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LA VIVENCIA DE LAS VIRTUDES EN LA FAMILIA
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Creado por: L.E.P. Silvia Carolina Lozano Ascencio
Hoy en día hablar de valores es un tema que
parece que está de moda, lo vemos y escuchamos en la
televisión, en la radio, en el internet; nos muestran la
importancia de vivir estos valores que en la actualidad
decimos que se están perdiendo.
La vida ajetreada y el consumismo en que
vivimos nos ha llevado a pensar en la idea de que todo
lo que nos proporcione placer, bienestar físico y felicidad
inmediata es a lo que le damos valor, le damos valor a
las cosas materiales más que a cualquier otra que
tenemos en la vida, en la actualidad los jóvenes
prefieren tener un celular a tener un buen amigo, le
dan más valor a lo material que a lo verdaderamente
valioso como lo son las virtudes humanas. Nos
centramos mas en el tener que en el ser.2
L.E.P. Silvia Carolina Lozano Ascencio
EXPECTATIVAS DE LOS PADRES
Muchas parejas cuando van a ser padres les preocupa
cómo van a educar a sus hijos y platican cómo quisieran que
fuera : sincero, fuerte, saludable, inteligente, bondadoso,
amoroso, con capacidad de llevarse bien con los demás,
todos los padres quieren sentirse orgullosos de sus hijos y
que tengan las mejores cualidades. La tarea de la
paternidad no es fácil, “los padres deben aprender en la
escuela más difícil de todas: La escuela para hacer
personas” (Satir,2002).
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¿QUÉ ES UNA VIRTUD?
Para hablar de virtudes y cómo vivirlas dentro de la familia es
necesario definir lo que es una virtud. “ El término “virtud”
proviene del latín vir, que significa varón y vis, fuerza”( Andrade,
2004) y en general, virtud se considera una cualidad buena del
hombre, las virtudes humanas son disposiciones estables
consientes y adquiridas libremente, perfecciones habituales del
entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos,
ordenan nuestros sentimientos y guían nuestra conducta, que
nos proporcionan facilidad, gozo para llevar una vida buena.
“Las virtudes entrañan una disposición estable a comportarse
moralmente en sentido positivo: a querer y servir al bien, se
relaciona estrechamente con los valores ya que se fundan las
normas que guían y orientan la realización de la moral, más aún
las virtudes van más allá de un acto bueno” (Andrade, 2004).
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¿CÓMO SE EDUCAN LAS VIRTUDES?
La familia es la primera y principal escuela devirtudeses el contexto y espacio natural donde la persona recibela primera educación que le servirá en un futuro en la vidasocial, pues es ahí donde se lleva a los hijos a través delejemplo, los padres son los generadores de virtudes en lacasa, pues con la repetición de actos que contribuyansiempre a actuar de un modo positivo los hijos iránadquiriendo estas virtudes humanas que los lleven a sermejor persona y a su plena realización y trascendencia.
En la familia las virtudes se adquieren a través de lasvivencias más comunes, “importan más los hechos y losejemplos vivos que las palabras”
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En la vida familiar surgen la mayoría de las oportunidades educativas:
en la convivencia diaria, los padres pueden promover los valores que
quieren que se vivan en el hogar. El amor, la confianza y el
agradecimiento favorecen la formación de las virtudes y son condiciones
básicas de un ambiente educativo.
En los primeros años, los niños no actúan por motivos propios, sino
que lo hacen estimulados por sus padres. Si ellos se sienten
queridos y aceptados, se encuentran motivados a obedecer. Se
debe aprovechar esta predisposición para enseñarles aquello que
pueden y lo que no pueden hacer. A medida que van creciendo hay
que fomentarles los criterios y principios que fundamentarán su
personalidad y, les prepararán para tomar las mejores decisiones
cuando sean mayores.
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PLANES DE ACCIÓN
La clave esta en actuar educativamente con
PLANES DE ACCIÓN con cada hijo en pos de objetivos concretos.
Se hace pensar
Se anima a querer
Se ayuda en dificultades
Se exige enfrentando con la propia responsabilidad
Para educar no basta con proyectar, hay que plasmar las intenciones en planes de acción y llevarlos a la práctica.
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PONER LIMITES Y REGLAS
Los limites en el hogar son coordenadas de valores, detrás de cada límite, de cada regla y cada acto responsable hay un valor por ejemplo hablar siempre con la verdad, enseñar con responsabilidad estableciendo límites a los hijos ayudara a formar en ellos virtudes que se adquieren a través de las vivencias más cotidianas.
Un padre o madre de familia no va enseñar a un hijo a ser honesto si no es a través de la repetición de actos honestos que sean ejemplo vivo para él, de otra manera las palabras no harán que el hijo sea honesto si los padres no practican la honestidad.
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EDUCAR EN EL ORDEN
Se debe respetar, siempre que sea posible, el
horario de las comidas, del aseo, del baño y de las
horas de descanso del niño. A medida que va
creciendo hay que enseñarle que debe dejar limpio
y en orden el lugar donde ha jugado. Es aconsejable
que, al principio, comiencen haciéndolo juntos –
mamá o papá y el niño–.
VIVIR UN HORARIO EN LA FAMILIA FACILITA LA
CREACIÓN DE HÁBITOS
pues el orden esta en la base de toda virtud
humana
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FORMAR EN LA
EXIGENCIADesde pequeño hay que
animarles a los hijos para que se
esfuerce por hacer las cosas bien,
sin caer en el perfeccionismo, que
comprenda que con esfuerzo y
sacrificio se consiguen cosas
mejores.
