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  • Inmunologa Molecular www.elsevier.com/locate/molimm

    Resea

    Propiedades moleculares de las subclases de IgG humanas y sus implicaciones en el diseo de anticuerpos monoclonales teraputicos contra enfermedades infecciosas

    Vashti Irania, Andrew J. Guy, Dean Andrew, James G. Beeson, Paul A. Ramsland, Jack S.

    1. Introduccin

    El descubrimiento de Emili von Behring de las antitoxinas

    para la difteria, ttano y ntrax en 1901, llev

    eventualmente al descubrimiento de los anticuerpos. Un

    siglo despus, el uso de anticuerpos teraputicos (ThAb) se

    ha vuelto una de las reas de mayor crecimiento de la

    industria farmacutica; aun as, irnicamente, el desarrollo

    de ThAb monoclonales contra enfermedades infecciosas ha

    sido lento, comparado con la mayora de otros campos.

    Queda todava un considerable vaco de conocimiento en la

    identificacin de los roles de ThAb contra enfermedades

    infecciosas especficas, as como las propiedades

    moleculares exactas requeridas para asegurar que los ThAb

    induzcan las funciones deseadas, evitando reacciones

    adversas. Es bien sabido que los principales isotipos de

    inmunoglobulinas humanas tienen funciones estructurales

    nicas que les permiten realizar funciones inmunolgicas

    especficas (Fig. 1). En esta resea, nos concentramos en IgG

    y sus subclases y resaltamos la compleja relacin estructura-

    funcin, que es crtica para desarrollar ThAb monoclonales

    ms seguros y efectivos (TablaS1). Situamos este

    conocimiento en el contexto de enfermedades infecciosas y

    resaltamos cmo los estudios deberan evaluar ahora las

    mejores subclases de IgG o las propiedades moleculares

    requeridas para tratamientos efectivos de enfermedades

    infecciosas especficas.

    Actualmente, un amplio repertorio de ThAb monoclonales

    estn licenciados, con cientos ms en desarrollo preclnico y

    clnico. Estos ThAb son administrados para un amplio rango

    de enfermedades, aunque la gran mayora son usados para

    tratar cncer, desrdenes autoinmunes y trasplantes (Fig. 2A

    y tabla S2). Es interesante notar que a pesar del claro papel

    que los anticuerpos desempean contra muchas

    infecciones, slo hay dos ThAb monoclonales licenciados

    que tienen como objetivo agentes infecciosos (Palivizumab

    contra el virus sincitial respiratorio humano y Raxibacumab

    contra Bacillus anthracis) (Tabla 1). La mayora de ThAb

    licenciados son de tamao completo en vez de fragmentos

    Fab (Fig. 2B). Los beneficios de usar ThAb de tamao

    completo incluyen mayor vida media en suero como

    resultado de la interaccin con FcRn, efecto o funcin

    mejorados mediante el acoplamiento con receptores Fc y,

    en algunos casos, una neutralizacin ms efectiva

    comparada con el fragmento Fab correspondiente. La

    mayora de los ThAb aprobados anticuerpos IgG

    humanizados o completamente humanos. Anticuerpos

    quimricos o basados en murinae (ratas) conllevan un riesgo

    incrementado de reacciones anti murinicas en los pacientes.,

    y ha habido un movimiento general hacia el uso de un

    andamio humano en el desarrollo de potenciales ThAb.

    Resumen

    Anticuerpos monoclonales estn siendo desarrollados como teraputicos para complementar drogas y

    vacunas, o para llenar el vaco donde ninguna droga o vacuna existe. Estos anticuerpos teraputicos

    (ThAb) pueden ser especialmente importantes para enfermedades infecciosas en las cuales hay

    resistencia antibitica, patognesis mediada por toxinas, o patgenos emergentes. La estructura nica

    de los anticuerpos determina la naturaleza especfica de sus efectos o funciones, por lo que al

    desarrollar ThAb, los efectos o funciones deseados necesitan ser considerados e integrados en los

    procesos de diseo y desarrollo para asegurar la mxima eficacia y seguridad. Es crtico tener en

    consideracin la subclase de los anticuerpos, y es notable que casi todo ThAb que est licenciado o

    actualmente en desarrollo, utiliza una IgG1 como cimiento. Esta resea describe las principales

    propiedades estructurales que varan entre cada subclase, cmo es que estas propiedades afectan la

    inmunidad funcional, y discute los diferentes acercamientos usados para estudiar la respuesta de las

    diferentes subclases a enfermedades infecciosas. Tambin analizamos los factores asociados a la

    seleccin de las subclases de anticuerpos durante el diseo de las ThAb y subrayamos circunstancias

    donde las diferentes propiedades de las subclases pueden ser beneficiosas al ser aplicadas contra

    enfermedades infecciosas especficas. Estos enfoques son crticos para el futuro diseo de ThAb y para

    el estudio de la inmunidad naturalmente adquirida y la inducida por vacunas.

  • Mientras el uso de IgG intacta permite la seleccin de

    subclases de IgG para desempear funciones efectoras

    especficas, esto no es reflejado en el rango actual de

    anticuerpos licenciados en los que la mayora son IgG1 (Fig.

    2D y Tabla S2).

    Probablemente, esto es porque la IgG muestra funciones

    efectoras potentes, siendo la ms predominante de las

    subclases de suero, y fue el cimiento usado en los primeros

    ThAb aprobados. Interesantemente, no existen ThAb de

    IgG3 aprobadas, con posibilidad de que esto sea debido a (i)

    una afinidad aumentada a protelisis debido a una extensa

    regin bisagra, (ii) los muchos alotipos de IgG3 entre

    diferentes poblaciones, (iii) que las IgG3 no puedan ser

    purificadas con protena A, o (iv) la reducida vida media en

    suero de la IgG3 comparada con otras subclases (Tabla S1).

    En este anlisis, proveemos una visin concisa del efector

    conocido de la IgG humana y propiedades de subclases

    (Seccin 2) y discutimos cmo est informacin puede ser

    usada en el diseo de ThAb para enfermedades infecciosas

    (Seccin 3).

