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La Voz de Álamos

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Periodico diario

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Page 1: La Voz de Álamos

La Voz de AlamosInformación desde los portales

Vol. 6 Año 4 Álamos, Sonora, México www.festivalortiztirado.gob.mx 30 de enero de 2013

Instituto Sonorense de Cultura

La música como estandarte, los cimientos que a la postre des-embocan en alegría, la felici-dad compartida, el aprendizaje profundo, allá hacia donde los

misterios del cerebro se entrelazan con las respuestas del corazón.

La maestra, musicóloga, Leticia Varela, re-cibe en el Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado el Reconocimiento al Maestro So-norense 2013. Confusión es lo que impli-ca esta distinción, dice la mentora minutos previo al evento.

“Estoy muy agradecida por todas esas ex-periencias, por todo ese afecto, ese cariño y esa entrega generosa de todo mundo con los que he convivido, esto confirma mi confusión del por qué del reconocimien-to, toda mi vida no he recibido más que regalos y enriquecimiento de mucha gente entonces qué más quiero”.

--¿No tiene ninguna pista de los porqué del reconocimiento?--Algo me han dicho de que se han for-mado muchas gentes, han estudiado, por aquello de mi actividad como maestra, en-tonces tampoco me satisface porque hay maestros de todos niveles, de todas áreas, que han dedicado su vida a la docencia y que han formado mucha gente también, y por qué no ellos, entonces nada me res-ponde.

--¿Qué es lo que ha caracterizado su enseñanza?--Creo que he tenido la posibilidad de contagiar a otros de un entusiasmo que yo siempre he sentido por este tipo de actividad. Se han acercado gentes que ya tienen una afición, pero sí creo que hemos logrado incrementar nuestro entusiasmo mutuamente, tanto los que han sido mis estudiantes como yo, hemos logrado cosas muy hermosas y avance en nuestras vidas.

--¿Cuántos años de enseñanza?--No he sacado la cuenta pero deben ser cuarenta o más, yo empecé el sesenta y cuatro, más o menos, y hasta la fecha, bueno, los últimos años no me he dedi-cado a la docencia, he estado trabajando con el método Tomatís, para estimulación neurológica vía nervio auditivo, utilizando música para ello como el vehículo para lle-gar a las distintas áreas del cerebro, pero la gente me sigue diciendo, aún cuando voy a un centro de terapias: ya vas a tu escue-la, cómo está tu escuela, todo mundo me ubica en una escuela aunque sepan que es un centro de terapias.

--¿Qué le ha significado la música, por qué esta afición?--Creo que nací con ella, si no en los genes, porque mi padre era mú-sico, mi madre cantaba, sí en la educación doméstica, porque mi pa-dre tocaba el violín, en nuestras veladas familiares, y yo escuchaba a mi hermana mayor tocar el piano y yo quería hacer lo mismo, enton-ces me puse a estudiar piano y violín, y ahí arrancó toda la historia.

--¿A qué edad empezó a estudiar?--A los ocho años, pero fue intermitente porque una primera maestra con la que empecé, murió su esposo, antes del año, y dejó de dar clases, a los doce años volví a iniciar con otro maestro, después me pasé a estudiar con la maestra Emiliana de Zubeldía, pero con ella empecé a los dieciséis porque aunque fui cuando tenía quince, no me recibió, me mandó con una de sus asistentes, Matilde Katase, ese año estuve con Matilde y después me volvió a remitir ante la maestra Zubeldía, a partir de allí estuve diez años con ella.

--¿De qué le provee la música?--Por lo que conozco de la teoría Tomatís, lo que entiendo que le pro-duce a todo mundo la música, es una posibilidad de desarrollo de su cerebro, en todas sus áreas, mientras más rica y variada sea la músi-ca que escucha, entonces son más las zonas del cerebro implicadas en este desarrollo, porque esta experiencia, sobre todo la de hacer música, la de tocar instrumento y cantar, produce nuevas sinapsis, nuevas ligas entre las neuronas, la elaboración de líneas sinápticas, y de redes sinápticas en el cerebro, y esto es lo que hace crecer al cerebro y darle más capacidades, creo que eso a mí me ha valido y le vale a cualquiera que utilice la música cotidianamente, y aparte creo que en el ambiente emocional es un ingrediente muy humanizador, para mí la música ha sido una compañera en todos los momentos de mi vida y un tesoro que me ha dado capacidades para desarrollarme como ser humano.

