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La narrativa. Teoría y práctica Autor: Esteban Conde Choya 1 mailxmail - Cursos para compartir lo que sabes

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La narrativa. Teoría y prácticaAutor: Esteban Conde Choya

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Presentación del curso

La narrativa. Teoría y práctica, el curso trata la narrativa desde prácticamentetodos sus ángulos: desde los narradores hasta los personajes, pasando por el realismorealismo, fantasía, humor o lirismo que puedan presentar los textos narrativos otécnicas, y todos apoyados con ejemplos de nuestros principales novelistas.

Sin duda alguna el género literario más cultivado y leído es el de la narrativa.Conoce más sobre los personajes, los diferentes géneros utilizados en los textosnarrativos y muchas otras cuestiones de gran interés para los amantes de laliteratura.

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1. La narrativa

LA HISTORIA Y SUS NARRADORES.

Sin duda alguna el género literario más cultivado y leído es el de la Narrativa. Eneste apartado trataremos de la historia que se cuenta en toda narración y los temasfundamentales de la misma. No es lo mismo historia que argumento, pues mientraséste se basa en la causalidad que ha originado los hechos, la historia es la meranarración de los mismos aunque sujetos a un marco temporal. Por último, debemosaclarar que una historia no existe si no se viste de lenguaje; por ello, una mismahistoria puede contarse de muchos modos, según los recursos lingüísticosempleados para contarla.

Dicho esto, la historia puede ser real, irreal, mezcla de una y otra; incluso puederecoger la vida de una persona, conocida o desconocida. Veamos por separado lostipos de historia más corrientes:

.Parte de la vida de un personaje, como es el caso de Lazarillo de Tormes, queabarca desde el nacimiento del pícaro en el molino del río hasta que se casa enToledo y ejerce un oficio más o menos honrado.

.Vidas enteras de un personaje famoso, generalmente reales, contadas en tercerapersona, caso de las Biografías (Vidas de los Césares, por ejemplo) o en primerapersona, como los libros deMemorias.

.Historia de un momento decisivo en la vida de un personaje, como en Cinco horascon Mario, de Delibes, en que Carmen, plantea a su marido de cuerpo presente unaserie de problemas vitales compartidos con él mientras espera a que vengan losempleados de la funeraria a llevarse el féretro.

.Un acontecimiento, una experiencia, un proceso de la vida cotidiana, etc. queinfluirán en el resto de la vida de un personaje o de varios, suceso que puedeenglobar un tiempo más o menos extenso, como lo ocurrido en El Jarama, deSánchez Ferlosio, donde un grupo de chicos y chicas se divierten un domingo deverano a orillas de ese río hasta que el ahogamiento de Luci, una de las chicas,trastoca la alegría en desolación y cambia repentinamente la vida de sus amigos.

.También hay historias cuyos actores principales son animales, como podemos veren algunos apólogos del El Conde Lucanor, de don Juan Manuel (Lo que le sucedió auna zorra con un cuervo..., Lo que le pasó a la golondrina con los otros pájaros...,Lo que hacen las hormigas para defenserse...), y otros cuentos tradicionales, comoel tan conocido de El gato con botas. Otras historias tratan de viajes (20000 leguasde viaje submarino, de Verne), de ciudades (La ciudad de los prodigios, de E.Mendoza), de objetos (La carta robada, de Poe), de fenómenos naturales (El rayode luna, de Bécquer), de batallas (Zaragoza, de Galdós), etc.

Por otra parte, ninguna historia puede existir si no hay detrás un narrador que lacuente desde un punto de vista determinado. Existen varias clases da narrador:

.Narrador externo que habla en tercera persona y lo sabe todo de la acción y delos personajes del relato. Por ejemplo, en Zalacaín el aventurero, de Pío Baroja, lapersona que habla es omnisciente, conoce hasta el menor detalle de lo que ocurre ylo que piensa cada personaje de la novela, incluido el protagonista.

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 "En esta época, los chicos no iban tanto a la escuela como ahora, y Martín pasómucho tiempo sin sentarse en sus bancos. No sabía de ella más sino que era un sitiooscuro, con unos cartelones blancos en las paredes, lo cual no le animaba a entrar.Le alejaba también de aquel modesto centro de enseñanza el ver que lo chicos de lacalle no le consideraban como uno de los suyos, a causa de vivir fuera del pueblo yde andar siempre hecho un andrajoso."

En este tipo de narrador omnisciente puede aparecer la voz del propio autor paradirigirse de vez en cuando al lector avisando, recriminando, valorando los hechos olos dichos de uno o más personajes. es lo que ocurre en muchas de nuestrasnovelas realistas (las de Galdós, Pereda, Valera...)

.Narrador externo que habla en tercera persona, pero sólo sabe lo que ve y oye;actúa como una cámara, que registra la imagen y el sonido, sin participar en laacción ni opinar sobre ella. La citada novela de Sánchez Ferlosio, El Jarama, es unode sus mejores exponentes.

.Narrador externo que habla en tercera persona y se identifica con un personaje de la novela; puede estar presente en las acciones principales de la novela, comoocurre con Lolo, el protagonista de tres años de El príncipe destronado, de Delibes.

.Narrador interno que habla en primera persona y participa en la acción delrelato como protagonista de la misma; presta a la narración un tono subjetivo eintimista y la caracteriza como autobiográfica. El citado caso del Lazarillo deTormes o de cualquiera de los personajes principales de las novelas picarescas sonclaros ejemplos.

     "Fue tal el golpecillo, que me desatinó y sacó de sentido, y el jarrazo tan grande,que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchaspartes, y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy día me quedé.  Desdeaquella hora quise mal al mal ciego, y, aunque me quería y regalaba y me curaba,bien vi que s ehabía holgado del cruel castigo."

Narrador interno que habla en primera persona y participa en la acción del relatocomo un personaje secundario; se llama también narrador testigo porque sueleser un personaje que ha presenciado los acontecimientos de la historia. Así ocurrecon Nelly, la criada de Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, sin cuya narraciónno conoceríamos los detalles del amor tempestuoso entre Catherine y Heathcliff.También se emplea la primera persona del plural (Azorín, Cortázar).

.Narrador que emplea la segunda persona (el tú o el usted)  para dirigirse a unpersonaje de la novela; puede ser omnisciente o cualquier otra clase de narrador. Lacitada novela de Delibes, Cinco horas con Mario, es un ejemplo palmario, en el cualla viuda se dirige durante toda la novela a su difunto marido, de cuerpo presente,para reprocharle sus defectos y las consecuencias que han causado en la vida de ellamisma. O Señora de rojo sobre fondo gris, del mismo Delibes, donde la segundapersona alterna con otras.

"Hace una hora, cuando llegaste, miraba, como cada día, el camino de grava desdeel escañil. Vi cruzar tu coche ante el tragaluz. te estaba esperando. Alicia me locomunicó ayer. me dijo: Ha terminado la pesadilla. los han soltado. Ana irá a vertemañana. A través de ese cristal llega hasta mí la apagada vida del pueblo... Todo loque conforma mi vida actual se recorta cada mañana en el tragaluz. Lo miro todo; loveo todo. Soy como Dios."

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2. Narrativa. Lecturas y actividades

1. Lee los siguientes textos y contesta las preguntas:

            Alfanhuí y su maestro hablaron mucho aquellas noches. El maestro contócómo había comido una vez una cereza de la silla. Sabía a nueces, a braseroapagado y a velas de esperma, que es el sabor de los interiores y del hastío de lascasas. El maestro había visto en sueños toda la historia de aquel cerezo la noche enque había comido su fruto. Lo había plantado en el jardín el antiguo dueño de lacasa, que era ebanista. Tiempo después se había casado este hombre con una mujerjoven y muy guapa y había cortado el cerezo para hacerle una silla. La mujer sesentaba allí todas las tardes, y hacía labor sobre su regazo.

    (Industrias y andanzas de Alfanhuí, de R. S. Ferlosio) 

           Desta manera me fue forzado sacar fuerzas de flaqueza, y poco a poco, conayuda de las buenas gentes, di conmigo en esta insigne ciudad de Toledo, adonde,con la bondad de Dios, después de quince días se me cerró la herida; y mientrasestaba malo, siempre me daban alguna limosna: mas después que estuve sano,todos me decían: Tú, bellaco y gallofero eres; busca, busca un amo a quien sirvas.¿Y adónde se hallará estedecía yo entre mí, si Dios ahora de nuevo (como crió almundo) no lo criase? Andando así, discurriendo de puerta en puerta con harto pocoremedio (porque ya la caridad se subió al cielo), topóme Dios con un escudero queiba por la calle con razonable vestido, bien peinado, su paso y compás en orden;miróme y yo a él; y díjome: Muchacho, ¿buscas amo? Yo le dije: Sí, señor.  Puesvente tras míme respondió, que Dios te ha hecho merced en topar conmigo. Algunabuena oración rezaste hoy.

