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Semanario Nacional Viernes 7 al jueves 13 de octubre de 2011 Santa Cruz de la Sierra, Bolivia Año 9 Número 430 Bs 5 La Justicia va a las urnas... ¿fúnebres? Un proceso plagado de irregularidades marca las primeras elecciones judiciales en Bolivia. Más de 5,2 millones de ciudadanos deben elegir a 56 magistrados seleccionados en la Asamblea. El remedio ¿será peor que la enfermedad? Pags. 3-5 Steve Jobs, el fundador de Appel e inventor del iPhone y el iPad murió haciendo lo que amaba: creando ʻ aparaticos inalámbricos ʼ que revo- lucionaron el mundo. Págs. 20-21 Jobs: crear hasta morir Abraham Ender indentifica a los cocaleros como los ʻ nuevos terratenientes ʼ de Bolivia. Deta- lles en su reportaje ʻ La guerra de la Biodiversidad ʼ . Págs. 11-14 Ecocidio cocalero Evo Morales peló capucha, obligado por los indígenas que defienden el Tipnis, dice Wins- ton Estremadoiro. Un problema que trasciende fronteras. Pág. 7 El remezón del ʻ Tipnisazo ʼ

La justicia va a las urnas...¿fúnebres?

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Un proceso plagado de irregularidades marca las primeras elecciones judiciales en Bolivia, mas de 5,2 millones de ciudadanos deben elegir a 56 magistrados seleccionados en la asamblea. ¿El remedio será peor que la enfermedad?

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Semanario Nacional • Viernes 7 al jueves 13 de octubre de 2011 • Santa Cruz de la Sierra, Bolivia • Año 9 • Número 430 • Bs 5

La Justicia va a las urnas... ¿fúnebres?

Un proceso plagado de irregularidades marca las primeras elecciones judiciales en Bolivia.

Más de 5,2 millones de ciudadanos deben elegir a 56 magistrados seleccionados en la Asamblea.

El remedio ¿será peor que la enfermedad? Pags. 3-5

Steve Jobs, el fundador de Appel e inventor del iPhone y el iPad murió haciendo lo que amaba: creando ʻaparaticos inalámbricos ̓que revo-lucionaron el mundo. Págs. 20-21

Jobs: crear hasta morir

Abraham Ender indentifica a los cocaleros como los ̒ nuevos terratenientes ̓de Bolivia. Deta-lles en su reportaje ̒ La guerra de la Biodiversidad .̓ Págs. 11-14

Ecocidio cocalero

Evo Morales peló capucha, obligado por los indígenas que defienden el Tipnis, dice Wins-ton Estremadoiro. Un problema que trasciende fronteras. Pág. 7

El remezón del ̒ Tipnisazoʼ

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

EDITORIAL

Voz compartida

Sin vueltas

La justicia, al paredónGracias, Vicepresidente, por ayudar a aclarar dudas –si acaso alguien

todavía las tiene- sobre el proceso electoral convocado para votar por autoridades judiciales el próximo domingo. Y le doy gracias al Vicepre-

sidente, porque finalmente ha admitido, aunque no de manera abierta y directa, que esa votación será una trampa electoral y no una elección democrática. ¿O qué otro mensaje es el que da el Vicepresidente al decir que para él “con que cualquier funcionario electo tenga más de 130 votos (…) ya es un avance”? ¿De qué elección democrática habla, si esos 130 votos no representan casi nada en el padrón nacional de más de cinco millones de electores?

Hace mal el Vicepresidente al comparar 130 votos en las urnas con 130 votos de los asambleístas en el Congreso nacional, ¿acaso ignora que cada uno de esos 130 votos en el Congreso nacional tiene una representación mucho mayor que solo 130 votos del padrón electoral de 5,2 millones de electores? Estoy segura que el Vicepresidente no ignora nada y que lo dicho hace unas horas es sólo una más de sus “estrategias envolventes”, esta vez con miras a preparar el terreno para el golpe final y certero que el Gobierno pretende dar el domingo contra lo poco que resta de un mal llamado Poder Judicial independiente. Un golpe bien montado, con la complicidad de candidatos que se han prestado para el fraude.

Hablo de candidatos cómplices con el fraude electoral, porque me resulta difícil creer que van a la elección de buena fe, ignorando el principal motivo que alienta al MAS a imponer la elección. No me la creo esa de que están con-vencidos que el proceso es “para mejorar la Justicia”, cuando vemos a diario acciones torpes y arbitrarias digitadas desde Palacio Quemado para usar los instrumentos de la Justicia como aparatos represivos del Gobierno para “poner en raya” a opositores y críticos. Un caso reciente es la condena impuesta a las ex autoridades de Chuquisaca por la humillación a campesinos masistas en mayo de 2008, que contrasta con la impunidad que gozan los responsables no sólo de humillar, sino de reprimir con violencia, a los indígenas que marchan a La Paz en defensa del Tipnis.

Esa es la “justicia” que el MAS alienta y que viene aplicando desde hace ya varios años, en complicidad con fiscales, jueces, policías y abogados que no han dudado en someterse al mando del Gobierno central. Algunos, por cobar-día; otros, por consigna política; y los más, por puro cálculo económico. Y no vengan, por favor, a repetir el argumento de que “antes era peor”, de que “todos los gobiernos manejan políticamente a la Justicia” o de que “lo que viene no puede ser peor de lo que ya existe”. No al menos los que tanta gala hacen de ser los abanderados del “proceso de cambio”. Aquí la cosa está bien clara: el MAS quiere usar el voto popular para disfrazar de “voluntad popular” su control sobre la Justicia. ¿Acaso ya olvidaron cómo fue la selección de los candidatos? ¿Cómo se cambiaron las reglas del juego electoral? ¿La inexistencia de control en mesa? ¿La censura a los medios para informar sobre los candidatos? Y por último, ¡hasta eliminaron el uso de la tinta indeleble en la votación, impuesta antes para evitar doble sufragio!

Puedo seguir sumando ejemplos y pruebas del montaje ordenado por el MAS para llevar adelante este fraude electoral, entre los que sobresale la elección de un presidente del Tribunal Supremo Electoral subordinado al Gobierno, como ya lo fue el que lo precedió. Pero a estas alturas del partido, cuando faltan esca-sos seis días para la votación, ese recuento no viene al caso. Lo que toca ahora es insistir en invocar la conciencia ciudadana de una población que está harta de que se burlen de ella, que está indignada por los abusos de poder del MAS, que ya no tolera más imposturas y que finalmente parece haberse liberado de los complejos que la tenían sometida al cliché del “presidente indio”.

Invoco a esa conciencia ciudadana (lo mismo quisiera hacer pidiéndoles a los candidatos que renuncien públicamente a ser parte de esta farsa, pero me dicen que es pedir demasiado) para que, a diferencia del voto consigna alentado por el MAS para avalar el fraude electoral, votemos mayoritariamente NULO el próximo domingo. Es la única arma que tenemos a mano para dejarle saber al Gobierno central que los abusos de poder tienen un límite y que estamos dis-puestos a luchar contra esos excesos, porque queremos vivir mejor y en libertad. Porque ténganlo seguro: contrario a lo que pregonan los oficialistas, lo que viene después del 16 de octubre será peor de lo que ya tenemos.

Quiero dejar constancia en este espacio de un absurdo que, más temprano que tar-

de, les costará caro a los alentadores del mismo. Hablo del anuncio hecho por la Universidad argentina de Río Cuarto: otorgará otro Honoris Causa al presidente de Bolivia, Evo Mora-les Ayma. Y a que no se imaginan bajo qué argumentos... nada menos que, según las autoridades de Río Cuarto, en “mérito” a “la lucha del presidente del estado plurinacional en la reivindicación de los derechos de los pueblos originarios y su in-claudicable posicionamiento eman-cipador”, además de su “lucha por la incorporación de los excluidos al desarrollo y su defensa permanente del medio ambiente y la naturaleza”.

Juro por Dios que estoy reprodu-ciendo tal cual está en el comunica-do oficial divulgado por la prensa internacional el 3 de octubre, a es-casísimos días de la violenta inter-vención y represión policial orde-nada por el Gobierno contra la VIII Marcha Indígena de los pueblos del oriente boliviano que reclaman, en-tre otros derechos, el respeto a sus

territorios indígenas, reconocidos por la Constitución y por tratados internacionales de los cuales Boli-via es signataria. ¿Acaso van a pre-tender hacerlos creer que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Río Cuarto, que resolvió entregar el título de Doctor Honoris Causa a Morales, ignora lo ocurrido el 25 de septiembre en San Lorenzo, donde alrededor de un millar de niños, mu-jeres, ancianos y hombres indígenas acampaban para reponer fuerzas y continuar la marcha hacia La Paz iniciada en Trinidad el 15 de agos-to? Lo dudo por Los Panchos, como decíamos cuando éramos niños...

Imagínese: dicen que la decisión de darle otro Honoris Causa a Mora-les “fue adoptada tras el análisis que realizó una comisión conformada con ese objetivo por el Consejo Su-perior, e integrada por Daniela Fuen-tes, María del Carmen Novo y Caro-lina Zabala.” Nombres que quedarán marcados con ignomia en la historia de la universidad argentina y de los países de la región. Es nomás como sugirió alguien: a este paso, ese título será Horroris Nauseas.

En la práctica...

Número 1 es elaborado por un grupo de periodistas independientes que han formado una sociedad editorial

para publicar este semanario de circulación nacional.

Maggy Talavera (directora)Ignacio Talavera Alpire (gerente)

Jorge Caero (columnista) Diego Jaramillo (reportero)

Asesor legalDr. Jerjes Justiniano Atalá

ColumnistasWinston Estremadoiro (antropólogo)Alcides Parejas Moreno (historiador)

Susana Seleme (periodista, cientista política)Patricia Mara (Plataforma de la Mujer)

Desde Buenos Aires: Emilio García (abogado y profesor)

Modelo gráfico: Fernando Pérez ChristensenDiagramación: SemanarioUno

Colaboran en esta edición Claudio Ferrufino-Cocqueniut (escritor)Carlos Valverde Bravo (www.carlosvalverde.com)Puka Reyesvilla (Aula Libre)Pablo Javier Deheza (fBDM)Abraham Ender (productor independiente)Iván Arias Durán (columnista.net)ILupe Cajías (periodista, historiadora)Gary A. Rodriguez ( economista, gerente del IBCE)Luis Fernando Prado G. (columnista)Andrés Gómez Vela (periodista)Juan Claudio Lechín (escritor)

Fotografías: Internet / Elvio Montero /Diego Jaramillo.Correo electrónico:[email protected] [email protected]ón: Calle San Germán No. 15 Urb. La MadreRecepción/telefax: Gabriela García Landívar, 350-3585 FOTO DE PORTADA: Internet

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La votación se realizará este domingo 16 de octubre, luego de un proceso inédito que está incorporado en la Constitución boliviana y cuya implementación estuvo plagada de irre-gularidades alentadas por el propio Tribunal Electoral, bajo el influjo del Gobierno.

ESTADO DE DERECHO

La Justicia a las urnas ¿fúnebres?La elección judicial convocada

para el domingo 16 de octu-bre será la elección más cara

realizada hasta hoy en Bolivia: 125 millones de bolivianos, de acuerdo al dato oficial divulgado por el Tribu-nal Supremo Electoral (TSE). Tres veces más que el presupuesto que demandaron las elecciones genera-les de Presidente, Vicepresidente, diputados, senadores y referendos autonómicos del 6 de diciembre de 2009, que fue de 48 millones de bo-livianos. Es más, las elecciones ju-diciales iban a costar 148 millones, que fue el presupuesto solicitado por el TSE, pero el Gobierno le recortó 23 millones, justo en el ítem previsto para la difusión del proceso.

¿Por qué las elecciones judiciales costarán más, si el número de can-didatos es menor que el que registró en los comicios generales de 2009 (solo 116 de un único frente, contra 1.041 de ocho frentes habilitados el año antepasado)? Además, en la votación del próximo domingo no estarán trabajando los casi 138.000 jurados electorales que sí lo hicie-ron en 2009… podríamos seguir abundando en datos que contrastan cómo fue el proceso de los comicios generales y cómo ha sido el puesto en marcha para la votación judicial, pero no es necesario para llegar al tema de fondo (aunque bien harían las autoridades del TSE en aclarar las dudas, ¿para qué tanto dinero?).

Y el tema de fondo no es otro que el de la pertinencia y validez o no del proceso electoral judicial, inédito en la región, promovido por el MAS desde la Asamblea Constituyente de 2006. Para el Gobierno y su instrumento político, el MAS, no hay duda sobre la validez de las elecciones judiciales, ya que están constitucionalizadas (ar-tículos 182-1, 188-1, 194-1 y 198 de la Constitución Política del Estado), y menos aún sobre su pertinencia. El argumento oficial es que el proceso busca “una mejor Justicia”.

Los hechos, sin embargo, apuntan más bien hacia otro objetivo político:

‘optimizar’ el control gubernamental sobre el Poder Judicial. En otras pa-labras, consolidar la anulación de la independencia de Poderes, ya lograda por el Poder Ejecutivo en relación al Poder Legislativo, hoy dominado por la bancada mayoritaria de asambleís-tas que posee el MAS, controlada férreamente por la cúpula guberna-mental. Y hay que poner énfasis en la palabra ‘optimizar el control’, porque de hecho el Gobierno ya controla a los administradores de Justicia.

Ese es un extremo que el MAS y sus adherentes se niegan a admitir. El argumento que esgrimen para tratar de rebatir las críticas en contra del pro-ceso electoral judicial es que, al con-trario de lo actuado hasta ahora por los gobiernos que lo precedieron, que ejercían ese control político a través de una manipulada elección de auto-ridades judiciales en el Parlamento, el MAS apuesta a que sea la población, a través del voto directo, la que elija a los administradores de Justicia. Esa fue su propuesta en la Constituyente, en la que logró imponer su proyecto de Constitución.

Lo que el MAS soslaya en el de-bate sobre el proceso judicial son los detalles que deforman la propuesta de “mejor Justicia”. Entre otros, los procedimientos y reglamentos im-puestos también por su mayoría con-gresal para definir cómo se ejecutará la elección de magistrados y jueces. Uno de los más resistidos ha sido el de la modalidad impuesta para la selección de los candidatos que dis-putarán los 56 cargos contemplados para el Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Agroambiental, el Con-sejo de la Magistratura y el Tribunal Constitucional Plurinacional.

La selección se hizo sobre una lis-ta inicial de 450 postulantes, de los cuales una sub-comisión congresal, presidida por el MAS y dominada por su bancada mayoritaria, pre-seleccionó a 118 candidatos a través de un proceso poco transparente que no contempló la revisión minuciosa de los antecedentes de los candida-

tos, ni siquiera entrevistas a fondo y abiertas de los postulantes. La lista fue remitida por esta sub-comisión al pleno de la Asamblea, donde la mayoría oficialista votó a ojos cerra-dos, desoyendo las observaciones y denuncias de los asambleístas de la oposición. Las irregularidades en es-ta etapa fueron especialmente obser-vadas por el diputado Fabián Yaksic, del Movimiento Sin Miedo (MSM), en un artículo publicado el 24 de ju-lio del presente año en La Razón.

Según Yaksic, el MAS adminis-tró de manera irresponsable sus dos tercios en la Asamblea Legislativa e impuso “un listado de preseleccio-nados que no respetó todo el proceso previo de revisión de requisitos, im-pugnaciones, evaluación de méritos y entrevistas… el MAS definió el listado sin considerar los informes de las comisiones… informes entrega-dos apenas 24 horas antes a todos los senadores y diputados, que debieron servir de base para la preselección, fueron desechados por la bancada oficialista. Es más, dichos informes se entregaron incompletos, no contenían toda la información acerca de los y las postulantes habilitados.”

Yaksic también observó “los pla-zos cortos, la superficial verificación de requisitos con criterios interpreta-tivos del reglamento contradictorios, la insuficiente evaluación de méritos,

las desperdiciadas entrevistas a los y las postulantes no difundidas a tra-vés de los medios de comunicación masivos, y el contenido incompleto de los informes”. El MAS “reprodujo las viejas prácticas partidocráticas de imposición de los dos tercios: la lis-ta de preseleccionados fue resultado de negociaciones internas entre las bancadas departamentales del MAS, siguiendo criterios más políticos, de afinidad, de amistad. Por ello, al momento de la votación en el pleno de la Asamblea, a los diputados y senadores del MAS, para asegurar disciplinadamente los dos tercios, se les pasaba una lista previa de los y las elegidas que debieron copiar en las papeletas de votación distribuidas para el efecto”.

El resultado fue una lista en la que se “colaron” decenas de candidatos observados por la oposición, muchos de ellos con abierta militancia en el MAS e incluso ex funcionarios del actual Gobierno. Una irregularidad también observada luego por el MSM incluso en el TSE, órgano encargado de organizar y desarrollar todo el proceso, cuyo presidente Wilfredo Ovando fue acusado de ser “árbitro del Gobierno”. El MSM mostró fo-tografías en las que se ve a Ovando participando en la campaña electoral del MAS en 2009, a lo que sumó un recordatorio más reciente: la asisten-

MaggyTalavera

Periodista

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

Para tomar en cuenta...

ESTADO DE DERECHO

cia de Ovando, ya como presidente del TSE, a una reunión del Presidente Evo Morales con sus bases cocaleras en Chapare para promover la campa-ña por las elecciones judiciales.

Ovando minimizó las críticas y di-jo que las denuncias no le preocupa-ban. “Yo tengo fotografías con todas las personas, con todos los ciudadanos una fotografía no dice nada”, declaró como toda respuesta.

Más razones

para la duda

Pero la respuesta del presidente del TSE no logró disipar las dudas sobre su idoneidad para administrar y dirigir el proceso electoral del 16 de octubre. Es que a la denuncia del MSM, que lo señaló como militante del MAS, se suman otras que aluden de manera directa a su actuación durante todo el proceso con miras a la elección de magistrados. Una de las más duras surgió a raíz de su decisión de avalar un conjunto de prohibiciones en el proceso electoral, entre las que desta-ca la prohibición expresamente dirigi-da a los medios de comunicación, de difundir cualquier información sobre los candidatos.

La medida tuvo alcance extremo al incluir de manera específica la pro-hibición a los medios de entrevistar a los candidatos o promover foros y de-bates sobre el proceso electoral, salvo orden expresa del propio Tribunal. A ello se sumó también la prohibición a los candidatos de realizar cualquier ti-po de campaña para darse a conocer y tratar de conquistar el voto ciudadano. Solo que esta restricción se cumplió a medias: el primero en transgredir la orden fue el Gobierno, que no cesó en hacer campaña de la mano del Presi-dente Morales a través de actos públi-cos, uno de los cuales incluso contó con la presencia de Ovando.

