La navidad signo de paz para la humanidad

Desde la palabra de Dios

De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: «Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia. (cf. Lc 2, 13-14)

Durante la historia de la salvación es evidente, como el pueblo de Dios lo ha invocado en los momentos de dificultad encontrando en él un seguro refugio. Sabe que la paz viene únicamente de él. Como lo afirmaba el profeta Miqueas “Él mismo será su paz” (cf. Mi 5, 4). Por otra parte Cristo da la paz a sus discípulos afirmando que ésta no es igual a la que da el mundo, exhortándolos a no tener miedo ni angustia (cf. Jn 14, 27).

Significado

En la actualidad ¿Qué es la paz? Remontada en sus orígenes, esta palabra latina Pax (paz) aparece íntimamente relacionada con pagar o acordar algo entre dos partes. San Juan Pablo II dice "La paz es uno de los bienes más preciosos para las personas, para los pueblos y para los Estados". Es un valor fundamental en la vida del ser humano, puesto que favorece a una sana relación interpersonal y a la apertura del corazón. No se le puede reducir únicamente a la “ausencia de la guerra”, pues esta, solo es consecuencia de la misma. Puede diferenciarse tres modos en su vivencia: paz interior (un estado de tranquilidad individual) la paz colectiva (se da entre los miembros de una familia o una comunidad) la paz social (existente entre varias naciones). Sin embargo esta no queda únicamente en una vivencia puramente humana, sino, va más allá y favorece al encuentro del hombre y mujer con su Creador.

Modos de vivencia

La paz interior se obtiene cuando la persona es capaz de reconocer sus debilidades y fortalezas, se auto acepta y se abre a la gracia de Dios que en su infinita misericordia siempre sale a su encuentro para perdonarle y amarle. Ante las situaciones que en el mundo surgen hoy día, el Papa San Juan Pablo II dice “En el corazón de Cristo encuentra paz quien está angustiado por las penas de la existencia”. A pesar de todos los hechos de violencia provocados por los mismos hombres en los diferentes contextos que buscan hacerla desaparecer, Dios ilumina siempre los corazones de sus fieles y brinda la firme esperanza de alcanzarla.

Sin embargo, se hace difícil obtenerla si desde el inicio de la vida no se brinda un ambiente de paz para la persona. La vida inicia desde la fecundación y por lo tanto el ser humano siente, desde el seno de su madre, percibe si ella está feliz o triste y recibe de ella este mismo estado de ánimo. Por tanto para que los hijos puedan experimentarla, los padres de familia deben propiciar el ambiente y es así como en la misma se abre paso a la vivencia de este valor. Debe ser un objetivo que toda familia cristiana persiga y se alcanza cuando se practican los valores: fidelidad entre los esposos e hijos, el amor y el respeto mutuo. Se acrecienta con la constante oración a Dios, puesto que es un don gratuito suyo.

Solamente cundo se ha vivido o ejercitado en la práctica de dicho valor, se irá alcanzando la paz que tanto se espera en el mundo que Dios siempre ha querido para la humanidad.

Contextualización

A pesar de las muchas situaciones existentes en la actualidad, es importante reconocer la gracia y misericordia de Dios al enviar a su hijo al mundo como un Signo presente de su paz, el cual no está de modo exclusivo para algunos pocos, ni ve frontera, ni razas ni culturas. Cristo siempre nos da su paz. En la Eucaristía cuando el sacerdote antes de repartir el Cuerpo de Cristo al pueblo hace vivas las Palabras de Jesucristo “Mi paz les dejo, mi Paz les doy” “la paz del Señor esté siempre con ustedes”. No es únicamente una frase que se repite en cada Misa, sino, es el mismo Dios quien brinda su Paz y llega al corazón de cada cristiano abierto a esta gracia.

El llamado misionero que Cristo hace por medio de su Iglesia va acompañado del compromiso de trabajar por la paz, como lo dice en las bienaventuranzas: “Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios” (cf. Mt 5, 9). La construcción del Reino exige la entrega incondicional de quienes han experimentado la paz y alegría al encontrarse con Dios, para llevarla a todos los lugares del mundo.

