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Libro de reserva Masisa
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EDITORIAL
Bibliografía:
Informes técnicos de Masisa Argentina, Forestal Argentina y Fundación Hábitat &
Desarrollo.
Desarrollo:
Masisa Argentina, Forestal Argentina y Fundación Hábitat & Desarrollo.
Colaboradores:
Contenido y fotos: Gustavo Aparicio, Ernesto Gamboa, Fundación Hábitat & Desarrollo.
Fotos de fauna de valor especial: Norberto Bolzon.
Fotos de actividades con grupos escolares: Gabriel Terny.
Fotos de control de plantas exóticas: Chantal De la Fourniere.
Revisión fotográfica: Marcelo Gurruchaga.
Diseño: Grupo Cuenca y M. Cristina Favre.
VI.2 Arroyos tributarios del Río
Uruguay y su selva en galería.
VI.3 Bosques del espinal
mesopotámico.
VI.4 Bosque abierto de palmera
Yatay.
VI.5 Lagunas.
VI.6 Los pajonales y pastizales
inundables.
VI.7 Los pajonales y pastizales no
inundables.
VI.8 Arenales del Río Uruguay.
CAPITULO VII
Fauna de valor especial.
CAPITULO VIII
Compromiso con el futuro.
INDICE
CAPITULO I
Masisa.
CAPITULO II
Forestal Argentina S.A.
CAPITULO III
Nuestra labor junto a la
Fundación Hábitat &
Desarrollo.
CAPITULO IV
Las reservas.
IV. 1 Beneficios ambientales de la
conservación.
IV. 2 Arroyo Ayui Grande.
IV. 3 El Talar.
IV. 4 Yuquerí.
IV. 5 Buena Vista II.
IV. 6 La Florida II.
IV. 7 Tres Cerros.
IV. 8 Santo Domingo.
IV. 9 La Yunta y Linconia.
CAPITULO V
Gestión de las reservas.
V.1 La Fundación y el personal
forestal.
V.2 Acciones de manejo.
CAPITULO VI
Ambientes protegidos.
VI.1 El Río Uruguay y su bosque
inundable.
I. Masisa
Con más de 50 años de experiencia en el mercado Masisa, empresa miembro
de Grupo Nueva, es la compañía líder en América Latina en la producción y
comercialización de tableros de madera para muebles y arquitectura de interiores.
La compañía cuenta con 13 plantas productivas en la Argentina, Brasil, Chile,
México y Venezuela. Todas las plantas cuentan con la certificación ISO 14001
de gestión ambiental y OHSAS 18001 de salud y seguridad ocupacional, que
reflejan su compromiso con la calidad de los procesos y productos, la salud de
sus trabajadores y el cuidado del medio ambiente.
El 100% de la producción de tableros de Masisa es de excelencia y calidad,
operando bajo estándares internacionales con la norma europea E-1, que asegura
el bienestar y la salud de las personas.
El negocio principal de Masisa es la producción y comercialización de tableros
de madera. Además, la compañía cuenta con tres unidades de negocios que
funcionan de manera sinérgica a la división central; éstas son: Forestal, Madera
Sólida y Retail, las que permiten generar valor y una mayor competitividad a la
empresa.
La unidad de negocio forestal posee 238 mil hectáreas de plantaciones de pino
y de eucaliptus en la Argentina, Brasil, Chile y Venezuela manejadas bajo altos
estándares ambientales como la certificación Forest Stewardship Council. Este
patrimonio de bosques es clave en la propuesta de valor de Masisa, ya que
permite asegurar el suministro de fibra en el largo plazo.
La unidad de negocios retail busca potenciar la Red Placacentros Masisa,
compuesta por más de 330 locales especializados en la venta de placas y
productos complementarios, necesarios para el negocio del pequeño y mediano
mueblista.
En la Argentina, Masisa ha desarrollado un complejo industrial modelo en la
Ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos, generando puestos de trabajo
para más de 1200 personas, siendo el mayor productor y exportador de tableros
de madera del país.
I. Masisa
La política de gestión de negocios de Masisa está basada en el triple resultado, un
sistema que busca, en forma integral y simultánea, obtener los más altos índices
de calidad en su desempeño en las áreas financiera, social y ambiental.
En la búsqueda de este equilibrio Masisa se compromete a:
1) obtener la mayor rentabilidad en los negocios,
2) reforzar los efectos ambientales y sociales positivos, y
3) reducir al mínimo los posibles impactos negativos para el medio ambiente y
para la sociedad.
