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ATENEO PONTIFICIO REGINA APOSTOLORUM Facultad de filosofía La intención del acto humano en su relación al objeto moral según Santo Tomás de Aquino Profesor: P. José María Antón, L.C. Estudiante: H. Luis F. Nájar, L.C. Número de Matrícula: 00001405 FE2001 Tesina para el segundo ciclo Roma, 25 de marzo de 2007

La intención del acto

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Descripción de la intención del acto humano que califica lo moral

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  • ATENEO PONTIFICIO REGINA APOSTOLORUM

    Facultad de filosofa

    La intencindel acto humano

    en su relacin al objeto moralsegn Santo Toms de Aquino

    Profesor: P. Jos Mara Antn, L.C.Estudiante: H. Luis F. Njar, L.C.Nmero de Matrcula: 00001405FE2001 Tesina para el segundo cicloRoma, 25 de marzo de 2007

  • 2INTRODUCCIN

    Al inicio del tercer milenio, el hombre siente la necesidad de encontrar

    una orientacin objetiva de su vida en medio de la tormenta relativista y

    materialista. En medio de un mundo globalizado no se puede dejar pasar la

    cuestin del ser humano como persona con una dignidad. Cada da la

    persona es la protagonista de su propia historia, una historia escrita en

    libertad pero no por eso debe ser una historia de libertinaje, sino guiada por

    la razn que es propia a su naturaleza. El logos, que es el camino de la

    persona segn su propia naturaleza es tambin el faro que gua el obrar

    humano autntico, que se quiere afirmar y que quiere ser coherente con su

    propia naturaleza racional.

    La razn principal que me ha movido a escribir sobre este tema, que

    considero fundamental para poder valorar el acto moral, es la actualidad que

    tienen los problemas que envuelven la vida del hombre en el camino de la

    historia, en nuestros tiempos sobre todo el relativismo y proporcionalismo.

    Los avances tecnolgicos que ponen a la persona como mero objeto, no

    tienen ante ellos la justa valoracin del ser humano en su integridad sino

    como un medio, ya que hacen depender todo de un fin relativo a sus

    intereses, muchos de ellos bajo un valor de utilidad econmico. Sobre todo la

    ciencia y la tecnologa nos puede llevar a considerar en la persona un objeto

    ms para lograr el fin, bueno ante nuestros ojos pero objetivamente malo y

    desordenado. Pongo por ejemplo el caso de la eutanasia, el aborto, la

    clonacin sin entrar en los modernos procedimientos para matar y revestir

    ese acto de una bondad aparente, porque son revestidos de una bondad

    lgica aparente, donde se invoca el progreso como fin que justifica los

    medios.

  • 3Sin embargo no hay nada ms contrario a la persona al obrar as, est

    actuando en contra de su propia naturaleza, de su propia razn, creando una

    cortina de humo en torno a su conciencia. Porque no sabr distinguir despus

    entre el bien y el mal. La persona con poder, se pone encima del bien y del

    mal y transforma en bueno lo que en realidad es malo. Matar siempre y en

    todo momento es malo, se debe pensar que ante eufemismos como la muerte

    digna, la interrupcin del embarazo, se esconde la trasgresin al precepto

    moral de no matars. El valor de respeto a la vida, es ofuscado por vanas

    razones de piedad, que en el fondo si las analizamos son una huida de la

    responsabilidad para apegarnos a nuestro egosmo.

    De esta visin y de los subterfugios que pueden surgir en el acto

    humano nace mi inters por clarificar este tema de la intencin de una

    persona y su relacin con el objeto, que es el acto de esta persona desde un

    punto de vista de la moral. Porque, como veremos, en el acto humano se nos

    presentan dos intenciones: la intencin prxima en referencia a los medios y

    la intencin ulterior, en relacin al fin que pretendemos realizar. La primera

    muchas veces es dejada en el olvido en vista de un bien mayor, que es el fin

    ulterior del acto, sin pensar que tambin forma parte fundamental a la hora

    de calificar el acto humano. Las intenciones es donde nace la realizacin del

    acto concreto en vista a un fin.

    La encclica Veritatis Splendor es muy aleccionadora al respecto en el

    tratado del objeto del acto humano y enmarca en este prrafo un punto

    fundamental de la lnea que sigo en este trabajo:

    La doctrina del objeto, como fuente de la moralidad, representa unaexplicacin autntica de la moral bblica de la Alianza y de losmandamientos, de la caridad y de las virtudes. La cualidad moral del obrarhumano depende de esta fidelidad a los mandamientos, expresin deobediencia y de amor. Por eso, -volvemos a decirlo-, hay que rechazar comoerrnea la opinin que considera imposible cualificar moralmente como mala

  • 4segn su especie la eleccin deliberada de algunos comportamientos o actosdeterminados, prescindiendo de la intencin por la cual la eleccin es hechao por la totalidad de las consecuencias previsibles de aquel acto para todaslas personas interesadas. Sin esta determinacin racional del obrar humano,sera imposible afirmar un orden moral objetivo y establecer cualquiernorma determinada, desde el punto de vista del contenido, que obligue sinexcepciones; y esto sera a costa de la fraternidad humana y de la verdadsobre el bien, as como en detrimento de la comunin eclesial1.

    La manera de proceder en este anlisis del acto humano ser primero

    clarificar la especie del acto humano, viendo la racionalidad y la finalidad

    como propios del acto humano, cargado de responsabilidad y libres en la

    eleccin, que corresponde a los medios, la intencin corresponde al fin.

    Despus veremos en dnde se sita el campo de la intencin del acto y de

    qu manera esta da la forma al acto, calificndolo objetivamente, segn la

    razn prctica, de bueno o malo. Seguidamente veremos en qu se

    diferencian y relacionan los actos en su materialidad con relacin a la

    intencin, los actos como medios y el fin como trmino ambos objetos de la

    intencin y por lo tanto caen bajo el campo de la moralidad y del juicio de

    valor. La manera de proceder ser el continuo anlisis fenomenolgico y

    descriptivo de nuestro propio actuar conciente. Con la gua del Doctor

    Cumn en los pasos de la Suma Teolgica sobre todo en la prima-scundae.

    1 JUAN PABLO II, Veritatis Splendor, 82, Editrice Vaticana, Vaticano, 1993.

  • 5CAPTULO PRIMERO: EL ACTO HUMANO

    I. ACTO HUMANO Y ACTO DEL HOMBRE

    1. Naturaleza del acto humano

    Ante todo hay que recordar la distincin entre acto del hombre (actus

    hominis), que sera dormir, hacer la digestin, soar, actos que estn en

    nuestra naturaleza de hombres en cuanto biolgicos y desde un punto de

    vista del nivel animal que hay en nosotros. El acto humano (actus humanus)2,

    es el que distingue al hombre de los dems animales, la racionalidad, por lo

    que estos actos tienen un signo caracterstico, donde la persona que acta es

    dueo de sus propios actos, como correr, leer... Ambos son realizados por la

    misma persona que acta, que realiza alguna obra.

    Ciertamente a veces es difcil distinguir una de otra, pero sobre todo

    juega un papel importante la naturaleza racional y libre del hombre, de

    donde nace la ejecucin, la realizacin. En la escolstica al acto interno de la

    voluntad se le llama elicitus, que es el querer. La ejecucin es el acto

    externo de la voluntad que cae bajo nuestra observacin inmediata, es

    llamada por los escolsticos imperatus.

    2 Los filsofos y telogos escolsticos denominan a la accin sobre la que poseemosdominio y que ejecutamos en virtud de ese dominio acto humano (actus humanus). Esasacciones se deben distinguir de las actividades de los sujetos humanos que no surgen dela razn y de la voluntad, y que por eso son ciertamente actos del hombre (actus hominis),pero no actos humanos, esto es, acciones que surjan de la peculiaridad especifica delobrar humano. M. RHONHEIMER, La perspectiva de la moral, RIALP, Madrid 2000, pg.48.

  • 6a) Diferencia entre (poiesis) hacer y (praxis) obrar

    Hay una distincin importante que debemos tener en cuenta al sealar

    la naturaleza del acto humano aparte de la voluntariedad; es la inmanencia y

    trascendencia del obrar humano. Los actos humanos aparte de trascender el

    mero hecho, repercuten en la persona segn la bondad o maldad realizada.

    Pues no es lo mismo edificar una casa muy bien habiendo robado el material

    de construccin que edificarla sin robarlo, el fin es el mismo pero hay una

    gran diferencia en los medios usados. El trabajo de edificarla es el hacer

    (facere), algo transitivo exterior a nosotros. La finalidad de este hacer es

    producir buenos resultados exteriores a nosotros.

    En este campo seremos buenos tcnicos o artistas, pero ser buen

    tcnico o artista como persona es diferente a slo ser artista. La accin como

    un obrar moralmente bien o mal es llamada praxis estos no son eventos

    fsicos exteriores a nosotros que producen resultados como obras sino que

    producen efectos interiores a nosotros. En este sentido nos perfeccionan o

    nos degradan segn si obramos con forme a nuestra naturaleza racional o no.

    Nosotros somos lo que queramos ser en un continuo decidir

    moralmente. Llegamos a ser lo que queramos ser, buenas personas o malas

    personas, este actuar inmanente nos transforma poco a poco a veces sin

    percibirlo pero nos califica como personas morales siempre y donde sea. Por

    lo tanto estos actos humanos son diferentes del acto del hombre en cuanto

    son realizados voluntarios y con una finalidad precisa.

    Ahora simplemente cave sealar con Santo Toms: idem sunt actus

    morales et actus humani3. Santo Toms pone el acento en los actos libres

    hechos por una finalidad. Subiectum morales philosophiae est operatio

    3 S.Th., I-II, q.1, a.3.

  • 7humana ordinata in finem, en esta visin tomista del acto es objetivamente

    aceptada aunque con matices que en la filosofa de la mente ha aadido o

    distinguido. Pero dentro del campo moral del acto la voluntariedad marca la

    diferencia entre el acto humano y el acto del hombre, como seala el Doctor

    Anglico: actiones proprie humanae dicuntur, quae ex voluntate deliberata

    procedunt4.

    Respondeo dicendum quod actionum quae ab homine aguntur, illae solaeproprie dicuntur humanae, quae sunt propriae hominis inquantum est homo.Differt autem homo ab aliis irrationalibus creaturis in hoc, quod est suorumactuum dominus. Unde illae solae actiones vocantur proprie humanae,quarum homo est dominus5.

