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La primera noticia que la mayoría de la gente tuvo de que algo se cocía en el mundillo musical vasco de principios de los ochenta fue el escándalo que provocó la actuación en 1983 de Las Vulpess en Caja de Ritmos, el programa que dirigía Carlos Tena en TVE. Sin embargo, la cosa lle- vaba gestándose ya unos cuantos años, con grupos pioneros como Zarama o Eskorbuto. Desde luego, resulta difícil pensar en un movimiento musical que haya sido más atacado que el RRV (¿tal vez el bakalao valenciano?). El diagnóstico de los medios generalistas y la crítica especia- lizada fue unánime: nulidad musical, consignas políticas inaceptables y un extraño empeño en cantar en un idioma incomprensible. Sin embargo, veinte años después resulta difícil seguir sos- teniendo esta valoración. En primer lugar, parece evidente que el RRV no pudo ser tan atroz cuando tantos grupos aclamados (Negu Gorriak, Soziedad Alkohólika, Extremoduro, Dut...) sur- gieron del poso que dejó. Pero, además, es innegable que muchos de aquellos grupos dieron un testimonio irremplazable de los aspectos más sórdidos de una época oscura que los medios de comunicación silenciaban sistemáticamente. Para bien o para mal –y a diferencia de la muy eté- rea Movida madrileña– el RRV dio visibilidad a jóvenes de infinidad de barrios marcados por la crisis económica, el paro, la heroína y la cárcel. Hemos preguntado a algunas de las personas que mejor conocen el RRV sobre los orígenes, el desarrollo y la vigencia del movimiento. RRV Texto: Roberto Herreros y César Rendueles ¿Qué fue del Rock Radikal Vasco? La Polla Records Eskorbuto

La Polla Records RRV - astidiseinuaLa primera noticia que la mayoría de la gente tuvo de que algo se cocía en el mundillo musical vasco de principios de los ochenta fue el escándalo

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Page 1: La Polla Records RRV - astidiseinuaLa primera noticia que la mayoría de la gente tuvo de que algo se cocía en el mundillo musical vasco de principios de los ochenta fue el escándalo

La primera noticia que la mayoría de la gente tuvo de que algo se cocía en el mundillo musicalvasco de principios de los ochenta fue el escándalo que provocó la actuación en 1983 de LasVulpess en Caja de Ritmos, el programa que dirigía Carlos Tena en TVE. Sin embargo, la cosa lle-vaba gestándose ya unos cuantos años, con grupos pioneros como Zarama o Eskorbuto. Desdeluego, resulta difícil pensar en un movimiento musical que haya sido más atacado que el RRV(¿tal vez el bakalao valenciano?). El diagnóstico de los medios generalistas y la crítica especia-lizada fue unánime: nulidad musical, consignas políticas inaceptables y un extraño empeño encantar en un idioma incomprensible. Sin embargo, veinte años después resulta difícil seguir sos-teniendo esta valoración. En primer lugar, parece evidente que el RRV no pudo ser tan atrozcuando tantos grupos aclamados (Negu Gorriak, Soziedad Alkohólika, Extremoduro, Dut...) sur-gieron del poso que dejó. Pero, además, es innegable que muchos de aquellos grupos dieron untestimonio irremplazable de los aspectos más sórdidos de una época oscura que los medios decomunicación silenciaban sistemáticamente. Para bien o para mal –y a diferencia de la muy eté-rea Movida madrileña– el RRV dio visibilidad a jóvenes de infinidad de barrios marcados por lacrisis económica, el paro, la heroína y la cárcel. Hemos preguntado a algunas de las personasque mejor conocen el RRV sobre los orígenes, el desarrollo y la vigencia del movimiento.

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¿QUÉ FUE EL RRV?

