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í ORDENANZASANTIGUAS PARA LOS IH . . alOS ._LASLEVESD .!BULOS .1512,dela hiato- riadoraHortensiaPichardoViñals,nosmuestralo fi4ue constituyoParanuestrosaborígenes,elpri- mercódigodeleyes destinadoateglamentarles elrégimendevidaytrabajo LasLeyesdeBurgos, establecidasenlajuntadel mismonombreen1512,fueronlaexpresiónmás acabadadelconceptoexistenteenEspañacon respectoalarelación indio-encomendero, ysobre losdeberesyderechosdeambos .Entalsentido, ladoctoraHortensiaPichardoseñala ."Ello s le. gislarondeacuerdoconsuspropiascostumbre s y conlosinteresesdelosencomendero s , y lasle- yestuvieroncomomodelolasleyesycostumbres españolas,alascualesqueríanseadaptasen los indígenas .Sintener encuentaparanadasusde . seosysushábitos,porelcontrario,encompleta contradicciónconellos . . . " ,Quedaclaro, yestádadaaquílacontradicción principalenlosautoresdelasLeyesdeBurgos, fuenotuvieronencuentaelestadiodelospri- nitivoshabitantesdelasislasdescubiertasyt ra- tarondeaplicarprocedimientos,noacordescon estasociedad,paraimplantardeunauotrafor- mg]elesclavismo . lt'u%A ANTIGUOS IRALR"~AIN ~s LFTF<~11~,IITR~ ~'#c

LAS ORDENANZAS ANTIGUAS PARA LOS INDIOS. Hortensia Pichardo Viñals

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Las ordenanzas antiguas para los indios. Las Leyes de Burgos. 1512, de la Historiadora Hortensia Pichardo Viñals, nos muestra lo que constituyó para nuestros aborígenes, el primer código de leyes destinado a reglamentarles el régimen de vida y trabajo.

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íORDENANZAS ANTIGUAS PARA LOS IH ..alOS. _LAS LEVES D.! BULOS. 1512, de la hiato-riadora Hortensia Pichardo Viñals, nos muestra lofi4ue

constituyo Para nuestros aborígenes, el pri-mer código de leyesdestinado a teglamentarlesel régimen de vida y trabajo

Las Leyes de Burgos, establecidas en la junta delmismo nombre en 1512, fueron la expresión másacabada del concepto existente en España conrespecto a la relación indio-encomendero, y sobrelos deberes y derechos de ambos

. En tal sentido,la doctora Hortensia Pichardo señala. "Ellos le.gislaron de acuerdo con sus propias costumbres ycon los intereses de los encomendero s , y las le-yes tuvieron como modelo las leyes y costumbresespañolas, a las cuales querían se adaptasen losindígenas. Sin tener en cuenta para nada sus de.seos y sus hábitos, por el contrario, en completacontradicción con ellos . . . ",Queda claro, y está dada aquí la contradicciónprincipal en los autores de las Leyes de Burgos,fue no tuvieron en cuenta el estadio de los pri-nitivos habitantes de las islas descubiertas y t ra-taron de aplicar procedimientos, no acordes conesta sociedad, para implantar de una u otra for-mg] el esclavismo.

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INDICE

Los habitantes del Nuevo Mundo / 1La esclavitud de los indios / 2La encomienda/ 9Los dominicos en la Española / 23La junta de Burgos / 28Las Leyes de Burgos / 31El requerimiento / 40Las Casas emprende la defensa de los indios/ 45Gobierno de los Jerónimos / 47Los dominicos persisten en la defensa de los indí-genas/ 49El Papa Paulo III se pronuncia en favor de losindios / 53Las Hordenancas antiguas para los indios/ 62Declaración y moderación de las ordenanzas/ 93Apéndice/ 97

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LAS ORDI.AUZAS AVIFIGUIS

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HORTENSIA PICHARDO V :ÑALS nació en La Habana, en1904. Durante años ha trabajado intensamente comoeducadora e historiadora .Profesora de Historia de Cuba en el Instituto deSegunda Enseñanza de la Víbora, con posterioridadocupó las cátedras de Técnica de la InvestigaciónHistórica y de Historiografía Cubana en la Escuelade Historia de la Facultad de Humanidades en laUniversidad de la Habana . Es autora de numerosostrabajos relacionados con la historia nacional, entrelos que se destacan los tomos Documentos para lahistoria de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes . Es-critos .

En la actualidad, realiza trabajos de investigaciónen. la Facultad de Filosofía Marxista e Historia dela Universidad de la Habana . Ha participado eneventos nacionales e internacionales de Historia .Posee el grado de Doctora en Ciencias Históricasde la Universidad de La Habana .Le han sido otorgadas las siguientes órdenes y con-decoraciones : «Carlos J . Finlay», »Frank País»,«Alejo Carpentier», -y la distinción «Por la CulturaNacional». Es, además, Profesora de Mérito de laUniversidad de La Habana desde 1983, y ocupa elcargo de presidenta de honor de la Unión Nacionalde Historiadores de Cuba .

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LAS LEVES DE BI RG11S . 151!

Hortensia Pichardo Vinals

HISTORIA DE CUBA

GEDITORIAL DE CIENCIAS SOCIALES, LA HABANA, i484

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La ilustración de cubierta corresponde a un fragmento delgrabado de la ciudad de Burgos en el siglo xvi, tomado dela obra Civitates orbis terraurn, Colonia, 1572-1618 .

Edición : Ada de la Nuez GonzálezDiseño: Luis Pablo JiménezCorrección: Lucía Arenal Linares

© Hortensia Pichardo Viñals, 1984© Sobre la presente edición :

Edito riel de Ciencias Sociales, 1984

Estimado lector, le estaremos muy agradecidos si nos hacellegar su opinión, por escrito, acerca de este libro y de nuestrasediciones .

de La Habana, Cuba

LOS HABITANTES DEL NUEVO MUNDO

Desde el momento que el primer europeo llegóal Nuevo Mando, la suerte de sus -hasta entonces-felices habitantes quedó determinada .

Cristóbal Colón contemplaba maravillado la es-pléndida naturaleza de las islas encontradas a supaso; calculaba las riquezas que podrían producira la Corona española, y al mismo tiempo pensabaen la posible utilización de los nativos .

«Ellos han de ser buenos servidores,, anotó ensu diario el 12 de octubre de 1492, al ponerse encontacto con los indígenas de la primera tierra ame-ricana, la isla de Guanahaní, de la cual tomó po-sesión en nombre de los Reyes Católicos, y a laque puso por nombre San Salvador .'

El 15 de febrero de 1493 escribió a Luis de San-tángel 2 una larga carta en la cual relata minuciosa-mente los sucesos de su primer viaje ; describe lastierras recién descubiertas y con su característicooptimismo le dice :

En conclusión, a fablar de esto solamente que seha hecho, este viaje que fue así de corrida, pue-den ver sus Altezas que yo les daré oro cuanto

1 Es la actual isla Watling, del grupo de las Bahamas.2 Luis de Santángel era escribano de la Corona de Aragón .Apoyó a Colón cuando otros no creían en él . Y al proponerla reina la demora del viaje por el mal estado de la Real Ha-

Editorial de Ciencias Sociales, calle 14, no . 4104, Playa, Ciudad

tienda, Santángel aportó la cantidad necesaria, 1 140 000 ma-ravedíes, para su realización inmediata .

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hubieren menester con muy poquita ayuda quesus altezas me darán : agora especiería y algodóncuando sus Altezas mandasen, y almaciga ( . . .)y esclavos cuantos mandasen cargar, e serán delos idólatras . . .'

Ya Colón había advertido la diferencia entre lospacíficos pobladores de las Antillas, a quienescreía fácil atraer al cristianismo, y los rebeldes ca-ribes, tenidos por antropófagos .

LA ESCLAVITUD DE LOS INDIOS

En un memorial de 30 de enero 1494 propuso Co-lón a los reyes, llevar a España como esclavoscuantos caribes se pudiesen y con el producto desu venta pagar los arilículos necesarios para elfomento de la Isabela, primera colonia fundadaen la Española. Los reyes no aprobaron el plan deColón. A pesar de ello, un año después, el 24 defebrero de 1495, partían para Sevilla 4 naves car-gadas con 500 indios de la isla, para ser vendidoscomo esclavos. Eran los nativos sometidos durantela primera guerra llevada a cabo contra los habi-tantes de la Española, para someterlos a la Corona .El levantamiento del cacique Caonabo, en marzode 1495, dio lugar a una nueva guerra, con su se-cuela de aborígenes muertos y esclavizados .

3 Martín Fernández de Navarrete : Colección de viajes y des-cubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines delsiglo xv, Madrid, 1858, t . 1, p. 173 .

'ti Ibídem, t. II, p. 168 .

La Corona ordenó vender estos indios, con pre-ferencia en Andalucía4 pero a los pocos días fuesuspendido el permiso

«Por que Nos, queríamos informarnos de le-trados, teólogos e canonistas, si con buena concien-cia se pueden vender éstos por sólo vos o non, yesto non se pueden facer fasta que veamos lascartas quel Almirante Nos excriba, para saber lacabsa porque los ymbia acá por cabtivos, . . .lisApenas iniciada la colonización surgía en el áni-

mo de los reyes la duda acerca de la legalidaddel cautiverio de los indígenas antillanos .

Largos meses duraron en la Corte las vacilacio-nes acerca del derecho de la Corona española paraesclavizar a los nativos del Nuevo Mundo .

Al fin, estando los reyes en Granada el año 1500,se dio la orden de libertar a los indios . La cédulaoriginal no se conoce, pero el cronista Herreracuenta que

en los dos navíos, a donde venían los procura-dores del Almirante y los amigos de Roldán,vinieron los esclavos, que el Almirante los repar-tió, que debieron de ser como tresciéntos ; de quela Reina Católica tuvo grandísimo enojo y dixo,que el Almirante no tenía poder para dar a nadiesus vasallos, y mandó pregonar en Sevilla, Gra-nada, y otras partes, que todos los que tuviesenindios, que les hubiese dado el Almirante, los vol-viesen a la Española, so pena de muerte ; y queparticularmente volviesen estos indios, y no losotros que antes se habían traído, porque estabainformada que eran de buena guerra .6

Ibídem, p . 173 .Antonio de Herrera : Historia general de los hechos de loscastellanos de las islas y tierras firme del mar océano . Ma-drid, 1601-1615, década 1, libro IV, cap . VII .

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Después de dada por la reina la orden de liber-tar a los indios se dictó una real cédula, el 20 dejunio de 1500, donde se les mandaba a poner enlibertad a los naturales que el contino Pedro deTorres tenía en depósito, y los entregara a frayFrancisco de Bobadilla, comendador de Calatrava,quien había sido nombrado juez Pesquisidor de lasIndias, para que los devolviera a su lugar de ori-gen? Bobadilla salió de España en el mes de julioy llegó a la Española el 23 de agosto de 1500 .

A partir del año en que la reina dio la orden delibertad, se dictaron varias cédulas en las cuales seratificaba este propósito . De ello dan fe, entre otrosdocumentos, el asiento celebrado con Alonso de Ho-jeda, el 28 de julio de 1500, en el cual se le nom-bra Gobernador y se le conceden otras nmercedes,pero se le prohibe traer esclavo alguno sin autori-zación de Sus Altezas . 8

En la instrucción dada a Cristóbal Colón, enValencia de la Torre, el 14 de marzo de 1502, alemprender su cuarto y último viaje, se le advierteque traiga «una larga y cumplida relación de todolo que descubriere» ( . . .) «y no habeis de traer es-clavos, pero si buenamente quiere venir alguno porlengua con propósito de volver, traedle» .9

En la Provincia Real a los capitanes que fuerona descubrir a Tierra Firme, dictada en 1503, se au-toriza el cautiverio de los indios si se resisten ala conversión, pero, al mismo tiempo, se da cuentade la orden de libertad en la forma siguiente

Sepades que el rey mi señor e yo con fin quetodas las personas que viven y están en las Islas

7 Martín Fernández de Navarrete: ob . cit ., t . II, p . 246 . .s Ibídem, t . III, pp . 85-88.9 Ibídem, t . 1, p . 281 .

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e Tierra Firme del mar Océano fuesen cristianase se redujesen a nuestra santa fe católica, hobí-mos mandado por una carta que persona ni per-sonas algunas, de las que por nuestro mandadofuese a las dichas Islas e Tierra Firme no fuesenosadas de prender ni cautivar ninguna nin algu-na persona nin personas de los indios de las,dichas Islas e Tierra Firme del dicho mar Océa-no para los traer a mis reinos nin para los llevara otras partes algunas, nin les ficieren otro nin-gún mal -li daño en sus personas ni en sus bíe-nes, so ciertas penas en la dicha nuestra cartacontenidas, y aun para les facer merced, porquealgunas personas habían traído de las dichas Is-las algunos de los dichos índicos, que los man-damos tomar e les mandamos poner e fueronpuestos en toda libertad .10

La autorización para someter a los indios resis-tidos a la conversión, o a aceptar la obedienciaa los reyes, fue aprovechada por los conquistado-res para provocar guerras con los aborígenes ytomarlos prisioneros so pretexto de no querer so-meterse pacíficamente .

A esto los españoles, y la misma reina, llamabanla «guerra buena» o la_ «guerra justa», de acuerdocon el Derecho de Gentes que aceptaba el cauti-verio como más humano que matar al vencido.¿Cuál era esa «guerra buena» o «guerra justa»?Cuenta el padre Las Casas que durante su viaje

a las Indias (vino con el comendador Ovando, en1502) los españoles que llegaban por primera vezpreguntaban a quienes habían estado antes, qué talera la tierra, y éstos les contestaban «que la isla

10 José María Chacón y Calvo : Cedulario cubano, Madrid,1927, pp . 49-52 .

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estaba muy buena ( . ..) porque había mucho oro ( . . .)y porque se habían alzado ciertos indios de ciertaprovincia, donde captivarían muchos esclavos (. . .)Comenta Las Casas : «Por manera que daban por

buenas nuevas y materia de alegría, estos indiosalzados, para poderle hacer guerra, y, por consi-guiente, captivar indios alzados, para los enviara vender a Castilla, por esclavos . . . 11

Los conquistadores unas veces hallaron resisten-cia en los indígenas desde el primer momento ; alser vencidos, los que no morían eran cautivados ;tal fue el caso de Hatuey en Cuba, donde algunostaínos, muy pocos, murieron durante la resistencia .Hatuey fue condenado a la hoguera, los prisioneros,serían los primeros indios esclavizados en la isla,

Otros naturales se sometían al principio, pero alhacérseles imposible la vida bajo el dominio de losconquistadores, optaban, unos por huir, otros porsuicidarse -a veces familias enteras- hasta queaprendieron a rebelarse . Desde ese momento, hubosiempre indios alzados en Cuba ; algunos buscaronrefugios en las zonas montañosas y bosques deOriente y jamás se sometieron al dominio español .En vista de la rápida disminución de la po-blación nativa, debido al trabajo inhumano, a lostratos abusivos y a la mala alimentación, los con-quistadores se dedicaron a ranchear los habitantesde las islas no colonizadas aún . Al principio lohacían de forma clandestina .

¿Sería éste el motivo del viaje de Sancho -Cama-cho y su hermano, venidos secretamente a Cuba,y del cual trata el rey Católico a Ovando en cartafechada en Valladolid, el 14 de agosto de 1509?Nada se sabe sobre este viaje anterior al de Diego

11 Bartolomé de Las Casas : Historia de las Indias, EditorialM. Aguilar, Madrid, 1929, lib . II, cap . VIII, p . 142 .

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Velázquez; sólo se conoce una carta del rey, quien,enterado de su realización ordena el castigo desus autores .12

Poco después la Corona autorizó el rancheoindios por una Real Célula de - la misma fechacitada, dirigida a Miguel de Pasamonte, su tesoreroen la Española, para que, de acuerdo con el Almi-rante y ,con Gil González Dávila hicieran asientocon la persona que había ofrecido traer a la colo-nia indios de otras islas ; de éstos, una cuarta partesería para quien los trajera, y tres cuartas para laCorona ; si no habían ofrecido resistencia se darían,,por naborías pagando un castellano por cabeza o loque allá el dicho almirante e vos e Gil Gonzálezconcertaredes e si esto no se concertarede podráncavar en nuestras minas 13

Añade el rey que si los naturales de la isla resul-taban mejores para el trabajo de las minas que lostraídos de fuera, se les quitaran aquéllos a losvecinos que los tengan por repartimiento y se lesdieran de los traídos de fuera . Si los indios «ovierenrresistidose de aquéllos que fuesen por ellos o ovie-ren hecho otra cosa por donde merecieren ser escla-vos en tal caso pareceme que será mejor vendelloshallandose quien los compre en razonable preciopues para nuestras minas prodranse (sic . J de losnaturales dessa ysla todos los que fuesen menes-ter . . .. .

.Durante las dos primeras décadas del siglo xvtpredominó en la Corte española el concepto de quelos indígenas cautivados en guerra justa podíanser esclavizados, pero pronto supieron los reyes que12 José María Chacón y Calvo : El documento y la reconstruc-ción histórica, Habana, 1929, pp. 18-19 .13 José María Chacón y Calvo : ob . cit, p . 17214 Ibídem.

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los conquistadores españoles provocaban las gue-rras para poder tomar a los indios prisioneros, puessi se sometían pacíficamente no podían hacerlo .

El 9 de noviembre de 1526 se dictó en Granadauna cédula que prohibía el cautiverio de indios yenviarlos a España sin licencia ; también se ordenódevolver a sus tierras a los que hubieran sido tras-ladados a otras partes ." En Toledo, el 20 de noviem-bre de 1528, se ordenó a la Audiencia de Santo Do-mingo averiguar las causas de las guerras decla-radas a los indios, el número de prisioneros he-chos, que se revocaran las autorizaciones dadas yse señalara de nuevo las lícitas en que se toleraríael cautiverio .'6

Por cédula, fechada en Madrid, el 2 de agostode 1530, se prohibió radicalmente capturar aborí-genes aunque fuese en guerra justa, pero se man-tenía la esclavitud para los apresados anteriormen-te ; esta Cédula fue derogada por Carlos V el 20de febrero de 1534, y se admitió la guerra y el res-cate de nuevo como formas lícitas de esclavitud . 17

La tendencia antiesclavista se acentúa cada vezmás, hasta quedar definitivamente prohibida en1542 en el capítulo XXI de las Leyes Nuevas, elcual restablece la prohibición de la cédula de 1530 :'Mandamos que de aquí en adelante por ninguna

causa de guerra, ni otra alguna, aunque sea so títulode rebelión, ni por rescate, ni de otra manera, nose puede hacer esclavo indio alguno. Y queremos y

15 Colección de documentos inéditos relativos al descubrimien-to, conquista y organización de las antiguas posesiones espa-golas, de Ultramar, Real Academia de la Historia, Madrid,1885-1932, f. XXI, p . 171 y t . IX p. 248 .16 Ibídem, t. IX, pp. 383-386 .17 Ibídem, t . XXI, p. 188 .

mandamos que sean tratados como vasallos nues-tros de la corona de Castilla, pues lo son .H'a

LA ENCOMIENDA

Otra forma de imposición de trabajo a los indí-genas fue la de obligarlos a hacer labranzas y abuscar oro, ambas cosas indispensables para los es-pañoles : lo primero como base de sustentación delos conquistadores, pues los productos que traíanIcs barcos no eran suficientes para alimentarlos, yel oro, principal fin de la conquista, resultaba ne-cesario no sólo para enriquecerse, sino para pagarlos mantenimientos y objetos de todas clases re-cibidos de la Metrópoli .

Cristóbal Colón, primer gobernador de la Espa-ñola, fue también el primero en repartir naturales .Se vio obligado a hacerlo para contener la rebelióniniciada por el alcalde mayor de la Isabela, Fran-cisco Roldán, durante el gobierno del AdelantadoBartolomé Colón, mientras el Almirante preparabaen España su tercer viaje a las Indias .

Después de muchas vicisitudes, el día 30 de mayode 1498, Colón logró hacerse a la mar con 6 naves,de las cuales envió 3 directamente a la Española,y él continuó con una nao 19 y dos carabelas en buscade nuevas tierras .

Tras penosísima navegación, descubre la isla deTrinidad al norte de Venezuela y la península deParia. Colón se da cuenta de que está costeandotierra firme de un continente nuevo y deja cons-

1 e Ibídem, p . 147 .19 Antiguamente: nave, embarcación . (N. de la E .)

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tancia de su pensamiento en las Memorias sobre eltercer viaje, donde escribe : «Yo estoy creído queésta es tierra firme, grandísima, de que hasta hoyno se ha sabido 20

El Almirante había comprendido que se hallabafrente a un continente nuevo, totalmente descono-cido .

La alegría de su hallazgo y del éxito de su viajese vieron amenazados al llegar, el día 31 de agostode 1498, a la villa de Santo Domingo, fundada enla Española por su hermano Bartolomé, durante suausencia .

El Adelantado le dio cuenta detallada de lo ocu-rrido en la colonia en los dos largos años que élfaltó de ella, de las fortalezas construidas, de lasrebeliones indígenas, pero sobre todo, del problemaprincipal : la actitud asumida por Francisco Roldán,quien, en abierta rebeldía contra los hermanos Co-lón, reunió junto a sí un grupo de indios y de co-lonos inconformes y se internó en la comarca dejuraguá .

