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..... POR SALVADOR DOMINGUEZ ASSIAYN atormenta -transferencia o derivativo del espíritu bélico de nuestros días- en airados escorzos, en que el rostro desapa- rece, para sólo hacer presentes piernas y tórax. O las acaricia en suaves luces, o --como si realizara un experimento de óptica en un laboratorio de física- jue:- -ga con los colores más hostiles. Desde luego, no debe olvidarse que un joven sometido a maestros, que quizás no le otorgarían calificación óp- tima s\ no triunfara dentro del marco que le imponen (pues que en pintura so- bre todo, el maestro suele ser apasiona- do y exclusivista), tiene que transar con ,el italianizante, con el indigenista, con el químico-pintor; pero Collada· siempre su- po dejar filtrar, con más o menos liber- tad, su sentir y su propio modo de con- cebir el arte . Los' cuadros y ya entendido el nuevo tipo de tor recorramos someramente la obra de Coilada. 'Convendría empezar por expli- car las dos reproducciones de "Carro de .... Los nuevos materiales - Pero fijemos puntos. Ya no es posible estar haciendo refritos con las críticas de arte que nos pasmaban cuando chachos. Ahora nos encontrarnos con el - pintor que maneja un tesoro de prepara- ciones, insospechadas hasta hace algunos años. No necesita esperar en o,;ios inde- Jinidos, a' que seque un color p:lra pro- seguir su trabajo. El \:s rápido. 'Maneja vinelita o 'piroxilina sobre meso- nite, y silicón sobre asbesto-cemento. El laqueado le depara excelentes posibilida- des. Puede-diluir lós colores en tonalida-· des tan tenues, que antes hubieran aparecido. Este arsenal lo coloca en una situación de ventaja con relación a los grandes 'tores de ayer. ¡Qué no hubiera hecho Da Vinci, que tanto hubo de sufrir las ciencias de las preparaciones! Pero a la vez se presentan los peligros del abuso: que la composición peque de fulgurante, que "encandile", que pierda en belleza profunda lo que gana en efectos ópticos. Hay hasta el riesgo de que esta facilidad p;lra impresionar al espectador haga que en pintura, que con la poesía es la pareja más silenciosa de las musas, surja para- dójicamente una forma tácita del char- latanismo. Pero a C-ollad; la posesión de esos re- cursos lo pone en el camino que puede llevarlo aLcumplimiento de su aspiración obsesionante, la aspiración que se revela en todos sus cuadros, cualquiera que sea la escuela que cultive: la luz, esa luz desesperantemente anhelada por van der Goes y tantos otros. Por cierto que re- cordando la profecía del gran loco fla., ,menco de que vendría un joven que habría de dar' a la pintura más luz de la que él h:rbía logrado arrancar a su paleta, sorprendemos en Collada una mirada que parecía, decir: "¡Si llégara yo a ser ese - joven!" La Pintura de Mauricio Callada No es factible -ni tendría objeto- intentar englobar dentro de una clasifica- ción genérica los cuarenta cuadros que, bajo los ·de nuestra Dirección de Difusión' Cultural, ha expuesto en el vestíbulo de la Nacional el pintor cubano Mauricio Collada.. Entre ellos, hay copias y versiones de Daumier, de Monet, de Sargent y de Orozco; hay estudios de las leyes del c-olor; hay obras de propia .inspiración y hay manifesta- ciones de diversas escuelas; Esa heterogeneidad nada tiene de inu- sitado. Es el recorrido habitual de los artistas mejores, de aquellos a todos los llamados y·a todas las inquietu- des. Y si él mismo asintió, movido por su desasimiento a toda inmodestia, al cargo de voluoilidad que le apuntamos, .... nos consta que siempre es leal a la aspi- . ración que lo obsesiona:' la luz, y que hay en él una destreza y una técnica puestas al servicio de una vocación y de una inspiración auténticas. Ninguna crítica le causó una. más penosa impre- ·síón de injusticia que la que le. hicieron de que era esclavo de la materia, cuando -actitud de todQ hombre de verdad- no ha hecho más -que tratar de domeñar- la pajo 'la. fuerza del 'espíritu.: Por eso es necesario asomarse un·· poco a su his- t'oriá. _ . Mauricio CÓllada es un hombre joven. Nació en la Habana en 1920. Siendo es- tudiante de la Academia de Artes de San Alejandro, en la capital 'cubana, conoció a Esteban Valdenama, que n.o sólo le enseñó perspectiva, sino lo enteró de las Soluciones y de los problemas que aún tiene pendientes la pintura. Le dejó unª huella profunda en -sus sentimientos de gratitud" y en su Sensibilidad estética.' Más tarde, en las grándes .pinacotecas de Estados Unidos, se en,contró ante al- gunos originales d.e los genios de Italia, de Flandes, de Francia, -y sintió ese cho-. que que nunca consiguen. las reproduc- ciones mejor logradas. Compr-endió por qué es imprescriptible la gloria' de B-ot- ticelli y de Rafael, de van der Goes·y de Rembrandt. "U Bronzino' y Monticelli lo subyugaron también. Vino' a México y .sufrió el impacto de su recia pinfura.- Estuv'o un año con Siqueiros. En el Sub- mstituto de de Pintura y--Mate-, rías Plásticas se fanllliariZ'6 con el esplén- dido tributo que. la quimica moderna ha ;endido a la pintura. Y a través de esa marcha, fué reviviendo la inspiración que iluminaba cada obra. Mas esa révivtfica- ción se cumplía delitro de:- su propia psi- cología y mediante el nuevo arsenal preparaciones. Hay, por ejemplo, 11 de todo bajo intento de' ridiculización, una emoción inevitable -en el hombre' ante· la luz; ante el paisaje, la gracia; éso, ayer, como ahora... Y Collada tiene la valentía de no negarfa. . .;' Cada etapa encendía en él una chispa. He ahí por qué sús figuras, ora sobre un fondo natural y "erosímil, ora, en alardes de virtuosismo, sobre una frac-. tura .de o las mima con las acti- tudes gráciles de los renacentistas, o-las. Toven mexictlza. (Silicón sobre asbesto cemento.) Cabeza de hombre. (Vinelita sobre mesonite.) UNIVERSIDAD DE MEXICO 10 *