De esta forma, Masisa integra el concepto de desarrollo sostenible en la gestión
de negocios. Además, se vincula activa y positivamente con las comunidades que
conforman su entorno, privilegiando la generación de oportunidades por encima
de las donaciones filantrópicas porque reconoce el desarrollo sostenible como
elemento esencial de sus actividades.
En este sentido, Masisa Argentina desarrolla programas orientados, principalmente,
a la preservación del medio ambiente y el manejo responsable de los recursos
naturales implementando, entre otras acciones, programas de reciclado, efluente
cero y conservación de la biodiversidad.
Calidad, cercanía al cliente e innovación, sumado al buen desempeño ambiental
y social de la compañía, son los pilares que sustentan la promesa de confianza y
distinguen a Masisa como empresa.
I. Masisa
Planta productiva Concordia
II. Forestal Argentina S.A.
Forestal Argentina S.A. la división forestal de Masisa en la Argentina, posee
plantaciones de pino, eucaliptos, ubicadas en las provincias de Entre Ríos y
Corrientes, certificadas por el Forest Stewardship Council (FSC).
II. Forestal Argentina S.A.
Forestal Argentina tiene como objetivo
establecer, manejar, cosechar y
administrar bosques con el propósito
de producir madera, otros productos
y servicios.
II. Forestal Argentina S.A.
Para cumplir con su objetivo Forestal Argentina se compromete a:
• Mejorar continuamente el desempeño ambiental y de salud y seguridad
ocupacional, mediante la reducción de los impactos adversos y los
riesgos a los que pueden ser expuestos sus colaboradores.
• Prevenir y/o mitigar las enfermedades profesionales, los accidentes y la
polución asociada a sus procesos, productos y servicios.
• Optimizar el uso de los recursos naturales que utiliza en su gestión
productiva.
• Cumplir con la legislación y los compromisos voluntariamente
adquiridos en materia ambiental y de seguridad y salud ocupacional,
incluyendo los Principios y Criterios del Forest Stewardship Council
(FSC).
• Promover el crecimiento y desarrollo de sus colaboradores mediante
capacitación, entrenamiento, igualdad de oportunidades y trabajo en
equipo.
• Mantener una comunicación abierta y transparente con la comunidad,
colaboradores, proveedores, clientes, autoridades y accionistas.
III. Nuestra labor junto a la Fundación Hábitat & Desarrollo
Desde 1999 Masisa Argentina y Forestal Argentina, junto con la Fundación Hábitat
& Desarrollo, trabajan en el desarrollo y la conservación de nueve reservas
naturales ubicadas a lo largo de 4000 hectáreas, distribuidas entre las provincias
de Entre Ríos y Corrientes. Las reservas pertenecen a la eco-región de la Selva
Paranaense presente en el Río Uruguay.
Predio Taguató y 9 de Julio
III. Nuestra labor junto a la Fundación Hábitat & Desarrollo
Ubicación reservasCORRIENTES
Caminos Asfaltados
Ferrocarril Mesopotámico.
0 km 10 km 50 km 100 km
Ruta 126
RN LA YUNTA
Arroyo C. Cuatitá
Ruta 14RN TRES CERROS
RN LINCONIA
Pucheta
Bompland
Arro
yo A
yuí
RN LA FLORIDA II
RN SANTO DOMINGO
RN BUENA VISTA II
Ruta 119
Tapebicuá
Yapeyú
Guaviraví
PASO DE LOS LIBRES
ENTRE RÍOS
Caminos Asfaltados
Ferrocarril Mesopotámico.
0 km 10 km 50 km 100 km
Concordia
Ruta 18
Ruta
14
RN EL TALAR
RN YUQUERÍ
RN ARROYO AYUI GRANDE
El ejercicio conjunto se inició con un bosque en galería de 200 hectáreas
conservado en la zona del arroyo Ayuí Grande, ubicado en las proximidades de
la ciudad de Concordia.
Con el tiempo y el trabajo en equipo realizado, cada una de las partes comenzó
a entender e incorporar el conocimiento del otro: Masisa Argentina y Forestal
Argentina fortalecieron su aprendizaje sobre la conservación como un gran
desafío para gestionar estas áreas y la Fundación Hábitat & Desarrollo comenzó
a comprender las necesidades del negocio maderero. Un equipo de ornitólogos,
biólogos y naturalistas, entre otros expertos, acompañaron el trabajo durante su
desarrollo.
