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AMES P. CANNON (1942) Historia del Trotskismo norteamericano

La Historia Del Trotskismo Norteamericano. James Canon

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“El trotskismo no es un nuevo movimiento, una nueva doctrina”, dice Cannon, “sino la restauración, el renacimiento del marxismo genuino tal como se expuso y se practicó en la Revolución Rusa y en los primeros días de la Internacional Comunista”. En 12 charlas en 1942, James P. Cannon recuenta un periodo decisivo en la labor de construir un partido proletario en Estados Unidos.Esta es la reproducción textual de estas 12 charlas y de la historia de la construcción del partid trotskista norteamericano.

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  • AMES P. CANNON

    (1942)

    Historia del Trotskismo norteamericano

  • INDICE

    Cap. 1: Los Primeros das del Comunismo

    Norteamericano

    Cap. 2: Los primeros das del movimiento comunista en

    Estados Unidos

    Cap. 3: Inicio de la Oposicin de Izquierda en el Partido

    Comunista de EE.UU.

    Cap. 4: La Oposicin de Izquierda en Estados Unidos

    bajo el fuego

    Cap. 5: Los 'das caniculares' de la Oposicin de

    Izquierda

    Cap. 6: La ruptura con la KOMINTERN

    Cap. 7: El viraje hacia el trabajo de masas

    Cap. 8: Las grandes huelgas de Minneapolis

    Cap. 9: La fusin con el AWP de Muste

    Cap. 10: La lucha contra el sectarismo

    Cap. 11: El 'viraje francs' en Estados Unidos

    Cap. 12: Trabajo comunista dentro del PS

  • Conferencia I:

    Los Primeros das del

    Comunismo Norteamericano

    Me parece bastante apropiado camaradas, dar una serie de conferencias sobre la historia del trotskismo norteamericano

    en este Labor temple (Templo del Trabajo). Fue aqu mismo,

    en este auditorio, en el comienzo de nuestra lucha histrica en

    1928 que hice el primer discurso pblico en defensa de Trotsky

    y de la Oposicin Rusa. El discurso fue dado no sin algunas

    dificultades, ya que los stalinistas trataron de romper nuestro

    acto por la fuerza fsica. Pero nos las arreglamos para hacerlo.

    Nuestra actividad oral pblica como trotskistas reconocidos

    comenz realmente aqu, en este Labor temple, trece, casi

    catorce aos atrs. Sin duda, al leer la literatura del

    movimiento trotskista en este pas ustedes frecuentemente

    habrn notado repetidas afirmaciones de que no tenemos

    ninguna nueva revelacin: el trotskismo no es un movimiento

    nuevo, una nueva doctrina, sino la restauracin, el

    renacimiento del verdadero marxismo como fue expuesto y

    practicado en la revolucin Rusa y en los primeros das de la

    Internacional Comunista.

    El bolchevismo mismo fue tambin un renacimiento, una

    restauracin del verdadero marxismo despus de que esta

    doctrina haba sido corrompida por los oportunistas de la

    Segunda Internacional, quienes culminaron su traicin al

    proletariado apoyando a los gobiernos imperialistas en la 1ra.

    Guerra Mundial de 1914-1918. Cuando uno estudia el perodo

    particular del que voy a hablar en este curso -los ltimos trece

    aos- o cualquier otro perodo desde los tiempos de Marx y

  • Engels, se puede observar una cosa: La continuidad

    ininterrumpida del movimiento marxista revolucionario. El

    marxismo nunca ha dejado de tener autnticos representantes.

    A pesar de todas las perversiones y traiciones que han

    desorientado al movimiento de tanto en tanto, siempre ha

    surgido una nueva fuerza, un nuevo elemento ha salido

    adelante para ponerlo otra vez en la senda correcta, es decir, en

    la senda del marxismo ortodoxo. Tambin as fue en nuestro

    caso. Estamos enraizados en el pasado. Nuestro movimiento,

    al que llamamos trotskismo, ahora cristalizado en el Socialist

    Workers Party, no surgi totalmente maduro de la nada. Surgi

    directamente del Partido Comunista de los EE.UU. El Partido

    Comunista mismo surgi del movimiento precedente, el

    Partido Socialista y en parte, de los IWW (Industrial Workers

    of the World). Surgi del movimiento de los obreros

    revolucionarios de Norteamrica en el perodo de la preguerra

    y la guerra. El Partido Comunista, que tom forma organizada

    en 1919, era originalmente el ala izquierda del Partido

    Socialista. Fue del Partido Socialista de donde vinieron los

    contingentes comunistas ms grandes. En realidad, el

    lanzamiento formal del Partido en setiembre de 1919 fue

    simplemente la culminacin organizativa de una pelea

    prolongada dentro del Partido Socialista. All se haba

    trabajado el Programa y all, se formaron los primeros cuadros.

    Esta pelea interna en su momento, llev a la divisin y a la

    formacin de una organizacin separada, el Partido

    Comunista. En los primeros aos de la consolidacin del

    Movimiento Comunista -es decir, como ustedes diran, desde

    la Revolucin Bolchevique en 1917 hasta la organizacin del

    Partido Comunista en este pas dos aos ms tarde, y an por

    un ao ms despus de ello- la principa1 tarea fue la lucha

    fraccional contra el socialismo oportunista, entonces

    representado por el Partido Socialista. Este es casi siempre el

    caso cuando una organizacin poltica obrera se deteriora y al

    mismo tiempo da nacimiento a un ala revolucionaria. La pelea

    por la mayora, por 1a consolidacin de fuerza dentro del

  • partido, casi invariablemente limita la actividad inicial del

    nuevo movimiento a una pelea casi estrecha, intrapartidaria,

    que no finaliza con la separacin formal.

    El nuevo partido contina buscando adherentes en el viejo.

    Le lleva tiempo al nuevo partido aprender cmo pararse firme

    sobre sus propios pies. As, an despus de que la separacin

    formal haba ocurrido en 1919, por la fuerza de 1a inercia y el

    hbito, y tambin porque la pelea no haba terminado

    realmente, la lucha fraccional continu. Qued gente en el

    Partido Socialista que no estaba decidida y que eran candidatos

    ms que probables para la nueva organizaci6n partidaria. El

    Partido Comunista concentr su actividad en el primer ao a la

    lucha por clarificar la doctrina y ganar fuerzas adicionales del

    Partido Socialista. Por supuesto como es casi invariablemente

    el caso en tales desarrollos histricos, esta fase fraccional dio

    en su momento lugar a la actividad directa en la lucha de

    clases, para reclutar nuevas fuerzas y para el desarrollo de la

    nueva organizacin sobre bases enteramente independientes.

    El Ala Izquierda del Partido Socialista, que ms tarde se

    convirti en el Partido Comunista, fue inspirada directamente

    por la Revolucin Bolchevique de 1917. Antes de ese

    momento, los militantes norteamericanos haban tenido muy

    poca oportunidad de adquirir una genuina educacin marxista.

    Los dirigentes del Partido Socialista no eran marxistas. La

    literatura del marxismo publicada en ese pas era ms bien

    magra y confinada casi exclusivamente al aspecto econmico

    de la doctrina. El Partido Socialista era un cuerpo heterogneo;

    su actividad poltica, su agitacin y enseanzas programticas

    eran una terrible mezcolanza de todo tipo de ideas radicales,

    revolucionarias y reformistas. En esos das antes de la ltima

    guerra, y an durante ella, a los jvenes militantes que llegaban

    al partido buscando una clara gua programtica, les cost

    encontrarla. No la podan tener de la direccin oficial del

    partido que careca de un conocimiento serio de tales cosas.

  • Las cabezas prominentes del Partido Socialista, eran la

    contraparte norteamericana de los dirigentes oportunistas de

    los partidos socialistas de Europa, slo que ms ignorantes y

    ms despreciativos de la teora. Consecuentemente, a pesar del

    impulso y el espritu revolucionario, la gran masa de jvenes

    militantes del movimiento norteamericano, pudieron aprender

    muy poco de marxismo; y sin el marxismo es imposible tener

    un movimiento revolucionario consistente.

    La Revolucin Bolchevique en Rusia cambi todo casi de

    cuajo. All fue demostrada en la accin concreta la conquista

    del poder por el proletariado. Como en casi todos los otros

    pases, el tremendo impacto de esta victoria revolucionaria del

    proletariado sacudi hasta sus cimientos a nuestro movimiento

    en Norteamrica. La sola inspiracin de la hazaa fortaleci

    enormemente al ala revolucionaria del partido, dio a los

    trabajadores nuevas esperanzas e hizo emerger un nuevo

    inters en esos problemas tericos de la revolucin que no

    haban recibido un reconocimiento apropiado hasta entonces.

    Pronto descubrimos que los organizadores y dirigentes de la

    Revolucin Rusa no eran slo revolucionarios de accin. Eran

    genuinos marxistas en el campo de la doctrina. A parte de

    Rusia, recibimos de Lenin, de Trotsky y de los otros dirigentes,

    por primera vez, serias exposiciones de la poltica

    revolucionaria del marxismo. Aprendimos que haban estado

    enfrascados en largos aos de lucha por la restauracin del

    marxismo no falsificado en el movimiento obrero

    internacional. Ahora, gracias a la gran autoridad y al prestigio

    de su victoria en Rusia, eran finalmente capaces de ser

    escuchados en todos los pases. Todos los militantes genuinos

    se agruparon a su alrededor y comenzaron a estudiar sus

    escritos con un inters y un apasionamiento desconocidos

    antes. La doctrina que ellos exponan tena una autoridad diez

    veces mayor porque haba sido verificada por la prctica. An

    ms, mes a mes, ao a ao, a pesar de todo el poder que el

  • capitalismo mundial movilizaba contra ellos, mostraban la

    capacidad de desarrollar la gran revolucin, crear el Ejrcito

    Rojo, mantenerse y avanzar. Naturalmente, el Bolchevismo se

    convirti en la doctrina autorizada entre los crculos

    revolucionarios de todos los movimientos polticos obreros del

    mundo, incluso en nuestro pas.

    Sobre esa base fue formada el Ala Izquierda del Partido

    Socialista. Tena publicaciones propias; tena organizadores,

    oradores y escritores propios. En la primavera de 1919 -es

    decir cuatro o cinco meses antes de que el Partido Comunista

    se organizara formalmente, tuvimos en Nueva York la primera

    Conferencia Nacional del Ala Izquierda. Yo fui delegado a esa

    conferencia, viniendo en ese momento de la ciudad de Kansas.