Otras transgresiones fueron de-nunciadas en El Alto, todas ellas involucrando a candidatos que se declararon abiertamente militantes del “proceso de cambio”, pero nin-guna llegó a ser considerada y san-cionada por el TSE. Una inoperancia que sólo aumentó las dudas sobre la transparencia en el manejo del pro-ceso electoral y, sobre todo, sobre la conducta del presidente del TSE que siguió dando muestras de parcialidad a favor del oficialismo. Así fue con su inicial hostigamiento a los ciudada-nos que comenzaron a alentar el voto nulo, en señal de protesta frente a lo que consideraron un proceso amaña-do y controlado por el Gobierno.

Ovando llegó a amenazar con cár-cel a los ciudadanos que alentaran al voto nulo, aduciendo que esta opción era contraria a las leyes vigentes. Su posición generó una dura arremetida desde la sociedad civil, fortalecida por la pública adhesión de líderes de diferentes sectores y regiones que de-jaron en evidencia la falsedad de las

afirmaciones del presidente del TSE. Con las leyes en la mano, los promo-tores del voto nulo demostraron que esta opción es válida y está reconoci-da por ley (Art. 161 I de la Ley No. 026 aprobada el 30 de junio de 2010), así como el derecho ciudadano a ex-presar libremente su opinión (Art. 21 inc. 3 y 5, y en el Art. 22 de la CPE).

La reacción ciudadana fue contun-dente y Ovando se vio obligado a re-cular y rectificar su posición (aunque solo lo hizo después de que así lo hi-ciera públicamente el Vicepresidente Álvaro García Linera). Pero aunque retrocedió en el tema del voto nulo,

que sostiene el MSM al calificar a Ovando de “árbitro” del Gobier-no en este proceso electoral. Y es que hay elementos que así lo hacen creer; elementos que muestran una concordancia con varias decisiones tomadas en las últimas semanas por el Poder Ejecutivo, señaladas como “proselitistas”. Por ejemplo, la apro-bación por decreto de un nuevo bono de mil bolivianos para los funciona-rios públicos; o la entrega de compu-tadoras a miles de maestros en varios distritos del país; o el anuncio de le-yes favorables a pueblos indígenas que están en peligro de extinción. Para muchos, prebendas del Gobier-no dirigidas a comprometer y asegu-rar el voto a favor de los candidatos judiciales elegidos por la mayoría parlamentaria del MAS.

Más allá del voto

¿Qué sucederá en Bolivia después del domingo 16? Lo que venga será resultado no sólo de un acto de vo-tación –ya demostrada ampliamente como resultado de un proceso ama-ñado- sino de una estrategia de poder que el MAS sostiene desde que asu-mió el Gobierno en enero de 2006. Una estrategia que visa el Poder total, no para llevar a cabo revoluciones o procesos de cambio idealizados en torno a la imagen del “presidente in-dio”, como muchos insistían en creer hasta hace poco, sino todo lo contra-rio, tal como lo demuestra este proce-so electoral y el verdadero rostro del MAS que el mismo proceso ha ayu-dado a develar.

Ese rostro real muestra a un movi-miento político que es capaz de todo para perpetuar al gobierno del MAS, para cuyo propósito le resulta impres-cindible asegurarse el control absolu-to de todos los poderes del Estado. No porque tenga como interés una mejor Justicia, y sí el deseo de tener un me-jor control en su administración. Así, al Gobierno le resultará más fácil usar a la Justicia para encarcelar a sus opositores, acallar las voces críticas y deshacerse de sectores que son hoy una traba a sus ambiciones políti-cas y económicas, como es el caso de los pueblos indígenas del oriente boliviano, a los que no ha dudado en denigrar, reprimir y violentar porque se contraponen a los intereses que de-fienden las cúpulas del MAS.

El Gobierno está a punto de lograr su objetivo. Le bastará, como lo dijo el Vicepresidente García Linera, que sus candidatos judiciales consigan su-perar aunque sea con un voto (de un padrón nacional de 5,2 millones de electores) los 130 votos congresales que antes definían la elección de ma-gistrados. Si así fuera, ¿de que volun-tad soberana de las mayorías hablará el Gobierno? Parece que de una que acabará mandando a la Justicia a las urnas, sí, pero fúnebres.

no lo hizo en otros temas también controversiales y resistidos: habilitó el sufragio de dos personas al mismo tiempo (violando la norma que ga-rantiza el voto secreto), alteró la regla del voto nulo para validar aunque sea parcialmente la papeleta anulada por el votante, bloqueó la posibilidad de que existan veedores independientes en las mesas de sufragio y, por último, anuló la obligatoriedad de utilizar la tinta indeleble (utilizada en todos los sufragios para evitar que un elector vote dos veces).

La cuestionada actuación del TSE no parece estar librada al azar. Es lo

Un total de 114 candidatos disputan 56 cargos en cuatro instancias del Poder Judicial: 18 del Tribunal Supremo de Justicia, 14 del Tribunal Agroambiental, 10 del Consejo de la Magistratura y 14 del Tribunal Constitucional.

Los candidatos fueron pre-seleccio-nados por una comisión parlamentaria (presidida por el MAS), que sometió la lista a consideración del pleno de la Asamblea Plurinacional. La bancada ma-yoritaria del MAS avaló y aprobó la lista, sin atender las denuncias de la oposición.

5.243.375 bolivianos están ha-bilitados para votar en las elecciones judiciales del domingo 16 de octubre, de acuerdo al padrón reconocido por el Tribunal Supremo Electoral.

El proceso está marcado por las 'excepciones': se podrá votar con carné de identidad caducado; dos persona podrán votar simultáneamente en el mis-mo recinto; se elimina la tinta indeleble (que evitaba el doble sufragio); no habrá control de delegados de mesas; y el TSE validará el voto 'medio nulo'.

El TSE prohibió a los medios de comunicación difundir información sobre los candidatos, así como realizar debates y entrevistas. También prohibió las campañas electorales, pero no controló las que alentaron los sectores oficialistas.

Un total de 125 millones de bolivianos fueron desembolsados por el Tesoro General de la Nación para financiar el proceso electoral; tres veces más que lo gastado en las elecciones generales de Presidente, Vicepresidente, asambleístas, gobernadores y referen-dos de diciembre de 2009.

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ESTADO DE DERECHO

“La virulencia con que se encara hoy la destruc-ción de una reserva ambiental, indigenal como la del Parque Nacional Isiboro-Sécure (el Tipnis) nos recuerda al comandante de la guerrilla alegan-do que se debe talar la selva para salvar el país. ”

El Loro colla¡Bien hecho, por ̒ ll'unkusʼ!Lo digo por los policías que reprimieron a los indígenas que marchan en defensa del Tipnis. Se prestaron rapidito para cum-plir las órdenes de Evito & Cia, hicieron el trabajito sucio para quedar bien con el 'jefazo'... y ahora resulta que son señala-dos ¡por el propio Evito & Cia! como los 'pluriúnicos' responsables de la violenta represión. Bien hecho, por chupamedias y abusivos... a ver si aprenden a portarse como la gente decente y dejan de ente-garse nalgas y todo al gobierno de turno

Haciendo 'honor' a su nombreLa Comunidad Andina de Naciones ha decidido hacer 'honor' a su sigla CAN y portarse como otro perro más de los 'bolivar-i-anos' Chávez, Correa y Morales: acaba de oficializar su ingreso 'triunfal' al 'ritmo político de la descolinización'. Y a que no imagina cómo: ¡cambió el Día de la Raza por el Día de la Descolonización! Así lo hizo Evo en Bolivia, mientras que Chávez prefirió "Día de la Resistencia Indígena" y Correo "Día de la Intercultu-ralidad y la Plurinacionalidad". ¡Joder!

MAS cínicos no pueden ser..."Estamos construyendo (sic) un antepro-yecto de ley para proteger a 19 naciones y pueblos indígenas originarios en peli-gro de extinción, aislamiento voluntario y no contactados", anunció el director de Justicia Indígena Originaria, Eddy Burgoa. ¡Hay que ser cínico, carajo!, pensé... el MAS habla de leyes para proteger indios, mientras que se alía con transnacionales para arrasar sin compasión el Tipnis, un territorio indígena y reserva natural, ame-nazando de muerte a tres pueblos indíge-nas: moxeños, yuracarés y chimanes.

Lula, ¡qué joyita!Miechica que Lula no estafó 'bonito'... con esa cara de operario buenito, gordito simpaticón que hacía alarde de saber es-cuchar, concertar y gobernar para todos, nos hizo creer que era una garantía de-mocrática para frenar los excesos auto-ritarios de Evito. Pero una carretera y los millones que moverá permitió conocer al veradero Lula: una joyita a la que no le pesó hacer gastar a su incondicional OAS casi medio millón de dólares para que lo traiga a Santa Cruz y ayude a Evito a apa-gar el fuego/protesta por el Tipnis...

Y Juan Camión, ¿dónde está?En serio. Me preocupa la extraña ausen-cia de Quintana en estas semanas de tensión y conflictos por la defensa del Tip-nis. ¿Dónde estará? ¿Cavando fosas para 'enterrar en lo más profundo de la tierra' a los 'enemigos del proceso de cambio', para que convivan con los gusanos? Eso parece... y seguro que disputa lotes en el cementerio del MAS con Raulito, el 'brother' de Alvarito, al que se lo vio por Trinidad días antes de la represión policial a los marchistas indígenas... digo yo.

La frase"Desde nuestra cosmovisión, los indígenas del Tipnis terminan siendo 'unos salvajes' que 'necesitan' ser 'civilizados' con una carretera..."/ Pablo Ortiz, periodista

Es imposible hoy soslayar el tema del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure, dice el autor. Hay motivos para ello. Ferrufino los expone en un tono profundo que sabe a lecturas.

Cuentos de la selva

Difícil, en las circunstancias actuales del país, evitar ha-blar del Territorio Indígena

y Parque Nacional Isiboro-Sécure, in-vadido, amenazado, protegido y des-protegido, en esa inercia que aguarda el fin, tan común a nuestra época. Pero desviémonos del comentario televisi-vo, las malas artes gubernamentales, la ira sabihonda de los intelectuales y la simple furia de los paisanos, para mencionar el bosque, u otras áreas de vida salvaje, en detalles tal vez tri-viales, quizá no, que nos atraen a esas regiones uterinas del alma.

Compré un libro de Ben Fountain, sin saber quién era, por lo atractivo del título: Brief Encounters with Che Gue-vara. Hallé una delicia literaria, una jo-

ya de humor sutil que traslada al lector a situaciones algo ridículas pero cuyo desenlace tórnase vital, ejemplificador, sin caer en la conseja. Ocho historias, a cual mejor, que le valieron a su autor el prestigio del Premio Discover Great New Writers, entre otros -luego supe- obtenidos por su pluma.

La primera historia lleva -traduci-do- el título de Aves casi extintas de la cordillera central, y se desarrolla en Colombia. Un ornitólogo norteame-ricano, que a duras penas paga sus estudios superiores en Duke, viaja al país del sur para estudiar sus abun-dantes y coloridas aves. Por esas ca-sualidades que transforman la vida es plagiado por la guerrilla y catalogado como espía. John Blair, el personaje, intenta convencer a los comandantes que está en viaje de estudios y que retenerlo con ellos significará perder una ayudantía en su universidad y no tener medios para continuar su carre-ra. Los comandantes, impertérritos, lo ponen en su website pidiendo rescate de 6 millones de dólares. Transcurre el tiempo y John, luego de acceder a cierta libertad para hacer sus observa-ciones, descubre con los binoculares una especie de loros que se conside-raba extinta, o casi, y comienza un

Claudio Ferrufino-

CoqueugniotEscritor

detallado seguimiento escrito sobre su hábitat, subsistencia, reproduc-ción, siempre acompañado por un guardia joven cuyas espeluznantes historias parecen salidas de un cuento de terror. El único problema, para el momento que sueña, al retornar a los Estados Unidos, de presentar su des-cubrimiento entre académicos es que no dispone de cámara fotográfica: la decomisó el jefe guerrillero. Sabe que sin fotos, el papel no vale nada. Des-espera en ello.

Un día se entera que llega al campa-mento una delegación de paz. Norte-americanos incluidos. Con dificultad logra contactarse con una de ellos. Resulta que no son del Departamen-to de Estado sino de Wall Street (¡!),

y que han venido, acompañados por empresarios, a ofrecer a los rebeldes las maravillas del mundo capitalista, a hacer negocios. Contempla a los in-surrectos aguantar la risa escuchando las argucias del presidente de la bolsa de Nueva York. Sin embargo, cuando le piden ayuda en alguna dificultad de traducción, se entera de que la guerrilla está realizando un trato con la industria de la madera; se habla de precios de tablones de madera precio-sa y todo lo relacionado a su expor-tación. Enloquecido interviene en la conversación y le dice al comandante que no es posible que haga eso, que la existencia del Purpureicephalus felti-si, loro de cabeza carmesí, nunca más avistado desde 1973, depende del bos-que. ¿Cuánto dinero más necesitas?, le echa en cara ¿No basta con todas las plantaciones de coca? Hay que salvar al país, responde el insurgente, quien, ya cansado por la intromisión del grin-go al que piensa debía haber ejecutado hace mucho, pide a los madereros que como parte del convenio se lleven a John Blair. Este se niega, protesta, dice que es importante para el mundo que se quede allí… en vano.

Cuando lo suben al helicóptero, en medio de los rubicundos y alegres

millonarios, ve a Hernán, su guardia y por qué no compañero, que corre hacia el aparato y alcanza a John un rollo de fotos de 35mm. Allí termina, como en los cuentos de O. Henry.

¿Moraleja? No. Reflexión. Y la tris-te certeza, de autor, personaje, lector, de la inviabilidad de sostener la poesía, de proteger la naturaleza de la depre-dación irracional de los hombres, de cualquier origen o tendencia política. La única posibilidad de superviven-cia para el entorno es la desaparición del hombre. Porque aunque este haya arrasado con todo, si deja una planta ella se multiplicará hasta convertirse en selva, y cubrirá los rastros de la ignominia humana. No siempre. Si bien el monte recuperó terreno de la insensatez maya en Mesoamérica, no lo logró en la Isla de Pascua.

Además, y como bien presenta el escritor Ben Fountain, los John Blair son pocos, extraños, incomprendidos, rara avis en universo de asaltantes. Está tan solo en medio de la selva co-lombiana, o en las austeras aulas de Duke como lo estaría un prisionero. Claro, desde el punto de vista de un extraño al medio. Otra sin duda es la perspectiva del nativo que vive allí, y se considera a sí mismo, como parte de la totalidad.

La narración se maneja con gran humor. El San Diego Union-Tribune comentó que Fountain escribía la cla-se de historias que favorecían Robert Louis Stevenson, Joseph Conrad y Graham Greene. Ese humor que con-vierte la sonrisa cómplice en rictus, y que sin embargo -tenemos que volver a O. Henry- cargan un notable dejo de esperanza, una de la que quizá carece-mos en Bolivia, en nuestra pobreza, o al menos no podemos defender. La virulencia con que se encara hoy la destrucción de una reserva ambiental, indigenal como la del Isiboro-Sécure nos recuerda al comandante de la guerrilla alegando que se debe talar la selva para salvar el país. Pensamiento lógico, si creemos, obnubilados por siglos como estamos, que el progreso, desarrollo, etc., en términos materia-les es lo que garantiza nuestra felici-dad y, sobre todo, reafirma el poder.

En Breves encuentros con Che Guevara es el lorito de cabeza roja el que va a perecer. En el Tipnis, seguro que habrá loros también, pero la pri-mera víctima serán las personas, las mujeres indias que tornarán grises en pútridos burdeles de carretera.

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ESTADO DE DERECHO

Venimos insistiendo –contra-riamente a lo que los titulares del poder y sus apologistas

sostienen- en que el tiempo que vivi-mos no es el del inicio de una nueva era política sino el último estertor de la añeja. El espíritu fundacional, mejor conocido como “complejo de Adán”, no es más que un prurito que les da a ciertos megalómanos aupados por masas o montados en las armas.

¿Acaso García Meza no denomi-naba a su régimen como “democracia inédita” o de “reconstrucción nacio-nal”, asegurando permanecer en el poder durante 20 años? Duró algo más de uno que, en su caso, se trata-ba del último coletazo de la era de las dictaduras militares, en un tiempo de transición hacia la democracia.

En el caso que nos atinge, el del actual desarrollo de las cosas, po-dría hablarse de una transición de la república a la república (“nue-va”, “segunda”, “tercera” o la que fuera para quienes gustan de los adjetivos). Nos encontramos en el interregno propagandizado como “Estado plurinacional”, salpicado por una buena dosis de pintores-quismo y los consabidos reclamos a la eternidad de su caudillo.

Ha ocurrido que en una violenta aceleración del ritmo sociopolítico –llámese “revolución”- se ha verifica-do algún avance que de todas mane-ras la democracia iba a dar aunque a velocidad de reforma, que es su tiem-po histórico, pero que por su propia dinámica terminó desordenando a la propia sociedad y derivó en un acoso asfixiante del Estado hacia ésta.

Quien observe desapasionadamen-te el pesado pero eficaz avance de las reformas de carácter social durante el último período democrático, conven-drá en que inevitable –e institucional-mente- el país se encaminaba a una inclusión cada vez más plena de los ciudadanos en la dinámica pública. Las imposturas emergentes de eflu-vios refundacionales acaban como lo estamos viendo, en tiempo real, estos días. Como castillos de arena se están cayendo todos los imaginarios teori-zados por los directores del régimen y difundidos por sus epígonos.

Se percibe la proximidad de un tiempo de encuentro de la bolivia-nidad, después de que en nombre del “cambio” se la hizo añicos. Se comienza a respirar libertad, se es-tá perdiendo el miedo…. señales de cambio.

Una largatransición

Puka [email protected]

WinstonEstremadoiroAntropólogo

EEl autor va directo al grano: “Evo Morales ‘peló capucha’: se sacó la máscara de adalid de la Pachamama y, salvo para los ilusos, ya no es más protector mundial del medio ambiente.”

El remezón del Tipnisazo

Estoy indeciso entre sunchar una “tapa ‘e petos” o golpear un árbol de palo santo para

que salgan sus aguerridas hormigas, ambos con picaduras que pueden llevar a la muerte, si el incauto no se zambulle en algún arroyo vecino en el primer caso, o se sacude rápidamen-te los menudos aguijoneadores en el otro. Son símiles para el remezón provocado por el propuesto lanzazo mortal al Tipnis, que sería la carretera que lo empalaría de sur a norte. Cier-tas frases e imágenes de la avalancha de artículos y análisis me generaron cavilaciones. Jocosas unas, repugnan-tes otras, dolorosas las más, me siento como el doliente de algún velorio que oculta su pena celebrando en un corri-llo, con risa soterrada, el recuerdo de ocurrencias del difunto.