Iker Barandiaran, periodista: “Sí, el RRVexistió. Existió como etiqueta que fue crea-da por un periodista de Egin, Jose MariBlasco, que coordinó el primer suplementomusical del periódico, “Plaka Klik”. A raízde ver a varias bandas punk de EuskalHerria en un festival, inventó ese término.Pablo Cabeza, otro periodista que se hizocargo del suplemento musical “Bat, bi,hiru” del mismo periódico y que tambiéndirigía un programa musical en RadioEuskadi, se encargó de propagar dicha eti-queta. Supongo que alguna discográficaindependiente de la época hizo el resto.Los fines de aquellos periodistas no eranlucrativos ni interesados. Según ellos, pre-tendían asentar una escena favoreciendosu continuación y crecimiento”.

Elena López Aguirre, periodista y exmiembro de Potato: “El RRV fue un grancatalizador de mentes inquietas en múlti-ples campos: sellos independientes (loshermanos Goñi en el sello Soñua dePamplona y los hermanos Amézaga enDiscos Suicidas de Bilbao), revistas(Muskaria, El Tubo), fanzines y suplemen-tos de prensa (“Dvórame”, “Bat, bi, hiru”),gaztetxes, bares y salas de conciertos,

cómic (TMO, Mauro Entrialgo), ilustración(Mikel Valverde), vídeo y nuevos realizado-res (Juanma Bajo Ulloa), teatro y cine(Karra Elejalde, Koldo Aginagalde), perio-dismo (Pablo Cabeza, Iñaki Zarata, RobertoMoso, Pedro Espinosa)”.

Iñigo Muguruza, músico y ex miembrode Kortatu: “En este saco se incluyeronbandas que hacían músicas muy distintasy tenían también diferencias ideológicasmuy grandes. Paradójicamente, casi nadieestaba de acuerdo en pertenecer a este‘movimiento musical’, que se considerabauna etiqueta impuesta por comerciantesdel disco ajenos a la movida”.

Pablo Cabeza, periodista: “Tampoco esque las bandas renegaran de la etiquetaRRV, salvo Eskorbuto por una historia vicia-da desde el origen, con pelas por el medioy porque sencillamente eran eso: antitodo.Digamos que los grupos se dejaban llevarpor la etiqueta, al fin y al cabo les benefi-ciaba: se hablaba de ellos, del movimiento,servía para estar en los medios… Pero,insisto, las bandas iban a su bola. ¿Cicatrizen el RRV? Ellos tocaban, y tocaban laspelotas. Dependían de la droga, no de laetiqueta. Se lo pasaban a lo bestia y disfru-taban como salvajes. Nosotros nos dedicá-

bamos a colocarles la etiqueta. Nosotros,es decir, unos pocos”.

Marino Goñi, co-fundador de los sellosSoñua y Oihuka: “No había facciones,aunque el movimiento era bastante abier-to. Hubo grupos como Eskorbuto quedesde el primer día arremetieron contra laetiqueta y otros que se sintieron más omenos cómodos. Las diferencias, si exis-tieron, no pasaron de ser meros enfrenta-mientos personales. La mayoría de los gru-pos pasaba por alto tanto las diferenciasmusicales como las políticas”.

¿CÓMO SURGIÓ EL RRV?

Roberto Moso, periodista y ex miembrode Zarama: “El ‘colectivo’, si se le puede

llamar así, estaba muy unido en lo perso-nal. Éramos gente de la misma generación,que habíamos tenido varias experienciassimilares, que procedíamos de entornosurbanos, que habíamos flipado con Leño,Burning, los Pistols y también con Urko,con Gontzal eta Xeberri y con Mikel Laboa,que nos gustaba la noche, que teníamos 15años cuando murió Franco, 13 cuandomataron a Carrero, 16 cuando la matanzade Vitoria (con Fraga de responsable)... Enfin, lo político no era demasiado partidista,era mucho más vivencial... luego llegaronlos que trataron de capitalizarlo y en buenamedida lo consiguieron”

Iker Barandiaran: “Yo creo que aquellasbandas de los ochenta estaban sobre todoinfluidas musicalmente por el punk inglésdel 77, pero cada banda sabrá que fue lo

MCD. Bilboko gaztetxean (Discos Suicidas, 87)

ZARAMA. Dena ongi dabil (Elkar, 87)

VV. AA. Cicatriz, Kortatu, Jotakie, Kontuz Hi! (Soñua, 85)

ESKORBUTO-RIP. Zona Especial Norte (Spansuls, 84)Un disco mítico, durante muchos años inencontrable, quecompartieron dos bandas pioneras del RRV y, por extensión,del punk peninsular.