    Fue en esta conferencia que la fraccin tom cuerpo

    virtualmente como partido dentro de un partido, en

    preparacin para la posterior ruptura. El rgano oficial del Ala

    Izquierda fue llamado "Revolutionary Age" ("La Era

    Revolucionaria"). Este peridico llev a los trabajadores de

    Norteamrica la primera explicacin autntica de las doctrinas

    de Lenin y Trotsky. Su editor fue el primero en el pas en

    exponer y popularizar las doctrinas de los dirigentes

    bolcheviques. Por lo tanto debe ser reconocido histricamente

    como el fundador del comunismo norteamericano. Este editor

    era un hombre llamado Louis C. Fraina. Su corazn no era tan

    fuerte como su cabeza. Sucumbi en la pelea y se transform

    en un converso trasnochado de la democracia burguesa en el

    medio de su agona. Pero esa es slo su mala fortuna personal.

    Lo que hizo en esos tempranos das mantiene toda su validez

    y an ni l ni ningn otro pueden deshacerlo.

    Otra figura prominente del movimiento en esos das fue John

    Reed. El no era un dirigente ni un poltico, pero su influencia

    moral era muy grande. John Reed fue el periodista socialista

    norteamericano que fue a Rusia, tom parte en la revolucin,

  • la relat verdicamente y escribi un gran libro sobre ella,

    "Diez das que conmovieron al Mundo".

    En los comienzos, el grueso de los miembros del Ala

    Izquierda del Partido Socialista eran extranjeros. En esos

    momentos, ms de veinte aos atrs, una gran parte del

    proletariado en Norteamrica era extranjero. Antes de la guerra

    las puertas de la inmigracin haban sido abiertas

    ampliamente, ya que acumular un gran ejrcito de reserva

    serva a las necesidades del capital norteamericano. Muchos de

    esos inmigrantes llegaron a Norteamrica con las ideas

    socialistas desde sus pases nativos. Bajo el impacto de la

    Revolucin Rusa el movimiento socialista de lengua extranjera

    creci a pasos agigantados. Los extranjeros se organizaron en

    federaciones segn su idioma, prcticamente cuerpos

    autnomos afiliados al Partido Socialista. Haba tanto como

    ocho o nueve mil miembros en la Federacin Rusa; cinco o

    seis mil entre los polacos; tres o cuatro mil ucranianos; casi

    doce mil fineses, etc. -una enorme masa de miembros

    extranjeros en el partido. La gran mayora se concentraron bajo

    la consigna de la Revolucin Rusa y despus de la divisin del

    Partido Socialista constituyeron el grueso de los miembros del

    Partido Comunista.

    Los dirigentes de estas federaciones aspiraban a controlar al

    nuevo partido y de hecho lo controlaron. En virtud de estos

    bloques los obreros extranjeros a quienes representaban,

    ejercan una influencia inesperada en los primeros das del

    movimiento comunista. Esto era bueno en algunos aspectos

    porque en su mayor parte eran comunistas apasionados y

    ayudaron a inculcar la doctrina del bolchevismo.

    Pero su dominacin era muy mala en otros aspectos. Sus

    mentes no estaban realmente en los Estados Unidos sino en

    Rusia. Le dieron al movimiento un tipo de formacin no

    natural y lo contagiaron desde el comienzo con un sectarismo

  • extico. Los dirigentes dominantes del partido -dominantes en

    el sentido de que ellos tenan el poder real gracias a los bloques

    que tenan detrs suyo- era gente absolutamente no

    familiarizada con la escena poltica y econmica

    norteamericana. No entendan la psicologa de los obreros

    norteamericanos y no les prestaban mucha atencin. Como

    resultado, el movimiento en sus comienzos sufri de exceso de

    irrealismo y tuvo un tinte de romanticismo que puso al partido

    en muchas de sus actividades y pensamientos fuera de la real

    lucha de clases de los Estados Unidos. Lo ms extrao es que

    muchos de estos dirigentes de las Federaciones Extranjeras,

    estaban convencidos de su misin mesinica. Estaban

    determinados a controlar el movimiento para mantenerlo en la

    fe pura.

    Desde su comienzo en el Ala Izquierda del Partido Socialista

    y ms tarde en el Partido Comunista, el movimiento comunista

    norteamericano fue zozobrado por tremendas peleas

    fraccionales, "peleas por el control" se llamaban. La

    dominacin de los dirigentes extranjeros cre una situacin

    paradjica. Ustedes saben que normalmente, en la vida de un

    gran pas imperialista como ste, los obreros inmigrantes

    extranjeros ocupan una posicin de una minora nacional y

    tienen que librar una lucha permanente por la igualdad, por sus

    derechos, sin conseguirlos por completo nunca. Pero en el Ala

    Izquierda del Partido Socialista y en los comienzos del Partido

    Comunista, esta relacin estaba dada vuelta. Cada uno de los

    idiomas eslavos estaba fuertemente representado. Los rusos,

    polacos, lituanos, letones, fineses, etc., tenan la mayora. Eran

    la mayora abrumadora y nosotros, los norteamericanos

    nativos, que pensbamos que tenamos algunas ideas de cmo

    tena que ser dirigido el movimiento obrero, estbamos en

    minora. Desde el comienzo estuvimos en la posicin de una

    minora perseguida. En los primeros tiempos tuvimos muy

    poco xito.

  • Yo perteneca a la fraccin, primero en el Ala Izquierda del

    Partido Socialista y ms tarde en el movimiento comunista

    independiente, que quera una direccin norteamericana para

    el movimiento. Estbamos convencidos de que era imposible

    construir un movimiento en este pas sin una direccin ms

    ntimamente ligada y conocedora del movimiento nativo de los

    obreros norteamericanos. Muchos de ellos por su parte estaban

    igualmente convencidos de que era imposible para un

    norteamericano ser un bolchevique realmente puro. Ellos nos

    queran y nos apreciaban -como su "expresin inglesa"- pero

    pensaban que tenan que mantenerse en el control para evitar

    que el movimiento se convirtiera en oportunista y centrista.

    Durante aos se perdi una gran cantidad de tiempo dando esa

    pelea, que para los dirigentes extranjeros slo podra ser una

    pelea perdida. A la larga el movimiento tena que encontrar

    una direccin nativa, de otra manera no podra sobrevivir.

    La pelea por el control asumi la forma de lucha sobre

    cuestiones organizativas. Deberan los grupos extranjeros

    organizarse en federaciones, o deberan organizarse en ramas

    locales sin una estructura nacional o derechos autnomos?

    Deberamos tener un partido centralizado, o un partido

    federado? Naturalmente, la concepcin de un partido

    centralizado era una concepcin bolchevique. Sin embargo, en

    un partido centralizado los grupos extranjeros no podran ser

    movilizados tan fcilmente en bloques slidos, mientras que

    en un partido federado era posible para los dirigentes de la

    Federacin enfrentar al partido con bloques slidos de votantes

    que los apoyaran en las convenciones, etc.

    Esta lucha desbarat la Conferencia del Ala Izquierda en

    Nueva York en 1919. Cuando llegamos a Chicago en

    septiembre de 1919, es decir, en la Convencin Nacional del

    Partido Socialista donde tuvo lugar la divisin, las fuerzas del

    Ala Izquierda estaban divididas entre s. Los Comunistas en el

    momento de su ruptura con el Partido Socialista eran incapaces

  • de organizar un partido unido propio. Anunciaron al mundo

    unos das despus que haban organizado no un Partido

    Comunista sino dos. El que tena la mayora era el Partido

    Comunista de los Estados Unidos, dominado por las

    Federaciones Extranjeras; el otro era el Partido Obrero

    Comunista, representando a la fraccin minoritaria que ya he

    mencionado, con su mayor proporcin de nativos y extranjeros

    norteamericanizados. Naturalmente, haba variaciones y

    fluctuaciones individuales, pero esta era la lnea principal de

    demarcacin.

    Tal fue el poco auspicioso comienzo del Movimiento

    Comunista Independiente -dos partidos en el terreno, con

    programas idnticos, batallando fieramente el uno contra el

    otro.

    Para hacer las cosas peor, nuestras divididas filas se

    enfrentaron a una persecucin terrorfica. Ese ao, 1919, era el

    ao de la gran reaccin en este pas, la reaccin de la

    postguerra. Despus que los patrones terminaron la guerra para

    "hacer el mundo seguro para la democracia" decidieron

    escribir un captulo suplementario para hacer a los Estados

    Unidos seguro para el mercado abierto.

    Comenzaron un giro patritico furioso contra todas las

    organizaciones obreras. Miles de obreros fueron arrestados a

    escala nacional. Los nuevos Partidos Comunistas sufrieron los

    embates de este ataque. Casi todas las organizaciones locales

    de costa a costa fueron allanadas; prcticamente cada dirigente

    del movimiento nacional o local fue puesto bajo arresto,

    procesado por una u otra cosa. Deportaciones masivas de

    militantes extranjeros tuvieron lugar. El movimiento fue

    perseguido a tal punto que fue llevado a la clandestinidad. Los

    lderes de ambos partidos pensaron que era imposible

    continuar el funcionamiento abierto, legal. As, en el

    mismsimo primer ao del Comunismo norteamericano no

  • slo tuvimos la desgracia, el escndalo y la catstrofe

    organizativa de dos partidos Comunistas separados y rivales,

    sino que tambin tuvimos a ambos partidos despus de unos

    pocos meses, funcionando en grupos y clulas ilegales.

    El movimiento permaneci ilegal desde 1919 hasta

    comienzos de 1922. Despus de que el primer shock de las

    persecuciones pas y los grupos y clulas se acostumbraron a

    su existencia ilegal, los elementos en la direccin que tendan

    al irrealismo ganaron fuerza, en tanto y en cuanto el

    movimiento estaba entonces completamente aislado de la vida

    pblica y de las organizaciones obreras del pas.

    La disputa fraccional entre los dos partidos continuaba

    consumiendo una cantidad enorme de tiempo; los

    refinamientos de la doctrina, los quisquilleos, se convirtieron

    casi en un pasatiempo. Entonces yo, por mi parte, me di cuenta

    por primera vez de la completa malicia de la enfermedad del

    ultraizquierdismo. Parece ser una ley peculiar que cuanto

    mayor es el aislamiento de un partido de la vida del

    movimiento obrero, cuanto menor es el contacto que tiene con

    el movimiento de masas, y cuanto menor es la correccin que

    ste puede ejercer sobre el partido, tanto ms radical se vuelve

    en sus formulaciones, su programa, etc. Quien desee estudiar

    la historia del movimiento cuidadosamente, debera examinar

    algo de la literatura del partido impresa durante esos das.

    Ustedes ven, no costaba nada ser ultrarradical, porque de todas

    maneras, nadie les prestaba atencin. No tenamos reuniones

    pblicas, no tenamos que hablar a los obreros o ver cules eran

    sus reacciones a nuestras consignas. As, los que gritaban ms

    fuerte en nuestras reuniones cerradas se convirtieron en ms y

    ms dominantes en la direccin del movimiento. La

    fraseologa del "radicalismo" tuvo su da de fiesta. Los aos

    iniciales del movimiento comunista en este pas estuvieron

    ms que consagrados al ultraizquierdismo.

