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La Soberanía de Dios en la Salvación y la Unidad de la Trinidad 11 MAYO 2015 tags: Atributos de Dios, Salvación, Steven J. Lawson, Todos los Artículos La Soberanía de Dios en la Salvación y la Unidad de la Trinidad Por Steven Lawson La soberanía divina en la salvación implica que cada una de las tres personas de la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Los tres trabajan en perfecta unidad para rescatar a los mismos pecadores indignos. Dentro de la Trinidad, hay un propósito salvador, un plan de salvación, y una función de salvación. Aquellos a quienes los elige el Padre son precisamente aquellos a quienes el Hijo redime y aquellos a los que regenera el Espíritu. Las personas de la Deidad actúan como un Salvador. La Trinidad no está dividida en su acción salvífica. No está dividida en su dirección e intención, como si cada persona de la Divinidad busque salvar a un grupo diferente de los pecadores. En su lugar, cada miembro de la Trinidad se propone

La Soberanía de Dios en La Salvación y La Unidad de La Trinidad Steve Lawson

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La Soberana de Dios en la Salvacin y la Unidad de laTrinidad11 MAYO 2015tags:Atributos de Dios,Salvacin,Steven J. Lawson,Todos los Artculos

La Soberana de Dios en la Salvacin y la Unidad de la TrinidadPor Steven LawsonLa soberana divina en la salvacin implica que cada una de las tres personas de la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espritu Santo. Los tres trabajan en perfecta unidad para rescatar a los mismos pecadores indignos. Dentro de la Trinidad, hay un propsito salvador, un plan de salvacin, y una funcin de salvacin. Aquellos a quienes los elige el Padre son precisamente aquellos a quienes el Hijo redime y aquellos a los que regenera el Espritu. Las personas de la Deidad actan como un Salvador. La Trinidad no est dividida en su accin salvfica. No est dividida en su direccin e intencin, como si cada persona de la Divinidad busque salvar a un grupo diferente de los pecadores. En su lugar, cada miembro de la Trinidad se propone e irresistiblemente procede salvar a un mismo pueblo: el pueblo elegido de Dios.Tristemente, muchos creen lo contrario. Insisten en que el Padre salva slo unos pocos pecadores a quienes l prevee que creern en Cristo, de manera que confunden errneamente el conocimiento previo (Hechos 2:23; Rom. 8: 29-30; 1 Pedro 1: 2, 20), que significa amor previo, con una mera previsin. Tambin se imaginan que Cristo muri por todos los pecadores hipotticamente un grupo diferente del que el Padre salva ingenuamente suponiendo que slo hay un significado para las palabras bblicas mundo y todos. Afirman, adems, que el Espritu salva a otro grupo, es decir, algunos pecadores a quienes l corteja. Tristemente, confunden su llamado de salvacin interno (1 Cor. 1: 2, 9) por una conviccin general, de no-salvacin (Heb. 6: 4-5). De acuerdo con este esquema de fugas, las tres personas de la Trinidad pretenden estar buscando tres grupos diferentes de individuos-pocos, todos, y algunos. Por lo tanto, las personas de la Deidad estn profundamente divididas en Su accin salvfica. Peor an, el pecador y no Dios gobiernan como determinantes en su salvacin.EL HOMBRE NO ES SOBERANO EN LA SALVACIN DIOS LO ES.Pero la Biblia ensea lo contrario. La Escritura revela una perfecta unidad en la Trinidad, una perfecta unidad entre el Padre, el Hijo y el Espritu en sus actividades de salvacin. La Palabra de Dios nos ensea que la Divinidad acta como un Salvador para salvar un pueblo. La verdad es que el hombre no es soberano en la salvacin, Dios lo es. Los tres miembros trabajan juntos con la soberana absoluta y la determinacin inquebrantable para salvar las mismas personas para Su propia gloria. Esto se logra mediante el libre ejercicio de la autoridad suprema de los tres miembros de la Trinidad. Considere la parte que desempea