Dieron risa las imágenes del Can-ciller Choquehuanca, curiosas como si Dilma Rouseff mandase a negociar al Ministro de Itamaratí con los Sin Tierra. Cuando caminó en la avanza-da de la marcha, al experto del sexo entre las piedras ni con levanta muer-tos le daba para obedecer a su jefazo y seducir a las mujeres indígenas y convencerlas de bondades de la ca-rretera. Movieron a pena los policías apaleando marchistas y sellando bo-cas con cinta adhesiva. Sorna dieron los sucesivos “yo no fui” de capos plurinacionales y los doctorales ges-tos del Vicepresidente sobre niveles de mando inocentes como palomitas en ordenar la represión de los mar-chistas. ¿No eran mandatos indirec-tos las arengas de su jefazo, de que la carretera se construiría “quieran o no quieran” los indígenas? Taparán con talegazos acalladores las voces de los abandonados a su suerte –los policías, represores por orden superior.

No creo que el gobierno sea el di-funto de picazón de “chuturubises” o de aguijones de amarillentas hor-migas de palo santo. Pero el remezón que llamo “tipnisazo”, que según la jerga presidencial ha hecho “tipnis-tas” a los bolivianos, puede ser la segunda reculada –la primera fue el “gasolinerazo”– provocando fractu-ras internas y mengua de apoyo po-pular en el régimen de Evo. Más bien, sigo sosteniendo que la carretera, así se construyese fuera de los límites de la reserva, resultará en alveolos can-cerosos de caminos y sendas morde-doras del Parque por los cocaleros. Por puro show retiraron a 70 de 7.000 invasores: así digan que expulsarán a los avasalladores actuales del Tipnis, tal no pasa de ser una promesa men-tirosa en la sucesión de concesiones de dientes para afuera, que ha oca-sionado el tsunami de oposición a la

Barlamentos

carretera maldita. El debate que propone el gobierno,

ni siquiera dará fruto si ponen frente a cámaras a tres indígenas de las “na-ciones originarias” del Tipnis frente a un cocalero, un “motosierrista cuar-tonero” y un “pisacoca”, en vez de sabihondos del gobierno y figurones de la oposición. El referendo propues-to es otro fuego de artificio para dis-traer a las ONG conservacionistas pa-ra que no manden despachos y fotos al exterior que desnuden la hipocresía gubernamental; calma a los indígenas en marcha –peor aún cuando anun-cian contramarchas amenazantes;

neutraliza el barullo político opositor. Porque mientras que las NNUU dan cuenta de que 95% de la coca chapa-reña es ilegal y que siguen creciendo los cultivos, recién cuando Brasil –que pone la plata– insta al diálogo, Evo Morales se abre a negociar, pero con cortapisas de que las conclusio-nes no serían vinculantes. ¿Para qué negociar entonces?

La solución pasa porque los in-dígenas dejen de ser espectadores pasivos de lo que les atañe, hasta que los abusos en su contra se tornan inso-portables y les saca a los caminos en marchas pacíficas, aunque dolorosas. Invertir ayuda extranjera y aportes interesados, para capacitarles como guardianes bien equipados de su he-redad. Científicos que amalgamen co-nocimientos ancestrales con ciencia utilitaria moderna podrían sorprender al mundo. Entomólogos que antes de que se extingan hiciesen conocer mi-les de insectos. Zoólogos que mapeen rutas animales para que estén lejos de sendas de turistas ecológicos. Botáni-

cos que estudien especies vegetales y arbóreas. Antropólogos que estudien la simbiosis de la cultura ancestral con las necesidades de la vida moder-na. En vez de quemar viviendas de cocaleros desalojados, ¿no deberían ser éstas refugio de guardaparques de cuatro por cuatro y fusil, con torres para avistar a los depredadores?

Los indígenas seguirán inermes an-te la agresividad cocalera y su podero-so padrino en el gobierno, espoleados además por las madrinas de leche que son madereros, ganaderos y empresas petroleras. Ponga sus barbas en remo-jo el Parque Madidi, cuando esos mis-

mos intereses confluyan en construir una carretera a Pando.

Lo que está en juego trasciende las fronteras de Bolivia. La Evalua-ción de los Ecosistemas del Milenio (EEM), realizada por pares y revisada por 1.300 expertos de las NNUU, ase-vera que “el 60% de los ecosistemas del mundo se han degradado; que se ha utilizado más tierra para la agri-cultura desde 1945 que en los siglos XVII y XIX juntos; que entre un 10% y un 30% de las especies de mamíferos, aves y anfibios se encuentran en peli-gro de extinción”, según cita Thomas L. Friedman, galardonado columnista del New York Times, en su libro sobre una Madre Tierra “Caliente, plana y abarrotada”. Tal será motivo de otro tratamiento. Eso sí, Evo Morales “peló capucha”: se sacó la máscara de adalid de la Pachamama y, salvo para los ilusos, ya no es más protector mundial del medio ambiente.

www.winstonestremadoiro.com

[email protected]

“Los indígenas seguirán inermes ante la agresivi-dad cocalera y su poderoso padrino en el gobierno, espoleados además por las madrinas de leche que son madereros, ganaderos y petroleras. Ponga sus barbas en remojo el Parque Madidi, cuando esos in-tereses confluyan en construir carretera a Pando.”

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intentan reinventarse discursivamen-te en las banderas que ostentaba el MAS: la defensa de la Madre Tierra y la inclusión indígena. Las fuerzas y los actores cruceños tradicionales es-tán mutando hacia el indigenismo de tierras bajas a falta de una propuesta propia, mientras los actores económi-cos se acercan al gobierno.

nueva derecha

O el sacrificio de lo plurinacio-nal, se puede decir. Ahora bien, hasta ahora el sujeto histórico en la construcción del Estado plurinacio-nal, al menos en las formas, eran los indígenas, las naciones originarias. Cuando el gobierno decidió el asal-to a los marchistas de tierras bajas, mandó al bombo al actor en sí del actual proceso. Treinta y cuatro de las treinta y seis naciones, que son el espíritu mismo de la plurinacionali-dad y su contenido, quedaron mar-ginalizadas. Los pueblos de tierras bajas, que bien pueden no ser muy significativas en términos cuantita-tivos, cualitativamente son centra-les dentro de todo el planteamiento teórico presentado hasta ahora por el partido de gobierno.

Queda claro que el interés del go-bierno es continuar empoderando a su base cocalera y campesina de mayor relevancia en términos numéricos. Consecuentemente es posible afirmar que la construcción del Estado pluri-nacional, bajo las actuales circunstan-cias, queda en entredicho dado que, en los hechos, sus principales actores y contenidos han quedado al margen. Se sacrifica así al principal elemento político del proceso de cambio.

El viraje discursivo del MAS ha-cia el desarrollismo y el capitalismo, el virtual rompimiento con los indíge-nas de tierras bajas y el acercamien-to hacia el empresariado del oriente apuntan claramente a que el partido de gobierno ha tomado un rumbo ba-sado en el pragmatismo político, más allá de la consecuencia con el discurso y con las bases sociales que le permi-tieron llegar al poder. Esto lo aleja de sus posiciones reivindicacionistas y más bien lo acercan a las que sostuvo la derecha boliviana tradicional.

ESTADO DE DERECHO

“El correlato de lo que pasa con el MAS está en la emergencia indígena de tierras bajas. Por primera vez en la historia, los pueblos del oriente boliviano pasan a liderar por sí mismos un movimiento social que abarca lo rural y lo urbano, desde los llanos, pasando por los valles, hasta el altiplano..”

Mutaciones y emergencias en el campo político emergen tras los hechos del domingo 25 de septiembre en cercanías de Yucumo, donde los marchistas por el Tipnis fueron brutalmente reprimidos por la Policía. Un punto de inflexión y definición necesario.

Nuevas realidades post yucumazo

El yucumazo, donde los sende-ros se bifurcan. Así se puede afirmar, porque es práctica-

mente un hecho el rompimiento en-tre el movimiento indígena de tierras bajas y el partido de gobierno, aunque no es lo único que ha pasado a raíz de los sucesos de Yucumo. Por primera vez, desde que Evo Morales llegó al poder, se produce un pedido de per-dón público por parte del primer man-datario y la dimisión forzosa, debido a presiones políticas, de miembros del gabinete ministerial.

El gobierno tuvo que deshacerse de Sacha Llorenti y de Marcos Farfán porque no le quedó otra opción. Hasta ahora, el Ejecutivo había logrado ad-ministrar al país sin tener que recurrir al alejamiento de alguno de los cola-boradores presidenciales para calmar el cuestionamiento de la sociedad. Es la primera aparición de los ministros fusibles en lo que va de la presidencia de Evo Morales.

El conflicto por la carretera que atravesaría el Territorio Indígena Par-

que Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis) marca también un punto de definicio-nes y de resolución de contradiccio-nes al interior del propio gobierno y en la formulación del Estado plurina-cional. Desde un inicio, el gobierno venía hablando de diversos enfoques económicos dentro del supuestamen-te nuevo modelo estatal en construc-

ción: economía plural, socialismo co-munitario, capitalismo andino y otros. Muchas de estas ideas eran contradic-torias entre sí y no tenían mayor sus-tento teórico que su denominación; pero además, simultáneamente, esta-ba la noción de un Estado fuerte que participe en la economía bajo cánones también discordantes.

En lo que se ve actualmente, a par-tir de las declaraciones del presidente Morales, todas estas contradicciones están siendo finalmente resueltas a favor del desarrollismo y del capita-lismo de mercado puro y simple. Es justamente en esos términos que el Presidente viene argumentando a fa-vor de la construcción de la carretera a través del Tipnis.

Paralelamente, se viene dando un significativo acercamiento entre el gobierno y el empresariado del orien-te boliviano; evidencia de esto son la presencia y los discursos del presiden-te Morales en el Foro Empresarial de Cainco y del vicepresidente García en la Feria Exposición de Santa Cruz. Desde el inicio de su gestión guberna-mental, ambos mandatarios hablaron de fortalecer el crecimiento económi-co y la inversión en Bolivia; sin em-bargo, no dudaron en atacar al sector empresarial del oriente boliviano y de otros países, no sólo con palabras sino también con desincentivos.

Esta contradicción finalmente está siendo resuelta a favor de un trabajo en conjunto con estos sectores que le permita al gobierno lograr mejores resultados en su gestión. Eso sí, pacta en términos económicos con el em-presariado, pero sin entregar un ápice de poder político.

Aquí aparece un elemento que tiene a contramano al campo políti-co cruceño: mientras la clase política tradicional cruceña se mantiene en su discurso opositor, el empresariado lo-cal está haciendo buenas migas con el MAS; a la vez, los políticos locales

Una dirigente indígena es atada de pies y manos, y amordazada por varios policías, que luego la arrastraron hasta un vehículo oficial. ¿Por qué tanta violencia?

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ESTADO DE DERECHO

Claudio Ferrufino-CoqueugniotEscritor

Errores fatalesCon el violento ataque a la VIII Marcha

Indígena, Evo Morales se condenó a sí mismo a muerte, dice Ferrufino.

eMergencia indígena

El correlato de lo que pasa con el MAS está en la emergencia indígena de tierras bajas. Por primera vez en la historia, los pueblos del oriente boli-viano pasan a liderar por sí mismos un movimiento social que abarca lo rural y lo urbano, desde los llanos, pa-sando por los valles, hasta el altiplano. Este es el único movimiento social existente actualmente en el campo político boliviano.

Todo indica que el MAS, como instrumento para el empoderamien-to de los indígenas de tierras bajas, ya cumplió sus fines. Bajo el partido de gobierno no tuvieron el reconoci-miento y el protagonismo que busca-ban; al contrario, se los subalternizó una vez más. Un ejemplo de esto es lo que se vio con la elección de Ro-dolfo López como presidente de la Asamblea Legislativa Departamen-tal de Santa Cruz. Éste logro de la re-presentación indígena no fue posible gracias al MAS, sino más bien a pe-sar del mismo. Hasta ahora no se ha visto a ningún ministro que proceda de estos grupos sociales. Como con-secuencia, los pueblos de tierras ba-jas se han visto forzados a proseguir su propia lógica de acumulación po-lítica por otros medios que van más allá del partido de gobierno.

Así las cosas, el movimiento indí-gena del oriente boliviano comienza a recuperar su autonomía relativa y a constituirse como actor en sí. Esta emergencia es el elemento más re-novador e importante acontecido en el campo político durante el último lustro. Con capacidades propias, una identidad política cohesionada y con claridad programática, son la única fuerza que se ha mostrado ca-paz de interpelar efectivamente al gobierno y al Estado plurinacional en construcción.

nuevo MoviMiento, nuevos liderazgos

Alrededor de la reivindicación por el Tipnis se viene generando en Boli-via un movimiento social que integra nuevas voces, nuevos rostros, nuevos liderazgos. De pronto, nombres que sólo eran conocidos por un reducido sector de la población empiezan a ser tomados en cuenta: Egmidio Poiché, Nelly Romero, Miriam Yubanore y otros. Entre todos, brilla de manera especial el de Justa Cabrera. Una mujer excepcional, con gran capaci-dad discursiva, claridad conceptual y lucidez argumental; pero sobre todo, con autenticidad y sin dobleces.

Sobre las demandas y el prota-gonismo de estos actores se viene dando la tentativa de conformación de un movimiento social. Éste se tra-ta de una interpelación al gobierno desde el oriente boliviano profun-do y que cuestiona el proceder del poder; pero que además, de fondo,

interpela la veracidad de la categoría plurinacional del nuevo Estado, la inclusión indígena y la defensa de la Madre Tierra. De algún modo, bajo el paraguas de las demandas por el Tipnis, otras varias más han venido a confluir. Sin embargo, todavía está en etapas muy tempranas y frágiles de carácter reivindicativo, sin haber dado aún el salto a lo propositivo.

caMpo de lucha

y perspectivas

El gobierno no muestra haber cedido en su determinación por im-poner el tramo de la carretera por medio del Tipnis y, en ese empeño, da señales de buscar la imposición de su agenda no por la vía de las ra-zones constitucionales ni por las de la concertación, sino por medio del despliegue de sus bases en las calles, en la confrontación.

Lo que tenemos entonces es que el MAS ha transformado el conflicto por el Tipnis en un campo de lucha. Busca que, más allá de la legislación vigente y de los derechos conquista-dos por los indígenas de tierras bajas, una nueva legitimidad que le favo-rezca emerja como consecuencia de la medición de fuerzas en las calles. Tal es la tendencia, dadas las decla-raciones y acciones emprendidas por el gobierno.

Se puede evidenciar que estamos frente a una lectura de país, por parte del Ejecutivo, todavía anclada en la Bolivia de 2006, en la polarización. En ese tiempo, el uso de la violencia desde el Estado por parte del MAS fue legitimada en las urnas por la ciudadanía. Sin embargo el país de hoy ya no es necesariamente el de entonces, ya no hay polarización y tampoco antagonistas dispuestos a todo que justifiquen el camino de la confrontación. Aún así, la apuesta gu-bernamental parece ser esa.

Pese a la lamentable y conde-nable violencia, los sucesos de Yucumo tienen la virtud de aclarar el campo político ubicando con precisión el lugar y la pertenencia del partido de gobierno. Éste viene resolviendo sus contradicciones sa-crificando la construcción plurina-cional, las banderas de la inclusión indígena y la defensa de la Madre Tierra; elige cerrar filas a favor del empoderamiento de cocaleros y campesinos –quienes obran bajo ló-gicas estrictamente mercantilistas-, a la vez que su línea discursiva se hace desarrollista y capitalista.

Como consecuencia de lo anterior, el partido de gobierno reafirma sin do-bleces su carácter de pragmatismo po-lítico y se aleja de las ideas que justi-ficaron su empoderamiento. El MAS va quedando como la nueva derecha de nuestro país. En una suerte de déjà vu histórico, el MAS está recorriendo, en apenas seis años, la trayectoria que al MNR le tomó medio siglo.

“En Bolivia los errores no duran mu-cho; existe una rápida dinámica de en-juague que la hace sui-géneris. Morales tuvo la oportunidad, como ningún otro, y acaba de desecharla para siempre..”

Lo peor que pudo haber he-cho Evo Morales fue atacar a los marchistas del Tipnis.

Significa el fin de su gobierno. Muy posible que sea inmediato, o casi. De todos modos se condenó a sí mismo a muerte. ¿Qué factores lo impulsa-ron? Muchas las respuestas: una sen-sación de alivio y autosuficiencia por la no imputación -ahora- en el juicio de Sanabria. Falsa percepción de algo que es, como dice el periodista González Yaksic, muy complejo. Ni el gobierno, ni nosotros, sabemos lo que dijo el general. Hasta que alguna acción ponga sobre la mesa los en-tretelones del asunto.

El mandamás echó su retórica por la borda. El último show fue en las Naciones Unidas, donde, con total desparpajo, volvió a mentir acerca

de la Madre Tierra y los derechos in-dígenas. Pobre tipo, ya está enterrado en la historia. No aparecerá más que como una mancha, y los legajos que guardan sus lambiscones doctorados se volverán amarillos porque no sir-ven de nada.

Hay un riesgo grande de que, ante la explosión de protestas que asoman, recurra a sus sirvientes uniformados. Ahí cabe la pregunta de hasta dónde un asalariado está dispuesto a arries-gar por su patrón. Un buen pago no compra cariño. Se condenó a milita-res, hace poco, por la matanza de ma-nifestantes el 2003. A cualquier per-sona medianamente analítica, incluso militar, le costará apostar por acciones que bien pronto tendrían castigo. Ello deja al capitán general Morales solo. Cuenta con las hordas cocaleras, para quienes, como para el presidente, su supervivencia se juega hoy. Habrá que enfrentarlas, en una coyuntura que parece no eludirá la sangre, y que ya tiene derrotados, Evo & Cia, dado su paso en falso, tonto, hormonal, en la carretera beniana.

Después de oírlo en la Asamblea General me dije que el individuo ha-bía perdido la chaveta. Ahora com-prendo aquello de la “enfermedad del poder”. Sus asesores cubanos y venezolanos es muy posible que aconsejaran la movida, basándose en la experiencia de sus países. Pero Bolivia no es ni Cuba ni Venezuela y reacciona de manera muy distin-ta. Pueblo rebelde que se mueve en masa, insurreccional, ha sido tocado por la arbitrariedad de un grupillo delincuencial. Ha de cobrárselo, más pronto que tarde. En Bolivia los errores no duran mucho; existe una rápida dinámica de enjuague que la hace sui-géneris. Morales tuvo la oportunidad, como ningún otro, y acaba de desecharla para siempre.

