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Leyre boletin 172 dic 2020 IV · 2021. 1. 4. · 7.30 Laudes 9.00 Eucaristía y Tercia 10.15 Trabajo-estudio 13.20 Sexta 13.30 Almuerzo 15.30 Nona 16.00 Trabajo-estudio 18.00 Lectio

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    ÍndiceÍndice

    · Carta del P. Abad ..................................3

    · Meditación de Navidad. «No temáis, os anuncio una buena noticia» ..........4

    · Milenario de San Veremundo ............7

    · Evocación legerense de San Veremundo en su milenario .........7

    · Homilía del P. Abad en Milenario............... 10

    VIDA MONÁSTICA· Entrevista al nuevo abad de La Oliva, Dom Javier Urós : «El Abad tiene que ser Padre, Maestro y Médico» ............................ 13

    · Leyre cultural ................................................... 15

    · Entrevista a Iosu Larumbe : «En Leyre, el tiempo forma un todo con lo eterno»....15

    CRÓNICA DE LEYRE· Acontecimientos .............................................. 18

    · Agenda del Padre Abad .................................. 21

    · Visitantes destacados ...................................... 22

    · Ministerios extraordinarios ........................... 22

    · Cultura y formación ....................................... 23

    · Donaciones ....................................................... 24

    · Obras ................................................................. 24

    · Año Litúrgico ................................................... 24

    · Nuestros difuntos ........................................... 26

    · Nuevo obispo benedictino ............................ 27

    Nuestro día a día

    6.00 Vigilias y oración personal

    7.30 Laudes

    9.00 Eucaristía y Tercia

    10.15 Trabajo-estudio

    13.20 Sexta

    13.30 Almuerzo

    15.30 Nona

    16.00 Trabajo-estudio

    18.00 Lectio Divina

    19.00 Vísperas

    21.00 Capítulo-Completas

    Domingos y festivos

    6.00 Vigilias y oración personal

    8.00 Laudes

    11.30 Eucaristía

    13.50 Sexta y Nona

    21.10 Completas

    A la Eucaristía y a los oficios de Vigilias, Laudes, Vísperas y Completas pueden asistir todos los fieles que lo deseen. La Eucaristía, los Laudes y las Vís-peras son íntegramente cantados en gregoriano.

  • Leyre · Boletín nº 170

    Carta del P. AbadCarta del P. AbadQueridos Amigos:

    Las circunstancias presentes que estamos viviendo nos han obligado a cancelar nuestro encuentro anual en la abadía. Sin embargo, aunque nuestra reunión otoñal haya sido suprimida, nuestro sentimiento de cercanía y unión para con todos vosotros sigue intacto. De hecho, en cada jornada, durante la ce-lebración de la Liturgia, en torno al altar y bajo la mirada de Santa María de Leyre, tenemos siempre la oportunidad de reencontraros de nuevo y presentar al Señor los gozos y las fatigas de vuestra vida.

    La cruel pandemia que estamos viviendo ha alterado gravemente nuestro modo habitual de vida y está ocasionando verdaderos descalabros en muchas áreas de nuestra existencia, cuyo impacto negativo sería una insensatez minimizar.

    Esta dura realidad que vivimos nos puede resultar más negra en contraste con la luminosidad del misterio de Navidad, ya cercano. ¿Podremos celebrar la Navidad en una situación así?

    Si partimos de nuestra realidad, las actuales circunstancias propiciarán una mayor empatía con algunos aspectos del misterio de la Navidad que tal vez hayan pasado en segundo plano o hasta desapercibidos en años anteriores, pero que nos ofrecen una clave para vivir el presente desde Dios. Contemplemos el total abandono en las manos de Dios por parte de María y de José, en la inoportunidad del viaje a Belén, en las incomodidades de aquella gruta-establo, en el susto de la persecución de Herodes… Admiremos, también, las sorprendentes «caricias» de Dios por mano de aquellos desconocidos pastores y de los Magos. Todo este cúmulo de vivencias y emociones forman parte de la Navidad y son un misterio de luz para guiar nuestro hoy y ahora.

    Deseándoos una santa y feliz Navidad para todos, os dejo con un poema de nuestro amigo y sacerdote D. Javier Leoz. Al Papa Francisco le había gustado mucho: seguro que también os ayudará en estos días.

    ¿QUE NO HABRÁ NAVIDAD?

    ¡Claro que sí! Más silenciosa y con más profundidad.

    Más parecida a la primera en la que Jesús nació en soledad. Sin muchas luces en la tierra,

    pero con la de la estrella de Belén destellando rutas de vida en su inmensidad.

    Sin cortejos reales colosales, pero con la humildad de sentirnos

    pastores y zagales buscando la Verdad. Sin grandes mesas y con amargas ausencias,

    pero con la presencia de un Dios que todo lo llenará.

    ¿QUE NO HABRÁ NAVIDAD?

    ¡Claro que sí! Sin las calles a rebosar,

    pero con el corazón enardecido por el que está por llegar. Sin ruidos ni verbenas, reclamos ni estampidas...

    pero viviendo el Misterio sin miedo al «covid-herodes» que pretende

    quitarnos hasta el sueño de esperar. Habrá Navidad porque DIOS está de nuestro lado

    y comparte, como Cristo lo hizo en un pesebre, nuestra pobreza, prueba, llanto, angustia y orfandad.

    Habrá Navidad porque necesitamos una luz divina en medio de tanta oscuridad.

    Covid19 nunca podrá llegar al corazón ni al alma de los que en el cielo ponen su esperanza y su alto ideal

    ¡HABRÁ NAVIDAD! ¡CANTAREMOS VILLANCICOS!

    ¡DIOS NACERÁ Y NOS TRAERÁ LIBERTAD!

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    nAVIDAD

    «No temáis, os anuncio una buena noticia, que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor».

    Estas palabras volverán a dejarse oír este año, y con toda su fuerza, en la noche santa de Navidad, una vez más el anuncio de los ángeles a los pastores de Belén será proclamado. Este año «online» en muchos lugares porque sus iglesias estarán cerradas.

    Y los Ángeles volverán a darnos la señal fehaciente de la veracidad de su mensaje: «…Encontraréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Señal a todas luces insólita, para quien espera recibir al Salvador del mundo. Pero así son las señales de Dios, tan insólitas como lo va a ser la misma vida terrena del Mesías anunciado por los Ángeles. No nacerá en un gran palacio, ni vendrá como un potentado o como un guerrero, ni mostrando signo alguno de realeza. Nacerá en un establo de animales y como nacemos todos los mortales, porque el viene a ser uno de los nuestros, un mortal. Pero un mortal que trae al mundo el germen de la inmortalidad y que con su muerte nos dará una vida nueva.

    Tampoco los destinatarios de este anuncio serán importantes personajes como el pérfido Herodes o el gobernador romano, ni tan siquiera los sacerdotes y escribas de Jerusalén. No, los ángeles se dirigirán en primer lugar a quienes constituían el estrato más bajo de la sociedad judía: los pastores, dedicados normalmente al robo y al pillaje. Ellos, los últimos y más despreciados, van a ser los primeros en conocer el feliz acontecimiento del nacimiento del Salvador y los primeros en proclamarlo a los demás, como la mejor invitación para ir a ver al Niño.

    Humanamente todo esto puede parecer un contrasentido, pero no lo es en la lógica de Dios, tan

    diferente de la nuestra. Su Hijo Jesús, nace pobre y entre los pobres, sin hacer alarde de su condición divina, como un hombre cualquiera y asumiendo la condición de siervo. Y todo ello porque, ungido con el Espíritu de Yahwé, ha sido enviado para anunciar la Buena Noticia a los pobres, para proclamar la liberación a los cautivos y oprimidos, para vendar los corazones desgarrados, para traer el perdón a los pecadores… Viene así al mundo porque él quiere ser pobre entre los pobres, sufrido ente los sufridos, perseguido entre los perseguidos a causa del Reino y de la justicia.

    Pero ese singular acontecimiento anunciado por los ángeles no es sólo algo ocurrido hace más de dos mil años, y relegado al pasado, no, es un

    Meditación de Navidad

    «No temáis, os anuncio una buena noticia»

    Primera Navidad: Esta fue la señal... (Nacimiento. Leyre. Anónimo s XVI.).

