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1.2.3 Las sociedades de masas La reflexión sobre el fenómeno de las masas surge en el siglo XIX en relación con tres ámbitos a) Las convulsiones políticas c) Los nuevos espectáculos y medios de comunicación (el cine, la prensa de gran tirada, las exposiciones universales y las grandes ferias internacionales), que prefiguraban un nuevo tipo de público en las sociedades urbanas b) Las transformaci ones económicas Gustave Le Bon publica en 1895 Psicología de las masas, en el que plasma una concepción negativa de la masa caracterizada por la irracionalidad, el esquematismo simplista, el dogmatismo, la intolerancia y la credulidad. Le Bon, que acabaría sus días como admirador de Mussolini, identifica las masas como muchedumbres de conducta homogénea, que responden mecánicamente a la fascinación de los líderes y que actúan por impulsos, de forma extrema y simplificada. Gabriel Tarde es el primero en establecer una relación entre la masa y los nuevos públicos, anticipando el papel central que los nuevos medios (prensa, cine, radio) juegan en la homogeneización de las conductas de la masa a través de la fascinación y la imitación. En La opinión y la masa, publicado en 1901, Tarde sienta las bases de lo que será una tradición crítica de los medios como herramientas de manipulación y control que llega hasta nuestros días. Freud en 1921, publica Psicología de las masas, obra en la que traslada al ámbito social su teoría del inconsciente. La masa aparece así caracterizada como encarnación del inconsciente colectivo: exenta de la presión de la norma, la ética o la ley, la masa se muestra irracional, regida por sus deseos inmediatos, salvaje. La masa es, para Freud, un fenómeno social que permite la liberación individual del peso de las normas sociales, una válvula de escape de la presión civilizadora.

La sociedad de masas

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Sociedad de masas

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Page 1: La sociedad de masas

1.2.3 Las sociedades de masas

La reflexión sobre el

fenómeno de las masas surge en el siglo XIX en relación con tres ámbitos

a) Las convulsiones

políticas

c) Los nuevos espectáculos y medios de comunicación (el cine, la prensa de gran tirada, las exposiciones universales y las grandes ferias internacionales), que prefiguraban un

nuevo tipo de público en las sociedades urbanas

b) Las transformaciones

económicas

Gustave Le Bon publica en 1895 Psicología de las masas, en el que plasma una concepción negativa de la masa caracterizada por la irracionalidad, el esquematismo simplista, el dogmatismo, la intolerancia y la credulidad. Le Bon, que acabaría sus días como admirador de Mussolini, identifica las masas como muchedumbres de conducta homogénea, que responden mecánicamente a la fascinación de los líderes y que actúan por impulsos, de forma extrema y simplificada.

Gabriel Tarde es el primero en establecer una relación entre la masa y los nuevos públicos, anticipando el papel central que los nuevos medios (prensa, cine, radio) juegan en la homogeneización de las conductas de la masa a través de la fascinación y la imitación. En La opinión y la masa, publicado en 1901, Tarde sienta las bases de lo que será una tradición crítica de los medios como herramientas de manipulación y control que llega hasta nuestros días.

Freud en 1921, publica Psicología de las masas, obra en la que traslada al ámbito social su teoría del inconsciente. La masa aparece así caracterizada como encarnación del inconsciente colectivo: exenta de la presión de la norma, la ética o la ley, la masa se muestra irracional, regida por sus deseos inmediatos, salvaje. La masa es, para Freud, un fenómeno social que permite la liberación individual del peso de las normas sociales, una válvula de escape de la presión civilizadora.

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Concepciones de la masa

Negativa Positiva NeutraAlienanteInstintiva-irracionalManipulableSimplificadora (prejuicios)DogmáticaCarente de conciencia históricaBajo nivel culturalIrresponsableCiegaInfantil

Anti-elitistaInstintivaImprevisibleRenovadoraIrreprimibleCreativaAsociada a la cultura popularCoherenteTransformadoraJuvenil

Conjunto multitudinario y disperso de individuosConjunto desestructuradoCarente de identidad propia reconocible. No genera pertenenciaCohesión emocionalAusencia de perspectiva temporalComposición heterogénea y conductas homogéneas

Ortega y Gasset, en su artículo Masas (1926) y en la conocida obra La rebelión de las masas (1930), plantea ya abiertamente la masa como una patología social de su tiempo. Fuertemente individualista, influido por Nietzsche traza un perfil desolador del hombre-masa (aislado, carente de autoestima, anónimo, conformista, pasivo, sin cualificación intelectual). Anticipa el poder de la masa y presiente las convulsiones sociales que agitarán la Europa de las dictaduras de masas.

