuyo intermedio procurársela. Nuestra población no es

LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVÍO 265

todavía tan abundante que sobre u n gran número de hombres para las

fábricas.. .13

Estos argumentos contra l a ley p r o h i b i t i v a eran casi idén­

ticos a los que p o r esa m i s m a época esgrimían liberales como

José María L u i s M o r a . 1 4 Pero mientras este últ imo insistía

e n que l a naturaleza hacía que M é x i c o fuera esencialmente

agrícola y m i n e r o , y que de esas actividades dependiera su

prosper idad, A l a m á n adoptaba l a posición de que l a inde­

p e n d e n c i a n a c i o n a l requería e l desarrollo de l a i n d u s t r i a

manufacturera . " U n p u e b l o debe tener a l a m i r a tratar de n o

depender de otro p a r a n a d a en l o que le es indispensable p a r a

subsist ir" , p r o c l a m a b a en su Memoria d e l 12 de febrero

de 1830; y a continuación describía e l t ipo de industrias que

e l gobierno debería i m p u l s a r :

Las fábricas.. . , que producen los artículos de u n consumo más gene­

r a l , y que son también las más fáciles de plantear . . . ; los tejidos ordina­

rios de algodón, l i n o y lana, precisos para cubrirse la parte más numerosa

de l a población, son los que deben fomentarse, excitando a los capitalis­

tas nacionales o extranjeros al establecimiento de fábricas con las má­

quinas necesarias, para que los artefactos resulten a u n precio moderado,

lo que nunca se conseguirá sin este a u x i l i o . . . ; otro género de fábricas

de artículos de mayor lujo deben quedar al tiempo, sin pretender por

ahora rivalizar en ellos con naciones que tienen medios industriales con

que nosotros no contamos todavía. 1 5

H e ahí l a exposición de l a filosofía de A l a m á n sobre

l a industrialización. L a m e t a a que debía aspirarse n o era l a

restauración de l a artesanía; n i s iquiera e l desarrol lo indis­

c r i m i n a d o de l a manufacturera . A l a m á n busca el estableci­

m i e n t o de aquellas industr ias , par t icu larmente l a t e x t i l , que

p r o d u c e n artículos consumidos p o r las clases más pobres;

quiere , además, que tales artículos se p r o p o r c i o n e n a precios

moderados, cosa esencial p a r a que el gobierno estimule a los

part iculares, nacionales o extranjeros, a establecer fábricas

c o n m a q u i n a r i a m o d e r n a .

L a Memoria de A l a m á n pronosticó e l curso f u t u r o de l a

polít ica de l a administración. Pero l a p r i m e r a m e d i d a legis­

l a t i v a p a r a ayudar a l a m a n u f a c t u r a n o estuvo totalmente

de acuerdo con este concepto. Fué l a adopción p o r e l C o n ­

greso, a p r i n c i p i o s de a b r i l , de u n a m e d i d a que creó u n f o n d o

266 ROBERT POTASH

de fomento i n d u s t r i a l , e l p r i m e r o en l a h is tor ia de l a R e ­

pública.

Esta m e d i d a no fué u n a ley aislada, sino más b i e n u n a de

las disposiciones de l a famosa ley d e l 6 de a b r i l sobre l a colo­

nización texana, ley dest inada a i m p e d i r l a pérdida de esa

p r o v i n c i a en favor de los Estados U n i d o s . 1 6 A l a r m a d o p o r l a

preponderancia de los c iudadanos norteamericanos en ese l u ­

gar, A l a m á n había recomendado a l Congreso, e l 8 de febre­

ro, varias proposiciones, entre ellas l a colonización de T e x a s

por inmigrantes mexicanos. A u n q u e i n v i t a b a a l gobierno

a ayudar a los colonos indigentes con préstamos e i m p l e m e n ­

tos agrícolas, n o especificó cómo se f inanciarían esta y otras

m e d i d a s . 1 7

L a solución a este p r o b l e m a l a preparó u n a comisión es­

pecial de l Congreso en cuyas manos había quedado l a cues­

tión de Texas . L a comisión recomendaba que los fondos p a r a

l a colonización y fortificación de T e x a s se buscaran m e d i a n ­

te l a suspensión de l a ley que prohibía l a importación de

textiles toscos de algodón, u t i l i z a n d o los ingresos así obte­

nidos. S i n embargo, proponía concretamente que e l 5 % de

esos ingresos se dest inara a fomentar l a i n d u s t r i a t e x t i l algo­

donera de M é x i c o . 1 8 F i n a l m e n t e , l a comisión adoptaba l a

disposición siguiente:

L a vigésima parte de los mencionados derechos se empleará en el fo­

mento de los tejidos de algodón, comprando máquinas y telares, asig­

nando pequeños fondos de habilitación y todo lo demás que crea opor­

tuno el gobierno, quien repartirá estos ausilios a los Estados que tengan

esta clase de industria, quedando dicha cantidad a disposición del M i ­

nisterio de Relaciones, para dar cumplimiento a tan interesantes ob­

jetos.19

Se ve que este artículo estaba más destinado a aplacar l a

ant ic ipada oposición a l a suspensión de l a ley p r o h i b i t i v a

que a lograr los objetivos propuestos p o r A l a m á n en su Me­

moria. L a mención específica de telares y pequeños présta­

mos i n d i c a que los beneficiarios proyectados debían ser arte­

sanos más b i e n que posibles propietarios de fábricas; también

lo i n d i c a e l hecho de que ta l ayuda iría a los Estados en que

ya existía esta clase de industrias. Estas consideraciones, más

el hecho de que l a suspensión de l a ley p r o h i b i t i v a i b a a

LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVÍO 267

d u r a r sólo nueve meses, e x p l i c a n probablemente e l que los

representantes de P u e b l a y otros centros de artesanía n o pre­

sentaran fuerte oposición a esa m e d i d a . 2 0

A l votar que los ingresos aduanales se destinaran a i m ­

p u l s a r l a i n d u s t r i a algodonera, e l Congreso no se preocupó

p o r calcular l a suma total que l legaría a recogerse. 2 1 Basán­

dose en que l a Tesorería había a f i rmado que los impuestos

anuales sobre l a importación en cuestión serían de cerca de

u n mi l lón de pesos, los legisladores p u d i e r o n ant ic ipar que

l a suma fluctuaría entre 50 y 100,000 pesos. P o r tanto ésa

fué l a c a n t i d a d que se puso a disposición de l M i n i s t r o de R e ­

laciones con l a sola obl igación de u n i n f o r m e a n u a l a l C o n ­

greso. 2 2

A pesar de ser tan l i m i t a d a l a suma y del evidente esfuer­

zo de los legisladores p o r ayudar a l pequeño artesano, A l a -

m á n actuó como si se le h u b i e r a n dado recursos m u c h o ma­

yores y u n a orden específica p a r a desarrol lar el p r o g r a m a

de industrialización expuesto en su Memoria. A ú n antes de

que el proyecto de l Congreso se c o n v i r t i e r a e n ley, él había

e n v i a d o u n a c i rcu lar a todos los gobernadores de los Esta­

dos, encareciéndoles qué i m p u l s a r a n e l establecimiento de

compañías p o r m e d i o de acciones que apoyaran la manufac­

t u r a text i l . S i n embargo, anunció que e l gobierno federal

y a casi había contratado m a q u i n a r i a y técnicos extranjeros,

q u e e l e q u i p o se distribuiría a l costo a las compañías y que

e l gobierno ayudaría a esas empresas p o r todas las vías, i n c l u ­

yendo e l préstamo de capi ta l . E l propósito de l programa,

c o m o anunció A l a m á n a los gobernadores, era l a producción

de textiles de i g u a l c a l i d a d y precio a los i m p o r t a d o s . 2 3

Es evidente que l a administración se embarcó en u n pro­

g r a m a m u c h o más ambic ioso que el est ipulado por e l artícu­

l o 16 de l a ley de 6 de a b r i l . L o p r u e b a e l hecho de que en los

meses subsiguientes e l g o b i e r n o i n t e n t a r a i m p u l s a r l a forma­

ción de compañías text i les . 2 4 P o r supuesto puede argumen­

tarse que l a legislación de a b r i l ofreció u n a base legal para

tales actividades, pues no sólo autor izaba l a c o m p r a de tela­

res o l a concesión de pequeños préstamos, sino "todo lo de­

más que crea o p o r t u n o el g o b i e r n o " . S i n embargo, A l a m á n

se dió perfecta cuenta de l a d i s p a r i d a d existente entre l a ley

y su administración, y procedió a hacerlas concordar, no re-

268 ROBERT POTASH

duciendo sus actividades, s ino p i d i e n d o a l Congreso que

adoptara u n a m e d i d a nueva y más a m p l i a .

C u a n d o el Congreso se reunió de nuevo en u n a sesión es­

pec ia l que tuvo lugar en e l verano de 1830, se encontró con

u n proyecto de l a administración en que se pedía l a creación

de u n banco que fomentara l a i n d u s t r i a n a c i o n a l . E l estable­

c imiento propuesto, que se conoce con el n o m b r e de Banco

de avío para fomento de la industria nacional, debía tener u n

capi ta l de $ 1.000,000 tomado de u n a parte de los impuestos

aduanales sobre los artículos de algodón. L a prohibic ión de

tales artículos permanecería en suspenso hasta que se reunie­

r a este capi ta l . L a dirección del B a n c o se pondría en manos

de u n a j u n t a de tres miembros permanentes bajo l a presi­

dencia de l m i n i s t r o de Relaciones. Sus operaciones incluirían

l a garantía de préstamos con interés a compañías o i n d i v i ­

duos y l a c o m p r a y distribución de m a q u i n a r i a destinada a

varias ramas de l a i n d u s t r i a , par t icu larmente a l a producción

de text i les . 2 5

A l t r a n s m i t i r sus recomendaciones a l Congreso, A l a m á n

audazmente l lamó l a atención sobre l a reciente administra­

ción de las actividades industriales, como si h u b i e r a concor­

dado plenamente con l a ley d e l 6 de a b r i l . L o s resultados

favorables de las medidas tomadas p a r a dictar esa ley, e x p l i ­

có, habían i n d u c i d o a l gobierno a p r o p o n e r que se c o n t i n u a r a

asignando los impuestos aduanales a l fomento i n d u s t r i a l . S i n

embargo, l a exper iencia de los meses pasados había servido

p a r a señalar ciertos obstáculos. Éstos eran, p r i n c i p a l m e n t e , l a

fa l ta de c a p i t a l suficiente para apoyar las diversas ramas de

l a i n d u s t r i a y l a necesidad de u n a dirección sabia y adecuada.