    2. Propiedades moleculares de las subclases de IgG relevantes para

    anticuerpos teraputicos Las IgG consisten de dos cadenas pesadas y dos cadenas

    ligeras con las principales caractersticas moleculares

    descritas en la Fig. 1B. En la IgG, la regin del fragmento de

    unin al antgeno (Fab) contiene al paratope, y puede ejercer

    diferentes efectos, haciendo posible las interacciones con el

    antgeno (por ejemplo, bloqueando una protena de

    reconocimiento del hospedero o inhibiendo una

    toxina/enzima de un patgeno). Mientras tanto, la regin de

    fragmento cristalizable (Fc) interacta con una variedad de

    molculas accesorias para mediar funciones efectoras

    indirectas, tales como citotoxicidad celular dependiente de

    anticuerpos (ADCC), fagocitosis celular dependiente de

    anticuerpos (ADCP) y citotoxicidad dependiente de

    complemento (CDC) (Fig. 3A y B). Las funciones efector

    mediadas por Fc son especialmente importantes contra

    enfermedades infecciosas donde respuestas celulares y de

    complemento son importantes para la eliminacin eficiente

    del patgeno.

    Las propiedades estructurales y funcionales de las subclases

    de IgG varan, as como su respuesta se perfila contra

    diferentes enfermedades infecciosas, y estas diferencias

    pueden ser utilizadas en el desarrollo de ThAb efectivos. A

    pesar de que las cadenas pesadas comparten ms del 90%

    de identidad en sus secuencias entre las subclases de IgG,

    hay diferencias en los residuos expuestos en la superficie en

    los dominios constantes (CH1, CH2 y CH3), as como una

    variacin sustancial en la regin bisagra [hinge region] (Fig.

    3C, D y Tabla S1). Es la estructura de bisagra la que confiere

    muchas de las propiedades nicas para cada subclase de IgG,

    como estabilidad, flexibilidad y distancias abarcadas por las

    dos Fab y la Fc acomodadora. Considerablemente, algunas

    reas del Fc y de la bisagra que difieren entre subclases de

    IgG, claramente se sobreponen con residuos que se sabe

    estan involucrados con unirse con receptores activadores e

    inhibidores Fc (FcR), el receptor neonatal para IgG (FcRn)

    y el componente complemento C1q (Fig. 3A and B). La

    ocurrencia de diferencias en aminocidos clave en los sitios

    de unin de estas molculas efectoras, ayuda a explicar las

    diferencias observadas en las propiedades efectoras de las

    subclases de IgG (Tabla S1). Esta informacin estructural y

    molecular es importante al escoger una subclase como base

    para un anticuerpo teraputico o para introducir cambios en

    aminocidos clave para adaptar anticuerpos para un

    propsito especfico.

    2.1. Sitio de unin en GgG-Fc para FcyRs activadoras e

    inhibidoras

    La regin de fragmento cristalizable (Fc) de las IgG

    interacta con diversos FcRs para estimular y regular

    el flujo de mecanismos efectores. Hay cinco

    receptores activadores, llamados FcRI (CD64), FcRIIa

    (CD32a), FcRIIc (CD32c), FcRIIIa (CD16a) y FcRIIIb

    (CD16b),y un receptor inhibidor, FcRIIb (CD32b). Las

    subclases de IgG varan en su habilidad de unirse a

    FcR, y esta diferencia en la unin determina su

    habilidad para desencadenar un gran rango de

    respuestas funcionales.

  • Fig. 1. Estructura de un anticuerpo y nomenclatura. (A) Los potenciales isotipos, subclases y alotipos de inmunoglobulinas en humanos. Tanto la letra como el cdigo son provistos para cada alotipo. (B) Esquema ilustrando la estructura bsica de un anticuerpo y su nomenclatura asociada. La cadena ligera (en marrn) consiste de un dominio variable (VL) y uno constante (CL), mientras que la cadena pesada (en gris) consiste de un dominio variable (VH) y tres dominios constantes (CH1, CH2, CH3). Uniones de disulfuro intercatenarias en el rango de la regin bisagra estabilizan el total de la estructura del anticuerpo. Las regiones determinantes de complementariedad (CDR, rayas cruzadas) determinan especificad antignica. Los patrones de glicosilacin pueden tambin afectar la funcin (en verde).

    Fig. 2 Estructura y dianas de anticuerpos teraputicos licenciados. La lista actual (2014) de anticuerpos teraputicos que han sido licenciados para su uso en EE.UU. y la UE los clasifica en (A) enfermedad para la que fueron aprobados inicialmente, (B) estructura del anticuerpo (tamao completo o fragmentos Fab), (C) tipo de especie del anticuerpo (e.j. murina, quimrica, humanisada, totalmente humana), y (D) subclase de anticuerpo. Estas figuras fueron hechas con datos de la Sociedad de Anticuerpos (2014) y la tabla de datos usada para preparar estas cifras est provista en los materiales suplementarios (Tabla suplementaria S2). *Panel A: otras indicaciones incluyen prevencin de cogulos de sangre, prdida de masa sea, asma, degeneracin macular, hemoglobinuria nocturna paroxstica y sndrome de Mackle-Wells.

  • Fig. 3 Entendimiento estructural para las interacciones Fc y las diferencias entre subclases de IgG. (A) Un esquema generalizado de un anticuerpo con sitios de adherencia mayores [receptores Fc (magenta), C1q (cian) y FcRn(morado)] superpuestos. (B) Estructura dristalina de la regin Fc de la IgG1 (PDB: 1FC1) (Deisenhofer, 1981) con todas las diferencias de aminocidos entre subclases resaltadas. Los residuos que difieren de la IgG1 estn en negrita. Los allotipos (alelos de un anticuerpo) usados fueron IgG1 (G1m,17), IgG2 (G2m..) y IgG3 (G3m5*). (D) Alineacin de los residuos de bisagra entre las cuatro subclases. Los residuos estn numerados usando el esquema de numeracin de la UE; este esquema est basado en secuencias de IgG1 y por ende no asigna nmeros para la mayor parte de la secuencia bisagra de IgG3 (por ser muy larga). Las figuras B y C fueron construidas usando Accrelys Discovery studio visualizer (versin 3.5).

