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LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS DE LA FUNDACIÓN BBVA Dirigido por Dr. José Manuel Zubeldia Dra. M.ª Luisa Baeza Dr. Ignacio Jáuregui Dr. Carlos J. Senent

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  • LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALRGICAS DE LA FUNDACIN BBVA Dirigido porDr. Jos Manuel Zubeldia Dra. M. Luisa Baeza Dr. Ignacio JureguiDr. Carlos J. Senent

  • LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALRGICAS DE LA FUNDACIN BBVA

  • Dirigido por

    Dr. Jos Manuel Zubeldia Dra. M. Luisa Baeza Dr. Ignacio JureguiDr. Carlos J. Senent

    LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALRGICAS DE LA FUNDACIN BBVA

  • La decisin de la Fundacin BBVA de publicar el presente libro no implica reponsabilidad alguna sobre su contenido ni sobre la inclusin, dentro de esta obra, de documentos o informacin complementaria facilitada por los autores.

    No se permite la reproduccin total o parcial de esta publicacin, incluido el diseo de la cubierta, ni su incorporacin a un sistema informtico, ni su transmisin por cualquier forma o medio, sea electrnico, mecnico, reprogrfico, fotoqumico, ptico, de grabacin u otro sin permiso previo y por escrito del titular del copyright.

    Libro de las enfermedades alrgicas de la Fundacin BBVA /

    dirigido por Jos Manuel Zubeldia, M. Luisa Baeza, Ignacio Juregui

    y Carlos J. Senent 1. ed. Bilbao : Fundacin BBVA, 2012.

    487 p. ; 26 cm

    ISBN: 978-84-92937-15-8

    1. Alergia I. Zubeldia, Jos Manuel. II. Baeza, M. Luisa. III. Fundacin

    BBVA, ed.

    616

    Primera edicin, 2012

    los autores, 2012

    Fundacin BBVA, 2012 Plaza de San Nicols, 4. 48005 Bilbao

    ISBN: 978-84-92937-15-8DEPSITO LEGAL: BI-418/2012

    EDICIN Y PRODUCCIN: Editorial Nerea, S. A.ASESOR CIENTFICO EDITORIAL: Jos Julio Robles GardeazabalDISEO Y MAQUETACIN: EurosntesisIMPRESIN Y ENCUADERNACIN: Ddalo Offset, S. L. U.

    Impreso en Espaa - Printed in Spain

    Los libros editados por la Fundacin BBVA estn elaborados sobre papel con un 100% de fibras recicladas, segn las ms exigentes normas ambientales europeas.

    datos internacionales de catalogacin

  • Relacin de autores

    Dra. Elena Alonso Lebrero. Mdico especialista en Alergolo-ga y Pediatra. Servicio de Alergia del Hospital Materno-Infan-til Gregorio Maran, Madrid.

    Dra. M. Teresa Audicana Berasategui. Mdico especialista en Alergologa. Servicio de Alergologa e Inmunologa Clnica del Hospital Santiago Apstol, Vitoria-Gasteiz.

    Dra. M. Luisa Baeza Ochoa de Ocriz. Mdico especialista en Alergologa. Servicio de Alergia del Hospital General Univer-sitario Gregorio Maran, Madrid.

    Dra. Natalia Blanca-Lpez. Mdico especialista en Alergo-loga. Seccin de Alergologa del Hospital Infanta Leonor, Madrid.

    Dr. Carlos Blanco Guerra. Mdico especialista en Alergologa. Jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario de La Princesa, Madrid.

    Dra. Nieves Cabaes Higuero. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergologa del Hospital Virgen del Valle, Toledo.

    Dra. Victria Cardona Dahl. Mdico especialista en Alergo-loga. Seccin de Alergologa del Hospital Universitari Vall dHebron, Barcelona.

    Dra. Teresa Carrillo Daz. Mdico especialista en Alergologa. Jefe de la Seccin de Alergologa del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrn. Profesora asociada de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

    Dr. Toms Chivato Prez. Mdico especialista en Alergologa. Servicio de Alergia del Hospital Central de la Defensa Gmez Ulla, Madrid. Profesor asociado de Alergologa de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Madrid.

    Dra. Anna Cister-Bahima. Mdico especialista en Alergo-loga. Jefe del Servicio de Alergia del Institut Universitari Dexeus, Barcelona.

    Dr. Carlos Cols Sanz. Mdico especialista en Alergologa. Jefe del Servicio de Alergologa del Hospital Clnico, Zaragoza.

    Dr. Ignacio J. Dvila Gonzlez. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergologa del Complejo Asistencial Uni-versitario de Salamanca. Profesor asociado de Alergologa de la Universidad de Salamanca.

    Dr. Julio Delgado Romero. Mdico especialista en Alergo-loga. Unidad de Gestin Clnica de Alergologa del Hospital Univer sitario Virgen Macarena, Sevilla.

    Dr. Ernesto Enrique Miranda. Mdico especialista en Aler-gologa. Seccin de Alergologa del Hospital General de Castelln.

    Dra. Montserrat Fernndez Rivas. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergia del Hospital Clnico San Carlos, Madrid.

    Dra. Consuelo Fernndez Rodrguez. Mdico especialista en Alergologa. Servicio de Alergia del Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid.

    Dra. Marta Ferrer Puga. Mdico especialista en Alergologa. Directora del Departamento de Alergologa de la Clnica Uni-versidad de Navarra, Pamplona. Profesora titular de Alergo-loga e Inmunologa Clnica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra.

    Dra. Ana Fiandor Romn. Mdico especialista en Alergo loga. Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz, Madrid.

    Dra. Victoria Fuentes Aparicio. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergia del Hospital Materno-Infantil Gregorio Maran, Madrid.

    Dra. Pilar Garca Ortega . Mdico especialista en Alergologa. Unidad de Alergia del Hospital Germans Trias i Pujol, Badalona.

    La doctora Pilar Garca Ortega, alergloga en el Hospital de Badalona y coordinadora del Comit de Alergia a Frmacos de la Societat Catalana dAl.lergia e Inmunologa Clnica (SCAIC), no ha llegado a ver publicado este libro. Todos lamentamos profundamente su ausencia. Q. E. P. D.

  • Dra. Rosa Garca Rodrguez. Mdico especialista en Alergolo-ga. Servicio de Alergologa del Hospital General Universitario de Ciudad Real.

    Dr. Jess Mara Garde Garde. Mdico especialista en Aler-gologa y Pediatra. Jefe de la Seccin de Alergia del Hospital General Universitario de Elche.

    Dra. Teresa Garriga Baraut. Mdico especialista en Alergo-loga. Servicio de Alergia del Institut Universitari Dexeus, Barcelona.

    Dra. Mara Jos Goikoetxea Lapresa. Mdico especialista en Alergologa. Departamento de Alergologa de la Clnica Uni-versidad de Navarra, Pamplona. Profesora asociada de Alergo-loga e Inmunologa Clnica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra.

    Dr. Pedro Guardia Martnez. Mdico especialista en Alergolo-ga. Jefe del Servicio de Alergia del Hospital Virgen Macarena, Sevilla. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Sevilla.

    Dr. Manuel de las Heras Gozalo. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergologa de la Fundacin Jimnez Daz, Madrid.

    Dr. Francisco Javier Hernndez Arbeiza. Mdico especialista en Alergologa. Jefe de la Seccin de Alergologa del Com-plejo Hospitalario de Cceres.

    Dra. Dolores Hernndez Fernndez de Rojas. Mdico espe-cialista en Alergologa. Jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitari i Politcnic La Fe, Valencia. Profesora asociada de Medicina de la Universidad de Valencia.

    Dra. Guacimara Luca Hernndez Santana. Mdico espe-cialista en Alergologa. Seccin de Alergologa del Hospital Universitario Nuestra Seora de Candelaria, Santa Cruz de Tenerife.

    Dr. Juan Manuel Igea Aznar. Mdico especialista en Alergolo-ga. Clnica Alergoasma, Salamanca.

    Dr. Javier Iglesias Souto. Mdico especialista en Alergologa. Seccin de Alergologa del Hospital Universitario Nuestra Seora de Candelaria, Santa Cruz de Tenerife.

    Dra. Mara Isidoro Garca. Mdico especialista en Bioqumica Clnica. Seccin de Gentica Molecular y Farmacogentica del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. Profesora asociada de Medicina Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca.

    Dr. Ignacio Juregui Presa. Mdico especialista en Alergolo-ga. Servicio de Alergia del Hospital de Basurto, Bilbao.

    Dra. Beln de La Hoz Caballer. Mdico especialista en Aler-gologa. Seccin de Alergologa del Hospital Universitario Ramn y Cajal, Madrid.

    Dr. Ramon Lleonart Bellfill. Mdico especialista en Alergolo-ga. Unidad de Alergologa del Hospital Universitario de Bell-vitge, LHospitalet de Llobregat.

    Dr. Tefilo Lobera Labairu. Mdico especialista en Alergo-loga. Jefe de la Seccin de Alergologa del Hospital de San Pedro, Logroo.

    Dra. Mara Flora Martn Muoz. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergia del Hospital Materno-Infantil de La Paz, Madrid.

    Dr. Vctor Matheu Delgado. Mdico especialista en Alergolo-ga. Seccin de Alergologa del Hospital Universitario Nuestra Seora de Candelaria, Santa Cruz de Tenerife.

    Dr. Alfonso Miranda Pez. Mdico especialista en Alergolo-ga. Servicio de Alergologa del Hospital Regional Universita-rio Carlos Haya, Mlaga.

    Dr. ngel Moral de Gregorio. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergologa del Hospital Virgen del Valle, Toledo.

    Dra. Carmen Moreno Aguilar. Mdico especialista en Alergo-loga. Seccin de Alergia del Hospital Universitario Reina Sofa, Crdoba.

    Dr. Francisco Javier Muoz Bellido. Mdico especialista en Alergologa. Servicio de Alergologa del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. Profesor asociado de Alergologa de la Universidad de Salamanca.

    Dr. Daniel Muoz Lejarazu. Mdico especialista en Alergolo-ga. Jefe del Servicio de Alergologa e Inmunologa Clnica del Hospital Santiago Apstol, Vitoria-Gasteiz.

    Dr. Jos Mara Olaguibel Rivera. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergologa del Complejo Hospitalario de Navarra, Pamplona. Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Navarra.

    Dr. Antonio Parra Arrondo. Mdico especialista en Alergolo-ga. Jefe de la Seccin de Alergologa del Complexo Hospitala-rio Universitario de A Corua.

    Dr. Roberto Pelta Fernndez. Mdico especialista en Aler-gologa. Servicio de Alergia del Hospital General Universita-rio Gregorio Maran, Madrid. Historiador de la Sociedad Espaola de Alergologa e Inmunologa Clnica.

    Dr. Sergio Luis Porcel Carreo. Mdico especialista en Aler-gologa. Seccin de Alergologa del Complejo Hospitalario de Cceres.