  • Leyre · Boletín nº 172

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    NAVIDAD

    acontecimiento vivo y actual. Y por eso esta alegre proclamación no ha perdido nada de su vigor. Ese «hoy» pronunciado por los ángeles sigue tan actual como lo estuvo en la noche de Belén. Y de ahí que cobre toda su realidad cuando vuelva a ser proclamado a lo largo y ancho de la Cristiandad en la noche de Navidad. «Hoy», no hace dos mil y pico años, sino «hoy», en presente. Es el «hoy» de la Salvación que alcanza a todos los hombres por igual, pero cuyos destinatarios predilectos son los pobres –en Belén fueron los pastores–. Es ese «hoy» que a lo largo del Año Litúrgico hace presentes los misterios de nuestra Salvación, y dentro de poco el del Nacimiento del Señor,

    Quizá ahora, finalizando este año tan difícil y aciago que estamos viviendo a causa del covid, tengamos la tentación de pensar: ¿Dónde está la gran alegría anunciada por los ángeles? ¿Cómo podemos hablar de buena nueva en medio de esta pandemia que está asolando a nuestro mundo? ¿De qué gozo se nos está hablando cuando hemos visto partir a nuestros seres queridos, sin poderles acompañar en los últimos momentos? ¿Gozo, cuándo estamos infectados por el virus, cuándo hemos perdido el empleo o nuestra economía ha sufrido un duro revés?

    Y sin embargo en la noche del 25 de diciembre volveremos a oír la misma y extraordinaria proclama: «No temáis, os anuncio una buena noticia, que será de gran alegría para todo el pueblo (…) os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor». E igualmente volveremos a escuchar a los ángeles pregonando la Gloria de Dios y la Paz para los hombres a los que Dios ama. Sí. Aunque quizá para muchos lo que suenen sean los interrogantes que brotan de su interior: Pero ¿de qué paz nos estáis hablando? ¿Qué paz podemos tener? Algunos, incluso, se atreverán de decir: la gloria ¿de quién? ¿De Dios? Pero ¿dónde está? ¿Dónde está ese Salvador que con tanta alegría nos anunciáis? Y los ángeles volverán a darnos la señal para encontrarlo. Una señal, en este año a simple vista distinta, pero que en el fondo sigue siendo la misma. Ya no se nos hablará de la ciudad

    Primera Navidad: Esta fue la señal... (Nacimiento. Leyre. Anónimo s XVI.).

    Nacerá en un establo de animales y como nacemos

    todos los mortales,

    porque el viene a ser

    uno de los nuestros, un

    mortal. Pero un mortal

    que trae al mundo el

    germen de la inmortalidad

    y que con su muerte nos

    dará una vida nueva.

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    NAVIDAD

    de David, ni de un pesebre. A quién pregunte por el Salvador, se le dará como señal la cama de un hospital, la sala de una uci donde encontraremos a un enfermo con un respirador y lleno de tubos, separado de su familia y debatiéndose entre la vida y la muerte. Lo encontraremos malviviendo en las calles de las grandes ciudades, expuesto a todo tipo de contagios por no tener un lugar donde confinarse. Lo encontraremos en una residencia de ancianos enclaustrado en una pequeña habitación, sin tan apenas ver el sol. Lo encontraremos en las cárceles, donde los reclusos están viviendo un doble confinamiento, que no conlleva redención de penas. Lo encontraremos en muchos hogares rotos por el dolor de la muerte de un ser querido, o porque el cabeza de familia ha perdido el trabajo, sin posibilidad de encontrar otro. Lo encontraremos en pequeñas empresas y establecimientos comerciales a los que la pandemia ha dejado en la ruina. Es decir lo encontraremos como hace dos mil años, pobre entre los pobres, sufriendo con los que sufren e incluso muriendo con todos a quienes el covid les

    ha adelantado la hora de su muerte. Y me atrevo a decir que el cierre de los lugares de culto forma parte del plan de Dios, para que lo busquemos en esos otros lugares y personas de los que he hablado, donde él está totalmente presente.

    Pero después de haber oído el mensaje de los ángeles y de haber acudido a ese «portal de Belén» tan distinto al de otros años, tendremos necesariamente que elevar nuestra mirada hacia el Cielo y después a lo más profundo de nuestro corazón, para reflexionar y darnos cuenta de lo poco que somos, frente a lo prepotentes e indestructibles que nos creemos, pensando incluso que ya no necesitamos a Dios. No obstante, si con humildad asumimos esa nada que somos, pero conscientes de que también en ella desea nacer el Salvador, podremos hacer nuestra la gran alegría proclamada por los ángeles, pese a todo lo que nuestro mundo está padeciendo.

    Fr. Ramón Luis Mª. Mañas, osb.

    Navidad 2020: Esta será la señal.

    Covid-19.

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    Milenario de San Veremundo

    Dentro de los actos del milenario del nacimiento de san Veremundo destaca la jornada del cuatro de octubre de este año tan singular de 2020, en el monasterio benedictino de San Salvador de Leyre. Los que la vivimos guardamos recuerdo imborrable de la acogida de la comunidad de monjes con el padre abad Dom Juan Manuel Apesteguía que nos dispensó a los Amigos del Monasterio de Irache, y a los Amigos del Camino de Santiago en Navarra una acogida propia de la tradición benedictina con el recuerdo del que fue maestro de hospitalidad, recordemos la instalación en Irache del hospital de peregrinos en 1054, y la atribución de la práctica de la caridad ordinaria y extraordinaria a huéspedes, pe-regrinos, pobres y necesitados, Veremundo de Irache.

    El marco físico de la celebración sirvió de magnífico retablo exterior: la sierra de Leyre encapotada con nubes del octubre otoñal, con el Arangoiti majestuoso que observa el paso del ganado tardano del Pirineo a la Ribera; el embalse de Yesa, escaso con agua azulona que resalta sobre los ocres del campo que espera la siembra; las piedras con

    el sello multisecular del cenobio más antiguo de Navarra, que hace pervivir la regla de san Benito en estos tiempos a la vez adelantados en el progreso pero con ansias de anclaje en la Historia con mayúscula, la de nuestros ancestros más próximos del reino de Navarra y los de la civilización occidental que no se comprende sin la contribución del mundo monástico, de la peregrinación por el Camino de Santiago, el canto gregoriano y el cultivo de las humanidades clásicas como la filosofía –ahí, Grecia- o el Derecho, -ahí Roma. Leyre lo evoca todo.

    Así lo constatamos los participantes en la jornada que la comunidad legerense preparó, como familia espiritual a la que pertenece, en honor de un santo histórico digno del recuerdo y de ser «aprovechado», ante la intercesión divina en estos momentos como lo ha sido en épocas pretéritas, Veremundo de Irache. Los amigos del monasterio de Irache estuvieron bien representados por su presidente José Miguel Ruiz San Martín, su tesorero José Javier Aguinaga, la directiva María Puy Hermoso de Mendoza y la expresidenta, Conchita Zuza. Las normas de

    Evocación legerense de San Veremundo de Irache en su milenario

    Concierto de la coral Spen in Aliun tras la Misa de conmemoración del Milenario de San Veremundo.

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    Milenario de San Veremundo

    prudencia sanitaria, impidieron una mayor presencia de esta asociación, como también de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Navarra, que tiene a san Veremundo como patrono del Camino en Navarra, lo que se compensó con la asistencia del presidente de la entidad, José Miguel Rey Beaumont, el delegado de Cultura Jesús Domínguez, el exvicepresidente Luis Aiciondo, y un grupo reducido pero valiente que llegó tras una marcha desde el término de Yesa, encabezado por Luis Lavín, de la comisión de marchas. Entre los socios, se encontraba también Ana Hueso, archivera municipal de Pamplona. Por otra parte, Arturo Navallas que encabeza los amigos de Leyre, tuvo ocasión de conversar con las asociaciones hermanas con el recuerdo de otras similares como las de Fitero, que perdió a su presidente, Fernando Seves el dos de abril, la de Iranzu propugnada en su día por Antonio Roa, la de la Oliva con impulsores como José Javier Ezpeleta y Paco Monente, la de san Millán de la Cogolla. Qué importante es adosar con colaboraciones mutuas a las comunidades monásticas y religiosas y a los monumentos señeros que otrora las tuvieron, las organizaciones de seglares que al mismo tiempo que se sirven del legado histórico de ellos, aprovechan las gracias especiales que se obtienen en esa labor encomiable y que nunca se agradecerán bastante.

