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LA INFLUENCIA DEL ENTRENADOR SOBRE LA MOTIVACIÓN Y LA
RESILIENCIA. UN ESTUDIO DESDE LA PERSPECTIVA DE LA TEORÍA DE LA
AUTODETERMINACIÓN
TESIS DOCTORAL
D. Rubén Trigueros Ramos
DIRECTORES Dr. D. Joaquín Francisco Álvarez Hernández
Dr. D. José Manuel Aguilar Parra
Facultad de Ciencias de la Educación - Departamento de Psicología
U N I V E R S I D A D D E A L M E R Í A
La Influencia del Entrenador sobre la Motivación y la Resiliencia. Un
estudio desde la Perspectiva de la Teoría de la Autodeterminación.
Tesis doctoral
D. Rubén Trigueros Ramos
Directores:
Dr. D. Joaquín Francisco Álvarez Hernández
Dr. D. José Manuel Aguilar Parra
UNIVERSIDAD DE ALMERÍA
Facultad de Ciencias de la Educación
Departamento de Psicología
Doctorado en Educación (RD 99/11)
2017
“When you make the finding yourself – even if you’re the last person on
Earth to see the light – you’ll never forget it”
Carl Sagan
“Cree a aquellos que buscan la verdad. Duda de los que la
encuentran”
André Gide
♦ Agradecimientos
Ha llegado el momento de presentar el trabajo con el que tanto he disfrutado y con
el que tanto he sufrido, y todo debido al esfuerzo que supone realizarlo y por el que
mucha gente, debido a la dificultad que entraña, prefieren dejarla para otro momento, ya
sea porque falta de tiempo, inspiración, entusiasmo, que el tema de la tesis no lo
dominan bien o porque simplemente no es su prioridad. Sin embargo, a pesar de todo he
logrado acabarla, y estoy completamente seguro de que jamás olvidaré todo lo vivido y
experimentado en su realización.
Si alguien me preguntase ahora mismo, ¿Por qué un doctorado? No sabría muy
bien qué contestarle, porque tampoco sabría decirle cómo comenzó todo. Aunque quizás
divagaría y empezaría a decir cosas que son obvias y ciertas a la vez como el hecho de
querer conocer y desentrañar los procesos psicológicos inherentes en el deporte, aunque
si me preguntasen, -¿Por qué en el deporte? A esta pregunta sí sabría que responder-
Porque es una disciplina de la cual no me he separado desde que tengo uso de razón,
desde aquel momento en que me puse por primera vez unos patines a los 8 años o
cuando empecé a nadar aun siendo más pequeño en aquella piscina cerca de la antigua
residencia de ancianos de la playa de El Zapillo, lo que tengo claro es que la práctica
deportiva a lo largo de toda mi vida despertó algo en mí que me ha hecho engancharme,
disfrutar y tener ganas de aprender cada día más.
Este afán mío por el deporte, se lo tengo que agradecer a mis padres, que desde
que mi hermana y yo éramos muy pequeños se han preocupado porque tuviésemos una
vida activa y/o quizás también para que nos perdiesen de vista y los dejásemos
tranquilos, al fin y al cabo da igual, ¡GRACIAS! Unas gracias también extensibles al
esfuerzo que han hecho para que hoy, en este momento, este aquí leyendo esta tesis
doctoral que tanta dedicación y tiempo le he consagrado y que sin ellos no hubiera sido
posible. Nuevamente gracias y os quiero.
También me gustaría agradecer el apoyo de mi gente, de mis amigos, que estéis
donde estéis -sí, ya, ya he terminado la tesis, ¡por fin! Se ha hecho de rogar pero al fin
se ha acabado- agradecer el interés y las conversaciones seudocientíficas con una o
varias cervezas de por medio. Por cierto, si alguno en un futuro se anima a realizar una
tesis, aquí estaré yo para darles algunos consejos de cómo no desesperarse en el
proceso.
Tampoco podría olvidarme de ti, Carmen, que te conocí ya hace un año cuando
todo esto estaba ya en marcha y que has vivido los peores momentos de esta etapa, que
además se juntó con las oposiciones -¡Que locura!¡Menudo año!- Gracias por estar ahí
siempre a pesar de la distancia y la desazón que ello provoca. Gracias por quererme
tanto, y perdóname por todo el tiempo que te he robado y no hemos pasado “junticos”.
Gracias por compartir frustraciones, preocupaciones y alegrías, sé que estos es un logro
de los dos y un cachito de esta tesis es también tuya.
Igualmente agradecer a Adelina y Antonio, que aunque hace poquito que los
conozco os habéis preocupado y habéis mostrado interés por cómo se ha ido
desarrollando este proyecto, además de agradecer sus implicaciones en esta tesis sobre
todo en lo referente al inglés, muchas gracias.
Para terminar, y no por dejarlos los últimos son los menos importantes,
AGRADECER (y lo hago con mayúsculas) a mis dos directores, tutores y al fin y al
acabo colegas Joaquín Álvarez y Jose Manuel Aguilar por todo vuestro apoyo y por
haber estado ahí ante los problemas y dudas que se me han planteado durante el
proceso. A Joaquín me gustaría agradecerte tu confianza en mí y en este pequeño
proyecto, además de tu forma de tratarme como un igual y como desde el principio
tuviste en cuenta mi opinión a pesar de ser una persona e investigador con tanto
recorrido y experiencia. Por esta razón te doy las gracias de corazón, ya que aprendí lo
que significa la dedicación, el esfuerzo y el trabajo en equipo palabras que sin duda te
definen y pedirte perdón igualmente por meterte en este embrollo de la estadística a
través de path análisis y análisis factoriales, que espero que no rehúyas y te unas en un
fututo a más proyecto de esta índole.
En cuanto a ti Jose, no sé muy bien que decirte porque ha sido mucho tiempo
pasado juntos en forma de reuniones, congresos y clases, todo de forma académica, y
espero que no sea tarde para ponerle solución. Al margen de esto, me gustaría
agradecerte tu dedicación y esfuerzo para que hoy, este yo aquí leyendo este trabajo.
Agradecerte el tiempo que me has dedicado compartiendo tus conocimientos e ideas,
enmarcadas en tu orientación y rigurosidad, resultando clave para el buen trabajo que
hemos realizado juntos, hecho que no hubiera sido posible sin tu contribución y
participación. Te agradezco igualmente los medios que has puesto a mi disposición para
llevar a cabo la presente tesis doctoral y sobre todo a algún que otro tirón de orejas,
porque de todo he aprendido y todo pienso recordar. Agradecerte que te hayas esforzado
y lo sigas haciendo para que consiga una subvención o una beca, con el que poder
compaginar estudio y trabajo, a pesar de que yo no te lo ponga muy fácil dado mi
expediente sobresaliente.
Lo mejor que me llevo es el hecho de haberos conocido a ambos, como profesores
sois un diez, pero como personas valéis mucho más. Me gustaría deciros que cierro esta
etapa, pero el aprendizaje, los nuevos retos y las nuevas experiencias continúan, y
espero que sea a vuestro lado.
1
♦ Índice
2
3
1. Resumen 5
2. Abstract 9
3. Introducción 13
4. Marco Teórico Específico 19
4.1. Teoría de la autodeterminación 21
4.1.1. Modelo Jerárquico de la Motivación Intrínseca y Extrínseca. 32
4.2. Resiliencia en el deporte 35
4.2.1. La Resiliencia 35
4.2.2. El Deporte y la Resiliencia 41
4.3. Ansiedad en el Deporte 43
4.3.1. Ansiedad y Deporte 47
5. Objetivos e Hipótesis 53
5.1. Objetivo 55
5.2. Hipótesis 55
6. Objetivo General 1: Validar y Adaptar la versión española de la Escala de Resiliencia en el Contexto Deportivo (ERCD) 57
6.1. Método 59
6.1.1. Participantes 59
6.1.2. Medidas 59
6.1.3. Procedimiento 59
6.1.4. Análisis de datos 60
6.2. Resultados 61
6.2.1. Análisis factorial confirmatorio 61
6.2.2. Análisis multigrupo de invarianza respecto al género 63
6.2.3. Análisis de fiabilidad 64
6.2.4. Estadísticos descriptivos y correlaciones bivariadas entre las variables
65
4
6.2.5. Análisis de validez de criterio 66
7. Objetivo General 2. El efecto de la motivación hacia el deporte sobre la ansiedad a través de la resiliencia del deportista. Un estudio desde el enfoque de la teoría de la autodeterminación.
67
7.1. Método 69
7.1.1. Participantes 69
7.1.2. Instrumentos 69
7.1.3. Procedimiento 70
7.1.4. Análisis de datos 71
7.2. Resultados 72
7.2.1. Análisis preliminar 72
7.2.2. Path Analysis 73
8. Objetivo General 3. El papel del entrenador sobre la resiliencia del deportista. Un estudio desde el enfoque de la TAD. 75
8.1. Método 77
8.1.1. Participantes 77
8.1.2. Medidas 77
8.1.3. Procedimiento 79
8.1.4. Análisis de datos 80
8.2. Resultados 81
8.2.1. Análisis preliminar 82
8.2.2. Path Analysis 82
9. Conclusiones 85
10. Conclusiones Generales 95
11. Prospectiva de Investigación 101
12. Referencias 107
13. Anexos 127
5
♦ 1. Resumen
6
7
La presente tesis doctoral se ha enmarcado dentro de la teoría de la autodeterminación
con el objetivo de analizar el papel que tiene el entrenador desde la dualidad apoyo a la
autonomía y estilo impersonal controlador sobre la resiliencia del deportista. Previamente, con
el fin de abordar el objetivo, ha resultado necesario validar y adaptar al contexto deportivo
español la Escala de Resiliencia en el Contexto Deportivo (ERCD). Una vez que se contó con el
instrumento adaptado al contexto deportivo, se plantearon dos diseños transversales con el fin
de testar dos modelos hipotetizados de acuerdo a lo establecido por la teoría de la
autodeterminación. El primero de los modelos hipotetizó que existirían efectos de predicción
entre la motivación del deportista (motivación autodeterminada, motivación no autodeterminada
y desmotivación) sobre determinados procesos cognitivos ligados a la resiliencia y esta, sobre la
ansiedad. Además, el modelo hipotetizó que estas relaciones estarían mediatizadas por la
resiliencia. En cuanto al segundo modelo, hipotetizó que existirían efectos de predicción de la
intervención del entrenador durante los entrenamientos y la competición sobre los procesos
cognitivos ligados a la resiliencia de los deportistas. A través del modelo se tratará de conocer
además, la influencia que tiene el papel dual de apoyo a la autonomía y de control impersonal
del entrenador respecto a la frustración y satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y
la motivación de los deportistas.
Para llevar a cabo la validación del instrumento y ambos modelos se contó con la
participación de 276 voleibolistas semi-profesionales (147 varones y 129 mujeres), con edades
comprendidas entre los 18 y 32 años (M = 21.04; DT = 3.03), pertenecientes a diferentes clubes
deportivos de la provincia de Almería. Para testar los dos modelos que integran la presente tesis
los jugadores contestaron a una serie de cuestionarios sobre la percepción acerca del
conocimiento técnico y físico adquirido, la satisfacción y frustración de las necesidades
psicológicas básicas, la motivación, la resiliencia y la ansiedad.
Para llevar a cabo la validación y adaptación del ERCD se realizaron análisis factoriales
confirmatorios, análisis de invarianza respecto al género, análisis de consistencia interna y
8
estabilidad temporal, análisis descriptivo y correlacional de la validez de criterio a través de un
análisis de regresión lineal. Para testar ambos modelos transversales se empleó el path análisis.
Los resultados han mostrado que la ERCD constituye un instrumento válido y fiable con
el que medir la resiliencia en el contexto deportivo. El modelo también apoya el modelo de
orden superior (dos factores de primer orden y un factor de segundo orden llamado resiliencia).
Además, la estructura del instrumento de medida se mostró invariante respecto al género y
ofreció evidencias de su validez de criterio. Sin embargo, la escala adoleció de una serie de
limitaciones que deberán de ser solventadas en futuras investigaciones en este campo. Los
resultados del path análisis apoyaron el modelo hipotetizado de acuerdo a los postulados
establecidos en la teoría de la autodeterminación mostrando que la percepción del apoyo
a la autonomía se asocia de forma positiva con la satisfacción de las necesidades
psicológicas básicas y a su vez de forma negativa con la frustración de las necesidades
psicológicas básicas. En cambio, un estilo interpersonal controlador del entrenador
predijo positivamente la frustración de las necesidades psicológicas básicas y a su vez
de forma negativa la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas. En cuanto a la
satisfacción de las necesidades psicológicas básicas predijo de forma positiva el IAD, en
cambio, la frustración de las necesidades psicológicas básicas predijo de forma negativa
el IAD y por último, el IAD predijo de forma positiva la resiliencia. Los resultados
ponen de manifiesto la importancia del papel que adopte el entrenador sobre la
motivación y resiliencia de los deportistas, las cualidades psicológicas claves para el
éxito y la superación de los retos.
9
♦ 2. Abstract
10
11
The present doctoral thesis belongs to the self-determination theory with the aim of
analyzing the role of the coach in the duality of support to the autonomy and impersonal
controlling on the resilience style of the athlete. Previously, with the purpose of tackling the
objective, is going to be necessary to validate and fit to the Spanish sports context the Escala de
Resiliencia en el Contexto Deportivo (ERCD). Once we took into account the instrument
adapted to the sportscontext, we considered two transversal patterns in order to test two
hypothesized models according to the provisions established by the Self-determination Theory.
The first of the models hypothesized that there would exist effects of prediction between the
athlete´s motivation (self-determined motivation, non self-determined motivation, and
desmotivation) on certain cognitive processes bound to resilience and anxiety. In addition to
this, the model hypothesized that these relation ships would be interfered by the resilience. With
regard to the second model, it was hypothesized the there would exist some prediction effects in
the intervention of the coach during the training sessions and the competition on the cognitive
processes bound to the athlete resilience. Through the model we´ll try to know the influence that
the dual role of support to the autonomy and impersonal control of the coach has with respect to
the frustration and satisfaction of the basic psychological needs and the athelte motivation.
In order to achieve the validation of the instrument and the two models we counted on the
participation of 276 semi-professional volleyball players (147 males and 129 females), aged
from 18 and 32 years old (M = 21.04; DT = 3.03), belonging to diferent sports clubs of Almeria
province. In order to test the two models included in the present doctoral thesis the players
answered a serie of questionnaires about the perception on the technical and physical knowledge
acquired, the satisfaction and frustration of the basic psychological needs, motivation, resilience
and anxiety.
To carry out the validation and adpatation of ERCD we did some confirmatory factorial
analyses, invariability analysis on gender, internal consistence analysis and temporal stability
analysis, correlational and descriptive analysis, and criterion validity through a lineal regression
analysis. To test both models we made use of the ‘path analysis’.
12
The results have demonstrated that the ERCD is a valid and reliable instrument with
which we can measure the resilience in the sports context. The model also supports the superior
model (two factors of first order and a factor of second order called resilience). Besides, the
structure of the measurement instrument showed to be invariant in relation to gender and
demonstrated it is validity of criterion. However, the scale suffered from a serie of limitations
that will have to be solved in future investigations in this field. The results obtained from the
‘path analysis’ supported the hypothesized model according to the postulations established in
the self-determination theory showing that the perception of support to the autonomy
isassociated in a positive way with the satisfaction of the basic psychological needs and, at the
same time, negatively with the frustration of the basic psychological needs. Where as, a
controlling interpersonal style of the coach predicted positively the frustration of the basic
psychological needs but the satisfaction of the basic psychological needs was evaluated
negatively. As for the satisfaction of the basic psychological needs the SDT, was predicted
positively, while the frustration of the basic psychological needs the SDT was predicted as
negative, and finally, the SDT predicted the resilience as positive. The results show the
importance of the role adopted by the coach in relation to the motivation and resilience of the
athlete, psychological qualities which are the key element to get the success and the over
coming of the challenge.
13
♦ 3. Introducción
14
15
Entre los principales objetivos internos de los deportistas se encuentra la
consolidación de hábitos saludables, comprender los beneficios de la actividad física a
través del deporte, fomentar su desarrollo físico, psíquico y social, así como aumentar el
rendimiento para la consecución de los objetivos planteados a través de la mejora de las
propias habilidades. En este sentido, el entrenador puede tener una influencia
significativa en la implicación de los deportistas en la actividad, ya que el desarrollo de
la personalidad y las capacidades cognitivas del deportista están regidas por el grado de
interacción que ejerce el entrenador (Harre, 1982). Para ello, el entrenador debe de
entender la importancia de cada práctica en el totalidad de la preparación y además
comprender y prestar atención a la transformación y cambio personal del deportista
tanto a nivel social, cognitivo y afectivo (Lyle, 1999). Sin embargo, existen pocas
investigaciones que traten de explicar cómo el estilo personal del entrenador influye en
el deportista a través de la motivación percibida por este hacia el deporte y en su
bienestar psicológico.
A través, de la Teoría de la Autodeterminación (TAD) se sugiere que el
entrenador puede influir en el deportista a través de dos estilos interpersonales muy
diferentes: el apoyo a la autonomía y mediante conductas de control. Esto quiere decir
que el apoyo a la autonomía por parte del entrenador puede ayudar a desarrollar una
motivación autodeterminada en el deportista. Es decir, si el entrenador da posibilidad de
elección durante los entrenamientos, deja participar al deportista en las decisiones y se
preocupa por la actividad física que éste realiza fuera, es probable que el deportista
experimente una motivación autodeterminada. En concreto, contribuye a la satisfacción
de las tres necesidades psicológicas como son la autonomía (el grado en que los
individuos se sienten responsables del inicio de su comportamiento), la competencia (el
grado en que los individuos son capaces de alcanzar sus objetivos deseados) y la
16
relación con los demás (el grado en que las personas se sienten integrados en el grupo)
son necesarias para el óptimo desarrollo social y el bienestar personal del individuo. Sin
embargo, no existen evidencias científicas que traten el estilo impersonal de control por
parte del entrenador aunque si existe una escala de reciente creación para medir este
constructo, que ayudará a profundizar más en la TAD. Este se ha sido definido como el
uso de presiones externas, tales como el uso de medios coercitivos, imposiciones, actuar
de manera preconcebida, etc., son percibidos por los deportistas como el origen de sus
comportamientos (Bartholomew, Ntoumanis, Ryan, Bosch & Thogersen-Ntoumani,
2011). Por ello, los deportistas experimentan un locus percibido de casualidad externo a
ellos como origen de sus comportamientos, por ello los deportistas experimentan una
motivación no autodeterminada. Esta dualidad entre motivación autodeterminada y no
autodeterminada puede tener consecuencias positivas o negativas para su bienestar
general, dependiendo de su implicación en la actividad. De esta forma, los deportistas
más autónomos experimentarán mayores niveles de funcionamiento positivo y de ajuste
personal asociándose con consecuencias deseables como la salud y el bienestar
psicológico, físico y emocional, que los más controladores (Balaguer, Castillo & Duda,
2008) Aunque no existen evidencias científicas que traten la influencia de un estilo
impersonal controlador y de autonomía en un mismo estudio.