  • Dra. M. Dolores del Pozo Gil. Mdico especialista en Alergo-loga. Seccin de Alergologa del Hospital San Pedro, Logroo.

    Dr. Joaqun Quiralte Enrquez. Mdico especialista en Alergo-loga. Jefe de la Seccin de Alergologa del Hospital Universi-tario Virgen del Roco, Sevilla.

    Dr. Santiago Quirce Gancedo. Mdico especialista en Aler-gologa. Jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz, Madrid.

    Dra. Vanessa Rodrguez Garca. Mdico especialista en Aler-gologa. Centro de Asma y Alergia Subiza, Madrid.

    Dr. Jaime Snchez Lpez. Mdico especialista en Alergologa. Investigador del Hospital Clnic de Barcelona.

    Dra. Mara Luisa Sanz Larruga. Mdico especialista en Alergologa. Departamento de Alergologa e Inmunolo-ga Clnica de la Clnica Universidad de Navarra, Pamplona. Profesora titular de Alergologa e Inmunologa Clnica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra.

    Dr. Joaqun Sastre Domnguez. Mdico especialista en Aler-gologa. Jefe del Servicio de Alergologa de la Fundacin Jimnez Daz, Madrid. Profesor asociado de Medicina de la Universidad Autnoma de Madrid.

    Dr. Carlos J. Senent Snchez. Mdico especialista en Alergo-loga. Jefe del Servicio de Alergologa del Hospital Virgen del Valle, Toledo.

    Dr. Javier Subiza Garrido-Lestache. Mdico especialista en Alergologa. Centro de Asma y Alergia Subiza, Madrid.

    Dra. Pilar Tornero Molina. Mdico especialista en Alergologa. Servicio de Alergia del Hospital General Universitario Gregorio Maran, Madrid.

    Dra. Mara Jos Torres Jan. Mdico especialista en Alergolo-ga. Servicio de Alergologa del Hospital Regional Universita-rio Carlos Haya, Mlaga.

    Dr. Antonio Valero Santiago. Mdico especialista en Alergolo-ga. Servicio de Neumologa y Alergia Respiratoria del Hospital Clnic de Barcelona.

    Dra. Carmen Vidal Pan. Mdico especialista en Alergologa. Jefe del Servicio de Alergia del Complejo Hospitalario Uni-versitario de Santiago de Compostela. Profesora asociada de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela.

    Dr. Ramn Vives Conesa. Mdico especialista en Alergologa. Jefe de Seccin del Servicio de Alergia del Hospital Universita-rio 12 de Octubre, Madrid.

    Dra. Petruta Cristina Vlaicu. Mdico especialista en Alergolo-ga. Investigadora del Instituto Ramn y Cajal para la Investi-gacin Sanitaria. Hospital Universitario Ramn y Cajal, Madrid.

    Dra. Lydia Zapatero Remn. Mdico especialista en Alergolo-ga. Servicio de Alergia del Hospital Materno-Infantil Gregorio Maran, Madrid.

    Dr. Jos Manuel Zubeldia Ortuo. Mdico especialista en Alergologa. Jefe del Servicio de Alergia del Hospital General Universitario Gregorio Maran, Madrid. Profesor asociado de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

  • Presentacin ............................................................................................................................................................ 15

    Introduccin ............................................................................................................................................................. 17

    aspectos generales1. Qu es la alergia? Qu estudia la Alergologa? Toms Chivato Prez ..................................................................................................................... 21

    2. Historia del desarrollo de los conocimientos en Alergologa. Alrgicos ilustres Roberto Pelta Fernndez ....................................................................................................... 31

    3. Importancia actual de las enfermedades alrgicas Carlos Cols Sanz ................................................................................................................................. 41

    cmo se producen las enfermedades alrgicas?4. El sistema inmunitario y la alergia Jos Manuel Zubeldia Ortuo ..................................................................................... 51

    5. Los agentes causantes de las enfermedades alrgicas M. Luisa Baeza Ochoa de Ocriz ............................................................................ 61

    6. Los genes, el medio ambiente y la alergia Ignacio J. Dvila Gonzlez y Mara Isidoro Garca .................... 71

    los responsables de la rinoconjuntivitis y el asma alrgicas7. Alergia primaveral: qu son los plenes y cmo evitarlos? Javier Subiza Garrido-Lestache y Vanessa Rodrguez Garca ................................................................................................... 81

    8. Alergia al polvo: qu son los caros y cmo evitarlos? Teresa Carrillo Daz ............................................................................................................................ 89

    9. Alergia a la humedad: qu son los hongos y cmo evitarlos? Carlos J. Senent Snchez ....................................................................................................... 97

    10. Alergia a las mascotas y a otros animales Manuel de las Heras Gozalo ........................................................................................ 107

    alergia respiratoria

    11. La rinitis y la rinoconjuntivitis Antonio Valero Santiago y Jaime Snchez Lpez ............... 121

    12. Qu es el asma? Joaqun Sastre Domnguez .......................................................................................... 129

    13. El asma en la infancia Jess Mara Garde Garde .................................................................................................. 137

    14. El asma en el trabajo Santiago Quirce Gancedo ............................................................................................... 145

    15. El asma en el embarazo, el deporte y la obesidad Carmen Vidal Pan ............................................................................................................................ 155

    16. Vivir con asma: la influencia del entorno ngel Moral de Gregorio .................................................................................................. 163

    17. Enfermedades alrgicas pulmonares excepcionales Francisco Javier Hernndez Arbeiza y Sergio Luis Porcel Carreo ............................................................................................. 173

    alergia cutnea

    18. Urticaria y angioedema Marta Ferrer Puga .......................................................................................................................... 185

    19. El eccema Daniel Muoz Lejarazu ......................................................................................................... 193

    20. La dermatitis atpica Ramon Lleonart Bellfill ......................................................................................................... 199

    21. Sol, piel y alergia M. Dolores del Pozo Gil ................................................................................................... 207

    alergia a los alimentos

    22. Qu es la alergia a los alimentos? Montserrat Fernndez Rivas ....................................................................................... 217

    23. Alergia a la leche Mara Flora Martn Muoz .............................................................................................. 223

    ndice general

  • 24. Alergia al huevo Elena Alonso Lebrero .............................................................................................................. 233

    25. Alergia a pescados y mariscos Ana Fiandor Romn .................................................................................................................... 241

    26. Alergia a frutas y verduras Anna Cister-Bahima y Teresa Garriga Baraut .......................... 249

    27. Alergia a cereales, legumbres y frutos secos Ernesto Enrique Miranda .................................................................................................. 259

    28. Vivir con alergia a alimentos Rosa Garca Rodrguez .......................................................................................................... 267

    29. Tratamiento de la alergia a alimentos Lydia Zapatero Remn ......................................................................................................... 275

    alergia a los medicamentos

    30. Qu es la alergia a los medicamentos? Tefilo Lobera Labairu ........................................................................................................... 283

    31. Alergia a los antibiticos Mara Jos Torres Jan y Natalia Blanca-Lpez ........................ 291

    32. Alergia a la aspirina y a otros antiinflamatorios Joaqun Quiralte Enrquez .............................................................................................. 297

    33. Alergia a otros medicamentos Pilar Tornero Molina ................................................................................................................... 303

    34. La alergia en el quirfano Pilar Garca Ortega ................................................................................................................... 311

    35. Recomendaciones y soluciones para el paciente alrgico a medicamentos Nieves Cabaes Higuero ................................................................................................... 317

    otras enfermedades alrgicas

    36. La anafilaxia y el choque anafilctico Victria Cardona Dahl ............................................................................................................ 323

    37. Alergia al ltex Carlos Blanco Guerra ................................................................................................................ 329

    38. Alergia a abejas, avispas y otros insectos Alfonso Miranda Pez ............................................................................................................. 337

    39. Alergia al Anisakis simplex M. Teresa Audicana Berasategui ..................................................................... 345

    40. Enfermedades alrgicas raras Dolores Hernndez Fernndez de Rojas ............................................. 355

    cmo se estudian las enfermedades alrgicas?

    41. Las pruebas en la piel Antonio Parra Arrondo ......................................................................................................... 365

    42. Los anlisis de sangre para el estudio de la alergia Mara Luisa Sanz Larruga y Mara Jos Goikoetxea Lapresa ............................................................................ 371

    43. Las pruebas de provocacin con alimentos y medicamentos Julio Delgado Romero ........................................................................................................... 379

    44. Los estudios de las vas respiratorias Jos Mara Olaguibel Rivera ........................................................................................ 387

    45. Pruebas diagnsticas de valor incierto o no comprobado Juan Manuel Igea Aznar ..................................................................................................... 393

    el tratamiento de las enfermedades alrgicas

    46. Los antihistamnicos Ignacio Juregui Presa .......................................................................................................... 403

    47. Los broncodilatadores Consuelo Fernndez Rodrguez y Ramn Vives Conesa ................................................................................................................ 409

    48. Los corticoides Francisco Javier Muoz Bellido ............................................................................. 415

    49. Manejo de los dispositivos para inhalar frmacos Victoria Fuentes Aparicio ................................................................................................. 425

    50. Otros medicamentos para el tratamiento de las enfermedades alrgicas Vctor Matheu Delgado, Guacimara Luca Hernndez Santana y Javier Iglesias Souto ............................................................................. 431

    51. Medicina complementaria y alternativa en Alergologa Petruta Cristina Vlaicu y Beln de La Hoz Caballer ........... 437

    52. Las vacunas contra la alergia o inmunoterapia Pedro Guardia Martnez y Carmen Moreno Aguilar ....... 445

    Glosario .......................................................................................................................................................................... 453

    ndice alfabtico ......................................................................................................................................... 473

    Crditos fotogrficos y de ilustraciones ................................................. 487

  • La prevalencia de las enfermedades alrgicas a nivel mun-dial no cesa de aumentar, estimndose que entre el 30 y el 40% de la poblacin se encuentra afectada por alguna de ellas. En Espaa, las cifras son similares: una de cada cuatro personas padece algn tipo de trastorno alrgico.

    El aumento de la temperatura y la mayor con-taminacin atmosfrica estn provocando variaciones al alza en las concentraciones atmosfricas de plenes, el nmero de insectos y la prevalencia de hongos asocia-dos a las enfermedades alrgicas, por lo que es plausible que el nmero e intensidad de los casos se incrementen en el futuro.

    Estas patologas combinan su carcter crnico con la aparicin de exacerbaciones o brotes agudos; y para su control es tan necesario el diagnstico preciso y la instau-racin de tratamientos a largo plazo como un adecuado manejo por parte del paciente, no slo en lo que se refiere a la farmacoterapia, sino, tambin, respecto a la adopcin de hbitos que permitan llevar una vida libre de episodios el mayor tiempo posible.

    Se trata, adems, de un grupo de enfermedades en cuyo abordaje cuentan numerosos agentes: desde los hogares y las escuelas hasta las empresas. Por su parte, las administraciones pblicas tienen una particular responsa-bilidad en favorecer el desarrollo de un entorno amigable para la salud. Todos ellos colaboran con los especialistas en la gestin eficaz de estas patologas.

