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CARPETA ___________ .3 Prof. HERNÁN SIERRA MEJÍA Psicólogo Universidad Nacional de Colombia LA SUPUESTA ANIMADVERSIÓN ~ DE PIAGET POR LA FILOSOFIA xaminar la concepclOn de la filosofía que tiene un "gran filósofo" (en el sentido habermasiano) es, ante todo, poder trazar los límites de aquello que habría de ser su naturaleza. Piaget fue un gran filósofo, al menos en el sentido de haber pensado problemas de fundamento del conocimiento (y creo que éste es uno de los sentidos principales si no el más importante). Pero Piaget fue también un agudo crítico de la filosofía. ¿Cuál es entonces la naturaleza de la filosofía según Piaget? ¿Qué es lo que él recusa y cuál es la función que le asigna? ¿A propósito de qué se vuelve Piaget contra la filosofía? El objetivo del presente trabajo consiste en examinar la real posición de Piaget frente a la filosofía. En la primera parte me detendré en su crítica a la metafísica y a la filosofía en tanto teoría del conocimiento, así como en su concepción general respecto de la naturaleza y fun- ción de la filosofía. En la segunda parte presentaré el caso concreto de la relación entre filosofía y psicología, por ser dicha relación el motivo principal por el que Piaget se muestra más cáustico con- tra los filósofos. En fin, en la última parte haré algunas conside- raciones generales sobre estos asuntos a modo de conclusión. Los límites de la filosofía Tanto en su "Autobiografía" 1 como en Sabiduría e ilusiones de la filosofía 2 , Piaget destaca dos crisis intelectuales de su adolescencia: la una de naturaleza religiosa y la otra filosófica, pero las dos en- 1. Piaget, J. Opus cit en Busino, G.; Goldmann, L. et al. (1966) Piaget y las ciencia sociales. Salamanca: Sígueme, 1974. pp. 147-181. 2. Piaget, J. (1965). Opus cit. Península. Barcelona. 1973. (Ver Cap. J) (En lo sucesivo SIf). 58 • Nos. 5-6 AÑO MCMXCVII U. NACIONAL DE COLOMBIA BOGOTA,D.C.

LA SUPUESTA ANIMADVERSIÓN DE PIAGET POR LA FILOSOFIA · por ejemplo, que para Wittgenstein la filosofía nopuede seruna doctri-nasobreelmundo. Lafi-losofíapara élesuna ac-titud

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CARPETA ___________ .3

Prof. HERNÁN SIERRA MEJÍAPsicólogoUniversidad Nacional de Colombia

LA SUPUESTA ANIMADVERSIÓN~

DE PIAGET POR LA FILOSOFIA

xaminar la concepclOn de la filosofía que tiene un"gran filósofo" (en el sentido habermasiano) es, antetodo, poder trazar los límites de aquello que habríade ser su naturaleza. Piaget fue un gran filósofo, al

menos en el sentido de haber pensado problemas de fundamentodel conocimiento (y creo que éste es uno de los sentidos principalessi no el más importante). Pero Piaget fue también un agudo críticode la filosofía. ¿Cuál es entonces la naturaleza de la filosofía segúnPiaget? ¿Qué es lo que él recusa y cuál es la función que le asigna?¿A propósito de qué se vuelve Piaget contra la filosofía? El objetivodel presente trabajo consiste en examinar la real posición de Piagetfrente a la filosofía. En la primera parte me detendré en su críticaa la metafísica y a la filosofía en tanto teoría del conocimiento,así como en su concepción general respecto de la naturaleza y fun-ción de la filosofía. En la segunda parte presentaré el caso concretode la relación entre filosofía y psicología, por ser dicha relaciónel motivo principal por el que Piaget se muestra más cáustico con-tra los filósofos. En fin, en la última parte haré algunas conside-raciones generales sobre estos asuntos a modo de conclusión.

Los límites de la filosofía

Tanto en su "Autobiografía" 1 como en Sabiduría e ilusiones de lafilosofía2, Piaget destaca dos crisis intelectuales de su adolescencia:la una de naturaleza religiosa y la otra filosófica, pero las dos en-

1. Piaget, J. Opus cit en Busino, G.; Goldmann, L. et al. (1966) Piaget y las ciencia sociales.Salamanca: Sígueme, 1974. pp. 147-181.

2. Piaget, J. (1965). Opus cit. Península. Barcelona. 1973. (Ver Cap. J) (En lo sucesivoSIf).

58 • Nos. 5-6 AÑO MCMXCVIIU. NACIONAL DE COLOMBIABOGOTA,D.C.