III. Nuestra labor junto a la Fundación Hábitat & Desarrollo
Visita guiada por la reserva Arroyo Ayui Grande
Las reservas que Masisa Argentina y Forestal Argentina destinan a la conservación
no persiguen fines turísticos sino conservacionistas y educativos. Cada primavera
se lleva a cabo la Semana de la Reserva, en la que la Reserva Natural Arroyo Ayuí
Grande abre sus puertas a instituciones educativas locales, vecinos y autoridades,
entre otros grupos de interés, con el fin de que los visitantes puedan apreciar la
riqueza natural de la zona y aprender así a cuidar el ambiente.
Visita con colegios a la Reserva Arroyo Ayui Grande
III. Nuestra labor junto a la Fundación Hábitat & Desarrollo
El sector privado cuenta con el
potencial para liderar la conservación
de sitios naturales valiosos destinados
a preservar la naturaleza argentina y
de la región.
En nuestro país, el deterioro de los
ecosistemas continúa avanzando y
permite predecir que los ambientes
naturales serán cada vez más
pequeños y aislados. En este
contexto, la preservación es hoy una
oportunidad posible y necesaria.
Con sus recursos, infraestructura
y tierras, las empresas pueden
impulsar iniciativas que promuevan
la conservación, teniendo en cuenta
que lo escaso es valioso y que la
sociedad reconoce y valora a quienes
III. Nuestra labor junto a la Fundación Hábitat & Desarrollo
se comprometen con acciones
sostenibles a favor del bien común.
Desde Masisa queremos compartir
con ustedes nuestro compromiso
con el ambiente confiando en que
este libro, a través de la belleza de
sus imágenes contribuirá a generar
conciencia sobre la importancia de la
conservación, respetando el paisaje,
parte vital de la identidad social y
cultural de la zona.
IV. Las reservas
Hasta el momento se establecieron
nueve áreas protegidas por su valor
para la conservación, dentro de los
campos que Forestal Argentina tiene
en Concordia, provincia de Entre Ríos,
y en Paso de los Libres, provincia de
Corrientes. La primera selección se
realizó mediante imágenes satelitales
evaluando los predios con áreas
silvestres.
Lograr un adecuado relevamiento de
las áreas demandó un recorrido a
paso de hombre, haciendo necesario
pernoctar en ellas varios días, para
realizar el muestreo directo y la
elaboración de informes acerca de la
vegetación y la fauna observada en
cada lote.
IV. Las reservas
Relevamiento de áreas protegidas
Luego, sobre la base de esos informes, se decidió proteger aquellas zonas que
cuentan con los siguientes ambientes: lagunas enteras y tramos de arroyos,
formaciones boscosas, arenales y pajonales inundables, así como áreas que
poseen una gran diversidad de especies y superficies cuyo tamaño ameritan
iniciativas de conservación.
Paloma yerutí común
IV. Las reservas
Cada ambiente se analizó estudiando
distintas variables, por ejemplo
la diversidad de aves. Este es un
parámetro útil para medir la salud
de los distintos sistemas, ya que las
aves son el grupo que se observa
más fácilmente y cada especie se
asocia a ecosistemas particulares.
A mayor variedad de aves mayor
es la diversidad de ambientes,
plantas nutricias e insectos que las
alimenten.Cría de ñandú oculto entre restos de poda.
Coludo grande.
IV. Las reservas
Fueguero común macho.
Aguilucho colorado.
IV. Las reservas
Atajacaminos tijera común macho.
Huellas de osito lavador.
IV. Las reservas
Araña pollito. Lagarto sin patas conocido como viborita de cristal.
El pernoctar en cada área también permitió detectar la presencia de aves
nocturnas y anfibios, además de facilitar la observación de fauna en general,
cuyos desplazamientos se producen mayormente en horarios crepusculares.
Langosta de agua dulce.
Zorro de monte.
IV. Las reservas
Atajacaminos tijera común hembra.
Sapito cavador macho llamando a las hembras.
Los inventarios botánicos permitieron
caracterizar los ambientes e interpretar
la variedad de colores que se observa
en las imágenes satelitales.
Predio forestal Tres Cerros, Bonpland, Corrientes. Fuente: Google Earth
Pasionaria.
Canchalagua.
Helecho epífito.
IV. Las reservas
Frutos de mirtacea.
IV. Las reservas
De la misma manera en que los
entomólogos estudian una colonia de
hormigas como si fuera un solo ser
que se alimenta y se desplaza, las
nueve reservas naturales conforman
una unidad porque comparten los
mismos ambientes, características
geológicas y usos, pero sobre todo,
porque permiten pautas de manejo
en común.Hormigas del género Camponotus arriba de su tacurú inundado.