L a solución ofrecida p a r a hacer a u n lado esos obstáculos era

e l establecimiento d e l B a n c o de A v í o . 2 6

G e n e r a l m e n t e se h a supuesto que l a creación de l B a n c o

de A v í o fué idea de Alamán. A él se h a n a t r i b u i d o los méri­

tos o los defectos d e l p l a n . S i n embargo, e l novel ista y esta­

dista l i b e r a l M a n u e l P a y n o negó l a p a t e r n i d a d de Alamán.

S i n m e n c i o n a r nombres, P a y n o insinuó que su padre, emplea­

do de l M i n i s t e r i o de H a c i e n d a , había p lanteado u n proyecto

p a r a u n banco i n d u s t r i a l d e l gobierno y que A l a m á n "vió el

proyecto, se posesionó de él, l o modificó, l o varió y se procla­

m ó a sí m i s m o como su dueño y a u t o r " . 2 7

LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVÍO 2Ó9

C o m o e l j o v e n Payno no precisó este cargo, n o se sabe en

q u é consistió exactamente l a contribución de su padre a i pro­

yecto. C ier tamente e l método de f i n a n c i a m i e n t o de l B a n c o

n o fué o r i g i n a l n i de él n i de A l a m á n . Desde 1823 se habían

h e c h o proposiciones para u t i l i z a r los ingresos aduanales para

i m p u l s a r l a i n d u s t r i a t e x t i l m e x i c a n a , en vez de efectuar pro­

h i b i c i o n e s ; l a más reciente fué e l i n f o r m e de M a n i a u a r r i b a

m e n c i o n a d o . Existe l a p o s i b i l i d a d de que este in forme refle­

j a r a las ideas del padre de Payno, tanto más cuanto que él

era ayudante de M a n i a u en el D e p a r t a m e n t o de C u e n t a y

R a z ó n . 2 8 P e r o en este i n f o r m e , así como e n l a ley d e l 6 de

a b r i l , que p o r p r i m e r a vez transformó l a idea en rea l idad, se

Insistía en l a ayuda que debía darse a l artesano. E l proyecto

d e l B a n c o de Avío , en cambio, fué e l p r i m e r o que estipuló

q u e las compañías industriales r e c i b i e r a n préstamos y m a q u i ­

n a r i a , e l p r i m e r o , en suma, destinado a fomentar el m o d e r n o

sistema de fábricas. A u n a d m i t i e n d o que P a y n o haya pro­

puesto l a creación de u n órgano d i r e c t i v o especial de u n ban­

co, parece más que probable que A l a m á n fuera el autor

de l a orientación p a r t i c u l a r dada a l proyecto. Sus observa­

ciones personales de las fábricas europeas, su exper iencia en

los trabajos de las compañías mineras p o r acciones, sus b i e n

conocidas opin iones sobre l a i m p o r t a n c i a de modernizar las

industr ias de México , todo conduce a esa conclusión.

Además , e n este caso, como e n todo i n v e n t o afortunado,

l o esencial y más difícil es lograr l a aceptación. Si e l viejo

P a y n o concibió l a idea d e l B a n c o de A v í o , se le debe u n ab­

s o l u t o r e c o n o c i m i e n t o p o r e l la; pero n o puede negarse que

fué A l a m á n , con su gran prestigio, q u i e n lo adoptó' como

pol í t ica de su administración y q u i e n , además, uso de su am­

p l i a i n f l u e n c i a en e l Congreso p a r a hacer que se convir t iera

e n ley.

T e n i e n d o e n cuenta que se trataba en esencia del m i s m o

Congreso que u n año antes había adoptado l a ley p r o h i b i t i ­

va , es sorprendente que l a ley que estableció e l B a n c o de

A v í o e n c o n t r a r a tan poca oposición. E n l a decisiva votación

sobre l a importac ión de artículos de a lgodón destinada a

f i n a n c i a r e l B a n c o sólo siete m i e m b r o s de l a C á m a r a de D i p u ­

tados v o t a r o n en contra, y t re inta y tres e n f a v o r . 2 9 T a m b i é n

e n e l Senado se aprobó fácilmente l a creación d e l Banco . E l

270 ROBERT POTASH

16 de octubre de 1830 el proyecto legislat ivo que autor izaba

l a creación de l B a n c o de A v í o se convirt ió en ley.

E n v is ta de su i m p o r t a n c i a , creemos conveniente reprodu­

cir , c o n comentarios sobre su significación, los artículos de l a

ley referentes a: I) l a adquisición de capi ta l , 2) l a organiza­

ción i n t e r n a del B a n c o y 5) el empleo de sus fondos.

1. L a adquisición de capita l .

A r t . 2. Se establecerá un banco de avío para fomento de la industria

nacional.

Art . 2. Para ia formación de este capital se prorroga por el tiempo

necesario, y no más, el permiso para la entrada en los puertos de la repú­

blica de los géneros de algodón, prohibidos por la ley de 22 de mayo del

año anterior.

A r t . 3. L a quinta parte de la totalidad de los derechos devengados

y que en lo sucesivo causaren en su introducción los efectos menciona­

dos en el artículo anterior, se aplicarán al fondo del Banco.