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HERNAN SIERRA MEJIA LA SUPUESTA ANIMADVERSiÓN DE PIAGET POR LA FILOSOFfA

trañableinente unidas bajo un solo problema, el delconocimiento. En este período (en el que ya era reco-nocido como uno de los raros especialistas en mala-cología) Piaget presentaba serias inclinaciones por lafilosofía, en especial por la teoría del conocimiento.Pero después de leer algunos filósofos como A. Saba-tier, H. Bergson, W James, 1.Kant, tuvo la imperiosanecesidad de dedicarse por entero a la investigacióncientífica, por considerar que la especulación filosófi-ca no le conduciría a la solución del problema en elque estaba empeñado: bu~car una fundamentaciónbiológica del conocimiento . Desde su crisis de "des-conversión" Piaget enfila baterías contra la pretensiónde hacer de la epistemología una tarea del todo refle-xiva con exclusión del apoyo en la experiencia cientí-fica,y en su empeño de independizar la epistemologíade la filosofía dispara contra tirios y troyanos. Sin em-bargo, Piaget ha sido mal interpretado cuando se leacusa de haber descalificado del todo a la filosofía.Incluso se le señala de ser un positivista a raíz de latesis defendida en Sabiduría e ilusiones de la filosofía. Yaen esta obra Piaget parte de la premisa de que "todoel que no ha pasad~ por la filosofía queda incurable-mente incompleto- . Y esto ya es admitir demasiado.Piaget no se opone a que la filosofía se ocupe de loslímites del conocimiento, pero si le exige: a) que refle-xione sobre sus propios limites, b) que asuma el hechode que lo que conocemos de la ciencia es siempre loactual y, además, c) quesu esencia es la de estarsiempre" abierta" a nue-vas posibilidades. ¿Aqué se refiere Piagetcuando demanda a la fi-losofía que se ocupe tam-bién de sus propios lími-tes? Nada fácil es res-ponder a esta cuestión,tanto más si se tiene encuenta el resbaladizo te-rreno de la naturaleza dela filosofía. Recordemos,por ejemplo, que paraWittgenstein la filosofíano puede ser una doctri-na sobre el mundo. La fi-losofía para él es una ac-titud hacia la vida o unmétodo de análisis dellenguaje. En cambio, ysólo a título de contraste,para Heidegger la filoso-fía es el lugar de "el pen-

sar". "Los filósofos son los pensadores'": Aunque Piagetdefine la filosofía como "una toma de posi~ión razo-nada con respecto a la totalidad de lo real" ,tambiénse ocupa de ella cuando se le define sólo como doctri-na del conocimiento científico. Sea que se piense en lametafísica o en los métodos de formalización lógicadel conocimiento científico y, desde este último puntode vista, en un criterio legislador para establecer loque es o no ciencia, Piaget se enfrenta a una y otraalternativa en diferentes espacios de su 7vasta obra(con especial atención en SIF y en NME ), a fin dedeslindar de la metafísica una epistemología generalque constituya la base de la doctrina del conocimientocientífico. Así pues, si nuestra interpretación del pen-samiento piagetiano es correcta, los "límites" tendría-mos que situarlos en los métodos de la filosofía y, enespecial, en su función.

La crítica de Piaget a la metafísica no se dirigeen la misma dirección en que 10 hace el positivismológico. Desde luego que las dos críticas se dirimen,en última instancia, en términos de método. Sin em-bargo, existe una diferencia básica: la naturaleza dela crítica piagetiana es epistemológica por oposicióna la crítica lógica del positivismo lógico. La tesis cen-tral del positivismo en contra de la metafísica consisteen afirmar que esta no constituye un genuino co-nocimiento porque sus términos carecen de signi-ficado. Buena parte de la crítica de Carnap a la me-

tafísica descansa en lamanera como interpretael significado de las pa-labras constitutivas de lasproposiciones. La semán-tica carnapiana asumeque la referencia es unapropiedad de las pala-bras y, por consiguiente,debe ser posible estable-cer las características ob-servables de aquello so-bre lo cual, en últimainstancia, descansa el sig-nificado cognoscitivo deaquellas. De no ser posi-ble establecer tales carac-terísticas, el término ca-rece de significado y conél la proposición. Ade-más, es la naturaleza for-mal del conocimiento loque lo constituye comotal y, con tal virtud, bastael análisis lógico del len-

3. Aparte del supuesto según el cual "existe una lógica de la accióndistinta a la lógica matemática"(SIF. p, 14), que habría de consignar en suinédito fsbozo de neopragmatismo bajo la reconocida influencia de W. Ja-mes, A. Reyrnond y H. Bergson, l'iaget dice haber llegado a dos ideascentrales como producto de sus dos crisis intelectuales. 1] "Poseyendotodo organismo una estructura permanente que puede modificarse bajolas influencias del medio pero sin destruirse jamás en cuanto estructurade conjunto, todo conocimiento es siempre asimilación de un dato exteriora las estructuras del sujeto". 2] "Los factores normativos del pensamientocorresponden biológicamente a una necesidad de equilibrio por autorre-gulación: así, la lógica podría corresponder en el sujeto a un proceso decquilibración". (SIr p. lA).