Preguntas para reflexionar

¿Qué estoy haciendo por la paz en mi familia?

¿Cómo cristiano a qué me comprometo?

La navidad “tiempo de gracia” (Lc 2, 14)

La gracia puede abordarse de diferentes maneras. En un primer término puede reconocerse como un don (regalo) recibido sin merecerlo, por ejemplo: ver, oír, cantar, caminar, pensar, entre otras, recibidos de la naturaleza. Por otra parte en el sentido teológico se entiende como un don sobre natural que Dios concede al hombre en modo gratuito; debido a los méritos obtenidos por Cristo para encaminar a su Iglesia a la vida eterna; habiendo instituido los sacramentos para facilitarlo a la humanidad.

Desde la Palabra de Dios«Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia.» (cf. Lc 2,14)

El Evangelio de San Lucas, al narrar el anuncio del nacimiento de Cristo realizado por medio de sus ángeles a los pastores, descubre una gracia de Dios para con su pueblo, puesto que no es solamente un nuevo ciudadano, sino, además es el hijo de Dios, el mismo Dios que se hace presente en medio de la humanidad, revelándose en el tiempo y el espacio en la persona de su Hijo. “ésta es la hora de su gracia”. (cf. Lc 2,14). La gracia permitió a los humildes pastores reconocer la voz de Dios en el anuncio recibido por los ángeles y los seres celestiales que se les aparecieron. Ellos tuvieron la oportunidad que muchos profetas anhelaron, el de Ver a Dios Cara a Cara aquí en la tierra y poder adorarle. No se concedió este don a aquellos orgullosos que se cerraron en la oscuridad de su ignorancia, sin abrirse a la luz de la fe para reconocerle en ese Niño nacido en un pesebre.

Reflexión

En María puede reconocerse este don maravilloso de Dios, como lo afirma el Evangelio en la anunciación cuando el Ángel se dirige a ella diciéndole “Alégrate llena de Gracia, el Señor está contigo” (cf. Lc 1, 28). Es Dios por medio de su Santo Espíritu quien concede la gracia, él es quien la anuncia por voz de su ángel. Esta misma gracia depositada por el Espíritu Santo en su Prima Santa Isabel, permite a ella, reconocerle como la Madre del Señor (cf. Lc 1, 43). A su vez hace a María, cantar con su alma las grandezas del Señor; y reconocer la grande obre que él hizo en ella.

La Iglesia hace distinción entre dos tipos de gracia: la primera es “actual”, más que algo presente es eficiente y ayuda a distinguir en un determinado momento o circunstancia entre los actos aquellos bondadosos y los maliciosos, evitando lo malo a fuerza del bien; y la segunda es “habitual” o “santificante” pues, es una actitud que permanece en el alma, y la santifica a fin de hacerla agradable a Dios. La segunda es muy reconocida en los santos, por ejemplo Santa Teresa de Calcuta, que en el servicio se santificó y por medio del mismo reconoció el rostro de Cristo en el pobre y el enfermo. Cristo es la misma gracia recibida del Padre, cuya mayor expresión es su nacimiento y su entrega sin reservas para la salvación de la humanidad. Para recibirle es necesario preparar el corazón.