Continuando, el rol que puede ejercer el entrenador desde la dualidad control y
autonomía, no solo influye en la motivación del deportista, sino que el clima
motivacional que tienen lugar durante los entrenamientos puede ayudar a desarrollar la
resiliencia del deportista. En este sentido, Sarkar & Fletcher (2013) afirman que un
deportista resiliente es aquel que es capaz de superar y avanzar ante la presencia de
hechos que le producen estrés y ansiedad, además de verlos como una oportunidad de
crecimiento personal y ampliar sus capacidades y dominar la situación a través de la
17
motivación, y no percibir el riesgo y la adversidad como una amenaza. Con el fin de que
se dé esta situación, se requiere de un papel activo del entrenador ya que el clima
motivacional que éste cree durante los entrenamientos y en su relación con sus
entrenados resultará fundamental para el desarrollo social, personal y cognitivo de éstos.
De ahí la importancia de profundizar en el estudio de la resiliencia en el contexto
deportivo, pretendiendo a través de esta tesis dar respuesta a la reiterada necesidad
expuesta en la literatura de contar con herramientas de tipo cuantitativo que permitan
profundizar en el estudio de este constructo y de conocer cómo la resiliencia del
deportista es influida por el entrenador (Fletcher & Sarkar, 2012; Galli & Vealey,
2008).
De igual modo, profundizando sobre la temática de la resiliencia se apreció la
necesidad de analizar cómo esta influía sobre la ansiedad que los deportistas tenían en el
contexto deportivo. En diversas investigaciones (Kumar, 2016; Latinjak,
Hatzigeorgiadis & Zourbanos, 2017; Morillo, Garrido, Enrique & Hernández-Mendo,
2016) se ha destacado como la ansiedad juega un papel fundamental en el rendimiento
de los deportistas y en la consecución de sus logros, llegando alguno a no conseguir
dominar esta emoción. En este sentido, la ansiedad está constituida por la ansiedad
cognitiva que hace referencia a los pensamientos negativos sobre el rendimiento, la falta
de concentración y la atención, y la ansiedad somática que hace referencia a la respuesta
corporal automática que se da ante el evento (Dosil, 2004). Por todo ello, resulta
relevante analizar cómo influye la resiliencia en la ansiedad del deportista, con el fin de
entender y profundizar un poco más, en las causas de la aparición de la ansiedad.
Finalmente, debido a la existencia de una amplia bibliografía, tanto a nivel
nacional como internacional acerca de la TAD, destacando referencias como: Deci &
18
Ryan (1985; 1987; 1991; 2000; 2002; 2008) y Moreno & Cervelló (2010), se ha optado
por no desarrollar de forma extensa sus postulados.
A continuación se dedica un apartado donde se introduce teóricamente, y de forma
breve, cada uno de los tres estudios por los que está constituida la tesis. Este marco
teórico específico facilitará la comprensión de todos los constructos analizados.
19
♦ 4. Marco Teórico Específico
20
21
4.1. La teoría de la autodeterminación
La teoría de la autodeterminación afirma que el comportamiento humano, está
motivado por tres necesidades psicológicas primarias, básicas y universales que son: la
autonomía, la competencia y la relación con los demás, que son necesarias para el
óptimo desarrollo social y el bienestar personal del individuo tal y como señalan Ryan
& Deci (2000). Esta teoría explica que las tres necesidades psicológicas básicas están
relacionadas entre sí, cuya satisfacción influirá en la motivación. Así, en lo que se
refiere a la autonomía, es que las personas sean los agentes de su propia acción, es decir,
que no se sientan coaccionados o presionados por individuos o agentes externos para
realizar cualquier tipo de acción. Se trata de un deseo de experimentar un “locus”
interno de causalidad, basado en la característica propia del competidor, como su
capacidad o esfuerzo. En cuanto a la competencia, se basa en la necesidad experimentar
eficacia en la acción. Por último, la relación con los demás hace referencia a la
necesidad de relacionarse y preocuparse por los demás, así como a la inversa, el percibir
por parte de ellos esa misma necesidad, es decir, sentirse aceptado y relacionarse con los
demás (Deci & Ryan, 2012).
En este sentido, la teoría de la autodeterminación afirma que las personas que
perciben cierta libertad de ejecución y capacidad auto-decisoria, mostrarán una mayor
motivación intrínseca, siendo de este modo más efectivas en la tarea o tareas que
desempeñan, poseyendo buena relación con la gente que les rodea. Sin embargo, si estas
necesidades psicológicas básicas fallan, es más probable que el individuo esté motivado
de forma extrínseca o desmotivado (Niven & Markland, 2016). La teoría sostiene, que
en contextos sociales (p. ej., feedback positivo, posibilidad de elección y la
comunicación,...) conducen a sentimientos de competencia durante la acción pudiendo
aumentar la motivación y la satisfacción intrínseca para esa acción (Carpentier &
22
Magea, 2016). Así mismo, los premios externos y el feedback negativo tiende a
desarrollar la falta de competencia percibida y conlleva una motivación más externa e
incluso con el tiempo el abandono de dicha actividad (Carpentier & Magea, 2016). En
consecuencia, los retos óptimos (competencia), el feedback positivo y la autonomía,
evidenciaron que facilitaban la motivación intrínseca. Por ejemplo, los primeros
estudios mostraron que el feedback positivo favorecía una mayor motivación intrínseca,
mientras que el negativo lo disminuía (Deci, & Ryan, 2012). Aunque la competencia y
la autonomía tienen mayor influencia en la motivación intrínseca, la teoría y las
investigaciones muestran que la relación con los demás también juega un papel
importante (Deci & Ryan, 2000). A modo general, favorecer la satisfacción de las tres
necesidades psicológicas básicas: competencia, autonomía y relaciones sociales,
favorecerá un incremento de los niveles de autodeterminación hacia la práctica y un
incremento de la motivación intrínseca (Kilpatrick, Hebert & Jacobsen, 2002;
Kinnafick, Thogersen-Ntoumani & Duda, 2014).
Según Deci & Ryan (2012), el contexto social tiene un papel que resulta esencial
con el fin de satisfacer las necesidades psicológicas básicas, estableciendo para ello tres
dimensiones para evaluarlo. Primeramente, el apoyo a la autonomía, contraria al
control, hace referencia a que el contexto favorece la elección propia, reduciendo la
presión en la actuación y estimula el hecho de iniciarse. Seguidamente, la estructura
describe la magnitud para que las contingencias entre el comportamiento y el resultado
sean comprensibles, las expectativas sean claras y el feedback proporcionado. En último
lugar, la implicación se refiere al interés y la dedicación de su tiempo y energía, a la
actuación (Slingerland, Haerens, Cardon & Borghouts, 2014). De este modo, un
contexto social donde se desarrolle la autonomía, que fomente la participación de los
demás y que proporcione una estructura moderada, será idóneo para lograr en pleno
23
desarrollo del compromiso autodeterminado. Por el contrario, una estructura donde se
favorezca el control, mermará el compromiso del autodeterminado en la actividad
pudiendo disminuir su implicación hacia ella.
La teoría de la autodeterminación ha sido construida a través de seis mini-teorías.
Cada teoría fue construida con el objetivo de explicar los fenómenos motivacionales, los
cuales combinan el organismo, la meta-teoría dialéctica, el concepto de las necesidades
básicas y el contenido de las metas (González-Cutre, 2009).
Teoría de la evaluación cognitiva. Esta sub-teoría dentro de la teoría de la
autodeterminación tiene el propósito de especificar los factores que explican la
variabilidad en la motivación intrínseca por medio de condicionantes que facilitan
contra los condicionantes que reducen la motivación intrínseca. Estos elementos son
definidos por factores sociales y ambientales que influyen en la facilitación o reducción
de la motivación intrínseca (Ryan & Deci, 2000).
La teoría de la evaluación cognitiva establece que factores externos tales como las
recompensas tangibles, los plazos, el control interpersonal y las evaluaciones tienden a
disminuir los sentimientos de autonomía (Standage & Ryan, 2012; Ntoumanis, 2012).
Provocando un cambio en el locus percibido de casualidad de interno a externo,
disminuyendo la motivación intrínseca (Poulsen, Roger & Ziviani, 2006). En cambio,
algunos factores externos tales como la capacidad de tomar propias decisiones durante
la tarea, el reconocimiento de los sentimientos, y las oportunidades para una auto-
dirección tienden a aumentar la autonomía, lo que provoca un cambio de externo a
interno en el locus percibido de causalidad, aumentando la motivación intrínseca (Deci
& Ryan, 2012; Standage & Ryan, 2012).
Además, los sentimientos de competencia así como los sentimientos de
autonomía, son importantes para la motivación intrínseca. Las investigaciones muestran
24
que las actividades con un reto óptimo y el feedback positivo facilita la motivación
intrínseca, ya que favorece la consecución de la competencia al sentirse el único
responsable de su éxito (Ryan & Deci, 2000). En cambio, el feedback negativo
disminuye la competencia percibida socavando tanto la motivación intrínseca y
extrínseca, favoreciendo la desmotivación del individuo (Ryan & Deci, 2000, 2008).
Según Deci, Koestner & Ryan (1999) y Keatley, Clarke, & Hagger (2012) en su
discurso meta-analítico confirma la hipótesis de la teoría de la evaluación cognitiva.
Afirma que las recompensas que se dan al individuo independientemente de la tarea, o
el éxito o fracaso de ella, no influyen en su motivación intrínseca. Sin embargo, las
recompensas que se apoyan en contextos de rendimiento y en contextos interpersonales
ayudarán a favorecer la motivación intrínseca, en cambio si dichas recompensas se dan
sin ningún tipo de retroalimentación y clara comparación con los demás, la motivación
intrínseca se verá afectada de forma negativa (Keatley, Clarke & Hagger, 2012).
En esta línea y resumiendo, investigaciones sobre la teoría de la evaluación
cognitiva han demostrado que las recompensas tangibles y contingentes y otros factores
extrínsecos como la competitividad y las evaluaciones pueden ser perjudiciales para la
creatividad, la flexibilidad cognitiva y la resolución de problemas que se han encontrado
asociados de forma positiva a la motivación intrínseca (Weinstein, Deci, & Ryan,
2011).
Algunas investigaciones en el ámbito del deporte, aseguran que los entrenadores
que fomentan la autonomía, en contraste con el control, fomentarán en sus deportistas
un mayor índice de autodeterminación, deseo ante el desafío, la mejora de sus propias
habilidades y la curiosidad (Benita, Shane, Elgali, & Roth, 2017). Por el contrario,
control excesivo del entrenador hacia el deportista, no solo pierden la iniciativa personal
sino que además tenderán hacia la comparación hacia los demás, la consecución de
25
premios o evitar castigos y una falta de creatividad (Benita, et al. 2017). El tercer factor
que parece influir en la motivación intrínseca es la relación con los demás, ya que se ha
demostrado que un entorno en el que exista una buena relación con otras personas, así
como una comunicación fluida y positiva, potenciará la motivación intrínseca.
Teoría de la integración del organismo. En esta segunda subteoría (Deci & Ryan,
1985; Deci & Ryan, 2000; 2012), se detalla que los diferentes tipos de motivación
extrínseca y de diferentes factores del contexto que o bien frenan u originan la
internalización y la integración de la regulación de esas conductas, por tanto establece
que la motivación se caracteriza por la existencia de diferentes niveles de
autodeterminación, de modo que de menos a más nivel de autodeterminación
encontramos la desmotivación, la motivación extrínseca y la motivación intrínseca.
Figura 1. Continuo de autodeterminación adaptado de Ryan & Deci, (2000); Ryan, Lynch, Vansteenkiste
& Deci, (2011).
En el extremo izquierdo encontramos la desmotivación que queda descrita como
la falta de motivación, refiriéndose a la falta de energía o ganas de actuar, por ello la
actividad resulta poco organizada y acompañada de sentimientos de frustración, miedo
o depresión (Deci & Ryan, 2000). La desmotivación puede ser de dos tipos diferentes
(Ryan, et al. 2011). Los resultados del primer tipo de desmotivación sugieren que el
individuo otorga poco valor a la actividad o carece de interés. El sujeto puede sentir que
26
la actividad carece de importancia o no merece la pena, en cuanto a los beneficios del
cambio. Por ejemplo, el deportista que tiene una gran habilidad para el golpeo del balón,
no ve necesidad de continuar practicándolo o deportista que debe continuar practicando
su desplazamiento por el campo obligado por el entrenador, aun poseyendo una gran
habilidad. En cuanto al segundo tipo de motivación, se debe a una percepción de falta
de competencia (Deci & Ryan, 2000; Ryan & Deci, 2000) o no esperar que produzca un
resultado esperado (Bandura, 1996; Seligman 1975). El deportista no cree en los
resultados positivos de la actividad o no se cree competente a la hora de realizar con
éxito la actividad (Ryan et al., 2011). Por ejemplo, el deportista que obtiene malos
resultados deportivos perdiendo su motivación hacia los entrenamientos. Viendo la
desmotivación, se desprende la existencia de la relación existente entre competencia y
eficacia, ya que es un requisito que lleva a la intencionalidad. Uno no se sentirá
motivado sin la creencia firme de que sus actos tendrá los beneficios esperados. Además
de que detrás de las acciones intencionales puede ser por cualquier motivo externo o
sentirse coaccionado u obligado para así estar dispuesto a actuar, favoreciendo dicha
desmotivación.
A la derecha de la desmotivación encontramos la motivación extrínseca, la
regulación externa, la regulación introyectada, la regulación identificada y la regulación
integrada (ordenadas de menor a mayor autodeterminación).
Para entender estos conceptos debemos explicar previamente lo que es la
interiorización, es un proceso activo y natural en el que los individuos aceptan una serie
de valores y procesos reguladores establecidos socialmente (Deci, & Ryan, 2012).
Cuando el proceso de interiorización se lleva a cabo de manera óptima, los individuos
asumirán la importancia de las normas sociales, asimilándolas como suyas, y por lo
tanto los aceptaran plenamente como propios. De este modo, se integrará más en sí
27
mismas, pero no sólo de forma cognitiva, sino también social. Se puede establecer tres
tipos de regulación interiorizada debido a mayores o menores niveles de integración que
difieren en la cantidad de autodeterminación.
Antes de que ninguna interiorización haya ocurrido, las personas se comprometen
a alcanzar una consecuencia deseada o actividad mediante recompensas tangibles o para
evitar una amenaza o castigo (Deci, & Ryan, 2012). Tal comportamiento se denomina
regulación externa, ya que actúa por un estímulo que es externo a la persona, por
ejemplo “práctico deporte con el fin de mostrar mis habilidades son superiores a la de
los demás” (siendo la recompensa externa el reconocimiento de los demás).
Un segundo tipo de motivación extrínseca es la llamada regulación introyectada.
La introyección establece una serie de deberes para la acción, que están relacionadas
con expectativas de auto-aprobación y evadir emociones negativas y sentimientos de
culpabilidad y ansiedad, así como alcanzar mejoras a nivel de ego o vanidad (Deci &
Ryan, 2000), falsas auto-adscripciones (Kuhl & Kazen, 1994), o de autoconciencia
pública (Martela & Ryan, 2016), por tanto, el agente social aún figura en la regulación
de la acción, y las respuestas internas para hacer una actividad son tipificadas como
“deber” o “tener” (Ntoumanis, 2012; Sarrazin, Vallerand, Guillet, Pelletier & Cury,
2002), así pues la regulación introyectada representa una internalización parcial de los
reglamentos que están en la persona, pero en realidad no han pasado a formar parte del
conjunto integrado de las motivaciones, conocimientos, y a la parte constituye el yo.
Debido a que la regulación introyectada no han sido asimilada, los comportamientos
resultantes no son auto-determinados porque sigue siendo relativamente ajena a la
persona (Deci & Ryan 2000), por ejemplo “me sentiría culpable si no entrenase dando
todo mi esfuerzo”.
28
Si el proceso de integración continúa, y las personas reconocen y aceptan el valor
subyacente de un comportamiento y el valor de una conducta, las personas tendrán más
plenamente interiorizado su regulación, aceptándolo más plenamente como propio, en
este caso estaríamos hablando de la regulación que representa una mayor
autodeterminación, siendo denominada como identificada (Deci & Ryan 2000). Con
esta regulación los comportamientos resultantes serían más autónomos, aunque todavía
serian extrínsecamente motivados, ya que la decisión de participar en la actividad viene
dada por una serie de factores externos y no por el placer y la satisfacción propia de la
actividad (Fortier, Duda, Guerin, & Teixeira, 2012; Ntoumanis, 2012). Por ejemplo,
cuando una persona identifica como importante la práctica de actividad física para su
salud, tendrá una mayor iniciativa para continuar aunque seguirá siendo instrumental
(para mejorar la salud) en lugar de hacerlo sólo como una fuente de satisfacción y placer
espontáneo (Ryan & Deci, 2012). La forma más completa de interiorización de la
motivación extrínseca es la regulación integrada, ya que no solo implica la
identificación de la importancia de los comportamientos sino que varias identificaciones
son equiparadas y ordenadas de forma significativa y jerárquica, lo que implica que han
sido evaluadas y colocadas congruentemente con otros valores y necesidades, es decir,
una integración de varios aspectos en el yo. Sigue perteneciendo a la motivación
extrínseca ya que existe una pequeña reminiscencia de factores externos que impide el
pleno disfrute de la actividad sea el protagonista (Ryan & Deci, 2000). Un claro ejemplo
sería un sujeto que se compromete con la práctica deportiva porque forma parte de su
estilo de vida.