4. SIF. p. 7.5. Heidegger, M. (1954) "¿Qué quiere decir pensar?" en Conferencias

1I artículos. Barcelona: ODÓS, 1994. p. 114.6. SIl' p. 51. "El término «razonado» opone la filosofía a las tomas

de posiciones puramente prácticas o afectivas, o también a las creenciassencillamente admitidas sin elaboración reflexiva: una pura moral, unafe, etc. El concepto «totalidad» abarca tres componentes. En primer lugar,se refiere al conjunto de las actividades superiores del hombre y no ex-clusivamente al conocimiento: moral, estética, fe (religiosa o humanista),etc. En segundo lugar, implica, desde el punto de vista del conocimiento,la posibilidad de que exista, bajo las apariencias fenoménicas y los cono-cimientos particulares, una realidad última, una cosa en sí, un absoluto,etc. En tercer lugar, una reflexión sobre la totalidad de lo real puede na-turalmente conducir a una apertura sobre el conjunto de los posibles(Leibniz, Renouvicr; etc.)." p. 51.

7. l'iaget, J. (Dir: 1%8) Lógica y cmlOcimiellto científico: 1. Naturalezalf lIJétodos dI' la l'/¡,,,tcl1w!oSitl. Buenos Aires: Proteo, 1970.

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CARPETA

guaje para establecer el valor cognoscitivo de unenunciado con total prescindencia de las cuestionesrelativas a la epistemología. La investigación de lacapacidad humana de conocimiento es asunto de lapsicología, no de la filosofía de la ciencia.

Piaget no admite que se pueda invocar el sig-nificado de los enunciados y de los problemas comocriterio demarcatario. En primer lugar, porque desdeel punto de vista de la ciencia, esta es en esencia"abierta" y está en libertad para tratar todos los pro-blemas que quiera y pueda en la medida en queencuentre métodos apropiados para ello y, por tanto,no hay razón para constreñirla a un conjunto de pro-blemas limitados de antemano sin que, con ello, sedesnaturalice su propia dinámica. De otro lado nose puede admitir, desde el punto de vista del co-nocimiento, que la metafísica carezca de sentido "noporque se pueda admitir sin más la validez de unconocimiento metafísico, sino porque nada permiteclasificar definitivamente un problema como cien-tífico o metafísico y porque un problema puesto enduda, cuando mas, puede ser llamado "sin signi-ficación (cognoscitiva) actual"s.

La otra cara del problema del significado de lametafísica, refiere a la significación expresiva o, engeneral, humana. Carnap reconoce que los enuncia-dos metafísicos "sirven para la expresión de una actitudemotiva ante la vida", pero aún en este terreno nole reconoce más mérito que la de ser un sustituto"inadecuado" del arte. En el fondo, no admite quesea un modo conveniente de afrontar los problemashumanos: el metafísico confunde la descripción conla expresión y "crea una estructura que no logra nadaen 10 que toca al conocimiento y que es insuficientecomo expresión de una actitud emotiva ante la vida,,9.Piaget piensa otra cosa: aun en el caso en el que,desde el punto de vista del conocimiento, un pro-blema carezca de significación actual, no deja de ser"un problema de significación humana permanente ysiempre actual, un legítimo problema filosófico portanto"lO. Según Piaget no es pues el sentido ni lanaturaleza de los proble-mas 10 que distingueciencia de filosofía, ellassólo se diferencian por lanaturaleza de sus méto-dos. Desde luego que losmétodos de la filosofíano le son extraños a laciencia. La reflexión filo-sófica no sólo tiene unvalor heurístico incom-parable sino que, como

bien sostiene Kuhn, cumple una función esclarece-dora en los momentos de crisis de la ciencia. Estobien 10 sabe y 10 defiende Piaget. Su objeción nopodría interpretarse como un intento de descalificarlos métodos filosóficos en tanto principios de me-diación cognoscitiva. Su crítica esta dirigida al ca-rácter especulativo de los métodos filosóficos, a sutotal prescindencia de los instrumentos de compro-bación empírica directa en la formación de cono-cimientos. De aquí entonces que la filosofía no puedaalcanzar nunca un genuino conocimiento. "La filo-sofía constituye una «sabiduría» imprescindible a losseres racionales para coordinar las diversas activi-dades de los hombres, pero no alcanza un saber pro-piamente dicho, provisto de las garantías y de lasformas de control que caracteriza 10 que se llamaC .. ,,11 L .. bí .«Conocírruento» . a CIenCIa,en cam 10, es un SIS-

tema racional de explicación capaz de contrastarsecon la realidad, cuya validez no obedece a criteriosde demarcación sino, ante todo, a un progresivo pro-ceso de desubjetivación garantizado por los nivelesde formalización lógica del conocimiento alcanzado.