    Efectivamente, el cuatro de octubre fue un día de gracia muy especial. La misa abacial comenzó a las once y media de la mañana, con la solemnidad litúrgica que pone en valor la tradición y que es adaptada a nuestro tiempo de manera magistral. Al órgano, el habitual y profesor José Luis Echechipía, y la misa cantada en ese diálogo tan litúrgico también, del coro de Monjes del Monasterio de Leyre, y el coro de Cámara Spem in alium dirigido por Jesús Arrastia Sáenz. Gregoriano y polifonía se compenetraron de manera perfecta en esta eucaristía conmemorativa, ante la imagen y relicario de san

    Veremundo, y de la Virgen de Leyre, obra maestra del escultor José López Furió. Dom Juan Manuel, abad, bien asistido por el maestro de ceremonias, el P. Javier Suárez, marcó con su papel de celebrante principal una misa sin prisas, con unción, y resaltando la celebración como correspondía al homenaje que los benedictinos querían hacer al santo abad en cuyo milenario estamos inmersos. Particular emoción me produjo ver como en ese diálogo litúrgico entre el coro y la comunidad, ésta representó al pueblo fiel en piezas bien conocidas que incluso se anclaban en la Misa de

    Ángelis tan familiar para quienes asistíamos a esta eucaristía tan especial. El Credo, Gloria, Gradual y Aleluya, con un gregoriano, me atrevería decir popular pero exquisito. Las mascarillas necesarias por la situación sanitaria, así como la distancia entre el pueblo, la comunidad y el coro, por las mismas razones, no fueron obstáculo para una compenetración extraordinaria en la que la música sacra se convierte en oración sublime, con la ayuda de José Luis Echechipía, en el

    timón del órgano que entre sus tubos tiene, como es nuestro caso, uno que lleva el nombre familiar.

    La homilía de Dom Juan Manuel fue una pieza bien trabada y trabajada. Comenzó con un repaso a la historia floreciente de la Navarra de Sancho III el Mayor (1004-1035) y de sus sucesores, alguno de ellos con sus restos en el panteón real del monasterio. Coincidió precisamente este periodo con el de los abades-obispos, en los que los reyes navarros ejercieron durante ocho décadas su influencia proponiendo el doble papel de regir la diócesis y Leyre. Después del marco histórico, se refirió a la figura de san Veremundo, un benedictino de los pies a la cabeza, que supo con unidad de vida, practicar consejos a reyes con la labor de gobierno de una comunidad fuerte y numerosa, sin olvidar las obras de caridad que la Regla benedictina propugnaba. El Ora et Labora fue como no podía

    Las mascarillas necesarias por

    la situación

    sanitaria, no

    fueron obstáculo

    para una

    compenetración

    extraordinaria

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    Milenario de San Veremundo

    ser menos, el móvil de su vida. El padre abad hizo mención de las relaciones entre Irache y Leyre, que justamente tienen momentos álgidos en el siglo XI, como se puede comprobar en la magna obrería del monasterio de Leyre y en el caso de Irache, de las obras de excavación que en Irache han puesto de manifiesto. El hallazgo de una lauda funeraria enterrada que un sobrino del primer abad conocido Teudano –año 958– manda esculpir, hace pensar razonablemente con la arqueología por medio, que el monasterio primero del que hay restos y perímetro estimados, puede remontarse al siglo IX.

    En esa relación Leyre-Irache en el siglo XI, se constata según la documentación medieval, entre 1058 y 1080, es decir en el abadiato de Veremundo, éste testifica, da fe, en varios diplomas –he comprobado ocho– de la Colección diplomática de Leyre, estudiada como también lo fue la de Irache, bajo el magisterio de José María Lacarra, por el profesor Ángel Martín Duque, a quien el medievalismo navarro tanto debe. Después de los retazos históricos del padre Abad, hubo en sus palabras una reflexión profunda hacia la vida interior, necesidad de todo cristiano, y a integrar en la unidad de vida, el trabajo, las preocupaciones personales y sociales, con la vivencia de la fe bien trabada en el acontecer diario.

    La misa con oraciones propias inscritas en el santoral diocesano de Navarra, fue seguida con unción y gran recogimiento. Al final el Coro de Cámara Spem in alium, ofreció un concierto iniciado con melodías del rey trovador Teobaldo I, para seguir con Cantigas del rey Alfonso X, y adentrarnos con el cancionero de Palacio, en la época moderna con Juan Bautista Cabanilles, Francisco Peñalosa y Diego Ortiz. El siglo XIX, de la mano Pedro Aranaz, fue la última aportación, que sin romper la intensidad, sí quebró el silencio con un prolongado aplauso, extensivo a al maestro organista José Luis Echechipía París.

    Horas de pax benedictina, con san Veremundo de Irache en el horizonte milenario en un año que nos mueve a meditar sobre el sentido del ora y labora benedictino, la plegaria y la acción en nuestra vida, vividas en fraterno encuentro de Amigos; sentimos el calor de la familia espiritual del santo abad que homenajeamos un cuatro de octubre de este año de gracia superando la desgracia que nos tienta la viral epidemia. Un motivo más para contemplar la trascendencia a ojos de eternidad, como san Virila, fiesta precisamente el día anterior, tres de octubre, en este monasterio que ayuda a tener perspectiva sobre la vida y la muerte. JTL.

    Jesús Tanco Lerga

    Izquierda: Palabras de D. José Miguel Ruiz San Martín, Presidente de la Asociación de Amigos de Irache, al final de la Misa de conmemora-ción del Milenario de San Veremundo. Derecha: Presidentes y Directivos de los Amigos del Camino de Santiago en Navarra y del Monasterio de Irache..

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    Milenario de San Veremundo

    Durante este año estamos cele-brando el milenario del naci-

    miento del abad San Veremun-do, acaecido en el año 1020.

    Figura señera del Monas-terio benedictino de

    santa María de Irache, donde gobernó como abad en la se-gunda mitad del siglo XI.

    Hoy lo celebramos en este Monasterio

    t a m b i é n benedict ino de Leyre. Y así, de alguna manera, ideal pero no menos real, queremos hermanar en esta ocasión única a estos dos puntales

    monásticos de Navarra: Leyre e Irache. Estos dos monasterios benedictinos destacaron, en aquel incipiente Reino de Pamplona del siglo XI, como los dos referentes espirituales del Reino. Centuria aquella, sin duda, singular y gloriosa, mas no exenta de convulsiones y dificultades históricas. Al esplendor de la primera mitad del siglo XI le sucedieron tiempos de violencia y confusión. Recordemos que con Sancho el Mayor, el Reino de Pamplona había alcanzado su mayor extensión territorial y hegemonía entre los reinos hispánicos.

    Incluso nuestro Monasterio de Leyre contribuía a aquella época gloriosa sentando de manera sucesiva en la sede episcopal de Pamplona como obispos a cuatro de sus abades. Sin embargo, con los sucesores del rey Sancho, García el de Nájera y Sancho, el de Peñalén se producirá un decisivo desmembramiento del Reino seguido en el último decenio de profundos cambios socio-políticos y eclesiales auspiciados por Sancho Ramírez, que, entre otras cosas, promoverá la paulatina introducción del rito romano en sus dominios sustituyendo al antiguo hispano, por el que tanto había abogado San Veremundo.

    En este domingo, en esta iglesia de San Salvador de Leyre contemporánea de san Veremundo queremos rememorar la figura del santo abad de Irache. El contexto monástico de Leyre se nos presenta como el marco adecuado y merecido para ofrecer dicho homenaje. La Comunidad benedictina de Leyre se siente por ello profundamente honrada al asumir este noble deber de hacer memoria benedictina del santo abad de Irache. Nuestra común filiación al espíritu y a la Regla de N.P. san Benito nos obliga fraternalmente a ello, como los hermanos benedictinos cercanos a vuestro Santo Abad. Y junto a nosotros sentimos la cercanía espiritual de nuestras hermanas benedictinas de Estella.

    En San Veremundo podemos contemplar cabalmente la fisonomía psicológica, moral y vital de un perfecto discípulo de N.P. san Benito. Sabemos por la historia que Veremundo ingresó en el Monasterio hacia los doce años de edad. Ya, desde niño, fue moldeando su personalidad en la sabiduría de la Santa Regla. En esta escuela del «divino servicio» se fue fraguando el noble corazón de aquel joven monje, con las cualidades más queridas por san Benito: la humildad sólida; la piedad sincera y profunda; y el auténtico buen celo de caridad. Su

    San Salvador de Leyre, octubre de 2020

    Homilía del P. Abad en la Celebración del Milenario de San Veremundo de Irache

    Imagen y reliquia de San Veremundo, veneradas en Leyre.

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    Milenario de San Veremundo

    vida toda transcurrió en el marco del monasterio de Irache, al compás del ora et labora benedictinos. Gracias a esto, desde el retiro de su monasterio irradiará toda la riqueza de su personalidad y toda la fuerza de su caridad.