IV. 1 Beneficios ambientales de la conservación.
Conservar la calidad del agua
Los bosques en galería actúan como
filtros que depuran el agua. De esta
forma, las plantas que crecen junto a
los arroyos absorben los nutrientes y
con ellos las impurezas disueltas en el
agua. Esta función es particularmente
importante en cursos de agua como
el arroyo Ayuí Grande, dado que su
trayecto pasa por el éjido de la ciudad
de Concordia.
Muchas áreas protegidas por Masisa
Argentina y Forestal Argentina albergan
ojos de agua –sitios donde afloran
las napas- y vertientes naturales que
aportan agua transparente, fresca
y pura a los arroyos. Los pajonales
por su parte actúan como esponjas
naturales reteniendo el agua y
drenándola lentamente por arroyos
a los sitios vecinos, recargando
así las napas subterráneas. Esto
evita tener que profundizar las
IV. 1 Beneficios ambientales de la conservación.
perforaciones hogareñas para
acceder al agua.Contrariamente en
las grandes ciudades, debido a que
se han rellenado la mayor parte de
los pajonales, la lluvia produce vastas
inundaciones.
La calidad del agua es controlada
regularmente mediante el análisis de
muestras y el monitorio de anfibios.Joven sapo cururú inflando el cuerpo como táctica defensiva.
Los anfibios son uno de los grupos
de animales más sensibles a la
contaminación del medio acuático. El
hecho de poseer una piel muy fina -
por la que también respiran- sumado
a que pasan gran parte de su vida
sumergidos, los convierte en un fiel
indicador de la calidad del agua.
IV. 1 Beneficios ambientales de la conservación.
Escuercito común vocalizando.
Rana trepadora hocicuda rayada.
Una disminución de especies podría
alertar a tiempo de la presencia de un
contaminante.
Amplexo de ranitas trepadoras hocicudas chicas.
Preservar el paisaje
En los montes exuberantes y
coloridos se originaron los alegres
ritmos musicales que caracterizan
a la región, como el chamamé y
la música tropical, producto de las
vivencias y de las sensaciones que
inspira el paisaje surcado por cursos
de agua.
En este contexto, resulta difícil de
imaginar a los ancianos litoraleños
sin el conocimiento de los usos
medicinales de los yuyos del monte,
o los ranchos correntinos sin sus
grandes galerías. Las leyendas, los
gestos y hasta la vestimenta son el
resultado del paisaje que habitamos.
El paisaje nos determina, es parte
de nosotros y si el monte desaparece
parte de la identidad del litoral también
lo hará.
IV. 1 Beneficios ambientales de la conservación.
Preservar fauna en zonas de caza
tradicional
En ningún predio de Forestal Argentina
esta permitido cazar. Sin embargo,
es importante comprender que en
estas regiones la caza suele ser más
una necesidad que una distracción
y que los cazadores no siempre son
enemigos de la conservación.
Para graficar este punto se puede
citar como ejemplo el sistema de
numerosos clubes de caza de todo el
mundo, donde las áreas se destinan
a la conservación y permiten cazar
fuera de la temporada reproductiva,
asegurando de esta manera un
equilibrio entre ambas actividades.
Los cazadores del centro de la
Provincia de Entre Ríos también
impulsan la preservación de la selva
de Montiel entre sus vecinos.
En nuestras reservas los tramos
protegidos de los arroyos Ayuí
Grande, Ayuí, Yeruá, Yuquerí, San
Felipe, Juan Asencio, Curupí, el
Yacaré y Yatay, así como la ribera del
Río Uruguay presente en las reservas
naturales Tres Cerros, Santo Domingo
y La Florida II, aseguran los sitios
donde la fauna puede refugiarse de
la presión que sufre en los campos
vecinos.
Las reservas se extienden sobre el
Río Uruguay o junto a arroyos que
son sus tributarios.
En Entre Ríos, cerca de la ciudad de
Concordia, se encuentran las reservas
naturales Arroyo Ayuí Grande, Yuquerí
y El Talar.
En Corrientes, cerca de la ciudad de
Paso de los Libres, se encuentran las
reservas naturales Tres Cerros, Buena
Vista II, La Florida II, Santo Domingo,
La Yunta y Linconia.
A excepción de la Reserva Natural
Arroyo Ayuí Grande, cada una de
las reservas conserva el antiguo
nombre de la propiedad en la que se
encuentra.
IV. 1 Beneficios ambientales de la conservación.
IV. 2 Reserva Natural “Arroyo Ayuí Grande”.
La Reserva Natural Arroyo Ayuí
Grande es una angosta franja de
selva de 215 hectáreas, próxima a
Colonia Ayuí que contiene tramos del
Arroyo Ayuí Grande.