En fin, si Piaget no admite que la filosofía, entanto doctrina sobre la totalidad de 10 real sea ungenuino conocimiento (Figura 1), tampoco le admiteal positivismo lógico descalificarla sobre la base desu significación. Es mas bien sobre la base de unprincipio según el cual 10 que distingue saber de co-nocer, es decir filosofta de ciencia, es 10 mismo quediferencia una toma de posición razonada acerca dela totalidad de 10 real (o de una parte de ella) deuna decisión fáctica acerca de 10 que se cree sobreel mundo, esto es, los instrumentos de control fácticocualesquier sean ellos. Al invocar tales instrumentosparecería que Piaget abogara por un principio segúnel cual se trazara una línea divisoria entre filosofíay ciencia sin descalificar a la primera. Pero esta líneadivisoria, este principio, no es mas que una expresióndúctil de un criterio de progreso científico con arregloal cual la ciencia avanza en sus métodos de controly, por tanto, en sus conocimientos. De esta suerte,

los límites metodológi-cos de la filosofía sólopermiten establecer susalcances, no su validezY

Al mirar este asuntode la relación entre filo-sofía y ciencia desde elpunto de vista de las fun-ciones de la primera, pía-get, al mismo tiempo querecusa su presentaciónde juez cuando se limita

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S. SIF. P: 53, Hemos usado los términos "sentido" y "significado"sin distinción alguna entre ellos, aunque en rigor, y desde la tradición dela filosofía analítica, debimos haber hecho tal distinción. Con ello quisi-mos mantenernos fieles al lenguaje de Piaget quien no hace diferenciaalguna entre ellos, De otro lado, hemos hablado de «significado del pro-blema» lo cual es, en cierto sentido, equívoco. La razón de este uso no esotra que la costumbre de Piaget de formular los problemas siempre entérminos disyuntivos,

9. Carnap, R. (1932) "La superación de la metafísica mediante elanálisis lógico del lenguaje" en Ayer, A, J. (Ed. 1959) El positivismo lógico.México: FCE, 1981. p. 85,

10. SIF. p. 54.11. SIF. p. 5.

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HERNÁN SIERRA MEJiA LA SUPUESTA ANIMADVERSiÓN D~ PIAGET POR LA FllOSOFIA

Figura 1. El conjunto de teorías (física, biología, sociología,psicología, etc.), constituyen casos particulares de una teoríametauniversal que la abarca a todas: la Metafísica. Esta, incluso,cubre ámbitos no cubiertos por las teorías particulares (Re-).

a ser una doctrina sobre la ciencia, le reconoce unaimportante función y admite que la filosofía ha deocuparse de la totalidad de lo real. Pero como doctrinasobre el conocimiento en general ya no puede seguirsiendo una filosofía sino una disciplina autómata ycientífica.

La filosofía no puede seguir siendo un juez dela ciencia. Su función no puede ser la de establecerbarreras respecto de lo que es o no conocimientocientífico. Los intentos por establecer tales demar-caciones·han sido desbordados en el curso históricodel desarrollo de las ciencias. Nuevos métodos y nue-vas doctrinas se han impuesto a las voces que gritansu descalificación. El único juez de las aperturas quela "dialéctica interna" de las ciencias impulsa a ima-ginar ampliar de manera inoxerable, es la ciencia mis-ma. La exigencia de una formalización lógica del co-nocimiento alcanzado es, desde luego, un principiode fundamentación científica, pero en nombre de esteprincipio no pueden ser descalificadas las nuevasy diversas formas de conocimiento que se atienencon rigor a los hechos.Los criterios de forma-lización le son inheren-tes a las diferentes re-giones cognocitivas y alos diferentes momen-tos de su desarrollo.Pretender entonces eri-gir unos criterios uni-versales e invariables deformalización para todotipo de Conocimiento ypara todo momento de

su desarrollo es desconocer la naturaleza de los di-versos objetos científicos, de sus conocimientos yde sus transformaciones históricas. La función delegislador en el sentido de exigir una validez formaldel conocimiento, es el ejercicio que con derechopropio le asiste a las epistemologías regionales in-herentes a las ciencias perticulares. Con todo, Piagetdefiende el ideal de la "unidad de la ciencia", "enel sentido de concebir dicha unidad como conjuntode interdependencias y complementariedades en-tre las diferentes disciplinas,,12, sin pretender conello ninguna uniformidad artificial. Es por esto quePiaget aboga por un trabajo interdisciplinario, cuyaconsecuencia sea el enri~uecimiento mutuo entrelas disciplinas científicas 3.

¿A que se reduce entonces la tarea de la filosofía?Sostiene Piaget que el estudio de la actividad cog-nocitiva del sujeto, la epistemología, que ha sido uncampo de investigación que por tradición se le hareservado a la filosofía, sólo puede ser desligado deella si se asume su estudio de manera científica. Lafilosofía, sostiene en una clara expresión que nos evo-ca la tesis de Habermas, sólo puede llevar a cabola legítima tarea de coordinar los valores de cono-cimiento con los demás valores humanos, tarea nadadespreciable si se tiene en cuanta, con Habermas,que para desplegarla se requiere ejercer la difícil fun-ción de "interprete". En un pequeño ensayo en elque pone en cuestión la actitud del "gran pensador",Habermas defiende la idea de que la filosofía debeabandonar las funciones de "acomodadora y de juez"para asumir las más modestas de "vigilante e in-terprete". La filosofía agotó sus recursos para el or-denamiento de la racionalidad y es insuficiente parajuzgar el surgimiento de nuevas disciplinas cientí-ficas. Al final del artículo lanza su proclama en laque expresa que la filosofía debe dirigir sus esfuerzosa coordinar valores a partir del ejercicio interpre-tativo: "Los procesos de entendimiento del mundovital precisan de una tradición cultural en toda la am-