  • Durante las elecciones presidenciales de 1920 el

    movimiento era ilegal y no pudo implementar alguna forma de

    tener su propio candidato. Eugene V. Debs era el candidato del

    Partido Socialista, pero estbamos envueltos en una terrible

    lucha fraccional con este partido y pensbamos errneamente

    que no podamos apoyarlo. Por lo tanto el movimiento se

    decidi por un programa muy radical: Emiti una proclama

    altisonante llamando a los obreros a boicotear las elecciones!

    Ustedes podrn pensar que podramos haber dicho

    simplemente "no tenemos candidato, no podemos hacer nada

    al respecto". Ese fue el caso, por ejemplo, con el Socialist

    Workers Party. Los trotskistas en 1940, debido a dificultades

    tcnicas, financieras y organizativas, no pudimos participar en

    las elecciones. No encontramos posible apoyar a ningn

    candidato, entonces slo dejamos pasar el asunto. Sin

    embargo, el Partido Comunista en esos das, nunca dej pasar

    algo sin emitir una proclama. Si yo a menudo muestro

    indiferencia a las proclamas, es porque vi muchas de ellas en

    los das iniciales del Partido Comunista. Abandon

    enteramente la idea de que cada ocasin debe tener una

    proclama. Es mejor pasarla con pocas; emitirlas en las

    ocasiones ms importantes. Entonces tiene mayor peso.

    Bueno, en 1920 se sac un volante llamando a boicotear las

    elecciones pero no logramos nada de eso.

    Una fuerte tendencia antiparlamentaria creci en el

    movimiento. Una falta de inters en las elecciones que llev

    aos y aos superar. Mientras tanto leamos el folleto de Lenin

    "El ultraizquierdismo, enfermedad infantil del comunismo".

    Todos reconocan -tericamente- la necesidad de participar en

    las elecciones, pero no haba disposicin para hacer algo al

    respecto y varios aos tuvieron que pasar antes de que el

    partido desarrollara alguna actividad electoral seria.

    Otra idea radical gan predominancia en el inicial

    movimiento comunista ilegal: la concepcin de que

  • mantenerse clandestino es un principio revolucionario.

    Durante las dos dcadas pasadas hemos disfrutado las ventajas

    de la legalidad. Prcticamente todos los camaradas del SWP

    no han conocido otra forma de existencia que la del partido

    legal. Es muy posible que una predisposicin legalista haya

    crecido entre ellos. Esos camaradas pueden sufrir fuertes

    golpes en tiempos de persecucin ya que el partido tiene que

    ser capaz de realizar sus actividades sin importar la actitud de

    la clase dirigente. Es necesario para un partido revolucionario

    saber cmo operar an en formaciones ilegales. Pero esto slo

    debe realizarse por necesidad, nunca por eleccin. Despus

    que una persona experimenta tanto la organizacin poltica

    ilegal, como la abierta, se puede convencer a s mismo

    fcilmente que la ms econmica, la ms ventajosa es la

    abierta. Es la forma ms fcil de entrar en contacto con los

    obreros, la forma ms fcil de captar. Consecuentemente, un

    bolchevique genuino, an en tiempo de mayor persecucin,

    trata siempre de atrapar y utilizar cada posibilidad de funcionar

    abiertamente; si no puede decir todo lo que quiere libremente,

    dir lo que pueda y completar la propaganda legal por otros

    mtodos.

    En los inicios del movimiento comunista, antes de que

    hubiramos asimilado apropiadamente los escritos y

    enseanzas de los lderes de la Revolucin Rusa, creci una

    tendencia a considerar al partido ilegal como un principio. En

    tanto el tiempo pas y la ola de reaccin retrocedi, las

    posibilidades de actividades legales se abrieron. Pero fueron

    necesarias tremendas peleas fraccionales antes de que el

    partido tomara el ms leve paso en la direccin de legalizarse.

    La absolutamente increble idea de que un partido no puede ser

    revolucionario a menos que sea ilegal fue en realidad aceptada

    por la mayora en el movimiento comunista en 1921 y

    comienzos de 1922.

  • En la cuestin sindical el "radicalismo" tambin se mantuvo

    dominante. El ultraizquierdismo es un virus terrible. Prospera

    mejor en un movimiento aislado, lo van a encontrar ustedes

    ms desarrollado en un movimiento que est aislado de las

    masas, que no tiene ningn correctivo de stas. Ustedes lo ven

    en estas divisiones en el movimiento trotskista -nuestros

    propios "aspectos lunticos". Cuanto menos gente los escucha,

    cuanto menos efectos tienen sus palabras sobre el curso de los

    eventos humanos, ms extremos, irracionales e histricos son

    en sus formulaciones.

    La cuestin sindical estaba en la agenda de la primera

    convencin ilegal del movimiento comunista. Esta convencin

    proclam una separacin y una unificacin al mismo tiempo.

    Una fraccin encabezada por Ruthemberg se haba separado

    del Partido Comunista, dominado por los grupos extranjeros.

    La fraccin Ruthemberg se reunin en una convencin

    conjunta con el Partido Obrero Comunista para formar una

    nueva organizacin llamada el Partido Comunista Unificado,

    en Mayo de 1920 en Bridgeman, Michigan (esta no debe

    confundirse con otra convencin en Bridgeman en agosto de

    1922 que fue allanada por la polica). El Partido Comunista

    Unificado gan la superioridad y se fusion con la restante

    mitad del Partido Comunista original un ao ms tarde.

    La Convencin de 1920, recuerdo con precisin, adopt una

    resolucin sobre la cuestin sindical. Bajo la luz de lo que se

    ha aprendido en el movimiento trotskista, les hara poner los

    pelos de punta. Esta resolucin llam al boicot de la American

    Federation of Labor (AFL). Estableci que si un miembro del

    partido est "obligado por necesidad de trabajo" a pertenecer a

    la AFL, debera trabajar ah de la misma manera que un

    comunista trabaja en un Congreso burgus, no para construirlo

    sino para hacerlo explotar desde adentro. Esa estupidez fue

    ms tarde corregida junto con otras cosas. Mucha gente que

  • cometi estas estupideces ms tarde aprendi y se desenvolvi

    mejor en el movimiento poltico.

    Siguiendo a la Revolucin Rusa, la joven generacin,

    revelndose contra las traiciones oportunistas de los

    socialdemcratas, tom demasiada dosis de radicalismo. Lenin

    y Trotsky dirigieron el "Ala Derecha" -as es como ellos

    demostrativamente llamaron a su tendencia- en el III Congreso

    mundial de la Internacional Comunista en 1921. Lenin escribi

    su folleto, "El ultraizquierdismo, enfermedad infantil del

    comunismo", dirigido contra los izquierdistas alemanes,

    tomando las cuestiones del parlamentarismo, sindicalismo, etc.

    Este folleto, junto con las decisiones del Congreso, hicieron

    mucho en el curso del tiempo para liquidar la tendencia

    izquierdista en los inicios de la Comintern.

    No quiero para nada pintar la fundacin del Comunismo

    Norteamericano como un circo, como hacen los filisteos que

    se mantienen al margen. No lo fue de ninguna manera. Hubo

    lados positivos en el movimiento, y estos predominaron.

    Estaba compuesto de miles de revolucionarios valientes y

    devotos. A pesar de todos sus errores, construyeron un partido

    como nunca antes se haba visto en este pas, es decir, un

    partido fundamentado en un programa marxista, con una

    direccin profesional y militantes disciplinados. Aquellos que

    pasaron el perodo del partido ilegal, adquirieron hbitos de

    disciplina y aprendieron mtodos de trabajo que iran a jugar

    un gran rol en la historia siguiente del movimiento. Nosotros

    estamos construyendo sobre esos cimientos.

    Aprendieron a tomar el programa seriamente. Aprendieron

    a sacarse para siempre la idea de que un movimiento

    revolucionario, que tenga como objetivo el poder, puede ser

    dirigido por gente que practica el socialismo como un

    pasatiempo. El tpico dirigente del Partido Socialista era un

    abogado que practicaba leyes, o un predicador o un escritor, o

  • un profesional de un tipo u otro que asentan en venir y hacer

    un discurso cada tanto. Los funcionarios de tiempo completo

    eran meramente caballos de tiro que hacan el trabajo sucio y

    no tenan influencia real en el partido. La brecha entre los

    obreros de base, con sus aspiraciones e impulsos

    revolucionarios, y los chapuceros pequeoburgueses en las

    alturas era tremenda. El joven Partido Comunista rompi con

    todo eso y fue capaz de hacerlo fcilmente porque ninguno de

    los antiguos dirigentes se puso de todo corazn a apoyar la

    Revolucin Rusa. El partido tuvo que sacar nuevos dirigentes

    de las filas y desde el mismo comienzo se sent el principio de

    que esos dirigentes deberan ser obreros profesionales para el

    partido, deberan poner todo su tiempo y toda su vida a

    disposicin del partido. Si uno piensa en un partido que tiene

    como objetivo dirigir a los obreros en una lucha real por el

    poder, entonces no tiene sentido considerar cualquier otro tipo

    de direccin.

    En la ilegalidad el trabajo de educacin, de asimilacin de

    los escritos de los dirigentes rusos, continu. Lenin, Trotsky,

    Zinoviev, Radek, Bujarin, esos eran nuestros maestros.

    Comenzamos a ser educados en un espritu totalmente distinto

    al sentimentaloide del Partido Socialista, en el espritu de

    revolucionarios que se toman las ideas y el programa muy en

    serio. El movimiento tuvo una vida interna muy intensa, tanto

    ms cuanto estaba aislado y vuelto hacia s mismo. Las peleas

    fraccionales eran feroces y largamente extenuantes.

    El movimiento comenz a estancarse en el callejn sin salida

    de la ilegalidad. Unos pocos de nosotros en la direccin

    comenzamos a buscar una salida, una forma de aproximarnos

    a los obreros norteamericanos por medios legales. Estos

    esfuerzos fueron resistidos con firmeza. Formamos una nueva

    fraccin. Lovestone estaba fuertemente asociado conmigo en

    la direccin de esta fraccin. Ms tarde se nos uni

    Ruthemberg al salir de prisin en la primavera de 1922.

  • Por un ao y medio, dos aos, esta lucha continu sin

    descanso. La pelea por la legalizacin del movimiento tuvo un

    resultado positivo de nuestro lado; aunque por el otro hubo una

    resistencia igualmente determinada por gente convencida

    hasta la mdula de que esto significaba algn tipo de traicin.

    Finalmente, en diciembre de 1921, teniendo una leve mayora

    en el Comit Central, nos comenzamos a mover, dando un paso

    cuidadoso por vez, hacia la legalidad.

