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LA pARtICIpACIóN EN EL DISEñO URBANO y ARQUItECtóNICO

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción

social del hábitat

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción

social del hábitat

Coordinación:Gustavo RomeroRosendo Mesías

Autores:Gustavo Romero Rosendo MesíasMariana EnetRosa OliverasLourdes GarcíaManuel CoipelDaniela Osorio

Instituciones participantes:México:Fomento Solidario de la Vivienda - FOSOVI ACPrograma de Maestría y Doctorado en Análisis, Teoría e Historia, CIEPFA, UNAMCuba:Programa de Desarrollo Humano Local en el municipio de la Habana Vieja – PDHL-ONUGrupo de Desarrollo Integral de la Capital – GDICPrograma de Desarrollo Urbano de la Habana Vieja, Oficina del Historiador de la Ciudad de la HabanaArgentina:Integra, Consultoría

CYTED-HABYTED-Red XIV.F

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Publicación del Programa Iberoamericano de Ciencia yTecnología para el desarrollo CYTEDSecretario General del CYTED:Dr. Fernando Aldana

Subprograma XIV “Tecnología para viviendas de interéssocial” HABYTEDCoordinador Internacional:Lic. Edín Martínez

Red XIV.F “Tecnologías sociales y producción social del hábitat”Coordinador:Rosendo Mesías

Coordinación del proyecto:Fomento Solidario de la Vivienda, FOSOVI ACPrograma de Maestría y Doctorado en Arquitectura yUrbanismo, campo de conocimiento Análisis, Teoria e HistoriaCIEPFA, UNAM, México

Coordinación editorial:Daniela Osorio

Diseño gráfico:Leticia Moreno, Jorge Langarica, Julio Toledano

Diseño editorial:Julio Toledano

Los contenidos de este libro pueden ser reproducidos confines académicos

Derechos reservados CYTEDImpreso en México, DF. 2004

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Introducción

Capítulo 1La producción del hábitat

1.1 Repensando la producción del hábitat:nuestra aproximación epistemológica1.1.1 Sobre la necesidad de nuevas herramientas de conocimiento1.1.2 Principios generales del pensamiento complejo1.1.3 Una manera diferente de entender la producción del hábitat

1.2 Procesos que influyen en los modos de producción del hábitat1.2.1 Antecedentes: transformaciones en la estructura poblacional urbana1.2.2 Pobreza y depredación medioambiental: consecuencias del modelode desarrollo dominante1.2.3 Impacto del modelo de desarrollo y la globalización en las ciudadeslatinoamericanas1.2.4 La producción de políticas habitacionales y el papel de los gobiernoslocales

1.3 La producción social del hábitat1.3.1 El proceso de producción del hábitat1.3.2 Distintas maneras de entender la vivienda1.3.3 ¿Qué se entiende por producción social del hábitat? 1.3.4 Para evitar confusiones: ¿qué se entiende por autoconstrucción,autoproducción y producción social del hábitat?

1.4 La participación como eje metodológico de la producción socialdel hábitat 1.4.1 ¿Qué es la participación?1.4.2 Grados y modos de participación1.4.3 Ampliando la participación social1.4.4 Nuevos enfoques metodológicos y operativos basados en la participación, la estrategia y la sustentabilidad 1.4.5 Educación para la participación

1.5 Replanteamiento del rol profesional de los arquitectos, planificadores y profesionistas de otras disciplinas en la producción social del hábitat1.5.1 De las prácticas tradicionales a una nueva manera de trabajar1.5.2 Un enfoque profesional diferente: la asesoría técnica participativa

1.6 Desarrollo y transferencia de tecnologías sociales participativas de diseño1.6.1 Caracterización de las tecnologías sociales participativas de diseño1.6.2 La transferencia de tecnología

Notas capítulo 1

Índice

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Capítulo 2Diseño participativo

2.1 ¿Qué es el diseño? ¿Qué es el diseño participativo?2.1.1 El diseño arquitectónico2.1.2 El diseño arquitectónico y la vivienda en el mundo moderno2.1.3 La construcción de caminos alternativos2.1.4 La alternativa de la participación en el diseño2.1.5 Una redefinición del papel del diseño y del diseñador2.1.6 El proceso de diseño participativo2.1.7 Una manera diferente de conocer la realidad

2.2 Métodos de diseño participativo2.2.1 Soportes y unidades separables

2.2.1.1 Dos experiencias de aplicación de los Soportes en barrios populares del centro de la Ciudad de México2.2.1.2 Una experiencia de aplicación de los Soportes enTabasco

2.2.2 Lenguaje de patrones2.2.2.1 Un caso de viviendas generadas por patrones: la experiencia del PREVI en Perú

2.2.3 El Método de Livingston2.2.3.1 Un caso de aplicación del Método de Livingston en Cuba

2.2.4 Generación de opciones2.2.4.1 Una experiencia de diseño por Generación de Opciones:el caso de Canal Nacional

2.3 Análisis comparativo de los métodos

2.4 Técnicas de diseño participativo2.4.1 Obtención de información2.4.2 Diseño participativo2.4.3 Retroalimentación y evaluación

Conclusiones

Notas capítulo 2

Bibliografía

Los autores

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Antecedentes del programa CYTED

El Programa Iberoamericano de Ciencia yTecnología para el Desarrollo, CYTED, esun programa internacional y multilateralde cooperación científica y tecnológica,creado en 1984 por un acuerdo interins-

titucional entre los gobiernos de los 21 paísesiberoamericanos. En él participan grupos de inves-tigación, universidades, centros de investigación ydesarrollo, empresas y organizaciones no guberna-mentales (ONGs), reunidas con el propósito defomentar la cooperación en el campo de la investi-gación aplicada y el desarrollo tecnológico para laobtención de resultados científicos y tecnológicostransferibles a los sistemas productivos y a laspolíticas sociales de los países iberoamericanos.

En 1987 se creó el subprograma número XIVdentro del CYTED, organizado en torno al tema“viviendas de interés social”, proyecto queactualmente se denomina HABYTED. El objetivocentral de este programa es crear un grupo inter-disciplinario de trabajo para abordar cuestionesrelativas al desarrollo científico y tecnológico entorno al hábitat de los sectores de escasos recur-sos en el ámbito iberoamericano. Para efectos deorganización del trabajo, HABYTED se divide entres modos de acción distintos: proyectos deinvestigación, proyectos de innovación y redestemáticas. Una de estas últimas es la Red XIV. BViviendo y Construyendo.

La temática central tratada en los proyectos dela Red Viviendo y Construyendo es la producciónsocial del hábitat en los asentamientos humanosde Iberoamérica. Entre los trabajos de esta Red sehan desarrollado múltiples proyectos de investi-gación y difusión; uno de ellos es el proyecto “Laparticipación en el planeamiento y diseño del hábi-tat popular”, que se continúa en la Red XVI.F; elcual se ha desarrollado en dos momentos: elprimero, en un concurso a nivel Iberoamericanoque tuvo como objetivo conocer algunas de lasexperiencias teóricas y prácticas en el campo delplaneamiento y el diseño participativos, y cuyosresultados fueron publicados en 1999; en unsegundo momento, los integrantes de la Red sehan abocado a desarrollar los contenidos teórico-prácticos sobre la participación en ambas disci-

plinas. Debido a un desfase en los tiempos dedesarrollo, estos contenidos se publican en doslibros: uno de ellos es el que aquí se presenta, quetrata sobre la participación en el diseño y, posterior-mente, se publicará un segundo libro que tratarásobre la participación en el planeamiento. Los doslibros comparten en términos generales la intro-ducción y el capítulo 1 sobre la producción del hábitat,ya que sus contenidos, con pequeñas variantes, seconsideran relevantes para ambas disciplinas.Cabe señalar que la Red “Viviendo y Construyendo”ha publicado varios títulos con anterioridad, entrelos que se encuentran Reflexiones sobre la auto-construcción del hábitat popular en América Latina,publicado en 1994, y Hacia HABITAT II. El rol asignadoa la participación en las políticas de vivienda enAmérica Latina, publicado en 1995.

Presentación del proyecto “La participación en el diseño y la planeación en la producción social del hábitat”

Quienes desde hace varios años hemos trabajadoasesorando procesos habitacionales populares,hemos sido testigos de cómo dentro y fuera denuestras ciudades –generalmente en las periferias–hay “otra” ciudad que se construye día a día, almargen de políticas públicas y de los grandesdesarrollos inmobiliarios promovidos por la inicia-tiva privada. Frente a nuestros ojos, y cada vez conmayor presencia, hay “otra” ciudad en proceso deconstrucción. En ella, con grandes esfuerzos y ele-vados costos económicos y sociales, las familiashan levantado de manera individual y colectiva unaenorme cantidad de barrios y colonias, generandouna alternativa propia frente a las demandashabitacionales que ni el Estado ni la iniciativa priva-da han logrado cubrir. Así, de manera casi anónima,se ha construido la ciudad informal, la ciudadespontánea e inacabada, que se ha gestado y hacrecido progresivamente y que, siguiendo inclusolos pronósticos más conservadores, seguirá cre-ciendo en estas condiciones.

Frente a este panorama, hemos visto tambiénque el gran esfuerzo de los pobladores, que poco apoco van consolidando su hábitat, ha carecido de un

Introducción

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apoyo externo real en aspectos como lo financiero, lotécnico y lo social. A pesar de los grandes esfuerzosrealizados en programas de vivienda, sobre todo anivel institucional, las respuestas “profesionales” nohan sabido generar propuestas viables debido, engran medida, a una falta de comprensión sobre lanaturaleza compleja de estos procesos sociales deproducción del hábitat. Específicamente, en elcampo del diseño y la planeación urbana, las pro-puestas generadas por arquitectos, urbanistas yplanificadores han resultado ser, en muchos casos,incompatibles con la realidad cotidiana de los grupossociales a los que se dirigen los proyectos.

De ello, resulta una doble situación en la que, porun lado, la ciudad crece al margen de políticas públi-cas y de la normatividad existente y, por otro, la ciu-dad formal, aparentemente planeada y desarrolladadentro del marco normativo, se llena de grandesdesarrollos habitacionales basados en bloquesdesarticulados, ajenos a la escala y a los patronesculturales de los grupos a los que están destinados,especialmente cuando se trata de grupos populares,y que presentan enormes problemas de deteriorodebido a los altos costos de su mantenimiento.

Así, en esta ciudad “formal” se interviene infor-malmente, produciéndose nuevas habitaciones yhasta viviendas, creándose nuevos espacios paraacomodar las necesidades crecientes e insatisfechasde las familias, sin intervención estatal o inmobiliaria.

Ante este panorama, se hace necesaria la formu-lación de nuevos enfoques, nuevos modos de entenderlos procesos de urbanización y poblamiento que seestán llevando a cabo en nuestras ciudades y, para-lelamente, encontrar nuevas maneras de interveniren el desarrollo de estos procesos.

El punto de partida que sustenta cualquierpropuesta en este sentido es un asunto que lapropia realidad nos ha demostrado: en la granmayoría de los casos –más allá de las considera-ciones estéticas que tanto preocupan a los arqui-tectos, o de las organizaciones racionales quetanto interesan a los planificadores–, estos desa-rrollos autoproducidos han resultado máscercanos a las demandas de los grupos socialesque los generan, ya que, a pesar de sus limita-ciones y problemas, encierran muchos ejemplospositivos de cómo, en medio de la escasez y conlas circunstancias en su contra, los actores involu-crados han sido capaces de llevarlos a cabo. Alllegar a las últimas fases de su desarrollo pro-gresivo, estos asentamientos son, en muchoscasos, mejores en sus condiciones habitables,más sustentables y de más fácil mantenimiento;además de que en su producción tienden agenerarse conductas y actitudes de solidaridad yde compromiso, características comúnmenteausentes en los desarrollos planificados, diseñadosy construidos por profesionales.

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Sobre los contenidos del libro

Como veremos en el transcurso del pre-sente trabajo, hace ya algunas décadasque varios grupos de profesionistas ytécnicos en distintas partes del mundohan detectado situaciones similares a la

que hemos expuesto anteriormente. En este sentido,se han abierto diversos caminos que han buscadoalternativas de incorporación y participación de losprofesionales del diseño y la planeación en los pro-cesos de producción del entorno construido através de prácticas socialmente más factibles.Varios de estos caminos han tomado como eje a laparticipación de los diferentes actores socialesinvolucrados en los procesos habitacionales, par-ticularmente, los habitantes actuales y los poten-ciales. En este proceso, muchas de las propuestashan tenido un escaso impacto en la formación y eldesempeño profesional de arquitectos, urbanistas yplanificadores, a pesar de tener un fuerte funda-mento teórico –tal es el caso, entre otros, de laspropuestas de Christopher Alexander, o de HannoWeber y Michael Pyatock, desarrollados con detalleen el capítulo correspondiente a métodos de diseñoparticipativo–. Paralelamente, se ha realizado ungran esfuerzo operativo de búsqueda y puesta enpráctica de alternativas que, en algunos casos, hancarecido de un cuerpo teórico organizado que lassustente y que permita una difusión que fomente sudesarrollo y operación por otros grupos.

A grandes rasgos, la motivación principal parallevar a cabo el trabajo que aquí se presenta hasido, precisamente, la de generar un documentoque registre, sistematice y ordene la informaciónque consideramos necesaria para sustentar laspropuestas en materia de participación y pro-ducción social del hábitat y, al mismo tiempo,informar una posible discusión en torno a lostemas que aquí se tratan.

Como veremos en el capítulo correspondiente,en la producción de la vivienda intervienen múlti-ples factores sociales, económicos, culturales yjurídiconormativos que se entrelazan en formacompleja y diversa para las diferentes modalidadesde producción (las denominadas formales o infor-males); éstas, a su vez, están interrelacionadaspero no dejan de ser diferentes. La comprensión delo anterior es importante, ya que de otra manera sepuede pretender que una modalidad es superior ala otra, de tal suerte que las que se consideran infe-riores (generalmente las modalidades informales)

deben ser transformadas de acuerdo con losparámetros que rigen a las otras (formales), sincomprender las lógicas diferentes que las hacenser. Esto ha provocado que se cometan múltipleserrores en las propuestas de las políticas públicas ylos programas que se realizan en materia de vivien-da y hábitat para los sectores de escasos recursos.

Una parte importante del proceso de produc-ción es la que corresponde al planeamiento y eldiseño de la vivienda. El ejercicio de estas disci-plinas, si bien se encuentra condicionado por losfactores antes mencionados, tiene sus razones ycaracterísticas propias. En este sentido, es nece-sario reflexionar y analizar las propuestas teóricasy prácticas que han intentado acercarse tanto aldiseño como al planeamiento desde la perspectivade su inserción en la producción social del hábitat.

No está de más señalar que planeamiento y diseñoson cosas distintas, que evidentemente están opueden estar interrelacionadas pero que cada unatiene sus fines y objetivos, al tiempo que tienediferentes maneras de operar. En términos gene-rales, entendemos la planificación como la actividadencaminada a organizar procesos generalmentecomplejos y dirigirlos a objetivos determinados, eneste caso, los relativos al funcionamiento y organi-zación de los espacios habitables en cuanto a susactividades, usos, recursos posibles y, sobre todo,a la construcción de los consensos y de las deci-siones que permitan alcanzar los objetivos. Por suparte, el diseño arquitectónico y urbano pretendeprefigurar las soluciones y respuestas morfológicasy espaciales adecuadas a las demandas. Éstaspueden o no formar parte de un proceso planifica-do. Aunque es evidente que esta división no es tanclara o fácil de entender dentro de procesos reales,ya que en ellos las actividades de planear y diseñarpueden estar muy imbricadas, también es ciertoque en la mayor parte de las prácticas estas dosdisciplinas se realizan de manera autónoma. Entodos los casos que se presentan en este libro parailustrar las metodologías de diseño participativo setrata de procesos autónomos, no relacionados conuna labor de planeación.

Vale la pena señalar que, si bien el proyectooriginal dentro del que se elaboraron los con-tenidos del presente libro contemplaba el desarro-llo paralelo de los temas relativos al planeamientoy el diseño, y que, como se menciona anterior-mente, se tendrán que publicar en dos edicionesseparadas, es importante entender que ambaspublicaciones han sido parte de un proyecto

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común que comparte una visión general sobre lasociedad actual, la manera de afrontar los proble-mas y las demandas sociales y la participación delos actores involucrados, así como el papel quelos técnicos y profesionales pueden ejercer antelas nuevas condiciones que enfrenta la produc-ción del hábitat.

En suma, los contenidos de este libro han sidoelaborados por un colectivo de trabajo formado portécnicos y profesionistas de diversas disciplinas ynacionalidades, cuyo interés ha sido, por un lado,proponer un enfoque teórico transdisciplinariopara comprender los procesos de producción delespacio construido (reconociendo la complejidaddel fenómeno urbano contemporáneo) y, por otro,proponer alternativas de intervención y de evalua-ción de los técnicos y profesionistas en estos pro-cesos. Asimismo, se pretende ofrecer una variedadde métodos y técnicas que permitan la interven-ción entre la diversidad de actos y actoresinvolucrados, brindar herramientas que permi-tan diferentes opciones a los implicados en elproceso, además de tener un conocimiento dedistintos métodos y técnicas, así como su posibleaplicación en diferentes contextos (no solamentetécnicos y profesionales).

Las reflexiones que aquí se presentan han sidoel resultado de un trabajo que se ha generadodesde la práctica hacia la reflexión y viceversa, detal suerte que no se exponen como un conocimien-to acabado e incuestionable, sino como una aproxi-mación que pretende generar dudas, debates yreflexiones en torno a sus contenidos.

Los temas tratados en el presente documentose desarrollan en torno a tres ejes fundamentales:

• la participación, como una manera democrática ysocialmente equitativa de toma de decisiones;

• la producción social del hábitat, como una pro-puesta para generar estrategias que permitanmejorar las condiciones en las que los gruposmenos favorecidos de la sociedad producen suhábitat, y, por último, • el diseño participativo como una herramientas através de las cual los técnicos y profesionistas, aligual que otros actores sociales, pueden incorporarseen los procesos de producción social del hábitat.

Asimismo, el libro está estructurado en tres secciones:

• La primera de ellas proporciona un marco concep-tual general sobre los temas tratados en la obra,desde una visión integral y compleja de los proce-sos de producción del hábitat. Con este propósito,se discuten algunos de los procesos (económicos,políticos y sociales) que influyen en el desarrollodel entorno construido habitacional, se manejanalgunos conceptos y términos que se retomarán enel capítulo siguiente y, de manera muy importante,se delimita el papel del diseño en el proceso deproducción social del hábitat. • La segunda sección trata sobre las tecnologíassociales participativas en el diseño, y fundamentauna caracterización de los métodos y técnicas quedenominamos técnicas sociales, al tiempo que pre-sentan una redefinición del papel del diseño enrelación con la producción social del hábitat.Asimismo, se hace la exposición y análisis crítico delos diversos enfoques y corrientes que han influidoen esta redefinición y que han tenido un mayorimpacto en nuestra región, a partir de ejemplos deaplicación de cada método. Finalmente, se ofreceuna caracterización de los métodos y técnicas quese proponen para el diseño participativo.• La tercera y última sección presenta las conclu-siones del trabajo.

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

1.1 Repensando la producción del hábitat: nuestra aproximación epistemológica

1.1.1 Sobre la necesidad de nuevas herramientas de conocimiento

Antes de empezar a exponer las basescognoscitivas que fundamentan eldesarrollo de este libro, creemosque es importante plantearnos dospreguntas: ¿Por qué es necesario

plantear una manera diferente de aproximación alasunto de la producción del hábitat? ¿Cómo se hamanejado este problema anteriormente y cuáleshan sido las consecuencias?

Como es bien sabido, las maneras tradicionalesde ejercer la práctica profesional de la arquitectura,la planificación, el urbanismo y otras disciplinasinvolucradas con la producción del hábitat hanestado fundamentadas sobre un pensamiento detipo racionalista, heredero de la tradición carte-siana. El diseño y la planificación urbano arquitec-tónica del siglo XX, especialmente en el caso de lavivienda, han basado sus propuestas en unaaproximación funcionalista, pragmática y cuanti-tativa, consecuencia de un modo simplificado yanalítico de conocimiento de la realidad. Esto hasido así, en gran medida, porque el desarrollo delconocimiento científico en su conjunto se basabaen los principios de simplificación, especializacióny reducción a conceptos y tareas parciales de unarealidad difícil de comprender, mediante leyes par-ciales que permitieran entender y manejar, almenos, una parte de esa realidad.

Este modo fragmentario de aproximación alconocimiento, si bien ha generado una cantidadenorme de información sobre el mundo que nosrodea, no ha sido capaz de explicar fenómenoshumanos y naturales que involucren una multipli-cidad de eventos, acciones, actitudes, reaccionesy determinaciones que no parezcan seguir unorden lógico, racional y controlable. De esta ma-nera, la sobre-acumulación de conocimientos par-ciales ha generado lo que Edgar Morin llama la“inteligencia ciega”.1

Las consecuencias del diseño y la planificacióndel hábitat racional-funcionalista, especialmente enel ámbito de la vivienda, basados en su mayoría eneste tipo de inteligencia, son ya conocidas portodos. Una gran parte de las soluciones propuestaspor los especialistas2 han sido inadecuadas, par-

ciales y ajenas a la realidad de los procesos habita-cionales de la mayoría de la población. La viviendaha sido estudiada de manera aislada, desconocien-do los intrincados vínculos que existen entre ella y elresto del hábitat humano. Asimismo, se le ha vistocomo un objeto acabado, susceptible de ser planea-do, diseñado y construido en un proceso totalmentedesvinculado de los deseos, necesidades y posibili-dades cambiantes de sus habitantes. En sus expre-siones más radicales, el funcionalismo ha reducidoel complejo proceso de habitación a una expresióncuantitativa: la vivienda mínima.

Como se verá a lo largo del libro, si bien las pro-puestas habitacionales generadas desde estaaproximación, promovidas generalmente por la ini-ciativa privada o el Estado, han podido ser adap-tadas en la solución del hábitat de ciertos grupossociales –concretamente las clases medias y mediasaltas– una gran parte de la población urbana no haencontrado en ellas una respuesta técnica a susnecesidades. Ya sea por la falta de acceso a recur-sos o por la imposibilidad de adaptación de losespacios urbano arquitectónicos a sus necesidadesparticulares, la realidad es que un gran sector de lapoblación necesita otro tipo de respuestas.

Hoy entendemos que el problema de la vivien-da no puede estudiarse de manera aislada, ya queésta es sólo una de las manifestaciones de unproblema estructural más amplio que se encuen-tra inserto en un sistema complejo de relaciones,e incluye aspectos como la falta de acceso a lasalud, a la educación, al empleo, entre otras. Eneste contexto, se hace necesario cuestionarnoscuáles han sido los resultados de la intervención delos técnicos en la solución a los problemas del hábi-tat, a dónde hemos llegado con nuestros avancestecnológicos, quiénes han tenido acceso a estosavances y qué consecuencias han tenido las nuevastecnologías en el medio ambiente o en la cultura:en suma, preguntarnos si el desarrollo tecnológicoha supuesto una mejoría en la calidad de vida delser humano.

Estos cuestionamientos han llevado a distintosgrupos de técnicos y científicos a repensar la orien-tación y el marco de acción del desarrollo tec-nológico, planteando en la Declaración de SantoDomingo3 la necesidad de reforzar el compromisosocial de la ciencia, la cual debería tener como eje

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la erradicación de la pobreza, la armonía con lanaturaleza y el desarrollo sustentable.

Creemos que es momento de reconocer quemuchos de los planteamientos técnicos que hanpretendido intervenir en el desarrollo de los asen-tamientos populares han partido de enfoques erró-neos o parciales, basados en una manera de enten-der los problemas y de priorizar las soluciones muyalejada de las realidades sociales de los grupos conlos que se trabaja. Las soluciones técnicas general-mente se han sustentado en visiones parciales,fáciles de cuantificar y manejar, pero completa-mente ajenas a la complejidad de la realidad. Porestas razones, creemos necesario establecer uncompromiso con la búsqueda de soluciones articu-ladas e integrales, que enfrenten los conflictosinherentes a los problemas complejos y que noignoren los diversos factores vinculados con elhábitat y la vivienda, como su desarrollo histórico yestado actual, sus condiciones económicas,sociales, históricas y culturales, su dimensiónpolítica y sus factores estructurales.

Es en este sentido que nos damos a la tarea decompilar, adecuar y facilitar nuevos enfoquesmetodológicos con la finalidad de generar unaestrategia participativa cuya meta sea la consecu-ción de cambios profundos y de soluciones acordesa un modelo de desarrollo específico desde losconflictos, desde la complejidad y con la gente.

1.1.2 Principios generales del pensamiento complejo

Frente a la necesidad de encontrar modos dife-rentes de conocimiento de la realidad y ante la evi-dencia de que el modo tradicional de aproximaciónal asunto del hábitat, particularmente de los sectorespopulares, no estaba generando las respuestas ade-cuadas, hace algún tiempo que diversos grupos deprofesionistas y técnicos vinculados con el diseñoy la planeación han recurrido a caminos alterna-tivos de conocimiento de la realidad, concreta-mente, al llamado pensamiento complejo. Ante laincapacidad del pensamiento simple, analítico yreduccionista para ofrecer una comprensiónintegrada de la realidad, el pensamiento complejose plantea como una alternativa al paradigma de lasimplificación.

Este tipo de pensamiento se basa en una visiónsistémica e integrada a la realidad, en tantoentiende a los objetos y a los procesos como partesde un todo más grande. Entendida como sistema,

toda realidad conocida puede ser concebida comouna “asociación combinatoria de partes”.

En la visión sistémica se distinguen dos tipos desistemas: cerrados y abiertos. Un sistema cerradoes autosuficiente, mientras que un sistema abiertono puede aislarse de su entorno, pues está enrelación estrecha con él. Una piedra o una mesaserían ejemplos de sistemas cerrados, con un nivelde intercambio nulo de energía o materia con suentorno. Un sistema abierto sería, por ejemplo, lallama de una vela o cualquier organismo vivo, quenecesitan un constante flujo energético con suentorno. Los procesos sociales, entre ellos los queestán relacionados con la producción del hábitat,son partes de un sistema abierto, ya que suponenla interacción de personas, grupos sociales y obje-tos, y están siempre sujetos a intervenciones einterferencias diversas, estrechamente vinculadascon su entorno. Es así como se reconoce que todolo viviente –organismos, individuos y grupos– notiende al equilibrio, como suponía el pensamientosimplificado, sino al dinamismo estabilizado.

A su vez, el pensamiento complejo reconoce a ladialéctica como terreno de la complejidad, en tantoel razonamiento dialéctico introduce la contradic-ción y la transformación como ejes del pensamiento.La complejidad supone pensar al mismo tiempo enlo grande (el todo) y lo pequeño (las partes), en loholístico y en lo reduccionista-analítico; esta duali-dad integrada se denomina “unidad compleja”; enella se reconoce y se admite la existenciasimultánea de lo singular y lo general, de lo uno ylo múltiple.

A diferencia del pensamiento simple, el pensa-miento complejo introduce el azar, la incertidumbrey lo indeterminado dentro de sistemas altamenteorganizados, al tiempo que reconoce la inventivi-dad, la creatividad y lo accidental como factores deindeterminación en un sistema.

Uno de los aspectos centrales de la complejidades el reconocimiento de que el conocimiento de larealidad es siempre un proceso inacabado y per-fectible, es decir, se niega la capacidad de encon-trar verdades últimas.

Edgar Morin propone tres principios para pensarla complejidad:4

1) Principio dialógico (o de doble lógica): Asociardos términos que son a la vez complementarios yantagonistas, por ejemplo orden y desorden, vida ymuerte, etcétera.2) Principio de recursividad organizacional: Un proceso

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

recursivo es aquel en el cual los productos y los efectosson, al mismo tiempo, causas y productores de aque-llo que los produce. Por ejemplo, la sociedad es pro-ducida por las interacciones entre individuos, pero lasociedad, una vez producida, retroactúa sobre los indi-viduos y los produce. Con este principio se rompe conla idea lineal de causa-efecto.

3) Principio hologramático: En un holograma físico,el menor punto de la imagen del holograma contienecasi la totalidad de la información del objeto repre-sentado. No solamente la parte está en el todo, sinoque el todo está en la parte. De esta manera se tras-ciende al reduccionismo que no ve más que laspartes, y al holismo que no ve más que el todo.

Uno de los aspectos centrales de la compleji-dad es la transdisciplina. Esta manera de abor-dar el conocimiento de la realidad permite com-prender campos que involucren y correlacionenfenómenos físicos, biológicos y de la mente.Tradicionalmente, cada uno de estos aspectos hasido estudiado desde un campo disciplinarespecífico, haciendo cortes, aparentemente pre-cisos, de la realidad. En este sentido, las disci-plinas estudian siempre aspectos parciales eincompletos de los problemas, sin establecerconexiones entre fenómenos o entre objetos queparticipen en un fenómeno complejo.

En un esfuerzo por subsanar las limitacionesde las disciplinas, es común encontrar a grupos deindividuos especializados en diferentes áreas deconocimiento, y realizando de manera conjuntatrabajos multidisciplinarios o interdisciplinarios. Estasformas de trabajo, si bien abarcan efectivamente uncampo mayor de la realidad, generalmente tien-den a adaptarse en torno a una de las disciplinas,cuyos paradigmas establecen el marco de acciónpara las demás. Este problema se acentúa siconsideramos que, aún dentro de la misma dis-ciplina, cada individuo puede tener enfoquesepistemológicos y metodológicos diferentes, locual determina en gran medida su aproximacióna los problemas y limita sus formas de actuar enconsecuencia.

En este sentido, la transdisciplina supone unaaproximación a la realidad que trascienda los esque-mas de los campos disciplinares y permita estable-cer vínculos y conexiones cambiantes entre dife-rentes niveles, escalas y estratos de los fenómenosque involucran diversas manifestaciones: físicas,biológicas, antropológicas, sicológicas, etcétera.

1.1.3 Una manera diferente de entenderla producción del hábitat

Una vez que hemos expuesto los principios bási-cos del pensamiento complejo, nos damos cuentade que entender un problema como la produccióndel hábitat en toda su complejidad nos permiteguiar el desarrollo de las soluciones parciales demanera integrada.

Tradicionalmente, los constructores, arquitec-tos y urbanistas han percibido el problema delhábitat focalizandose en los aspectos físicos másevidentes como el sistema constructivo y el diseñohabitacional, barrial y urbano.

Hoy, sin embargo, se comprende que estas dis-tintas escalas de los aspectos físicos interactúanentre sí, de tal suerte que la tecnología constructi-va tiene que relacionarse con el diseño habita-cional, éste con el barrio y ambos, a su vez, con laciudad. Más aún, se comprende que cada uno deestos aspectos físicos están contenidos dentro deun sistema productivo, económico, social, ambien-tal e histórico-cultural, construidos por y para losseres humanos.

Sobre esta base, hoy concebimos la acciónprofesional de arquitectos y urbanistas compren-diendo que no sólo hacemos propuestas técnicasde diseño, sino que debemos interactuar conotros actores y con otras profesiones para cons-truir un desarrollo local, integral que parte deesta complejidad.

De esta forma, comprendemos que cualquierintervención en la producción del hábitat, inde-pendientemente de su escala, es parte de un sis-tema mayor comprendido por el contexto social,económico, cultural y físico donde se inserta. A suvez, cada intervención es fruto de un procesoúnico y particular, condicionado por variablesespecíficas.

Estos procesos se reconocen como dinámicosy diversos, ya que cambian y se adaptan a lasnecesidades particulares de cada familia, grupo,región, etcétera, al tiempo que suponen la inter-vención de diversos actores con intereses y obje-tivos diferentes (pobladores, organizaciones debase, organismos públicos y privados, agencias ytécnicos).

El siguiente cuadro ilustra y sintetiza el cambiopropuesto en la comprensión de los fenómenossociales relacionados con la producción del hábi-tat, al introducir la complejidad como manera deaproximación a la realidad:

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OBJETO

PROBLEMA TÉCNICO

SOLUCIÓN PARCIAL (Tecnología constructiva ,vivienda)

EFECTO PRODUCIDO POR UNA CAUSA

PROBLEMA ESTÁTICO

Análisis y resolución de problemas SECTORIAL Y TECNOCRÁTICO

PROCESO

PROBLEMA INTEGRAL(Físico, social, administrativo, político, económico, ambiental)

PROPUESTA INTEGRADA (Vivienda, barrio, ciudad, territorio, actor social)

EFECTO PRODUCIDO POR UN SISTEMA MULTICAUSAL

PROCESO DINÁMICO (Considerado como proceso actual, futuro y su evolución en el tiempo)

Análisis y resolución de problemas INTERACTORAL E INTEGRADO

Desde Hacia

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Como hemos visto, la producción delhábitat se puede considerar como unproceso complejo, vinculado, influido ycondicionado por múltiples factores endistintos niveles que abarcan desde

aspectos globales hasta cuestiones locales. Eneste apartado hablaremos de algunos de losantecedentes y componentes de este contextoglobal que han generado cambios importantes enla manera como se produce el hábitat urbano ennuestros días.

1.2.1 Antecedentes: transformacionesen la estructura poblacional urbana

Cuando hablamos del hábitat urbano y de su produc-ción, no podemos dejar de señalar un aspecto funda-mental que se encuentra en el origen del crecimientourbano y, particularmente, de los asentamientos po-pulares que hoy configuran la mayor parte delentorno construido en las grandes ciudades latino-americanas: la transformación acelerada de la estruc-tura poblacional y social en el siglo XX.

Para ejemplificar este punto, analizaremos delcaso de la Ciudad de México.5 Sin embargo, hay queseñalar que el proceso de crecimiento ha sido simi-lar en la mayoría de las ciudades latinoamericanas.

El crecimiento de la Ciudad de México se comen-zó a gestar en los años Treinta, con el desarrollo dela actividad industrial. En la década siguiente, lamigración campesina provocó el crecimiento por-centual de la población más alto en la historia delpaís: entre 1940 y 1950 la población de la Ciudad deMéxico prácticamente se duplicó.

La demanda habitacional de este nuevo sectorde la población urbana se resolvió inicialmente através de la renta en zonas centrales de inquilinato,ocupando en muchos casos antiguas mansionesque habían sido subdivididas en pequeñas vivien-das, que hoy conocemos como vecindades enMéxico, ciudadelas en Cuba y conventillos en elCono Sur.

Paralelamente a la modalidad de la renta secomenzó a gestar otro proceso, iniciado desde losaños Treinta, pero con más vigencia en las dosdécadas posteriores: el desarrollo de fraccionamien-tos populares en la periferia de la ciudad, ocupa-dos por aquellas familias, tanto originarias de la

ciudad como migrantes, que tenían recursos parapagar un terreno con algunos servicios y para cons-truir una fase inicial de su vivienda de desarrolloprogresivo.

En los años Cincuenta, la saturación del inquilinatocentral fue el detonador para que se desarrollaran conmayor fuerza este tipo de fraccionamientos perifé-ricos. La respuesta del gobierno local, ante las pre-siones de la opinión pública, fue la prohibición, enel año de 1953, de fraccionar o urbanizar zonasnuevas. Lejos de frenar el crecimiento urbano, estaprohibición simplemente propició el incremento dedesarrollos ilegales o irregulares, a manos deantiguos fraccionadores y de líderes locales colu-didos con el gobierno. Bajo este esquema se cons-tituyeron dos de los más grandes asentamientopopulares de la ciudad: Nezahualcóyotl yEcatepec6.

Para darnos una idea de lo que este proceso deurbanización significó para la estructura de la Ciudadde México, tomaremos algunos datos del estudiopublicado por COPEVI-FOSOVI en 19777: En 1950, el22 por ciento de la población urbana vivía en estas“colonias populares”, y, para 1976, el 50 por cientode la población habitaba este tipo de asentamientos,ocupando ya el 64 por ciento del área de la ciudad.

Dada la irregularidad de estos asentamientos ysu escasa o nula planificación, la infraestructura deservicios por lo general debía ser construida poste-riormente a la ocupación de las viviendas (enalgunos casos, muchos años después). En este pro-ceso de urbanización post-ocupacional, la gestión yla cooperación de los grupos de pobladores organi-zados han jugado un papel muy importante. Deigual importancia ha sido la participación de losgobiernos locales, quienes, a través de programasde mejoramiento y dotación de servicios, han poli-tizado el uso de los recursos públicos para benefi-cios electorales.