plitud de su horizonte y nosolamente de las bendi-ciones de la Ciencia y dela Técnica. De este modo,La Filosofía podría actualizarsu referenciaa la totalidad ensu cometido de interprete delmundo vital. Cuando menospodría ayudar a poner en mo-vimiento la articulación in-móvil de lo cognitivo-instru-mental, con lo práctico-moraly lo estético-expresivo, todo

12. Piaget, J. (1947) "Sobre la relación de las ciencias con la filosofía"en (1970)Psicología y epistemología. Ariel. Barcelona. 1973. p. 116. En repe-tidas ocasiones habla Piaget de "complementariedad" e "interdependen-cias" entre las ciencias. Usa el primer término en un sentido lógico, esdecir en el sentido de la simultaniedad de dos conocimientos válidos A yBno contradictorios (aunque lleguen a ser contrarios) coordinados entresí según algún principio o criterio de coordinación. Con el segundo tér-mino Piaget completa el cuadro de las coordinaciones constructivas entrelas ciencias. Dicho término refiere a los aspectos inferenciales de natura-leza dialéctica que dan lugar a nuevos sistemas de estructuración críticaque pueden dar cuenta, incluso, de las contradicciones entre A y B.

13. Véase Piaget, J. (1973) "La epistemología de las relaciones ínter-disciplinarias" en (1979) El mecanismo del desarrollo mental. Editora Nacio-nal. Madrid.

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CARPETA

lo cual esta paralizado, como una maquinaria quese obstinara en atascarse'il?

En suma, no parece erróneo interpretar la po-sición de Piaget frente a la filosofía en los siguientestérminos: la filosofía constituye un sistema de saberescuya función mediadora y coordinadora de los di-versos valores humanos orienta el espíritu en su de-sarrollo histórico (Figura 2). Interpretar, coordinar yorientar son pues funciones centrales de la filosofía.

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Cultura

--T--Figura 2. Los distintos valores (cognoscitiv~s,morales, éticos,religiosos, etc.) son interpretados y coordinados en una es-tructura de conjunto: la Sabiduría. Esta tiene la función deorientar la cultura productora de valores.

Psicología y Filosofía

En una lúcida acotación sobre el destino de lapsicología afirma Piaget15 que ésta tiene el infelizprivilegio de ser una disciplina en la que toda personase siente autorizada para emitir juicios desde ellay sobre ella. Es, desde luego, un privilegio en tantoalimeta o informa a la ciencia psicológica, en tantole propone problemas y la dinamiza con la riquezade un pensamiento vivo y audaz, pero es infeliz tanpronto se desdibujan los dominios desde donde seemiten los juicios. Es frecuente encontrar, en el cursode una conferencia o de una conversación algún "per-sonaje" que quiere explicar el "verdadero" sentidode los hechos que se han expuesto. La pretensiónde autoridad del sentido común o el dogmatismo fi-losófico hacen de la psicología el terreno en el quetodos se sienten con libertad de moverse con arro-gancia y sin el más mínimo sentido de respeto porquienes han invertido lo mejor de su inteligenciatratando de resolver los problemas psicológicos. Este"infeliz privilegio" no espues una situación arti-ficial de la psicología.Por el contrario, provie-ne, de un lado, de las ne-cesarias relaciones que

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establece con otras disciplinas científicas y filosóficasy, del otro, de la natural disposición racional del serhumano que le invita a explicar e interpretar tantosu propio comportamiento como el de 105 demás.

La cuestión no sería de modo alguno problemá-tica (aunque, desde luego, es problematizadora), siel "infeliz privilegio" no desembocara en pretensio-nes descalificadoras o duplicadoras de la psicología.La hostilidad de Piaget hacia la filosofía (una ex-presión más apropiada es: hacia ciertas doctrinas fi-losóficas), se encuentra en gran medida en tales ac-titudes.