VV. AA. Bat, bi, hiru... hamar! (Oihuka, 87)Recopilatorio con ocasión del décimo aniversario del diario Egin.

POTATO Y TIJUANA IN BLUE. Potato / Tijuana In Blue.(Soñua, 86)

BARRICADA. Barrio conflictivo (Oihuka, 85)

RIP. No te muevas (Discos Suicidas, 87)

ZER BIZIO? Sentimientos y venganzas (Discos Suicidas,90)

VV. AA. Skalherria punk (Discos Suicidas, 86)Recopilatorio con canciones señeras de grupos como Vómito.

Y AD

EMÁS

...

Cinco discos imprescindibles del RRVHERTZAINAKHertzainak (Soñua, 84)Nadie mejor que Ruper Ordorika para explicar lo que supuso elprimer disco de Hertzainak: “Hertzainak aportó toneladas devitamina a la escena de la música popular vasca. Josu Zabalaya tenía la idea de formar un grupo cuando tocábamos juntospor el año 81. De los comienzos del grupo sólo me llegó uncasete con un recorte de prensa en el que Hertzainak, el con-junto en cuestión, se sobraba verbalmente en sus comentariosacerca del estado de la música en euskara y recibía a su vezcríticas muy positivas. Cuando después de un tiempo volví aVitoria tuve ocasión de comprobar lo lejos que habia llegadoaquella idea inicial. El primer concierto al que asistí fue enPamplona, creo que en Rotxapea. Me llevó Txanpi y vi unaactuación inquietante y muy fuerte. Barría los escombros dedeterminada canción protesta y lo hacía con originalidad, den-tro de un rock de inspiración británica, con muchas ganas dedecir. Tengo que añadir que las gentes que hicieron Hertzainak,como Josu Zabala, Xabier Montoia, Gari, Txanpi o Kike, siguenaportando mucho a la música popular de este país”.

KORTATUEl estado de las cosas (Oihuka, 87)El segundo LP de Kortatu tiene sin duda las mejores letras dela carrera del grupo con canciones como “Hotel Monbar” o “Lalínea del frente”. Con este disco, ya desde la portada, Kortatudejaba claro su compromiso político y rompía con la estéticaredskin de sus inicios. También musicalmente los hermanosMuguruza hicieron un enorme esfuerzo para dejar atrás el skafiestero de “Mierda de ciudad”. De hecho, ningún grupo hasonado tan parecido a The Clash cantando en castellano comoKortatu en este disco (excepto los propios The Clash, claro).Aunque es mucho menos divertido (y menos emblemático) queKortatu (85) y carece de la apertura de miras de Kolpez Kolpe(88), El estado de las cosas es un auténtico compendio de lasprincipales virtudes del RRV sin ninguno de sus defectos.

LA POLLA RECORDSRevolución (Oihuka, 85)De los discos buenos de LPR (o lo que es lo mismo, los quegrabaron en los ochenta) el que mejor suena es Ellos dicenmierda, nosotros amén (90). Las mejores letras aparecen en

Donde se habla (88). Entonces, ¿por qué es tan famosoRevolución? ¿Por qué es uno de los discos más pirateados (encasete, claro) de la historia de la música española? Tal vez por-que en este disco LPR consigue combinar su extrema lucidez–esa capacidad crítica que los ha convertido en algo más queun grupo de música– con la pura y simple diversión. LPR con-virtieron el punk en una vía para la reflexión, para el pensa-miento a martillazos. Sin embargo, en Revolución se nota másque en cualquier otro disco de LPR que para ellos la música noes sólo una excusa para lanzar invectivas políticas. Si eras unadolescente en los ochenta y nunca bailaste con este disco, esobvio que te perdiste algo.