Este constante proceso de poblamiento enasentamientos populares y su posterior crecimien-to y mejoramiento han caracterizado la forma en laque se ha construido la mayor parte de la superfi-cie urbana en América Latina.

Desde los años Sesenta y Setenta, en los distintospaíses latinoamericanos se han llevado a cabo muydiversas políticas públicas vinculadas con los asen-tamientos populares, tales como las grandes inva-

1.2 Procesos que influyenen los modos de producción del hábitat

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siones organizadas en Lima y en Santiago de Chile, obien como la creación de leyes específicas y organis-mos ad hoc, en los casos de Venezuela, Colombia,Cuba y México. De la misma manera, a partir de laReunión Hábitat I de Naciones Unidas, celebrada en1976 en Vancouver, Canadá, se desprendieron unagran cantidad de políticas por parte de diversosorganismos multilaterales y el Banco Mundial, elBanco Interamericano de Desarrollo, entre otros.Todas estas políticas han tratado de atender dichosfenómenos pero, en la realidad, salvo contadasexcepciones en Chile y Perú durante la década delSesenta, no han tenido resultados significativos ni ennúmero ni en cantidad de recursos aplicados.

En cuanto a los aspectos morfológicos de losasentamientos irregulares, tanto sus edificaciones(especialmente las viviendas auto producidas y/oauto construidas) como sus trazas urbanas se hancaracterizado por la simplicidad, generalmentesiguiendo las formas históricas de las aldeas,pueblos y ciudades de la América hispana, consti-tuidas en su mayoría por retículas ortogonales. Conla intervención de técnicos y profesionales se hanrealizado distintas propuestas, especialmente delotes y servicios, que en muchos casos han estadodominadas por razones técnicas de optimizaciónde las lotificaciones e infraestructuras y que hanfracasado en gran parte por múltiples y complejasrazones debidas al desconocimiento o a la inca-pacidad de generar procesos de producción ade-cuados a las condiciones sociales, económicas yculturales de los grupos sociales a quienes se handirigido las propuestas.

Respecto al crecimiento progresivo de la vivien-da, en la realidad, este proceso ha sido desarrolladopor etapas que siguen lógicas muy particulares quese adecúan a las características y procesoseconómicos, sociales y culturales de cada una delas familias, a partir de una morfología sencillabasada en el cuarto como “módulo” que se repite yse añade poco a poco. Entendiendo este procesode manera muy simplificada y lineal, los técnicos yprofesionistas han desarrollado múltiples proyec-tos de vivienda “progresiva”, que en términos ge-nerales no se adecúan a las demandas de lospobladores, lo que provoca que en raras ocasionesse lleven realmente a cabo estas propuestas “pro-fesionales”. Esto nos habla de un gran problema enel campo del diseño urbano y arquitectónico que enmuchos casos limita la atención, desde esta disci-plina, hacia las demandas de los grupos socialesmayoritarios de bajos ingresos.

1.2.2 Pobreza y depredación medioambiental: consecuencias del modelo de desarrollo dominante

La noción de “desarrollo” que ha dominado en elmundo moderno, basada en un pensamiento posi-tivista, pragmático y tecnocrático, se ha caracteri-zado por la generación y acumulación de riquezasmateriales, a través de la racionalidad económica yproductiva, del uso desmedido de la tecnología, dela depredación del medio ambiente y sus recursos y,de manera cada vez más acentuada, a través de laexplotación y el empobrecimiento de grandes canti-dades de población, particularmente en los llama-dos “países en vías de desarrollo”.

En las últimas décadas, potenciada por eldesarrollo de la tecnología de las comunicaciones,hemos asistido a una nueva etapa de este modelode desarrollo, caracterizada por la disolución delas fronteras nacionales en aras de una internacio-nalización del capital, en donde el Estado cedecada vez más sus funciones de regulador de laeconomía y los procesos productivos al mercado ydonde paulatinamente cobran más fuerza los gru-pos formados por alianzas estratégicas entregrandes empresas trasnacionales. Esta nuevaetapa del modelo se ha denominado globalización.

Algunas de las consecuencias negativas que hatenido el modelo desarrollista y su imposición anivel global han sido:1. Depredación del medio natural: Se ha demos-trado desde hace tiempo que la contaminación y laexplotación irracional de los recursos naturales,especialmente de los no-renovables, conducen a unproceso de degradación y contaminación ambien-tal irreversible, que compromete la capacidad degeneraciones futuras para hacer uso de estosrecursos, es decir, se está generando un modelo deconsumo no sustentable.2. Inequidad, exclusión y agudización de la pobreza:La acumulación de riquezas materiales generadaspor el “desarrollo” y el “progreso” han beneficiado aun número muy reducido de personas en el mundo acosta de la pobreza de las mayorías. Tanto en lospaíses del primer mundo como en los países en víasde desarrollo, la desigualdad social se ha acentuado.El informe de la CEPAL de 1998 muestra que AméricaLatina es la región con mayor desigualdad social anivel mundial. Esta situación provoca que día con díasean más las personas que quedan excluidas delacceso al desarrollo y que son marginadas de los pro-cesos sociales de participación y toma de decisiones.

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

1.2.3 Impacto del modelo de desarrolloy la globalización en las ciudadeslatinoamericanas

Los procesos de urbanización, los flujos pobla-cionales y la distribución de las funciones en lasciudades ha variado considerablemente en los últi-mos años. Algunas de las manifestaciones de estoscambios son:a) Tendencia veloz y profunda a la urbanización nocontrolada.El 70 por ciento de la población latinoamericana yel 80 por ciento de la europea viven en ciudades. Locaracterístico del caso latinoamericano es suvelocidad y profundidad8, en un contexto de altafragmentación e inequidad entre grupos reducidosde muy altos ingresos y el resto de la población.b) Desequilibrio en los niveles de desarrollo dela red de ciudades, por el crecimiento de lasmegaciudades.9

Se manifiesta una polarización marcada en la ciu-dad principal de la red, que se transforma en unamegaciudad. Trece ciudades latinoamericanascuentan con más de tres millones de habitantes;nueve de ellas, con más de cinco millones, y cuatrotienen más de diez millones.10

c) Flujos multidireccionales en las áreas urbanas:11

1. Recentralización: Los grupos empobrecidos de laperiferia urbana se trasladan a las zonas “tuguriadas”del centro de las ciudades (vecindades o conventillos).2. Concentración y desindustrialización: Se con-centran nuevas actividades en la ciudad globalde servicios. Se forman redes y “ciudades glo-bales” dentro de la ciudad tradicional que con-llevan una concentración en el manejo y controlde las funciones en puntos estratégicos. La tareaprincipal de estas redes es la de articular nodal-mente el movimiento del capital global, cumpliendofunciones de centro mundial de servicios comer-ciales, financieros, productivos, de comunicación yde control.3. Suburbanización: Éxodo de las clases altas ymedias desde las zonas centrales a las periferias.4. Metropolización de funciones: Producto de lasrelaciones entre bloques industriales, que tiendena generar alianzas y redes flexibles y conformangrandes complejos productivos que favorecen larelación industria-ciudad.d) Urbanización diferenciada:Una urbanización veloz, para la transformaciónde los espacios centrales donde se localizará laciudad del desarrollo, y una lenta, para los de-

sarrollos habitacionales periféricos que quedanmarginados de los procesos de mejora. Se obser-va una fragmentación del tejido social y urbano,al producirse dos espacios diferentes super-puestos que requieren de modelos de interven-ción y ritmos diferentes.e) Abandono de los espacios públicos de encuentro,por espacios semiprivados y semipúblicos.En Latinoamérica, las ciudades centrales estánexpuestas a factores como la contaminación ambien-tal y la violencia, por tanto se generan nuevas ofer-tas de espacios urbanos para los sectores conmayor poder adquisitivo.Semiprivados: urbanizaciones cerradas, de accesorestringido, con todos los servicios y equipamientoacorde a las necesidades de sus habitantes.Semipúblicos: centros comerciales, parques dediversiones, hipermercados, etcétera, de los quegeneralmente son marginados los sectores pobres,aunque algunos autores sostienen que éstos sonlugares de encuentro de población con diferentestatus social y capacidad adquisitiva.f ) Dominio del automóvil sobre el peatón.Los sectores de alto y medio poder adquisitivo utili-zan el automóvil, en detrimento del transporteurbano. Los peatones y ciclistas encuentran cadavez menos espacios donde transitar de manerasegura, mientras que el transporte público semaneja con gran ineficiencia y con medios alta-mente contaminantes.g) Inequidad y marginación crecientesEn la misma ciudad coexisten grupos con nivelesopuestos de capacidad económica y política que,aún siendo interdependientes, se integran poco,situación que genera una fragmentación espacialque puede ser irreversible.Al respecto, Coraggio (1997) afirma que “hoy lapobreza dejó de ser marginal y alcanza una dimen-sión masiva que se extiende por toda la ciudad, conenclaves ‘libres de pobreza’, pero rodeados por ella”.

Una característica particular de esta pobreza esque es masiva y se desarrolla en un contexto de polari-zación socioeconómica creciente. Esta inequidad semanifiesta en la denominada “urbanización de lapobreza”, donde hay una marcada desigualdad en elacceso y provisión de servicios, infraestructura y cali-dad ambiental.

La población excluida se localiza en áreas “nourbanizadas”12 o no “reconocidas como urbanizadas”.Estas condiciones generan problemas en la poblaciónpobre que agravan su vulnerabilidad: se localizan en

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áreas periféricas, generalmente no aptas para usoresidencial y con situaciones graves de riesgo ambien-tal (por contaminación, inundación, y resistencia desuelos, entre otras causas), con una carencia casitotal de servicios y equipamientos básicos comotransporte, salud o educación y con dificultades paraacceder a información.

Estas situaciones de aislamiento obstaculizanen algunos casos el fortalecimiento de la partici-pación en organizaciones y más aún la formaciónde redes que canalicen intereses comunes.

1.2.4 La producción de políticas habitacionales y el papel de los gobiernos locales

Otro de los efectos importantes de la globalizaciónha sido la modificación de la lógica en la toma dedecisiones y, por lo tanto, de la participación de losdistintos actores e instituciones que caracterizaronla época de la posguerra. En ella los gobiernosnacionales, con una marcada centralización en laplanificación y ejecución de programas, ejercían unrol protagónico.

En el último decenio, los organismos interna-cionales han cobrado una mayor injerencia en laspolíticas de desarrollo mundial y, simultánea-mente, los gobiernos locales, al igual que lasorganizaciones sociales, han tenido que asumirfunciones esenciales, abandonadas por los gobier-nos centrales. Estos procesos simultáneos deglobalización y localización requieren cambios enlas condiciones para su realización, esto es, lagobernabilidad y la descentralización. Ahora bien,¿qué características deberían tener estas condicio-nantes para tender a conservar el fin esencial delmejoramiento de la calidad de vida, la equidad y lasostenibilidad?

La gobernabilidad o la “gobernabilidaddemocrática”: ¿en qué se diferencian?

Tradicionalmente, la gobernabililidad se ha entendidocomo “los modos en que una sociedad determinadagestiona los intereses colectivos”. Preguntarnoscómo los gestiona o con qué fin es el nuevo desafíoque nos impone el contexto actual.

Para los gobiernos locales, alcanzar una gober-nabilidad democrática implica un reto que tras-ciende la mera conquista de la libertad políticapues exige, además, la construcción de una legiti-midad y de unas capacidades de gobierno sufi-

cientes para la construcción sistémica de la demo-cracia, el mercado y la equidad.

En este sentido, la construcción de una gober-nabilidad democrática necesita promover cambiosen las funciones que tradicionalmente no fueronejercidas en los gobiernos locales, tales como elfortalecimiento institucional para la toma dedecisiones colectivas (aspecto esencial de lasmetodologías participativas), la promoción deestrategias de cooperación y de asociación deactores, consensuando los problemas comunescon los intereses divergentes, etcétera. Este esel desafío a lograr con procesos participativospara efectivizar las políticas sociales y socio-habitacionales, abandonadas por el “Estado deBienestar”.

Muchos autores consideran que sin un anclajeen los ciudadanos, los gobiernos locales no ten-drán la fuerza necesaria para navegar los circuitosglobales, y que esa integración social requieremecanismos políticos democratizados, basados enla descentralización administrativa y en la partici-pación ciudadana.

Ahora bien, al hablar de descentralizaciónpodemos referirnos a dos grados diferentes: uno dedesconcentración y uno de devolución.

En general, la descentralización constituye unatendencia mundial, impulsada desde la década delos Ochenta, que consiste en transferir a losmunicipios funciones de servicio y asistenciasocial que tradicionalmente ejercía el gobiernocentral, aumentándoles sus atribuciones, pero nonecesariamente los recursos.13

Según diferentes enfoques, pueden entendersedistintos alcances del concepto de descentrali-zación, cuyos efectos se pueden observar en laconstrucción de diversos modelos de organizacióny participación municipal, así como en los proyec-tos de hábitat que se producen.

En la medida que no se produzca una ver-dadera descentralización con una capacidad detoma de decisión y obtención de recursos, los go-biernos locales no tendrán las herramientas bási-cas para reconvertir su rol de receptor pasivo, agestor de proyectos y políticas basado en proce-sos de producción participativa de políticas dedesarrollo local.

Para poder efectivizar una gobernabilidaddemocrática y una devolución efectiva y sus-tentable, basadas en la participación y articulacióninteractoral, se deberían producir cambios en losroles y funciones de los distintos actores.

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Ahora bien, ¿cómo influyen estos factores degobernabilidad democrática y devolución, en ladefinición de políticas socio habitacionales?

Realizando una abstracción, para simplificar lacomprensión del proceso continuo de transforma-ción de políticas sociohabitacionales, planteamosun esquema donde se pueden identificar tres “gene-raciones de políticas”: una que caracteriza la décadadel Setenta al Ochenta, otra a la década del Ochentaal Noventa, y finalmente, las nuevas tendencias quecaracterizan la década del Noventa hasta la actuali-

dad. Podemos observar que se trata de un procesode evolución, con sus avances y retrocesos cíclicos,hacia formas más equitativas de participación en laproducción social del hábitat.

Lo que ocurre en realidad en la última etapa esla superposición de acciones, es decir, la convi-vencia de las líneas o visiones anteriores con éstamás incipiente.

El siguiente esquema se propone subrayar las prin-cipales variables que, según nuestro criterio, carac-terizan las intervenciones en las tres generaciones:

La primera generación (1970–1980), sostenida principalmente por políticas estatales centralizadas o “de arribahacia abajo”, sin participación de otros niveles gubernamentales y representantes de la sociedad civil. Diseñadadesde la “oferta”, sin considerar la particularidad de la demanda. El Estado central era ejecutor de proyectosestandarizados de conjuntos de vivienda “llave en mano”, a través de grandes empresas constructoras.

Desde el periodo 1980–1990, comienza una etapa de descentralización, conservando características simi-lares a la política anterior pero reduciendo calidad y niveles de terminación de la oferta habitacional. Se pro-mueve una mayor participación en la ejecución y diseño de operatorias de los gobiernos provinciales y, enmenor medida, de los locales. Son claros procesos de “desconcentración” de la responsabilidad social.En este mismo periodo, como una propuesta alternativa a la “oficial”, ligada a organizaciones de lasociedad civil (ONGs, cooperativas, grupos de iglesia, etcétera) se busca partir de la “demanda” a través demetodologías de “abajo hacia arriba” con participación intensiva de los usuarios destinatarios y grupos téc-nicos, pero desconectadas de otras organizaciones gubernamentales locales y nacionales. Se producenpropuestas adaptadas a la realidad del grupo destinatario a través de metodologías de participación. Laspropuestas tuvieron variados diseños de unidades habitacionales, tecnologías constructivas “apropiadas yapropiables” y se ejecutaron con mano de obra de las familias y/o cooperativas de base.

Por último, la tercera y actual (desde los Noventa), por procesos de reforma del Estado, busca la articulaciónentre las entidades gubernamentales y no gubernamentales, en procesos de descentralización y concertaciónmultiactoral. Se trata de las denominadas políticas de “facilitación”.Se trata de políticas flexibles, que permiten la definición de líneas de acción y programas desde los intereses nego-ciados de los actores. Es por esto que denominamos a este tipo participación como multidireccional.Es en este tipo de políticas donde la necesidad de utilizar tecnologías de gestión y de gerencia participativa esesencial, si se pretende alcanzar resultados sustentables y equitativos.

Generaciones de políticas habitacionales

Política TradicionalCentralizada 1970 - 1980

Política de descentralización 1980 - 1990 Política de facilitación yConcertación 1990-2000

Gubernamental(Gob. provincial y local)

No gubernamental(ONGs – Coop- Mutuales

y OBs)

Gubernamentales, no gubernamentales

y sector privado

MultidireccionalDe abajo hacia arribaDe arriba hacia abajo

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

1.3.1 El proceso de producción delhábitat y el papel del ser humano enla producción y destino del hábitat

El ser humano requiere un espacio para habitar, tantocomo necesita el sueño o el alimento. La vivienda es,de hecho, uno de los derechos humanos. Este dere-cho “no se limita exclusivamente a la casa; se trata deuna dimensión más amplia e integradora que com-prende a la vivienda-alojamiento y al hábitat-ambiente,como un conjunto que incluye la dimensiones cultu-rales, históricas, sociales, económicas, políticas,legales, ambientales, físicas y territoriales”.14

Para satisfacer esta necesidad el hombre modi-fica el entorno natural, generando su propio hábi-tat. Con el término “hábitat” nos referimos alentorno espacial modificado o construido por elhombre, implicando un territorio y una red de rela-ciones establecida con otros territorios y con otroshombres. El hábitat urbano, por ejemplo, contienede manera importante al espacio de la vivienda,pero abarca un territorio más amplio y unainfraestructura de servicios y relaciones (sociales,económicas, culturales, etcétera), incluyendo espa-cios como aquellos destinados al trabajo, a la edu-cación y al esparcimiento, entre otros.

Los grupos sociales y, de manera más concretalas familias, satisfacen de múltiples maneras lanecesidad de un lugar para vivir: a través de larenta, la adquisición de vivienda producida por ter-ceros o la autoproducción. Ésta última es la maneraen que se produce la mayor parte de la vivienda ydel entorno construido en las ciudades latinoame-ricanas contemporáneas. La autoproducción es lle-vada a cabo principalmente por dos sectores de lasociedad15: los sectores con mayor poder adquisi-tivo, que contratan los servicios de un arquitecto yautoproducen su vivienda; y los sectores de esca-sos recursos, que autoproducen su vivienda demanera espontánea, generalmente sin ningún tipode asesoría o apoyo externo. Cabe aquí distinguirque la promoción, planeación, diseño y venta irre-gular u organización de invasiones de terrenos serealiza por diferentes agentes sociales: promotoresinmobiliarios, lideres comunales, organizacionessociales y políticas y que, dadas sus característicasde ilegalidad e irregularidad, se trata de un proce-so oscuro en sus aspectos internos.

La producción del hábitat es una acción complejadonde intervienen muchos procesos. Estos puedenser agrupados en cuatro fases:

Promoción, planeación y gestión: Comprendeaspectos como la adquisición de la tierra, laplaneación, el diseño, el trámite de permisos ylicencias, así como la gestión del financiamiento.Construcción: Es la etapa de realización física delproyecto, tanto específicamente de la viviendacomo de la urbanización. En este momento, si es elcaso, se hace ejercicio del crédito.Distribución: Es el momento en que se vende, adju-dica o asigna la vivienda producida por terceros, obien, se ocupa la vivienda autoproducida.Uso: Abarca el periodo de vida útil de la vivienda,considerando aspectos como la consolidación y elmejoramiento, el pago de créditos, el manteni-miento y la administración de la vivienda y/o losbarrios y conjuntos habitacionales.

Como señala Enrique Ortiz,16 en el caso de la auto-producción individual y espontánea realizada por lossectores populares, las fases de producción se mez-clan en un gran proceso de largo plazo, ya que lagente ocupa el terreno donde poco a poco construye,generalmente sin mayor planificación ni diseño, yechando mano de los recursos que obtiene paulatina-mente durante todo el proceso. Este modo de produc-ción se da de manera paralela a los modelos domi-nantes _aquellos controlados por el Estado y por lainiciativa privada_, y proporciona la única posibilidadde generar el propio espacio habitable a una granparte de la población en el mundo: aquella cuyascondiciones socioeconómicas le impiden acceder a uncrédito o a los programas institucionales.

1.3.2 Distintas maneras de entender la vivienda

¿Qué es una vivienda? Esta es una pregunta que tienemuchas respuestas posibles. Creemos, pues, que esnecesario aclarar nuestra postura respecto a esta pre-gunta, en el entendido de que el planteamiento pos-terior sobre cómo intervenir en sus procesos de pro-ducción estará determinado en gran medida por lacaracterización o conceptualización que se hagasobre el término “vivienda”.

1.3 La producción social del hábitat

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Existen distintas maneras de aproximarse a lacaracterización de lo que es una vivienda. Una deellas es verla en términos de objeto terminado o,bien, como proceso.

La vivienda como objeto terminado:• Al ser un objeto poco flexible, no considera elcrecimiento natural de una familia y, por tanto, elde sus espacios habitacionales.• Usualmente se vincula con la noción de “viviendamínima”, ya que debe ser accesible, en su condiciónde producto terminado y acabado, a un sector ampliode población, generalmente las clases medias.• Implica periodos muy largos para la recuperaciónde la inversión requerida.

La vivienda como proceso:• Acepta la progresividad, permitiendo el creci-miento paulatino de los espacios habitacionales deacuerdo a las necesidades y a las posibilidades desus habitantes.• Permite incorporar recursos extra-económicos,como la autoconstrucción, el apoyo solidario,materiales reciclados o regalados, etc.• Atiende a un número mayor de población y per-mite bajar el rango de ingresos requeridos paratener capacidad de pago de los créditos inicialesy posteriores.• Logra recuperar la inversión en un plazo menor.

Otra manera de entender la vivienda es como unamercancía o como un bien de uso.

La vivienda como mercancía:• Implica una producción llevada a cabo con lafinalidad de obtener una utilidad por la venta de suproducto, generalmente una vivienda acabada.• Principalmente atiende al sector de la poblaciónque puede acceder a un crédito o que es sujeto deun subsidio.

La vivienda como bien de uso:• Generalmente es autoproducida sin fines de lucro.• La finalidad primera de su producción es el usopor parte del productor, aunque eventualmentepuede introducirse al mercado como mercancía.• Es la manera más extendida de producción en lospaíses pobres.

Evidentemente, la vivienda a la que nos referi-mos en el presente documento es aquella que sedesarrolla como un proceso y que se produce comoun bien de uso. Consideramos también a la vivien-

da no sólo como el espacio físico delimitado pormuros y techos, sino como un continuo acto deconstruir y habitar que establece vínculos estre-chos entre los lugares y las personas o, bien, enpalabras de Martin Heidegger, “todo construir esen sí un habitar. No habitamos porque hemos cons-truido, sino que construimos y hemos construidoen la medida en que habitamos, es decir, en cuantoque somos los que habitan”.

1.3.3 ¿Qué se entiende por producciónsocial del hábitat?

Ahora bien, una vez descrito el proceso de produc-ción del hábitat y las distintas maneras en queéste se lleva a cabo, se hace necesario caracteri-zar aquello que se ha denominado la “producciónsocial del hábitat”.

Este término, impulsado por el grupo latino-americano de la Coalición Internacional para elHábitat (HIC) ha sido empleado por varios organis-mos desde los años Setenta; sin embargo, su usose ha prestado a diversas interpretaciones. Dehecho, se trata de una propuesta teórica sobre laproducción del hábitat que, al ser puesta en prác-tica, amplía y afina su definición. Aquí se presentanalgunas propuestas para su discusión.

En general, la noción de “producción social delhábitat y la vivienda” (PSHV), se desarrolla a partirde la necesidad de generar estrategias paraencauzar y potenciar los esfuerzos que realizan lospobladores al producir su propio espacio habitable.La caracterización de la PSHV permite proponer unsistema de producción que rescate aquellos aspec-tos positivos de los llamados asentamientos popu-lares –la flexibilidad para acoger diversos espaciosy funciones, la posibilidad de articular unaeconomía local por medio de comercios y talleres,así como la creación de barrios con espacios para lainteracción social, entre otras características– y, almismo tiempo, que ayude a superar las dificultadesque presentan estos desarrollos, como la falta deservicios, falta de recursos, el factor de terrenosdifíciles y alejados, etcétera.

Por sistema de producción entendemos a un con-junto de programas, proyectos y actividades rela-tivos a los procesos de planeación, construcción ydistribución de la vivienda y el hábitat popular, lleva-dos a cabo de manera organizada, planificada y con-tinua, bajo esquemas de operación estructurados.17

En este sentido, la PSHV plantea una forma deproducción ordenada y sistematizada, orientada a

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

apoyar los procesos organizados de autoproduc-ción de los sectores populares, en donde el Estadodebe jugar un papel fundamental al ser el principalresponsable de garantizar el acceso a una viviendadigna al conjunto de la población, independiente-mente de su poder adquisitivo y de sus condi-ciones económicas.

La PSHV integra diferentes factores: acceso alsuelo, dotación de servicios y equipamiento sufi-ciente, acceso a materiales y componentes, asisten-cia técnica, financiamiento y acceso a recursos, asícomo –de manera fundamental– la participación delos usuarios en las distintas etapas de producción.

Podríamos caracterizar a la PSHV como un sis-tema que permite a los individuos, las familias, lascomunidades y las diferentes organizacionessociales producir viviendas y hábitat acordes consus condiciones y demandas, en forma tal quesean ellos mismos quienes controlen las deci-siones fundamentales, por medio de la partici-pación individual o en conjunto, mediante proce-sos que tiendan a evolucionar hacia formas deorganización más complejas y efectivas. Es funda-mental que este proceso se lleve a cabo de maneraque pueda adecuarse a la realidad de los produc-tores-pobladores, a sus posibilidades y potenciali-dades presentes y futuras, de modo que permitarelacionar tanto sus intereses como sus demandasparticulares con las de la comunidad del vecin-dario, del barrio y de la ciudad en donde habitan.Esto implica que deben existir políticas públicas,estrategias concertadas, instrumentos de acción,legislación adecuada, sistemas de financiamientoespecialmente diseñados, asesoría técnica ysocial, así como otros caminos, posibilidades yopciones que faciliten este proceso.18

La producción social del hábitat es una pro-puesta que se ha ido construyendo con la prácticay ha generado una gran cantidad de experiencias.A pesar de los grandes avances logrados en esteterreno, se han presentado igualmente algunosretrocesos debidos principalmente a las políticasneoliberales en materia de vivienda y planeación.En este sentido, lo más difícil ha sido lograr elreconocimiento por parte de los gobiernos, laopinión pública y los mismos profesionistas hacia

esta manera de producción de la vivienda. Vale lapena señalar que aún está distante el plenodesarrollo de normas, leyes, mecanismos definanciamiento y demás recursos para garantizaruna producción social del hábitat operativa; asípues, se trata aún de una propuesta que ha de serdiscutida, ampliada, puesta en marcha y evalua-da, y que, a pesar de luchar contracorriente frentea la mayoría de los procesos institucionales, nosseñala un camino de acción posible –y quizás másviable– hacia el mejoramiento de las condicioneshabitacionales de los grandes grupos de poblaciónque vive en condiciones deplorables en nuestrasciudades.

1.3.4 Para evitar confusiones: ¿qué se entiende por autoconstrucción,autoproducción y producción socialdel hábitat?

En muchos textos, los términos autoconstrucción,autoproducción y producción social se usan indis-tintamente; sin embargo, no significan lo mismo.

Autoconstrucción: sólo abarca el aspecto construc-tivo19 del proceso de producción. Es sólo una de lasmaneras posibles de realizar la fase de construc-ción de la vivienda o los componentes del hábitat.Generalmente, más no siempre, se vincula conprácticas de autoproducción

Autoproducción: se refiere al proceso por mediodel cual individuos, familias o grupos organizadosllevan a cabo un proceso de producción por supropia iniciativa y para su propio beneficio. Puedehacerse a través de la autoconstrucción o medianteun proceso de construcción realizado por terceros.

La producción social del hábitat y la vivienda(PSHV) puede o no hacer uso de la autoconstruc-ción, y generalmente se refiere a procesos de auto-producción coordinada, pero admite también cier-tos tipos de producción llevada a cabo por terceros,por ejemplo, aquella realizada por ONGs produc-toras de vivienda sin fines de lucro o por organiza-ciones filantrópicas.20

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

1.4 La participación como eje metodológico de la producción social del hábitat

1.4.1 ¿Qué es la participación?

Participación es un término que se ha empleado demúltiples maneras en distintos ámbitos: académi-cos, políticos, sociales, culturales. Por desgracia, lapalabra participación se ha vaciado de contenidos,significando al mismo tiempo muchas cosas yninguna. Sin embargo, nosotros la reconocemoscomo uno de los ejes centrales de cambio en ladinámica de producción social del hábitat, y porello creemos necesario explicar a qué nos referi-mos cuando aplicamos este término.

Henry Sannoff, arquitecto norteamericano queha trabajado durante varios años en proyectos dediseño comunitario, define la participación en tér-minos muy sencillos y claros. Para él, “partici-pación significa la colaboración de personas quepersiguen objetivos que ellas mismas han estable-cido.”21 En esta definición se entiende que la par-ticipación implica el trabajo colectivo de variaspersonas tanto en la determinación de los obje-tivos como en la definición de los caminos parallegar a ellos.

Así pues, se parte de entender la participaciónno sólo como la consulta usual de toda relación,sino como el encuentro de, cuando menos, dosconocimientos, dos formas de aprehensión de larealidad: por un lado, el técnico que aporta infor-mación especializada desde el campo técnico cons-tructivo, espacial, normativo y económico, y, porotro, el usuario quien aporta información en ladefinición de sus necesidades, expectativas y posi-bilidades. La participación es la aceptación y elreconocimiento del “otro”22; asimismo, es unamanera de integrar a los procesos de planeamientoy diseño las distintas maneras en que la poblaciónpercibe su realidad, jerarquiza sus necesidades,define lo que aspira y aporta información impor-tante sobre la manera de lograr resultados.

Resulta evidente que la participación puede serun ingrediente importante prácticamente encualquier proceso social donde intervengan dos omás actores. De hecho este término ha sido hereda-do de la ciencia política, que ha reconocido la impor-tancia de la participación social como fundamentode una nueva etapa de la democracia: la democraciaparticipativa, diferenciándola de la democracia repre-sentativa. Así pues, la participación en los procesos

colectivos de toma de decisiones se reconocecomo uno de los ejes centrales de la construccióndemocrática de una sociedad.

Específicamente en el campo del diseño y laplaneación, el principio que sustenta la aplicacióny el desarrollo de metodologías participativas sebasa en la conciencia de que los habitantes nosólo aportan información básica tanto sobre susnecesidades como de sus aspiraciones, sino tam-bién sus soluciones viables y adecuadas; tambiénreconoce que esto sólo se resuelve a partir de laintegración, de manera activa y corresponsablecon los diferentes actores de la producción socialdel hábitat, en el reconocimiento de que elentorno construido resulta más adecuado a lasnecesidades y aspiraciones de sus habitantes siéstos se involucran de manera activa en su pro-ducción, en vez de ser tratados como consumi-dores pasivos.

Así, se reconoce que la participación populardebería ser un elemento indispensable en los asen-tamientos humanos, especialmente en la planifica-ción de estrategias y en su formulación, aplicación ygestión, al tiempo que debería influir en todos losniveles del gobierno, en los procesos de adopciónde decisiones dirigidos a promover el crecimientopolítico, social y económico de los asentamientoshumanos.23

La introducción de metodologías participativasen el diseño supone, desde luego, una aproxi-mación no convencional a la manera de ejercer estadisciplina. Los técnicos y profesionistas que seinvolucran en el desarrollo y la aplicación de técni-cas participativas reconocen que:

• ante cualquier problema no hay una únicarespuesta y que el conocimiento de la realidad seamplía y se enriquece al involucrar distintos puntosde vista;• existe una necesidad social de relaciones másequitativas y transparentes;• que los actores involucrados directamente en unproblema son los que mejor conocen sus propiasnecesidades, deseos y posibilidades, y que• en la mayoría de los casos hay en juego distin-tos intereses que necesitan de un proceso denegociación y acuerdos para lograr consensoscolectivos.

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1.4.2 Grados y modos de participación

Ahora bien, algunas de las críticas que se han reali-zado al concepto de participación se relacionan,por un lado, con la creencia errónea de que éstasignifica que “todo ha de ser revisado por todosantes de tomar cualquier decisión”24 o, bien, quesupone un “conjunto abstracto, vulnerable y cándido(o concientemente estéril) de propósitos irreali-zables”25. Frente a este tipo de críticas o falsas con-cepciones, que por desgracia muchas veces corres-ponden a la realidad operativa de los procesosaparentemente participativos, es importante dis-tinguir que hay distintos grados y modos de partici-pación, valorados en relación con el nivel de controlque la gente involucrada tiene sobre las decisionesy con el nivel de comprensión que existe sobre lasconsecuencias de éstas. Para muchos autores, laparticipación se ha mostrado en distintos grados:

• Participación como información u oferta-invitación: proceso limitadamente participa-tivo en el que se pretende que la gente conozcalas decisiones tomadas previamente por alguienmás.• Participación como consulta: proceso participa-tivo inicial. Se distinguen dos tipos: por consultafacultativa y por consulta obligatoria. La primera selleva a cabo solo cuando aquellos que detentan elpoder lo creen necesario y no se garantiza que losresultados de la consulta sean tomados en cuentaen las decisiones finales. La segunda se da en cir-cunstancias en las que existen disposiciones queobligan a la gente en el poder a llevar a cabo unaconsulta, pero puede o no estar garantizado que lasopiniones se tomen en cuenta.• Participación por delegación: proceso de partici-pación limitada que sucede cuando se delega a unapersona o un grupo de personas la capacidad detomar decisiones.• Participación por co-gestión: proceso de partici-pación real y efectiva, donde se establecen meca-nismos de decisión conjunta y de colegialidad.• Participación por autogestión: proceso de par-ticipación real y efectiva que se manifiesta en laadopción del grupo participante sobre sus propiasdecisiones.

Los procesos participativos involucran unadiversidad de actores: por un lado, a los pobladores,con sus diferencias intrínsecas de edades, género,intereses, necesidades, ocupaciones, habilidades,

enfoques, etcétera y, por otro, al conjunto de insti-tuciones y organizaciones, además de otros actoresque también poseen su propia manera de percibir larealidad, así como distintas capacidades pararealizar aportaciones durante el análisis y en la eje-cución de las trasformaciones. De esta manera,cuando se habla de participar, se debe considerartanto la participación ciudadana como la partici-pación institucional.

En la relación continua del usuario con el hábi-tat, la participación se muestra en varios niveles:

• En el marco más general de la planificación urbanís-tica y regional.• En el uso social de la ciudad, sus servicios, suequipamiento.• En la configuración de su hábitat residencial.• En la definición de su célula familiar.

En estos niveles, la participación se presenta através de mecanismos de decisión, control, aseso-ramiento y ejecución.26

Por otra parte, esta participación como acciónsobre la base de toma de decisiones tiene etapasde contribución al proceso de gestión de asen-tamientos. Las diversas etapas de desarrollo incor-poran diferentes grados de participación; algunosde los más comunes son:

• Participación en la planificación: en la percep-ción de la situación actual, la definición de obje-tivos, estrategias y prioridades.• Participación en la programación y presupuesto:garantizando una eficaz utilización de recursospara alcanzar los objetivos.• Participación en el diseño: en la definición de laconfiguración física de los distintos componentesdel hábitat.• Participación en la realización: creando respon-sabilidades para mantenimiento y gestión.• Participación en actividades operativas: ase-gurando un mantenimiento y gestión más eficaz yde menor costo.27

1.4.3 Ampliando la participación social

La solución de los problemas urbanos y habita-cionales debe movilizar a todos los sectoressociales y ser un punto de concurrencia para la par-ticipación activa, un espacio de concertación ynegociación entre los distintos actores interesados:población organizada, gobierno local y central,

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

organismos no gubernamentales, sector empresa-rial, cooperación internacional. No basta reconocera los sujetos, hay que asegurar sus interrelaciones yarticulación, de tal manera que superando la forma-ción de pequeños grupos, la partidización política,el paternalismo y el clientelismo, se creen y fortalez-can verdaderas redes sociales para la construcciónde ciudades socialmente sustentables.