En uno de los capítulos más polémicos de SIF,Piaget se dispone a hacer un balance de la "psicologíafilosófica". Para comprender bien a qué se refierePiaget con la "Psicología filosófica", veamos los dossentidos de referencia de este término. En un primersentido, se trata de la psicología a la que se hanvisto precisados los filósofos a recurrir, en vista dela carencia científica, cuando requieren avanzar ensus argumentaciones. De otro lado, se trata de aquellaque se pretende distinta de la psicología científicay se arroga el derecho de complementarla o sus-tituirla. Piaget nada tiene contra la primera manerade hacer psicología. Por el contrario, se queja de quelos filósofos, que tuvieron que acudir a una psicologíaespeculativa, la abandonaran demasiado pronto sinrecurrir a los hechos. Lo que Piaget pone en cuestiónes la validez y la legitimidad de la "psicología fi-losófica" que se propone completar o sustituir a lapsicología científica. Quiero aclarar que no se tratade recusar la teorización psicológica a la manera delprimer Skinner. La duplicidad de lenguaje (teóricoy experimental) que con tal frecuencia se presentaen la ciencia 16 es un asunto interno que solo puedeser resuelto por los científicos de las ciencias par-ticulares al tratar, de un lado, las cuestiones relativasa las reglas de interpretación y, del otro, las relativasal fundamento. Desde luego que hay aquí un pro-blema filosófico, ontológico para ser más precisos,pero tal duplicidad no autoriza la duplicación delconocimiento y menos aún la descalificación del co-nocimiento empírico. La dualidad lingüística es másuna consecuencia de la necesidad de profundizar enlas explicaciones, que la expresión de un principioontológico según el cual habrían dos realidades fun-

dantes de un mismo tipoconocimiento.

En efecto, el intentode hacer de la psicologíauna disciplina ajena a lacontrastación empírica, ala formulación de leyes y

14. Habermas, J. (19Rl) "La filosofía como vigilante e interprete" en(19R3) Conciencia moral y acción comunicativa. Península. Barcelona. 19R5.p, 28 (el subrayado es nuestro).

15. Ver Piaget, J. (1950) Introducción de la el'istemología gelINica: 1. Elpensamiento matemático. Buenos Aires: Paidos.

Ió. Véase B?rn, M. (196) "La idea de la realidad en la física". ECO,Tomo llI/ó, octubre de 1961. pp. 565-594.

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HERNÁN SIERRA MEJIA LA SUPUESTA ANIMADVERSiÓN DE PIAGET POR LA FILOSOFIA

a la explicación, es decir, su descalificación como dis-ciplina científica explicativa o, en el mejor de los casosun virtual reconocimiento como ejercicio empíricosin valor alguno en su función comprensiva de lahumano es el que Piaget recusa casi con violencia.Después de las críticas de Dilthey'? a la vieja psi-cología -que por lo demás fueron prometedoras enel programa trazado y enriquecedoras en su con-cepción-, los argumentos se repiten sin atender casia los avances de la psicología. Pocos han sido, despuésde Dilthey, los filósofos que, como Russell-I', han so-metido a una crítica seria a la psicología sin pretenderdescalificarla o quizá sustituirla.

La tesis de Piaget en contra de la "psicologíafilosófica" consiste en recusar su validez y legitimi-dad por diversos motivos a los cuales nos referimosmás adelante pero que, en lo fundamental, podemossintetizar en el hecho de asumir los filósofos unaactitud tal frente a su "psicología filosófica", que sólopuede pensarse como sistemas manádicos sujetos a"variaciones" congeniales sin posibilidad sin posi-bilidad alguna de coordinación intersubjetiva sobrebases empíricas fuertesl", En efecto, los defensoresde la "psicología filosófica", en el sentido aquí ob-jetado, eluden la confrontación interteórica y la cons-tatación empírico alegando para ello que basta conasumir una actitud comprensiva frente a lo humanosobre la intuición, y que la constatación empírica nopermite aprehender la esencia de lo humano. En labase de este planteamiento subyace una concepciónde ciencia que no hace justicia a los desarrollos cien-tíficos reales de la psicología.

En la crítica a Sartre, Piaget resalta dos asuntosde importancia que conviene destacar aquí. Con elprimero de ellos levanta un expediente contra la ideasartriana, emanada del más puro empirismo, segúnla cual la ciencia no puede hacer otra cosa que co-leccionar hechos sin que pueda jamás llegar a captarla esencia de las cosas, y puesto que la psicologíaempírica queda atrapada por lo accidental, la tareade la psicología filosófica habría de consistir en tras-cender tales hechos en favor de las esencias. de otrolado, Piaget objeta la su-posición. según la cualla "intención" y la "sig-nificación", en tanto fe-nómenos originarios delmundo vivido, habríande ser los objetos de lapsicología filosófica conlos cuales dar cuenta ysustituir las carencias dela psicología empírica.

El planeamiento de Sartre parece suponer quela ciencia es por naturaleza positivista y, en este sen-tido, la actitud del científico sería la de un colec-cionista de hechos. Con base en este supuesto y encontra de él, Sartre pretende sustituir los "hechos"por las "esencias" que no serían observables en laexperiencia empírica. Piaget no puede aceptar estaconcepción equivocada de la ciencia. La doctrina epis-temológica de Piaget y, en consecuencia, su idea de"hecho" y de tarea científica, dista mucho de la doc-trina empirista del conocimiento. La alternativa parael conocimiento científico no puede plantearse entreel empirismo (o positivismo) y el sinsentido. Podemosrechazar la doctrina del origen sensorial de los co-nocimientos, en el sentido de imagen-copia, sin queello implique renunciar al soporte empírico del co-nocimiento. Si no queremos seguir a Piaget en estepunto, basta recordar las tesis de I. Kant y de KR. Popper para comprender que esa disyuntiva eserrónea.