Por último, y en el extremo derecho encontramos la motivación intrínseca que
hace referencia a que el sujeto se responsabiliza con la actividad física por el mero
disfrute y placer que le produce, constituyéndose la actividad en un fin en sí misma
29
(Deci & Ryan2000; Ryan & Deci, 2000). Por tanto, el concepto de motivación
intrínseca muestra una predisposición hacia la asimilación, el alcanzar dominio, la
indagación y el interés, que son tan necesarios para el desarrollo cognitivo, social y
personal que representa una fuente de disfrute y vitalidad durante toda la vida (Martela,
De Haan, & Ryan, 2016; Ryan, Weinstein, Bernstein, Brown, Mistretta, & Gagné,
2010).
Esta motivación intrínseca sostiene que si una persona se siente competente y
eficaz esta aumentará su motivación intrínseca, y por ende los factores sociales, tales
como el feedback, la información normativa, la competición o el clima transmitido por
el entrenador, que promueven sentimientos de competencia, pueden desarrollar la
motivación intrínseca (Vallerand, 2001). Del mismo modo, la experiencia afectará al
sentimiento de competencia, y por ende, a la motivación intrínseca.
Vallerand y sus colaboradores (Brière, Vallerand, Blais, & Pelletier 1995;
Vallerand, 1997, 2001) propusieron la existencia de tres tipos diferentes de motivación
intrínseca que depende de su objetivo, y son:
- La motivación intrínseca hacia el conocimiento, por ejemplo, practicar deporte
por el hecho de saber o conocer más sobre el deporte, el cual se practica.
- La motivación intrínseca hacia la mejora, por ejemplo, practicar un determinado
deporte para obtener una mejora de las habilidades hacia ese deporte.
- La motivación intrínseca hacia el disfrute. Un ejemplo sería practicar deporte por
el placer de vivir nuevas experiencias estimulantes.
Teoría de la orientación de causalidad. Esta mini teoría desarrolla las diferencias
existentes entre los individuos y sus tendencias en relación a las conductas
autodeterminadas. Asimismo, podemos encontrar tres tipos de orientaciones causales
30
(Deci & Ryan, 2000). En primer lugar, tendríamos la orientación a la autonomía, que
implica que el comportamiento es regulado según sus propias inquietudes y sus valores
auto-establecidos, encontrándose que se relacionaba positivamente con la
autorrealización, la autoestima, el desarrollo del ego, y otros indicadores del bienestar.
Por el contrario, la orientación al control se relaciona de forma positiva con la auto-
conciencia pública, la tendencia proclive a sentirse presionado y el malestar psicológico.
Por último, encontramos la orientación impersonal, que implica sentimientos y/o
conductas que indican incompetencia y comportamientos no intencionados, y está
asociada con un locus de control externo (es decir, la creencia de que uno no puede
controlar los resultados),y el malestar a nivel psicológico, lo que implica una relación
negativa con el bienestar general. La falta de motivación y la orientación impersonal de
causalidad surgen por la insatisfacción de las necesidades psicológicas básicas. Según,
las conclusiones de diversos estudios las diferentes orientaciones predicen los estilos de
regulación (Vallerand, 1997).
Teoría de las necesidades básicas. Esta mini teoría define un poco más el concepto
de las necesidades básicas como el estado que conduce hacia la salud cognoscitiva y el
bienestar personal se encuentra satisfecho. En cambio, si no es así, contribuye al
malestar y a la patología. En este sentido, Hancox, Ntoumanis, Thogersen-Ntoumani, &
Quested (2015) afirman que el bienestar no es solo una experiencia personal subjetiva
de carácter positivo, sino que es también “nutrimentos psicológicos innatos que son
esenciales para un prolongado crecimiento psicológico, para la vitalidad y un profundo
sentido interno de salud” y como se ha mencionado anteriormente son tres, las
necesidades de competencia, autonomía y relación con los demás. Por tanto, estas
necesidades están relacionadas directamente con la salud psicológica o el bienestar y su
satisfacción se asocian con un funcionamiento más efectivo. Especificar que las
31
necesidades psicológicas al ser nutrimentos esenciales implican que los individuos no
pueden crecer (prosperar) sin satisfacer todas ellas que cada una de ellas juegan un
papel importante para el desarrollo y la experiencia óptima (Ryan & Deci, 2000). En
consecuencia, un ambiente social que depara apoyo al ser competente, pero falla en
nutrir el relacionarse se espera que provoque algún empobrecimiento del bienestar.
La teoría del contenido de las metas. Hace referencia a las metas de vida, metas
más generales que tienen las personas, y que dirigen su comportamiento. La gente
puede tener metas más intrínsecas tratando de buscar el crecimiento personal y
relaciones significativas, en contraste con las metas más extrínsecas, donde buscan más
el éxito económico, fama y popularidad. Estas metas van a influir en la satisfacción de
las necesidades psicológicas básicas.
La teoría motivacional de las relaciones. Esta sexta mini teoría tiene que ver con
el mantenimiento y desarrollo de las relaciones personales del individuo respecto a la
gente cercana o el grupo de pertenencia. Esta sexta mini teoría, se ocupa de estas y otras
relaciones y afirma que una cierta cantidad de tales interacciones no sólo es deseable
para la mayoría de las personas, sino que es esencial para su ajuste y bienestar porque
las relaciones proporcionan la satisfacción de la necesidad de relación (Weinstein,
2014). Sin embargo, las investigaciones demuestran que no sólo se satisfacen las
necesidades de relación en las relaciones de alta calidad, sino que también se satisfacen
las necesidades de autonomía y, en menor medida, las necesidades de competencia
(Lalande, et al., 2017; Vallerand & Gillet, 2016). De hecho, las relaciones personales de
mayor calidad son aquellas en las que cada socio apoya las necesidades de autonomía,
competencia y relación de los otros.
32
4.1.1. Modelo jerárquico de la motivación intrínseca y extrínseca.
Vallerand (1997), partiendo de la teoría de la autodeterminación, desarrolló el
Modelo Jerárquico de la Motivación Intrínseca y Extrínseca (HMIEM, Figura 2). Este
modelo supone un paso hacia adelante en el estudio de la motivación y relaciona
diferentes constructos a través de una serie de principios y corolarios que se describen a
continuación:
• Principio 1: Un completo análisis de la motivación debe tener en cuenta la
motivación intrínseca, la motivación extrínseca y la desmotivación para así entender
mejor comportamiento humano.
• Principio 2: Existen tres niveles de motivación: global (motivación general de
una persona), contextual (orientación general hacia un contexto específico como la
actividad física), y situacional (motivación que se tiene durante el desarrollo de una
actividad particular).
• Principio 3: La motivación es determinada por factores sociales como el clima
motivacional transmitido por el entrenador o educador, y cada uno de los niveles puede
influir en el nivel inferior más próximo, así la motivación global puede influir en la
motivación contextual, y ésta en la situacional.
- Corolario 3.1: Plantea que los factores sociales pueden influir en la
motivación intrínseca, extrínseca y desmotivación. Sobre la base de
Postulado 2, este corolario también añade que tales efectos pueden tener
lugar en los tres niveles de la jerarquía.
- Corolario 3.2: Las percepciones de autonomía, relación con los demás y
autonomía, actúan como mediadores entre los factores sociales sobre la
motivación.
33
- Corolario 3.3: La motivación de este nivel está influida por la motivación del
nivel superior.
• Principio 4: De igual modo, la motivación de un nivel inferior influye en la
motivación de un nivel superior. A modo de ejemplo, si una persona tiene experiencias
positivas durante su práctica de actividad física (situacional), puede desarrollar una serie
de conductas positivas hacia el deporte (contextual) e implicarse con un estilo de vida
más saludable (global).
• Principio 5: La motivación lleva a una serie de consecuencias importantes, como
la persistencia en la práctica deportiva.
- Corolario 5.1: Disminuye desde la motivación intrínseca a la desmotivación
cuya percepción es negativa, gracias a las consecuencias positivas.
- Corolario 5.2: Existen tres niveles de consecuencia motivacional.
Figura 2. Modelo Jerárquico de la Motivación Intrínseca y Extrínseca (HMIEM, Vallerand, 1997)
Mageau & Vallerand (2003) plasmaron el desarrollo de un modelo motivacional
de la relación deportista-entrenador (Figura 3) a partir del Modelo Jerárquico de la
Motivación Intrínseca y Extrínseca y de la teoría de la evaluación cognitiva. Este
34
modelo, establece que la orientación de la personalidad del entrenador hacia el
entrenamiento, la percepción de los comportamientos que tienen lugar durante el
entrenamiento, el propio contexto en el que se desarrolla y la motivación de los
deportistas, influirán en su conducta. Entonces, el comportamiento que posee el
entrenador a favor de la autonomía, con una buena organización y desempeño, podrá
influir de forma positiva en las necesidades psicológicas básicas de autonomía,
competencia y relación con los demás, desarrollándose así en los deportistas, formas de
motivación autodeterminadas, no autodeterminadas y desmotivación.
Figura 3. Modelo motivacional de la relación deportista-entrenador (Mageau & Vallerand 2003)
De igual modo, un estudio realizado por Trigueros, Álvarez & Aguilar-Parra (en
prensa) mostró como el papel del entrenador juega un papel muy importante en la
satisfacción de las necesidades psicológicas y por ende, sobre la motivación y
resiliencia desde la doble dualidad del comportamiento del entrenador a favor de la
autonomía y del control. En este sentido, se mostró que si el entrenador fomenta la
autonomía percibida por el deportista favorecería la satisfacción de las necesidades
psicológicas básicas y de forma negativa la frustración de las necesidades psicológicas
35
básicas, favoreciendo a su vez la motivación autodeterminada y por ende, la resiliencia.
Por el contrario, si el entrenador fomenta el control percibido por el deportista
favorecerá de forma negativa la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y
de forma positiva la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y por ende,
favorecerá la motivación no autodeterminada y de forma negativa la resiliencia.
4.2. La resiliencia del deportista
4.2.1. La resiliencia.
Desde el campo de la psicología se ha intentado reducir a una mera
“victimología” el suceso de hechos traumáticos que les suceden a las personas y que les
puede afectar tanto a nivel psicológico como físico en algún momento de sus vidas,
obviando elementos reguladores internos como puede ser la resiliencia, la superación y
el crecimiento personal (Johnson & Wood, 2016).
Los primeros estudios sobre la resiliencia se pueden establecer los años 40. Estos
estudios estaban enfocados hacia los niños, en su capacidad para superar grandes
adversidades o situaciones peligrosas. Sin embargo, según señalan Wang, Haertel &
Walberg (1999), el concepto de resiliencia comenzó su pujanza durante la década de los
años sesenta-setenta, momento en el que crecimiento de la psicopatología, como
disciplina científica, comenzó sobre el estudio en la pobreza, la violencia socio-familiar,
las enfermedades y las pérdidas de familiares. Esto lleva a que, el concepto de
resiliencia es algo reciente y no resulta sencillo de definir, ya que existen múltiples
acepciones, aproximaciones y tipos de investigaciones que han abordado este campo
(Jiménez-Figueroa & Acle, 2012). Sin embargo, todos coinciden en señalar que la
resiliencia constituye un elemento psicológico que facilita la adaptación positiva ante
sucesos o procesos que son adversos (Ruiz, De La Vega, Poveda, Rosado, & Serpa,
36
2012), del mismo modo indicar que, es un elemento importante para la mejora de la
ansiedad y la depresión (Crowford, Gayman & Tracey, 2014).
De este modo, el concepto de resiliencia emana de la psicología positiva, pues se
centran en la adaptación de las personas a nuevas experiencias en búsqueda de
crecimiento y desarrollo, tomando parte las aptitudes de las personas, alejándose de este
modo de aspectos negativos como la pérdida, los traumas y las decepciones, aspectos
vitales que tienen lugar en las primeras etapas pero que no se deben de obviar. Además,
hay que tener en consideración el cariño, la estima y en general, las relaciones que se
establecen entre la familia y con los diferentes medios de interrelación social. De esta
forma, el concepto de resiliencia se fundamenta en cuatro teorías psicológicas (Luthar,
2006), las cuales son: En primer lugar, la teoría psicopatológica del desarrollo, se refiere
a la búsqueda o detección de los síntomas negativos que afectan al individuo, de modo
que la persona transforma en positivos los efectos negativos teniendo en cuenta los
diferentes aspectos del contexto que le rodea. En segundo lugar, la teoría psicoanalítica,
que introduce el concepto de resiliencia como el distintivo del autocontrol del Yo, es
decir, constituye la activación de los mecanismos de defensa de los procesos mentales
del Yo que persiguen la superación personal y de los traumas incipientes a nivel
personal. En tercer lugar, la teoría de competencias, esta teoría se centra en los aspectos
positivos del individuo, y como estos favorecen la aptitud y la capacidad para
desarrollarse y enfrentarse a situaciones que le son adversas. En cuarto y último lugar, la
teoría del ecosistema, que trata de explicar la relación existente entre el contexto
personal o colectivo se adaptan a perturbaciones significativas para mantener o
restablecer el equilibrio psicológico, tomando para ello los recursos que tiene la persona
en su entorno que le rodea.
37
Según múltiples autores, (Fletcher & Sarkar, 2013; Gucciardi, Hanton, Gordon,
Mallett, & Temby, 2015; Gucciardi, Jackson, Coulter, & Mallett, 2011; Sarkar &
Fletcher, 2014), se ha definido la resiliencia como un proceso de adaptación positiva,
proceso de transformación, superación, mantenimiento del funcionamiento habitual, en
respuesta a episodios de consecuencias traumáticas, acontecimientos y dificultades
estresantes, de tal forma que en el individuo se vuelve más fuerte y exitoso.
Según Iglesias (2006), la persona resiliente posee como característica
fundamental, sobreponerse ante eventos adversos, respondiendo, recuperándose y
adaptándose al nuevo entorno que ha resultado debido a la adversidad. Dichas
habilidades pueden ser innatas o aprendidas, en primer lugar en el seno familiar, la
escuela, amigos, etc., y posteriormente, la experiencia vital debido a uno o varios
infortunios. Esta características, están relacionadas con la capacidad cognitiva del
persona, ya que se requiere de una comprensión de la situación adversa como real y no
como fruto de la casualidad, del azar o de un infortunio, la característica de
despersonalizarse de la desgracia con el fin de entender que las situaciones adversas son
parte de la vida y del aprendizaje y potencia nuestra capacidad adaptativa para dar una
respuesta ante el agravio, ya que como indica Gordon (1996), la resiliencia es un
proceso que evoluciona a lo largo del tiempo y cuyos mecanismos van evolucionando y
adaptando con el paso del tiempo dándose necesidades cada vez más complejas.
Por todo ello, se puede considerar a la resiliencia como multifactorial, ya que
incluye una serie de atributos psicológicos y actitudinales, tales como competencia,
sistemas de apoyo interno y externo o la estructura personal (Trigueros, Álvarez,
Aguilar-Parra Alcaraz & Rosado (2017).
De este modo, el concepto de resiliencia está formado por dos elementos
inherentes. Por una parte, se encuentran los factores de riesgo y por otra, los factores de
38
amparo. Entre los factores de riesgo destacan, la ansiedad, la depresión, el bloque
mental, los afectos negativos o el estrés.
Por otro lado, se encuentran los factores de amparo de la resiliencia, que son las
características que promueven la adaptación, como son: la personalidad (Valentine,
Pigott & Rothstein, 2010); el apoyo social, representado por la familia y amigos (Wilks
& Spivey, 2010); el autoconocimiento de las propias capacidades y fortalezas
(Kalbermatter, Goyeneche & Heredia, 2006); la habilidad y capacidad (Fletcher &
Sarkar, 2012); la satisfacción vital (White, Driver & Warren, 2010) o el optimismo
(Lee, Brown, Mitchell & Schiraldi, 2008).
Por otro lado, Forés & Grané (2007) afirman que la resiliencia se sustenta a
través de tres planos:
• En plano interno, se sustenta en la base de la idiosincrasia propia de la
personalidad de cada uno.
• El plano externo, se sustenta en el apoyo externo, identificado como el
aprendizaje que realiza el individuo a través de los modelos de conducta que
se encuentra en los familiares, los pares de iguales, los medios de
comunicación, la escuela u otros medios de interacción social.
• El plano social, se enmarca en las relaciones que se establecen entre las
personas y la capacidad y organización para la resolución de los problemas
junto a las demás personas.
De este modo, con todo lo expuesto hasta ahora, la resiliencia constituye la
superación de situaciones adversas a través de múltiples procesos, señalándose las
siguientes etapas: Equilibrio que enfrenta a la tensión - Compromiso y desafío -
Superación - Significación y valoración - Positividad - Responsabilidad - Creatividad.
39
En la revisión realizada por Kumpfer & Hopkins (1993), considera que son siete
los apoyos que componen la resiliencia de las personas: optimismo, empatía, insight,
competencia intelectual, autoestima, dirección o misión y, determinismo y
perseverancia. Sin embargo, Fernández-Real, et al. (2013) citan que son ocho, y estos
apoyos son:
• Espiritualidad: Hace referencia a la capacidad que posee la persona para darle
una trascendencia y un sentido a su vida. Esta cualidad se desarrolla durante
la niñez y se afianza durante la adolescencia. En cuanto a los deportistas, esta
cualidad puede desarrollarse de forma precoz.
• Humor: Consiste en la capacidad de la persona para apartarse de sí mismo, y
ver con júbilo y jolgorio lo que otras personas pueden considerar como una
adversidad. En este aspecto se puede encontrar que las limitaciones
cognitivas, emocionales y física pueden ser reconocidas y en cierta forma
aceptadas como propias. En la niñez se muestra mediante el juego, en la
adolescencia y la adultez en la capacidad de distraerse y divertirse, al igual
que el deportista.