Ahora bien, vale la pena señalar que nopodemos pretender que la participación sea lapanacea que resuelva automáticamente los con-flictos sociales. Las ideas que concebían a la par-ticipación como una herramienta para el repartoequitativo del poder han demostrado ser excesiva-mente idealistas. Hoy tenemos que enfrentar elhecho de que los distintos actores involucrados enel proceso de producción del hábitat tienen, en larealidad, niveles de poder y capacidades dedecisión diferente, ya sea por cuestiones económi-cas y políticas, como por niveles distintos de for-mación. Así pues, debemos tener claro que de loque se trata es de generar una capacidad de nego-ciación y de generación de consensos para latoma de decisiones dentro de relaciones asimé-tricas de poder.

Es ahí donde cobra particular relevancia el tra-bajo de las organizaciones que brindan asesoríatécnica a los grupos más vulnerables. En un pro-ceso desigual de participación, se deben potenciary articular las capacidades reales de decisióninformada de los grupos sociales sobre procesosque les afecten directamente. En este sentido, unode los diez postulados de la red “Viviendo y cons-truyendo” del CYTED28 apunta lo siguiente:

La participación popular (...) se concibe comoprotagonismo de los pobladores en: diagnós-tico, diseño y puesta en marcha de soluciones yen el control y administración de los procesos;en la participación plena en asociación con lasautoridades gubernamentales para tomar deci-siones en conjunto; en compartir con el Estadola responsabilidad solidaria en la cohesiónsocial, coherencia urbana, prestación de servi-cios públicos, en superar el papel de simplesbeneficiarios de las medidas gubernamentales yen la búsqueda de medios para reducir costos.

La capacidad de participar en la toma de deci-siones colectivas, lejos de ser una realidad, es underecho por el cual hay que luchar. Lograrlorequiere un largo trabajo de base, de promoción yorganización social.

1.4.4 Nuevos enfoques metodológicos yoperativos basados en la participación,la estrategia y la sustentabilidad

ParticipaciónLa participación como eje central, apoyada por unenfoque estratégico y sostenible, nos permiteplantear nuevos métodos y modos de aproximaciónal conocimiento de la producción del hábitat.

EstrategiaEn este enfoque, el aspecto estratégico se refiere aun modo de actuar y organizar los recursoshumanos y materiales con la finalidad de superarlos obstáculos que se oponen al logro de objetivos,de tal suerte que sea factible utilizar la menor can-tidad de recursos posibles al tiempo que seobtienen los mayores resultados.

Las cuatro acciones básicas de la estrategia son: • Utilizar las fortalezas • Superar las debilidades• Aprovechar las oportunidades • Evitar las amenazas

SustentabilidadEn cuanto a lo sustentable, este término se utilizaactualmente desde distintas posturas, muchas vecesopuestas, dependiendo del modelo de desarrollo alque se adhiere. Así, el concepto ha evolucionadodesde una visión originada en el modelo actual(neoliberal) hacia una concepción basada en un mo-delo de desarrollo esencialmente diferente, basadaen el desarrollo integral del ser humano en equilibriocon el ambiente. Esta aparente ambigüedad generauna dificultad para comprenderlo, especialmentecomo un término útil para solucionar problemas ogenerar estrategias de acción en el hábitat.

La percepción de la sustentabilidad ha evolu-cionado desde una visión centrada en el dete-rioro del medio ambiente hacia una percepciónmás integral y estructural del problema, inclu-yendo el deterioro de la calidad de vida del serhumano y los efectos causales del modeloeconómico en la situación.

A modo de ejemplo, podemos citar algunasdefiniciones del término “desarrollo sustentable”:

• Desde el “Club de Roma” en la década del 70´ secriticaba la viabilidad del crecimiento como obje-tivo económico planetario y la Comisión Mundialsobre el Medio Ambiente y Desarrollo (1987) en su

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Los proyectos expresan lo posible, sobre la base

del consenso y el conflicto

Los proyectos expresan lo deseable,no consideran el conflicto

No tiene proyecto

Es un plan para la construcción y acción colectiva

Es un plan para regular la acciónNo tiene plan

Decisiones tomadas participativamente por el conjunto de actores

Decisiones tomadas por el planificador

Decisiones tomadas de manera aislada y desarticulada

Diagnóstico surgido de lasnecesidades comunitarias

concertadas

Objetivos surgidos del diagnóstico técnico

Objetivos surgidos de sus propiasnecesidades

Planificación flexiblePlanificación estáticaSin planificación

Actores-sujetos activos y articuladosActores-objetos pasivosActores-sujetos activos desarticulados

Visión naturalística y contextual, centrado en el hombre y en una

relación equilibrada con la natualezaVisión positivista y tecnocráticaVisión de sus problemas

Visión estructural y sistémicaVisión parcializada y técnica del problema

Visión vivencial del problema específico

PSH planificada, participativa y estratégica

Producción planificadaProducción espontánea

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informe “Our common future” (conocido común-mente como Informe Brundtland) lo define de lasiguiente manera:

Desarrollo sustentable es aquel que satisfacelas necesidades de la generación precedentesin comprometer la capacidad de las genera-ciones futuras para satisfacer sus propiasnecesidades.

• El Programa de comunidades Modelo de Agenda 21Local del ICLEI lo define en estos términos:

Desarrollo sustentable es el desarrollo quepresta servicios sociales, económicos y ambien-tales básicos sin amenazar la viabilidad de lossistemas sociales, artificiales y naturales quepermitan dichos servicios.

• Un apartado de la Carta de Aalborg (CampañaEuropea de Ciudades y Poblaciones Sostenibles,1994), la “Carta de las ciudades europeas hacia lasustentabilidad”, lo define como:

Nosotros, pueblos y ciudades, comprendemosque el concepto de desarrollo sustentable nosayuda a basar nuestro nivel de vida en lacapacidad generadora de la naturaleza.Pretendemos alcanzar la justicia social, una

economía sustentable y la sustentabilidadambiental. La justicia social tendrá que basarsenecesariamente en la sustentabilidad econó-mica y en la igualdad, para la cual se requieretambién sustentabilidad ambiental.

Esta definición reconoce además que el conceptosustentabilidad se encuentra en equilibrio diná-mico, es decir, es un estado que no puede alcan-zarse ni mantenerse:

Nosotros, los pueblos y ciudades, reconocemosque la sustentabilidad no es ni una visión, ni unestado inmutable, sino un proceso creativo local,que persigue el equilibrio y que afecta a todas lasdecisiones de carácter local.

• Finalmente, de la Declaración de Atenas para lasCiudades Saludables, de 1998, se puede extraer:

Los principios claves para la salud y el desarro-llo sostenible son: Equidad, Sustentabilidad,Cooperación intersectorial y Solidaridad.

El siguiente cuadro ilustra de manera sintética la mo-dificación de enfoques a partir de una metodologíaabierta y flexible, basada en los ejes de la par-ticipación, la estrategia y la sustentabilidad.

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Vemos, pues, que la producción social delhábitat involucra la participación de personas ygrupos con los más variados orígenes, interesesy formaciones. Es por eso que se trata de unproblema que requiere de una aproximaciónintersectorial, basada en una visión compleja ytransdisciplinaria.

1.4.5 Educación para la participación

Es necesario señalar que la capacidad de partici-pación se adquiere, no se nace con ella. En la com-plejidad de las relaciones humanas y de las rela-ciones interpersonales dentro y fuera del barrio,participar –en el concepto que se ha descrito– estambién una actitud de aprendizaje.

Es indudable que el nivel de comunicacióninterpersonal y el marco donde se producen estasrelaciones influye significativamente en la partici-pación, pero aún en las mejores condiciones paraque ésta se establezca, resulta imprescindibleenseñar a participar a las personas en la elabo-ración del planeamiento y del diseño, en la toma dedecisiones y en la ejecución de las acciones.

En la relación entre varias personas, con lamisma o con diferentes profesiones, se pueden pro-ducir tres diferentes modos de vinculación parallevar a cabo alguna tarea que implique la interac-ción entre todos: la cooperación, la coordinación yla integración:30

• Cooperar es trabajar y accionar juntos paralograr un propósito, donde se unen los esfuerzosde varias instituciones o profesionales, pero estono modifica la razón por la que ellos existen frenteal objetivo que se han trazado: simplemente traba-jan juntos cada uno desde su posición en un deter-minado momento.

• Coordinar exige una concertación, requierearmonizar los esfuerzos que cada quien debe apor-tar en la interacción.

• Integrar es un proceso que implica hacer actuarcomo un todo una diversidad de partes es hacerse

parte de una gran unidad de acción. Por tanto, laactitud que se requiere para integrarse es cualita-tivamente diferente a la que implica cooperar ocoordinar, las que a su vez están incluidas en laintegración.

De manera especial, los profesionales deldiseño, preparados y habituados a defender susconocimientos académicos se “aferran a suposición técnica o metodológica” frente al restode las personas que participan, conscientes, enla mayoría de las veces, de que tienen másdominio y más conocimientos. Se hace nece-sario entonces un proceso de reaprendizaje paralograr una inserción adecuada de los técnicos enlos procesos participativos.

En la complejidad del mundo actual, tanto ladiversidad de conocimientos específicos que senecesitan para echar a andar alguna empresa,como la sabiduría popular instalada –muchas vecessin conocimientos académicos, pero con la lógicade la experiencia y de la tradición– son necesariasy complementarias para concebir la solución y paraejecutarla. De esta manera, aun cuando los profe-sionales crean que siempre tienen la razón, lapoblación no profesional posee un conocimiento,razones, que hacen actuar y funcionar las cosas.Por ello, nunca puede despreciarse lo que aportael que finalmente va a vivir y a disfrutar de las ciu-dades: la interacción coordinada de ambos es laque produce el mejor fruto.

Esta actitud de tolerancia ante el conocimientoy la aceptación de las necesidades de otros implicaun cambio en el sentido de la educación del profe-sional, cualquiera que sea su especialidad. Vale lapena señalar que estos procesos formativos, tantode la población y sus grupos de base como de lostécnicos de distintas profesiones, ya han generadovarias experiencias en distintos países, llevadas acabo, sobre todo, por organismos no gubernamen-tales. Sin embargo, a pesar del éxito que hantenido estas intervenciones puntuales, aún sehace necesario realizar una gran labor educativapara la participación en todos los niveles de laproducción social del hábitat.

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

1.5.1 De las prácticas tradicionales a una nueva manera de trabajar

En las últimas décadas se han producidocambios en la composición del sistemaprofesional dedicado a la problemáticaurbana, observables en el amplio tejidode organizaciones e instituciones dedi-

cadas a la investigación, la educación, la sistemati-zación, la información, el apoyo y la asesoría dirigidaa los pobladores y sus organizaciones.

Hasta hace relativamente poco tiempo, un por-centaje importante de los profesionales que sededicaban al tema del diseño y el desarrollo urbanoorientaban sus esfuerzos, casi siempre, hacia laplanificación y la labor proyectual tradicional. Estetipo de práctica, en la mayoría de los casos, tienesus bases en enfoques pragmáticos y tecnocrá-ticos, principalmente con fundamento en informa-ciones cuantitativas. La mayoría de las propuestasorientadas en esta tendencia han carecido de unaplataforma conceptual y de un enfoque metodoló-gico que busque responder a las demandas de lapoblación, de tal suerte que se han basado másbien en un conocimiento descriptivo de la realidad,con la finalidad de establecer pautas para su con-trol. Este tipo de aproximación tiene grandes pro-blemas y limitaciones, ya que genera respuestas apartir de enfoques parciales de la realidad, que porende carecen de una concepción integral del hábi-tat popular.

Uno de los problemas más comunes de las inter-venciones generadas por las prácticas tradicionaleses que no están acompañadas por un proceso dediagnóstico realizado junto con los pobladores, sinoque se basan en estudios “profesionales” hechosdesde afuera, con frecuencia incompletos y parciali-zados. Tal descontextualización trae como conse-cuencia una planeación errática de las acciones deproducción del hábitat, lo que origina una ejecu-ción, implementación y gestión con grandes proble-mas y limitaciones en sus resultados, con escasosniveles de participación de los pobladores y susorganizaciones. En pocas palabras, se producenacciones de planeación y diseño que no correspon-den a las necesidades, posibilidades y expectativasde los pobladores.

Con base en esta perspectiva, tanto las prácti-cas y acciones de los funcionarios y técnicos, comosu relación con los pobladores y sus organiza-ciones, han sido por lo general verticales yautocráticas, distantes en la mayoría de los casos,además de que no han permitido una comuni-cación que genere una relación adecuada entre laspartes. Todo esto ha provocado que el procesopara la toma de decisiones entre asesores ypobladores sea complicado, cuestión que se haresuelto generalmente evitando la participaciónde estos últimos.

Al interior de los organismos técnicosestatales se presenta igualmente una estructuravertical donde las decisiones del técnico de baseestán sometidas a la dirección de la institución,lo cual genera problemas y limitaciones adi-cionales a la situación planteada anteriormente.Otra dificultad encontrada comúnmente es lafalta de coordinación e integración entre lasacciones del Estado: unos funcionarios inter-vienen en la tierra, otros en servicios y vivienda,otros en financiamiento, etcétera, limitando unaarticulación de los técnicos responsabilizadoscon estas competencias.

Sin embargo, paralelamente a este enfoqueerrático, se ha venido consolidando una situacióndiversa y amplia en cuanto al desempeño profesio-nal en el hábitat de interés social, donde la integrali-dad del enfoque es notoria, incorporando elemen-tos transdisciplinarios y búsquedas más amplias enel contenido del desarrollo urbano, planteando for-mas de conocimiento, decisión, planeamiento, dise-ño, implementación y gestión del contexto de proce-sos concebidos democráticamente, que se desarrollanhorizontalmente; ampliando y acentuando roles en losámbitos de la asesoría y la interacción con lascomunidades involucradas; perfilando otras for-mas de planificación y diseño, en la perspectivadel desarrollo de planes populares de mejora-miento urbano.

En este escenario, durante últimos tres dece-nios, los grupos de Asesoría Técnica a nivel nogubernamental –y en menor medida a nivel guber-namental– han tenido un peso particularmenteimportante. En su proceso de formación y desarrollohan influido una serie de circunstancias (procesos

1.5 Replanteamiento del rol profesional de los arquitectos, planificadores y profesionistas de otras disciplinas en la producción social del hábitat

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políticos, sociales, históricos y coyunturales), entrelas que han sido de particular importancia:

• La acelerada urbanización de América Latina.• Las políticas estatales inadecuadas o el vacíodejado por estas.• El desarrollo de los movimientos populares y susdemandas.• Los desastres naturales.

Dichas organizaciones se han conformado porprofesionales y técnicos con diversas motiva-ciones, entre ellas:

• Académicas: investigación, modificación deplanes docentes universitarios.• Ideológicas: partidistas, religiosas, opción personal.• Personales: modificación del rol profesional.

En general, estas organizaciones han tenidocomo objetivos la búsqueda de la gestión democrá-tica de la ciudad, capacitar a la comunidad para eldesarrollo de alternativas, y generar estrategiaspara la realización de programas demostrativos.Como principio, su trabajo ha estado encaminado ala búsqueda de la Asesoría Técnica Integral, par-ticipativa y transdisciplinaria, teniendo como basela búsqueda de la gestión autónoma de laOrganización Popular. Como metodologías, el tra-bajo de asesoría técnica de las ONGs ha aplicadolos criterios de integralidad, transdisciplina y funda-mentalmente la participación activa de los gruposbase, así como su educación y capacitación.

Con los elementos antes discutidos podemosdistinguir tres niveles en cuanto al rol y la relaciónque se establece entre profesionales y técnicos yel proceso de producción del hábitat.

1. Asesoría Técnica: una intervención integral quese inserta en la totalidad del proceso de producciónhabitacional, que busca la participación y la trans-misión de conocimientos en ambos sentidos(involucrando tanto el aprendizaje del técnicocomo del poblador). Su objetivo central es desen-cadenar procesos para la creación de una concien-cia crítica que busque transformaciones en el ordenpolítico, social y cultural.2. Asistencia Técnica: se caracteriza esencialmentepor proporcionar un apoyo técnico al proceso deproducción habitacional, pudiendo o no implicaruna transmisión de conocimientos a los pobladoresy/o seguimiento total al proceso.

3. Consultoría: se trata básicamente una interven-ción puntual y especializada, la cual no necesaria-mente involucra a los pobladores, ni implica unseguimiento completo del proceso. Su finalidad esproporcionar recomendaciones y pautas de acciónen aspectos específicos del proceso de producciónhabitacional.

Estos niveles en que se produce el desempeñoo rol profesional en los procesos habitacionalesestá determinado por la diferencia de contextossociopolíticos, donde existen diversidades deestructura, conformación y funcionamiento delEstado y sus respectivas sociedades civiles. Porotra parte, las prácticas de las entidades profesio-nales y técnicas tienen características muy particu-lares en su propia realidad local.

Otro aspecto de interés es la relación entre téc-nico y poblador. Aunque existen diversas caracteri-zaciones, hay elementos generales que definen lasdistintas modalidades de asesoría técnica:

• El origen de la demanda de asesoría técnica:desde la comunidad, desde los equipos y/o desdelos intermediarios.• Campos de la relación: socio-organizativos;relacionados con el uso de recursos humanos,materiales y financieros; tecnológicos; y/ojurídico-administrativos.• Formas de vinculación: consultoría, asistenciay/o asesoría técnica, entre otros.• Carácter de la relación: continua en el proceso,puntual o discontinua.• Formación de la relación: convenios escritos, con-tratos legalizados o informales.• Métodos de trabajo: vertical y/o participativo ysus distintas gradaciones.• Objetivos de la relación: técnicos específicos, téc-nicos organizativos, políticos y/o integrales.• Alcance de la relación: apoyo inmediato, apoyode alcance mediato y/o apoyo de amplio alcance.• Niveles de gestión: desde los asesores, mixta,desde la comunidad y/o desde agentes externos.

Tomando en cuenta estas categorías, podemosdefinir como una Asesoría Técnica deseada aque-lla que:• surge de una demanda desde la comunidad;• está ligada a procesos que se relacionan contodos los aspectos del desarrollo de las comu-nidades, estableciendo una coordinación de distin-tas disciplinas;• es continua durante el proceso;

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

• utiliza métodos participativos que signifiquen unaprendizaje tanto para los pobladores como paralos técnicos;• es integral, y considera una apropiación por partede la comunidad de los conocimientos aportadospor los técnicos, y• fortalece la capacidad de gestión de la comuni-dad organizada.

En esta aproximación, la relación entre técnico ypoblador se define como una relación horizontal,basada en el respeto por la identidad cultural delos pobladores y en el aprendizaje mutuo.

Sin embargo pueden detectarse limitaciones enesta relación, las cuales se identifican claramenteen dos tendencias extremas: la que se llamaría“verticalismo”, donde el técnico asume un papelautosuficiente y autocrático con respecto tanto alconocimiento como a las prácticas técnicas sin con-siderar los criterios y conceptos del poblador, y laque se ha denominado “basismo”, en la cual, con-trariamente a la anterior, se le confiere toda la cre-dibilidad al saber práctico del poblador.

La eficiencia de la asesoría técnica está deter-minada por aspectos que permiten medir el papelque cumple la relación de técnicos y pobladoresen el mejoramiento de la calidad de vida de estosúltimos:

• Si permite o propicia la integralidad en el desarrollode las condiciones de vida de los pobladores.• Si se articula con los objetivos de las comuni-dades con las cuales se trabaja.• Si busca una articulación territorial, en sus distintosniveles, con una proyección hacia sistemas barria-les, urbanos y regionales.• Si logra respuestas adecuadas a las necesidadesfísicoambientales, socioculturales, económicas,

político-administrativas de los pobladores y delcontexto donde se inserta.• Si establece dinámicas autogestionarias.• Si genera efectos multiplicadores del proceso,buscando la proyección concreta, ya sea en nuevosproyectos de la comunidad donde se trabaja o,bien, en otras comunidades.• Si cualifica el desarrollo del hábitat, tanto enel campo de su especialidad urbana como en elmarco social.• Si logra eficiencia cuantitativa y cualitativa tantoen el campo tecnológico como en el económico.• Si transfiere a los pobladores conocimientos ycapacidad crítica de análisis y de formulación dealternativas.• Si propicia espacios democráticos de gestión urbana.

1.5.2 Un enfoque profesional diferente:la asesoría técnica participativa

Ante el panorama descrito, ¿cuál sería la función deun arquitecto, urbanista u otro profesional queinterviene en la producción social del hábitat?

Su papel es el de asesor técnico-social; susfunciones principales son las de canalizar el pro-ceso participativo de toma de decisiones,trasladar los consensos y las experiencias de lacomunidad a soluciones integrales, graduables ycontinuas; analizar la viabilidad de las propuestasde la comunidad y aportar con sus conocimientoslas mejores alternativas que garanticen que losproyectos sean factibles y adecuados en todossus niveles.

La práctica participativa implica, además, uncambio en las actitudes de los actores que inter-vienen en el proceso: transforma la situación endonde pocas personas de fuera de la comunidad–“los que saben”– deciden por los pobladores –“los

Principales componentes de la práctica participativa31

• “Desaprender” • “Ellos pueden hacerlo” • Sentarse, escuchar, respetar, aprender, aceptar los errores

Métodos Participativos Los beneficiarios compartensus conocimientos

Cambiaractitudes

Cambiarmétodos

Compartir

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que no saben”–, a una condición donde la gentetiene la posibilidad de tomar sus propias decisiones.

El responsable de la asesoría técnica participativa:• Trata de aprender tanto de los pobladores comode sus colegas, y aprende a respetar todos losconocimientos por su valor propio.• Modifica la relación desigual y asimétrica en elintercambio entre el técnico y los pobladores haciaotra más equitativa y complementaria.• Entiende que el desarrollo del proyecto es unacuestión de procesos y se preocupa por el impactoy los avances cualitativos de su trabajo.• Modifica su actitud profesional en tanto que noimpone sus conocimientos a una población pasiva,sino que promueve que la población se organice yparticipe en la concepción de sus proyectos. • Trabaja junto con los pobladores para apoyarlosy, con respeto, aporta sus experiencias cuando sonnecesarias o solicitadas.• Lleva a cabo un trabajo directo en los barrios yuna práctica comunitaria activa, de tal suerte queestá en contacto directo con el lugar donde sehace el trabajo y comparte sus conocimientos conlos pobladores.• Participa de manera directa en la “construcción” dela realidad sociourbana de la periferia de la ciudad,conociendo las fuentes primarias del problema.• Desarrolla el diseño como un proceso complejoque integra referentes espaciales que se experi-mentan desde el barrio y cuya esencia nace de laidentidad cultural de los pobladores.• Profundiza en los componentes culturales deapropiación del territorio, en la concepción espacialde la ciudad y en la búsqueda de respuestas urbanasy arquitectónicas que respondan a ese contexto.

Al compartir con los pobladores u otros profesio-nales, el técnico:• Sabe que tiene mucho que aprender, y que el apren-dizaje es un proceso de retroalimentación mutua.• Relativiza sus conocimientos y valores, evitandojuzgar a los otros y buscando comprenderlos.• Crea una atmósfera de confianza para que todosse expresen. Recuerda que todos tienen algo quedecir acerca del proyecto.• Da crédito a todos los participantes por sus aportes;explica claramente el uso que va a dar a la información.• Está siempre dispuesto a rendir cuentas y a soli-citar la “aprobación” de la gente.

Asimismo, al cambiar de métodos, el técnico:• Relativiza el valor de cualquier método; sabe queninguno tiene validez absoluta.• Está dispuesto a usar una combinación de técni-cas adaptadas a las necesidades del proyecto y lascondiciones del tiempo, el lugar y los actores.• No hace un énfasis exagerado en los datos cuan-titativos y estadísticos; siempre analiza la confia-bilidad de los datos por medios cualitativos.• Sabe que los pobladores pueden, por medio demétodos adecuados, elaborar información cuanti-tativa y cualitativa, acertada y confiable.• Esta convencido de la importancia de multiplicary “cruzar” las diferentes fuentes de información. • Maneja en todo momento, el enfoque de sistemasy la noción de procesos; privilegia la comprensióndel conjunto sobre los detalles descriptivos.• Usa enfoques transdisciplinarios y busca la parti-cipación de todos los actores: pobladores, téc-nicos, funcionarios, transportistas, etcétera.• Somete la aplicabilidad de sus propuestas alanálisis del máximo de actores.

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

1.6.2 La transferencia de tecnología

La transferencia de tecnología tradicionalmente seconcibe como cualquier actividad que contribuye aque un agente se apropie de una tecnología a partirde los aportes de otro. Esta definición supone, almenos, dos actores: uno que desarrolla la tecnologíay otro que se la apropia. Se puede o no considerar laacción de un tercer actor quien mediaría en este pro-ceso de apropiación, por medio de asesorías, capa-citación, difusión, implementación, etcétera.

Un aspecto importante que hay que consideraren todo momento es que la tecnología es un medioy no un fin en sí misma. Cuando una tecnologíaforma parte de un proceso colectivo y participativo deproducción social, tanto los fines (producto-proceso)como los medios (tecnología aplicada) deben serdiscutidos y consensuados de manera conjuntaentre los diversos actores involucrados. Desdenuestra perspectiva, la transferencia de tec-nología debe considerar su adaptación a un mediosocial y físico específico, ya que partimos del prin-cipio de que detrás del uso de cualquier tecnologíahay culturas, ideologías, necesidades y aspira-ciones particulares que deben ser consideradas.

Vale la pena hacer notar que el proceso detransferencia es radicalmente distinto al deimposición tecnológica, ya que ésta última ge-nera una dependencia de “los que no saben”hacia “los que sí saben” y no incorpora lascapacidades y los conocimientos prexistentes enel lugar donde se aplica.

La transferencia tecnológica se plantea comoun proceso de generación, adaptación y trans-misión colectiva de conocimientos que pretendeobtener resultados permanentes y evolutivos enla comunidad donde se lleve a cabo. Para lograreste objetivo, es necesario utilizar un conjunto detécnicas y métodos participativos de comuni-cación, evaluación y ajuste, aplicados de manerasistemática durante el proceso de transferencia,con la finalidad de valorar la capacidad real deadaptación de la tecnología en cuestión al medioparticular donde se esté aplicando. De esta forma,se construye una teoría de la práctica y se fomentaun estilo de trabajo cooperativo y participativoque permite hacer realidad este nuevo enfoque dehacer ciudad.

1.6.1 Caracterización de las tecnologíassociales participativas de diseño

En principio, entendemos por tecnologíaal conjunto de conocimientos y proce-dimientos articulados de manera conjun-ta, adaptados a contextos particularespara el desarrollo de objetos y / o proce-

sos físicos, sociales, económicos y culturales quepermitan mejorar la calidad de vida del ser humano.

Cabe señalar que cuando hablamos de “tecno-logías sociales” nos referimos exclusivamente aaquellas que tratan sobre el desarrollo de procesosque involucran un material humano y cultural; adiferencia de la noción tradicional de “tecnología”que enfatiza el desarrollo de objetos y productos através de la manipulación de materiales y energía.

Dentro del rango de las tecnologías sociales, eneste libro tratamos sobre las participativas y conello, a grandes rasgos, nos referimos a aquellas enlas que los diferentes actores involucrados en elproceso toman parte en la construcción de ideas yalternativas, así como en la toma de decisiones.

Ahora bien, hemos visto que la construcción socialdel hábitat es un proceso complejo que implica muchasactividades: obtener recursos, conseguir terrenos,conocer y cumplir reglamentos y leyes, construir con-sensos, etcétera. Dentro de este proceso, un aspectode gran relevancia es el diseño. Cuando hablamos dediseño nos referimos a la acción de determinación dela forma de un objeto previamente a su construcción.El producto del diseño es una expresión, general-mente gráfica, sobre la forma que deberá tener elobjeto, incluyendo la información necesaria y sufi-ciente para su construcción. En el caso del diseñourbano arquitectónico, los objetos a diseñar son edi-ficios y espacios urbanos, cuya forma generalmentese expresa a través de planos.

Dada la cercanía que tienen el diseño y laplaneación, algunas de las técnicas que empleanson muy similares, especialmente en el caso de laobtención de información, sin embargo ambasnecesitan también herramientas específicas parasu campo disciplinar. A lo largo del siguiente capí-tulo se desarrollarán de manera más detalladaalgunos aspectos específicos del campo discilpinardel diseño urbano arquitectónico, así como algunosejemplos de su aplicación.

1.6 Desarrollo y transferencia de tecnologías sociales participativas de diseño

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1 Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo,Barcelona, Gedisa, 1998. (1a ed. en francés, Introduction a lapensée complexe, 1990).

2 “Especialistas” es un término que se subraya aquí porque secuestiona su veracidad, es decir, se pone en duda la supuestasupremacía del conocimiento del técnico sobre el del no-espe-cialista. De este modo se hace necesario enjuciar la legitimidadde la autoridad que encierran sus dictámenes.

3 La Declaración de Santo Domingo a la que hacemos referencialleva por título ”La ciencia para el siglo XXI: una nueva visión yun marco de acción”, y fue el resultado de la Reunión Regionalde Consulta de América Latina y el Caribe de la ConferenciaMundial sobre la Ciencia, celebrada en Santo Domingo,República Dominicana, del 10 a 12 de marzo de 1999.

4 Edgar Morin, op. cit., pp. 105-107.

5 Para mayor información, consúltense: P. Connolly, E. Ortíz, G.Romero, La producción de la vivienda en la Zona Metropolitanade la Ciudad de México, Ciudad de México, COPEVI-FOSOVI,1977, y A. Pareyón y G. Romero, “Caso mexicano“, en Ana SilviaMenjíbar (coord.), Hacia Hábitat II: el rol asignado a la partici-pación en las polí-ticas de vivienda en América Latina, SanSalvador, FUNDASAL-CYTED, 1995.

6 En este punto vale la pena señalar que Nezahualcóyotl yEcatepec tenían 500 mil y 400 mil habitantes en los añosSetenta. Actualmente, tienen una población de un millón ymedio y dos millones, respectivamente.

7 P. Connolly et al., op. cit.

8 La tasa de crecimiento es del 3.5% anual, esto implica duplicarla población urbana en un período de 20 años, mientras que enel caso europeo, la tasa es del 1%.

9 La División de Población del Departamento de DesarrolloEconómico y Social de las Naciones Unidas define como mega-ciudades a aquellas aglomeraciones que superan los ocho millo-nes de habitantes (Naciones Unidas, 1993).

10 En Brasil: Sao Paulo, 23.97 millones de habitantes; Río deJaneiro 13.26; Belo Horizonte, 5.11; Porto Alegre, 4.02. EnMéxico: Ciudad de México, 25.82; Guadalajara, 4.11; Monterrey,3.97. En Perú: Lima, 9.14, etcétera. Fuente: Lattes, 1990, enCoraggio ,1997.

11 Nicolás Hiernaux ,1998, en Marisa Carmona, 1999.

12 En muchas ciudades existen barrios “periféricos” que no estánregistrados en los catastros municipales, es decir, “no existen”.

13 “Ante la demanda expresa o latente de la sociedad civil, elEstado transfiere formalmente competencias a las autoridadesmunicipales, organizaciones vecinales y comunidades, para laautogestión o cogestión de servicios urbanos y sus recursosambientales. Sin embargo, aún no se destina el apoyofinanciero y la asistencia técnica necesarios para llevar estas

disposiciones hacia procesos eficaces y productivos degestión participativa de los recursos de las comunidades”.Enrique Leff, “Ecología y Capital”, en Racionalidad ambiental,democracia participativa y desarrollo sustentable, México,Siglo XXI, 1988.

14 Coalición Internacional para el Hábitat, “El pueblo haciaHábitat II”, en Hábitat II. Declaraciones, compromisos y estrate-gias para la acción, Ciudad de México, Coalición Internacionalpara el Hábitat, 1998.

15 Enrique Ortíz Flores, “Notas sobre la producción social de lavivienda. Elementos básicos para su conceptualización e impulso”,en Casa y Ciudad, Ciudad de México, febrero de 1998.

16 Ortíz F. op. cit.

17 Ortíz F. op. cit.

18 Gustavo Romero, “La producción social del hábitat: reflexio-nes sobre su historia, concepciones y propuestas”, en EnriqueOrtiz y Ma. Lorena Zárate (comps.), Vivitos y coleando. 40 añostrabajando por el hábitat popular en América Latina, México,UAM -HIC AL, 2002.

19 Aquí, el término “constructivo” se refiere a la condición deedificar, de erigir el objeto arquitectónico.

20 Ortíz F. op. cit.

21 Henry Sanoff, Community Participation Methods in Designand Planning, Toronto/Nueva York, John Wiley & Sons, 2000.

22 Valderrama Rueda, 1991, p. 270.

23 Hábitat, t. 1,1984.

24 Juan Díaz Bordenave, 1994, citado por Henry Sanoff, op. cit.

25 Víctor Pelli, 1997.

26 D’Paula, 1980, p.4.

27 Hábitat, 1986, p.104

28 Alejandro Suárez P. et alt, Postulados de la red “Viviendo ycons-truyendo“ de cara a la Conferencia Mundial sobre laCiudad- HABITAT II, San Salvador, FUNDASAL-CYTED, 1995.

29 Jorge Hardoy y David Satterthwaite, La ciudad legal y la ciu-dad ilegal, Buenos Aires, IIED-Instituto Internacional de MedioAmbiente y Desarrollo/Grupo Editor Latinoamericano,1987.

30 R. Oliveras, Planeamiento Estratégico Comunitario. Método,técnicas y experiencias, La Habana, Grupo para el DesarrolloIntegral de la Capital, 1999.

31 Con base en R. Chambers, “Shortcut and ParticipatoryMethods for Gaining Social Information for Projects”, en PuttingPeople First, 1990.

Notas del capítulo 1

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2.1.1 El diseño arquitectónico

El diseño es una actividad que surge históri-camente cuando los seres humanos nece-sitan imaginar cómo pueden ser los obje-tos que requieren en su vida cotidiana —utensilios, mobiliario, vehículos, edifica-

ciones, etcétera— en un momento previo a su elabo-ración o construcción, es decir, cuando las accionesde prefigurar y construir se llevan a cabo por sepa-rado, incluso por diferentes personas.

Dentro del campo general del diseño, el diseñoarquitectónico y urbano tiene la función específica deprefigurar los espacios habitables para el hombre.

2.1.2 El diseño arquitectónico y lavivienda en el mundo moderno

Como hemos visto a lo largo del presente docu-mento, la producción social del hábitat y de lavivienda en específico, es un proceso complejo queimplica el ejercicio de diferentes operaciones, reali-zadas por distintos actores: tener o conseguir unterreno, obtener y administrar recursos económi-cos para cubrir diversos costos, solicitar y cumplircon los permisos y requerimientos legales, generarideas sobre cómo deben ser las viviendas y, final-mente, construirlas.

En este proceso, el papel del diseño es muypreciso y limitado; sin embargo, su correctodesempeño es de gran importancia para el resul-tado final: la vivienda y/o su agrupación en unconjunto urbano.

En el tema que nos ocupa, entendemos el di-seño arquitectónico de una vivienda como aquellaacción que nos permite, a partir de una demandaformada por múltiples factores, generar una ima-gen, una prefiguración que posteriormente seráutilizada por los constructores –quienes sean– paraedificar el objeto arquitectónico. Es decir, el diseñoarquitectónico se limita a determinar la forma y agenerar la información suficiente sobre los aspec-tos constructivos de los objetos arquitectónicos,previamente a su edificación.

En el mundo moderno, el diseño arquitectónicose ha convertido, cada vez con más fuerza, en unalabor de “especialistas”, estos es, de los arquitec-tos. A través del tiempo, se ha consolidado una

concepción que defiende que quienes están máscapacitados para realizar un diseño arquitectónicoson precisamente aquellos profesionales prepara-dos en universidades y centros de estudio especiali-zado. De esta manera, se ha llegado a una especiede “ideología arquitectónica”, que sostiene que losespecialistas son quienes saben lo que debe ha-cerse con las edificaciones y con los espaciosurbanos, en este caso, los habitacionales.

A grandes rasgos, podemos decir que la prác-tica arquitectónica especializada ha sido abordadade dos maneras: una “artística” y otra “técnica”. Laprimera de ellas está basada en la creatividad, lainspiración y la percepción como medios parallegar al diseño arquitectónico. La segunda se fun-damenta en el análisis y el conocimiento técnicorigu-roso como medio para llegar a las solucionesóptimas. Ambas maneras de proceder, tal comohan señalado Weber y Pyatock1, son las dos carasde una misma moneda, ya que representan unenfoque positivista de cómo pensar y concebir eldiseño arquitectónico.