La cuestión clave es si se justifica sustituir loshechos por las esencias. En la tradición empirista,el hecho es considerado como dado, lo que se nosda en la experiencia. El sujeto poco o nada participaen la constitución del hecho. El mundo es visto asícomo un conjunto de acontecimientos. El sujeto, consu supuesta neutralidad valorativa y en nombre dela objetividad, quedaría, como su nombre lo indica,sujeto a los hechos. En este sentido, poco importasi sustituímos al observador por un aparato: estoademás sería lo más indicado. Pero, ¿es ésta una con-dición de observabilidad, una condición necesariapara la ciencia? La ciencia en su pretensión de ob-jetividad, ¿debe prescindir necesariamente del sujetoobservador? En la tradición positivista, todo parececonducir a la ciencia en tal dirección y la crítica deSartre a la psicología, avala, con su rechazo, dichaconcepción. Sin embargo, rechazar tal pretensión deobjetividad y tal concepto de hecho no significa co-locarse en la otra orilla del conocimiento. Para Piaget,la crítica científica debe hacerse desde dentro y estosignifica transformar su propia concepsión acerca de

lo que es conocimiento.En primer lugar, "he-

cho" no es, para Piaget,lo dado en la experiencia.No se trata de un simpleregistro sin determina-ción alguna por parte delsujeto. Un hecho un pro-ducto revestido de signi-ficado y derivado de lacomposición del conteni-

17. Véase Dilthey, W (1894) "Ideas acerca de una psicología descrip-tiva y analítica" y "(1895-1896) "Sobre psicología comparada" en (1924)Ohms: VI. I\ico¡ogÍa y teoría del conocimiento. México: FCE, 1948.

18. Más prudente, aguda y respetuosa con el desarrollo de la cienciafue la crítica de B. Russcll a la psicología del momento. Véase (1921)AI/(ílisis dclcsl'Íritu. Buenos Aires: Paidos, 1962 y (1927) Los [undamenlo«

de la filosofía. Barcelona: Plaza y [anez, 1972.19. Una crítica semejante a esta de Piaget se encuentra en Fodor; j.

(1968) La cxplicacum psicológica Madrid Cátedra, 19HO. Fodor le objeta aRyle su tesis según la cual la psicología debe renunciar a la explicacióncausal y a su intención de sustituir a la psicología por la especulaciónfilosófica. Véase p. 47.

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CARPETA

do empírico de la experiencia y de un esquema designificación construido por el sujeto 20. En este sen-tido, la psicología no puede esperar accidentes, nopuede quedar atrapada en el registro de las con-tingencias observables. De otro lado, el concepto"esencia", que por lo demás varía con forme a ladoctrina filosófica, debe expresar, para que se cons-tituya como tal, dos características fundamentales:debe referirse a algo inequívoco y debe ser portadorade necesidad. Si esto es así, un hecho bien establecido(y por tanto bien interpretado) es suficiente en esosdos sentidos aparte de ser objetivo, subraya Piaget.Recordemos, por ejemplo, la noción de masa. Cuandoun niño comprende que dos trozos de plastilina, Ay B, permanecen iguales a pesar de las transforma-ciones de uno de ellos, estamos frente a una reglaconforme a la cual el niño juzga la igualdad. esaregla es necesaria porque sin ella no podría juzgarla igualdad y es inequívoca porque es la condiciónde conservación de la igualdad a pesar de las trans-formaciones de uno de los elementos. No es puesposible aceptar, afirma Piaget, que "bajo el pretextode reaccionar contra el positivismo, etc., se nos pre-senten unas tesis personales como verdadera psico-logía", pues esto "es burlarse de las reglas del juegoy confundir el estudio de la subjetividad en generalcon la importancia dominadora de la subjetividadpersonal" 21.

En cuanto a la intención y a la significación, loque Piaget muestra es que no son exclusividad dela filosofía. Hoy en día, estas nociones son conceptoscentrales en las ciencias cognitivas. Todo problemafilosófico es susceptible de convertirse en científico,siempre que esté suficientemente delimitado paraprestarse a comprobaciones sistemáticas. La inten-ción o, con más precisión la Intencionalidad, es unconcepto que hunde sus raíces en la filosofía de Bren-tano. Para este filósofo, la naturaleza de la mentees la de ser siempre un acto dirigido hacia un objeto.Esta idea está presente en el concepto piagetiano "es-quema de acción". La acción, no se cansa de repetirPiaget, es siempre una acción respecto de un objeto.Es cierto que Piaget no hizo uso del término 'In-tencionalidad', pero su concepto de acción no puedeser entendido si lo despojamos de dicha noción. "Nila intencionalidad absoluta de la vida mental -ar-gumenta Piaget-, ni el papel absolutamente generalde la significación, quebien podría ser la carac-terística cognoscitivamás esencial de la con-ciencia, paralelamente alaspecto dinámico pro-

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pio de las intenciones, constituye un vedado de cazade la psicología filosófica: éstas son las nociones co-rrientes en la psicología contemporánea" 22.