            Y seguíle, dando gracias a Dios por lo que le oí, y también que me parecía,según su hábito y continente, ser el que yo había menester.

                                     (Lazarillo de Tormes,Anónimo)

           Por todos lados descubríamos navíos dispersos, la mayor parte ingleses, nosin grandes averías y procurando todos alcanzar la costa para refugiarse. Tambiénlos mismos españoles y franceses, unos desarbolados, otros remolcados por algúnbarco enemigo. Marcial reconoció en uno de estos al San Ildefonso. Vimos flotandoen el agua multitud de restos y despojos, como masteleros, cofas, lanchas rotas,escotillas, trozos de balconaje, portas, y, por último, avistamos dos infelicesmarineros que, mal embarcados y en un gran palo, eran llevados por las olas, yhabrían perecido si los ingleses no corrieran al instante a darles auxilio. Traídos abordo del Trinidad, volvieron a la vida, que, recobrada después de sentirse en losbrazos de la muerte, equivale a nacer de nuevo.

                 (Trafalgar, de Benito Pérez Galdós)

          a) ¿Qué tipo de historia se cuenta en cada uno de los textos anteriores?Razona tu respuesta.

         b) Explica qué clase de narrador es el que la narra cada una de ellas. Justificatu elección.

         c) Cuenta brevemente el contenido de cada una de las historias que se narranen los textos anteriores.

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3. Personajes en la narrativa

Lo mismo que no hay narración sin historia, tampoco sería posible hablar denarración en la que no salieran personajes. Pues son ellos los que realizan loshechos de la historia o nos cuentan lo que ocurre en ella. Veamos en esta unidad lostipos de personajes que pueden darse.

Los personajes de la narrativa suelen ser seres vivos, personas la mayoría de lasveces, Don Quijote, Ana Ozores, el Lazarillo; en ocasiones familias, comoapreciamos en Nada, de Carmen Laforet, donde se nos pinta el modo de vivir de lostíos y la abuela de Andrea, la estudiante que va a vivir a la casa que poseen aquéllosen la calle de Aribau de Barcelona. Pero también los animales pueden serpersonajes (ahí están los ejemplos de Moby Dick, Colmillo blanco, Juan SalvadorGaviota...). En Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez, por ejemplo, el burrito delpoeta se convierte en el verdadero protagonista de los numerosos acontecimientosque suceden en la obra.

      Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo dealgodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duroscual dos escarabajos de cristal negro.

       Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolasapenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", yviene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleoideal...

Otras veces ocurre que el personaje de una narración por la noche se acuesta en lahistoria siendo persona y se despierta a la mañana siguiente convertido en animal.Es el caso conocido de Samsa, criatura inventada por Kafka en su Metamorfosis.Ejemplos parecidos al anterior ya se dieron en la obra latina del mismo nombre deOvidio, en la cual las personas no sólo se transforman, por bendición o maldición delos caprichosos dioses, en animales (pájaros, arañas, etc.), sino en vegetales, comolos fieles esposos Cimón y Baucis o el caso más conocido de la ninfa Dafne que,perseguida por Apolo, acaba convirtiéndose en laurel.  En El bosque animado, de W.Fernández. Flórez, el verdadero protagonista de la obra son los árboles que formanese bosque y los animales que viven en él. Hasta un muñeco de madera puedeerigirse en protagonista de una historia, como es el caso de Pinocho, de la obrahomónima de Collodi. Y hay obras como en Alicia en el país de las maravillasdonde los animales adquieren igual protagonismo que las personas.

Existen otros modos de clasificar a los personajes de la narración. En primer lugar,pueden ser personajes planos, si son estereotipos o se comportan basados en unasola cualidad (son buenos o malos, por ejemplo) y cuyo comportamiento es siempreprevisible; y personajes redondos, cuando son más complejos y cuyacaracterización va tejiéndose a medida que se desarrolla la trama de la narración ala que pertenecen.

También pueden dividirse en personajes principales, cuando la acción narrativa semueve alrededor de ellos; son los casos de Don Quijote, Ana Ozores, Mario y tantosotros; y secundarios, si sólo ayudan a que los principales puedan ejercer sucometido o a dar otra visión del tema central de la historia, como Sancho Panza,Fermín de Pas o Carmen, por citar otros que pertenecen a las mismas obras que losanteriores.

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Finalmente, pueden recibir otros nombres, como personaje protagonista, frente al antagonista, personaje múltiple o colectivo (los más de trescientos personajes de La colmena,La colmena, de Cela, podrían considerarse de este tipo),  personaje figurante o incidental, que ejerce un papel intrascendente en la obra y muchas veces sirve paraayudar a crear ciertos ambientes sociales...; incluso puede darse el caso delpersonaje ausente, del que se habla en la obra pero no aparece en ella, como lamadre de Elena en La soledad era esto, de Juan José Millás, por citar un ejemplo.

En cuanto a la caracterización de los personajes, el autor de la narración puedevalerse de varias fórmulas:

.El narrador omnisciente lo retrata directamente y lo hace de manera completa yobjetiva, diciéndonos del personaje hasta el detalle más pequeño, la edad, susrasgos físicos, aficiones y hasta las comidas que suele hacer o las ropas que lovisten. Eso hace Cervantes con su personaje principal en su obra más famosa. OAzorín en este fragmento de Las confesiones de un pequeño filósofo:

          Mi tío Antonio era un hombre escéptico y afable; llevaba una larga y finacadena de oro que le pasaba y repasaba por el cuello; se ponía unas veces una gorraantigua con dos cintitas detrás, y otras un sombrero hongo, bajo de copa yespaciado de alas (). Era un hombre dulce: cuando se sentaba en la sala, sebalanceaba en la mecedora suavemente, tarareando por lo bajo, al par que en elpiano tocaban la sinfonía de una vieja ópera.

.El narrador protagonista o el narradortestigo lo retratan indirectamente, es decir,dicen de él lo que saben y de qué modo los impresiona o los efectos que en ellosproducen los rasgos de carácter y el modo de actuar del personaje. Juan RamónJiménez retrata a Platero según lo ve él y describe este o aquel rasgo del burritoatendiendo al sentimiento, cariño, lástima, sorpresa, que causa en él.

        "En las lentas madrugadas de invierno, cuando los gallos alertas ven lasprimeras rosal del alba y las saludan, Platero, harto de dormir, rebuzna largamente.¡Cuán dulce su lejano despertar, en la luz celeste que entra por las rendijas de laalcoba! (...) Y pienso en lo que habría sido del pobre Platero si en vez de caer en mismanos de poeta hubiese caído en las de uno de esos carboneros que van, todavía denoche, por la dura escarcha de los caminos solitarios, a robar los pinos de losmontes."

           .El propio personaje se retrata a sí mismo, diciendo cómo actúa, habla oescribe. Son casos muy conocidos en nuestra novelística contemporánea lossiguientes: el de Pascual Duarte, personaje creado por Camilo José Cela en Lafamilia de Pascual Duarte, novela tildada de tremendista por muchas razones,como veremos en su momento; y el de Lorenzo, bedel y cazador, que Delibes hizoprotagonista de sus dos novelas con forma de diario: Diario de un cazador y  Diario de un emigrante.

        "Había que herir con los ojos bien abiertos, con los cinco sentidos puestos enel golpe. Había que conservar la serenidad que parecía ya como si estuvieraempezando a perder ante la vista del cuerpo de mi madre... El tiempo pasaba y yoseguía allí, parado, inmóvil como una estatua, sin decidirme a acabar. No me atrevía;después de todo era mi madre, la mujer que me había parido. Con echarme almundo no me hizo ningún favor, absolutamente ninguno."

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4. Personajes. Lecturas y actividades

          Lee los textos siguientes y contesta a las preguntas:

           1.

           " Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvasmoscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel

     Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña; pero fuerte y seco como depiedra.               Cuando paso sobre él los domingos, por las últimas callejas delpueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedanmirándolo:

    Tiene acero

     Tiene acero. Tiene acero y plata de luna al mismo tiempo.

                                                                                 Juan Ramón Jiménez 

         2.

            Yo quiero evocar mi vida; en esta soledad, entre estos volúmenes, quetantas cosas me han revelado en estas noches plácidas, solemnes, del verano,parece que resurja en mí, viva y angustiosa, toda mi vida de niño y adolescente. Y sidejo la mesa y salgo un momento al balcón, siento como un aguzamiento dolorosode la sensibilidad cuando oigo en la lejanía el aullido plañidero y persistente de unperro cuando contemplo el titileo misterioso de una estrella en la inmensidadinfinita.