ESKORBUTOAntitodo (Discos Suicidas, 85)Merece la pena escucharlo aunque sólo sea por “Cerebrosdestruidos”, tal vez la mejor canción del RRV. Lo cierto es queEskorbuto fueron los más punkis de entre los punkis. Es difí-cil pensar en un grupo que haya vivido el nihilismo y la auto-destrucción con mayor intensidad. También es verdad quemusicalmente no tenían punto medio, a veces incluso dentrode una misma canción se mezclan estrofas buenísimas conauténticos ripios. Pero fueron capaces de reflejar en frasesantológicas –“Mucha policía, poca diversión”; “Este malditopaís es una gran pocilga”...– una época aciaga de nuestrahistoria reciente.

CICATRIZInadaptados (Soñua, 86)Al igual que Eskorbuto, Cicatriz fue un grupo marcado por laheroína y la mala suerte (los cuatro miembros originales hanfallecido). Liderados por el carismático Nacho Etxebarrieta,todo un mito del RRV (el mismo Nacho al que Barricada le dedi-can “A toda velocidad” en su doble en directo), Cicatriz fue unode los grupos de la época más próximos al punk inglés. Si bienla mejor canción que grabaron nunca –“Escupe”– aparecía enun disco anterior (un LP compartido con Kortatu, Jotakie yKontuz Hi!), Inadaptados es uno de los discos clave del RRV.Con unas guitarras más trabajadas de lo habitual y la voz deNacho lanzando exabruptos en primer plano, el primer disco deCicatriz es la máxima expresión del lado más macarra y agre-sivo del RRV.

0809

“LA DENOMINACIÓN [RRV] VINO A RAÍZ DEL CONCIERTO ANTI-OTAN EN TUDELA ENDONDE POR PRIMERA VEZ SE CONGREGARON EN UN MISMO FESTIVAL BARRICADA, LAPOLLA RECORDS, RIP, BASURA, ESKORBUTO, ZARAMA Y HERTZAINAK (. . .). ESTOS GRU-POS SON LA PUNTA DE LANZA DE UN MOVIMIENTO DE CERCA DE CIEN GRUPOS QUEESTÁN PULULANDO POR EUSKADI Y SON RADICALES TAMBIÉN”.

Marino Goñi

RIPBarricadaKortatu

La Polla Records

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Roberto Moso: “Como suele ocurrir enestos casos las influencias sociedad/RRVeran mutuas. Tú leías en el periódico quehabían detenido a un insumiso y le hacíasuna canción de apoyo que, a lo mejor,hacía otros veinte y así con todo: gaztetxes,radios libres, euskera…”.

EL RRV VISTO EN PERSPECTIVA

Pablo Cabeza: “El RRV tuvo su etapa dora-da entre el 84 y el 88. Hacia 1990 todo sehace un poco más adulto y comienza a

diversificarse un poco más la escena.Aguantaría unos años más, pero yo tampo-co estaba por la labor (lamento la persona-lización extrema) de prolongar una historiaque, como todas, debían tener su naci-miento y su final. ¿Que se acababa o seagotaba? No pasaba nada, el circuito esta-ba vivo y era cuestión de seguir la escenacon lo que viniese...”

Iker Barandiaran: “La izquierda abertzale,tarde, intentó aprovechar aquella energía ymagnetismo y conexión con las masas quetenían aquellas bandas rupturistas. Tarde,

digo, porque al principio no los quisieroncomprender. El PSE también hizo algúnintento en época de elecciones, pero lesalió bastante mal y en un concierto queorganizaron prácticamente les destrozaronun local que tenían en Donosti”.

Iñigo Muguruza: “Visto con la perspectivade los años, lo mejor fue la cantidad degente que participó en gaztetxes, radioslibres, grupos de música, colectivos, etc. Elllamado RRV fue la banda sonora de lo queocurrió. Lo peor fue la cantidad de genteque quedó en el camino”.

Iker Barandiaran: “Otra cosa mala pudoser que las bandas que diferían de estasotras musicalmente, más que políticamen-te, quedaron relegadas a un segundo plano(hablo de bandas de rockabilly, siniestras,poperas…) por parte del público”.