    El acto humano es la diana de nuestro estudio y dentro del mismo

    acto el punto de la intencin. La intencin es intencin de algo, es un trmino

    que dice referencia hacia un objeto del cual se intenciona o se tiene en la

    mira de los sentidos y de la inteligencia. Nosotros podemos conocer y

    analizar la rectitud de nuestra intencin, es decir, lo que queremos hacer en

    orden al fin que queremos lograr. La intencin es el inicio del actuar, en

    cuanto que de este proceso nace la realizacin. La importancia de la

    intencin aumenta porque est ordenada por la razn, es la razn la que

    acepta o niega una tendencia dada hacia un acto. Por lo que la intencin es

    principio del obrar en relacin a la voluntad.

    b) Caractersticas principales del acto humano

    Una caracterstica principal del actuar humano es la representacin de

    la accin antes de actuar. La finalidad de las plantas y de los animales que

    ocupan una escala menor que el hombre, no estn dentro de la moralidad

    4 Idem, I-II, q.1, a.1, co.5 S.Th. I-II, q. 1, a.1, co.

  • 8porque no son libres. El hombre tiene este fin intrnseco pero tiene la

    capacidad de no alimentarse por un periodo de tiempo en una huelga de

    hambre, cosa que no hace ningn otro animal, porque su instinto de

    conservacin le lleva a alimentarse. La racionalidad del hombre puede decidir

    an ir contra la naturaleza y todo esto movido por un fin querido bajo forma

    de bien para el que acta. Por ejemplo, el no alimentarse para crear presin

    pblica a un poder de gobierno; el camicaza que se suicida contra un barco

    enemigo, ambos actan por un fin.

    De manera que no es banal la frase omnes agens agit propter finem et

    intendit bonum quod est finis6. Este bien captado por la razn y ejecutado por

    la voluntad, es un bien til, honesto o placentero segn el valor al que tiende

    el apetito.

    En los actos humanos tambin entran en consideracin los actos

    internos no percibidos por los sentidos externos. La imaginacin y memoria,

    el recordar e imaginar tambin son actos porque son puestos por una

    voluntad deliberad. Pues cuando queremos pensar en algo o imaginar algo lo

    queremos y tenemos la intencin de hacerlo; aunque estemos acostados,

    estamos actuando. La moral hecha sus races en el interior del hombre que es

    donde nace el deseo, la intencin y el motivo para actuar, as tambin se

    refiere el evangelista San Mateo porque del corazn salen las intenciones

    malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias

    (Mt. 15,19).

    2. El acto humano segn los escolsticos

    6S. TOMS DE AQUINO, In lib. Sent, d. 1, q.1, a.1, r.2.

  • 9En este cuadro esquemtico que populariz A. Gardeil, pero que

    tambin hicieron suyos Thomas Gilby, Teofilo Urdaoz, M.S. Gillet, Francis

    Cunningham, Alan Donagan, Terrense Kennedy7. Todos ellos con pequeas

    diferencias entre s, pero en todos se refiere la bipolaridad de la voluntad-

    inteligencia en doce actos convergentes uno con el otro.

    Actos que miran al fin(Ordo intentionis)

    Actos del entendimiento Actos de la voluntad1. Idea o aprehensin del bien(Simplex apprehentio) SCG, III, 1; IISent, 40,1; S.Th. I-II 11,1; 19,2; DeVer, 22,13; De Malo, 6,1.

    2. Primera complacencia y volicin delfin ( simplex volitio, o appetitus ineficazboni propositi) EN, III, 4: 1113 a15-16.

    3. Juicio del bien como conveniente yposible (iudicium de possibiltate) S.Th, I-II, 12, 1 ad 1.

    4. Intencin del fin (intentio)

    Actos que miran a los medios(ordo eorum quae sunt ad finem)

    5. La deliberacin (consilium) sobre losmedios adecuados para alcanzar el fin.S.Th. I-II, 14, 3, c; S.Th. I-II, 14, 2, c.

    6. Complacencia o consentimiento de losmedios (consensus). S.Th, I-II, 15,1, ad3; 15, 3, c.

    7. ltimo juicio prctico de preferenciasobre el medio ms apto ( iudiciumdiscretivum o Practicum) S.Th, I-II,13,1,ad 2.

    8. Eleccin ( electio). S.Th, I-II, 12,4 ad3; I-II, 13,2, c.

    Ordo executionis9. Orden o mandato (imperium) sedecide eficazmente emplear los medios.S.Th. I-II 16, 1,c.

    10. Uso activo de la voluntad ( ususactivus) para mover las potenciasnecesarias para poner por obra el medioelegido. S.Th, I-II, 16,3,c.

    11. Ejecucin, por actos del entendimiento y de todas las potencias y miembros (usus passivus)12. Goce y reposo (fruitio) por la posesin del fin. S.Th, I-II, 11,1; 16,2, ad 1.

    7F. CUNNINGHAM, L.B., The Christian Life, Dubuque, Iowa: The Priory Press, 1959; A.DONAGAN, ?Thomas Aquinas on Human Action?, in the Cambridge History ofLater Medieval Philosophy, Ed. Norman Kretzmann, Anthony Kennedy & JanPinborg, 642-654, New York: Cambridge University Press, 1982; T. GILBY, SummaTheologia, Vol. 17 London, Eyre & Spottiswoode & McGraw-Hill Book Co., 1970; T.KENNEDY, Doers of the World: moral theology for humanity in the third millennium,Vol. 1 Middlegreen Slough, St. Pauls, 1996; T. URDAOZ, Tratado de lasbienaventuranzas y de los actos humanos; tratado de las pasiones: I-II q. 1-48, enSuma Teolgica Vol. 4 Madrid, Editorial Catlica, 1954.

  • 10

    Esta divisin no fue pensada por Santo Toms, pero muchos de estos

    pasos se encuentran implcitos en el desarrollo de su pensamiento.

    El cuadro anterior es solamente para situar el lugar que ocupa la

    intencin en el esquema ms universal tomista segn Gardeil, tomadas de las

    primeras cuestiones de la prima-secundae de la Summa Theologiae, tambin

    en referencia a otros textos del Aquinate8.

    La intencin es un acto de la voluntad y de la razn, pero no es un

    acto ciego, sino iluminada a la luz de la razn que le presenta el objeto

    deseado ya captado por los sentidos y sopesado por la inteligencia en varios

    actos internos anteriores a la intencin. La intencin precede a la

    deliberacin, juicio y eleccin.

    Se trata de un anlisis psicolgico de los pasos previos al acto. En ellos

    el agente se presenta a s mismo el fin y los medios para alcanzar el fin, en

    una armoniosa unin de voluntad y razn.

    Santo Toms mantiene esta posicin moderada, en contra de los que

    en la moral han querido poner una preeminencia de la razn

    (intelectualismo) con respecto de la voluntad (voluntarismo). De esta

    combinacin de la voluntad y del entendimiento debemos ver cmo se

    relacionan entre s para captar mejor en el acto humano como objeto de la

    moral. As podremos ver cmo no se da un acto puramente intelectivo o

    totalmente guiado por la voluntad sin intermisin de la razn. Tambin

    veremos que para Santo Toms no hay conflicto en ambas potencias del

    hombre.

    8 A. GARDEIL, Acte humain, en DThC, 1 (1909) pg.343.

  • 11

    3. La razn y voluntad en relacin al objeto del acto humano.

    En el acto moral ms simple se unen los dos momentos intelectual y

    volitivo formando un solo acto, obrado por un individuo. Es aqu donde se

    define el objeto propio de la ciencia tica, como ciencia prctica. La razn

    ordena los actos hacia su fin propio, segn la propia naturaleza del sujeto que

    acta. La razn ilumina a la voluntad mostrndole el objeto captado por los

    sentidos como un bien prctico que se puede obtener o realizar a travs del

    propio actuar. Livio Melina en un comentario a la tica de Santo Toms

    matiza con el siguiente texto:

    El orden de la accin no est preconstituido a la consideracin de la razn,al contrario es un orden que la razn misma realiza por medio de suconsideracin en las operaciones de la voluntad. La razn no permanece ens misma sino que sale de s para ser eficaz de frente a otra facultad del alma:la voluntad. La superacin del momento puramente terico, la salida hacia lafacultad apetitiva, en una actitud de realizacin, califican el carcterfundamentalmente prctico de la ciencia tica9.

    Es una mutua ayuda de la inteligencia y de la voluntad en busca del

    fin, las dos potencias convergen a la plenitud del acto humano. Las dos

    potencias ms nobles en el hombre hacen de la moral una ciencia sublime.

    No es la voluntad que acta por una parte o la razn sino ambas en un acto

    hiposttico en el agente.

    9??ordine dell?azione non precostituito alla considerazione della ragione, invece, un ordine che la ragione stessa realizza attraverso la suaconsiderazione nelle operazioni della volont. La ragione non rimane dunquein se stessa, ma esce da se e diventa efficace nei confronti di un'altra facoltdell?anima: la volont. Il superamento del momento puramente teorico,??uscita verso la facolt appettitiva, in un?attitudine di realizzazione,qualificano il carattere fondamentalmente pratico della scienza etica.L. MELINA, La conoscenza morale, Citta Nuova, Roma, 1987, pg. 139

  • 12

    a) La voluntad en relacin al objeto

    Santo Toms en una definicin de la voluntad nos dice: voluntas est

    appetitus quidam rationalis. Omnis autem appetitus non est nisi boni.10 El

    bien es lo que todos desean naturalmente, bonum est id quod omnia

    appetunt11. A veces la pasin nubla la razn para orientar a la voluntad y se

    elige un acto moralmente malo, pero para el agente es buscado por alguna

    razn de bien, hay una ratio boni que le atrae y mueve a obrar de tal manera,

    an cuando va contra su naturaleza racional, est buscando un bien captado

    por su razn y ejecutado por la voluntad. La razn no va contra si misma sino

    que no elige bien los medios porque no hay claridad para un juicio prctico

    recto.

    Santo Toms seala tambin que la voluntad es la causa eficiente en

    la realizacin del acto, como motor tanto a la praxis que a la poiesis ya que

    tiende al objeto que la razn le muestra como bueno y alcanzable, propone

    tambin los medios para llegar al fin. De esta manera la voluntad quiere el

    objeto y tiende a l materialmente con un acto concreto o con una omisin

    (en el caso que no exista un acto exterior sino interior, un no querer).

    Tambin debemos subrayar que la voluntad acta como medio entre el

    intelecto y la operacin.

    La voluntad es la causa del acto, de esta manera se revela la libertad

    del hombre al poder elegir los medios propios al fin. La voluntad pone en

    acto el posible obrar para llegar a una perfeccin en el orden del obrar.

    Tambin el siguiente texto Santo Toms clarifica que la completa

    voluntariedad es sobre lo posible, ya que no se puede querer lo imposible, a

    lo cual llamamos veleidad.

    10 S.Th. I-II, q. 8, a.1, co.11 ARISTTELES, Etica Nicomquea, I, 1094a 3.

  • 13

    La razn nos presenta tanto el bien alcanzable como el inalcanzable,

    dado que tambin nos propone los medios y sin medios no se puede lograr el

    fin.

    Voluntas media est inter intellectum et exteriorem operationem, namintellectus proponit voluntati suum obiectum, et ipsa voluntas causatexteriorem actionem. Sic igitur principium motus voluntatis consideratur exparte intellectus, qui apprehendit aliquid ut bonum in universali, sedterminatio, seu perfectio actus voluntatis attenditur secundum ordinem adoperationem, per quam aliquis tendit ad consecutionem rei; nam motusvoluntatis est ab anima ad rem. Et ideo perfectio actus voluntatis attenditursecundum hoc quod est aliquid bonum alicui ad agendum. Hoc autem estpossibile. Et ideo voluntas completa non est nisi de possibili, quod est bonumvolenti. Sed voluntas incompleta est de impossibili, quae secundum quosdamvelleitas dicitur, quia scilicet aliquis vellet illud, si esset possibile. Electioautem nominat actum voluntatis iam determinatum ad id quod est huicagendum12.