D e b e notarse que no se fijó l a fecha en que debía entrar

nuevamente en v igor el decreto sobre textiles extranjeros;

esto dependía totalmente de l a situación de l comercio. T a l

había sido l a proposición o r i g i n a l de A l a m á n , y e l Congreso

l a dejó i n t a c t a . 3 0 P e r o a l est ipular que u n a q u i n t a parte de

los impuestos sobre los artículos de a lgodón irían a l Banco,

e l Congreso modif icó las ideas d e l m i n i s t r o . A l a m á n había

sugerido que e l B a n c o rec ibiera sólo u n a vigésima parte de

las rentas en cuestión hasta que se r e u n i e r a n los $500,000

destinados a l a fortificación y colonización de T e x a s en l a ley

d e l 6 de a b r i l ; u n a vez r e u n i d a esa suma, e l B a n c o debía reci­

b i r l a décima parte de los impuestos. E l Congreso, s in em­

bargo, n o hizo referencia a l g u n a a l a ley anter ior y aumentó

de u n a vez a u n a q u i n t a parte l a part icipación del B a n c o en

e l tota l de los ingresos. 3 1 Esto apresuraría l a acumulación de l

c a p i t a l d e l Banco , pero a l m i s m o t i e m p o reduciría l a canti­

d a d neta p a r a l a Tesorería. Según e l p l a n de Alamán, l a

Tesorer ía debía r e c i b i r cuando menos $ 9.000,000 antes de

que v o l v i e r a a entrar en v igor el decreto sobre los géneros

de a lgodón; según el p l a n f ina lmente adoptado recibiría sólo

$4.000,000 en ese t iempo y e l banco $ 1.000,000. Además, de

acuerdo con este p l a n , p a r a r e u n i r esa s u m a hacían falta m u ­

chas menos importaciones, cosa que s in d u d a atrajo a los

defensores de l a protección en esa legis latura.

LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVÍO 271

2. L a organización interna .

A r t . 5. Para l a dirección del Banco y fomento de sus fondos, se esta­

blecerá una j u n t a que presidirá el Secretario de Estado y del Despacho

de Relaciones, compuesta de u n vicepresidente y de dos vocales, con un

secretario y dos escribientes, si fueren necesarios. Los individuos de esta

j u n t a no gozarán por ahora de sueldo alguno, y se renovarán uno en cada

año, comenzando por el menos antiguo, pudiendo el gobierno reelegir

a l que salga, si le pareciere conveniente; y para secretario y escribientes

se emplearán cesantes útiles, que servirán estos destinos por el sueldo

que las corresponde por el empleo de que son cesantes. E l gobierno for­

mará el reglamento a que debe sujetarse esta junta para el desempeño

de sus funciones, y en adelante, cuando haya productos del fondo, se es­

tablecerá por el congreso el sueldo que han de disfrutar los individuos

de l a junta y demás empleados en el Banco.

A r t . 6. Los fondos del Banco se depositarán, por ahora, en la casa de

moneda de esta capital , a disposición del secretario del Despacho de Re­

laciones, quien de conformidad con los acuerdos de la junta, librará las

sumas que fueren necesarias. Cuando por el aumento de los fondos se

requiera una oficina para su manejo, se establecerá con los empleados

que parezcan necesarios, previa la aprobación de su número y sueldos por

el congreso.

U n a l e c t u r a atenta de estos artículos revela l a a u t o r i d a d

verdaderamente extensa reservada a l m i n i s t r o de Relaciones.

N o sólo era e l presidente de l a j u n t a y c o n t r o l a b a sus fondos,

s ino que en cuanto m i e m b r o de l gabinete y consejero d e l pre­

sidente era e n r e a l i d a d el único que escogía a los otros m i e m ­

bros de l a j u n t a y e l único que reglamentaría sus activida­

des. E l éxito f u t u r o de l B a n c o dependería en gran m e d i d a

de los i n d i v i d u o s que ejercerían el cargo de m i n i s t r o de Re­

laciones.

3. E l e m p l e o de los fondos.

A r t . 7. L a j u n t a dispondrá l a compra y distribución de las máquinas

conducentes para el fomento de los distintos ramos de industria, y fran­

queará los capitales que necesitaren las diversas compañías que se for­

maren, o los particulares que se dedicaren a l a industr ia en los Estados,

distrito y territorios, con las formalidades y seguridades que los afian­

cen. Las máquinas se entregarán por sus costos, y los capitales con un

cinco por ciento de rédito anual , fijando u n término regular para su

reintegro, y que continuando en giro, sirva de u n fomento continuo y

permanente a l a industria.

A r t . 10. A u n q u e los ramos que de preferencia serán atendidos sean

los tejidos de algodón y lana, cría y elaboración de seda, l a junta podrá

272 ROBERT POTASH

i g u a l m e n t e a p l i c a r f o n d o s a l f o m e n t o d e o t r o s r a m o s d e i n d u s t r i a , y

p r o d u c t o s a g r í c o l a s d e i n t e r é s p a r a l a n a c i ó n .