    Por ejemplo FcRIIIa es el mayor receptor involucrado en la

    activacin de ADCC y la IgG3 seguida inmediatamente de la

    IgG1 muestran las afinidades ms altas por este receptor,

    reflejando su actividad para inducir potencialmente ADCC.

    La regin de unin de FcR en la IgG incluye partes de CH2 y

    la bisagra, con la unin influenciada por glicosilacin en

    N297. Residuos especficos que interactan con FcR en la

    IgG han sido identificados por medio de cristalografa de

    rayos X de complejos de IgG1-Fc con los diferentes FcRs.

    Muchos de estos estudios han demostrado que hay residuos

    conservados en la IgG involucrados en la unin con todos los

    FcyRs. Sin embargo, otros residuos de IgG varan en su

    interaccin con los diferentes FcyRs y algunos de estos

    residuos difieren entre las subclases de IgG, lo que ayuda a

    explicar los diferentes perfiles de unin de FcyR en las

    subclases de IgG. Esto ha proporcionado una visin

    especfica de los residuos requeridos para la interaccion de

    IgG con los receptores involucrados en ADCC y ADCP. La

    posibilidad de usar secuencias especficas de subclases para

    adaptar la unin de diferentes FcyRs debe ser considerada

    cuando se desarrolle la IgG teraputica con las funciones

    efectoras dependientes de anticuerpos deseados.

  • 2.2 Deposicin del complemento y CDC por IgG

    En el clsico camino del complemento, IgG se une al

    antgeno para formar complejos inmunes, que luego

    interactan con C1 y desencadenan una jerarqua de

    interacciones y reacciones enzimticas que pueden llevar a

    la formacin del complejo de ataque a la membrana y CDC,

    resultando en la liquidacin del patgeno. La deposicin de

    C1q (unin a IgG-Fc), ocurre con IgG1, 2 y 3, con IgG3 siendo

    la ms efectiva; IgG4 no es capaz de interactuar con C1q.

    Curiosamente, la eficiencia de deposiciones de C1q no se

    correlacionan con la actividad de CDC, en la que IgG1 es la

    subclase ms potente de IgG. El fundamento estructural

    para esta diferencia entre la unin de C1q y CDC por las

    subclases de IgG queda an irresuelto. Aqu brevemente

    resumimos lo que es conocido acerca de la interaccin de

    IgG y C1q.

    El sitio de unin de IgG1 para C1q ha sido localizado en el

    dominio CH2 y los residuos especficos implicados en la

    interaccin se han estudiado usando mutagnesis de IgG1.

    Mostramos la ubicacin del sitio de unin C1q en una

    representacin diagramatica de IgG (Fig 3A) y la estructura

    cristalina de IgG1-Fc (Fig 3B). Aunque cada IgG tiene dos

    sitios de union para C1q en lados opuestos del Fc, slo un

    sitio necesita ser implicado en la unin de C1q. Mientras la

    estructura cristalina de IgG unida a C1q no se ha

    determinado, la estructura cristalina de C1q se ha modelado

    con IgG1 y sugiere una conformacin de C1q e IgG1 que

    tambin puede implicar el fragmento Fab. Un estudio

    reciente usando tomografa crio-electrn sugiere que el

    antgeno unido a IgG1 puede formar una estructura

    hexamerica que interacta eficientemente con el hexmero

    C1q de una manera reminiscente a la IgM polimrica.

    2.3 La unin de IgG a FcRn determina la vida media y el

    transporte de la placenta.

    La interaccin de IgG con FcRn es importante en el contexto

    del transporte placentario y la vida media en suero. El FcRn

    tiene homologa estructural con MHC I y tambin participa

    en la presentacin de antgenos. Los residuos responsables

    de la unin de IgG a FcRn fueron aclarados utilizando

    principalmente las estructuras cristalinas de FcRn de rata o

    de humano, y se indican en una representacin de IgG y en

    la estructura 3D de la estructura de IgG1-Fc (Fig 3B). El sitio

    de unin FcRn en IgG se produce en la unin entre los

    dominios CH2 y CH3, un rea rica en residuos de histidina,

    en la cual H310 y H435 se considera actan como sensor de

    pH en la unin de IgG.

    De las subclases de IgG, IgG3 tiene la vida media ms corta

    con aproximadamente 7 das, lo cual es debido en gran parte

    a una arginina en la posicin 435 que sustituye a la histidina

    presente en todas las otras subclases de IgG. Despus de su

    absorcin por endosomas recicladores, la unin de IgG3 a

    FcRn est competitivamente inhibida por IgG1, que tiene

    una mayor afinidad de unin por FcRn; la IgG3 no unida, es

    degradada en lugar de ser de vuelta a la circulacin, lo que

    explica su vida media ms corta. Un alotipo de IgG3 (G3m15)

    con H435 no tiene una vida media reducida, destacando la

    importancia de residuos de histidina en la afinidad de unin

    en general para FcRn. En consecuencia, la produccin de

    IgG3 humana con H435 debera conducir a candidatos Thab

    con vidas medias largas in vivo similar a otras subclases de

    IgG.

    Es interesante observar que aunque el FcRn tambin est

    implicado en el transporte placentario, IgG2 se observa a

    menudo como el menos eficiente en comparacin con otras

    subclases. La razn del transporte placentario ineficiente de

    IgG2 no se entiende claramente, pero la proporcin de

    isotipos de cadena ligera ( o ) no es un factor. La

    comprensin de las interacciones de los receptores

    especficos que modulan el transporte placentario, mas no

    su vida media en suero, puede ser til cuando se produce

    ThAb para uso durante el embarazo.