Colón venía agotado, enfermo de la vista, deseosode descansar de las penalidades de su terrible tercerviaje. Prefirió contemporizar a proceder con manodura, no confiaba en los colonizadores que hastael momento permanecían pacíficos, sabía que con-taba con muy pocos adeptos. Publicó un bando enel cual ofrecía licencia a los rebeldes para volvera Castilla. Roldán prometió embarcar por Juraguá,región donde se había hecho fuerte . Colón le enviódos carabelas, pero cuando llegaron se negó a irse .Para evitar una guera civil, Colón optó por pactar

20 Bartolomé de Las Casas : ob . cit . t . 1, lib . 1°, cap, CXXI,p. 544 .

1 0

con Roldán, le repuso en el cargo de alcalde, y re-partió a los hombres que le seguían, de acuerdocon lo pactado, cierta cantidad de tierras y el de-recho a que los aborígenes de esos territorios se laslabrasen .

A partir de ese momento no hubo español quetrabajara, y para toda clase de servicios, utilizabanlos indios asignados por el gobernador.

Durante los primeros años de la colonización losreyes, principalmente la reina Isabel, habían insis-tido en que los indígenas eran libres y no estabansujetos a servidumbre . Pero, poco a poco su libertadfue siendo restringida .

El día 3 de septiembre de 1501 se le otorgó elnombramiento de Gobernador de Las Indias al Co-mendador de Lares, Fray Nicolás de Ovando .L 1 Unade las cláusulas de las instrucciones dadas por lareina Isabel al nuevo gobernador, de fecha 16 deseptiembre de 1501, recomendaba

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que todos los indios de la Española fuessen libresde servidumbre y que no fuessen molestados dealguno, sino que viviesen como vasallos libres,gobernados y conservados en justicia, como loeran los vasallos de los reinos de Castilla ; y queprocurase que en la Santa Fe Católica fuessen ins-truidos : porque su intención era, que fuessentratados con amor y dulzura, sin consentir, quenadie les hiciese agravio ; porque no fuessen im-pedidos en recibir nuestra Santa Fe ; y por quepor sus obras no aborreciesen a los Christianos. Yque, para que mejor pudiessen ser doctrinados,se procurase, que se comunicassen con los Cas-

José María Chacón y Calvo: ob cit ., p . 39 .

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tellanos, tratando con ellos, y ayudándolos unosa los otros."

En cuanto al pago de tributos debían ser impues-tos y cobrados en la misma forma que a los demásvasallos de Castilla «porque nuestra merced e vo-luntades, que los indios nos paguen nuestros tribu-tos e derechos que nos han de pagar como Noslos pagan nuestros súbditos de nuestros reinos e se-ñoríos . . . «23

Í Con fecha 2 de diciembre se dictó una real cé-dula, dirigida al Comendador, donde se ordenaba!que los nativos habían de pagar la mitad del oro,plata o cualquier otro mineral como tributo parala Corona.2M1Hasta ese momento no se trataba de obligación

alguna por parte de los indios de trabajar para losesiriiioles, sino de un tributo a los reyes como va-sallos suyos .

Ll 20 de marzo de 1503 se dictaron en Zaragozalas instrucciones complementarias para Ovando .Una de sus cláusulas decía :

hemos sido informado que para haber más pro-vecho del dicho oro [de la Isla], convenía que loscristianos se sirviesen en esto de los mismos in-dios, mandamos al gobernador y oficiales veanla forma que se deba tener en lo susodicho, pero

22 José Antonio Saco : Historia de los repartimientos o enco-miendas de los indios, en Historia de la esclavitud de los indiosen el Nuevo Mundo, Cultural S.A ., Habana, 1932, pp . 254-255 .23 Colección de documentos inéditos relativos al descubri-miento, conquista y organización de las antiguas posesiones es-pañolas en América y Oceanía ( ...) del archivo de Indias,Madrid, t. XXI, p. 13 .24 José María Chacón y Calvo : ob. cit ., p. 47 .

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los indios no sean maltratados como hasta aho-ra, e sean pagados de sus jornales, e esto se hagapor su voluntad, y no de otra manera .`

Puede apreciarse en dicha cédula que el indio esconsiderado libre y el trabajo realizado para el es-pañol es voluntario y pagado como el de una asala-riado .

Nicolás Ovando se apresuró a informar a la rei-na que a causa de la orden de respetar la libertadde los indios, éstos huían y se apartaban de la co-municación de los cristianas, y ni aun pagándolesjornales querían trabajar «e andan vagamundos, yno se les puede adoctrinar .Recibidos estos informes, la reina dictó una pro-

visión real, en Medina del Campo, el día 30 dediciembre de 1503, donde después de recordar lainstrucción dada a Nicolás de Ovando para «quelos indios, vecinos y moradores de la isla Españolafuesen libres y no sujetos a servidumbreli, dice :

e agora soy informada que a causa de la muchalibertad que los dichos indios tienen huyen e seapartan de la conversación e comunicación de loscristianos por manera que aun queriéndole pagarsus jornales non quieren trabajar e andan vaga-mundos nin menos los pueden ayer para los doc-trinar a traer a que se conviertan a nuestra san-ta religión católica, que a esta causa los cristia-nos ( . . .) no hallan quien trabaje en sus granjeríase mantenimientos nin les ayude a sacar ni cogerel oro . . .

25 Colección de documentos inéditos relativos al descubri-miento, conquista y organización de las antiguas posesionesespañolas en América y Oceanía ( . . .) del archivo de Indias,Madrid, t. XXI, p. 14 .

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Por lo cual, ordena a Ovando

que del día que esta mi carta viéredes en ade-lante compeláis e apremiéis a los dichos indiosque traten e conversen con los cristianos de ladicha Isla, e trabajen en sus edificios, e coger esacar oro e otros metales, e en facer granjeríase mantenimientos para los cristianos vecinos emoradores de la dicha Isla; e fagais pagar a cadauno el día que trabajare, el jornal e manteni-miento que según la calidad de la tierra e de lapersona e del oficio, vos pareciere que debiereayer ( . . .) e para que cada cacique acuda con elnúmero de indios que vos le señaláredes a la per-sona o personas que vos nombráredes para quetrabajen en lo que las tales personas le manda-ren, pagándoles el jornal que por vos fuere ta-sado ; lo cual hagan e cumplan como personaslibres como lo son e no como siervos ; e faced quesean bien tratados los dichos indios . . . 26

Desde este momento quedó sancionada la obliga-toriedad del trabajo del indio .

De todas las recomendaciones de la cédula de 30de diciembre de 1503, la única puesta en vigor fuela compulsión de los aborígenes al trabajo ; el buentrato, el pago de jornales, y el resto de dichas re-comendaciones se convirtió en letra muerta .

De haber vivido un poco más la reina Isabel, alconocer los horrores de la colonización, y cuán con-traria a sus deseos resultaban en la práctica, segu-ramente hubiera tratado de poner remedio a tantosmales, pues su propósito de tratar bien a los indiosy de convertirlos a la religión cristiana por mediossuaves era sincero .

José María Ciiacón y Calvo : ob . cit ., pp . 85-87 .

4

Ni en sus últimos momentos la reina olvidó a losindígenas y en su testamento dejó consignado su in-terés hacia ello.s .

En la ley 1ra, título 10,' del libro 6to . de laRecopilación de leyes de los reinos de las Indias, lareina gobernadora ordena : que se guarde lo conte-nido en cláusula del testamento de la Reina Cató-lica acerca de la enseñanza y buen tratamiento a losnativos. Dicha cláusula es la siguiente :

Cuando nos fueron concedidas por la Santa SedeApostólica las islas y Tierra Firme del mar Océa-no, descubiertas y por descubrir, nuestra princi-pal intención fue al tiempo que lo suplicamos alpapa Alejandro VI, de buena memoria, que noshizo la dicha concesión de procurar inducir y traerlos pueblos de ellas, y los convertir a nuestrasanta fe católica, y enviar a las dichas Islas yTierra Firme, prelados y religiosos, cléricos yotras personas doctas y temerosas de Dios, parainstruir los vecinos y moradores de ellas a lafe católica, y los doctrinar y enseñar buenas cos-tumbres, y poner en ello la diligencia debida, se-gún más largamente en las letras de la dicha con-cesión se contiene. Suplico al rey mi señor, muyafectuosamente, y encargo y mando a la princesami hija y al príncipe su marido, que así lo haáany cumplan, y que este sea su principal fin y enello pongan mucha diligencia, y no consientan niden lugar a que los indios vecinos y moradoresde las dichas Islas y Tierra Firme, ganada y porganar, reciban agravio alguno en sus personas ybienes : mas manden que sean bien y justamentetratados, y si algún agravio han recibido, lo re-

27 Recopilación de leyes de los reinos de las Indias, Madrid1841, 5ta edición, t . II, líb . 6to, tít . 10, ley la, p . 269 .

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medien y provean de manera que no exceda cosaalguna lo que por las letras apostólicas de la di-cha concesión nos es inyungido y mandado . 2"

En julio de 1509, Diego Colón, primogénito del!Almirante se hizo cargo del gobierno de la Espa-ñola. El día 3 de mayo el rey le había enviado unainstrucción de 42 párrafos con respecto a su go-bernación . En el 4to . párrafo trata de la encomienda .Dice así

mi principal deseo siempre ha sido ( . . .) que losindios se conviertan a nuestra santa fe católica( . . .) para lo cual es menester que sean informa-dos de las cosas de nuestra santa fe católicaterneys muy gran cuidado como sin les hacerfuerza alguna ansi las personas religiosas comoaquellas a quien los dieren en nuestro nombre enencomienda las instruyan e informen en las cosasde nuestra fe católica con mucho amor. . .

Los párrafos Sto . y 6to. insisten en el buen tratoa los naturales, lo mismo por parte de los españolesque por sus caciques, y si alguno de éstos les hi-ciesen daño fueran castigados .

En el párrafo 9no . repite que los indios «puedenser apremiados a trabajar», según la provisión dadaen Medina del Campo el 20 de diciembre de 1503,apagándoles a cada uno el jornal acostumbrado ,,."

Grandes dudas persistían acerca de la legalidadde la encomienda, sobre todo en Fernando, despuésde fallecida la reina Isabel, lo cual dio lugar a cé-dulas contradictorias dictadas durante las primerasdécadas de la conquista . Los reyes confrontaban la

2s

16

Ibídem .29 José María Chacón y Calvo : ob, cit ., pp . 141-1.56 .

dificultad de poner de acuerdo la libertad teórica ylegal reconocida a los indígenas, y la compulsiónal trabajo obligatorio bajo un amo, fundamento dela encomienda, extendida cada vez más con resul-tados desastrosos para los naturales .

De la misma fecha del poder para repartir indios,dado a Diego Colón es una real orden contentivade dos disposiciones de gran importancia : una deellas es la sanción por el rey de traer a la Espa-ñola indígenas de otras islas, de lo cual se ha tratadoani:eeriormente . La otra disposición se refiere al tiem-po que los indios han de estar encomendados . Diceasí :

yaquellos a quien se dieron no los han de darpor vida sino por dos años o tres no más e pa-sados aquellos para otros y ansi unos tras otrosy aseles de señalar como por naborías e no comoesclavos porque a nos parece que señalar los di-chos indios de por vida es cargoso de concienciay esto no se ha de hacer . . . 10

Tres meses después el ley Católico enviaba unasobre-carta a Diego Colón, donde rectificaba la dis-posición anterior, pues tiene entendido -según dice-que los cambios continuos de amos, retardaban laslabores de las minas, con perjuicio de los colonosy de la Corona «por ende yo vos mando, que si losmesmos que agora tienen indios, les quisieran tor-nar a tener, por cuanto fuese nuestra voluntad, pa-gando un castellano por cabeza, e con las condicio-nes que agora los tienen, se los dejéis y consintáistener, sin se los mudar . . .J1

0

Ibídem .31 Colección de documentos inéditos relativos al descubrimiento,conquista y organización de las antiguas posesiones españolas,en América (. ..) del Archivo de Indias, Madrid, t. XXI, p . 470 .

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El hecho mismo de dictarse estas cédulas contra-dictorias, dando una orden primero y rectificándolapoco después, prueban las dudas en que se debatíael ánimo del rey Fernando y de sus consejeros . Peroel interés, el afán por obtener el mayor productode las minas se sobreponía a la justicia y a la le-galidad .

Por real cédula dada en Monzón, el 15 de juniode 1510, se envían al Almirante y Oficiales Realesminuciosas normas con respecto al gobierno de lasIndias. En el párrafo 4to . ordena el rey «en lo delas minas que se cavan por nos ( . . .) mí voluntades que agora se pongan en las dichas minas milindios ( . . .) y que cuando oviere hacienda para po-derse meter más indios se metan . . .

Fernando manda que si no hubiera indios librespara cubrir los 1 000, dispuestos por él para los tra-bajos en las minas tome los que faltaren «de losrepartidos a cualesquier personas que los tenganque menos los merezcan ( . . .) pues nuestro Señorha comenzado de darnos tan buena muestra enestas minas es razón que yo ayude y favorezca queno falte de se hacer cosa de lo que buenamenteoviere logar„ .32

Numerosas fueron las reales órdenes relativas alos indios trasladados de otras islas ; se prohibióllevar a la Española naturales de Cuba, San Juan,Jamaica y de las islas cercanas a ellas ; 33 por otrascédulas se autorizaba al Almirante y los ofícialesreales para señalar los lugares de donde podíantraerse los indios «sin que se reciba tanto daño comohasta aquí ( . . .) porque «parece algo cargoso a la

32 José María Chacón y Calvo : ob . cit ., p . 270 .33 Ibídem, p . 277 .

1 8

conciencia y no muy provechoso para la negocia-ción, según los muchos que se muestren-,31

Al rey le preocupan esas muertes, no sólo porquees «algo cargoso para la conciencia-, pero sobretodo porque «no era provechoso para la negocia-ción', .

La crueldad llegó al extremo que la reina doñaJuana dictó una provisión real, fechada en Torde-sillas, el 25 de julio de 1511 donde se estipulabaque a los aborígenes llevados a la Española de otraspartes «se les ponga una señal en la pierna paraser reconocidos y se sepa quien los ha traído . Laseñal sería propuesta por el Almirante y los oficia-les reales 35

Por cédula, dada en Burgos, el 22 de febrero de1512-se concedió a los pobladores de la isla de SanJuan que trajeran indios de las islas comarcanas«tengan por toda su vida e después de sus días susherederos e sucesores como naborías, todos los in-dios que ansí truxeren e de los que dellos multipli-

4

caren- .

Ya los soberanos no tenían escrúpulos en dar losindios por toda una vida, sino que además se podíanheredar y sus hijos nacerían en servidumbre .

El 14 de agosto de 1509 el rey ratificó el poderconcedido al gobernador de la Española, el virrey

34

35

36

36

ta, conquista y organización de las antiguas posesiones espa-ñolas, en América y Oceanía ( . . .) del archivo de Indias, Madrid,t. XXXII, pp. 319-322 .

Ibídem, p . 312 .

Ibídem, pp . 369-370 .

Colección de documentos inéditos relativos al descubrimien-

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Diego Colón, para repartir naturales . La real cédulaseñala :

sepades que después que las Islas Indias e tierrafirme del mar oceano por gracia de Nuestro Señorfueron descubiertas se han repartido a los pobla-dores que a la Isla Española hn ido a residir losindios que el gobernador que hasta aquí ha sidoha parecido para que las tales personas a quienesasí se encomendasen sirviesen dellos en ciertaforma e manera. . .

En dicha cédula se regulaba el repartimiento quehasta ese momento había sido arbitrario . El gober-nador debía guardar la siguiente proporción : a losoficiales y alcaides de provisión real, se les darían00 indios ; al caballero que llevara su esposa 80 ;1 escudero con mujer, 70 ; al labrador casado, 30 .

e que las tales personas a quienes así repartie-redes los dichos indios, los tengan e se sirvan de-llos (. . .) los instruyan e informen en las cosas dela fe, e les den los vestuarios e otras cosas segúnse ha acostumbrado hasta aquí ( . . .) e que las per-sonas a quienes así dieredcas los dichos indios porrepartimiento no les puedan ser quitados ni em-bargados sino por delitos que merezcan perderlos bienes ( . . .) e mando que las personas que delos dichos indios quisiesen gozar hayan de pagare paguen en cada un año a la Cámara, por cadacabeza de indio, un peso de oro . . .`

Un documento de extraordinario valor para apre-ciar cómo se procedía al repartimiento de indioses la relación del verificado por Rodrigo de Albur-

37 José María Chacón y Calvo : ob . cit ., pp . 179-181 .

20

querque y Miguel de Pasamonte 38 en la ciudad dela Concepción de la isla Española, en 1514 .

Fue Alburquerque el primero que tuvo el cargode repartidor en la Española, sin ser gobernador,pues hasta entonces éste había ejercido ambos car-gos. El de repartidor era más ambicionado que elde gobernador, pues tenía en sus manos el compla-cer o servir, con las mejores encomiendas a susamigos o servidores, y, por lo tanto, lo halagabany adulaban con el propósito de obtener buenos na-tivos de servicio .

Los repartidores llegaron a la Española el día15 de julio de 1514 ; presentaron ante el Cabildo yel Almirante lós -poderes que traían, e hicieron pre-gonar las órdenes dadas por Sus Altezas . 39

El repartimiento comenzó el día 2_,3de noviembrede ese mismo año en la ciudad de la Concepción, yterminó el 9 de enero de 1515 .

La cédula de encomienda dada a cada vecino porAlburquerque expresaba lo siguiente :

Yo, Rodrigo de Alburquerque, repartidor de loscaciques e indios en esta isla Española, por elRey e la Reina, nuestros señores, por virtud delos poderes Reales que de Sus Altezas he y tengopara hacer el repartimiento y encomendar los di-chos caciques e indios e naborías de casa a losvecinos e moradores desta dicha isla, con acuerdo

38 Como compañero de Alburquerque había venido para hacerel repartimiento, Pero Ibañez de Ibarra, fallecido al poco tiempode llegar . Ocupó su lugar, Miguel de Pasamonte, persona de todaconfianza del rey Fernando .39 Colección de documentos inéditos relativos al descubrimien-to, conquista y organización de las antiguas posesiones espa-ñolas, en América y Oceanía (. . .) del archivo de Indias, Madrid,t. 1, pp . 50-236 .

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r

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22

y parecer, como lo mandan Sus Altezas, del señorMiguel de Pasamonte, Tesorero general en estasislas y tierra firme por Sus Altezas ; por la pre-sente, encomiendo a vos, Nuño de Guzmán, ve-cino de la villa de Puerto Plata, el cacique AndrésGuaybona con un nitayno suyo, que se dice Juande Barahona, con 38 personas de servicio, hom-bres 22, mujeres 16 ; encomendósele en el dichocacique, que siete viejos que registro, que no sonde servicios, encomendósele en el dicho cacique,cinco niños que no son de servicio, que registro,encomendósele asimismo dos naborías de casa,que registro, los nombres de los cuales están de-clarados en el libro de la visitación y manifesta-ción que se hizo en la villa ante los Visitadores yAlcaldes della, los cuales vos encomiendo paraque vos sirváis dellos en vuestras haciendas e mi-nas, e granjas, según e como Sus Altezas lo man-dan, conforme a sus ordenanzas, guardándolasen todo y por todo, según e como ellas se-contie-ne, e guardándolas vos, las encomiendo por vues-tra vida e por la vida de un heredero hijo hehija sí lo tuviéredes, porque de otra manera SusAltezas no vos los encomiendan, ni yo en su nom-bre vos los encomiendo : con apercibimiento quevos hago, que no guardando las dichas ordenan-zas, 40 vos serán quitados los dichos indios . Elcargo de la conciencia del tiempo que los tuvié-redes, e vos sírviéredes dellos, vaya sobre vues-tra conciencia e no sobre la de Sus Altezas, demásde caer e incurrir en las otras penas dichas e de-claradas en las dichas ordenanzas. Fecha en laciudad de la Concepción, a siete días del mes dediciembre de 1514 años . Rodrigo de Alburquer-

Se refiere a las Ordenanzas de Burgos .

que. Por mandado del dicho señor Repartidor,Alonso de Arce.`

El padre Las Casas reprodujo esta real cédula deencomienda en su Historia de las Indias, y al hacerlo,

comenta

a cuanta infelicidad de disminución y perdiciónhabía llegado esta isla, que donde había sobretres millones de vecinos naturales della, y queaquel cacique por ventura tuvo ( . . .) sobre 30 y40 000 personas en su señorío, por súbditos y qui-nientos nitaínos ( . . .) le encomendase Alburquer-que a Nuño de Guzmán un nitaíno y treinta yocho personas ( . . .) y fuera bien que tomara cuentaRodrigo de Alburquerque a Nuño de Guzmán,que cuantos había muerto de la gente de aquelcacique, desde que la primera vez se lo encomen-daron, pero no tenía él aquel cuidado ( . . .) dóndemereció Nuño de Guzmán, que era un escuderopobre, que le sirviese con su misma persona elRey y señor de su propia tierra, Guaybona . . .42

LOS DOMINICOS EN LA ESPAÑOLA

El 4 de noviembre de 1„5,0_9 se ordenó a los oficialesde la Casa de Contratación de Sevilla que libraranal padre fray Pedro de Córdoba, vice-provincial dela Ordenanza de Santo Domingo, 7 425 maravedíes

41 Bartolomé de Las Casas : ob . cit ., lib . III, cap . XXXVII .pp. 509-510 .42 Ibídem, p . 510 .

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para los mantenimientos necesarios suyos y de otrostres frailse que querían pasar a las Indias ."Según el padre Las Casas, los 4 frailes dominicos

arribaron a la isla Española «en el año de 1510,creo por el mes de setiembre» bajo la dirección dePedro de Córdoba, hombre lleno de virtudes, pru-dente, sumo letrado, devoto y excelente predicador ;le acompañaban el padre fray Antón de Monte-sinos,muy religioso también y buen predicador, fray Ber-nardo de Santo Domingo, letrado y devoto, más unfraile lego. El padre fray Domingo de Mendoza,iniciador de la idea de venir a las Indias, quedóen Roma para arreglar algunos asuntos de la ordencon el Maestro General. Meses más tarde llegóa la isla acompañado de varios frailes ; según LasCasas llegaron a Sumar 12 ó 15 . 44

Se alojaron en una choza de paja cedida por unvecino de la isla . Pronto advirtieron el trato inhu-mano dado a los cubeños por los españoles, y de-cidieron tomar su defensa .