A partir la década de los años 30 el fenómeno de la masa se generaliza hasta convertirse en un rasgo definitorio de las sociedades desarrolladas occidentales: las sociedades de masas.

A partir de ese momento, y tras la Guerra Mundial, los orígenes políticos e industriales de la masa, que habían suscitado por igual los recelos elitistas y las esperanzas evolucionarias de la izquierda, sufren una radical transformación, fundamentalmente debida a:a) El paso de la economía industrial a la economía de consumob) El auge de los nuevos medios y espectáculosc) La experiencia traumática de la II Guerra Mundial y la polarización de la Guerra Fría

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1.2.4 La cultura de masas frente a la cultura burguesa

La comunicación del público culto está determinada por la lectura que se practica en la esfera privada. La ocupación del ocio del público consumidor de cultura, en cambio, tiene lugar en un clima social. Se empieza generar una comercialización de los bienes culturales. Con la mediación comercial aparecen los rasgos críticos y estéticos que se saben independientes del mero consumo. Por ello se limita la función del mercado a la distribución de los medios culturales. No consiguen aún los valores de cambio influencia alguna sobre la calidad de los productos.Una vez penetrada la obra de arte por las leyes del mercado, se convierten éstas en leyes configurativas inmanentes. El servicio, el surtido, la presentación y demás se rige en los amplios ámbitos de la cultura de los consumidores.Las funciones del mercado se hacen estrictamente diferenciables: según las circunstancias, facilita económicamente el acceso de un público cada vez mas amplio y facilita psicológicamente el acceso de las mas amplias capas a la preformación de los productos que los hace aptos para el consumo.El contacto con la cultura forma, mientras que el consumo de la cultura de masas proporciona un tipo de experiencia que no es acumulativa sino regresiva.La dimensión global de la destrucción tendencial de la publicidad literaria resulta sólo perceptible cuando la ampliación del público lector a casi todas las capas de la población se compara con la efectiva divulgación de las lecturas de libros.La destrucción del público lector culturalmente raciocinante a través del público masa de los consumidores de cultura, por consiguiente, solo insatisfactoriamente puede reflejarse en el ámbito del mercado del libro.La prensa de masas se basa en la transformación comercial de la participación de amplias capas en al publicidad, que tiende a hacerla accesible sobre todo a las masas. Esa publicidad ampliada mermó el carácter político de la prensa en la medida en que el medio de la facilitación psicológica pudo convertirse en el fin en sí mismo de un mantenimiento comercialmente fijado del consumo.La integración de los ámbitos, antes separados, de periodismo y literatura, de información y raciocinio y de la novelística conduce a una verdadera remoción de la realidad, a una mezcla de los distintos planos de la realidad. Surge el mixtum compositum de un cómodo y acomodaticio material de entretenimiento que sustituye la adecuación a la realidad por la consumibilidad.Las emisiones de los nuevos medios contribuyen a cercenar, sin comparación posible con las comunicaciones impresas, las reacciones del receptor. Por lo que se puede observar que el raciocinio de un público lector cede tendencialmente al intercambio de gustos e inclinaciones.Los elementos políticos han sido tan marginados que en la conciencia del público consumidor, la publicidad misma se privatiza, la publicidad se convierte en la esfera de la llegada a notoriedad de las vidas privadas.La esfera íntima familiar también es destruida al punto que han desaparecido prácticamente los hábitos privados de la lectura de novelas. En relación a la conducta del público lector burgués, bien puede afirmarse que el hábito de leer

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libros ha disminuido entre el amplio público de los medios de comunicación de masas.El consumo de los medios de comunicación en masa como la televisión, el cine, la radio, entre muchos otros es mucho mayor entre las capas altas de la población urbana que en los grupos de estatus bajo. Este tipo de consumo cultural crece en una correlación casi perfecta con el nivel de estatus.La caja de resonancia de una capa culta educada en el uso público del entendimiento se ha hecho añicos; se ha escindido en público en minorías de especialistas no públicamente raciocinantes, por un lado, y en la gran masa de consumidores receptivos, por el otro.