    Discípulo aventajado desde jovencito, se destaca pronto como el siervo bueno y fiel en lo poco, en los cargos que su tío el abad don Munio tuvo bien encomendarle, principalmente como prudente y caritativo portero. Esa constante fidelidad diaria en lo pequeño daría a la larga sus frutos. Llegó el día, (hacia 1052), siendo aún joven, en que la comunidad le confía el cuidado no ya de la puerta sino de todo el monasterio, eligiéndole como abad del mismo y padre de su comunidad. Pues quien bien había guardado la puerta del aprisco, mejor sabría guardar el rebaño. El que es fiel en lo poco es también fiel en lo mucho (Lc 16,10), nos decía hoy el Evangelio. Al que es fiel en lo poco se hace merecedor de que se le confiera autoridad sobre los demás (cfr. Lc 19,17).

    En Irache llegará a ser un santo abad que veló por el bien integral de sus monjes, que acogió con gran corazón a pobres y peregrinos en el amor de Cristo. Para él la palabra de Dios iluminaba su vida y sabía transmitirla a la vida concreta de las gentes de su entorno e incluso de los reyes que los gobernaban. En su abadiato se revelará como un verdadero hombre de Dios, inteligente y emprendedor, de sobresaliente prudencia y con grandes dotes de gobierno, un consejero muy estimado y respetado por los reyes pamploneses. Él llevará a su monasterio de Irache al máximo esplendor de irradiación espiritual, cultural y humanitaria, con más de 40 casas dependientes y un hospital de peregrinos, que llegará a ser etapa obligada e insoslayable para los peregrinos del camino de Santiago.

    Viviendo la espiritualidad benedictina, nuestro santo abad Veremundo aprendió que la vida misma es una gran peregrinación hacia el Cielo, y solo Cristo es el Camino que nos puede llevar a él. Por lo cual, importa mucho recorrerlo a buen paso para avanzar. Lo tenía bien presente Veremundo cada vez que leía en la Regla de san Benito: «Corramos mientras

    En esta escuela del «divino servicio» se fue

    fraguando el noble

    corazón de aquel joven

    monje, con las cualidades

    más queridas por

    san Benito: la humildad

    sólida; la piedad sincera y

    profunda; y el auténtico

    buen celo de caridad.

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    Milenario de San Veremundo

    Monasterio de Santa María de Irache. Vista exterior.

    nos dura la luz de esta vida y hagamos lo que más nos conviene para alcanzar la eternidad» (Prólogo de la Regla de San Benito). Importa, sobre todo, acertar en el sentido y dirección que caminamos, no sea que en vez de avanzar y volver a Dios, nos apartemos de Él. Esta es la visión católica de la historia. Válida para los tiempos de san Veremundo… y no menos para los nuestros, con sus retos y dificultades de todo género. Todos nosotros formamos parte de la Iglesia, como la gran multitud de ciudadanos que peregrinan aún por este mundo para alcanzar la ciudad de Dios. Oigamos a san Agustín: «La morada actual es ciertamente morada de tentaciones… y de toda clase de males: el trabajo, el dolor, el temor, la tribulación… aquí viven los falsos felices, los verdaderos infelices. Bienaventurados los que lloran en esta peregrinación… Cuando desaparezca nuestro llanto, todos a una, formando un solo pueblo, una sola patria, seremos consolados con los ángeles que cantan a Dios, con los coros de los que moran en la única ciudad de los vivientes».

    En sintonía con esta sensibilidad benedictina, San Veremundo favorecerá la peregrinación a Santiago

    como una experiencia de apertura del corazón, de interioridad y de fe, pues el contacto con el Apóstol Santiago, favorecía que el peregrino se dejarse iluminar por la luz del Evangelio, se recuperase a sí mismo y reorientase su peregrinación terrena, no solo hacia Compostela sino hasta el mismo Reino de los Cielos.

    En tres meses escasamente, comenzará un nuevo Año Santo Jacobeo. Será un Año Santo propicio para cultivar y redescubrir más el profundo sentido religioso y cristiano del Camino. Pidámosle al santo Abad de Irache y Patrón del Camino de Santiago en Navarra, que nos enseñe a recorrer esta vida como peregrinos hacia el Cielo, hacia la casa de Dios. Y que a todos los peregrinos jacobeos les alcance de Dios la gracia de una experiencia espiritual fuerte que oriente y transforme su vida a la luz de Cristo, también peregrino en Emaús, y que, Resucitado, sigue saliendo siempre a peregrinar junto a nosotros para encontrarnos en el camino de nuestras vidas.

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    Vida monástica

    El pasado 2 de septiem-bre el P. Francisco Javier Urós Murillo era elegi-do para ocupar la Sede Abacial del Monasterio Cisterciense de Santa María de La Oliva, que había quedado vacante el 27 de julio, por la muerte del abad Dom Isaac Totorica, quien por espacio de once años rigió los destinos de esta conocida abadía navarra. Posteriormente el 7 de octubre el nuevo prelado recibía de ma-nos del Sr. Arzobispo de Pamplina la bendi-ción abacial.

    Muy amablemente Dom Javier Urós ha contestado nuestras preguntas

    ¿Cómo se presentaría el P. Javier?

    Mi nombre es Francisco Javier Urós Murillo pamplonés de 57 años, mis padres nacieron en Ruesta un pueblo muy cercano a Leyre, hoy sus tierras están bajo el pantano de Yesa, pero el pueblo no fue inundado y se puede ver desde la plaza del monasterio. Hemos sido 9 hermanos, en la actualidad 8. Con 19 años marché a Barcelona e ingresé en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Estuve hasta los 26 que regresé a Pamplona. Estuve trabajando en el hospital psiquiátrico de Pamplona y posteriormente en la unidad de agudos de salud mental en el hospital Virgen del Camino, hasta que marché al Monasterio de La Oliva.

    ¿Qué es lo que más le atrajo de la vida mo-nástica cuando ingresó en La Oliva?

    Empecé a venir a La Oliva buscando descansar y pasar unos días de retiro y oración. Quedé muy impresionado con la vida que llevaban los monjes de oración, trabajo, estudio…y pensé que no sería capaz de llevar una vida así, sobretodo empezar la jornada a las, 4,30 h. con el oficio de Vigilias y poco a poco el Señor fue haciendo su obra y en septiembre de 1993, ingresé como postulante. Me atrajo el silencio, la paz que se respiraba y sobre todo su iglesia.

    El pasado día 2 de septiembre fue elegido Abad de La Oliva. ¿Cómo recibió la elección?

    Como ya dije en otra entrevista, con temor y temblor, hacía poco más de un mes que había fallecido el P. Isaac, después de un proceso muy doloroso. Yo estaba de Prior Titular en el Monasterio

    HABLAMOS CON EL NUEVO ABAD DE LA OLIVA, DOM JAVIER URÓS

    «El Abad tiene que ser Padre, Maestro y Médico»

    Dom Javier Urós en la Misa de su bendición abacial.

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    Vida monástica

    de Santa María de Las Escalonias, fundación de La Oliva, en Hornachuelos (Córdoba). Volvía al monasterio en el que entré. Estuve 11 años, de 1993 a 2004, en que me mandaron a Escalonias, he estado allí 16 años. Sabiendo que esa era la Voluntad del Señor manifestada a través de la Comunidad, dispuesto a servir y entregarme a los hermanos.

    ¿Cómo describiría usted la figura y el rol de un abad en nuestros tiempos?

    El abad tiene que ser padre, maestro, médico…así nos lo dice San Benito en su Regla y hoy en día esto tiene plena vigencia; tiene que ser padre atento a las necesidades de sus hijos, amando a sus hijos como el Padre, «el Abad hace las veces de Cristo en el Monasterio», enseñando sobre todo con su ejemplo y animando a vivir la vida monástica en el día a día; médico que cure, que sane al hermano herido, siendo misericordioso.

    En pleno siglo XXI ¿Qué puede aportar un monasterio a la sociedad?

    Los monasterios siempre han sido lugares de acogida y de escucha para todo el que se acerca a ellos. Debemos presentar a la sociedad nuestra forma de vivir con sencillez, donde otra forma de vivir es posible sin tantas prisas y dando valor a lo que realmente importa.

    ¿Tiene algún proyecto especial para su aba-diato en La Oliva?

    Nuestro querido P. Isaac, dejó en marcha un proyecto de reforma integral de la iglesia de La Oliva, que esperamos pueda llegar a ejecutarse, el proyecto va por buen camino.

    Escribía Santa Teresa de Jesús que les tocaba vivir «tiempos recios». Los nuestros no son menos. ¿Qué cree usted que puede ayudarnos en estos momentos?