    No pudimos legalizar al partido como tal, la resistencia en la

    base era todava muy fuerte, pero organizamos algunos grupos

    legales para charlas. Despus llamamos a una convencin para

    federar estos grupos en un rgano central llamado American

    Labor Alliance, que convertamos en una organizacin de

    propaganda. Entonces, en diciembre de 1921 recurrimos al

    plan de organizar al Partido Obrero como una organizacin

    legal, abierta, junto con el Partido Comunista ilegal. No

    podamos prescindir de ste. No era posible conseguir una

    mayora para acordar con esto, pero se efectu un compromiso

    por el cual mientras mantuviramos al partido ilegal,

    levantaramos el Partido Obrero como una extensin legal.

    Dos o tres mil cabezas duras clandestinos se rebelaron contra

    este movimiento de cambio hacia la legalidad, rompieron y

    formaron sus propias organizaciones.

    Continuamos con dos partidos -uno legal y otro clandestino.

    El Partido Obrero tena un programa muy limitado, pero se

    convirti en el medio a travs del cual toda nuestra actividad

    pblica legal se llevaba a cabo. El control yaca en el Partido

    Comunista clandestino. El Partido Obrero no encontr

    persecucin. La ola reaccionaria haba pasado y prevaleca un

    tono poltico liberal en Washington y en el resto del pas.

    Podamos celebrar encuentros pblicos y conferencias,

    publicar peridicos, participar en campaas electorales, etc.

    Entonces surgi la cuestin Necesitbamos este estorbo de

    dos partidos? Queramos liquidar la organizacin clandestina

  • y concentrar toda nuestra actividad en el partido legal y correr

    el riesgo de una ulterior persecucin. Encontramos una

    renovada oposicin. La lucha continu ininterrumpidamente

    hasta que finalmente llevamos el asunto a la Internacional

    Comunista en el IV Congreso en 1922. En ese congreso yo era

    el representante de la fraccin "liquidacionista", como nos

    llamaban. Este nombre viene de la historia del bolchevismo.

    En un determinado momento, despus de la derrota de la

    Revolucin de 1905, una seccin de los mencheviques se

    adelant con la posicin de liquidar el partido clandestino en

    Rusia y confiar toda la actividad a la "legalidad" zarista. Lenin

    pele salvajemente contra esta propuesta y sus sostenedores,

    porque significaba renunciar al trabajo y la organizacin

    revolucionarias. Los denunci como "liquidacionistas".

    Entonces naturalmente cuando nosotros nos vinimos con la

    propuesta de liquidar el partido clandestino en este pas, los

    izquierdistas con su mente puesta en Rusia mecnicamente

    transfirieron la expresin de Lenin y nos denunciaron como

    "liquidacionistas". Entonces nos fuimos a Mosc ante la

    Internacional Comunista. Esa fue la primera oportunidad en

    que me encontr con el camarada Trotsky. En el curso de

    nuestra lucha tratamos de obtener el apoyo de miembros

    individuales de la direccin rusa. En el verano y fines de 1922

    pas muchos meses en Rusia. Por bastante tiempo era como un

    paria debido a que esta campaa acerca de los

    "liquidacionistas", haba llegado ms arriba de nosotros y los

    rusos no queran tener ms que ver con los liquidadores. Sin

    conocimiento de la situacin en Norteamrica tendan a tener

    prejuicios contra nosotros. Asuman que el partido haba sido

    realmente ilegalizado y cuando la cuestin fue puesta ante

    ellos estaban inclinados a decir de antemano: "Si ustedes no

    pueden hacer su trabajo legalmente, hganlo ilegalmente,

    pero ustedes deben hacer su trabajo". Pero no era as como

    quedaran las cosas. La situacin poltica en los Estados

    Unidos haca posible un Partido Comunista legal. Esa era

  • nuestra discusin y toda la experiencia posterior lo ha probado.

    Finalmente algunos otros camaradas y yo nos encontramos con

    el camarada Trotsky y le expusimos nuestras ideas por casi una

    hora. Despus de hacer algunas preguntas, cuando habamos

    terminado nos dijo "Es suficiente, voy a apoyar a los

    "liquidacionistas" y hablar con Lenin. Estoy seguro que los

    apoyarn, entonces la autoridad predominante y la influencia,

    naturalmente se transferira a ese partido. Es slo una cuestin

    de entender la situacin poltica. Es absurdo encorsetar en el

    chaleco de fuerza de la ilegalidad cuando no es necesario. No

    hay cuestin alguna en ello".

    Le preguntamos si arreglara para que nosotros viramos a

    Lenin. Nos dijo que Lenin estaba enfermo, pero si era

    necesario, si Lenin no estaba de acuerdo con l, arreglara para

    que lo viramos. En unos pocos das el nudo comenz a

    desatarse. Una comisin del congreso fue encargada para la

    cuestin norteamericana y nos presentamos ante una comisin

    para debatir. Ya haba corrido la voz de que Trotsky y Lenin

    estaban a favor de los "liquidacionistas" y la corriente estaba

    cambiando a nuestro favor. En la discusin en la audiencia de

    la comisin, Zinoviev hizo un brillante alegato sobre el trabajo

    legal e ilegal, trayendo la vasta experiencia de los bolcheviques

    rusos. Nunca he olvidado ese discurso. La memoria del mismo

    pone a nuestro partido en un buen lugar hasta nuestros das y

    lo har en el futuro, estoy seguro. Radek y Bujarin hablaron en

    el mismo sentido. Ellos tres eran en esos das los

    representantes del Partido Comunista Ruso en el Comintern.

    Los delegados de los otros partidos, despus de un completo y

    profundo debate, dieron apoyo por completo a la idea de

    legalizar el Partido Comunista Norteamericano. Con la

    autoridad del Congreso Mundial de la Comintern detrs de las

    decisiones, la Oposicin en los Estados Unidos pronto

    decreci. El Partido Obrero que haba sido creado en 1921

    como una extensin legal del Partido Comunista, tuvo otra

    convencin, adopt un programa ms claro y reemplaz por

  • completo a la organizacin clandestina. Toda la experiencia

    desde 1923 ha demostrado la sabidura de esa decisin. La

    situacin poltica

    aqu justificaba la organizacin legal. Hubiera sido una

    terrible calamidad, prdida y mutilacin de la actividad

    revolucionaria el mantenerse clandestinamente cuando no era

    necesario. Es muy importante que los revolucionarios tengan

    el coraje de correr esos riesgos cuando no se pueden evitar.

    Pero tambin es igualmente importante tener la prudencia

    suficiente para evitar sacrificios innecesarios. Lo principal es

    lograr que se haga la tarea de la forma ms econmica y

    expeditiva posible.

    Una observacin final sobre esta cuestin: un pequeo grupo

    se mantuvo irreconciliable con la legalizacin del partido. Iban

    a mantenerse clandestinos a pesar de nosotros. No iban a

    traicionar al comunismo. Tenan sus cuarteles en Boston y una

    rama en Cleveland. Cada tanto, a travs de los aos,

    escucharamos de este grupo clandestino una proclama de

    algn tipo. Siete aos ms tarde, despus de que habamos sido

    expulsados del Partido Comunista y estbamos organizando el

    movimiento trotskista, escucharnos que este grupo en Boston

    era de alguna manera simpatizante de las ideas trotskistas. Esto

    nos interes ya que estbamos muy necesitados de toda la

    ayuda que pudiramos obtener. En una de mis visitas a Boston

    los camaradas locales arreglaron una conferencia con ellos.

    Eran muy conspirativos y nos llevaron a la vieja manera

    clandestina al lugar del encuentro. Un comit formal nos

    recibi. Despus de intercambiar saludos, el dirigente dijo:

    "ahora, camarada Cook, dganos cul es vuestra proposicin".

    Camarada "Cook" era el seudnimo por el que me conocan en

    el partido clandestino. El no iba a revelar mi nombre legal en

    un encuentro clandestino. Le expliqu por qu habamos sido

    expulsados, nuestro programa, etc. El dijo que estaban

    deseosos de discutir el programa trotskista como base de la

  • unidad en un nuevo partido. Pero queran acordar primero en

    un punto: el partido que bamos a organizar tendra que ser una

    organizacin clandestina. Entonces intercambi algunos

    chistes con ellos y volv a Nueva York. Supongo que todava

    son clandestinos.

    Ahora, camaradas, todo esto es algo as como el fondo, una

    introduccin a la historia de nuestro movimiento trotskista. La

    semana que viene tratar lo del desarrollo posterior del Partido

    Comunista en los aos iniciales antes de nuestra expulsin y la

    reconstruccin del movimiento bajo la bandera del trotskismo.

  • Conferencia II:

    Las luchas fraccionales en el

    viejo Partido Comunista

    La semana pasada hice un esbozo sobre las primeras pocas del comunismo norteamericano. A pesar de que omit muchas

    cosas, tocando solo algunos puntos importantes, no podemos

    pasar por alto el ao 1922, el Cuarto Congreso de la

    Internacional Comunista, la legalizacin del movimiento

    comunista clandestino y el comienzo del trabajo abierto. Habl

    sobre los aspectos negativos en los primeros tiempos del

    movimiento y de las enfermedades infantiles que padeca,

    como ocurre casi siempre con los movimientos jvenes,

    particularmente la virulenta e infantil enfermedad del

    ultraizquierdismo. Pero estos aspectos negativos, el irrealismo

    de la mayor parte del trabajo, fueron ampliamente opacados

    por el lado positivo - la creacin por primera vez en EE.UU.

    de un partido poltico revolucionario basado en las doctrinas

    bolcheviques. Esa fue la gran contribucin del comunismo

    pionero. Un grupo de gente organiz un nuevo partido poltico.

    Asimilaron algunas de las enseanzas bsicas del comunismo.

    Se habituaron a proceder en forma disciplinada, lo que es un

    prerrequisito para la construccin de un partido poltico de

    trabajadores serio. Esto no haba ocurrido antes en los EE.UU.

    Crearon el instrumento de una direccin profesional, como uno

    de los ms elementales requerimientos de un partido

    revolucionario serio. El incipiente movimiento comunista

    demostr de una manera poderosa, la predominante influencia

    de las ideas sobre cualquier otra cosa. Esto fue demostrado

    notablemente en la lucha por la supremaca entre los IWW

    (Industrial Workers of the World) y el joven Partido

    Comunista. En los das de pre-guerra, la IWW era un

  • movimiento obrero militante bastante grande. Entr en la

    guerra incuestionablemente como la organizacin que

    agrupaba a la mayora del proletariado militante. No obstante,

    el ncleo del Partido Comunista provena del Partido

    Socialista. Un gran nmero de ellos eran de origen pequeo-

    burgus, un alto porcentaje eran jvenes sin experiencia en la

    lucha de clases. Miles de ellos eran hijos de obreros

    inmigrantes que nunca haban sido realmente asimilados en la

    lucha de clases de Norteamrica. En lo que a material humano

    concierne, las ventajas estaban todas del lado de la IWW. Sus

    militantes haban sido probados en muchas luchas. Tenan

    cientos y cientos de miembros en prisin y solan mirar con

    cierto menosprecio a este incipiente movimiento que hablaba

    tan confiadamente en trminos revolucionarios. La IWW

    imaginaba que sus acciones y sus sacrificios pesaban mucho

    ms que las meras pretensiones doctrinarias de este nuevo

    movimiento revolucionario y que nada tenan que temer de

    ste en trminos de rivalidad. Estaban muy equivocados.