El domingo anterior a la Navidad del año 1511subió al púlpito de la modesta iglesia de la villauno de los frailes dominicos, fray Antón de Mon-tesinos, quien -según Las Casas- «tenía gracia depredicar; era aspérrimo en reprender vicios, y sobretodo, en sus sermones y palabras muy colérico, efi-cacísimo» ( . . .) Por dichas razones fue escogido parapronunciar el primer sermón condenatorio de la po-sición de los conquistadores .

Bartolomé de Las Casas, vecino y encomenderode la Española en aquellos momentos, ha conser-

43 José María Chacón y Calvo : ob. cit ., pp . 135-136 .44 Bartolomé de Las Casas : ob . cit, pp . 318, 319 y 321 . SegúnChacón y Calvo (El documento y la reconstrucción históricaHabana [1929,1 «fueron doce ( . . .) el número clásico del apos-to!ado» .

24

vado para la historia el sermón pronunciado porMontesinos, a,que llevaba escrito y firmado por los

además frailes». Comentó el texto del Evangelio deSan Juan : Ego uox clamantis in deserto, advirtióa sus oyentes que todos estaban en pecado mortalpor la horrible y cruel servidumbre a que teníansometidos a los indios :

Para os los dar a conocer me he subido aquí, yoque soy voz de cristo en el desierto desta isla, ypor tanto, conviene que, con atención, no cual-quiera, sino con todo vuestro corazón y con todosvuestros sentidos, la oigáis, la cual voz os será lamás nueva que nunca oistéis, la más áspera ydura y más espantable y peligrosa que jamás no

pensasteis oír ( . . .) Esta voz, dijo él, que todos es-táis en pecado mortal y en él vivís y morís, porla crueldad y tiranía que usáis con estas inocen-tes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con quéjusticia tenéis en tan cruel y horrible servidum-bre aquestos indios? ¿Con qué autoridad habéishecho tan detestables guerras a estas gentes queestaban en sus tierras mansas y pacíficas, dondetan infinitas dellas, con muertes y estragos nuncaoídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tanopresos y fatigados, sin dalles de comer ni cu-rallos en sus enfermedades, que de los excesivostrabajos que les dais incurren y se os mueren, ypor mejor decir los matáis, por sacar y adquiriroro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien losdoctrine, y conozcan a su Dios y criador, seanbautizados, oigan misa, guarden las fiestas ydomingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienenánimas racionales? ¿No sois obligados amalloscomo a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis,

25

1

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esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundi-dad, de sueño tan letárgico, dormidos? Tened porcierto, que en el estado en que estáis, no os po-déis más salvar, que los moros o turcos quecarecen y no quieren la fe de Jesucristo . 45

El sermón produjo consternación en la pequeñacolonia y el mismo día el virrey Diego Colón, acom-pañado de los oficiales reales fue a la pobre mora-da de los dominicos a conminar al predicador a quese retractara de sus palabras el próximo domingo,y de no hacerlo así se prepararan para volver todosa España .

El vicario, fray Pedro de Córdoba, ofreció queal domingo siguiente el mismo fraile Montesinospredicaría .

En efecto, ese domingo ante las, autoridades ylos encomenderos de la ciudad de Santo Domingo,sede del gobierno, el predicador anunció el textode su sermón : Esperame un poco y enseñarte he,porque todavía tengo razones en orden a Dios, delcapítulo 36 del libro de Job .

Empezó su sermón con estas palabras«Tornaré a referir desde -su principio mi ciencia

y verdad, que el pasado domingo os prediqué, yaquellas mis palabras, que así os amargaron, mos-traré ser verdaderas ."6

Insistió sobre sus palabras anteriores con mayorcrudeza y advirtió a los encomenderos que no seríanadmitidos a confesión ni serían absueltos ; que lopublicasen y escribiesen a Castilla, pues entendíanque así servían a dios y al rey .

45 Bartolomé de Las Casas : ob . cit ., lib . III, cap . IV, p . 385 .as Ibídem, cap . V, p. 388 .

26

ii

Pronto llegaron estas noticias a España. El 20 demarzo de 1512 Fernando el Católico, escribía a Die-go Colón :

Vi el sermón que decís hizo un fraile dominicoque se llama fray Antón Montesinos, e aunque élsiempre hubo de predicar escandalosamente, meha mucho maravillado en gran manera, de decirlo que dijo, porque para decirlo, ningún buenfundamento de Teología, ni Cánones, ni leyes ten-dría, según dicen todos los letrados, e yo así locreo porque cuando yo e la señora Reyna mimujer que gloria aya dimos una carta para quelos indios sirviesen a los cristianos como agorales sirven mandamos a juntar para ello todoslos de nuestro Consejo y muchos otros letrados,theologos y canonistas y vista la gracia y dona-ción que nuestro muy santo padre Alexandro sex-to nos hizo de todas las yslas e Tierras Firmesdescubiertas e por descubrir e essas partes ( . . .)acordaron en presencia e con parecer del arzo-bispo de Sevilla que agora es,' que se debían dedar e que era conforme a derecho humano ydivino ( . . .) e vosotros vedes cuan necesario esque esté ordenado como está en cuanto a la ser-vidumbre que los indios facen a los cristianos,mucho más me ha maravillado de los que noquisieron absolver a los que se fueron a confesarsin que primero pusiesen los indios en su liber-tad, habiéndoseles dado por mi mandado, que sialgún cargo de conciencia para ello podía haber-lo que no hay- era para mí e para los que nosaconsejaron que se ordenase lo que está ordena-do, e no de los que tienen los indios ; e por ciertoque fuera razón que usáredes así con el que pre-

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dicó como con los

dé algún rigor Poros

quisieron absolver,yerro fue muy gran-

Autoriza el rey a los dominicos ala isla, pero no a predicar

permanecer envado como hasta ahora lo han en púlpito ni enen

actitud,

hecho,

Prnordena los envié a España Persisten

Al mismo tiempo el provincialen España, fray Alonso

de los dominicosfrailes, en

de Loaysa, reprendíauna comunicación oficial fechada en

Bur-gosel 23 de marzo .

"o s pobladores de laa defender los

Española enviaron a Castillafranciscano fray que consideraban sus derechos, alPor su parte,

Alonso de Espinal ; los dominicos,encargaron su representación al propio Antón deM°ntesinos, el fraile desconocido qu

ehabía iniciado

en las Indias la luchapor la justicia .

LA JUNTA DE BURGOS

El rey recibió a Montesinosy

dicto al conocer los horrores que Se cometían col,

se mostró sorpren-los infelices nativos

. Inmediatamente convocó a unajunta de teólogos para que, reunidos con losbros de su Consejo, estudiaran elteado

miem-por los dominicos,

problemaproblema plan-bía hablado autorizado puesto que Montesinos ha-la Orden residentes enplr todos los miembros dedebía redactar leyes -adecuadas col, la

.Dicha

la continuación

juntade los abusos con los ind g evitar

José

penas .María Chacón y Calvo : ob. cit., pp . 427_431 .

28 48

La junta se reunió en Burgos, donde se hallaba laCorte, en 1512 .

Por el consejo del rey participaron el obispo dePalencia, don Juan Rodríguez de Fonseca, quien te-nía a su cargo los asuntos de las Indias desde sudescubrimiento, el licenciado Santiago, el doctorJuan López de Palacios Rubios, Ndoctísimo jurista»,el licenciado Sosa, y, el también licenciado, Móxica .

Los teólogos fueron fray Tomás Durán, fray Pe-dro de Covarrubias, ambos de la Orden de SantoDomingo, el licenciado Gregorio, predicador delrey, el domínico fray Matías de Paz, catedrático deteología de la Universidad de Salamanca."

La junta se reunió más de 20 veces para discutirla cuestión .Fray Bernardo de Mesa, uno de los predicadores

del rey, presentó una tesis en la cual probaba que,—sí bien los indios eran libres, la »ociosidad», uno delos mayores males que padecían, el rey debía ayu-darlos a vencerla .

Al fin la junta acordó las 7 proposiciones siguien-tes :

Muy poderoso señor : Vuestra Alteza nos mandóque entendiésemos en ver en las cosas de las In-dias, sobre ciertas informaciones que cerca delloa V.A. se habían dado por ciertos religiosos quehabían estado en aquellas partes, así de los do-minicos como de los franciscos, y vistas aquéllas,y oído todo lo que nos quisieron decir, y aún ha-bida más información de algunas personas quehabían estado en las dichas Indias, y sabían ladisposición de la tierra y la capacidad de las per-

Bartolomé de Las Casas : ob. cit ., cap. VII, pp. 396-397.

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1

:3o

sonas, lo que nos parece a los que aquí firmamos,es lo siguiente : Lo primero, que pues los indiosson libres y V.A . y la reina, nuestra señora quehaya santa gloria, los mandaron tratar como alibres, que así se haga . Lo segundo, que seaninstruidos en la fe, como el Papa lo manda en subula y vuestras altezas lo mandaron por su Car-ta, y sobre esto deve V .A. mandar que se pongatoda la diligencia que fuere necesaria . Lo tercero,que V.A . les puede mandar que trabajen, peroque el trabajo sea de tal manera que no sea in -pedimento a la instrucción de la fe, y sea prove-choso a ellos y a la república, y V .A. sea aprove-chado y servido por razón del señorío y servicioque le es debido por mantenerlos en las cosasde nuestra santa fe, y en justicia . Lo cuarto,que este trabajo sea tal que ellos lo puedan su-frir, dándolos tiempo para recrearse, así en cadadía como en todo el año, en tiempos convenibles .Lo quinto, que tengan casas y hacienda propia,la que pareciere a los que gobiernan y goberna-ren de aquí adelante las Indias, y se les dé tiem-po para que puedan labrar y conservar la dichahacienda a su manera . Lo sexto, que se dé ordencomo siempre tengan comunicación con los po-bladores que allá van, porque con esta comunica-ción serán mejor y más presto instruidos en lascosas de nuestra santa fé Catolica. Lo séptimo,que por su trabajo se le dé salario conveniente,y esto no en dinero, sino en vestidos y en cosaspara sus casas ."

4e , Ibídem-n, 1ib . III, cap . VIII, p . 400 .

LAS LEYES DE BURGOS

Establecidas en la junta de Burgos las bases parael tratamiento de los indios, se reunió un consejo,encargado de elaborar el primer código de leyesreferentes a los aborígenes .

Estas leyes constituyen la expresión más comple-ta de la concepción existente en España acerca dela relación indio-encomendero y sobre los deberesy derechos de unos y cros .

Las Leyes de Burgos mantuvieron la encomiendacomo necesaria, pues algunos miembros del consejoseñalaron la ~ociosídad-, como uno de los mayoresvicios de los indígenas, y creían que la única formade combatirla consistía en mantenerlos en contactocon los españoles a fin de hacerlos trabajar e ins-truirlos en la religión católica .

El padre Las Casas al dar a conocer las Leyes deBurgos comenta :

acordaron los del Consejo ( . . .) que los indios con-venía que estuviesen repartidos, para que fuesenconvertidos y bien tratados, ignorando que la raízde la llaga mortal que mataba los indios e impe-día que fuesen doctrinados, y cognosciesen a suDios verdadero, era tenerlos los españoles repar-tidos, y que, aquesto supuesto, ninguna ley, nin-guna moderación, ningún remedio bastaba ni sepodía poner para que no muriesen, y la isla, comose despobló, se yermase .°°

Aunque el propósito de las Leyes de Burgos fuefundamentalmente mejorar las condiciones de vida

5° Ibídem, cap. XIII, p. 421 .

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de los naturales y evitar su total destrucción, noconsiguieron su objeto . Fueron redactadas por per-sonas muy doctas, y algunas bien inspiradas en fa-vor de los indígenas, pero que jamás habían estadoen las Indias y no tenían el menor conocimiento desu modo de vida, ni de sus necesidades y sentimien-tos. Ellos legislaron de acuerdo con sus propias'costumbres y con los intereses de los encomenderos,y las leyes tuvieron como modelo las leyes y cos-tumbres españolas, a las cuales querían se adapta-sen los indígenas .

Sin tener en cuenta para nada sus deseos y sushábitos, por el contrario, en completa contradiccióncon ellos, la primera de las leyes mandaba a des-truir y quemar todos los poblados y a construirlosnuevos en las cercanías de las villas españolas conel propósito de hacer más frecuente el contacto conlos conquistadores, siempre con el objetivo, nuncacumplido, de poderlos adoctrinar mejor en la reli=gión católica . Comenta el padre Las Casas el dañoque causaba a los aborígenes

que se sacasen de la naturaleza y pueblos dondehabían nacido y criádose (. . .) y se trujesen cercade los pueblos de los españoles donde un día niuna hora resollasen, antes con esta mudanzalos acabaron . Y ésta ha sido regla general e in-falible, que en sacando o mudando estas gentesde donde nacieron y se criaron a otra parte, porpoca distancia que sea, luego enferman, y pocosson los que de la muerte escapan ."

La misma ley 1ra, disponía que el encomenderodebía construir 4 bohíos, por cada 50 indios que tu-viera, proporcionarle determinado número de mon-

51 Ibídem, p. 423 .

32

tones de yuca y de ajes, y cierta cantidad de ají, yde maíz y 1 docena de gallinas y 1 gallo ; determina-ba el tiempo de duración del trabajo en las minas yel dedicado al descanso ; también especificaba el ali-mento que debía percibir el indio y el jornal, con-sistente en 1 peso de oro cada año para comprarropa .

De la ley 3era . a la loma. se trata de la enseñanzade la religión católica- a los indios y de cómo debenpracticarla .

De acuerdo con dicha ley los indígenas debíanasistir a la Iglesia, a rezar las oraciones, todas lastardes cuando terminaran el trabajo y todas las ma-ii ;uulr, antes de comenzarlo .HxImm, el padre Las Casas la inutilidad de esta

ley para conseguir cristianizar a los indios «que ha-bían de ser instruidos desde los principios de la fey la religión cristiana, que no son el Avemaría yPaternóster ni Credo mostrado en latín [a veces enronuin( , . , castellano, que tampoco entendían) comoquien nsen;i a urracas y papagayos. . .»

Cunfinúa cl padre Las Casas sus críticas a la ley3era .

Cuando las noches salían o cesaban de los traba-jos de las minas y de los otros en que los ocupa-ban, molidos y cansados y muertos de hambre,hacíanlos ir a la iglesia o pajar que allí teníanpara esto hecha, hincar de rodillas, y que rezasenpor un buen rato el Credo, Paternóster, Ave Ma-ría y Salve, y como lo hacían con dificultad yde mala gana, porque quisieran más cenar y des-cansar luego, blasfemaban dellos aquellos peca-dores verdugos que los atormentaban, y algunasveces les daban por ello de palos, diciendo : de

33

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perros lo hacen, a osadas que nunca estos perrosen su vida sean cristianos .52

De esta forma, como muy bien enterado de la ver-dadera situación de los naturales analiza el padreLas Casas todas las leyes y demuestra la «iniquidad»,o el engaño que entrañaban . «Injusta y cruel«, con-sideraba la ley 13 por la cual se obligaba a losencomenderos a mandar la tercera parte o más, siquisiesen, de sus indios a sacar oro de las minasdurante cinco meses y después holgasen cuarentadías, en cuyo tiempo debían preparar los montonespara la siembra de yuca, lo que, según fray Barto-lomé, era trabajo muy duro, por lo tanto, puededecirse que no tenían un solo día de descanso .Como engaño presenta la ley número 15 -refe-

rente a la alimentación-, pues aunque ordena darlea los trabajadores de las minas, además del pan, ca-sabe y ají, una libra de carne diaria, y a falta dela carne, pescado o sardinas, era un engaño, por-que el pescado abundaba en el mar y los ríos, perono había quien los pescara, porque su único afánconsistía en sacar oro, y las sardinas venían de Es-paña ; de ese modo el día que no tenían carne sepasaban «con las raíces y hierbas dichas,, .

Otra burla era la ley que trataba del jornal fijadoen un peso de oro al año, del cual se les quitabaun real para la ropa del cacique y su mujer . SegúnLas Casas el peso de oro valía 450 maravedíes ; conlos mismos se podía comprar «en aquellos tiempos( . . .) un par de peines y un espejo ( . . .) o una sola ca-peruza colorada, y andando todos desnudos desdela cabeza hasta los pies, mirad con qué se habían

52 Ibídem, cap. XIV, pp. 125-126, 245-426 .

34

de vestir e ataviar ( . . .) Ved el escarnio de las leyes,y cuán llenas fueron de iniquidad«

53

Recuerda que el comendador ovando «les mandó

dar por jornal ( . . .) medio peso de oro, en dos días,y agora, por leyes del Rey, se les mandó asignartres maravedís en dos días, y aun no sé si llega

a

tanto, . 54

18 por la cualTambién considera injusta la le de cuatro

cual

«ninguna mujer preff,ada que pasasemeses«, vaya a las minas ni a hacer montones

; de-

1,, • ; 'i quedarse en las estancias donde se dedicaránr ael casabe, a desyerbar, cocinar y otros

o

l>,r ¡„s menores . El Padre, buen conocedor de. todos

estos trabajos, opina que enviarlas a las minaso

;, hacer nn,nto„cs con cuatro meses arar el casabee.,•;, „n ;i iniquidad, lo mismo que p Po desyerbar, pues son tareas demasiado rudas parauna mujer emblarazada .

Otras muchas [leyes) fueron constituidas con lasreferidas, que suenan favor de los indios, y

p,c, , o supuesto estar los indios enpoder de los españoles, y el fin que dellos ár

eaicndían, y las leyes ya declaradas, queclara favorecí . ,,, todo lo que ellos andaban, yl,oy andan los demás a buscar, si no fueron in-justas, fueron, empero, vanísimas y superfluas,y más para cumplir con el mundo que para re-

medio alguno de los indios . .. .`

Fray Pedro de Córdoba, vicario de los dominicosde la Española llegó a la Corte poco después deredactarse las Leyes de Burgos . Pronto compren-

s :1 Ibídem, cap. XVI, p. 432 .5,•, Ibídem .55 Ibídem, p. 433 .

35

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00

díó la inutilidad de lasmalee

mismas para remediar losde los indios, pues permanecía en vigor elprincipal de ellos

: quedar bajo el poder de los es-pañoles. Así se lo expuso al rey, quien mandó a

reunir de nuevo a su Consejo para que las modera-n. A esta nueva fueron llamados fray Tomás de

Matíenzo, confesor del rey, y fray Alonso de Busti-llo, maestro . en teología .De las nuevas deliberaciones surgió un conjunto

de 4 leyes conocidas comoDeclaración y moderaciónde las ordenanzas hechas. Fueron promulgadas en

Valladolid, el 28 de julio de 1513 y mandadas aimprimir.La junta había aprobado 5

leyes, pero el rey nosancionó la quinta, la cual decía—Este servicio que a Vuestra Majestad es debido

por los dichos indios de la manera susodicha, Vues-tra Alteza puede hacer merced dello, a quien fue-re servido,

por vida o por el tiempo que VuestraMajestad fuese servido de hacer dello merced,,,

56*Y en efecto esta ley número 5 no debió poner-

se de momento en vigor, porque aunque Las Casaspublica el texto de la Declaración con el preceptoseñalado, en una colección de documentos de laisla de Puerto Rico la

Declaración de las Ordenan-zas sobre los indios,1513, no contiene más que

4 leyes, falta la autorización para encomendar losindios por el tiempo que el rey quisiese, y a partirde la ley número 4 existen bastantes diferenciasentre su texto y el publicado por Las Casas .

En la colección de documentos citada se incluyenlas Leyes de Burgos, completas, pero abreviadas,tomadas de una copia fechada en Valladolid, el 23

56 Ibídem, 1ib . III, cap . XVII, p . 438 .La cursiva es de la autora . (N. del E.)

36

de enero de 1513 bajo el título de Ordenanzas parael tratamiento de los indios, 1513 . 57Durante muchos años las Leyes de Burgos per-

manecieron desconocidas para los historiadores es-pañoles y americanos . Ninguno se atrevía a afirmarcuál de las leyes protectoras de los indios corres-pondía al código redactado en Burgos, el 27 de di-ciembre de 1512, ni se habían dedicado a buscarlo.La única obra donde se hallaban contenidas en

forma, más o renos completa, era en Historia delax Indias, y ésta no se publicó hasta los años11t7['> 76, incluida en la Colección de documentos iné-ditos liara la historia de España, tomo del 62 al 66,libro raro y de escasa circulación. En realidad, lalli:Ioria du las Indias fue conocida, y llegó a manos,lr Ioo : : hi ,loríadores y estudiosos al ser publicadapor la Editorial M. Aguilar, de Madrid, en trestomos, entre los años 1926 y 1927 . Después se hanhecho varias ediciones, muy buenas, en México yEspaña .