Por ella transitan lobitos de río, aguará-
popés, carpinchos y virachos, además
de inquietas aves selváticas que
recorren helechos, palmeras y árboles
de follaje perenne, persiguiendo
insectos y buscando brotes o frutos.
IV. 2 Reserva Natural “Arroyo Ayuí Grande”.
IV. 3 Reserva Natural “El Talar”.
El Talar, de 180 hectáreas es una
reserva ubicada 22 km al sur de
Concordia que contiene un bosque
de altos y tortuosos ceibos que crecen
en el interior de un pajonal. El pardo
paisaje invernal contrasta con la verde
selva en galería que escolta al arroyo
Yeruá. Vista desde lejos, la selva
es una muralla verde de 12 metros
de altura apenas interrumpida en
sectores por penachos de palmeras
pindó. El crecimiento agrupado de
estas palmeras indica al ojo avezado
la conveniencia de evitar caminar por
este sector pantanoso.
IV. 3 Reserva Natural “El Talar”
IV. 4 Reserva Natural “Yuquerí”.
La reserva cuenta con 100 hectáreas
ubicadas 20 km al noroeste de
Concordia. Los arroyos Yeruá y
Yuquerí discurren por zonas de
vertiente de las que se nutren. Los
lechos de arena y canto rodado
invitan al visitante a sumergirse en
él, mientras la presencia de tortugas
y martín pescadores delata la rica
fauna ictícola de estos arroyos. En
cuanto al ecosistema terrestre, la
presencia en la ribera de coronillos
añosos, advierte que la antigüedad
del bosque supera holgadamente los
cincuenta años.
IV. 4 Reserva Natural “Yuquerí”.
IV. 5 Reserva Natural “Buena Vista II”.
Esta reserva de 650 hectáreas se
encuentra al noroeste de Paso de
los Libres y protege tramos de los
arroyos Curupí, Yacaré y Yatay. Su
peculiaridad dentro del sistema de
reservas reside en la protección de un
extenso dique creado por anteriores
propietarios para abastecer de agua
a los cultivos de arroz. Desde allí Tuna con frutos.
es posible encontrarse con tropillas
de carpinchos y colonias de aves
acuáticas. Otro valor distintivo del
área es la presencia de antiguos
algarrobales y ñandubayzales,
ambos asentados sobre lomadas
que terminan en los cauces arenosos
de los arroyos Curupí y Yatay.
IV. 5 Reserva Natural “Buena Vista II”.
Colonia de gaviotas.
IV.6 Reserva Natural “La Florida II”.
Esta reserva es una prolongación de
la vegetación tropical y subtropical
de Brasil que alberga una importante
diversidad biológica distribuida en
1156 hectáreas en el departamento de
Paso de los Libres. Su conservación
contribuye a mantener una cadena
de refugios para las aves que migran
a lo largo del Río Uruguay.
Es también el área con mayor nivel
de intrusión y problemas de caza,
pesca e incendios intencionales
debido a su cercanía a la ciudad de
Paso de los Libres. La conservación
efectiva de este predio depende del
trabajo conjunto con la población
vecina. Desde 2008 la Dirección
Nacional de Fauna y Flora Silvestre,
con auspicio de Masisa Argentina,
Forestal Argentina y la Fundación
Hábitat & Desarrollo, dicta un curso
sobre control de cazadores y tráfico
de especies en peligro, destinado a
las fuerzas de seguridad y municipios
locales.
IV. 6 Reserva Natural “La Florida II”.
Brotes de Ingá.
IV. 7 Reserva Natural “Tres Cerros”.
La reserva Tres Cerros de 770
hectáreas se encuentra al suroeste
de Paso de los Libres y contiene
una franja de 7 km. de costa del
Río Uruguay donde se desarrolla un
bosque inundable de ingá y azota-
caballos, seguido de un escalón más
alto donde crecen ibirá-puitás y otros
árboles selváticos.
La mayor singularidad de la reserva
son dos grandes arenales que se Colonia donde conviven siete especies de garzas.
desarrollan en los extremos norte
y sur. Por ellos transitan zorros,
virachos, mulitas, ñandúes y
serpientes, además de invertebrados
miméticos o nocturnos, propios de los
arenales. Recientemente se detectó
la presencia de tres aves que no
habían sido citadas para la provincia
de Corrientes: la loica pampeana,
el atajacaminos coludo y el cachilo
corona castaña.
IV. 7 Reserva Natural “Tres Cerros”.
Arenal grande.