Josu Zabala: “Aquello no era una movidade profesionales de la música, nos conocí-amos en la taska rock, fumando canutos yoyendo rock. Estábamos todos en el mismopuchero, mientras unos ensayábamos losotros ocupaban el gaztetxe en el que toca-ríamos después o instalaban la radio en laque pincharían nuestro disco. Lo cierto esque fueron años en los que la juventudderrochó alegría, energía y capacidad deautoorganización a raudales”.

Iñigo Muguruza: “Creo que aquellas críti-cas en su mayoría siguen teniendo validez,y los discos de Kortatu se siguen vendien-do por algo. Estando como estamos en unperiodo de involución socio-política, aque-llas letras de RIP, Eskorbuto, Tijuana inBlue, Hertzainak, La Polla Records, etc.cobran vigencia día tras día. Como decíaCicatriz: ‘La libertad de expresión es solopura ficción’”.

Elena López Aguirre: “¿Cuándo termina elRRV? Pues cuando Hertzainak publicó en1988 “Aitormena” (La confesión), una bala-da con cuarteto de cuerda”.

que más le impactó. RIP versioneaban,entre otros, a Wire, Abrasive Wheels, SexPistols, Youth Brigade… y evidentementeescuchaban a GBH y Discharge; La Pollallegó a versionear a The Boys; Kortatu ido-latraban a The Clash; los Cicatriz se fuerona derroteros más Oi!, MCD quizás oían másrock and roll; Eskorbuto eran más oscu-ros… La influencia del punk inglés era undenominador común, pero de ahí en ade-lante…”.

Roberto Moso: “Las mayores influenciassin duda son el movimiento punk y sus‘amigos’ (ska, reggae, hardcore, etc.). Yosiempre he creído que el concierto de losClash en el 81 en Anoeta fue para muchostoda una revelación. Hasta entonces nadiehabía visto juntos rock cañero e ikurri-ñas”.

Josu Zabala, músico y ex miembro deHertzainak: “El público era una mezcla depasotas, punkis de verdad y de escaparate,abertzales marchosos y borrokas, barrio-bajeros, ‘fanzinerosos’, hippies tardíos,insumisos, en fin, marginados marchososde toda índole y algunos yonquis”.

Iñigo Muguruza: “El momento históricofue crucial. De hecho, si no hubiera surgi-do el movimiento musical que surgió sehabrían hecho películas a lo Ken Loach consuper 8, o cualquier otra manifestaciónartística que reflejara la reconversiónindustrial, la represión policial, la impoten-cia política, el paro, la imposición de unatransición descafeinada, el desengaño conel gobierno socialista, etc.”

Elena López Aguirre: “La generación

punk del 77, como la generación beat del57 o la generación hippy del 67, obedecióa los dictados de las circunstancias histó-ricas. En España, desde 1976 hasta 1985se destruyeron casi dos millones y mediode empleos a causa de la reconversiónque Europa exigía para entrar en elMercado Común. Por otra parte, los jóve-nes de los ochenta fueron una generaciónespecialmente numerosa, la del boomdemográfico de mediados de los sesentaimpulsado por el desarrollismo. Muchosde aquellos jóvenes jamás tendrían unempleo fijo en su vida. Más de la mitadhabía emigrado con sus padres siendoniños a los principales centros industria-les: País Vasco, Barcelona, Madrid yLevante. La consiguiente especulacióninmobiliaria pobló las afueras de las ciu-dades vascas de colmenas. El punk vasco

y emigrante tenía ya las condiciones nece-sarias para germinar”.

Marino Goñi: “En el País Vasco de princi-pios de los ochenta no mirábamos aMadrid como punto de referencia de lamodernidad. La situación de crisis econó-mica, el paro, la reconversión industrial, elGAL y otras tantas novedades que nos traíael gobierno del PSOE no nos hacían felicesprecisamente. El espíritu hedonista de lamovida madrileña no llegaba a los barriosni a los pueblos fabriles de Euskal Herria.Aunque el País Vasco fue el primer sitiodonde se manifestó el movimiento, enotros puntos de la península surgieronbandas radicales que con el tiempo hansido tan o más importantes que las vascas:Extremoduro, Reincidentes, Los Suaves,etc…”.