La Pintura de Mauricio Callada · seguir su trabajo. El seca~iento\:s rápido. 'Maneja vinelita o 'piroxilina sobre meso nite, y silicón sobre asbesto-cemento. El laqueado le depara

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Page 1: La Pintura de Mauricio Callada · seguir su trabajo. El seca~iento\:s rápido. 'Maneja vinelita o 'piroxilina sobre meso nite, y silicón sobre asbesto-cemento. El laqueado le depara

.....

POR SALVADOR DOMINGUEZ ASSIAYN

atormenta -transferencia o derivativodel espíritu bélico de nuestros días- enairados escorzos, en que el rostro desapa­rece, para sólo hacer presentes piernas ytórax. O las acaricia en suaves luces, o--como si realizara un experimento deóptica en un laboratorio de física- jue:­-ga con los colores más hostiles.

Desde luego, no debe olvidarse que unjoven be~ado, sometido a maestros, quequizás no le otorgarían calificación óp­tima s\ no triunfara dentro del marcoque le imponen (pues que en pintura so­bre todo, el maestro suele ser apasiona­do y exclusivista), tiene que transar con,el italianizante, con el indigenista, con elquímico-pintor; pero Collada· siempre su­po dejar filtrar, con más o menos liber­tad, su sentir y su propio modo de con­cebir el arte.

Los' cuadros

y ya entendido el nuevo tipo de pin~

tor recorramos someramente la obra deCoilada. 'Convendría empezar por expli­car las dos reproducciones de "Carro de

....