    La puesta en marcha de acciones de formacin de los pacientes se traduce en una reduccin de la morbili-dad y de los costes asistenciales, al tiempo que permite elevar de manera significativa la calidad de vida percibida. En esa lnea de transferencia de conocimientos a la socie-dad se enmarca el Libro de las enfermedades alrgicas de la Fundacin BBVA, que pone al alcance de la poblacin gene-ral la informacin ms relevante y actual en este campo, de la mano de reconocidos expertos e investigadores.

    Mediante su lectura, los lectores conocern los desencadenantes de la enfermedad y la explicacin cientfica

    Presentacin

    de las enfermedades alrgicas, al tiempo que distintas re-comendaciones y medidas contrastadas para minimizar su impacto.

    La proyeccin de esta obra en el entorno web permite el acceso a sus contenidos de manera gratuita y universal. Las tecnologas de la informacin y la comuni-cacin rompen las barreras que los formatos tradicionales establecen, poniendo as a disposicin del pblico, sin im-portar su localizacin, una obra excelente sobre las enfer-medades alrgicas.

    Esta obra se suma a otras dos anteriores el Libro de la salud cardiovascular del Hospital Clnico San Carlos-Fundacin BBVA y el Libro de la salud del Hospital Clnic de Barcelona-Fundacin BBVA, de radio y foco distinto, pero de idntico propsito: acercar a la sociedad el conoci-miento biomdico ms avanzado y fiable en un lenguaje transparente y una narrativa cercana al pblico.

    Esta lnea editorial de difusin de los conocimien-tos en el mbito de la salud es una dimensin esencial del programa de actividad de la Fundacin BBVA en el rea de la Biomedicina y la Salud, que incluye tambin el apoyo y el impulso de la investigacin, la organizacin de talleres y seminarios especializados, la ampliacin de estudios de profesionales de la salud, el reconocimiento de aportacio-nes fundamentales por parte de investigadores bsicos y clnicos a travs de la categora de Biomedicina de los Premios Fronteras del Conocimiento de la Fundacin BBVA, la preparacin de vdeos para un mejor conocimiento por los pacientes de una serie de patologas crnicas y los ci-clos de conferencias.

    No nos queda sino agradecer y felicitar a los autores por la calidad de esta obra singular que, estamos seguros, se convertir en una referencia en su mbito en lengua es-paola, y en una til herramienta para los profesionales de la salud en su comunicacin al pblico de la etiologa, ma-nifestaciones y tratamiento de las enfermedades alrgicas.

    Fundacin BBVA

  • Las enfermedades alrgicas constituyen un problema de salud pblica a nivel global cuya incidencia, segn las pre-visiones cientficas ms fiables, aumentar a medio y largo plazo. Es esperable, pues, un incremento de la demanda sanitaria por estos procesos, con el consiguiente impacto sobre la salud pblica y los recursos sanitarios disponibles.

    El desconocimiento de las enfermedades alrgicas y la falta de un diagnstico y un tratamiento adecuados conducen a una clara disminucin de la calidad de vida relacionada con la salud, al aumento de las complicaciones y mortalidad, y a un incremento considerable en los costes. Por todo ello, profundizar en su conocimiento y difundirlo son tareas que nos corresponde tanto al personal sanitario como a las instituciones, pblicas o privadas, conscientes de esta importante misin socio-sanitaria.

    La obra que tiene en sus manos es fruto de la labor conjunta de destacados especialistas en Alergologa de nuestro pas y la Fundacin BBVA. A lo largo de sus cin-cuenta y dos captulos, se recogen de forma clara y actua-lizada las enfermedades alrgicas conocidas, las tcnicas diagnsticas ms actuales y los tratamientos ms emplea-dos en todo el mundo, con una informacin rigurosa y exhaustiva en un lenguaje comprensible. Todo ello, en un formato de preguntas cortas y de respuestas concretas muy directo, dando rplica a los interrogantes que con ms frecuencia se plantean las personas que sufren y conviven con procesos alrgicos: qu es exactamente una alergia y cmo se produce, cules son sus agentes responsables, qu enfermedades provoca, cmo se diagnostica, cmo se trata y cmo se previene una alergia respiratoria, cutnea, alimentaria o medicamentosa.

    Los directores de este trabajo queremos agrade-cer la iniciativa a la Fundacin BBVA, en la persona de su director, D. Rafael Pardo, y reconocer el apoyo recibido de la Fundacin de la Sociedad Espaola de Alergia e Inmunologa Clnica (SEAIC). Ambas organizaciones con-tribuyen con esta obra a la difusin del conocimiento de

    Introduccin

    las enfermedades alrgicas en nuestra sociedad, guiadas por un nico inters, el bienestar de los pacientes y de sus familias.

    Este trabajo no hubiese sido posible sin el entu-siasmo y dedicacin de los sesenta y cuatro profesionales de reconocido prestigio que han redactado los diversos captulos. Vaya nuestro agradecimiento a Cathrin Scupin y a Mercedes Bravo del Departamento Editorial de la Fundacin BBVA por encauzar el desarrollo de este complejo proyecto. Reconocemos tambin el esfuerzo de Editorial Nerea por haber sabido plasmar este reto, con nuestro agradecimiento especial a Marta Casares, Marin Nieva y Saioa Iriarte.

    Coincide la aparicin de esta obra con la celebra-cin del centenario del descubrimiento de la vacunacin antialrgica (o inmunoterapia especfica). A lo largo del siglo XX, esta forma de tratamiento ha disfrutado de una enorme popularidad, si bien en los ltimos aos su uso ha experimentado un cierto declive debido a la introduccin de agentes farmacolgicos cada vez ms eficaces en el tra-tamiento de las enfermedades alrgicas. En el momento actual, sin embargo, la inmunoterapia se ratifica como el tratamiento ms eficiente con que combatir y prevenir ciertas enfermedades alrgicas, con capacidad de mejorar los sntomas, detener su progresin y prevenir el desarrollo de nuevas sensibilizaciones.

    El acceso a la formacin y a la informacin mdica redunda positivamente en la calidad de vida del paciente alrgico, reduciendo el impacto y el coste que provoca la enfermedad en su entorno laboral y familiar. En este sen-tido, nuestro objetivo es concienciar a la poblacin espa-ola acerca del origen de las enfermedades alrgicas, de sus manifestaciones, de los mtodos actuales de diagns-tico, de su prevencin y tratamiento, con el fin de mejo-rar la calidad de vida de los pacientes alrgicos. Nada nos complacera ms que haberlo conseguido.

    Directores de la obra

  • aspectos generales

  • 21

    Captulo 1

    Qu es la alergia? Qu estudia la Alergologa?Dr. Toms Chivato PrezMdico especialista en Alergologa. Servicio de Alergia del Hospital Central de la Defensa Gmez Ulla, Madrid. Profesor asociado de Alergologa de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Madrid

    Qu es la alergia?

    La alergia es una respuesta exagerada (reaccin de hiper-sensibilidad) del sistema defensivo (sistema inmunitario) del paciente que identifica como nocivas determinadas sustancias inocuas (como pueden ser los plenes de algu-nas plantas o los caros del polvo domstico, por ejemplo) habitualmente toleradas por la mayora de las personas.

    Esta respuesta inapropiada y equivocada, en lugar de ser beneficiosa, es claramente perjudicial para el paciente y produce una serie de alteraciones inflamatorias de la piel y mucosas, que originan los diferentes sntomas y signos de las enfermedades alrgicas que se describirn en esta obra.

    Cmo se originan las enfermedades alrgicas?

    Existen unos factores predisponentes genticos y unos factores ambientales desencadenantes. Los antecedentes familiares son muy importantes. Se ha calculado que si uno de los progenitores es alrgico, la probabilidad de que el nio padezca alergia es aproximadamente del 50%. Si los dos progenitores son alrgicos, la probabilidad se acerca al 70%.

    Es importante destacar que no se nace alrgico, se tiene una predisposicin gentica y en funcin de los fac-tores ambientales la persona se hace alrgica a determina-das sustancias con capacidad de producir una respuesta inmunolgica de hipersensibilidad y posteriormente aler-gia. Estas sustancias se denominan alrgenos.

    Existen muchos tipos de alrgenos:

    Inhalados o aeroalrgenos (plenes, caros, epi-telios de animales).

    Alimentarios (protenas de leche de vaca, huevo, frutas, frutos secos).

    Frmacos (antibiticos, antiinflamatorios, anest-sicos).

    De contacto (nquel, cromo, perfumes).Ocupacionales o laborales (ltex, harina de trigo).Veneno de insectos (abeja, avispa).

    Todas estas sustancias pueden sensibilizar a la per-sona predispuesta, de modo que su sistema inmunitario produzca una serie de anticuerpos, habitualmente del tipo inmunoglobulina E (IgE) contra estos alrgenos. Estos anticuerpos tipo IgE se fijan a la superficie de unas clu-las llamadas mastocitos (localizadas en la piel y mucosas) y basfilos (circulantes en el torrente sanguneo). Cuando el paciente vuelve a tener contacto con el alrgeno se pro-duce una interaccin con la IgE fijada a dichas clulas y se efecta un cambio conformacional en la superficie de estas clulas, que liberan una serie de mediadores proinfla-matorios, responsables de los diferentes sntomas y signos de las enfermedades alrgicas.

    En el caso de los alrgenos de contacto, el meca-nismo de hipersensibilidad implicado es de tipo retardado

  • LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALRGICAS DE LA FUNDACIN BBVA

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    mediado por clulas (linfocitos). Los alrgenos de contacto sensibilizan a los linfocitos y, cuando el paciente vuelve a tener contacto con dichas sustancias, liberan una serie de mediadores proinflamatorios que provocan los sntomas y signos caractersticos de la dermatitis alrgica de contacto.

    Cules son las enfermedades alrgicas ms frecuentes?

    Las enfermedades alrgicas ms frecuentes son:

    Rinitis alrgica. Es la enfermedad alrgica ms frecuente. Afecta al 25-30% de la poblacin de los pases desarrollados. Produce estornudos en salva, secrecin nasal acuosa, picor de nariz y con-gestin nasal. En muchos casos la rinitis alrgica coexiste con la conjuntivitis alrgica, que cursa con enrojecimiento conjuntival, lagrimeo y picor ocular. Adems, puede asociarse al asma alrgica. Los alrgenos causantes de la rinitis alrgica ms importantes son los plenes (gramneas, rboles y malezas), los caros del polvo domstico, los epitelios de animales (perro y gato) y los hongos. Puede clasificarse en funcin de su severidad en leve, moderada o grave, y tambin en funcin de sus manifestaciones, en intermitente o persistente.