    En este tiempo, en el que se ha trastocado por completo nuestra forma de vivir hasta ahora, tenemos que intensificar nuestra oración para que esta pandemia, de la que tenemos que salir fortalecidos, pronto desaparezca. Hemos de vivir con serenidad, descubriendo todo lo bueno que hay en el ser humano y nosotros, como cristianos y monjes, hacer visibles con nuestra vida los valores siempre actuales del Evangelio del Señor.

    Agradecemos cordialmente las amables respuestas del P Javier, a la vez que le deseamos un fecundo abadiato, para el bien de su comunidad y lo encomendamos al Señor, bajo la intercesión de su Santísima Madre y de todos los Santos monjes que nos han precedió.

    Izq.: Entrega del báculo de pastor a Dom Javier, por el Sr. Arzobispo. Dcha.: Iglesia abacial de Santa María de La Oliva.

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    Este año, el Monasterio de Leyre ha acogido en su templo el proyecto Bfabemi.org, creado por la Asociación Navarra de Amigos del Órgano (ANAO) y cuya prime-ra edición concluyó el 1 de noviembre. El órgano de Leyre fue uno de los protagonistas del pro-yecto, habiendo sonado durante las liturgias y las audiciones que las prece-dían gracias a la maestría de cinco organistas nava-rros. La promoción de los valores y del potencial de la cultura a través del pa-trimonio organístico y de quienes trabajan entorno al órgano es el principal objetivo de Bfabemi.org. Y el testimonio de su vi-vencia nos presenta hoy Iosu Larumbe, músico pamplonés y profesor de len-guaje musical y piano, que comparte su experiencia y asombro como uno de los organistas, invitados a llenar el monasterio de sonido, a la vez que impregnarse de la riqueza espiritual y cultural del lugar.

    ¿Qué es lo que marca sus visitas organísticas al Monasterio?

    Cada vez que vuelvo a Leyre, me siento como en casa. Los propios monjes te abren las puertas, te aseguran una disponibilidad total del órgano, incluso te invitan a comer con ellos… Venir aquí agrada.

    Esta vez viene a acompañar la liturgia domi-nical con una audición previa. ¿Qué le suscita el arrancar con este nuevo formato que ofrece el proyecto Bfabemi.org?

    Es un buen comienzo que espero que tenga un largo recorrido. Porque el lugar escogido para

    el desarrollo del proyecto es, sin duda, ideal: se hace muy sencillo integrar la música orgánica de la audición con la liturgia, y es algo que se lleva haciendo todos los domingos desde que se construyó en 2014 el órgano actual. Tal integración adquiere en Leyre un marcado carácter de naturalidad, lo cual no ocurre en otros lugares, como parroquias o auditorios. Y es lo que hace este lugar tan único e invita a que la gente venga y se quede, se pare a admirar.

    ¿Cuál es su impresión de esta audición?

    Ha sido muy agradable. Se aleja bastante de lo que es una audición en el marco de un concierto. Aquí, en Leyre, me he sentido parte de un rito que va más allá de interpretar o escuchar música. Y es algo del ambiente, algo que lo fusiona todo y lo integra en el propio clima del lugar.

    Muchos visitantes del monasterio perciben

    IOSU LARUMBE

    «En Leyre, el tiempo forma un todo con lo eterno»

    Iosu Larumbe.

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  • Leyre cultural

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    que la liturgia de Leyre es un todo en el que no hay lugar a elementos sueltos, so-brantes, excesivos…

    Para mí es como viajar en una máquina de tiempo al milenio pasado. La pureza del canto gregoriano, la propia piedra, la luz, el rito… Aquí el tiempo deja de ser tan volátil, adquiere permanencia, se integra en lo eterno. Y es lo que hace tan especial a este lugar.

    ¿Qué diría en cuanto a la integración del papel del organista en la liturgia?

    Me ha sorprendido lo bien que está todo llevado, hilado y registrado. Incluso me gustaría que en la edición siguiente del Bfabemi.org el organista invitado estuviera más integrado en la labor del titular, que participe del canto de los monjes. Durante la misa, me he sentido tanto solista con el protagonismo propio como acompañante de una comunidad de monjes, y la verdad es que me ha llamado la atención cómo el papel del organista se fusiona con lo demás hasta formar parte de un todo, de una unidad, formar parte -propiamente- de la liturgia.

    Bfabemi busca una unidad entre el arte, la espiritualidad y la materia en la que se plas-man. ¿Qué diría sobre el rol del Monasterio en el patrimonio cultural navarro?

    Creo que hay que saber diferenciar la parte religiosa de la que no lo es, aunque solo sea una cuestión de perspectivas. En el caso de Leyre, hablamos del patrimonio inmaterial, y el hecho de que el rito se mantenga con tantos símbolos y características que permanecieron intactas en su sentido e incluso

    sus formas desde hace siglos, es algo que, en una parte, trasciende la re l igiosidad. Es interesante y necesario de mantener vivo, y Bfabemi.org pone de relieve esta cuestión. No traza líneas divisorias, sino que fusiona la cultura, la religión, la arquitectura, el mapa sonoro y el humano. Es el lugar, el ambiente, incluso hasta

    el clima de los montes. No creo que este lugar fuese escogido por los mojes de

    manera aleatoria en el momento de su fundación…

    Si tuviera que invitar a una de las «citas» que ofrece Bfabemi.org en el Monasterio a una persona ajena al mundo espiritual y del órgano, ¿qué le diría?

    La primera vez que dije «¡vamos a Leyre!» en una situación parecida, fue a mi esposa, mientras todavía estábamos saliendo. Se lo presenté como una excursión a un sitio privilegiado, donde se funde la naturaleza, la arquitectura, la historia y, además, se toca el órgano. Mi «receta» es tocar y hacer que las personas cierren los ojos y lo imaginen todo hace cien, doscientos, trescientos años. Que se empapen del olor y del sonido: el de la música, de las campanas, de la puerta que se abre, de las voces… De hecho, hay un elemento muy curioso de la liturgia, que es el incensario: por una parte, crea una neblina olorosa de misterio, pero su participación en el ofertorio es también un elemento sonoro interesante, que sirve de guía para el organista en plena interpretación.

    ¿Cree que el órgano del Monasterio de Leyre es una parte importante del su patrimonio material e inmaterial?

    Gran Organo de Leyre.

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    Por supuesto. En sí mismo, creo que el monasterio está perfectamente integrado en el panorama cultural de la región, es uno de los sitios más visitados en Navarra. Pero desde que tenemos el órgano nuevo, es importante darle esta dimensión de importancia dentro del conjunto del monasterio. Es un órgano muy grande, con tres teclados, lo cual no abunda en Navarra. Es una oportunidad enorme tanto para los amantes de la música como para los estudiantes del órgano. Hace más de diez años, la clase de Historia de la música del Conservatorio de Pamplona se trasladó un día a Leyre para una sesión con don Javier Suárez, el monje organista que explicó a los chavales la estructura del gregoriano y de las vísperas, a las que esos asistieron después. También en los últimos años, el organista titular del monasterio José Luis Echechipía impartió unas sesiones a los estudiantes explicándoles el funcionamiento del órgano y sus características. Cuando yo era alumno, el maestro organista pamplonés Raúl del Toro tuvo la idea de implementar sesiones, clases magistrales o incluso retiros para los estudiantes del órgano para que convivan con los monjes a la vez que aprendan las partes liturgicas, los oficios y el canto gregoriano en cuanto organistas. Y me parece una idea grandiosa para la formación de un organista, que permite ir un poco más allá de la sequedad teórica y lo aburrido de los esquemas y estructuras. Es imprescindible estar aquí y mamar, empaparse del alrededor.

    ¿Cuál es la huella que deja Leyre en el interior de las personas?

    Creo que este lugar ya tiene un poso importante en la sociedad navarra. Lo bonito sería pensar en Leyre y que se asocie con «románico», «monjes», «canto gregoriano», pero también con «órgano». Y ya se hacen las cosas para que sea realidad. Al final, una celebración dominical debe hacerse bien, y el órgano resulta imprescindible. Las vidas de los monjes y también de muchos de nosotros giran en torno a una creencia cuyo máximo reflejo es la celebración eucarística con todo lo formal que la integra, es lo que más te ayuda a palpar lo trascendente.