Los nuevos materiales

- Pero fijemos puntos. Ya no es posibleestar haciendo refritos con las críticasde arte que nos pasmaban cuando m~­

chachos. Ahora nos encontrarnos con el ­pintor que maneja un tesoro de prepara­ciones, insospechadas hasta hace algunosaños. No necesita esperar en o,;ios inde­Jinidos, a' que seque un color p:lra pro­seguir su trabajo. El seca~iento \:s rápido.'Maneja vinelita o 'piroxilina sobre meso­nite, y silicón sobre asbesto-cemento. Ellaqueado le depara excelentes posibilida­des. Puede-diluir lós colores en tonalida-·des tan tenues, que antes hubieran des~

aparecido.Este arsenal lo coloca en una situación

de ventaja con relación a los grandes pin~

'tores de ayer. ¡Qué no hubiera hecho DaVinci, que tanto hubo de sufrir las defi~

ciencias de las preparaciones! Pero a lavez se presentan los peligros del abuso:que la composición peque de fulgurante,que "encandile", que pierda en bellezaprofunda lo que gana en efectos ópticos.Hay hasta el riesgo de que esta facilidadp;lra impresionar al espectador haga queen pintura, que con la poesía es la parejamás silenciosa de las musas, surja para­dójicamente una forma tácita del char­latanismo.

Pero a C-ollad; la posesión de esos re­cursos lo pone en el camino que puedellevarlo aL cumplimiento de su aspiraciónobsesionante, la aspiración que se revelaen todos sus cuadros, cualquiera que seala escuela que cultive: la luz, esa luzdesesperantemente anhelada por van derGoes y tantos otros. Por cierto que re­cordando la profecía del gran loco fla.,

,menco de que vendría un joven que habríade dar' a la pintura más luz de la queél h:rbía logrado arrancar a su paleta,sorprendemos en Collada una mirada queparecía, decir: "¡Si llégara yo a ser ese

- joven!"

La Pintura deMauricio Callada

No es factible -ni tendría objeto­intentar englobar dentro de una clasifica­ción genérica los cuarenta cuadros que,bajo los ~uspicios ·de nuestra Direcciónde Difusión' Cultural, ha expuesto enel vestíbulo de la Bibli~eca Nacional elpintor cubano Mauricio Collada.. Entreellos, hay copias y versiones de Daumier,de Monet, de Sargent y de Orozco; hayestudios de las leyes del c-olor; hay obrasde propia .inspiración y hay manifesta­ciones de diversas escuelas;

Esa heterogeneidad nada tiene de inu­sitado. Es el recorrido habitual de losartistas mejores, de aquellos expues~ atodos los llamados y·a todas las inquietu­des. Y si él mismo asintió, movido porsu desasimiento a toda inmodestia, alcargo de voluoilidad que le apuntamos,

....nos consta que siempre es leal a la aspi-. ración que lo obsesiona:' la luz, y que

hay en él una destreza y una técnicapuestas al servicio de una vocación yde una inspiración auténticas. Ningunacrítica le causó una. más penosa impre­·síón de injusticia que la que le. hicieronde que era esclavo de la materia, cuando-actitud de todQ hombre de verdad­no ha hecho más -que tratar de domeñar­la pajo 'la. fuerza del 'espíritu.: Por esoes necesario asomarse un·· poco a su his-t'oriá. _

. Mauricio CÓllada es un hombre joven.Nació en la Habana en 1920. Siendo es­tudiante de la Academia de Bell~s Artesde San Alejandro, en la capital 'cubana,conoció a Esteban Valdenama, que n.osólo le enseñó perspectiva, sino lo enteróde las Soluciones y de los problemas queaún tiene pendientes la pintura. Le dejóunª huella profunda en -sus sentimientosde gratitud" y en su Sensibilidad estética.'Más tarde, en las grándes .pinacotecasde Estados Unidos, se en,contró ante al­gunos originales d.e los genios de Italia,de Flandes, de Francia, -y sintió ese cho-.que que nunca consiguen. las reproduc­ciones mejor logradas. Compr-endió porqué es imprescriptible la gloria' de B-ot­ticelli y de Rafael, de van der Goes· y deRembrandt. "U Bronzino' y Monticellilo subyugaron también. Vino' a Méxicoy .sufrió el impacto de su recia pinfura.­Estuv'o un año con Siqueiros. En el Sub­mstituto de E~sayes de Pintura y--Mate-,rías Plásticas se fanllliariZ'6 con el esplén­dido tributo que. la quimica moderna ha;endido a la pintura. Y a través de esamarcha, fué reviviendo la inspiración queiluminaba cada obra. Mas esa révivtfica­ción se cumplía delitro de:- su propia psi­cología y mediante el nuevo arsenal ~e