Cuento Ilustrativo

Cuentan que una vez Carlos, un hombre muy dedicado a su trabajo (era chofer) y a su familia; por cierto cristiano católico; llegada la tarde del día veinticuatro de Diciembre, ya en vísperas de la noche buena, regresaba de su trabajo a eso de las seis de la tarde con la intención de llegar a su casa a tiempo, pues había acordado con su esposa que juntos participarían la Misa del nacimiento de Jesús. Resulta que en camino se le ponchó una yanta, esto le causo media hora de retraso y por ello llamó a su casa para avisar a su familia que no podría acompañarlos de camino a la Iglesia parroquial, pero que haría lo posible para llegar a la Eucaristía. Luego de superar la dificultad con ayuda de unos peregrinos que pasaron por el camino. Llegó a su casa, sudado y con las manos manchadas con grasa, así que decidió darse un baño. En fin, llegó la hora de la Eucaristía. Al darse cuenta de la hora –¡Señor ya es las siete de la noche, ya inició la Misa, - se acercó a la ventana y miró que caía mucha nieve. –Bueno hice lo posible, pero no tuve la oportunidad, ¡será para el próximo año! De repente se oye en la puerta un ruido, “Tac” como si algo se hubiese somatado contra ella, entonces decide abrirla, sin embargo no pudo ver casi nada, cuando estaba a punto de cerrar la puerta miró hacia el suelo y alcanzó a ver a un pajarito tirado ente la nieve, se puso a pensar –Este pájaro se morirá allí, -cuando quiso agarrarlo se alejó, poco a poco y después de tanto esfuerzo se dijo- tal vez si le silbo me entienda. –Así que se hizo hacia una galera y comenzó a silbarle fu-fu-fu haciéndole gestos para que este se acercara a la galera y ponerlo a salvo, sin embargo este no le entendió. Por último decidió disfrazarse de pájaro y continuó silbando hasta que el pequeño vio en él a uno de su misma especie, entonces se fue acercando hasta llegar a la galera, él lo agarró y lo dejó protegido del frio en un nido que improvisó. Cuando entró a su casa una sorpresa en su mente apareció ¡ahora entiendo! Dios durante mucho tiempo habló a los hombres y se mostró a ellos pero ellos no pudieron reconocerle, entonces en Navidad se hizo hombre para que le reconozcamos y le amemos en la Persona de su Hijo.

En medio de la sociedad constantemente atacada por el pecado, egoísmo, la corrupción, maldad y violencia que a su vez pretenden acabar con la dignidad de la persona, se hace necesaria la Gracia de Dios por medio de la participación de los Sacramentos, los cuales ayudan a abrir los ojos del alma y el entendimiento y reconocerle cada día presente en la vida. La gracia da vida. Es un regalo de Dios, pero es necesario pedírselo constantemente para todos los bautizados en la Iglesia, también para aquellos que todavía no le han reconocido. Cada navidad Dios quiere nacer en el pesebre del corazón del hombre, y de esa manera irradiar su gracia. Basta con que le abra su corazón y le deje nacer en él.

ORACIÓN: Dios todo poderoso, que hace dos mil años viniste al mundo y naciste en Belén, concédenos tu gracia para que podamos reconocerte en la Eucaristía y en nuestros hermanos y que te imitemos en tu entrega, así como tú nos diste a tu Hijo, nosotros sepamos darnos como un don para los demás. Y que en esta Navidad seas reconocido como la fuente de vida para el mundo.

La navidad signo de amor del Padre (Jn 3, 16)

Desde la Palabra de Dios

¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él, no se pierda, sino que tenga vida eterna. (cf. 3, 16)

Contexto Histórico

Tantos pueblos existían en Antes del nacimiento de Cristo, sin embargo él muestra preferencia por Israel lo elige como a su predilecto y lo acompaña durante toda su historia, en cumplimiento de su promesa a Abraham cuando le prometió engrandecer su descendencia, “Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición” (cf. 12, 2). Todo lo hizo por amor

En el Antiguo testamento Dios muestra su amor a su pueblo al liberarlo de la Esclavitud en Egipto.

Los hombres de ese tiempo se revelaron y murmuraron contra él, sin embargo no los abandona y constantemente se ve su intervención para que Israel no perezca en manos de sus enemigos. Cuando los pueblos extranjeros atentaron contra su elegido, se hizo presente por medio de sus jueces. Dios no cumple sus promesas a los hombres solo por ser un pacto, sino por su infinito amor.

En el monte Sinaí, se manifestó a Moisés, dándole a conocer los diez mandamientos, con los cuales, quiere que el pueblo viva de acuerdo a su voluntad, todo es una invitación a amarle y amar al prójimo.

Reflexión

Dios creó todo por amor. El día de su nacimiento manifiesta el cumplimiento pleno de su voluntad al dar al mundo la esperanza de Salvación. Toda la Sagrada Escritura, se evidencia que siempre ha actuado en el amor, tanto que el Apóstol San Juan llega a describirlo en su Evangelio como el Dios Amor.