• Autonomía e independencia: Hace referencia a la capacidad de la persona
para valerse de forma independiente y autónoma, sin presiones externas, con
el fin de alcanzar sus propios objetivos a partir de sus intereses, lo que les
permite distanciarse a nivel físico y emocional ante los problemas. Este
aspecto, incluye la autoconfianza y automotivación como parte de un alto
nivel de autoestima. Esta capacidad se muestra en la niñez al alejarse de
peleas y riñas, en la adolescencia a alejarse de situaciones que puedan
provocarle un daño, la adultez mantener su propia vida y en el deportista
mantener su propias capacidades.
40
• Introspección: Hace referencia a la capacidad de la persona de poder verse a
sí mismos, desde lejos, con el fin de lograr las respuestas a sus propias
preguntas respecto a lo que ocurre en su entorno o a sí mismo. Durante la
niñez es visible esta capacidad al darse cuenta de los conflictos. En la
adolescencia, adaptarse y comprender lo que sucede a su alrededor, y en la
adultez la aceptación sin culparse a sí mismo y a los demás, de igual modo
sucede con el deportista.
• Relación con los demás: Hace referencia a la capacidad para establecer
vínculos productivos, asertivos y afectivos con otras personas, con el fin de
equilibrar la necesidad de afecto, simpatía y empatía con la capacidad de
convivir con los demás. Los niños manifiestan esta particularidad con
habilidad de mostrar apego, los adolescentes al establecer vínculos con los
pares de iguales y en la adultez en la valoración de las relaciones sociales y
personales, al igual que sucede con el deportista.
• Iniciativa: Hace referencia a la capacidad de activarse ante la aparición de
retos o dificultades cotidianas, la necesidad de alcanzar nuevos logros a través
de impulsos que surgen del interior, generándose nuevas experiencias. Los
niños manifiestan esta característica a través de la curiosidad del mundo que
les rodea, el adolescente se enmarca en la formación de un grupo para brindar
y brindarse apoyo, optar a una carrera académica o tomar una alternativa
laboral y en el adulto y deportista participar en nuevos proyectos, enfrentar y
liderar desafíos en diferentes contextos.
• Creatividad: Hace referencia a la capacidad mental que posee cada persona
para cambiar y dar un nuevo sentido al mundo que le rodea, a partir de una
serie de recursos subjetivos y objetivos con el fin de lograr satisfacer y
41
apaciguar sus necesidades. Los infantes se valen de su imaginación y
creatividad para superar los problemas y aprender, los adolescentes
manifiestan esta característica a través de sus actos, como la música, la
escritura, la pintura, etc., y los adultos y deportistas se refleja en la capacidad
de llevar una vida más tranquila y monótona ya que sus acciones se sustenta
en la experiencia.
• Moral: Esta capacidad posee dos dualidades, el bienestar que se desea para sí
mismo y el bienestar que se desea para los demás. Ambas dualidades se dan
al mismo tiempo, y se da cuando la persona posee capacidad para discernir lo
que está bien y lo que está mal. En niños, adolescentes, adultos y deportistas
se manifiesta en la toma de decisiones sobre aquellos que son buenos o malos
tanto para sí mismos como para los demás. Esta capacidad desarrolla el
sentido de la lealtad y compasión hacia los demás.
4.2.2. El deporte y la resiliencia.
La resiliencia en el deporte es un constructo que apenas se ha estudiado en la
actualidad, aunque en los últimos años está teniendo bastante auge. La resiliencia en el
contexto de la actividad física y el deporte ha sido estudiada desde múltiples aspectos,
tanto rehabilitadoras como psicológicas, ya que en algún momento de sus carreras
sufren algún episodio de consecuencias traumáticas, entre los cuales se encuentra la
prácticamente inevitable experiencia de la derrota (Sagar, Lavallee, & Spray, 2007;
Wilson & Kerr, 1999) o la lesión deportiva (Podlog, Dimmock, & Miller, 2011; Salim,
Wadey, & Diss, 2015). En este sentido, Yi, Smith & Vitaliano (2005), afirman que
aquellas personas que practican algún tipo de deporte deben de tener una serie de
características psicológicas que faciliten la sobreposición a factores diarios que pueden
provocar estrés en relación a las exigencias del deporte en sí y a las diversas situaciones
42
importantes de sus vidas. Una parte importante del atleta resiliente es la capacidad de
darse cuenta y reconocer que alcanzan sus metas y logros después de sortear situaciones
que les son desfavorables, estresantes y adversos.
En este sentido, Sarkar & Fletcher (2013) exponen que el deportista
caracterizado por ser resiliente tiene la capacidad para sobreponerse a los eventos
estresante a través del afrontamiento positivo, además de tener la capacidad de ver una
oportunidad de crecer personalmente y ampliar sus habilidades y dominar la situación a
través de la motivación, y no percibir el riesgo y la adversidad como una amenaza. En
otro estudio de Sarkar & Fletcher (2014), se centraron en las reacciones cognitivas de
carácter adaptativo, que tuvieron lugar a partir de la interacción entre los factores
estresantes originados tanto en la faceta organizacional y competitiva de la actividad
física como en el propio ámbito personal y una serie de factores protectores de
naturaleza psicológica donde destacan la personalidad positiva y el predominio de las
formas más autodeterminadas de motivación, así como unos elevados niveles de
confianza, concentración, y apoyo social percibido.
En otros estudio relacionados con la resiliencia y las lesiones deportivas
destacan las realizadas por Elliot, Moe, Goldberg & Lockwood, 2012; Machida, Irwin
& Feltz, 2013; Perry, Fischer & Wakeman, 2014, los cuales mostraron que altos niveles
de resiliencia permitían superar con eficacia estos hechos traumáticos volviendo antes a
la competición y con éxito.
Las personas con estas características poseen diversos aspectos psicológicos que
les permiten rendir durante la práctica del deporte de forma equilibrada. Entre los
diversos aspectos se citan los siguientes: 1) Personalidad positiva: Esta característica
permite al deportista focalizar con seguridad el éxito sus propias metas. 2) Motivación:
Esta característica permite al deportista percibir una motivación intrínseca,
43
relacionándose con su bienestar personal, físico y emocional y simultáneamente a la
motivación extrínseca al lograr la consecución de un premio y el reconocimiento de
otras personas, ambos aspectos llevan a la consecución de sus logros y fijar nuevos
objetivos y metas. Sin embargo, la mejora personal través de la resiliencia sólo se da a
través de la motivación intrínseca. 3) Confianza: Esta característica es importante, ya
que al deportista le permite reconocer su capacidad para enfrentarse a un reto y así
alcanzar un logro, de tal forma que merma su estrés y mejora su rendimiento. 4)
Concentración: Esta característica permite al deportista centrarse en sus propias metas
y no permitir que situaciones externas u otras personas irrumpan el proceso, centrándose
en la consecución de su objetivo. 5) Apoyo social percibido: Esta característica permite
al deportista sentir la simpatía y el apoyo de familiares, compañeros y/o pares de
iguales, ante el esfuerzo de su trabajo diario. Esta característica va vinculada respecto a
la motivación extrínseca y va de la mano de la virtud, ya que esta no permite desviarse
de sus metas.
Así pues, tras todo lo explicado con anterioridad se puede afirmar que la
superación y la resiliencia son características de la personalidad, que permiten el
crecimiento personal, cognitivo y emocional y fomenta las interacciones sociales
equilibradas. Ambas tienen denominadores comunes, en primer lugar es moldeada a
través de los intercambios con las demás personas del entorno social del individuo, y
además posee un carácter genético, vinculado con personalidad y el temperamento, y se
puede aprender y potenciar a través de las experiencias vitales.
4.3. Ansiedad en el deporte
La ansiedad en los deportistas es algo que se ha estudiado a lo largo de mucho
tiempo, debido al impacto que tiene esta emoción negativa sobre el rendimiento
deportivo, al manejo que se hace de él antes, durante y después de la competición, así
44
como la influencia que tiene múltiples contextos sobre la ansiedad. Giacobbi &
Weinberg (2000) la definieron como un estado emocional negativo que posee
manifestaciones relacionadas con la preocupación, nerviosismo y bloqueo, que
producen activación del organismo. De este modo, existe un pensamiento previo
llamada ansiedad cognitiva y una activación motora denominada ansiedad somática
(Dosil, 2004). La primera de ellas, ansiedad cognitiva, hace referencia a los
pensamientos negativos sobre el rendimiento, la falta de concentración y atención. En
cuanto a la segunda, hace referencia a percepción de la respuesta corporal automática,
algunos ejemplos de ello pueden ser la sudoración, malestar de estómago, el aumento de
las pulsaciones, rigidez muscular, etc. Ambos se encuentran relacionados entre sí,
aunque el nivel de manifestación dependerá de la estabilidad de la ansiedad del
deportista que puede ser de rasgo, que hacer referencia a la tendencia del sujeto a
experimentar ansiedad en la mayoría de las situaciones, o de estado, que hace referencia
a la experimentación del sujeto de ansiedad ante una situación puntual.
Todo ello hace pensar que el nivel de ansiedad varia a lo largo del día
dependiendo del nivel de activación. De este modo, cuando descansamos por la noche,
nuestro nivel de activación se muestra bajo, no pudiendo responder ante cualquier
estimulo que se nos presente. En cambio, conforme nuestro sistema nervioso autónomo
inunda de adrenalina nuestro torrente sanguíneo, nos vamos activando y por tanto,
nuestra capacidad de dar respuesta ante determinados estímulos es mayor, por ejemplo
bloquear un remate de voleibol. El problema está cuando nuestro sistema nervioso
autónomo sigue segregando adrenalina a pesar de no ser necesaria generando un nivel
de activación que no se requiere en el momento o también cuando se da el caso de que
la cantidad de adrenalina es tan alta en el momento de la competición que el cuerpo se
45
agarrota, bloqueando la capacidad de respuesta, mermando así el rendimiento,
aumentando la preocupación y el estrés y se incrementa aún más la activación.
De este modo, la ansiedad puede ser vista desde un punto de vista positivo o desde un
punto de vista negativo, debido a que una activación baja se relacionará con un
rendimiento bajo, sin embargo, a medida que la activación del deportista aumenta, lo
hará también el rendimiento hasta llegar a su nivel óptimo de ejecución. Si siguiese
aumentado el nivel de activación el rendimiento se vería perjudicado. En este sentido, el
nivel óptimo de ansiedad es definido por Lehr (1989) como la sensación de relajación y
calma, quietud interna, sin nerviosismo, una sensación positiva de energía, de
optimismo y focus positivo, un sentimiento de disfrute y diversión en la competición
estando el deportista concentrado y alerta con una sensación de autoestima positiva,
autoconfianza y control emocional. Esta ambivalencia de facilitación u obstaculización
del rendimiento deportivo, fue introducida por Jones (1991), introduciendo el concepto
de dirección. De esta forma, la ansiedad paso a ser interpretada según el criterio que
tomara la persona de los síntomas que experimentaba al percibir la ansiedad, pues los
podía considerar como un beneficio o afección a su rendimiento dependiendo del
control que ejercía sobre el contexto y sobre sí mismo. A esta interpretación que hace el
sujeto se denominó direccionalidad de la ansiedad, siendo estudiado en múltiples
investigaciones (Edwards, & Hardy, 1998; Swain, & Jones, 1996). El componente
direccional de la ansiedad dependerá de una serie de factores, que son descritos desde
tres puntos:
En primer lugar, según el tipo de actividad se requerirá de diferentes tipos de
activación. Por ejemplo, no es lo mismo realizar una colocación para el remate de un
compañero en voleibol, donde se requiere de una concentración máxima, que colocar un
bloqueo a un remate del equipo contrario en voleibol, donde el nivel de activación es
46
sumamente alto. Por ende, es importante que los deportistas conozcan muy bien el
deporte que practican con el fin de que sepan regular sus niveles de activación para
ejecutar las diferentes tareas con un rendimiento lo más alto posible.
En segundo lugar, todas las personas somos diferentes, quiere decir que algunas
personas requerirán de un nivel de activación más alta para rendir al máximo, mientras
que otras pueden rendir de forma similar con un nivel de activación más bajo. Por ello,
el deportista debe de conocer cuál es su nivel óptimo de activación para rendir al
máximo nivel, para ello, es sumamente importante el trabajo con el entrenador
En último lugar, depende del carácter personal y de las características de la tarea,
así como de las condiciones contextuales del entorno. Siguiendo a Buceta (1998) los
factores que hacen aumentar o disminuir la ansiedad del deportista son:
- El grado de importancia del evento: Cuanto mayor sea este, es probable que
aumente la ansiedad del deportista.
- La falta de control: Saber que determinadas situaciones no depende de la
habilidad del deportista, sino que depende de lo que hagan sus competidores,
resulta ser un elemento que aumente la ansiedad.
- La escasez de tiempo: Cuando queda poco tiempo para finalizar el partido o
la competición comienzan las prisas y las decisiones precipitadas, al fin y al
cabo, aumenta los niveles de ansiedad. Esta situación se da únicamente en
los deportes con una duración determinada.
- Cambios en la rutina: Los deportistas tienen aparejadas una serie de rutinas o
hábitos que si se les modifica, los trastoca, por lo que las variaciones en
alguna de ellas les genera ansiedad.
- Factores Psicosociales: Los deportista no son ajenos a los factores personales
de su entorno. En este sentido, el deportista se suele sentir presionado por el
47
hecho de contentar al público y a su entrenador al igual que sentir el orgullo
que sienten sus padres ante su éxito. Esto es debido a que las personas somos
seres sociables que tendemos a asociarnos y a vivir en comunidad.
- Experiencias negativas: Las situaciones poco agradables dadas en
competiciones anteriores o en los entrenamientos, se mantienen en la
memoria del deportista lo que puede generar estrés y por ende ansiedad.
- Situaciones novedosas: Las situaciones que no les son familiares puede
producir ansiedad en el deportista, por ejemplo el hecho de visitar una
ciudad o pabellón nuevo o el enfrentar ante un equipo que desconoces
completamente.
A pesar de todo ello, las diversas investigaciones que han surgido hasta la
actualidad (Chamberlain, & Hale, 2007; Eysenck, & Calvo, 1992) sugieren, que no es
únicamente importante conocer el grado de ansiedad para relacionarla respecto al
rendimiento, y que resulta necesario conocer la direccionalidad de la ansiedad para
asociarla a la acción. De este modo, dos deportistas pueden tener en el mismo momento
y ante una misma situación el mismo grado de intensidad, aunque la pueden entender e
interpretar de forma muy diferente. Es decir, cuando dos deportistas poseen un mismo
nivel de activación, el primero de ellos puede interpretar la ansiedad de forma negativa
sintiéndose bloqueado hacia el reto, mientras que la segunda persona puede interpretar
la ansiedad desde un punto de vista positivo que le mueve hacia el logro del reto. Esta
predisposición hacia el reto se ve influenciado por el nivel de autoconfianza,
constituyéndose como un componente de protección ante las sensaciones de ansiedad
(Jerome & Williams, 2000; Miller, & Chesky, 2004).
48
4.3.1. Ansiedad y deporte.
La ansiedad ha sido el factor psicológico más usado por los investigadores en
sus estudios relacionados con el deporte, con el fin de ser relacionado su influencia
respecto al rendimiento de los deportistas en el contexto deportivo (Han, Kim y
Zaichkowsky, 2013). Como se ha tratado anteriormente la importancia del evento, la
falta de control, la influencia de la familia y del entorno social, las experiencias
negativas, entre otros factores son elemento que puede condicionar su aparición e
interpretación, sobre todo si existe cierta inquietud ante el hecho de alcanzar o superar
el objetivo.
En este sentido, la ansiedad que experimenta el deportista durante la
competición o durante los entrenamientos es debida a los niveles de confianza que este
posea. Diferentes estudios sugieren que altos niveles de confianza se relaciona con una
menor ansiedad y por consiguiente con mayor rendimiento deportivo (Hassan, Amir &
Hossein, 2017), de igual modo, niveles bajos de autoconfianza e incluso su ausencia,
podría indicar la existencia de una gran ansiedad cognitiva (Lirgg, Feltz & Merrie,
2016); repercutiendo ello negativamente en el rendimiento deportivo, además parece ser
que a los deportistas con elevados niveles de ansiedad les repercute negativamente en su
rendimiento (Latinjak, Hatzigeorgiadis & Zourbanos, 2017). De mismo modo, niveles
óptimos de ansiedad cognitiva favorecen la concentración durante la competición
deportiva, gracias a un control efectivo del estrés y nivel positivos de autoconfianza
(González, Valdivia-Moral, Cachón, Zurita & Romero, 2017).
De la misma manera, una investigación realizada por Adie, Duda & Ntoumanis
(2008) mostraron la importancia de la orientación que tiene el deportista sobre la
actividad física. En este sentido, encontraron que la orientación hacia el ego predecía de
forma positiva la ansiedad y en cambio la orientación a la tarea la predecía de forma
49
positiva. Esto se puede explicar por el hecho de que los deportistas que intentan mejorar
sus capacidades y habilidades, con frecuencia, llegan a controlar mejor la ansiedad,
percibiéndola como una superación de los retos propios de su actividad deportiva a
través de elevados y significativos niveles de esfuerzo, de constancia, de dedicación y
de sacrificio.
Otro elemento importante es la experiencia que posee el deportista sobre la
competición, aunque los resultados de las diversas investigaciones que trataron de
analizar su influencia sobre la ansiedad han resultado ser contradictorias (Hall, & Kerr,
1997; Jones, 1995; Mellalieu, Hanton, & O'brien, 2004). En este sentido, una
investigación realizada por Mellalieu, Hanton, & O'brien (2004) con una muestra de
jugadores de rugby mostró que una experiencia competitiva influía de forma negativa
sobre la ansiedad, es decir, mostraban un mejor control de los síntomas propios de la
ansiedad. Del mismo modo, Hanton & Jones (1996) con una muestra de nadadores
profesionales, encontraron que la falta de la experiencia creaba en los deportistas un
incremento de los síntomas cognitivos y somáticos propios de la ansiedad. Sin embargo,
un estudio realizado por Jones & Swain (1995) con jugadores de cricket profesionales y
semiprofesionales encontraron que en ambos grupos no se encontraron evidencias
predictivas entre la experiencia y la ansiedad. El motivo de esta variabilidad puede ser
debido a la forma de tratar la ansiedad como un constructo unidimensional o por el
hecho de entender la experiencia por el número de años de práctica en términos
absolutos.