IV. 8 Reserva Natural “Santo Domingo”.
La reserva, ubicada al nordeste de
Paso de los Libres, cuenta con 406
hectáreas y está conformada por
una faja de selva en galería seguida
por un extenso bañado. En él se
encuentran tres lagunas alargadas,
antiguos lechos del Río Uruguay,
donde pescan biguás, martín
pescadores y garzas. Las lagunas
están ocultas detrás de franjas de
bosque alto e inundable. Existen
sectores del bañado ocupados por
pinos que están siendo removidos
para restaurar el paisaje original de la
reserva.
IV. 8 Reserva Natural “Santo Domingo”.
Una de las tres lagunas de Santo Domingo .
IV. 9 Reservas Naturales “La Yunta” y “Linconia”.
Ambas reservas, de 180 y 120
hectáreas respectivamente, se
ubican al suroeste de Paso de los
Libres y pertenecen a dos predios
separados por el arroyo Ayuí, motivo
por el cual tienen nombres distintos.
Juntas contienen ambos márgenes
del arroyo, logrando proteger un
tramo de la selva en galería y de los
bañados adyacentes. Este arroyo es
un sitio habitual de cacería en la zona,
por eso es importante que al menos
un tramo se encuentre protegido. La
reserva Linconia protege también un
tramo del arroyo Juan Asencio y su
valle de inundación, de 45 hectáreas.
IV. 9 Reservas Naturales “La Yunta” y” Linconia”.
Pastizal humedo y selva en galería.
IV. Gestión de las Reservas
Liberación de Urutaú.
V. 1 La Fundación y el personal forestal.
V. 1 La Fundación y el personal forestal.
Personal de Forestal Argentina y la Fundación Habitat & Desarrollo
El status de área protegida le confiere a estos sitios un objetivo principal de
conservación de la naturaleza, sin embargo requiere para su cuidado acciones
de manejo, al igual que las áreas productivas
Mediante la capacitación brindada al personal forestal, es posible establecer un
canal de diálogo directo entre la Fundación y los residentes del área. De esta
manera, se promueve un compromiso con la conservación de la biodiversidad y
el ambiente donde residen y trabajan. Se busca, además, implementar conductas
que permitan preservar los ecosistemas protegidos.
La participación y el entusiasmo que demuestran todos los involucrados es
gratificante. Formar parte de un proyecto que supera la acción y los intereses
individuales o corporativos, resulta clave para lograr el compromiso de todos.
El personal que se desempeña en los predios forestales participa en la protección
de las áreas silvestres cumpliendo las normas, brindando asistencia logística e
información sobre los sitios por donde ingresan los cazadores, y registrando la
presencia de fauna de valor especial.
Para preservar la naturaleza silvestre de la cuenca del Río Uruguay no alcanza
con designar reservas naturales. Es por ello que la alianza entre Masisa Argentina,
Forestal Argentina y la Fundación tiene como objetivo realizar acciones en distintos
frentes:
1) Acciones de control
Prohibir la tala en el monte nativo.
Masisa Argentina y Forestal Argentina no desmontan los bosques nativos, estén
dentro o fuera de las reservas. Todas las tareas que impliquen maniobrar camiones,
tractores y remolques se realizan con especial cuidado. La autorización de los
supervisores es necesaria para iniciar tareas de limpieza de terrenos a machete.
V. 2 Acciones de manejo.
V. 2 Acciones de manejo.
Solo puede utilizarse leña caída.
El personal que trabaja en los predios
utiliza únicamente leña caída que
recoge del suelo. Si bien esta tarea
requiere más trabajo, es fundamental
para la supervivencia de muchos
animales. Los árboles secos en pie
no deben ser cortados porque forman
micro ambientes fundamentales:
cada año los pájaros carpinteros los
agujerean para construir allí nuevos
nidos que luego son utilizados por
chincheros, halcones, loros y otras
aves.Chinchero chico
Halconcito colorado
Árbol macheteadoHalcón plomizo
V. 2 Acciones de manejo.
Carpintero bataraz chico
Control de plantas exóticas invasoras.
El segundo causante de extinción
de especies en el mundo es la
introducción de plantas o animales
de otros continentes. En la Reserva
Natural Arroyo Ayuí Grande, un
arbusto asiático, la ligustrina, forma
ambientes que impiden el desarrollo
de flora autóctona en su interior. Desde
2006, este arbusto es controlado
mediante el corte de sus ramas en
forma mecánica, evitando el rebrote
tras la aplicación de herbicida sobre
los tocones recién cortados.
En la Reserva Natural Yuquerí, El
Talar y Santo Domingo se realizan
regularmente actividades de control
para evitar que la regeneración
natural de pinos afecte los ambientes
protegidos.