En el nuevo testamento los Evangelios ponen en evidencian la presencia el Amor de Dios hacia la humanidad desde la predilección pos su pueblo, el nacimiento, incluso el sacrificio en la cruz, muerte y Resurrección de su Hijo. Jesús obedeció al Padre y vivió siempre atento a su voluntad, todo fue una entrega amorosa. Es una correspondencia del Hijo que se siente amado por el Padre y el Espíritu Santo.

Toda la vida de Cristo es una expresión de amor del Padre hacia la humanidad, a los pobres y marginados, pecadores, amigos y enemigos. Los milagros y predicaciones son la expresión del mismo.

El Hijo Pródigo (Lc 15,11-32)

La oveja perdida (Lc 15, 3-7)

Perdona a la prostituta (Lc 7, 36-50)

Ámense los unos a los otros como yo los he amado (Jn 13, 34)

Como el Padre me amó así los he amado (Jn 15, 9-13)

Dios ha engendrado a su Hijo por medio del Amor y tanto ha amado a los hombres que los ha hecho ser miembros de su familia en Cristo por medio del Bautismo.

El amor al prójimo es la respuesta que el Cristiano debe tener a Dios, expresándolo con gestos y actitudes, como lo afirma el escritor sagrado “Amarás, pues, a Yavé, tu Dios, y cumplirás todos los días cuanto te tiene ordenado: sus ordenanzas, sus mandamientos y sus preceptos (cf. Dt 11,1)

Cristo es un claro ejemplo para que el hombre reconozca su capacidad de superar todo egoísmo y dejarse transformar por su amor para luego transmitirlo a los demás.

La Iglesia propone en el calendario litúrgico la celebración del nacimiento de Cristo para que todos sus fieles hagan experiencia del amor del Padre al nacer en el mundo, como lo experimentó San Pablo, lo cual le hace decir:

“Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -el saber más elevado-, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy. Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve. El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo. El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías también son algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá. Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor” (cf. 1 cor 13, 1-10. 13)

ORACIÓN

Señor Dios nuestro, te pedimos que tu amor permanezca siempre entre nosotros, para que seamos capaces de amarnos los unos a los otros y así cumplir tus mandamientos. En las vísperas de esta navidad en la que tu amor se pone de manifiesto en el nacimiento de tu Hijo ayúdanos a abrirte nuestro corazón y adorarte a ti Amor de los Amores.

Comunicar la alegría del nacimiento

Desde la Palabra de Dios

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. (cf. Mt 2, 9-12).

Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. (cf. Lc 2, 20).

Reflexión

La alegría que causa en los magos y pastores, el encuentro con el Niño, el Mesías y Rey del universo, genera en ellos una motivación que los hace alabar y bendecir a Dios. Con Cristo nace la alegría para el mundo, él es la alegría del Padre presente en entre los hombres. Ésta, llena el alma de María y José, tanto que saben confiar en medio de las dificultades arriesgándolo todo. En Jesús reconocieron al dueño de todo.

Dios a lo largo del Antiguo testamento había anunciado por boca de sus profetas la venida de Jesucristo, incluso el lugar en el que iba a nacer. El ángel comunica esta noticia a María “Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» (cf. Lc 1, 28), “vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús (cf. Lc 1 , 31). Este anuncio llena de alegría el alma de María, tanto que le hace decir “Mi espíritu se alegra en Dios mi salvador (Lc 1, 47).

La comunicación de una noticia, puede hacerse de diversas maneras, aunque no se pronuncien palabras, sin embargo, cuando algo causa alegría, debe comunicarse utilizando todos los medios posibles para que sea entendido. Una sonrisa es símbolo de alegría y ahora el Papa francisco invita a los cristianos a mostrarse alegres, y con alegría comuniquen el Evangelio.

Cada Navidad no es únicamente la simple simbolización de un hecho histórico, sin la actualización y vivencia de este acontecimiento misterioso que marca a toda la historia y a la misma Iglesia. Por ello hay que anunciar que Cristo nació hace dos mil años y que nuevamente nacerá en navidad.