El profesor de la Universidad de Madrid, RafaelA l I : n n i r, t, dedicado al estudio del derecho indiano,crea l u ele la cátedra de Instituciones civiles y po-

de América, la cual convirtió en un centroele invesligacioncs históricas; en su estudio acercacíe las Leyes de Burgos enjuicia el texto dado aconocer por Las Casas ; del mismo dice que el pró-logo lo traslada «literal y completo de acuerdo conel documento del Archivo de Indias analizado porél. La situación es muy distinta -aclara el profesoral tratar las leyes- pues no copia ninguna literal-mente y la enumeración es enredada, no da el nú-mero exacto de leyes, a veces las trata por su nú-mero, pero otras, las cita mediante las palabras :

57 Alejandro Tapia y Rivera : Biblioteca histórica de PuertoRico, San Juan de Puerto Rico, 1945, pp . 206-208 .

37

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L

»unas», —otras muchas», sin determinar el númerocorrespondiente .Conviene señalar que el propósito de Las Casas

no es comentar todas las leyes, sino aquellas per-Judiciales para los indios. Con respecto a los jor-nales se limita a decir :

«Otras muchas fueron constituidas con las re-feridas, que suenan favor de los indios, y en rleran justas, pero supuesto estar los indios en poderde los españoles ( . . .) fueron, empero, vanísimas ysuperfluas . »58

Para Altamira, Las Casas, al tratareste cuerpo de leyes no se comportó como histo-riador, sino como polemista, cuyo propósito eabuscar la demostración convin

rcente, por esa razón,

carga la mano en la crítica de lo que le pareceerróneo o injusto .

La identificación de las Leyes de Burgos hasido difícil . En la Coleccidzz de Documentos iné-ditos del Real Archivo de Indias ( . . .) (Madrid, 1864,t . 1, pp . 237-241) se publicó un documento, con elepígrafe de „Ordenanzas que se hicieron en Burgosel. año 1512 para la repartición de los indios de laisla Española»

. En el mismo tomo, en la página249, hay una nota de la edición en la cual dacomo probable que el documento publicado en laspáginas 237-241,

sean las leyes aprobadas en Bur-gos. Un ligero cotejo entre ambos documentos per-'Dite afirmar que no lo son ; 19 las Ordenanzas fue-ron dadas el día 22 de febrero de 1512, las leyesfueron el 27 de diciembre de ese mismo año ; 2°las Ordenanzas se refieren solamente al númerode indios que debía encomendarse a cada poblador,las leyes, en el número de 35, tratan de todo loreferente a la vida de los indígenas y sus relaciones

50 Bartolomé de Las Casas : ob . cit ., lib . [II, cap . XVI, p . 433 .38

con los españoles . Por lo tanto, las Leyes de Buergosno fueron publicadas en dicha Colección . En, lanueva serie de documentos, iniciada en 1890, porla Real Academia de Historia, donde figuran va-ríos tomos de documentos legislativos, sólo apa-rece un resumen de dichas leyes, en el tomo XXII •

Hasta el siglo xx no se editaron dichas leyes, Enel año 1929, el erudito cubano José María Chacón yCalvo comeni,aba en su trabajo El documento y lareta es!¡'ac~ción lzistríricn :la ,lnrrt ; ; de I~urgos aun no ha sido estudiadalr,runir utr ;ln,c n1c, siendo una de las primeras fuen-le : ; d I rlr techo indiano» .'"

11 invesfigaclor mexicano Silvio Zavala eli suln ;t l,rr r rr r?nrirndrr indiana, publicada en Madrid,

1!t :tl5, lema lo : ; datos de las Leyes de Burgosche la Historia de las Indias, del padre Las Casas.Pero en 1948, en su ensayo -Trabajadores antillanosen el siglo xvi», incluido en sus Estudios Indianos,ya utiliza las ediciones publicadas hasta el momentor •n qur. • rscribe .

1 :1 1rr rf , e Ilonald D . Hussey, de la Universidadrlr • c' .,Irl~nni.r, dio a conocer por primera vez lasI,r vi r ; rlr It urlr ;r ; t •n la llislxznic American Histori-rl Rr r rr :n , r . n 1lla;~, con el títttlo de »Text of the

Lnwc oí Rurzjos : 1512 1513, concerning the treat-nicnt of thc Indíans» . El texto publicado por Husseyestá fechado en Valladolid, el 23 de enero de 1513 ;corresponde a un traslado de dichas leyes a laisla de Puerto Rico . El mencionado texto, cotejadocon otro hallado más tarde, en el Archivo de Indias,contiene errores, variaciones y falta de palabras,debido :, que a veces resultó ilegible el manuscrito .

,° I , r Mai íu Chac6n y Calvo : El documento y la reconstruc_Jrr 1,1 arirr, I,a 1labana- [1929], p . 39 .

39

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El profesor Lesley Byrd Simpson, publicó en lacolección titulada Ibero-Americana, volumen vn,año 1934, editada por la Universidad de California,el mismo texto de Hussey, con la ventaja de pre-sentar copias fotográficas de varios de sus folios,por lo cual, algunas de las lagunas y errores, delo dado a conocer por Hussey, han podido sersubsanados .

El profesoi español, Rafael Altamira, hizo pú-blico el texto original de las Leyes de Burgos enla Revista de Historia de América, 60 dicho textofue tomado de un ejemplar hallado en el Archivode Indias, Sección justicia, Legajo 299. Este do-cumento parece ser un traslado expedido a media-dos de 1513, pues aunque no contiene más que las35 Leyes de Burgos, y la fecha, puesta al final-deldocumento es la de 27 de diciembre de 1512, esdecir, el día en que fueron proclamadas las leyes,sin embargo, en párrafo que antecede al preámbulose refiere a la «Declaración», que como es sabido,fue expedida en Valladolid, en julio de 1513 ., Eltexto, conocido por Altamira, presenta algunoserrores de pluma evidentes», que el erudito pro-fesor asegura son propios del documento y quehan sido salvados por medio de notas .

EL REQUERIMIENTO

Ni la junta de 1503, convocada por los reyes antesde autorizar a Ovando a repartir indios, ni las leyesredactadas por la junta de Burgos, como conse-

6a No. 4, México, diciembre, 1938, pp . 5-79 .

40

cuencia de los sermones de fray Antón de Monte-sinos, calmaron la polémica provocada por los de-fensores de los indios quienes se opusieron se hi-ciera a la mar ninguna expedición para las Indiassin que antes fueran redactadas las instruccionespara los futuros pobladores, a fin de impedir seprovocaran guerras injustas contra los indígenas .Alarmado, Fernado, El Católico ordenó estudiarel problema a una junta de teólogos y la armadade Pedro Arias de Ávila (Pedrarias), lista para partir,tuvo que esperar por las resoluciones de esta junta,reunida en el monasterio de San Pablo, de los do-minicos, en Valladolid .

Martin Fcrnsíndez de Enciso, miembro de la ex-pedicikín de Pedrarias, autor del primer libro sobreAmérica publicado en español, la Suma de Geo-grafía, editado en 1519, tomó la defensa de losderechos reales a la conquista de las Indias. Basósu memorial en pasajes de la Biblia y afirmó quedio: por medio d esu representante en la tierra,el papa, Babia concedido las Indias a España parasalvar a .ns habitantes de la idolatría y llevarlesel conocimiento de la fe cristiana : »E que por estoel lli y C'at ili~ ¡)odia enviar a requerirlos que lediesen la tierra pues se la había dado Dios a elPapa en su nombre, e se la había quitado a ellos,porque eran idólatras, e que si no se la diesen, sela podía tomar por fuerza, e a los que se le de-fendiesen matarlos e prenderlos, e a los presosdarlos por esclavos . . .» 61

61 Colección de documentos inéditos relativos al descubrimien-to, conquista y organización de las antiguas posesiones es-pañolas en América y Oceanía ( . . .) del archivo de Indias, Ma-drid, t . 1, pp . 444, 448-449 .

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Después de algunas discusiones, los teólogos reu-nidos en San Pablo aceptaron la teoría de Enciso,con la condición de que los indios que no hicieranresistencia se les permitiera continuar viviendo ensus tierras como súbditos de la Corona española .En esta junta, sin que se conozca de quién par-

tió la idea, surgió la necesidad de redactar un do-cumento en el cual se diera a conocer a los indí-genas el derecho de España a apoderarse de sustierras y tenerlos como vasallos .

El notable documento conocido por «Requerimien-to» fue elaborado seguramente por el distinguidojurista y hombre de confianza del rey, Juan Lópezde Palacios Rubios, y rubricado por el obispo Fon-seca, los licenciados Santiago, Sosa y Gregorio, elmaestro Bustillo y el confesor del rey, Fray Tomásde Matienzo . 62

Existen testimonios de los propios conquistado-res de la forma en que fue recibi ao el «Requeri-mient:o» por los caciques de algunos territorios .

El mismo Enciso refiere que «P&rarias» le encargóleyera el famoso documento a dos caciques de unaprovincia del Darién. Después de oírlo los caciquesrespondieron :

que en lo que decía, que no había un Dios quegobernaba el cielo y la tierra, les parecía muybien, y que así debía de ser ; pero que el Papadaba lo que no era suyo, y que el rey que lopedía y lo tomaba debía ser algún loco, pues pe-¡ía lo que era de otros ; que fuese a tomarlo yle pondrían la cabeza en un palo, como teníanotros de sus enemigos .

Y se las mostraron a Enciso, diciéndole que eranseñores en su tierra y no necesitaban otro señor .

62 Ver apéndice no . 2 .

42

Enciso les repitió el «Requerimiento» amenazán-dolos con la guerra y la esclavitud, y «no queriendoobedecer los caciques, apeló a las armas y tomóleel pueblo , .13

Lo que no explica Enciso es quién les sirvió deintérprete a ambos .Gonzalo Fernández de Oviedo, otro de los com-

pañeros de Pedrarias, narra su experiencia .

Mandó el gobernador que yo llevase el requeri- -niiento scriptis que se había de hacer a los in-(hos, y me lo dio de su mano, como si yo enten-diera a los indios para se lo leer, o tuviéramosallí quien se lo diese a entender queriéndolosello : oir, pues mostrarles el papel en que estabarsrrito poco hacía el caso . En presencia de todosyo le dije : Señor, paréceme que estos indios noquieren escuchar la teología de este requerimien-to, ni vos tenéis quien se le dé a entender . Mandevn~ rara merced guardarle hasta que tengamosulitiinon d< Ios indios en la jaula para que des-I<,,, 1-1 I,< ,il<i, nd,ui, y cl scnor obispo se lo dé anI n l -~

I : ,lil< • . •I r< qn~ rímienlo, y él le tomó<,ui niu, 11 , 1 n •, .t d, • i •I < • lodos los que me oyeron .

1' roiiliiiu,i rn r< - I,ilo Fernández de Oviedo :

Yo pregunté después, el año 1516, al doctor Pa-lacios Rubios (porque él había ordenado aquelrequerimiento) si quedaba satisfecha la concien-cia de los cristianos con aquel requerimiento, edíjome que sí, si se hiciese como el requerimientodice. Mas paréceme que se reía muchas vecescuando yo le contaba lo de esta jornada y otras

Anionio Herrera : Historia general de los hechos de lost',ntrllaP.o.r en las islas y Tierra Firme del mar océano, l',4adrid,t 1», I

década II, láb . 1, cap. II .

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A

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44

que algunos capitanes después habían hecho : ymucho más me pudiera yo reir de él y de sus letras(que estaba reputado por gran varón y por taltenía lugar en el Consejo Real de Castilla), sipensaba que lo que dice aquel requerimiento lohabían de entender los indios sin discurso de añosy tiempo .ó4

El erudito cubano José María Chacón y Calvoopinaba que el »Requerimiento» era «la más completaexpresión del formulismo legal, verboso y vacío» .

Y Silvio Zavala,1 autor de varias obras impor-tantes sobre la colonización española, la encomien-da y otros asuntos relacionados con los indígenas,opina : «El requerimiento se fundaba en los prin-cipios teóricos que ya conocemos ; pero en la prác-tica, frente a las tribus de América, adquirió ca-racteres grotescos .»

Pronto se reconoció la inutilidad del «Requeri-miento .» Las Casas criticaba al que lo redactó y alos que lo mandaron a aplicar, pues opinaba quesin instruir a los indígenas en los principios delcristianismo y darles pruebas de la existencia dedios, se les requería en el documento para queaceptasen algo que no conocían ni entendían .

En la última de Sus Treinta proposiciones muyjurídicas, resume Las Casas, sus ideas acerca delproblema indígena :

sin perjuicio del título y señorío soberano y realque a los reyes de Castilla pertenece sobre aquelorbe de las Indias (por virtud de la donación pa-

4M1 Gonzalo Fernández de Oviedo : Historia general de las In-dias, lib. XXIX, cap. VII.65 Silvio Zavala : Las instituciones jurídicas de la conquistade América, Madrid, 1935, p. 92 .

pal) 'todo lo que en . ellas _..se, ha hecho, así en 10de las injustas y tiránicas conquistas, como enlo de los repartimientos y encomiendas, ha sidonulo, ninguno y de ningún valor ni fuerza dederecho, por haberlo hecho todo tiranos purossin causa justa ni razón ni autoridad de su prin-cipe y rey natural, antes contra expresos man-datos suyos . G"

LAS CASAS EMPRENDE LA DEFENSADE LOS INDIOS

I,ra Leyes de Burgos, consecuencia de la prédicade Montesinos y sus compañeros de orden, llenaronun período, aunque corto, de las relaciones entreespañoles indígenas .

Durante los treinta años transcurridos entre losd„ , 1 c','„li,lus reJactados con el propósito de pro-W111-1 , n 11,11 Indi0n, el primero, las Leyes de Burgos,en 1',l'.!, y el

las Leyes Nuevas, promul-vi,i,lx, eii 11, •1 :2, nnrclias las reuniones de1e,,1„ ~,~tl y jurirl .e;, y las cédulas -contradictoriaseun frecuencia— dictadas por los reyes españolesy el Consejo de Indias .

En dicho intervalo había emprendido la defensade los indígenas el fraile dominico Bartolomé deLas Casas, convertido de encomendero en defen-sor de los indios, en el año 1514, al leer unosversículos de la Biblia, mientras preparaba un ser-món en la isla de Cuba . Desde ese momento hasta

a, Ibídem, p . 98 .

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su muerte no descansó en su lucha por la defensade los naturales de América .

Para iniciar su apostolado renunció a su enco-mienda, y después de comunicar su idea al gober-nador de Cuba, partió hacia la Española, y deésta a España, en el mes de julio de 1515, con elpropósito de exponer al rey Fernando la situacióndesesperada de los infelices indios . Logró hablarcon el rey, le hizo una relación minuciosa de cuantoacaecía en las Indias. El soberano, muy enfermoya, le ofreció oirlo de nuevo, pero su fallecimiento,ocurrido el 23 de enero de 1516, impidió una nuevaentrevista .

Ocupó la regencia hasta la llegada del príncipeCarlos, el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros .Junto a él se hallaba el embajador Adriano, enviadopor el futuro rey para que se ocupase del gobiernoen unión de Cisneros, hasta su llegada a España .Con ambos habló largamente Las Casas de la ne-cesidad de remediar la situación de los indios yles presentó sus famosos memoriales, en los cualesexponía, en uno,' los agravios que recibían, en otro,los abusos que contra ellos se cometían, y por úl-timo el famoso Memorial de los remedios, en elcual propone un magnífico y avanzadísimo proyectode gobierno para los indígenas .

Adriano se mostró asombrado ante lo que oía ;no así Cisneros, informado ya de ellas por algunosmiembros de la orden franciscana a la cual perte-necía. Comprendieron que las Leyes de Burgos noresolvían el problema de los indígenas, pues sibien dictaban normas importantes para aliviar suscondiciones de vida y de trabajo, en cambio sancio-naban las encomiendas, y ambos eran defensoresde la libertad de los indios y por esa razón, tra-taron de encontrar una fórmula que al mismo tiempo

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permitiera a los indígenas vivir en libertad, y alos españoles permanecer y sustentarse en las In-dias .

GOBIERNO DE LOS JERÓNIMOS

El cardenal Cisneros decidió enviar a la Españolatres frailes Jerónimos a hacerse cargo del Gobierno(le la isla . Los sacerdotes designados fueron : frayLuis de Figueroa, prior del Monasterio de la Me-jorada, fray Bernardino de Manzanedo y fray Alon-so de Santo Domingo, prior de San Juan de Or-tega .

I? n el enes de septiembre de 1516 se dictó laI n ;I rnc ción que llevaron los frailes Jerónimos parala forma que han de tener en el poner en libertadlos indios y los que han de hacer en la Españolay otras islasa . 67

t'irnx •ros proyectaba la libertad de los indígenas,1,v,,, n,,,e,1or de las dificultades que podían sur-qtiw t,,,, :,, Ilev,,r a cabo este plan, en las instruc-, i,f, •„ ti lou

;<' , •o ntemplaban 3 posibili-Inder, : ¡,a 1" : ,pie los in,lius vivieran libremente ennr; pueblur;, tµ,bernados por sus propios caciques,

I>;,,t ;uulo al rey algún tributo moderado del pro-ducto de su trabajo, lo restante sería para ellos,pero administrado por una persona, desde luego,española . Si este plan no daba resultado, se pro-ponía la 29 posibilidad : fundar pueblos de 300vecinos administrados por un español y un clérigo ;

Colección de documentos inéditos relativos al descubri-intenlo, conquista y organización de las antiguas posesiones es-lumolas en América y Oceanía ( . . .) del archivo de Indias,Madrid, t . XI, pp . 258-276 .

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loss indios tenían qué trabajar obligatóriá rieñfe, 'esdecir,' debían producir los frutos qué consumían,separando las partes correspondientes al rey -y alos caciques. 39 posibilidad : si estos planes no dabanresultado y los Jerónimos opinaban que se mantu-vieran las encomiendas, se guardarían las 7 con-clusiones de la primera junta de Burgos, y lascuatro de la Declaración de Valladolid. De las 7conclusiones, la 69, referente a que los indios «siem-pre tengan comunicación con los pobladores queallá van porque con esta comunicación serán mejory más presto instruidos en las cosas de nuestrasanta fe católicas, no sería cumplida por el momento .

En cuanto a las Leyes de Burgos de sus 35 ca-pítulos debían modificarse 14, todos en favor delos indios ."'El gobierno de los Jerónimos no mejoró mucho

la situación de los indios . En carta de 10 de enerode 1519, informaban los frailes haberse construidoen la Española 30 pueblos con sus iglesias ; sem-brado gran cantidad de montones de yuca, perocuando los aborígenes estaban para salir de lasminas a descansar, una epidemia de viruelas acabócasi con la tercera parte de ellos. Los Jerónimospedían a S.M .

mande remediar cómo a estas partes pasen es-clavos negros, e certificamos a V .M. que si ladicha pestilencia dura dos meses más, el añopresente no se sacará oro ninguno en dicha islaEspañola, e si algunos indios quedasen, han deser para guardar los ganados e sostener las ha-ciendas, e V. A. perderá en esta isla más de

68 Ibídem, t. XI, pp . 273-276.

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53,000 castellanos, e se acabará de despoblar latierra ."

LOS DOMINICOS PERSISTENEN LA DEFENSA DE LOS INDtGENAS

Mientras tanto los defensores de los indios, prin-cipalmente los dominicos, continuaban denunciandolos abusos de los encomenderos con el propósito,le obtener la libertad absoluta para sus protegidos .También expresaron opiniones favorables a losindígenas los franciscanos, a veces ellos solos, otras<-¡t unión de los dominicos .

Fray Pedro de Córdova, viceprovincial de la Or-den de Santo Domingo, en carta fechada el 28 demayo de 1517 escribe al rey Carlos V

Vn4 •N tru Alteza sabrá que el Rey que hoy en lat t( •r ra huy )fendido de sus servidores y va-n .llluri, y runtr.i ,tn¡rn mayores traiciones hanli{•d i,,,

Vnw!.tra AItt rn ; porque estas islas edescubiertas y halladas (tan

II, n,u : de t4 nti •s , las cuales Dios Nuestro Señorpuso el poder y señorío de Vuestra Alteza, hansido y son destruidas y despobladas por las gran-des crueldades que en ellas los cristianos hanhecho ( . . .) los han puesto en tan extraños tra-bajos corporales, no siendo usados a ellos, ysiendo cruelmente detenidos en ellos, que en solaesta Isla Española, de donde esta es escrita, handestruido y muerto a Vuestra Alteza, más de un

69 Ibídem, t . 1, p . 366 .

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ciento de vasallos; y-aun si fueran muertos consalud de ánimas, menos mal fuera

; más han pe-recido en las almas y también en los cuerpos,porque los cristianos los han tenido repartidosentre sí, diciendo que para enseñarles las cosasde la fe, mas en la verdad no se las han ense-ñado, pues que ninguno de ellos las sabe ( . . .)yo no leo ni hallo que nación ninguna, ni aunde infieles, tantos males ni crueldades hicieroncontra sus enemigos, por el estilo y manera quelos cristianos han hecho contra estas tristes gentesque han sido sus amigos e ayudadores en supropia tierra, que entre todos los dichos e otrosque decirse podría, han destruido y desterradode estas pobres gentes la natural generación, loscuales ni engendran, ni multiplican, ni hay dellosposteridad, que es cosa de gran dolor ; (. . .) y porla misma arte, van destruyendo las islas de Cubae de Jamayca, y también la Tierra Firme ; ( . . .)al presente han quedado a Vuestra Alteza, en estaisla, diez o doce mil indios entre hombres y mu-jeres, de tantos a manera de decir comeque : en esta isla había al tiempo en

yerbas,

cubierta, y los males no cesan,

que fue de ncansados

y éstos están tay fatigados de los trabajos, que por

fuerza han de perecer como los otros ; que acomún dicho de los cristianos, de aquí a cuatroo cinco años, ellos serán acabados como losotros . 70

En carta fechada el 4 de diciembre de 1519,los dominicos escribían que Bartolomé Colón contó1 100 000 personas en la isla cuando se pensó se-

rles tributos 71.