preparaciones. Hay, por ejemplo, 11 ~sar

de todo bajo intento de' ridiculización,una emoción inevitable -en el hombre' ante·la luz; ante el paisaje, a~te la gracia;éso, ayer, como ahora... Y Collada tienela valentía de no negarfa. . .;'

Cada etapa encendía en él una chispa.He ahí por qué sús figuras, ora repos~

sobre un fondo natural y "erosímil, ora,en alardes de virtuosismo, sobre una frac-.tura .de pl~nos; o las mima con las acti­tudes gráciles de los renacentistas, o-las.

Toven mexictlza. (Silicón sobre asbesto cemento.)

Cabeza de hombre. (Vinelita sobre mesonite.)

UNIVERSIDAD DE MEXICO10 *

Page 2: La Pintura de Mauricio Callada · seguir su trabajo. El seca~iento\:s rápido. 'Maneja vinelita o 'piroxilina sobre meso nite, y silicón sobre asbesto-cemento. El laqueado le depara

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...iIf'~

.., 11

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.padecen paranoia; ni lanzan puñeiatós· a .sus inofensivos espectadores.. ' Siente ,la' "preocupa.ción . social, 'perq respeta.· <lema.' -' .siado a ·Ia. pÚltura para convertida .en:~ ~J'.

arte publicitario. ..Terminemos mencionando los dos cua-'

dros que más hondamente impresionan atodos: "Auiórret~ato" y "Beethoven". Noes la cara.cter~~tica de.! prime!,o la .fidel~­dad. Collada no capta bien su propia .ca-ra; pero es excepcional la forma en quelogra las tres dimensiones. Está de bulto.Es escultura. Necesario es acercarse conaesconfianza de miope; para 'convencersede -que se trata de una super#cie plana.

"Be.etho.ven", digám~lo sin ambages,es la .mejor realización que hayamos vist~

del hompre cumbre. No es fácil descri­birlo. Sobre Una llama ~e fuego interno,sobre un hondo Beethoven, la cara. in­mortal surge ensanchá~a~e sin caricatu~riza~se. Surge cOn sus podetosós -senosfrontales, con su entrecejo amargo, consus pupiias magn.íficas,.a encajarse en elcielo. entre livores' y claridades, contra­dictorias.co~o su obra nUsma..y dos ma­nos, inconfundiblemente' suyas, .se: crisp~ri.hambrientas de ritinos hacia un 'tecladopresentido sóbre la tierra. . ,

Mientras' contempumos' ·"Beetb~v'en">.Collada ha bajado la cabeza.' .' l'

-Es a'l genio 'al q¡íe más .admir,?, e~tre .todos los genios' de todas las bellas artes.y 'lucharé hasta rendirle un t:ribu'to me-jor.. . . , '.. . '.-,< -¿Y .éste, lo guardará siernre? D~¡';'uardado. . _ _.' -l.. f''; . - . ,

-:-La p,Ol5i:e~a: no. me-Jo per~~ió; ~ ~ ~ . ". ".acabo de vender a un norteamericanO.... ~-..z

¡,Ah, la pobreza, el eterno ~a~.d~ 'lós ,:. ~ "q:u;é'va:Tenl' . .. -, . ",.,,-

'UNIVERSIDAD DE' MEXÍCQ

Au.torritrllto. (!Atll. sobre mesonite.)