Una de las manifestaciones más contundentesdel desempeño especializado del diseño urbanoarquitectónico se presentó durante la primeramitad del siglo XX, con el auge del llamadoMovimiento Moderno. En aquel momento, losarquitectos generaron diversas ideas sobre cómopodían ser las zonas habitacionales y las viviendas;incluso, se llegaron a prefigurar ciudades enteras.La pretensión de estas propuestas era llegar aencontrar soluciones ideales, genéricas y prototípi-cas que sirvieran al conjunto de la población,basadas en el análisis racional de las condicionesbásicas de habitabilidad en los espacios arquitec-tónicos y urbanos.

La historia ha demostrado que estas solucionesse basaron en una concepción funcionalista conideas muy elementales sobre la igualdad social. Elresultado fue un proyecto urbano-arquitectónicoque estaba apartado de la complejidad social de sumomento, ya que en su concepción e implemen-tación se pasó por alto la división de la poblaciónen clases sociales diferentes, con distintas condi-ciones y requerimientos de habitabilidad. Este dis-tanciamiento entre la práctica arquitectónica y larealidad se debió, a su vez, en gran medida, a undistanciamiento cada vez mayor entre arquitectos y

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

2.1 ¿Qué es el diseño? ¿Qué es el diseño participativo?

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usuarios. Paradójicamente, a pesar de lo elementalde estas propuestas –o tal vez por ello–, el pro-yecto habitacional del Movimiento Moderno tuvouna amplísima difusión a nivel internacional. Dehecho, gran parte de los problemas que presenta laconcepción urbanoarquitectónica de la vivienda,aún en nuestros días, la heredamos directamentede este proyecto habitacional.

Ahora bien, en aquellas sociedades con mayorigualdad social y homogeneidad cultural, el proyectourbano moderno se llevó a cabo sin grandes con-flictos. Sin embargo, cuando se realizaron interven-ciones habitacionales en gran escala y número,especialmente para grupos de población migranteo de escasos recursos, se generó un fuerte choquecon la población usuaria.

En el caso particular de los grandes conjuntoshabitacionales, y en especial aquellos con edifica-ciones de más de ocho pisos de altura, se generaronsituaciones sociales tan conflictivas que en algunospaíses desarrollados se tuvieron que efectuar ver-daderos proyectos de rediseño y reconstrucción deconjuntos enteros. Entre los casos más conocidos seencuentra el de Francia, en donde se tuvo que llevara cabo un programa de remodelación, recorte eincluso destrucción de varios edificios habita-cionales durante los años Sesenta y Setenta. O bien,el caso de Estados Unidos, donde se ha decididorecortar los edificios de más de 8 pisos a 4, transfor-mando las viviendas departamentales tipo en agru-paciones verticales independientes con accesosindividualizados. El número de viviendas que serándemolidas en este proceso -tan sólo en los EstadosUnidos- será de alrededor de cien mil unidades, locual nos da una idea de la magnitud del problema yde la inversión desperdiciada.

Cabe señalar que en nuestros países, ante las li-mitaciones materiales, los conjuntos habitacionalesde gran escala no han podido ser sustituidos, a pesarde que muchos de ellos han sufrido deterioros impor-tantes y, de hecho, se han tugurizado.

2.1.3 La construcción de caminos alternativos

Frente al fracaso del proyecto habitacional delMovimiento Moderno, es decir, de la industriali-zación, de la masificación, de la tipificación y de losgrandes conjuntos de planta libre como respuestaarquitectónica a la vivienda de los grandes grupossociales, a partir de los años Sesenta se comenzarona plantear diversos caminos alternativos.

Algunos de los proyectos más conocidos impul-saron una práctica basada en el estudio y la com-prensión detallada y a profundidad de los grupossociales a los cuales estaban destinadas las nuevaspropuestas habitacionales. Con esta finalidad, serecurrió a técnicas provenientes de otras disciplinascomo la ingeniería —teoría de sistemas, análisis deoperaciones, etcétera— o las ciencias sociales—encuestas, entrevistas y análisis antropológicos,entre otros—.

Entre los teóricos que plantearon nuevas ma-neras de aproximación al diseño arquitectónico seencuentran Chistopher Alexander, en EstadosUnidos, y Nicholas J. Habraken, en Holanda (en elapartado 2.2 se desarrollan con más detalle suspropuestas).

Estos enfoques, si bien representan un avancesobre los paradigmas idealistas del MovimientoModerno, al tiempo que proponen solucionesarquitectónicas más acordes a las necesidades delos grupos sociales a quienes se dirigen sus pro-puestas, no han sabido enfrentar los procesos com-plejos en los que se desenvuelve la construccióndel hábitat, de tal suerte que la mayor parte de susproyectos sigue fundándose en principios fun-cionalistas –o antropologistas, como es el caso deAlexander–. De alguna manera, se sigue repro-duciendo la “ideología arquitectónica” en tantoque es el arquitecto especialista quien interpreta,desde su particular y distante punto de vista, larealidad, las demandas y los requerimientos dehabitabilidad de otros.

2.1.4 La alternativa de la participaciónen el diseño

En medio de este panorama se desarrolla otra con-cepción, basada en una visión diferente sobre lo quedebería ser la actividad de diseñar. Como punto departida, se concibe que la construcción de las ideassobre los modos de habitar es parte de un procesosocial, en el cual las determinaciones fundamen-tales las toman los sujetos mismos a través de suparticipación en las decisiones cotidianas indivi-duales y colectivas. Este principio ha dado pie adiversas manifestaciones que han sido catalogadasgenéricamente como “diseño participativo”.

Como se ha visto a lo largo del presente trabajo,en los últimos 40 años la participación ha permeadouna gran cantidad de actividades, en parte gracias ala lucha de diversos grupos sociales que han abogadopor que la ciudadanía tenga un poder mayor en la

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toma de decisiones, tanto a nivel individual como encolectividad. No es de extrañar que el diseño, entanto que manifestación cultural, haya hecho suyaslas demandas de una sociedad que, cada vez más,requiere estar involucrada y participar en la toma dedecisiones sobre aspectos que le afectan directa oindirectamente. La arquitectura, el medio ambientefísico construido y, dentro de éste, la vivienda, sonsólo algunos de los campos en los que la actuaciónaislada e independiente de los especialistas ha ge-nerado resultados polémicos.

2.1.5 Una redefinición del papel del diseño y del diseñador

Desde la perspectiva de la producción social delhábitat, se plantea que la vivienda debe ser desa-rrollada en concordancia con las formas de pro-ducción vigentes y apropiadas para cada gruposocial específico y con base en la participación desus habitantes, con el objeto de incorporar yaprovechar el esfuerzo que ellos mismos puedenrealizar en aspectos como la gestión, el finan-ciamiento, la búsqueda de la tierra y la construcción,entre otros. De esta manera, el diseño participativodebe insertarse como un instrumento coherentedentro del proceso de producción.

Esta forma de aproximación al diseño suponeque los diferentes aspectos que intervienen en elproceso de toma de decisiones, tales como lospatrones culturales, los recursos económicos, lasposibilidades tecnológicas, así como la relacióncon el contexto físico, social y ambiental, seandebatidos y puestos en la balanza de tal maneraque permitan construir las soluciones de diseño enfunción de un equilibrio de fuerzas e interesesentre los distintos actores. Así, el diseño participa-tivo se propone reconocer y hacer explícitas múlti-ples perspectivas, con el objeto de alcanzar laimparcialidad y abordar la actividad del diseñocomo un diálogo.

Para efectos del presente trabajo, definiremosal diseño participativo como:

La construcción colectiva entre diversos actoresque directa o indirectamente se verán implicadoscon la solución arquitectónica y que tienen el dere-cho a tomar decisiones consensuadas, para alcan-zar una configuración física espacial apropiada yapropiable a sus necesidades, aspiraciones y valo-res, que sea adecuada a los recursos y condicio-nantes –particulares y contextuales– necesarios ysuficientes para concretar su realización.

• Construcción colectiva: Se basa en una metodologíadialéctica para la resolución de problemas, dirigidahacia la acción colectiva. Amplía el concepto de inter-disciplina.• Diversos actores: Esta concepción del diseñose basa en el respeto por el otro, en el principiode que cada uno de los actores puede enriquecerla propuesta.• Tienen el derecho de tomar decisiones consen-suadas: Este aspecto es básico para el diseño par-ticipativo, ya que se trata de una concepcióndemocrática y equitativa en el reparto de poder sobrela toma de decisiones de diseño.• Configuración física espacial apropiada yapropiable: Este punto se refiere a la solución inte-gral de los espacios para habitar, no sólo a su mani-festación estética o funcional. Los espacios parahabitar serán apropiados –en tanto permitan eldesarrollo de una forma de vida acorde a las necesi-dades, aspiraciones y cultura de sus habitantes– yserán apropiables en un proceso de habitar quereconozca la historia, el presente y el futuro de sushabitantes.• Sus necesidades, aspiraciones y valores: Al respec-to, se reconoce la “diferencia” en toda su complejidady su riqueza, en el sentido de que sólo a través de lainteracción y el diálogo con los diferentes actores sepueden comprender las particulares necesidades,aspiraciones y valores de los distintos grupossociales.• Adecuada a los recursos y condicionantes: Desdeeste enfoque, el diseño reconoce y aprende a mane-jar el conflicto, los límites, las ventajas y desventajasde una realidad compleja. Los productos del diseñose adecuan, necesariamente, a los recursos dispo-nibles y al contexto donde se insertan.Ahora bien, ¿cuál es el papel del diseñador en estaconcepción del diseño? Al respecto, Weber y Pyatockexplican, “cuando la actividad de diseñar se vuelveun medio de argumentación para ampliar elconocimiento y conciliar juicios de valor, los dise-ñadores se convierten en colaboradores compro-metidos en una tarea pública. Su papel profesional,como unos participantes más con sus propias incli-naciones, es el de hacer accesible a los clientes yusuarios la actividad de diseñar. Sin embargo, hacermás accesible esta actividad a tantos como sean losposibles afectados por las decisiones del diseño, esalgo más que abocarse a una función facilitadora. Nopuede esperarse que los diseñadores, tanto por suentrenamiento como por su experiencia, estén exen-tos de valores y sean imparciales. Por necesidad,

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

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tienen unas percepciones de la realidad tan incli-nadas en algún sentido como cualquier persona.

De manera semejante, las preferencias y aspira-ciones de los legos (usuarios y otros actores involu-crados) son tanto el producto de sus reacciones antelas incongruencias del presente como son, también,réplicas basadas en sus anteriores experiencias.

El diseño basado solamente en los valoressostenidos por el cliente está tan lejos de consti-tuir un servicio a los usuarios como el diseño quese basa solamente en la experiencia profesional.

Entendida como una función facilitadora, quepermite la participación, la actividad de diseñarparte de la suposición de que los juicios hechos porlos legos y los diseñadores sobre qué y cómo debede ser una cosa no son estáticos. Además, reconoceque los usuarios y los diseñadores pueden cambiarsus opiniones, y que, de hecho, lo hacen a menudo,una vez que han comprendido los medios y las con-secuencias de llevar a cabo un cambio.

Por consiguiente, cuando los diseñadoresactúan en un contexto público, deben hacerlo comounos instigadores que contribuyen con sus propiaspercepciones e inclinaciones sobre lo que es y debede ser la realidad, cuando se ven frente a los pro-blemas del diseño. Su contribución se da en torno a:

1. La estructuración de una agenda de delibera-ciones sobre aspectos físicos controvertibles;2. la generación, representación y selección deopciones físicas a ser discutidas, y3. la organización de un discurso provocativo quemotive al público a trascender las percepcionesexistentes sobre lo que debe de ser. En este senti-do, “los diseñadores no son unos profesionalesque hacen proyectos para otros, sino que creancon otros aquello que un público informado puedeproyectar para sí mismo”.2

2.1.6 El proceso de diseño participativo

A grandes rasgos, podemos englobar al procesodel diseño participativo en cuatro etapas:1. Aproximación al problema. En esta primeraetapa hay un acercamiento entre los pobladores deuna comunidad y el equipo técnico de asesores, apartir de la necesidad específica de resolver unproblema urbano y/o arquitectónico. En estemomento se forma un “colectivo” de trabajo paraplanear de manera conjunta el desarrollo delproyecto. A través del diálogo se consensan los

intereses y las prioridades de los diversos actoresinvolucrados. En esta fase resulta muy importantetrabajar sobre la conformación y la cohesión delequipo y sobre la determinación de las prioridadesque guiarán al resto del proceso.Resultados esperados: un equipo de trabajo integradopor diversos actores –pobladores, técnicos, autori-dades, etcétera– capaces de generar ideas, discutir-las, exponer sus intereses y acordar prioridades.

2. Investigación—conocimiento. Una vez conformadoel equipo de trabajo, se recopila y analiza la informa-ción preliminar de cada uno de los componentes—urbano, social, económico, cultural— desde loscuales surgirán una variedad de ideas que se conju-garán en la propuesta de diseño. Cabe destacar que,desde el enfoque del diseño participativo, se hace prio-ritaria la “triangulación” de la información, es decir, laverificación de resultados a partir de varias fuentes,con diversos métodos y con distintos participantes.Resultados esperados: Información útil para eldesarrollo del proceso de diseño.

3. Generación de ideas de diseño. Generalmente,en esta fase se trabaja con base en la realización detalleres de diseño. La información recolectada, anali-zada y sistematizada en la fase previa sirve de basepara el desarrollo colectivo de ideas sobre la formade los espacios urbano arquitectónicos. Por mediodel diálogo, se busca la participación activa delequipo asesor y la comunidad. Se trabaja sobre todocon materiales visuales (planos, croquis dibujos,fotografías) y maquetas. Algunas de las técnicasmás empleadas se desarrollan con detalle en elapartado 2.3 del índice general.Resultados esperados: La generación colectiva deideas y criterios de diseño.

4. Concreción y evaluación. A partir de los mate-riales generados en el taller de diseño, el equipoasesor trabaja en la elaboración de propuestas, amanera de aproximación a las soluciones posibles.Estas propuestas se discuten, se confrontan y seevalúan en talleres de diseño sucesivos hasta quese logra consensuar un proyecto definitivo.Resultados esperados: Un proyecto final consensuadopor todos los actores involucrados en el proceso.

Es necesario aclarar que el proceso no necesaria-mente se desarrolla de manera lineal, en la secuen-cia expuesta anteriormente. Es posible que cada unade las fases se combine con otras. El desarrollo delproceso de diseño varía en cada caso particular.

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Cada una de las etapas requiere la aplicación dediversas técnicas, por lo que se recomienda consultarel apartado 2.3, “Técnicas de diseño participativo”.

2.1.7 Una manera diferente de conocerla realidad

A modo de conclusión de este capítulo, quisiéramossubrayar un asunto fundamental para la compren-sión del diseño participativo: la base para unanueva manera de concebir el diseño se encuentra enuna forma diferente de conocer, entender y explicarla realidad, es decir, en una nueva epistemología.

A este respecto, Weber y Pyatock señalan que:

El hecho de que la jerarquía del poder económico influen-

cia la epistemología misma que subyace bajo la práctica

del diseño del medio ambiente es un asunto que debe ser

enfrentado (...) Es comprensible cómo el poder económico

puede ejercer su influencia sobre los profesionales en su

práctica cotidiana: la superviviencia profesional implica

algunas veces compromisos inevitables. No obstante, la

superviviencia económica personal no tiene por qué lle-

varnos a eludir una toma de conciencia. En este nivel de

conciencia epistemológica, la decisión de aceptar la in-

fluencia que tienen los sistemas de producción existentes

en la base cognoscitiva de las profesiones es una acción

tan ideológica como la de decidir no aceptarla.3

A grandes rasgos, la alternativa epistemológicaque da sustento al diseño participativo se basa endos principios generales: primero, que la realidaddebe ser construida mediante la acumulación dediferentes perspectivas o puntos de vista; segundo,que cualquier categoría inventada para describir larealidad no es sino un medio transitorio para

explicar los procesos, es decir, es una especie de“lente” a través de la cual miramos la realidad, detal suerte que las categorías no pueden ser univer-sales, sino siempre referidas a un contexto especí-fico. A partir de estas bases se plantea una maneradiferente de aproximación a los problemas de di-seño, caracterizada por los siguientes supuestos:

• Dado que las discrepancias que dan origen a losproblemas de diseño pueden interpretarse demuchas maneras, cualquier problema de diseñopuede ser considerado siempre como el síntoma deotro problema.• Ya que cualquier problema es formulado medianteel planteamiento de una solución, y siendo muyimprobable que alguien pueda prever todas lassoluciones posibles, la mayoría de los problemas dediseño no tienen una formulación única y definitiva.• Sólo los juicios de valor, que varían de acuerdoa los intereses personales y de grupo, puedendeterminar el grado en que una solución esapropiada; es decir, no existen criterios neutralesu objetivos que permitan caracterizar a una solu-ción como correcta o falsa.• No existen criterios neutrales u objetivos que per-mitan predecir las probables consecuencias de unasolución en el tiempo, ni tampoco reglas inherentesque justifiquen suspender la búsqueda de mejoressoluciones, sino tan sólo impedimentos externospara proseguir esta búsqueda, como el tiempo olos recursos económicos.• Dados los diversos contextos y percepciones dela realidad que pueden presentarse, ya que cadaproblema de diseño ofrece un grado considerablede singularidades, es difícil aplicar de manera con-sistente soluciones universales.

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Una vez que hemos caracterizado aldiseño participativo, pasaremos ahoraa la exposición de cuatro métodos dediseño que, en distinta medida, com-parten esta aproximación.

En este apartado se pretende describir, agrandes rasgos, cuatro modos de ver el diseñoarquitectónico —algunos de ellos específicamentede la vivienda—, basados en la participación, a dis-tintos niveles, de los usuarios-habitantes. Se tratadel Método de Soportes y Unidades Separables,trabajado por John Habraken en Holanda; el Len-guaje de Patrones, desarrollado por ChristopherAlexander en Estados Unidos; el Método de RodolfoLivingston, generado a partir de la experiencia enArgentina y Cuba, y el Método de Generación deOpciones, propuesto por Michael Pyatock y HannoWeber en Estados Unidos, desarrollado, también,por algunas ONGs en México.

Cabe señalar que éstos no son los únicos méto-dos que existen. Sin embargo, sí son algunos de losmás influyentes en el campo del diseño. Al mismotiempo, para la selección de métodos, se optó porexponer aquellos de los que se tuviera una expe-riencia concreta que pudiera servir para ilustrar suaplicación y los resultados de su puesta en práctica.

Vale la pena señalar que algunos de estos mé-todos pueden combinarse y complementarse entresí. De igual manera, hay que recordar que una delas premisas del diseño participativo es que no haydos problemas de diseño iguales; por tanto, el méto-do seleccionado ha de ser adaptado a las condi-ciones específicas del caso a diseñar.

Independientemente de la aproximación que seseleccione, en todos los casos, la puesta en prácticadel proceso de diseño supone el uso combinado devarias técnicas, algunas de las cuales se trataráncon detalle en el apartado 2.3 de este trabajo.

2.2.1 Soportes y unidades separables

AntecedentesEn los años Sesenta, el gobierno holandés impulsóla investigación de sistemas de construcción queayudaran a resolver el problema de escasez devivienda ocasionada, entre otros factores, por losbombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Eneste contexto, en 1964 se fundó el SAR (Stichting

Architecten Research), con Nicholas JohnHabraken a la cabeza. El propósito de esta insti-tución era buscar estrategias para el diseño y laconstrucción de viviendas a gran escala que pre-sentaran una alternativa frente al Alojamientode Masas (AM). Gran parte de la propuesta delSAR estuvo basada en el libro Soportes: unaalternativa al alojamiento de masas que J. N.Habraken había publicado en 1962. En 1974, sepublicó El diseño de soportes, que exponía elmétodo propuesto por el SAR y que revisaremosa continuación.

Crítica al Alojamiento de Masas (AM)El AM se basa en el supuesto de que laestandarización de las viviendas da como resultadouna mayor producción. De esta manera, los arqui-tectos involucrados con proyectos de viviendadurante la primera mitad del siglo XX dedicarongran parte de sus esfuerzos a diseñar la viviendaideal, capaz de ser reproducida en serie, dandocomo resultado grandes conjuntos habitacionalesmonótonos y uniformes.

La principal crítica que Habraken hizo al Aloja-miento de Masas tenía que ver, por un lado, con laexclusión del usuario en la toma de decisionessobre su vivienda y, por otro, con la idea de que laestandarización de la vivienda suponía la únicaposibilidad de industrialización y de producción enmasa. El AM, según Habraken, reduce la vivienda alnivel de un artículo de consumo y al habitante al deun consumidor, de tal suerte que la vivienda sevuelve un objeto incapaz de adaptarse al procesode habitar.

El AM sería, pues, sólo una de las manerasposibles de aproximación a la producción masivade viviendas, mas no la única ni la mejor. La pro-puesta de Habraken se basa principalmente endos supuestos: primero, que el usuario debe sercapaz de tomar decisiones sobre su propiavivienda –modificarla y adaptarla a sus necesi-dades cambiantes– y, segundo, que resulta másfactible producir industrialmente los componentesde la vivienda, que la vivienda entera.

Caracterización del soporteBasándose en la crítica al Alojamiento de Masas,Habraken elaboró una propuesta alternativa cuyo

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2.2 Métodos de diseño participativo

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objetivo principal es usar el potencial de la producciónindustrial y, al mismo tiempo, elevar la calidad devida de los usuarios.

La vivienda, dice Habraken, ha sido histórica-mente el resultado de la interacción de dosesferas de responsabilidad: parte de la estructuradepende del habitante, mientras que otra partepertenece a una infraestructura mayor sobre laque el individuo no puede decidir. Es así como encualquier zona de la ciudad, una familia decidesobre la forma y distribución de su casa, mientrasque la autoridad local decide sobre las calles, elalumbrado público, la infraestructura, etcétera.Este equilibrio de fuerzas se ve afectado cuandoal alojamiento es algo dado, un objeto sobre elcual los individuos, o las familias, no tienen posi-bilidad de decisión. En este sentido, la idea delsoporte y las unidades separables se basa en elprincipio de que la vivienda no puede ser un objetodiseñado como cualquier otro, sino que debe servista como el resultado de un proceso en el que elusuario pueda tomar decisiones dentro de unmarco común de servicios e infraestructura.

De esta manera, llegamos a una primera defini-ción del soporte: Un soporte es cualquier edificiohecho para contener un número determinado deunidades de vivienda, que puedan ser individual-mente adaptadas a las necesidades cambiantes y alos deseos de los usuarios en el transcurso deltiempo (...) en cualquier medio ambiente dondegran cantidad de gente deba compartir una canti-dad de espacio limitada4. El soporte estaría,entonces, en la esfera de decisión comunitaria,mientras que el diseño de cada vivienda particularestaría en la esfera de decisión individual. El com-plemento del soporte serían las unidades separa-bles, producidas industrialmente, y que ofreceríanal habitante la posibilidad de cambiar la distribu-ción, la dimensión y la apariencia de los espaciosde su vivienda.

El método¿Cuál sería el papel del diseño? Tradicionalmente, eldiseño tiende a encontrar una “planta ideal” (en elmejor caso, fruto de negociaciones entre arquitectos,clientes, constructores e ingenieros) y repetirlainfinidad de veces.

En el diseño de soportes, la planta no necesitaser predeterminada, sino que, por el contrario,debe evaluarse de acuerdo con su adaptabilidad,es decir, con su capacidad de ofrecer un máximo

de elección al habitante sin que sea necesaria laaplicación de una técnica especializada o unesfuerzo excesivo. En el diseño de soportes no esposible evaluar el resultado por la planta, sinopor su potencial de generar series de plantasposibles.

Ahora bien, dado que el diseño de soportesasume la participación sucesiva de distintosactores –diseñadores del soporte, diseñadores delas unidades separables y usuarios, entre otros–se hace necesaria una sistematización en la tomade decisiones, de tal suerte que sea posible regis-trar y evaluar las distintas fases de decisión.

La primera decisión importante es aquella quedefine qué parte de la vivienda deberá ser conside-rada El Soporte, es decir, qué parte de la viviendaserá permanente, inmutable y sin posibilidades decambio por parte del usuario. Habraken reconoceque esta decisión fundamental deberá ser adecuada alas condiciones locales, es decir, a lo que se piensaque es una vivienda “bien diseñada”. Esta defini-ción de estándares, “lo que es adecuado”, será laque permitirá evaluar la calidad del soporte y delas variantes que ofrece. Aquí hay que recordarque el soporte “es más que un mero esqueleto. Esuna estructura con espacios que presenta opor-tunidades de decisión”5. Un soporte puede serbueno para una comunidad y no serlo para otra.

El siguiente paso sería una clasificación de losespacios de acuerdo a su función, posición ydimensión. En todo caso, habría que recordar queel diseño no es necesariamente un proceso lineal,sino uno en el que las decisiones sucesivaspueden modificar decisiones anteriores; por estemotivo, es necesario registrar todas las opcionesen cada paso.

Habraken propone una clasificación de espa-cios por funciones:

a) Espacios para usos especiales: Albergan ciertasactividades particulares durante cierto periodo detiempo. Sus dimensiones pueden variar según sufunción. En esta categoría podrían estar dormito-rios, cocinas, estudios, etcétera.b) Espacios para usos generales: Acomodan dife-rentes tipos de actividades. Suelen ser espacioscomunes, generalmente los más amplios de lavivienda. En ellos se llevan a cabo actividadessimultáneas que no pueden ser precisadas conantelación; por ejemplo jugar, comer, ver tele-visión, etcétera.c) Espacios de servicio: Albergan actividades especí-

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ficas de corta duración, como almacenes y baños. Susdimensiones pueden determinarse por su función.

De acuerdo con su posición respecto a lasfachadas, los espacios se clasifican en interiores yexteriores. Según la disposición del soporte, elespacio interior se distribuye en zonas y márgenes,donde el margen es el espacio entre dos zonas, yestá determinado por las variaciones de la dimen-sión mínima y máxima requerida para un espacio.

Una vez más, los criterios de clasificación de losespacios deberán ser adaptados localmente paraestablecer estándares adecuados. Los datos críti-cos a determinar son: función, dimensión y posi-ción, respecto al todo y a las partes. Con estosdatos, se realizan una serie de “operaciones”, quebásicamente consisten en tablas y matrices decombinación de espacios, con las cuales se evalúanlas posibilidades de uso dentro del soporte, creán-dose variantes y subvariantes de uso. En este sen-tido para la evaluación de los productos del diseño,es básico:1) Determinar estándares4 de lo que constituye unavivienda “bien diseñada”, con criterios específicosde función, posición y dimensión de los espaciosde la vivienda.2) Evaluar qué distribuciones, ajustadas a estosestándares, son posibles en el soporte.

El diseño supone un constante proceso depropuesta y evaluación que concluye con un con-senso sobre la forma final del soporte.

Comentarios finalesLa propuesta de Habraken, como ya se ha mencionado,fue pensada como una alternativa al Alojamiento deMasas en una sociedad altamente industrializada ycon escasez de superficies habitables; sin embargo,algunos de sus principios pueden ser de gran utili-dad en el contexto latinoamericano.

En principio, la aplicación de los soportessupone que la participación del usuario en ladeterminación de la forma de su propia viviendano sólo es deseable, sino indispensable en la cons-trucción de un entorno adecuado a sus necesi-dades. Por otro lado, el proceso de diseño permitela participación activa de los usuarios en distintosniveles, desde la decisión sobre qué partes de lavivienda deben ser consideradas dentro delsoporte, hasta la configuración de los espaciosinteriores de cada vivienda. En todo caso, hay queseñalar que, en el método propuesto, no es indis-pensable la comunicación directa entre técnicos yusuarios, ya que éstos, por definición, podríanintervenir en el proceso hasta el momento en queel soporte está cons- truido y sólo falta por definirsu distribución interna. Esto supone una posibili-dad de participación de los usuarios, aún cuando

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Figura 1. Definición de zonas y márgenes dentro delsoporte.6

Figura 2. Ejemplos de aplicación del Método de Soportes.

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no haya una relación directa con los diseñadoresdel soporte, lo cual puede resultar muy útil en loscasos en que se diseña para una poblacióndesconocida.

Ahora bien, una de las situaciones que noqueda muy clara en la propuesta de Habraken essi realmente los usuarios cuentan con losconocimientos necesarios sobre las posibilidadesque ofrece este sistema o, bien, cómo se realizaesta comunicación entre diseñadores y habi-tantes, particularmente en los casos donde lapoblación es anónima. ¿La gente simplemente seenfrenta a un soporte e intuye las posibilidades otiene que recibir algún tipo de capacitación? Enlos casos en que la población es conocida y parti-cipa directamente en el proceso de diseño, las dis-tintas posibilidades de uso de los espaciospueden ser conocidas y consensuadas por todoscon anterioridad.

Vale la pena subrayar, una vez más, que ladeterminación de la estructura soporte, es decir,de aquello que no podrá ser modificado por elusuario, debe atender a un entendimiento cabalde la población a la que estará dirigido su uso,a sus posibilidades económicas y tecnológicas,a su manera de ocupar los espacios. El mejorsoporte no es aquel que ofrece más posibilidadesde distribución, sino aquel que mejor se adapta alas necesidades de una población específica.La pretendida aplicación universal del soporte segúnHabraken, en el sentido de que deba “adaptarse ala mayor variedad de estilos de vida e idiosincra-sia personal”, podría tener cierta lógica en unasociedad homogénea; sin embargo, carece defundamento en una sociedad tan diversa comola nuestra.

En el caso de aplicar esta metodología de diseñoen el contexto del hábitat popular latinoameri-cano, habría que adaptarla a las condiciones y alos recursos, materiales y técnicas de construccióndisponibles localmente. De esto se da cuenta enlos siguientes ejemplos de aplicación en el con-texto mexicano.

2.2.1.1 Dos experiencias de aplicaciónde los soportes en barrios popularesdel centro de la Ciudad de México

El planteamiento de los soportes hecho porHabraken dio pie a dos proyectos de vivienda enbarrios del centro de la Ciudad de México: elprimero de ellos en la colonia Guerrero, realizado

entre 1975 y 1978; el segundo, en el barrio deTepito, que se llevó a cabo en 1984. Ambos conjun-tos fueron desarrollados por el Centro Operacionalde Vivienda y Poblamiento, A. C. (COPEVI AC), porlos equipos que ahora forman el “Centro deEstudios de la Vivienda A. C. (CENVI) y el “FomentoSolidario de la Vivienda A. C. (FOSOVI AC)8

En ambos casos, se tomó como base elplanteamiento de “lotes en altura”, que permitedesarrollar soportes en dos niveles, con posibili-dades de crecimiento interno por subdivisión de laaltura del espacio interior.

En la Cooperativa Guerrero (Caso 1) se trabajóen un proyecto de sustitución de vivienda, para elcual se desarrollaron estudios tipológicos a nivelbarrio, vecindad9 y vivienda particular. Una vez queencontrados los patrones habitacionales, se deter-minó la estructura soporte. La propuesta que setrabajó con los vecinos se basaba en espacios dedoble altura, comunes en la tipología tradicional delas vecindades10, que posteriormente ofreceríanuna posibilidad de crecimiento progresivo por sub-división. La ubicación de la escalera interna, así

Figura 3. Ejemplos de “lotes en altura” donde se ilustran distintasposibilidades de distribución de las viviendas.

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como la de cocina y baños, se dejaron abiertas a ladecisión de los usuarios.

Originalmente, con el mismo soporte comobase, se desarrollaron seis opciones de vivienda dediferentes tamaños y distribuciones con la finalidadde acoger a distintos grupos de ocupación, sinembargo la cooperativa de usuarios determinó quetodas las viviendas fueran iguales. Este conjunto sedesarrolla en un terreno de 1450 metros cuadrados,con una población aproximada de 350 personas.

El conjunto del barrio de Tepito (Caso 2) sedesarrolla en un predio entre medianeras con unasuperficie aproximada de 400 metros cuadrados,donde se ubican 18 viviendas con una poblacióntotal aproximada de 100 personas. Los edificios la-terales constan de cuatro niveles, con viviendas dedos alturas, mientras que el edificio que da a lafachada se desarrolla en tres niveles, con viviendasde un piso. Las viviendas están distribuidas en

forma de claustro y dan a un patio central de usocomunitario.

Una vez más, las propuestas de soporte sederivan de un análisis del uso de los espacios porparte de los habitantes. El interior de las viviendaspuede ser ocupado de diferentes maneras, y, en elcaso de las viviendas de dos niveles existe la posibi-lidad de crecimiento progresivo en altura (véase lagráfica anterior de “lotes en altura”).

Vale la pena señalar que en ambos casos setrabajó directamente con grupos organizadosde pobladores, por lo que su participacióndirecta contribuyó al proceso de diseño delconjunto y de las viviendas particulares. Otrode los factores que influyeron de manera notoriaen el proceso de decisión fueron los organismosde financiamiento, quienes determinaron, porejemplo, que en la cooperativa Guerrero se cons-truyeran los entrepisos desde la fase inicial, anu-lando así la propuesta de crecimiento progresivoen altura.

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 4. Planta de conjunto del proyecto en la coloniaGuerrero (Caso 1).

Figura 5. Diferentes tipos de vivienda propuestos en elproyecto de la colonia Guerrero (Caso 1).

Figura 6. Axonométrico del conjunto en la colonia Tepito(Caso 2).

Figura 7. Axonométrico que muestra el interior de lasviviendas y su posible crecimiento en altura (Caso 2).

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En los dos casos anteriores, se aplicó lametodología propuesta por Habraken en la deter-minación de los soportes y de sus posibles usos.Sin embargo, este sistema (pensado originalmentepara una sociedad altamente industrializada comola holandesa) tuvo que ser adaptado a las condi-ciones culturales y socioeconómicas locales, de talsuerte que no se proyectó su uso con unidades sepa-rables industrializadas, sino que cada familia iría sub-dividiendo el espacio con los recursos que tuviese ala mano, ya sea a través del uso de muebles o deobra ligera autoproducida localmente.

2.2.1.2 Una experiencia de aplicación delos soportes en Tabasco11

AntecedentesEl estado de Tabasco se localiza al sureste de laRepública Mexicana, región donde, en los añosOchenta, el crecimiento petrolero generó una fuertemigración, que trajo consigo un rápido crecimientourbano. Ante este panorama, el Instituto de Viviendadel estado de Tabasco decidió llevar a cabo un estudiosobre la demanda de vivienda y los recursos exis-tentes, con la finalidad de establecer políticas y crite-rios de diseño y planeación adecuados a las condi-ciones locales. Parte central de este estudio consistióen una detallada investigación de la tipología de lavivienda en el estado, a partir de la cual se pro-pusieron criterios de diseño urbano y de vivienda parafuturos desarrollos. Esta investigación fue realizadapor el equipo que se encuentra en FOSOVI AC utili-zando la metodología propuesta por Habraken y el SAR.

El estudio se dividió en tres partes:1. Análisis de las condiciones existentes.2. Determinación de criterios de diseño.3. Diseño de casos específicos.

AnálisisEl análisis de las condiciones existentes se realizócon base en los siguientes elementos:• Condicionantes ambientales: Considerando ladivisión del estado de Tabasco en cinco regiones,en cada una de ellas se determinaron las condicio-nantes ambientales que tienen mayor incidencia endecisiones de diseño urbano y de vivienda.• Tipología de la vivienda: Se realizó un estudio delos asentamientos más representativos de cadaregión y en ellos se determinaron las constantes for-males, funcionales, constructivas, de adaptación almedio y de imagen.

• Morfología urbana: Se estudiaron aspectos comoel trazado, los usos de suelo y adaptación al medio,a nivel urbano.• Materiales de construcción: En cada región, se llevóa cabo un estudio de los materiales más empleados,tanto de la vivienda tradicional como de la contem-poránea.

Criterios de diseñoUna vez obtenidos los datos de los patrones de usoconstantes en cada región, se procedió a su sistema-tización para determinar los criterios de diseñopara futuras intervenciones. A nivel de la viviendaparticular, los elementos considerados fueron:

a. Elementos del sistema: zona inicial y zona decrecimiento, zona de fachada, sistema estruc-tural, cubierta.b. Variaciones de lotes: forma, dimensiones míni-mas y máximas, zonas y márgenes12, coordinaciónmodular y posición de los lotes.c. Variaciones de cuartos13: forma, posición, dimen-sión, coordinación modular, zonas y márgenes.d. Posición de la zona de servicio.e. Variación de fachadas.f. Elementos divisorios.g. Adecuación al medio ambiente.