    Asma alrgica. Es la segunda enfermedad alr-gica por su frecuencia, y es muy importante por

    tratarse de una enfermedad crnica que puede cursar con crisis asmtica. En algunas comuni-dades autnomas afecta al 10% de la poblacin infantil. En la poblacin adulta afecta al 5% de las personas. El asma produce tos, dificultad respira-toria (disnea) y ruidos inspiratorios y espiratorios torcicos (sibilancias). El asma alrgica suele cur-sar con los sntomas descritos anteriormente de la rinitis y conjuntivitis alrgica. Los alrgenos cau-santes del asma alrgica ms importantes son los mismos de la rinitis alrgica. Al igual que la rinitis alrgica, puede clasificarse en funcin de su seve-ridad en leve, moderada o grave, y tambin en funcin de sus manifestaciones, en intermitente o persistente.

    Urticaria. Se trata de una enfermedad cutnea que se manifiesta por la aparicin de ronchas (habones) que suelen picar (prurito). Estos habo-nes pueden ser de tamao, forma y localizacin variable. La duracin de estas lesiones suele ser menor de 24 horas, aunque habitualmente segn van desapareciendo pueden ir apareciendo nue-vas lesiones. En ocasiones la enfermedad puede afectar a las partes ms profundas de la piel y apa-recen entonces hinchazones, y son ms frecuen-tes en prpados o labios. En esos casos hablamos de angioedema. En algunos pacientes aparecen simultneamente la urticaria y el angioedema, y en otros aparecen una u otra forma clnica por separado. La urticaria-angioedema puede ser de curso agudo (duracin de unos das), subagudo, o crnico (duracin superior a 6 semanas). Las causas pueden ser alimentarias, medicamento-sas, picadura de insectos o parasitarias. Existe un angioedema hereditario que tiene unas peculiari-dades especiales (y que se describirn en el cap-tulo correspondiente). La urticaria es una enfer-medad muy frecuente que afecta a ms del 10% de la poblacin en algn momento de su vida.

    Dermatitis atpica o eccema atpico. Afecta habi-tualmente a los nios desde las primeras etapas de la vida (lactantes), pero tambin a jvenes y adultos. La sequedad cutnea es una de sus caractersticas principales; dicha sequedad pro-duce picor intenso (prurito) e induce al rascado. El rascado repetido produce lesiones inflamato-rias con enrojecimiento y descamacin (eccema).

    La alergia es una respuesta exagerada del sistema inmunitario de algunas personas, que identifica como nocivas determinadas sustancias inocuas, como pueden ser los plenes de algunas plantas.

  • QU ES LA ALERGIA? QU ESTUDIA LA ALERGOLOGA?

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    La dermatitis atpica puede ser leve, moderada o grave en funcin de la extensin e intensidad de las lesiones cutneas. Como la mayora de las enfermedades alrgicas, tiene un curso crnico y puede asociarse a otras enfermedades alrgicas alimentarias o respiratorias.

    Dermatitis alrgica de contacto. Es una enferme-dad alrgica producida por el contacto directo de la piel con los alrgenos que pueden producir sensibilizacin y posterior eccema de contacto. Las lesiones son muy variadas en funcin del grado de severidad (leve, moderado, grave) y de la extensin. Puede tener un curso agudo, suba-gudo o crnico en funcin de la exposicin al contactante. Algunos alrgenos que pueden pro-ducir esta enfermedad alrgica son los metales (nquel, cromo, cobalto), tintes de cabello (para-fenilendiamina) o el ltex.

    Alergia alimentaria. En esta enfermedad alrgica los alimentos ingeridos son los alrgenos respon-sables de la reaccin de hipersensibilidad. Las manifestaciones clnicas ms frecuentes son picor o hinchazn de labios y boca (sndrome de alergia oral). En ocasiones cursan con manifestaciones digestivas (nuseas, vmitos y/o dolor abdomi-nal) o cutneas (dermatitis atpica o urticaria). Los casos ms graves pueden producir anafilaxia. Los alimentos ms frecuentemente implicados en la

    edad peditrica son la leche de vaca y el huevo. En la edad adulta son los frutos secos, las frutas y los crustceos.

    Anafilaxia. Es la enfermedad alrgica ms grave. Se trata de una reaccin de hipersensibilidad de instauracin rpida, generalizada o sistmica y que amenaza la vida. Es un sndrome complejo que cursa con liberacin generalizada de media-dores de mastocitos y basfilos a nivel cutneo (eritema, prurito, urticaria y/o angioedema) como en otros rganos (gastrointestinal, respiratorio o cardiovascular). Puede cursar con las manifes-taciones cutneas descritas, manifestaciones digestivas (nuseas, vmitos, dolor abdominal, diarrea); manifestaciones respiratorias (rinitis, asma); cardiovasculares (hipotensin y taquicar-dia) y neurolgicas (mareo e incluso prdida de conocimiento). En los casos ms graves, espe-cialmente si no se administra un tratamiento adecuado, puede ser mortal. El alrgeno puede llegar al organismo por va digestiva (alimentos o medicamentos) o inyectada (picadura de insectos himenpteros o medicamentos administrados por va parenteral, intramuscular o intravenosa).

    Hay nuevas alergias? Hay nuevos alrgenos?

    En las ltimas dcadas se han identificado nuevos alr-genos responsables de nuevas enfermedades alrgicas. A continuacin resaltamos algunos, que sern tratados en profundidad a lo largo del libro.

    Ltex. En 1979 se public el primer caso de urtica-ria de contacto en un ama de casa sensibilizada al ltex. Desde entonces se han descrito numerosos casos de alergia al ltex. Es un alrgeno muy exten-dido tanto en el medio sanitario (tubos endotra-queales, mascarillas, guantes, catteres, etc.), como no sanitario (preservativos, globos, chupe-tes, tetinas, etc.). Afecta ms frecuentemente al personal sanitario y ha llegado a afectar hasta al 17% de profesionales; los guantes son el material ms frecuentemente implicado en la aparicin de esta alergia. Puede producir urticaria, rinitis, conjuntivitis, asma e incluso anafilaxia. Gracias a las medidas preventivas instauradas, la incidencia de alergia al ltex se ha reducido de forma muy llamativa.

    Cualquier tipo de alimento es susceptible de provocar sntomas alrgicos en una persona sensibilizada.

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    Mascotas. Han cambiado mucho los hbitos y costumbres en los domicilios. La presencia de hmsteres, hurones, chinchillas, ardillas, cobayas, iguanas y otros animales ha dejado de ser algo excepcional, e incluso en ocasiones estos anima-les duermen con sus dueos. Se han descrito dife-rentes enfermedades alrgicas por sensibilizacin a los epitelios de dichos animales; las ms fre-cuentes son la rinoconjuntivitis y el asma alrgica.

    Nuevos plenes. Es una realidad que las tempera-turas de los inviernos se estn suavizando y junto con el efecto invernadero existente en las grandes ciudades debido a la contaminacin ambiental se ha observado un aumento de la incidencia de la alergia a plenes de invierno como los de las cupresceas (ciprs y ariznicas), que era algo excepcional hace dos o tres dcadas. Otro fen-meno que se ha descrito es cmo la contamina-cin (sobre todo las partculas de los motores disel) potencia la alergenicidad de determinados plenes.

    Anisakis simplex. Se trata de un parsito de los mamferos marinos. Se conoce desde el siglo XIX pero no se ha relacionado con los cuadros de aler-gia hasta 1995. En el ciclo vital de este parsito se produce un paso desde los mamferos marinos

    hasta los peces de los ocanos. En el aparato digestivo de los peces se da una fase larvaria; pos-teriormente, si ingerimos pescado crudo o insu-ficientemente cocinado, se desencadenan dife-rentes manifestaciones alrgicas y/o digestivas debidas a la accin de la larva de Anisakis simplex y la respuesta de hipersensibilidad del paciente. Puede ocasionar cuadros de alergia (urticaria, angioedema, anafilaxia) o digestivos (pseudoobs-truccin intestinal). En la actualidad se ha publi-cado una normativa legal que especifica cmo debe cocinarse el pescado para evitar los cuadros descritos anteriormente.

    Estn aumentando las enfermedades alrgicas? Por qu estn aumentando?

    Las enfermedades alrgicas aumentan cada ao. Las posi-bles causas son muy variadas. Hemos comentado que exis-ten factores genticos predisponentes, pero estos no bas-tan para justificar el aumento observado de la incidencia de estas enfermedades.

    El modo de vida occidental conlleva una serie de hbitos y costumbres claramente perjudiciales para los habitantes de los pases desarrollados (tabaquismo, cambios en las costumbres alimenticias, sedentarismo, obesidad).

    Adems, los inviernos ms suaves, el efecto inver-nadero de las ciudades y la contaminacin ambiental favo-recen la sensibilizacin a plenes que anteriormente no se observaban.

    Existe tambin la teora de la higiene. Nuestros hijos viven en ambientes limpios, se baan con mucha frecuen-cia, estn vacunados de numerosas enfermedades (afor-tunadamente!), utilizan en bastantes ocasiones antibiti-cos (no siempre indicados), estn libres de enfermedades parasitarias, nunca estn sucios. Todas estas situaciones favorecen que el sistema inmunitario se equivoque de ene-migos, puesto que no halla bacterias o parsitos contra los que combatir, y se oriente a sustancias tan inocuas como son los plenes de las gramneas o las heces de los caros del polvo domstico. Por tanto, las alergias seran un tri-buto exigido por el desarrollo sociosanitario.

    Recientemente, hemos observado cmo hay inmi-grantes que han venido a trabajar a nuestro pas desde otros no tan desarrollados industrialmente, y con menor contaminacin, que presentan alergia respiratoria a los dos o tres aos de residir en nuestras ciudades. Por tanto,

    Las protenas provenientes de las mascotas domsticas son causa frecuente de rinitis, conjuntivitis y asma alrgicas.

  • QU ES LA ALERGIA? QU ESTUDIA LA ALERGOLOGA?

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    el peso de la contaminacin ambiental sera de mayor rele-vancia que los anteriormente descritos.

    Afectan las enfermedades alrgicas a la calidad de vida de los pacientes?

    Las enfermedades alrgicas son procesos crnicos que afectan de forma significativa a la calidad de vida de los pacientes. En edades peditricas y juveniles acarrean pr-didas de das de escolarizacin (absentismo escolar), y en edades adultas prdidas de das de trabajo (absentismo laboral). En todas las edades, las enfermedades alrgicas mal controladas, incluida la rinitis alrgica, traen consigo alteraciones en el descanso nocturno y consecuente pr-dida de la capacidad de concentracin, y por tanto dismi-nucin de la produccin escolar (dificultades de aprendi-zaje) y laboral.

    Las alteraciones observadas en la calidad de vida de los pacientes ocurren tanto en su mbito fsico como en el emocional, social y psquico.

    Hemos descrito anteriormente enfermedades alr-gicas que pueden ser graves y que requieren visitas a los servicios de urgencias e incluso hospitalizaciones. Todos estos factores comportan un impacto negativo sobre la calidad de vida de los pacientes. Recientemente se han publicado estudios que demuestran que algunas enfer-medades alrgicas muy frecuentes, como la rinitis alrgica, influyen en la calidad de vida de los pacientes en mayor medida que otras enfermedades crnicas como la hiper-tensin arterial.