    2.4. La glicosilacin de IgG-Fc impacta en la funcin efectora

    Todas las IgG contienen un sitio de glicosilacin conservados

    en N297 en CH2, contribuyendo a la conformacin

    estructural de la Fc requerido para la unin a FcR, FcRn y

    C1q (Fig 1B). Los N-glicanos en Fc son estructuras complejas

  • principalmente di-antenarios con ncleo de 1-6 fucosilacin

    del residuo N-acetil glucosamina (GlcNAc) unido a N297,

    pero una gran variedad de glicoformas se han descrito en IgG

    normal y recombinante. Estos patrones diferentes de

    glicosilacin imparten cambios estructurales en la regin Fc,

    que a su vez afecta a la funcin efectora de anticuerpos.

    Aunque hay evidencia de que los patrones de glicosilacin

    pueden diferir entre subclases, el impacto en las funciones

    efectoras de IgG no ha sido bien caracterizado. La

    glicosilacin de IgG tambin se ve afectada por un nmero

    de factores incluyendo la edad, el embarazo, enfermedad

    inflamatoria e infeccin. Les referimos a los lectores que

    busquen revisiones detalladas en la glicosilacin de

    inmunoglobulina para ms informacin.

    2.5. Alotipos de subclases de IgG

    La variacin alotpica (polimorfismos) en cadenas pesadas de

    IgG (Gm) tiene el potencial de influir en las respuestas de IgG

    inducidas tanto naturalmente o por vacunas. El nmero de

    alotipos para cada subclase IgG vara: IgG1 tiene 4, IgG2

    tiene 2, IgG3 tiene 13 e IgG4 no tiene ninguno (Fig 1A). Estos

    alotipos de IgG han sido en ocasiones asociados a una mayor

    proteccin contra ciertas enfermedades. Es importante

    destacar que se ha sugerido que el alotipo de un ThAb puede

    contribuir a la resistencia a la terapia asociada a respuestas

    inmunes anti-Thab. Hasta la fecha, slo unos pocos estudios

    han investigado claramente los efectos del desajuste del

    alotipo en el desarrollo de respuestas anti-Thab. En estos

    estudios, no hubo asociacin significativa entre el alotipo de

    IgG y la aparicin de respuestas de anticuerpos anti-

    monoclonales. Sin embargo, se necesita ms investigacin

    para conclur de forma segura que un alotipo no influye en

    las respuestas anti-Thab, sobre todo porque relativamente

    pocos alotipos se han probado en la clnica.

    2.6. La subclase IgG y la ingeniera de Fc

    La ingeniera de Fc ha sido importante para el desarrollo de

    anticuerpos teraputicos con actividad potente y especfica,

    as reduciendo tanto la dosificacin y los efectos secundarios

    potenciales. La comprensin de las diferencias entre las

    subclases de IgG se ha utilizado en la produccin de Fc y los

    estudios han demostrado que la introduccin de residuos

    especficos de una subclase a otra puede transformar ciertas

    funciones efectoras, mientras que conserva las dems. Los

    ejemplos incluyen la produccin de IgG2 con residuos de

    IgG4 para la extripacin de las funciones efectoras o la

    produccin de IgG3 con residuos procedentes de otras

    subclases para aumentar su vida media. Este enfoque se

    complementa con otros mtodos tales como la evaluacin

    de los mutantes de alanina, mtodos de cribado de alto

    rendimiento computacionales o la resolucin de la

    estructura de los dominios Fc mutados. Estos enfoques de

    ingeniera Fc son pertinentes en el contexto de las

    enfermedades infecciosas, como la funcin efectora de

    anticuerpos especficos es a menudo crtica en la eliminacin

    eficiente del patgeno. Los anticuerpos de Fc tambin se han

    modificado para eliminar los sitios de protelisis bacteriana,

    que se cree es un modo de evasin inmune de ciertos

    patgenos. El amplio alcance y las posibilidades de la

    ingeniera de Fc han sido revisados en detalle en otra parte.

    3. Anticuerpos teraputicos para

    enfermedades infecciosas

    El uso de ThAb para enfermedades infecciosas puede

    implicar la transferencia pasiva de anticuerpos para la

    profilaxis pre/pos exposicin o para el tratamiento. El ThAb

    puede derivarse de suero humano agrupado o anticuerpos

    monoclonales recombinantes. En esta revisin, nos

    centramos en el uso de anticuerpos monoclonales, pero

    brevemente discutimos terapias sricas y preparaciones de

    anticuerpos policlonales ya que se han utilizado para el

    tratamiento de enfermedades infecciosas. Discutimos la

    relevancia de las subclases de IgG en el contexto de las

    enfermedades infecciosas y destacamos la adherencia actual

    de ThAb monoclonal a los antgenos de organismos

    infecciosos.

    3. Anticuerpos teraputicos para enfermedades infecciosas

    Preparaciones Thab policlonales usados comnmente

    consisten en fracciones de inmunoglobulinas purificadas de

    cientos a miles de donantes y se entregan por va

    intravenosa (IGIV), intramuscular (IMIG) o subcutnea

    (SCIG). Nos centramos en el uso de IgG agrupado para

    condiciones infecciosas especficas, aunque tambin se ha

    utilizado como una transfusin para pacientes con

    enfermedades de inmunodeficiencia primaria o

    enfermedades inflamatorias o autoinmunes. Las principales

    enfermedades infecciosas que se utiliza IgG combinada son

    el ttanos, la hepatitis A, la hepatitis B, el sarampin, la

    rubola, la rabia, la varicela, el virus respiratorio sincitial y el

    citomegalovirus. Productos especficos a la enfermedad a

    veces se enriquecieron mediante la agregacin de

    anticuerpos de individuos con ttulos altos a estos antgenos

    de enfermedad.