         Y entonces, estremecido, enervado, torno a la mesa y dudo ante las cuartillasde si un pobre hombre como yo, es decir, de si un pequeño filósofo, que vive en ungrano de arena perdido en lo infinito, debe estampar en el papel los minúsculosacontecimientos de su vida prosaica.

                                                                                      Azorín 

       3.

       El gato es el más romántico de los animales; su alianza con el hombre estáhecha sólo para poder ensoñar con comodidad, libre de los absorbentes cuidados deganar la vida y defenderla. El perro da, en cambio, su trabajo y se muestra siempredispuesto a él, con celo impaciente. El gato, no. Si coge algún ratón es porque ledistraen las peripecias de la caza, pero a veces, cuando está sumido en fantasíascautivadoras, los deja pasar a su lado sin molestarse en entreabrir los párpados. Noadmite dueños sino anfitriones, y por eso no sirve sino que se deja servir. Tanseguro está de sus propias perfecciones, de la belleza de su piel, de la elegancia detodas sus actividades, que entiende pagar la máxima merced con su presencia.

                                                                                 W. Fernández Flórez

      4.

      Tenía la Benina voz dulce, modos hasta cierto punto finos y de buena educación,y su rostro moreno no carecía de cierta gracia interesante que, manoseada ya por lavejez, era una gracia borrosa y apenas perceptible. Más de la mitad de la dentadura

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vejez, era una gracia borrosa y apenas perceptible. Más de la mitad de la dentaduraconservaba. Sus ojos, grandes y oscuros, apenas tenían el ribete rojo que imponenla edad y los fríos matinales. Su nariz destilaba menos que las de sus compañeras deoficio, y sus dedos, rugosos y de abultadas coyunturas, no terminaban en uñas decernícalos. Eran sus manos como de lavandera, y aún conservaban hábitos de aseo.Usaba una venda negra bien ceñida en la frente; sobre ella, pañuelo negro, y negrosel manto y vestido, algo mejor apañaditos que los de las otrasancianas."                                                                                            Benito PérezGaldós             

                          a) Identifica el tipo de personaje de cada uno de los textosanteriores.

                          b) Explica cómo está caracterizado cada uno de ellos.

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5. Realismo y objetividad

FANTASÍA Y SUBJETIVIDAD. HUMOR Y LIRISMO.

           Escribir con realismo es ajustarse a las leyes de la naturaleza, atenerse alos hechos y objetos con existencia real y no a razones o causas que losprovocaron. Ejemplos de escritura realista los ha habido siempre en nuestraliteratura (El Poema del Cid, El Lazarillo de Tormes, La Celestina) Veamos un ejemplode un autor contemporáneo en el que el narrador, omnisciente, cuenta en tercerapersona exclusivamente lo que ve sin inventar nada y sin evadirse de la realidad; larealidad cotidiana se impone sobre cualquier otra cosa:

        La señora Olimpia, acuclillada ante el fuego, de espaldas a la mesa, se irguiólentamente y dio media vuelta, Sus mejillas, congestionadas, reflejaban el ardor delhogar, donde las brasas de roble iban apagándose poco a poco, transformándose enrescoldo. Tomó del fogón una fuente de patatas fritas y la puso en el centro de lamesa camilla donde ellos comían con apetito, sujetando el hueso con los dedos,unas chuletas de cordero. Sobre la cabeza de Fíbula se abría un ventano a través delcual se adentraban tenues cacareos de gallinas y el metálico quiquiriquí de un gallo.

                                                                     (El tesoro, de Miguel Delibes)

          En la narración realista lo propio es la objetividad. El narrador respeta en suejercicio narrativo lo que ve, la realidad en sí misma, sin aportar nada de su visiónpersonal. Es decir, se limita a presentar los objetos o los hechos tal y como son ose realizan. De ahí que, entre otros recursos, se valga habitualmente de los tiemposverbales en indicativo.

         En la punta de Izarra debió de haber en otro tiempo una batería; aún se notabael suelo empedrado con losas del baluarte y el emplazamiento de los cañones. Cercaexistía una cueva llena de maleza, donde solíamos meternos a huronear.

        Era un agujero, sin duda hecho en otro tiempo por los soldados de la bateríapara guarecerse de la lluvia y que a nosotros nos servía para jugar a los Robinsones

El viejo Yurrumendi, un extraño inventor de fantasías, le dijo a Zelayeta que aquellacueva era un antro donde se guarecía una gran serpiente con alas, la Egan Suguía.Esta serpiente tenía garras de tigre, alas de buitre y cara de vieja. Andaba de nochehaciendo fechorías, sorbiendo la sangre de los niños, y su aliento era tan deletéreoque envenenaba."       

                                                    (Las inquietudes de Shanti Andía, de Pío Baroja)

        La fantasía presenta un procedimiento totalmente distinto del realismo(aunque muchas veces los elementos fantásticos acompañan a los realistas como enel caso anterior, cuando se describe a la Egan Suguía) porque el escritor intenta crear un mundo no sujeto a las leyes naturalescrear un mundo no sujeto a las leyes naturales, sino producto  exclusivo de sumente y, por lo tanto, diferente del mundo real que lo rodea. Siempre se han dadonarraciones fantásticas paralelamente a las realistas en todas las literaturas; los Libros de caballeríasLibros de caballerías, las Leyendas de Bécquer, Alfanhuí son, entre otros, buenosejemplos de la nuestra.

        Tenía también los mejores libros que se habían escrito sobre lámparas. En unode ellos se hablaba de la piedra de vetas. Era ésta una piedra que decían durísima,

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pero porosa como una esponja, y que tenía el tamaño de un huevo y la forma de unaalmendra. Tenía esta piedra la virtud de beber siete tinajas de aceite. La dejaban enuna tinaja y a la mañana siguiente todo el aceite había desaparecido y la piedratenía el mismo tamaño. Cuando se había bebido siete tinajas, ya no quería más.Entonces bastaba ponerle una torcida y encender, para que diese una llama blancacomo la leche, que duraba eternamente."

                                                     (Alfanhuí, de R. Sánchez Ferlosio)

           Al lado de acciones verosímiles aparece de pronto la descripción de la piedrade vetas, cuyas virtudes sobrepasan las leyes naturales.

           Compañera de la fantasía suele ser la subjetividad, expresión que se dacuando el narrador participa afectivamente en lo que narra; para ello se vale delmodo subjuntivo,  exclamaciones, abundancia de adjetivos, sustantivos abstractosabstractos, aumentativos,diminutivos y también  opiniones, deseos, dudas yotros estados de ánimo del personaje que está contando la acción.

           Dentro de la subjetividad narrativa, el humor ocupa un lugar muydestacado. En la literatura el humor suele usarse positiva y negativamente. El humores positivo cuando contiene benevolencia, talento, sutileza, agudeza de ingenio,ironía, contraste, poetización, ambición estética, originalidad. En resumen, cuandoemplea y busca la reflexión y la sonrisa, frente a lo obvio y simple y la carcajadafácil, que son propios del humor negativo. Entre otros, Wenceslao Fernández Flórezy Ramón Gómez de la Serna son dos extraordinarios cultivadores del buen humor.

       Las mariposas nacen de las calcomanías que pegan los niños en los cristalesdel invierno o en sus libros de estudio. ¡Qué enteras, qué coloridas, y cómo enrelieve salen! Así, en esa crisálida de calcomanía, esperan la primavera, y entoncesse destacan en el aire y se van.

En la noche acústica, se oye a lo lejos a los trenes que pasan diciendo: Quetecojo,que tecojo quetecojo, persiguiendo las distancias.

El cerebro es un paquete de ideas arrugadas que llevamos en la cabeza.

El rayo es una especie de sacacorchos encolerizado.

Los niños, al tocar las armónicas, chupan un caramelo de acordeón.

                                              (Greguerías, de Ramón Gómez de la Serna)

          En otras ocasiones, el humor es empleado para caricaturizar a un personajeo parodiar una acción determinada y se sitúa al borde del humor negativo, comoocurre, por ejemplo, en el retrato que hace Quevedo del Dómine Cabra en su famosanovela El Buscón. Aunque en su intención estuvo siempre buscar la risa del lectorpor medio del ingenio y la agudeza.

        Él era un clérigo cerbatana, largo sólo en el talle, una cabeza pequeña, pelobermejo, los ojos avecindados en el cogote, que parecía que miraba por cuévanos,tan hundidos y oscuros, que era buen sitio el suyo para tiendas de mercaderes; lasbarbas descoloridas de miedo de la boca vecina, que, de pura hambre, parecía queamenazaba a comérsela; los dientes, le faltaban no sé cuántos, y pienso que porholgazanes y vagabundos se los habían desterrado..."

          Cuando el humor se emplea sin inquietudes artísticas, bien para pintar laanormalidad física o mental de un personaje, bien para incurrir en el chiste

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chabacano y sucio, entonces es claramente negativo y más bien propio de lasubliteratura.