Ibídem, t. XI, pp. 217-220 .Ibídem, t. XXXV, p. 119 .

Es posible que estas cifras fueran exageradas,pero existen diversos testimonios de lo numeroso dela población indígena en el momento de la con-quista. En el año 1514, cuando Rodrigo de Albur-querque hizo el repartimiento de la Española' 2 que-daban 22 344 indios de servicio, los cuales, unidosa los niños y a los viejos, llegarían a 32 000 personas .

No son los frailes dominicos, ni Bartolomé deLas Casas, son las cifras las que demuestran el

aniclnil :lnli& iio de la población indígena por los

i onl ui , a l rl s españoles en 20 años de coloniza-

c1611No podía esperarse mejor conducta de la clase

de hombres que vivían en la Española . Si en el pri-iner viaje de Colón los reyes tuvieron necesidad

ele dirl ;tr una cédula donde se ordenaba suspenderlas causas criminales a quienes se enrolaran enla exile ición durante el tiempo que durase el viajey 2 meses más ; en el tercer viaje para conseguirpobladores que se embarcaran hacia las Indias fuenecesario promulgar cédulas : una, para que laspenas de destierro se cumplieran en la Española,otra, en la cual se indultaba a los delincuentes quehubieran. cometido cualquier delito, excepto los(le Barca ia, lesa majestad, traición, muerte alevosa,falsificación de moneda y sodomía, si iban a serviro a poblar la isla a las órdenes del Almirante .Ambas cédulas fueron expedidas el 22 de junio de1497 . 73

72 Colección de documentos inéditos relativos al descubri-

miento, conquista y organización de las antiguas posesiones es-

pañolas en América y Oceanía ( . . .) del archivo de Indias,

Madrid, ira. serie, t . 1, pp . 50-236 .73 Bartolomé de Las Casas, ob . cit, lib. 1°, cap. 112,pp . 450-451 .

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Con respecto al traslado de los nativos de unasislas a otras escribió fray de Córdoba en la cartacitada dirigida al rey Carlos V

e así mesmo, las muchas islas que dicen de losLucayos y las islas que dicen de los Gigantes, hanasolado e despoblado, sacándolos e trayéndolosde ellas, con muerte y extraños tormentos, asán-dolos y despedazándolos ; e los demás trayéndolosa la Isla Española .Han metido en esta isla más de treinta o cuarentamil de ellos, y pienso que no hay cinco mil porlas mismas causas que los otros han perecido ."

El cardenal Adriano, deán de Lovaina, preceptorde Carlos V, cuando la Corte se hallaba en LaCoruña, en 1520, se pronunció contra la encomienda,según cuenta el padre Las Casas en :

una dtictísima oración, probando por razones na-turales, autoridades de la ley divina y de lossantos doctores, de los derechos y leyes y ecle-siásticos, como aquestas gentes infieles hablande ser traídas al conocimiento de Dios y al gremiode su santa Iglesia por paz y amor y vía evan-gélica, según la forma por Cristo establecida,y no por guerra ni servidumbre. Fue de tantaeficacia -continúa Las Casas- esta oración delsanto Cardenal, que todos, o al menos los más,consintieron y alabaron su católica doctrina ;(. . .) por manera que allí se determinó general-mente que los indios debían ser libres y tratados

74 Colección de documentos inéditos relativos al descubrimien-to, conquista y organización de las antiguas posesiones es pañolas en América y Oceanía ( . . .) del archivo de Indias, Madrid,ira. serie, t, XI, pp. 219-220 .

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como libres y traídos a la fe por la vía queCristo dejó establecida."

De acuerdo con estos principios el rey decretó el20 de marzo de 1520 que los indios debían de serlibres y tratados como tales .

Y en cédula dirigida a Hernán Cortés, el 20 de

junio de 1523 ordenaba :

pues Dios nuestro señor crió los dichos indioslibres y no sujetos, no podemos mandarlos enco-mendar ni hacer repartimiento de ellos a loscristianos ; y así es nuestra voluntad que se cum-pla. Por ende yo vos mando, que en esa tierrano harais ni consintais hacer repartimiento niencomienda, ni depósito de los indios de ella,sino que los dejeis vivir libremente como nues-tros vasallos viven en estos nuestros reinos deCastilla . 75

Tres años después, en 1526, se legalizó la enco-mienda para la Nueva España, con la condición deque ningún encomendero podía tener más de 300indios .

EL PAPA PAULO III SE PRONUNCIA ENFAVOR DE LOS INDIOS

La controversia entre los partidarios de la libertadde los indígenas y los que creían en la necesidad

75 Bartolomé de las Casas : ob . cit, lib . III, cap . CLV,

pp. 341-342 .76 Diego de Encinas : Cedulario indiano. Ediciones Cultura His-pánica, Madrid, 1945, lib. 2do, p . 185 .

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de tenerlos sometidos a los españoles, pues eranincapaces de gobernarse por sí solos, continuó du-rante largos años .

En 1536, el obispo de Tlaxcala, fray Julián Carcésenvió al papa Paulo III una larga carta en defensade los indígenas y la disposición para abrazar elcristianismo. Al mismo tiempo un fraile dominicode Nueva España, fray Bernardino de Minaya, fuecomisionado para exponer ante el papa la necesidadde salvar millares de almas de indios, en peligrode perderse por el egoísmo de los españoles .

A estas solicitudes respondió el papa, el 9 dejunio de 1537, con su famoso breve Sublimis Deusdonde afirmaba la condición humana de los indios,su capacidad para recibir la fe, proscribía la tesisde su barbarie y se pronunciaba en favor de la li-bertad de los indígenas.

Poco después promulgó una bula, la Veritas Ipsa,donde condenaba con energía la esclavízación delos indios .

Un año más tarde, probablemente a petición deCarlos V, dio el papa otro breve, fechado el 19 dejunio de 1538 donde revocaba «cualquiera otro quehaya dado antes en perjuicio de la facultad delEmperador Carlos V como rey de España, y enperturbación del buen gobierno de las Indias . . 77

El 6 de septiembre de 1538 el emperador ex-pidió una real orden en la que mandaba a suspenderla ejecución de cualquier bula o breve «que toquenen la gobernación de aquellas provincias, patro-nazgo y jurisdicción real ( . ..) si no constare que

77 Lewis Hanke : La lucha por la justicia en la conquista deAmérica, Buenos Aires (1949], p. 119 .

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han sido presentados en nuestro Consejo de lasIndias y pasados por él» ."'

A pesar de la bula de revocación del papa y dela real cédula de Carlos V, el padre Las Casas ylos defensores de los indios seguían esgrimiendoentre sus argumentos la bula Sublimis Deus .El motivo que inspiró a Carlos V a pedir la

anulación de la bula Sublimis Deus no fue un sen-timiento de animosidad hacia los indios, pues po-cos años después, en 1542, él mismo proclamó lasLeyes Nuevas, donde se reconocía a los indígenascomo hombres libres y como tales debían ser tra-tados ; su interés se hallaba en que no fueranmermadas las prerrogativas obtenidas pcr la Co-rona española en las cuestiones eclesiásticas ; tantoen España como en las Indias, prerrogativas talesque : permitían a los monarcas españoles procedercon total independencia del papado . Carlos V sólodefendía su poder eclesiástico, como Paulo III, amás de su noble deseo de liberar a los indios, per-seguía el fin de extender el poder papal al NuevoMundo .

El padre Las Casas había ingresado en la ordende los dominicos en el año 1522 o 1523 . Durante

los sict primeros años se dedicó al estudio y a lameditación y empezó, en 1527, a escribir su fa-

mosa Historia de las Indias, en la cual trabajómuchos años, pues en las líneas finales de su librotercero, estampa esta frase «hoy, que es el añoque pasa de 61.»79

Pero el Defensor de los Indios no podía perma-necer inactivo, conocedor de que nuevas y ricasl tierras, pobladas por millares de hombres, eran des-

18 Recopilación de leyes de los reinos de las Indias, lib . 1,título 9, ley 2 .79 Ibídem, lib . III, cap . CLXVII, p. 392 .

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cubiertas, y sus habitantes iban a ser sometidos ala esclavitud y la servidumbre como los antillanos .En el año 1539 volvió a España, y renovó su

campaña de forma incansable; luchó durante dosaños ante la Corte y el Consejo de Indias. El em-perador no se hallaba en España, pero a :;u regreso,en 1542 ordenó inmediatamente que se celebrasenjuntas especiales para tratar los asuntos de Indias .El 20 de noviembre de 1542 fueron proclamadaslas Leyes Nuevas, y el 4 de junio de 1543 algunasadiciones a ellas .

No cabe duda de la influencia de Las Casas enla redacción de estas leyes . Además de su constanteprédica, y conversaciones con los consejeros del reyy miembros del Consejo de Indias por lo que es-cribió dos tratados sobre los indios . El primero,Entre los remedios que fray Bartolomé de Las Casas :refirió (. . .) para reformación de las Indias, de loscuales, el »octavo remedio» era el más importante,porque sin éste los otros valdrían nada» . Según

este remedio el emperador debía ordenar :

que todos los indios que hay en todas las Indias(. . .) se pongan y reduzcan y incorporen en lacorona real de Castilla y León en cabeza deVuestra Majestad como súbditos y vasallos libresque son, y ningunos estén encomendados a cris-tianos españoles ( . . .) que ni ahora ni ningún tiem-po jamás perfectamente puedan ser sacados nienajenados de la dicha corona real ni dados anadie por vasallos ni encomendados ni dados enfeudo ni en encomienda ni en depósito . . .

El otro tratado escrito por Las Casas entre 1541o 1542, impreso por primera vez en 1552, fue laBrevísima relación de la destrucción de las Indias .

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Tal como su nombre lo indica es una relación detodos los horrores cometidos por los conquistadorescon los indefensos indios . No cabe duda que elautor exageró las cifras con relación a los aborígenesmuertos, pero nadie pudo negar que los relatos delas crueldades a que fueron sometidos los indígenaseran ciertos y dieron lugar al exterminio de lanumerosa población autóctona antillana .

Grandes protestas se elevaron en todas las In-dias al conocerse el contenido de las Leyes Nuevas .Una gran cantidad de memoriales, cartas y peti-ciones en contra de las nuevas leyes llegaron aEspaña, numerosos pobladores, principalmente co-merciantes, regresaron a la Península pues, se ha-bían paralizado todos los negocios .

El emperador convocó una junta especial paraque escuchara a los procuradores enviados por elcabildo de México y otros testigos, y conociera delas peticiones e informes llegados de todas las re-giones pobladas del Nuevo Mundo . Los testigoseran personas notables, obispos, provinciales de lasórdenes religiosas, hombres cultos, y con larga re-sidencia en México. Todos estuvieron de acuerdoen que las Leyes Nuevas resultaban peligrosas ylas encomiendas debían darse a perpetuidad . Losmiembros de la junta también recibieron informesde la rebelión del Perú . Los consejeros del empe-rador se inclinaron a la suspensión de las LeyesNuevas. Los procuradores de México y el provin-cial de los agustinos fueron a Alemania a convenceral emperador . ',El 20 de octubre de 1545 se revo-caron la mayor parte de las Leyes Nuevas, entreellas, tal vez la más importante de todas, la prohi-bición de que las encomiendas fueran hereditarias ;en 1546 se anularon otras . Las referentes a los cas-tigos, pero las crueldades con los indios subsistie-

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ron, lo mismo se hizo con las que abolían el ser-vicio personal de los indígenas ; Bartolomé de LasCasas había perdido su gran batalla . Eran muchoslos interesados en la persistencia del sistema .

La libertad concedida a los naturales por las Le-yes Nuevas sólo fue aplicada en las Antillas . Endichas leyes ordenaba Carlos V

es nuestra voluntad y mandamos, que los indiosque al presente son vivos en las islas de SanJuan, y Cuba y la Española, por agora, y eltiempo que fuese nuestra voluntad, no sean mo-lestados con tributos, ni otros servicios reales,ni personales, ni mixtos, más de como son losespañoles que en las dichas islas residen, y sedejen holgar, para que mejor puedan multiplicary ser instruidos en las cosas de nuestra santafe católica, para lo cual se les den personas re-ligiosas, cuales convengan para tal efecto .

Esta medida respondía al cuadro presentado porBartolomé de Las Casas, de la desaparición total delos pocos indios antillanos si no se les liberaba to-talmente .

El gobernador Juanes Dávila, quien llegó a la islade Cuba el 2 de febrero de 1544, fue el encargadode poner en vigor la orden de liberar a los indios .

Desde el año anterior, el obispo Sarmiento, losoficiales reales, los procuradores y regidores de laIsla habían enviado cartas al emperador donde seoponían a concederles la libertad de los indígenas .Juanes Dávila al principio pareció dispuesto a cum-plir las ordenanzas reales con respecto a los indios,pero, en realidad, no hizo nada efectivo .

Su sucesor, Antonio Chávez, tampoco las pusoen vigor .

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Gonzalo Pérez de Angulo fue quien hizo cum-plir las órdenes reales acerca de la libertad de losindios encomendados y de los esclavos cuyos due-ños no presentasen título de propíedad . 80

El día 8 de agosto de 1553 ,fueron declaradose pronunciado por personas libres, muchos indios,así hombres como mujeres y fueron puestos en li-bertad . . .» ."La liberación había llegado demasiado tarde a

las Antillas. La poca población autóctona en Cubase recogió en lugares como Guanabacoa, en LaHabana, y el Caney, en Santiago de Cuba . A prin-cipios del siglo xviii el indio Miguel Rodríguezconsiguió la creación del corral de puercos de esenombre, propiedad suya . Su objetivo era recoger enun pueblo a los indios, que se hallaban dispersosen la inmensa comarca de Bayamo ; después demucho luchar, logró fundar la Comunidad de indiosde Jiguaní amparada por las reales provisiones de1703 y 1710 de la real audiencia de Santo Domingo .La lucha comenzada en un domingo de Pascua

del año 1511, por un desconocido fraile dominico,en la isla la Española, quien condujo la redacciónde las Leyes de Burgos, primer código de leyesdestinadas a mejorar las condiciones de vida delos indígenas .

A esta lucha se incorporaron gran número de re-ligiosos y hombres de buena voluntad, tanto enEspaña como en el Nuevo Mundo, y después de30 años de intenso batallar lograron otro triunfo :la proclamación de las Leyes Nuevas, en 1542 ;

80 Colección de documentos inéditos relativos al descubrimien-lo, conquista y organización de las antiguas posesiones espa-ñolas en América y Oceanía ( . . .) del archivo de Indias, Madrid,2da. serie, t . III, p. 335 .R1 Ibídem, pp . 356-357.

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éxito tardío y parcial, puesto que sus beneficios nose extendieron al continente, donde el servicio delos indios perduró durante 2 siglos, pero por lomenos salvaron el resto de los habitantes de lasAntillas .

La redacción de ese cuerpo de leyes se debióa la labor tesonera, incansable de otro gran domi-nico, fray Bartolomé de Las Casas, precursor delanticolonialismo como lo prueban las siguientespalabras de uno de sus últimos memoriales

Conclusiones

La primera, que todas las guerras que llamaronconquistas fueron y son injustísimas y de pro-pios tiranos .

La segunda, que todos los reinos y señoríos delas Indias tenemos usurpados .

La tercera, que las encomiendas o repartimientosde indios son iniquísimos, y de per se malos, yasí tiránicos, y la tal gobernación tiránica . ( . . .)

La sexta, que todo cuanto oro y plata, perlas yotras riquezas que han venido a España, y enlas Indias se trata entre nuestros españoles, muypoquito sacado es todo robado : digo, poquito sa-cado, por lo que sea quizás de las islas y partesque ya hemos despoblado ( . . .)

La octava, que las gentes naturales de todas laspartes y cualquiera de ellas donde habemosentrado en las Indias tienen derecho adquiridode hacernos guerra justísima y raernos de lafaz de la tierra, y este derecho les durará hastael día del -juicio.`

82 «Memorial al Consejo de Indias», en Revista Historia y So-ciedad, México, DF. 1562-1563 .

'-60

Las Casas justificaba en el siglo xvi la rebeliónde los indoamericanos contra quienes intentaban

apoderarse de sus tierras ; a través de cuatro siglos

justifica a los pueblos de Asia y África que hoyestán en abierta lucha contra la persistencia delcolonialismo en ambos continentes .

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LAS ORDENANCAS ANTIGUAS PARA LOSINDIOS

Las ordenancas rreales que sus altezas mandaronfazer para el buen rregimiento y tratamiento delos indios las quales por mandado de su alteza lasfizieron ynprimir sus oficiales que rresiden en lacasa de la contratación de las yndias de seuillapara enbiar a la española y a todas las otras yslasdonde fue menester e nescesarias .

El Rey

Nuestros oficiales de la casa de la contratación delas yndias que rresyden en la cibdad de seuillaporque a nuestro seruício e a la buena governacióne tratamiento de los yndios de la ysla españolaconbenia que se envien muchos traslados a la dichaysla de las ordenancas e declaración que se hizopor los del consejo para que los tengan los quemandamos por las dichas hordenancas por ende yovos mando que luego questa mi carta veays ha-gais ynprimir tinquen/ta traslados de las dichashordcnan~as e declaracion dellas e las hagays dary entregar al licenciado ybarra e rrodrigo de al-burquerque nuestros rrepartidores de los dichosyndios para quellos los lleben a la dicha ysla es-

* Este documento ha sido tomado de «El texto de las leyesde Burgos 1512», por Rafael Altamira en la Revista de His-toria de América, 1938, no . 4 . pp . 5-79 . Las notas son de Al-tamira .

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pañola e los den a las personas que los an detener fecha en (blanco) a (blanco) días de (blanco)de quinientos e treze años yo el Rey por mandode su alteza lope conchillos .

-Doña Joana por la gracia de dios Reyna decastilla & . Por quanto el Rey mi señor e padre ela Reyna mi señora madre que aya santa gloriasyenpre tovieron mucha voluntad que los caciquese yndios de la ysla española viniesen en conosci-miento de nuestra santa fee catolica y para ellosmandaron fazer e se fizieron algunas ordenancas asypor sus altezas como por su mandado el Comen-dador bouadilla y el Comedor mayor de alcan-tara governadores que fueron de la dicha ysla es-pañola e despees don diego colon nuestro almi-rante visorcy e governador Bella e nuestros oficialesque allí rresyden y segund se a bisto por luengayspiracion diz que todo no basta para que losdichos casyques e yndios tengan el conoscimientode nuestra fee que seria nescesaria para su salva-ción porque de su natural son yncluidos a ocosidad

el malos visyos/de que nuestro señor es deseruidoy no a ninguna manera de virtud ni doctrina y elprencipal estoruo que tyenen para no se hermendarde sus vígíos e que la doctrina no les aprouecha nien ellos ynprima ni la tomen es tener sus asyentosy estancias tan lexos como los tienen e apartadosde los lugares donde biuen los españoles que deaca an ydo y ban a poblar a la dicha ysla porquepuesto que al tiempo que les vienes a seruir losdotrinan y enseñan las cosas de nuestra fee comodespues de ayer seruido se buelven a sus estanciascon estar apartados y la mala yntencion que tyenenolbidan luego todo lo que les an enseñado e tornan

1 Vienen .

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a su acostumbrada ociosidad e bitios e quando otra.vez buelven a seruir estan tan nuebos en la dotrina-como de primero porque avn2 el español que vacon ellos a sus asyentos conforme a lo que allaesta asentado y hordenado se lo trahe a la memoriay los rreprehende como no le tyenen temor noaprouechan y rresponden3 que los dexe holgar puespara aquello va a los dichos asyentos y todo sufin y deseo es tener libertad para hazer de sy loque les biene a la boluntad syn ayer rrespeto aninguna cosa de birtud y viendo questo es tan con-trario a nuestra fee e quanto somos obligados a quepor todas las vias e maneras que ser pueda sebusque algund rremedio platicado con el/Rey miseñor e padre por algunos del mi concejo e personasde buena vida y letras y conciencia abida ynfor-macion de otros que avia4 mucha noticia y espe-rencia de las cosas de la dicha ysla e de la vida e.manera de los dichos yndios parescio que lo masprouechoso que de presente se podia proueer seriamudar las estancias de los caciques e yndios ser-ca de los lugares e pueblos de los españoles pormuchas consyderaciones y asy porque con la con-versacion continua que con ellos ternan como conyr a las yglesias los dias de fiestas e oyr misa ylos oficios dibinos y ver como los españoles lo ha-zen y con el aparejo y cuydado que teniendolosjuntos consygo ternan de les mostrar e yndustriaren las cosas de nuestra santa fee catolica esta cla-ro que mas presto las aprenderan y despues deaprendidas no las olbidaran como agora e sy al-gund yndio adolesciere seria breumente socorrido

y curado y se dara vida con ayuda de nuestro se-ñor a muchos que por no saber dellos e por nocurarlos mueren y a todos se les escusara el trabajode las ydas y benídas que son lexos sus estanciasde los pueblos de los españoles s sera harto alíuioy no moriran los que mueren en los caminos asypor enfermedades como por falta de mantenimien-tos y los tales no pueden rrescibír los sacramentosque como xpianos son obligados y segund se lesJara adolesciendo en los dichos pueblos y los niñosque naceran seran luego bautizados y todos serui-ran con menos trauajo y mas prouecho de los espa-ñoles por estar mas continuo en sus casas y losvisytadores que tovíeron cargo dellos visytarlos ha'mejor y mas a menudo y les haran proucher detodo lo que les falta e no daran lugar que les to-raiea sus mugeres e hijas como lo hazen estandoen dichos sus asyentos apartados y cesaran otrosmuchos males y daños que a los dichos yndios sehazen por estar tan apartados que porque alla sonmanifiesto' aqui no se dísen y se les sygira otrosmuchos prouechos asy para la salbacion de susanimas como para el pro y btilidad 8 de sus perso-nas e concervasyon de sus vidas por las quales co-sas e por otras muchas que a este proposyto sepodrian dezir fue acordado que por el bien e rre-medio de todo lo susodicho sean luego traydos losdichos caciques e yndios serca de los lugares e pue-blos de los duchos españoles que ay en la dichaysla e para que alli sean tratados e yndustriadose mirados como es rrazon y syenpre lo deseamos

falta, sin duda, la palabra «les» .han .manifiestos.La b con que empieza la palabra, debe ser una U o una V.