    Santo Toms trata ampliamente en la Suma Teolgica del voluntario e

    involuntario, Cfr. S. Th.,I-II q. 6 aa. 1-4. (del voluntario) y aa. 5-8 (del

    involuntario).

    La voluntad juega un papel importante a la hora de dar un juicio

    moral, ya que partimos de la materialidad que es de hecho el mismo acto

    intencional. Pero partiendo de la materialidad no podemos quedarnos en

    ella como observadores de meros acontecimientos. Esto sera reducir el acto

    slo a acontecimientos libres o sucesos. La causalidad material tiene tambin

    una parte formal que especifica la naturaleza del acto.

    La voluntad es tambin llamada apetito intelectivo ya que tiende al

    bien aprehendido por la razn, bien que es verdad en s en el campo

    gnoseolgico y por lo tanto alcanzable.

    12 S.Th, I-II, q. 13, a.5, ad 3.

  • 14

    El objeto propio del querer es el bien que est en las cosas, ah donde

    la verdad, que es objeto propio del conocimiento, se encuentra en la mente

    en su relacin a la cosa. Lo que es querido es siempre conocido

    previamente.13

    De la simple aprehensin, le sigue el simple querer, lo que se llama

    veleidad ya que todava la inteligencia no ordena a la voluntad la ejecucin

    del acto. Llegando al juicio de posibilidad la razn ya se ordena al fin y juzga

    de las posibilidades para obtenerlos. La intencin, es la determinacin o

    resolucin para obtener el fin.

    b) Dinmica de lo voluntario

    En el actuar cotidiano realizamos actos internos y externos, el valor de

    estos actos est en relacin a su intencionalidad. Cuando se obra

    exteriormente e interiormente, se dice que se obra por un mandato de la

    voluntad, lo que Santo Toms llama imperium. El sujeto agente es dueo de

    sus actos voluntarios. La voluntad libre no es sino una tendencia en virtud de

    juicios de razn14. La eleccin por la que discernimos de los medios hacia el

    fin son actos voluntarios razonados, y la razn obra en la eleccin emitiendo

    un juicio llamado juicio prctico sobre el fin ltimo de nuestra accin

    concreta.

    13Sebbene il volere che qualcosa avvenga anche volere che la proposizione cheafferma il suo accadere sia vera, ci che principalmente desiderabile che accada.Che la proposizione sia vera desiderabile solo come conseguenza. Questo ci chesignifica dire che l?oggetto propio del volere, il bene, nelle cose. S.L BROCK.,Azione e condotta, Universidad della Santa Croce, Roma, 2002.

    14M. RHONHEIMER, La perspectiva de la moral, RIALP, Madrid, 2000, pg. 48.

  • 15

    En el acto humano podemos constatar la realizacin fsica de un cierto

    obrar, es el acto exterior de la voluntad que tiende hacia su objeto propio

    que es el bien aprehendido por la razn.15 En la nocin tomista de acto

    exterior, que no debemos confundir con acto externo, visible y realizado con

    nuestro cuerpo.

    El acto exterior es el acto de otra potencia en cuanto imperada por la

    voluntad. Por ejemplo el acto de conocer algo o un acto de querer algo

    imperado por otro acto de voluntad. Sin embargo ciertamente los actos

    exteriores son tambin actos externos (caminar, hablar, matar, en cuanto

    obrados por la voluntad). En la cuestin 18 artculo 6 de la I-II, Santo Toms

    explicita que el objeto del acto exterior est en torno a lo cual se realiza el

    obrar exterior. Este es distinto del acto interior de la voluntad que es el fin que

    se quiere realizar.

    El acto interior obra como forma respecto a la materia que es el acto

    exterior de la voluntad. Sobre este artculo de la suma ya volveremos ms

    adelante al exponer al doble intencin y la diferencia del obrar contra la tica

    teleolgica o proporcionalista.

    Habiendo visto en brevedad la importancia de la voluntad en la

    especificacin del objeto moral del acto pasamos ahora a considerar a la

    razn como la causa formal en la realizacin y la que especifica la bondad o

    malicia del acto humano.

    c) La razn, como medida del bien y del mal

    15 Actus exterior est obiectum voluntatis, inquantum proponitur voluntati a ratione utquoddam bonum apprehensum et ordinatum per rationem, et sic est prius quam bonumactus voluntatis. (S.Th., I-II q. 20 a.1 ad 1).

  • 16

    La luz de la razn natural de la que nos habla Santo Toms16,

    cuando expone la participacin de la ley eterna, no es sino la Sindresis, un

    trmino en desuso que se puede equiparar al de conciencia. La sindresis

    radica en el conocimiento universal de los primeros principios, no

    demostrables sino que son inmediatos a nuestro conocimiento, en este

    sentido, connaturales. El juicio particular pertenece a la conciencia que juzga

    lo bueno y lo malo en base a los primeros principios. La conciencia juzga en

    base a los primeros principios de la razn, este es un juicio prctico sobre

    nuestro obrar concreto. De este modo obliga en cuanto que conocemos lo

    que se debe hacer en particular, iluminada por los primeros principios del

    actuar humano: bunum faciendum malum vitandum.17 Cuando elegimos

    contrariamente a lo que nos dicta la conciencia basada en la ley natural

    inscrita en nuestro ser, vamos contra nuestra propia naturaleza, de ah surge

    el fenmeno del remordimiento o de culpa.

    En nuestro actuar, la naturaleza humana cobra gran relevancia, pues

    es un actuar racional, segn nuestra naturaleza racional agere sequitur esse,

    por nuestra libertad tenemos la capacidad de no seguir nuestra naturaleza

    obrando contra natura, de aqu nace la distincin entre naturaleza y libertad.

    Por ello al obrar secundum natura, estamos obrando segn nuestro propio

    ser. Para Aristteles es tambin el ideal para alcanzar el fin ltimo, actuar en

    conformidad con la razn18 y no contra ella, ese sera un actuar guiado por

    las pasiones que obscurecen la luz de la razn, pero no la pueden suprimir.

    Los juicios errneos en nuestros actos surgen por una mala percepcin

    o movidos por las pasiones desordenas de nuestros instintos, concupiscibles,

    16Inter cetera autem rationalis creatura excellentiori quodam modo divinaeprovidentiae subiacet, inquantum et ipsa fit providentiae particeps, sibi ipsi et aliisprovidens. Unde et in ipsa participatur ratio aeterna, per quam habet naturaleminclinationem ad debitum actum et finem. Et talis participatio legis aeternae inrationali creatura lex naturalis dicitur. (S.Th., I-II, q. 91, a 2).

    17 S.Th, I-II q. 84 a.2; In II Sent., lib. II, d.38, a.1.18 ARISTTELES, Etica Nicomquea, I, 1094a 1.

  • 17

    1o. Apetito concupiscible (6 pasiones)Respecto al bien: amor ? en si mismo ---odio Deseo ?ausente ---aversin (respecto al mal) Gozo ? conscientemente presente ---tristeza

    2o. Apetito irascible (5 pasiones)Bien ausente esperanza acercndose audacia mal ausentedifcil de conseguir desesperacin alejndose temor difcil de evitar

    Mal presente imposible de evitar: Ira

    irascible. A este respecto es bueno notar los movimientos del apetito segn la

    escolstica ya que nos pueden orientar en el momento de emitir un juicio

    sobre el objeto moral y la intencin del mismo en el actuar de la persona

    humana. La importancia radica en la afectacin, como el mismo nombre de

    pasin sugiere, sobre los actos humanos, ya que se toma postura ante un

    bien particular como 1. Conveniente-concupiscible o 2. Arduo-irascible.

    En ambos se da una lucha contra los obstculos para llegar a su objeto

    lo que nos da una plena libertad y responsabilidad19.

    El sujeto agente en relacin con el bien deseado, experimenta estas

    pasiones que pueden influir en la manera de actuar en relacin al bien

    deseado. En el hombre las pasiones del apetito sensitivo suelen ir

    acompaadas de movimientos correspondientes de la voluntad.20

    Para recalcar ms esta pasin, Barzaghi seala hablando del deseo: el

    objeto propio del petito sensible, los cuales, ejercen su diversa virtud activa

    19 Importa distinguir claramente en toda facultad de conocimiento su apetito natural,que la inclina a conocer, y los movimientos de apetito elcito que siguen a su acto deconocimiento. La facultad tiende a obrar, a conocer, en virtud del apetito natural quela constituye como facultad viviente; en consecuencia segn que su acto consciente leconvenga o no, experimenta en l una impresin agradable (de placer) o desagradable(de dolor, en ciertos casos solamente). Este conocimiento de un objeto agradable odesagradable, una vez adquirido y evocado en forma de imagen, determina al punto enel apetito elcito diversos movimientos, por ejemplo, un deseo, gozo, tristeza, etc.E. COLLIN, Manual de filosofia tomista I, Luis Pili Editor, Barcelona, 1942, pg 425.

    20 E. COLLIN, idem, pg. 438.

  • 18

    atrayendo o repeliendo de la presencia o ausencia del sujeto,

    consecuentemente esta distincin del objeto de las pasiones llega a ser el

    criterio de la divisin de la misma especie.21 No nos extendemos en este

    tratado sobre las pasiones que Santo Toms trata bastante ampliamente en la

    Summa Theologiae prima-secundae22 simplemente debemos tener presente

    que el influjo de las pasiones en nuestras tendencias y actuar tienen una

    relevancia a la hora de valorar el acto moral si queremos hacerlo desde la

    perspectiva de la persona que acta.

    Debemos tomar en cuenta el nimo y si acto bajo el influjo de una

    pasin que obnubil la razn. Con esto no quiero decir que se justifique el

    mal pasional, sino simplemente que el matar, por ejemplo, a alguien llevado

    por la ira es siempre malo aunque la razn y con ella la voluntad hayan

    pasado al acto en una manera confusa para la misma razn. El no me di

    cuenta; no saba lo que haca; estaba fuera de m... son palabras que no

    restan nada al mal cometido sino que aaden un matiz de falta de voluntad

    para sobreponerse al sentimiento o a la pasin. Sin embargo no debemos

    anatematizar a las pasiones que tambin pertenecen a la naturaleza humana.

    El problema radica sobre todo en saber integrar estos sentimientos que

    surgen en nosotros, para que en vez de ser obstculos, sean un impulso para

    la propia realizacin, haciendo el bien apasionadamente, superando los

    obstculos que la vida cotidiana nos presenta.

    Volviendo al discurso sobre la razn, hay que considerar que siendo

    esta el faro que ilumina los actos humanos para seguir el bien, el Doctor

    Anglico distingue entre razn prctica y razn especulativa.

    21 G. BARZAGHI, O.P., Desiderio e abbandono Tommaso d`Aquino e Maestro Eckhart,en Metafsica del desiderio, a cura di C. CIANCO, Cerntro di Ricerche Metafisicadell?Universit Cattolica del Sacro Cuore, Edit. Vita e Pensiero, Milano, 2003, pg.183.