¿Podrá librarse como lo hizo con

el gasolinazo? Lo dudo. No puede dar vuelta atrás a los golpes y al abu-so. Quizá sacrifique cabezas: Lloren-ti, algún otro más abajo. Pero se le cayó la máscara y otros, caso Cho-quehuanca, mostraron su verdadero rostro. Los apóstoles de la igualdad, la paz, la concordia de las razas, el alma de los oprimidos, han sacado las garras por unos pingajos de plata. Treinta catos, en lugar de treinta de-narios, les costó entregar al “pueblo”. La cuerda de Judas sigue colgada del árbol. Nunca la quitaron y es como una espada de Damocles sobre los que, no sé si ingenuamente o con lo-cura, creen que van a permanecer en un Reich ficticio hasta la eternidad. Seis años les duró para casi convertir un país en ruina. El tiempo se acorta sobremanera a momento de pagar.

Construir una escalera al cielo no garantiza llegar a él. Menos con esca-lones de todo tamaño y color; menos con hoja de coca y no tierra firme debajo. Más sencillo, y penosamente obligatorio en la circunstancia actual, es excavar gradas hacia el infierno.

Mirando de abajo

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tienen hace tiempo los mandatarios.Tal vez por esas sus nuevas amis-

tades, se han especializado en aplicar el juego de la creación del adversario para descargar sus errores. La estrate-gia resultó contra la derecha fascista por los antecedentes que ésta tenía y por su carácter apátrida. En definiti-va, porque los adjetivos y las palabras usadas por Evo y Álvaro coincidían con la realidad descrita y con el mo-delo mental del interpretador del mensaje y del mensajero.

Sin embargo, las circunstancias han cambiado por cinco hechos esenciales que dejaron al descubierto el alma de la dupla gubernamental: el gasolinazo, los dos muertos de Caranavi, la ley de autos chutos y la marcha y posterior brutal represión de los indígenas defensores del Tipnis. Sin embargo, insisten en sostener la estrategia de la violencia de la pala-bra, olvidando que la muerte y la vida dependen del poder de la lengua y que

las palabras agresivas son las prime-ras balas o golpes en una guerra. Los insultos son la antesala de los golpes.

Ambos crearon al enemigo durante 113 días, calificando a los marchistas de traidores, neoliberales, pagados, vendidos y corruptos, sin presentar una prueba; envainaban cada día la lengua envenenada con solicitud de diálogo a sus hermanos insultados. Querían que la sociedad odie, desprecie y pida la cabeza de los marchistas “traidores” en el teatro mediático. Fracasaron. Se olvidaron de los cinco hechos y de los modelos mentales de la sociedad que considera la soberbia como antivalor en su escala axiológica.

Ante tan apabullante revés social, denunciaron un inexistente complot mediático con el fin de esconder al autor de la orden de la represión o lo peor de todo culpar a los periodistas de la ausencia de gobierno entre el mediodía del domingo y el del lunes. Erbol es amiga de Evo y Álvaro, de los excluidos, del pluralismo, pero es más amiga de la verdad.

ESTADO DE DERECHO

A veces es bueno revisar un po-quito los pasados de algunas personas para explicar sus

presentes y entender sus seres. En ese sentido, les cuento que Evo Mo-rales, cuando era dirigente cocalero, llamaba frecuentemente a las radios de Erbol para informar y expresar sus puntos de vista. “Era casi un corres-ponsal”, recuerda el padre Roberto Durette, director general de Radio Pío XII. “Compañera, tengo una in-formación, quiero salir, me decía”, rememora Miriam Escobari de Erbol La Paz. Por supuesto que hoy ya no llama porque tiene toda una maqui-naria mediática a su servicio.

También les cuento que Álvaro García Linera era uno de los analistas que más participó en las asambleas y reuniones de Erbol, donde se asumen decisiones editoriales de Educación Radiofónica de Bolivia a partir de las lecturas de la realidad social. Y lo ha-cía bien. Las radios difundían sus opi-

niones en coyunturas como la de hoy, con la marcha en defensa del Tipnis.

En aquel tiempo, Evo y Álvaro tenían únicamente el poder de su pa-labra, hoy representan la palabra del poder. Aquella vez su palabra tenía el poder de acercarse a la verdad; hoy, sólo encarnan la palabra del poder. Eran los excluidos y víctimas del sis-tema, por ello mismo Erbol les abrió sus micrófonos en cumplimiento de su misión y filosofía de vida institu-cional. Y lo volverá a hacer cuando ya tengan el prefijo de ex y vuelvan a la normalidad de la cotidianidad.

En este nuevo tiempo político, di-funden con preferencia el poder de su palabra a través de Erbol los marchis-tas indígenas, las mujeres excluidas, los jóvenes marginados del futuro y todas las personas de las más diversas tendencias políticas. Erbol no cambió, sigue sintonizando las esperanzas y los sueños de los desheredados de la historia, por eso no tiene amistad con el grupo más fascista del país, la Unión Juvenil Cruceñista, como la

Erbol, amiga de la verdad

“(Evo y Álvaro) crearon al enemigo durante 113 días, calificando a los marchistas de traidores, neoliberales, pagados, vendidos y corruptos, sin presentar prueba alguna; envainaban la lengua en-venenada con una solicitud de diálogo a sus herma-nos insultados. Querían que la sociedad odie...”

AndrésGómez

VelaPeriodista

Murió Steve Jobs… debe andar bus-cando “soluciones sencillas” en el cielo para la gente de la tierra.

“La policía conspira”, dijo Evo Mo-rales en Bolivisión. Lo curioso es que los cabecillas de la conspiración siguieron en sus cargos de comandantes y otros de nivel jerárquico en la Policía Nacional, hasta pasados 10 días de la tunda… o sea, como dicen los muchachos, nada… Queda claro ¿o no? A mi no me diga na-da, yo tampoco fui.

Al día 11, “suspendieron” al Sub-comandante de la Policía bajo la sos-pecha de que él fue el que lo hizo todo; por la manera en la que lo mandaron al frente, ¡lo deben haber suspendido de las pelotas! ¿Hasta cuándo aguantará?

El ministro de Gobierno, el vicemi-nistro Wilfredo Chávez (digo viceministro porque ni él cree que es ministro) ha pedi-do a la policía ser “disciplinada”. ¿Estará sugiriendo u ordenando que acepten la responsabilidad de haber actuado sin or-den de ningún mando superior? Es decir, de haber actuado indisciplinadamente… ¡Qué quilombo, cuánta contradicción!

“Palacio pidió a la Embajada de EEUU un avión para el traslado de indíge-nas”. Esa la noticia. Mi amigo preguntó, “¿quién es Palacio?” Yo le respondí que el titular se refiere al Palacio de Gobierno, es decir… Ahí me cortó… “¡Ah, ya… la orden salió de la Presidencia! O sea, ninguna novedad”, concluyó. La Asociación de esposas de poli-cías, cabos y sargentos se rebelaron con-tra Evo. La Asociación de policías, cabos y sargentos desconoce a la asociación de “sus” mujeres. Las mujeres retrucan exi-giéndoles que si están casados con ellas, que si ellas les lavan las prendas íntimas y los calcetines, las reconozcan asociadas también. Visto el lío, el Gobierno está pre-parando un decreto para ¡divorciar poli-cías! Así, todos se libran de las gritonas que protestan en la Plaza Murillo…

Publicidad del Gobierno: “Las hec-táreas que se van a desmontar en la ca-rretera son nada comparadas a las 180 mil que se desmontan en Santa Cruz en forma constante todos los años”. Claro, ahora estamos completos, porque sí o porque no, Santa Cruz entró al baile.

¿Quién falta en esto que hace el Gobierno de acusar para descargar cul-pas por lo del Tipnis? El narcogeneral Sanabria supongo está en la mira; otros pueden ser Goni, la oposición, los “resen-tidos del MAS”, Rubén Costas y Ernesto Suárez. A este paso, sólo los que digan ‘yo

Carlos Valverde

no fui’ quedan afuera, los demás estamos dentro por “sospechoso silencio”.

En EEUU hay gente que está dispuesta a pagar 35.000 dólares para cenar con el Presidente Obama; aquí en Bolivia, salvo los de siempre, yo aseguro que hay gente que pagaría unos 3.50 boliviano, ¡pero para no cenar con Evo Morales!

George Clooney no quiere ser presi-dente de EEUU. Pregunto: ¿y si se lo man-damos a Evo? En una de esas…

“Decíme de qué trabajás y te voy a avi-sar qué tan infiel sos”, dice una encuesta del diario Infobae de Argentina. Mi amigo dijo que él es PHD en cosas de la vida y que no es perro para ser fiel. De esa manera se escabulló de la encuesta…

“Boliviano no fue expulsado del Reino Unido por su gato”. Esa la noticia. En Bolivia, Interpol corretea a “las gatos” para expulsarlas del país…

“Conducir y leer mensajes de texto es muy peligroso”, revela un estudio rea-lizado en Texas… también es peligroso conducir y hacer el amor al mismo tiempo, o conducir y tomar cerveza, o conducir y cambiar pañales. Pregunto: otras cosas que hacemos comúnmente son peligrosas si las combinamos con conducir, ¿no será que conducir es lo peligroso? Sobre todo en la misma ciudad (Santa Cruz) en la que manejan micreros ¡es suicidio!

Espectacular titular de periódico: “Accidente de Tránsito por imprudencia del conductor” (por si acaso, 2 vehículos involucrados). ¿Necesitamos algo más? ¡Este lo hicieron ellos solos!

El Gobierno aprobó un decreto que otorga un “bono” de Bs 1.000 a cada fun-cionario público, a 10 días de la “elección de massistrados”; algunos lo consideran un cohecho. Otros piden elecciones ¡cada 6 meses! (con bono incluido).

Dijo el ministro Luis Arce Catacora: “Los seguros universitarios cambiarán de cuenta, de una privada a una pública”. Quiso decir, “vamos a tomar ese dinero … ya vemos qué bono nos inventamos”.

Estamos “muy mal de basura” se quejó mi amigo. “¡Cómo vas a decir eso –exclamé- estamos muy bien! Hay basura en todos lados, nunca el gobierno munici-pal había sido más democrático, dejó que nos llenemos de basura, todos por igual!”

Quejas en todos lados porque ya no habrá “tinta indeleble” en la votación judicial (que no es lo mismo que elec-ción). Pregunto, ¿para qué quieren tinta cuando ya sabemos que se vote por quien se vote el que gana es el gobier-no? ¡Eso es ahorrar carajo!

Marcelo Martins dijo antes del partido con Uruguay: “Espero volver a anotar”, ¿Perdón? Volver a… es haberlo hecho antes. ¡Y este no le hizo un gol ni al arcoiris!

La semana en joda

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

Pero todo tiene su historia. En 1994, el dirigente indígena Marcial Fabricano y el entonces secretario general de los colonizadores cocale-ros, Evo Morales, demarcaron una Línea Roja con el objetivo de frenar la expansión cocalera. Sin embargo los cocaleros vulneraron los acuer-dos y siguieron extendiendo sus cul-tivos. Sernap revela que la siembra de coca causó el 97% de la deforesta-ción en el Tipnis. El monitoreo anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNO-DC) difundido en agosto de 2011, ha detectado 2.228 has. de coca en el Tipnis, un 9% más que en 2010.

ecocidio cocalero

El 3 de julio de 2011, el presi-dente Evo Morales reconocía ante sus bases cocaleras el fracaso del denominado “autocontrol”, por el cual los productores de hoja de coca debían evitar la expansión de cultivos.

Uno de los lugares donde este fracaso se ha verificado en forma dramática, es la Reserva Forestal-del Choré[1] (Santa Cruz), pulmón ecológico del oriente boliviano. El propio director de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), Orfan Saldaña, reconoció, durante un fo-ro desarrollado en la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA), que “nada se puede hacer por la destrucción del Choré, (…) la re-serva está perdida y sólo queda tomar la amarga experiencia para que esto no suceda en otras áreas protegidas".

ESTADO DE DERECHO

AbrahamEnderProductorindependiente

Ender retoma el tema del Tipnis y va más allá de la coyuntura que está marcada por la VIII Marcha Indígena y la insistencia del Gobierno en descalificar al movimiento, a la par que persiste en su proyecto vial que amenaza una de las principales áreas de protección.

La guerra dela biodiversidad

Tipnis es el Territorio Indíge-na y Parque Nacional Isibo-ro Sécure, reconocido por el

estado boliviano, un ecosistema de muy alta biodiversidad y clave para el equilibrio hídrico del país. Defi-nida en el S XIX por el explorador e historiador Alcides d'Orbigny como “la selva más hermosa del mundo”, hoy, la construcción de la carretera que lo atravesaría por su núcleo po-niendo en peligro la biodiversidad, enfrenta al país y mantiene en jaque al gobierno. La nota está realizada para que los seguidores de este blog fuera de Bolivia: México, Argenti-na, Chile, Colombia, Perú, España, Israel, Rusia y EEUU, comprendan qué se juega en Tipnis.

un relato

conMovedor

Amalia Rivero, de la comunidad Sécure, observa con ternura como su hija de cinco años limpia pesca-ditos pequeños, que servirán para alimentar un montón de gente que camina hacia La Paz. Su hijita tal vez no sepa por qué caminan tanto ni dónde queda La Paz; pero Ama-lia misma tenía 9 años, en aquel ahora lejano 1990, cuando por pri-mera vez los pueblos indígenas del oriente decidieron marchar a la gran capital, La Paz, demandando “terri-torio y dignidad”. Un año después, el parlamento boliviano aprobaba la Ley de derechos Indígenas, que, en-tre otros, consagraba el derecho a la “consulta oportuna, libre e informa-da” a los indígenas, sobre cualquier obra o proyecto que se desarrollara en sus territorios. Aquella vez, ella marchó con su padre y su mamá embarazada.

Veinte años después, Amalia, como la mayoría de los marchis-tas, sabe que muy poco ha cam-biado desde entonces. El proyecto de carretera que unirá Villa Tunari -bastión cocalero- con San Ignacio de Moxos en Beni, atravesaría el corazón de Tipnis, su “casa grande” pero ellos, los pueblos indígenas que lo habitan, no han sido consul-tados, tal cual lo exige la ley. ¿Cuál

Informe especial

es la justificación de llevar a cabo una carretera que genera tantas re-sistencias y protestas, al punto de erosionar severamente el capital político de Evo Morales?

Para Amalia las cosas están cla-ras, “otra vez avasallan nuestra casa grande y atropellan nuestra digni-dad”. ¿El motivo? “Quieren nues-tras tierras”. ¿Quiénes? “Los colo-nos (cocaleros). Evo les prometió tierras. Hacia el lado de Santa Cruz ya está todo colonizado. ¿Dónde más hay tierras? En el Tipnis”. Sin mencionar que la empresa construc-tora, la brasileña OAS, fue una de los aportantes a la campaña de Evo que lo llevara a la presidencia en 2006; la extracción de madera sin Plan de Manejo de bosques, explo-tación de hidrocarburos y extensión de la frontera de cultivos de coca, son los intereses económicos que se esconderían bajo la carpeta asfáltica de la carretera.

¿Cuánta biodiversidad está amenazada? Es difícil saberlo con exactitud dado que no existen estu-dios acabados acerca de la riqueza existente, aunque estudios parciales permiten una aproximación.

Biodiversidad aMenazada

“Se deforestará una extensión de bosques y selva equivalente a 10 mil canchas de fútbol” (Centro de Investigación y Documentación para el Desarrollo del Beni). Un estudio de la Fundación Natura, patrocinado por el Programa de In-vestigación Estratégica en Bolivia (PIEB), cuantifica parcialmente los daños ambientales que provocaría la carretera si pasa por el núcleo del Tipnis:

• 550.000 árboles serían talados, a raíz de la deforestación de un área de 70 kilómetros de largo por 50 metros de ancho.

• 600.000 hectáreas serán de-forestadas en un lapso de 18 años (64,5% de la cobertura forestal del Tipnis).

• Se perderían 90 millones de toneladas de CO2, con un valor de

hasta $us 200 millones.• 3.400 especies de flora y fau-

na, se verían en peligro. Entre ellas se encuentran varias especies en-démicas o en peligro de extinción, como el bufeo o delfín rosado.

petróleo

Existe un proyecto de explota-ción hidrocarburífera de Petroan-dina (YPFB Bolivia + PDVSA Venezuela) avalado por el Decreto Supremo 676, de octubre de 2010, que dispone que las zonas que que-dan reservadas a favor de dicha em-presa. Connal S.R.L., encargada de los estudios y control de calidad de

las obras, confirma que uno de los objetivos del proyecto es “facilitar los estudios para la exploración y explotación de yacimientos petrole-ros y de otros recursos minerales”.

coca

“No sé qué interés tienen en partir el territorio indígena ¿Será que quie-ren ayudar a los cocaleros?”, cues-tiona el dirigente de la comunidad de San Miguelito, Eleuterio Zela. Y es que no todo huele a petróleo y gas en Tipnis. La Fundación Tierra estima que hay asentados al menos unos 20.000 colonos dentro del par-que, vinculados a la economía de la coca, responsables de la creciente degradación del bosque y del cam-bio de uso de suelo para el cultivo de la 'hoja sagrada'. Tipnis es una de las Áreas Protegidas que mayores ries-gos de deforestación enfrenta, según el Mapa de Escenarios de Deforesta-ción del Sernap de 2007.

“La Fundación Tierra estima que hay al menos 20.000 colonos dentro del Tipnis, vinculados a la economía de la coca, responsables de la creciente degradación del bosque y del cambio de uso de sue-lo para el cultivo de coca. Tipnis es una de las Áreas Protegidas que mayores riesgos de deforestación”

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ESTADO DE DERECHO

“En 1994, el dirigente indígena Marcial Fabricano y el dirigente de los cocaleros, Evo Morales, demar-caron una Línea Roja para frenar la expansión co-calera. Pero los cocaleros vulneraron los acuerdos y expandieron cultivos. Según Sernap, la siembra de coca causó 97% de la deforestación en el Tipnis.”

los cocaleros,nuevos terratenientes

Socialmente, la situación de los pueblos indígenas revista la misma gravedad que la ambiental. ¿Por qué? Sucede que los cocaleros ob-tienen jugosas ganancias gracias a la explotación del trabajo indígena como peones asalariados, donde muchas veces el salario son especias (alimentos). Esto resulta humillante para los indígenas dado que “somos los verdaderos dueños del territorio, pero ellos (los cocaleros) imponen su ley como si fueran los dueños y nos tratan como a su peonada”, dice Bernabé Moza, secretario de orga-nización de la subcentral indígena y agrega, “hasta controlan la explo-tación ilegal de madera. Cortan la madera en tablones, la dejan al cos-tado del camino, luego se las llevan hasta el río, llegan las barcas y se las llevan”. ¿Alguna diferencia con la historia vivida por sus antepasados hace 500 años?

Frente al modo de vida indíge-na, los cocaleros llevan otro bien distinto. Es por demás ilustrativa la descripción realizada por el perio-dista Roberto Navia para El Deber. “En las afueras de las casas de las

colonias no solo se puede ver coca secando al sol, sino también antenas parabólicas y vehículos que no tie-nen placa (indocumentados) (…) A los lados del camino hay postes de concreto que sostienen el tendido eléctrico que lleva la luz a todos los rincones de los asentamientos. En algunas comunidades también hay escuelas construidas recientemente, igual que esas que se edificaron en Chapare desde que Evo Morales es presidente.”