En el resto de las reservas, sobre todo
en las de Paso de los Libres, no se
observan plantas exóticas invasoras.
Es importante evitar la introducción
de especies foráneas cerca de ellas.
V. 2 Acciones de manejo.
Prohibición de caza y pesca.
El pensamiento genérico y más
difundido es que un carpincho,
un viracho o un bagre menos, no
alteran el equilibrio ecológico. Sin
embargo, este hecho trae aparejado
diversos problemas: incentiva a que
otros cacen o pesquen en las áreas
protegidas, genera residuos en sitios
donde no los hay, ocasiona incendios
accidentales o deja evidencias de
fogones que estimulan a otros a
imitar el comportamiento. El riesgo de
estas acciones es que los animales
perciban las áreas como inseguras
dificultando, en consecuencia, su
presencia y observación.
Registro de avistaje de fauna de valor
especial, cazadores, pescadores,
trampas y aparejos.
A través del personal forestal, en 2006
comenzó a registrarse el avistaje de
fauna de valor especial, así como la
presencia de cazadores y trampas.
Este registro permite incorporar
cartelería en las zonas indicadas,
incluir los sitios en las recorridas de
control y, en caso de ser necesario,
realizar exposiciones policiales.
2) Acciones de investigación
La investigación, constante y metódica,
provee información sobre las especies
y los ambientes a proteger, sus
problemas de conservación y las
soluciones posibles para mejorar su
situación.
V. 2 Acciones de manejo.
Relevamiento y monitoreo de aves.
En 2002 se realizaron los primeros
avistajes de aves en las reservas de
Entre Ríos. Allí se detectó la presencia
del 35% de las aves citadas para
la provincia. Desde entonces, se
continúa actualizando el inventario
y generando información sobre
uso de hábitat, comportamiento y
la abundancia relativa de las aves.
Actualmente, el relevamiento se realiza
tanto en la Reserva Natural Arroyo
Ayuí Grande como en la Reserva
Natural Tres Cerros. Estos trabajos
de investigación a largo plazo ayudan
a comprender la dinámica natural de
las áreas protegidas.
La reserva de 215 hectáreas, tiene una singular riqueza en comunidades vegetales que dan albergue a 113 especies de aves, cantidad que equivale al 35% de la avifauna de la provincia de Entre Ríos. Las diez aves más comunes son las siguientes:
Rana roncadora
Relevamiento y monitoreo de anfibios.
Los anfibios nacen en el agua, viven en la tierra y vuelven al agua para reproducirse.
Este ciclo, sumado a que la respiración de los anfibios se realiza, en parte, a
través de la piel, convierte a sapos y ranas en excelentes indicadores de la salud
de los humedales. Desde 2005, un equipo de profesionales de la Fundación
Hábitat & Desarrollo realiza inventarios de los anfibios presentes en las reservas
y monitorea sus poblaciones. En 2007 se colectaron ejemplares para detectar la
posible presencia de contaminantes en el organismo de los anfibios de la Reserva
Natural Arroyo Ayuí Grande; dando resultados negativos.
Ranita del zarzal
V. 2 Acciones de manejo.
Escuercito común
Ranita llorona
V. 2 Acciones de manejo.
Desarrollo de técnicas de bajo
impacto para reducir la biomasa
de pastizales y pajonales.
El estudio del desarrollo de un
pastizal sin intervención alguna fue
posible mediante la limitación en el
acceso de 2 hectáreas de pastizal
en la Reserva Natural Buena Vista
II. En esta parcela demostrativa se
prevé estudiar pautas de manejo que
reduzcan la acumulación de biomasa
seca en las áreas protegidas para
disminuir el riesgo de incendios
naturales o provocados, tan habituales
en Corrientes.
Personal forestal realizando quemas
controladas para reducir la biomasa de
pastizales y pajonales
V. 2 Acciones de manejo.
Monitoreo de la presencia de aguará-guazú en el predio “La Nueva”, en La
Cruz, Corrientes.
Si bien en este predio no se estableció una reserva, la aparición de un ejemplar
de esta especie, designada “Monumento Natural” por la provincia de Corrientes,
impulsó la creación de un corredor biológico de 70 hectáreas que permite la
circulación del cánido entre un campo ganadero vecino y el Estero del Aguapey.
Es importante mencionar que este estero fue identificado como una de las “Áreas
de importancia para la conservación de las aves” en la Argentina.
Durante el primer monitoreo realizado el año posterior a la creación del corredor,
se confirmó la presencia de aguará-guazú gracias a encuestas realizadas a
pobladores de las estancias vecinas, quienes fueron informados del trabajo que
se realiza e invitados a participar de la iniciativa. Personal alisando el terreno para detectar huellas
3) Acciones de relación con la
comunidad y de divulgación
ambiental.