Aunque son bastante escasos, existen además, una serie de estudios que han
analizado diversos aspectos sobre la intervención de la ansiedad (Smith, 1996; Thomas,
Murphy, & Hardy, 1999; Weinberg, Seabourne, & Jackson, 1981). En sentido, los
resultados esgrimidos mostraron que las diversas técnicas sobre el control de ansiedad
50
dependen del tipo de ansiedad que experimenta el deportista. De este modo, los
deportistas que mostraban una ansiedad cognitiva encontraban más eficaces las técnicas
de reestructuración cognitiva mientras que los deportistas que experimentaban una
ansiedad de tipo somática encontraban más eficaces las técnicas basadas en la relajación
física. En este sentido, Wilson (2008) mostró que cuando se aplica una técnica para el
control de la ansiedad cognitiva y/o somática esta influirá sobre la otra reduciéndola en
cierta manera, es decir, si utilizamos la meditación para controlar la ansiedad cognitiva
lograremos en cierta medida disminuir también la ansiedad somática a la que se ve
sometido el deportista. De la misma manera un estudio experimental de Moore, Vine,
Cooke, Ring, & Wilson, M. R. (2012) basado en la atención visual concluyó que los
futbolistas manejaban mucho mejor la presión, aumentando su concentración, control de
la ansiedad cognitiva y somática y alcanzar un nivel óptimo de rendimiento. En otro
estudio Hatzigeorgiadis, Zourbanos, Mpoumpaki, Theodorakis, (2009) indicaron que las
auto-inscripciones constituyen un método eficaz con el que disminuir la ansiedad
cognitiva y aumentar la confianza en sí mismo. De la mima manera, un estudio
experimental realizado por Zadkhosh, Ariaee, Atri, Rashidlamir, & Saadatyar, (2015) a
través de una muestra de luchadores profesionales mostró la influencia que ejercía el
masaje terapéutico sobre la ansiedad, la depresión y el estrés. Los resultados del estudio
fueron bastante reveladores, debido a la disminución significativa de estos tres
elementos en el grupo experimental respecto al grupo control debido a que en el primer
grupo se había introducido entre otras técnicas el masaje como terapia y en el grupo
control no.
Tras todo los visto anteriormente la propuesta de nuestro estudio será conocer la
influencia que tiene la motivación del deportista, desde la perspectiva de la teoría de la
autodeterminación, sobre la resiliencia del deportista, que como hemos definido
51
anteriormente, se entiende como la capacidad para resolver problemas desde una
perspectiva positiva y que posee una importancia clave en el rendimiento del deportista.
De igual modo sucede con la ansiedad, una emoción negativa relacionada con la
sensación de preocupación, nerviosismo y bloqueo que puede jugar malas pasadas al
deportista momentos antes de competir, que están relacionados con la incapacidad para
resolver determinadas situaciones que le generan ansiedad, por ello también nos
proponemos analizar la influencia que posee la resiliencia en la ansiedad del deportista
con el fin de conocer y profundizar más en este aspecto.
52
53
♦ 5. Objetivos e hipótesis
54
55
5.1. Objetivos
Los objetivos generales de esta investigación son:
- Validar y adaptar al contexto deportivo español The Resilience Scale de
Wagnild & Young (1993) a partir de la versión portuguesa desarrollada por
Vigário, Serpa & Rosado (2009).
- Analizar la influencia de la motivación autodeterminada sobre la ansiedad del
deportista mediada la resiliencia.
- Analizar el papel del entrenador sobre la motivación y la resiliencia que
potencie la implicación de los deportistas en la actividad física.
Los objetivos específicos que se pretenden son los siguientes:
- Conocer la motivación de los deportistas que practican voleibol.
- Profundizar conceptualmente sobre los postulados de la teoría de la
autodeterminación.
- Conocer la resiliencia de los deportistas que practican voleibol.
- Analizar la influencia de la motivación sobre la resiliencia.
- Analizar la influencia del entrenador sobre la motivación desde dos vertientes
(Autonomía y control).
- Analizar la influencia del entrenador sobre la resiliencia desde dos vertientes
(Autonomía y control).
5.2. Hipótesis.
Para el presente estudio de tesis se plantea las siguientes hipótesis:
56
- El análisis factorial de The Resilience Scale de Wagnild & Young (1993) a
partir de la versión portuguesa desarrollada por Vigário, Serpa & Rosado (2009).
apoyará un modelo de primer orden con dos factores y un modelo de orden
superior (dos factores de primer orden y un factor de segundo orden denominado
resiliencia). La estructura de ambos modelos se mostrará invariante respecto al
género y mostrará adecuados índices de fiabilidad y estabilidad temporal.
- (1) El apoyo del entrenador a la autonomía del deportista predeciría
positivamente la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y por el
contrario a su vez negativamente la frustración de las necesidades psicológicas
básicas; (2) El estilo personal controlador del entrenador predecirá
negativamente la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y por el
contrario, predecirá positivamente la frustración de las necesidades psicológicas
básicas; (3) La satisfacción de las necesidades psicológicas básicas predeciría
positivamente la motivación autodeterminada; (4) La frustración de las
necesidades psicológicas básica predeciría negativamente la motivación
autodeterminada; (5) La motivación autodeterminada predeciría la resiliencia.
57
♦ 6. Objetivo General 1: Validar y Adaptar la versión española de la Escala de Resiliencia en el Contexto Deportivo (ERCD)
58
59
6.1. Método
6.1.1. Participantes.
En el presente estudio tomaron parte 276 voleibolistas semi-profesionales (147
varones y 129 mujeres), con edades comprendidas entre los 18 y 32 años (M = 21.04;
DT = 3.03), pertenecientes a diferentes clubes deportivos de la provincia de Almería.
6.1.2. Medidas.
Escala de Resiliencia en el Contexto Deportivo (ERCD). Con el fin de medir la
resiliencia en el contexto del deporte se validó y se adaptó The Resilience Scale de
Wagnild & Young (1993) a partir de la versión portuguesa desarrollada por Vigário,
Serpa & Rosado (2009). Este cuestionario está encabezado por la sentencia
“Considerando las vivencias deportivas responde tu grado de acuerdo o desacuerdo con
las siguientes afirmaciones” y consta de 25 ítems repartidos en dos factores, diecisiete
de ellos miden la competencia personal (eg.”Soy disciplinado con el deporte que
practico”) y ocho de ellos la aceptación de uno mismo y de la vida (eg. “Siento que mi
vida deportiva tiene sentido”). Los deportistas debían indicar su respuesta por medio de
una escala Likert de 1 (en desacuerdo) a 7 (totalmente de acuerdo).
Cuestionario de Ansiedad Competitiva (SAS-2) de Ramis, Torregrosa,
Viladrich, &Cruz (2010) basado del cuestionario de Sport Anxiety Scale-2 de Smith,
Smoll, Cumming & Grossbard (2006). Este cuestionario está integrado por 15 ítems
repartidos en 3 subescalas ansiedad somática, preocupación y desconcentración. Cada
ítem se contesta a partir de una escala likert que va de 1 (nada) a 4 (mucho).
6.1.3. Procedimiento.
Para poder llevar a cabo la validación y adaptación del cuestionario al contexto
español se utilizó la estrategia de traducción inversa (Hambleton, 1996). Este proceso
60
consiste en la traducción directa al español del cuestionario original, siendo realizado
por un conjunto de expertos en traducción y que posteriormente otro grupo diferente de
expertos tradujo a su idioma original. La bondad de la traducción se juzgó en función
del grado de coincidencia con la versión original. La versión obtenida fue analizada por
tres expertos (Lynn, 1986) en actividad física y deporte, de tal modo que se garantizara
que los ítems obtenidos, estuvieran bien diseñados para medir el constructo que quería
medirse, sin perder el significado original. Una vez obtenido el cuestionario, un grupo
de expertos en la materia adaptaron los diferentes reactivos al deporte, puesto que la
escala original se había diseñado para la vida.
Una vez obtenido el cuestionario se contactó con los responsables de los
diferentes clubes deportivos de la provincia de Almería, a lo que se les informó del
objetivo de la investigación y solicitó su colaboración, firmando previamente un
consentimiento informado para que pudieran participar en el presente estudio. Antes de
administrar la escala a la totalidad de los participantes, ésta fue cumplimentada por un
pequeño grupo de deportistas para asegurar la correcta comprensión de todos los ítems.
La administración del cuestionario se realizó bajo la supervisión de un encuestador
experto miembro del grupo de investigación, que explicó y solventó las dudas que
surgieron al cumplimentarlo. El tiempo estimado para completar el cuestionario estuvo
en torno a 15 minutos.
6.1.4. Análisis de datos.
Con el fin de poder determinar la validez y fiabilidad de la Escala de Resiliencia
al deporte en el contexto español se analizó las propiedades psicométricas del
cuestionario. En primer lugar, con el fin de testar la estructura factorial del cuestionario
además de la estructura de un modelo que englobara la resiliencia como factor de orden
superior, se efectuó un análisis factorial confirmatorio (AFC). En segundo lugar, se
61
efectuó un análisis multigrupo con el fin de analizar la invarianza respecto al género
para poder determinar si el cuestionario es entendido por igual tanto por los chicos
como por las chicas. Posteriormente, se efectuó una serie de análisis estadístico-
descriptivos y el análisis de consistencia interna a través de alfa de Cronbach. Para los
análisis de datos se utilizaron los paquetes estadísticos SPSS 19.0 y AMOS 19.0.
Dado que el coeficiente de Mardia resultó ser alto (124.844) para el AFC se
utilizó el método de estimación de máxima verosimilitud junto con el procedimiento de
bootstrapping. A pesar de la falta de normalidad los estimadores no resultaron
afectados, por lo que se considerados robustos (Byrne, 2001). Con el objetivo de aceptar
o rechazar el modelo testado, se tuvo en consideración un conjunto de índices de ajuste:
χ2/gl, CFI (Comparative Fit Index), TLI (Tucker Lewis Index), IFI (Incremental Fit
Index), RMSEA (Root Mean Square Error of Approximation) más su intervalo de
confianza (IC) al 90%, y SRMR (Standardized Root Mean Square Residual). Dado que
el χ2 es muy sensible al tamaño de la muestra (Jöreskog & Sörbom, 1993), se empleó el
χ2/gl, considerándose aceptables valores inferiores a 5 (Bentler, 1989). Los índices
incrementales (CFI, TLI e IFI) muestran un buen ajuste con valores iguales o superiores
.90 (Schumacker & Lomax, 1996), mientras que los índices de error (RMSEA y SRMR)
se consideran aceptables con valores iguales o menores de .08 (Hu & Bentler, 1999).
6.2. Resultados
6.2.1. Análisis factorial confirmatorio.
Los índices de ajuste del modelo testado (Figura 4) reveló unos índices de ajuste
apropiados: χ2 (274. N = 276) = 463.61, p < .001; χ2/gl= 1.69; CFI = .96; TLI = .96; IFI
= .96; RMSEA = .07 (IC 90% = .060-.082); SRMR = .029. Los pesos de regresión
estandarizados oscilaron entre .82 y .95 siendo estadísticamente significativos (p <
62
.001). En cuanto a las correlaciones entre los factores fue de .83 siendo estadísticamente
significativo (p < .001).
Figura 4. Análisis factorial confirmatorio de la ERCD. Las elipses representan los factores y los rectángulos representan los diferentes ítems. Las varianzas residuales se muestran en los círculos pequeños
63
Una vez determinado el modelo, se procedió a testar un modelo de orden
superior (i.e., los dos factores de primer orden convergiendo en un factor de segundo
orden superior denominado resiliencia). Los índices de ajuste de este modelo fueron
ligeramente mejores: χ2 (274. N = 276) = 464.52, p < .001; χ2/gl= 1.69; CFI = .96; TLI =
.95; IFI = .96; RMSEA = .07 (IC 90% = .060-.082); SRMR = .028 Todos los pesos de
regresión estandarizados fueron significativos (p< .001), siendo de .88 para competencia
personal y de .95 aceptación de uno mismo.
6.2.2. Análisis multigrupo de invarianza respecto al género.
Para saber si la estructura factorial del modelo se muestra invariante respecto al
género, se realizó un análisis multigrupo. Tal y como muestra la tabla 1, en el modelo
de dos factores, no se encontraron diferencias significativas en el estadístico χ2 entre el
modelo no constreñido (Modelo 1) y los modelos con pesos de medida invariante
(Modelo 2), pero si con el modelo de covarianzas estructurales invariantes (Modelo 3) y
medidas residuales invariantes (Modelo 4). Dado estos resultados apoyan la existencia
de invariancia respecto al género en el modelo de cuatro factores de orden primario. En
la tabla 1 también se muestran los diversos índices de ajuste para los seis modelos
comparados dentro de la estructura de un factor de orden superior. No se encontraron
diferencias significativas en el estadístico χ2 el modelo no constreñido (Modelo 1) y los
modelos con pesos de medida invariante (Modelo 2), pero si con el modelo de
covarianzas estructurales invariantes (Modelo 3) y medidas residuales invariantes
(Modelo 4), residuales estructurales invariantes (Modelo 5), y medidas residuales
invariantes (Modelo 6). La ausencia de diferencias significativas entre el modelo 1 y el
modelo 2 supone un criterio mínimo aceptable para manifestar que la estructura del
modelo es invariante respecto al género (Marsh, 1993).
64
Tabla 1
Análisis multigrupo de invarianza respecto al género
Modelo de dos factores
Modelos χ2 gl χ2/gl Δχ2 Δgl CFI TLI IFI RMSEA (IC 90%) SRMR
Modelo 1 918.62 548 1.68 - - ,93 ,92 ,93 .071 (.062-.078) .055
Modelo 2 945.88 571 1.66 27.27 23 ,93 ,92 ,93 .069 (.062-.077) .054
Modelo 3 992.23 574 1.73 73.61** 26 ,92 ,91 ,92 .073 (.065-.081) .068
Modelo 4 1009.75 599 1.69 91.13** 51 ,92 ,92 ,92 .071 (.063-.079) .068
Modelo de un factor de orden superior
Modelos χ2 gl χ2/gl ∆χ2 ∆gl CFI TLI IFI RMSEA (IC 90%) SRMR
Modelo 1 918.62 548 1.68 - - .93 .92 .93 .071 (,062-,078) .056
Modelo 2 945.88 571 1.66 27.27 23 .93 .92 .93 .069 (,062-,077) .057
Modelo 3 977.76 572 1.71 59.14** 24 .92 .91 .92 .072 (,064-,080) .068
Modelo 4 992.23 574 1.73 73.61** 26 .92 .91 .92 .073 (,065-,081) .068
Modelo 5 1000.75 585 1.71 81.13** 41 .92 .92 .92 .071 (,063-,079) .072
Modelo 6 1009.75 599 1.69 91.13** 51 .92 .92 .92 .071 (,063-,079) .078
**p < .001. Nota. Modelo 1 = modelo sin restricciones; Modelo 2 = modelo con pesos de medida invariantes; Modelo 3 = modelo con covarianzas estructurales invariantes; Modelo 4 = modelo con residuos de medida invariantes; Modelo 5 = residuales estructurales invariantes, y Modelo 6 = medidas residuales invariantes.
6.2.3. Análisis de fiabilidad .
Con el fin de obtener evidencias de fiabilidad de la escala, se realizó un análisis
de consistencia interna y un análisis de estabilidad temporal de los diferentes factores
que componen la ERCD. El análisis de consistencia interna reflejó unos valores de alfa
de Cronbach de .96 para aceptación de sí mismo y de la vida y de .98 para competencia
personal.
Para analizar la estabilidad temporal de la ERCD usamos una muestra
independiente, a la que administramos la escala en dos ocasiones con un intervalo de
65
dos semanas entre la primera y segunda toma de datos. El coeficiente de correlación
intraclase (CCI) y los intervalos de confianza (IC) fueron calculados con objeto de
evaluar la estabilidad temporal de cada una de las subescalas. Las medias de la
aceptación de sí mismo y de la vida fueron de 5.66 (DT= .94) y 5.77 (DT= .72) con un
CCI de 91 (IC=.92-.95) y para competencia personal fue de 5.13 (DT=1.17) y 5.65
(DT= 1.18) con un CCI de .92 (IC = .96-.80).
En cuanto al modelo de orden superior, el análisis de consistencia interna reflejó
unos valores de alfa de Cronbach de .96 y el análisis de estabilidad temporal con un CCI
.90 (IC= .89-.92).
6.2.4. Estadísticos descriptivos y correlaciones bivariadas entre las variables.
Tal y como muestra la Tabla 2 los participantes en el estudio obtuvieron una
mayor puntuación media para competencia personal 5.64. Las correlaciones bivariadas
entre ambos factores que integran la ERCD muestran como son positivas entre sí .82 lo
que indica que si uno de los factores aumenta el otro también lo hará. Así mismo ambos
factores que integran el constructo global de resiliencia se relacionó de forma negativa
la ansiedad, siendo de -.21 la relación entre competencia personal y ansiedad y de -.14
la relación entre aceptación de sí mismo y de la vida y la ansiedad.
Tabla 2
Estadísticos descriptivos y correlaciones bivariadas
Factores M DT Rango 1 2 3
1. Factor uno resiliencia 5.64 1.14 1-7 .82*** -.21***
2. Factor dos resiliencia 5.58 1.07 1-7 -.14***
3. Ansiedad 1.85 .26 1-4
***p< .001. Nota: Factor uno resiliencia = competencia personal; Factor dos resiliencia = aceptación de sí mismo y de la vida.
66
6.2.5. Análisis de validez de criterio.
Con el fin de analizar la validez de criterio de la ERDC se realizó un análisis de
regresión lineal por el cual se introdujo como variable dependiente la ansiedad y los
factores que integran la resiliencia como variable independiente.
Los resultados (Tabla 3) revelaron que la competencia personal predice de forma
significativa la ansiedad, con un peso de regresión positivo y proporcionando una
varianza explicada del 11%.