Biotecnología, otra

Matriz econóMica

Edificar una industria Biotecno-lógica pareciera ser una inversión mucho más rentable y con menor capital inicial que cualquier indus-tria extractiva, sostiene el experto en relaciones internacionales Emir Iskenderian Aguilera. Israel es un ejemplo concluyente que apoya es-ta tesis. En un lapso de 6 o 7 años, desarrolló una industria biotecno-lógica que lo sitúa como potencia mundial en la materia.[2] ¿Cómo fue el proceso?

En agosto de 2001 un equipo ministerial, liderado por el Ministro Jefe de Científicos, concluyó que la biotecnología debía ser considerada como una política nacional; el in-forme hacía hincapié en la necesi-dad de una visión nacional a largo plazo, así como la de fortalecer la comercialización. El gobierno debía invertir 450 millones de dólares, de los cuales 200 millones de dólares debían ser en un proyecto insignia y 250 millones de dólares en capa-citación y laboratorios. Este paso era imprescindible para garantizar a Israel, un lugar en el mapa global de la industria.

Se tomó en cuenta que no se con-taba con recursos naturales, dificul-tad que fuera superada a través de mecanismos de cooperación con países ricos en biodiversidad. Por último, recomendaba al gobierno impulsar y patrocinar un progra-ma de “incubadoras” de empresas, que a la postre, ha posibilitado el desarrollo de estos sectores. Israel desarrolló esta industria sin tener casi, biodiversidad. ¿Cuántos capi-

tales y portafolios de inversionistas es posible atraer cuando confluyen conocimientos ancestrales y gemo-plasmas? Aquella inversión inicial del estado permite hoy facturar la friolera de casi 20.000 millones de dólares.

Un estudio realizado por Ina Vandebroek y Evert Thomas, “Guía de plantasmedicinales de los Yuracares y Trinitarios del Territo-rio Indígena ParqueNacional Isibo-ro-Sécure, Bolivia”, revela que en Tipnis existen al menos 500 plantas medicinales, gracias a las cuales los indígenas yuracarés y trinitarios pueden curar o remediar situacio-nes como la flojera, hacer crecer el pene, aminorar la tristeza, eliminar tumores, superar la depresión, la infertilidad de la mujer y quitar los “hechizos del agua, del arco iris y de la lluvia”, hasta curar el tumor en la matriz con la raíz del beymi o achuete (Bixa orellana L.), la leis-hmaniasis, parásitos y diarreas con sangre. Nada despreciable desde el punto de vista de la salud pública y la medicina moderna.

En opinión de Emir Iskenderian Aguilera, “el Tipnis es un reservo-rio estratégico de biodiversidad, de micro-biodiversidad, de germoplas-ma. Se tiene allí, la base fundamen-tal de materia prima para levantar una industria biotecnológica”. Por cierto, esto significa cambiar la matriz económica del país, que de no hacerlo, seguirá enfrentándose al viejo problema del saqueo de su biodiversidad. De hecho, una de las consecuencias que suelen entrañar

las carreteras que atraviesan las áreas protegidas, es el ingreso de las grandes corporaciones de biotecno-logía, escudadas en universidades que, aliadas a grupos conservacio-nistas locales, suelen extraer –sin declarar- muestras de gemoplasmas para ser estudiadas y aprovechar los conocimientos ancestrales locales, sobre los cuales jamás pagarán ro-yalties.[3] [4]

una carretera

que separa

El gobierno boliviano pareciera querer detener la marcha indígena a como dé lugar. Acusado de co-mandar un bloqueo de cocaleros en la localidad de Yucumo, a fin de detener la marcha y con la excusa del enfrentamiento entre bloquea-dores y marchistas, desplegó a la policía nacional, según declarara su comandante, coronel Carlos Flores, “para evitar que la marcha continúe”. Los uniformados niegan a los indígenas el derecho a la libre circulación en aras de proteger el “bien mayor” de la vida.

¿Conflicto violento e inevitable? Pareciera ser que sí[5]. En opinión de los indígenas, “nos van a hacer desaparecer”; los colonizadores, por su parte dicen “queremos más tierras”. Judith Rivero, vicepresi-denta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNMIB), manifestó que “nos van a matar dentro del Tipnis y se van a favorecer otros. Para los pueblos indígenas va a ser una total desapa-rición y van a afectar el agua, la flo-

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Un recorrido rápido por los sectores movilizados nos muestra lo siguiente:Los mallkus del Consejo Nacio-nal de Markas y Ayllus del Qo-llasuyo (Conamaq) instruyeron a sus afiliados iniciar el bloqueo de caminos, en el altiplano, en apoyo a la marcha indígena en defensa del Tipnis y de la consulta libre, previa e informada además de acudir ante la oficina de las Na-ciones Unidas en Ginebra (Suiza) para denunciar al Gobierno por la violación a los derechos de los habitantes del Tipnis.Al mismo tiempo, crece el apoyo a la marcha indígena en las ciudades. Marchas, cadenas humanas, protestas en las redes sociales de internet, carteles de clausura de Ministerios y del banco de Brasil (país que financia el proyecto), sentadas y anun-cios de huelga de hambre, son medidas asumidas por diferentes grupos sociales. Estudiantes de

las Universidades de Santa Cruz, Tarija, El Alto y La Paz, así como la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES) de El Alto también respaldan la marcha por el Tipnis.Las ‘Mujeres Indígenas’ de La Paz, por su parte, se refugian en las iglesias con el objetivo de solicitar “garantías para sus her-manas y hermanos que marchan en defensa de sus derechos”. Se espera que la misma medida sea adoptada en todos los departa-mentos. De la misma forma, el Pueblo Originario del Norte Potosí decidió respaldar a los marchistas en la defensa de la reserva ecológica. El Pueblo Guaraní realiza un bloqueo indefinido en la carretera internacional que une Bolivia y Argentina (Santa Cruz–Yacuiba). Los pueblos indígenas de Ribe-ralta (norte) iniciaron un bloqueo de la carretera que vincula a la amazonia con el interior del país.

Crónica de un conflicto anunciado

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se constataron en su vida cotidiana. Pero esta marcha tiene un condi-mento novedoso: la sociedad civil no solo apoya las demandas indíge-nas, sino que han cerrado filas de-trás de los PI, reconociendo –en los hechos- un liderazgo insospechado hace poco tiempo. Hay un cambio en Bolivia. Y no está liderizado por el gobierno que se autoproclamaba “indígena y defensor de los dere-chos de la Madre Tierra”.

ESTADO DE DERECHO

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Pese a que el ex presidente brasilero Lula da Silva oficializó el financiamiento de la carretera cuestionada, en Brasil nadie la ve con buenos ojos. Al tiempo de bautizarla como ‘la transcocalera’ y cuestionada como una de las rutas que ampliará la oferta de cocaína en el vecino país, la revista Veja (Brasil), en junio de 2010 anotaba que, mientras BNDES invierte 300 millones de dólares en una carretera sin gran significado para Brasil, el gigante sudamericano solo posee el 12% de sus carreteras asfaltadas, de las cuales el 65% están en “pésimo estado”.

La visión desde Brasilra y la fauna que aún se preserva en el Tipnis”.

Por su lado, el dirigente coloniza-dor René Huasco respondió que el bloqueo de los ahora denominados ‘comunidades interculturales’, se lleva adelante porque el pedido de los indígenas afecta a sus intereses. “Ellos tienen terrenos hasta para sus bisnietos y nosotros sólo tenemos 50 hectáreas por norma, ¿y nuestros hijos y bisnietos?”, se preguntó el dirigente cocalero.

En Bolivia, existe una diferen-cia substancial entre campesinos e indígenas: la tierra. Mientras los colonos defienden la pequeña pro-piedad privada agraria, los indíge-nas rechazan la propiedad sobre la tierra; para ellos el territorio son los bosques, ríos, lagos, animales y plantas, dado que forman parte de su cultura.

Su defensa del territorio y la bio-diversidad ha despertado simpatías y apoyos en amplios segmentos de la sociedad, desde la clase media, profesionales, estudiantes univer-sitarios hasta las otras 33 naciones indígenas. Bloqueos de carreteras internacionales, protestas, cadenas humanas y convocatorias a través de las redes sociales, son algunas de las medidas en apoyo a la Marcha por la Vida; mientras que el planteo desarrollista y extractivista del go-bierno, encuentra eco entre las bases cocaleras y algunos gremios empre-sariales. Esta división y las amplias protestas en todo el país, recuerdan a la “Guerra del Agua” de 2000 y a la “Guerra del Gas” de 2003.

Incluso, la carretera no forma parte del IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana), como muchas voces pregonan. Así los demuestran no solo los mapas ofi-ciales, sino los relatorios de las últi-mas reuniones sostenidas, cuando el conflicto ya se había desatado.

Lo cierto es que en la XVIII Re-unión de Coordinadores Naciona-les, realizada entre el 29/Aug/2011 y 30/Aug/2011 en Rio de Janeiro (Brasil) y a la que acudiera Shir-ley Orozco Ramirez como parte boliviana en su carácter de Cónsul General de Bolivia en Brasil, se establecieron los objetivos de la reunión: (i) Completar los trabajos

[1] Ver: http://elpaisde-lasamapolas.blogspot.com/2011/03/evo-morales-no-es-ambientalista-ni.html

[2] Ver Biotecnología en Is-rael: Luces y Sombras, pág.

[3] Ver "Ni robo ni limos-

na" de Annie Oehlerich de Zurita, 1999,IBIS, donde denuncia que existen unos 5.000 productos farma-céuticos elaborados a partir de los conocimientos indígenas, sobre los cuales los laboratorios exigen el pago de patentes pero sin

haber arreglado cuentas con las comunidades ori-ginarias. Ver: http://elpais-delasamapolas.blogspot.com/2011/08/crisis-de-la-razon-cientifica.html

[4] Una industria mundial como la de los spa, es otro

ejemplo. Sus terapias se ba-san, principalmente, en las tradiciones curativas de Asia (ayurvédicas y chinas). En 2007, esta industria facturó, a nivel global, US$255 mil millones, beneficiándose de conocimientos tradiciona-les sobre los cuales no hay

pagado un centavo. Ver: http://elpaisdelasamapolas.blogspot.com/2011/08/crisis-de-la-razon-cientifica.html

[5] Este informe fue escrito antes de los violentos hechos sucedidos el 25 de septiembre y en los días subsiguientes.

Citas

de conformación de la Agenda de Proyectos Prioritarios de Integra-ción (API) y definir los próximos pasos para su implementación y monitoreo; (ii) Identificar las activi-dades para el Plan de Trabajo 2012 de IIRSA; y (iii) Programar las ac-tividades del segundo semestre del año 2011. En ningún caso se expuso nada sobre Tipnis.

h t t p : / / w w w . i i r s a . o r g /BancoEvento/C/cnr18_xviii_re-union_de_coordinadores_na-cionales/cnr18_xviii_reunion_de_coordinadores_nacionales.asp?CodIdioma=ESP

Tampoco en la reunión del Grupo Técnico Ejecutivo sobre la Agenda de Proyectos Prioritarios (APP), que sesionara poco antes, entre el 19/Jul/2011 y 21/Jul/2011 en Monte-video (Uruguay). El encuentro, se-gún consta en sus actas, “tuvo como objetivo la selección consensuada de los proyectos de la APP”. http://www.iirsa.org/BancoEvento/M/mer_montevideo11_gte_sobre_app/mer_montevideo11_gte_so-bre_app.asp?CodIdioma=ESP

En este caso, por Bolivia par-ticipó Cesar Dockweiler Suárez, asesor general del Viceministe-rio de Transportes, dependiente del Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda. De la cues-tionada carretera, nadie habló. La pregunta entonces es: ¿por qué el gobierno de Evo Morales y el pro-pio presidente han jugado todo su capital político en apoyo a la cons-trucción de una carretera secunda-ria? ¿Simple mal cálculo político o demasiados intereses ocultos? ¿Corrupción a mega-escala? Co-mo quiera que sea, el conflicto ya ha provocado la renuncia de tres ministros, un viceministro y varios pronunciamientos en contra de la represión (25/9/2011) y la carrete-ra misma, en el seno del propio go-bierno. Hay quienes incluso ven un enfrentamiento entre el ex-hombre fuerte del gobierno, Ramón Quin-tana, y el vicepresidente Alvaro García Linera.

Visto el clima del conflicto, que ha elevado la temperatura política del país a los niveles de la llamada “Guerra del Gas” (octubre 2003), el gobierno intentará ahora más que nunca, impedir que la marcha

llegue a La Paz. Calculan que el ingreso triunfal de los indígenas (unos 1500) a la sede de gobierno podría derivar en manifestaciones que debilitarían notablemente a Evo Morales.

Las anteriores marchas indíge-nas (1990, 1996, 2000, 2002, 2006, 2010) se saldaron con el reconoci-miento a las demandas de los pue-blos indígenas, si bien los avances expresados en decretos y leyes no

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ESTADO DE DERECHO

1 históricos

1965: el territorio es declarado Parque Nacional Isiboro Sécure y como tal, desde entonces es una área protegida. 1990: es reconocido como Territorio Indígena me-diante decreto supremo en el gobierno presidido por Jaime Paz Zamora.

1997: el gobierno de Gon-zalo Sánchez de Lozada otorgó el título ejecutorial como Territorio Indígena con una extensión de 1.236 292 has.

2009: el Presidente Evo Morales extendió otro Título Ejecutorial que re-dujo el territorio indígena a 1.091.656 has. arrebatándo-les casi 150.000 hectáreas y demarcando, además, una línea roja que prohibía nue-vos asentamientos, línea que nunca fue respetada por los cocaleros, llamados ‘colonos’ por los indígenas.

Por ser Territorio Indí-gena y Área Protegida, su gestión corresponde tanto al Sernap (Servicio Nacional de Áreas Protegi-das) como a la Subcentral indígena del Tipnis, en el marco de una gestión de responsabilidad comparti-da; ¿por qué?, porque allí habitan indígenas yuraca-rés, moxeños y chimanes.

2 legal

Según el analista Luis F. Prado, “no existe ficha ni licencia ambiental para el proyecto de la carretera. El derecho a la consulta previa, libre e informada, se ha violado, estando consagrado en la Constitu-ción. De acuerdo a la Carta Magna, además, ninguna persona –menos aún una autoridad- puede violar las áreas protegidas; peor los territorios indígenas, que son inembargables e indivisibles. Este delito está tipificado como ‘traición a la Patria’, es imprescripti-

ble y conlleva pena de cárcel”, afirma.

Hay otros instrumentos violentados, de acuerdo con el jurista Franz Barrios: la Ley Forestal, la Ley del Medio Ambiente, el Regla-mento de Áreas Protegidas, el Decreto Supremo 22610 que reconoció el territo-rio indígena y el Código Penal. “Incluso el concepto indígena del ‘Buen Vivir’ –reconocido constitucio-nalmente– que plantea una forma de vida en armonía con los ecosistemas, contrapuesta al principio occidental del crecimiento económico sostenido, ha sido violado”.

En este mismo sentido, “la Ley Marco de la Madre Tierra, concibe la defensa de los ciclos reproducti-vos de la vida, los ciclos del agua, del suelo, de los bosques, del aire y de los seres, concebidos como componentes de la Madre Tierra”.

3 Biodiversidad

Los ecosistemas constitu-yen un capital natural que es necesario conservar para disponer de servicios como la regulación del clima, fijación de carbono, fertili-dad del suelo, polinización, filtración de contaminantes, provisión de agua limpia, control de las inundaciones, recreación y valores esté-

ticos y espirituales (Daily, 1997). Estos servicios de los ecosistemas tienen con-secuencias en la prosperi-dad de la sociedad humana, y no sólo en su economía, sino también en la salud, las relaciones sociales, libertades o la seguridad (MA, 2005).

Desde esta perspectiva, el Tipnis es mucho más que un ecosistema clave para Bolivia. Considerado por botánicos y ecólogos, como uno de los sitios megadi-versos del mundo, donde habita el 60 / 70 % de es-pecies de la Tierra, Tipnis está formado por, al menos, cuatro pisos ecológicos de alta sensibilidad ambiental, desde las zonas de yungas pluviosos en las cimas de la Cordillera de Mosetenes, hasta la llanura aluvial baja del norte, sujeta a fuertes inundaciones estacionales, constituye la región más lluviosa de Bolivia, con extremos de precipitación que llegan a superar los 6.000 mm./año. Los bos-ques y sus suelos forestales, funcionan como auténticas esponjas, reteniendo el agua sobreabundante y favoreciendo la regulación de cuencas, siendo por excelencia bosques de protección.

4 cuenca

Con una amplia altitud que varía entre 200 y 3000 m.

Tipnis está ubicado en la Provincia Hidrogeológica de la Vertiente Amazo-nas, la región hídrica más importante del país. El área pertenece a la subcuenca amazónica del río Mamoré, representada por uno de sus afluentes principales que es el río Sécure. A este último desemboca principalmente el río Isiboro, el cual tiene varios afluentes de regular importancia. Los ríos Sécu-re e Isiboro están ubicados respectivamente al norte y al sur del Tipnis; los dos son navegables.

5 Flora

Se registraron 402 especies de flora y se estima la exis-tencia de 3.000 especies de plantas superiores. La extraordinaria diversidad florística incluye especies como el aliso (Alnus acu-minata), el pino de monte (Podocarpus spp.), el nogal (Juglans boliviana, los cedros (Cedrela lilloiy Cedrela odorata), la mará (Swietenia macrophylla), el palo maría (Calophy-llum brasiliense) y el tajibo (Tabebuia). Se destacan las palmas como el asaí (Euterpe precatoria), las jatatas (Geonoma deversa, Geonoma spp.), la palma (Dictyocaryum lamarc-kianum) y la palma real (Mauritia flexuosa) que forma extensos palmares en zonas inundadas de bosque.

6 Fauna

La fauna es igualmente muy diversificada registrándose a la fecha 714 especies. Entre éstas destacan: el jucumari (Tremarctos ornatus), el pejichi (Príodontes máxi-mas), el marimono (Áteles paniscus), el manechi (Alo-uatta seniculus), la londra (Pteronura brasiliensis), el jaguar (Panthera onca), el ciervo de los pantanos (Odocoileus dichotomus), la harpía (Harpía harpyja), el pato negro (Catrina moschata), aves endémicas (Myrmotberula grísea, Grallaria erjtbrotis), aves amenazadas (Terenura sbar-pei, A. mpeüon rufaxilla), la peta de río (Podocnemis unifiüs) y el caimán negro (Melanosuchus niger).