Aunque es indudable que espiritualmenteel RRV se alimentó del punk, lo cierto esque muchos de estos grupos tenían másque ver con el rock urbano de los setenta.No faltaron grupos como Barricada connumerosos guiños heavys, también hubobandas como BAP!! que fueron auténticaspioneras del hardcore y otras como ZerBizio? sencillamente inclasificables. Talvez el caso más raro sea el de La PollaRecords. Su asombrosa longevidad hahecho que la recepción de sus discos hayacambiado mucho: hoy su primer EP, consus cajas de ritmos y su producción lo-fi,suena extrañamente contemporáneo, unaespecie de versión inteligente y nadamoñas del revival tecno-pop. También esimportante recordar que dentro del RRVhubo espacio para el reggae, con gruposcomo Potato, y sobre todo para el ska, conincontables bandas muy irregulares a lasque resultaba fácil reconocer porquesiempre aparecía la palabra “ska” en sus

nombres (Skalope, Korroskada...).La vocación política de estos grupos hasido siempre un asunto muy discutido. Dehecho, muchas de las primeras cancionesdel RRV reflejaban una actitud jaraneracuando no sencillamente descerebrada.Basta recordar letras como: “Me sientofeliz/ de ser un puto subnormal/ con deli-rios de grandeza/ mientras me hago unchute/ y privo cerveza” (Cicatriz), “Todoeste sábado me lo voy a pasar/ privandoen mi casa hasta reventar” (Kortatu),“Ruido de sables en el cuartel, cerveza yspeed a todo tren” (MCD), etc. Posterior-mente se produjo una especie de institu-cionalización de ciertos temas supuesta-mente “radicales”. En palabras de los bil-baínos Doctor Deseo en 1985: “El RRV noes lo que era, se ha convertido en una ins-titución, parece algo sagrado que no sepuede mover. Además, en realidad sonmuy poco radicales, musical y estética-mente son muy conservadores, y sus

letras son relativamente radicales, améndel panfleto. Hay tres temas fundamenta-les: meterse con los modernos, contra laiglesia y contra la policía. Si se nombra lapalabra ‘maderos’ es éxito seguro enEuskadi”.Por último el RRV en seguida se difundiópor toda la Península, entre otros muchoscabe recordar a Dixebra (Asturias), L’OdiSocial (Cataluña), Reincidentes (Andalucía)o Tarzán (Madrid). Más, aún, la relación demuchos grupos del RRV con el mundoabertzale no fue ni mucho menos tanestrecha como el ABC y otros medios decomunicación se empeñaron en hacernoscreer. Canciones como “A la mierda el PaísVasco” (Eskorbuto) o “Hijos de laExtremadura” (Los del Rayo) y lemascomo “Odio a los partidos, fuego a lasbanderas” (La Polla Records) parecen cla-ros al respecto. Aún más, los críticos acé-rrimos del RRV han intentado hacer pasarpor apologías de la violencia lo que en el

fondo era una confusa mezcla de insatis-facción política y marginalidad. Comoejemplo del auténtico caos intelectual delque hacían gala algunos de estos gruposcabe recordar las delirantes declaracionesde Nacho Cicatriz: “Siempre he sido ungamberro, de blusa me gustaba hacer elgamberro, de dantzari me gustaba hacerel gamberro. Y luego, la verdad, cuandoempecé a fumarme porros y empecé a oírchorradas de que si vasco traidor, que sidrogadicto, me mosqueó mucho esa movi-da, no me gustó nada. Me atrajo tanto lodel porro y lo de los hippies y lo de lamúsica; todo eso me llenó tanto que meanuló lo anterior. Yo pensaba morir porETA, vamos, mi máxima ilusión era seretarra; eso era de chaval lo que yo pensa-ba. Pero, no sé, de un día para otro dije:‘No, chaval, lo tuyo es esto, lo tuyo son losporros’. Me ha traído muchas consecuen-cias, pero tampoco me arrepiento de loque he vivido”.