    Qu profesional sanitario atiende al paciente alrgico?

    Las enfermedades alrgicas constituyen una de las epide-mias no infecciosas del siglo XXI y son muchos los profesio-nales sanitarios implicados en la atencin de los pacientes alrgicos: atencin primaria (mdicos de familia, mdicos generales, mdicos rurales, pediatras) y hospitalarios (otorri-nolaringlogos, neumlogos, dermatlogos, digestlogos, inmunlogos, internistas, intensivistas, mdicos de servicios de Urgencias y alerglogos).

    El mdico de atencin primaria es el profesional sanitario que atiende al mayor nmero de pacientes y es responsable de los flujos asistenciales entre el paciente, los servicios de Urgencias y los servicios de Alergologa u otras especialidades. El mdico de atencin prima-ria suele atender en primer lugar al paciente alrgico. Evala los casos, interpreta la sintomatologa, solicita las

    pruebas complementarias iniciales y prescribe el trata-miento inicial.

    El paciente alrgico presenta en ocasiones altera-ciones en distintos rganos, como ocurre con la rinitis, la conjuntivitis, el asma, la dermatitis y la alergia alimentaria. El especialista en Alergologa aporta la visin integral de los distintos procesos que presenta el paciente alrgico.

    Qu estudia la Alergologa?

    La Alergologa es una especialidad mdica oficialmente reconocida en Espaa por los Ministerios de Sanidad, Poltica Social e Igualdad y de Educacin. Se entiende por Alergologa la especialidad mdica que comprende el conocimiento, diagnstico y tratamiento de la patologa producida por mecanismos inmunolgicos, con las tcni-cas que le son propias. El Programa Oficial de la especiali-dad vigente se public en el BOE nmero 241, de lunes 9 de octubre de 2006. Para acceder a la formacin especiali-zada en Alergologa son requisitos previos imprescindibles ser licenciado en Medicina y obtener plaza en la convoca-toria del examen MIR.

    Los mdicos internos residentes (MIR) realizan un perodo formativo de cuatro aos en unidades docen-tes acreditadas de hospitales con formacin reconocida de posgrado. Durante esos cuatro aos, los MIR adquieren de forma progresiva conocimientos, habilidades, actitudes, capacidad operativa y responsabilidad propias de un espe-cialista en Alergologa.

    La Alergologa es una especialidad multidisciplinar que requiere, adems de formacin en el servicio de Alergia, rotaciones en Medicina Interna, Pediatra, Inmunologa, Neumologa, Dermatologa y Otorrinolaringologa.

    Los residentes en Alergologa deben dominar el temario publicado en el BOE que incluye inmunologa bsica, inmunopatologa general, alergologa bsica y aler-gia clnica. Una vez que culminan la formacin especiali-zada, los residentes obtienen el ttulo de especialista en Alergologa que les faculta para ejercer esta especialidad.

    Quin es el alerglogo?

    El alerglogo es un mdico especializado en Alergologa y, por tanto, preparado para prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades alrgicas, as como educar a pacientes y familiares acerca de ellas. Es importante resaltar que el alerglogo recibe formacin y acumula experiencia en enfermedades alrgicas tanto en pacientes peditricos como en adultos.

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    El alerglogo est capacitado para evaluar los diferentes aspectos de las enfermedades alrgicas que pueden afectar a distintos sistemas del organismo (piel, aparato digestivo, aparato respiratorio, sistema cardiovas-cular, etc.). Suele ocurrir que un mismo paciente presente rinitis, conjuntivitis, asma, dermatitis y alergia alimentaria. El alerglogo puede realizar un diagnstico y tratamiento integral.

    Es esencial la colaboracin, tal y como hemos des-crito anteriormente, entre atencin primaria y los alerglo-gos. Adems, en el medio hospitalario es muy conveniente y eficaz la colaboracin con otras especialidades tambin descritas ms arriba.

    En qu puede ayudar el alerglogo?

    El alerglogo tiene como objetivo fundamental en su prctica diaria intentar identificar el alrgeno responsable de la enfermedad alrgica. Una vez identificada la causa mediante las diferentes pruebas diagnsticas, ser posible instaurar todas las medidas disponibles para controlar el proceso alrgico y mejorar por tanto la calidad de vida del paciente alrgico.

    El paciente alrgico puede presentar diferentes enfermedades a lo largo de su vida. Son frecuentes los casos de nios que comienzan la marcha alrgica con una dermatitis atpica, posteriormente padecen una alergia alimentaria y, finalmente, presentan una alergia respirato-ria que se manifiesta primero como una rinitis alrgica y a continuacin como asma alrgica. El alerglogo est cuali-ficado para realizar un seguimiento adecuado del paciente a lo largo de las diferentes etapas de la enfermedad alr-gica y, sobre todo, establecer medidas preventivas dirigi-das a disminuir la aparicin de nuevas sensibilizaciones y evitar la progresin de la enfermedad alrgica.

    Qu pruebas diagnsticas realiza el alerglogo?

    Deca el Dr. Gregorio Maran que la mejor herramienta diagnstica era una mesa, una silla y un papel para realizar una correcta historia clnica. Esta aseveracin est vigente (nicamente modernizada por el ordenador) y es funda-mental en el diagnstico inicial o de sospecha de las enfer-medades alrgicas. La historia clnica consiste en recoger de forma metdica y exhaustiva toda la informacin que se solicita al paciente sobre sus manifestaciones clnicas (sn-tomas subjetivos). Los datos aportados por el paciente se complementan con una adecuada exploracin fsica (sig-nos objetivos).

    Para realizar el diagnstico de certeza, el alerglogo dispone de una serie de pruebas in vivo (pruebas cutneas y de exposicin o provocacin) e in vitro (analtica de labo-ratorio). Las pruebas cutneas continan siendo una de las principales herramientas diagnsticas en los procesos alr-gicos; realizadas por personal cualificado y experto, son habitualmente seguras, rpidas en su realizacin, con un coste asumible y fiables. Existen diferentes tcnicas en fun-cin del proceso alrgico que se vaya a evaluar: alrgenos inhalados, alimentos, contactantes, medicamentos, etc. En los captulos siguientes se describirn estas pruebas. En ocasiones, como en algunos casos de alergia alimentaria o medicamentosa, es necesario recurrir a pruebas de exposi-cin o provocacin.

    En relacin con las pruebas de laboratorio es posi-ble cuantificar la inmunoglobulina E total y las diferentes inmunoglobulinas E especficas frente a determinados alrgenos inhalados, alimentarios, medicamentosos, parasitarios u ocupacionales. Es posible medir diferentes marcadores de la activacin de clulas inflamatorias par-ticipantes en las enfermedades alrgicas como son, por ejemplo, la triptasa mastocitaria o la protena catinica del eosinfilo. Algunos de estos marcadores pueden ser medi-dos en suero, esputo, lgrima, lavado broncoalveolar, orina e incluso en heces.

    En la actualidad, el diagnstico molecular permite realizar diagnsticos ms exactos en Alergologa y por tanto instaurar medidas teraputicas ms acertadas. Por ejemplo, es relativamente comn encontrar pacientes poli-sensibilizados a numerosos plenes, y a la hora de decidir el tratamiento no siempre es posible realizar pruebas de provocacin conjuntival, nasal o bronquial. Mediante tc-nicas de diagnstico molecular puede obtenerse el perfil real de sensibilizacin especfico del paciente y plantear as el mejor tratamiento personalizado (vase figura 1).

    Qu tratamientos recomendar el alerglogo?

    El alerglogo recomendar el tratamiento ms adecuado para cada paciente. El tratamiento integral del paciente alrgico incluye cuatro apartados: medidas de control ambiental (desalergenizacin), tratamiento farmacolgico, tratamiento con vacunas (inmunoterapia) y la educacin del paciente alrgico y sus familiares.

    Como en todas las enfermedades, es importante tomar medidas preventivas. Una vez que se ha realizado el diagnstico etiolgico o causal de la enfermedad alr-gica han de indicarse las medidas de control ambiental o

  • QU ES LA ALERGIA? QU ESTUDIA LA ALERGOLOGA?

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    desalergenizacin. Estas medidas se aplicarn en funcin del alrgeno responsable; as, por ejemplo, las hay para pacientes alrgicos a plenes, caros, epitelios u hongos.

    En el caso de las alergias alimentarias, dermatitis de contacto o alergias medicamentosas, el tratamiento inicial es la evitacin de los alrgenos responsables de la apari-cin de las diferentes manifestaciones clnicas.

    Respecto al tratamiento farmacolgico, el alerg-logo recomendar diferentes frmacos en funcin de la edad, de la severidad (leve, moderada, grave) y del tipo de manifestaciones (intermitentes o persistentes), aplicando

    para ello diferentes guas existentes para el diagnstico y tratamiento de las enfermedades alrgicas. Existen guas nacionales e internacionales para el tratamiento de la rini-tis, del asma o de la urticaria, por citar algunos ejemplos.

    El tratamiento con inmunoterapia (vacunas aler-gnicas) est indicado en determinados tipos de rinitis y asma alrgica, y en los pacientes con reacciones graves de hipersensibilidad a veneno de himenpteros (abejas y avispas). La eficacia de este tratamiento con vacunas est relacionada con la calidad del extracto seleccionado, la duracin del tratamiento y la dosis administrada. Es importante destacar que la inmunoterapia con alrgenos, junto con las medidas de control ambiental, constituyen los pilares del tratamiento etiolgico o causal de las enfer-medades alrgicas. El tratamiento etiolgico es el nico que puede modificar la evolucin natural de la rinitis y del asma alrgica, disminuyendo la intensidad de la sintoma-tologa, reduciendo las necesidades de tratamiento sinto-mtico, mejorando la calidad de vida del paciente e incluso llegando a solucionar definitivamente la enfermedad.

    Las medidas de educacin son esenciales para el paciente alrgico y sus familiares. Los cursos de autocui-dados en pacientes asmticos o los campamentos para nios asmticos son herramientas muy tiles para mejo-rar el cumplimiento teraputico de estos pacientes. Se ha demostrado que los pacientes que realizan estas medi-das educativas mejoran la calidad de vida, disminuyen sus visitas imprevistas a Urgencias y reducen sus ingresos hospitalarios.

    El alerglogo disear planes de actuacin para los pacientes alrgicos respecto al tratamiento de las fases de crisis agudas (crisis de asma por ejemplo), y para las fases estables de las diferentes enfermedades.

    Existen nuevos tratamientos en Alergologa?

    En los ltimos aos se estn produciendo importantes avances teraputicos en el control de las enfermeda-des alrgicas. Citaremos algunos ejemplos que sern desarrollados de forma pormenorizada en los captulos correspondientes.