    22 Cf. S.Th., I-II qq.22-48.

  • 19

    En el cuadro de la intencionalidad el principio de la razn prctica es

    el inicio del razonamiento que nos gua hacia el actuar. Este primer principio

    es el bien conocido por los sentidos, que al atraernos y quererlo se convierte

    en fin.

    En resumen la razn prctica se enfoca al bien y la razn especulativa

    a la verdad, ambos como propiedades transcendentales del ente son

    convertibles con el mismo ente, osea que una accin como ente es juzgada

    como verdadera y como buena bajo el aspecto que le corresponde a la razn.

    El primer principio de la razn especulativa es el de no contradiccin del que

    no se puede dar una demostracin sino simplemente mostrarlo ab actu23.

    En cambio el primer principio de la razn prctica es: bonum

    faciencum malum vitandum.24

    La tica permanece as como ciencia prctica del actuar humano y de

    sus tendencias que le llevan a actuar, los principios que mueven a la persona.

    De los principios especulativos no podemos deducir principios prcticos, por

    ejemplo de la constatacin necesito comida para mantenerme en vida, no

    puedo derivar a debo (moralmente) comer. Rhonheimer lo describe de la

    siguiente manera:

    El objeto de la razn prctica, es mas bien la bondad misma en cuestin; larazn prctica no produce un juicio sino una prosecutio, y esto toma formasea de una intencin o una electio, de los que sigue inmediatamente unaccin. La razn prctica constituye el mandato (praeceptum) no un juicionormativo: el que sigue es un juicio (enuntiatio) en una perspectiva o modode debe y no de precepto. Por esta razn, no son las ordenes, deberes,

    23Et ideo primum principium indemonstrabile est quod non est simul affirmare etnegare, quod fundatur supra rationem entis et non entis, et super hoc principio omniaalia fundantur, ut dicitur in IV metaphys. S.Th, I-II, q.94, a.2, co.

    24 Bonum est primum quod cadit in apprehensione practicae rationis, quae ordinatur adopus, omne enim agens agit propter finem, qui habet rationem boni. Et ideo primumprincipium in ratione practica est quod fundatur supra rationem boni, quae est, bonumest quod omnia appetunt. STh, I-II q.94 a.2 co.

  • 20

    obligaciones o normas las que son el objeto de la razn prctica sino elbien25.

    El papel que juega la razn en nuestro actuar es fundamental, ya que

    es natural el actuar conforme a la razn. Santo Toms en el campo de las

    inclinaciones naturales seala tres fundamentales para el hombre: 1) como

    ser, tiende a la conservacin de la vida, 2) como ser animal, a la

    reproduccin unindose al sexo opuesto, a la educacin de los hijos, 3) como

    ser animal racional, tendemos a la vida en sociedad. Pero seala que sobre

    todo tendemos a obrar conforme a la razn, lo que significa segn la virtud,

    haciendo el bien moral y evitando el mal moral percibido por la razn:

    Dictum est enim quod ad legem naturae pertinet omne illud ad quod homoinclinatur secundum suam naturam. Inclinatur autem unumquodquenaturaliter ad operationem sibi convenientem secundum suam formam, sicutignis ad calefaciendum. Unde cum anima rationalis sit propria forma hominis,naturalis inclinatio inest cuilibet homini ad hoc quod agat secundumrationem. Et hoc est agere secundum virtutem. Unde secundum hoc, omnesactus virtutum sunt de lege naturali, dictat enim hoc naturaliter unicuiquepropria ratio, ut virtuose agat26.

    Sin embargo no cualquier forma de alimentarse, de unin sexual o

    vida social es buena para el hombre. La razn dirige por medio de la

    sindresis a buscar el justo medio apto para el hombre segn su naturaleza.

    25The object of the practical reason, rather is the good itself that is in question; thepractical reason does not produce a statement but rather a prosecutio,and this takes theform of either and intention or an electio, from which an action immediately follows.The practical reason constitutes the command (praeceptum) a not a normativestatement: the latter is a ?statement? (enuntiatio) in a prescriptive or ?ought? mode,and not a precept. For this reason, is not the ?commands?? ?duties?, ?obligations?, or?norms? that are the object of the practical reason, but rather the good. M.RHONHEIMER, Natural law and practical reason, translated from the german byGerald Malsbary, Fordham University Press, New York, 2000, pg. 419

    26 S.Th., I-II, q. 94, a.3 co.

  • 21

    Las inclinaciones son la materia que se presenta para ser ordenada por

    la forma de la razn, anima rationalis est forma hominis, como se dijo

    anteriormente.

    d) Armona entre intelecto y voluntad

    Como ya hemos dicho antes en el anlisis del acto intencional del

    hombre hay que tomar en cuenta que es el hombre integro quien acta en

    alma y cuerpo, como espritu encarnado. No podemos caer en la divisin de

    lo voluntario y lo racional como dos potencias separadas. Son distintas entre

    s pero actuando al unsono en una naturaleza racional individual que es la

    persona. La divisin mencionada anteriormente en los doce actos que

    sealan los escolticos no son sino una clarificacin para entendernos dentro

    de la distincin de voluntad y razn en el mismo acto.

    Estas distinciones hechas y aclaraciones en torno a las potencias del

    actuar humano sern de gran utilidad para plantearnos el problema principal

    en cuestin que es el objeto moral del actuar humano, objeto elegido

    racionalmente, con una voluntad guiada por la razn. En este anlisis entra

    sobre todo la intencionalidad del agente para formalizar la materialidad del

    acto humano, segn su naturaleza racional iluminada por los primeros

    principios.

  • 22

    II . EL CAMPO MORAL DEL ACTO HUMANO

    Como hemos visto, en el acto humano se da la manera humana de

    obrar segn su naturaleza racional. Todo acto humano realizado por el

    hombre en cuanto persona, conteniendo una descripcin intencional, cae

    dentro del campo de la moralidad. Este campo de la moral se basa en tres

    slidos fundamentos para juzgar un acto como moralmente bueno o malo.

    Es el fin, medios y circunstancia. El punto que nos interesa analizar por su

    trascendencia es el fin, la finalidad en el acto. Al hablar de fin no nos

    alejamos del estudio sobre la intencin, sino que veremos cmo la intencin

    es intencin de algo, contiene la finalidad, es la ratio intentionis.

    1. Fin, Medios y Circunstancia

    El doctor anglico nos habla en su Tractatus de Homine, contenido

    sobre todo en la I-II de la Summa Theologiae qq. 6-21, de estos tres aspectos

    que forman parte del acto, y se pregunta en qu manera infieren un aspecto

    de bondad o maldad moral al mismo acto. Vemoslos uno por uno.

    a) Fin

    En Santo Toms, el fin es idntico al objeto, tambin le llama actus

    exterior, materia circa quam, electio. La terminologa es variada, pero por el

    anlisis del acto nos cercioramos que una cosa es el fin prximo, lo que hago,

  • 23

    y otra es el fin ulterior, es decir la intencin ltima27. Por ejemplo cuando

    vemos que una persona est corriendo en el parque, analizando desde la

    primera persona, el correr en s es un acto realizado con una finalidad, -se

    corre para bajar de peso, para llegar a casa, para alcanzar el autobs...El

    hombre es dueo de sus propios actos, al actuar l tiene en vista el fin que

    quiere obtener. Todas las acciones del hombre tienen un sentido an las ms

    insignificantes estn dotadas de sentido y de contenido moral por ser guiadas

    por la razn y la voluntad.

    Debemos distinguir el evento fsico del acto moral. No caen bajo la

    misma norma dado que una tercera persona observa y juzga el evento fsico

    pero no alcanza a comprender el motivo, es decir la intencin que la persona

    tiene para actuar de una o de otra manera. Yo veo a una persona correr

    como evento fsico pre-moral, pero no s el por qu elige correr? Un medio

    es tambin un fin, en sentido prximo y est relacionado con el fin ulterior de

    la accin y se distingue de este fin ulterior en cuanto no tiene razn de

    trmino de la accin28.

    Santo Toms de Aquino se refiere al fin como al objeto de la voluntad

    guiada por la razn. De nuestra voluntad tiende al bien como deseable y la

    razn que captando el valor, lo hace deseable. Ya vimos que todo confiere

    en un mismo acto de la persona, el objeto acta como causa final en relacin

    al sujeto. El fin conseguido es el trmino del apetito de lo que estimulo

    nuestros sentidos al inicio y por lo que actuamos buscando ese bien para

    nosotros, as lo seala el doctor Anglico cuando dice: Ratio boni, quod est

    obiectum potentiae voluntatis, invenitur non solum in fine sed etiam in his

    quae sunt ad finem29.

    27Obiectum autem voluntatis est finis et bonum. Unde oportet quod omnes actioneshumanae propter finem sint. S.Th. I-II a.1.a1

    28 cf. De Veritate, q. 5, a.4, ad 11.29S.Th. I-II q. 8 a.2

  • 24

    Tambin Livio Melina, al hablar de fin y medios clarifica las

    distinciones entre ambos:

    El anlisis tomista del acto humano encuentra su clave interpretativafundamentalmente entre finis y ea quae sunt ad finem. Si el fin indica aquelloinherente a nosotros en la naturaleza y por lo tanto es el termino fijo, nodiscutido ni condicionado, principio y punto de partida para cadarazonamiento y para cada decisin moral, el ea quae sunt ad finem indicamejor dicho, el campo de lo relativo, de lo cambiante y discutible, confiado anuestra bsqueda y decisin. El deseo del fin existe en el hombre comodotacin natural y caracteriza la intencionalidad de la voluntad, la eleccinde los ea quae sunt ad finem es libre y presupone el juicio de la raznprctica sobre el valor moral.30

    La ratio finis es en Santo Toms una cosa materializada en el acto

    mismo. El fin acta a modo de forma en virtud de la cual el agente se

    determina a producir una operacin externa, interna o se decide a no actuar:

    Finis est prior in intenrione et postremus in executione; Finis etsi

    postremus in executione est tamen primun in intentione agentis; et hoc modo

    habet rationem causae31.

    b) Medios

    30??analisi tomista dell?atto umano trova una sua chiave interpretativafondamentalmente nella correlazione tra finis ed ea quae sunt ad finem. Se il fine indicaci che insito in noi per natura e quindi il termine fisso, non discusso e noncondizionato, principio e punto di partenza per ogni ragionamento e per ogni decisionemorale, gli ea quae sunt ad finem indicano piuttosto il campo del relativo, del mutevolee del discutibile, affidato alla nostra ricerca e alla nostra decisione. Il desiderio del fineesiste nell?uomo come dotazione naturale e caratterizza l?intenzionalit della volont,??electio degli ea quae sunt ad finem liberea e presuppone il giudizio della ragionepratica sul loro valore morale. L. MELINA, La conoscenza morale, Citta Nuova, Roma,1987, Pg. 106.31 S.Th. I-II, q. 1, a. 1, ad 1; In III Sent., d. 21, a 2, ad 2; De Verit., q. 21, a. 3, ad 5.