E n estos artículos se ve c laramente que e l Banco tenía u n a

misión b i e n def in ida . N o era u n banco comercial con fun­

ciones de depósito o de emisión, n i estaba dedicado directa­

mente a l trabajo de las empresas. Su función especial era i m ­

pulsar a los empresarios pr ivados y a l capi ta l p r i v a d o en el

r a m o i n d u s t r i a l , ofreciéndoles l a o p o r t u n i d a d de obtener ma­

q u i n a r i a , crédito y fondos suplementarios , m u y por debajo

de los precios corrientes d e l mercado-. 3 2

A u n q u e se estipuló que los préstamos deberían hacerse

c o n garantías, l a ley no decía n a d a sobre l a naturaleza de las

demandas colaterales o de otra especie. Se dió así a l a j u n t a

ampl ios poderes p a r a determinar l a aceptabi l idad de las ga­

rantías y p a r a f i jar e l m o n t o de los préstamos.

Igualmente a m p l i a fué l a a u t o r i d a d de l a j u n t a para de­

t e r m i n a r quiénes recibirían los fondos y las máquinas. N o

h u b o , c o m o en l a ley del 6 de a b r i l , n i n g u n a disposición de

que se favorecerían los Estados en que ya existieran ciertas

industr ias ; tampoco h u b o n i n g u n a explicación sobre e l t ipo

de prestatarios que debía preferirse: si los i n d i v i d u o s tendrían

preferencia sobre las compañías o viceversa. T a m p o c o se dis­

puso que a los empleados d e l B a n c o o a los miembros d e l

gobierno les estaría p r o h i b i d o r e c i b i r préstamos. L a j u n t a

gozó así de amplios poderes discrecionales, que no siempre

usó con sabiduría y sentido m o r a l .

L a i m p o r t a n c i a concedida a l desarrol lo de las industrias

de a lgodón y de l a n a no requiere comentar io . E n cambio, el

hecho de que a l a i n d u s t r i a de seda se le d ieran los mismos

p r i v i l e g i o s dió u n g i r o enteramente nuevo a los p r i n c i p i o s

establecidos p o r A l a m á n , según los cuales sólo deberían i m ­

pulsarse las industrias que p r o d u j e r a n artículos baratos, de

a m p l i o consumo. Esto, j u n t o con el permiso de promover

c u a l q u i e r a empresa agrícola o i n d u s t r i a l , dió a l a j u n t a l a

o p o r t u n i d a d de e x p e r i m e n t a r e n u n a m p l i o r a d i o de activi­

dades, pero a l a vez constituyó- u n a tentación: l a de dispersar

los recursos del B a n c o y así r e d u c i r su eficacia.

E l establecimiento de l B a n c o de A v í o puso de manif iesto

que e l g o b i e r n o m e x i c a n o estaba superando la polít ica de

LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVÍO 273

laissez-faire q u e había caracterizado l a administración de V i c ­

t o r i a a mediados de l a tercera década. A l conceder ayuda f i ­

n a n c i e r a a los empresarios e l gobierno contaba con u n instru­

m e n t o p a r a d i r i g i r e l desarrol lo económico. E l énfasis espe­

c i a l puesto e n las industr ias manufactureras constituyó u n

esfuerzo d e l i b e r a d o p a r a m o d i f i c a r l a estructura de las acti­

vidades económicas existentes.

F u é n a t u r a l que los que cr i t i caban l a administración echa­

r a n m a n o de las doctrinas d e l l i b e r a l i s m o económico. L o s

escritores de l a oposición condenaron a l gobierno p o r haberse

hecho negociante, " p o r erigirse en u n inspector general de

las m a n u f a c t u r a s " . 3 3 Se acusó a l m i n i s t r o A l a m á n de sostener

opiniones mercanti l istas y de a l i m e n t a r el deseo de hacer que

M é x i c o pudiese presc indir de todas las manufacturas extran­

jeras . 3 4

L a s críticas hechas a l proyecto d e l B a n c o n o se f u n d a r o n

todas en doctr inas económicas; gran parte de ellas nació d e l

o d i o profesado a u n régimen que había obtenido el poder p o r

l a fuerza y que había usado de medidas represivas p a r a si­

l e n c i a r a "sus enemigos. E l l íder l i b e r a l L o r e n z o de Z a v a l a

escribió desde el e x i l i o ca l i f i cando el B a n c o como " m e r o ins­

t r u m e n t o creado p a r a a u m e n t a r e l poder de l gobierno en l a

r e p ú b l i c a " . 3 5 M u c h o s d i j e r o n que l a creación d e l B a n c o era

u n a m e d i d a polít ica dest inada a engañar a i p u e b l o m e x i c a n o

y distraerlo de l a pérdida de su l i b e r t a d . 3 6

C o m o m i n i s t r o responsable de l a seguridad i n t e r n a , A l a ­

m á n fué p lenamente consciente de las posibi l idades políticas

d e l Banco. E l periódico o f i c i a l de l gobierno recibió con be­

neplácito su establecimiento, calif icándolo de m e d i d a i m p o r ­

tante para e l logro de l a prosper idad n a c i o n a l y d i c i e n d o que

daría a las clases necesitadas l a o p o r t u n i d a d de obtener u n

empleo f i rme. Después de organizado el B a n c o , l a prensa d e l

gobierno d i v u l g ó sus actividades y las medidas tomadas p o r

e l gobierno p a r a establecer las fábricas. P o r ese m i s m o tiem­

p o acusó a sus críticos de i n d i f e r e n c i a ante las necesidades

económicas de l a n a c i ó n . 3 7 A u n q u e e l gobierno tratara de

der ivar ventajas políticas de su p r o g r a m a de i n du str ia l i z a­

ción, no existe n i n g u n a p r u e b a de que ése h a y a sido e l pro­

pósito p r i n c i p a l en l a fundación d e l B a n c o .