    En el asma bronquial alrgico grave mal contro-lado, disponemos de un novedoso tratamiento biolgico con un anticuerpo monoclonal (omalizumab) que est permitiendo conseguir mejoras en algunos pacientes. Omalizumab tiene un efecto anti-IgE. Como antes hemos descrito, la inmunoglobulina E es la responsable de las manifestaciones alrgicas de hipersensibilidad.

    Las pruebas cutneas son una de las principales herramientas diag-nsticas en los procesos alrgicos.

    FIGURA 1. Tcnicas de diagnstico molecular en Alergologa

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    En algunos casos de alergia alimentaria (leche o huevo), se estn realizando desensibilizaciones e induccio-nes de tolerancia a dichos alimentos, permitiendo modifi-car la evolucin natural de estas enfermedades alrgicas.

    En pacientes alrgicos a determinados medica-mentos en los que es imprescindible su utilizacin (citost-ticos, antibiticos o antiinflamatorios), se estn aplicando diferentes pautas de desensibilizacin que permiten ser empleados con seguridad.

    En el caso de la inmunoterapia especfica con alr-genos, se estn llevando a cabo avances significativos en las pautas agrupadas con vacunas administradas va sub-cutnea. Disponemos tambin de avances en la inmunote-rapia sublingual, como es la administracin de vacunas en forma de liofilizados bucodispersables.

    Pueden prevenirse las enfermedades alrgicas? Puede el paciente ser activo en su prevencin?

    Es esencial conocer los niveles de exposicin o presin alerg-nica a la que est sometido el paciente alrgico. En la actua-lidad, es posible medir en microgramos por gramo de polvo los niveles de alrgenos de caros del polvo domstico en los domicilios de los pacientes. Los alrgicos a hongos y/o caros deben evitar la utilizacin de humidificadores, y deben venti-lar y limpiar con frecuencia la casa. Adems, deben evitar vivir con objetos que acumulen polvo (moquetas, alfombras, cortinas) y procurar que los suelos y paredes sean limpiables.

    Existen tambin colectores de plenes que realizan mediciones de estos en prcticamente todo el territorio nacional. As, el paciente alrgico a plenes de gramneas conoce la concentracin medida en granos por metro cbico de aire y da. La Sociedad Espaola de Alergologa en Inmunologa Clnica (SEAIC) facilita esta informacin a travs de su pgina web (www.polenes.com). Los alrgicos a plenes deben tomar una serie de medidas de protec-cin en las pocas de polinizacin (usar gafas de sol, via-jar en el coche con las ventanillas cerradas, evitar pasear o hacer deporte al aire libre en las horas de mxima poliniza-cin, evitar cortar el csped, etc.). Los pacientes alrgicos a aeroalrgenos deben evitar la presencia de animales en el domicilio, y si los tienen, deben baarlos peridicamente con productos adecuados.

    El tabaco es perjudicial para todas las personas, pero mucho ms para los pacientes alrgicos que presen-tan inflamacin de las vas respiratorias altas y bajas. Los alrgicos no deben fumar (fumadores activos) y no se debe fumar en su presencia (fumadores pasivos).

    Es muy importante no caer en la automedicacin. Cada paciente requiere un tratamiento en funcin de su enfermedad alrgica, su severidad (leve, moderada o grave) y la presencia de sintomatologa (intermitente o persistente). Cada alrgico debera disponer de un plan personalizado de tratamiento para conseguir el control de su patologa.

    En el caso de pacientes que han presentado anafi-laxia es muy importante el entrenamiento en el correcto empleo de autoinyectores de adrenalina.

    La inmunoterapia especfica con alrgenos ha demostrado su eficacia previniendo el paso de rinitis a asma, y tambin frenando la aparicin de nuevas sensibi-lizaciones a otros aeroalrgenos. En los pacientes en que est indicada debe utilizarse en pauta, composicin y tiempo suficientes.

    En los respectivos captulos de esta obra se profun-dizar en los aspectos preventivos de cada una de las pato-logas alrgicas.

    Tienen un coste sanitario las enfermedades alrgicas?

    El coste econmico de las enfermedades alrgicas est aumentando de forma exponencial. Los costes incluyen diversos apartados:

    Costes directos derivados de su asistencia mdica (visitas al mdico, medicamentos, visitas a ser-vicios de Urgencias, anlisis, pruebas diagnsti-cas, hospitalizaciones, etc.) y costes no mdicos (transporte, fisioterapia, asistencia social, etc.).

    Costes indirectos (prdida de trabajo productivo, disminucin del rendimiento laboral, prdida de capacidad productiva, prdida de trabajo pro-ductivo por asistencia a familiares).

    Costes intangibles (dolor, malestar, miedo, tris-teza, sufrimiento).

    En la actualidad, la Sociedad Espaola de Alergologa e Inmunologa Clnica est realizando un estu-dio pionero para conocer el coste frmacoeconmico de la rinitis alrgica en Espaa.

    Existen asociaciones de pacientes alrgicos en Espaa?

    Existen diferentes asociaciones de pacientes en Espaa. La colaboracin entre sociedades cientficas y asociaciones

  • QU ES LA ALERGIA? QU ESTUDIA LA ALERGOLOGA?

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    de pacientes es cada vez ms estrecha, y en el ltimo con-greso de la SEAIC, celebrado en Madrid en 2010, tuvieron lugar varias sesiones compartidas, impartidas por dichas asociaciones y profesionales sanitarios. Adems, se firm en conjunto la Declaracin de Buenos Aires entre las aso-ciaciones de pacientes y familiares y la SEAIC.

    He aqu algunas de estas asociaciones especficas: de alrgicos a alimentos (www.aepnaa.org); de alrgi-cos al ltex (www.alergialatex.es); de alrgicos al veneno de himenpteros (www.scaic.org/scaic/adaphi.htm); de asmticos (www.airelibre.org, www.asmatics.org, www.accesible.org/asga, www.asmaler.galeon.com) y de pacien-tes de dermatitis atpica (www.adeaweb.org).

    Existen sociedades cientficas de Alergologa? Para qu sirven?

    Existen diferentes sociedades regionales, autonmicas, nacionales e internacionales de Alergologa. La SEAIC, fun-dada en 1949, alberga estos fines:

    Fomentar y dar a conocer los estudios sobre Alergologa e Inmunologa Clnica.

    Promover y facilitar el contacto de sus miembros entre s y con otros profesionales o entidades afines.

    Contribuir a la formacin y perfeccionamiento profesional en Alergologa e Inmunologa Clnica.

    Propiciar cualquier tipo de intercambio e inicia-tiva (no exclusivamente cientfico profesional) entre los socios, que contribuya a la buena mar-cha de la sociedad.

    Intervenir como tal Sociedad en los problemas que puedan afectar a sus miembros respecto al ejercicio profesional, a la especialidad, a la sani-dad y a la salud pblica.

    Promover programas educativos para el pblico en general, encaminados a dar a conocer las enfermedades inmunoalrgicas, su prevencin, tratamiento y cualquier actividad relacionada con este fin.

    La SEAIC tiene como rgano oficial de expresin la revista Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology (www.jiaci.org), y cuenta con una pgina web oficial en la que pueden conocerse todas las actividades societarias (www.seaic.org).

    La principal actividad de la SEAIC es la cient-fica. La Junta Directiva, elegida democrticamente cada

    cuatro aos, est asesorada por los diferentes comits: Aerobiologa, Alergia a alimentos, Alergia cutnea, Alergia a himenpteros, Alergia a medicamentos, Alerglogos jve-nes y MIR, Asma, Calidad y seguridad asistencial, Alergia infantil, Ejercicio y desarrollo profesional, Enfermera, Formacin continuada, Informtica, Inmunologa, Inmu-noterapia, Ltex, y Rinitis y conjuntivitis.

    La SEAIC cuenta con una Fundacin a travs de la cual favorece proyectos de investigacin mediante la con-vocatoria semestral de becas, promueve actividades for-mativas enfocadas a pacientes (cursos de autocuidados, campamentos para nios asmticos o los Juegos Olmpicos para jvenes asmticos) y realiza actividades divulgativas (la Semana de la Alergia o el Da del Asma).

    Adems, la SEAIC mantiene estrechas relaciones de colaboracin con sociedades internacionales como la WAO (Organizacin Mundial de Alergia), SLAAI (Sociedad Latino-americana de Asma e Inmunologa), SEAS (Sociedad de Sociedades de Alergologa del Sur de Europa), Interasma o EAACI (Academia Europea de Alergia e Inmunologa Clnica).

    A nivel regional o autonmico, existen asimismo estas sociedades de Alergologa e Inmunologa Clnica: la aragonesa (www.alergoaragon.org); la castellano-leonesa (www.aclaic.org); la murciana (www.alergomurcia.com); la andaluza (www.alergosur.com); la de la zona Norte (www.alergonorte.org); la extremea (www.saicex.es); la gallega (www.sgaic.org); la de Madrid/Castilla-La Mancha (www.smclm.com); la catalana (www.scaic.org), la valenciana (www.avaic.org) y la canaria (www.scaic.es).

    Bibliografaacademia americana de alergia, asma e inmunologa. http://www.aaaai.org. (Fecha de consulta: 12 de septiembre de 2011.)

    academia europea de alergia e inmunologa clnica. http://www.eaaci.org. (Fecha de consulta: 12 de septiembre de 2011.)

    organizacin mundial de alergia. http://www.worldallergy.org. (Fecha de consulta: 12 de septiembre de 2011.)

    sociedad espaola de alergologa e inmunologa clnica. http://www.seaic.org. (Fecha de consulta: 12 de septiembre de 2011.)

    comit de aerobiologa, http://www.polenes.com. (Fecha de con-sulta: 14 de septiembre de 2011.)

    Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology. http://www.jiaci.org. (Fecha de consulta: 12 de septiembre de 2011.)

  • LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALRGICAS DE LA FUNDACIN BBVA

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    Las enfermedades alrgicas constituyen una autntica epidemia no infecciosa en los pases desarrollados en el siglo XXI.

    La incidencia de estas enfermedades aumenta de forma continua cada ao, afectando a seres humanos de todas las edades desde la infancia hasta la senectud.

    La alergia se debe a una respuesta exagerada e inapro-piada del sistema inmunitario frente a sustancias que son inocuas para la mayora de las personas.

    Las enfermedades alrgicas ms frecuentes son la rino-conjuntivitis, el asma, la urticaria, la dermatitis atpica, la dermatitis alrgica de contacto, la alergia alimentaria, la alergia a frmacos y la anafilaxia.

    Las alergias son procesos crnicos que afectan la cali-dad de vida de los pacientes tanto en su esfera fsica como psquica. Conllevan un coste sanitario en diferen-tes aspectos: directos, indirectos e intangibles.

    El alerglogo es el profesional formado especficamente para identificar los alrgenos responsables de las dife-rentes enfermedades, realizar un diagnstico e instau-rar las medidas teraputicas adecuadas a cada paciente.

    Existen diferentes pruebas diagnsticas que permiten establecer un correcto diagnstico etiolgico o causal y realizar a continuacin un tratamiento con todas las garantas: medidas de control ambiental, educacin de pacientes y familiares, tratamiento farmacolgico y tra-tamiento con inmunoterapia (vacunas).