    Salomea Slobodian

    Iosu Larumbe (Pamplona, 1983)

    Natural de Marcilla, realiza los estudios de órgano en el Conservatorio Superior de Música de Navarra con el profesor Raúl del Toro. Asimismo, es titulado en Pedagogía del Lenguaje y la Educación Musical en el mismo centro. Es profesor de lenguaje musical y piano y desde el año 2000 desarrolla una asidua labor como pianista y organista acompañante junto a la Coral San Andrés de Villava al mismo tiempo que colabora con regularidad con diferentes conjuntos corales de la comunidad. Igualmente, alterna dichas actividades con labores de organista litúrgico en diferentes parroquias. Como músico acompañante o solista ha ofrecido recitales en diversas localidades de la geografía navarra.

    Salomea Slobodian (Kiev, 1998)Periodista, filósofa y violinista aficionada proveniente de Ucrania, que en la actualidad realiza los estudios doctorales en Filosofía en la Universidad de Navarra. Como miembro de la Asociación Navarra de Amigos del Órgano (ANAO) desde 2019, se especializó en la creación de narrativas que transmiten con palabras la intimidad del intérprete de una obra musical, plasmada en lo material de un instrumento, apuntando a lo trascendente. Asimismo, ha sido una de las colaboradoras en el desarrollo del proyecto Bfabemi.org, en cuanto a la labor de campo, recogida de testimonios y creación de contenidos periodísticos.

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    Crónica de LeyreCrónica de LeyreJunio-Diciembre 2020

    Fr. Ramón Molina Piñedo

    Acontecimientos

    Para ambientarnos a la Jornada Pro-orantibus, dedi-cada a las comunidades religiosas de vida contempla-tiva, que celebramos el día 7 de junio, domingo de la Santísima Trinidad, leímos en el refectorio, la presen-tación de dicha jornada preparada por los obispos de la Comisión episcopal para la vida consagrada.

    Abandonamos la sala capitular el sábado, día 26 de junio en donde, desde el 14 de marzo, y a puertas cerradas, durante casi tres meses y medio, hemos celebrado nuestra liturgia, debido al confinamiento impuesto por el Gobierno Central por causa de la terrible pandemia de coronavirus. El primer oficio que cantamos en la iglesia fue el de Vísperas. El mismo día se abrió la iglesia al culto público y comenzaron a funcionar, otra vez, tanto la hospedería externa como la tienda de recuerdos, amén de las visitas turísticas a la iglesia y a la cripta.

    Sin embargo, la hospedería interna tardará un tiempo en abrir sus puertas, porque como durante la primera quincena de julio, que era cuando pensábamos abrirla otra vez, tuvieron lugar nuevos rebrotes de coronavirus en toda nuestra zona y, habida cuenta de las condiciones que hacen inevitable una convivencia entre los huéspedes y la comunidad, nos recomendaron las autoridades sanitarias locales, como medida prudencial, retrasar su apertura. Si Dios quiere, más adelante, cuando estemos en mejores condiciones sanitarias, estaremos encantados de continuar acogiendo de nuevo a tantos sacerdotes, religiosos, seglares y transeúntes que buscan un refugio espiritual en la hospedería monástica. Mientras tanto, les tenemos

    muy presentes en nuestra oración ante nuestro Señor y Salvador, Jesucristo, y su Madre la Virgen de Leyre.

    Desde mediados de julio contamos con el P. Norberto Núñez, de la comunidad de Santo Domingo de Silos, que pasará unos años entre nosotros para ayudarnos en las tareas de la mayordomía en un momento en el que se prevé una fuerte crisis no solo sanitaria sino también económica. El P. Abad, que había solicitado

    P. Norberto Núñez.

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    Leyre día a día

    Ordenación sacerdotal del P. Isaac Castejón el por Mons. Damián Iguacen, recientemente fallecido.

    esta ayuda fraterna a nuestra casa restauradora, se desplazó los días 15 y 16 de julio hasta Silos para recoger al P. Norberto. De camino se detuvo unas horas en Soria, en la floreciente comunidad de monjas clarisas para atender espiritualmente a la antigua abadesa Madre Margarita, gravemente enferma. Y unos días después, definitivamente instalado en Leyre, el P. Norberto fue nombrado primer Mayordomo de nuestro monasterio en una sesión capitular.

    El P. Isaac Castejón celebró sus Bodas de plata sacerdotales el día 18 de julio. Presidió la Misa conventual y pronunció una bella y emotiva homilía. Al término de la misa cantamos el Te Deum laudamus, pero hubo que suprimir el tradicional besamanos. Y como ejerce como encargado de la cocina, tuvo algunos detalles en la mesa. Después tuvimos un recreo extraordinario en la Sala de Comunidad.

    El día 22 del mismo mes dimos comienzo a un novenario de preces a los benedictinos mártires del Pueyo, los Beatos Mauro Palazuelos y Compañeros, para encomendar a Dios al P. Isaac Totorika Izaguirre, abad del monasterio cisterciense de la

    Oliva, gravemente enfermo, y desahuciado ya por los médicos que le atendían.

    En el mes de agosto llegaron a Leyre ejemplares de una publicación para niños dedicada a Nuestro Padre San Virila. Cuenta una docena de páginas y otras tantas ilustraciones. El autor del texto es D. José Esparza. Los dibujos y el colorido, hechos todos a mano, son de Dña. Charo Lezaun, padres de nuestro fray Juan Ignacio Mª. Un folleto precioso, que cuenta e ilustra la piadosa leyenda del monje santo de Leyre en el lejano siglo X.

    En sobres, con el nombre expreso de cada uno de los monjes, el día 28 de dicho mes y víspera de las Fiestas Patronales de Yesa, el Ayuntamiento del pueblo, y en su nombre su alcalde, don Roberto Martínez Luyorgo, nos regaló una mascarilla para cada monje.

    Pocos días después, el 2 de septiembre nos comunicaron desde el monasterio de la Nuestra Señora de la Oliva la elección de su nuevo Abad, Dom Javier Urós Murillo. Navarro de nacimiento, ejercía el cargo de Prior en el monasterio de

    Profesión del P. Prior, Oscar Jaunsaras. Canto del Suscipe.

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    Nueva publicación para niños sobre San Virila, cuyos autores son los padres de nuestro fray Juan Ignacio Mª.

    Nuestra Señora de las Escalonias en Hornachuelos (Córdoba), fundación del monasterio de la Oliva. Había sido elegido Prior el año 2018 y un año después, en el mes de junio de 2019, fue ordenado sacerdote.

    El 21 de septiembre el P. Oscar, Prior de nuestro monasterio, celebró las Bodas de plata de su profesión monástica en la intimidad de la comunidad, con un rito que es siempre muy emotivo. Como se acostumbra, la Misa de pontifical fue presidida por el P. Abad, el cual pronuncio la homilía. Y el P. Óscar renovó su profesión, seguida del canto del Suscipe. A causa de las restricciones aconsejadas frente al coronavirus no hubo participación alguna de familiares e invitados. Luego, hubo algunos detalles en el refectorio, amén de un recreo festivo en la sala de comunidad.

    EL personal del Centro de Salud, que tanto nos ayuda y está siempre pendiente de nosotros, vino al monasterio el día 28 de septiembre para someter a una revisión médica a cada uno de los miembros de nuestra comunidad a fin de comprobar si continuamos sin contraer el coronavirus. Gracias a Dios, las PCR dieron todas negativo.

    El P. Javier Fortún, con sus 89 años, muy bien llevados, por cierto, es el decano de la comunidad. Regresó al monasterio el día primero de septiembre, después de pasar ocho días en el Hospital de Navarra, donde fue intervenido quirúrgicamente de la rotura de una sus caderas. Gracias a Dios evoluciona felizmente.

    Algunos días después, el P. Luis Mª también tuvo que ser ingresado en el Hospital de Navarra para implantarle un marcapasos.

    Ante el nuevo avance del covid y la entrada en vigor de las nuevas medidas con que en Navarra se pretende frenar su expansión, el 3 de noviembre se cerró la hospedería externa, la tienda de recuerdos y las visitas guiadas a la cripta y a la iglesia. Con todo, la iglesia continúa abierta al culto público. También desde el día 3 noviembre celebramos los oficios de Vigilias y de Laudes en la Sala capitular. Y comenzamos a cantar, con gran fervor e intensidad, al finalizar las horas de Laudes y de Sexta, sendas antífonas a la Virgen de Leyre, pidiéndole que nos proteja de la pandemia. Por lo demás, continuamos ofreciendo la Santa Misa y plegarias diarias en

    Fray Ernesto Biain, fray Martín Eduardo Oliver y fray Juan Ignacio Mª. antes de

    recibir el ministerio del Lectorado, escuchando las palabras que

    les dirigió el P. Abad.