Figura 8. Croquis del interior de una de las viviendasanalizadas.

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Diseño de casos específicosCon el objeto de ejemplificar algunos usos posiblesde los criterios de diseño, se desarrollaron varioscasos para un conjunto habitacional en Cárdenas,Tabasco. En este conjunto se propusieron diferen-tes tipos de vivienda (soportes): algunos, aplicandoliteralmente los criterios, con una racionalizaciónde los sistemas tradicionales; otros, generandonuevas propuestas de uso, por ejemplo, viviendaen altura. En la mayoría de los casos se ejemplifi-can opciones de uso del espacio interno, así comode modificación de materiales de construcción y decrecimiento progresivo.

Resultados del estudioEste caso presenta una aplicación de la metodologíade Habraken y el SAR a un estudio local de patronesde uso de los espacios de la vivienda, incluyendo losniveles del barrio y el espacio urbano. Así, se ejem-plifica una de las posibles adecuaciones de lossoportes a un caso específico, tomando como puntode partida las condiciones locales (climáticas, cultu-rales, tecnológicas, de uso de espacios, etcétera)para proponer los criterios de diseño para interven-ciones futuras en materia de vivienda.

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 9. Los elementos del sistema.

Figura 11. Viviendas dúplex: uno de los ejemplos de apli-cación de los soportes para la generación de nuevastipologías.

Figura 10. Estudio de casos existentes para determinarmárgenes y zonas.

Figura 12. Isométrico de una de las manzanas generadas apartir de la combinación de diferentes tipos de vivienda.Ilustra los criterios de diseño urbano.

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2.2.2 Lenguaje de patrones

AntecedentesChristopher Alexander, arquitecto y matemático deorigen austriaco, establecido en Estados Unidosdesde los años sesenta, coordinó un equipo deinvestigación que desarrolló el método de lospatrones (patterns, en inglés) en el Center forEnvironmental Structure, en Berkeley, California.

Los tres libros que exponen la propuesta deAlexander son El modo intemporal de construir(1979), Un lenguaje de patrones (1977) y Urbanismoy participación: el caso de la Universidad de Oregon(1975), todos ellos traducidos al español.

La cualidad sin nombre y el modo intemporal “Una habitación, un edificio o un barrio no se hacen me-

diante un único acto de construcción, en un solo día. Son

el resultado de mil actos diferentes, desplegados a lo largo

del tiempo y hechos por gente no relacionada entre sí.”14

La propuesta de Christopher Alexander, cuya pre-tensión es la de “describir una actitud totalmentenueva con respecto a la arquitectura y el urba-nismo”15 tiene como sustento dos ejes fundamen-tales: el primero es la consecución de una cualidada la que él llama la “cualidad sin nombre”, y elsegundo es “el modo intemporal” de construir.

Según Alexander, la búsqueda de la cualidadsin nombre “es la búsqueda central de toda per-sona (...) es la búsqueda de aquellos momentos ysituaciones en que estamos más vivos”17. Estacualidad es objetiva y precisa, y es la que diferencia

un edificio bueno de uno malo, una ciudad viva deuna que no lo está. La cualidad nunca se repite,porque toma su forma del contexto específico en elque ocurre. No es posible poner la cualidad en unlugar, ya que ésta se genera indirectamente através de un proceso en el que intervienen variaspersonas, varios actos individuales gobernadospor un mismo lenguaje.

Algunas de las palabras que se emplean paradefinir lugares que tienen la cualidad sin nombreson: viviente, integral, cómodo, libre, eterno; sinembargo, ninguna de estos términos logra abarcarel significado de la cualidad. Según Alexander,todos los actos de construcción deben estar guia-dos por la búsqueda de esta cualidad, de tal suerteque el entorno favorezca el desarrollo pleno de lavida cotidiana.

En cuanto al modo intemporal de construir,Alexander dice que “se trata de un proceso a travésdel cual el orden de un edificio o de una ciudad sur-gen directamente de la naturaleza interna de lagente, los animales, las plantas y la materia quelos componen.”18 Este modo de construir estaríabasado en la tradición, y en él no es necesaria lapresencia de arquitectos o planificadores para con-seguir dar forma a un lugar hermoso, “tan hermosocomo el lugar más hermoso que hayas visto”, sinoque se trata de un proceso que se deriva de la vidamisma, de la capacidad de cualquier persona paraimaginar el lugar ideal para una actividadcualquiera. Alexander incluso lo describe comoparte de un instinto humano que busca construirun fragmento del entorno en consonancia con lanaturaleza para así dar vida a un lugar.

El método propuesto por Alexander pretende sis-tematizar el proceso a través del cual se puedan crearespacios en consonancia con el modo intemporal.

Los patrones de acontecimientos y de espaciosLa cualidad sin nombre se manifiesta a través delcarácter de los edificios y las ciudades, y estecarácter se deriva de una serie de acontecimientosque suceden de manera regular en lugares especí-ficos. Estos son los patrones. Alexander define dostipos de patrones interrelacionados: los patronesde acontecimientos y los patrones de espacios.Los primeros, según el autor, no se limitan a lasactividades humanas sino que incluyen aquellosacontecimientos de la naturaleza que ejercen unainfluencia física sobre nosotros, de tal suerte quela posición del sol, el correr de un río o la sombrade un árbol pueden ser considerados como acon-

Figura 13. Imagen que ilustra el patrón 24, Lugares sagrados.16

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tecimientos recurrentes, susceptibles de caracteri-zar a un patrón.

Los patrones de acontecimientos son los quedan razón de ser a un edificio o a una ciudad. Lacantidad de estos patrones, según Alexander,generalmente es menor de lo que nos imagi-namos, es decir, nuestra vida está gobernadapor una pequeña serie de actividades rutinarias,que cotidianamente se repiten. Los patrones deacontecimientos varían de persona a persona, decultura a cultura, de tal suerte que cada barrio secaracteriza por los patrones que manifiesta sucultura predominante.

Ahora bien, en la teoría de Alexander, lospatrones de acontecimientos están anclados alespacio donde suceden. Esto no significa que elespacio por sí mismo sea capaz de generar aconte-cimientos, sino únicamente que acontecimientos yespacios no pueden separarse. Un patrón de espa-cios se refiere a las características comunes, oinvariantes, de los espacios donde suceden aconte-cimientos similares. Para definir un patrón de estetipo es útil preguntarse de qué manera la estructuradel espacio respalda los patrones de acontecimientosque ahí suceden. En este sentido, el patrón serefiere a una ley morfológica que establece un

conjunto de relaciones complejas en el espacio(posición, dimensión, vistas, materiales, ilumi-nación, colores, asoleamiento, etcétera). Es impor-tante recalcar que el patrón de espacio no causa elpatrón de acontecimientos, así como tampoco elpatrón de acontecimientos causa el patrón de espa-cio. “El patrón total, espacio y acontecimientos jun-tos, es un elemento cultural.”19 Esto significa quedos espacios aparentemente iguales albergaránactividades diferentes en culturas diferentes y, porlo tanto, darán lugar a patrones diferentes.

Los patrones implican a la vez la idea de repeti-ción y de singularidad. En este sentido, pretendenemular a la naturaleza, en tanto en ella las mismascaracterísticas generales se repiten constante-mente, mientras cada manifestación específica noes nunca idéntica a sus semejantes. Siguiendo aAlexander, los patrones se repiten porque, bajo unconjunto de circunstancias dadas, siempre hayciertos campos de relaciones mejor adaptados alas fuerzas existentes, pero al mismo tiempo siem-pre hay variación y singularidad en la maneraespecífica en que se manifiestan los patrones.

El lenguajeEl lenguaje es la estructura a través de la cual lospatrones se relacionan entre sí, como partes dentrode un todo. Hemos visto que el modo intemporal deconstruir no es algo que pueda planificarse en sutotalidad, sino que implica la existencia sucesiva ysimultánea de múltiples pequeñas intervenciones.De igual manera, la cualidad sin nombre no puedeinventarse y aplicarse a un lugar, sino que devienedel proceso constante de construcción del entorno.El lenguaje, entonces, es el que proporcionacoherencia a los actos individuales, haciendo lasveces de un código genético que guía el desarrollode las partes en concordancia con el todo.

En el texto, Alexander explica que, desde elpunto de vista matemático, el tipo más simple delenguaje es un sistema con dos conjuntos: uno queagrupa elementos o símbolos y otro que especificalas reglas de combinación de dichos elementos.Así, un lenguaje de patrones define el conjunto dedisposiciones de espacios que tienen sentido enuna cultura dada y transmite las reglas de combi-naciones posibles, al tiempo que enseña a cons-truir combinaciones que satisfagan las reglas.Alexander define al lenguaje de patrones como “unsistema finito de reglas que una persona puedeemplear para generar una infinita variedad de edifi-cios diferentes”.20

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 14. Los patrones de acontecimientos están rela-cionados con el espacio donde suceden.

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Cabe señalar que el autor enfatiza el hecho deque todas las personas tienen su propio lenguajede patrones, que deviene de un conocimiento acu-mulado sobre el modo de construir el entorno. Lacomplejidad de este lenguaje es la que marca loslímites a la capacidad de imaginar (o diseñar) unedificio. En una ciudad con un lenguaje vivo, diceAlexander, el lenguaje de patrones es amplia-mente compartido, de tal suerte que todospueden usarlo. Esta manera de construir elentorno implica una relación directa entre losusuarios y el acto de construir.

El método

1. Definiendo patronesLos patrones, por definición, tienen que ser comu-nicables. En tanto estructuras, deben ser imágenessencillas de algo, que permitan captar ese algocomo totalidad, y deben estar formadas con lamenor cantidad posible de elementos.

Cada patrón es una regla que establece rela-ciones entre tres elementos: un contexto, unproblema y una solución. El problema está plan-teado como un sistema de fuerzas que ocurre demanera recurrente en ese contexto, mientras quela solución se refiere a cierta configuración espa-cial que permite que esas fuerzas se resuelvan así mismas.

De acuerdo con el método, para que el patrónse haga explícito, hay que exponer su estructura:a) Definir alguna característica física del lugar, unarelación espacial específica que sea susceptible derepetición (morfología).b) Definir el problema o campo de fuerzas que esepatrón pone en equilibrio (propósito funcional).c) Definir el campo de contextos donde este patróntiene sentido (contextualización).

Los patrones “vivos” generalmente se descu-bren por un lento y detallado proceso de observacióny abstracción. La forma de hacerlo es buscar pro-piedades comunes en los espacios que se percibencomo satisfactorios para un patrón de acontecimien-tos dado. Lo que se busca es “la propiedad críticaque hace la diferencia”. En la definición de estapropiedad, en todo caso, deberá evitarse la sobre-simplificación, tejiendo una red compleja de rela-ciones espaciales (posición, dimensiones, ubi-cación, orientación, vistas, materiales, iluminación,colores, etcétera).

Una manera de encontrar elementos invariantesen los espacios es partir de un conjunto de ejemplos

positivos y determinar aquello que los hace “unbuen espacio”. Otra manera es partir de ejemplosnegativos y resolverlos (¿qué características lehacen falta a este espacio?). Sin embargo, tambiénes posible no empezar por observaciones concre-tas, sino elaborar la invariante a través de unarazonamiento puramente abstracto.

El patrón, como decíamos al principio de estaapartado, debe ser comunicable. Esto implica quepueda ser expresado por medio de palabras y tam-bién por medio de diagramas o dibujos. En estemétodo, todo patrón debe tener un nombre.

Ahora bien, Alexander advierte que no hay unamanera racional de evaluar un patrón. Los patronesse prueban emocionalmente, no intelectualmente. Enun buen patrón está latente la cualidad sin nombre.

2. La estructura del lenguajeHasta este momento, hemos hecho una descripcióngeneral de la manera como se constituyen lospatrones. Ahora hay que explicar cómo es que estospatrones se conjugan y dan lugar a un lenguaje.

En principio, no todos los patrones se refieren ala misma escala; los más grandes abarcan aspec-tos de estructura regional, los medianos de laforma y la actividad de los edificios, mientras que

Figura 15. Imagen que ilustra un patrón “vivo”: Ventanas que abren.

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

los más chicos se refieren a los materiales y lasestructuras con las que se construyen los edificiosy abarcan, incluso, aspectos como la decoraciónde los espacios.

Un ejemplo de patrón regional es el MOSAICODE SUBCULTURAS.

El contexto donde aplica este patrón escualquier área urbana que contenga más de cienviviendas. La solución de este patrón se refiere, agrandes rasgos, a la subdivisión de agrupacionesgrandes en pequeñas células autocontenidas,diferenciadas unas de otras, de tal suerte quepuedan albergar comunidades de usuarios conuna cultura e identidad distinta a las de las otrascélulas. El problema que se resuelve es el de pro-porcionar a la gente una unidad identificable a lacual pertenecer.

El patrón TRANSICIÓN EN LA ENTRADA nos sirvepara ejemplificar los patrones medianos.

El contexto sería cualquier entrada de unavivienda. La solución, un lugar de transición entrela calle y la vivienda donde el nivel, los materiales,las vistas, la iluminación, etcétera, permitan que laentrada sea un lugar, y no sólo un vano en el muro.El problema resuelto por el patrón se refiere al actode albergar y acentuar las salidas y las llegadas,permitiendo un cambio de actitud entre el “com-portamiento de la calle” y la intimidad del hogar.

Alexander aclara que en este método lospatrones no pueden estar aislados, sino que for-man parte de una red de relaciones que constituyeel lenguaje. En el libro Un lenguaje de patrones sedefinen 253 patrones expuestos en grado decre-ciente de complejidad y escala. Dependiendo deltipo de proyecto que se trate, se determinarán unaserie de patrones y sus reglas de jerarquía y derelación. El lenguaje supone una serie de opera-ciones ordenadas en forma secuencial que han deirse resolviendo gradualmente hasta culminar enuna solución específica.

Alexander pone como ejemplo de un proyectosencillo la solución de un jardín. Para ello, deacuerdo con la situación específica de un terreno,se seleccionan los patrones JARDÍN SEMIOCULTO,LADERA EN TERRAZA, FRUTALES, LUGAR ÁRBOL,JARDINES ESPONTÁNEOS, TRANSICIÓN EN LAENTRADA, PATIOS CON VIDA, JARDÍN EN LAAZOTEA, EL BORDE DEL EDIFICIO, LUGAR SOLEADO,HABITACIÓN EXTERIOR, BALCONES DE 1,80 metros,CONEXIONES CON LA TIERRA, INVERNADERO,BANCO DE JARDÍN.21

En este esquema, el primer patrón (jardín semi-oculto) necesita a todos los patrones que le siguenen la secuencia para tener sentido. Cada operaciónsucesiva, la solución de un patrón específico, supone

Figura 16. Diagrama que ilustra el patrón Mosaico desubculturas.

Figura 17. Ejemplos de Transición en la entrada.

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un ajuste de los pasos previos, de tal suerte que conla adición de nueva información, la estructura seajusta y se complementa. De igual manera, aunque lasecuencia de patrones escogida abarca solo al jardín,éste formará parte de un espacio mayor, ya sea unacasa, una escuela o un barrio, de tal suerte que cadapequeño ejercicio de construcción específico —eneste caso un jardín—, se inserta en un gran procesoque es la construcción colectiva del entorno.

Vemos entonces que el lenguaje no sólo setrata de una lista de patrones, sino que abarcalas relaciones necesarias para que los patronesformen un todo articulado. De esta manera, ellenguaje hace las veces de un código genéticoque guía tanto las distintas fases de solución deun proyecto específico, como la suma de lasacciones individuales que dan pie a un entornoconstruido colectivamente. A diferencia del diseñotradicional, donde la forma es preconcebida, alaplicar un lenguaje de patrones a la forma finales el resultado de una secuencia de decisionesque van del todo a las partes y de las partes altodo.

2.2.2.1 Un caso de viviendas generadas por patrones: la experiencia del PREVI en Perú

AntecedentesEn 1969, la ONU y el Banco de la Vivienda delPerú organizaron un concurso para el diseño de1500 viviendas en un terreno de 40 hectáreasubicado al norte de la ciudad de Lima. El Centerfor Environmental Structure, coordinado porChristopher Alexander, fue invitado a participarjunto con otros doce equipos de diferentes países.El proyecto presentado por el equipo deAlexander para el PREVI (Proyecto Experimentalde Vivienda) fue desarrollado a través del uso deun lenguaje de patrones.22

Definición de patronesCon la finalidad de definir los patrones que habrían deser utilizados en el desarrollo del conjunto, Alexandery su equipo se alojaron durante un mes en casas defamilias peruanas de escasos recursos. Además de laobservación directa de los modos de vida locales,otras fuentes de información para la definición depatrones se tomaron de publicaciones bibliográficas yde la propia experiencia del Centro. Para este proyec-to en particular se desarrollaron 67 patrones, algunosde los cuales revisaremos a continuación. Cabe recor-

dar que cada patrón está definido con base en tresaspectos: el contexto, el problema y la solución.

A nivel de conjunto, algunos de los patrones son:

El patrón células subculturales:Contexto: Cualquier área urbana que contenga másde cien viviendas.

Solución: El área está constituida por pequeñascélulas residenciales enfocadas hacia adentro. Lascélulas quedan separadas unas de otras por espa-cios abiertos, servicios comunitarios o zonas públi-cas. Cada célula se organiza de manera tal quepueda contener una forma de vida —o subcul-tura— diferente de aquella de las demás células.Una subcultura se define por un grupo de genteque comparte actitudes, creencias y hábitos dife-rentes al de otros grupos. La población mediarecomendada para cada célula es de 500 personas.Problema: La gente necesita una unidad identifica-ble a la cual pertenecer, que sea diferenciable deotras áreas.

En el PREVI la comunidad está dividida en 43células, cada una de las cuales contiene entre 25 y75 viviendas, de acuerdo con su posición específicaen el conjunto.

El patrón vías locales anilladas:Contexto: cualquier zona residencial que esté servidapor vías locales.

Solución: Las vías locales se resuelven por mediode anillos estrechos, de un solo carril, que sirven a

Figura 18. Células subculturales.

Figura 19. Vías locales anilladas.

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un máximo de 50 estacionamientos. Los anillos sedefinen en una red de circulaciones, donde ningunavía cruza con otra.Problema: El tráfico vehicular genera ruido y peligro;sin embargo, el uso de vehículos es necesario y no sepuede excluir del conjunto. Para mantener la seguri-dad en las zonas habitacionales, las vías de comuni-cación deben plantearse de manera que no fomentenaltas velocidades y elevados niveles de tránsito.

En el PREVI, ninguno de los anillos de circulaciónda servicio a más de 100 viviendas o 50 vehículos.23

El patrón núcleos activos:Contexto: Cualquier comunidad que sea lo sufi-cientemente grande para mantener servicioscomunitarios.

Solución: Los servicios comunitarios se agruparonalrededor de pequeños espacios que se handenominado “núcleos activos”. Se accede a ellos através de los senderos peatonales.Problema: En los barrios nuevos (término usadocomúnmente por los peruanos para denominar alos conjuntos habitacionales populares) la vidapública está dispersa, de tal suerte que la comu-nidad no participa de ella. Para crear concentra-ciones de gente dentro de una comunidad, los ser-vicios deben estar agrupados alrededor depequeños espacios públicos que actúen comonúcleos donde se canalizan los flujos peatonales.Para tener un funcionamiento óptimo, debencumplir con dos propiedades:1. Los servicios que se agrupan en cualquiera de losnúcleos deben ser seleccionados con cuidado,procurando que funcionen como un conjunto queatraiga a las mismas personas a la misma hora deldía; por ejemplo, conjuntos de guarderías con jar-dines y parques, o bien escuelas primarias y secun-darias con canchas de fútbol, etcétera.2. Los espacios abiertos no deben ser muy grandes, detal suerte que no se pierda la identidad del espacio. Se

recomiendan espacios rectangulares con una dimen-sión máxima de 20 metros en el lado corto.

En el PREVI, todos los servicios comunitarios seabren a uno de estos núcleos activos, formandoocho pequeñas plazas.

En cuanto a las viviendas individuales, algunosde los patrones son:

El patrón gradiente de intimidad:Contexto : Una casa en Perú o en cualquier país latino.24

Solución: Los espacios están distribuidos según sugrado de intimidad, desde lo más formal en la fachada,hasta lo más íntimo en la parte interna y superior de lavivienda. La secuencia de espacios es la siguiente:entrada - sala - cuarto familiar - cocina - dormitorios.En este esquema, la función de la sala es indispen-sable. Si no hay suficiente espacio para una sala,bastará con un pequeño recibidor.Problema: En los países latinoamericanos se recibeconstantemente a las amistades en las casas. Sinembargo, el grado de amistad (o de parentesco)determina a qué espacios se tiene acceso, de talsuerte que las amistades formales (el cura o el noviode la hija) se reciben en la parte mejor amueblada ycuidada de la casa (la sala), mientras que los amigosíntimos (como los compadres) pueden tener accesoal cuarto familiar y a la cocina. Los dormitorios gene-ralmente son áreas reservadas para la familia.

El patrón entrada principal remetida25:Contexto: Cualquier vivienda peruana donde lapuerta delantera se abra a una vía pública.Solución: La puerta delantera está remetida por losmenos 50 centímetros del paño de la fachada.Problema: A la gente le gusta contemplar la calle,pero no siempre quiere tener el mismo grado decompromiso con ella. Es común que la gente seapoye en el vano de la puerta “medio dentro ymedio fuera”. De esta manera las personas puedenver lo que pasa o hablar con quien sea en la calle,pero pueden retirarse en cualquier momento.

El conjuntoUna vez conocidos algunos de los patrones quesirvieron de base para la propuesta, podemos enten-der cómo fueron aplicados en el proyecto.

El conjunto propuesto por Alexander se sitúa enun terreno de 40 hectáreas, con una forma cercanaal rectángulo, cuyos lados mayores están delimita-dos por dos avenidas.

Una tercera avenida cruza por el terreno, separandoprácticamente la tercera parte del conjunto. Como

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Figura 20. Núcleos activos.

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Las viviendasLa propuesta de conjunto pretende que cada vi-vienda se adapte a las condiciones de la familia quealberga, de tal suerte que cada vivienda pueda serdiferente a sus vecinas. Todas las viviendas sedesarrollan según un esquema común. La variedadestará dada inicialmente por el tamaño del predioque cada familia pueda adquirir y por la distribu-ción de algunos de sus espacios.

El esquema común a todas las casas es el deuna vivienda en dos plantas, con un frente de 5.2metros. Habitaciones y patios se alternan lo largo delpredio. En planta baja hay dos zonas, una pública alfrente, y una familiar en el interior. La parte públicacorresponde a la sala, mientras que la familiarconsta de un cuarto de estar-comer, una alcoba y lacocina. El patio delantero separa estas dos zonas ya su vez contiene las escaleras que llevan al pisosuperior, donde están los dormitorios y el aseo.Otro patio proporciona un espacio de estar al airelibre, junto al cuarto familiar, mientras que un ter-cer patio es de servicio y almacenado.

El dormitorio de los padres constituye el núcleocentral de la casa, ya que desde él se tiene controlvisual de la entrada, la subida y los dos patios prin-cipales. El dormitorio de los padres es el únicoespacio confinado en la planta alta, ya que los dor-mitorios de los hijos son espacios semiabiertosque están agrupados alrededor de áreas comunes,y sólo se cierran con una cortina o mampara cuan-do es necesario. Según sus dimensiones y distribu-ción, las casas pueden llegar a albergar hasta sietecamas, aparte de la de los padres.

Otras opciones en la distribución de la vivienda ysu ubicación en el conjunto incluyen la posibilidad de

requisito del concurso, se esperaba que el desarrollotuviera una densidad de 37 viviendas por hectárea,es decir, aproximadamente 1500 viviendas. La pro-puesta de Alexander alberga 1726 viviendas.

Cada casa se sitúa en un terreno privado. Elancho de cada terreno es de 5.20 metros y su lon-gitud varía entre 13 y 27 metros. El plano de conjun-to propone una distribución que ha de ser ajustadasegún las decisiones de los pobladores. Cada fami-lia tiene la opción de seleccionar un tamaño de te-rreno y una ubicación acorde con su presupuesto ycon sus necesidades, de tal suerte que la distribu-ción final del conjunto quedará establecida hastaque los terrenos sean asignados a las familias.

El proyecto de conjunto se desarrolla con base encuatro componentes interrelacionados: una red decirculación peatonal, una red vial con circulacionesen anillos, que a su vez delimita al conjunto de célu-las de viviendas, y por último, una espina de servi-cios que corre por el centro del conjunto (escuelas,comercios, oficinas municipales, etcétera)

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Figura 21. Planta de la propuesta de conjunto.

Figura 22. Red de circulaciones peatonales.

Figura 23. Espina de servicios.

Figura 24. Una de las células del proyecto con la ubicaciónde las viviendas.

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tener un dormitorio para la abuela, en planta baja; uncuarto para rentar o para poner una tienda o, bien, laopción de añadir cuartos en el patio trasero. Lasfamilias que así lo decidan, tienen opción a zonas decrecimiento progresivo.

En cuanto a las características de la construcción,en todos los casos los materiales y procedimientos sonlos mismos: una losa de cimentación, paredes de cargahechas con mampostería de bloques de concreto pobre

reforzados con azufre, y un entramado sobre viguetas,hechos con espuma de poliuretano y bambú.

El proceso de elecciónDentro de un marco de opciones prestablecido,cada familia puede escoger un tamaño y una ubi-cación de vivienda que se ajuste a sus necesidades.

El punto de partida en el proceso de selecciónes el presupuesto que se tiene para adquirir la

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Figura 25. Planta baja y primer piso de una de las viviendas posibles.

Figura 26. Distintas etapas del proceso de construcción.

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vivienda. A partir de ese dato, se seleccionan, unopor uno, quince aspectos de la vivienda. Cadaselección supone un costo que permite ir ajustandoel costo total de la misma. Para este proyecto, sedesarrolló una “hoja de elección familiar” que con-sidera los siguientes factores:

• Tamaño de la sala: pequeña, pequeña con cre-cimiento futuro, mediana o grande.• Tamaño del cuarto familiar: pequeño, mediano ogrande, con una o dos alcobas (esta decisión deter-mina a su vez el tamaño de la habitación de lospadres).• Patio principal: muy pequeño, pequeño, me-diano, grande.• Cocina: pequeña, grande.• Número de dormitorios: de dos a siete, agrupa-dos en dos bloques, uno adelante y otro atrás de lavivienda.• Dormitorio principal: precio fijo, tamaño determi-nado por cuarto familiar.• Dormitorio para la abuela: sí o no.Patio “trastero”: muy pequeño, pequeño, mediano,

grande.• Distancia entre la vivienda y el estacionamiento:a 15 metros, a 50 metros.• Parte trasera para alquilar: sí o no.• Tienda: casa cerca del mercado, en esquina, conposibilidad futura de tienda.• Extras (abarca desde cubierta del patio y calenta-dor eléctrico de agua, hasta banco en la entrada ovegetación frente a la casa).• Acabados: aplanados o sin ellos en techos ymuros.• Ubicada en zona tranquila o en zona activa dentrodel conjunto.• Servicios comunitarios cercanos: opción entreiglesia, mercado, escuelas, etcétera.

El resultado de la suma de decisiones, dentro delmarco presupuestal de cada familia, determina laforma final de la vivienda. De acuerdo con la pro-puesta de Alexander, teniendo estos datos, cualquierdibujante con un mínimo de capacitación en elproyecto puede asignar un predio específico y dibujarlos planos de la vivienda para los constructores.

2.2.3 El Método de Livingston26

Este método, desarrollado por el arquitecto argentinoRodolfo Livingston, está pensado para ser aplicado enel caso de vivienda unifamiliar, ya sea en la remode-lación de una vivienda existente o en el proyecto de una

casa nueva. Se trata de un método de diseño parti-cipativo donde el arquitecto trabaja directamentecon la familia-cliente, por medio del uso de dinámi-cas participativas heredadas de la psicología.

Este método se ha usado ampliamente en Cuba,en un programa que se llama “el arquitecto de lacomunidad”, con muy buenos resultados.

AntecedentesCuba se enfrentó a partir de 1989 a una grave crisisproducida por la necesaria reinserción de su economía(asentada hasta ese momento en su asociación conlos países de Europa del Este) en el sistema de rela-ciones económicas, sociales y políticas dominadas porel capitalismo, situación que estuvo agravada por sucondición de país bloqueado.

Es en 1990, en pleno comienzo de esta etapade crisis, cuando en Cuba se conoce el método dediseño del arquitecto argentino Rodolfo Livingstonque se basa en la incorporación consciente y partici-pativa de la familia-cliente durante la etapa deproyecto. En un contexto en donde había una granescasez de materiales de construcción y los planesestatales de construcción de vivienda estaban pa-ralizados, el método de Livingston se incluyó dentrode un programa para paliar la crisis que abarcaba elapoyo a la autoconstrucción, el desarrollo de laproducción de materiales de construcción locales yla atención a la población para brindarle serviciosde asesoría técnica.

Entre 1991 y 1994, el arquitecto Livingston impar-tió dos seminarios-taller al año en varias provinciascubanas (Ciudad de la Habana, Camagüey, Holguín yGuantánamo). En marzo de 1994 se organizó enHolguín el primer grupo de Arquitectos de laComunidad. Actualmente, casi todos los municipioscubanos cuentan con uno de estos grupos.

El método de Livingston establece una relaciónmuy estrecha entre el arquitecto y su familia-cliente. El profesional realiza un estudio detalladodel sitio e interroga a todos los miembros delnúcleo familiar (adultos y adolescentes) utilizan-do técnicas psicológicas para poder establecersus necesidades y aspiraciones. Esta información(sitio y familia) sirve de base para el “momentocreativo”, en el cual el arquitecto (o equipo dearquitectos) elabora varias alternativas de solu-ción, las cuales serán presentadas a la familiapara que sea ésta la que decida qué opción leresulta mejor.

Este método se basa en la premisa de que cadaproblema de diseño, aún cuando presente mani-

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festaciones similares a las de otros problemas,requiere diferentes respuestas, lo que elimina laposibilidad de proyectos tipo para personasabstractas, de soluciones prefijadas y repetitivas.Igualmente importante en este método es la con-sideración de la futura evolución de las necesi-dades y la adecuación de la propuesta a los recur-sos disponibles de cada familia.

El Método

1. El PactoEl punto de arranque del proceso de diseño sugeridopor Livingston es el primer día que el cliente con-tacta al arquitecto. En ese momento, se establece elPACTO, es decir, cuando el arquitecto explica alcliente en qué consiste su trabajo, cómo se desa-rrolla, cuánto tiempo tarda, qué es lo que el clienteobtiene y, muy importante, cuánto cuesta el trabajo.

Una vez acordadas las reglas del juego, el arqui-tecto procede a recabar información sobre el sitio(terreno o edificio), la familia y sus recursos.

2. Información primaria IS + IC + IR• Información del sitio (IS)El arquitecto visita la casa o el terreno, ubica el pre-dio en un contexto urbano y determina su situacióngeográfica, realiza un levantamiento detallado,revisa el estado técnico general del terreno o

inmueble, así como toda la información que puedaser importante a la hora de proyectar.

• Información del cliente (IC)Se obtiene a través de una entrevista que dura unao dos horas, con la participación de los adultos yadolescentes que viven en la casa. En este punto esimportante evitar interrupciones y disponer deplanos y elementos de dibujo al alcance de la mano.

Se repasan los datos sobre la familia (número depersonas, familiares flotantes, ocupación, etcétera) ysobre la historia de la casa o el terreno. Se le indica alcliente que es el arquitecto quien conducirá el interro-gatorio mediante una serie de juegos, que son:

a. Más-Menosb. Fiscalc. Proyecto del cliente (PC)d. Casa Final Deseada (CFD)a. Más-MenosLos presentes deberán responder a las preguntas¿Qué es lo que más le gusta de la casa? y ¿Qué eslo que menos les gusta de la casa? La consigna:Pueden responder una sola cosa cada vez.La finalidad de este juego es establecer las priori-dades de los diferentes miembros de la familia.b. FiscalConsigna del juego: Los clientes deben imagi-nar que la casa está ante un tribunal en calidadde acusada y que ellos son los fiscales. Su rolno es ser justos, sólo deben acusar a la casaaunque los errores de que la acusen no parez-can tener solución.Con este juego se establecen los problemas quetiene la casa.c. Proyecto del Cliente (PC)El cliente se ha convertido en “arquitecto”. Elverdadero arquitecto será su dibujante ydebe preguntar al cliente cuál es su proyecto.La idea es que el arquitecto dibuje las cosastal cual se las pide el cliente, sin juzgar susdecisiones. Lo que el cliente no sepa resolverse deja con signos de interrogación en elplano, de tal suerte que al ver representadoasí su proyecto, el cliente tome conciencia deque necesita la ayuda del arquitecto, quien,por otra parte, está dispuesto a respetar susopiniones.Este ejercicio es decisivo para empezar aresolver el principal conflicto entre el arquitectoy el cliente: “mi idea contra su idea”, “la casa esmía y yo sé lo que quiero”, “el que vive en lacasa soy yo”, etcétera.

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 27. El arquitecto Rodolfo Livingston en Cuba,tomando los datos de una familia frente a un grupo dearquitectos que estudian el método (imagen tomada en1994)27.

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El PC y los demás ejercicios serán útiles para pen-sar en la siguiente etapa: la de la Creatividad.d. Casa Final Deseada (CFD)Consignas: Olvidarse por completo de la casapropia. El arquitecto retira el plano anterior.“Sueñe —dice. Describa su casa ideal”. La idea,por supuesto, no es llegar a una casa de película,pero sí a una casa mejor de la que sería posibleconstruir. El arquitecto es un anotador de sueños.

Si este juego se realiza bien, permite establecerun buen programa de necesidades. Si se le preguntaal cliente simplemente por sus deseos, sin encararel ejercicio como un juego, éste se limitará aconsignar aquellos deseos que él considere realiza-bles, es decir, los que ya expreso en su PC. De estemodo quedaría limitada nuestra información, puessólo accederíamos a la demanda manifiesta.Mediante la aplicación de este juego, accedemos ala demanda latente.

• Información sobre los recursos (IR) Se refiere básicamente a la información sobre ladisponibilidad de recursos financieros para las obras,pero también incluye recursos a los que la familiatiene acceso, ya sea por relaciones familiares, porpréstamos, herencias, regalos, etcétera (“mi com-padre vende ventanas de aluminio”; “mi vecino meregala una reja que le sobró”, etcétera).

3. Creatividad y desarrollo de Estudios de Factibilidad (EF)Una vez obtenida la información detallada delproblema a resolver, viene la etapa de la creativi-dad. En ella, el arquitecto pasa por varias etapas,del caos al orden, para generar propuestas concre-tas y factibles.

Primera etapa: Creación del CampoFrente al desafío del papel en blanco, el arquitectodeberá instalar en su mente una primera consigna: “nobuscaré la solución; no estoy tratando de resolver elproblema; solo haré algunos ejercicios, algunos juegos”.

Se ubica el tablero contra la pared y se fijan loselementos siguientes de manera clara y visible:Sitio y Diagnóstico, los resultados de la entrevista(Programa de Necesidades) con los elementos deFamilia, Historia, Más-Menos, Fiscal, además deDCF y los planos de PC.

Todos estos elementos, interactuando a vecesde manera azarosa, constituyen el campo propiciopara la creación. El papel en blanco ha sido reem-

plazado por la información que, desplegada antenuestros ojos, estimulará el proceso creativo.

Segunda etapa: Fuegos ArtificialesEjercicios KAYAC28 I y KAYAC II, aplicando técnicascreativas como:a. Acentuar el problema. A veces la solución está enla exageración del problema.b. Formular correctamente la pregunta. Un problemasuele ser una pregunta mal planteada.c. Cambiar la mirada. La realidad no es autónoma yexterna a nosotros. Podemos cambiar la realidadcon sólo cambiar nuestro punto de vista.d. Cuestionar la constante. Si a lo largo de variosKAYAC hay elementos que permanecen constantes,tal vez no estamos dándonos suficiente libertad. Elmomento de la sensatez viene después.e. Buscar modelos en otra parte. Podemos utilizaranalogías formales como metáforas para la solu-ción de problemas de diseño.f. Síntesis de las variantes. Ponerle títulos a lasvariantes que se vayan encontrando en los KAYAC.El título funciona como recordatorio sintético deleje de esa propuesta.