    Cada paciente alrgico debe disponer de un informe, certificado u otro documento actualizado que especi-fique su patologa alrgica y el tratamiento prescrito. Debe conocer su enfermedad y adoptar medidas pre-ventivas para evitar el desencadenamiento de la reac-cin de hipersensibilidad y los consiguientes sntomas y signos caractersticos de las diferentes alergias.

    Resumen

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    Captulo 2

    Historia del desarrollo de los conocimientos en Alergologa. Alrgicos ilustresDr. Roberto Pelta FernndezMdico especialista en Alergologa. Servicio de Alergia del Hospital General Universitario Gregorio Maran, Madrid. Historiador de la Sociedad Espaola de Alergologa e Inmunologa Clnica

    Es la alergia una enfermedad moderna?

    Son muchos los pacientes que acuden al alerglogo con la idea de que los procesos alrgicos eran desconocidos en el pasado, considerndolos propios de sociedades indus-trializadas, y favorecidos en gran parte, con independencia de la predisposicin hereditaria, por factores ambientales como la polucin atmosfrica y los cambios del estilo de vida. Aunque no les falta razn, haremos a continuacin un sucinto viaje a travs de los siglos para mostrar que los mdicos de pocas pasadas tambin los conocieron.

    Cundo y por qu se acu el trmino alergia?

    Los mdicos griegos ya intuyeron la existencia de un modo especial de respuesta en el organismo de las per-sonas alrgicas, pues idearon el trmino idiosincrasia, que deriva de idios (propio), sun (son) y krasis (temperamento), para referirse al propio comportamiento en virtud del cual se distingue uno de los dems. Pero el creador del voca-blo alergia fue el mdico austriaco Clemens Peter Freiherr von Pirquet von Cesenatico. Nacido en 1874, estudi Medicina en la Universidad de Viena y se hizo pediatra. Su inters por la infancia le llev a fundar en la propie-dad familiar que posea la primera factora que produca leche pasteurizada con un adecuado control de calidad para su consumo por nios. En 1906, al introducir el con-cepto de alergia, justificaba su aportacin con estas pala-bras: Necesitamos un nuevo trmino ms general para

    describir el cambio experimentado por un organismo tras su contacto con un veneno orgnico, bien sea vivo o inanimado. Para expresar este concepto general de un cambio en el modo de reaccionar, yo sugiero el trmino alergia. En griego allos significa 'otro', y ergon 'una des-viacin del estado original'. La muerte de Von Pirquet y su esposa es un enigma: el 28 de febrero de 1929 fueron hallados sin vida, tras ingerir cianuro. El mdico se haba casado en 1904 con una mujer de Hannover, con la que pronto surgieron tensiones conyugales tras ser sometida a una intervencin quirrgica ginecolgica que impidi al matrimonio tener descendencia. La esposa del clebre mdico desarroll una vejez prematura, con una noto-ria obesidad, pues pasaba la mayor parte del tiempo en la cama. De carcter histrico, iba a precisar en el futuro el ingreso en un sanatorio privado cerca de Viena, para tratar su adiccin a los somnferos. Pero tan solo cuatro aos antes de que Von Pirquet expusiera sus teoras, haba surgido un hallazgo tambin decisivo en la historia de la Alergologa, como ahora veremos.

    Cundo y por qu se acu el trmino anafilaxia?

    Existe un tipo de reaccin alrgica grave que puede poner en peligro la vida y que generalmente ocurre en personas predispuestas por la administracin de un medicamento, la ingestin de un alimento o la picadura de una abeja o de una avispa. Consiste en la aparicin de ronchas en

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    LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALRGICAS DE LA FUNDACIN BBVA

    la piel, hinchazn de sta o de la glotis (que es el espa-cio situado entre las cuerdas vocales, y causara asfixia), asma, vmitos, diarrea, e incluso sensacin de mareo por descenso de la tensin arterial (choque anafilctico). Fue el catedrtico francs de la Universidad de La Sorbona, Charles Robert Richet (1850-1935) que adems de por la medicina se interes por la historia, la literatura, la sociologa, la parapsicologa y la psicologa, el que acu en 1902 el trmino anafilaxia para referirse a ese modo de reaccionar por parte de algunos individuos, expresando que muchos venenos poseen la notable pro-piedad de aumentar en lugar de disminuir la sensibilidad del organismo frente a su accin. En el verano de 1901, Richet y el zologo Paul Jules Portier (1866-1962) fueron invitados a un crucero por el Mediterrneo por el prn-cipe Alberto I de Mnaco (1848-1922), cuyo inters por la oceanografa le llev a promover viajes a bordo del yate Princesse Alice II, dotado de laboratorios para investiga-ciones marinas. El aristcrata era propietario del Casino de Montecarlo, pero como senta aversin por los juegos de

    azar nunca lo frecuent y prohibi la entrada a sus sb-ditos; sin embargo, las enormes ganancias del casino le permitieron emprender fabulosas travesas marinas. Como haba visto dificultados sus baos por las dolorosas picaduras de las medusas, encarg a Portier y Richet que investigasen el asunto. Ambos comprobaron mediante la experimentacin que un extracto acuoso preparado con filamentos de esos animales era muy txico para los patos y los conejos, pero precisaban ampliar sus experimentos. En efecto, las medusas se valen de un veneno que secre-tan sus tentculos para lograr paralizar a sus presas, antes de ingerirlas. De regreso a Pars a los cientficos no les fue posible obtener el tipo de medusa que habita en el Mediterrneo para seguir investigando, pero se valieron de un organismo similar, la actinia o anmona de mar, cuyos tentculos tambin albergan veneno. El objetivo era obte-ner un suero protector para los baistas que fuesen pica-dos por aquellos animales marinos, contrarrestando as los efectos nocivos del veneno. Constataron que la muerte de los perros que haban utilizado no ocurra hasta pasados algunos das tras la inyeccin de la ponzoa; y adems, los que no haban recibido una dosis letal sobrevivan, aunque a partir de entonces eran muy sensibles a peque-as dosis del veneno y fallecan en minutos. Al recibir Charles Richet en 1913 el Premio Nobel de Medicina, stas fueron sus palabras durante la entrega del galardn: El descubrimiento de la anafilaxia no es de ninguna manera el resultado de una profunda reflexin sino de una simple observacin, casi accidental, por lo tanto no tengo otro mrito que el de no haber rehusado ver los hechos que se mostraban ante m, completamente evidentes. Aunque Richet obtuvo en solitario el Nobel, y no Portier, no surgi entre ambos envidia o resentimiento alguno.

    Cundo y por qu se acu el trmino atopia?

    En 1923 fue el mdico neoyorquino Arthur Fernndez Coca (1875-1959) quien, asesorado por un profesor de griego, acu el trmino atopia (atopos significa 'inhabi-tual' o 'raro'), para referirse a los padecimientos de algunos sujetos que sufran rinitis, asma o urticaria y en los que exis-ta un condicionante hereditario. An se sigue empleando la denominacin de dermatitis atpica para referirse a un tipo de eccema que aparece en la piel de ciertos indivi-duos que, en su mayora, muestran una especial propen-sin a padecer procesos alrgicos como la rinitis o el asma. Pero no fue posible conocer el mecanismo ntimo de las reacciones alrgicas hasta que se descubri una protena

    Charles Richet obtuvo el Premio Nobel de Medicina por el descubri-miento de la anafilaxia.

  • HISTORIA DEL DESARROLLO DE LOS CONOCIMIENTOS EN ALERGOLOGA. ALRGICOS ILUSTRES

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    llamada IgE, que suele ser la causa de la mayora de ellas. Fue en 1967, gracias a dos grupos de investigadores que trabajaban por separado, uno en Baltimore (el matrimonio nipn Ishizaka) y otro integrado por tres cientficos suecos de la Universidad de Uppsala (los doctores Wide, Bennich y Johansson).

    Cules fueron a lo largo de la historia las primeras evidencias de que algunas personas sensibles padecan rinitis alrgica en primavera?

    El mdico rabe de origen persa Rhazes (865-932), que ejerci en el primer cuarto del siglo X y est considerado como el ms eminente galeno musulmn medieval des-tac tambin como filsofo, cantante y por su dominio de la ctara, titul una de sus publicaciones Una diserta-cin sobre la causa de la coriza que ocurre en la primavera, cuando las rosas liberan su perfume. Es probablemente la primera descripcin en la historia de la Medicina de la rini-tis alrgica estacional por sensibilizacin al polen, ya que el olor de un perfume puede causar irritacin en las fosas nasales pero no otros sntomas tpicos de la exposicin a ese elemento vegetal, que sirve para que determinadas plantas se reproduzcan, como sucede con el picor de los ojos y de la nariz. Segn el Diccionario de la Real Academia Espaola, coriza es sinnimo de romadizo, que a su vez significa 'inflamacin de la mucosa que tapiza las fosas nasales, causando el catarro', es decir, el flujo o destilacin procedente de las membranas mucosas. Para los antiguos mdicos griegos, el vocablo katarrhein era sinnimo de correr a travs de; kata significa en griego 'para abajo' y por rheo se entiende el hecho de fluir.

    Otro clebre filsofo y mdico rabe, Avicena (980-1037), logr producir un lquido que llam agua de rosas y que adquiri pronto gran fama; se dice que cuando el sultn Saladino entr en Jerusaln el ao 1187 lav con l la totalidad de la Mezquita de Omar. Tras las Cruzadas se puso de moda el uso de perfumes, pues los caballeros que participaron en ellas se los traan de Oriente a sus damas. Ms adelante, en 1556, el mdico luso Joo Rodrigues (1511-1568), conocido como Amato Lusitano, atribuy la presencia de estornudos en algunos individuos al per-fume que emanaba de las rosas. Asimismo, fue en 1565 cuando el cirujano y anatomista italiano de origen francs Leonardo Botallus (1519-1587) afirm que conoca el caso de un paciente que al oler las rosas senta dolor de cabeza y estornudos, por lo que design la afeccin como fiebre de la rosa. Experiencias similares fueron recopiladas por

    otros autores, y en 1673 el mdico suizo Johann Nikolaus Binninger (1628-1692) expona el caso de la esposa de un eminente personaje que padeca catarros solo en la poca en que florecan las rosas. Hoy sabemos que las rosas, al igual que los claveles y otro tipo de plantas ornamentales, se valen de insectos como las abejas para llevar a cabo su polinizacin (que se llama entomfila), mientras que son las especies vegetales que se valen del aire para la disper-sin de su polen (anemfilas) las verdaderas causantes de la alergia primaveral. De ah la gran intuicin de un mdico suizo natural de Ginebra, el doctor Jean Jacob Constant de Rebecque (1645-1732), alrgico al polen desde su ado-lescencia, que afirmaba en 1691: Creo ms bien que las rosas emiten algo que irrita mi nariz sensible y, como por la accin incesante pero no advertida de aguijones, provoca una secrecin del color del agua. Dos aos ms tarde, Herlinus hablaba de un cardenal romano tan sensible al olor de las rosas que mantena cerradas a cal y canto las puertas de su palacio.