De alguna manera, es un error,
muchas veces incluso involuntario,
evitar el esfuerzo a los hijos
haciendo por ellos un trabajo que
puede contribuir a su formación.
Así estamos limitando su progreso
humano y empobreciendo sus
naturales aspiraciones educativas.
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EL AMBIENTE EN EL HOGAR
El tiempo libre es un tiempo para crecer, para aprender, para
descansar y recuperar fuerzas; en definitiva, un tiempo
que debe enriquecer a la persona. Las posibilidades que se abren
ante nuestros hijos, ya sean niños o adolecentes
se multiplican por mil durante las vacaciones: practicar deportes,
adquirir nuevas aficiones o dedicar más tiempo a las que más les
gustaban, y sobre todo, estar en familia y “ORGANIZAR PLANES
TODOS JUNTOS”
Debe vivirse un ambiente de amor, colaboración, armonía,
empatía solidaridad y tolerancia con los hijos.
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EDUCAR LA GENEROSIDAD
LA GENEROSIDAD como toda virtud, se logra a través de la repetición deactos hasta que sea algo natural comportarse
de ese modo. Todo esto es más fácil si en la familia hay un ambiente departicipación y servicio.
LOS HIJOS APRENDERÁN A SER GENEROSOS, RESPIRANDO ESEAMBIENTE EN SU PROPIA CASA
En un hogar en el que se vive la generosidad se habla bien de la gente,sobre todo cuando no está presente; se “escucha con paciencia” a losdemás sin atropellarlos;
se escogen temas de conversación que interesen a los demás; se aceptanlos encargos con alegría e ilusión por colaborar en casa; se cuida yacompaña a los enfermos y se visita a los amigos.
Se trata de ofrecer numerosas posibilidades de ejercitarse en lagenerosidad a la vez que se van ofreciendo los motivos por lo que esbueno actuar de ese modo.
“ENSEÑAR A DAR ALGO DE UNO MISMO CON ESFUERZO”
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LA OBEDIENCIA
Enseñarles a servir a los demás, a preocuparse y
ocuparse sinceramente por los que tiene cerca; a dejar sus
cosas cuando las necesidades ajenas lo piden; aceptar los
cambios de planes para atender a los demás.
Por ello la obediencia y autoridad están íntimamente
relacionadas:
PARA QUE LA OBEDIENCIA PUEDA EJERCITARSE LA
AUTORIDAD HA DE EJERCERSE
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EDUCAR EN LA RESPONSABILIDAD
Hacer una lista de las tareas que se deben cumpliren el hogar tales como:
Apagar las luces que no deben estar prendidas; abriry cerrar las cortinas de las habitaciones; levantar losplatos de la mesa; lavar los platos; limpiar loszapatos; sacar la basura; ordenar los dormitorios;cuidar hermanos más pequeños, etc.; y repartirlasentre todos los hijos, de acuerdo a sus edades y suscapacidades. Es importante controlar el cumplimientode las tareas para favorecer el ejercicio de lavoluntad. Sin embargo, conviene ser tolerantecuando se presentan problemas o enfermedades.
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LA TOLERANCIA
Respetar la forma de ser de cada uno es unavirtud que se fomenta en los hijos dándoles unaautoestima y seguridad en sí mismos, de estamanera ellos aprenderán la virtud de la tolerancia.
Exigir a los hijos que realicen acciones concretassolo por cumplir con un deber no generará enellos la vivencia de las virtudes pues se trata deque estos las realicen con libertad de elegir el bienpara ellos mismos pues no se trata de imponeracciones sino de enseñar con amor.
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CONCLUSIÓN
La educación de los hijos es y será siempre una de las labores más difíciles de
todo padre de familia, ya que es esta, la influencia más directa y decisiva que
tienen los niños, donde se inculcan y forman los valores y las virtudes que
regirán su comportamiento durante toda la vida.
Para garantizar una educación coherente y efectiva, es muy importante que el
padre y la madre lleguen a un acuerdo sobre los objetivos educativos que
desean. De lo contrario, el niño o el adolescente adquiere con facilidad una doble
o triple manera de actuar: una con su madre, otra con su padre y posiblemente
otra con la o el maestro para manipular y conseguir sus deseos de una y otra
manera. Por ejemplo: cuando un joven desea salir y su madre no le da permiso,
si no existe acuerdo de criterios entre los padres, sabe como conseguir el
permiso de su padre o viceversa.
Para que los padres no sean sorprendidos, lo conveniente es que estén en
continua comunicación y conocimiento de las actividades de los hijos. Es
recomendable que en la escuela le ayuden a reforzar los valores que desean
formar en él.
Exigir a los hijos que realicen acciones concretas solo por cumplir con un deber
no generará en ellos la vivencia de las virtudes pues se trata de que estos las
realicen con libertad de elegir el bien para ellos mismos y no de imponer
acciones sino de enseñar con amor, y los roles que desempeña cada uno en la
familia los conduzca siempre a responsabilizarse y adquirir así las virtudes que
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BIBLIOGRAFIA:
Andrade, S. V. (2004). Filosofía 3 ética. México: Umbral.
Marina, D. (2004). Mis padres como transmisores de valores, Mamá ámame, papá
óyeme. (1. editores, Ed.) México.
(s.f.). Obtenido de
http://www.santabeatriz.org/site/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=118
Satir, Virginia.(2002). Nuevas Relaciones humanas en el núcleo familiar. Ed. Pax,
México.
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