Según el criterio de geólo-gos y geofísicos, durante el Pleistoceno (periodo Cua-ternario o sea, los últimos 2.5 -1.8 millones de años) se han producido varios cam-bios climáticos (períodos secos seguidos de períodos húmedo) en los que las sel-vas amazónicas decrecían o se reducían y que dieron origen a la Hipótesis de los Refugios del Pleistoceno, que se habrían formado durante estos relativamente bruscos cambios de clima.

Durante los periodos secos se formaron islas de vegetación que sirvieron de refugio a especies de flora y fauna donde migraron “per-siguiendo sus condiciones óptimas, las que constituye-ron centros de formación de nuevas especies”. Una de estas islas fue ubicada en la región de los ríos Isiboro y Sécure, el Tipnis.

En consecuencia, como Par-que Nacional, su función es proteger y preservar para las generaciones del futuro, a ni-vel nacional e internacional, ecosistemas de importancia continental y mundial por la gran diversidad biológica presente. En la actualidad, no existen inventarios a deta-lle acerca de la biodiversidad de la región.

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El Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure en cifras

La Primera Marcha Indígena convocada por la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, en 1990. Gracias a esta movilización, el Estado boliviano reconoció las Tierras Comunitarias de Origen

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

BOLIVIA VIVA

El bebé de la foto tiene tres meses, fue salvado por está valiente enfermera que fue

despedida de su trabajo, por salvar al niño. Ella se quedó con el niño apre-tándolo contra su pecho y lo llevó hasta Rurrenabaque, donde después pudo entregárselo a su madre que lo perdió mientras la policía gasificaba y golpeaba a los marchistas.

Hay niños de 5 años que cuentan cómo se escaparon de la policía y se ocultaron tres días en el monte, el ma-yor tenía 5 años, mujeres que fueron golpeadas, y les ponían bolsas en la boca, hasta desmayarlas (filmadas), porque se negaban a subir a las ca-mionetas hasta que no aparezcan sus hijos. Podríamos escribir un montón de páginas con los abusos, vejámenes y crímenes de lesa humanidad que se cometieron contra los que marchaban pacíficamente, porque se respeten sus derechos; y habrá que escribirlas, para que el país se entere y los autores de semejante canallada sean juzgados.

Para ello debemos identificar a los autores, pero sobre todo a quién fue el que emitió la orden para que todo esto suceda. En el gobierno todos pre-tenden lavarse las manos y hacernos creer que se trató de un exabrupto de policías rasos, de una “decisión opera-tiva tomada en la zona de conflicto”, palabras del ex viceministro de Go-bierno, Marcos Farfán. Pero vamos más allá con la información que ha ido apareciendo. Existe un memorial a la Fiscalía de La Paz firmado por la ministra de Justicia, Nilda Copa; el viceministro de Justicia, Nelson Cox; los abogados Denis Roda y Fernando Ribera del Ministerio de Gobierno, en representación del ex ministro Sergio Sacha Llorenti (SS), pidiendo la in-tervención de la marcha. La primera pregunta es por qué a la Fiscalía de La Paz, si la marcha se encontraba en Beni. El fiscal Edwin Sarmiento, asignado al caso por la ex juez y ac-tual fiscal de Distrito de La Paz, Betty

tá inscrita en el padrón electoral y en el Ministerio de Gobierno no la cono-cen, ¿quién es está persona? ¿Dónde trabaja? ¿De dónde sacó fondos para contratar flotas y con la autorización de quién? ¿Usó documentos falsos?

Pero sigamos, la persona que orde-nó la intervención está por encima de los ministros, eso queda claro, porque hasta para tener la disponibilidad de

dichos fondos tuvo que intervenir el Ministro de Finanzas, a no ser que es-tos fondos no provengan del TGN y sean caribeños, como algunos de los civiles que daban vueltas en vagone-tas con vidrios oscuros por la zona.

Pero aún así, hasta para que los caribeños les entreguen esos fondos

se necesita la solicitud de una alta au-toridad, de mayor rango que un mi-nistro. Queda claro que fue una ope-ración militar planificada. ¿Quién es el Mariscal que dio la orden para tan salvaje y brutal represión? El Vice-presidente afirmó que él sabe quién dio la orden, pero no lo dirá. ¿Esta chantajeando a alguien?, de acuer-do a nuestro ordenamiento legal,

si alguien conoce un delito y no lo denuncia, resulta ser cómplice. Solo hay una persona a la que el Vicepre-sidente quiere proteger y que tiene el poder para haber dado la orden: no puede ser otro que el Presidente. Si no es así, mejor digan quién fue. La justicia tarda pero llega.

Luis Fernando Prado G.MNR / Director Comunicación

Recordatorio

“La persona que contrató las flotas se llama Karoli-na Vertiz Arancibia (con CI 92442267 Cbba), pero no está inscrita en el padrón electoral y en el Minis-terio de Gobierno no la conocen, ¿quién es esta per-sona? ¿Dónde trabaja? ¿De dónde sacó fondos para contratar flotas y con la autorización de quién?”

¿Quién es el Mariscal de Yucumo?La enfermera que aparece en la foto perdió su trabajo por ocuparse del rescate del bebé

que lleva en brazos, tras la violenta represión policial a los indígenas que marchan en defensa del Tipnis. La historia inspira a Prado a abordar el tema desde otro ángulo.

Yañiquez, afirma que nunca dio una orden de intervención de la marcha, desmintiendo al ex ministro Llorenti.

Sigamos viendo algunos otros de-talles que son muy importantes: el día 20 de septiembre llegan 500 policías a Yucumo “para prevenir enfrenta-mientos”, esta movilización tiene un costo alto, pues se necesita viáticos, comida, movilidades y otros pertre-cho que la policía afirma no tener pa-ra velar por la seguridad ciudadana en las ciudades. El día de la intervención se movilizó dos aviones Hércules de la Fuerza Aérea, se alquilaron flotas y se movilizaron camionetas de la po-licía. Para poder realizar este movi-miento es necesario seguir un proceso burocrático, pidiendo se asignen los recursos necesarios, porque supues-tamente ya no existen más los gastos reservado de libre disponibilidad.

Recopilemos, el fiscal nunca dio la orden, por la tanto la persona que ordenó la intervención tuvo que te-ner el poder necesario para ordenar a la ex ministra y al Comandante de la Fuerza Aérea autorice el uso de los aviones para usos que no son de ruti-na. La persona que contrató las flotas se llama Karolina Vertiz Arancibia (con CI 92442267 Cbba), pero no es-

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ESTADO DE DERECHO

Gustavo Guzmán

Periodista ʻUn sombrerito de paja para el Cancillerʼ

Don Antonio Soto Huatará te-nía 48 años en 1990, cuando se sumó a la primera marcha

indígena. Escribe poesías y cancio-nes. La más reciente la escribió en San Borja, el 7 de septiembre pasado. Aquí cuenta parte de su vida, y el pe-riodista le añade una crónica apresu-rada sobre lo ocurrido el sábado 24, muy cerca del medio día.

Dicen los que saben, que hay momentos, instantes, en los que las cosas son como son. Días en que desaparecen las apariencias, horas en que la hipocresía se rinde. Ha sucedido muchas veces en la histo-ria política de Bolivia, y algo de eso ocurrió el sábado 24 de septiembre, muy cerca del medio día, cuando la temperatura alcanzaba al menos los 30 grados centígrados, cuando la carretera de polvo y arcilla que une los pueblos benianos de Yucumo y San Borja parecía más naranja que nunca, cuando La Marcha había re-tomado su marcha con un marchista inesperado, el señor Canciller.

---

Me llamo Antonio Soto Huatará, soy de la etnia canichana, vivo en San Pedro Nuevo, allá en el corazón del Beni, a 60 kilómetros de Trini-dad; mi cumpleaños es el 3 de febre-ro, tengo 68 años cumplidos y estoy aquí porque es un mandato de mi pueblo, acompañando con mucho empeño y cariño, dejando todos mis quehaceres y trabajo para marchar. Yo he estado en las ocho marchas de los pueblos indígenas que ha ha-bido en Bolivia, reclamando siem-pre nuestros derechos. La primera marcha era por el territorio y la dig-nidad, y luego han venido las otras marchas, como la del 96, donde conseguimos la Ley INRA el 18 de octubre. Esa marcha fue larga, pero nunca hemos tenido tantos proble-mas como ahora. Siempre hubo po-licías, siempre nos perseguían, pero nunca se nos ponían al frente…

---Una camioneta guinda doble ca-

bina con los vidrios ahumados trajo al señor Canciller a las puertas del campamento de La Marcha. Llegó

exactamente cuando faltaban diez minutos para las nueve de la mañana. Venía acompañado de dos vicemi-nistros: Chávez, el de la media son-risita eterna de abogado satisfecho, y Navarro, el de los pómulos enrojeci-dos y el verbo inflamado. El cordón de policías pareció sorprendido por la puntualidad del Canciller cuando se abrió para darle paso. La reunión se inició pocos metros más allá, en el mismo lugar donde una noche antes se había iniciado la segunda visita del Canciller a La Marcha. De pie, todos reunidos en círculo y sin el megáfono de la reunión de la noche anterior que ayudaba a escuchar, co-menzó el diálogo.

---Soy también enfermero profesio-

nal con título a nivel nacional. He estudiado dos años en la Escuela de Enfermería de Montero, en Santa Cruz. En esta marcha ya no he par-ticipado mucho porque ha habido bastantes médicos y enfermeras, y me he dedicado nomás a la marcha y a escribir y a hacer poesías. Yo no

Noticia de un “secuestro”

“Sé también que los otros, los hombres del Pa-lacio de Gobierno, no lo alcanzarán nunca en su dignidad y sabiduría. Ellos, todos los hombres del poder, son unos pobres hombres, unos hombres elementales, extraviados en los espejismos de unas cuantas consignas que ya no sirven para nadas.”

estudié, no estuve en el colegio más que hasta el tercero básico, y ya en hombre, casado y con niños, es que vi la necesidad de cambiar y me compré libros, revistas, periódicos, y me dediqué a leer y escribir. Yo era agricultor y hacedor de alambra-dos. Ha sido mi instinto de escribir y leer lo que me ha llevado a la poe-sía. Tengo una colección de libros del Che Guevara. Y así, ahorita ya tengo unas 250 poesías dedicadas al movimiento indígena, a los congre-sos, a los encuentros, a las reuniones grandes…

---Llegó el Canciller con un dis-

curso insostenible si se miraban los impacientes rostros de los hombres y mujeres que lo escuchaban. Dijo que venía para oficiar de “intermediario” entre marchistas y colonizadores, que el gobierno quería evitar la vio-lencia, que para eso estaba la policía, que los colonizadores también tienen derecho a ser escuchados, que mar-chistas y colonizadores debían re-unirse para solucionar el conflicto… Se convertía así, el señor Canciller, en mensajero de una impostura: el conflicto, según su discurso, no era entre el gobierno y los marchistas, el conflicto debía resolverse a través del diálogo entre marchistas y colo-nizadores… Hasta que hablaron y actuaron las mujeres marchistas.

---En todas las marchas les he can-

tado a mis hermanos. Son cantos de inspiración, nada de insultos al

gobierno. Siempre los he hecho con honestidad. La última canción la he compuesto aquí en San Borja, por-que esa ciudad nos recibió con mu-cho cariño, con mucho amor. En-tonces hice una canción muy bonita de despedida, en agradecimiento a esa ciudad. Dice así:

De San Pedro Nuevo me vineYa pasando el rayo llegué

Marchando con mis hermanosY llegaremos hasta La Paz.San Borja linda y querida

Fuiste el punto de concentraciónDe mis hermanos marchistas

Que son el orgullo de la nación.Yo soy Antonio, yo soy Ernesto,yo soy Pedro el más bonachónLos tres muchachos del grupo

Que van alegrando con su canción.Yo no les digo hasta luego

Hasta pronto si les diréA ti San Borja QueridaPronto, pronto volveré.A mi San Borja querida

Yo le canto con el corazónQue Dios mi Padre querido

Les eche su bendición.

San Borja, 7 de septiembre de 2011Antonio Soto Huatará, canichana,

indígena de corazón---

Todo ocurrió en apenas unos mi-nutos. El Canciller estaba a un par de metros de las puertas de la ca-mioneta guinda que lo trajo al cam-pamento de los marchistas, a punto de abordarlo. A alguien —tenía que ser una mujer— se le ocurrió la me-jor idea posible en esos tumultuosos instantes, y la propuso a gritos: “Si el señor Canciller quiere resolver el conflicto, que el señor Canciller nos acompañe, ¡que se venga con nosotros!”. Y así fue, las mujeres sujetaron fuertemente al Canciller y lo encaminaron hacia el cordón de policías. Claro, la camiseta crema que vestía el Canciller tenía que su-frir las consecuencias…

---Lo que pasa pues es que no se

cumplen las leyes que se han creado a favor de nosotros, de los pueblos

Sí, las indígenas consiguieron un sombreri-to de paja el sábado 24 de septiembre para que el canciller David Cho-quehuanca se proteja del sol...

Que el mundo da vueltas, no hay duda. Lo comprueba el viraje de Gustavo Guzmán: de férreo defensor del Gobierno y su embajador en Estados Unidos por un par de años, se ha transformado hoy en uno de sus mayores críticos. Esta nota es una prueba de ello.

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

ESTADO DE DERECHO

indígenas. El mismo Presidente no las cumple. De ahí es que estamos deteriorados. Recién cuando estas leyes se cumplan creo yo que va a haber un cambio, para que podamos ser ya libres como dice nuestro sa-crosanto himno nacional, porque hasta ahorita estamos de esclavos nomás. Y es en este gobierno donde más se nos ha pisoteado, marginado, nos han humillado, siendo que es un Presidente nacido de mujer indígena. Creímos en el cambio, él lo prome-tió, y hasta ahora no lo vemos surgir el cambio. Y quiero aclararle: ser esclavo es no ganar un justo sueldo; ser esclavo es no comer bien; ser es-clavo es no recibir un aguinaldo; ser esclavo es, bueno pues, no tener las cosas básicas en salud. Todo eso es ser esclavo…

---Pocos metros delante del señor

Canciller, marcha el jefe de la poli-cía. No lleva su arma de reglamento, tampoco gorra alguna, ni los distin-tivos de su grado policial. Lleva, eso sí, una botella grande de agua “Vi-tal”, algo desbaratada, masca chicle con fruición, y luce en su hombro una toallita verde. Suda copiosa-mente, su vasto vientre se mueve al ritmo de su paso. Sus botas negras, recién lustraditas, se llenan de barro. La guardia indígena que lo rodea no lo pierde de vista. Muy cerca del je-fe de la policía marcha “Isidro”, un muñeco juguetón, de lluchu y pon-cho, que distrae y alegra a los niños en el campamento; lo mueven y lo reinventan un grupo de titiriteros, marchitas y populares. Junto a ellos marcha un perro, un pastor de pelo negro, fiel compañero de los mar-chistas. “Romero” le dicen, “Delga-dillo también”, añade una compa-ñera. “Pobrecito, qué culpa tiene”, apunta otra marchista.

---Atravesar el Parque Nacional

Isiboro Sécure es como destripar a nuestra madre, como partirla por la mitad y destruirla, matarla. Ahí van a desaparecer los pueblos porque ya no va a haber de qué vivan. El go-bierno querrá que toda esta gente, los chimanes, los yuras, los trinitarios, abunden en las ciudades. Pronto los veremos en San Borja, en Trinidad, en La Paz, de mendigos por las ca-lles, pidiendo limosna para poder paliar sus necesidades de hambre. Porque eso es lo que va a suceder. No va a haber ya que comer. Ya ellos no van a tener ni pescado, ni la cacería, ni su río. Y eso es lo que quiere el go-bierno, que nuestros hermanos estén de mendigos por las ciudades…

---La Marcha avanza a paso firme

hacia Yucumo. Son las 12.30 del sá-bado 24. Ya se escucha el estruendo de las dinamitas. Unos kilómetros más adelante están ellos, los coloni-zadores. Tienen los ojos cansados y

vidriosos, los gestos de los violentos. Son hombres y mujeres. No son más de 20, quizá 40, tal vez 50, no más. Dicen en Yucumo que los trae y los lleva el senador Surco, el cacique del lugar. Duermen, comen y beben bajo la sombra de unos árboles gigantes-cos, a la vera del camino. Se mueven amenazantes y tambaleantes, gritan e insultan, ésa es su tarea. Son otros los que le proporcionan las consig-nas: “Traidores”, “resentidos”. Son los bloqueadores, y no se percibe que tengan arraigo social alguno en Yucumo, ni en ninguna parte.

---La Marcha se detiene. Fernando

Vargas, el siempre sereno dirigente indígena, le presta su teléfono celu-lar al señor Canciller, para que hable con el ministro de Gobierno, para que le cuente lo que está pasando. El diálogo, por el tono con el que habla el Canciller, por la tensión de los músculos de su rostro, se devela agrio y ríspido. Algo tuvo que de-cirle Llorenti al Canciller para que éste elevara la voz y dijera: “¡Yo también voy a tomar decisiones! Yo también tengo una larga trayec-toria vinculada a los movimientos sociales…”. Quizá en ese diálogo pudieran encontrarse las claves de los acontecimientos que ocurrirían pocas horas después…

---Qué será de don Antonio Soto

Huatará en estas horas (martes 27 de septiembre, cuando se escribe esta crónica), cuando ya las hordas verdes y negras de la policía hicie-ron su trabajo por encargo. Qué será del amigo de don Antonio, ese jo-ven y atlético sirionó que lo prote-gía. Ojalá que don Antonio no haya perdido su mochilita celeste con el logotipo de Entel, donde guarda su agenda, sus canciones, la poesía para su pueblo y un pedazo de pan para La Marcha.

Sé que lo más probable es que don Antonio esté sentado y calmo en al-guna de las cuatro esquinas de la pla-za donde se reorganiza La Marcha, en San Borja o en Rurrenabaque. Lo sé —lo he aprendido—, porque creo que esta clase de hombres, nacidos de la nobleza de su pueblo, no mue-ren así nomás. Sé también —lo he aprendido— que los otros, los hom-bres del Palacio de Gobierno, no lo alcanzarán nunca en su dignidad y sabiduría. Ellos, todos los hombres del poder, son unos pobres hombres, unos hombres elementales, extra-viados en los espejismos de unas cuantas consignas que ya no sirven para nada.

Qué será de esa compañera, aque-lla que agitada y presurosa buscaba —muy cerca del medio día del sá-bado 24 de septiembre, en medio de la carretera que une Yucumo y San Borja— “un sombrerito de paja para el Canciller”.

Tipnis es la abreviación de Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure, un

pedazo importante de la Amazonía boliviana que, por orden del gobierno de Evo Morales, deberá ser cortado por una carretera brasileña, a pesar de la enconada oposición de los indíge-nas que lo habitan. Hace un mes los indígenas iniciaron una larga marcha de protesta –varones, mujeres y niños – desde la selva hasta la ciudad de La Paz, seguros de convencer al ‘herma-no Evo’ de cumplir con los postulados ideológicos de su gobierno.