• logrado;- que casi escapa sle 1I pintura.En "Vibración" hay ,un alarde más atre­vido ~ún de técnica moderpa. La piroxi­~a . inflama .y ~stre~ece ia atmósferá..'Ep las manos de la figura hay puntQ..s· de

, vibración que nada tienen que ver con: el PU9tiJJi~mo que yace en la historia del

arte y del cual oyó hablar con 'ditiram­bos escalofriantes a algún anciano vale­túdmario que pintara hace unos'cuarentaaños: En "Extasis", el cuello se estira in­verosímilmente para encajar en una llu­via de copos policromos Ún rostro de pár­pados apretados y de' boca que se niegaa dar palabras. Impresiona el contrastecon el emp1l!o del negr~ a modo de halosombrío.

-¿y esta calle de México? No la' re­conozco.

-Es la calle donde está mi casa. Nopuede identificarla porque tuve un rasgo'de realismo a lo Cézanne - ilá~tima que.el gran pintor francés. fuera tan frío!'.lo mismo que él cuando trasladó un mo­tivo qu~había ~n su 'taller a un cuartodonde había otras cosas.. Este arco estáen otra calle, ¡pero qué bello se veríaen la mía! .

Nos viene a la memoria el realismo se­lectivo que con acierto están' c,ultivandoalgunos jóvenes pintores ecuatorianos..

"Desnudo y escor~o" recuerdan a Si­queiios. Lo pintó cuando estaba en suclase. Pero én ·tanto 'que Siqueitos logradeterminados efectos de volumen acumu-

. lando pasta. en. forma' que. materi2'lmente-:'da eLre' CQ.U.a á log~:tl,'ayillosa..-_

n:ient~_ el efect.o .con "recursos p~~¡men.te

pictóricos, ?Jediante Ja, ponderada apli-;.cación de vinelita sobre mesoniee. Inútiles'· decir- que las'criaturas de Collada no. -... --

. "

.EPi,lllcio.'t~C¡ ~""'e tMsimite.)-. ...

, . ' . ,,.~.,~ . . ~ .~' :;?;~;~:" ~ .tercera", d~ ~aumiér - aquel·.Cait.o·~e fe- , :.tiegi táfubién' un indígéhisrií';'y<u'n mes­rrocarril en que ci?rmitan, parl~te~~ !u- >.,tii::ismo llenos ~e significado•.:, Son tiposman o se en.tuíÍ1~ 100p~sa!er~S". ~~s' . ,tjlúricos,_ ;arrQiga~os a:h tierra.rcomo un

. varios, La pr1itl,~~i~s ~u~~: ~~.~ •e~~~u~ ~ ~c.tus,' .pero también con pupilas hechas· se buscó la mis 'leal .·adheslon a~ o&gUi2'l "~para' -Ver el cielo y amarlÓ..Por desgracia,

" para sentir, pin~d~da por~incela?.íl' 'el .; ~o se~tra~Q: de c:u~d~os que. e.n.jerga cí­· esfuerzo que cumph¡l el' autor.· La segun- Ii.ema1:Qgraflca podnan llamarse "ioto-'

" . da es una Yersión~..Collada se' pone en el génicos". La fo~ogra{ía. iny;¡lida sus me-· ·,casode un Daun#ef que, pat~ 't;eali~ar su·' jOJ.;es efectó~;.·Aptana !os volúmenes: True<,

cuadro, hubiera cOntado' ton los recur~. ca' en 'sombra las tonalidades:' Gral{titror .modernos. Un' D~úmier 're.su~taao,. ~ón. sería juzgar de: Coilada po~';';6T~"'est~s,sU ágil pincel,. más suelto qu.e,el d~ Jn- .:;etí'atos. .;. .'1' .

gres. Y hay qu~ teél;l?,ocer ~~~ la y.a aS?~-, ·..;Lu~o, "MuJeres\de ot(()...eit~O muy-~brasa profun<l.~dad:.~e1 .ongm~l; aq~l. ~e. dis~to. Mujer.es tan, castas' que apenasahonda hasta' aIca~r ImpreSlOne~ tndl- 'UDa tieite ~onalidad de carnación. Pupilas