1.3 La tercera revolución industrial1.3.1 Las redes de comunicaciónLa noción de paradigma tecnológico, elaborada por Carlota Pérez, Christopher Freeman y Giovanni Dosi, adaptando el análisis clásico de las revoluciones científicas de Kuhn, ayuda a organizar la esencia de la transformación tecnológica actual en su interacción con la economía y la sociedad

La morfología de red parece estar bien adaptada para una complejidad de interacción creciente y para pautas de desarrollo impredecibles que surgen del

Lainformacion es su materia prima: son

tecnologias para actuar sobre la informacion, no solo informacion para

actuar sobre la tecnologia, como era el

caso en las revoluciones tecnologicas previas.

La capacidad de penetracion de los efectos de las nuevas tecnologias

La logica de interconexion de todo sistema o

conjunto de relaciones que utilizan estas

nuevas tecnologias de la informacion

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poder creativo de esa interacción. Esta configuración topológica, la red, ahora puede materializarse en todo tipo de procesos y organizaciones mediante tecnologías de la información de reciente disposición.

Además, cuando las redes se difunden, su crecimiento se hace exponencial, en tanto que los beneficios de estar en la red crecen exponencialmente dado el mayor número de conexiones, mientras que los costos crecen de forma lineal. Además, los costos de exclusión de la red aumentan con el crecimiento de la red debido al número decreciente de oportunidades de alcanzar otros elementos fuera de ésta.

“La primera ley de Kranzberg dice lo siguiente: La tecnología no es buena ni mala, ni tampoco neutral”

Se basa en la flexibilidad. No solo los procesos son

reversibles, sino que pueden modificarse las

organizaciones y las instituciones e incluso

alterarse de forma fundamental mediante la

reordenacion de sus componentes.

Asi, la microelectronica,

las telecomunicaciones, la optoelectronica y los ordenadores

están ahora integrados en sistemas de informacion.La convergencia creciente

de tecnologias especificas en un sistema altamente

integrado, dentro del cual las antiguas trayectorias

tecnologicas separadas se vuelven prácticamente

indistinguibles.

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1.3.2 Comunicación territorio e identidad

Los primeros pasos históricos de las sociedades informacionales parecen caracterizarse por la preeminencia de la identidad como principio organizativo. Entiendo por identidad el proceso mediante el cual un actor social se reconoce a sí mismo y construye el significado en virtud sobre todo de un atributo o conjunto de atributos culturales determinados, con la exclusión de una referencia más amplia a otras estructuras sociales.

La afirmación de la identidad no significa necesariamente incapacidad para relacionarse con otras identidades (por ejemplo, las mujeres siguen relacionándose con los hombres) o abarcar toda la sociedad en esa identidad (por ejemplo, el fundamentalismo religioso aspira a convertir a todo el mundo). Pero las relaciones sociales se definen frente a los otros en virtud de aquellos atributos culturales que especifican la identidad.

En un mundo como éste de cambio incontrolado y confuso, la gente tiende a reagruparse en torno a identidades primarias: religiosa, étnica, territorial, nacional.

En un mundo de flujos globales de riqueza, poder e imágenes, la búsqueda de la identidad, colectiva o individual, atribuida o construida, se convierte en la fuente fundamental de significado social. No es una tendencia nueva, ya que la identidad, y de modo particular la identidad religiosa y étnica, ha estado en el origen del significado desde los albores de la sociedad humana.

Es cada vez más habitual que la gente no organice su significado en torno a lo que hace, sino por lo que es o cree ser.

Las nuevas tecnologías de la información están integrando al mundo en redes globales de instrumentalidad. La comunicación a través del ordenador engendra un vasto despliegue de comunidades virtuales. No obstante, la tendencia social y política característica de la década de 1990 fue la construcción de la acción social y la política en tomo a identidades primarias, ya estuvieran adscritas o arraigadas en la historia y la geografía o de génesis reciente en una ansiosa búsqueda de significado y espiritualidad.

En uno de los primeros estudios psicoanalíticos de usuarios de Internet (en concreto, de miembros de un grupo de Multi Users Dungeons, MUDs), Sherry Turkle mostró que, en efecto, los usuarios desempeñaban papeles y construían identidades on-line. Pero eso creaba un sentimiento de comunidad, aunque efímero, y probablemente producía algún placer a personas necesitadas de comunicación y autoexpresión.