--¿La música es entonces un recurso toral para la catástrofe que estamos viviendo?--Absolutamente, y justamente la teoría de Novaro abre nuevas posibilidades a la mú-sica para caminar en ese sentido, decía us-ted un impacto toral en la humanidad, eso pretendemos hacer impulsando todo esto, que realmente las personas aprendan a escuchar con mayor capacidad, mayor amplitud y riqueza, porque mientras más rico escuchen más funciones tienen en su mente, mientras más capacidades tiene la persona, se sienta con más poder de ser y hacer, creo yo que las personas pueden ser mejores, quizá digan pues no necesa-riamente pero cuando somos más ricos como personas sí nos volvemos mejores, eso es lo que creo, estoy convencida de esa facultad de la música, de enriquecer-nos y hacernos mejores.

--La música nos puede sacar de un cua-dro de depresión.--La utilizamos mucho en el Centro Toma-tís. No es musicoterapia, como lo decía, es estimulación neurológica, pero sacamos a mucha gente de cuadros de depresión has-ta profunda, incluso gente que ha tenido intentos de suicidio y el programa tiene mucho de música integrado, utilizamos no nada más la música sino los recursos fisio-lógicos de la persona a través del oído y el nervio auditivo, y el cerebro, para sacarlos de esa depresión.

--Este homenaje que recibe, decía hace un momento, le genera confusión, aparte de este sentimiento, ¿le genera satisfacción?--Me siento muy agradecida, porque es una muestra de afecto y de valoración de algo que creen que ha servido para alguien, y si ha servido en algo mi tarea, mi trabajo, soy la primera en celebrarlo, bendito sea Dios que me puso esto en las manos y me permitió hacerlo, para mí simplemente lo que he hecho en mi vida no ha sido más que, si Dios puso un talento en mi mano, he tratado de hacerlo que fructifique, no enterrarlo en un agujero para cuidarlo, sino que salga y fructifique.

--Aparte del talento sobre la música que Dios le ha proveído, también le ha dado el talento de la humildad--No, para nada, no tengo ninguna hu-mildad, simplemente lo que trato es no crecer fatuamente porque entonces eso sí obnubila mucho la visión de la realidad, ahorita cuando menos estoy consciente de mi confusión.

La facultad de la música: enriquecernos y hacernos mejores

Carlos Sánchez

Leticia Varela

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Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado 2013

Vol 6. www.festivalortiztirado.gob.mx Miércoles 30 de enero de 2013, Álamos, SonoraLa Voz de Alamos

Voces del CallejónA mí me gusta todo lo del Festival, ya tengo tres años viniendo, vengo de El chinal, soy chi-naleño, y cuando se vienen las fiestas me arraco luego para acá a trabajar, ojalá duren mucho porque me gusta la música, la gente, todo lo que se ve durante estos días”.

Lupe Domínguez, vendedor de cacahuates

La noche del martes se dio una agradable sorpresa en el Palacio Municipal de Ála-mos: la asistencia del público aumentó

con respecto a la noche del lunes, para un re-cital vocal que en el papel hubiera podido pa-recer menos atractivo. El programa propuesto se llevó a cabo bajo el título de Noche de la Universidad de Sonora y estuvo protagoniza-do por tres jóvenes sopranos de la carrera de Música de la Unison, una de ellas ya egresada, las otras dos estudiantes aún.

El hecho de que más melómanos hayan asisti-do a este recital que a la espléndida presenta-ción de la mezzosoprano rusa Irina Nikolskaya quiere decir que la comunidad sonorense está atenta y pendiente de la preparación y el traba-jo de sus jóvenes artistas, y esto es algo que hay que aplaudir, sin duda.