    Quin acu el trmino fiebre del heno para denominar la alergia al polen?

    En 1819 John Bostock (1773-1846), mdico homepata y catedrtico de las Universidades de Liverpool y Londres, comunic a otros colegas las manifestaciones alrgicas que l padeca desde su infancia en una reunin de la Sociedad Mdico-Quirrgica de Londres, en los trminos que abreviadamente exponemos: Los siguientes sn-tomas aparecen cada ao a mediados de junio, con un mayor o menor grado de violencia. Se nota una sensacin de calor y plenitud en los ojos, primero a lo largo de los bordes de los prpados, y especialmente en los ngulos internos, pero despus de algn tiempo compromete a todo el globo ocular. Al comienzo la apariencia externa del ojo se ve poco afectada, salvo por la existencia de ligero enrojecimiento y lagrimeo. Este estado se incrementa gra-dualmente, hasta que la sensacin se transforma en un picor y escozor ms agudos, mostrndose aqullos muy inflamados y descargando un fluido mucoso copioso y espeso. Esta afeccin ocular tiene sus paroxismos, que se suceden a intervalos irregulares, desde la segunda semana de junio hasta mediados de julio. Despus de que los sn-tomas oculares se han ido aminorando, aparece una sensa-cin general de plenitud en la cara y particularmente sobre la frente; dichas manifestaciones se siguen de una irrita-cin de la nariz, produciendo estornudos, que ocurren en forma de salvas de una extrema violencia, sucedindose

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    LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALRGICAS DE LA FUNDACIN BBVA

    con intervalos inciertos. A los estornudos se suma una sensacin de opresin torcica y dificultad para respirar. Surge una necesidad de buscar aire en la habitacin para poder respirar mejor, volvindose la voz ronca y existiendo una incapacidad para hablar de forma prolongada sin tener que pararse.... Adems, en 1828, Bostock public un trabajo con observaciones de 18 casos similares al suyo, empleando por vez primera el trmino fiebre del heno, pero rechazando su idea inicial de que hubiera relacin con el heno o pasto seco, por considerarla errnea. Actualmente sabemos que la causa de la rinoconjuntivitis alrgica pri-maveral es el polen, y que tal afeccin no causa fiebre, pero dicho trmino ha hecho fortuna y sigue usndose por algunos mdicos y pacientes. A partir de las observaciones de Bostock surgi el inters de otros galenos por el estudio de la enfermedad, que a diferencia de lo que suceda en su poca, donde era una rareza, alcanza hoy una frecuencia notable.

    Quin descubri las pruebas cutneas y efectu investigaciones pioneras sobre la causa de la alergia al polen?

    El doctor Charles Harrison Blackley, nacido en 1820, prac-tic la homeopata en Manchester, tras ser tratado de su alergia al polen por un practicante de dicha terapia, que le inculc el inters por ella. La homeopata tiene su ori-gen en las investigaciones del galeno alemn Samuel Hahnemann (1755-1843), y se basa en curar con dosis infinitesimales de medicamentos; pero al tratarse de algo innovador era rechazado por la mayora de los mdicos, como ha venido sucediendo hasta la actualidad. Al mos-trarse Blackley preocupado por su reputacin y temiendo que algunos de sus contemporneos le considerasen un charlatn, fue a la Universidad de Bruselas para comple-tar su formacin. Un da de 1873, uno de sus hijos coloc en una habitacin de la casa un florero con un ramo de grama; y al aadirle Blackley un poco de agua advir-ti que se desprendan pequeas cantidades de polen cerca de su cara, y que comenzaba de inmediato a par-padear y estornudar, reproducindose as los sntomas de su proceso alrgico. Entonces decidi experimentar y tras araarse la piel la frot con una gramnea humede-cida, observando que apareca un enrojecimiento y se formaba una pequea elevacin o habn. Haba descu-bierto las pruebas cutneas, tan valiosas para el diagns-tico en Alergologa, que siguen usndose, con modifica-ciones, actualmente. Adems construy un dispositivo

    con un mecanismo de relojera, que le permita exponer unas superficies adherentes durante un tiempo dado en la atmsfera. Era el primer colector de plenes de la historia, consistente en un barrilete a modo de cometa, al que incorpor en su zona central un portaobjetos untado con vaselina; logr elevar su ingenio en el aire a ms de 500 m de altura y cada 24 horas desmontaba el portaobjetos y lo observaba al microscopio, para identi-ficar y contar los plenes. Se apercibi as de la influen-cia del viento, el calor y la humedad sobre la distribucin de aqullos. Comprob que en Manchester, en los meses de junio y julio, la poca en que l y sus pacientes presenta-ban sntomas, se daban altas concentraciones atmosfri-cas de plenes de gramneas, y obtuvo mayores recuentos en jornadas en las que luca el sol y adems haba viento. Tambin logr protegerse de los efectos nocivos del polen con ayuda de un filtro de aire fabricado con capas de muselina, y empleando unas almohadillas nasales, a modo de calzas, cuyas suelas estaban elaboradas con gasa.

    Cmo se descubri que el asma poda tener un origen alrgico?

    Una de las descripciones ms antiguas del asma bronquial, afeccin caracterizada por dificultad respiratoria y silbidos por el estrechamiento de los bronquios, se la debemos al mdico romano Areteo de Capadocia, cuya vida se cree que transcurri entre el ltimo cuarto del siglo I d. C. y la primera mitad del II. Afirmaba a este respecto: Si corriendo, al hacer gimnasia o cualquier otro trabajo, la respiracin se vuelve dificultosa, a eso se le llama asma. Gerolamo Cardano fue un matemtico, mdico y filsofo italiano, nacido en 1501 en Pava, y que falleci en Roma el ao 1576. Este curioso personaje ya intuy que el asma podra tener un origen alrgico cuando, en 1552, John Hamilton, arzobispo escocs de St. Andrews (Edimburgo), le hizo llamar pues crea haber contrado tuberculosis pulmonar. El paciente experiment un notable alivio al seguir las recomendaciones del galeno y retirar de su lecho el colchn y la almohada de plumas, que sustituy por otros de seda tejida.

    Johann Baptista van Helmont (1577-1644), mdico y qumico de origen belga, describi un tipo de respira-cin dificultosa que le asaltaba con frecuencia, desenca-denndose los accesos tras la exposicin al polvo doms-tico. Adems pudo constatar la influencia del clima sobre su enfermedad, ya que presentaba episodios de asma en Bruselas, mientras que por el contrario permaneca asinto-mtico cuando resida en Oxford.

  • HISTORIA DEL DESARROLLO DE LOS CONOCIMIENTOS EN ALERGOLOGA. ALRGICOS ILUSTRES

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    El mdico ingls Henry Hyde Salter (1823-1871), que padeci asma desde su infancia y public en 1860 un tratado muy completo titulado On Asthma, its Pathology and Treatment, apuntaba la posibilidad de que algunos ali-mentos pudieran ser la causa de los ataques en individuos susceptibles, y se refiri a otros factores exgenos como las plumas de las aves, refiriendo la aparicin en su propia piel de una reaccin urticarial tras la friccin con el pelo de gato, si el animal le produca algn rasguo. Recomendaba para su tratamiento diversos frmacos, caf bien cargado y el humo que se desprenda al quemar estramonio, ingre-diente de los llamados cigarrillos antiasmticos. El francs Armand Trousseau (1801-1867), profesor de la Facultad de Medicina de Pars y que padeca asma en presencia de algunas flores como las violetas, tambin recomendaba dichos cigarrillos.

    Tambin existi en el pasado la alergia a los alimentos?

    Aunque actualmente es cada vez mayor el nmero de personas afectadas por este problema de salud, estas aler-gias han acompaado al hombre desde pocas remotas. El mdico y naturalista griego del siglo I d. C., Pedneo Dioscrides, y el escritor latino Cayo Plinio Segundo el Viejo (23-79 d. C.) describieron la accin daina de los pl-tanos para la salud de algunas personas, atribuyndola errneamente a los pelos que crecen en sus hojas. Tambin Hipcrates se refiere as al queso: Algunos lo pueden comer a la saciedad sin que les ocasione ningn mal, pero otros no lo soportan bien.

    Tito Caro Lucrecio, poeta latino (siglo I a. C.), en su poema De Rerum Natura (De la naturaleza de las cosas), dado a conocer despus de su muerte por su amigo Cicern, escribi: Lo que es alimento para algunos, puede ser para otros un veneno violento. En 1480, antes de que tuviera lugar la coronacin del rey Ricardo II de Inglaterra, los lores desearon agradar al monarca sirvindole una abundante taza de fresas, que comi en su presencia. Horas ms tarde convoc al Consejo de Estado, se abri la camisa y mostr el trax, que estaba cubierto de zonas enroje-cidas y prominentes, que le causaban una gran desazn. Trat de hacer ver a los all presentes que se trataba de un intento de envenenamiento por parte de uno de sus cola-boradores ms allegados, el cual fue condenado a muerte.

    En 1689 un mdico de Kiel, Johann Christian Bautzmann, describi que: muchos comen con avidez marisco sin sufrir dao alguno. He visto, sin embargo, algu-nas mujeres, muchachas jvenes y nios, los cuales, cada vez que comen marisco, se sienten mal; experimentan dolores en el corazn; su sudor es fro; tienen tendencia a desmayarse y se quejan de hinchazn en el vientre, la cara y las extremidades, lo que hace temer por su vida. A su vez, Conrad Heinrich Fuchs (1803-1855), en 1841, llam la atencin sobre el papel que ciertos alimentos podan des-empear en el desencadenamiento de la erupcin de ron-chas en la piel, expresndose as: Hay, empero, individuos que presentan esta forma de urticaria cuando comen cier-tos manjares, como fresas, frambuesas, miel, almendras dulces, totalmente inocuos para la otra gente....

    Desde cundo se conoce la urticaria?

    El picor o prurito es el sntoma capital de afecciones alr-gicas de la piel como el eccema o la urticaria. Esta ltima consiste en la erupcin de lesiones sobreelevadas y

    Areteo de Capadocia (siglos I-II d. C.) describi el asma de esfuerzo. Mosaico del Palacio Imperial de Constantinopla.

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    LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALRGICAS DE LA FUNDACIN BBVA

    enrojecidas de contornos geogrficos, denominadas ron-chas o habones. Ya Hipcrates de Cos, padre de la medicina, que vivi durante los aos 460-377 a. C., describi lesiones urticantes que sobresalan en la piel y que estaban pro-ducidas por ortigas y mosquitos, a las que llam cnidosis, utilizando la raz griega cnido que se refera a las ortigas (Urtica urens L.). Con posterioridad, el erudito romano de la primera mitad del siglo I d. C. Aulus Cornelius Celsus (53 a. C.-7