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    los oficios de Laudes y Vísperas por todos los enfermos y difuntos y por quienes están en primera fila de batalla: los profesionales de la salud, los capellanes y agentes pastorales, los agentes y fuerzas de seguridad y los hombres y mujeres de ciencia para que encuentren las soluciones adecuadas y se venza este virus.

    El día 16 de noviembre, fiesta de Santa Gertrudis, en la misa conventual nuestros hermanos fray Ernesto Biain, fray Martín Eduardo Oliver y fray Juan Ignacio Mª. recibieron de manos del P. Abad el ministerio del Lectorado.

    Agenda del P. Abad

    Con motivo de la Jornada Pro-orantibus, que este año tuvo lugar el 7 de junio, fue entrevistado en Ra-dio María en el programa Sacerdotes de Dios, dirigido por Miguel Ángel Arribas.

    Acompañado por los PP. José Antonio y Norberto, el día 18 de julio, asistió en Roncesvalles a la apertura oficial del Año Santo Jubilar que se ha concedido con motivo el VIII centenario de la consagración de su iglesia colegial. Concelebró en la solemne Eucaristía presidida por nuestro Arzobispo de Pamplona, Mons. Franciso Pérez. Un año de gracia en el transcurso del cual se celebrarán numerosos actos religiosos, civiles y culturales.

    En compañía del P. Norberto, el 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor participó en la bendición del nuevo abad del monasterio de Santa María Magdalena de Ganabogie (Francia), Dom André Ardouin. El nuevo prelado es muy estimado en nuestra comunidad, por las distintas visitas que ha realizado a Leyre en razón de su cargo de Visitador económico de nuestra Congregación de Solesmes. De regreso a Leyre, los PP. Juan Manuel y Norberto pasaron por Zaragoza para visitar a nuestras hermanas benedictinas del monasterio de San Benito de Miralbueno Alto.

    Bendición del nuevo abad de La Oliva, Dom Javier Urós.

    El VIII Centenario de la consagración de la Colegiata de Roncesvalles se celebra con un Año Santo Jubilar.

    Sor María Goretty Delgado emitiendo la Profesión perpetua en Alzuza, ante su abadesa la M. Asunción Jáuregui.

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    Bendición del nuevo abad de Ganagobie, Dom André Ardouin. El hasta ahora Comandante Militar de Navarra, general D. Carlos Aparicio vino a despedirse de nuestra comunidad acompañado de su sucesor el coronel D. Francisco Martínez.

    El 12 de septiembre por la tarde, junto con el P. José Antonio y fray Iñaki, participa en el monasterio de nuestras hermanas benedictinas de Santa María Magdalena de Alzuza, en la celebración de la Profesión perpetua y Consagración de Vírgenes de sor Maria Goretty Delgado Mirando, que fue presidida por nuestro Arzobispo, Mons. Francisco Pérez.

    El 7 de octubre, fiesta de la Virgen del Rosario, participó en la bendición del nuevo abad del monasterio de La Oliva, Dom Javier Urós Murillo.

    Visitantes destacados

    El 2 de septiembre recibimos la visita de doña Yolanda Barcina, ex-presidenta del Gobierno de Navarra y también ex-alcaldesa de Pamplona. Vino acompañada de su esposo, don Manuel Pizarro.

    En el mes de agosto recibimos la visita de Dña. Emilia Alba, madre de nuestro P. Fco. Javier

    Suárez, a quien deseamos que se conserve con tan buena salud.

    El día 18 de noviembre viene a despedirse el general Comandante Militar de Navarra D. Carlos Aparicio Azcárraga. Le acompañan el coronel D. Francisco Martínez Lozano que le va a suceder en el cargo y D. César Magaña, párroco de San Nicolás y capitán capellán castrense de Navarra.

    Ministerios extraordinarios

    El primero de junio en una convivencia-catequesis dirigida a los jóvenes confirmandos de las parro-quias de Sangüesa, fray Juan Ignacio Mª. dio su testimonio vocacional y habló de la vida monástica en Leyre. Después de dicha intervención, se entabló un coloquio muy animado entre nuestro monje y los jóvenes confirmandos.

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    Cultura y formación

    El sábado 8 de agosto, después de la celebración de las Vísperas se reanudaron los conciertos musicales en nuestra iglesia, suspendidos durante los meses de confinamiento por causa del coronavirus. Interpre-tado por Francesa Croccolino, al piano, y Alberto Itoiz Nicuesa, con la flauta travesera, desarrollaron un programa con seis obras del repertorio clásico de la flauta travesera. Eran obras de seis autores fran-ceses de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, época clave en el resurgir de la flauta travesera como instrumento solista.

    El domingo, día 4 de octubre, tuvo lugar en la iglesia de Leyre uno de los actos religioso-culturales programados por las asociaciones de los Amigos del Monasterio de Irache y de los Amigos de Camino de Santiago en Navarra para honrar al abad Santo de Hirache, San Veremundo, con motivo de la conmemoración del milenario de su nacimiento. Se celebró una Misa, que fue presidida por el P. Abad de pontifical, y en la que intervino la Coral Spen in Alium, alternando con el coro de los monjes. Al término de la Misa, don José Miguel Ruiz San Martin, Presidente de los Amigos del Monasterio de Irache, dio las gracias a la comunidad por la grata acogida, en nombre de su asociación, así como de los Amigos del Camino de Santiago en Navarra, cuyo presidente, don José Miguel Rey Beaumont, también estaba presente en Leyre. Y finalmente la misma coral, dirigida por don Jesús Arristía Sáenz, ofreció a los asistentes un concierto sacro, interpretando obras que van desde el Medievo hasta el siglo XX. Al órgano estuvo nuestro organista don José Luis Echechipía.

    Otro concierto importante tuvo lugar el domingo 18 de octubre, después de la Misa conventual. Se trató de un concierto de órgano durante el cual D. José Luis Echechipia ofreció un repertorio formado por el Ofertorio y Elevación sobre Victima Pascali, de Eduardo Torres; la Sinfonía para órgano Op. 42, nº 5, de Charles Marie Winder; el Tríptico del Buen Pastor, de Jesús Guridi; y el Magníficat,

    de Miguel Echevesto. Por vez primera, el aforo de las personas que fueron admitidas a este concierto en nuestra iglesia fue del 30 por ciento de aforo máximo y manteniendo una distancia interpersonal de 2,25 metros por persona.

    El 2 de octubre, nuestros dos estudiantes, fray Martín Eduardo y fray Juan Ignacio Mª, participaron en la apertura del curso académico del Studium de teología de el monasterio de Montserrat, a través del cual cursan sus estudios eclesiásticos. El acto de apertura tuvo lugar después de la Santa Misa con una conferencia inaugural sobre el tema El leccionario como criterio hermenéutico de la Sagrada Escritura.

    Concierto de nuestro organista D. José Luis Echechipía del domingo 18 de octubre.

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    Donaciones

    En el mes de septiembre re-cibimos una estupenda do-nación de libros de don Juan Cruz Alli, expresidente del Gobierno de Navarra. Alrede-dor de 300 obras de los más variados temas sobre la his-toria, el arte, la arqueología, la hagiografía, el derecho y la etnología de Navarra.

    El 17 de octubre el P. Abad y fray Juan Ignacio Mª. se entrevistaron en Pamplona con don Luis Ángel López, el cual ha publicado una obra sobre el acompañamiento al órgano de las piezas gregorianas y ha tenido la gentileza de ceder los derechos del autor a la comunidad de Leyre. Extraordinario gregorianista y organista, don Luis Ángel fundó la Coral Gaudeamus, que a día de hoy dirige con maestría D. Raul Toro.

    Obras

    A fin de adecentar y arreglar el espacio colindante con el edificio de nuestra tienda de recuerdos por la parte de atrás, se ha cambiado la ubicación de los contenedores de basura de la hospedería exter-na. Y a tal efecto en el declive que existe entre el Aparcamiento para los coches y el Camino que lleva hasta la Fuente de las Vírgenes se ha excavado un espacio suficientemente amplio y discreto para la instalación de dichos contenedores. La obra se llevó a cabo durante los meses de este verano.

    También se llevaron a cabo obras de consideración en las cubiertas de los ábsides de la iglesia.

    Año Litúrgico

    La celebración de la solemnidad de Nuestro Pa-dre San Bento, Patrono principal de Europa, de este año ha revestido características peculiares. La Misa conventual no fue, como se acostumbraba, al mediodía, sino a las seis de la tarde. El grupo relativamente numeroso de sacerdotes que todos los años nos acompañaba en la Misa concelebrada se redujo a la mínima expresión. Por tanto, no hubo

    Nuestro Arzobispo D. Francisco con la comunidad en el día de San Benito.