Él había asegurado en la cumbre climática de Cancún que la ecología era devastada por el capitalismo, que los bonos de carbono eran nimiedades y propuso crear un Tribunal de Justi-cia Ecológica para la preservación

del planeta. Él no permitiría que las transnacionales brasileñas destruye-ran el bosque; aunque con una broma degradante Morales le aconsejó a los colonos cocaleros que “enamoraran a las indígenas Tipnis”, dando a enten-der que así conseguirían que los ma-ridos depongan su actitud contraria a la carretera.

Estos colonos cocaleros, traslada-dos sistemáticamente y por miles a los departamentos Beni y de Pando des-de que comenzó el actual gobierno, se apostaron en el camino para detener la marcha no por la seducción aconse-jada sino amenazando con la violen-cia. Como los guardianes del bosque siguieron su marcha, fueron tildados de agentes imperialistas, pagados por la oposición. ¡Qué paradoja! Cuando apoyaban al Gobierno eran la reserva moral de la humanidad, ahora discor-des resultan ser un engendro diabóli-co, manipulado.

Bajo la mirada cómplice de la po-licía boliviana, en la población de Yu-

cumo, paso obligado de la marcha, los colonizadores cocaleros retuvieron las camionetas que llevaban agua y ali-mento a los indígenas. Debilitada la marcha, fue violentamente reprimida. Apresaron dirigentes, otros huyeron al monte, cargaron a los marchistas en buses, golpearon a muchos, gasifica-ron y un bebe murió por asfixia.

Inmediatamente, la ministra de De-fensa renunció y acusó al presidente de ser el causante. El ministro del Interior y el viceministro también re-nunciaron pero como fusibles. La co-munidad internacional, normalmente complaciente con Morales, condenó las acciones. El presidente boliviano, para recuperar simpatías, ha pedido que un referéndum resuelva el asunto, donde los treinta mil colonos traslada-dos le darán el triunfo.

También pide una comisión in-ternacional que analice el tema, así como internacional fue la comisión que, a pesar de las pruebas, excul-pó al gobierno de la masacre de Porvenir (2008). O quizá sea solo una figura retórica como el Tribu-nal de Justicia Ecológica que lo hizo aparecer como custodio de la Madre Tierra. A pesar del despres-tigio, la estabilidad del gobierno no peligra, pues no hay una oposición organizada que capitalice los des-aciertos.

El calentamiento global, los des-equilibrios climáticos y ecológicos ciertamente obligan a preservar la Amazonía. Los del Tipnis saben que en ello se va la supervivencia del planeta. Por eso, y a pesar de las dificultades, han reanudado su pequeña marcha de unos cientos de personas pobrísimas, una marcha que marcha por todos nosotros, por todos los seres vivos del planeta. Es-te es el tamaño de su heroísmo.

Juan Claudio LechínEscritor /El Comercio

En defensa del Tipnis amazónicoLas paradojas de Morales y su gobierno,

descubiertas en la crisis por el Tipnis, toman cuerpo bajo la lupa de Lechín.

“Como los guardianes del bosque siguieron su marcha, fueron tildados de agentes imperialis-tas, pagados por la oposición. ¡Qué paradoja! Cuando apoyaban al Gobierno eran la reserva moral de la humanidad, ahora discordes resul-tan ser un engendro diabólico, manipulado.”

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Cruz a fines de agosto de este año). Su poder es tan grande en Bolivia que se quedó como única construc-tora brasileña en el país.

En tales circunstancias, la opción es declarar la nulidad de los contratos de Potosí–Tarija y Villa Tunari–San Ignacio de Moxos, ambos fruto de la corrupción durante la gestión de mi sucesora Patricia Ballivián quien dejó este “presente griego” al asumir usted la Presidencia de ABC. Ello implica tomar precauciones legales necesarias para evitar mayor daño, entre otras las medidas precautorias con los (las) responsables del daño y la declaratoria de ilegitimidad de la deuda.

Dirá usted que “respiro por la herida” abierta por la persecución judicial con 33 causas promovidas por Ballivián contra mi persona, in-cluyendo dos detenciones ilegales, cortinas de humo para encubrir los negociados de Ballivián en obras que acabaron con OAS: Potosí–Uyuni y Potosí–Tarija. Desde la cárcel de-nuncié los negociados y el gobierno se vio obligado a derogar los decre-tos correspondientes. Fui el primer preso del régimen. Con seis años de persecución, es evidente que ella era para encubrir la corrupción de mi su-cesora, con OAS y con otros.

Me dirá también que es difícil en-frentarse a Ballivián pues tiene tan-to apoyo del gobierno como OAS. Permítame decirle que yo también tuve que enfrentar a poderosos co-rruptos de cuatro gobiernos y logré prevalecer gracias a la honestidad de mis argumentos y la honradez de mi gestión. Esta es la única y verdade-ra fuerza que se tiene en la función pública.

Me despido repitiendo algo que dije hace cuatro años cuando ya se veía venir el dominio de OAS: entre-garse a trasnacionales es dependen-cia, a una es servilismo.

Lo saluda, atentamente.

José María BakovicEx Presidente EjecutivoEx Servicio Nacional de Caminos Institucionalizado

ESTADO DE DERECHO

Si alguien puede dar fe que ‘el mundo da vueltas’ es Bakovic. Acusado de conducta antieco-nómica y contratos lesivos al Estado, estuvo preso 20 días. Hoy él denuncia por los mismos cargos a los responsables de la ahora llamada Administración Boliviana de Carreteras.

Documento

dormaloquero, ambos esclavizado-res. El rol de mameluco bandeirante moderno lo juega la empresa OAS, con antecedentes de corrupción en su país y expulsada por los origina-rios del Perú. El rol de maloquero lo juegan colonizadores (antes españo-les hoy cocaleros) que intentan apro-piarse del TIPNIS, para quitar a los indígenas la libertad que este entorno les permite para “vivir bien”.

Los indígenas hacen hoy día de guardianes de la riqueza natural de todos los bolivianos. Si no toma ac-ciones, Bolivia perderá uno de los santuarios naturales más ricos en bio-diversidad. ¿Serán los siguientes los parques Carrasco, Amboró y Madi-di? Estas reservas naturales cumplen hoy el mismo rol que cumplieron las reducciones jesuíticas: refugio para los indígenas. Usted puede ser el jesuita que expulsa al bandeirante OAS o el español maloquero que abre senda para el colonizador.

Cuando me cupo ejercer la Pre-sidencia Ejecutiva del SNC tam-bién tuve que luchar contra los bandeirantes de entonces y contra los maloqueros neo liberales. Pu-dimos encarrilar las acciones de las empreiteiras para lograr grandes ventajas para el país al hacer más y mejores carreteras a menor precio, teniendo al final de mi gestión en el SNC institucionalizado cuatro empresas brasileñas compitiendo sanamente y desempeñándose co-mo excelentes parceiros. Será muy difícil para usted hacer lo mismo con OAS pues esta empresa domina a los gobiernos de Bolivia y Brasil (OAS pagó la visita de Lula a Santa

De la ‘dependencia’ al ‘servilismo’

SeñorDr. Luis Sánchez-Gómez CuquerellaPresidente Ejecutivo a.i.Administradora Boliviana de CarreterasLa Paz

Ref.: Expulsión de OAS Ltda.,

por actitud bandeirante De mi consideración:La presente tiene por objeto pedir-

le que como Presidente Ejecutivo a.i. de la Administradora Bolivia de Ca-rreteras expulse a la empresa OAS de las obras que tiene ilegalmente contratadas, procese a los (las) res-ponsables por los siguientes hechos que efectuaron grave daño econó-mico al Estado, al medio ambiente y a los habitantes de las regiones y del país:

- Cesión sin licitación del con-trato para la carretera Potosí–Tarija incrementando su costo al doble del original y liberando a la empresa Queiroz Galvao de sus obligaciones, cancelando a ésta la suma de $us 23 millones y devolviendo garantías sin exigir la conclusión de la obra ni re-paración de los daños, incluyendo la reconstrucción del Túnel Alarache.

- Adjudicación ilegal de la Ca-rretera Villa Tunari–San Ignacio de Moxos al doble de lo que sería un costo razonable a través de la mani-

pulación de cifras para obtener un precio de referencia inflado, violan-do además las normas nacionales al no tener antes de la licitación:

• estudio de factibilidad que defi-na alternativas y costos financieros, económicos y medio ambientales de cada una de ellas,

• diseño básico con el trazo corres-pondiente,

• licencia ambiental y consulta con los originarios, particularmente del Tipnis, y

• precio de referencia fundamen-tado en los parámetros anteriores.

- Pésimo desempeño en la ejecu-ción de los proyectos Potosí–Uyuni y Potosí – Tarija.

Le pido encarecidamente que sus actos sean a imagen de los jesuitas de las Misiones en nuestro Oriente que defendieron al indígena del ma-meluco bandeirante y del coloniza-

“la opción es declarar la nulidad de los contratos de Potosí–Tarija y Villa Tunari–San Ignacio de Moxos, ambos fruto de la corrupción durante la ges-tión de mi sucesora Patricia Ballivián quien dejó este presente griego.”

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

al mercado, la producción a escala, el cambio tecnológico y la sostenibilidad del modelo agroproductivo permitie-ron lograr una soberanía alimentaria en casi todos los renglones, al extremo que hoy por hoy más del 70% de los alimentos que consume el país, los provee Santa Cruz.

El artículo mencionaba también que el Vicepresidente del Estado ha-bía retado, en el marco de la Expo-cruz 2011, a que los productores del Oriente amplíen la frontera agrícola para garantizar la seguridad alimen-taria y para convertir a Bolivia en un exportador de alimentos, para lo que se estaba construyendo infraestructu-ra. ¡Claro que los productores ratifi-

can su voluntad de seguir trabajando como lo han hecho por décadas, bus-cando no solo la seguridad alimenta-ria sino la “soberanía alimentaria” que es muy superior, siendo que implica “producir alimentos bolivianos para los bolivianos” y en tal cantidad que –abastecido el mercado interno- se pueda exportar.

Para esto el Estado debe garanti-zar: seguridad jurídica para la tierra; mercado interno y externo seguros; y, buenas políticas públicas, como la posibilidad de usar la biotecnología.

Respecto al destaque del Editorial -“Ahora toca demostrar que el ‘mo-delo cruceño’ es, ante todo, bueno pa-ra Bolivia”- la respuesta la tienen de-cenas de miles de migrantes de todos los rincones del país que llegaron po-bres a Santa Cruz desde los años ‘50, y que hoy son los prósperos produc-tores de caña de azúcar, arroz, maíz, frejol, etc., que alimentan al país.

ESTADO DE DERECHO

Dos abordajes distintos sobre un mismo tema de fondo: el modelo productivo cruceño y los riesgos que enfrenta por la obsesión del actual Gobierno de acabar con él. Parejas la-menta que los empresarios se presten a la farsa. Rodríguez invita a recoger testimonios

Tanto poder para no poder

Gary A. Rodríguez A.Economista / Gerente del IBCE

“Respecto aL Editorial de La Razón, la respuesta la tienen decenas de miles de migrantes que llegaron po-bres a Santa Cruz y hoy son prósperos productores.”

Lo que es buenopara Bolivia…

Me he tomado la libertad de tomar una frase de la tira “El duende y su camari-

lla”, de Gaspar. De paso aprovecho la oportunidad para felicitar a Oscar Barberi Suárez, Gaspar, por su inago-table genialidad para retratar diaria-mente nuestra triste realidad política a través del humor.

Efectivamente, tanto poder... El poder de Evo Morales se empezó a construir mucho antes que el MAS ganara las elecciones y se lo entroni-zara en Tiahuanaco con una ceremo-nia digna de las películas monumen-tales de Hollywood de los años 60 del siglo pasado (¿recuerdan la entrada triunfal de Cleopatra—Elizabeth Ta-ylor en Ro-ma?, a eso me refiero). Mientras que en la construc-ción de ese poder in-tervinieron moros y cristianos (incluidos p a r t i d o s tradiciona-les y oligarquía andina, sobre todo la paceña), pues creyeron que se trataba de un movimiento que iban a poder manipular fácilmente, no ocurrió así en la redacción del libreto para el ejercicio de este poder. Esta redacción fue obra exclusiva de los teóricos de la izquierda romántica, y no tan ro-mántica, ayudados por el dinero y la burocracia de buena parte de las ONG que habían surgido en el mundo para dizque defenderlo, pero en el fondo era para hacer más ricos a los ricos a costa de la ingenuidad de los pobres.

Efectivamente, tanto poder…Hace pocos días vi en un programa de te-levisión a un conocido antropólogo catalán –que tiene mucho que ver con el libreto del poder de Evo Morales—decir que el poder hay que saberlo manejar; que el poder es ingrato; que el poder corrompe. Cuando el perso-naje en cuestión respondía, y a pesar de decir a manera de justificación

“otra cosa es con guitarra”, dejaba leer entre líneas que Morales no ha sabido manejar el poder; que el poder no le ha pagado con poder; y, lo que es más interesante, que el poder lo ha corrompido.

Efectivamente, tanto poder…Que ha alcanzado con creces para cumplir muchos de los objetivos que fueron trazados en el libreto original. Así, por ejemplo, se ha quitado del medio la di-rigencia cruceña, unos amedrentados por un supermontaje de terrorismo que sigue amenazando como espada de Damocles y otros simplemente comprados; se está en pleno trabajo de acabar con el aparato productivo cruceño, a pesar de la farsa que exis-

te sobre el acerca-miento con los em-presarios privados, especial-mente la C a i n c o (hace po-cos días un conocido dirigente masista de

San Julián que hasta hace poco pro-metía garrotes y palos a los privados, en un programa de televisión se re-fería a ellos como sus “amigos”, con nombres y apellidos).

Efectivamente, tanto poder para hacer una carretera a como dé lugar, contra todo lo que él mismo estable-ció; para que un 25 de septiembre se hubiera dado una de las represiones más crueles en nuestra historia y que hasta el momento sólo se hubieran dado algunas renuncias, nadie está enjuiciada; para que se trate por todos los medios de enfrentar a los bolivia-nos para conseguir fines oscuros; para que el narcotráfico se campee como Pedro por su casa y no pase nada.

Y para no poder… Hasta el mo-mento han pasado más de diez días del fatídico 25S y nadie ha tomado la responsabilidad de los hechos y ninguna persona ha sido enjuiciada. ¿Tanto poder para no poder?

Creyente como soy, que todo lo bueno proviene de Dios, estoy seguro que -por su mi-

sericordia- los conflictos que aquejan al país se resolverán a su tiempo y que Él me concederá el deseo de ver un día -no lejano- a una Bolivia unida y próspera, con avances sustantivos en la lucha contra la pobreza. El cómo hacerlo tendrá que ver con amalgamar las cosas buenas del pasado, las cosas buenas del “proceso de cambio” y las cosas buenas que otros países han realizado.

Sabiendo que la ideologización y politización de las alternativas econó-micas, y que la mirada lastimera hacia atrás no restañan las heridas sino que profundizan las diferencias, ¿no es tiempo de un desarme espiritual que permita a los bolivianos abrazarnos, en vez de seguir confrontándonos, y buscar la forma de que los beneficios del desarrollo lleguen a todos? Basta de “resolver” conflictos actuales re-cordando conflictos pasados y, mucho menos, creando otros a futuro.

Es hora de entender de una buena vez que para el ciudadano de a pie, el día de hoy -como ayer- su principal preocupación es cómo mejorar su economía y cómo dar una mejor ca-lidad de vida a su familia. Para ello, aparte de copiar lo que otros han hecho bien –y para que los avances sociales tengan alguna posibilidad de sostenibilidad futura- debemos ver también, qué cosas buenas hicimos en el país para sacar a la gente de la pobreza.

Este artículo está inspirado en el Editorial “El modelo cruceño” (La Razón, 29/SEP/2011) que leí con sen-tido crítico, sabiendo que -como toda obra humana- el exitoso modo agro-productivo cruceño, es perfectible. El artículo, destacaba como elementos-clave del “modelo cruceño”, la agroin-dustria, el comercio y las exportacio-nes; el hecho que Santa Cruz en 25 años contribuyó a Bolivia con cerca de 15.000 millones de dólares, principal-mente por agroexportaciones, para lo que la frontera agrícola creció de 283 mil a 1,8 millones de hectáreas de sem-bradíos. De hecho, la fuerte orientación

Alcides Parejas MorenoHistoriador / Escritor

“Están en pleno trabajo de acabar con el aparato productivo cruceño, a pesar de la farsa sobre

el acercamiento con los empresarios privados.”

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MUNDANAS

Steve Jobs tuvo una vida de artista atormentado, aunque en lugar de pinceles, vinilos y

lienzos encontró el vehículo para su arte en circuitos, chips y pantallas tác-tiles. Su mejor creación: Apple, con todas sus variantes. Además, llevó ese arte a los bolsillos de millones. Usted puede no tener ninguno de esos pro-ductos de Apple, que han revolucio-nado la forma de escuchar música o de usar el teléfono celular. Aún así, pa-ra atestiguar el legado de Jobs le basta con que use cualquier mouse o cualquier portátil, o que haya visto Toy Story, la primera pe-lícula completamente animada digitalmente.

En sus 56 años Steve Jobs nunca terminó una carrera universitaria, sin embargo rein-ventó el mundo de la tecnolo-gía unas cinco veces; además de crear dos veces Apple Inc, el gigante informático. La pri-mera vez que lo creó fue en 1975, en el garaje de sus padres con Steve Wozniak. Comenzaron arman-do ordenadores a mano, con la plata que obtuvo tras vender su camioneta Volkswagen para financiar la naciente empresa. En 1976 presentaron Apple II, una bella computadora personal que sería el primer ancestro de los actuales laptops. Salió a la venta por 666 dólares.

Tenía entonces 21 años. Había abandonado los estudios de Reed College, Oregón, después de los pri-meros 6 meses; no le encontraba sen-

Cuando abandonó las clases, si-guió asistiendo a cursos de caligrafía. “Era hermoso, histórico, artística-mente sutil de un modo que la ciencia no puede captar, y yo lo consideraba fascinante”, por entonces no le halla-ba aplicación práctica en su vida. Su primer trabajo fue en Atari, una de las primeras empresas de videojuegos. Dormía en el piso de habitaciones de amigos, devolvía botellas de gaseosa para obtener 5 centavos de depósito, caminaba kilómetros para recibir

una buena comida en el templo Hare Krishna. Ahorró y se fue a la India “en busca de iluminación”.

el priMer BooM innovador

A su regreso, y tras la fundación de Apple en el garaje, encontró la apli-cación para sus clases de caligrafía y su encantamiento por la estética bien cuidada. El nombre para su empresa evocaba comunas de Oregon que visitó en su niñez, a las que se refería como “huertos de manzanas”. El fa-

moso logo mordido fue en homenaje a Alan Turing, el padre de la informá-tica moderna y que murió en 1956 envenenado con una manzana con cianuro, que no alcanzó a comerse del todo.