    En unos pocos aos hacia 1922 se demostr muy claramente

    que el Partido Comunista haba desplazado a la IWW como

    organizacin lder de la vanguardia. La IWW con su magnfica

    composicin de militantes proletarios, con todas sus heroicas

    luchas detrs, no pudo correr parejo. No haban ajustado su

    ideologa a las lecciones de la guerra y de la Revolucin Rusa.

    No haban adquirido el suficiente respeto por la doctrina, por

    la teora. Esta es la razn por la que su organizacin degener,

    mientras que esta nueva organizacin con su pobre material,

    su inexperta juventud, que ha valorizado el mantener las ideas

    vivas del bolchevismo, sobrepas completamente a la IWW y

    la dej atrs en poco tiempo. La gran leccin de esta

    experiencia es la insensatez de tomar superficialmente el poder

    de las ideas o imaginar que se puede encontrar algn sustituto

    de las ideas correctas en la construccin de un movimiento

    revolucionario.

  • Despus de dar por terminada la pelea con los

    ultraizquierdistas sobre la legalizacin, el partido sali

    abiertamente. Haba adquirido ya como dije, completa

    hegemona sobre la vanguardia proletaria del pas. Era

    considerado en todos lados y propiamente, como el grupo ms

    avanzado y revolucionario del pas. EI partido comenz a

    atraer a sus filas a algunos sindicalistas nativos. William Z.

    Foster, desgastando despus la gloria de su trabajo en la huelga

    del acero, y otros sindicalistas, un grupo considerablemente

    grande, ingresaron en el un poco extico, pero dinmico

    Partido Comunista. Toda la orientacin del partido comenz a

    cambiar. De la querella subterrnea, las disputas fuera de la

    realidad y los ajustes en la doctrina el partido se volc al

    trabajo sobre las masas. Los comunistas comenzaron a

    ocuparse de los problemas prcticos de la lucha de clases. El

    partido comenz gradualmente a volverse "sindicalizado" y

    dio sus primeros pasos vacilantes en la Federacin Americana

    del Trabajo (AFL), la dominante, prcticamente la nica

    organizacin de trabajadores en ese momento.

    Mientras llevbamos adelante la batalla por la legalizacin

    del partido, pelebamos tambin por corregir su poltica

    sindical. Esta batalla fue exitosa tambin; la posicin sectaria

    original fue rechazada. Los comunistas pioneros revisaron sus

    tempranos pronunciamientos sectarios, que haban favorecido

    al sindicalismo independiente. Ahora dirigan toda la fuerza

    dinmica del Partido Comunista, dentro de los sindicatos

    reaccionarios. El principal crdito para esta transformacin

    provena tambin de Mosc, de Lenn, de la Comintern. El

    gran escrito de Lenn, "La enfermedad infantil del

    comunismo", aclar esta cuestin de manera decisiva. Por el

    ao 1922-23, el partido estaba bien encaminado hacia la

    penetracin sobre el movimiento sindicalista y rpidamente

    empez a adquirir una seria influencia sobre algunos

    sindicatos en varias partes del pas. Esto se dio particularmente

  • en el sindicato del carbn y en ms lugares el partido tambin

    hizo sentir su influencia.

    Pero simultneamente con este trabajo prctico y

    progresivo, el partido cay en algunas aventuras oportunistas.

    Aparentemente ningn partido puede corregir totalmente una

    desviacin, pero debe hacer un verdadero esfuerzo por

    corregirla. La vara est torcida hacia atrs. De este modo el

    joven, partido que poco antes se haba dedicado al

    refinamiento de la doctrina en el aislamiento subterrneo,

    alejado, sin tener nada que ver con el movimiento sindical -sin

    causarle molestias al movimiento poltico, a la pequeo

    burguesa y a los farsantes, este mismo partido se sumerga

    ahora en una serie de aventuras alocadas en el campo de la

    poltica obrero y campesina. El intento de la direccin del

    partido, a travs de una serie de maniobras y combinaciones,

    para formar un gran partido obrero-campesino de la noche a la

    maana, sin el suficiente apoyo en el movimiento de masas

    trabajadoras, sin la suficiente fuerza de los propios comunistas,

    sumi al partido en el desorden. Una nueva lucha interna se

    precipitaba.

    La serie de nuevas luchas fraccionales que empezaron en el

    ao 1923, seis meses aproximadamente de la liquidacin de la

    vieja discusin sobre la legalizacin continuaron tiempo

    despus casi ininterrumpidamente hasta que los trotskistas

    fueron expulsados del partido en 1928. La lucha se encarniz

    hasta la primavera de 1929 cuando la direccin Lovestone, que

    nos haba expulsado, fue expulsada tambin. Luego, la

    stalinizada Comintern fren las luchas fraccionales

    expulsando a todo aquel que tuviera una actitud independiente

    y eligiendo una nueva direccin que saltara cada vez que

    sonara la campana. Lograron as un pacfico monolitismo en el

    partido a travs de medidas burocrticas. Lograron la paz del

    estancamiento ideolgico y la decadencia.

  • Las Iuchas fraccionales que convulsionaron al partido en

    todo este tiempo, no impidieron a la organizacin hacer

    grandes trabajos en la lucha de clases, desarrollando sus

    actividades en muchos campos. Fundaron por primera vez en

    el pas un peridico revolucionario. Esto fue un gran logro para

    un partido de no ms de diez o quince mil miembros. El trabajo

    propagandstico fue desarrollado a gran escala. El trabajo de

    defensa obrera fue organizado con una extensin y

    fundamento nunca conocidos anteriormente. Muchas

    innovaciones de naturaleza progresiva fueron introducidas

    dentro del movimiento obrero por el Partido Comunista en ese

    perodo. Virtualmente, cada huelga que estallaba caa bajo la

    direccin del partido. Notablemente, la gran huelga de Passic

    en 1926, que atrajo la atencin de todo el pas, estuvo

    completamente bajo la direccin de los comunistas, que se

    volvieron cada vez ms los lderes sin rival de toda tendencia

    progresiva y militante que surgiera en ei movimiento obrero

    norteamericano.

    Un gran cantidad de comentaristas y observadores expertos,

    complementados por unos pocos renegados desilusionados,

    tratan de mostrar este histrico perodo, el de las primeras

    pocas del comunismo norteamericano, como nada ms que

    una mezcla de estupideces, errores, fraudes y corrupcin. Esta

    es una falsa y absurda apreciacin de ese perodo. La

    explicacin sobre las luchas fraccionales en la primera poca

    del Partido Comunista reside en causas mas serias que en la

    mala voluntad de algn individuo. Creo que si uno estudia el

    desarrollo cuidadosamente, con algn conocimiento sobre los

    hechos, puede deducir ciertas leyes de la lucha fraccional que

    pueden ayudarlo a comprender el estallido del fraccionalismo

    en otras organizaciones polticas obreras, especialmente en las

    nuevas. Y por supuesto, vale la pena mencionar- aunque los

    sabiondos presumidos nunca lo hacen- que las luchas

    fraccionales no eran el monopolio del Partido Comunista.

    Desde los inicios de la poltica, cada organizacin ha sido

  • presa de luchas fraccionales. Los problemas fraccionales de los

    primeros comunistas llamaban la atencin, algunos aspectos

    negativos de ellos, las bribonadas practicadas, fueron escritas

    y contadas como si semejantes cosas no hubieran ocurrido

    nunca en ninguna otra parte. Perversiones de la historia son la

    especialidad de entrometidos como Eugene Lyons, Max

    Eastman y otros frvolos que nunca pusieron un pie en las

    luchas reales de la clase obrera. Recientemente se han unido

    con renegados como Benjamn Gillow, quin se desilusion y

    frustr tanto que corri a los brazos de la misma democracia

    norteamericana, contra la que empez a pelear como un joven

    rebelde. Qu lastimosa escena realiza un hombre- abrazando

    las doctrinas de los maestros que quebraron su espritu.

    Ellos representan estas luchas fraccionales como algo

    monstruoso. Se entusiasman especialmente cuando encuentran

    algo no exactamente recomendable desde un punto de vista

    moralista. Ni siquiera se detienen a considerar, al menos

    mencionar, la tica y la moral de Tammany Hall o del Partido

    Republicano o de las totalmente deshonestas, corruptas e

    hipcritas luchas de camarillas fraccionales que vemos en el

    Partido Socialista. Slo cuando encuentran algo "fuera de

    foco" en la temprana historia del Partido Comunista, alzan sus

    manos horrorizados.

    No se dan cuenta que, inconscientemente, estn haciendo

    homenaje al Partido Comunista por lo siguiente: uno tiene el

    derecho de esperar algo mejor del Partido Comunista, incluso

    de sus precoces das de juventud y raquitismo, que de las

    organizaciones polticas estables de la burguesa y pequeo-

    burguesa. En esto est mucho ms que el ncleo de la verdad.

    Los medios deben servir a los fines. Todo lo que viole la

    verdad o la conducta honorable en el movimiento

    revolucionario proletario, est en contradiccin con los

    grandes fines del comunismo, est fuera de lugar, sobresale

    como una pstula. Estas caractersticas en las organizaciones

  • polticas burguesas y pequeo burguesas - todos ellos

    sistemticamente mentirosos, ladrones y tramposos- son

    propias de estas organizaciones como parte de un todo.

    Las luchas fraccionales que marcaron el curso entero del

    movimiento comunista durante sus primeros diez aos

    tuvieron varias causas. No eran un bando de facinerosos que

    se juntaron y comenzaron a pelearse por los despojos; de

    ninguna manera. No haba despojos. La gran mayora de la

    gente lleg al comunismo pionero con propsitos y motivos

    sinceros de organizar un movimiento por la emancipacin de

    los trabajadores de todo el mundo. Estaban preparados para

    realizar sacrificios y arriesgarse por sus ideales y lo hicieron.