274 ROBERT POTASH

C o n toda p r o b a b i l i d a d l a administración se g u i ó p o r dos

motivos pr inc ipales . U n o ya se h a expl icado: la necesidad de

crear u n marco legal p a r a e l ambicioso programa de fomento

i n d u s t r i a l , i n i c i a d o después de adoptada l a desacertada ley

de l 6 de a b r i l ; e l otro se r e l a c i o n a con las necesidades de l a

Tesorería. E l permiso p a r a l a importación de algodones ex­

tranjeros concedido en esa ley debía e x p i r a r a los seis meses,

y con él cesaría u n a i m p o r t a n t e fuente de ingresos p a r a l a T e ­

sorería. 3 8 A l hacer que l a reunión de fondos para e l B a n c o

dependiera de l a importación de esos artículos, p u d o pospo­

nerse i n d e f i n i d a m e n t e e l c u m p l i m i e n t o de l a ley p r o h i b i t i v a .

A l adoptarse l a proposición o r i g i n a l de A l a m á n de conceder

a l B a n c o como m á x i m o u n diez p o r ciento de los impuestos

sobre el algodón, e l ingreso de tales rentas tenía que cont i ­

n u a r hasta que se pagaran $ 1o.ooo,ooo, o sea al r i t m o n o r m a l

de los impuestos d u r a n t e seis años m á s . 3 9 Según todas las apa­

riencias, l a idea de esas rentas y de los impuestos aduanales

que pagarían los textiles importados p o r concepto de con­

tribuciones sobre las ventas i n t e r n a s , 4 0 pesó m u c h o en l a de­

cisión de l a administración p a r a d e c i d i r l a creación del B a n ­

co. A u n q u e l a ley, ta l como se adoptó f inalmente, disminuyó

l a participación de l a Tesorer ía en los impuestos, tuvo l a v ir­

t u d salvadora, bajo e l p u n t o de vista fiscal, de i m p e d i r l a su­

presión de tales ingresos.

A l i n i c i a r su p r o g r a m a de industrialización, l a adminis­

tración de Bustamante tuvo que enfrentarse a acerbas críticas

en más de u n a dirección. Y a se h a n m e n c i o n a d o los part ida­

rios de l l i b e r a l i s m o económico que atacaron a l g o b i e r n o

porque estaba tratando de establecer u n a i n d u s t r i a m e x i c a n a

que se bastase a sí m i s m a . Paradójicamente, otros acusaron a

l a administración de estar h a c i e n d o lo contrario , de subor­

d i n a r l a i n d u s t r i a n a c i o n a l a l comercio exterior, de sacrificar

e l trabajador m e x i c a n o a l comerciante extranjero. T a l e s acu­

saciones venían, como era de esperarse, de los centros tradi­

cionales de l a i n d u s t r i a m a n u a l , de los artesanos para los que

l a importación de textiles de algodón era u n enemigo con­

tra e l c u a l habían estado l u c h a n d o durante casi diez años y

que creyeron haber vencido, p o r f i n , en 1829. 4 1

E l desacuerdo de los artesanos con las medidas arancela­

rias de l a administración de Bustamante condujo lógicamen-

LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVÍO 275

te a nuevos intentos de restaurar e l decreto anterior sobre tex­

tiles extranjeros. M u c h o s artesanos p u d i e r o n pensar que ese

objet ivo sólo se lograría con u n a rebelión; en G u a d a l ajara

se h izo u n i n t e n t o del iberado de aprovechar e l p r o b l e m a de

los aranceles p a r a alistar artesanos reclutas para l a latente

insurrección de G u e r r e r o en e l S u r . 4 2 Pero en otros lugares

los artesanos f i n c a r o n sus esperanzas en u n a nueva legisla­

ción; su portavoz fué el d i p u t a d o p o r P u e b l a , P e d r o A z c u e y

Z a l v i d e .

Electo m i e m b r o del nuevo Congreso que se r e u n i ó en

1831, Azcue presentó u n proyecto en e l que pedía l a deroga­

ción de la ley d e l 16 de octubre de 1830; y desde su asiento

e n l a legis latura y p o r m e d i o de l a prensa siguió u n a polít ica

d e c i d i d a p a r a lograr su propósito, l a restauración de l decreto

sobre textiles extranjeros . 4 3 P e r o a pesar de su demagógica

afirmación de que los intereses extranjeros habían logrado

mañosamente que se p r o m u l g a r a l a ley de l Banco, y a pesar

de su descripción de l p e r j u i c i o que l a ley hacía a hacendados

y artesanos, l a oposición contra A z c u e en el Congreso fué m u y

fuerte. Azcue vió m o r i r su proyecto de u n a muerte si lenciosa

en e l comité de l a Cámara, y sus proposiciones fueron ataca­

das en la prensa o f i c ia l y condenadas por varias legislaturas

de los Estados . 4 4

S i n embargo, su oposición a l B a n c o es important e p o r q u e

trajo a l a superficie e l conf l ic to existente entre las necesida­

des de l a i n d u s t r i a m a n u a l y las metas del programa indus­

t r i a l de l a administración e h i z o cuanto p u d o p o r r e d u c i r ese

confl icto. L a prensa o f i c i a l describió l a controversia con A z ­

cue como l a l u c h a "entre los que q u i e r e n ayudar a l a indus­

t r i a sólo p o r l a prohibic ión de las importaciones de textiles

y los que q u i e r e n hacerlo p o r m e d i o del B a n c o " . 4 5 Pero en

esta disputa había algo más que u n desacuerdo sobre e l mé­

todo; había también u n a di ferencia f u n d a m e n t a l de obje­

tivos. E l i n t e n t o de A z c u e p o r e l i m i n a r e l B a n c o refleja l a