  • 25

    Non solum autem ultimum, propter quod efficiens operatur, dicitur finisrespectu praecedentium, sed etiam omnia intermedia quae sunt inter primunagens et ultimun finem, dicuntur finis respectu praecedentium.32

    Los medios son fines en relacin a un fin posterior, son los actos u

    omisiones por los que conseguimos lo que queremos. Tambin son actos en

    vista al cual se obtiene algo. Santo Toms los llama ea quae sunt ad finem.

    La imagen que nos puede servir es la de las herramientas, como

    medios para conseguir algo. Ntese que no es para hacer algo, ya que los

    medios son tambin acciones humanas. Son elecciones y objeto de nuestra

    inteligencia y voluntad. En vista a una intencin final podemos tener varios

    medios. Por ejemplo descansar o tomar caf, para estudiar mejor.

    La intencin final es la causa de querer los medios, la ordenacin al fin

    llega a ser la razn misma de la bondad del objeto33. Quien quiere el fin

    quiere los medios y se pone los medios para lograr el fin. Sino sera un iluso,

    dado que no lograr el fin concreto querido sino pone los medios a su

    alcance para lograrlo.

    El doctor de Aquino hace una distincin que clarifica la diferencia

    entre fin prximo (medios) y fin ulterior (objeto intencional):

    Intentio respicit finem secundum quod est terminus motus voluntatis. Inmotu autem potest accipi terminus dupliciter: uno modo, ipse terminusultimus, in quo quiescitur, qui est terminus totius motus: alio modo aliquodmedium, quod est principium unius partis motus, et finis vel terminus alterius.Sicut in motu quo itur de A in C per B, C est terminus ultimus, B autem estterminus sed non ultimus. Et utriusque potest esse intentio. Unde etsi sempersit finis, non tamen oportet quod semper sit ultimi finis.34

    32 In V Metaphys, lect. 2, ad 1013 35-b3.33 S.Th., I-II, q.19, a. 7, ad 1.34 S.Th., I-II, q. 12, a. 2, co.

  • 26

    En los dos actos hay intencin, son especificados en s mismos, pero

    uno existe en subordinacin del otro que es final. Sin embargo caen bajo una

    calificacin moral independiente, segn el acto de la razn y su consideracin

    voluntaria. Por ejemplo tomar una pastilla, es un medio para curarme o si

    tomo demasiadas me puedo provocar el suicidio. Tomar la pastilla es el

    mismo acto en las dos, como medios para un fin bueno en el primer caso y

    malo en el segundo. La intencin por la que tom la pastilla califica a

    posteriori para un observador externo, sin embargo en la moral de la primera

    persona es un medio malo, tomar la pastilla en vista al suicidio.

    En el artculo 4 de la Summa Theologiae35, el doctor Anglico, se

    pregunta si la intencin del fin es el mismo acto que la volicin de los medios

    y responde que son distintos en su consideracin: la eleccin se dirige a los

    medios ordenados al fin; cuando se dirige al fin en cuanto asequible por

    ciertos medios es la intencin. Puedo tener intencin de suicidarme pero no

    elijo an los medios para lograr mi objetivo. Los medios se juzgan en vista al

    fin que les da su total especificacin. Tomar una sobre dosis slo por tomarla

    no tiene ningn sentido, sino en vista del suicidio. Rhonheimer nos seala

    algo importante para considerar el medio en relacin al fin, dice:

    Los medios, y as queremos emplear esta expresin, son accionesconcretas que se eligen y ejecutan para alcanzar un determinado fin. Unmedio, as pues, es como mnimo una accin intencional bsica, y no sonmedios los elementos nticos fsicos- de las acciones intencionales bsicas(movimientos corporales, herramientas, objetos materiales, sucesosfsicos).36

    35 Sic igitur inquantum motus voluntatis fertur in id quoe est ad finem, prout ordinaturin finem est electio. Motus autem voluntatis qui fertur in finem, secundum quodacquiritur per ea quae sunt ad finem, vocatur intentio. Cuius signum est quod intentiofinis esee potest, etiam nondum determinatis his quae sunt ad finem, quorum estelectio. S.Th., I-II q. 12, a. 4, ad 3.

    36 M. RHONHEIMER, La perspectiva de la moral, RIALP, Madrid, 2000, pg 109.

  • 27

    c) Circunstancias

    Al hablar de circunstancias, Santo Toms es muy claro sobre todo en

    el artculo 10 de la cuestin 18. La pregunta para nuestro estudio es si la

    circunstancia aade en el acto humano una especie de bondad o malicia:

    Circumstantia manens in ratione circumstantiae, cum habeat rationem accidentis,

    non dat speciem: sed inquamtum mutatur in principalem conditionem obiecti,

    secundum hoc dat speciem37.

    La razn establece relaciones espacio-temporales, como accidentes

    inherentes al acto, en cuanto proporcionan un matiz que aumenta o

    disminuye la responsabilidad moral. El ejemplo que pone el Doctor Anglico

    es el hurto en una Iglesia. La especie de robar algo, es privar a alguien de un

    bien debido, la circunstancia que rodea al robo agrava ms en sacrilegio

    cuando se realiza en una Iglesia. El conocimiento de la relacin en el que

    acta hace este gravamen inherente al acto mismo. Et per hunc modum,

    quandocumque aliqua circumstantia respicit vel pro vel contra, oportet quod

    circumstantia det speciem actui morali vel bono vel malo38.

    La circunstancia es lo que rodea al acto y siempre se debe tener en

    cuenta al juzgar una intencin en el obrar39. Dado que en un contexto de

    guerra, de hambre, de lmite para la persona siempre tienen un influjo en la

    bondad o maldad del acto. Ya que por medio est la pasin que puede cegar

    momentneamente a la razn. Por lo que siempre nos ayuda a distinguir

    casos particulares viendo el contexto en el que se acta.

    37 S.Th. I-II, q. 18, a. 10, ad 2.38 S.Th., I-II, q. 18, a. 10, co.39 Videtur quod circumstantia non possit constituere aliquam speciem boni vel mali

    actus. Species enim actus est ex obiecto. Sed circumstantiae differunt ab obiecto.S.Th I-II q. 18 a. 10, co.

  • 28

    Despus de haber visto en breve las partes que entran en juego al

    realizar un juicio moral, ahora pasamos a la parte que fundamenta la especie

    moral y de la que a mi parecer es la fuente principal del acto moral, esta es la

    intencin en su relacin al objeto del acto. Buscamos una comprensin mejor

    del acto en la primera persona y en su alcance especfico, de calificacin

    moral como bueno o malo. Romano Guardini seala en la intencin y la

    realizacin de ella mediante el acto el punto donde reside el juicio tico:

    El verdadero inicio de la realizacin tica se encuentra, de todos modos, enlo que llamamos intencin. Qu quiero significar cuando digo que, al hacertal o cual cosa, mi intencin fue sta o aquella? Quiero decir que lo que hepercibido por los sentidos me ha afectado, ha llegado hasta mis ser, de formaque ahora puedo asegurar no slo que yo reflexiono sobre ello, sino tambinque esta reflexin parte de m; que la orientacin, el resultado concreto de lareflexin se ha hecho realidad en m.El fenmeno va allende la mera actividad. Con l, desde la accin que semanifiesta al exterior, yo apelo a algo ms profundo que subyace en ella: laforma en que yo la he querido y pensado, no ya tericamente tan solo,sino de modo prctico, de suerte que el pensar y querer eran ya un hacer.Reside aqu el centro de la realizacin tica. Aqu est ltima y propiamenteel juicio tico. A l se remite el sujeto cuando tiene que responder de suaccin40.

    40 R. GUARDINI, Etica, BAC, Madrid, 1999, pg 233.

  • 29

    CAPTULO SEGUNDO: LA INTENCIN DELACTO

    En el anlisis de la intencin, nos basamos en el estudio tomasiano

    sobre la intentio y su relacin con la electio ya que ambas juegan un papel

    crucial en relacin al objeto del acto. La intencionalidad podemos decir que

    es la voluntad en su relacin al bien percibido como apetecible. Como su

    nombre dice es in-tendere, ir hacia algo. Tendencia de la voluntad hacia lo

    que percibimos con los sentidos y que la razn nos muestra como

    verdaderamente bueno para nosotros.41

    La intencin, es pues esa tendencia de la voluntad en su libre

    afirmacin y decisin hacia el fin propuesto por la razn. Por lo tanto la razn

    que ve la conveniencia de tal acto como un bien acta como causa formal

    mostrando la bondad y la voluntad, causa eficiente que tiende con un acto

    concreto a la realizacin del acto. El acto final exterior o interior, es el objeto

    de la intencin, comprendido como termino de la misma, ya que en su

    realizacin no se tiende a nada ms, como ya hemos visto antes al hablar de

    los medios: Intentio respicit finem secundum est terminus motus

    voluntatis42.

    Por lo tanto la ejecucin del acto exterior depende de su objeto en

    vista del cual es juzgado bueno o malo.

    41Intentio sicut ipso nomen sonat, significat "in aliquid tendere". In aliquid autemtendit et actio moventis, et motus mobilis. [...] Unde intentio primo et principaliterpertinet ad id quod movet ad finem [...] Voluntas autem movet omnes alias viresanimae ad finem, ut supra habitum est (q.9 a.1). Unde manifestum est quod intentioproprie est actus voluntatis. (S.Th. I-II q. 12 a. 1 co).

    42 S.Th., I-II, q.12, a. 2, co.

  • 30

    La bondad de un acto de eleccin y tambin de ejecucin voluntaria delacto exterior (el uso) depende de su objeto, que es el acto exterior; la bondadde este ltimo al contratio no depende, de nuevo, de un objeto propio sinode un "ordinatio et apprehensio rationis" en virtud del cual el acto exterior seconvierte propiamente en el obejto de un acto humano, un bien prctico,que especifica moralmente el acto de la voluntad, o sea su acto de eleccin, ycon ello el acto realizado en base a esta eleccin43.

    I. El objeto intencional

    Cuando algo es objeto quiere decir que est en dependencia o en la

    mira de un sujeto. Por ejemplo un pastel es objeto de gusto o de apetencia

    para nuestros sentidos. Al hablar de intencin estamos de alguna manera

    haciendo referencia al algo que est en "relacin cn". Esta relacin es de

    intencin, es decir de tendencia. Tendemos a lo que cae bajo nuestro

    conocimiento o razonamiento mediante los sentidos internos o externos.

    Decimos internos tambin, porque la persona al actuar libremente puede no

    exteriorizar ningn acto a la vista de terceras personas pero est pensando en

    matar a alguien o tiene malos deseos, por ejemplo. En estos casos es un acto

    interno de la imaginacin que tiende a esta realizacin al menos en la

    fantasa. El objeto se presenta y atrae nuestra atencin inmediata o posterior,

    de manera que mi voluntad ya entra en juego poniendo actos imperados

    para la realizacin.