¿Rock? ¿Radical? ¿Vasco?La Polla Records y la filosofía

Suele decirse que las canciones de LaPolla Records son “una patada en los hue-vos al poder”. Tal vez sea verdad, pero nolo es menos que, entre todos los tipos depatadas en los huevos, estas tienen algoespecial. Las canciones de LPR tienen unclaro carácter sistemático. En su momen-to, por ejemplo, habrían servido de libro detexto de la asignatura de Ética en el bachi-llerato y, si alguien busca una guía para laeducación de sus hijos lo más completa yhonrada posible, es difícil que encuentrealgo mejor que los discos Salve yRevolución. Hay una implacable lógicaque atraviesa la obra de LPR y que sor-prende por su eficacia para señalar loscuatro puntos cardinales de una orienta-ción política. En efecto, hay cierta clase deceguera que no tiene que ver con estarequivocado sino con esa especie de

abyección moral que contamina la atmós-fera política que respiramos. En este sen-tido, LPR aportó un poco de honradez parallamar a las cosas por su nombre y ende-rezar una brújula moral que se encuentraestructuralmente invertida. Todo una lec-ción y un reto para las cátedras de Éticay Filosofía de este país. Ya está bien deexplicar en qué consisten la moralidad y laciudadanía tomando por referencia unmundo supuestamente sano en el que losindividuos sólo delinquirían, por ejemplo,robando un jamón o mintiendo a su novia.Hay que explicar en qué consiste la mora-lidad en este mundo de “demócratas cris-tianos hinchados como cerdos y podridosde dinero” (LPR), a los que nunca se lespilla robando en un supermercado porqueresulta que son los accionistas de esteformidable supermercado en el que se ha

convertido el planeta. La cuestión no estanto si los banqueros, por ejemplo, pue-den estafar o extorsionar; es más intere-sante reparar en la estafa y la extorsiónque supone el hecho mismo de que exis-tan banqueros. A los perros guardianes deeste infierno, a sus usureros y beneficia-rios, a sus administradores, voceros ylegitimadores –así hasta completar elíndice de canciones de LPR– no se lespuede denunciar en un juzgado y, desdeluego, es inútil intentar convencerles denada. Es aquí donde el insulto –un arte enel que LPR fueron maestros– empieza acumplir un papel “epistemológico”.Gracias a que, al menos, aún es posibleinsultar, se sigue recordando que, pese asu portentosa impunidad, Wall Street o elBanco de Santander no son realidades taninevitables como el curso de los astros.

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Texto: Carlos Fernández Liria

PARA SEGUIR LEYENDO:

Roberto Moso, Flores en la basura. Losdías del rock radical (Hilargi, 2003).

Elena López Aguirre, Del txistu a la tele-caster (Aianai, 1996).

Elena López Aguirre, Hertzainak: La confe-sión radical (Aianai, 1993).

Diego Cerdán, Eskorbuto: Historia triste(Ediciones Marcianas, 2001).

“LAS LETRAS QUE CANTO EN LAS ACTUA-CIONES MÁS O MENOS SON IDEAS QUETODOS LOS PUNKIS PENSAMOS. PERO AMÍ ME INTERESA MÁS QUE LAS OIGA UNDETERMINADO TIPO DE PÚBLICO QUE NOOPINA DE ESA MANERA, PARA CONSE-GUIR CAMBIARLES; LOS DEMÁS SONCOLEGAS TUYOS”.

Evaristo, cantante de La Polla Records

“EL GRAN DRAMA DE ESKORBUTO ES QUE NO VALÍAN PARA MALOS. LO INTENTARON CON TESÓN PERONO LES SALÍA. SI TRATABAN DE ROBAR EN UNA IGLESIA, DESPERTABAN A TODOS LOS VECINOS Y ACA-BABAN EN CHIRONA. SI PRETENDÍAN DAR UN TIRÓN, LA DUEÑA DEL BOLSO RESULTABA SER CAMPE-ONA OLÍMPICA Y CORRÍA MÁS QUE ELLOS. SI SE COLABAN EN EL TREN, LOS GUARDIAS JURADOS LESDABAN PAL PELO. . .”

Roberto Moso, cantante de Zarama

Cicatriz

Zarama Hertzainak