Tabla 3
Análisis de Regresión Lineal de los factores que integran la resiliencia que predicen la
ansiedad
Variables F R2 β t
8.99 .11***
Competencia Personal -.01 -.11
Aceptación de sí mismo -.11 -4.55***
***p< .001.
67
♦ 7. Objetivo General 2. El efecto de la motivación hacia el deporte sobre la ansiedad a través de la resiliencia del deportista. Un estudio desde el enfoque de la teoría de la autodeterminación
68
69
7.1. Método
7.1.1. Participantes.
En el presente estudio han tomado parte 276 voleibolistas semi-profesionales (147
varones y 129 mujeres), con edades comprendidas entre los 18 y 32 años (M = 21.04;
DT = 3.03) y pertenecientes a diferentes clubes deportivos de la provincia de Almería.
Los criterios de inclusión para participar en la investigación fueron la participación
voluntaria y sincera en el estudio, así como la cumplimentación de todos los
cuestionarios.
7.1.2. Instrumentos.
Escala de Resiliencia en el Contexto Deportivo (ERCD). Con el fin de medir la
resiliencia en el contexto del deporte se utilizó la escala adaptada de Trigueros, Aguilar,
Álvarez, Alcaraz & Rosado (2017) de la versión portuguesa desarrollada por Vigário,
Serpa & Rosado (2009). Este cuestionario está encabezado por la sentencia
“Considerando las vivencias deportivas responde tu grado de acuerdo o desacuerdo con
las siguientes afirmaciones”, consta de 25 ítems repartidos en dos factores. Diecisiete de
ellos miden la competencia personal (eg.”Soy disciplinado con el deporte que practico”)
y ocho la aceptación de uno mismo y de la vida (eg. “Siento que mi vida deportiva tiene
sentido”). Los voleibolistas debían indicar su respuesta por medio de una escala tipo
Likert que va de 1 (en desacuerdo) a 7 (totalmente de acuerdo).
La Motivación auto-determinada se evaluó a través del Cuestionario de
Regulación Conductual en el Deporte (BRSQ, Behavioral Regulation in Sport
Questionnaire; Lonsdale, Hodge & Rose (2008), validado y adaptado al contexto
español por Viladrich, Torregrosa & Cruz (2011) y diseñado para evaluar la motivación
en la práctica deportiva desde la perspectiva de la SDT. Esta escala se compone de 24
ítems, repartidos de forma equitativa, además de utilizarse para evaluar los motivos de
70
participación en el deporte, a partir de seis subescalas que incluyen la motivación
intrínseca, la regulación integrada, la regulación identificada, la regulación introyectada,
la regulación externa y la desmotivación. Todos los ítems comparten la raíz "Practico
este deporte..." seguida del contenido diferencial por subescala (e.g., "porque me gusta";
"porque me siento presionado por los demás para seguir haciéndolo"; "a pesar de que
me pregunto por qué continúo"). Los ítems se valoran de 1 (Completamente Falso) a 7
(Completamente Verdadero).
Las puntuaciones obtenidas en los diferentes tipos de motivación se organizaron
en tres índices que agrupaban las formas más autodeterminadas (la motivación
intrínseca, la regulación integrada y la regulación identificada), las formas menos
autodeterminadas (la regulación introyectada y la regulación externa) y, por último, la
ausencia de motivación (desmotivación). Dichos índices eran calculados según la
puntuación media de cada uno de los índices (Vallerand, 2007).
La Ansiedad Competitiva en deporte fue medida utilizando la versión española de
la escala Sport Anxiety Scale-2 (SAS-2; Smith, et al., 2006; Ramis, et al., 2010).
Diseñada con un conjunto de 15 ítems distribuidos en tres factores de 5 ítems cada uno,
se compone de una escala para medir la Ansiedad Somática, la Preocupación y la
Concentración Alterada. Los participantes respondían a ítems con la raíz “Antes o
mientras compito en deportes...” (e.g., “mi cuerpo siente tensión”; “me preocupo de que
no jugaré bien”; “es duro para mí centrarme en lo que se supone que debo hacer”).
Cada ítem es contestado en una escala de 4 puntos con un rango valorativo
comprendido entre “en absoluto” y “mucho”.
7.1.3. Procedimiento.
Con el fin de poder llevar a cabo el estudio se contactó previamente con los
diferentes responsables de los clubes deportivos participantes, explicándoles los
71
motivos de la investigación y, por consiguiente, pidiéndoles su autorización para poder
administrar los diferentes cuestionarios a los deportistas. Una vez completado este paso,
se explicó a los deportistas que estaban participando en una investigación sobre la
motivación en el ámbito del deporte, a la vez que se les solicitó su permiso para poder
hacer uso de los cuestionarios respondidos, manteniendo, en todo momento, su
anonimato. Los cuestionarios fueron cumplimentados antes del entrenamiento, de forma
anónima, y no tardaron más de 15 minutos en contestarlos.
7.1.4. Análisis de Datos.
En primer lugar, se calcularon los estadísticos descriptivos y se efectuó un análisis
de correlación entre las variables objeto de estudio, para, seguidamente, llevar a cabo el
path analysis de las relaciones predictivas hipotetizadas en el modelo. Para testar los
efectos de mediación en el modelo se tuvieron en cuenta las premisas establecidas por
Baron & Kenny (1986): (1) Correlaciones significativas entre la variable independiente
y la dependiente; (2) Correlaciones significativas entre la variable independiente y los
mediadores; (3) Correlaciones significativas entre los mediadores y la variable
dependiente; (4)La relación significativa previa entre la variable independiente y la
dependiente deja de ser significativa cuando las relaciones entre la variable
independiente y los mediadores y entre éstos y la dependiente son controladas. Además,
se proporcionaron tanto los efectos directos como los efectos indirectos.
El path analysis se realizó utilizando el método de estimación de máxima
verosimilitud con el procedimiento de bootstrapping en el paquete estadístico AMOS
19. Este procedimiento puso de manifiesto la robustez de las estimaciones (Byrne,
2001), a pesar de la ausencia de normalidad en el modelo hipotetizado (coeficiente de
Mardia = 161.57).Para analizar la bondad de ajuste del modelo se utilizaron los
siguientes índices: the coefficient χ2, the chi-square to degrees of freedom ratio (χ2/gl),
72
the Comparative Fit Index (CFI), the Incremental Fit Index (IFI), the Root Mean Square
Error of Approximation (RMSEA) plus its 90% confidence interval y the Standardized
Root Mean Square Residual (SRMR). Por lo general, se consideran aceptables valores
de χ2/gl inferiores a 5 (Bentler, 1989), valores de CFI e IFI iguales o superiores a .95,
valores de .06 o inferiores para el RMSEA y de .08 o inferiores para el SRMR (Hu &
Bentler, 1999).
7.2. Resultados
7.2.1. Análisis Preliminar.
En la Tabla 4 se pueden observar los estadísticos descriptivos y las correlaciones
existentes entre las variables objeto de estudio. Todas las puntuaciones medias fueron
moderadas, aunque hubo algunas de baja puntuación. Respecto a la motivación, la
puntuación media más alta correspondió a la motivación autodeterminada, mientras que
la más baja fue para la desmotivación.
En el análisis de correlación se pudo visualizar la presencia de una destacada
asociación negativa en la motivación autodeterminada con respecto a las motivaciones
no autodeterminadas y a la desmotivación, siendo estas últimas, a su vez, positivas. En
cuanto a los tipos de motivación, en relación a la resiliencia, se aprecia que la
motivación no autodeterminada y la desmotivación se relacionaban de forma negativa y,
sin embargo, esta relación fue positiva entre la motivación autodeterminada y la
resiliencia. Por último, la resiliencia y la motivación autodeterminada se relacionaron de
forma negativa respecto a la ansiedad y positiva en relación a la desmotivación y a la
motivación no autodeterminada.
73
Tabla 4.
Estadísticos descriptivos y correlación entre las variables.
Variables M SD 1 2 3 4 5
1. Mot. Autodeterminada 5.46 .86 -.20* -.53* .40* -.48*
2. Mot. No autodeterminada 3.57 .83 .13** -.37* .42*
3. Desmotivación 1.91 .79 -.53* .18**
4. Resiliencia 5.35 1.15 -.49*
5. Ansiedad 2.23 .43
**p< .05; *p< .01 Nota: Mot.= Motivación
7.2.2. Path Analysis.
Se testó el modelo de relaciones predictivas hipotetizado (Figura 5). El análisis
del modelo hipotetizado obtuvo los siguientes índices de ajuste: χ2 (68, N = 276) =
282.58, p < .001; χ2/df= 4.16; CFI = .92; IFI = .92; TLI = .92; RMSEA = .077 (90% CI
= .074-.093); SRMR =.056. A continuación se describen las relaciones obtenidas
atendiendo a las diferentes hipótesis que fueron planteadas en el estudio:
Hipótesis 1: La motivación autodeterminada predijo positivamente la resiliencia
(β = .48, p< .001) y a su vez esta fue predicha de forma negativa por la motivación no
autodeterminada (β = -.39, p< .001) y la desmotivación (β = -.12, p< .001).
Hipótesis 2: La resiliencia predijo negativamente (β = -.33, p< .001) la ansiedad.
Hipótesis 3: En la resiliencia mediaron los efectos derivados de la motivación
autodeterminada (efecto indirecto: β=.05, p< .01) y de la motivaciones no
autodeterminada (efecto indirecto: β = -.07, p< .01) sobre la ansiedad.
74
Figura 5: Modelo hipotetizado de la ansiedad en el contexto deportivo.
Motivación Autodeterminada
Desmotivación Motivación No
Autodeterminada
Resiliencia
Ansiedad
75
♦ 8. Objetivo General 3. El papeldel entrenador sobre laresiliencia del deportista. Unestudio desde el enfoque de laTAD.
76
77
8.1. Método
8.1.1. Participantes.
En este estudio participaron 276 voleibolistas semiprofesionales (147 varones y
129 mujeres), con edades comprendidas entre los 18 y 31 años (M = 24.9; DT = 3.31),
pertenecientes a diferentes clubes deportivos de la provincia de Almería. Los criterios
de inclusión para participar en el estudio fueron la participación voluntaria y sincera en
el estudio, rellenar el consentimiento informado para poder participar en el presente
estudio, así como la cumplimentación de todos los cuestionarios.
8.1.2. Medidas.
Apoyo a la autonomía: Para medir el apoyo a la autonomía del entrenador se
utilizó la versión castellana (Balaguer, Castillo, Duda, Álvarez, & Díaz, 2004; Balaguer,
Castillo & Duda, 2008), del Cuestionario de Clima en el Deporte (Sport Climate
Questionnaire, n. d.). Este instrumento tiene sus orígenes en el Health Care Climate
Questionnaire (HCCQ, Williams, Grow, Freedman, Ryan & Deci, 1996) y está
compuesto por un total de 15 ítems en su versión larga. En él se evalúa la percepción
que tienen los deportistas sobre el grado de apoyo a la autonomía ofrecido por su
entrenador. Cada ítem se inicia con la frase: “En mi deporte...” y las respuestas se
recogen en una escala tipo Likert de siete puntos, que oscila desde nada verdadero (1),
hasta muy verdadero (7). Un ejemplo de ítem sería: “Mi entrenador/a me ofrece
distintas alternativas y opciones”. Previas investigaciones han confirmado la fiabilidad
de este instrumento tanto en su versión larga (Williams, et al., 1996), como en su
versión corta (Reinboth, Duda, & Ntoumanis, 2004).
La percepción del estilo interpersonal controlador del entrenador se evaluó
con la versión española (Castillo, González, Fabra, Mercé, & Balaguer, 2010) de la
escala de Conductas Controladoras del Entrenador (CCBS, Bartholomew, Ntoumanis &
78
Thøgersen-Ntoumani, 2010), compuesta por 15 ítems divididos en cuatro subescalas
(uso controlador de recompensas, atención condicional negativa, intimidación, excesivo
control personal). Cada ítem se inicia con la frase: "En mi equipo de..." y las respuestas
se recogen en una escala tipo Likert que oscila desde totalmente en desacuerdo (1), a
totalmente de acuerdo (7). Para el presente estudio se utilizó la puntuación media en la
escala total.
La satisfacción de la necesidades psicológicas básicas se usó la Escala de
Mediadores Motivacionales en el deporte (EMMD) creado por González-Cutre, et al.
(2007). Esta escala está compuesta por 23 ítems agrupados en tres factores: siete
factores para competencia percibida, ocho factores para autonomía y ocho factores para
relación con los demás. Las respuestas se recogen en una escala tipo Likert que oscila
desde 1 totalmente en desacuerdo a 7 totalmente de acuerdo. Para el presente estudio se
utilizó la puntuación media en la escala total.
La Frustración de las Necesidades Psicológicas Básicas se evalúa a través de la
versión española (Balaguer et al., 2010) de la Escala de Frustración de las Necesidades
Psicológicas (PNTS; Bartholomew, Ntoumanis, Ryan & Thøgersen-Ntoumani, 2011).
La escala tiene 12 ítems agrupados en tres subescalas que evalúan el grado en el que los
deportistas perciben que se frustran sus necesidades de competencia, de autonomía y de
relación. Cada ítem se inicia de la siguiente forma: “En mi deporte...”. Las respuestas se
recogen en una escala tipo Likert de 7 puntos con un rango que oscila desde totalmente
en desacuerdo (1) a totalmente de acuerdo (7). Para el presente estudio se utilizó la
puntuación media en la escala total.
La Motivación auto-determinada se evaluó a través del Cuestionario de
Regulación Conductual en el Deporte (BRSQ, Behavioral Regulation in Sport
Questionnaire; Lonsdale, Hodge & Rose (2008), validado y adaptado al contexto
79
español por Viladrich, Torregrosa & Cruz (2011), diseñado para evaluar la motivación
en la práctica del deporte desde la perspectiva de la TAD. Esta escala de 24 ítems,
repartidos de forma equitativa. Esta escala se utiliza para evaluar los motivos de
participación en el deporte a partir de seis subescalas que incluyen motivación
intrínseca, la regulación integrada, la regulación identificada, la regulación introyectada,
la regulación externa y la desmotivación. Todos los ítems comparten la raíz "Practico
este deporte..." seguida del contenido diferencial por subescala. Los ítems se valoran de
1 (Completamente Falso) a 7 (Completamente Verdadero). Además, se calculó el índice
de autodeterminación (IAD), que nos indicaba cuán autodeterminada era la motivación
hacia la actividad física de los participantes. Este índice se calcula multiplicando por 3
la regulación intrínseca, por 2 la integrada, por 1 la identificada, por -1 la introyectada,
por -2 la externa y por -3 la desmotivación, y sumando todos los productos.
La resiliencia se evaluó a través de la escala adaptada de Trigueros, Aguilar,
Álvarez, Alcaraz & Rosado (2017) de la versión portuguesa desarrollada por Vigário,
Serpa & Rosado (2009). Este cuestionario está encabezado por la sentencia
“Considerando las vivencias deportivas responde tu grado de acuerdo o desacuerdo
con las siguientes afirmaciones”. La escala consta de 25 ítems repartidos entre dos
factores, diecisiete de ellos corresponden a competencia personal (eg.”Soy disciplinado
en el deporte que practico”) y ocho corresponden a aceptación de uno mismo y de la
vida (eg. “Siento que mi vida deportiva tiene sentido”). Los estudiantes debían indicar
su respuesta por medio de una escala Likert de 1 (en desacuerdo) a 7 (totalmente de
acuerdo). Para este estudio se utilizó la puntuación media de la escala total.
8.1.3. Procedimiento.
Para poder llevar a cabo el estudio, se contactó previamente con los diferentes
clubes deportivos de la provincia de Almería con el fin de pedirles permiso para poder
80
pasar los cuestionarios a los deportistas. Previamente, se les informo de los objetivos del
estudio, con el fin de que estuviesen informados. Antes de administrar la escala a la
totalidad de los participantes. La administración del cuestionario se realizó bajo la
supervisión de un encuestador experto miembro del grupo de investigación, que explicó
y solventó las dudas que surgieron al cumplimentarlo. El tiempo estimado para
completar los cuestionarios estuvo en torno a 20 minutos.
8.1.4. Análisis de datos.
En primer lugar se calcularon los estadísticos descriptivos y a través de la
correlación de Pearson se efectuó un análisis de correlación entre las variables de
estudio, posteriormente se llevó a cabo un path analysis de las relaciones predictivas
hipotetizadas en el modelo. Para testar los efectos de mediación entre las variables del
modelo se tuvieron en cuenta las premisas establecidas por Baron & Kenny (1986): (a)
Correlaciones significativas entre la variable independiente y la dependiente; (b)
Correlaciones significativas entre la variable independiente y los mediadores; (c)
Correlaciones significativas entre los mediadores y la variable dependiente; (d) La
relación significativa previa entre la variable independiente y la dependiente deja de ser
significativa cuando las relaciones entre la variable independiente y los mediadores y
entre éstos y la dependiente son controladas.
Para el path analysis se utilizó el método de estimación de máxima verosimilitud
con el procedimiento de bootstrapping en el paquete estadístico AMOS 19. A pesar
ausencia de normalidad del modelo hipotetizado (coeficiente de Mardia = 111.23), este
procedimiento puso de manifiesto la robustez de las estimaciones (Byrne, 2001). Para
analizar la bondad de ajuste del modelo se utilizaron los siguientes índices: el
coeficiente χ2, chi-cuadrado dividido grados de libertad (χ2/df), the Comparative Fit
Index (CFI), the Incremental Fit Index (IFI), the Root Mean Square Error of
81
Approximation (RMSEA) plus its 90% confidence interval, y the Standardized Root
Mean Square Residual (SRMR). Por lo general, se consideran aceptables valores de
χ2/df inferiores a 5 (Bentler, 1989), valores de CFI e IFI iguales o superiores a .90,
valores de .06 o inferiores para el RMSEA y de .08 o inferiores para el SRMR (Hu &
Bentler, 1999).
8.2. Resultados
8.2.1. Análisis Preliminar.
Según se puede observar en la tabla 5, aparecen los estadísticos descriptivos y las
correlaciones existentes entre las variables objeto de estudio. Todas las puntuaciones
medias fueron moderadas, aunque hubo algunas de puntuación baja, destacando la
frustración de las necesidades psicológicas básicas, en contraposición destaca siendo la
más alta el IAD.