    43La bont di un atto di scelta e anche dell'esecuzione volontaria dell'atto esteriore(l'uso) dipende del suo oggetto, che l'atto esteriore; la bont di quest'ultimo invece nondipende, di nuovo, da un suo oggetto proprio ma da un ordinatio et apprehensio rationisin virt della quale l'atto esteriore diventa propriamente l'oggetto di un atto umano, unbene pratico, che specifica moralmente l'atto della volont, cio il suo atto elettivo, e conci l'atto realizzato in base a questa scelta. M. RHONHEIMER, La prospettiva dellapersona agente e la natura della ragione pratica, en Camminare nella luce, a cura di L.MELINA??J. NORIEGA, Lateran University Press, Roma, 2004, pg. 177.

  • 31

    Pero qu es en s el objeto intencional y porqu su importancia?

    Principalmente porque es principio de accin, de ah nace el obrar siendo

    cierto acto objeto de mi eleccin. Tambin como ya vimos por la relacin al

    bien visto como fin a realizar, de esta manera mi tendencia a este bien da

    forma de bondad al acto llenndolo de una carga intencional buena o mala si

    mi acto va en contra del bien objetivo. Por lo que no se puede ver, insistimos,

    en un acto un simple suceso sino como objeto de un acto de voluntad guiada

    por la razn y con un sentido moral.

    1. Comprensin del objeto del acto.

    Para comprender mejor el objeto del acto intencional, hagamos

    algunas precisiones entre res volita, volitum y obiectum. El objeto en su razn

    de forma es lo que especifica esencialmente, analgicamente con la materia y

    forma aplicadas al actuar moral, que son los principios del movimiento. Toda

    facultad tiene un objeto propio, el objeto de la razn es la verdad, el de la

    voluntad es el bien. El bien tiene en s la ratio finis44 que es a la que se dirige

    una persona al actuar en vista de algo til, delectable y honesto, que son fines

    de su acto.

    a) Terminologa

    En Santo Toms encontramos diversos modos de referirse a la

    perspectiva de la accin hacia un fin. Veamos rpidamente algunos de ellos:

    44 ARISTTELES, Etica Nicomquea, I, 1094, 3.

  • 32

    1) Obiectum (objeto intencional)/ intentio, finis (intencin ulterior)

    Finis autmen proprie est obiectum interioris actus voluntarii[...] ita actus

    interior voluntatis accipit speciem a fine, sicut a proprio obiecto45.

    [...] finis est obiectum voluntatis, non autem aliarum virium. Unde quantum

    ad actum voluntatis, non differt bonitas quae est ex obiecto a bonitate quae

    est ex fine46.

    2) Actus exterior=obiectum

    [...] sed actus exterior est obiectum interioris actus voluntatis [...]47.

    [...]actus exterior est obiectum voluntatis, inquantum proponitu voluntati a

    ratioe ut quoddam bonum apprhensum et ornidatum per rationem, et sic est

    prius quam bonum actus voluntatis48.

    3) Materia circa quam

    Obiectum non est materia ex qua, sed materia circa quam, et habet

    quodammodo rationem formae inquantum dat speciem49.

    4) Finis operis/finis operantis

    Finis operis est hoc ad quod opus ordinatum est ab agente, et hoc dicitur

    ratio operis; finis autem operantis est quem principaliter operans intendit:

    unde finis operis potest esse in alio; sed finis operantis semper est in ipso;

    45 Cf. I-II, q.18 a. 646 Cf. S. Th. I-II, q. 19, a. 2.47 Cf. S. Th., I-II, q. 2, ad 1.48 Cf. S. Th., I-II, q.20, ad. 1.49 Cf. S. Th., I-II, q. 18, a. 2, ad 2.

  • 33

    sicut patet in aedificatore, qui lapides congregat ad componendum eos, quod

    ista compositio, in qua consistit forma domus, est finis operis; sed utilitas quae

    provenit ex hoc operanti, est finis ex parte agentis50.

    5) Obiectum exterior actus

    Id autem circa quod est actio exterior, est obiectum eius. Sicut ititur actus

    exterior accipit speciem ab obiecto circa quod est [...]. Et ideo actus humani

    species formaliter consideratur secundum finem materialiter autem secundum

    obiectum exterioris actus51.

    Estas referencias al pensamiento de Santo Toms son unas muestras

    de la variedad de trminos para identificar el objeto del acto, que es la

    intencin del fin la cual especifica al acto.

    El acto exterior es el objeto material en cuanto su realizacin, la

    intencin del acto, como consecucin del fin propuesto es el objeto formal.

    La materia recibe su especificacin de la forma, en este caso el fin querido y

    ejecutado por el agente. Por lo que el objeto del acto es la realizacin misma

    sea formal que materialmente. El agente que la realiza es causa formal y

    material, si en ellos ha puesto su intencin final y la realizacin.

    El ejemplo que usa Santo Toms para clarificar ms es el del

    constructor que tiene en mente el edificio que quiere construir (forma) y lo

    plasma en la realidad (materia). La materia recibi su forma del querer y la

    intencin que tena el constructor al edificar.

    50 Cf. In II, Sent. D. 1, q. 2, a.1.51 Cf. S. Th.,I-II q. 18, a. 6.

  • 34

    Para comprender mejor el objeto del acto en cuanto especifica la

    accin el Papa Juan Pablo II en la encclica Veritatis Splendor nmero 78

    dice lo siguiente:

    En efecto, el objeto del acto del querer es un comportamiento elegidolibremente. Y en cuanto es conforme con el orden de la razn, es causa de labondad de la voluntad, nos perfecciona moralmente y nos dispone areconocer nuestro fin ltimo en el bien perfecto, el amor originario. As pues,no se puede tomar como objeto de un determinado acto moral, un proceso oun evento de orden fsico solamente, que se valora en cuanto origina undeterminado estado de cosas en el mundo externo. El objeto es el finprximo de una eleccin deliberada que determina el acto del querer de lapersona que acta. En este sentido, como ensea el Catecismo de la IglesiaCatlica, hay comportamientos concretos cuya eleccin es siempre erradaporque sta comporta un desorden de la voluntad, es decir, un mal moral.Sucede frecuentemente -afirma el Aquinate- que el hombre acte con buenaintencin, pero sin provecho espiritual porque le falta la buena voluntad. Porejemplo, uno roba para ayudar a los pobres: en este caso, si bien la intencines buena, falta la rectitud de la voluntad porque las obras son malas. Enconclusin, la buena intencin no autoriza a hacer ninguna obra mala."Algunos dicen: hagamos el mal para que venga el bien. Estos bien merecenla propia condena" (Rom 3, 8)52.

    La accin comporta esta intencionalidad en dos vertientes segn la

    razn. La intencin prxima y la intencin ulterior. Ambas con razn de fin y

    especificacin del acto que se realiza libremente. El ejemplo que cita la

    encclica en el esclarecedor nmero 78 es el de robar con la intencin de

    ayudar a los necesitados. Viendo el conjunto de esta accin definimos los

    confines: la intencin es buena y es objeto final, el dar limosna a los pobres,

    (aunque esta limosna puede a su ves ser final y especificar el acto si se busca

    la vanagloria); el robar es un acto de injusticia en s malo y por lo tanto

    especifica el medio, la intencin prxima. El medio responde a lo que hago y

    el fin ulterior o ltimo al por qu lo hago? Robo porque quiero ayudar a los

    pobres. El fin es bueno pero no justifica el medio malo. Son dos actos en

    vista de una intencin ulterior: ayudar a los pobres.

    52 JUAN PABLO II, Veritatis Splendor, 78, Editrice Vaticana, Vaticano, 1993. (elsubrayado es mo)

  • 35

    Otro ejemplo es: si analizamos el hecho del asesinato. Un suceso es

    que X dispar a N. Despus de dos horas N muri desangrado. Desde dos

    perspectivas distintas no se llega a la misma conclusin, ya que los que vimos

    el asesinato no sabemos el por qu sino slo el qu, es decir el suceso. Pero

    qu movi a X a disparar a N? Esto es la parte en que entra en juego la

    intencin, cul era el propsito de X al jalar el gatillo de la pistola? -X quera

    vengarse; quera disparar a Y que se encontraba atrs y le dio por accidente

    a N; se le dispar el arma sin querer e hiri a N; X que es un franco tirador

    apunt a N y quera matarle porque recibira un pago; X estaba borracho y

    no reconoci a N; N atac a X y este defendindose le hiri, ocasionndole

    una hemorragia que le produjo la muerte...

    El caso es que N muri y X est en la carcel. Pero conocemos la

    verdadera intencin de X? Slo mediante un anlisis en primera persona y

    tomando en cuenta las circunstancias y sobre todo y ante todo el motivo, la

    intencin, lo que X se propuso y que da forma al acto moral calificndole de

    bueno o malo.

    Una cosa sabemos ciertamente, es que matar siempre es malo y el acto

    exterior tiene todas las caractersticas de ser un asesinato. Por lo que X tiene

    que demostrar que no era su intencin matar. Por lo dicho vemos que la

    carga formal vara en consecuencia de la intencin del agente que le da una

    especie especficamente moral. No es lo mismo matar a alguien con el

    propsito de venganza que por accidente sin buscarlo sino defendindose. El

    mero hecho analizado puede ser sin embargo no un fin sino un medio para

    lograr algo. Cul ha sido el objeto de la voluntad de X al obrar como ha

    obrado? El objeto de la voluntad es defenderse, verse librado de su agresor;

    por el contrario est el verse satisfecho al realizar una vengaza, ese verse

    satisfecho es el objeto de la voluntad como un bien, sin embargo en este

    ltimo caso la voluntad hierra al obrar conforme a la pasin y no a la razn

  • 36

    que nos dice que matar es siempre malo: bonum est faciendum malun

    vitandum. El matar a alguien para vengarse es juzgado como malo por la

    objetividad de la ley moral y de la razn: el matar para defenderse es

    exteriormente malo pero con un atenuante en la forma porque la voluntad no

    quera ese resultado como objeto de su tendencia, sino el verse librado de su

    agresor.

    En la terminologa del Doctor Anglico distingamos ahora qu es en s

    el finis operis y el finis operantis53, para segmentar el acto y fijarnos ms en la

    intencin y en la perfectibilidad del acto como tal.

    Ya hemos visto ms arriba cmo Santo Toms entiende estas

    distinciones. Por su parte Joan Costa seala que muchos comentadores se

    centraban en esta distincin para un esquema de las fuentes de la moralidad,

    cosa que Santo Toms usa en pocas ocasiones54.

    b) Finis operis

    Se puede identificar con el hecho en s. Es decir la obra material. Pero

    an esta est cargada de intencionalidad porque se quiere realizar est obra y

    no otra. Por ejemplo yo quiero construir una casa y la construyo segn un

    modelo que yo me he planeado. El fin de la obra que persigo es construir la

    casa materialmente. Es la dimensin fsica, mediante la cual obtengo el fin

    propuesto. Podramos decir que este actuar directamente observable para

    una tercera persona no tiene ningn sentido intencional si no se conoce el

    porqu de este acto.