determinación de los artesanos de mantener su sistema de pro­

ducción con todos sus costos y su inef icacia. L a adminis tra­

ción, en cambio , se propuso reemplazar ese sistema p o r e l de

l a fábrica m o d e r n a . Y en l a búsqueda de este objet ivo e l

B a n c o de A v í o t u v o a su cargo l a v i t a l tarea de ofrecer capi ta l ,

276 ROBERT P O T A S H

m a q u i n a r i a y ayuda técnica a los pioneros de l a i n d u s t r i a l i ­

zación m e x i c a n a .

N O T A S

1 Véase ORTIZ DE LA TORRE , "Discurso de u n diputado sobre la intro­

ducción de efectos extranjeros", El Trimestre Económico, X I I , 1945, pp.

301 ss.; cf. también El Águila, 30 de enero de 1828.

2 Correo de la Federación, 13 de mayo de 1829.

3 Balanza general del comercio marítimo por los puertos marítimos

de la República Mexicana en los años de 1825-1828 (México, 1827-1831).

4 Balanza general, 1827, n. 14-

5 "Informe del Departamento de Cuenta y Razón", 3 de febrero

de 1830, en el Registro oficial del gobierno de los Estados Unidos Mexi­

canos, 3 de marzo de 1830. (En adelante esta publicación se citará con

la sigla RO).

6 Ibid.

7 RO, 3 de marzo de 1830.

8 Luis CHÁVEZ OROZCO, Historia de México, México, 1947, p. 267.

9 Memoria presentada... por el Secretario de Relaciones Exteriores e

Interiores, México, 1825, p. 37.

10 José C . VALADÉS, Alamán estadista e historiador, México, 1938,

p. 28o.

11 Jared SPARKS, " G o l d and silver i n México", North American Re-

view, X X I , 1825, pp. 434-435.

12 Memoria de la Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones

Interiores y Exteriores, 1830, México, 1830, p. 30.

13 Ibid., p . 29.

14 Cf. "Indicaciones económico-políticas", en El Observador, 10 de

marzo de 1830, pp. 29-46; véase también la afirmación posterior de su

posición económica l iberal en El Indicador de la Federación Mexicana,

5 de febrero de 1834.

15 Memoria de .. .Relaciones, 1830, p. 29.

16 Ley de 6 de abr i l de 1830, en RO, 7 de abri l de 1830.

17 E l texto de las recomendaciones de Alamán puede verse en V . FILISOLA, Memoria para, la historia de la guerra de Tejas, México, 1848-

49, vol . I I , p p . 590-612.

18 "Dictamen de la comisión especial de la integridad del territorio

de la República", 25 de febrero de 1830, en RO, 3 de marzo de 1830.

19 Ley de 6 de abr i l de 1830, artículo 16. Las disposiciones de este

artículo se extendieron incluso al fomento de la industria de la lana

(Ley de 16 de a b r i l de 1830, apud M a n u e l DUBLÁN y José María LOZANO, Legislación mexicana, México, 1876-1904, vol . I I , p. 242.

20 E l artículo primero especificaba que la suspensión duraría hasta

el primero de j u n i o de 1831, excepto en los puertos del Pacífico, donde

continuaría hasta el 30 de junio de 1831.

LA FUNDACIÓN DEL BANCO DE AVÍO 277

21 E n cambio se especificó que $ 500,000 se destinarían a l a seguridad

y colonización de Texas, y que $300,000 se reservarían como fondo espe-

pec ia l por si llegara a ocurrir una nueva invasión española (Ley de 6 de

a b r i l de 1830, artículos 14, 17, loc. cit.).

22 Ibid., art. 18.

23 Circular de 3 de abri l de 1830, en RO, 7 de abri l de 1830.

24 Circular de la Secretaría de Relaciones, 26 de abr i l de 1830, en

D U B L Á N y LOZANO , vol. II , p. 244; y circular de l a misma Secretaría, de

4 de mayo de 1830, en Basilio José ARRILLAGA, Recopilación de leyes,

decretos... circulares y providencias de los supremos poderes, México,

1834-1850, vol . III , pp. 199-203.

25 "Iniciat iva de ley", 5 de j u l i o de 1830, en RO, 7 de jul io de 1830.