¿Qué se obtiene?Multitud de soluciones parciales en las que nuncase hubiese pensado al tratar de obtener LA solu-ción lógica procediendo, como es habitual, en línearecta. Se ha estimulado la mente con ideas, se la haliberado por caminos distintos, con el fin de rompercon una única idea dominante.

Tercera etapa: La sensatezTeniendo a la vista toda la información, incluido elsitio, el PC y las propuestas de los ejercicios KAYAC,se desarrolla el proceso de dibujar las posibles solu-ciones (EF). Después se enfrentarán las variantesobtenidas con los problemas y deseos de la familia,seleccionando las opciones que parezcan mejores.Las alternativas encontradas se analizan con losdemás miembros del grupo y sólo entonces se debecitar al cliente para hacer la presentación de losEstudios de Factibilidad ante la familia.

El análisis con el resto del Grupo de Arquitectoshace posible las correcciones y mejoras a partir deluso de la inteligencia colectiva.

4. Presentación de los Estudios de Factibilidad (EF)Además de los adultos de la familia, deben estarpresentes otros arquitectos (miembros del equipo)para evaluar posteriormente los resultados de la

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presentación. El arquitecto presentará primero el olos PC, preguntando a los clientes si fueron correcta-mente interpretados y se les invita a que los evalúenfrente a los problemas y deseos. Es decir, el clienteno se enfrenta al arquitecto, se enfrenta a sí mismo ya su propia propuesta. Después, con calma, se pre-sentarán una a una las variantes seleccionadas (EF),que se evalúan también conforme a los problemas ydeseos de la familia.

Las variantes a las que se han llamado EF1,EF2..., idealmente no deberán ser menos de tresni más de cinco y se les entregarán a la familia-cliente. En este momento se les recuerda que lasiguiente etapa no tiene una duración determi-nada porque son ellos quienes fijan el tiempoque les demandará reflexionar sobre las varian-tes presentadas.

Aquí pueden pasar dos cosas: el cliente regresacon un EF aceptado, o bien no queda convencidocon el proyecto, lo cual da pié al inicio de un nuevociclo de interrogatorio, creatividad, EF, etcétera,que termina en el momento en que el cliente quedatotalmente satisfecho con su proyecto.

En este punto, tenemos un anteproyectoaprobado por la familia-cliente que se llamaajuste final de EF. El trabajo puede terminar aquíporque se ha respondido a las interrogantes quese condujeron del cliente al arquitecto. Sin em-bargo, se puede avanzar a la siguiente etapa deproyecto ejecutivo que, en el método, se llamaManual de Instrucciones. Este carece de algunosplanos de detalles incluidos generalmente en ladocumentación de un proyecto ejecutivo tradi-cional, e incluye otros elementos que no han sidoconsiderados antes.

5. Manual de Instrucciones (MI)La etapa empieza con un nuevo interrogatorio al quese llama Programa de Necesidades Segunda Vuelta(PN2V) referida a detalles, terminaciones, recursos ytambién a la imagen general. El MI incluye:• Un plano de albañilería esc. 1:50 (cortes y plan-tas) indicando posición de muebles, salidas de ilu-minación (incluyendo contactos, apagadores,etcétera), abatimiento de puertas y ventanas, asícomo muestras de colores sugeridos.• Fachadas.• Plano de detalles (si son necesarios; por ejemplo,algún mueble diseñado).• Croquis en perspectiva (si son necesarios).• Cintas de audio donde se dan instrucciones com-plementarias a los planos. Estos serán para losconstructores y para los clientes.• Al grabar estas cintas de audio se deben hacertres recorridos imaginarios:

1. Estructural, obra gruesa, desde los cimientoshasta el techo.2. Ambiente por ambiente completando las indica-ciones de los planos sobre medidas, terminacionesy aberturas.3. Ambientación: muebles, fuentes de luz artificial,interruptores.

Cabe señalar que, aunque el uso de las cintas deaudio no es indispensable, se sugiere usarlos en casode que ayuden a esclarecer aspectos del proyecto quepueden no estar presentes en los planos, o bien,aspectos que es imposible prever con exactitud (espe-cialmente tratándose de remodelación de espacios).

A continuación, se reproduce una tabla que sin-tetiza el método y sus fases:

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Pacto

1

2

3

4

5

6

Entrevistas

Pacto cliente- arquitecto (en la oficina)

Sitio

Cliente (En el sitio o en la oficina)

Presentación de estudios de factibilidad (En la oficina)

El cliente vuelve

Entrega de Manual de Instrucciones

Cosas que ocurren

1er contacto. Explicación de los pasos siguientes

Estudio completo del sitio (dimensiones, levantamien-to, fotos, etc.)

Familia, Historia ,Más-Menos, Fiscal , Proyecto Cliente,Casa Final Deseada

Deseos y Problemas (diagnóstico)Proyecto ClienteEF 1EF 2...

Ajuste final de Estudios de Factibilidad (anteproyectoaprobado)

Planos y cintas de audio

Fases del método

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2.2.3.1 Un caso de aplicación delMétodo de Livingston en Cuba

Como vimos anteriormente, el método desarrolla-do por el arquitecto argentino Rodolfo Livingstonse ha empleado en Cuba para formar los grupos deArquitectos de la Comunidad. El ejemplo quedescribimos a continuación se realizó entre 1997 y1998 en el municipio de Minas, provincia deCamagüey29.

El proyecto solicitado se refería a la reforma deuna cuartería (edificio modesto donde convivenvarias familias) en muy mal estado. Entre las deman-das planteadas, se solicitaba que la obra se realizaracon un presupuesto bajo y con materiales produci-dos localmente, de tal suerte que se decidió conser-var la mayor cantidad de muros existentes.

El proceso comenzó con una visita al sitio,donde se hizo un estudio minucioso de las condicionesen que se encontraba el terreno, la construcción exis-tente y el contexto urbano.

Figura 28. Situación original.

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Familia (cuarto 5):Mateo del Toro Morell, 75 años, retirado.Deisi García del Toro, 25 años, recepcionista.Gisell Castellano García, 5 años.

Historia:Le dieron un usufructo gratuito.30

Más-MenosDeisi (+) Me queda cerca del trabajo

(-) No tengo privacidad

Mateo (+) Un pedacito de patio(-) Todo es muy oscuro

Fiscal• La cocina es un espacio agregado, hechode madera con tejas que se moja toda.• El abuelo duerme en la sala.• Todo queda muy incómodo por falta deespacio.

Casa Final Deseada• Tres habitaciones, una para cada uno, conprivacidad.• Sala comedor para una mesa de cuatro si-llas y muebles cómodos para ver la tele-visión.• Baño dentro de la casa.• Cocina pequeña con meseta.• Patio donde lavar ropa y criar animales.

El paso siguiente fue recabar la información decada una de las cinco familias: cuántos miembrosson, a qué se dedican, etcétera; la historia de cómollegaron a vivir a aquel lugar y, por último, el juego dela Casa Final Deseada. Dependiendo de las condi-ciones en que vivía cada familia, se optó por aplicar ono el juego Más-Menos y el Fiscal.

A continuación se reproduce la información de unade las familias, para ejemplificar el uso del método:

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El Método se aplicó para cada una de las fami-lias, dando como resultado inicial una serie deProyectos de Cliente (PC). Resultaba evidente

que el proyecto final no podía ser la suma delos distintos PC, ya que unas viviendas tapa-ban los accesos y la iluminación de las vecinas.

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 29. El PC de cada familia.

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Una vez conociendo a detalle cuáles eran lasnecesidades y aspiraciones de cada familia, seprocedió a realizar distintos ejercicios KAYAC y,con base en ellos, tres Estudios de Factibilidad(EF). Finalmente, al contrastar los tres EF con losProyectos de Cliente, las familias optaron por elEF2, y ésta fue la solución para la cual se desarrolló

Figura 30. Estudio de Factibilidad EF3.

Figura 31. Estudio de Factibilidad EF2, proyecto aprobado.

2.2.4. Diseño por generación de opciones

AntecedentesA principio de los años Setenta, dentro de lasmúltiples iniciativas y búsquedas que diferentesgrupos profesionales y académicos llevaban a caboen el campo del diseño, se dio una conjunción

peculiar de procesos en distintos lugares de EstadosUnidos y México: la Universidad de Washington, enSan Louis, Missouri; el “Autogobierno” de laFacultad de Arquitectura de la Universidad NacionalAutónoma de México (UNAM), y la ONG CentroOperacional de Vivienda y Poblamiento (COPEVI AC).

el Manual de Instrucciones. El proyecto final supusola resignificación de algunos espacios, así como laadición de otros, tanto en el nivel de piso como enun segundo nivel, siempre procurando que losdistintos espacios tuvieran iluminación y venti-lación óptimas, y que cada familia tuviera losespacios que requería.

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En ambos países se estaba trabajando congrupos de pobladores de bajos ingresos; en elcaso de Estados Unidos, principalmente conminorías raciales y en México con grupos de losllamados sectores populares. En ese momento, laUniversidad de Washington llevó a cabo dos cur-sos de verano conjuntamente con las institu-ciones mexicanas mencionadas, en 1975 y 1976,lo que permitió que se estableciera una mayorvinculación entre ellas, gracias a sus interesescomunes en torno a la participación de lapoblación en los procesos de diseño urbano yarquitectónico de la vivienda.

A partir de entonces, las experiencias de estoscursos nutrieron la práctica profesional y académicade varios de los asistentes. En los Estados Unidos,el arquitecto Michael Pyatok ha continuado hastala fecha una interesante y rica experiencia profe-sional, principalmente en el área de San Francisco,además de enseñar en la Universidad deWashington en Seattle. En México continuaron tra-bajando en esta línea dos organizaciones: inicial-mente COPEVI y posteriormente Fomento Solidariode la Vivienda (FOSOVI AC).31

IntroducciónCon base en la metodología que habían venidodesarrollando Hanno Weber y Michael Pyatok en laUniversidad de Washington, se realizaron variosproyectos experimentales con estudiantes de losdos países y con grupos organizados que trabaja-ban con las ONGs. Lo anterior permitió la publi-cación de dos documentos en donde se exponíanlos fundamentos teóricos y el desarrollometodológico del diseño participativo por gene-ración de opciones.

Desgraciadamente, a diferencia de otras expe-riencias metodológicas de diseño participativo, losescritos y la elaboración teórica de esta propuestahan sido escasos , además de muy poco conocidosy difundidos.32

La construcción de las ideas y conceptosHemos expuesto con anterioridad cuáles son losfundamentos del diseño participativo arquitectónicoy urbano (véase el apartado 2.1). Sabemos,entonces, que esta manera de aproximación al di-seño se basa en un entendimiento del mundo, de lasociedad y la vida humana en términos de procesosque se construyen en una forma compleja y queson vistos como producto de la interacción demúltiples factores. Aceptar lo anterior implica, a su

vez, asumir que la participación de los diferentesactores involucrados en un proceso de diseño debedarse en forma tal que en las distintas fases sepuedan ir construyendo las ideas, tomando lasdecisiones en forma democrática y desarrollandolas opciones escogidas. La finalidad de un procesosemejante será llegar a una serie de prefigura-ciones que permitan construir los espacios y edifi-cios resultantes, es decir, arribar colectivamente aun diseño urbano arquitectónico.

Como se ha podido ver, la participación en eldiseño tiene diversos y muy variados alcancesdependiendo de las diferentes metodologías, enfo-ques y experiencias: desde la simple toma de algu-nas opiniones directas de los usuarios, hasta losprocesos —mucho más complejos— de la cons-trucción conjunta de ideas, alternativas de proyecto,y aprobación de alguna de ellas, en un ejercicio dediálogo y discusión intensa entre los diferentesactores involucrados (usuarios, técnicos, profe-sionistas, autoridades, etcétera).

En el caso del diseño por generación deopciones estamos hablando de la última posición yesto ha implicado la necesidad de construir ydesarrollar una serie de métodos e instrumentosque permitan lograr la comunicación, la discusión yla toma de decisiones acordes con el enfoqueplanteado.

Primera etapa. Construcción de criterios inicialesCuando se requiere hacer el diseño de una vivienda ode un hábitat (comunidad, barrio, distrito, etcétera), esnecesario establecer claramente lo que se demanda,se desea o se requiere. Esto implica un complejoentendimiento de las diferentes posibilidades, desdeel examen de las limitaciones que se pueden encontrarante la posibilidad de tener una vivienda y un espaciourbano satisfactorios, hasta las diferentes alternativasque le permitan a los habitantes aumentar el controlsobre diversos aspectos de su vida cotidiana.

Independientemente de la escala, ya se tratede un proyecto para una familia, un grupo, unacomunidad, un barrio o una ciudad, es necesarioanalizar las diferentes variables que tienen quetomarse en cuenta para poder llevar a cabo el pro-ceso de diseño. Evidentemente, el número de varia-bles es mucho mayor en escalas mayores o encasos complejos y turbulentos.

Cuando se inicia un proyecto, la fase inicial con-siste en establecer y decidir las ideas y conceptosrequeridos para ir buscando las soluciones. A esta

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

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fase se le ha denominado en términos tradicionalescomo programa arquitectónico pero, en este caso,son los técnicos quienes investigan, obtienen datosy formulan los contenidos. En el caso del diseñoparticipativo por generación de opciones, estaprimera fase se trata de un proceso de construccióncolectiva realizado por los diferentes actores.

Usualmente, se cree que, a partir del conoci-miento, análisis y alguna investigación sobre uncaso análogo al que se diseñará, se puede llegar ala formulación y al planteamiento de las solu-ciones, porque se supone que los técnicos estándebidamente capacitados para ello. No se trataaquí de poner en duda la capacidad de un profe-sionista para diseñar espacios construibles, sinode señalar que es necesario plantear un modo deconocer las demandas reales de quienes solicitansus servicios, para evitar el desarrollo de proyectosbasados en especulaciones o en prejuicios sobrelos modos de habitar de otras personas.

La primera cuestión, como se ha mencionado(véase el apartado 2.1), es que todo problema dediseño tiene varias formulaciones y soluciones posi-bles, y que el camino para encontrar la solución másadecuada y cercana a los múltiples intereses de losactores involucrados, requiere el enfrentamientoentre los diferentes puntos de vista en un procesodialéctico que permita llegar a un consenso. De otramanera, la toma de decisiones queda sujeta única-mente a la interpretación de los “especialistas”.

En el caso del diseño participativo, los equiposde diseñadores transforman su papel para lograrque los diferentes actores puedan entender los pro-blemas (en este caso de diseño o de planeamiento) yestablecer los criterios que regirán la etapas poste-riores del proceso.

Segunda etapa. El desarrollo de opcionesUna vez identificados los aspectos claves que tienenque ser discutidos y decididos, el segundo puntoconsiste en buscar y desarrollar las opciones paralas diversas variables y la manera en que se inter-relacionan, de una forma tal que sean entendibles ymanejables por los diferentes participantes.

Para lograr este objetivo, se pueden usar variosmétodos y técnicas, algunas de las cuales se uti-lizan también en la planeación participativa, comoson los talleres, las reuniones y la “lluvia deideas”, entre otros. En el caso del diseño por gene-ración de opciones se requiere, de forma impor-tante, el uso de imágenes y gráficos de distintostipos que permitan un diálogo más objetivo, yaque se trata en gran parte de discusiones sobreespacios y formas. Esto implica un desarrollo detécnicas que aún es incipiente.

Un asunto fundamental que está presente entoda demanda de arquitectura o espacio urbanodonde existe un colectivo, es el conocimiento delas relaciones externas que van a influir decisiva-mente en el proceso de diseño y en la realizacióndel proyecto. Para ello, las preguntas fundamen-tales serán: ¿cómo se van organizar las personasdel colectivo? ¿De qué recursos pueden disponer?¿Cómo pueden utilizar o neutralizar las leyes yreglamentos? ¿Cómo se van a relacionar con elentorno circundante? ¿En qué medida quieren par-ticipar en el proceso de producción de la vivienda yel hábitat? ¿Quieren modificar y controlar su procesoo están más o menos de acuerdo con las condi-ciones del medio?

A manera de ejemplo, a continuación se presentauna matriz de opciones que permite confrontar lasdiferentes posibilidades y presentarlas ante losactores y, con base en ellas, discutir para poderarribar a decisiones conjuntas.

En este caso, se presentan como variables lasdiferentes maneras de organización del grupo,frente a los distintos componentes que integran laproducción de viviendas. De esta forma, es posibletomar decisiones sobre el tipo de organizacióndeseable en función de aspectos como la propiedad,las posibilidades de financiamiento, etcétera.

Un segundo tema se ocupa de los aspectos rela-tivos a la forma de los espacios que son el objetivodel diseño. Decidir cómo estructurar el entorno físicodepende de múltiples variables y esto implica haberdecidido acerca de qué cosas se desea, cuánto deestas cosas desea y que relación en el espaciopueden guardar unas cosas con otras.

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Estas decisiones pueden tomarse en diferentesescalas de complejidad:1. El barrio, la zona o el sitio de desarrollo: ¿Qué sequiere? (estacionamientos, equipamientos, nivelesde infraestructura, parques, etcétera). ¿En qué canti-dades y modalidades? ¿En qué forma se da larelación entre éstas y el proyecto general? 2. Los sectores de agrupamiento de viviendas, con-juntos, condominios, etcétera: El grupo tiene quedeterminar cómo quiere establecer las relacionesentre los espacios públicos y semipúblicos y lasviviendas ¿Qué grados de separación o de intimi-dad? ¿Cuántas familias utilizarían los espacioscomunes? ¿Cómo se podrían apropiar y cuidar estosespacios? ¿Cómo serían las posibles tipologíasurbano arquitectónicas? ¿Qué tipología conviene:

casas unifamiliares aisladas o agrupadas, en dúplexo edificios departamentales, etcétera? ¿Cuálesserían las modalidades de vivienda: una sola,varias? ¿Cómo se mezclarían si hubiese más de unamodalidad? ¿Qué espacios abiertos exteriores, pri-vados y públicos podrían existir? 3. Los espacios y partes componentes de lahabitación misma: ¿La vivienda, será terminada o pro-gresiva? ¿Puede crecer y/o evolucionar y cómo? ¿Quéespacios internos puede haber y cómo se relacionan?

Esto implica que las tres preguntas básicas:qué, cuánto y cómo, se contesten en las tresescalas de complejidad física identificando todoslos temas que se consideren importantes.

Se pueden considerar tres grandes rubros amanera de ejemplo:

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Tipo de Organización

Componentes

Terreno

Financiamiento

AsistenciaTécnicaOrganización

Proyecto

Construcción

AutoproducciónIndividual

AutoproducciónIndividual

Asistida

Se otorga a la Asociación Civil

Diseño Participativo

• Dirección de Obra• Supervisión de Obra• Constructora• Asesoría

• Dirección de Obra• Supervisión de Obra• Constructora• Asesoría

• Dirección de Obra• Supervisión de Obra• Constructora• Asesoría

Diseño Participativo Diseño Participativo

• Legal • Organizativa• Gestión

• Legal • Cooperativa Vivienda• Gestión

• Legal • Gestión

Se otorga a laCooperativa A cada Familia

Es propietaria la AsociaciónCivil y son miembros sus integrantes

La Cooperativa es propietaria y los participantes son socios

ASOCIACIÓN CIVIL

Individual MatrizPrivada

Condominio Privada

Individual

COOPERATIVA PROPIEDAD

baja

media

alta alta

alta

media

media

mediabaja

baja

baja

baja

Material de apoyo para la discusión en la elección de los componentes que integran un proyecto

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a. Lugares de actividad (usos de los espacios).b. Vías para el movimiento de gentes, objetos y ser-vicios entre distintos lugares (redes, caminos, duc-tos de servicio, etcétera).c. Materiales y métodos para la construcción (técnicas).

Es evidente que el planteamiento de estas pre-guntas requiere tomar en cuenta los criterios yobjetivos de las condiciones de vida que se preten-dan, tanto en lo físico como en lo sociocultural.

Todo esto tiene que ser presentado en función delas opciones que se consideren factibles (esto implicacierta habilidad para discernir en función del tipo degrupo social de que se trate y también en función dela factibilidad técnica de las propias opciones).

Se puede empezar por el desarrollo de esque-mas de opciones muy abiertos e ir cerrando a unnúmero manejable por el conjunto de actores. Estosesquemas pueden ser: • Para entender el problema. • Para establecer las relaciones generales entrelos diversos aspectos a considerar.• Para decidir sobre el entorno espacial colectivo.• Para decidir sobre las viviendas y sus espacios.

Los esquemas, a su vez, pueden servir en distin-tos momentos:• Para que los profesionales asesores se entiendanentre sí y puedan desarrollar las opciones a presentarante los demás actores.• Para trabajar y dialogar entre los habitantes o usua-rios futuros y/o actuales, autoridades, vecinos, comer-ciantes, propietarios (no habitantes), los usuarios delbarrio (no habitantes) y el público en general.• Para ser difundidos en medios y para ser utiliza-dos en encuestas.

Es importante reiterar que este proceso sebasa en la premisa de que la disminución gradualde la complejidad facilita la participación y elcompromiso de la gente en la preparación depropuestas de solución ante un problema habita-cional. Al analizar una diversidad de alternativas,en cada nivel de complejidad, los participantes nosólo amplían su conocimiento de lo que es posi-ble, sino que también se capacitan a sí mismospara emitir juicios de lo que es deseable.

Cuando el diseño de un desarrollo habitacional es empren-

dido por un grupo de usuarios como un proceso social y un

esfuerzo creativo colectivo, su grado de compromiso

puede variar de acuerdo con el tiempo disponible y las prio-

ridades que se hayan fijado. Por lo tanto, la selección de

las propuestas físicas que reúnan las distintas opciones

de solución para los diversos aspectos del proyecto, a

cada escala, podría implicar o bien un proceso evolutivo,

que insistiera en un compromiso completo del grupo o,

bien, otro delegado en mayor grado a los profesionales

que se encuentren trabajando con este grupo.

En este último caso, el objetivo del grupo podría ser la satis-

facción de su necesidad más inmediata de contar con un

proyecto arquitectónico, mientras comparte su tiempo con

otras tareas. Un proceso de este tipo renunciaría, hasta cier-

to punto, a una discusión regular sobre distintos aspectos

conflictivos y a la total inmersión del grupo en él. Los di-

señadores profesionales, por tanto, actuarían aquí como dele-

gados del grupo y asumirían la responsabilidad de generar y

seleccionar soluciones parciales que podrían ser integradas

después dentro de un abanico de alternativas de propuestas

completas. El abanico que serviría para integrar estas pro-

puestas abarcaría una variedad tan amplia de opciones que

incluyese los extremos opuestos, para asegurar así un debate

exhaustivo antes de seleccionar una de ellas. Sin embargo,

los usuarios tendrían no sólo la oportunidad de entender y

revisar las secuencia completa de opciones preliminares

elaboradas por los diseñadores profesionales, sino también

la responsabilidad de evaluar las alternativas de propuestas

habitacionales finales integradas, a partir de aquellas

opciones parciales.33

Esto también podría utilizarse en proyectosdonde no se conoce a los habitantes futuros, ymediante el uso de juegos de simulación. En esteproceso, los técnicos, de ser posible de diversoscampos, deben actuar los diferentes papeles, ycolaborar en la generación de opciones, en su dis-cusión y en la decisión explícita por medio de unproceso abierto y no de caja negra tradicional.Así se podría alcanzar cierto grado de certidum-bre —ciertamente, menor que el obtenido por elencuentro dialéctico de los involucrados— peromucho mayor que el generado por la forma tradi-cional de diseñar que deja únicamente en manosde los técnicos muchas decisiones que no es con-veniente que sean tomadas por ellos.

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Ejemplos del uso de gráficos para la discusión de opcionesA continuación se presentan ejemplos de gene-ración de opciones con base en matrices. Cadamatriz permite confrontar diferentes tipos deopciones.

El primer grupo de gráficos (fig. 32) se refiere a uncaso sobre las alternativas para la utilización de unpredio baldío. Este ejemplo es parte de un proceso demejoramiento y rehabilitación barrial en Saint Louis,Missouri,34 donde era necesario decidir qué hacercon un predio vacío en un barrio residencial.

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 32. La utilización de un predio baldío.

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El segundo grupo (fig. 33) se refiere a distintasrelaciones posibles entre la vivienda, el claustro, yel agrupamiento de viviendas en un proyecto. Apartir de las distintas combinaciones, es posiblegenerar múltiples soluciones para cada caso.

El tercer grupo (fig. 34) se refiere a distintasrelaciones entre formas de traza, vialidad y esta-cionamientos. En el eje vertical, tenemos las trazasy posibilidades de circulaciones vehiculares y, en elhorizontal, opciones de estacionamiento en dife-rentes modalidades: concentrado, disperso, en lacalle o dentro del lote. De esta manera, es posiblever cómo las decisiones sobre la traza y las viali-dades afectan las posibilidades de estacionamientoen un barrio o conjunto urbano.

Figura 33. Matriz de relación de opciones físicas.

El cuarto grupo (fig. 35) se refiere a la relaciónentre las tipologías de vivienda urbana35 con dife-rentes alternativas de vialidad. En el eje verticaltenemos diferentes opciones de traza y vialidades,y en el horizontal opciones de formas de vivienda:en conjunto o lote individual, aisladas o agru-padas, o en departamentos en lote o conjunto.

El quinto grupo (fig. 36) ejemplifica diversasopciones de agrupamiento de viviendas frente a dis-tintas posibilidades de los estacionamientos y larelación visual con éstos.

Las opciones que presentamos se desarrollaronpara diferentes situaciones, tanto académicascomo con grupos de habitantes. En ellas podemosver que para cada problema de diseño es posible

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encontrar múltiples opciones. Igualmente, sepuede ver que hay diferentes lenguajes gráficosposibles, desde los muy esquemáticos hasta losmuy realistas, dependiendo del tipo de variablesque se estén trabajando, de los recursos y el tiempodisponibles para su realización, del público al quese dirijan las gráficas, etcétera.

Cuando los diseñadores se inician en el diseñoparticipativo, ya sea desde la academia o como pro-fesionales, es conveniente que exploren muchasopciones con objeto de aprender y entrenarse en la

manera de diseñar sin limitaciones. Esto sirve tantopara romper la actitud tradicional de querer encon-trar respuestas únicas e imponerlas sin discusióncon los demás actores, como para desarrollar laimaginación y habilidad para encontrar opciones.

Otro aspecto igualmente importante esaprender a seleccionar un número adecuado deopciones que permita una discusión efectiva yútil para el caso de que se trate. Con el paso deltiempo, será posible juntar las dos etapas. Estambién necesario aprender a plantear los términos

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 34. Matriz de relación de estacionamientos, traza y vialidad.

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claros que pueda entender el auditorio con elque se va a trabajar, —y aquí es convenienteaclarar que no se trata de suponer que un menornivel escolar equivale a menos inteligencia—.Esto implica tanto el uso de lenguajes utilizadoscomúnmente por el público en general y no jer-gas de especialistas, como la adecuada uti-lización de elementos gráficos.

El lenguaje gráfico se puede usar de múltiplesmaneras y es conveniente buscar la que mejor seadapte a los fines del tema a tratar. En el caso deesta metodología, se han utilizado con éxito losesquemas conceptuales que contengan la idea

básica que después será transformada en el di-seño. Así se establece la idea de la forma quedeberá tener el objeto final. El objetivo de nousar esquemas o diseños más acabados, comosucede con otras metodologías, es el de noinfluir en la opinión de los participantes acercade la calidad y decisiones que el diseño,esquemático o no, lleva en sí. En ese caso,estaríamos evaluando no sólo la idea básica, porejemplo, si un acceso cualquiera —a la vivienda,a al conjunto, etcétera— debe ser alto e impor-tante, sino la calidad del diseño que se logre conesta idea.

Figura 35. Matriz de relación de vialidad, traza y tipos de vivienda.

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Comentarios finalesEsta metodología se basa en la idea general deque la creación del espacio urbano y arquitec-tónico, y en forma muy espacial el barrial y lavivienda, deben ser producto de un complejo pro-ceso de participación y de toma de decisionescolectivas por parte de los actores involucrados.Estas decisiones deberán ser lo más democrá-ticas posibles.

Es evidente que, en tanto exista un profundo respetoentre los participantes, así como una comunicacióndirecta y eficaz, junto con una claridad en los objetivos,las partes y las formas del proceso, será más fácil alcan-zar un resultado positivo, que hará que todos crezcancon él. Esto implica un cambio de actitud muy impor-tante, y a veces nada fácil, de todos los participantes. Enel caso de los técnicos, implica la modificación de susmaneras de pensar acerca del papel de su actividad asícomo de las formas y métodos para llevarla a cabo.

Es importante anotar que, por parte de losque van a funcionar como asesores responsables,se requiere un amplio conocimiento de las posi-bilidades y características de los procesos complejos,ya sea urbanoarquitectónicos o meramentearquitectónicos. En la práctica, cada caso tienesus propias características y es necesario saberadaptarse a los procesos complejos, cambiantes,a veces turbulentos y con temporalidades quepueden llegar a ser muy diferentes a las del di-seño tradicional.

2.2.4.1 Una experiencia de diseño porGeneración de Opciones: el caso deCanal Nacional

AntecedentesEl proyecto “Canal Nacional”36, desarrollado porFomento Solidario de la Vivienda (FOSOVI AC) para

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 36. Matriz de opciones de agrupamiento de viviendas, posibilidades de estacionamiento y su relación visual.

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la Asociación Judith Reyes, es un caso muy signi-ficativo dentro de las experiencias de vivienda pro-gresiva y diseño participativo de las ONG Hábitaten México.

Entre las luchas urbanas y de vivienda que sehan dado en México, destacan las que se handesarrollado específicamente en el ÁreaMetropolitana de la Ciudad de México (esto es, elDistrito Federal y sus áreas conurbadas), en dondelos problemas de acceso a la vivienda se compli-can especialmente por la dimensión de la urbe ypor los elevados costos de la tierra. Uno de losaspectos más difíciles a los que se enfrentan lospobladores en esta ciudad es el acceso a terrenoscon una ubicación adecuada y con la infraestruc-tura y equipamientos suficientes.

La Asociación Judith Reyes surgió a partir deun proceso de lucha urbana en los años Setentaen lo que era ese momento una periferia en desarrollo.En los Noventa, el grupo consiguió un terreno alsur oriente de la Ciudad de México, que ya en esemomento se ubicaba en las zonas intermedias.En dicho lugar, la Asociación, con la asesoría deFOSOVI, realizó un primer proyecto de viviendaindividual agrupada y progresiva de alta densi-dad. Por razones diversas, la Asociación cedió unaparte del terreno original para equipamientosocial; sin embargo, se obtuvo a cambio unsegundo terreno en una zona cercana, todavíadentro del anillo intermedio de la ciudad.

En dicho terreno, ubicado al lado del CanalNacional —un viejo canal a cielo abierto donde aúncorren las aguas y de donde toma su nombre—, sedesarrolló el proyecto que nos ocupa, bajo laexperiencia de un proceso de diseño participativomediante generación de opciones.

Inicialmente, la Asociación recibió un finan-ciamiento por parte de la institución de viviendadel gobierno del Distrito Federal, FIVIDESU.Dentro de las reglas de esta institución quedabaestablecido que sus propios técnicos seríanquienes desarrollarían los proyectos para lasviviendas. El proyecto de FIVIDESU se trataba deun conjunto tradicional de viviendas y edificiosdepartamentales tipo. Tanto FOSOVI, que habíamantenido una posición crítica frente a este tipode concepción de la arquitectura habitacional,como la Asociación, que conocía algunos de losconjuntos y las viviendas de FIVIDESU, manteníanuna posición de rechazo frente a este proyecto. LaAsociación Judith Reyes, con base en su experienciaanterior de participación en un proceso de diseño,

prefirió contratar los servicios de FOSOVI paragenerar un proyecto específico para el terreno deCanal Nacional.

Método de trabajoEl proceso de diseño se realizó mediante la partici-pación activa y permanente de la comunidad. Paraeste efecto, se llevaron a cabo reuniones periódicasen donde se fueron perfilando de manera conjuntalas características del proyecto arquitectónico y delconjunto. Las técnicas más empleadas fueron aque-llas que involucraban el uso de material gráfico,como apoyo a la discusión de las diferentes opcionesentre el grupo participante. En todo momento, secontó con la participación de una comisión técnica dela Asociación, cuya tarea fue supervisar, discutir con elresto del grupo y vigilar la construcción del conjunto.

Esta experiencia participativa involucró tanto ala comunidad como a las distintas áreas de trabajode FOSOVI (trabajo social, gestión, administracióny desarrollo de proyecto arquitectónico). Estaforma de trabajo permitió que la distancia inicialentre las demandas de grupo y su realidadeconómica se fuera reduciendo.

Es importante subrayar que éste es un proyectoque podemos llamar de “autogestión”; por lo tanto,quien controla y decide cómo es el proceso de la pro-ducción habitacional es la propia Asociación. Esteproceso tiene que ver con múltiples aspectos queabarcan, entre otros, la obtención del terreno, elfinanciamiento y la adquisición de materiales. El di-seño es solamente uno de los aspectos del proceso.Si bien en este texto privilegiamos dicho aspecto, nopodemos olvidarnos del resto del proceso.37

Objetivos del proyectoDesde sus inicios, el proyecto se basó en unadecisión de la Asociación: utilizar el mismo pro-totipo de vivienda que se desarrolló para el primerconjunto. Las razones, más que arquitectónicas,fueron sociales: tratándose del mismo grupo,deberían obtener lo mismo que los demás, comopunto de partida38. Por esta cuestión, el proyectose centraría en el diseño urbano del conjunto, enespecial en la forma del agrupamiento de lasviviendas y en la definición de las característicasdel espacio habitacional urbano, que es uno delos aspectos más críticos y más fallidos en lamayor parte de los conjuntos de la llamada“vivienda social”39.

El terreno presentaba una serie de limitaciones,ya que tres de sus colindancias se habían usado

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como calles para comunicar los barrios contiguos.En principio, no existía la obligación legal de dejarlos pasos o crear calles públicas al interior del con-junto, pero se consideró que era una buena estrate-gia aceptar que se dejaran dichos pasos. LaAsociación logró negociar, a partir de esta conce-sión, una serie de apoyos de las autoridadeslocales que fueron importantes para mejorar lascondiciones del sitio.

Uno de los aspectos de mayor importancia parala Asociación era tener el mayor número posible deviviendas en el terreno. Esto implicaba buscar unatipología de vivienda que pudiera responder a estademanda. A pesar que había una decisión inicial alrespecto, como se mencionó anteriormente, sehacía necesario conocer y analizar diferentesopciones y posibilidades.

Definición de aspectos claveUna cuestión fundamental en todo proceso de di-seño participativo por generación de opciones esidentificar cuáles son los aspectos clave que tienenque discutirse con los actores involucrados, en estecaso, los futuros habitantes, los vecinos de los ba-rrios contiguos, así como las autoridades delorganismo financiero y las locales, quienes teníanque aprobar los créditos, los proyectos y las licen-cias, así como apoyar en la conexión de lainfraestructura de servicios.

Para este caso, algunos de los aspectos quehabía que analizar eran:• Las posibilidades de la vialidad, en cuanto a laconexión con los barrios aledaños.• Las posibilidades de agrupación de las viviendasen forma tal que se consiguiera una relaciónestrecha que permitiera el control de territoriosespecíficos por grupos pequeños.• Las densidades y las posibilidades espaciales delas diferentes tipologías de la vivienda• La factibilidad de la progresividad de la vivienda enrelación con las tipologías y las densidades posibles.• Las formas espaciales de los agrupamientos devivienda, buscando aquellas que permitan unamejor convivencia, cuidado, personalización asícomo una diversidad más rica de la imagen del lugar.• Las posibilidades de que el conjunto y sus edifi-cios se relacionaran y se articularan consiguiendouna mejor imagen urbana y un mejor entorno.

Generación de opcionesCon objeto de dar respuesta a los puntos anterio-res, se desarrollaron las diferentes opciones de

solución a los aspectos principales. A lo largo delproceso, se fueron encontrando otros puntos funda-mentales de decisión, como es el caso de los mate-riales y sistemas constructivos —aspectos especial-mente importantes para los grupos sociales popu-lares en la experiencia mexicana—. En este sentido,si bien no se pudieron rescatar los materiales de tra-bajo en la discusión con el grupo, cabe señalar que,en contra de lo que piensan generalmente los técni-cos y los financieros de la vivienda popular, la genteno está dispuesta a ahorrar en aspectos que tenganque ver con la calidad de la construcción, ya que deella dependen su seguridad, la durabilidad de suvivienda y la facilidad de mantenimiento, entreotros aspectos.

