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La jornada laboral: determinación de su forma
La extensión total de la jornada laboral no es una magnitud constante: es «determinable, pero en sí y para sí indeterminada» (Tomo I, Vol. 1: 278) ¿Por qué?
Límite mínimo de la jornada laboral = tiempo de trabajo necesario
El límite máximo de la jornada laboral puede variar dentro de ciertos márgenes:
La «necesidad ilimitada de plustrabajo» (Tomo I, Vol. 1: 282 s.) no nace de la codicia individual del capitalista: sigue la lógica del modo de producción capitalista que se impone mediante la presión ejercida por la competencia.
★ las barreras físicas de lo que pueden soportar los obreros
★ las barreras morales para satisfacer sus necesidades espirituales y sociales
Tiempo de trabajo necesario:valor de la fuerza de trabajo
Tiempo de plustrabajo: plusvalor
Extensión total de la jornada laboral
Cuando el tiempo de plustrabajo = 0 no es capitalismo, dado que no hay explotación
La jornada laboral: las actuaciones
El capitalista invoca la ley del intercambio de mercancías; es decir, su derecho garantizado de utilizar durante el tiempo que le plazca el valor de uso de la mercancía fuerza de trabajo que compró.
El obrero también invoca la ley del intercambio de mercancías y, con ello, el trato cuidadoso de lo único que posee: su fuerza de trabajo, la que tiene que seguir vendiendo como mercancía en el futuro.
[…] de la naturaleza del intercambio mercantil
no se desprende límite alguno de la jornada laboral […]. Entre derechos iguales
decide la fuerza.(Tomo 1, Vol. 1: 281 s.)
La jornada laboral: su historia
El modo de producción materialtransmutado y las relaciones sociales de los
productores, modificados correlativamente, generan primero las extralimitaciones más desmesuradas y provocan
luego, como antítesis, el control social […]. Para «protegerse» contra la serpiente de sus tormentos, los obreros tienen que
confederar sus cabezas e imponer como clase una ley estatal, […] que les impida a ellos mismos venderse junto a su descendencia, por medio de un contrato libre con el
capital, para la muerte y la esclavitud. (Tomo I, Vol. 1: 360, 364)
Antes de que el capital fuera sujetado «a la cadena de la reglamentación legal» (Tomo I, Vol. 1: 292), la sobreexplotación desmesurada y la continua prolongación de la jornada laboral no fueron ninguna excepción: «El capital celebraba sus orgías.» (Tomo I, Vol. 1: 336)