    La naturaleza policlonal de IgG combinada permite la

    focalizacin de mltiples eptopos (determinante

    antignico), lo que es ventajoso en el tratamiento de ciertas

    enfermedades infecciosas. Sin embargo, esto crea desafos

    con estandarizacin a travs de lotes, aumento de costos,

    potencial de contaminacin y la falta de eficacia debido a la

    dilucin de anticuerpos funcionales. Un enfoque alternativo

    es usar anticuerpos monoclonales dirigidos a eptopos

    relevantes y que estn diseados con los cimientos de

    subclases, que median la respuesta efectora deseada. Los

    anticuerpos monoclonales tienen la ventaja adicional de

    estar estandarizados, pueden ser producidos en masa y

    tienen un bajo riesgo de contaminacin. Los anticuerpos

    monoclonales teraputicos pueden ser particularmente

    tiles para aplicaciones tales como la fiebre del dengue, en

    los que actualmente no hay medicamentos o vacunas

    antivirales autorizadas o licenciadas, y el tratamiento es

    principalmente de apoyo. Los anticuerpos monoclonales

    seran favorables, ya que podran ser seleccionados para

    dirigir la neutralizacin de eptopos comunes en los cuatro

    serotipos del virus del dengue. Mas an, la preocupacin por

    el aumento de la patognesis impulsado por la mejora

    dependiente de anticuerpos (mediado por las interacciones

    Fc:FcR) podran ser superados por los anticuerpos

    monoclonales con cimientos de IgG4 o mutaciones para

    eliminar la unin a FcRs.

    3.2 Relevancia de las subclases de IgG en enfermedades

    infecciosas

    Las interacciones diferenciales de las cuatro subclases de IgG

    con diversas molculas efectoras inmunes sugiere roles

    especficos para cada subclase durante una infeccin

    natural. Esto es reflejado en las caractersticas de perfiles de

  • subclases observados en individuos despus de la exposicin

    a agentes infecciosos. En este contexto, las respuestas de las

    subclases pueden diferir de acuerdo con el patgeno, el

    antgeno, o incluso el eptopo (discutido en la Seccin 4.1).

    La importancia de las subclases de IgG en las enfermedades

    infecciosas es apoyada tambin por el estudio en individuos

    con ciertas deficiencias en estas subclases de IgG. Las

    deficiencias selectivas en subclases estn entre las cuatro

    deficiencias inmunitarias ms comunes en pediatra. Los

    sndromes ms comunes observados clnicamente han sido

    aquellos en las que la deficiencia de IgG2 se asocia con un

    mayor riesgo de infecciones, causadas por bacterias

    encapsuladas; y la deficiencia de IgG3 se asocia con

    infecciones respiratorias recurrentes. Sin embargo, estos

    estudios describen la asociacin y no necesariamente

    causalidad, y pueden ser confundidos con ciertas

    deficiencias de subclases de IgG que se producen en

    combinacin con otras inmunodeficiencias. En

    consecuencia, las respuestas de las subclases de IgG pueden

    afectar la inmunidad a patgenos y esto debe ser

    investigado ms a fondo para avanzar en el desarrollo de

    ThAb especialmente en enfermedades infecciosas.

    3.3 ThAb monoclonal en las enfermedades infecciosas en

    desarrollo

    Actualmente, slo hay dos ThAb monoclonales autorizados

    para su uso contra las enfermedades infecciosas, con

    aproximadamente 36 etapas preclnicas y clnicas de

    desarrollo. Estos ThAb tienen como objetivo

    aproximadamente a 14 especies diferentes de virus y

    bacterias, mientras solo 2 tienen como objetivo hongos y

    ningno a organismos parasitarios. Los que estn en

    desarrollo tienen como objetivo organismos similares a los

    de los productos IgG humano agrupados existentes,

    reflejando el paso de productos a base de sangre hacia

    anticuerpos monoclonales recombinantes. Adems, las

    combinaciones de anticuerpos monoclonales para el mismo

    organismo estn siendo evaluados para aumentar su

    eficacia y para prevenir el escape de organismos mutados

    que pueden causar resistencia (Tabla S3). Curiosamente,

    casi todos los ThAb en desarrollo se basan en el cimiento de

    IgG1 humano con una la ausencia de la mayora de las otras

    subclases de IgG (Tabla 1).

    El uso de ThAb monoclonal se pueden aplicar a una amplia

    gama de patgenos y marcos clnicos (Tabla 2). Esto incluye:

    (1) la configuracin de un organismo especfico para tener

    esporas, toxinas o biopeliculas como objetivo (ecosistema

    microbiano);

    Tabla 2 Situaciones en las que ThAb sera til contra enfermedades infecciosas.

    Situacin Ejemplo

    Organismo especifico Patognesis a travs de esporas Patognesis a travs de la toxina Formacin de biopelculas

    Entorno clnico Ajustes nosocomiales / iatrognicas Resistencia a las drogas Epidemia / brotes pandmicos Bioterrorismo Enfermedades emergentes En nios pequeos En individuos inmunocomprometidos Las infecciones en los bebs prematuros Profilaxis en personas de alto riesgo Las infecciones en pacientes con trasplante En la transmisin maternoinfantil de un enfermedad Terapia adjunta para el tratamiento de enfermedad grave

    La falta de otros tratamientos Vacunas / medicamento no est disponible Aumente la ventana teraputica de antibiticos Publique profilaxis de exposicin

    (2) entornos clnicos en los que puede haber brotes

    nosocomiales / iatrognicos, resistencia a los

    medicamentos, brotes pandmicos, ataques bioterroristas,

    enfermedades infecciosas emergentes, y uso en grupos de

    alto riesgo o en enfermos graves; (3) cuando hay una falta

    de opciones de tratamiento disponibles; y (4) como terapias

    adjuntas que tienen funciones anti-inflamatorias o

    inmunomoduladoras. (Esto podra incluir ThAb contra TNF y

    otros mediadores inmunolgicos en humanos y no se analiza

    en esta revisin). Algunas de estas aplicaciones se ilustran

    mediante el uso autorizado de ThAb contra la toxina de B.

    anthracis. La B. anthracis es una bacteria gram positiva,

    forma esporas, productora de toxinas, que representa una

    amenaza bioterrorista. Los ThAb contra la B. anthracis

    podran ser particularmente tiles, porque un ThAb tiene

    una vida media ms larga que los antibiticos y los

    antibiticos slo se dirigen a las bacterias, mas no a la toxina,

    y requieren un tratamiento de 60 das que plantea retos

    importantes para su cumplimiento. Adems, la vacunacin

    requiere dosis repetidas por aproximadamente 4 semanas

    para inducir un anticuerpo eficaz.