En la experiencia mexicana, las personas suelenpreferir la construcción tradicional (mamposterías),ya que ésta se basa en las tecnologías que conocecualquier trabajador medianamente calificado, y sepueden realizar con los materiales que se obtienen“a la vuelta de la esquina”. En estos casos, la natu-raleza propia de los procesos de diseño participativoimpide que los técnicos impongan soluciones ale-jadas de la realidad, basadas en mitos que circulanen los medios profesionales y que no funcionan enlas lógicas de estos procesos de producción socialdel hábitat.

Un ejemplo de colaboración entre técnicos ypobladores: la idea de vivienda unifamiliarprogresiva de alta densidadQueremos destacar un asunto importante, relativoal papel de los técnicos y profesionistas dentro delos procesos de diseño participativo en general y,de manera específica, en el caso del diseño porgeneración de opciones. Aunque se habla de que laconstrucción de las ideas centrales que regirán alproyecto debe hacerse de manera conjunta entrelos diferentes actores involucrados, esto puede darpie a una idea errónea que ubica al técnico única-mente como receptor de las ideas de lospobladores, en el entendido de que “ellos son losúnicos que saben qué necesitan”.

El caso de Canal Nacional nos sirve para dar unejemplo de cómo, a partir del diálogo y de la dis-cusión de diferentes opciones y, de manera impor-tante, de una concientización sobre las posiblesconsecuencias de las decisiones actuales sobre eldesarrollo posterior de los proyectos, los técnicospueden influir de manera decisiva en el mejo-ramiento de las propuestas urbano arquitectónicasde los barrios habitacionales populares.

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

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En este proyecto se conjuntó, por un lado, laexperiencia previa de los técnicos y profesionis-tas de FOSOVI y, por otro, la especificidad de lasdemandas del grupo de pobladores con el que setrabajaba.

En cuanto al desarrollo de la idea de la viviendaunifamiliar progresiva de alta densidad, se trata deuna propuesta que se había venido trabajandodesde el decenio de los Setenta entre las ONGHábitat de México, quienes habían estudiado losprocesos de autoproducción progresiva y conocíansus ventajas, en tanto permitía adaptar el cre-cimiento de las viviendas a las posibilidadeseconómicas de las familias. Sin embargo, en esosaños la discusión empezó a darse en torno a laposibilidad de aplicar estas condiciones de progre-sividad en vivienda colectiva, al trabajar con gru-pos organizados.

Las dos cuestiones fundamentales que se dis-cutían eran, por un lado, cómo se podía integrar eltrabajo de técnicos y profesionales al diseño deproyectos de vivienda para sectores de bajosrecursos, y por otro, de qué manera se podríaincorporar a los propios habitantes en las deci-siones de diseño.

Aunque las propuestas iniciales condujeron aproyectos que integraban la edificación por eta-pas, se pretendía que ese proceso de crecimientopodría estar determinado por las ideas de los di-señadores. A partir de los resultados de losprimeros proyectos, resultó evidente que los diseña-dores proyectaban a partir de sus propias, y muylimitadas, concepciones sobre cómo se debíanorganizar las viviendas, qué materiales eran ade-cuados, qué tipo de sistemas constructivos sedebían usar, etcétera. Este tipo de aproxima-ciones, derivadas de la formación tradicional y delas ideas sobre lo que debe ser el trabajo de unarquitecto, evidentemente dificultaron las rela-ciones con las organizaciones sociales, tantodurante el proceso de realización de los proyec-tos como en el momento en que las viviendaseran ocupadas y crecían en formas no previstaspor los diseñadores.

Fue así como se hizo patente la necesidad de unmétodo de diseño que, desde el inicio del proceso,integrara las concepciones que los propiospobladores tenían sobre su vivienda. En la búsquedade una forma de trabajo que integrara participacióny progresividad, diferentes grupos profesionales yacadémicos exploraron la aplicación de algunos delos métodos que revisamos en capítulos anteriores,

como el lenguaje de patrones o los soportes y,finalmente, el diseño por generación de opciones.Cabe destacar que algunos de estos métodospueden aplicarse de manera combinada, como hasido el caso de varios proyectos desarrollados porlas ONGS mexicanas, que combinaron la teoría delos soportes con la generación de opciones y condiversas técnicas participativas.

Paralelamente a la construcción teórica, pormedio de la investigación de campo, se estudiaronlos procesos de poblamiento y de progresividad enlas viviendas, se hicieron estudios comparativos delas ventajas y desventajas de las distintas tipologíasde vivienda (dúplex, en departamentos, individual)y se concluyó que, en el ámbito urbano, las vivien-das en lote individual permitían un mayor númerode posibilidades de crecimiento. Sin embargo, elelevado costo del suelo en zonas centrales e inter-medias, hacía indispensable la alta densidad, estoes, un gran número de viviendas individuales enpoco terreno. Así es como se llegó a la propuesta deviviendas individuales con crecimiento vertical pro-gresivo, ocupando superficies de alrededor de 35metros cuadrados, vinculadas a patios o claustros yagrupadas con otras viviendas, en pequeños sub-conjuntos de ocho a doce viviendas.

Con esta tipología se desarrollaron proyectoscon densidades de 125 a 150 viviendas por hec-tárea, mayores en algunos casos a las densidadesobtenidas por los conjuntos departamentales ensupermanzanas. Hay que considerar también que,además de la densidad, con la vivienda unifamiliaren alta densidad se prevé la posibilidad de cre-cimiento progresivo.

Es importante señalar que, como se verá a con-tinuación en las gráficas del proceso de diseño deCanal Nacional, ante la demanda por parte de laAsociación de tener el mayor número posible deviviendas en el conjunto, se trabajaron con ellosdiferentes propuestas, desde la vivienda departa-mental hasta la vivienda unifamiliar. Una vez estu-diadas y analizadas las opciones, sus ventajas ydesventajas, se seleccionó la vivienda unifamiliarprogresiva como tipología para el desarrollo delproyecto, y a partir de ella, se trabajaron a su vezdiversas opciones de agrupamiento, de conforma-ción de los espacios comunes y de vinculación conel entorno urbano.

A continuación, se presentan una serie de gráficasque ilustran el proceso descrito anteriormente.

La gráfica número 1 presenta la situación originaldel predio, con los pasos a los barrios vecinos.

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Figura 38. Gráfica 1. Situación original del predio.

Figura 39. Gráfica 2. Primera opción.

En la gráfica número 2, se presenta una primeraopción relativa a la situación original del predio: dejar elderecho de paso hacia los barrios vecinos. Igualmente,

se genera una traza que permite la división del predioen partes, por un requerimiento legal de dividir lapropiedad en condominios más pequeños.

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Las gráficas 4, 5 y 6 presentan opciones de circu-lación y agrupamiento para vivienda departamentalen altura, sin posibilidad de crecimiento progresivo40.La demanda de superficie por vivienda fue establecida

por la organización, después de una serie de discu-siones sobre sus expectativas y capacidades de finan-ciamiento, de aportar trabajo en autoconstrucción yde búsqueda de apoyos complementarios.41

En la gráfica número 3 se presenta una segundaopción: eliminar el derecho de paso a los barriosvecinos y cerrar el conjunto por sus colindancias

internas. La vinculación con la zona sólo se da porlos accesos al frente del conjunto.

Figura 40. Gráfica 3. Segunda opción.

Figura 41. Gráfica 4. Agrupamiento multifamiliar.

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Figura 42. Gráfica 5. Agrupamiento multifamiliar.

Figura 43. Gráfica 6. Agrupamiento multifamiliar.

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En las gráficas número 7, 8 y 9 se presentan enforma similar las opciones de traza, vialidad, circu-laciones peatonales y vehiculares, en este caso,con base en el prototipo escogido de su experiencia

anterior, vivienda unifamiliar progresiva. Se ana-lizan también distintas densidades, basándose enla posibilidad de dejar espacios de uso colectivo enel conjunto.

Figura 44. Gráfica 7. Agrupamiento multifamiliar.

Figura 45. Gráfica 8. Vivienda unifamiliar progresiva.

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Las gráficas 10 a 13 ilustran los diferentes acuerdosque se tomaron y que fueron:• Mantener la servidumbre de paso• Vivienda unifamiliar progresiva• Vivienda agrupada en claustros de formas diversas,

alrededor de áreas comunes.• Privilegiar las circulaciones peatonales sobre lasvehiculares.• Lograr la mayor el mayor número de viviendas progre-sivas posibles dentro de esta concepción espacial.

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Figura 46. Gráfica 9. Vivienda multifamiliar progresiva.

Figura 47. Gráfica 10.

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Figura 48. Gráfica 11.

Figura 49. Gráfica 12.

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Figura 51. Gráfica 14. Quinto acuerdo.

Por último, las gráficas 15 y 16 presentan el resul-tado final, con núcleos independientes y diversos ensu conformación espacial y con agrupaciones de 8 a16 viviendas. Se observa, como cumplimiento a unrequerimiento establecido previamente42, cómo elconjunto se alinea a la calle. Las viviendas que danla cara hacia ella ayudan a armar la imagen urbana

al establecer una relación definida del conjunto consu contexto urbano, y coadyuvan a la seguridad dela vía pública. Este aspecto es de gran importanciaen el contexto actual mexicano, ya que, por losproblemas de inseguridad, la gente tiende a en-cerrarse en núcleos aislados y se pierde el valor delespacio público y su importancia en la ciudad.

Figura 52. Gráfica 15. Vivienda unifamiliar.

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A modo de conclusiónFinalmente, presentamos algunas fotos del con-junto en su estado actual, en las que es posibleobservar el crecimiento de las viviendas. La pre-visión de crecimiento hasta tres pisos se superó yun número importante de viviendas ha llegado alos cuatro niveles. Esto nos hace ver que elconocimiento de la progresividad, de los procesosde la construcción popular de viviendas y de laslógicas económicas, sociales, arquitectónicas, sig-nificativas y simbólicas es aún poco conocida.

Es conveniente señalar que las opcionesfinales fueron el resultado de la exploración deotras opciones iniciales, que sirvieron primero algrupo proyectista y después se usaron para las dis-cusiones y las decisiones iniciales con la comisióntécnica de la Asociación. Estas sirvieron principal-mente para ser presentadas al resto de los miem-bros participantes en grupos pequeños y en asam-blea plenaria para su aprobación final. Cabe señalarque para optimizar los procesos de participación,las cooperativas o asociaciones mayores de 30 o50 familias deben empezar a dividirse en grupos dediez o quince familias para discutir y tomar deci-siones que se pasan a la comisión técnica y posterior-

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Figura 53. Gráfica 16.Núcleos independientes de viviendas en torno a un espacio común.

mente, las decisiones más importantes o conflicti-vas se pueden ratificar en asambleas generales.

Asimismo, es importante enfatizar que resultaconveniente que las diferentes decisiones que sevayan tomando se firmen de conformidad por losdiferentes participantes, dado que suele haberdiversos cambios de opinión a través del proceso.Esta medida facilita la discusión o arreglo posterior.Una de las características de estos procesos es quesiempre están reducidos de tiempo y recursos. Sinembargo, no se debe permitir que esta situaciónafecte la calidad y eficacia del proceso.

Otro aspecto que también es importante anotares que los procesos participativos sociales tienenuna corta historia en nuestros países y aún másentre las clases populares. Por lo tanto, es comúnque no se tenga experiencia o una cultura de laparticipación. Este aspecto tiene que ser trabajadoal mismo tiempo que se desarrolla el proceso. Al noexistir muchos espacios de discusión democráticaen estas sociedades, los procesos participativosdestapan la “Caja de Pandora” y surgen o se venti-lan en ellos múltiples problemas, cuya posibilidadde solución generalmente rebasa las posibilidadeso la competencia del proyecto específico.

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Figura 54. El conjunto habitacional en su estado actual.

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SoportesEl método de soportes es indicado particular-mente para desarrollos de vivienda de gran escalaen altas densidades.Algunas de las características principales de estemétodo son:

• Es útil en diseño a gran escala.• Permite compatibilizar la producción industrial ymasiva de componentes con la expresión individualen la vivienda.• Implica la participación de los usuarios en la viviendaaún cuando éstos sean una población anónima en elmomento del diseño.• La participación del usuario en la configuración dela vivienda es permanente.• Es susceptible de ser adaptado a condiciones deproducción poco industrializadas.• El análisis de espacios para la determinación desoportes es muy útil para entender las tipologíasexistentes y sus características. Este aspecto puedeser combinado con otros métodos participativos.

Por otro lado, algunas de las limitaciones de laaplicación de este método tienen que ver con queel proceso de diseño es muy elaborado y compli-cado, ya que supone una larga secuencia depasos y operaciones, realizadas sólo por personalcapacitado en el método. En cuanto a la partici-pación de los usuarios, en muchos casos elusuario no necesariamente se comunica con losarquitectos, de tal suerte que puede no estar altanto de cómo modificar el espacio de su vivien-da; es decir, si el habitante-usuario no participadel proceso de diseño, el sistema de los soporte ylas unidades separables corre el riesgo de no serusado en la realidad.43

PatronesUna “nueva aproximación al diseño” que permite unespectro amplio de aplicaciones, desde el diseño urbanohasta la remodelación de pequeños espacios domésticos.

Algunas de las características principales deesta aproximación son:

• El ejercicio constante de definición de patrones ayudaa “ver” los espacios de diferente manera. Buscandopatrones, la percepción de los espacios se agudiza.

• El lenguaje de patrones parte de la base de quetoda persona es capaz de dar forma a su propioentorno, no sólo los técnicos y especialistas.• El entorno construido es el resultado de la inter-vención de muchas personas a través del tiempo. Eldiseño por sí solo no puede resolver la cualidad deun espacio.• Supone la utilización de tecnologías accesibleslocalmente.• Se basa en el respeto por la vida: los otros, elmedio ambiente, las plantas y los animales.

Algunas de las limitaciones de aplicación dellenguaje de patrones tienen que ver con la escasaclaridad del método en su conjunto. Si bien sedescriben con precisión los principios generales,operativamente el proceso es complicado. Por otrolado, la excesiva división del entorno construido eninfinidad de partes que se supone deben estar vin-culadas entre sí, hace que la aplicación práctica dellenguaje sea muy difícil.

En cuanto al nivel de participación de los usuarios,si bien el método pretende que cualquier personapueda construir su propio lenguaje de patrones, en lapráctica (tal es el caso del PREVI) la gente es sólo elsujeto de la observación de los técnicos, quienesfinalmente establecen las reglas del juego.

El Método de LivingstonMétodo que sirve básicamente para mejoramientode vivienda unifamiliar. También puede aplicarsepara diseño de vivienda nueva.

Algunas de las principales características deeste método son:

• El método es muy claro. Tiene una secuencia depasos ordenada y sencilla.• Incorpora el diálogo entre técnicos y usuarioscomo parte sustancial del diseño.• Los usuarios expresan tanto sus deseos como susquejas respecto a los lugares que habitan a travésde juegos, basados en dinámicas tomadas de lapsicología.• Los técnicos cuentan con un cúmulo de informa-ción (fotografías, croquis, dimensiones, etcétera)para tomarla en cuenta en el proceso de diseño.• Muy importante: establece una manera de cobrarlos servicios del arquitecto en función de un servicio

2.3 Análisis comparativo de los métodos

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específico. Tanto el arquitecto como el clientetienen claridad de cómo es el proceso de desarrollodel proyecto, cuáles son sus productos finales ycuánto cuesta cada parte del proyecto.

La principal limitación en la implementación delmétodo de Livingston es su punto de partida: laarquitectura como una profesión de servicio, cuyafinalidad no es la forma del edificio-vivienda, sinola máxima satisfacción posible de los clientes-habi-tantes, con el mínimo de inversión posible. Estepunto de partida difiere de la concepción de laarquitectura tradicional o académica, tan preocu-pada por la forma. La aplicación de este método—como pasa en otros métodos participativos—requiere que nos quitemos de encima una serie deprejuicios para poder realmente establecer un diá-logo con nuestros clientes. Por otro lado, el métododebe ser aplicado caso por caso, familia por familia.Hay quienes dicen que esto es imposible, ya que elproblema de la vivienda es un asunto de grandesmasas, cuya única solución es la vivienda tipo, a locual Livingston responde “la salud también es unproblema masivo, sin embargo, a ningún médico sele ocurriría hacer recetas tipo”.44

Generación de opcionesSe trata de un método de diseño participativo aplica-ble en distintas escalas, desde el barrio o zona,hasta la vivienda individual. Sirve básicamente paratrabajar con grupos organizados.

Algunas de sus principales características son:• Supone una aproximación compleja e integral a lavivienda, ya que abarca aspectos sociales, técni-cos, legales, económicos y ambientales.• Permite distintos grados de participación de acuerdo

a la capacidad o voluntad de los usuarios.• Puede adaptarse a procesos de toma de decisióndonde los usuarios futuros sean desconocidos.• La participación de los usuarios abarca un ampliorango de opciones, desde la construcción de ideasiniciales hasta el desarrollo del proyecto y la super-visión de su construcción.• Se acepta el principio de que todo problema dediseño tiene múltiples soluciones posibles, y que ladecisión sobre cuál de ellas resulta más conve-niente se toma a través de un consenso entre laspartes involucradas. El técnico no toma las deci-siones por su cuenta.• Se requiere de trabajo colectivo e interdisciplinario.

La implementación práctica de este métodopuede ser complicada, porque supone una aproxi-mación al quehacer de la arquitectura muy dife-rente del tradicional. Se requiere un conocimientoprofundo sobre técnicas de participación con gru-pos y sobre cómo éstos se organizan y se manejan.Otra de las limitantes de esta aproximación es eltiempo, ya que se trata de un proceso más largo ycomplejo que el proceso tradicional de diseño,porque se involucran más actores y, por tanto, máspuntos de vista y opiniones.

En cuanto al papel de los diseñadores, la puestaen práctica de la generación de múltiples opcionesde diseño supone una manera de trabajar que debeaprenderse y perfeccionarse, lo cual requiere detiempo y experiencia.

No hay que perder de vista que en muchoscasos los propios usuarios no aceptan el nuevo rolprofesional de los técnicos, porque lo que esperanson soluciones, sin importar que su opinión sea ono tomada en cuenta.

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I. OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN

A nálisis de la situación actual. ¿Qué se tiene?¿Qué se quiere? ¿Qué se puede? ¿Cuáles sonlas prioridades?

La etapa de obtención de información es de sumaimportancia en el proceso de diseño participativo, yaque en ella se toman decisiones fundamentales queguiarán a las etapas subsecuentes. Cabe destacarque, dependiendo de la aproximación metodológicaque se escoja, el rango de participación de la gentevariará desde ser sólo informantes y objetos de laobservación de los técnicos, hasta ser actores princi-pales en la toma de decisiones.

Es necesario mencionar que mucha de la informa-ción obtenida en esta etapa corresponde más a cues-tiones de planeación que propiamente de diseño. Porejemplo, decidir si habrá un parque en un conjuntohabitacional es una decisión de planeación, que obvia-mente afectará al diseño, pero que aún no nos dainformación sobre la forma de ese parque.

Visita de campo (también conocida comoobservación participante)

Se trata de uno de los ejercicios más comunes pararecabar información sobre el sitio a intervenir. Se puedellevar a cabo con o sin participación de los pobladores,dependiendo de la información que se requiera.

¿Cómo se hace una visita mixta (técnicos ypobladores)?• Se planea la visita de manera que incluya loslugares importantes (en caso de un proyecto de granescala), o bien, que ayude a comprender la situacióndel predio y su entorno.• Se hace el recorrido. Generalmente se asigna unlíder de grupo que conduce al equipo y determinael ritmo del recorrido. Se recomienda no hacer gru-pos mayores a quince personas.• El grupo toma notas, dibujos, fotografías, medi-das, y recaba toda la información pertinente (latoma de dimensiones y niveles puede requerir decierto nivel de conocimientos técnicos).• Al final del recorrido, se reúnen todos los materia-les y la información generada, que posteriormenteserá procesada de tal manera que sea útil en lasetapas siguientes.

¿Qué se necesita?Papel, lápices, tablas de trabajo (que permitan tra-bajar con el papel en campo), cámara fotográficay/o de video, cinta métrica, mangueras (o algúnmedio para tomar niveles).

Considerar:Qué, quién, cuándo, cómo.• Es importante saber previamente si se tiene libreacceso al terreno, o si es necesario recabar algúnpermiso o autorización.• Esta técnica generalmente se combina con otras,por ejemplo con elaboración de diagramas o mapas. • Su organización depende en gran medida del tipode información que se requiera. Por ejemplo, sepueden realizar visitas para:

• Hacer un primer reconocimiento del terreno.• Tomar medidas y niveles (probablemente senecesite equipo especializado).• Determinar los límites del terreno (serárecomendable incluir a los dueños de prediosvecinos).• Conocer el entorno inmediato, local o regional.• Determinar la posición de árboles dentro delpredio y decidir cuáles se deberán respetar enel proyecto.• Hacer levantamientos fotográficos del terrenoy su entorno, etcétera.

Juegos

Los juegos son una manera divertida y práctica deobtener información y de facilitar el trabajo engrupo. La consigna general al aplicar los juegos esque la gente ve las cosas desde un punto de vistadiferente, de tal suerte que proporciona informaciónque de otra manera no saldría a la luz. Algunas posi-bilidades son: juegos de rol, contar historias, juegosde mesa, teatro, etcétera. Uno de los ejemplos deaplicación de juegos para el diseño es el caso delMétodo propuesto por el arquitecto argentinoRodolfo Livingston (consúltese el apartado 2.2.3).

¿Cómo se hace un juego de rol?• Se escoge un tema, en función del proyecto quese esté trabajando y de la información que seespera obtener. El tema se puede proporcionar pre-

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2.4 Técnicas de diseño participativo

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viamente por el facilitador del juego, o bien puedeser decidido por el grupo. Algunos temas puedenser, por ejemplo, la seguridad, los espacios públi-cos, los estacionamientos, etcétera.• Se enlistan los actores involucrados en el tema, porejemplo, los niños, las mamás, los conductores, lospolicías, las autoridades, los taxistas, los lídereslocales, los arquitectos, etcétera. Idealmente, habrántantos actores como participantes en el juego.• Se asigna un rol a cada uno de los asistentes.Preferentemente cada quien tendrá un rol diferenteal que desempeña en la vida real (el ama de casaserá un taxista, el taxista será policía, el niño seráuna autoridad, etcétera). Se escribe el nombre delpapel en una tarjeta y se fija de manera visible en laropa de cada jugador.• Por separado, cada quien piensa cuál sería elpunto de vista del actor que le tocó jugar conrespecto al tema del juego.• Se hace una presentación, ya sea uno por uno, obien una pequeña representación de dos o tresactores, en la que cada quien actúa según su papel.Esta presentación se puede guiar con algunas pre-guntas clave, por ejemplo: “¿Qué opina usted deque el parque esté a la entrada del conjunto?”, o“¿Dónde prefiere usted que se estacionen losautomóviles?”• Una vez terminados de discutir los puntos cen-trales del tema, se acaba el juego y todos retomansu propio papel.• Se discute sobre los distintos puntos de vistagenerados por el juego y se sacan conclusionesque informen el resto del proceso.

¿Qué se necesita?Un pizarrón o cartulina para tomar notas, tarjetas paraasignar los roles, marcadores (plumones), seguros ocinta adhesiva para fijar las tarjetas. Se puede hacermás realista con el uso de algunos disfraces sencillos.

Considerar:• Los juegos son una buena manera de involucrar alos niños en la toma de decisiones. Dependiendode cada proyecto en particular será necesariodeterminar si su participación es o no deseable.• Los juegos de actuación o de contar historiaspueden ser útiles para involucrar a gente con bajosniveles de alfabetismo.• Algunos juegos pueden resultar incómodos paraciertas personas. La gente más tímida del grupopodría sentirse más cómoda con un juego de mesaque con un juego de rol.

• El costo de implementación varía dependiendodel tipo de juego y del nivel de presentación y ela-boración. Un juego de rol como el descrito arriba esprácticamente gratuito, ya que sólo se necesitanunas cartulinas para notas y unas tarjetas para losnombres. Un elaborado juego de mesa, sin embargo,puede resultar costoso.

Dibujo de mapas

Esta técnica es muy útil para determinar cómo lagente percibe su entorno, así como para señalardiferencias de percepción entre distintas personas.Sirve también para establecer prioridades. Es par-ticularmente útil en casos de diseño urbano.

¿Cómo se hace una dinámica de dibujo de mapas?• Se decide el tema del mapa (por ejemplo, trans-porte y movilidad, actividades diarias, uso de espa-cios públicos, etcétera) y se plantean preguntasconcretas: ¿Qué actividades realiza en el barrio?¿Dónde están los lugares que visita con mayor fre-cuencia? ¿Qué lugares le gustan más/menos? ¿Endónde hacen falta escuelas, parques, tiendas,etcétera?• Se acuerda la técnica que se va a emplear paraelaborar y exhibir los mapas (papel y lápiz, colores,collage45, líneas de tiza en el piso, etcétera).• Dependiendo del número de participantes, se tra-baja individualmente o en equipos.• Se realizan los mapas. A veces puede ser nece-saria la intervención de los facilitadores para iniciarel proceso.• Se presentan los mapas y se discuten los diferen-tes puntos de vista. Se toman notas de la discusiónen pizarrones o en cartulinas.• Se hace un registro de los mapas, ya sea confotografías, por medio de dibujos o a través demedios digitales (escáner, foto/video digital), parasu procesamiento y uso posterior.

¿Qué se necesita?Dependiendo del tipo de mapa a realizar, y de cues-tiones como la duración posterior, o la posibilidadde moverlo o exponerlo en diferentes lugares, losmateriales varían considerablemente.Algunas sugerencias son: papel resistente o car-tones para la base; lápices, colores y plumonesde diferentes grosores, o bien, papeles de coloresy recortes de revistas para la elaboración delmapa. En caso de usar recortes, se necesita algúntipo de pegamento, que será seleccionado de

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acuerdo al público que vaya a trabajar en el mapa(los niños necesitarán un pegamento no tóxico yde fácil aplicación).Si se piensa hacer variaciones sobre un mapa base,es necesario tener algún papel semi-transparente(en México usamos papel mantequilla o albanene).Es deseable contar con un pizarrón o cartulinaspara tomar notas en la discusión. Dependiendo deltipo de registro que se quiera hacer, se puede usarpapel y lápiz, cámaras fotográficas y/o de video oun escáner.

Considerar:• Los mapas pueden ser tan generales o específicoscomo se requiera.• Sirven para trabajar individualmente o en equipo.• Son una manera entretenida de generar y registrarla información.• Sirven para trabajar de manera no-verbal, facili-tando una primera aproximación de la gente con ellenguaje gráfico. Se pueden usar símbolos en vezde palabras si el público asistente así lo requiere.• Proporcionan diferentes puntos de vista sobre unmismo tema.• La elaboración de mapas en distintos momentosdel proceso de diseño sirve para monitorearavances o cambios de percepción.• Se pueden usar para una exhibición, de esta manerala gente que no se involucró en la actividad puede sen-tirse motivada a participar en otro momento.

Montaje de imágenes

Este montaje de imágenes del sitio se puede hacercon fotografías o croquis (dibujos a mano). Sirvepara ubicar visualmente el contexto donde se tra-baja y así generar conciencia del entorno entre losparticipantes, por ejemplo, de la imagen urbana dela zona donde se trabaja. Se puede usar para deter-minar qué gusta y qué no gusta en relación con loque hay cerca del terreno, o bien para determinar laimagen del proyecto actual en relación a la imagendel contexto.

¿Cómo se hace un montaje de imágenes?• Se decide qué es lo que se quiere registrar, obien, que tipo de información es la que se quiererecabar. Por ejemplo, se puede hacer un montajede fachadas de una manzana o barrio, un montajede vistas internas del terreno, un montaje de lasvistas desde el terreno hacia fuera, etcétera.• De acuerdo a los recursos y medios disponibles,

se seleccionan los materiales de trabajo: fotografía,imagen digital, dibujo, etcétera. Cabe señalar queestas técnicas se pueden combinar entre sí.• Se toman las fotografías o se hacen los dibujos. Enel caso de las fotografías, es necesario pararse a lamisma distancia del objeto en cada toma, para que elmontaje no se deforme mucho por las perspectivas.• Se hace el montaje en una superficie rígida.

¿Qué se necesita?Dependiendo del tipo de montaje que se vaya arealizar, los materiales varían desde papel y lápiz,para dibujos sencillos; plumones, acuarelas o pin-turas de otro tipo, para ilustraciones más elabo-radas o, bien, cámara fotográfica y rollo de película.

En caso de contar con los recursos y el equiponecesario, el montaje se puede hacer por medio dela manipulación en computadora de imágenes digi-tales, lo cual implica que se necesita una impresorao plotter para imprimir el resultado.

En todos los casos mencionados, se requiere deuna base rígida y pegamento para hacer una láminaque se pueda exhibir.

Considerar:• Este trabajo puede ser uno de los productos gene-rados en la visita de campo (consúltese el apartadoanterior).• Se puede hacer una exhibición de montajescomo parte de un taller donde la gente expresesus opiniones sobre lo que se exhibe. Estorequiere de una preparación previa donde se hayadeterminado un tema y sus problemas princi-pales. (Por ejemplo, al analizar la imagen de unacalle se puede discutir sobre las fachadas, lasalturas de los edificios, los colores, la ubicaciónde los postes de luz, los letreros de los negocios,los materiales de construcción, los acabados,etcétera).• Los montajes de imágenes sirven tanto para tra-bajar con la gente, como para proporcionar infor-mación a los técnicos acerca de la imagen del sitiodonde se trabaja.• Pueden resultar costosos (dependiendo de lastécnicas usadas), por eso es necesario determinarsu pertinencia en el desarrollo del proyecto.• La elaboración de las láminas debe responder aluso que se pretenda dar a esta técnica y al públicoque las va a usar. Una lámina muy elaboradapuede resultar atractiva en un concurso de arqui-tectura, pero ser incomprensible para un públicono especializado.

La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

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• Un montaje de vistas puede ser útil también enotras etapas del diseño, para hacer comprensibleslos planos de un proyecto, o para la técnicaAntes/Después (véase adelante).

Lluvia de ideas

Se trata de una técnica muy popular y conocida,cuya finalidad es la generación una gran cantidadde ideas o de soluciones frente a un problemaespecífico. Dependiendo del nivel de participaciónde la gente se pueden hacer de manera colectiva(oral) o individual (escrita).

¿Cómo se hace una dinámica de lluvia de ideas?• Dependiendo del número de asistentes, se hacengrupos de entre cinco y diez personas.• Si no se ha decidido previamente el tema a discutir,se hace en este momento. La idea es acotar el tematanto como sea posible, para que todos estén tra-bajando sobre lo mismo y con la misma cantidad deinformación.• Se acuerda un tiempo para la duración del ejercicioy la manera como se desarrollará, ya sea a travésde la participación oral, o bien por escrito. • Las consignas de esta actividad: no es válido criticarlas opiniones de los demás, todas las opiniones sonválidas, entre más ideas se generen es mejor.• Durante el desarrollo de la sesión, un facilitadorhará un registro lo más preciso posible de TODASlas ideas generadas. Es posible que sea necesariasu participación a través de preguntas para alimen-tar la dinámica.• La dinámica puede concluir con la generación deideas en el plazo establecido, o bien continuar conuna evaluación de las propuestas por parte de losasistentes.

¿Qué se necesita?Un local donde los participantes puedan estarcómodos por el periodo de tiempo establecido parala dinámica, un pizarrón o cartulinas donde tomarnota de las propuestas, papel y lápiz para notas. Sise requiere, puede ser útil grabar en audio y/ovideo el desarrollo de la dinámica. En caso de queésta se haga por escrito, se necesitan papel y lápizpara todos los asistentes, así como una mesa olugar de trabajo.

Considerar:• La Lluvia de ideas es una dinámica muy econó-mica que, si se lleva a cabo adecuadamente, per-

mite obtener ideas y soluciones de múltiplesactores involucrados en el proceso de diseño.• Se debe procurar que el nivel de participación dela gente esté equilibrado entre los grupos. Ungrupo con mucha gente tímida funcionará tan malcomo uno con muchos líderes de opinión. La inter-vención del facilitador deberá procurar que todoslos asistentes participen en la generación de ideas.• La participación oral en una actividad colectiva esmejor, en tanto permite el enriquecimiento y laretroalimentación grupal, sin embargo, puede noresultar práctica en grupos donde no haya unaexperiencia previa de participación pública.

Entrevistas y cuestionarios

Las entrevistas y cuestionarios son herramientaspara la obtención de información que sirven, bási-camente para analizar la realidad existente y paradetectar problemas. Se usan generalmente confines estadísticos, por lo que requieren de un ela-borado proceso de preparación y de manejo pos-terior de la información.

Las entrevistas generalmente se aplican porun técnico a una persona o familia, mientras quelos cuestionarios pueden ser repartidos yautoaplicados a una gran cantidad de gente demanera simultánea.

¿Cómo se aplica una entrevista y/o un cuestionario?Dependiendo de la información que se espereobtener, el proceso para la elaboración y aplicaciónde la entrevista o cuestionario puede implicar algu-nas o todas las siguientes fases:• Definir el problema.• Formular las hipótesis.• Determinar la muestra.• Definir las variables.• Determinar las preguntas.• Diseñar el formato.• Pre-evaluar el instrumento (formato).• Realizar la aplicación en campo.• Evaluar la efectividad de la aplicación en campo.• Analizar los datos.

¿Qué se necesita?Personal capacitado para la elaboración del formatoy las bases estadísticas que aseguren la validez delos datos obtenidos. En el caso de las entrevistas,personal capacitado en la aplicación y llenado delformato. En el caso de los cuestionarios, sufi-cientes formatos para todos los encuestados.

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Posteriormente, se requiere personal que sepadepurar y analizar los resultados obtenidos.

Considerar:• La aplicación de entrevistas o cuestionariospuede resultar muy costosa, dependiendo, entreotras cosas, del tamaño de la muestra, de la necesi-dad de contratar personal capacitado, de la com-plejidad del formato y de la precisión de los datosque se espera obtener.• Sin embargo, la correcta aplicación de estas herra-mientas puede proporcionar información veraz yconfiable sobre lo que un grupo grande depoblación opina sobre un tema.• La aplicación de cuestionarios es más económica,ya que elimina el costo del personal capacitado quese requiere para aplicar una encuesta, sin embargo,también reduce la precisión de los datos obtenidos.• Si los cuestionarios se aplican como parte deun taller o de otra actividad colectiva, es másprobable que sean contestados y devueltos queen el caso de ser llevados a domicilio y devueltosposteriormente.• Es muy importante definir qué información seespera obtener; de otra manera, se corre el riesgo deinvertir una gran cantidad de recursos y tiempo en laobtención de datos que posteriormente no sirven, ono proporcionan la información que se espera.• Por regla general, es más fácil procesar e inter-pretar los resultados de un formato donde lasrespuestas sean de opción múltiple, que de for-matos donde la respuesta sea abierta (por ejemplo:“Su color favorito es: a) rojo, b) verde, c) azul, d)otro”, resulta más fácil de procesar que “¿Cuál essu color favorito?”).

II. DISEÑO

Esta es la etapa en la que, una vez que se ha deci-dido aquello que se quiere-desea-necesita, se pro-cede a determinar su forma. En el caso del diseñoparticipativo, la determinación de la forma de losedificios y los espacios urbanos se hace de maneracolectiva. Generalmente, la etapa de diseño se llevaa cabo una vez que se ha analizado la informaciónobtenida, sin embargo, esto no implica que el pro-ceso de diseño sea lineal, ya que en todo momentose puede generar nueva información que afecte alresto del proceso.

Cabe destacar que, a diferencia de otras etapasdel proceso de diseño, como la de obtención deinformación o la de evaluación de resultados,

que han heredado y adaptado técnicas gene-radas en otras disciplinas como la psicología ola sociología, en el caso del diseño arquitectónicolas técnicas son específicas de la disciplinaarquitectónico-urbana. El desarrollo de técnicasespecíficas para el diseño participativo es aúnincipiente.