A diario se suele escuchar malas noticias, y como se suele decir “las malas noticias son las que más rápido se saben”. Noticias de muerte, robos, ruina, corrupción, incluso la vida de los famosos cantantes y actrices de telenovelas y por qué no decirlo las noticias del futbol, todo es fácil manifestarlo, incluso varios medios de comunicación se prestan

para ello, pero para anunciar el Evangelio, son pocos quienes se apuntan para ello, y aún se hace más difícil que llegue a todos los rincones del planeta.

Anécdota

En cierta ocasión un joven estaba esperando un encuentro deportivo con muchas ansias, y al llegar el día, invitó a todos sus vecinos a ver el partido en la televisión de su casa. Todos acudieron a la hora citada pero sucedió una situación ¡se fue la energía eléctrica! Entre ellos comenzaron a aportar ideas para no perderse este momento tan esperado, así que decidieron alquilar una batería de carro y con ello solucionaron el problema. Vieron todo el encuentro deportivo. Acompañaron el omento con palomitas y gaseosas. Terminado el partido, sonreían con la satisfacción de que su equipo favorito había ganado. Cada uno, no pudo resistirse a celebrar el triunfo. Todos salieron a barrio a contárselo a sus amigos y compañeros aficionados, incluso a recordárselo a aquellos que apoyaban al equipo contrario y a aquellos no aficionados.

Invitación

Si se está disponible para hablar de momentos agradables en la vida, que en cierto modo son pasajeros, ¿Por qué no anunciar la alegría del nacimiento de Cristo? ¿Por qué no adoptar la actitud del enfermo a quien Jesús prohibió hablar del milagro hecho en él? Este hombre fue y se lo contó a todos los que pudo, aunque no le creyeran.

Reconocer a Dios en su divino Hijo debe despertar en el creyente el deseo de anunciar esto a todos sus vecinos, a aquellos que se encuentran sin esperanzas, a quienes han perdido el sentido a su vida, a quienes no lo conocen y juntos llevar este mensaje a el mundo entero.

Preguntas para reflexionar

¿Estás dispuesto a comunicar esta buena noticia?

¿A quiénes llevarás este mensaje de esperanza?

¿Qué actitud te propondrás para esta navidad?

Celebrar una auténtica navidad

Desde la Palabra de Dios

Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. (cf. Mt 2, 10-11)

Desde la Doctrina de la Iglesia

La adoración es el justo comportamiento hacia Dios.

Al terminar el Adviento, comienza el Tiempo de Navidad, que va desde la venida o Nacimiento y se celebra el 25 de diciembre. Este tiempo nos recuerda que Dios vino a este mundo para salvarnos. Durante el Adviento, Navidad y Epifanía se revive la espera gozosa del Mesías en la Encarnación. Hay una preparación para su venida al final de los tiempos: “Vino, viene y volverá”.

Reflexión

En la actualidad, la celebración de esta fiesta ha sido fuertemente confundida y hasta cierto punto atacada por la ideología consumista, puesto que la reduce a una simple temporada, para compra y venta de artículos, utilizando como carnada el tema de la “OFERTA”. Todo esto causa que la atención de los niños se centre, no en la construcción del nacimiento en el hogar, o en la contemplación de la imagen de Jesucristo, sino en el símbolo del consumismo “Santa Claus” esperando recibir de este un juguete y con ello alegrar su navidad.

Por otra parte, dependiendo el contexto y la cultura, los jóvenes aprovechan este tiempo para organizar campeonatos de futbol u otros deportes, bailes. En ocasiones causa de los desórdenes que surgen dentro de la realización de los mismos es el consumo de alcohol, en modo desmedido y en lugar de prepararlos para vivir este tiempo de gracia, los va deteriorando.

La navidad es un momento de compartir en familia, con los amigos, dicen algunos. En consecuencia se centra la atención en qué regalar para la Noche Buena, preocuparse por únicamente esperar la llegada de los invitados, la comida o en los juegos artificiales, dejando por un lado el verdadero sentido de esta fiesta. No es que todo lo anterior sea por sí malo, pero es necesario recobrar la autenticidad del acontecimiento que se celebra.