65

52 aunque . 6s responden .

74 Avian .

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fechas donde estan o estubieron los logares e pue-blos de los vezinos que agora ay o obiere de aquíadelante en la dicha ysla e porque sean traydosmuy a su boluntad e no rresciban pena en la mu-danca por la presente mandamos a don diego co-lon nuestro almirante visorrey governador de la di-cha ysla e a los nuestros juezes de apelacion e ofi-&íales della que los traygan segund e como e de laforma e manera que a ellos les paresciere que conmenos pena e daño de los dichos caciques e yndiosse pueda hazer animandolos e trayendolos con ha-lagos para ello a los quales encargamos e manda-mos que 15 encarescidamente podemos que lo hagancon mucho cuydado e fidelidad e diligencía teniendomas fin al buen tratamiento e con/ solacion de losdichos yndios que a otro ningund rrespeto ni deseoni ynteresce particular ni general .

X Ley Tercera

Asymesmo ordenamos e mandamos quel vezino aquien se encomendare los dichos yndios sea obli-gado a les tener vna casa para yglesia juntamentecon la dicha yglesia juntamente con la dicha ha-zienda que ansy se les señalare en la parte que abos el dicho almirante e juez e oficiales e al bisi-tador e a la persona que por vosotros fuere seña-lada paresciere ques mas conviniente en la qualdicha yglesia ponga ymagenes de nuestra señoray vna campanilla para los llamar a rrezar e la per-sona que los tobiere encomendados sea obligado ales hazer llamar en anocheziendo a la canpanae yrcon ellos a la tal yglesia a hazerles sygnar e san-tyguar e todos juntos dezir el ave maria y el pater

1s Faltan, verosímilmente, palabras .

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noster y el credo y salve rregina de manera quetodos ellos oygan a la persona y la tal persona oygaa todos porque sepa qual acierta o qual yerra por-que al que errare le enmiende y porquel tienpo queles mandamos dar para holgar antes que anochescaprencipalmente porquesten descansados a la ora quelos llamaren para rrezar a las noches sy algunosde los dichos yndíos dexare de venir a la yglesíade benir16 al tiempo que mandamos quel día/ si-guiente no le dexen holgar el dicho tienpo y todavíasean apremiados a yr arrezar la noche syguiente easymismo mandamos que cada mañana antes quevayan a labrar no haziendoles madrugar por estomas de lo que se acostunbre ques en seyendo el

dia claro .

Ley Cuarta

-yten porque se sepa como aprovecha cada vno enlas cosas de la fee mandamos que de quínze enquinze días les tome quenta la tal persona que lostyene a cargo de lo que supiere cada vno por syparticularmente y les muestre lo que no supiere eransymesmo les enseñe los diez mandamientos e sye-te pecados mortales e los artículos de la fee a losque la tal persona paresciere que tengan capasydaae habilidad para los aprender pero esto sea conmucho amor e dulcura e la tal persona que ansy nolo cumpliere yncurra en seis pesos de oro de penalos dos para nuestra camara e los otros dos para elque lo acusare e lo denunciare e los otros dos parael juez que lo sentenciare la qual dicha pena mando

16 Este «de benir» puede ser repetición errónea del «de ve-

nir» anterior .

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que se hexecute luego en las personas que en ellayncurriere .

Ley Quinta

-otrosy porque a mi es fecha rrelacion que en lasestancias los españoles e yndios que en ella rresy-den estan mucho tienpo syn oyr misa y es rrazonque la oyan a lo menos las pascuas e domingos efiestas y en cada estancia no podría aber clerigopara dezir misa ordenamos e mandamos que dondeoviere quatro o cinco estancias o mas o menos entermino de vna legua que en la estancia que masen comarca de todas las otras estoviere se haga vnayglesia en la qual yglesia pongan ymagines de nues-tra señora y cruzes y vn esquilon para que allívengan todos los domingos e pascuas e fiestas deguardar a rrezar e oyr misa e asymesmo rresybanalgunas buenas amonestaciones que los clerígosque les dixeren la misa les enseñen los mandamien-tos y artículos de la fee y las otras cosas de ladoctrina cristiana para que sean yndustriados y en-señados en las cosas de nuestra santa fee tomen vsode rrezar e oyr misa e para que asy lo hagan man-damos que los españoles questovieren en las es-tancias con los dichos yndios o tovieren cargo de-llos sean obligados a los llamar todos juntos luegopor la mañana a la yglesia los días susodichas yesten con ellos hasta ser dicha la misa e despuesde oyda e dicha/ la misa los torne a traher todosjuntos a sus estancias e les hagan tener su olla decarne guisada por manera que aquel día coman me-jor que otro aia ninguno de la semana e avuque algun día falte que no arar' clerigo que les diga misa

11 aya (o yrá) .

70

que no enbargante esto todavía los lleven a la ygle-sia para que rrezen e hagan oraciones tomen buenacostumbre pero sy las otras estancias estovieren encomarca donde buenamente puedan yr a oyr la di-cha misa que en ellas obiere que los tales vecinossean obligados de los llebar alla so pena que qual-quier persona que tobiere cargo dellos dichos yn-dios e los dexare de llevar alla cayga e yncurra enpena de diez pesos de oro los seys pesos como secontyene en el capitulo antes desta ls y los' quatrosean los dos para la obra de la dicha yglesia ylos dos para el clerígo que los enseñare.

Ley Sesta

yten que porque nuestra voluntad es que a losdichos yndios se les busquen todos los mejoresmedios que se pudieren hallar para ynclinarlos alas cosas de nuestra santa fee catolica e sy obiesende yr mas lexos de vna legua a misa los domingose las fiestas sentirlo y ant9 por graue ordenamos ymandamos que sy fuera de la susodicha legua enque mandamos hazer vna yglesia oviere re otrasestancias avnque sean en el mismo rrio` 0 donde lasotras estovieren que se haga otra yglesia de la ma-nera susodicha.

Ley Setima

-otrosy ordenamos encargamos e mandamos a losperlados e clerigos que agora e de aquí adelante

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20

Deste, por referirse al capítulo .tan.Errata evidente .

71

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llevaren los diezmos de las tales estancias dondeestubieren los dichos yndios que den contino cle-rigos para que en las yglesias de las tales estanciasdigan misa los domingos e pascuas e fiestas deguardar e asymesmo los tales clerigos tengan cargode confesar a algunos que abra que sepan confe-sarse e administren a los que no lo supieren fazere asy nuestro señor sera muy servido e de lo con-trario a sydo y sera muy desseruido .

Ley Otaba

-otrosy hordenamos e mandamos que en la mismadonde oviere copia de gente se haga vna yglesiaen el lugar conveniente qual a bos el dicho almi-rante e juezes e oficiales a 2 ' la persona que porvosotros fueren señalados paresciere de manera quetodos los yndios que andubieren en las dichas mi-nas puedan alcansar a oyr misa las dichas fiestase mandamos que todos los pobladores/ e vezinosque traxeren los dichos yndios a sacar oro seanobligados a tener con ellos la mesma orden quemandamos que se tenga con los que andubieren enlas estancias como arribase contiene con las mismaspenas de suso contenidas las quales aplicamos comoarriua estan aplicadas .

Ley Novena

otrosy hordenamos e mandamos que cada vno quetoviere cinquenta yndios o dende arriabe22 enco-

21 O .

22 arriba, como dice cinco líneas después,

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mendados sean obligados de hazer mostrar vn mo-chacho el que mas abile dellos les paresciere a leery escrevir y las cosas de nuestra fee para que aquellas muestre despues a los otros yndios porque me-jor tomaran lo que aquel les díxere que no lo queles dixeren los otros vezinos e pobladores e que syla tal persona que toviere cient yndios e dende arri-ba que haga mostrar dos mochachos e que sy latal persona que toviere los dichos yndios no losfizíere mostrar como dicho es mandamos quel bisi-tador que en nuestro nonbre tobiere cargo delloslos haga mostrar a su costa e porquel Rey mi señore padre e yo hemos sido ynformados que algunaspersonas se syrben de algunos mochachos yndiosde pajes declaramos e mandamos que la tal per-sona que/ se syruiere del yndio por paje sea obli-gado de les mostrar leer y escrebir y todas las otrascosas que de suso estan declaradas e sy no lo fizieren se lo quiten e den a otro porque la prencipalyntencion y deseo del dicho Rey mi señor e padremío es que en esas partes se plante e arrayge nues-tra santa fee catolica muy enteramente porque lasanimas de los dichos yndios se salven,

Ley Dezima

-otrosy hordenamos e mandamos que cada e quan-do algund yndio adolesciere en parte donde buena-mente se pueda ayer clerigo que sea obligado dele yr a dezir el credo e otras cosas de nuestrasanta fee catholica provechosas e sy el tal yndiose supiere confesar le confiese sin por ello llevarynt.eresce e porque ay algunos yndios que entien-den las cosas de nuestra fee mandamos que lostales clerigos sean obligados a les fazer confesar

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0

111

d

U

vna bez en el año e que ansyrnesmo vayan con lacruz por los yndios que murieren y enterrarlos synque por ello ni por las dichas conficiones 23 los di-chos clerigos les lleven cosa alguna e sy los dichosyndios murieren en las estancias mandamos quelos entyerren los cristianos pobladores que allí es-tovieren en la yglesia de la tal estancia donde asyestobiere / e sy muriere en otras partes donde noay yglesia que todabia los entierren donde mejorles paresciere por manera que ninguno quede porenterrar so pena quel que no lo enterrare o fiziereenterrar seyendo a su cargo page quatro pesos deoro los quales se apliquen e rrepartan en esta ma-nera el vno a nuestra camara y el otro para el quelo denunciare y el otro al juez que lo sentenciarey el otro para el clerigo que toviere cargo de laestancia o lugar donde se enterrare .

Y Ley Onzena

-otrosy hordenamos e mandamos que ninguna per-sona que tenga yndios en encomienda en otra per-sona alguna heche carga a cuestas a los yndiospara` los yndios que andouieren en las minas e quequando se mudaren de vn lugar a otro questos ta-les puedan llevar su hato e mantenimientos a cues-tas porque hemos seydo ynformados que allí no sepueden tener bestias en que se lleben lo qual seguarde e cunpla asy so pena que la persona quehechare carga al tal yndio contra el thenor e formadeste capitulo page 25 por cada vez dos pesos de oro

23 ¿Confesiones?24 pero. El texto de Hussey dice también «para» .25 pague .

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los quales sean para el ospital del lugar donde fuerevezino/ del tal morador e sy la carga que asy he-chare al tal yndio fuere de mantenimientos tanbienlo aya perdido e que sea para el dicho ospital .

Ley Doze

--otrosy hordenamos e mandamos que todos los ve-zinos e pobladores que -tobíeren yndios en enco-mienda sean obligados de fazer babtizar todos losyndios que nascieren dentro de ocho días despuésque asy obiere nacido o antes sy la tar2C criatura to-biere nescesydad de ser bautizado e sy no obiere cle-rígo que lo haga sea obligado el que tobiere cargode la tal estancia de lo bautizar conforme a lo queen semejantes nescesidades se suele hazer so penaquel que ansy no lo cunplíere e hiziere yncurra porcada bez en tres pesos de oro de pena los qualesmandamos que sea" para la yglesia donde la talcriatura se obiere de bautizar .

Ley Treze

-otrosy hordenamos e mandamos que todas las fun-diciones que de aquí adelante se fízieren en dichaysla despues que los dichos yndios se ayan traydo,a las estancias sean de la manera que de yuso seradeclarada y es que cojan oro con los yndios que lastales personas tovieren encomendados cinco mesesdel año y que cunplidos estos cinco meses huelganlos dichos yndios quarenta días/ y quel día queobieren de dexar la labor de coxer el oro al cabo de26 tal .27 sean .

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los cinco meses se les asigne en la cedula que sediere a los mineros para yr a las minas e que aquelmermo dia que ansy llebaren cenalado 21 se sueltende la labor todos los yndios del partido donde aque-lla funcion se obiere de hazer de manera que todoslos yndios a cada partido se vayan vn mesmo diaa holgar a sus casas los dichos quarenta días y queen todos los dichos quarenta días ninguno puedabolver a coxer oro con ningund yndio si no fuereesclavo so pena que por cada yndio que no fuereesclavo que qualquier persona traxere en las minasdentro del dicho termino de los dichos quarentadías en la dicha cedula contenidos page medio pesooro aplicado en la forma susodicha e mandamos queen estos quarenta días vos los dichos nuestros ofi-ciales seays obligados de tener fechas las fundicío-nes e mandamos que a los tales yndios que ansy sa-lieren de las tales minas no se les pueda mandarni mande durante los dichos quarenta días cosa al-guna salbo lebantar los montones que tuvieren eneste tienpo e que las tales personas que tovieren enencomienda los dichos yndios sean obligados en es-tos quarenta días que ansy huelgan de los yndus-triar 'e doctrinar en las cosas de nuestra fee mas queen los otros 'días pues terna 29 lugar haparejo 30 paraelle .

Ley Catorze

-otrosy porque el mantener de los yndios esta laquitasen a los dichos yndios sus areytos e se les

28 señalado.29 ternán .30 Parece estar demás esta palabra . En todo caso, está malescrita .

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ynpidiese que no los hiziesen como suelen se les ha-ría muy de mal ordenamos e mandamos que no seles ponga ni consyenta poner enpedimiento algunoen el hazer de los areytos los domingos e fiestascomo lo tienen por cóstunbre e asymesmo los díasde labor no dexando de trabajar por ello lo acos-tumbrado .

Ley Quinze

-otrosy porque31 el mantener de los yndios esta lamayor parte de su buen tratamiento e abmentacíón°2hordenamos e mandamos que todas las personasque tovieren yndios sean obligados a les dar a losque estovieren en las estancias e de las tener con-tino en ellas pan e ajes e axi abasto e que a lo me-nos los domingos e pascuas e fiestas les dan susollas de carne gisadas como esta mandado en el ca-pitulo que habla que los días de fiesta que fuerena misa les den ollas de carne mejor que otros díase que los días que les obieren de dar carne a losde las estancias se las den al rrespeto que se man-da dar a los que andan en las minas e a los yndiosque anduvieren en las minas les den pan e axi etodo/e todo lo que ovieren menester e les den vnalibra de carne cada día y quel día que no fuere decarne le den pescado o sardinas o otras cosas conque sean bien mantenidos e los questovieren en lasestancias los dexen venir a los bohios a comer sopena que la tal persona que toviere los dichosyndios y no lo cunpliere todo lo susodicho en este

31 El texto de Hussey añade «en» .32 Como en otra ley anterior, la b de esta palabra debe seruoo.

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capítulo contenido cayga e yncurra por cada vez

que no lo cunpliere en dos pesos de oro lo qual

sera para nuestra camara e para el acusador e juezque lo sentenciare y execute como desuso esta de-clarado y sy fuere penado tres bezes y no se en-mendare que la quarta pena sea quitarle los yndiosque toviere encomendados y encomendallos comosy bacasen hasta que su alteza manda lo que dellos

se haga.

Ley Diez y Seys

-Ansimismo ordenamos e mandamos que entre lasotras cosas que se an de mostrar a los yndios denuestra santa fee sea hazerles entender como no de-ben tener mas de vna muger e como en vida deaquella no pueden tener otra muger ni dexar aque-lla / e que las tales personas que los toviere enencomienda y bieren que algunos dellos entiendenesto como se debe entender y bieren que tyenen

distracion33 e abilidad para ser casados e governarsu casa procuren que se casen a ley e a bendígioncomo lo manda la santa madre yglesia con la mugerque mejor les estubiere especialmente a los caci-ques que les declaren que las . mugeres que tomarenno an de ser sus parientes e que los visitadorestengan mucho cuydado de bisítar de procurar comoesto se les de bien a entender e digan muy a me-nuda" e quel mismo lo diga a todos los que le en-

tendieren y que le 35 diga y le haga entender todas

33 Esta palabra, que también figura en el texto de Hussey,parece mal escrita.34 menudo .3s Este singular, y el que sigue, son evidentes erratas, puestoque el sujeto está en plural.

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las rrazones que ay para que asy lo hagan e quehaziendolo asy salbaran sus animas .

Ley Diez y Siete

-Otrosy hordenamos e mandamos que todos loshijos de los casiques que ay en la dicha ysla e obie-re de aquí adelante de hedad de treze años abajose den a los frayles de la orden de san franciscoque en la dicha ysla la oviere como por vna ceduladel Rey mí señor lo tyene declarado e mando por-que los dichos frayles le muestran leer y escreviry todas/ las otras cosas de nuestra fee los qualestengan mostrando quatro años e despues los buel-van a las personas que se los dieren e los tenían en-comendados e tienen a sus padres para que los taleshijos de casyques muestren a los otros yndios por-que muy mejor lo tomaran dellos e sy el tal casy-que toviere dos hijos de el vno a los dichos fraylese el otro sea el que mandamos que haga mostrarel" que los toviere en cargo e en encomienda .

Ley Diez y Ocho

-Otrosy hordenamos e mandamos que ninguna mu-ger preñada despues que pasare de quatro mesesno la enbien a las minas ni a hazer montones synoque las tales personas que las tienen en encomiendalas tengan en las estancias se syrban dellas en lascosas de por casa que son poco trabaxo asy comohazer pan e pisar de comer e desherbar e despuesque parieren que su hijo fasta que sea de tres años

3s ¿«a los»? Así dice el texto de Hussey que, en cambio,termina, después de «tovere», con la palabra «Yndios» .

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syn que en todo este tiempo le manden yr a lasminas ni hazer montones ni otra cosa en que la cria-tura rresciba perjuyzio so pena que la persona quetobíere yndios de rrepartimíento e asy no lo cum-plíere por la primera vez yncurra en seys pesos deoro de pena los quales se rrepartan como / de susose contiene e por la segunda bez le sea quitada lamuger a su marido e pago` los dichos seys pesosde oro e por la tercera le sea quitada la dicha mu-ger e marido e mas seys yndios de los quales nospodemos hazer merced como de cosa baca a quiennuestra merced e voluntad fuere .

Ley Diez y Nuebe

-Otrosy hordenamos e mandamos que todos los quetyenen e tovieren de aqui adelante en la dicha yslayndíos de rrepartimiento sean obligados a dalles acada vno de los que ansy tovieren vna hamaca enque duerma continuamente e que no los consyentandormir en el suelo como hasta aqui se ha hecho laqual dicha hamaca sean obligados a le dar dentrode doze meses primeros siguientes despues que ten-gan dichos yndios señalados por rrepartimiento emandamos que los nuestros visitadores tengan mu-cho cuydado de mirar como se da y tyene cada yn-dio la dicha hamaca e apremie a la tal persona quelos tovieron a cargo que sy no se la obiere dadose la de dentro de los dichos doze meses la qualmandamos bos el dicho almirante e juezes que exe-cutys en quien en ella cayere e porque diz que / endando algunas cosas algund yndios luego procurade trocalla por otra mandamos que los tales yndios

37 pague .

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sean amonestados por los visitadores que no true-quen las dichas hamacas por otras cosas e sy la tro-caren mandamos a los dichos visitadores que cas-tígen a los yndios que ansy las trocaren e tornena deshazer el trueque que dellas ovieren hecho .

'y Ley Beynte

-Otrosy l' ordenamos e mandamos que porque deaqui adelante tengan los dichos yndíos con que me-jor se poder vestir e atabiar que se de a cada vnodellas por la persona que los toviere en rreparti-miento vn peso de oro cada vno el qual sea obligadode se lo dar en cosas de bestir e a bista e contenta-miento del nuestro visitador el qual dicho peso decro se entienda de mas de la dicha amaca que desuso mandamos que se de a cada vno e porque losdichos casyques e sus mugeres es rrazon que andenmejor tratados e bestidos que los otros yndios man-damos que dese peso de oro que se a de dar a cadayndio de los suyos se quite vn rreal de cada vnoe del dicho rreal haga el dicho visytador conprarde vestir para el tal casyque e su muger de lo qual /mandamos a bos el dicho almirante e jueses e ofi-&íales que tengays mucho cuydado porque asy sehaga guarde e cunpla .