¿Qué le dijo el papel al bocadillo, qué le dijo? A la salida te espero.

¿Qué le dijo el sifón al camarero, qué le dijo? No me aprietes, que me meo.

     En narrativa, para obtener belleza y emoción (rasgos que pertenecen a la subjetividad) se suele recurrir a las llamadas figuras retóricas o recursos expresivosy que de modo sintético recordamos aquí. Entre otros, los más empleados en laprosa son: la personificación, o atribución de acciones y cualidades animadas a losseres animados; la metáfora, o identificación de términos reales con otros que sonimaginarios, pensados exclusivamente por el autor; el símil, o comparación entredos términos, uno real y otro imaginario, mediante los nexos y expresiones como,parece, más que, menos que, se semeja, etc.; la hipérbole, o exageración; epítetos,o adjetivos embellecedores; repeticiones, aumentativos, diminutivos

       A principios de mayo el grillo sierra en lo verde el tallo de las mañanas; lalombriz enloquece buscando sus penúltimos agujeros de las noches; la cigüeñapasea los mediodías por las orillas fangosas del río haciendo melindres como unaseñorita. En los chopos altos se enredan vellones de nubes, y en el chaparral delmonte bajo el agua estancada se encoge miedosa cuando las urracas van a beberla.La vida vuelve.

       La cuadrilla de la siega pasa las puertas a hora temprana, anda por la carreterade los grandes camiones y los automóviles de lujo en fila, en silencio, en oración deesperanza. Al llegar al puente del río la abandonan por el camino de los pueblos delcampo lontano. Se agrupan. Alguien canta. Alguien pasa la bota a compañero.

       La vida vuelve.                             

                                               (Seguir de pobres, Ignacio Aldecoa)

        El narrador habla en el texto de la vuelta de un nuevo día, valiéndose de bellas personificaciones ( la lombriz enloquece, la cigüeña hace melindres, el agua seencoge miedosa) y metáforas (el tallo de las mañanas, vellones de nubes); luegocentra su atención en la cuadrilla de la siega que camina en silencio hacia loscampos donde está su fatigoso trabajo. Belleza y emoción unidas  en un lenguajesobrio pero bien escogido.

        En ocasiones la prosa se poetiza tanto con estos recursos que recibe el nombrede prosa poética o poema en prosa. En nuestra narrativa son abundantes losescritores que cultivan este tipo de prosa enriquecida con elementos líricos. Buenosejemplos los constituyen Gabriel Miró, ValleInclán, Bécquer, Juan Ramón Jiménez,Cernuda

        "Sobre los ladrillos cubiertos de verdín, entre las barandas y paredonesencalados, allá en un rincón, estaba el jazminero, con sus ramas oscuras cubiertasde menudas corolas blancas, junto a la enredadera, que a esa hora abría suscampanillas azules.

       El sol poniente encendía apenas con toques de oro y carmín los bordes de unasfrágiles nubes blancas que descansaban sobre el horizonte de los tejados.Caprichoso, con formas irregulares, se perfilaba el panorama de arcos, galerías yterrazas: blanco laberinto manchado aquí o allá de colores puros, y donde a vecesuna cuerda de ropa tendida flotaba henchida por el aire con una insinuación marina."

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                                                                          (Ocnos, de Luis Cernuda)

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6. Realismo y objetividad. Lectura y actividades 

          Lee los textos siguientes y contesta las preguntas que se formulan acontinuación:

         Yo me sé que Padre subió varias veces al páramo por culpa mía, aunque enverdad yo no fuera culpable de sus disgustos, pues el hecho de que no quisieraestudiar ni trabajar en el campo no significaba que yo fuera un holgazán. Yo notabaen mi interior, desde chico, mi anhelo exclusivamente contemplativo y tal vez porello nunca me interesó el Colegio, ni me interesó la petulancia del profesor, ni eltablero donde dibujaba con tizas de colores las letras y los números. Y un domingoque Padre se llegó a la capital para sacarme de paseo, se tropezó en el patio con elTopo, mi profesor, y fue y le dijo: ¿Qué? Y el maestro respondió: Malo. De ahí nosacaremos nada; lleva el pueblo en la cara. Para Padre aquello fue un mazazo y sediría por sus muecas y aspavientos y el temblorcillo que le agarraba el labio inferiorque le había proporcionado la mayor desilusión de su vida.

                                                                                 (Viejas historias de Castilla laVieja, de M. Delibes)

          La corza blanca, deseando escapar por el soto, se había lanzado entre ellaberinto de sus árboles y, enredándose en una red de madreselvas, pugnaba envano por desasirse. Garcés le encaró la ballesta; pero en el mismo punto que iba aherirla, la corza se volvió hacia el montero y, con voz clara y aguda, detuvo suacción con un grito, diciéndole:

       Garcés, ¿qué haces?

      El joven vaciló y, después de un instante de duda, dejó caer al suelo el arma,espantado a la sola idea de haber podido herir a su amante. Una sonora y estridentecarcajada, vino a sacarle al fin de su estupor; la corza blanca había aprovechadoaquellos cortos instantes para acabarse de desenredar y huir ligera como unrelámpago, riéndose de la burla hecha al montero.

      ¡Ah, condenado engendro de Satanás!exclamó Garcés con voz espantosa,recogiendo la ballesta con una rapidez indecible; pronto has cantado la victoria,pronto te has creído fuera de mi alcance; y esto diciendo, dejó volar la saeta, quepartió silbando y fue a perderse en la oscuridad del soto, en el fondo del cual sonóal mismo tiempo un grito, al que siguieron después unos gemidos sofocados.

                                                                                                  (La corza blanca, deG. A. Bécquer)

                               Estaba en el desván, y de pronto ocurrió algo difícil de creer.Sobre la mesa vieja de mi padre, y en menos de un minuto, se desarrolló la escenaque paso a narrar. Un ratón, que parecía de blanca y milagrosa lana, se metió en lacopa grande que desde tiempo inmemorial descansa allí; al instante, el gato de lavecina entró por la claraboya y se asomó a la cárcel del cristal donde se habíametido el roedor. Debió de pensar: Presa fácil, y, sin dudarlo un momento, introdujosus manos en la copa dispuesto a capturarlo. Pero no contaba con la astucia delratón porque cuando el felino entraba en el recipiente, el roedor salía de élutilizando como rampa el cuerpo de su enemigo. Y éste, sin poder salir de suasombro ni de la copa, vio desesperado cómo el nevado ratoncillo huía ante sus

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propias narices. Ya dije que la historia no iba a ser creída fácilmente.                                         

                                                                              (Historias increíbles, de EstebanConde)

          El poste silbó malhumorado.

           ¿Y a qué viene eso? ¿Qué cantan ustedes?

           Imitamos a un tren remoto.

           ¿Y para qué? ¿Son ustedes el tren?

           Noreconoció el pino, avergonzado.

           Entonces, ¿qué pretenden con esa mixtificación? Ya que usted me interpela,le diré que no encuentro seria su conducta.

           ¿Quizá le agrada más la canción de la lluvia?

           No.

           ¿Acaso la canción del mar?

           Ninguna de ellas. Éste es un bosque sin formalidad. ¿Quién podría creer queárboles tan talludos pasasen el tiempo cantando como ranas? Yo no canto nunca,susurro apenas. Si ustedes acercasen a mí sus oídos, escucharían el murmullo deuna conversación, porque a través de mí pasan las conversaciones de los hombres.Eso sí que es maravilloso. Sepan que vivo consagrado a la ciencia y que yo mismosoy ciencia y que todo lo que ustedes hacen a mi alrededor lo reputo como bagatelay sensiblería.

                                                                                      (El bosque animado, de W.F. Flórez)

         Recuerdo haber oído contar que un español, no andaluz, se encontró en unacasa de cierto lugar de Andalucía con esta inscripción:

          K pan Kalá

          Preguntó al dueño del local lo que esto significase, y el dueño, rigurosofonetista, le contestó que bien claro estaba lo que allí decía: Ca pancalá. Y como nopudiera sacarle de aquí, pidió le diera de aquel producto, que tal llegó a parecerle,encontrándose con que era cal para encalar.                                                          

                                                                         (El caballero de la triste figura, deUnamuno)

           Surgió un barco. Es posible que no fuera blanco; pero lucía candentementecomo cincelado del sol y de blancura. Fue el mar para él como el cielo para el ave.Las aguas se abrían en rutas infinitas y gloriosas, dando un aliento de razas, deépocas, de pensamiento y de delicias. El mar, que nos había rendido y nos hizosuyos en una absorción cósmica, se recogía en una copa para nuestra sed. Ya no erala glorificación de su dinámica vaporosa soledad, sino belleza al servicio de loshombres, idea de forma; todo se caldeaba en forma de formas de emoción: elaletazo frío del viento libre, la alegría de la claridad, la claridad hecha mundo deaguas y de cielos, la inquietud perdurable.