    Claramente, ThAb no tienen aplicacin para todas las

    enfermedades infecciosas. En los casos donde hay un

    beneficio teraputico potencial, las ventajas y desventajas

    relativas de ThAb deben ser consideradas y sopesadas

    contra opciones teraputicas alterativas (Tabla 3).En

    muchos casos, los factores que son ms probables de limitar

    Bacillus anthracis

    Escherichia coli (toxina Shiga)

    Pseudomonas aeruginosa

    Clostridium difficile

    Staphylococcus aureus (VRSA)

    Virus del bola

    Bacillus anthracis

    Nipah o virus Hendra

    Virus sincitial respiratorio

    Retinitis por citomegalovirus en

    Pacientes con VIH

    Staphylococcus aureus

    Virus de la gripe

    Hepatitis C

    Virus VIH

    Plasmodium falciparum

    Virus Marburg

    Bacillus anthracis

    virus de la rabia

    Enterovirus

  • aplicaciones para las ThAb incluyen: (1) la caracterizacin

    especfica de Ab monoclonal con respecto a objetivos de los

    eptopos y las respuestas efectoras funcionales; (2) los

    costos de desarrollo y produccin; (3) la necesidad de la

    administracin parenteral; y (4) la capacidad de ofrecer un

    nivel suficiente de ThAb de mxima efectividad. La seleccin

    de las subclases de IgG en el desarrollo de ThAb es a menudo

    infravalorado, pero puede tener implicaciones importantes

    para asegurar que se obtengan respuestas funcionales, los

    efectos adversos se minimicen, y la vida media del

    anticuerpo se optimice.

    4. Seleccin de subclases de IgG para las ThAb contra

    enfermedades infecciosas.

    4.1 Subclases y respuestas natural inmune

    La exposicin a la mayora de los microorganismos conlleva

    a la induccin de una respuesta por anticuerpos, muchas de

    las cuales mediarn proteccin clnica, pero otras son no

    funcionales y simplemente reflejan la exposicin. En ambos

    casos, estas respuestas adquiridas naturalmente van a ser,

    con frecuencia, altamente sesgadas con respecto al isotipo y

    la subclase. Entender las caractersticas de esta respuesta

    adquirida naturalmente es el primer paso en la seleccin de

    la subclase apropiada para un efectivo ThAb. El sesgo en la

    subclase IgG que ocurre para diferentes microorganismos ha

    sido demostrado por la respuesta de la IgG a polisacridos

    bacterianos, lo que indica una predominancia de IgG2, con

    reducidas cantidades de IgG1 e IgG3 (Chudwin et al., 1987;

    Islam et al., 1995). En contraste, la respuesta de anticuerpos

    contra VIH, el virus del bola, Coxiella burnetii (fiebre Q) y

    plasmodium falciparum (malaria), han demostrado contener

    principalmente IgG1 e IgG3 (Camacho et al., 1995; Leroy et

    al., 2001; Raux et al., 2000; Richards et al., 2010), mientas

    que las respuestas a Schistosoma mansoni son

    predominantemente de IgG4 (Boctor and Peter, 1990).

    Adems, se ha observado diferencias en las respuestas de las

    subclases segn la edad y el gnero (Perez-Perez et al., 2010;

    Simon et al., 2013), que pueden diferir para diferentes

    antgenos del mismo patgeno o diferente dominio del

    mismo antgeno (Richards et al., 2010; Stanisic et al., 2009).

    Este conocimiento de las respuestas de subclases adquiridas

    naturalmente puede, entonces, ser utilizado en ensayos

    funcionales para determinar su posible significancia en la

    induccin de la inmunidad protectora.

    Tabla 3

    Ventajas y desventajas de desarrollar ThAb contra enfermedades infecciosasa

    Ventajas Desventajas

    Alta especificidad

    No afecta la flora normal

    Poca toxicidad

    Funciones biolgicas dirigidas que pueden incluir neutralizacin, ADCC, ADCP o CDC

    Variedades de isotipos y subclases opcionales para desarrollar ThAb con las funciones deseadas

    Acta sinrgicamente con antimicrobianos

    Provisin rpida de inmunidad pasiva comparada con los largos periodos requeridos para las respuestas inducidas por vacunas

    Conjugar toxinas o molculas teraputicas con ThAb para dirigir estas respuestas de manera ms precisa

    Requiere conocimiento detallado de la patognesis de los microorganismos, eptopos protectores y respuesta inmune efectiva

    Puede no reconocer mutantes virales de escapeb u organismos con antgenos polifrmicos.

    Costo de produccin, almacenamiento y despacho; adems del riesgo de contaminacin.

    Requiere administracin sistemtica (parenteral, subcutnea, IV o intramuscular)

    Requerimiento para administrar cantidades teraputicas de ThAb

    El ThAb debe ser administrado tempranamente durante la infeccin para una mxima eficacia.

    ADCC: citotoxina celular dependiente de anticuerpos; ADCP: fagocitosis celular dependiente de anticuerpos; CDC: citotoxicidad dependiente de complemento

    . a Tabla resumida usando lecturas de Casadevall et al. (2004).

    . b Los combinados con diferentes monoclonales pueden compensar esto.

    4.2. Valoracin funcional de las subclases aisladas de la

    respuesta inmune natural:

    Discriminar entre anticuerpos que reflejan exposicin y

    aquellos que median la proteccin funcional puede ser

    desafiante, pero el uso de ensayos funcionales patgeno-

    especficos in vitro puede ser informativo. Muchos campos

    que estudian microorganismos dependen solo de un puado

    de ensayos funcionales aceptados. (por ejemplo, ensayo de

    neutralizacin para influenza o ensayo de inhibicin de

    crecimiento para malaria), y se necesitan ms ensayos

    funcionales para usar en valoraciones sistemticas de las

    funciones de los anticuerpos. Estos ensayos sern luego

    comparados con los resultados clnicos para determinar si

    las respuestas medidas mediaron proteccin in vivo. Los

    ensayos funcionales bien validados pueden ser usados

    posteriormente para valorar la significancia de la subclase

    IgG al purificar los anticuerpos especficos de esa subclase.