· mensionales. 'En general,. ~~s éOpl~S que 'y Ja:bi~s de belleza itali~ña; El mar: ilu-· hace Collada son .una v~rsl~n propl~.~.• níínado" 'de luces doradas' Y' g!áucas. El

~ la del retrato de Ma~qua1D, de. Sar8.en.t,~a .. ,equilibris> de las figuras,' pe.ro·na:da más.cl,aridad d~ ~as- pupilas,. el ,~rde .~~ '. los. el ,equilibrio, nOO. 9.ace rec,:,rcf~r 1", llarp.a-patpados lrntados,equ,lvaleQ. a m<:ntos ....-da. "Ronda de ·noclí~". '. . . .de obra auténtica...Pasemos a las que 'sür- '. - E" d '. .d ; . d lId

.." gieron de s~sfacult~des crQdora$:' ;' -d,'·-:-h·n :ets,to e <¡ue ~~ ~ m~sa e'l

a. o· ..... erec ~ engaun eq~valente.en e ~-

. "Descanso" es ,ün cuatl.r~ .1Ie~~ de". 'quierdo', {iro'pensó en';-,.él, ritmÓ de Rein-iluminado soSiego. :Un fondo de yalles., .. brandd... ·;: ..' ;,' .:;'de cerros pálidos Ae. dist~nc!¡l. =--" ~Ha .acen,ado.: '(al vez .este cuadro. -Diga, ¿en. esta perspe<;tiva no técor- .. es. ~cCosá .de ayer". (no le ,ale.muy~derdó el alma. orogrHica d~l doctor....,Atl? .~oraZqri est~ f!á~! dicha quizás para con-

-¡Cómoolv,:idar'a AtI, que es e1.gen¡p .juia(las ir~s de' -esOs gazmoños ~dé mo- .. de las montañas!, . ....~. /' :- fte~nismó: .pUri~aii?;: que '-se ~scandalizan

, En el cuadro' aSOman rostros' o~ales ~e. 'de: ~ue. ~~n''se invoque a los gfal)des maes- ;.indias idealizadas: 'Un indio du~r~esob;t' heS. del pasado). :.Aqui· no sólo apliqué

.. su propia sombra..Collada tiene un triodo .la ~ ~orr~lación; s~o" ~ ~ión .de oro.muy suyo de sentir el indigenismo. Es~' . j V~e~:' ,cu~nto .v~.l)Cro a Rembr41ndt y a

; capa de esa fatigantees'cuela ~que' sólo los itali~o~ del·xy'y del XVI! .

'quiere ver en el mexicano c'hatura )r-Jl10-- ..~•.Los ··genios· siempre 'pirftan para to-..renez. Tiene un lienzo - ..Pepe"...."..·eJl..- do.s'los.tiempos·y todas las.latitu9es. Porque viven nuestros introvertidos éo~pa- eso ~.l~s llama .~ortal~.. .triotas: cara recia, tensos los múscuJos f?-- .' "Pobrcr", !'Extasis" Y."Vibración" re­ciales, concentrada' la mirad. ~excrut.á-_.. preS~p.tan. otro'. modo de pi~.tar de Q,Ua­ble. Ni servilismo, ni aire 'de peráo~á-·. 'da: en ',p1cíno .ipJ.;,o~echa:iniento d~ l?s re~vidas. Otros, "Joven mexicana" -silicóri. 'cursos <fue éonoció en_el Subinsti'tuto deSobre asbcsto-cementO-, "Epit2cio".~la~ .EnsaYe de _Pin~ri y ~ Materias plásticas.ca :sobre mesonit~ y "Cabeza de 'hom- • Son cüadrC»· ll~nos'de' virtuosismo físico­bre" "'7vinelita sobre .mesonite-~ .n~ en- .químié~.: El' ~lie~e a· 'V'eces es tan bien

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