Anécdota

Carlos era un joven muy alegre y con grandes ilusiones en su vida, valoraba a su familia pues creía que lo más valioso de ellos era su persona y el amor que se tenían los unos a los otros.

Llegado el día en que cumplió sus 18 años esperaba que por lo menos le brindaran una serenata como sus familiares acostumbraban hacerle cuando era niño, puesto que ya tenían varios años que no se le hacía una fiesta por tal motivo. Por otra parte su familia le había organizado una fiesta sorpresa. Sus padres se estaban encargados de las invitaciones, el pastel y los alimentos; sus hermanos y hermanas debían adornar el salón que utilizarían para dicha actividad y la música que serviría como ambientación.

¡Llegó el momento! Carlos quedó asombrado de la gran preparación que se había organizado en su casa, que gran sorpresa se llevó, al ver a tantos invitados, la cantidad de pasteles que estaban sobre las mesas y los adornos en las paredes, puertas y ventanas del salón, además el equipo de sonido que ambientaría el baile.

Pero resulta que su mayor sorpresa fue descubrir lo siguiente: ¡no le dieron la serenata que esperaba! todos estaban ocupados, unos confirmando la llegada de los invitados, otros adornando el salón y los demás instalando el equipo de sonido. Todos se quedaron dormidos y nadie había descansado lo suficiente para poder levantarse de madrugada. En la mañana, la atención de los invitados estaba en la belleza de los adornos, la delicia de los alimentos servidos y el reencuentro con amistades de la niñez. Por su parte los jóvenes comenzaron la parranda. En fin todos disfrutaron el momento olvidando el motivo de la misma y sin siquiera cantarle al cumpleañero y darle el abrazo de felicitación.

Carlos hubiese preferido una fiesta pequeña en familia que implique menos gasto y en el cual todos a su alrededor pudieran compartir su alegría. ¿Te gustaría que hicieran lo mismo contigo?

Aspectos a considerar

Es importante reconocer que la una auténtica navidad se vive cuando los fieles bautizados se preparan en los domingos de adviento y se abren a la gracia de Dios, esperando con gran fervor su nacimiento.

Durante los días de las posadas es necesario caer en la cuenta que los recorridos no se realizan solo por llevar a cabo una actividad más sino con un sentido de peregrinación con José y María en busca de un lugar para el nacimiento de Cristo. La participación de las posadas ayuda a adentrarse a tan grande misterio de amor.

Los faroles han de ser signo de una fe viva que brilla en medio de la oscuridad, que salen a las calles para anunciar la venida del Salvador. Ser como la estrella de oriente que guio a los magos hacia Belén y de este modo ser luz para aquellos que los buscan pero no encuentran el camino.

Otro medio para vivir la navidad es la alabanza armoniosa a Dios, unir las voces del pueblo a la de los ángeles y la iglesia celestial cantando “Gloria a Dios en los Cielos y en la tierra paz a los hombres”.

Es importante fijarse en los detalles, como: Adornar los hogares con luces, elaborar el nacimiento en familia, pero como preparación a esta grandiosa celebración.

Cuantos hay que han perdido el sentido a su vida por las dificultades y tristezas. Otros hace mucho tiempo no pasan una navidad feliz porque no tienen ni siquiera algo para compartir, así también existen quienes viven la época sin conocer el verdadero sentido de esta fiesta.

Es evidente, en los cinco continentes la celebración de esta fiesta, es la Iglesia quien la celebra, pero como discípulos queda el compromiso de hacer que todos los hombres la vivan y la experimenten. Una auténtica celebración implica estar a los pies del niño que nace, contemplarle en el pesebre y adorarle en la Eucaristía y abrir el corazón al pobre y marginado.

Este tiempo es para compartir más que solo una comida, un regalo, un momento de diversión. Por consiguiente todo lo anterior debe trascender al amor, la paz, la alegría y el anuncio de un Cristo vivo entre los hombres y mujeres en familia, en comunidad, en Iglesia.

En la navidad no solo se debe abrir las manos para recibir algo, sino es preciso también abrir el corazón, dar y darse a los demás.