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                                                                                 (El ángel, el molino, el caracolde fuego, de G. Miró)

            a) Diferencia los elementos realistas y los fantásticos presentes en los textoscitando unos y otros.

           b) Explica la objetividad y subjetividad con que se comportan los narradores.En este último caso, señala los elementos humorísticos y líricos. Razona turespuesta.

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7. Técnicas narrativas: el espacio y el tiempo

           Tan importante como cualquier otro elemento narrativo (la acción, lospersonajes, el tiempo...) es el espacio puesto que sin él no podría articularse laestructura narrativa. Los espacios o lugares donde se sitúa la narración pueden sermuy diversos, desde paisajes abiertos y amplios en plena naturaleza hasta sitioscerrados y pequeños como una simple habitación, pasando por ciudades, calles,plazas, castillos, viviendas, etcétera. Y conviene no olvidar que la elección decualquiera de estos espacios se debe a una motivación muy singular del narrador,pues normalmente ocultan una significación o una simbología. Es decir, el hecho deque aparezca en una narración un espacio interior o exterior determinados obedecea una connotación singular, al menos en la narrativa moderna. Veamos un par deejemplos: el primero pertenece a Tiempo de silencio, de L. Martín Santos, en el quela descripción del lugar de los hechos, un quirófano, es muy significativa si se larelaciona con el personaje que aparece él, Florita:

        "En contra de la opinión de los arquitectos sanitarios suecos que últimamenteprefieren construir los quirófanos en forma hexagonal o hasta redondeada (lo quefacilita los desplazamientos del personal auxiliar y el transporte del material en cadainstante requerido) aquel en que yacía Florita era de forma rectangular u oblonga,un tanto achatado por uno de los polos y con el techo artificiosamente descendentea lo largo de una de sus dimensiones. No gozaba la paciente casiparturienta deniquelada mesa o de aceroinoxidada mesa con soportes de muslos para mejorobtener la posición ginecológica preferida por casi todos los artífices, sinoacajonada mesa d epino gallego antes servidora del transporte de cítricos de laregión valenciana..."

         El segundo ejemplo corresponde a Las ninfas, de Francisco Umbral. El espacioaquí es una plaza y las calles adyacentes donde se desenvuelven dos tipos depersonajes; unos de clase alta y otros de clase más modesta:

        "La casa de CristoTeodorito, y la mía incluso, se asomaban un poco a aquellaplaza, pero desde calles oscuras, estrechas y frías. seis calles entraban en aquellaplaza o, mejor dicho, no entraban, sino que desaguaban allí su soledad sin faroles, ytodo hacía subir el caudal de silencio y solemnidad que tenía el gran redondel. Unacalle era afilada y fría como un cuchillo que venía del norte, otra era delgada yconventual, había un callejón corto, torcido y borracho, y una calle ancha y bella,con varias iglesias y conventos, y otra calle estrecha y pobre, que quedaba redimidapor las luces que le venían de poniente, y, finalmente, una especie de callecomercial, con muchas mercerías y tiendas de comestibles."

           Con todo, en una misma novela varían los espacios. Por ejemplo, en Laverdad sobre el caso Savolta, de E. Mendoza, aparecen, además del paisaje urbanode Barcelona (el principal), con sus calles, sus prostíbulos, sus mansiones..., laciudad de Valladolid, varias poblaciones de la provincia de Lérida, una sala dejuzgado de Nueva York...

         De todo ello se deduce que el espacio sirve en la narración entre otras cosaspara causar cierto simbolismo (social, profesional, personal), ubicar a los personajesdentro de la acción o ayudar al lector a imaginarse dónde ocurren los hechos y vivenlos personajes. El medio lingüístico del que se vale el autor para hablar de loslugares de la novela es la descripción topográfica.

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         Lo mismo que hemos dicho del espacio, el tiempo es necesario para articularla estructura narrativa. El modo más sencillo de narrar una historia es empezar porel principio y acabar por el final; sin embargo, desde muy pronto los novelistasdescubrieron que empleando la alteración temporal conseguirían relaciones que dehacerlas cronológicamente serían imposibles. En la narrativa contemporánea lasmodificaciones temporales son recursos muy empleados, y así, al lado de lasescasas tramas que son contadas linealmente en la narrativa actual, la mayoríautiliza diversas técnicas referidas al tiempo: la llamada in medias res, el tiempo retrospectivoretrospectivo o flashback, el tiempo simultáneo...

           El tiempo lineal es el tiempo que avanza cronológicamente. Hasta el siglo XIXlos casos son generales. Desde Cervantes a Galdós la trama se cuenta de modocausal y ordenado. Sin embargo, desde muy pronto, se empleaban otras técnicas.Por ejemplo, Ulises empieza la Odisea en la mitad de la historia, in medias res,cuando de regreso a Ítaca tras la guerra de Troya, retrocede para narrar lasperipecias ocurridas hasta ese momento y luego reemprende la historia hasta acabaren su patria.

           De todos modos, conviene distinguir tres tipos de tiempo: el que dura lahistoria que se cuenta; el que emplea el narrador para referir los sucesos, y el quetarda el lector en leer la obra. Los más importantes son los dos primeros, que elnovelista hace coincidir al final de la obra; sin embargo, a medida que escribe sevale de diversas técnicas para conseguirlo: condensando el tiempo que ha pasadoen unas pocas frases, acelera el ritmo narrativo; eliminando momentos de la historiaque el lector debe deducir atendiendo a otros datos explicitados, expresa el tiempotranscurrido; haciendo hablar a los personajes, hace coincidir los dos tiemposimportantes.

          Finalmente, cuando no coinciden el orden de la cronología de la historia y elorden del tiempo que emplea el narrador en la escritura, dan lugar a dos tipos de anacroníaanacronía o ruptura del tiempo: la prolepsis o anticipación, que se produce cuandola narración principal se adelanta en el tiempo y cuenta sucesos que aún no hanocurrido realmente. Uno de los ejemplos más claros lo constituye Crónica de unamuerte anunciada, de G. García Márquez.

       "Victoria Guzmán, por su parte, fue terminante en la respuesta de que ni ella nisu hija sabían que a Santiago Nasar lo estaban esperando para matarlo. Pero en elcurso de sus años admitió que ambas lo sabían cuando él entró en la cocina paratomar el café. Se lo había dicho una mujer que pasó después de las cinco a pedir unpoco de leche por caridad, y les reveló además los motivos y el lugar donde loestaban esperando."

         Lo contrario es la analepsis o retrospección, que se da cuando la narraciónprincipal vuelve atrás en el tiempo para contar sucesos ocurridos. Como vemos enel siguiente fragmento de Primera memoria, de Ana Mª Matute:

       "Procuré llevar el pequeño carro de mis recuerdos hacia las varas de oro, en elhuerto, o a las ramas de tonos verdes, resplandecientes en el fondo de las charcas.(A una charca en particular, sobre la que brillaba un enjambre de mosquitos, verdestambién, junto a la que oía cómo me buscaban, sin contestar a sus llamadas, porqueaquel día fue la abuela a buscarme vi el polvo que levantaba el coche en la lejanacarretera, para llevarme con ella a la isla.)"

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8. Espacio y tiempo. Lecturas y actividades

Lee los textos siguientes y responde las preguntas:

        "Vine a Madrid para matar a un hombre a quien no había visto nunca. Medijeron su nombre, el auténtico, y también algunos de los nombres falsos que habíausado a lo largo de su vida secreta, nombres en general irreales, como de novela, decualquiera de esas novelas sentimentales que leía para matar el tiempo en aquellaespecie de helado almacén, una torre de ladrillo próxima a los raíles de la estaciónde Atocha donde pasó algunos días esperándome, porque yo era el hombre que ledijeron que vendría, y al principio me esperó disciplinadamente, muerto de frío,supongo, y de aburrimiento y tal vez de terror, sospechando con certidumbrecreciente que algo se estaba tramando contra él, desvelado en la noche, bajo laúnica manta que yo encontré luego en la cama, húmeda y áspera, como la que usaríaen la celda para envolverse después de los interrogatorios, oyendo hastamedianoche el eco de los altavoces bajo la bóveda de la estación y el estrépito delos expresos que empezaban a llegar a Madrid antes del amanecer."

                                                                   (Beltenebros, de A. Muñoz Molina)

         "Pons vivía en una casa espléndida al final de la calle Muntaner. Delante de laverja del jardín tan ciudadano que las flores olían a cera y a cemento vi una largahilera de coches. El corazón me empezó a latir de una manera casi dolorosa. Sabíaque unos minutos después habría de verme dentro de un mundo alegre einconsciente. Un  mundo que giraba sobre el sólido pedestal del dinero y de cuyaoptimista mirada me habían dado alguna idea las conversaciones de mis amigos.Era la primera vez que yo iba a una fiesta de sociedad, pues las reuniones en casa deEna, a las que había asistido, tenían un carácter íntimo, revestido de una finalidadliteraria y artística.