    53 In II Sent. d.1 q.2 a.154 Cf. J. COSTA, El discernimiento del Actuar Humano, EUNSA, Pamplona, 2003.

  • 37

    c) Finis operantis

    Es propiamente el fin que se propone el agente al construir la casa:

    benderla, habitar en ella, regalarla, ganar dinero, rifarla Hay una gran

    cantidad de fines que se podra poner el agente. Es la intencin por la que

    acta, por la que realiza tal o cual acto. Hacer la casa slo por hacerla ya es

    en s intencionalmente un simple hacer que coincide con el fin del agente:

    finis operis y finis operantis se identificaran en ese caso. Este fin del agente es

    el que formalmente califica la accin por su adhesin al bien o al mal. Entra

    dentro de la dimensin moral y da sentido al finis operis. Rhonheimer, nos da

    una puntualizacin al hablar de accin intencional bsica, como cargada

    de sentido y que es objeto o contenido de actos de eleccin:

    [] en tanto desconozcamos la respuesta a la pregunta para qu? nopodremos entender esa accin como un accin humana, dotada de sentido yelegible. Estar en la cama no es todava una accin intencional bsica,dado que la indicacin de ese estado todava no nos permite saber qu es loque en realidad hace la persona en cuestin (pero no porque ese estadotenga que formar parte necesariamente de un contexto de accin msamplio, si bien aqu suponemos que es eso lo que sucede). Pero estar en lacama para descansar, descansar, hacer un ejercicio de yoga oharaganear, s que son acciones intencionales bsicas. descansar parapoder terminar un trabajo es ya ms que una accin intencional bsica, puescuando sabemos que alguien descansa metindose en la cama ya sabemosqu hace. Sin embargo, tambin en ese caso podemos seguir preguntandopara qu hace eso que hace.55

    Rhonheimer aclara que los actos suelen estar en funcin de un motivo, fin,

    intencin, propsito puesto por el agente para obrar de esa manera. Son un medio

    para realizar la intencin que es lo que realmente quiere la persona que acta. Santo

    Toms nos habla en la Summa Theologiae del paso de A a C a travs de B. B es un

    acto intencional para alcanzar el fin ulterior que se propuso A. Ahora veamos estos

    55 M. RHONHEIMER, La perspectiva de la moral, RIALP, Madrid, 2000. pg 151.

  • 38

    dos fines en particular para ver su trascendencia y la forma en que toman un

    preponderancia en la accin humana. Ya que captando la objetividad de estas

    acciones llegamos a comprender la realidad del acto y su objetividad moral.

    2. Los medios, intencin prxima.

    En el actuar cotidiano, siempre estamos poniendo medios para

    alcanzar nuestro fin. Continuamente elegimos hacer algo en vista de lograr

    algo concreto inmediato o en un futuro. Por ejemplo: depositar dinero en el

    banco (ahorrar) para comprar una casa o un coche; comprar un coche para ir

    al trabajo. Muchas veces son actos tan ordinarios que no reflexionamos sobre

    nosotros mismos, pero que sin embargo estn cargados de racionalidad y nos

    van haciendo un prototipo de persona segn los actos que decidimos realizar.

    Una persona ahorradora, que aprovecha el tiempo, que cuida el coche, etc.

    Nos identificamos con aquello que hacemos.

    Ahora los medios para realizar lo que queremos no son indiferentes ni

    vacos de contenido moral. Estas elecciones nos llevan al fin. La eleccin del

    medio se denomina tambin fin prximo, es una accin intencional que

    depende del fin ulterior, aquello por lo que obro. Rhonheimer lo define de la

    siguiente manera:

    El acto de la voluntad dirigido a la ejecucin de una accin concreta(medio) le denominamos eleccin de la accin, o sencillamente "eleccin"(Aristteles: prohairesis; santo Toms: electio), o tambin "acto de eleccinde la voluntad" o "voluntad electiva" (voluntas eligens).56

    Esta accin es tambin objeto de la voluntad, es la voluntad que elige y

    que se adhiere al acto como algo conveniente. La razn ha emitido un juicio

    56 M. RHONHEIMER, La perspectiva de la moral, RIALP, Madrid, 2000. pg 112.

  • 39

    categrico donde dice: conviene hacer X para lograr Y o tambin es prudente

    hacer X en vista de Y. este acto no es aislado y un mero evento fsico sino

    que viene juzgado por la razn como bueno o malo segn el primer principio

    prctico: bonum faciendum malum vero vitandum.57 Santo Toms aade que

    esta ley natural que todo hombre tiende a buscar el bien propio, tiene razn

    de fin, es decir de objeto y por lo tanto, como hemos visto este objeto

    intencional da la especie al obrar.

    La razn ha guiado y elegido este obrar, la voluntad lo ha ejecutado.

    La voluntad elige y nuestros actos no son indiferentes ni para nosotros mismo

    ni para los dems. Nuestros actos racionales nos definen como personas. En

    todos los medios que ponemos y que actuamos an indirectamente siempre

    est de manifiesto la racionalidad y capacidad del hombre a hacer el bien o el

    mal.

    Muchas veces el mal objetivo es para el sujeto que acta un bien.

    Caemos en el relativismo moral? De ninguna manera porque el mal elegido

    en razn de bien va contrario a la ley objetiva y natural que est en la razn

    de todo ser humano. Por lo que podemos decir que si una razn obscurecida

    por la pasin, la ignorancia o alguna enfermedad mental, no tiene los medios

    de la voluntad, de los sentidos para actuar, puede errar. Pero continuamente

    la razn se enjuicia a s misma, de ah el remordimiento.

    57Hoc est ergo primum praeceptum legis, quod bonum est faciendum et prosequendum,et malum vitandum. Et super hoc fundantur omnia alia praecepta legis naturae, utscilicet omnia illa facienda vel vitanda pertineant ad praecepta legis naturae, quae ratiopractica naturaliter apprehendit esse bona humana. Quia vero bonum habet rationemfinis, malum autem rationem contrarii, inde est quod omnia illa ad quae homo habetnaturalem inclinationem, ratio naturaliter apprehendit ut bona, et per consequens utopere prosequenda, et contraria eorum ut mala et vitanda. S.Th. I-II q. 94 a. 2 co.(la letra negrilla es ma)

  • 40

    Qu nos ha movido a actuar, a poner este medio? El fin, no obramos

    si no tenemos una finalidad predefinida. La finalidad es el principio de la

    accin.58

    Llegamos a un punto donde hay que preguntarnos sobre el acto y la

    buena intencin. Un acto malo en vista de una intencin buena hace al acto

    bueno, le da una forma de bondad? Por ejemplo robar a una persona muy

    rica para dar de comer a los pobres.

    La intencin bsica que es la forma del acto exterior elegido es en cada

    acto sea prximo o ulterior la especie de su moralidad. Rhonheimer la llama

    accin bsica intencional, como vimos ms arriba.

    a) La buena intencin y la buena voluntad

    No basta una buena intencin para que la realizacin del acto sea

    calificado en su totalidad como bueno. Ya hemos vista anteriormente que el

    campo de la moralidad no se reduce solo a la intencin sino que abarca los

    medios y las circunstancias. Son las llamadas fuentes de la moralidad.

    Cuando se habla de la intencin se puede entender en dos sentidos: 1)

    como objeto (contenido) de un acto de la voluntad (el fin al que tiendo); 2)

    como acto mismo de la voluntad que se dirige al objeto en cuestin (el acto

    de tender hacia un fin). Sin embargo no podemos separar estas dos

    intenciones ya que van dirigidas a un mismo fin y el acto voluntario

    constituye una nica accin intencional.

    58 Cf. ARISTTELES, EN, III, 1112b 32-33. acerca de la eleccin ver: S. TOMAS DEAQUINO, S.Th. I-II q. 13 y De Veritate q. 22, a. 15. Sobre la intencin ver S.Th I-II q.12.

  • 41

    No basta querer el bien sino hay que hacerlo y que est en

    concordancia con los medios elegidos para que el acto sea considerado como

    bueno.

    Un ejemplo clarificador que pone Rhonheimer es el del robo de un

    banco con el fin de ayudar a los pobres. Seala que an logrando el fin de

    ayudar, no por eso podemos calificar de bueno el acto de robar que es un

    acto de injusticia. Por otra parte nos recuerda que el acto moral es ms que

    un acto fsico sino que viene captado en su dimensin inmanente cuyas

    repercusiones infieren en la persona que acta calificndola. El hombre es lo

    que quiere y del querer forma parte no solo el intender, sino tambin el

    elegir59.

    Al observar el robo de un banco no juzgamos la intencin

    inmediatamente quoad nos sino que vemos en s objetivamente el acto de

    injusticia, por lo que es difcil en s conocer la verdadera intencin del que

    acta. Tendramos que ver la realizacin final para captar la proporcin del

    medio y del fin obtenido. El robar es un medio para obtener el fin de ayudar.

    Separando estas dos intenciones y juzgando la cantidad entre bien y mal

    realizado caeramos en el proporcionalismo que juzga segn el bien

    intencional realizado en un acto. Pero como dijimos no basta la intencin y

    as lo seala en su estudio el doctor anglico:

    Respondeo dicendum quod illud quod est secundum se malum exgenere, nullo modo potest esse bonum et licitum, quia ad hoc quodaliquid sit bonum, requiritur quod omnia recte concurrant; bonum enimest ex integra causa, malum autem est ex singularibus defectibus.60

    El robar un banco es un acto de injusticia y por lo tanto debe ser

    juzgado en su intencin misma de robo, visto objetivamente en la

    materialidad del acto. Ya que an siendo medio no es un acto bueno ex

    59 M. RHONHEIMER, La perspectiva de la moral, RIALP, Madrid, 2000, pg. 11760 S.Th. II-II, q. 110, a. 3, co.

  • 42

    genere. Esto hace referencia a los absolutos morales que no estn bajo

    nuestro estudio en este tratado.61

    Quien quiere el fin quiere los medios, por lo que los medios no son

    independientes al fin. Con la deliberacin descendemos al nivel de la praxis

    un querer que originalmente tenda al fin, de manera que pasamos a elegir

    una accin concreta como "medios para el fin" (ea quae sunt ad finem) pero

    en cierto modo lo que estamos queriendo en ese medio es el fin, nuestro

    querer el fin pasa por el querer los medios. Queriendo el fin quiero los

    medios.

    Resumiendo lo hasta ahora dicho en palabras de Rhonheimer:

    La bont di un atto di scelta, e anche dell'esecuzione volontaria dell'attoesteriore (l'uso) dipende del suo oggetto, che l'atto esteriore; la bont diquest'ultimo invece non dipende, di nuovo, da un suo oggetto propio, ma dauna "ordination et apprehension rationis" in virt della quale l'atto esteriorediventa propriamente l'oggetto di un atto umano, un bene pratico, chespecifica moralmente l'atto della volont, cio il suo atto elettivo, e con cil'atto realizzato in base a questa scelta.62

    En palabras de santo Toms se dice que la bondad o malicia del acto

    exterior, no deriva de la voluntad en la debida materia y circunstancia sino de

    la razn63. Es decir que la razn est sobre la voluntad en cuanto que impera

    y la gua. La razn tiene un papel constitutivo en la formacin del objeto.

    Todo acto humano elegido libremente tiene necesariamente un objeto a nivel

    moral, dado que su objeto es el acto exterior en cuanto bien captado y

    ordenado por la razn. El acto en su materialidad recibe la forma de la razn.