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    Leyre día a día

    representación alguna de las comunidades religiosas de los alrededores, ni del monasterio de la Oliva, ni del Cura Párroco, ni de la Guardia Civil de Yesa, ni tampoco de los amigos y simpatizantes del monas-terio, que otros años llenaban los sitiales del coro y casi todos los bancos de la amplia nave de la iglesia. Con todo, tuvimos la alegría de tener entre nosotros a Mons. Francisco Pérez, nuestro Arzobispo, el cual vino a compartir con la comunidad la mesa de mediodía y, además, presidió de pontifical la Misa conventual, Sexta y Nona y las segundas Vísperas, pronunciando durante la Misa, con unción y mucho cariño, una homilía que gustó mucho a todos. En la Misa contamos con la asistencia del Presidente de los Amigos de Leyre, don Arturo Navallas, acompa-ñado de su mujer. Y tocó el órgano magistralmente don José Mª Berdejo Marín, Director del Coro de Infantes de la basílica de la Virgen del Pilar.

    Este año, en ausencia de nuestro P. Abad durante la solemnidad del Santísimo Salvador, titular de nuestra iglesia y de nuestro monasterio, el P. Luis

    Mª, nuestro P. Abad emérito, presidió de pontifical en la Misa y en los oficios de Laudes y Vísperas.

    El día de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María (15 de agosto), nos visitó el Obispo Auxiliar de Pamplona, Mons. Juan Antonio Aznárez, el cual presidió de pontifical la Misa conventual y predicó la homilía. Después, participó en los oficios de Sexta y de Nona y comió con la comunidad en nuestro refectorio. Acto seguido, durante un recreo festivo, nos hizo pasar un rato muy ameno.

    El domingo 30 de agosto nos acompañó en la Misa conventual una buena representación de vecinos de nuestro pueblo de Yesa, que vinieron a venerar a su Virgen, la cual desde hace algunos años custodiamos los monjes de Leyre. Este año no pudieron tener la imagen en la parroquia en los días de sus fiestas patronales, pues quedaron suprimidas a causa del covid. Y consecuentemente tampoco se celebró la romería que nuestros convecinos hacen

    El Obispo auxiliar D. Juan Antonio Aznárez nos presidió la Misa el día de la Asunción de la Virgen.

    Dom Isaac Totorika predicando la homilía del día de San Benito del 2012 en nuestra iglesia.

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    Leyre día a día

    a Leyre para dejarnos de nuevo la imagen de su Virgen, celebrar la Eucaristía con la comunidad y disfrutar de un día en fraterna convivencia festiva. Unidos a todo el pueblo de Yesa, pedimos a la Virgen, que la anómala situación de este año 2020 sea sólo un paréntesis en las celebraciones de sus fiestas patronales y que, superada la pandemia se puedan volver a celebrar el próximo año esos días tan entrañales de religiosidad popular, encuentro, armonía, diversión y buena vecindad.

    Nuestros difuntos

    El 29 de junio, solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, celebramos la Misa conventual por el eterno descanso de D. José Guasch, gran benefactor y ami-go de la comunidad, fallecido en Barcelona el 9 de junio. En dicha Misa participaron su mujer, sus hijos y nietos así como otros familiares y amigos.

    En el mes de julio murieron: el día 23 fray Julio Iglesias, monje-diácono del monasterio de Santa Cruz del Valle de los Caídos. En la mañana del día 27 fallecía Dom Isaac Totorika Izaguirre, abad del monasterio de La Oliva, con 59 años de edad y 11 de abadiato. Nuestro P. Abad concelebró en la Misa funeral, que tuvo lugar el día 29 y que fue presidida por el Sr. Arzobispo. Y el mismo día falleció en Tudela doña Presentación Oliván, tía materna de nuestro P. Isaac Castejón.

    El 5 de agosto murió don Armando Fortún, sobrino de nuestro P. Javier Fortún. Y el domingo 27 de agosto, participaron en la Misa conventual familiares y amigos de nuestro amigo don Fermín Lasa, de Logroño, recientemente fallecido.

    El día 12 de septiembre, en Oñate, Dña. María Juncal Abaunz Biain, prima de fray Ernesto Biain.

    El 17 de septiembre el falleció de D. Adriano Mayorga, padre de nuestro amigo don Rafael May orga, que residía en Miranda de Ebro.

    El 15 de octubre falleció D. Ricardo Visus, gran tenor, gran maestro y, sobretodo, gran persona. El maestro Visus ha impartido algunas sesiones de impostación de voz en nuestro monasterio.

    El 17 de octubre fallecimiento de fray Joaquín Medrano, monje del monasterio de Silos. Como los PP. Luis Mª y Norberto fueron superiores suyos durante su noviciado y en los años que fue conventual del monasterio de Montserrat de Madrid, el lunes 19 participaron en su funeral y sepelio. Les acompañaron fray Iñaki y fray Ernesto que también aprovecharon el viaje para visitar algunas de las instalaciones del monasterio que amablemente les enseñó y explicó el P. Alfredo, mayordomo silense.

    El 5 de noviembre falleció sor Gloria Ramírez, Priora del monasterio benedictino de Santa Cruz de Jaca.

    Finalmente, el 24 de noviembre fallecía en Huesca, a los 104 años de edad y 50 de episcopado, Mons. Damián Iguacen Borau. Era actualmente el obispo más longevo del mundo.

    D. Damián persona muy cercana a nuestra comunidad de Leyre casi desde su restauración monástica, pues ya en aquellos años 50 comenzó a venir como huésped a nuestro monasterio. En

    Mons. Damián Iguacen Borau.

  • Leyre · Boletín nº 172

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    Leyre día a día

    1958, siendo párroco de San Lorenzo de Huesca organizó una «Semana Litúrgica Pastoral» para la que contó con tres monjes benedictinos: los PP. Gregorio Díez, Manuel Garrido y Augusto Pascual. En Leyre hizo su retiro previo a la ordenación episcopal. Posteriormente siendo obispo ordenó de sacerdotes a tres monjes de nuestra comunidad: al P. José Antonio, al P. José Manuel y al P. Isaac. E igualmente en dos ocasiones predicó los Ejercicios espirituales a la comunidad.

    Celoso párroco y excelente predicador, ocupó en Huesca el cargo de Vicario de Pastoral y

    posteriormente rigió esta diócesis en calidad de Administrador Apostólico, Sede Plena. Ordenado de obispo en 1970 estuvo sucesivamente al frente de las diócesis de Barbastro, Teruel-Albarracín y Tenerife. Y una vez jubilado se mantuvo todavía muy activo dedicándose especialmente a la predicación de Ejercicios espirituales, tanto en España como en distintos países de Hispanoamérica.

    ¡Descanse en paz D. Damián, hombre de Dios, obispo entregado, persona muy afable, cordial y acogedora, y para nuestra comunidad un buen amigo!

    Nuevo obispo benedictino

    DOM ELÍAS LORENZO, ORDENADO OBISPO EL 30 DE JUNIO

    Abad Presidente de la Congregación Americano-Ca-sinense desde 2016

    El pasado 30 de junio, el Rvdmo. P. Dom Elias Lorenzo, OSB, hasta el momento Abad Presidente de la Congregación Americano-Casinense y monje de la abadía de Santa María en Morristown, Nueva Jersey, fue ordenado como Obispo titular de Tabuda y obispo auxiliar de la archidiócesis de Newark, Nueva Jersey.

    El P. Elías, de 59 años y nacido en Brooklyn, Nueva York, hizo su profesión monástica el 21 de marzo de 1985 y fue ordenado sacerdote el 24 de junio de 1989. Es licenciado en Filosofía y en Derecho Canónico, y tiene un máster en Teología Litúrgica y otro en Psicología.

    En su monasterio ejerció los cargos de Prior, Director de Liturgia y Rector de la iglesia abacial. Y entre los ministerios que ha desempeñado al servicio de la Confederación Benedictina figuran: el de Presidente de la Comisión Internacional de la

    Educación Benedictina, Prior de la abadía de San Anselmo de Roma, Procurador de su Congregación ante la Santa Sede y, desde 2016, Abad Presidente de la Congregación Americano-Casinense. E igualmente ha sido Presidente de la Comisión Litúrgica Diocesana de Paterson y Vicario de Religiosos en la diócesis de Metuchen.

    Lo encomendamos en nuestras oraciones, deseándole un fecundo episcopado.