       Me acuerdo del portal de mármol y de su grata frescura. De mi confusión anteel criado de la puerta, de la penumbra del recibidor adornado con plantas y conjarrones. Del olor a señora con demasiadas joyas que vino al estrechar la mano de lamadre de Pons y de la mirada suya, indefinible, dirigida a mis viejos zapatos,cruzándose con otra anhelante de Pons, que la observaba."

                                                                                       (Nada, de Carmen Laforet)

         "La medianoche tocaba a su punto. La luna, que se había ido remontandolentamente, estaba ya en lo más alto del cielo, cuando al entrar en una oscuraalameda que conducía desde el derruido claustro  a la margen del Duero, Manriqueexhaló un grito leve, ahogado, mezcla extraña de sorpresa, de temor y de júbilo.

       En el fondo de la sombría alameda había visto agitarse una cosa blanca, queflotó un momento y desapareció en la oscuridad. la orla del traje de una mujer, deuna mujer que había cruzado el sendero y se ocultaba entre el follaje, en el mismoinstante en que el loco soñador de quimeras e imposibles penetraba en los jardines.

      ¡Una mujer desconocida...! ¡En este sitio...! ¡A estas horas! Ésa, ésa es la mujerque yo busco exclamó Manrique; y se lanzó en su seguimiento, rápido como unasaeta."

                                                                    (El rayo de luna, de G. A. Bécquer)

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         a) Explica los tipos de espacio que aparecen en los textos anteriores.

         b) Comenta el tiempo de los fragmentos que acabas de leer.

         c) Explica los recursos empleados en las descripciones presentes en los textos.

         d) Haz un estudio de las formas verbales empleadas en la narración de loshechos.

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9. Diálogos, monólogos. Técnicas narrativas

      CARTAS Y OTROS TIPOS DE LENGUAJE

      Dejando aparte los diálogos como género de obra literaria en que se finge unaplática entre dos o más personajes (los filosóficos de Platón o los didácticos de Juande Valdés), nos centraremos en los diálogos que, junto a  los pasajes descriptivos yotras formas de elocución, aparecen en el relato para dar vivacidad y fuerza a lapsicología de sus personajes. Aparecen con raya de diálogo, con comillas, en estilodirecto y en estilo indirecto, intercalados entre pasajes descriptivos, narrativos y deotro tipo.

"Cuando un socio pedía un libro de aquéllos, el conserje se acercaba de mal talanteal pedigüeño y le hacía repetir la demanda.

Sí, señor, la crónica de Vetusta...

Pero ¿usted sabe que está ahí?

Sí, señor, ahí está...

El caso es... y se rascaba una oreja el señor conserje, como no hay costumbre...

¿Costumbre de qué?

En fin, buscaré la llave."                         (La Regenta, de L. Alas "Clarín")

          Cuando, como en el caso anterior, se citan las palabras textuales de lospersonajes entre rayas de diálogos y después de verbos de habla como "decir","responder", etcétera, y dos puntos (:), se dice que el texto aparece en estilodirecto. En caso de que se supriman los dos puntos y el contenido de las palabrasde los personajes aparezca resumido y precedido de la conjunción "que" u otro nexoparecido, el texto está en el estilo indirecto, como en el ejemplo siguiente de Unhombre que se parecía a Orestes, de A. Cunqueiro:

       "Alabó Eumón los estudios dramáticos de Filón el Mozo, y agradeció la copia dela pieza que trataba de los amores de doña Inés, y todavía el autor no habíadecidido qué título darle, y añadió el tracio que en su reino no había teatro, peroque si llegaba el desenlace fatídico de la tragedia, que le mandase el texto en copiailuminada, que la leería en voz alta con mucho gusto, y pagaría por ella lo que Filónel Mozo pidiese."           

        Sin embargo, existen novelas que adoptan en su totalidad la forma de diálogo.Paradox, rey, de Pío Baroja, o Las guerras de nuestros antepasados, de Delibes,son dos claros ejemplos. En esta última Pacífico Pérez, el protagonista, y el doctorque lo trata dialogan sobre diversos asuntos.

"Dr. ¡Qué tipo tan original! ¿Y duró mucho esa situación?

P. P. Ande, por él hubiera durado una vida, ya ve, menudo era. Menos mal que laCorina se encampanó y le puso un día las peras a cuarto.

Dr. ¿Se le enfrentó tu hermana al viejo?

P. P.Cómo se lo diría yo, doctor, pero tampoco le choque que la Corina desdechavala tuvo mucho carácter. lo que pasa es que se lo guardó mientras la abuela

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chavala tuvo mucho carácter. lo que pasa es que se lo guardó mientras la abuelaBenetilde y madre estuvieron en casa, ¿entiende? Pero un día le picó el genio, que yome pienso que se hartaría de tanto pitido, natural, y fue y se asomó a la ventana y levoceó: ¡Bisa, o deja usted tranquila la corneta o tendré que tomar unadeterminación!

Dr. Pero ¿ se lo dijo así?

P.P. Así se lo dijo, con todo el aplomo, como lo está usted oyendo..."

        Los monólogos son técnicas narrativas (también teatrales) que consisten enintroducir directamente en el texto la voz de un personaje que o bien habla solopara exponer opiniones o razonamientos o bien se dirige a un tú que no puedecontestarle. Uno de los ejemplos más notables de monólogo de este tipo es el deCarmen, la protagonista de Cinco horas con Mario, de Delibes.

"Y yo, bien sabe Dios, que no lo quería por presumir que, al fin y al cabo, con trajeblanco o sin él, una no deja de ser lo que es, pero después de lo de Julia, tú dirás, lagente, con la recámara que se gasta, que habría que oírla, y tú, todavía, "que ¿qué?",a ver si crees que te lo van a decir a ti. Lo blanco, Mario, por si no lo sabes, essímbolo de virginidad, para que te enteres."

        Conviene, sin embargo, no confundir este tipo de monólogo con el llamado monólogo interior. Su creador, el escritor francés E. Dujardin, lo definió como eldiscurso que hace un determinado personaje para introducirnos directamente en suvida interior sin que el autor haga introducciones de ningún tipo. En nuestraliteratura contemporánea existen numerosos ejemplos de monólogo interior, comoen Señas de identidad, de J. Goytisolo, San Camilo, 1936, de C. J. Cela, Elmercurio, de J. M. Guelbenzu o en Tiempo de silencio, de MartínSantos. He aquí unejemplo de este último:

"Pensar despacio. Saber que no pasa nada grave, que no hay más que esperar ensilencio, que no puede pasar nada grave, hasta que el nudo se deshaga igual que seha hecho. Estar tranquilo. Sentirse tranquilo. Llegar a encontrar refugio en lasoledad, en la protección de las paredes. En la misma inmovilidad. No se está mal.No se está tan mal. Para qué pensar. No hay más que estar quieto. No pensar ennada. Llegar a hacer como si fuera un deseo propio estar quieto. "

      Se suele emplear el monólogo interior para narrar sucesos, comentaracontecimientos o caracterizar a los personajes.

Muy parecido al monólogo interior es el llamado flujo de la conciencia, cuyacaracterística fundamental es la emergencia del inconsciente a la superficie deltexto, presentando desorden en la exposición, ideas que no guardan relación entreellas, saltos temporales o frases sin terminar, como vemos en este fragmento de  Tiempo de silencioTiempo de silencio:

"Si no encuentro taxi no llego. ¿Quién sería el Príncipe Pío? Príncipe, príncipe,principio del fin, principio del mal. Ya estoy en el principio, ya acabó, he acabado yme voy. Voy a principiar otra cosa. No puedo acabar lo que había principiado. ¡Taxi!¿Qué más da? El que me vea así. Bueno, a mí qué. Matías, qué Matías ni qué. Cómovoy a encontrar taxi. No hay verdaderos amigos. Adiós, amigos. ¡Taxi!"

       El género epistolar siempre ha estado presente en la literatura (obras enterasson epístolas o cartas, como las Cartas marruecas, de Cadalso, por citar un ejemplodel siglo XVIII). En otros casos la carta adquiere en las técnicas narrativas un peso

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muy importante, como el que proporciona a la trama de Pepita Jiménez, de Valera,el conjunto de cartas cruzadas entre la bella joven viuda y Luis, los dos personajescentrales de la novela. En la novela más actual puede aparecer el correo electrónicoal lado de la carta al uso. Un ejemplo lo vemos en la obra de Juan José Millás, Lauray Julio (2006):

       "La noche pasada imaginé que mi cuerpo se deshacía en átomos para atravesarla pared que nos separa. Todo empezó como una fantasía, pero te juro, AMOR, queal poco sentí que me deshacía de verdad, me disgregaba, y cada una de mispartículas traspasaba el tabique. Una vez en el otro lado, mis átomos se reunían denuevo y me acostaba junto a ti, que dormías, tomándote de la cintura..."