    Esta es la verdad de aquellos que tomaron las banderas de la

    Revolucin Rusa de 1917 y construyeron el gran movimiento,

    que en el momento de la Convencin de Chicago de 1919,

    tena entre cincuenta y sesenta mil miembros. Esto es

    especialmente verdad para aquellos que despus que

    comenzaron las tremendas persecuciones permanecieron en el

    partido a pesar de los arrestos, las deportaciones, la dureza y

    las privaciones de la clandestinidad y las dificultades

    econmicas. Todos esos llorones que permanecieron al

    margen porque eran incapaces de realizar tales sacrificios o

    arriesgarse de esa manera, tratan de demostrar a los comunistas

    pioneros como elementos moralmente corruptos. Ellos

    simplemente dieron vuelta el cuadro. Los mejores elementos

    fueron captados por el partido en sus inicios. Ms adelante

    pasaron la prueba de las persecuciones y de la dureza de los

    tiempos de clandestinidad. No, las luchas fraccionales tuvieron

    detrs algo ms que la mala intencin de algunos individuos.

    Haba, en mi opinin, algunos bribones, pero eso no prueba

    nada. Se pueden encontrar una o dos manzanas podridas en

    cualquier barril. Las causas de la larga lucha fraccional fueron

    ms profundas.

  • En mi primer conferencia expliqu las tremendas

    contradicciones implcitas en la composicin del partido. Por

    un lado se mantenan los miembros, predominantemente

    extranjeros, con su aproximacin irreal sobre el problema de

    construir un movimiento en un pas donde todava no estaban

    asimilados; con su fantica concepcin que tenan para

    controlar el movimiento, no por ganancia personal sino para

    preservar la doctrina que pensaban que slo ellos

    comprendan. Por otro lado, haba un grupo numricamente

    ms pequeo de norteamericanos que, si bien no entendan las

    doctrinas del comunismo tanto como los extranjeros -y eso

    tambin ocurra-, estaban convencidos de que el movimiento

    deba tener una orientacin norteamericana y una direccin

    nativa de ese pas. Esta gran contradiccin aument la lucha

    fraccional. Despus haba otro factor: la falta de una direccin

    experimentada y con autoridad. El movimiento se desarroll

    de la noche a la maana, luego de la victoria de 1917 en Rusia.

    Todos los dirigentes del Partido Socialista rechazaban el

    bolchevismo y permanecan en los canales seguros del

    reformismo. Hillquit y Berger, todos los grandes nombres del

    partido, le dieron la espalda a la Revolucin Rusa y a las

    aspiraciones de los jvenes revolucionarios en el movimiento.

    Incluso Debs, quin expres simpata, permaneci en el

    partido de Hillquit y Herger a la hora de decidirse. El nuevo

    movimiento tena que encontrar nuevos dirigentes; aquellos

    que llegaban a la primera fila eran mayormente hombres

    desconocidos, sin gran experiencia y sin gran autoridad

    personal. Se requirieron muchas y prolongadas luchas

    fraccionales para ver quines eran los lderes ms calificados

    y quines las figuras accidentales. Las administraciones

    cambiaban rpidamente de una convencin a otra.

    Temporariamente, gente de paso era arrojada a un lado,

    atropellada en esas feroces luchas fraccionales, donde el que

    no lograba mantenerse en pie era dormido de un golpe.

    Muchos que parecan tener habilidad para dirigir un ao, y eran

    elegidos de acuerdo a esto, seran hechos a un lado el 2do. ao

  • reemplazados por hombres desconocidos hasta el momento.

    Todo esto fue un proceso de seleccin de lderes en medio de

    las luchas internas. Haba otra forma de hacerlo? No lo s. Un

    cuerpo de lderes con autoridad, capaces de mantener una

    continuidad con el firme apoyo del partido. No se cmo o

    dnde esa clase de dirigentes puede ser consolidada si no es a

    travs de luchas internas. Engels escribi una vez que los

    conflictos internos eran una ley propia del desarrollo de todo

    partido poltico. Ciertamente fue la ley del desarrollo del

    movimiento comunista norteamericano de los primeros

    tiempos. Y no slo del joven partido comunista, sino tambin

    de los primeros das de su autntico sucesor, el movimiento

    trotskista.

    Una vez que un movimiento se ha desarrollado a travs de

    la experiencia y de la lucha y conflictos internos, hasta el punto

    de consolidar un ncleo de dirigentes que gocen de amplia

    autoridad, capaces de trabajar juntos y ms o menos

    homogneos en sus concepciones polticas, las luchas

    fraccionales tienden a disminuir. Se vuelven mas raras y menos

    destructivas. Toman diferentes formas, con ms contenido

    ideolgico y son ms instructivas para los militantes. La

    consolidacin de una direccin como la antedicha, se convierte

    en un poderoso factor para mitigar y a veces prevenir las luchas

    fraccionales futuras. Nosotros en el incipiente movimiento

    comunista, consolidamos eventualmente una direccin estable,

    pero de estructura peculiar que de nuevo reflejaba la

    contradiccin en la composicin del partido. Luego dc cuatro

    o cinco aos de dar vueltas, qued bien en claro quienes eran

    los lderes del movimiento comunista norteamericano; y no era

    la gente que haba dirigido en 1919/20. Muy pocos integrantes

    del viejo staff dirigente sobrevivieron en estas batallas

    internas. La direccin que finalmente se erigi en el joven

    movimiento Comunista -y este es un aspecto muy interesante

    de su historia- no se consolid como un grupo homogneo.

    Esto era as porque el partido mismo no era homogneo. A

  • pesar de ser una direccin unificada, con autoridad e influencia

    sobre todo el partido, los principales lderes eran, a su vez,

    lderes de fracciones, que reflejaban las contradicciones dentro

    del partido. La nueva lucha fraccional que comenz en 1923,

    principalmente sobre la cuestin del aventurerismo en el

    movimiento obrero- campesino, y luego extendida a todos los

    problemas de nuestro trabajo prctico, nuestra aproximacin a

    los trabajadores norteamericanos, mtodos de trabajo sindical,

    eran un reflejo claro de las contradicciones en la composicin

    social del partido y los distintos orgenes e historias de cada

    grupo.

    La lucha estuvo organizada por Foxter y yo, contra lo que

    era en ese momento la mayora, Ruthenberg, Lovestone,

    Pepper, etc. Pronto fue evidente que la composicin de nuestro

    grupo era la de una fraccin sindical proletaria. Apoyndonos,

    estaba la gran mayora-prcticamente toda- de los

    sindicalistas, trabajadores norteamericanos experimentados

    militantes y los extranjeros ms norteamericanizados.

    Pepper, Ruthenberg y Lovestone tenan mayormente

    intelectuales y trabajadores extranjeros menos asimilados. Los

    lderes tpicos de esa fraccin, incluyendo a su tpica segunda

    Inea de lderes, eran chicos de colegio, jvenes intelectuales

    sin experiencia en la lucha de clases. Lovestone era el ejemplo

    ms sobresaliente de esto. Eran tipos muy inteligentes. Sin

    duda alguna, tenan ms conocimientos tericos que los lderes

    de la otra fraccin y saban cmo aprovechar al mximo sus

    ventajas. Eran duros de tratar. Pero nosotros sabamos una o

    dos cosas. Incluyendo cosas nunca aprendidas en los libros, y

    les creamos muchos problemas. Esta lucha por el control del

    partido fue feroz., sin nada que callarse por parte de ambos

    sectores, llevndola de un ao a otro sin consideraciones sobre

    quin tena la mayora en ese momento. A veces, la lucha se

    focalizaba en lo que se presentaba como cuestiones sin

    importancia. Por ejemplo: dnde deba estar el centro de

  • operaciones nacional del Partido? Nuestra fraccin deca

    Chicago, la otra Nueva York y pelebamos sobre eso. Pero no

    porque furamos tipos tan estpidos, como nos presentan los

    chismosos. Pensbamos que si podamos trasladar nuestro

    cuartel general a Chicago, esto tendera a darle al Partido una

    orientacin ms norteamericana, estando cerca de las minas,

    cerca del centro del movimiento obrero norteamericano.

    Queramos proletarizar y norteamericanizar al Partido. Su

    insistencia sobre Nueva York tena motivaciones polticas

    tambin. Nueva York tena fuertes elementos pequeo-

    burgueses en el Partido; los intelectuales jugaban un rol mayor

    all. Estaban ms cmodos en ese lugar - quiero decir, en un

    sentido poltico-. Y por lo tanto, la pelea por la ubicacin del

    cuartel central del partido es realmente comprensible si se va

    al fondo de ella.

    Esta larga y fastidiosa lucha puede ser descripta

    aproximadamente -y creo que as ser- por los historiadores

    objetivos y honestos del futuro, como una lucha entre las

    tendencias pequeo-burguesas y proletarias en el Partido,

    con la tendencia proletaria sin la suficiente claridad de

    programa para desarrollar la pelea, con todas sus implicancias.

    Ahora, no deben olvidar, ramos prcticamente novatos, slo

    nos habamos familiarizado -y no muy bien familiarizado- con

    las doctrinas del bolchevismo. No tenamos ningn bagaje de

    experiencia en poltica; no tenamos a nadie que nos enseara;

    tuvimos que aprender todo en la lucha a travs de golpes en la

    cabeza. La tambaleante fraccin proletaria cometi un montn

    de errores e hizo muchas cosas contradictorias al calor de la

    lucha. Pero la esencia de su direccin era, en mi opinin,

    histricamente correcta y progresiva.

    A medida que la lucha se desarrollaba, las dos fracciones

    principales -Foster y Cannon de un lado y Ruthenberg,

    Lovestone y Pepper del otro, produjeron divisiones

  • posteriores. De todos modos, la divisin estaba implcita desde

    el comienzo porque haba tambin estratificaciones dentro de

    la fraccin Foster-Cannon. El grupo vinculado a m mas

    cercanamente era el de los comunistas pioneros, hombres del

    partido desde los inicios, quienes haban adoptado los

    principios del comunismo antes que el ala de Foster. El ala de

    Foster era ms sindicalista en su experiencia, ms limitada en

    sus concepciones, menos aplicada en las cuestiones polticas-

    tericas. En el curso de la lucha fraccional, esta divisin

    implcita se formaliz. As, en el Partido se enfrenta con tres

    fracciones: la fraccin de Foster, la de Lovestone (Ruthenberg

    muri en 1927) y la de Cannon. Esta divisin continu hasta

    que nos expulsaron del Partido, en 1928.

    Todas estas fracciones lucharon interminablemente por

    ideas que no estaban completamente claras para ellos como

    dije antes, lo nuestro eran insinuaciones; sabamos

    perfectamente lo que queramos, pero carecamos de

    experiencia poltica, de educacin doctrinaria y del

    conocimiento terico para formular nuestro programa con

    suficiente precisin, como para llevar las cosas a una solucin

    apropiada. Recuerden la gran batalla que tuvimos contra la

    oposicin pequeo-burguesa en el Socialist Workers Party

    (Partido Socialista de los Trabajadores - SWP) un par de aos

    atrs. Si estudian esa batalla para ver como se desarroll, vern

    de que manera sacamos provecho de la experiencia de la ms

    antigua pelea entre la fraccin pequeo-burguesa y la

    proletaria en el viejo Partido Comunista. Desde ese momento,

    ganamos ms experiencia, estudiamos varios libros y

    adquirimos un conocimiento poltico-terico ms profundo.