    61 Para un estudio ms amplio de los absolutos morales ver J. FINNIS, Gli assoluti orali,Edizioni Ares, Milan, 1993.

    62 RHONHEIMER M., La prospettiva della persona agente e la natura della ragionepratica, en Camminare nella luce, a cura di L. MELINA e J. NORIEGA, LateranUniversity Press, Roma, 2004.pg 177.

    63 Cf. S.Th., I-II, q. 20, a. 1.

  • 43

    Para matizar un poco ms el estudio de los medios como actos

    intencionales y ellos mismos objetos intencionales prximos hay que poner

    de relieve que el finis operis se puede ver separado de la persona que acta.

    Sin embargo este objeto no tiene carcter moral sino se le ve a travs de la

    intencin, por lo que se quiere conseguir, por el fin que lleva inscrito al ser

    puesto en acto por el agente. Esta intencin consiste en la conformidad

    formal con la razn.

    b) La nocin expandida del objeto

    Entra en juego una nocin caracterstica de autores contemporneos

    como Martin Rhonheimer en su visin del acto humano. Es la nocin

    expandida del objeto. Formulada sencillamente podemos decir que es la

    intencin que va ms all del mero acto fsico observado por una tercera

    persona. Es el paso del finis operis al finis operantis cargado cada uno de un

    intencionalidad propia.

    La razn de objeto se le da a ambos por caer dentro de la finalidad de

    la razn, un acto intencional bsico conlleva un fin ulterior que le da una

    forma moral dependiente de esta. El robo, siguiendo con el ejemplo anterior,

    se convierte en un robo por una razn. Tiene una finalidad propia el robar

    quitarle a alguien alguna pertenencia por la fuerza. Y tiene otra

    intencionalidad ulterior que es la de ayudar a los pobres.

  • 44

    La nocin de objeto expandido de los proporcionalistas difiere por tres

    razones64:

    1.- No tener un concepto adecuado de la intencionalidad. Reducen la

    intencin en tener razones apropiadas.

    2.- No conciben la accin intencional bsica como un acto concreto

    inmediatamente elegido y referido a cualquier fin. No distinguen entre objeto

    e intenciones ulteriores.

    3.- Su nocin expandida de objeto. Lo entienden como resultado del

    proceso de contrapesar, conmensurar todas las consecuencias previsibles.

    De esta manera para los proporcionalistas todo comportamiento se

    vuelve posible si se halla provisto de una razn apropiada. La moral con los

    proporcionalistas y consecuencialistas queda reducida al subjetivismo, ya que

    ellos, segn sus intenciones y punto de visa, especifican su propio acto segn

    el balance mayor o menor de bondad obtenido.

    3. El fin, intencin ulterior

    Al acto de la voluntad que en la eleccin y en el actuar tienden a un

    fin ulterior se le denomina intencin del fin o sencillamente "intencin" (santo

    Toms: intentio) o tambin "acto intencional de la voluntad" o "voluntad

    intencional" (voluntas intendens). La intencin ulterior responde propiamente

    a la pregunta del por qu es decir a la razn ltima del acto. Es razn de fin

    en cuanto que en el descansa la voluntad que es apetito de la razn. Es una

    64 Cf. JOAN COSTA, El discernimiento del actuar humano, EUNSA, Navarra, 2003,pg.210.

  • 45

    intencionalidad externa al objeto del acto: descansar para realizar un trabajo.

    Por ejemplo si vemos a alguien en una cama ya tenemos una respuesta el

    estar acostado- pero no colma nuestra pregunta porque eso es patente a

    nuestros ojos. Si le preguntamos por qu ests acostado? nos debera

    responder con la finalidad que busca en ese acto (el fin ulterior), la razn por

    la que hace lo que hace estoy acostado para descansar y estudiar mejor. El

    descansar como ya vimos es en s una accin intencional bsica, responde a

    la pregunta del por qu est acostado. Pero este acto de descansar est en

    funcin de una intencin ulterior que le da la razn de finalidad y es a la que

    se tiende al estar acostado: estudiar mejor. Mi intencin al estar acostado es

    para estudiar mejor. El estudio es bueno por lo que no me pueden considerar

    como un haragn por el hecho de estar acostado. O tal vez la persona que

    est descansando a mi lado no tenga la intencin de estudiar y est acostado

    por flojera, l si ser un haragn. Son dos actos intencionales bsicos

    especificados por una intencin ulterior que acta como forma, dndoles una

    especie de bondad o maldad.

    Esta intencin ulterior se relaciona como forma respecto al objeto

    (acto exterior/finis operis) considerado el acto exterior como materia (materia

    circa quam) dndole una especificacin moral. En este sentido querer el fin

    por s mismo es adherir la voluntad a la bondad percibida por la razn.

    Santo Toms nos clarifica estos dos objetos de la voluntad, uno

    prximo y otro ulterior, identificando la voluntad de eleccin con el medio

    que se pone para conseguir el fin y la voluntad tendencial como el querer el

    fin.

    Finis et id quod est ad finem, inquantum hujusmodi consideratum,non sunt diversa objecta, sed unum objectum in quo finis sicut formale

  • 46

    est, quasi ratio quaedam volendi; sed id quod est ad finem, est sicutmateriale, sicut etiam lumen et color sunt unum objectum.65

    Los actos humanos implican razn prctica, la intencionalidad

    caracteriza estos actos por su racionalidad. El hombre que acta conoce la

    relacin entre lo que hace y el sentido intencional con el que lo realiza. Para

    realizar un acto humano es imprescindible la finalidad. El ejemplo que pone

    Rhonheimer es ilustrativo al respecto.66 Un pjaro no sabe lo que hace al

    reunir ramas o una araa al tejer una red. El hombre conoce la relacin entre

    lo que hace y el para qu lo hace. Romper una cerradura de una puerta para

    robar una casa, el acto trasciende el mero hecho fsico, el pjaro no tiene la

    intencin de construir un nido y por eso rene ramas, el hombre como

    espritu trasciende la materialidad de los acontecimientos y se relaciona con

    los valores.

    En el acto tambin puede haber mltiples finalidades, mltiples

    medios. Todo lo que est en medio del primer agente y el ltimo fin. Puede

    haber una concatenacin de fines, sin embargo la objetividad queda

    formalizada, especificada y valorizada por el fin ltimo, la intencin ulterior

    por las que todas las precedentes tienen su razn. Por ejemplo ahorrar para

    comprar un coche y regalar este coche a un amigo. El ejemplo clsico

    tomasiano es el de robar para cometer adulterio. En este sentido dice el

    doctor anglico que es ms adultero que ladrn, pues en s su intencin

    ulterior es cometer adulterio por lo que pone como medio el robar. El robo

    tiene un fin en s pero es un medio, porque es a travs del robo con el que

    llega a la realizacin de su deseo. Este deseo fue el motor que le impuls a

    robar y cometer adulterio, el bien para l el valor captado por su razn fue el

    bonum delectabile. (Las pasiones entraran en juego pero no es el campo de

    nuestro estudio por ahora). Santo Toms lo define finalmente como

    materialmente ladrn pero formalmente lujurioso. El robo es el acto exterior

    65 In II Sent., d. 38, q. 1, a. 4, ad. 1.66 Cf. RHONHEIMER M., La perspectiva de la moral, RIALP, Madrid, 2000. pg. 51.

  • 47

    en vista de un fin ulterior. Repito que ambos son objeto de nuestro acto el

    primero como intencin prxima y el segundo como intencin ulterior. El

    robo es especificado por su propia finalidad, pero forma parte de este mismo

    acto del agente.

    In actu autem voluntario invenitur duplex actus, scilicet actus interiorvoluntatis, et actus exterior, et uterque horum actuum habet suum obiectum.Finis autem proprie est obiectum interioris actus voluntarii, id autem circaquod est actio exterior, est obiectum eius. Sicut igitur actus exterior accipitspeciem ab obiecto circa quod est; ita actus interior voluntatis accipit speciema fine, sicut a proprio obiecto. Ita autem quod est ex parte voluntatis, se habetut formale ad id quod est ex parte exterioris actus, quia voluntas utiturmembris ad agendum, sicut instrumentis; neque actus exteriores habentrationem moralitatis, nisi inquantum sunt voluntarii. Et ideo actus humanispecies formaliter consideratur secundum finem, materialiter autemsecundum obiectum exterioris actus. Unde philosophus dicit, in V ethic., quodille qui furatur ut committat adulterium, est, per se loquendo, magis adulterquam fur. 67

    El bien que buscamos y por el que obramos es y ser el punto de

    partida, as lo entendi Aristteles y Santo Toms al distinguir en el obrar

    humano este obrar de la voluntad conforme a la razn. No hubisemos

    obrado sin antes haberlo representado en la razn y tener la tendencia o el

    querer hacerlo. Esta tendencia es la intencin que viene realizada, puesta en

    acto por la voluntad.

    a) Distincin entre correcto/incorrecto y bueno/malo

    67 S.Th I-II ,q. 18, a. 6. (Cf. De Virtutibus, q. 2, a. 3).

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    La intencin ulterior no puede cambiar lo que se hace, el tipo de

    accin. Al juzgar una accin como correcta o incorrecta estamos reduciendo

    el campo de la moralidad al mero suceso, cayendo en el escollo del

    proporcionalismo.

    El proporcionalismo y consecuencialismo nos llevan a separar el acto

    de la intencin de la persona. Anulan la intencin prxima que es la

    tendencia de la inteligencia y voluntad de la persona a la accin realizada. En

    esto llegan a juzgar como buena o mala a una persona slo por la intencin

    ulterior. Esto nos puede llevar a recordar el problema de Hiroshima, cuando

    fue lanzada la bomba atmica. Se hizo un clculo de muertes si se continuaba

    con la guerra y la balanza pes en contra de los habitantes de Hiroshima y

    Nagasaki. Se salvaron ms vidas lanzando las bombas como medio

    intimidatorio a Japn. Los proporcionalistas y consecuencialistas podrn

    juzgar de buena la accin ya que iba dirigido a un bien mayor, el de salvar

    ms vidas. La accin usada es incorrecta porque han destrozado muchas

    vidas y familias, aunque se haya logrado evitar la muerte de ms personas.

    Fijndonos en el bien y lo correcto se separa la unidad de accin de la

    persona. La experiencia moral nos dice que el hombre que acta adhiere su

    voluntad a dos intenciones: intencin prxima (medio) e intencin ulterior

    (fin). Las dos estn unidad en la voluntad del hombre que acta.

    El hablar de acciones correctas slo se remite a la poiesis, a la

    realizacin material. No califica formalmente a la persona que acta: como el

    hacer una operacin para realizar un aborto. La operacin ha salido

    correctamente pero no se le puede calificar de buena porque ha acabado

    con la vida de una persona.

    No podemos separar nuestros actos de nosotros mismos, son como

    una extensin de nuestro ser persona. Al actuar inmanentemente nos

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    trasformamos en personas buenas o malas segn el objeto elegido. As lo

    seala el doctor anglico cuando dice que la accin moral