    Por ejemplo, en un estudio reciente se compar una

    subclase purificada de anticuerpos en un ensayo de

    neutralizacin del virus del Herpes Simplex, y se determin

    que IgG3 e IgG4 tienen la mayor capacidad de neutralizar el

    virus incluso cuando no fueron la subclase predominante

    (Mathiesen et al., 1988). Estudios similares para el VIH

    purificaron IgG1 e IgG3 y compararon la habilidad de los

    anticuerpos para neutralizar el virus aislados de muestras

    individuales o en conjunto con mltiples individuos

    (Cavacini et al., 2003; Scharf et al., 2001). Curiosamente,

    IgG3 demostr ser ms efectivo que IgG1 en la

    neutralizacin del VIH-1 cuando se usaron muestras

    conjugadas, pero esto no se evidenci en muestras

    individuales, indicando que la especificidad del eptopo

    tambin juega un papel importante en la neutralizacin. Un

    estudio adicional sobre las respuestas contra el enterovirus

    71 humano us fracciones especficas de subclases

    purificadas de IgG a partir de inmunoglobulinas agrupadas y

  • encontr que las fracciones de IgG1 e IgG2 son ms efectivas

    en la neutralizacin, y que IgG3 conllevaba a una infeccin

    aumentada (Cao et al., 2013). Estos estudios resaltaron el

    valor potencial de la purificacin de subclases especficas del

    suero de individuos infectados naturalmente y el estudio de

    estos anticuerpos en ensayos funcionales para entender mejor

    su contribucin a la proteccin clnica o a la patogenia de la

    enfermedad. Estudios como estos tambin necesitan ser

    complementados con experimentos en donde variantes en el

    cambio de subclases son generadas y valoradas en ensayos

    funcionales.

    4.3 Variantes en el cambio de subclases:

    Las variantes en el cambio de subclases usan los mismos

    dominios variables, pero son expresadas en los cimientos de

    cadenas pesadas de las diferentes subclases. Entonces, las

    variantes en el cambio de subclases son anticuerpos

    monoclonales que se unen al mismo epitopo, permitiendo la

    contribucin de las diferentes subclases evaluadas en ensayos

    funcionales patgeno- especficos in vitro y, en modelos in

    vivo, para determinar las diferencias en su funcin efectora.

    Las variantes en el cambio de subclases han sido evaluadas

    usando tanto subclases humanas como murinae para: (1) virus

    incluyendo VIH (Cavacini et al., 1995; Kunert et al., 2000;

    Liu et al., 2003; Miranda et al., 2007), virus de la fiebre

    amarilla (Schlesinger and Chapman, 1995; Schlesinger et al.,

    1993), virus del Nilo Occidental (Mehlhop et al., 2007), y

    virus de Varicela Zoster (Lloyd-Evans and Gilmour, 2000);

    (2) bacterias incluyendo Staphylococcus aureus (Brown et

    al., 2009; Kelly-Quintos et al., 2006; Varshney et al., 2014),

    Streptococcus de grupo A(Cooper et al., 1991, 1993), B.

    anthracis (Abboud et al., 2010; Hovenden et al., 2013),

    Pseudomonas aeruginosa (Pollack et al., 1995; Schreiber et

    al., 1993), y Escherichia coli (Akiyoshi et al., 2010; Oishi et

    al., 1992; Pelkonen and Pluschke, 1989); (3) hongos

    incluyendo Cryptococcus neoformans (Sanford et al., 1990;

    Yuan et al., 1995); y (4) parsitos como P. falciparum

    (Lazarou et al., 2009). Estos estudios de variantes en el

    cambio de subclases han utilizado anticuerpos humanos, de

    ratones y ratas; un resumen de las variantes en el cambio de

    subclases humanas se muestra en la tabla 4. En ciertas

    instancias, estos estudios han indicado claras diferencias

    entre subclases en la mediacin de la neutralizacin del VIH

    (Cavacini et al., 1995; Miranda et al., 2007), fagocitosis por

    opsonizacin de S. Aureus (Kelly-Quintos et al., 2006), y en

    estudios funcionales con P. aeruginosa (Eichler et al., 1989;

    Schreiber et al., 1993), E. coli (Oishi et al., 1992), virus de la

    fiebre amarilla (Schlesinger et al., 1993), virus de varicela

    zoster (Lloyd-Evans and Gilmour, 2000) y Cryptococcus

    (Yuan et al., 1995, 1998). En otras, el cambio de subclases no

    demostr tener mayor efecto en el resultado de los estudios

    funcionales (Bachmann et al., 1997; Brown et al., 2009;

    Cavacini et al., 1995; Kelly-Quintos et al., 2006; Kunert et

    al., 2000; Liu et al., 2003; Sanford et al., 1990). Esto sugiere

    que la subclase de ThAb no es siempre crucial y que otros

    factores, como los niveles de anticuerpos, tambin pueden ser

    importantes. (Bachmann et al., 1997). Un inconveniente en la

    valoracin de las variantes en el cambio de subclases es que

    las subclases de ratones y otros animales no son equivalentes

    directos de las humanos debido a la diversificacin de IgG en

    subclases despus de la especiacin (Butler, 2006). Por lo

    tanto, las diferencias observadas en las funciones de las

    subclases especificas obtenidas de modelos animales no

    pueden ser inferidas directamente en humanos (Mestas and

    Hughes, 2004. Por ejemplo, la IgG de murinae es una

    respuesta prominente para muchos patgenos, y la mayora

    de anticuerpos monoclonales murinos son IgG1, pero el IgG1

    murino no se involucra con FcyRs activantes o el

    complemento en ratones. Sin embargo, interacciones y

    mecanismos efectores determinados para las subclases de

    IgG humanos y sus sistemas efectores (FcyRs, FcRn y C1q

    humanos) son relevantes en el desarrollo de ThAb para

    tratar enfermedades infecciosas

    4.3.1 El uso de modelos murinos para guiar el desarrollo de

    anticuerpos teraputicos

    A pesar de la dificultad de transferir los descubrimientos de

    estudios de variantes de cambio de subclase murinos a

    humanos, tales estudios pueden ser tiles en el desarrollo

    de ThAb al incrementar el conocimiento de los mecanismos

    protectores del sistema inmune y por su aplicacin en

    modelos animales in vivo. Ejemplos incluyen estudios

    murinos que han indicado que ThAb debe incluir una funcin

    FcyR para efectivamente inducir la neutralizacin de la

    toxina del anthrax y que inducir fagocitosis opsonica es ms

    importante que la actividad mediada por el complemento

    para protegerse contra C. neoformans.

