Campanarios y CASAS DE BEGUINAS

En Flandes

T U R I S M O D E F L A N D E S Y B R U S E L A S

B E L G I C A

F l a n d e s

En la Edad Media surgieron los

beaterios en los Países Bajos a

raíz de todas las mujeres que

quedaron solas en la época de las

Cruzadas. Estas mujeres buscaron apoyo

en los beaterios, cobijos independientes

y seguros, a modo de ciudades en

miniatura. Dichos lugares eran

menos estrictos que los conven-

tos. Para entrar en ellos no era

necesario hacer la totalidad de

votos eclesiásticos, aunque en su

interior había un ambiente profun-

damente religioso y austero. Al mar-

gen de los rezos, las beguinas se encarga-

ban de cuidar a niños y ancianos, así como

al arte del encaje de bolillos, una de

las tradiciones flamencas que aún

hoy se conservan.

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Las Casas de las Beguinas

Los campanarios de los países bajos fueron en la Edad Media la expre-

sión monumental de la resistencia y el poder de la ciudad. Originalmente

los campanarios fueron construidos en madera para los comerciantes que

deseaban almacenar sus valiosas mercancías en un lugar seguro. Más

tarde, los ciudadanos construyeron campanarios en piedra, no para su

seguridad, sino como símbolo de la libertad y el poder de los burgueses.

El gobierno de la ciudad lo utilizó para celebrar sus reuniones y

los guardianes, desde la parte superior, daban la alarma en

caso de incendio y marcaban las horas. A partir del s. XIII se

colgaron campanas en el caballete.

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& Campanarios

Beaterios declarados

Beaterios non declarados

Campanarios declarados

UNESCOLa UNESCO – organización de cultura de las Naciones

Unidas – ha declarado los Campanarios y Beaterios fla-

mencos Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Mediante esta galardón, la Unesco reconoce y protege

lugares tan famosos como las pirámides egipcias, la

Acrópolis de Atenas, pero también el Grote Markt de

Bruselas. A través del reconocimiento por parte de la

Unesco, Flandes reúne en una superficie muy reducida

un gran número de edificios y lugares de un extraordi-

nario interés histórico y cultural. Este es un buen moti-

vo para observar o subir a los campanarios flamencos,

o para dar una vuelta por las casas de las beguinas que

se encuentran cerca del casco histórico de todas esas

ciudades flamencas.

Patrimonio cultural de la humanidad

AntwerpenAmberes

Herentals

LeuvenLovaina

MechelenMalinas

Tienen

Tongeren

Zoutleeuw

Hoogstraten

Lier

Turnhout

St.-Truiden

DendermondeDiest

St.-Amandsberg

GentGante

BruggeBrujas

Kortrijk

Diksmuide

OudenaardeAalst

Anderlecht

Aarschot

Hasselt

Veurne

Tielt

Menen

Nieuwpoort

Lo-Reninge

Ieper

Eeklo

Campanarios y casas de beguinas

Las casas de las beguinas y loscampanarios son fenómenosmedievales que nacieron en losPaíses Bajos, principalmente enFlandes. Aún ahora merece lapena hacerles una visita, paraperderse por los antiguos calle-jones con las casitas de lasbeguinas que parecen hechasde bizcocho, o para llegar con lalengua fuera después de subirtodas las escaleras de un robus-to campanario, donde, en laparte superior, le esperan alcaminante el carillón y unas vis-tas magníficas de la ciudad. En su época las casas de lasbeguinas se construyeron en lasafueras de la ciudad. Las begui-nas eran consideradas unas raraavis que se sentían seguras y agusto, protegidas y separadasde la gran ciudad. Vivían en las"casas de las beguinas calleje-ras" como las de Lovaina,Kortrijk, Lier, etc. o en las "casasde las beguinas de plaza",donde las viviendas se concen-traban alrededor de un lugarcentral. Brujas es el mejor ejem-plo de estas últimas. Hoy día yano viven beguinas, pero a

menudo se pueden ver algunasmonjas benedictinas que entranaceleradamente en las casitas. Las beguinas se están extin-guiendo, pero aún así pareceque hay un futuro para suscasas: recientemente se restauróla casa de Hoogstraten, Brujases y seguirá siendo un cuadroinmejorable para el turista, laacadémica ciudad de Lovainaresurge en la casa de las begui-nas Groot Begijnhof que fuerestaurada con gran estilo, tam-bién en Lier y en otras ciudadeslas casas de las beguinas sonocupadas paulatinamente porfamilias jóvenes y artistas. Susinquilinos aprecian su paz e inti-midad, pero además entran ensus casas orgullosos ante el ojodel visitante.

Los campanarios belgas siemprehan estado expresamente en elcentro de la ciudad y han sidopunto de mira. Fueron construi-dos para este fin: primero comolugares seguros de almacenajepara los comerciantes y nego-ciantes, más tarde como centrosdel poder y símbolo de la auto-

ridad y la independencia delgobierno de la ciudad, con elargumento de que cuanto másfuerte y alto fuera el campana-rio, más fuerte sería la ciudad. Elcampanario era, por lo tanto, loque daba las señas de identidada los ciudadanos. Los campanarios más impresio-nantes de Flandes están abiertosal público en la temporada turís-tica, aunque para ello haya quesubir muchas veces unas escale-ras muy altas y empinadas,como en Brujas, donde el cam-panario de 83m parece un ras-cacielos medieval. Hay 366escalones hasta llegar arribapara admirar el impresionantecarillón con sus 47 campanas.También en Gante, Ieper,Malinas, Veurne, Aalst, etc hayunos preciosos campanarios,que dan fe de la energía de lasciudades y sus ciudadanos fla-mencos.

CréditosCréditos

Editor responsable: Turismo Flandes - Prof. U. Claeys, amministrator general deTurismoRealización: Turismo Flandes - Servicio de PrensaD/2001/5635/12/ESP Traducción: Benno WautersPre-press: Impresión:

De rara avis a símbolo de identidad

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