Dios quiso nacer en un humilde pesebre, en medio de animales, pero esta navidad tú puedes ofrecerle tu hogar, tu corazón, tu ser.

Diccionario biblico: Amor

En la Biblia las palabras que se traducen por "amor" y "amar" tienen diversos matices de significación.I. En el AT. Las palabras que más se traducen por "amor" y "amar" son ahabâh y âhab. Estos términos abarcan el Amor en su sentido más amplio: desde el Amor de Dios por los justos (Sal. 146:8; etc.), el Amor del hombre a Dios (Dt. 11:1; Sal. 116:1; etc.) y a las cosas de Dios (Sal. 119:97; etc.), el Amor de un hombre por su familia y susamigos (Gn. 22:2; 24:67; Lv. 19:18; etc.), hasta el Amor ilegítimo producido por la pasión (2 S. 13:1; 1 R. 11:1; etc.).

II. En el NT. Las 2 palabras para "amor" y "amar" son el sustantivo agáp (con su verbo agapáÇ) y el verbo filéÇ (el sustantivo derivado, filía, "amistad" y "amor", sólo aparece una vez en el NT: Stg. 4:4). Los griegos tenían 48 una 3ª palabra para "amor": éros (y su verbo eráÇ, "amar apasionadamente", con una connotación mayormente de pasión sexual), pero este vocablo no aparece en el NT.

1. Agáp. Se creía que era una palabra específicamente cristiana, porque no se había descubierto su uso en las fuentes griegas seculares; pero ahora se han encontrado en ellas varios ejemplos claros de su empleo. Sin embargo, su escasez, comparada conla frecuencia de agáp en la literatura cristiana, muestra que los cristianos adoptaron este término para describir el concepto más elevado del amor, como lo revelan los Evangelios. Dios es agáp (1 Jn. 4:7, 8), y su Amor y el de Cristo por los hombres está representado por dicho término (Ro. 5:8; Ef. 2:4; 1 Jn. 3:1; etc.). Agáp también describe la relación entre Dios y Cristo (Jn. 15:10; 17:26), se usa para el Amorhumano (Jn. 3:35; Ro. 12:9; etc.) y figura como una faceta del fruto del Espíritu, la primera de ellas (Gá. 5:22). La definición clásica de agáp se encuentra en 1 Co. 13. Después de nombrar diversos dones y logros espirituales (cp 12), el apóstol indica que el Amor es el "camino más excelente" (v 31). De las 3 virtudespermanentes -la fe, la esperanza y el amor-, señala que el Amor es la mayor. Agáp es "Amor desinteresado", Amor en su forma más elevada y verdadera.

2. FiléÇ. Aparece con menor frecuencia que agapáÇ. El Amor representado por filéÇ es Amor afectuoso o sentimental basado más en sentimientos y emociones que en el Amor representado por agapáÇ. Ejemplos de su uso son Mt. 6:5; 10:37; 23:6; Jn. 11:3,36; etc. No existe orden alguna para esta clase de Amor en la Biblia, porque es más o menos espontáneo, como el Amor de un padre por su hijo y el de un hijo por sus padres (Mt. 10:37); pero el Amor representado por agapáÇ se ordena (Mt. 5:44; Ef. 5:25; etc.). Esto es posible, porque agapáÇ es un principio, y se lo puede describircomo un Amor respetuoso y de estima, un Amor que pone en juego los poderes superiores de la mente y de la inteligencia. Esta es la clase de Amor que debe ejercer el cristiano hacia sus enemigos (Mt. 5:44). Es decir, tratará a sus enemigos con el respeto debido, pero no se le ordena que tenga un cálido afecto emocional hacia ellos, como el que se exigiría de él si le ordenara mostrarles el Amorrepresentado porfiléÇ.Solicitar revisión manual: Si considera que este artículo se encuentra incompleto, erroneo o con faltas, puede solicitar una revisión manual del mismo enviando un mensaje a wikicristiano@guaranamedia.com indicando artículo y cuáles son sus observaciones. Así mismo sientase libre de dejar un comentario más abajo a fin de recibir la ayuda de otros usuarios.