    4.3.2. Funciones especficas de subclases varan de acuerdo

    a las caractersticas del eptopo

    Identificar eptopo objetivos que median la inmunidad

    funcional es claramente un componente clave en el

    desarrollo de una ThAb. De forma interesante, el impacto de

    subclases de anticuerpos en tales eptopos funcionales

    puede variar dramticamente entre eptopos, incluso dentro

    de los mismos organismos. Por ejemplo, los anticuerpos

    monoclonales IgG3 humanos que tienen por objetivo gp120

    han mostrado tener una habilidad neutralizadora mayor

    para VIH que sus contrapartes en IgG1, pero tales diferencias

    de subclase no fueron encontradas en anticuerpos

    monoclonales contra gp41. La relacin entre el objetivo

    especfico de un eptopo y la subclase de anticuerpos

    tambin depende probablemente en la densidad de los

    eptopos y la flexibilidad de diferentes subclases de

    anticuerpos para interactuar con dichos eptopos. Por

    ejemplo, estudios usando variantes de cambio de subclase

    contra P. aeruginosa y el grupo A streptococcus sugiere que

    la densidad antignica influencia fuertemente la habilidad

    de algunas subclases de anticuerpos para unirse

    efectivamente, por tanto resaltando la importancia de

    investigar respuestas de subclases usando ensayos que

    reflejen la conformacin nativa antignica y su densidad.

    Existe tambin evidencia que el efecto funcional de

    diferentes subclases puede variar de acuerdo a la cepa del

    organismo, indicando que es importante tambin investigar

    una variedad de cepas cuando se desarrolle ThAb.

    4.3.3. Evaluando las respuestas de subclases usando ensayos

    funcionales in vitro

    Como fue mencionado anteriormente, existe necesidad para

    un grupo mayor de ensayos funcionales que pueda evaluar

    sistemticamente el rol de subclases de IgG para muchas

    enfermedades infecciosas. El uso de tales evaluaciones

    funcionales necesitar ser combinado con la validacin de

    estas evaluacin como indicadores de una proteccin in vivo

    real. Estudios en respuestas de subclases murinas contra C.

    neoformans han demostrado fuertes discrepancias entre

    ensayos funcionales in vitro y modelos in vivo. Caudn

    Oposible, ensayos funcionales deben reflejar el mecanismo

    probable de la actividad mediada por anticuerpos in vivo.

    Por ejemplo, la proteccin in vivo contra la E. coli es asociada

  • con la limpieza mediada por el complemento; por tanto

    ThAb debera ser evaluada usando ensayos funcionales que

    reflejen este mecanismo. Sin embargo, P. aeruginosa es

    capaz de resistir la lisis mediada por el complemento, y por

    tanto, un ensayo del complemento no predecira

    adecuadamente la proteccin in vivo. Ensayos funcionales

    bien-validados pueden tambin ser usados para determinar

    si diferentes subclases de IgG tienen el potencial de interferir

    con accin de otras subclases de IgG, por ejemplo,

    bloqueando anticuerpos. De forma similar, los ensayos

    funcionales pueden ser usados para evaluar la habilidad de

    algunos anticuerpos de tener efectos dainos al aumentar la

    infeccin, como es observado en el virus del dengue, el virus

    del oeste del Nilo, VIH, y hongos incluyendo Candida albicans

    y C. neoformans.

    Tabla 4: Ejemplos de estudios usando variantes de cambio de subclases humanas de IgG

    5. Conclusiones

    Existen ms de 40 ThAb con licencia pero solo dos que

    tienen como objetivos patgenos asociados con

    enfermedades infecciosas. Casi todos los ThAb licenciados,

    as como aquellos en desarrollo clnico, tienen dominio Fc

    IgG1 humano. La diversidad de respuestas de subclase

    contra infecciones naturales y la estructura nica y

    funcional de las 4 subclases de IgG disminuye la

    importancia de considerar las propiedades de subclases

    cuando se desarrolla y se prueba ThAb, especialmente

    contra enfermedades infecciosas. A pesar de que existen

    aproximadamente 36 nuevos ThAb contra enfermedades

    infecciosas en desarrollo preclnico, la investigacin en este

    campo ha sido lenta comparada con el desarrollo en cncer

    y autoinmunidad. Existe una multitud de conformaciones

    potenciales para la aplicacin de ThAb contra

    enfermedades infecciosas y los pros y cons deberan ser

    cuidadosamente evaluados para cada conformacin

    teraputica. Conocimiento de los perfiles de cada subclase

    contra los patgenos y antgenos de inters sera

    beneficioso. Esta evaluacin debera incluir el estudio de las

    respuestas de anticuerpos naturalmente adquiridas,

    anticuerpos derivados del suero, y variantes de cambio de

    subclase en estudios in vitro funcionales relevantes y

    estudios in vivo donde sea apropiado. Tales estudios han

    indicado que las subclases de IgG individuales pueden tener

    efectos funcionales diferentes contra diferentes patgenos,

    con ninguna subclase siendo singularmente importanteal

    mediar proteccin contra enfermedades. Ms an, la

    naturaleza del eptopo especfico es extremadamente

    importante para respuestas efectivas y funcionales, y la

    densidad del eptopo o cepa patgena usada en el ensayo

    puede afectar profundamente los resultados. Por ende es

    ms importante examinar un rango de estos factores.

    Finalmente, el conocimiento obtenido en los estudios de

    cambio de subclase, combinado con un entendimiento

    molecular de las propiedades de las subclases de IgG

    permitir la preparacin y desarrollo de ThAb

    monoclonales altamente efectivos especficos para

    patgenos.