         Con la carta, la digresión ha desempeñado siempre en la narrativa un papelimportante (recuérdense las novelas intelectuales del Novecentismo, por ejemplo,las de Pérez de Ayala). Mediante las digresiones, el narrador comenta y valora loshechos ocurridos, pero también expresa sus opiniones (a veces en boca de lospersonajes) sobre los más diversos temas culturales, sociales, artísticos, literarios,religiosos... como si fueran pequeños ensayos, sin conexión con el argumento de lanovela. Por ejemplo, en la mencionada novela de MartínSantos leemos digresionessobre las ciudades que no tienen catedral, sobre Cervantes, sobre los toros, sobre laesencia y existencia del hombre, etc. Con ellas el lector conoce la visión del mundodel autor.

       "¿Qué es lo que realmente Cervantes quería hacer? ¿Renovar la forma de lanovela, penetrar el alma mezquina de sus semejantes, burlarse del monstruoso país,ganar dinero (...) para dejar de estar tan amargado como la recaudación de alcabalaspuede amargar a un hombre? No es un hombre que pueda comprenderse a partir dela existencia con la que fue hecho. Como el otro el pintor caballero fue siempre encontra de su oficio y hubiera querido quizás usar la pluma sólo para ponerfloripondiadas rúbricas al pie de letras de cambio contra bancas ginovesas. (...) ¿Quésignifica que quien sabía que la locura no es sino la nada, el hueco, lo vacío,afirmara que solamente en la locura reposa el ser moral del hombre?"

        Además de los citados, pueden aparecer otros lenguajes especializados, comoel jurídico, el político, el humanísticohistórico, el administrativo, etc.. La verdadsobre el caso Savolta, de E. Mendoza, incluye varios de estos lenguajes aunque conintenciones paródicas: los artículos del periodista Pajarito de Soto poseen carácterde discursos políticos:

      "En la empresa Savolta (...) se pensó, se planeó y se intentó lo único que podíaplanearse e intentarse. Sí, señores, la huelga. Pero los desamparados obreros nocontaban con (¿me atreveré a pronunciar su nombre?) ese cancerbero del capital, esasombra temible ante cuyo recuerdo tiemblan los hogares proletarios..."

       Ejemplo de lenguaje jurídico y judicial es el interrogatorio al que el juezDavidson somete a Miranda:

"JUEZ DAVIDSON:  Explique usted de modo conciso y ordenado cómo conoció    aDomingo Pajarito de Soto..."

MIRANDA. Estaba yo un día en el despacho de Cortabanyes cuando llegóLepprince...);

mientras que el lenguaje administrativo aparece en los documentos de carácteroficial o privado, incluida la declaración jurada que presta el comisario Vázquez anteel cónsul de EEUU:

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el cónsul de EEUU:

          "Yo, Alejandro Vázquez Ríos, presto juramento y digo:

  Que nací en Antequera (Málaga) el día 1 de febrero de 1872, que ingresé en elcuerpo de policía en abril de 1891 y, como tal, desempeñé mis funciones enValladolid...";

o el lenguaje sentimental de novela rosa que, por ejemplo, Lepprince emplea parareferirse a María Coral:

       "Era suave, frágil y sensual como un gato; y también caprichosa, egoísta ydesconcertante. No sé cómo lo hice, qué me impulsó a cometer aquella locura. Mesentí subyugado desde que la vi en aquel cabaret, ¿recuerdas? me sorbió lavoluntad. la miraba moverse, sentarse y andar y no era dueño de mí. Me acariciaba yhubiese dado cuanto poseo de habérmelo pedido."

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10. Diálogos, monólogos. Lecturas y actividades

           Lee los siguientes textos y responde las preguntas:

     "Te quejabas ayer de que nuestra situación comienza a parecerse a unatelenovela. Es verdad, Laura, amor, pero la telenovela es el relato por excelencia denuestra época. Muchos escritores de los considerados cultos empiezan a referirse aella con respeto y confiesan la envidia que les proporcionan sus autores. Laposmodernidad, que es la época que nos ha tocado vivir, se caracterizaprecisamente por el desprestigio de los grandes relatos. Nadie, excepto losinvestigadores, lee hoy las novelas que históricamente se han consideradoimportantes. Resultan indigeribles, a menos que te acerques a ellas con un afánarqueológico. Lo que se escribió pensando en el público ingenuo, que es el lectornatural del género novelesco, es en la actualidad pasto de sabios y eruditos. Laúnica forma de relato viva es la telenovela, en parte porque nos acerca al génerooral, del que procedemos. No todas son buenas, desde luego, pero la tuya y la mía,puedes creerlo, amor, es de las que valen la pena. Separados por un tabique y porun patio interior, como dos presos que ocuparan celdas contiguas, estamosinventando, para comunicarnos, un código secreto cuya primera obligación es noparecerse a ningún otro. Pregúntame si tenemos sentido, si vale la pena sacaradelante una historia de amor condenada al secreto, y te diré que sólo las historiascomo la nuestra valen la pena."

                                                                           (Laura y Julio, de J. J. Millás)

          "Las viejas tienen que ser duras. No necesitan dormir. Para qué quieres dormircuerpo fatigado si ya no distingues entre el cansancio y el reposo. Para qué queréiscerraros oídos finísimos a los que todavía no ha llegado el frío de los huesos. Paraqué queréis cerraros párpados con azules bolsas con pliegues, con tegumentossupernumerarios, si gozáis todavía de la capacidad de ver de noche y asustar al quemiréis cara a cara sabiendo que sabéis lo que él también sabe que habéis visto. ¡Estan inocente!"                                    (Tiempo de silencio, de L. MartínSantos)

        "Su vida era activa y no contemplativa, huyendo cuanto podía de no tener nadaque hacer. Cuando oía eso de que la ociosidad es la madre de todos los vicios,contestaba: "Y del peor de todos, que es el pensar ocioso". Y como yo le preguntarauna vez qué es lo que con eso quería decir, me contestó: "Pensar ocioso es pensarpara no hacer nada o pensar demasiado en lo que se ha hecho y no en lo que hayque hacer. A lo hecho pecho, y a otra cosa, que no hay peor remordimiento sinenmienda". ¡Hacer!, ¡hacer! Bien comprendí yo ya desde entonces que Don Manuelhuía de pensar ocioso y a solas, que algún pensamiento le perseguía."

                                              (San Manuel Bueno, mártir, de Miguel de Unamuno)

         a) Identifica el estilo directo e indirecto presentes en los fragmentos y justificala respuesta.

        b) ¿Cuál de los textos anteriores constituye un monólogo interior? Da razones.

         c) En uno de los textos se dan a la vez los casos de carta y digresión.Identifícalo y explica los elementos que caracterizan a una y a otra.

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11. La narrativa. Ejercicios prácticos

                                  1.

                                  "Acababan de chapuzarse y un vientecillo ahilado les secaba elcuerpo a fríos      lengüetazos. Con todo flotabanun calor excesivo y pegajoso en elambiente. Tumbados boca arriba en la pradera, vieron pasar por encima un enormepájaro.

     ¡Mirad!chilló el Mochuelo. Seguramente será la cigüeña que espera la maestra   de La Cullera. Va en esa dirección.

    Cortó el Tiñoso:

     No es una cigüeña; es una grulla.

     El Moñigo se sentó en la hierba fruncioendo los labios en un gesto hosco yenfurruñado. Daniel, el Mochuelo, contempló con envidia cómo se inflaba y desinflasu enorme tórax.

     ¿Qué demonio de cigüeña espera la maestra? ¿Así andáis todavía?dijo el Moñigo.

      El Mochuelo y el Tiñoso se incorporaron también, sentándose en la hierba.Ambos miraban anhelantes al Moñigo; intuiían que algo iba a decir de "eso". ElTiñoso le dio pie.

    ¿Quién trae los niños entonces?dijo.

    Roque, el Moñigo, se mantenía serio, consciente de su superioridad en aquelinstante.

     El parirdijo, seco, rotundo.

     ¿El parir? inquirieron, a dúo, el Mochuelo y el Tiñoso.

     El otro remachó:

      Sí, el parir. ¿Visteis alguna vez parir a una coneja?dijo.

      Sí.

       Pues es igual.

       En la cara del Mochuelo se dibujó un cómico gesto de estupor.

        ¿Quieres decir que todos somos conejos?aventuró.