En el análisis de correlación de Pearson, se puede ver como la percepción del
estilo interpersonal controlador del entrenador se asocia de forma positiva respecto a la
frustración de las necesidades psicológicas básica y negativa respecto a la satisfacción
de las necesidades psicológicas básicas, el índice de autodeterminación y la resiliencia,
siendo todo lo contrario respecto a lapercepción del apoyo a la autonomía por parte del
entrenador. A su vez la frustración de las necesidades psicológicas básica se asocia de
forma negativa respecto a la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas, el
índice de autodeterminación y la resiliencia, siendo todo lo contrario respecto a la
satisfacción de las necesidades psicológicas básicas ya que se muestras una asociación
positiva respecto al índice de autodeterminación y la resiliencia. Por último, añadir que
el índice de autodeterminación se asocia de forma positiva respecto a la resiliencia.
82
Tabla 5.
Estadísticos descriptivos y correlación entre las variables.
Variables M DT 1 2 3 4 5 6
1. Entrenador control 2.5 1.21 -.265*** .666*** -.263*** -.564*** -.550***
2. Entrenador autonomía 5.02 1.27 -.267*** .437*** .424*** .296***
3. FNPB 2.30 1.27 -.349*** -.609*** -.613***
4. SNPB 4.43 .62 .392* .444***
5. IAD 5.24 1.80 .678***
6. Resiliencia 5.08 1.12
*p< .01; ***p <.001. Nota: FNPB= Frustración necesidades psicológicas básicas; SNPB= Satisfacción
necesidades psicológicas básicas; IAD= Indicé de Autodeterminación.
8.2.2. Path Analysis.
Se testó el modelo de relaciones predictivas hipotetizado (Figura 6). El análisis
del modelo hipotetizado obtuvo los siguientes índices de ajuste: χ2 (224. N = 278) =
944.86, p< .001; χ2/gl= 4.22; CFI = .92; TLI = .91; IFI = .92; RMSEA = .059 (IC 90%
= .061-.083); SMR = .048.
A continuación se describen las relaciones obtenidas atendiendo a las diferentes
hipótesis que fueron planteadas en el estudio:
Hipótesis 1: El estilo interpersonal controlador del entrenador predijo
positivamente la frustración de las necesidades psicológicas básicas (β = .64, p< .001) y
a su vez de forma negativa respecto a la satisfacción de las necesidades psicológicas
básica (β = -.16, p< .05).
Hipótesis 2: Lapercepción del apoyo a la autonomía predijo positivamente la
satisfacción de las necesidades psicológicas básicas (β = .39, p< .001) y a su vez de
83
forma negativa respecto a la frustración de las necesidades psicológicas básica (β = -.10,
p< .05).
Hipótesis 3: La satisfacción de las necesidades psicológicas básicas predijo de
forma positiva el IAD (β = .21, p< .01) en cambio la frustración de las necesidades
psicológicas básica predijo de forma negativa el IAD (β = -.55, p< .001)
Hipótesis 4: La motivación autodeterminada predijo de forma positiva la
resiliencia (β = .47, p< .001)
Hipótesis 5: A su vez la resiliencia se vio influida de forma directa por la
influencia del entrenador, tanto en la forma de control (β = -.10, p< .05) como de apoyo
a la autonomía (β = .07, p< .05).
Figura 6: Modelo hipotetizado del contexto deportivo.
Apoyo a la autonomía del
entrenador
Estilo impersonal control del entrenador
Satisfacción Necesidades
Psicológicas Básicas
Frustración Necesidades
Psicológicas Básicas
Índice de Autodeterminación
Resiliencia
84
85
♦ 9. Conclusiones
86
87
Con el fin de analizar la influencia del entrenador sobre la motivación y la
resiliencia del deportista, se han postulado tres objetivos generales que la presente tesis
pretende corroborar mediante una validación de un instrumento de medida (objetivo
general 1), y dos estudios transversales (objetivos generales 2 y 3). A continuación se
discuten los resultados obtenidos y se exponen algunas limitaciones.
El objetivo del estudio consiste en la validación y adaptación The Resilience
Scale de Wagnild & Young (1993) a partir de la versión portuguesa desarrollada por
Vigário et al. (2009), siguiendo un proceso de traducción y adaptación y posteriormente
analizando sus propiedades psicométricas en un estudio con deportistas españoles, en
este caso, voleibolistas semiprofesionales. Los resultados del estudio han mostrado que
la ERCD es un instrumento que muestra evidencias de validez y fiabilidad para medir
los diferentes aspectos conductuales de la resiliencia en España específico para el
contexto deportivo. Este instrumento podría ayudar a entender mejor la superación de
las consecuencias negativas que están presentes a lo largo de la vida deportiva de los
deportistas.
Los resultados de este estudio revelaron que la estructura factorial de la ERCD
apoya el modelo de dos factores. Este resultado está en consonancia con estudios
anteriores en contextos diferentes. Los resultados del análisis de las correlaciones
bivariadas no mostraron correlaciones muy altas entre ambos factores, apoyando la
validez discriminante entre las diferentes subescalas. En lo referido al modelo de orden
superior, con el nombre resiliencia, fue también apoyada a través del AFC. Este modelo
resulta de especial interés ya que apoya el uso de un valor global de la resiliencia en
futuras investigaciones, englobando los factores que integran la escala. Este uso puede
darse en investigación que requieran de modelos complejos donde se establezcan
relaciones entre varios constructos. Igualmente, teóricamente viene estando justificado
88
ya que ambos factores que integran la escala de resiliencia tiende a actuar de forma muy
estrecha, dependiendo uno del otro (Wagnild & Young, 1993).
Los resultados de consistencia interna arrojaron valores alfa de Cronbach
superiores a .85 en cada una de las dos subescalas, así como el modelo de orden
superior, arrojando un valor superior a .95. Estos datos están en consonancia con las
investigaciones de Wagnild & Young (1993) y de Vigário et al. (2009) donde se
obtuvieron unos valores de alfa de Cronbach superior a .70. Además, la escala de
Resiliencia en el Deporte ha mostrado una adecuada estabilidad temporal en cada una
de las dos subescalas.
Los análisis multigrupo realizados mostraron que tanto la estructura de un
modelo de dos factores como un modelo de orden superior de la Escala de Resiliencia
fueron invariantes respecto al género. Este resultado posibilita que futuros estudios
puedan establecer la comparación de medias entre los hombres y mujeres. Sin embargo,
futuras investigaciones deberían de examinar la invarianza de la ERCD respecto a otras
variables. Por ejemplo, la invarianza por edad o respecto a los diferentes deportes que
en este estudio no ha sido analizada debido a que la muestra de deportistas fue exclusiva
de profesionales de voleibol.
Entendemos por lo tanto que estos resultados proporcionan evidencia en favor de
la solidez de la estructura de esta medida y revelan que la versión adaptada consigue
replicar fielmente la estructura teórica original. A partir de ahora se podrá contar con
una herramienta corta, de fácil aplicación para los administradores y de fácil
comprensión para los deportistas que pudiera evaluar la resiliencia específica en el
deporte. La versión adaptada de resiliencia en el deporte ha revelado datos satisfactorios
ajustándose al modelo teórico subyacente y mostrando alta consistencia interna y
validez, y dado que la resiliencia se asocia de forma positiva con el rendimiento
89
deportivo y el bienestar psicológico y, una relación negativa con los trastornos
psicológicos (Hosseini & Besharat, 2010) resultará interesante la futura utilización de la
ERCD en el ámbito del deporte en todos sus niveles.
En cuanto al estudio transversal 2 definida por el objetivo 2, contempla por
primera vez la resiliencia como un valor predictivo hacia la ansiedad en el contexto
deportivo, sin olvidarse de que es la primera que se integra en el contexto de la TAD.
Estudio previos habían analizado como la motivación autodeterminada predecía el
bienestar personal, psicológico y emocional de las personas y como estos favorecían la
adherencia hacia la práctica deportiva o de ocio. De este modo el presente estudio
pretende profundizar un poco más en el entendimiento de cómo la resiliencia afecta a
los deportistas, y a su vez la relación existente entre esta y la ansiedad de los mismos.
En este sentido, los resultados del presente estudio dan un apoyo importante a la TAD,
clarificando un poco más cómo se podría producir el proceso de transferencia
motivacional hacia bienestar emocional de los deportistas.
En línea con la TAD, los resultados mostraron que la motivación
autodeterminada predecía positivamente la resiliencia y esta a su vez, era predicha de
forma negativa por la motivación no autodeterminada y la desmotivación. Además, se
mostró visible el efecto mediador que tuvo la resiliencia dentro del modelo (Hipótesis
3). Estos resultados no pueden compararse con otros estudios ya que por primera vez a
través de esta investigación se establece la unión entre la TAD y la resiliencia, aunque si
se puede extrapolar a investigaciones similares pero desde el teoría motivacional de
metas. Según esta teoría, el logro personal está dividido en dos ideales que van a estar
ampliamente influenciados por el contexto social en el que habita el deportista: la
orientación a la tarea, en la que el éxito viene granjeado por el dominio de la tarea y por
el progreso personal, y la orientación al ego, en la que éxito viene precedido del intento
90
de superar a los demás en detrimento de la mejora de las capacidades propias (Suriá,
2014). En este sentido, un estudio realizado por Adie, Duda & Ntoumanis (2008)
encontró que la orientación hacia el ego predecía de forma negativa la resiliencia y la
orientación a la tarea la predecía de forma positiva. Esto se puede explicar por el hecho
de que los deportistas que intentan mejorar sus capacidades y habilidades, con
frecuencia, llegan a superar los retos propios de su actividad deportiva con elevados y
significativos niveles de esfuerzo, de constancia, de dedicación y de sacrificio. Estos
aspectos se encuentran ligados a la motivación autodeterminada y en contra de las
formas motivacionales menos autodeterminadas de los deportistas (Deci & Ryan, 2012).
Los resultados del estudio también mostraron que la resiliencia predecía
negativamente la ansiedad. Esta relación, al igual que la anterior, no se puede comparar
con ningún estudio previo debido a que es la primera vez que se realiza en contexto
deportivo. En el contexto de la psicología clínica existen algunos estudios que tratan
esta relación (eg. Hjemdal, Vogel, Solem, Hagen & Stiles, 2011; Min, Yu, Lee, & Chae,
2013), siendo la relación que se establece de predicción positiva entre la resiliencia y la
ansiedad. Este resultado puede entenderse por el hecho de que el deportista perciba que
el reto al que se enfrenta es alcanzable y la consecución del objetivo u objetivos es
materializable, disminuyendo el conflictivo interno y por ende, disminuyendo su
ansiedad. Esto pone de manifiesto la importancia que posee la resiliencia en el bienestar
emocional de los deportistas, y de la importancia que tiene el hecho de trabajar con ellos
a nivel mental y psicológico para poder enfrentarse a la competición.
En cuanto al tercer estudio transversal representado por el objetivo 3 que integra
la presente tesis doctoral, contempla el papel dual que puede adoptar el entrenador en
relación a la satisfacción y frustración de las necesidades psicológicas básicas y hacia la
resiliencia el contexto deportivo en España en el marco de la TAD. En su mayoría,
91
diferentes estudios previos han analizado el apoyo a la autonomía del entrenador
respecto a la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas (Balaguer, Castillo &
Duda, 2008; Moreno, Parra & González-Cutre 2008). Sin embargo, en los últimos años
han surgido diferentes estudios que también tuvieron en cuenta el estilo impersonal
controlador del entrenador (Cantú-Berrueto, Castillo, López-Walle, Tristán & Balaguer,
2016; Gurrola, Rodríguez, Walle, Marco & Zamarripa, 2016) incluso teniendo en
cuenta ambos estilos interpersonal respecto a la frustración de las necesidades
psicológicas básicas. Sin embargo, como apuntamos anteriormente, no existen estudios
previos que tengan en cuenta ambos estilos interpersonales del entrenador que analicen
su influencia respecto a la satisfacción y frustración de las necesidades psicológicas
básicas al mismo tiempo. En este sentido, a través de este estudio se ha pretendido
profundizar dentro de la TAD, analizando el papel del entrenador sobre las necesidades
psicológicas básicas de los deportistas y el papel que posee el entrenador en el
desarrollo de la resiliencia de los deportistas, ya que en estudios previos han analizado
la importancia del entrenador en el desarrollo emocional, social y psicológico del
deportista (Hagger, Chatzisarantis, Culverhouse & Biddle, 2003).
Los resultados mostraron que el estilo interpersonal controlador del entrenador
predecía de forma negativa la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y de
forma positiva la frustración de las necesidades psicológicas básicas, a su vez el apoyo a
la autonomía predecía de forma positiva la satisfacción de las necesidades psicológicas
básicas y de forma negativa la frustración de las necesidades psicológicas básicas. Estos
resultados pueden compararse con otros estudios internacionales (Cantú-Berrueto, et al.,
2016; Gurrola, et al., 2016; Hagger, et al., 2003) y a nivel nacional (Balaguer, Castillo
& Duda, 2008; Moreno, Parra & Gonzalez-Cutre 2008), donde se analizó el estilo
interpersonal del entrenador respecto a necesidades psicológicas básicas de los
92
diferentes deportistas obteniendo resultados similares al presente estudio, aunque
adoleciendo sus modelos del hecho anteriormente mencionado, es decir, que la relación
interpersonal del entrenador se relaciona o bien con la satisfacción o bien con la
frustración de la necesidades psicológicas básicas. Así pues, los resultados del estudio
segundo estudio transversal se encuentran en sintonía con lo establecido dentro de la
TAD, ya que si el deportista percibe cierta libertad de ejecución y capacidad auto-
decisoria, verán favorecidos su competencia percibida, su bienestar psicológico y la
satisfacción de sus necesidades psicológicas básicas. Sin embargo, si el entrenador se
comportaba de forma autocrática, restrictiva o presionando a los deportistas, estos se
sentirán oprimidos, incapaces y rechazados tendiendo a sentirse que sus necesidades son
obstaculizadas.
Los resultados igualmente mostraron que la satisfacción de las necesidades
psicológicas básicas predecía de forma positiva la motivación autodeterminada y por el
contrario la frustración de las necesidades psicológicas básicas predecía de forma
negativa la motivación autodeterminada. Estos resultados son similares a los de estudios
anteriores (eg., Balaguer, Castillo & Duda, 2008; Castillo, et al., 2012; González-Cutre,
Sicilia, Sierra, Ferriz & Hagger, 2016) ya que sentirse competente y capaz durante los
entrenamientos y competiciones, las buenas relaciones interpersonales que se establecen
entre los propios compañeros de equipo y/o con el entrenador y sentirse dueño de su
propio destino, ayuda al deportista a sentir una motivación autodeterminada hacia el
deporte que practica.
Los resultados del estudio también mostraron que la motivación
autodeterminada predecía positivamente la resiliencia. Sin embargo, tal y como se
apuntó en el primer estudio transeversal no tenernos constancia de la existencia de
evidencias científicas que relacionen la motivación autodeterminada respecto a la
93
resiliencia, aunque si existen estudios que relacionan la motivación autodeterminada
respecto al bienestar personal tanto a nivel emocional y cognitivo (Cervelló, Peruyero,
Montero, González-Cutre, Beltrán-Carrillo & Moreno-Murcia, 2014; Guzmán & García,
2015; Zazo & Moreno, 2015). Esto se puede entender debido a que los deportistas que
presentan una motivación autodeterminada, podrán enfrentarse una serie de
circunstancias adversas y potencialmente estresantes, que tienen a lo largo de su vida
deportiva, gracias a elevados y significativos niveles de esfuerzo, de constancia, de
dedicación y de sacrificio.
Por último, resaltar los efectos directos (hipótesis 5) que tuvieron lugar entre los
estilos interpersonales respecto a la resiliencia. En este sentido, la relación predictiva
que se estableció entre el estilo interpersonal de control del entrenador y la resiliencia
fue negativa, en cambio el apoyo a la autonomía del entrenador predijo de forma
positiva la resiliencia. Estos resultados no pueden compararse con otros estudios ya que
por primera vez a través de esta investigación ha mostrado la relación existente entre el
estilo interpersonal del entrenador y la resiliencia del deportista. Sin embargo, desde el
campo de la educación existen estudios donde el apoyo a la autonomía se ha relacionado
con la resiliencia, existiendo una relación predictiva positiva (Dawson & Pooley, 2013;
Rodríguez, Guzmán, Solano, & Del Pilar, 2012). Esta relación se puede explicar por el
hecho de que los deportistas al enfrentarse a diversas situaciones adversas con sus
propias habilidades, el aprendizaje que realizan de ese hecho es mucho más profundo y
enriquecedor que cuando son guiados por el entrenador, además de que adquirirán
ciertas habilidades que podrán ser generalizables y extrapolables a otras situaciones
adversas.
En resumen, tanto el estudio 2 y 3 parten del enfoque de la TAD apoyando sus
postulados relacionándola con nuevas variables y mostrando su aplicabilidad a la
94
cultura española. No obstante, los hallazgos existentes en ambos modelos, resulta
necesario recalcar que se trata de un estudio correlacional por lo que no permite
extrapolar relaciones de causa-efecto y que los resultados obtenidos podrían ser
interpretados de múltiples formas diferentes dependiendo de cómo lo entienda cada la
persona. Por ello, se ha tratado de exponer posibilidades y no casualidad, con el fin de
poder explicar las relaciones existentes entre las variables de ambos estudios. El modelo
parece mostrar una buena robustez y capacidad de generalización hacia diferentes
culturas o edades, el siguiente paso será establecer un estudio etnográfico con el fin de
profundizar y entender los aspectos psicológicos del deporte.
95
♦ 10. Conclusiones Generales
96
97
Una vez expuestos los resultados de los tres objetivos que persigue la presente
tesis doctoral, a continuación se exponen las aportaciones o conclusiones más
relevantes.
En cuanto al proceso por el cual se validó y se adaptó el ERCD al contexto
deportivo por medio de un AFC, análisis multigrupo, de fiabilidad y de validez de
criterio, se puede concluir que:
- Los resultados dan apoyo a las propiedades psicométricas del ERCD, lo que
nos permite disponer de una medida multidimensional de resiliencia. No
obstante, hay que tener en consideración alguna limitación, pues para su
validación se ha tratado únicamente un único contexto deportivo, en este
caso el voleibol.