cada uno en esta salvacin cohesiva.La Soberana del PadreAntes de la fundacin del mundo, Dios escogi a personas sin merecerlo e indignos como son para ser objetos de su gracia salvadora (2 Tim. 1: 9). El apstol Pablo escribe: "nos escogi en l antes de la fundacin del mundo" (Ef. 1: 4a). Es decir, l escogi a sus escogidos por s y para s, una eleccin soberana no se basa en ninguna buena obra o fe prevista por su parte. Esta eleccin divina se origin dentro de S mismo, por Su propia eleccin de la gracia ( Rom 9,16). Por razones conocidas slo a Dios, l seleccion a quien l salvara.Despus de haber elegido a sus escogidos, el Padre se los dio al Hijo antes de los siglos para ser Su herencia real. Este regalo fue una expresin del amor del Padre por el Hijo (Juan 6:37, 39; 17: 2, 6, 9, 24). Estos elegidos fueron seleccionados para el ms alto propsito que iban a alabar al Hijo por siempre y ser conformados a Su imagen (Ro. 8:29). El padre entonces, en la eternidad pasada, comision al Hijo para entrar en el mundo para comprar la salvacin de los elegidos. Adems, el Padre dirigi al Espritu Santo para regenerar a estos mismos elegidos. Por lo tanto, su salvacin fue preordenado y predestinada por la voluntad soberana de Dios antes de la fundacin del mundo (Ef. 1: 5). Los nombres de los elegidos fueron escritos en el libro de la vida del Cordero (Apocalipsis 13: 8; 17: 8). Bajo la direccin del Padre, las tres personas de la Deidad irrevocablemente acordaron ejecutar la salvacin de estas personas elegidas. Esta es la gracia soberana de Dios Padre en la eternidad pasada.La Soberana del HijoDespus de haber recibido hace tiempo del Padre los nombres individuales de los elegidos, Jesucristo vino a este mundo para comprar su salvacin. Con una intencin singular, Cristo se propuso morir por Su verdadera iglesia aquellos dados a l por el Padre en la eternidad pasada. l declar: "Yo doy mi vida por las ovejas" (Juan 10:15). Obligado por la devocin a Su novia elegida, Cristo "am a la iglesia y se entreg a s mismo por ella" (Ef. 5: 25b).CRISTO NO FUE DEFRAUDADO EN EL CALVARIO, SINO QUE ADQUIRI TODOSAQUELLOS PORQ QUIENES EL PAGO.Con este plan definitivo en la cruz, Jess compr con Su propia sangre a todos los que estaban predestinados para creer en l (Hechos 20:28). l no se limit a hacer posible la salvacin. l no hizo una redencin hipottica. Ms bien, l salv realmente. Cristo no fue defraudado en el Calvario, sino que adquiri a todos aquellos por quienes l pag. Jess verdaderamente asegur la vida eterna por Sus ovejas. Ninguno por quienes l muri jams perecer. Esta es la gracia soberana de Dios el Hijo hace dos mil aos en su muerte salvadora.La Soberana del EsprituPor otra parte, el Padre y el Hijo enviaron al Espritu Santo a este mundo para aplicar la muerte salvadora de Cristo a todos los elegidos. Mientras se proclama el evangelio, el Espritu emite un llamado interior especial a estos elegidos, los elegidos por el Padre y redimidos por el Hijo. El Espritu regenera poderosamente sus almas espiritualmente muertas, resucitndoles de la tumba del pecado a la fe salvadora en Cristo (Ef. 2: 5-6). Jess afirm: "Todo lo que el Padre me da, vendr a m" (Juan 6: 37a). Esta actividad salvfica es inalterablemente cierta porque Dios llama (6:44) todos estos dados a Cristo. El Espritu les concede el arrepentimiento (2 Tim 2:25.) y crea la fe salvadora dentro de ellos (Filipenses 1:29; 2 Pedro 1: 1.).En este acto eficaz, el Espritu abre los ojos espiritualmente ciegos de los elegidos para ver la verdad (2 Cor. 4: 6). El abre sus odos sordos para or su voz (Juan 10:27). Abre sus corazones cerrados para recibir el evangelio (Hechos 16:14). Se activa sus voluntades muertas a creer el mensaje de salvacin (Juan 1:13). El Espritu vence toda resistencia y triunfos en los corazones de los elegidos. Esta es la gracia soberana de Dios el Espritu Santo dentro de tiempo.Este extracto se toma dePillars of Gracepor StevenLawson.