Veynte e una Ley

-Otrosy porque mejor se syrba cada vno de losyndios que toviere encomendados e no se syrbaninguno de yndios agenos ordenamos e mandamosque persona ni personas algunas se syrba de nin-gund yndio ageno ni los rresciban en su casa ni es-

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tandas ni minas ni en otra parte alguna ni se syrbadel pero sy algund yndio fuere de camino de vnaparte a otra permitimos que le puedan tener vnanoche en su estancia con tanto que luego a la ma-ñana lo enbie de su casa para que vaya a seruira su amo cuyo fuere y que la persona que ansy nolo cunpliere e Moviere detenido algund yndio queno le sea dado en rrepartimiento cayga y encurraen pena de perdimiento de otro yndio de los suyospropios que toviere en rrepartimiento por cada vnode los dichos yndios que ansy toviere axeno e denel tal ,yndio al que lo acusare e torne a su dueñoel yndio que asy le toviere e syno toviere yndiosla tal persona cayga de pena por la primera vez seyscastellanos de oro e por la segunda doze e por latercera doze e por"' la tercera vez le sea trasdobladala qual se rreparta / por la manera susodicha e syno toviere yndios ni dinero de que page la dichapena le sean conmutados en cien acotes .

Ley Beynte e Dos

-Otrosy hordenamos e mandamos que porque losdichos caciques tengan quien los syrban e haganlo quellos les mandaren para cosas de su seruicioque sy los yndios que toviere el tal casyque se obie-re de rrepartir en mas de una persona sy el dichocacique tobiere quarenta personas les sean dadasdellas dos personas para que le syrban e sy fuerensetenta personas se le den tres e sy fuere ciento sele den quatro e fasta ciento e cínquenta le den seyse dende allí en adelante avnque mas gente tengano se le de mas los quales dichos yndios que ansy

38 La frase «la tercera doze e por», es repetición superflua .

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le an de serbir sean quales el dicho casyque quisieretomar con que sean terciados 39 onbre e muger ehijo con sus personas que se le dan vayan con lapersona que mas parte tubiere encomendada con eldicho cacique e que sean muy bien tratados no losmandado trabajar salbo en cosas ligeras con que-llos se ocupen porque no tengan ociosidad por ebi-tar los ynconbinientes que de la ociosydad podriansuceder e mandamos a los visitadores que tengan4ocargo de mirar mucho por los dichos ca / ciquese yndios que le- den muy bien de comer e les mues-tren las cosas de nuestra fee mejor que a los otrosporquestos tales podrían dotrinar los otros yndiose lo tomaran Bellos mejor que de otra persona nin-guna .

Ley Beynte e Tres

-Otrosy hordenamos e mandamos que todas laspersonas que tovieren yndios en encomienda ansyde los de la dicha ysla española como de los quede las yslas comarcanas se traxeren sean obligadosa dar quenta a los visitadores de los que se lesmurieren e de los que nacieren dentro de diez díase mandamos que los dichos besitadores sean obli-gados de tener e tengan un libro en que tengancuenta e rrazon con cada persona que tobiere yndiosde rrepartimiento e declaren que yndios tienen cadavno e como se llaman por sus nombres para quelos nascidos se asyenten y los muertos se quenten

39 El texto de Hussey dice «trocados», palabra que no aclarala expresión . En buen castellano, el verbo «terciar» posee unaacción que se corresponde bien con el pensamiento de estaparte de la ordenanza .40 tengan.

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porque contino el bisitador tenga entera rrelacionsy cresen o diminuyen los dichos yndios so penade dos pesos de oro a cada vno de los dichos pobla-dores que ansy no lo cunplieren por cada vez queansy no lo hizieren la qual pena se rreparta parala camara e para el acusador e juez que lo senten-ciare y excutare y los/ visitadores sean obligadosa traher a la fundicion y la dar a nuestros oficia-les que en ella rresydieren la rrazon de todo lo su-sodicho para quellos sepan los yndios que obierencrezido e menguado entre vna fundicion e otras enos hagan saber quando nos enbiaren el oro quese obiere abido para nos en la tal fundicion .

Ley Beynte e Quatro

-Otrosy ordenamos e mandamos que personas nipersonas algunas no sean osadas de dar palo niacote ni llamar perro ni otro nombre a ningundyndio syno el suyo o el sobrenombre que tovyere yque sy el yndio meresciere ser castigado por cosaque aya fecho la tal persona que lo tobiere a cargo,los lleve a los visytadores que los castige so penaque pos los palos e acotes que cada ves diere altal yndio o yndios page 41 cinco pesos de oro e syllamare perro o otro nonbre que no sea suyo propioo el sobrenonbre page vn peso de oro la qual dichapena se rreparta de la manera susodicha .

Y Ley Veynte e Cinco

-Otrosy porque nos emos seido ynformados quemuchas personas de las que tienen yndios /en en-

41 Pague .

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comienda los ocupan en haziendas e granjerías deque nos somos deseruidos ordenamos e mandamosque cada vno que toviere yndios en encomiendasean obligados a traher la tercia parte dellos enlas minas congendo oro o mas de la tercia partesy quisiere so pena por cada yndio de los que fal-tare de la dicha tercia parte destar en las mynaspero permitimos que los vecinos de la cauana 42 ebillanueve de yaquemo13 no sean obligados de tra-her yndios en las minas porquestan muy lejos Be-llas pero mandamos que con los dichos yndios ha-gan hamacas e camisas de algodon e crien puercosy entiendan en otras grangerias que sean proue-chosas para la comunidad porque algunos de losyndios he sabido que mudandose a las estancias delos poblados sera menester ocupallos luego en hazerlos bohíos e otras cosas que en sus estancias queles an señalado abran menester para lo qual nopodran dende luego empecar a traher las 44 terciaparte dellos en las dichas minas mando a bos eldicho almirante e jueces e ofisiales que señaleyspara lo susodicho el termino que os paresciere quese debe dar el qual señalad e declarad luego que seael mas brebe que ser pueda .

Ley Beinte e Seis

Otrosy hordenamos e mandamos que los que to-viesen yndios o tovieren sus haziendas lexos de

La Sabana, villa de la isla Española .Yáquimo, idem .la . El lector habrá notado ya el constante descuido que el

redactor de las ordenanzas, o el copista del traslado, tuvo enel empleo de los artículos, pasando, sin duda, del singular alplural y viceversa .

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las minas/e no podiere prouer de los manteni-mientos necesarios a los dichos yndios questos ta-les pueden hazer compañia a las personas que tovie-ren hazienda en comarca para proueher de los di-chos mantenimientos a los dichos yndios e aquel vnoponga los mantenimientos e el otro los yndios contanto quel dueño de los dichos yndíos ponga elminero y a de andar con ellos porqueste no consin-tira que les falte cosa alguna de lo que ovierenmenester e que lo susodicho no -se haga por biade arrendamiento por ninguna via que sea so lapena de suso declarada .

Ley Beinte e Siete

Otrosy porque de las yslas comarcanas se hantraydo e trahen de cada dia e traheran muchosyndios hordenamos e mandamos que a los tales ledotrinen y enseñen en las cosas de la fee segun ecomo e por la forma e manera que tenemos mandadoque se den a los otros yndios de la dicha yslaasymismo les den hamacas a cada vno e de comerla forma susodicha e mandamos que sean visitadospor los dichos visitantes salbo sy los tales yndíosfueren esclavos porque a' estos tales cada uno cuyosfueren los pueden traher45 como el quisiere peromandamos que no sean con aquella rreguridad 41 easpereza que suelen tratar a los otros esclauossyno con amor e blandura e/mas que ser puedapara mejor domallos47 a las cosas de nuestra santafee catolica .

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. Ley Beynte e Ocho

-Otrosy hordenamos e mandamos que cada equando alguna persona dexare los yndios que to-vieren -en encomienda por muerte o por otra causaalguna por donde los meresca dexar que la personaa quien nos los mandaremos dar o encomendar seaobligado de conprar la estancia que tenia el que dexolos dichos yndíos de sus herederos la qual se tasepor dos personas sobre juramento que dello sepanlos quales nonbrareys vos el dicho almirante e jue-zes e oficiales e por lo que asy tasaren sea obligadoel dueño a se lo dar e hazer venta dello porque losdichos yndios no se anden mudando de sus asyentospues la persona en quien se encomendaren a de servecino del pueblo donde an de ser rrepartidos losdichos yndios .

Ley Veynte y Nueve

Otrosy hordenamos e mandamos que en cada pue-blo de la dicha ysla aya dos visitadores que tengancargo de visitar todo el pueblo o minas o estancias epastores e porteros"' del e sepa como son los yndioscriadores" en las cosas de nuestra santa fee e comoguardan e cunplen ellos / e los que los tienen acargo estas dichas nuestras ordenancas e todas lasotras cosas que cada vno dellos son obligados aguardar de lo qual les mandamos que tengan muchocuydado y les encargamos la conciencia sobrello .

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45 «tratar» dice Hussey, y creo que esta es la aclaración correc- 48 ¿porqueros? así dice el texto de Hussey .ta . 49 «Yndustríados», en el . texto de Hussey.46 riguridad (rigor) .47 «Ynclinarlos», dice el otro texto .

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-Otrosy hordenamos e mandamos que los visitado-res susodicho sean elegidos e nonbrados por vosel dicho nuestro almirante e juezes e oficiales porla forma e manera que mejor a ellos paresciere contanto que los tales elegidos sean de los vecinosmas antyguos a los pueblos donde an de ser visi-tadores a los queles mandamos que sean dados eseñalados algunos yndios de rrepartimiento de masde los quales hansy dados por el cargo e trabaxoque an de tener en el vso y exercicio de los dichosoficios los quales yndios sean los que a bos el di-cho almirante e juezes e oficiales paresciere peroes nuestra voluntad que si los visitadores fuerennegligentes en hazer guardar las dichas hordenancaso conocieren que alguno no cumple lo susodichoespecialmente en el mantenimiento e hamacas queparas' ello le sean quitados sus propios yndios quetoviere encomendados .

Ley Treynta e Vna

-Otrosy hordenamos e mandamos que los dichos vi-sitadores sean obligados a visitar qualesquíera lu-gares donde obiere yndios de su cargo / dos veces enel año la vna bez al prencipio del año y la otrabez al medio y mandamos que no puede vno solovisitar anbas vezes syno que cada vno visite lasuya porque sepa el vno lo que haze el otro y elotro lo que haze el otro porque todo se haga conel rrecaudo e diligencia que conviene .

Ley TreyntaLey Treynta e Dos

Otrosy hordenamos e mandamos que los dichos vi-sitadores no puedan llebar ni lleben a sus casas nifaziendas ningund yndio de los que hallaren huydoso perdidos en las estancias o en otras partes salboque luego que hallandolos los deposyten en poderde vna buena persona tal qual a ellos les pares-ciere pero primero procuren de saber sus dueñoscuyo es hallando le se le den luego y syno lo depo-syte como dicho es fasta que su dueño del tal yndioparesca so pena quel visitador que se hallare quedetoviere yndyos en su poder o en su casa por elmismo caso pierda e aya perdido otro yndio delos suyos que toviere el qual sea para el que loacusare e mas ser buelto el tal yndio que asy eldicho visitador acogiere al dueño cuyo era .

Ley Treinta e Tres

-Otrosy hordenamos e mandamos que los dichosvisitadores sean obligados de tener e tengan en supoder vn traslado destas nuestras ordenancas fir-mado del dicho almirante e juezes e o- / -fíFialesmandamos que les deys por donde mejor sepan loque han de fazer e conplir e guardar y el bisitadorque no lo guardare se execute en las penas. de susodeclaradas .

Ley Treynta e Quatro

-Otrosy hordenamos e mandamos que vos el dichoalmirante e juezes e oficiales enbieys en cada dosaños vna hez a saber como los dichos visitadores

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vsan de sus oficios e les hagan tomar e tomen rre-sydencia e sepan como an hecho guardar e cun-plir estas dichas ordenancas cada vno lo que letocare a su cargo e mandamos que los dichos vi-sitadores sean obligados al tienpo que se les tomarela dicha rresydencia de dar rrelación a vos el dichoalmirante e juezes e oficiales muy cumplida de todoslos yndios que obiere de numero cada vno en laparte de su bisitacion que toviere a cargo e quantosan nascido y muerto en aquellos dos años paraque el almirante e juezes e oficiales nos enbien larrelacion de todo ello la qual benga firmada de vo-sotros y de los visitadores porque yo sea de todobien ynformado .

Ley Treynta e Cinco

-Otrosy hordenamos e mandamos que ningund ve-cino ni morador de las villas e lugares de la dichaysla española ni de ninguna dellas pueda tener nitenga por rrepartímiento ni por merced ni enotra manera mas cantidad de ciento e cinquenta .

yndios ni menos de quarenta yndios .

-Porque vos mando a todos e a cada vno devos el dicho almirante e gobernador e juezes eoficiales que agora soys o fuerdes de aquí adelanteo otras qualesquíera personas a quien la 51 de yuso en

estas hordenancas contenido toca e atañe en cual-quier manera que veades las dichas hordenancasque de suso van encorporadas y se hase minsión elas guardedes e cunplades e fagades e cunplír y exe-

cutar en todo e por todo segund que en ellas y en

$1 1 0 .

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cada vna dellas se contiene y en guardandolas ecunplíendolas las executeys y fagays executar laspenas e otras cosas en ellas y en cada vna dellascontenidas en las personas e bienes de los que enellas cayeren e yncurrieren e ansymismo las guar-dedes e cumplades vosotros segund e de la formae manera en las dichas hordenancas contenido solas penas en ellas contenidas e mas que caygais eyncurrays en perdímiento de los yndios que tovier-des por rrepartimiento e queden bacos para quenos proue_tmos a quien nuestra merced e boluntadfuere e contra el thenor e forma de las dichas hor-denancas no vayades ni pasades ni consyntades yrni pasar en tienpo alguno ni por alguna manera esy para lo susodicho fazer y cumplir y executarobierdes menester fabor e ayuda / por esta nuestracarta mando a todos los concejos justicias rregidorescaballeros escuderos oficiales onbres buenos de ladicha ysla española que vos la den e fagan darsegund que se lo pídierdes e demandardes so laspenas que vosotros de nuestra parte les pusicrdcslas quales yo por la presente les pongo y e porpuestas e bos doy poder e facultad para las executaren los que ansy no lo hirieren e cumplieren eporque venga a noticia de todos e ninguno puedapretender ynorancia mandamos questa mi carta ylas hordenancas en ellas contenidas sean pregonadaspublícamente por las placas e mercados e otroslugares acostumbrados desa dicha ysla por pre-goneros e ante escriuanos publico los vnos ni losotros non fagades ni fagan endeal por alguna ma-nera so pena de la merced e de cinquenta mili ma-ravedises para la mi camara a cada vno que locontrario hiziere e mas mando al hombre que lesesta52 mi carta mostrare que los enplaze que pa-

52 Esta palabra, debe ir sintáxicamente, después de «carta» .

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rescan ante mi en la mi corte do quier que yosea del día que los enplazare fasta bien días pri-meros siguientes so la dicha pena so la qual mandoa qualquier escriuano publico que para esto fuerellamado que de ende al que se la mostrare ttesti-monio signado con su signo porque yo sepa comose cumple mi mandado dada en la cibdad de bur-gos a beynte e siete días mes de dízienbre año delnascimiento de / nuestro salbador ihu, xpo . de milie quinientos e dote año yo el Rey yo el lope con-chillos secretario de la Reyna nuestra señora lafize escreuír por mandado del Rey su padre acor-dada el obispo de palencia y en las espaldas estaescrito lo siguiente Registrada licenciatus ximenespor el chanciller Joan de porras .

(Archivo General de Indias.- Sección de justicia .-Legajo 299 .)

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DECLARACIÓN Y MODERACIÓNDE LAS ORDENANZAS*

Muy alto y muy poderoso Príncipe, Rey e señor :Vuestra alteza nos mandó, que porque algunos re-ligiosos' y personas de conciencia, que tenían algunanoticia de las cosas de las Indias, habían infor-mado a Vuestra Majestad que en las ordenanzasque mandó hacer para el buen tratamiento y con-versión y doctrina de los indios de la isla Española,y de las otras islas Indias y tierra firme del marOcéano, había alguna cosas que para el saneamientode la conciencia de Vuestra Alteza convenía en-mendarse, y poruqe nosotros, los que de yuso fir-mamos nuestros nombres, vistas las ordenanzas, yoídas otras personase que de las Indias tenían muchanoticia y experiencia, y después de muy bien vistoy platicado, y haber estudiado sobre ello, lo queen Dios y en nuestras conciencias nos parece quese debe añadir y enmendar en las dichas ordenan-zas, son las siguientes : Primeramente, que las mu-jeres indias, casadas, no sean obligadas de ir nivenir a servir con sus maridos a las minas ni a otraparte ninguna, si no fuere por su voluntad dellas,

Bartolomé ., de las Casas : ., ob . cit., lib . 3ero, cap . VII,pp.437-439 .1 Y éste fue el varón sancto fray Pedro de Córdoba, como sedijo. (Nota al margen, de letra de la época, pero no de lasCasas.)2 Y éstos eran los tiranos que pretendían tener los indiospor siervos y que habían hecho las leyes . (Nota al margen, deletra de la época, pero no de Las Casas .)

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Pe-0 si sus maridos las quisiesen llevar elidas a tpra-ro que las tales mujeres, sean compbajar en sus haciendas Propias, o en las de losdándoles sus jornales que con

ellas yespañoles , salvo si las talescon sus maridos se convinieren, con estas ta-mujeres estuvieren preñadas , a

ue se guardeles, Vuestra Majestad debe mandar sobre esto estálo contenido en la ordenanza q

que loshecha . Queniñas emenores edde catorce

debe -mand,años rno sean

niños y os hasta qUeobligados a servicio en cosas de trabajos que seanhayan la dicha edad de catorce n

las peroque los

compelidos a hacer ycomportar como en desherbarniños puedan bien comp antes en las haciendaslas heredades y cosas semej los mayoresde sus padres, los que los tuvierenvieren ;

de sus pa -rle catorce años, estén debajo del P

Ue tengan legitima edad o sean casadas,dres hasta q padres ni madres, 1o hagany los que no tuvieren

ui~n Vuestra Alteza losdebajo de las personas a qconforme al parecer de los jue-mandare encargar,

en el trabajo que hanasí en la edad, comes

impedidosces,

Ue rbr esto no sean de hacer, con tantoq señados en las cos dande

laa ser doctrina que lo han de aprender ,fe, a las horas

sus jornales que fueren ta-de comer y pagándoles

y si algunos delloslados por los dichos Jueces 'aprender oficio, pueda libremente hacerlo

,

quisiere

eo,

a otra cosa, estando enlictOsy éstos no sean comp

el oficio . Asimismomñ debe

fueren casadas, las

Altezaquemandar

estánque las indias q padres o madres, que trabajenso el poderío de sus p enas, conve -con ellos en sus haccidendasy las

en lasque ajno estuvieren

níéndose con sus p dres o madres, porquedebajo del poder de sus pa malas mujeres, yno anden vagabundas, ni sean

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que sean apartadas de vicios, que sean doctrinádasy constreñidas a estar juntas con las otras, y

atra-

bajar en sus haciendas, si las tuvieren, ytuvieren, en las haciendas de los indios y de losotros, pagándoles sus jornales, como a las otraspersonas que trabajan por ellos. Que asimismo Vues-tra Alteza debe mandar que los dichos indiossean obligados a servir nueve meses del año, comopor Vuestra Alteza en las dichas ordenanzas cuasilo tiene declarado y mandado, y que los tres mesescontenidos en la dicha ordenanza, que a los dichosindios se les da de huelga, por que no torne a susvicios y a su manera de vida ya acostumbrada, seancompelidos a trabajar en sus haciendas mismas, opor jornales en las de los otros vecinos, y que estamanera de servir sea por el tiempo que a VuestraAlteza paresciere, y porque los dichos indios po-drían, con el tiempo y con la conversación ele loscristianos, hacerse tan políticos, y tan entendidos,y capaces, y tan aparejados a ser cristianos, paraque por sí sepan regirse, y vivar, y 'sirvan comoacá lo hacen los otros cristianos, Vuestra Alteza hade mandar que anden vestidos, y como se fuerecognosciendo la habilidad para ser cristianos, yeste capítulo se entiende de los hombres ; y sobretodo, Vuestra Alteza debe mandar que las 'mujeresse vistan dentro de cierto término, so alguna pena .Este servicio que Vuestra Majestad es debido pordichos indios de la manera susodicha, Vuestra Al-teza puede hacer merced dello, a quien fuere ser-vido, por vida o por el tiempo que Vuestra Majestadfuere servido de hacer dedo merced . Y con estosalimentos, suso contenidos, decimos que en Diosy en nuestras conciencias, Vuestra Alteza tienejusta y moderadamente ordenadas las cosas de lasdichas indias, así para el buen tractam_iento y con-

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versión y doctrina de los dichos indios, como para"la gobernación de aquellas partes, y que debeVuestra Alteza mandar que, en todo y por todo, seguarden las dichas ordenanzas que Vuestra Majes-tad tiene mandadas hacer con estos dichos adita-mentos, y que haciéndose así, su real conciencia se-rá eternamente descargada . Y así firmamos aquínuestros nombres .-Episcop us Palentius, Conde .-Frater Tomás de Matienzo.-Fray Alonso de Bus-t.illo.-Licenciado Santiago .-El doctor Palacios.- Ellicenciado Gregorio. 3

3 Desta postrera junta y de los cuatro aditamentos que enella se hicieron, fue causa el dicho sancto varón y padre frayPedro ; de la última ni por pensamiento, las causas fueron losque, como dije, para que la pusiesen trujeron sus rodeos . Luegoel Rey, presentándole los cinco susodichos aditamentos, queestos postreros consultores le ofrecieron, mandó autorizallosy promulgallos por leyes, excepto el quinto, pues los letradoslos instituyeron, si no fue porque a los privados que despuéstuvieron indios de repartimiento, quizás, se temió que sería im-putado por cosa rodeada y no muy honesta . Llamáronse estascuatro leyes, declaración y moderación de las ordenanzas hechas,y promulgáronse en Valladolid, a 28 de julio de 1513 años, yfueron en molde impresas .