    Esto nos permiti ver las cuestiones claramente y prevenirnos

    en la lucha contra Burnham, Schatman y compaa, de caer en

    un embrollo sin principios, sin solucin a la vista, como

    suceda en los viejos tiempos.

  • Ahora, estos lderes que mencion -Ruthenberg, Lovestone,

    Cannon, Foster- esas cuatro personas estaban siempre en el

    Comit Poltico del Partido. Fueron siempre dirigentes del

    Partido reconocidos y con autoridad; es decir, eran dirigentes

    de fracciones, que se hicieron parte de la direccin del partido.

    Cada fraccin era tan fuerte, el peso estaba distribuido con

    tanta igualdad entre las fracciones, que ninguna de ellas poda

    ser quebrada o eliminada. Mucha gente estaba aferrada a cada

    uno de ellos, muchos de los funcionarios capaces del Partido.

    Esto se vio, por ejemplo, cuando la gente de Lovestone obtuvo

    la mayora del Partido con la ayuda y el garrote de la

    Comintern: no podan hacer lo que queran, hacernos a un lado,

    particularmente desde que el trabajo gremial y de masas estaba

    virtualmente monopolizado por las otras fracciones. Muchos

    de los organizadores del Partido, escritores y funcionarios,

    estaban ntimamente conectados conmigo, y no podan ser

    reemplazados. La fraccin de Foster era igualmente poderosa,

    especialmente en el campo sindical. No podan deshacerse de

    nosotros sin romper el Partido.

    De esta forma, podra decirse que el Partido estuvo dividido

    virtualmente en tres provincias, para decirlo de algn modo.

    Cada fraccin obtuvo la suficiente solidez para trabajar en

    ciertos campos con una autoridad prcticamente ilimitada y

    bajo un control mnimo. La fraccin de Foster ocup el

    territorio del trabajo sindical en forma total. Nosotros

    organizamos la International Labor Defense y la manejamos

    virtualmente a nuestro antojo. Esto fue cuando la gente de

    Lovestone tenia una leve mayora. Estaban en el control del

    aparato del partido pero no tenan la fuerza suficiente como

    para prescindir de nosotros; por lo tanto, este peculiar

    equilibrio del poder continu durante varios aos.

    Naturalmente no era un Partido realmente centralizado, en el

    sentido bolchevique de la palabra. Haba una coalicin de tres

    fracciones. En el fondo, eso era el Partido.

  • No podamos solucionar el problema por cuenta propia.

    Ninguna fraccin poda vencer a las otras decisivamente,

    ninguna abandonara el Partido, ninguna era lo

    suficientemente capaz de formular su programa, como para

    obtener una real mayora en el Partido. Estbamos ante un

    estancamiento, un empate, una lucha fraccional

    desmoralizante, sin fin, sin solucin a la vista. Eran das

    desalentadores. Para cualquier revolucionario normal, era

    extremadamente angustiante sostener, no slo semanas y

    meses, sino durante aos y aos una lucha fraccional. Hay

    gente que gusta de las luchas fraccionales; en todas las

    fracciones haba gente que slo despertaba cuando la lucha

    fraccional comenzaba. As se mantenan vivos. Cuando

    llegaba el momento de hacer algn trabajo constructivo -

    demostraciones, piqueteos, circulacin en mayor medida de

    nuestra prensa, ayuda a los prisioneros por la lucha de clases -

    ellos no tenan inters en esa rutina. Pero en cuanto se

    anunciaba la realizacin de un encuentro de la fraccin, ellos

    estaban siempre ah, en los primeros asientos.

    Hay ciertas personas anormales en todos los movimientos.

    Estbamos llenos de ellos. Podra escribir algunos captulos

    biogrficos bajo el titulo "Los luchadores profesionales de

    fraccin que yo conoc". Esta clase de gente nunca puede

    liderar un movimiento poltico. Cuando el movimiento

    finalmente se toma un respiro y retoma el camino ms

    claramente, los luchadores profesionales fraccionales, quedan

    fuera del lugar en la direccin. En ltima instancia, los

    dirigentes se construyen. Estos lderes de nuestras viejas

    fracciones no eran ngeles, debo admitirlo, no lo eran en

    absoluto. Eran peleadores muy duros, polticamente hablando.

    Peleaban con todo lo que tenan a su alcance.

    Pero, eran canallas egostas como los que representaban los

    diletantes como Eugene Lyons y M. Eastman, y toda esa gente

    quisquillosa que se mantuvo a un lado del movimiento, y lo

  • midi por cuestiones de moralidad abstractas? Para nada. Ni

    siquiera Gitlow, quien ahora tardamente, apoya esta tesis, era

    un canalla desde el comienzo. Creo que algunos de ellos eran

    defectuosos de nacimiento, pero la gran mayora de los cuadros

    dirigentes de las fracciones eran hombres que ingresaron en el

    movimiento por razones y propsitos honestos e idealistas.

    Esto incluye, tambin, a quienes ms tarde degeneraron,

    convirtindose en stalinistas y chovinistas. Su degeneracin

    fue un largo proceso de evolucin, presin, desacuerdos,

    decepciones, desilusin, etc. Aquellos que ingresaron en el

    movimiento en los duros das de 1919, o incluso quienes se

    agruparon alrededor de la revolucin rusa en los das de guerra,

    fundaron el partido en 1919 y soportaron las persecuciones y

    las corridas en los das de clandestinidad - ellos eran muy

    superiores desde un punto de vista moral a los polticos de

    Tammany Hall o del Partido Republicano o de cualquier otro

    movimiento poltico burgus o pequeo- burgus que pueda

    nombra.

    Podramos haber solucionado nuestro problema si

    hubiramos tenido la ayuda que necesitbamos. Es decir, la

    ayuda de gente con mayor experiencia y autoridad. El

    problema era muy grande para nosotros. Puede pasar, y pasa

    en los ms avanzados movimientos polticos, que los grupos

    locales removidos del centro, caigan en querellas que se

    desarrollan en luchas fraccionales y formacin de camarillas,

    hasta que la situacin se vuelve, a causa de su inexperiencia,

    insoluble por sus propias fuerzas. Si tienen una direccin

    nacional sensata, honesta y madura, capaz de intervenir

    inteligentemente y de manera justa, en el 90% de lo casos,

    estos atolladeros, pueden ser resueltos y los camaradas pueden

    encontrar las bases de una unificacin en el trabajo conjunto.

    Ahora, si nosotros, en todos estos aos, hubiramos tenido la

    ayuda de la Internacional Comunista, la ayuda de los lderes

    rusos, a la que echbamos de menos, a la que buscbamos,

  • incuestionablemente, hubiramos resuelto nuestros problemas.

    Todas las fracciones tenan buena gente en ellas. Todas tenan

    gente talentosa En condiciones normales, con una direccin

    correcta y la ayuda de la Comintern, la gran mayora de los

    lderes de las fracciones se hubieran desarrollado juntos y

    consolidado una direccin nica. Las direcciones de estas tres

    fracciones, unidas y trabajando juntas bajo la supervisin y

    direccin de lderes internacionales con ms experiencia,

    hubiera producido una fuerza poderosa para el comunismo. El

    Partido Comunista hubiera pegado un gran salto hacia

    adelante. Fuimos a la Comintern buscando ayuda, pero el real

    origen de los problemas estaba all, a pesar que en ese

    momento no lo sabamos. La Comintern, sin conocimiento

    nuestro, comenzaba su proceso de degeneracin. La honesta y

    capaz ayuda que tuvimos por parte de Lenn, Trotsky y toda la

    Comintern en 1921 y 1922, en la discusin sobre sindicalismo,

    y sobre la cuestin de clandestinidad y legalidad, nos

    capacitaron para solucionar nuestros problemas y liquidar la

    vieja lucha fraccional. En lugar de obtener esa ayuda, en los

    aos siguientes, nos encontramos con la degeneracin de la

    Comintern, el comienzo de su stalinizacin. La direccin de la

    Comintern se diriga a nuestro Partido como a cualquier otro,

    no con la intencin de aclarar los problemas, sino para

    mantener la cuestin al rojo vivo. Planteaban sacarse de

    encima a toda la gente independiente, a los peleadores, a los

    tercos, de manera que pudieran crear, a partir de ese momento,

    un dcil partido stalinista. Estaban preparando la creacin de

    esa clase de partido, aqu y en todos lados, sin pensar en utilizar

    a ninguno de los lderes de las fracciones. Solamos ir a Mosc

    cada ao. La "Cuestin Norteamericana" estaba siempre en la

    agenda del da. Siempre haba una "Comisin

    Norteamericana" en la Comintern. Nos vean peleando ante las

    comisiones y rpidamente se convencieron de que iba a ser

    algo duro acoplar a esta gente al esquema que tenan en mente.

    Estaban desarrollando planes para deshacerse de la mayora de

  • los dirigentes ms sobresalientes de todas las fracciones, y

    cocinar una nueva fraccin que sera un instrumento de Stalin.

    Cada vez que viajbamos a Mosc, bamos confiados de que

    esta vez conseguiramos alguna ayuda, algn apoyo, porque

    estbamos en el camino correcto, porque eran correctos

    nuestros propsitos. Y cada vez ramos desilusionados,

    cruelmente desilusionados. La Comintern invariablemente

    apoyaba a la fraccin pequeo burguesa contra nosotros. Cada

    vez que podan, golpeaban a la fraccin proletaria, que en los

    primeros das estaba en mayora. Dirimimos el conflicto por

    primera vez en la Convencin de 1923 y logramos una mayora

    de 2 a 1. Estaba muy claro que la mayora de los miembros del

    Partido queran el liderazgo de la fraccin proletaria. Incluso

    ms tarde, luego de la divisin formal de la fraccin Foster-

    Cannon, seguimos trabajando, la mayora de las veces, en

    bloque contra la gente de Lovestone. Cada vez que a los

    miembros del Partido se les daba una oportunidad para

    expresarse, mostraban que queran que este bloque tuviera la

    direccin dominante en el Partido. Pero la Camintern deca que

    no. Queran romper ese bloque. Y estaban especialmente

    ansiosos, por una razn u otra, en quebrar a nuestro grupo, el

    grupo de Cannon. Deberan haber sospechado algo. Tuvieron

    que desviarse bastante de su camino para quebrarme. Tan lejos

    como el 5to. Congreso de la Comintern, en 1924 a cielo limpio,

    no estuve presente en ese momento, me condenaron mediante

    una resolucin, por algunos errores que yo haba cometido.