Si la discusión de Piaget con la psicología filo-sófica se limitara a la disputa por unos conceptos,no se podría comprender la razón de la rapiña. Lacuestión en liza remite al estatuto epistemológico delos conceptos acotados, en especial el de internacio-nalidad. Piaget no puede admitir que la Inteciona-lidad se invoque como entidad originaria, y por lotanto explicativa, en la constitución del sujeto. Estosconceptos remiten a realidades que se tienen queexplicar. Invocar la Intencionalidad como fundantede sujeto con base en el análisis introspectivo, noes otra cosa que razonar subjetivamente en nombrede subjetividad. La Intencionalidad, en su noción yno en su término, ya se encuentra en el esquemade acción. Sin embargo, no es algo que antecede oprecede a la acción a la manera de un origen quecausa una acción. La intencionalidad queda expre-sada en la acción no sólo porque ésta es siempreacción respecto de un objeto sino, ante todo, porquesu organización está en función de una meta an-ticipada.

En fin, la perspectiva sincrónica y solipsista dela psicología filosófica no hace justicia a la naturalezamisma del objeto de estudio psicológico: la de serun objeto nunca acabado y que, por consiguiente,se exige un abordaje genético. "En cuanto se sitúa unoen el punto de vista de las totalidades funcionales y,sobre todo, en cuanto se les restituye su dimensiónhistórica de las que son inseparables, no se puede enjusticia hablar de experiencias originarias, ya que tienenun pasado; no son, pues, nunca ni originarias, ni ple-namente adecuadas a título de tomas de concienciaya que dejan escapar una importante parte del esque-matismo subyacente que las hace posibles" 23.

Conclusión

Al término de estas consideraciones cabe destacaralgunas enseñanzas de la disputa de Piaget con lapsicología filosófica y con la filosofía en general.

1.La distinción propuesta por Piaget entre SABERy CONOCER es vaga e inútil. Es vaga porque elconocimiento científico no está exento de un conjuntode saberes que entretejen la urdinumbre de las pro-

posiciones empíricamentesoportadas y porque lodesigna como "saber"puede pasar a ser cono-cimiento. Es inútil por-que al limpiar a la ciencia

20. Piaget, J. y Carda, R. (1982) Psicogénesis e historia de la ciencia.México: Siglo XXI.

21. SIF, p. 184.22. SIF, p. 151.23. SIF, p. 179.

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HERNÁN SIERRA MF>' LA SUPUESTA ANIMADVERSiÓN DE PIAGET POR LA FllOSOFiA

de sus "saberes" nada gana en objetividad y muchose pierde en la dimensión humana del conocimiento.No obstante, aunque se rechace la distinción plan-teada por Piaget entre SABER y CONOCER, nada nosautoriza a aceptar la duplicación y superación de laciencia (y la psicología) con un conocimiento de na-turaleza filosófico.

2. El problema de la comprensión en psicologíano puede eludirse fácilmente y menos aún puededescalificarse por su origen filosófico. El problemade la comprensión atañe a la explicación psicológicay, por consiguiente, debe abrirse la posibilidad deencontrar una salida científica al problema de la sig-nificación sin que ello implique hacer consecionesmetafísicas. La psicología ha propuesto conceptos se-gún los cuales podernos llegar al problema de la com-prensión de una manera más clara que la filosóficay los filósofos de la accíórr'" han contribuido a es-tablecer el problema de la comprensión desde unaperspectiva explicativa.

3.Desde luego que la queja de Piaget es acertada:la paradoja del psicólogo consiste en que "todo elmundo cree comprenderlo, porque todos se creenpsicólogos a pesar de que es precisa una cultura cien-tífica más que regular para comprender que la menorafirmación supone unas comprobaciones experimen-tales bastante difíciles,,25. Sin embargo, el mismo Pia-get insiste en el diálogo entre las disciplinas y enel trabajo interdisciplinario. Esta circunstancia exige,así mismo un diálogo entre la filosofía y psicología.Pero es diálogo deber ser intrínseco al trabajo cien-tífico de la psicología. Es un diálogo que, hoy endía, es una constante.

4. Creo que la pregunta a Piaget no es si admiteo no la intuición o la reflexión. Lo que debernos pre-guntarle es: ¿cómo distinguirnos entre "buena" y"mala" filosofía? En un pensador, ¿cuándo y cómopodernos establecer que está pensando corno filósofoo corno científico? lp

M. Véase Wright, H. von (1971) Explicación y comprensión. Madrid:Alianza, 1979.

2';. Piaget, J. (1967) "Psicología del psicólogo" en La aventura huma-na: enciclopedia de las ciencias del hombre. [Tomo 5] Bogotá: Salvat, 1967.(p. 16).

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