         Al Moñigo le enojaba la torpeza de sus interlocutores.

        No es esodijo. En vez de una coneja es una mujer; la madre de cada uno."

                                                                       (El camino, de Miguel Delibes) 

ACTIVIDAD:

Justificar que el texto anterior es una narración

Para contestar razonadamente esta pregunta debes recordar que en toda narración

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hay un narrador que cuenta la historia y emplea un punto de vista determinado, yasea la tercera persona del narrador omnisciente y externo o la primera, propia de unnarrador protagonista o testigo de la acción principal; en este caso, el narrador esomnisciente, sabe todo lo que pasa en la acción y conoce perfectamente cómo sonlos personajes que aparecen en ella.

RESPUESTA:

El texto es una narración porque existe un narrador (omnisciente y externo) quecuenta en tercera persona lo que viven y hablan unos determinados personajes:Acababan de chapuzarse, les secaba, flotaba, vieron pasar, chilló...

Además lo que cuenta el narrador tiene que ver con unos personajes que hacen unaserie de cosas o hablan de un determinado asunto.

Los personajes principales de la obra, el Moñigo, el Mochuelo y el Tiñoso, los tres,amigos incondicionales, tras bañarse, se ponen a hablar de "eso", del parir. Los dosúltimos ignoran que los niños nazcan del cuerpo de sus madres, y el primero, mayorque ellos y con más mundología porque se ha criado solo, les abre los ojos sobre lainocente creencia de que es la cigüeña quien trae los niños al mundo. Es,precisamente el Moñigo quien realiza la función de enseñarles y ellos salen degolpe, en una conversación diaria, de su inocencia.

Hay que explicar además que en toda narración debe haber un espacio y un tiempo;aquí el lugar es externo, una pradera cercana al río donde acaban de bañarse, y eltiempo, uno cualquiera y a pleno día.

Veamos otro ejemplo donde la cuestión principal pedía explicar las técnicasnarrativas presentes en él:

2. "Dirían que el coche estaba viejo, la pista en malas condiciones, una averíamecánica, un fallo humano, qué más da, dirían cualquier cosa; dijeron que noestaba borracho, no, estaba loco, no tenía ganas de vivir, en realidad, se estabadestruyendo poco a poco mediante el alcohol, y últimamente no se le podía versobrio ni al salir de la ducha, a media mañana, pero no era eso, al menos no esosólo, la muerte lenta no era suficiente, no le bastaba, quería acabar y buscaba condesesperación todas las oportunidades de morir, era su desafío, morir de golpe y sinremedio, sin posibilidad de arreglo, y por eso decían que corría de aquella manera yen aquel estado; dijeron que en aquel momento había allí unos niños cruzandoimprudentemente la Sueiro)

ACTIVIDAD:

Explicar las técnicas narrativas presentes en el texto.

Por técnicas narrativas se entiende el conjunto de recursos lingüísticos yestructurales empleados por el autor en la obra. Todos están relacionados o con lahistoria, los personajes, el tiempo, el punto de vista y cualquier elemento narrativo ola forma lingüística. Entre los más importantes se encuentran: el protagonismoindividual (relacionado con el subjetivismo general que muestra la novela españolamás actual), el perspectivismo plural, el monólogo interior, el desdoblamiento delnarrador en un tú autorreflexivo, la reducción temporal, la ruptura del tiempo coninclusión de diversos planos temporales, la reflexión sobre la misma novela, ladisposición tipográfica diferente ( incluida la supresión de signos de puntuación),diversidad de estilos y registros lingüísticos en la misma narración, etcétera.)

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RESPUESTA:

Comienza comentando el tipo de narrador y su punto de vista.

El narrador, omnisciente, emplea la tercera persona para narrar lo sucedido en lahistoria y lo hace utilizando el estilo indirecto con verbos de habla, cuyos tiemposvan cambiando a medida que avanza el texto (dirían...que, dijeron...que, etc.

Explica, si conviene, el tratamiento del tiempo narrativo.

El tiempo de la narración se ralentiza por medio de la asíndeton y la ausencia deverbos de acción, que son sustituidos por verbos estáticos, descriptivos y detransición en pretérito imperfecto: estaba, tenía, podía, era, bastaba, quería,buscaba, etc.

Asimismo, debes hablar de cómo introduce el narrador los personajes del texto.

El narrador habla de un personaje, cuya situación queda explicada con ese conjuntode verbos descriptivos localizados en un pasado sin precisar, hasta que aparecen ensu relato  los otros personajes ("unos niños cruzando imprudentemente la pista"),los cuales desencadenan el desenlace previamente anunciado.

Finalmente, comenta alguna técnica narrativa que signifique una innovación en eltexto.

El narrador emplea el monólogo interior para manifestar sus pensamientos ysentimientos más íntimos en relación con la historia que cuenta ("qué más da", "enrealidad, se estaba destruyendo...", "la muerte lenta no era suficiente, no lebastaba...").

No te olvides de redactar todo tu comentario con orden y corrección, tantosintáctica como ortográfica, así como con propiedad léxica.

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12. La narrativa. Evaluación final

Lee los siguientes textos y contesta a las preguntas de abajo:

      1.

     "Sonaba el teléfono y he oído el timbre. He cogido el aparato. No me he enteradobien. He dejado el teléfono. He dicho: "Amador". Ha venido con sus gruesos labios yha cogido el teléfono. Yo miraba por el binocular y la preparación no parecía serentendida. He mirado otra vez: "Claro, cancerosa". Pero, tras las mitosis, la manchaazul se iba extinguiendo. "También se funden estas bombillas, Amador". No; es queha pisado el cable. "¡Enchufa!" Está hablando por teléfono. "¡Amador!" Tan gordo, tansonriente. Habla despacio, mira, me ve. "No hay más". "Ya no hay más". ¡Se acabaronlos ratones! El retrato del hombre de la barba, frente a mí, que lo vio todo y quelibró al pueblo íbero de su inferioridad nativa ante la ciencia, escrutador e inmóvil,presidiendo la falta de cobayas. Su sonrisa comprensiva y liberadora de lainferioridad explica comprende la falta de créditos. Pueblo pobre, pueblo pobre.¿Quién podrá nunca aspirar otra vez al galardón nórdico, a la sonrisa del rey alto, ala dignificación, al buen pasar del sabio que en la península seca, espera quefructifiquen los cerebros y los ríos? Las mitosis anormales, coaguladas en sucristalito, inmóviles ellas que son el sumo movimiento. Amador, inmóvil primero,reponiendo el teléfono, sonriendo, mirándome a mí, diciendo: "¡Seacabó!"                                                    

                                                    (Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos)

      2.

     "Una brillante mañana de junio Nemesio Cabra Gómez oyó descorrerse losbaldones que clausuraban la puerta de su celda. Un  loquero de barba negra y batablanca que sostenía un cabo de manguera en la mano le hizo señas de que selevantase y saliera. El loquero echó a andar y se detuvo a pocos pasos.

Tú delante ordenó y sin trapacerías, o te arreo.

Y blandía el cabo de manguera que producía un silbido de culebra. Caminaron porlos tortuosos corredores. Al pasar frente a las cristaleras que daban al jardín,Nemesio Cabra Gómez sintió la quemadura del sol y le deslumbró la luz y se pegóal vidrio a contemplar el cielo y el jardín donde otro internado taponabahormigueros. El loquero le dio con la porra.

Vamos tú, ¿qué te pasa?

Llevo meses en aquel cajón.

Pues no hagas tonterías o volverás a él.

Aquella fue la primera noticia que tuvo de que iban a soltarle. Se lo confirmó eldoctor Flors. Le dijo que los médicos habían dictaminado su curación y que podíareintegrarse a la vida normal, pero que procurara evitar el alcohol y los excitantes,que no discutiera, que durmiera cuantas horas le pidiera el cuerpo y que visitase aun colega (cuyo nombre y dirección apuntó en una tarjeta) cada vez que se sintieramal."

                               (La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza)

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                               (La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza)

          a) Identifica el tipo de narrador presente en cada uno de los textos anteriores.Razona tu respuesta.

         b) ¿Qué técnica narrativa se emplea en el primer texto? ¿Hay en él tambiéndiálogo? Explica uno y otro con citas del fragmento.

         c) Identifica los personajes que figuran en uno y otro texto. ¿Qué intenciónmovió a Mendoza a llamar a su personaje Nemesio Cabra?

        d) En el texto de E. Mendoza identifica los ejemplos de estilo directo y de estiloindirecto.

        e) Identifica los espacios presentes en los textos. Razona tu respuesta

        f) Haz lo mismo con los tiempos. Explica las formas verbales de uno y otro.

       g) Escribe una carta a un amigo transformando el primer texto. Luego indicaqué semejanzas y qué diferencias hay entre el texto de tu carta y el de Martín Santos.

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