- El modelo de orden superior que agrupa las dos dimensiones también ofrece
buenos índices de ajuste. Esta medida es de una enorme utilidad para ser
empleada en modelos predictivos complejos que consideren recoger
diferentes tipos de resiliencia.
- Un análisis multigrupo apoya la invarianza del ERCD en función del género,
tanto para el modelo de dos factores, como para el modelo de un factor de
orden superior.
- Las puntuaciones de la validez de criterio apoyan la posibilidad de
generalización del cuestionario, ya que aquello que el test pretende medir,
presenta una relación determinada con lo que el test verdaderamente mide.
- Ambos factores que integran el cuestionario han obtenido excelentes valores
de consistencia interna y buenos valores de estabilidad temporal.
En cuanto al modelo para el segundo objetivo, siguiendo la secuencia propuesta
por la TAD, se analizó la influencia de la motivación autodeterminada, motivación no
98
autodeterminada y desmotivación sobre la resiliencia y ésta sobre la ansiedad, se puede
extraer las siguientes conclusiones:
- La motivación autodeterminada actúa como predictor de la resiliencia, al
contrario sucede con la motivación no autodeterminada y la desmotivación,
que actúa como predictores negativos de la resiliencia.
- De la misma manera, la resiliencia actúa como predictor de la ansiedad
deportiva.
- Del mismo modo, se muestra como la resiliencia media entre la motivación
autodeterminada y la no autodeterminada respecto a la ansiedad.
En cuanto al modelo del tercer estudio, siguiendo la secuencia propuesta por la
TAD, se analizó el papel del entrenador tanto desde la dualidad control como autonomía
sobre la frustración y satisfacción de las necesidades psicológicas básicas, estas sobre el
índice de autodeterminación y ésta sobre la resiliencia, se puede extraer las siguientes
conclusiones:
- La percepción del apoyo a la autonomía predijo positivamente la satisfacción
de las necesidades psicológicas básicas y a su vez de forma negativa la
frustración de las necesidades psicológicas básica.
- El estilo interpersonal controlador del entrenador predijo positivamente la
frustración de las necesidades psicológicas básicas y a su vez de forma
negativa la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas.
- La satisfacción de las necesidades psicológicas básicas predijo de forma
positiva el IAD en cambio la frustración de las necesidades psicológicas
básicas predijo de forma negativa el IAD.
- La motivación autodeterminada predijo de forma positiva la resiliencia.
99
- A su vez la resiliencia se vio influida de forma directa por la influencia del
entrenador, tanto en la forma de control como de apoyo a la autonomía.
100
101
♦ 11. Prospectiva de Investigación
102
103
Aunque anteriormente en la discusión, se han comentado algunas limitaciones de
los diferentes estudios que componen la presente tesis doctoral así como futuras
mejoras. A partir de aquí, surgen nuevas propuestas a partir de la presencia de un nuevo
instrumento de medida y del modelo longitudinal. A continuación detallaré de forma
concreta las siguientes aportaciones:
- La validación de la ERCD, como escala multidimensional, abre un amplio
abanico de posibilidades para realizar múltiples trabajos. Es necesario que
futuros estudios analicen si, como ha ocurrido en el Estudio 1, los dos
factores que integran la resiliencia se muestran independientes, además de
probar la estructura de la escala en otros deportes. Además del contexto
del deporte, debería de extenderse en otros contextos (eg. Educación Física
o actividad física). De esta manera se podría analizar qué influencia posee
la resiliencia en cada uno de los contextos y relacionarlos entre sí.
- Sería interesante analizar la relación entre las seis formas de motivación
propuestas por el continuo motivacional que recoge la TAD y la
resiliencia. Este análisis contribuiría a indagar como las distintas formas
de motivación más o menos autodeterminadas se relacionan con la
resiliencia, para lograr consecuencias positivas (e.g., mejora en el
rendimiento, disminución de los niveles de resiliencia).
- Además, resultaría interesante que el constructo de resiliencia pudiera ser
tratado tanto como antecedente o como consecuente, dependiendo del
modelo predictivo analizado. Ya que, estudios realizados en el ámbito
clínico muestran que aquellas personas enfermas con una alta resiliencia,
pudiera tener una relación positiva para la mejora de su salud lo que
104
desencadenaría una serie de consecuencias positivas en la motivación y el
bienestar psicológico y físico y la autoestima.
- En cuanto al objetivo 2, existe la posibilidad de que nuevos modelos
predictivos que siguiendo la estructura propuesta analizaran, por ejemplo,
múltiples emociones que puedan influir en el rendimiento de los
deportistas durante la competición. Algunos ejemplos pueden ser la
alegría, la tristeza, la vergüenza y/o la confianza. Esto resultaría
interesante ya que multitud de estudios únicamente se han centrado en la
ansiedad como único elemento predictor del rendimiento. En este sentido,
animamos a que se realicen estudios novedosos que ofrezcan
conocimientos para identificar nuevos factores emocionales que pudieran
ser predichos por la resiliencia en el contexto deportivo.
- Dado que el modelo al objetivo 3 es el primer trabajo que siguiendo la
secuencia de la TAD analizando los diversos papeles que puede tener el
entrenador sobre la motivación del deportista y este sobre la resiliencia,
nuevos estudios deberían de comprobar cómo los amigos y familiares
pudieran influir en la motivación del deportista y en la resiliencia y lo que
es más importante, hasta cuándo esa influencia permanece estable en el
tiempo. Actualmente estamos trabajando en esta incógnita, recogiendo
información acerca de cómo influyen estos tres grupos sociales en
diferentes edades desde los 16 hasta los 35 años. Para ello, nos
proponemos abordar este nuevo reto a través del empleo de un análisis que
desconocíamos hasta la fecha, y que consideramos muy potente, análisis
de diseños panel por medio de modelos de ecuaciones estructurales.
105
- A partir de los resultados del objetivo 2 y 3 vimos la necesidad de realizar
un estudio transcontextual donde se unieran tanto el contexto deportivo
como el contexto vital siendo el nexo de unión la resiliencia y la calidad
vida. En estudios realizados por Hagger & Chatzisarantis (2007) y
Vallerand (2007) afirman que ambos contextos poseen una relación
simbiótica, es decir que ambos contextos se interrelacionan entre sí, y lo
que suceda en un contexto repercute en el otro. Por ello, futuros estudios
deberían de analizar dicha influencia con el fin de profundizar y entender
los procesos psicológicos de los deportistas y ayudar a profundizar en los
procesos psicológicos del rendimiento deportivo.
106
107
♦ 12. Referencias
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♦ 13. Anexos
128
129
Cuestionario de Ansiedad Competitiva (SAS-2) Ramis, Torregrosa, Viladrich, & Cruz (2010)
Ansiedad somática 2. Antes o mientras juego o compito siento que mi cuerpo está tenso. 6. Antes o mientras juego o compito siento un nudo en el estómago. 10. Antes o mientras juego o compito siento que mis músculos tiemblan. 12. Antes o mientras juego o compito tengo el estómago revuelto. 14. Antes o mientras juego o compito siento mis músculos tensos porque estoy nervioso. Preocupación 3. Antes o mientras juego o compito me preocupa no jugar o competir bien. 5. Antes o mientras juego o compito me preocupa desilusionar a los demás (compañeros, entrenadores, padres, etc.). 8. Antes o mientras juego o compito me preocupa no competir o jugar todo lo bien que puedo. 9. Antes o mientras juego o compito me preocupa competir o jugar mal. 11. Antes o mientras juego o compito me preocupa «cagarla» durante el partido o competición. Desconcentración 1. Antes o mientras juego o compito me cuesta concentrarme en el partido o la competición. 4. Antes o mientras juego o compito me cuesta centrarme en lo que se supone que tengo que hacer. 7. Antes o mientras juego o compito pierdo la concentración en el partido o la competición. 13. Antes o mientras juego o compito no puedo pensar con claridad durante el partido o competición. 15. Antes o mientras juego o compito me cuesta concentrarme en lo que mi entrenador me ha pedido que haga.
Cada ítem se contesta a partir de una escala likert que va de 1 (nada) a 4 (mucho).
130
Cuestionario de Regulación Conductual en el Deporte (BRSQ, Behavioral Regulation in Sport Questionnaire)
Viladrich, Torregrosa & Cruz (2011) Intrinseca. 1. Practico este deporte... porque disfruto 11. Practico este deporte porque me gusta 16. Practico este deporte porque es divertido 19. Practico este deporte porque lo encuentro agradable Integrada 2. Practico este deporte porque forma parte de mí 3. Practico este deporte porque es una oportunidad de ser quien realmente soy 8. Practico este deporte porque lo que hago en el deporte es una expresión de lo que soy 24. Practico este deporte porque me permite vivir de acuerdo con mis valores Identificada 9. Practico este deporte porque para mí son importantes los beneficios que implica el deporte 17. Practico este deporte porque me enseña autodisciplina 20. Practico este deporte porque valoro los beneficios de este deporte 22. Practico este deporte porque es una buena manera de aprender cosas que podrían resultarme útiles en la vida Introyectada 4. Practico este deporte porque me avergonzaría dejarlo 6. Practico este deporte porque me sentiría fracasada si lo dejara 12. Practico este deporte porque me siento obligada a continuar 18. Practico este deporte porque me sentiría culpable si lo dejara Externa 10. Practico este deporte porque si no lo hago, los demás estarán descontentos de mí 14. Practico este deporte porque me siento presionada por los demás para seguir haciéndolo 15. Practico este deporte porque los demás me exigen hacerlo 23. Practico este deporte para satisfacer a las personas que quieren que lo practique Desmotivación 5. Practico este deporte a pesar de que ya no tengo muy claro por qué lo hago 7. Practico este deporte a pesar de que me pregunto para qué sirve 13. Practico este deporte a pesar de que me pregunto por qué continúo 21. Practico este deporte a pesar de que me pregunto por qué paso por esto
Los ítems se valoran de 1 (Completamente Falso) a 7 (Completamente Verdadero)
131
Cuestionario de Clima en el Deporte (S-SCQ) (Balaguer, Castillo, Duda, Álvarez, & Díaz, 2004; Balaguer, Castillo & Duda, 2008)
Por favor, indica el nivel de acuerdo con cada una de las siguientes frases teniendo en cuenta la experiencia que tienes en TU DEPORTE. Rodea un solo número por pregunta. EN MI DEPORTE... 1. Mi entrenador me ofrece distintas alternativas y opciones 2. Me siento comprendido por mi entrenador 3. Tengo la posibilidad de poder comunicarme fácilmente con mi entrenador mientras estoy entrenando 4. Mi entrenador hace que yo confíe en mi habilidad para hacerlo bien en mi deporte 5. Me siento aceptado por mi entrenador 6. Mi entrenador se asegura que yo realmente entienda cuál es mi papel en mi deporte y de lo que tengo que hacer 7. Mi entrenador me anima a que le pregunte lo que quiera saber 8. Confío mucho en mi entrenador 9. Mi entrenador responde a mis preguntas con esmero (detenidamente y en detalle) 10. A mi entrenador le interesa saber la forma en que me gusta hacer las cosas 11. Mi entrenador maneja muy bien las emociones de la gente 12. Mi entrenador se preocupa de mí como persona 13. No me sienta nada bien la forma en la que me habla mi entrenador 14. Mi entrenador trata de entender cómo veo las cosas antes de sugerirme una nueva manera de hacerlas 15. Me siento capaz de compartir mis sentimientos con mi entrenador Se recogen en una escala tipo Likert de siete puntos, que oscila desde nada verdadero (1), hasta muy verdadero (7)
132
Conductas Controladoras del Entrenador
(Castillo, González, Fabra, Mercé, & Balaguer, 2010
Control mediante el uso de recompensas (CUR) 3. Mi entrenador solo utiliza premios y/o halagos para conseguir que me centre en las tareas durante el 7. Mi entrenador trata de animarme (motivarme) prometiéndome premios si lo hago bien 11. Mi entrenador solo utiliza premios y/o halagos para conseguir que termine todas las tareas que ha puesto durante el entrenamiento 14. Mi entrenador solo utiliza premios y/o halagos para hacerme entrenar más duro Refuerzo negativo (RN) 1. Mi entrenador es poco amistoso conmigo cuando no me esfuerzo en ver las cosas a su manera 4. Mi entrenador me apoya menos cuando no estoy entrenando o jugando bien en los partidos 8. Mi entrenador me presta menos atención cuando está disgustado conmigo 12. Mi entrenador me acepta menos, si le he decepcionado Intimidación (INT) 2. Mi entrenador me grita delante de los otros para que haga determinadas cosas 6. Mi entrenador amenaza con castigarme para “mantenerme a raya” durante el entrenamiento 9. Mi entrenador me acobarda (me intimida) para conseguir que haga lo que él quiere que haga 13. Mi entrenador me avergüenza delante de los demás si no hago las cosas que él quiere que haga Excesivo control personal (ECP) 5. Mi entrenador intenta controlar lo que hago en mi tiempo libre 10. Mi entrenador trata de entrometerse en aspectos de mi vida fuera del fútbol 15. Mi entrenador espera que toda mi vida se centre en el fútbol Los ítems se valoran de 1 (Completamente Falso) a 7 (Completamente Verdadero)
133
La Satisfacción de las Necesidades Psicológicas Básicas
González-Cutre, et al., (2007)
Tu impresión sobre los entrenamientos es que... 1. Realmente me gusta la gente con la que entreno 2. Soy muy bueno/a en casi todos los deportes 3. Me llevo bien con los compañeros/as 4. Creo que estoy entre los/as más capaces cuando se trata de habilidad deportiva 5. Me dejan tomar decisiones 6. Me permiten elegir actividades 7. Me siento bien con las personas con las que entreno 8. Cuando se trata de realizar ejercicio físico, siento mucha confianza en mí mismo/a 9. Considero a la gente con la que entreno como amigos/as míos/as 10. Tengo libertad para decidir realizar actividades por mi cuenta en los entrenamientos 11. La gente en los entrenamientos se preocupa por mí 12. Suelo encontrarme a gusto cuando practico ejercicio físico y/o deporte 13. Se tiene en cuenta mi opinión 14. Está permitido incluir otros ejercicios en los entrenamientos, además de los que nos
dice el entrenador/a 15. Considero cercana a mí a la mayoría de la gente con la que entreno 16. Al entrenador/a le interesa lo que aporto en los entrenamientos 17. Me permiten diseñar nuestros propios programas de ejercicio 18. Suelo encontrarme cómodo/a en lugares donde se practica ejercicio físico y deporte 19. Me siento integrado/a con la gente con la que entreno 20. Los compañeros/as en los entrenamientos se muestran amables conmigo 21. Me siento seguro/a cuando se trata de participar en actividades deportivas 22. Confío en mi fuerza física 23. Después de explicar las actividades el entrenador/a me deja trabajar solo Relación: 1, 3, 7, 9, 11, 15, 19, 20 Autonomía: 5, 6, 10, 13, 14, 16, 17, 23 Competencia: 2, 4, 8, 12, 18, 21, 22 Las respuestas se recogen en una escala tipo Likert que oscila desde 1 totalmente en desacuerdo a 7 totalmente de acuerdo.
134
La Frustración de las Necesidades Psicológicas Básicas
(Balaguer et al., 2010)
Tu impresión durante los entrenamientos es que...
1. Me siento impedido/a para tomar decisiones respecto al ejercicio físico que realizo 2. Hay ocasiones en las que me siento incompetente porque los demás se hacen expectativas poco realistas de mí 3. Me siento rechazado/a por los que me rodean 4. Me siento presionada/o a comportarme de una cierta manera 5. Hay veces en las que me han dicho cosas que me hacen sentir incompetente 6. Siento que otros tienen una actitud despectiva hacia mí 7. Me siento obligada/o a seguir las decisiones de los demás 8. Hay situaciones donde me siento incapaz 9. Siento que no le gusto a otras personas 10. Me siento presionada/o a asumir el ejercicio físico planeado 11. Me siento incompetente porque no me dan la oportunidad de desarrollar mi potencial 12. Percibo que algunos compañeros/as con los que me rodeo sienten envidia cuándo tengo éxito Autonomía: 1, 4, 7, 10 Competencia: 2, 5, 8, 11 Relación: 3, 6, 9, 12
Las respuestas se recogen en una escala tipo Likert que oscila desde 1 totalmente en desacuerdo a 7 totalmente de acuerdo.
135
Escala de Resiliencia en el Contexto Deportivo
Trigueros, et al. (2017) 1. Cuando me planteo objetivos, sigo adelante hasta conseguirlos 2. Siento que puedo resolver problemas que se me plantean durante el entrenamiento 3. Creo en mí más que en nadie 4. Para mí es importante mantener el interés en el entrenamiento 5. Puedo afrontar los problemas del entrenamiento yo solo, si es necesario 6. Me siento orgulloso de haber superado las dificultades del entrenamiento 7. Suelo afrontar problemas con calma 8. Soy amigo de mi mismo 9. Siento que puedo manejar varios problemas a la vez 10. Soy decidido 11. Rara vez pienso que no lograre los objetivos que me he planteado 12. Realizo las cosas en su debido tiempo 13. Puedo lidiar con situaciones difíciles 14. Soy disciplinado 15. Tiendo a mantener el interés por el entrenamiento 16. Por lo general, encuentro muchas razones para divertirme 17. Creer en mí mismo me ayuda a superar los momentos difíciles 18. En una situación difícil, soy alguien en quien pueden confiar el resto de la gente 19. Por lo general, puedo resolver una misma situación de formas diferentes 20. A veces me obligo a hacer cosas que no se si quiero hacer 21. Siento que mi entrenamiento tiene sentido 22. No suelo insistir en cosas que no puedo cambiar 23. Cuando me encuentro en una situación difícil, por lo general suelo encontrar una salida 24. Tengo energía suficiente para hacer lo que tengo que hacer 25. No tengo ningún problema si hubiera gente que no es de mi agrado Los deportistas debían indicar su respuesta por medio de una escala Likert de 1 (en desacuerdo) a 7 (totalmente de acuerdo).
136