Talleres de diseño

Se trata de sesiones de trabajo creativo grupal,donde se pueden usar planos, dibujos, juegos dediseño (ver técnica rompecabezas) o maquetas (vertécnica). Los participantes diseñan y aportan ideasjunto con los técnicos. Idealmente se llevan a cabouna vez que se ha dado suficiente informaciónsobre el problema, y que los objetivos del diseñohan sido discutidos. Su finalidad específica es tra-bajar sobre la forma de los espacios.

¿Cómo se hace un taller de diseño?• Previo a la realización del taller, se requiere de untrabajo de organización por parte del equipo téc-nico. Es necesario plantear cuál será el objetivoespecífico del taller (diseño urbano, diseño de edi-ficios, distribución de mobiliario en los espacios,etcétera), quién va a participar y cómo, cuántotiempo hay disponible, con qué recursos se cuenta,qué información tiene o deben tener los partici-pantes, etcétera.• Una vez definido todo lo anterior, hay que deter-minar qué técnicas se implementarán en el taller yelaborar el material de trabajo: planos base,mapas, montajes gráficos, maquetas, etcétera. Esmuy importante rescatar toda la informaciónobtenida en la etapa anterior, particularmenteaquella que se haya obtenido de manera gráfica.• En el momento del taller, es necesario dividir a losasistentes en grupos manejables, preferentementede cinco a diez personas, para garantizar que todospuedan participar.• El siguiente es un ejemplo de organización de untaller de diseño:a) Inicio: La gente escoge un grupo y se sientaalrededor de una mesa con planos o maquetas.b) Presentación: Los participantes se presentan (sino se conocen con anterioridad).c) Tema: El facilitador explica brevemente de quése trata el ejercicio de diseño, ya que todos losparticipantes del taller tienen información previasobre el proyecto general.d) Ideas de diseño: Los participantes usan plumones,

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lápices, recortes (dependiendo de la técnica em-pleada) para presentar sus ideas y discutirlas conlos demás.e) Resumen: Las ideas se discuten y se llega a unacuerdo dentro del grupo, que se registra para pre-sentarlo a los demás grupos.f) Registro: Alguien del cuerpo técnico se encarga deregistrar el proceso y los resultados en cada grupo.

¿Qué se necesita?Normalmente, un taller de diseño necesita lo siguiente:En la mesa de cada grupo:• Un plano base del área de trabajo.• Papel semitransparente y cinta adhesiva.• Plumones de varios colores y grosores.• Notas adhesivas o tarjetas pequeñas.• Al menos un lápiz por participante.• Blocks de notas.A la vista de todos:• Un pizarrón o cartulinas.• Mapas, montajes gráficos y toda la informaciónobtenida previamente que sea posible exhibirgráficamente.Si se usan maquetas:• Maqueta base con partes movibles.• Cartón o papel.• Tijeras, cutters y pegamento.• Notas adhesivas.

Considerar:• El costo de implementación del taller varía notable-mente dependiendo de las técnicas utilizadas.• Los grupos pueden trabajar todos sobre el mismotema, o sobre aspectos diferentes del proyecto.• La intención es que todos los asistentes par-ticipen de alguna manera. Habrá quienes no tomenla iniciativa para dibujar o intervenir activamente,pero será tarea del facilitador proporcionar losmedios para que todos participen.• Generalmente, es más fácil para los técnicos tra-bajar con planos y gráficos que con maquetas; sinembargo, éstas suelen ser más llamativas y fácilesde manipular para la gente no especializada.

Juego de diseño: rompecabezas46

El “rompecabezas” es un juego de diseño que per-mite explorar múltiples opciones de distribución deespacios y de objetos en el espacio. Se trabajasobre un dibujo base del sitio (terreno, edificio,habitación) y se elaboran recortes con dibujos delos elementos que podrían ser incorporados y mo-

dificados (es importante respetar la escala del planobase). Las distintas alternativas se fotografían odibujan, permitiendo el uso del mismo juego condiferentes grupos.

¿Cómo se hace un rompecabezas?• Se plantea claramente el objetivo del juego, quépartes son fijas, qué partes se pueden mover ycuáles son los criterios para moverlas.• Se elabora una lámina base (de preferencia conun soporte rígido) con aquellos elementos queserán fijos (el terreno, árboles, postes, objetosexistentes, etcétera).• Se elaboran las partes movibles, con la mismaescala de la lámina base.• El juego se utiliza como parte de un taller de di-seño, donde los grupos o individuos manipulan laspiezas y propones distintas soluciones.• Se registran, en dibujo o fotografía, las distintasopciones encontradas para su posterior discusión.

¿Qué se necesita?Un plano base y piezas movibles, cintas adhesivas,block para notas, lápices y algún medio para el re-gistro de las opciones, ya sea en dibujo ofotografía. Es conveniente tener a la mano materialpara piezas movibles extras, o para reponer piezasdañadas.

Considerar:• El costo de implementación varía dependiendo delgrado de realismo de las piezas y del tipo de mate-riales utilizados. Puede hacerse con dibujos sencillossobre papel, lo que resulta muy económico.• Para una mejor comprensión por parte de los par-ticipantes, es conveniente hacer el dibujo lo másrealista posible.• Las partes movibles pueden ser en dos o tresdimensiones, aun cuando la base sea plana.• Es una herramienta sencilla de utilizar, divertida yatractiva que permite considerar diferentesopciones de solución a un mismo problema.

Maquetas

Las maquetas son una de las herramientas másefectivas para involucrar a la gente en las decisionesde diseño, ya que permiten percibir y manipular elespacio en sus tres dimensiones. Dependiendo delproyecto, la gente puede modificar diversos aspectos,desde la posición de muebles y muros, hasta la dis-tribución de los espacios en su totalidad.

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¿Cómo se hace una maqueta de trabajo?• Antes de iniciar la elaboración de la maqueta, esnecesario determinar qué partes de ella serán fijasy cuáles serán móviles.• La maqueta se hace de tal manera que las per-sonas que la vayan a manipular tengan acceso losespacios necesarios. Si se requiere hacer una dis-tribución en interiores, habrá que hacer unamaqueta por cada nivel del edificio a trabajar. Si,por otro lado, se trata de hacer una distribución deedificios en un terreno, las maquetas de los edifi-cios pueden ser volumétricas.• La maqueta se puede usar junto con otrosmedios (gráficos, planos, mapas, etcétera) en untaller de diseño (ver técnica anterior). Los partici-pantes manipulan la maqueta y sus piezas hastaencontrar una o varias soluciones para el problemaplanteado.• Se hace un registro en dibujo o fotografía de cadauna de las soluciones encontradas, para su poste-rior análisis y discusión.

¿Qué se necesita?Los materiales necesarios para hacer una maquetavarían dependiendo de la escala que se va a traba-jar, de su duración, de su facilidad de manipu-lación, etcétera.Una maqueta sencilla de trabajo puede hacerse con:a) Un plano base de cada planta del edificio y desus alzados.b) Una base rígida.c) Cartón grueso reciclado (en México se llamacartón corrugado).d) Pegamento blanco o transparente.e) Tijeras, navaja y tabla para cortar.f) Papel de colores, fácil de doblar, cortar y manipular.

Considerar:• Se pueden hacer maquetas de diferentes materiales,pero al tratarse de maquetas de trabajo, se recomiendausar materiales económicos y resistentes. • El nivel de detalle dependerá de los objetivosespecíficos para los que se vaya a utilizar la maquetadentro del taller.• Es importante usar una escala suficientementegrande para que la maqueta pueda ser efectiva-mente manipulada.• Una técnica efectiva para elaborar maquetas de ma-nera rápida (por ejemplo, para elaborar piezas duranteel taller de diseño) es la del cartón doblado, en la quelos edificios se desarrollan en un cartón plano, ydespués se doblan y pegan para darles volúmen.

III. RETROALIMENTACIÓN, EVALUACIÓN

Esta etapa del proceso de diseño incluye la exposi-ción de resultados para su evaluación así como ladiscusión de ideas posterior a un primer ejerciciode diseño. Sus productos suelen generar nuevainformación para el diseño.Es importante destacar que diseño y evaluacióninteractúan en un proceso que culmina (ideal-mente) con una solución consensada.

Catálogo de opciones

Un catálogo de opciones permite tomar decisionesde diseño dentro de un marco predeterminado deposibilidades. Permite poner a la consideración deun gran número de personas una serie de opcionesdesarrolladas por los técnicos, o por equipos detécnicos y pobladores. Las opciones se presentanen la forma de un menú gráfico, con dibujos, mon-tajes y/o fotografías.

¿Cómo se hace un catálogo de opciones?• Las opciones que se van a presentar para dis-cusión y selección se desarrollan, ya sea por lostécnicos o por un grupo de técnicos y pobladores.Esta técnica sirve para presentar y decidir sobre ungran número de aspectos de diseño y planificación,desde cuestiones generales, como la ubicación deviviendas en un predio, hasta cuestiones tanespecíficas como la selección de materiales para elacabado de una habitación.• Se generan menús simples, de la manera más grá-fica posible, con un número limitado de opcionescada vez (se recomiendan tres a seis opciones pormenú).• El catálogo de opciones se puede usar comoparte de un taller de diseño, o bien, como un mediode consulta a distancia.• Los participantes de la dinámica toman deci-siones basadas en las opciones presentadas. Estopuede hacerse de manera individual o en equipos.• Se hace un conteo de las opciones que son mayo-ritariamente seleccionadas.• Un ejemplo de menú de opciones simple es:

• Se presenta un menú con seis imágenes deviviendas, ya sea en dibujo o en fotografías.Estas imágenes fueron generadas anterior-mente por los técnicos, o como parte de untaller de diseño.• Se plantea una pregunta específica: ¿Cómo legustaría que se viera su vivienda?, o bien, ¿Cuál

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vivienda le gusta más y cuál no le gusta?• Se registran todas las respuestas y se haceun conteo.

¿Qué se necesita para hacer un catálogo de opciones?Un catálogo de opciones simple se puede hacer conpapel y lápiz y ser fotocopiado para generar un grannúmero de documentos de trabajo. El uso defotografías puede ser particularmente útil cuando sehacen selecciones de materiales de construcción, obien cuando se requiere tomar decisiones sobre imá-genes realistas, especialmente cuando la gente noestá familiarizada con la abstracción de los dibujos.

Otra posibilidad de trabajo es el uso de com-putadoras que vayan mostrando las distintasopciones de diseño, ya sea en dibujos, fotografíaso con maquetas virtuales. La ventaja del uso de lacomputadora es que las decisiones se pueden regis-trar y procesar fácilmente a través del uso dehojas de cálculo o de programas sencillos. Ladesventaja es el costo del equipo necesario, y lanecesidad de ser manipulado por alguien conconocimientos de cómputo.

Considerar:• Ya que esta técnica es útil para consultar a ungran número de personas, es conveniente pensaren la posibilidad de reproducir los documentos detrabajo de manera sencilla y económica. Por ejem-plo, un documento con dibujos o fotografías a colorpuede resultar muy atractivo, pero es más difícil ycostoso reproducirlo a gran escala.• Es necesario presentar las distintas opciones demanera clara, de preferencia gráficamente; sinembargo, hay veces en que es necesario recurrir aluso de textos para explicar las diferencias entreuna y otra opción.• Para la presentación de opciones se puede recurriral uso de diferentes tipos de diagramas (ver técnica).• Las opciones se pueden presentar con referenciaa los costos de su implementación, para hacer másrealista la toma de decisiones.

Diagramas

Son una manera muy útil de presentar informaciónde manera gráfica y ordenada para su discusión.Algunos ejemplos de diagramas son:

• Calendarios: Particularmente útiles para entenderfenómenos estacionales o temporales, por ejemplo, elclima, las actividades escolares, el turismo, etcétera.

• Diagramas de flujo: Generalmente, ponen demanifiesto los componentes de un problema y lasrelaciones entre ellos. Son particularmente útilespara ilustrar causas y efectos.• Matrices: Retícula que permite combinar dosvariables. Es una de las herramientas centrales deldiseño por generación de opciones ( consúltese elapartado 2.2.4).• Líneas de tiempo: Sirven para exponer secuen-cias de eventos.• Organigramas: Sirven para conocer la organi-zación de una institución, de un proceso, o bienpara jerarquizar actividades.

¿Cómo se hace un diagrama de matriz?Considerando que esta es una de las herramientasmás útiles para el diseño y la discusión deopciones, a continuación desarrollamos con másdetalle la elaboración de una matriz:• El principio general de la matriz es la combinaciónde dos variables a través del uso de una tabla:

• La determinación de las variables dependerá delos resultados esperados en relación con el problemade diseño (por ejemplo: distribución de viviendasen un lote, tipos de vivienda, vialidades, estacio-namientos, usos de suelo, etcétera).• Las variables y sus diferentes opciones puedenser expuestas a través de texto o de gráficos. En elcaso del diseño participativo, se recomienda el usode gráficos.• El uso de la matriz permite visualizar las diferen-tes opciones que resultan de la interacción de lasdos variables escogidas (para mayor información yejemplos del uso de matrices, consúltese el apartado2.2.4, generación de opciones).• Si se emplean como parte de un taller de diseño,es necesario registrar las discusiones que se dan entorno a las opciones presentadas, particularmentesi se llega a consensos sobre una opción preferida.

¿Qué se necesita?Los diagramas en general pueden ser usados de muydiferentes maneras. Una de ellas es la generación de

Opción a Opción b

Opción 1 1 a 1 b

Opción 2 2 a 2 bVari

able

IVariable II

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láminas para la exposición de resultados en untaller de diseño. En este caso, es recomendablehacer los diagramas a una escala tal que puedanser vistos por una gran cantidad de gente en unauditorio. Esto no supone necesariamente uncosto elevado, ya que las láminas pueden hacersesobre un papel blanco y usando plumones gruesosde colores.

Los diagramas pueden también generarse porcomputadora, para ser expuestos a través de dia-positivas. En todo caso, esta solución requiere deun equipo costoso.

Considerar:• Es muy importante seleccionar el tipo de diagramade acuerdo con los resultados que se espere obte-ner. No todos los diagramas sirven para lo mismo.• Un vez seleccionado el tipo de diagrama, es muyútil definir un código gráfico (por colores,tipografías, etcétera) para diferenciar unas varia-bles de otras.• Tanto el tipo de diagrama, como la selección delcódigo gráfico, dependerán del público con el quese trabaje, de su familiaridad con el uso de diagra-mas, de su capacidad para entender los contenidosy la manera de presentarlos, de su nivel de alfabe-tismo, etcétera.

Antes/Después

Esta técnica consiste en presentar de maneragráfica el sitio antes y después de la intervenciónpropuesta (a través de dibujos o fotomontajes).Permite prever las consecuencias de las decisionestomadas antes de su realización. Igualmente, per-mite visualizar diferentes opciones y compararlasentre sí.

¿Cómo se hace una lámina “antes-después”?• Se toman fotografías o dibujos a mano del sitiodonde se trabaja. Idealmente se selecciona una ovarias vistas que vayan a ser modificadas notoria-mente, o bien, algún aspecto que haya resultadopolémico y de difícil decisión en los talleres dediseño. • Se arma un “montaje de imágenes” (ver técnicaanterior).• Sobre el montaje, en papel semitransparente, sedibuja el nuevo proyecto y se ilustra de la maneramás realista posible.• Se arma una lámina donde se exponen Antes yDespués de la intervención propuesta.

¿Qué se necesita?Si se hace con dibujos, se necesita papel, lápizy algún medio para ilustrar (lápices de colores,acuarelas, etcétera). Si se hace con fotografías,cámara y película. En ambos casos se necesitapapel semitransparente para dibujar sobre elmontaje, y una base rígida para dar soporte ala lámina. También se requieren tijeras, cuttersy pegamentos.

Esta técnica puede hacerse también con equipoy programas de cómputo, a través del uso defotografías digitales, maquetas virtuales y algúnprograma de edición de imágenes. El resultado deltrabajo puede ser impreso, o bien ser expuesto pormedio de diapositivas.

Considerar:• Esta técnica permite visualizar de manera inme-diata las consecuencias de una decisión de diseño,ya que el lenguaje gráfico que utilizan suele sermás realista que aquel usado en los planos y otrostipos de representaciones abstractas usadascomúnmente por los arquitectos.• Puede resultar costosa y elaborada, por lo quehay que considerar la factibilidad de su aplicación.• Se recomienda utilizarla para presentacionesfinales de proyecto.

Exposiciones interactivas

Las exposiciones interactivas se pueden hacer pormedio de láminas de dibujo, fotografías y maque-tas. Las propuestas se exponen ante un grupo depersonas que dan sus opiniones por distintosmedios: hojas de votación, notas pegadas a lasláminas, anotaciones en paneles o pizarrones, obien verbalmente en una asamblea. Su contenido ynivel de detalle dependerán de los objetivos que sepersigan.

¿Cómo se hace una exposición interactiva?• Se selecciona cuidadosamente el material quese va a exponer. Este puede ser el resultado de lostalleres de diseño, o bien de la elaboración poste-rior de los datos generados a través de ellos.Generalmente se trabaja con materiales gráficos,como pueden ser: montajes de imágenes, diagra-mas, láminas de antes-después, mapas, etcétera(ver técnicas). También se puede trabajar conmaquetas.• Se determina cómo va a darse la participación dela gente con la exposición (grado de interactividad).

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Se sugiere: a) Carteles en blanco con preguntas, donde lagente pueda escribir directamente.b) Tarjetas con opiniones que pueden ser adheridasa las láminas.c) Etiquetas de colores que representen la opiniónsobre ciertos aspectos del proyecto (verde = de acuerdo,amarillo = sin opinión, rojo = en desacuerdo).d) Pequeños talleres guiados con preguntasespecíficas, de manera oral.• Durante el desarrollo de la exposición se hace unregistro de las respuestas y opiniones generadas.

¿Qué se necesita?Material para exponer, ya sea elaborado por lostécnicos o elaborado durante los talleres de diseño;material para interactuar con la exposición (carteles,

tarjetas, etiquetas, etcétera), cintas adhesivas,pegamentos, lápices y plumones.

Considerar:• El tipo de material que se expone dependerá delos objetivos de la exposición, del público asistentey de los recursos disponibles.• La interactividad de las exposiciones no se hacecon el fin de entretener a la gente durante su parti-cipación, sino de obtener información útil, por ello,es necesario pensar de qué manera se puedenprocesar los datos obtenidos antes de llevar a cabola exposición (por ejemplo, qué preguntas se res-ponderán en los carteles de opinión, cómo se con-tarán los votos con etiquetas de colores, de quésirve generar esa información dentro del proceso dediseño, etcétera).

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Lejos de haber agotado los temas cen-trales, creemos necesario insistir en quelas propuestas de este libro se exponencomo material para nutrir el debate y ladiscusión, con la esperanza de que, al ser

llevadas a la práctica, se enriquezcan y se comple-menten. Tal como señalábamos en los capítulos ini-ciales, se hace necesaria una construcción colectivay transdisciplinaria del conocimiento si se pretendegenerar propuestas de solución viables y profundasa problemas complejos como el del hábitat. En estemarco, pensamos que los contenidos de este librocumplen con el cometido fundamental de siste-matizar y difundir las bases de un enfoque integral,complejo y articulado, que dé un fundamentometodológico a una práctica del diseño basada enla participación, y que se inserte en un sistema deproducción social del hábitat.

Sabemos de antemano que las propuestas deeste libro se enfrentan a muchas limitaciones: elconflicto acentuado entre las formas tradicionalesde ejercer el diseño y el nuevo rol para los técnicos;la incipiente cultura de la participación social, espe-cialmente entre los sectores más pobres de lassociedades latinoamericanas; la necesidad de unareformulación del papel del Estado en la produccióndel hábitat; la falta de desarrollo en las herramien-tas específicas de diseño participativo, la falta dedifusión y de discusión sobre estos temas, etc.

En todo caso, es necesario señalar que, a pesarde las grandes limitaciones, sí es posible pensar eintervenir en la producción del hábitat desde unaperspectiva que responde a la complejidad de larealidad social, tal como dan cuenta los casos quepresentamos en los apartados relativos a lasmetodologías de diseño participativo. Reiteramosuna vez más que los casos seleccionados para

ejemplificar las metodologías son apenas unamuestra de las diversas posibilidades de aplicaciónde las técnicas participativas y reconocemos que esnecesario realizar una documentación, evaluacióny difusión de muchos otros proyectos realizados endistintas regiones del planeta y que, como sabemostodos, no salen retratados en las revistas comer-ciales de diseño. Se hace necesario, pues, unseguimiento más detallado que de cuenta de estaotra manera de intervenir en la configuración de losasentamientos humanos.

En un contexto de creciente desigualdad social,de degradación ambiental y de exclusión, las ciu-dades latinoamericanas se siguen construyendodía con día; en ellas, los asentamientos y barriospopulares crecen frente a nuestros ojos, con susaciertos y sus errores, generalmente gracias a losesfuerzos de cada una de las familias que los habi-tan y construyen. Ante este panorama, los técnicosy profesionistas del diseño y la planeación enfren-tamos una disyuntiva: podemos seguir proponiendosoluciones simples, parciales e incompletas,basadas en una práctica tradicional y en nuestralimitada manera de ver el mundo; o bien, podemosaceptar que, para hacer propuestas que realmentetiendan a buscar una mejoría en la calidad de vidade sus pobladores, es necesario enfrentar nuestraintervención en la producción del hábitat desdeuna perspectiva completamente diferente, a partirdel reconocimiento de la complejidad inherente alos procesos sociales, y a través del uso de herra-mientas, metodologías y técnicas alternativas.Esperamos que el presente libro haya ayudado afortalecer esta última posición: la única vía posible,desde nuestra perspectiva, a una práctica comprome-tida y viable de nuestras profesiones en los procesosde producción del hábitat.

Conclusiones

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1 Hanno Weber y Michael Pyatock, “Reaprendiendo a diseñar enarquitectura” (primera parte), en Revista ArquitecturaAutogobierno, núm. 1, México, UNAM, Escuela Nacional deArquitectura-Autogobierno, octubre de 1976.

2 Hanno Weber y Michael Pyatock, “Reaprendiendo a diseñar enarquitectura” (segunda parte), en Revista ArquitecturaAutogobierno, núm. 2, México, UNAM, Escuela Nacional deArquitectura-Autogobierno, noviembre de 1976, p. 8.

3 Hanno Weber y Michael Pyatock, “Reaprendiendo a diseñar enarquitectura” (primera parte), op. cit., p. 9.

4 J. N. Habraken et al., El diseño de soportes, Barcelona,Gustavo Gili (GG Reprints), 2ª ed., 2000, p. 10. (Originalmentepublicado en Holanda en 1974).

5 Habraken, op. cit.

6 Las imágenes que ilustran este apartado fueron tomadas dellibro El diseño de soportes, op. cit.

7 Habraken define un estándar como “un acuerdo verificablepreestablecido que es válido por un periodo de tiempo específico,dentro de un contexto específico y para gente específica”.

8 Los proyectos de ambos casos fueron realizados por JorgeAndrade y los equipos estuvieron dirigidos en el primer caso porEnrique Ortíz y en el segundo por Gustavo Romero

9 Las vecindades son edificios multifamiliares, con viviendasdistribuidas alrededor de uno o más patios centrales. Muchasde estas vecindades son el fruto de la ocupación de las grandescasonas coloniales por numerosas familias de escasos recursos.Este tipo de vivienda es muy común en los barrios populares dela Ciudad de México.

10 Las viviendas en vecindades generalmente cuentan con unespacio conocido como tapanco, que es un entrepiso que dividela altura de la vivienda y genera una mayor superficie habitable.

11 Esta investigación está plenamente documentada en el estudiocoordinado por Gustavo Romero y realizada por Jorge Andrade,Tipología de vivienda, criterios de diseño urbano y vivienda parael estado de Tabasco, México, COPEVI A.C–FOSOVI A.C.

12 La determinación de zonas y márgenes forma parte de lametodología descrita en el apartado acerca de soportes yunidades separables.

13 Para efectos del estudio, el “cuarto” se define comocualquier espacio interno sin especificar su uso.

14 C. Alexander, El modo intemporal de construir, Barcelona,Gustavo Gili, 1979, p. 270.

15 Idem, p. 9.

16 Las imágenes de este capítulo fueron tomadas del libro Unlenguaje de patrones.

17 Ibidem, p. 11.

18 Ibid., p. 21.

19 Ibid., p. 85.

20 Ibid., p.158.

21 Para una definición más amplia de cada uno de los patrones,véase el libro Un lenguaje de patrones.

22 Una descripción detallada del desarrollo del proyecto PREVIse puede encontrar en el libro El crecimiento de las ciudades,recopilado por David Lewis y publicado en español por GustavoGili, en 1971.

23 El estimado de la ONU en 1969 era que, al cabo de 30 años,el 50 por ciento de la población tendría un vehículo propio.

24 Así está caracterizado este patrón en el artículo escrito porAlexander y su equipo en el libro de David Lewis, El crecimientode las ciudades, Barcelona, Gustavo Gili, 1971.

25 En el original dice “rebajada”.

26 El método analizado en este apartado está desarrollado en ellibro escrito por Rodolfo Livingston, El Método, Buenos Aires, LaUrraca, 1ª ed., 1995.

27 Imagen tomada del libro de Rodolfo Livingston, El método,op. cit.

28 KAYAC viene de “Ke Aría Yo Acá”.

29 La explicación de este caso forma parte del artículo“Mejoramiento del hábitat, aplicando el método Cirugía decasas”, presentado por Yoslevis Cánovas en el concurso sobreparticipación y diseño del hábitat popular dentro del programaCYTED. Para mayor referencia, consúltese el documento coordi-nado por Gustavo Romero y Rosendo Mesías, Participación en elplaneamiento y diseño del hábitat popular.

30 El edificio fue intervenido a raíz del triunfo revolucionario y seentregó un usufructo gratuito a las personas que habitaban en él.Varias familias aún viven en esas condiciones, mientras que otrashan llegado a vivir aquí por permutas con antiguos habitantes.

31 En 1993, una fracción de COPEVI se subdivide y da lugar a unanueva institución: FOSOVI. Esta es la razón por la cual ambascomparten el currículum de 1965 a 1993.

32 Hacemos referencia a los textos escritos al respecto: - Hanno Weber y Michael Pyatock, “Summer Design Studio,School of Architecture”, vol. 1 (San Miguel de Allende),Saint Louis,Missouri, Washington University, 1975- “Summer Design Studio, School of Architecture”, vol. 2(Cuernavaca),Saint Louis, Missouri, Washington University, 1976; - (Víctor Jiménez, trad.), “Reaprendiendo a diseñar enArquitectura, una alternativa educativa ante el cambio”, enRevista Arquitectura, Autogobierno, núms. 1-3, México,1976.

Notas del capítulo 2

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- “Participación en el diseño habitacional: un método para lageneración de alternativas y sus implicaciones ideológicas”, enRevista Arquitectura, Autogobierno, núms. 9-11, UNAM-Facultadde Arquitectura, México, 1979.- Gustavo Romero, “Programación Académica: Taller deProyectos, Programa de trabajo”, documentos para el concursode oposición, UNAM-Facultad de Arquitectura, México, 1994(documento fotostático).- “¿Podemos hablar de programa arquitectónico?”, ponenciapresentada en el Seminario Nacional de Teoría, IPN/UAM/,UNAM-Facultad de Arquitectura, México, 1999.- “El habitar, la Arquitectura y la Vivienda”, ponencia presenta-da en el Congreso Internacional Ámbito Latinoamericano. Elhabitar: una orientación para la investigación proyectual,Buenos Aires,1999.

33 Michael Pyatock y Hanno Weber, op. cit.

34 Véase C. Harden y P. Clarke, Residential RehabilitationWorkbook. An Instrument for Neighborhood Decision Making,Walnut Park Community, St. Louis, Missouri, WashingtonUniversity-School of Architecture/School of Social Work,1977.

35 Entendemos como tipología urbana de la vivienda la forma enque éstas se ubican y agrupan en el predio: individuales o enconjunto, unifamiliares o multifamiliares, etc.

36 Este proyecto, presentado por el arquitecto Ricardo León,obtuvo el primer premio en el concurso que la red Viviendo yConstruyendo organizó en el año 2000 con el tema “ViviendaProgresiva”. En este caso, se mencionaron como aspectos rele-vantes: las posibilidades de la progresividad de la vivienda; laconsecución de una alta densidad con vivienda unifamiliar agru-pada que permitía su ubicación en las zonas intermedias de laciudad, el cuidado en la articulación urbana y las ventajas de laparticipación social organizada en el proceso.

37 Quien se interese por el proceso completo puede consultar eltexto de Ricardo León, “Conjunto habitacional ‘Canal Nacional’.Estudio de Caso”, en Concurso “Hábitat popular progresivo” ,HABYTED-CYTED, Santiago de Chile, 2000.

38 Esto es un aspecto que, en la experiencia de FOSOVI, ha sidorecurrente en la mayor parte de las cooperativas y asociacionesde vecinos. En la mayoría de las ocasiones, las decisiones setoman por razones sociales y políticas, más que económicas,como suelen argumentar con desconocimiento los técnicos alvalorar las decisiones de los habitantes. Posteriormente, eldesarrollo progresivo de las viviendas muestra precisamenteque la mayor parte de éstas crecen en forma muy diversa ynunca como los técnicos proponen y pronostican.

39 Utilizamos el término “vivienda social” para caracterizaraquella vivienda que ha sido dirigida a los sectores de bajoingreso, ya sea de los grupos populares o de las clases medias,ofertadas tanto por los organismos públicos como los gruposinmobiliarios de vivienda privada. Arquitectónicamente, se ca-racterizan por ser conjuntos de planta “libre”, con edificiossepa-rados que a veces se “combinan” entre sí, pero casi nuncacon el entorno inmediato de las ciudades que las contienen, conviviendas tipo departamentales, de varios pisos, construidas lomás masivamente posible.

40 Cabe señalar que sí existen las viviendas departamentalesprogresivas, mismas con las que FOSOVI ya ha experimentado.Consúltese el caso de Cooperativa SUVI, en la sección dedica-da a la metodología de soportes. En el caso de CanalNacional, esta opción se había desechado en una discusiónde opciones previas.

41 Los habitantes organizados lograron que las autoridadeslocales les limpiaran el terreno (que tenía dos metros de profun-didad de relleno de basura) y les hiciera parte de las obras deinfraestructura a cambio de ceder el derecho de paso a los ba-rrios vecinos.

42 Es conveniente señalar que esta idea de respetar el ali-neamiento y tener las viviendas dando cara a la calle fue presen-tada por FOSOVI y fue discutida y aceptada por la organización.Este es un ejemplo del diálogo posible, así como de la construc-ción colectiva y dialéctica de las ideas y las soluciones.

43 Esta situación ha sido verificada en evaluaciones realizadas aedificios diseñados con este sistema, en los que los usuarios nohan hecho las modificaciones previstas por no conocer la ma-nera adecuada de hacerlas.

44 El caso del Programa de Mejoramiento de Vivienda en LoteFamiliar, puesto en marcha por el Instituto de Vivienda delDistrito Federal (México), demuestra la posibilidad de llevar acabo un proceso de diseño participativo familia por familia. Esteprograma ha realizado 46,000 acciones de vivienda en el perío-do 1998-2002.

45 El collage es una técnica que se basa en la composición pormedio de recortes, generalmente de papel, pegados en unasuperficie. Se puede hacer, por ejemplo, con recortes de papelde colores o con recortes de figuras tomadas de revistas.

46 Este popular juego de partes en algunos lugares se conocepor su nombre en inglés: Puzzle.

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La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat

Gustavo Romero FernándezArquitecto por la Universidad Nacional Autónoma deMéxico, con estudios de Maestría en el área deAnálisis, Teoría e Historia. Profesor titular de tiempocompleto en la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Ha pertenecido desde los años setenta a las ONGHábitat, dedicadas a la vivienda y el poblamientopopular en México. Actualmente es el presidente deFomento Solidario de la Vivienda A.C. (FOSOVI). Haparticipado en numerosos consejos de vivienda ydesarrollo urbano a nivel nacional y local y fue miem-bro del consejo de la Coalición Internacional delHabitat (HIC) durante 1988 y1991.

Ha sido invitado a múltiples seminarios yreuniones sobre vivienda y hábitat en América delNorte y del Sur, en África, Europa y Asia y ha impar-tido pláticas en las Universidades de Lovaina enBélgica, Politécnica de Madrid, Central de Caracas,y Nacional de Chile, entre otras.

Actualmente participa en la Red XIV.F“Tecnologías sociales y centros vivos” del subpro-grama HABYTED del Programa de Ciencia yTecnología para el desarrollo de Iberoamérica,CYTED, donde coordina el proyecto “La partici-pación en la producción social del HABITAT”.

Entre sus publicaciones se encuentran: el libroLa participación en planeamiento y el diseño delhábitat popular, en coordinación conjunta conRosendo Mesías, Red XIV.B “Viviendo y construyendo”del CYTED; y el artículo “La producción social delhabitat: Reflexiones sobre su historia, concepcionesy propuestas”, en Vivitos y coleando, HICV-AL, UAM.México 2003.

Rosendo Mesías GonzálezArquitecto por la Facultad de Arquitectura ISPJAE, LaHabana, 1983. Realizó estudios en la UniversidadPolitécnica de Madrid entre 1985-86. Actualmentecoordina el Programa de Desarrollo Humano Localde Naciones Unidas en el Gobierno Municipal de LaHabana Vieja, es profesor titular adjunto de laFacultad de Arquitectura del ISPJAE y coordinadorinternacional de la Red XIV.F: Red Iberoamericanade Tecnologías Sociales y Producción Social delHábitat del Programa CYTED.Premio UIA en 1983 y mención del concursoInformes I. E. Torrojas, Madrid en 1987. Ha partici-pado en la publicación de los libros La participación

en el Planeamiento y el Diseño del Hábitat popular,Los Centros Vivos y Progresividad Habitacional,asímismo ha escrito artículos en las revistasArquitectura Cuba, Ciudad y Territorio e Informesde la Construcción de Madrid y en el Boletín delINVI de Chile.

Mariana EnetArquitecta, Magister en desarrollo urbano por laFacultad de Arquitectura y Urbanismo de laUniversidad Nacional de Córdoba. Especialista enhábitat popular con estudios en Suecia y Bolivia.Investigador y consultor de INTEGRA (desarrollointegral local) en Córdoba, Argentina. Consultor enprogramas y proyectos integrales e intersectorialesde desarrollo urbano y hábitat. Sus trabajos realiza-dos han obtenido 6 primeros premios en concursosinternacionales de la especialidad y tiene numerosaspublicaciones en libros y revistas de referato.

Rosa A. Oliveras GómezLicenciada en Psicóloga por la Universidad de LaHabana, 1976. Master en estudios de población.Profesora titular adjunta del ISPJAE. Trabajó durante21 años en el Plan Director de la Ciudad de LaHabana en la Dirección Provincial de PlanificaciónFísica. Desde 1994 trabaja en el Grupo para elDesarrollo Integral de la Capital en la orientaciónmetodológica a equipos técnicos en diferentes barriosde la Ciudad de La Habana para su desarrollo comu-nitario. Es autora o coautora de más de 25 publica-ciones sobre temas urbanos y especialmente sobredesarrollo comunitario.

María de Lourdes García VázquezArquitecta por la UNAM con estudios de posgradoen diseño arquitectónico. Profesora de tiempocompleto en la Facultad de Arquitectura de laUNAM y colaboradora de Fomento Solidario de laVivienda, FOSOVI, A. C. Ha publicado artículossobre planificación urbana participativa, enseñanzade la arquitectura y diseño arquitectónico.

Manuel Coipel DíazLicenciado en sociología en la Universidad de laHabana, Cuba. Profesor asistente adjunto aldepartamento de sociología de la U.H. Especialistaen proyectos de cooperación. Asesor en el municipio

Los autores

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para el trabajo comunitario. Se ha especializadoen programación participativa y en la imple-mentación de metodologías de participación popular.Es autor y coautor de varias publicaciones.Actualmente trabaja en la edición y publicación de unmanual de aplicación práctica sobre la metodologíadel mapa de riesgos y recursos para proyectos dedesarrollo social.

Daniela Osorio OlaveArquitecta por la Facultad de Arquitectura de la UNAM,con estudios de Maestría en diseño arquitectónico. Haparticipado en diversos proyectos de investigaciónsobre vivienda. Trabajó en la ONG Fomento Solidariode la Vivienda entre 2002 y 2004. Actualmente esprofesora de asignatura en la materia de Investigacióndel Taller de Arquitectura en la UNAM.

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