En 1980 Jobs presentó la Macin-tosh, manejada por un mouse y con una pantalla limpia con bellísimos trazos y letras. Si bien no inventó el mouse, rediseñó prototipos previos empleados por Xerox. Lo hizo más ligero y simple, convirtiéndolo en

la herramienta que conoce-mos hoy.

Dos años más tarde la em-presa cotizaba en la Bolsa, alcanzaba ventas de 1.000 millones de dólares, entra-ba al Fortune 500 y Jobs era millonario. Pero en 1985 se veía obligado a abandonar la empresa que fundó, por dife-rencias creativas con el enton-ces director ejecutivo, John Sculley. Cedió poder con la

libertad accionaria, y los nuevos di-rectivos tenían una visión más cor-porativa, menos romántica.

Cuando dejó Apple Jobs fundó otra empresa de computación, NeXT. Entonces dio un paso que cambiaría para siempre el cine. Compró por 10 millones de dólares The Graphics Group, una empresa de animación que pertenecía a George Lucas. La convirtió en Pixar, y produjo Toy Story y Bichos, las primeras pelícu-las completamente hechas en com-putador. Es decir, que Jobs también

Iván Bernal Marín

/ Semana.com

Steve Jobs tuvo una vida plagada de complejidades, frustraciones y rechazos, que con-trastan con la genial sencillez de sus creaciones: el iPod, el iPhone, el iPad, cualquier Mac y otras más recientes que marcaron un hito en la industria cinematográfica.

“La muerte es el destino que todos comparti-mos. Nadie ha escapado de ella. Y es como de-be ser porque la muerte es muy probable que

sea la mejor invención de la vida. Es su agente de cambio. Elimina lo viejo para dejar paso a

lo nuevo.” / Steve Jobs, Stanford, 2005.

tido a que sus padres de clase traba-jadora gastaran todos sus ahorros en su carrera. Nació el 24 de febrero de 1955, hijo de una joven universitaria soltera que lo entregó en adopción en San Francisco, California. Creía que debía ser adoptado por profesionales, y había organizado todo para que lo adoptara una pareja de abogados. Al nacer, ellos decidieron que preferían una niña.

Otra pareja ansiosa de ser padres, Paul y Clara Jobs, lo recibieron. Ella

era una contadora que no se había graduado de la universidad; él era mecánico automotriz, y nunca había terminado el colegio secundario. Se mudaron con él a Mountain View, California, que eventualmente se convirtió en sede de Silicon Valley, paraíso de la electrónica donde hoy tienen sede las principales empresas tecnológicas. La madre biológica se negó por meses a firmar los papeles de la adopción. Lo hizo finalmente bajo la promesa de que Steve iría a la universidad.

Steve Jobs,

el padre de una era

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Jobs revivió. Su creatividad se ex-presaba como genialidad en el terre-no de los dispositivos inalámbricos, pero en el campo de la salud era un parroquiano más. Sí, había sobrevi-vido al cáncer de páncreas. Pero ya en 2009 había mencionado que su estado de salud era más complejo de lo que pensaba, por lo que tomó una licencia médica. Circularon fotos donde se le veía demacrado, sumamente delgado. Sufrió un des-equilibrio hormonal, y requirió un trasplante de hígado. En agosto de 2011 se retiró definitivamente de la empresa, y dejó su lugar como pre-sidente a Tim Cook.

Popularizó la tecnología. La hizo bonita, y alcanzó una fortuna de 7 billones de dólares. Con su regre-so al campo de las computadoras hubo una explosión de creatividad, que por años pareció enterrada bajo montañas de teclados y monitores obesos. Quienes trabajaron con él hablan de un radical, obsesionado siempre con innovar, intolerante con la burocracia y la repetición, en-caprichado con la renovación hasta del más mínimo detalle. Un dios del Olimpo en el universo de los nerds y geeks, esa inmensa minoría que cada vez es más mayoría.

Falleció el 5 de octubre de 2011, un día después de la presentación del más reciente modelo de iPhone, de-nominado el 4S. Cuando el planeta esperaba un iPhone 5 y elucubraba sobre un nuevo diseño, llegó esta evolución del iPhone 4, con cam-bios fundamentalmente internos, de software. Algunos creen que el nom-bre es un homenaje a Jobs, dado que en inglés “Four S” se lee parecido a “For S”: Para Steve.

A Jobs muchos lo describen como genio, visionario, gurú, irremplaza-ble. Otros, lo consideran poco más que un charlatán bien rodeado. Lo cierto es que es una figura de esas que aparecen cada cierto tiempo en la historia, revientan los moldes y le cambian la mirada al mundo. Si no cree que él propició una ruptura así, tan solo mire su celular, su repro-ductor MP3, su computador o una película animada el fin de semana. Hoy estamos en el futuro, en parte gracias a él.

Quizá los golpes, las enferme-dades y los fracasos lo llevaron a límites donde el único escape era una gran idea, innovar y construirse un camino. Como a sus ídolos, Bob Dylan y Pablo Picasso, a quienes admiraba porque ambos siempre “estaban arriesgándose a fracasar”. Ellos lograron composiciones mu-sicales y pinturas eternas: obras que nos transmitirán sensaciones como alegría o alivio por siempre, cada vez que las miremos. ¿Él? aparaticos de pantallas táctiles, que harán que to-das esas obras, y más, nos quepan en la mano.

MUNDANAS

es abuelo de hitos cinematográficos recientes como Avatar.

la segunda venida

En 1990 se casó con al amor de su vida, Laurene Powell, a quien cono-ció en la Universidad Stanford y con quien tuvo tres hijos. Luego, en 1997, volvió a Apple, para crearla de nuevo. La empresa compró a NeXT por 430 millones de dólares, y él ingresó como consultor. Una computadora en forma de huevo y sin puerto para disquetes llegó de su mano, el iMac, que trans-formó la fortuna de Apple. Y en 2001 se sacó del bolsillo un aparato que contenía miles y miles de canciones, y que sembraría audífonos blancos en los oídos de millones de humanos para siempre: el iPod. Literalmente lo traía metido en el jean.

Desde entonces empezó a reflejar el característico minimalismo de sus productos en su vestir, reducido a un buzo cuello tortuga negro y jeans. Llegaron versiones ‘nano’ y video de su omnipresente reproductor de música, que se alzó como el produc-to más vendido con una interfaz que lo hacía parecer un juguete. Pese a las imitaciones, 10 años después conserva el 70% del mercado. Una vez más, la sencillez se mostraba co-mo una obsesión en las creaciones de Jobs, y aparecía como un modo de huir a las complejidades que pla-gaban la vida.

Le habían diagnosticado cáncer de páncreas en 2004, una forma particu-larmente rara. Él mismo lo reveló en un conmovedor discurso en la gra-duación de la universidad Stanford, en 2005. Sintió el aliento de la muerte: los médicos no le dieron esperanzas de recuperación, y le dijeron que le quedaban unos 4 meses de vida. Pero, finalmente, una exitosa cirugía aplazó la ineludible cita.

Así vino la revolución del mercado de telefonía celular con su iPhone, en 2007. Y luego, en 2010, el mundo se rendía a sus pies por la tableta iPad. Transformó para siempre la relación cotidiana con los dispositivos atrave-sado por una determinación: simpli-ficarla y estilizarla. Curvas sinuosas, diseños orgánicos y fáciles de usar, eran su evangelio.

Los fanáticos de sus desarrollos pasaban noches afuera de las tiendas para ser los primeros en tenerlos en sus manos. No es exagerado afirmar que sus presentaciones, a modo de charlas simplificadas donde aparecía solo ante un gran fondo azul, eran tan esperadas por los devotos de la tecno-logía como lo son los campeonatos mundiales por los devotos del fútbol.

la salud vuelve a golpear

Cuando la resurrección de Apple la volvía a poner en la cima del mer-cado informático, la enfermedad de

En América Latina, históri-camente hemos vivido la eterna lucha de los bancos

centrales para defender nuestras monedas de las subidas del dólar. Las dramáticas devaluaciones ja-lonan la historia con una profunda marca. Nunca se nos ocurrió pen-sar que esos mismos bancos iban a luchar desesperadamente para mantener el valor del dólar y que no se devaluará aún más en nuestros mercados.

Desde luego, hubo momentos, en ciertos planes de estabilización, que revaluaron nuestras monedas más de la cuenta con relación al dólar, momentos en los que este resultó en una moneda particularmente apta para importar. Fueron los tiempos -por ejemplo- del "deme-dos" que singularizó al público argentino en Miami, comprando de todo, cuando la famosa ley de convertibilidad de 1991 fijó, por una larga década, la igualdad de las dos monedas. Al principio fue muy útil a fin de quebrar las expectativas inflacio-narias pero luego los costos inter-nos crecieron más de la cuenta, desequilibraron la ecuación y se terminó en otra

devaluación. O sea, que se trató de un fenómeno circunstancial y específico de Argentina, muy dis-tinto a lo que hoy vivimos como resultado de una situación general, nacida del deterioro progresivo de la moneda estadounidense. Como consecuencia, los Estados latinoa-mericanos se ven obligados a com-prarla para reserva, a fin de que su deterioro no continúe y dificulte aún más las exportaciones. Por esa vía, Brasil superó los 300.000 millones de dólares en reservas y México los 130.000, verdaderos récords histó-ricos.

Lo peor es que el dólar no tiene perspectivas de fortalecerse. Basta observar que, pese a los problemas de Europa, el euro, el amenazado y discutido euro, sigue valiendo un 40% más que un dólar, luego de comenzar su vida debajo de la pari-dad. Y si seguimos observando que la emisión norteamericana no se de-tiene, la conclusión se robustece.

Desde la quiebra de Lehman Brothers, en 2008, a hoy, la cir-culación de dólares se ha tripli-cado. Así como suena. Pasó de 834 a 2.390 billones norteamericanos (millones de millones). ¿Puede ser ello gratuito, puede resultar inocuo?

No somos economistas, pero -desde la experiencia- no dudamos en afir-mar que este empapelamiento se seguirá reflejando en la cotización monetaria.

A partir de esa situación, ya de por sí escandalosa, el Congreso norteamericano ha ofrecido un es-pectáculo digno de nuestras peores épocas de populismo latinoameri-cano, dándole al mundo la sensa-ción inequívoca de encontrarse en el umbral de una catástrofe por falta de entendimiento parlamentario en-tre las bancadas de los dos grandes partidos.

La generalidad pensaba que era irreal que los legisladores llevaran la situación hasta el extremo de producir esa caída y que, en algún momento, iba a aparecer la auto-rización para aumentar el tope del endeudamiento a cambio de res-tricciones en el gasto de gobierno u otras condiciones.

Pero el solo hecho de que todos los diarios, en los cinco continentes, estuvieran alertando sobre la posi-bilidad de la quiebra, configuró un daño irreparable. No se trataba sim-plemente de un asunto financiero. Mostraba mucho más que un tema monetario porque desnudaba, inclu-so, un sistema político que no luce a la altura de sus responsabilidades.

Michael Rostovtzeff, el clási-co historiador ruso de la economía de la Roma Antigua, el primero en mirar en su conjunto el desarrollo de esa notable construcción que fueron la República y el Imperio, señaló ya la importancia que tuvo en su declinación el envilecimiento de la moneda. Cuando hoy obser-vamos lo que está ocurriendo en Estados Unidos, no dejamos de re-cordar aquel lejano antecedente, tan revelador.

La lógica de los hechos, desgra-ciadamente, es implacable: no hay sustituto para el equilibrio fiscal y no hay moneda que no se deprecie cuando su emisión supera la oferta de bienes y servicios.

Aun sin afiliarnos a las teorías apocalípticas, que anuncian con clarines triunfales la decadencia de la superpotencia, lo que nadie pue-de discutir es que por este camino va muy mal y nada de lo que ocurre le resultará gratuito. Ni a Estados Unidos, ni a nosotros, porque si an-tes fue un problema por su poderío, ahora empieza a serlo por sus fra-gilidades.

Estados Unidos como problema

JulioSanguinettiAbogadoy periodista/ El País

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LECTURAS

Un paseo melancólicojunto a Edson HurtadoUna tardecita, fatigada por la

canícula y el polvo rojo, lle-gué a tropezones a un cuar-

tito de madera al borde del camino a San Borja. Casi a horcajadas pedí algo de beber. Recién cuando el refresco helado aliviaba mi garganta, sentí de-trás de mí el rasguito de unas guitarras y el coro amable de unos paisanos.

-¿Hay fiesta?, pregunté ignorante. -No, señora, respondió el más joven.

A los benianos nos gusta estar alegres y, mientras se pueda, acá estamos.

Siguieron los coros de una balada desconocida. Pensé que diferente tarde a mis tardes de oficina paceña,

de frío y silencio. Allá, en la pausa de la siesta, la gente tenía más tiempo y más vida. Así conocí el agrado de los benianos para sacar las penas y las alegrías. Apenas conocía algunos clásicos gracias a Lolita Sierra de Méndez y a su centenaria madre.

Ese mundo es un espejismo para los que vivimos en las montañas, aún más desconocido para las nuevas ge-neraciones de iPods y celulares mul-tiuso. De pronto, llega ahora a nuestras manos un libro extraordinario, un libro que sólo pudo ser redactado por un ca-minante oriental y por un poeta que tiene música desde sus entrañas: “No volveré a querer”, de Edson Hurtado.

Edson Hurtado (Vallegrande, 1980) ha realizado una de las inves-

La lectura del libro “No volveré a querer” de Edson Hurtado, que narra la historia del grupo musical beniano Los Taitas, conmueve a Lupe Cajías, que escribe esta sentida reseña.

rientes le cantaron su querida canción para alegrarle el alma en despedida.

un autor

Metódico A veces es difícil combinar el es-

píritu libre de un poeta como Edson Hurtado, autor además de “Ser gay en épocas de Evo” con el cientista riguroso que investiga, contrasta los datos, desenvuelve la información de las fuentes directas, escritas y orales. En este caso tan especial, igualmente le son útiles las letras de las cancio-nes y los ritmos melódicos, desde el bolero, el vals o el taquirari, para tra-zar la historia de “Los Taitas”.

No es un homenaje dulzón, pero indudablemente Edson admira y tiene una relación de simpatía con el tercer-to/cuarteto en sus diferentes momentos y con sus sucesivos integrantes. Proba-blemente no hubiese escrito su obra sin esa motivación emocional. Son la vida y la capacidad creadora de Silvio Ma-ya Tanaka- hasta su trágico final con un tiro en la sien- los eslabones que unen la historia desde los inicios del grupo, unos jovencitos copleros y atrevidos, hasta la consagración en los escenarios nacionales e internacionales.

Aunque los paceños no tienen tantos recuerdos, cuando hablo con algún beniano y pronuncio el nombre “Los Taitas”, todos saben a quienes nombro. El apodo genérico es cos-tumbrista, reservado para los ancianos (o Cacique Mayor) de las comunida-des mojeñas o trinitarias. Al escoger ese nombre para el conjunto, Maya y sus amigos rendían un homenaje a su tierra, a su cultura, a sus orígenes. Fueron los primeros benianos en grabar un disco en forma colectiva. La llegada a La Paz y toda la trave-sía es sólo un episodio de los muchos que desgrana Edson con asombro y provocando en el lector las ganas de saber siempre algo más.

tigaciones de vida más impecables publicadas en las últimas décadas. Rigor científico, búsqueda de fuentes primarias y secundarias, rastreo de datos entreverados, combinados con el tono de la crónica, del periodismo literario, de la palabra hermosa. En un centenar de páginas recorremos un territorio, una época de oro, una comunidad y un arte, la música de “Los Taitas” del Beni.

“No volveré a querer” fue publi-cado con el respaldo del Centro Pa-tiño de Santa Cruz. Desde la portada es una invitación a la lectura con una foto añeja de “La esquina del peli-

gro”, donde parroquianos trinitarios conversan al borde del río. Además incluye un CD con los 10 temas emblemáticos de “Los Taitas” y del Beni, como: “No volveré a querer”, “Te quiero más que a mi vida”, “En las playas del Beni”.

Hago un paréntesis para detener-me en el poema de Ambrocio García, musicalizado por Rogers Becerra: “No volveré a querer”. Esa canción se relacionó siempre al poeta de Re-yes con su enamorada juvenil, mi tía materna Carmen de la Vega. Durante décadas la melodía fue parte de su-surros hogareños entre los adultos. En las tardes dedicadas a la obra de Hurtado recordaba los últimos días de mi tía, fallecida en abril, pues los pa-

El espacio de esta crónica no permi-te entrar en muchos detalles. Aunque Tanaka fue la columna vertebral del conjunto incluso más allá de su muerte por su increíble sentido musical, “Los Taitas” continuaron con distintos in-tegrantes en diferentes épocas: Hugo Mercado, Rolando Chacho Vínuez, Carlos Potro Parada, Ruben Darío Nuni, José Sixto Hernández, José Luis Maese, Oscar Rivero Aramayo, Alfre-do Aukei, Jesús Mansilla. No siempre directamente, aparece el nombre del maestro Carmelo Guzmán, autor del célebre “Camba taitetú” . Igualmente los grandes compositores como Rogers Becerra y la familia musical de Lolita Sierra de Méndez se relacionaron de una u otra forma con el conjunto.

conocer

el Beni Edson Hurtado nos ayuda a cono-

cer un poco más el norte boliviano, el entrañable Beni, misterioso y exu-berante. A través de cantidad de his-torias pequeñas nos revela un mundo semirural que ya no volverá. Las le-tras de las canciones incluyen nom-bres de la flora y fauna que no cono-cemos. Mientras acá nombramos al viento, a la montaña, allá al bajío, al palmar, a la siesta, a la pascana, al ca-rretón, al río, al empanizao. Nos une a todos, como seres humanos, la ne-cesidad del amor, el sufrimiento por la partida, los deseos acumulados, el tercero en discordia, los besos no correspondidos, el llanto secular por no ser correspondido.

Estas obras tan importantes para la cultura y la integración nacional no suelen merecer titulares en primera página. Somos pocos los privilegia-dos que accedemos a ellas. Gracias a Edson por ese presente. Queda la es-peranza que por lo menos en el Beni, en Pando, en el norte paceño se lea la obra en colegios y universidades

LupeCajías

Periodista e historiadora

“Sé también que los otros, los hombres del Pa-lacio de Gobierno, no lo alcanzarán nunca en su dignidad y sabiduría. Ellos, todos los hombres del poder, son unos pobres hombres, unos hombres elementales, extraviados en los espejismos de unas cuantas consignas que ya no sirven para nadas.”

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