APÉNDICE

Bula de Alejandro VI en favor de, los Reyes deEspaña, traducida del latín por SolórzanoPereira .'

Alejandro, Obispo, Siervo de los Siervos de Dios :A los ilustres Carísimo en Christo, hijo Rey Fer-nando, muy amada en Christo, hija Isabel Reynade Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, y deGranada, salud y bendición Apostólica . Lo que más,entre todas las obras, agrada a la Divina Magestad,y nuestro corazón desea, es, que la Fe Católica, yReligión Christiana sea exaltada mayormente ennuestro tiempo, y que en toda parte sea ampliada,y dilatada, y se procure la salvación de las almas,y las bárbaras Naciones sean deprimidas, y re-ducidas a esa misma Fe . Por lo cual, como quiera,que a esta Sacra Silla de San Pedro, a que por favorde la Divina Clemencia, aunque indignos, hayamossido llamados, conociendo de Vos, que sois Reyesy Príncipes Católicos verdaderos, cuales sabemosque siempre lo havéis sido, y Vuestros preclaros he-chos, de que ya casi todo el mundo tiene enteranoticia, lo manifiestan, y que no solamente lo de-seáis : -nás con toda conato, esfuerzo, favor, y dili-gencia, -no perdonado a trabajos gastos, ní pe-ligros, y derramando Vuestra propia sangre lo ha-céis, y que havéis dedicado desde atrás a ello todoVuestro ánimo, y todas Vuestras Fuerzas : comolo testifica la recuperación del Reyno de Granada,que aora con tanta gloria del Divino Nombre hi-1 Solórzano Pereira : Política indiana, lib . I, cap. X, pp . 102-105

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cisteis, labrándole de la tiranía Sarracena. Digna-

mente somos movidos, no sin causa, y debemosfavorablemente, y de nuestra voluntad, concederosaquello, mediante lo cual, cada día con más fer-viente ánimo, a honra del mismo Dios, y ampliacióndel Imperio Christiano, podáis proseguir este santoy loable propósito, de que nuestro inmortal Diosse agrada. Entendimos, que desde atrás havíadespropuesto en Vuestro ánimo buscar, y descubrir al-gunas Islas, y tierras firmes remotas, e incógnitas,de otras hasta . aora no halladas, para reducir losMoradores, y Naturales de ellas al servicio de nues-tro Redentor, y que profesen la Fe Católica, yque por haver estado muy ocupados en la recupe-ración del dicho Reyno de Granada, no pudisteishasta ahora llevar a deseado fin este Vuestro santo,y loable propósito ; y que finalmente, haviendo porvoluntad de Dios cobrado el dicho Reyno ; que-riendo poner en execución Vuestro deseo, preveisteisal dilecto hijo Christóval Colón, hombre apto, y muyconveniente a tan gran negocio, y digno de sertenido en mucho, con navíos, y gente para seme-jantes cosas bien apercibidos ; no sin grandísimostrabajos, costas y peligros, para que por la Marbuscase con diligencia las tales tierras firmes, eIslas remotas, e incógnitas, a donde hasta aora no

se havía navegado, los cuales, después de muchotrabajo con el favor Divino, haviendo puesto todadiligencia, navegando por el Mar Océano, hallaronciertas Islas remotísimas, y también tierras firmes,que hasta aora no havían sido por otros halladas,en las cuales habitan muchas gentes, que viven enpaz : y andan, según se afirma, desnudas, y que nocomen carne. Y a lo que los dichos Vuestros Men-sajeros pueden colegir, estas mismas gentes, que

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viven en las susodichas Islas, y tierras firmes, creenque hay un Dios, Criador en los Cielos, y que pa-recen asaz aptos para recibir la Fe Católica, y serenseñados en buenas costumbres : y se tiene espe-ranza, que si fuesen doctrinados, se introduciríacon facilidad en las dichas tierras, e Islas, el nombredel Salvador, Señor nuestro Jesu-Christo . Y que eldicho Christóval Colón hizo edificar en una de lasprincipales de las dichas Islas una Torre fuerte, yen guarda de ella -uso ciertos Christianos, de losque con él havían ido, para que desde allí buscasenotras Islas, y tierras firmes remotas, e incógnitas :y que en las dichas Islas, y tierras ya descubiertas,se halla Oro, y cosas aromáticas, y otras muchasde gran precio, diversas en género, y calidad . Porlo cual, ten.íendo atención a todo lo susodicho condiligencia, principalmente, a la exaltación y dila-tación de la Fe Católica, como conviene a Reyes,y Príncipes Católicos, y a imitación de los Reyesvuestros antecesores de clara memoria, propusis-teis con el favor de la Divina Clemencia sugctarlas susodichas Islas, y tierras firmes, y los Habi-tadores y Naturales de ellas, reducirlos a la FeCatólica .

Así que Nos alabando mucho en el Señor esteVuestro Santo, y loable propósito, y deseando quesea llevado a debida execución, y que el mismonombre de nuestro Salvador se plante en aquellaspartes : os amonestamos muy mucho en el Señor,y por el Sagrado Bautismo, que recibisteis, me-diante el cual estáis obligado a los MandamientosApostólicos, y por las Entrañas de misericordia denuestro Señor Jesu-Christo, atentamente os reque-rimos, que cuando intentáredes emprender, y pro- .seguir del todo semejante empresa, queráis, debáiscon ánimo pronto, y zelo de verdadera Fe, inducir

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los pueblos, que viven en las tales Islas, y tierras,a que reciban la Religión Christiana, y que enningún tiempo, os espanten los peligros, y trabajos,teniendo esperanza, y confianza firme, que el Om-nipotente Dios favorecerá felizmente Vuestras em-presas, y para que siendo concedida la liberalidadde la Gracia Apostólica, con más libertad y atrevi-miento toméis el cargo de tan importante negocio ;motu propio, y no a instancia de petición Vuestra,ni de otro, que por Vos nos lo haya pedido, más denuestra mera libertad, y de cierta ciencia, y deplenitud del poderío Apostólico, (todas las Islas ytierras firmes, halladas, y que se hallaren descu-biertas y que se descubrieren acia el Occidente, yMediodía, fabricando, y componiendo una línea delPolo Ártico, que es el Septentrión, al Polo Antár-tico, que es el Mediodía ; ora se hayan halladoIslas, y tierras, ora se hayan de hallar acia la India,o acia otra cualquiera parte, la cual línea diste decada una de las Islas, que vulgarmente dicen delos Azores, y Cabo Verde, cien leguas acia el Occi-dente, y Mediodía. Así que todas sus Islas, y tierrasfirmes halladas, y que se hallaren descubiertas, yque se descubrieren desde la dicha línea acia elOccidente, y Mediodía, que por otro Rey, o PríncipeChristiano no fueren actualmente poseídas hasta eldía del Nacimiento de nuestro Señor Jesu-Christopróximo pasado, del cual comienza el año presentede mil y cuatrocientos noventa y tres, cuando fue-ron por Vuestros Mensageros, y Capitanes, halladasalgunas de las dichas Islas ; por la autoridad delOmnipotente Dios, a Nos en San Pedro concedida,y del Vicariato de Jesu-Christo, que exercemos en lastierras, con todos los Señoríos de ellas, Ciudades,Fuerzas, Lugares, Villas, Drechos, jurisdicciones,y todas sus pertenencias, por el tenor de las pre-

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se11 ' , Iclq I1,I(ll,,1, c„nc•edemos, y asignamos per-eó ""''II'' l ~'„r+ • .v :r los Reyes de Castilla, y deLeón lu ,r,,leros, y sucesores : y hacemos,conslil,rilll v ,I+'I+Irtamos a Vos, y a los dichosvueslr,, : ; y sucesores, señores de ellascon libre , , fl, •I lc,, y absoluto poder, autoridad, vjurisdi, rW1n , con declaración, que por esta nue , ; Ii ;rdonac'ion, roncesíón, y asignación no se t nl h nd,I,ni se 1„,+lela entender que se quite, ni h ;I,'y ;r de +llltlnrderecha adquirido a ningún Príncilx +In++actualmente huy ere poseído las dirll,u+ lidian y 11, ,rras firmes hasta el susodicho din di- Nall" •I ,Irl,l +Irnuestro señor Jesu-Chrisio • Y ,ill( , iitli , + I ,, +'al„ (Inmandamos en virtud de N ; ;lila ol,,,dl+'n, I,1, clll,' :I ;Icomo también lo I'r , nnr'I+''irt, y no dndnnros porVuestra grnndirinl ;I devuricín, y r+i :rqutmimidad Real,que le de í rlc i :; de hacer, procuréis enviar a lasdichas tierras firmes, e Islas hombres buenos, te-merosos de Dios, doctor, sabios, y expertos, paraque instruyan a los susodichos Naturales y Mora-dores en la Fe Católica, y les enseñen hl++'n ;, r ; , „ • :tumbres, poniendo en eII„ 1(),1:i In ,Iili,I ; •n ; 1,1 ,larconvenga . Y drl Iodo IIIIIII,nn„a ,I , rr ;d, ;,anl, r Imrsopas de cualcini+'r 11Iiiuil LI,I . nnrulll,'

r It+'rll, tiImperial,

i,+ •I LIde Excomuiiiúrr I ;rl ;r+ r, nI, nlf ;I,

4 , 11 LI rual por elmismo caso incurran, si lo ,,,iilr •I r,,1 Iil, l,'r, , n- +larno presuman ir, por haver mercad, ri,I •, „ I ,,, r , „iracualquier causa sin especial licencia Vues!rl, y delos dichos Vuestros herederos, y sucesores a lasIslas, y tierras firmes halladas, y que se hallarendescubivrLns, y que se descubrieren hacia el Occi-dente, y Mediodia, fabricando, y componiendo unalínea cl Polo Ártico al Polo Antártico, oralas tierr ;c; finncr+, e Islas sean halladas, y se hayande hall:,, ,i, r ., la IncIi ;r, o acia otra cualquier parte,

1 01

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/7

la cual línea diste de cualquiera de las Islas, quevulgarmente llaman de los Azores y Cabo Verdecien leguas acia el Occidente, y Mediodía, comoqueda dicho. No obstante Constituciones, y Orde-nanzas Apostólicas, y otras cualesquiera que encontrario sean : confiando en el Señor, de quien pro-ceden todos los bienes, Imperios y Señoríos, queencaminando Vuestras obra, si proseguís este santoy loable propósito, conseguirán Vuestros trabajos yempresas en breve tiempo con felicidad, y gloria detodo el Pueblo christiano, prosperísima salida . Yporque sería dificultoso llevar las presentes letrasa cada lugar donde fuere necesario llevarse, que-remos, y con los mismo motu y ciencia mandamos,que a sus trasuntos, firmados de mano de NotarioPúblico para ello requerido, y corroborados consello de alguna persona constituida en DignidadEclesiástica, o de algún Cabildo Eclesiástico, seles dé la misma fe en juicio, y fuera dél, y enotra cualquier parte, que se daría a las presentes,si fuesen exhibidas, y mostradas . Así, que a ningúnhombre sea lícito quebrantar, o con atrevimientotemerario ir contra nuestra Carte de encomienda,amonestación, requerimiento, donación, concesiónasignación, constitución, deputación, decreto man-dado, inhibición y voluntad. Y si alguno presumiereintentarlo, sepa que incurrirá en la indignación delOmnipotente Dios, y de los Bienaventurados Após-toles Pedro, y Pablo. Dado en Roma en San Pedroa cuatro de mayo, del año de la encarnación delSeñor mil cuatrocientos y noventa y tres, en el añoprimero de nuestro Pontificado .

(Silvio A. Zavala : Las instituciones jurídicas en laconquista de América, Madrid, 1935, pp, 283-286 .)

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I?I r ,-cluc,rimiento que se ha de hacer aIurr indios de Tierra Firme

Notll' cncic'~n y requerimiento que se ha de hacera lo : ; n,,,,,,d„rcs de las islas e Tierras Firmes delOcc';ii,,, ,Ine nún no están sujetos a Nucl;Ilo Svüo, . •Dy • del muy alto e muy pod, r~,r,c, ,y u1nYcató¡¡( .o defensor de la Iglesia, :;ienlpr+ vrn,v d„1Y nunca vencido, el gran rey Don 1 Irl •n,nul„ uI ( ) iiinto de la España, domador de 1 Ilrlll++r, I ,ArI , nrar ;, yde la muy alta y muy pud+ rl , fin e,enl,r,i LI rt •i naDoña Juana, su muy cara o muy n111,u111 I11 I,1,

r01,señores. Yo Pedrari ;iu 1)i vlla, m11 , 11 ; 1i 1„

I ,,,, ti , rfljero y capitán, \ , or, un'llllll, y 11,11lo , ialu , r ,,oral,mejor puedo, ,In,- 1)io,i Nn , ¡ 1t ,o ,''1 . 11„1, 1,11„ ycrió el ( . ¡( , lo y I ;1 fierra y un honttuo y quia mujer,de quien nosotros y vosotros y todos los hombresdel mundo fueron y son descendientes y procreados,y todos los que después de nosotros vinieron ; maspor la muchedumbre de la generación que destosha sucedido desde cinco mil y ni ;ís alió ; ,pile +'1mundo fue erial,, I'11, • 11- , - ; .u- 11111, 1,114 1111,111 1111111

tires ftus+n pc~r 1111,1 p),,11+'

y

1 1,1 1

Y sedividiesen po¡- 11,11( I,,,' ; 1, •1 1,,,,1 y l , rl,vln, lrltr, yn<' cttuna sola no sc l+odri ;, : :,, ;l+raer 1,1 el,nn(+evrll' .

De todas estas gentes Nu,rl 'o tien„1' 4111) rnrlloa uno, que fue llamado San Pedro,

+llie detodos los hombres del mundo fuese señor ea quien todos obedeciesen y fuese cabeza de todoel linaje humano donde quiera que los hombres vi-viesen y estuviesen, y en cuaquíer ley, secta ocreencia, y clióle a todo el mundo por su reino, se-ñorío y jurislFirc icín .

Y como qui, •r que le mandó que pusiese su sillaen Roma, coral„ en ln,l,,r más aparejado para regirel mundo, tisis lan,f,i, n le permitió que pudiese

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estar y poner su silla en cualquier otra parte delmundo, y juzgar y gobernar a todas las gentes,cristianos, moros, judíos, gentiles, y de cualquierotra secta o creencia que fuesen .

A éste llamaron Papa, que quiere decir admira-ble, mayor, padre y guardador, porque es padre ygobernador de todos los hombres .

A este San Pedro tomaron por señor, rey y supe-rior del universo los que en aquel tiempo vivían,y asimismo han tenido todos los otros que despuésdél fueron a pontificado elegidos ; así se ha conti-nuado hasta agora y se continuará hasta que elmundo se acabe .

Uno de los Pontífices pasados que en lugar destesucedió en aquella silla e dignidad que he, dicho,como señor del inundo, hizo donación destas Islasy Tierra Firme del mar Océano a los dichos Rey eReyna y a sus sucesores en estos reinos, nuestrosseñores, con todo lo que en ellas hay, según se con-tiene en ciertas escrituras que sobre ello pasaron,según dicho es, que podeís ver si quisiéredes : asíque Sus Altezas. son reyes y señores destas Islase Tierras Firme, por virtud de la dicha donación,y como a tales reyes y señores, algunas islas a másy casi todas a quien esto ha sido notificado hanrecibido á Sus Altezas y les han obedecido y servidoy sirven como súbditos lo deben hacer, y con buenavoluntad y sin ninguna resistencia, luego sin dila-ción, como fueron informados de lo susodicho obe-decieron y recibieron los varones religiosos que susAltezas les enviaban para que les predicasen y en-señasen nuestra santa fe, y todos ellos de su libreagradable voluntad, sin premia ni condición algu-na, se tornaron cristianos, y lo son, y Sus Altezaslos recibieron alegre y benignamente, y así los man-dó tratar como a los otros sus súbditos y vasallos ;

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y vosotros soys tenidos y obligados a hacer lo mis-mo.

Por ende, como mejor puedo vos ruego y requieroque entendáis bien esto que os he dicho, y toméispara entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo quefuere justo, y reconozcáis a la Iglesia por señoray superiora del universo mundo y al Sumo Pontíficellamado Papa, en su nombre, y al rey y a la reinanuestros señores, en su lugar, como a superiorese señores y reyes desas Islas y Tierra Firme, porvirtud de la dicha donación, y consíntáis y deislugar que estos padres religiosos vos declaren yprediquen lo susodicho .

Si así lo hicierdes, haréis bien, y aquello a que.sois tenidos y obligados, y sus Altezas, y yo en susnomnombre, vos recibirán con todo amor y caridad, yvos dejarán vuestras mujeres, hijos y haciendas li-bres sin servidumbre, para que dellas y de vosotros "hagáis libremente todo lo que qusseerdes e por bientuvierdes y no vos compelerán a que vos tornciscristianos, salvo si vosotros, informados de la ver-dad, os quisierdes convertir a nuestra santa fe ca-tólica, como lo han hecho casi todos los vecinosde las otras islas, y allende desto, Su Alteza vosdará muchos privilegios y exenciones, y vos harámuchas mercedes . Sino lo hicierdes, o en ello dila-ción maliciosamente pusierdes certifIcos que conel ayuda de Dios yo entraré poderosamente contravosotros y vos haré guerra por todas las partes ymaneras que yo pudiere, y vos sujetaré al yugoy obediencia de la Iglesia y de Sus Altezas, y to-maré vuestras personas y de vuestras mujeres e hi-jos y los haré esclavos, y como tales los venderéy dispondré dellos como Su Alteza mandare, y vostomaré vuestros bienes, y vos haré todos los malesy daños que pudiere, como a vasallos que no obede-

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cen ni quieren recibir a su señor y le resisten y con-tradicen; y protesto que las muertes y daños quedello se recrecieren sean a vuestra culpa, y no de SuAlteza, ni mía, ni destos caballeros que conmigovinieron, y de cómo los digo y requiero pido alpresente escribano que me lo dé testimonio y si-nado, y a los presentes ruego que dello sean testi-gos .

Firmada del obispo de Palencia y del obispo frayBernardo e de los del consejo e frailes dominicos.

(Silvio A. Zavala : ob. cit., pp. 48-49 .)

No. 3 . -Bula Sublimis Deus

Paulo, Papa tercero, a todos los fieles cristianosque las presentes letras vieren, salud y bendiciónapostólica . La misma Verdad, que ni puede engañarni ser engañada, cuando enviaba los Predicadoresde su fe, e ejercitar este oficio, sabemos que lesdijo : Id y enseñad a todas las gentes : a todas dijo,indiferentemente, porque todas son capaces de re-cibir la enseñanza de nuestra fe. Viendo esto, yenvidiando el común enemigo del linaje humano,que siempre se opone a las buenas obras, para queparezcan, inventó un modo, nunca antes oído, paraestorbar que las palabras de Dios no se predicasea las gentes, ni ellas se salvasen . Para esto movióa algunos ministros suyos, que deseosos de satisfa-cer a sus codicias y deseos, presumen afirmarcada paso que los indios de las partes Occidentales,y los de el Mediodía, y las demás gentes que enestos nuestros tiempos han llegado a nuestra noti-cia, han de ser tratados y reducidos a nuestro ser-vicio como animales brutos, a títulos de que son

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inhábiles para la fe católica y socolor de que son

incapaces de recibirla los Ponen en dura servidum-bre y los afligen y apremian tanto, que aun laservidumbre en que tienen a sus bestias apenas estan grande como la con que afligen a esta gente

.Nosotros, pues que aunque indignos t,enemos las

,veces de Dios en la tierra y procuramos con todasfuerzas hallar sus ovejas que andan perdidas fuerade su rebaño, para reducirlas é1

a, pues es este nues-tro oficio, conociendo que aquestos mi s

idmosnios,COMO verdaderos hombres no solamtde la

, ene son capa-cesfe de Cristo, sino que acuden a ella,

corriendo con grandísima prontitud según nos cons-ta,y queriendo proveer en estas cosas de remedio

conveniente, con autoridad apostólica, por el tenorde las presentes, determinamos y declaramos, quelos dichos indios y todas lads emást

genes que deaquí adelante vinieren a noticia de los cristianos,aunque estén fuera de la fe de Cristo,

no están pri-ados, ni deben serlo de su libertad, ni del dominio

de sus bienes, y que no deben ser reducidos a ser-vvidurnba-e, declarando, que los dichos indios y lasaemás gentes han de ser atráídos yidddicha

convaos a lafe de Cristo, con la predicación de la palabra

divina y con el ejemplo de la buena vida. Y todo

lo que en contrario de esta determinación se hiciere,sea en sí de ningún valor ni firmb, eza, no ostantecualesquier cosas en contrario, ni las dichas, ni otrase cualquier manera

. Dada en Roma, año de 1537,a 9de junio, en el año tercero de nuestro ponti-ficado .

'(Silvio A. Zavala : ob . cit ., pp. 485-49 .)

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Este título se terminó de imprimir en octubrede 1984 «Año del XXV Aniversario delTriunfo de la Revolución», en el Estableci-miento 08 «Mario Reguera Gómez», Benjumeda407, Ciudad de La Habana .