26 Ibid.

27 M . P A Y N O , ' ' U n viaje a Veracruz en el invierno de 1843, carta 4 a " ,

en El Museo Mexicano, vol . I II , 1843, PP- 163-164. E l contexto de l a

acusación es como sigue: " P o r el año de 30 había u n empleado suma­

mente laborioso y dedicado, que trabajaba al lado de u n excelente viejo,

d o n Ildefonso M a n i a u . E n los ratos de ocio se ponía a revolver libros

y a escribir muchos borradores que formaron en breve u n cuaderno

voluminoso. Este cuaderno contenía nada menos que el proyecto

de u n colegio de artes y el establecimiento de u n banco nacional de

industr ia . Varios magnates del gobierno, de esos que han recorri­

do l a Europa, que pasan por grandes talentos y por profundos po­

líticos; en una palabra, uno de esos hombres funestamente históricos

vió el proyecto, se apoderó de él, lo modificó, lo varió y se proclamó su

dueño y autor. L a industria entró por casa, y hétenos aquí en el apogeo

a u n hombre que a la vez que planteaba con los caudales del Banco

u n a fábrica, se pavoneaba con l a gloria de u n pensamiento filantrópico,

humano, nacional. Entre tanto e l empleado que había sido autor de

él, estaba en l a oscuridad y la miseria, sin tener n i aún con que dar a

sus hijos los primeros elementos de educación. Este empleado es una

persona que me toca muy de cerca, y por quien tengo una afección

t ierna y respetable para mí".

28 José M a n u e l Payno y Bustamante estuvo registrado como emplea­

do de la P r i m e r a Sección, Mesa P r i m e r a de este departamento. Guía de

Hacienda de la República mexicana, México, 1825, p. 15.

29 Cámara de Diputados, sesión de 14 de j u l i o de 1830, en RO, 24 de

j u l i o de 1830. E l 10 de febrero de 1829 1a moción or ig inal para prohib ir

esos mismos textiles había sido adoptada por 47 votos contra 10. U n

análisis de los votos emitidos en las dos ocasiones revela que 21 de los

47 no se registraron como presentes el 14 de j u l i o ; 7 votaron para im­

pedir la entrada de los textiles; mientras que 19 modificaron su voto y

ia aprobaron. 10 diputados que no habían votado en contra también

apoyaron el proyecto del Banco (Juan A . MATEOS, Historia parlamenta­

ria de los congresos mexicanos de 1821 a 1857, México, 1877-1886, vol. V ,

p. 364).

30 Cf. " Inic iat iva de ley", 5 de j u l i o de 1830, arts, 1, 2, loc. cit.

31 Ibid., art. 3; Estrado de las sesiones de la cámara de senadores del

278 ROBERT POTASH

congreso de la unión, México, 1830, sesiones del 24 de septiembre y 14

de octubre de 1830.

32 L a plena significación de esta oportunidad puede colegirse del

hecho de que el gobierno fué autorizado a pagar el 3 por ciento por mes

para un préstamo, a f in de lograr que el Banco actuara de inmediato.

L a autorización nunca se usó. Véase el artículo cuarto de la ley de 16 de

octubre de 1830.

33 Lorenzo de ZAVALA, Ensayo histórico de las revoluciones de México

desde 1808 hasta 1830, París y Nueva York, 1831-1832, vol . II , p. 305.

Véase también El Faro, núm. 11o (citado en RO, 15 de noviembre de

1830) y El Fénix, 17 de febrero de 1834.

34 Dos años en Méjico o Memorias críticas sobre los principales suce­

sos de la república. .. desde la invasión de Barradas hasta la declaración

del puerto de Tampico contra el gobierno del general Bustamante, Va­

lencia, 1832, p. 74.

35 ZAVAL A, Op. CÍt., vol . I I , p. 327.

36 Ibid., vol . I I , p. 325; Dos años en Méjico, p. 74; José María BOCA-NEGRA, Memorias para, las historia de México Independiente, México,

1837, vol . I I , p. 163. Bocanegra y Zavala habían sido miembros del

gabinete de Guerrero.

37 RO, 23 y 24 de octubre de 1830, 12 de marzo de 1831.

38 Véase la nota 20.

39 Los impuestos aduanales cobrados a los géneros de algodón en el

año fiscal 1830-31 fueron $ 1.588,266. Memoria que sobre el estado de

la hacienda nacional presentó. . . el ministro del ramo en julio de 1845,

México, 1846, T a b l a frente a la página 122.

40 Se exigió que las mercancías extranjeras pagaran otro cinco por

ciento como derecho de consumo (además del pagado a los Estados)

en u n decreto promulgado mientras estaba en estudio la ley del Banco.

Decreto de 24 de agosto de 1830, en DUBLÁN y LOZANO, op. cit., vol . II ,

p. 283.

41 Regeneración política de la República Mexicana, México, 14 de

agosto de 1830; véase también las obras citadas en las notas 42 y 43.

42 Los males de la república y el modo de exterminarlos o sea plan

de espulsión contra coyotes y extranjeros, Guadalajara, 1831.

43 Cámara de Diputados, sesión del 27 de agosto de 1831, en RO,

1° de septiembre de 1831. Pedro AZCUE Y ZALVIDE, Contestación a los

editores del Sol y del Registro o sea Observaciones sobre el Banco de

Avío, México, 1831.

44 Cámara de sesiones, 27 de agosto y 24 de septiembre de 1831, en

RO, 1° de septiembre y 31 de octubre de 1831; véase también los edito­

riales de RO, 3, 15, 23 de septiembre de 1831. Las legislaturas de San L u i s

Potosí, Michoacán, Tamaul ipas , Guanajuato y Querétaro aprobaron re­

soluciones contrarias a los esfuerzos de Azcue por destruir el Banco.

45 RO, 23 de septiembre de 1831.