    Cualquiera en la direccin del Partido haba cometido errores

    similares o peores, pero la Comintern fue ms all y se esmer

    en citar mi negligencia, con el objetivo de debilitar mi

    prestigio.

    Luego, a medida que pasaban aos, la campaa contra el

    trotskismo creci. El requisito para ser parte de la direccin de

    cualquiera de los partidos, el criterio por el cual los lderes eran

    calificados en Mosc, era quin gritaba mis contra Trotsky y

  • el trotskismo. No se nos daba ninguna informacin real sobre

    los fundamentos de la lucha en wl partido ruso. ramos

    engaados con documentos oficiales llenos de acusaciones y

    agravios; nada, o casi nada, sobre la otra cara de la cuestin.

    Abusaban de la confianza de la base del partido. De todas

    formas, los dirigentes del partido que confiaron en la

    Comintern, fueron abusados en su confianza, una y otra vez.

    Cada vez que bamos a Mosc, en vez de regresar con una

    solucin, retornbamos con una resolucin destinada a

    fomentar la "paz" en el Partido, pero ordenada de tal manera

    que tomaba la lucha fraccional ms caliente que nunca.

    No haba signos de solucin de las luchas. En cuanto era

    firmada una declaracin de unidad, la guerra fraccional la

    arrojaba por los aires. El cinismo comenz a pervertir las filas

    del partido. Que la declaracin de un "acuerdo de paz"

    significara que "ahora la lucha fraccional se pondr realmente

    caliente" se convirti en una mxima.

    Las cosas llegaron a un punto tal que uno tena que ser

    reservado, tenia que vigilar cada paso, porque se trabajaba en

    una atmsfera hostil. Se volvi necesario actuar con reserva

    cada vez que se acordaba con algo. Un ambiente de baja moral

    comenz a envolver al Partido, como una niebla. El hecho de

    que la degeneracin de la Comintern ejerciera una influencia

    determinante en nuestro Partido es citado por mucha gente

    superficial como una prueba del irrealismo del movimiento

    norteamericano, de su incapacidad para resolver sus

    problemas, etc. Esos chismosos solo muestran que no tienen la

    menor idea sobre lo que es y debe ser una organizacin

    revolucionaria. La influencia de Mosc era una cosa

    perfectamente comprensible y natural. La confianza y

    expectativas que el joven Partido norteamericano puso en la

    direccin rusa, era perfectamente justificable porque los rusos

    haban hecho una revolucin. Naturalmente, la influencia y

    autoridad del partido ruso era ms grande en el movimiento

  • internacional, que ninguna otra. Los ms sabios, los ms

    experimentados guan a los nefitos. As ser y as debe ser en

    cualquier organizacin internacional.

    No hay un desarrollo igual en todos los partidos en una

    internacional. Habamos visto esto en la IV Internacional

    durante el tiempo en el que el camarada Trotsky estaba con

    vida; habamos incorporado toda la experiencia de la

    revolucin rusa y de la lucha contra Stalin. La autoridad y el

    prestigio de Trotsky eran absolutamente descollantes en la IV

    Internacional. Su palabra no tena la fuerza del comando

    burocrtico, pero tena un tremendo poder moral. Y no slo

    eso. Como se demostr una y otra vez, en cada dificultad y

    disputa, su paciencia, su sabidura y sus conocimientos eran

    aplicados constructiva y honestamente, y siempre ayudaba a

    cualquier partido o grupo que solicitara su intervencin.

    Nuestra experiencia en el Partido Comunista era de un valor

    incalculable en nuestro trabajo diario, y en todas nuestras

    comunicaciones y relaciones con grupos menos

    experimentados de la IV Internacional. Es natural que nuestro

    Partido, precisamente porque asimil una gran experiencia

    poltica, probablemente ejerza una influencia mayor en el

    movimiento internacional, que cualquier otro partido ahora

    que el camarada Trotsky no est ms con nosotros. Si una

    seccin de la IV Internacional enfrentara una situacin

    revolucionaria en un futuro prximo y demostrara que tiene

    una direccin del suficiente calibre como para llevar adelante

    exitosamente una revolucin, entonces la autoridad

    predominante y la influencia, naturalmente se transferira a ese

    partido. Por sentido comn, se convertira en el partido lder

    de la IV Internacional. Estas son simplemente las

    consecuencias naturales e inevitables del desarrollo

    accidentado del movimiento poltico internacional.

  • Nuestra desgracia, nuestra tragedia a lo largo de la

    Comintern, era que los grandes dirigentes de la revolucin

    rusa, quienes realmente haban incorporado la doctrina del

    marxismo y haban llevado adelante una revolucin, eran

    apartados a un lado del camino por la reaccin contra la

    revolucin de Octubre y la degeneracin burocrtica del

    PCUS. El PC en los EE.UU., como los partidos de los dems

    pases, fall en comprender las complicadas caractersticas de

    la gran batalla. Pelebamos en la oscuridad, pensando

    solamente en nuestras cuestiones nacionales. Eso fue lo que

    envenen la lucha fraccional aqu. Fue lo que caus la

    degeneracin en peleas sin principios y luchas por el control,

    Slo un programa internacional, comprendido a tiempo, podra

    haber salvado al viejo PC de Norteamrica de la degeneracin.

    No comprendimos esto hasta 1928. Entonces, ya era

    demasiado tarde para salvar ms que un fragmento pequeo

    dcl Partido, para sus originales fines revolucionarios. Cada una

    de las tres fracciones que existieron en el Partido desde 1923 a

    1928 tuvieron su propia evolucin. Los cuadros fundadores del

    movimiento trotskista norteamericano provenan

    completamente de la fraccin de Cannon. La totalidad de la

    direccin y prcticamente todos los miembros originales de la

    Oposicin de Izquierda, provenan de nuestra fraccin.

    La fraccin de Lovestone fue expulsada brutalmente por

    Stalin en 1929. La gente de Lovestone se desarroll de manera

    independiente desde 1929 a 1939, y luego se desintegraron

    yendo hacia la burguesa como soporte de la guerra

    "democrtica". La fraccin de Foster y los dirigentes

    secundarios de algunas de las otras fracciones se reunieron

    sobre la base de una incuestionable lealtad a Stalin, en un

    abandono completo de su independencia. Eran hombres de

    segunda y tercera lnea. Tuvieron que esperar en las sombras

    hasta que los reales luchadores fueran expulsados y les llegara

    el tiempo de ocupar sus lugares. Se convirtieron en los lderes

    oficiales, los lderes fabricados del PC norteamericano. Luego

  • tuvieron su evolucin natural, hasta lograr ser en la actualidad,

    la vanguardia del movimiento social chovinista.

    Una cosa importante para recordar es que nuestro moderno

    movimiento trotskista se origin en el Partido Comunista y no

    en otro lugar. A pesar de los aspectos negativos del Partido en

    esos aos, a pesar de sus debilidades, su crudeza, sus

    enfermedades infantiles, enormes; cualquier cosa que se diga

    retrospectivamente sobre las luchas fraccionales y su eventual

    degeneracin; cualquier cosa que se diga sobre la degeneracin

    del PC en este pas -se debe reconocer que del Partido

    Comunista surgieron las fuerzas para la regeneracin del

    movimiento revolucionario. Que del PC en los EE.UU. surgi

    el ncleo de la IV Internacional en este pas. Podramos decir

    tambin que los primeros periodos del movimiento comunista

    en este pas, provinieron de nosotros que estbamos aliados a

    l por cadenas indisolubles. Hay una continuidad

    ininterrumpida desde los viejos das del movimiento

    comunista, con sus bravas peleas contra las persecuciones, sus

    sacrificios, errores, luchas fraccionales y su degeneracin, en

    un eventual resurgimiento del movimiento, bajo la bandera del

    trotskismo. No debemos rendirnos, no podemos rendirnos

    haciendo honor a la justicia, a la verdad, a la tradicin de los

    primeros aos del comunismo norteamericano. Eso nos

    pertenece y sobre eso nos hemos construido.

  • Conferencia III

    El comienzo de la Oposicin de

    Izquierda

    La ltima conferencia nos trajo a discusin el ao 1927 en el Partido Comunista de Estados Unidos. La lucha

    fundamental entre marxismo y stalinismo se haba puesto en

    marcha dentro del Partido Comunista Ruso haca ya cuatro

    aos. Esta haba continuado tambin en las otras secciones de

    la Comintern, incluida la nuestra, pero nosotros no lo

    sabamos. Los sucesos de la gran lucha en el Partido Ruso eran

    confinadas desde el principio a cuestiones rusas

    extremadamente complejas. Muchas de ellas eran nuevas y

    poco familiares para nosotros, norteamericanos, que sabamos

    muy poco acerca de los problemas internos de Rusia. Era muy

    difcil entenderlos para nosotros a causa de su naturaleza

    terica profunda -despus de todo, hasta esa poca no

    habamos tenido una seria educacin terica y la dificultad fue

    incrementada por cl hecho de que no se nos presentaba la

    informacin completa. No se nos suministraban los

    documentos de la Oposicin de Izquierda rusa, se nos

    ocultaban sus argumentos. No se nos deca la

    verdad, por el contrario sistemticamente se nos mantena

    con tergiversaciones, distorsiones y documentacin unilateral.

    Yo hice esta explicacin en beneficio dc aquellos que se

    inclinaban a preguntar: "Por qu no levant desde el principio

    la bandera del trotskismo?" Si las cosas son muy claras ahora

    para cualquier estudioso serio del movimiento, "por qu no se

    lo pudo entender en los primeros das?" La explicacin que di

    nunca fue considerada por la gente que ve estas grandes

    disputas separadas y aparte del mecanismo de la vida del

  • partido. Aquel que no carga con responsabilidades, que es un

    mero estudioso o comentador u observador desde afuera, no

    necesita ninguna precaucin o restriccin. Si tiene dudas e

    incertidumbre, se siente perfectamente libre para expresarlas.

    Este no es el caso de un revolucionario de un partido. El que

    toma sobre s la responsabilidad de llamar a los trabajadores,

    sobre las bases de un programa, a reunirse en un partido al que

    le dedicarn su tiempo, su energa, sus recursos y hasta sus

    vidas, debe

    tomar una actitud seria hacia el partido. No puede, en buena

    conciencia, llamar a tirar abajo un programa hasta que no haya

    elaborado uno nuevo. Descontento y dudas no son un

    programa. No se puede organizar a la gente sobre esas bases.

    Una de las ms fuertes condenas que Trotsky dirigi a

    Schachtman, en los primeros das de nuestra disputa sobre la

    cuestin rusa en 1939 fue esta, que Schachtman, quien

    comenz a fomentar dudas sobre la correccin de nuestro viejo

    programa sin tener e