A diferencia de otros programas del festival que se perciben como un tanto dispersos en su conformación, el repertorio elegido para esta presentación de las tres sopranos fue bien calibrado para ofrecer ópera y canción de con-cierto en la primera parte, con presencia de zarzuela y otras músicas españolas en la segun-da, con un toque final de canción mexicana.

Para protagonizar esta Noche de la Universi-dad de Sonora se presentaron ante el público alamense las sopranos Valeria Quijada, Cesia Olivares y Nadia Lamadrid. Vale la pena ha-cer notar que un recital vocal con tres voces de la misma tesitura no es muy usual, y por ello mismo la sesión tuvo un atractivo especial, además de la posibilidad de la comparación di-recta de elementos técnicos, estéticos y expre-sivos entre las tres jóvenes cantantes.

En la primera actuación de cada una, fue posi-ble percibir una voz ligera y delgada en Valeria Quijada, y una emisión vocal muy cuidada, algo contenida y sin arriesgar; Cesia Olivares a su vez mostró una voz con más cuerpo y una mayor proyección; Nadia Lamadrid ofreció un trabajo vocal con un color más redondo y me-jor perfilado que sus colegas. De ahí en adelan-te, ya entrando en calor, cada una de ellas fue ofreciendo y proponiendo elementos distintos a lo largo de la noche.

En su interpretación de una mélodie de Ga-briel Fauré, Valeria Quijada mostró más convic-ción y aplomo que en su primera intervención con un lied de Richard Strauss. Al cantar La muchacha de Cádiz, Cesia Olivares comenzó a plantear algunos elementos actorales que se fueron desarrollando, en las tres cantantes, conforme al programa avanzaba. Al retornar al escenario para cantar un trozo de El elíxir de amor de Gaetano Donizetti, Valeria Quijada mostró un cuidado especial en el uso del regis-tro más grave de su voz.

Uno de los momentos importantes de esta No-che de la Universidad de Sonora fue la inter-pretación de Nadia Lamadrid a un fragmento de la ópera Los cuentos de Hoffmann de Jac-ques Offenbach, haciendo el papel de la mu-ñeca mecánica Olympia con buenas pinceladas vocales y escénicas para retratar a este extraño personaje operístico. Podría decirse que, por el momento, en este punto de sus respectivas carreras, Nadia Lamadrid es la actriz más atre-vida de las tres.

Para la segunda parte del programa, las tres sopranos de la Unison transitaron con correc-

Juan Arturo Brennan

ción por el repertorio español y de zarzuela, destacando la delicadeza con la que Valeria Quijada cantó Del cabello más sutil, de Fer-nando Obradors. Hacia la parte final del pro-grama, Cesia Olivares y Valeria Quijada abor-daron un bello dueto de la ópera Don Gil de Alcalá, de Manuel Penella, en el que dieron evidencia de una incipiente musicalidad para el trabajo en equipo. Una agradable sorpresa en este número fue la colaboración sorpresiva, y muy bien realizada, de un pequeño coro de estudiantes de música de la Unison, desde el balcón interno del Palacio Municipal, que aña-dió un rico toque de color a la actuación de las dos sopranos.

Para finalizar, el único trío de la noche, en el que Nadia Lamadrid, Valeria Quijada y Cesia Olivares unieron con delicadeza sus voces para interpretar un grupo de tres canciones encade-nadas de ese gran compositor mexicano que fue Mario Ruiz Armengol, en un arreglo espe-cial para la ocasión de Héctor Acosta, el pianis-ta que acompañó eficazmente a las sopranos durante todo el recital.

Enhorabuena, pues, por el hecho de que el Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado dedique suficiente espacio y tiempo a poner a las voces jóvenes en contacto con el público, y también por el hecho de que el público se acerque a esas voces con interés; no hay mejor experien-cia para cantantes en ese punto de sus carreras que subirse a un escenario y enfrentarse a una audiencia especialmente sintonizada con la música vocal.

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UniversidadNoche de la

de Sonora