La relación con la comunidad es uno
de los ejes del accionar de Masisa
basado en el triple resultado. La
compañía se propone fortalecer y
difundir los proyectos realizados para
consolidar el proceso e involucrar
a una mayor cantidad de actores
sociales en el cuidado del medio
ambiente, así como alentar el
desarrollo de iniciativas similares.
V. 2 Acciones de manejo.
Trabajo con escuelas cercanas a las reservas Arroyo Ayuí Grande y Tres
Cerros.
Mediante la elaboración de un cuadernillo didáctico que vincula los contenidos
curriculares con la flora, fauna y geología de la Reserva Natural Arroyo Ayuí
Grande, se desarrolla el programa Natural Escuela en Entre Ríos, junto a escuelas
de Colonia Ayuí, La Criolla, Charruas y Villa Adela.
En Corrientes se desarrollan talleres
en las escuelas rurales primarias
y secundarias de Bompland, Paso
de los Libres, Tapebicuá y Parada
Pucheta, para explicar la importancia
de las áreas protegidas y la
necesidad de no cazar animales que
afrontan riesgo de extinción. Desde
2008 la experiencia del proyecto
Natural Escuela se replicó en
escuelas primarias correntinas, y los
contenidos de la currícula provincial
se articularon con la fauna y flora
presentes en la Reserva Natural Tres
Cerros.Actividades realizadas durante la visita a la reserva.
V. 2 Acciones de manejo.
Curso de capacitación docente
sobre interpretación ambiental.
Cada año la Fundación realiza
cursos de capacitación docente
junto a la Universidad Nacional del
Litoral, destinados a fortalecer el
conocimiento biológico en general
y de la naturaleza litoraleña en
particular. Los cursos se dictan en las
ciudades de Concordia y Paso de los
Libres, cuentan con gran aceptación
por parte de maestros y profesores.
V. 2 Acciones de manejo.
Curso de capacitación sobre control
de caza y tráfico de fauna.
Debido a los riesgos que implica el
control de cazadores en estas zonas,
se decidió afrontar el problema
en conjunto con las fuerzas de
seguridad locales. En colaboración
con la Dirección Nacional de Fauna,
se organizaron capacitaciones en
Concordia y Paso de los Libres para
fortalecer la labor de los municipios.
V. 2 Acciones de manejo.
Semana de la Reserva Ayuí
Expedición Hábitat.
Las reservas son visitadas por
grupos con intereses particulares:
observadores de aves, paisajistas y
fotógrafos, entre otros. Para recibir
al resto del público, la Reserva
Natural Arroyo Ayuí Grande abre sus
puertas una semana al año. Durante
esa semana, visitantes particulares
y grupos previamente inscriptos,
son guiados por dos sectores de la
reserva que cuentan con pasarelas,
observatorio y cartelería.
La Expedición Hábitat es un tour
que se realiza anualmente en el
marco de la Semana de la Reserva.
Las expediciones se componen
de diplomáticos, empresarios,
ambientalistas, investigadores y
periodistas que provienen desde
diferentes ciudades para recorrer
la planta industrial y la reserva, y
dialogar con los responsables de la
iniciativa.
Visita a la Reserva Arroyo Ayui Grande.
V. 2 Acciones de manejo.
Creación de un corredor de conservación en la cuenca del arroyo Ayuí
Grande.
El curso del arroyo y la diversa vida silvestre que alberga, se encuentran protegidos
en la Reserva Municipal de Concordia (Ord. Nº 29.789), en la Reserva Natural
Arroyo Ayuí Grande y en otros predios de Forestal Argentina.
Masisa Argentina, Forestal Argentina y la Fundación Hábitat & Desarrollo
promueven el compromiso de los propietarios de terrenos que contienen
porciones del arroyo, para asegurar la conservación de la cuenca y la
libre circulación del material genético que fluye desde la naciente hasta su
desembocadura en el Río Uruguay. En 2008 la Fundación Hábitat & Desarrollo
y la Municipalidad de Concordia firmaron un acuerdo para preservar el corredor
biológico de la zona del Arroyo Ayuí Grande, donde se identificaron el 35% de
las aves silvestres de Entre Ríos, siendo de vital importancia la preservación de
esta zona. Forestal Argentina y Masisa Argentina promovieron esta iniciativa tan
valiosa para proteger la flora y fauna de la zona.
Participación en congresos y talleres científicos y de conservación.
Los avances técnicos logrados son difundidos en congresos y revistas
especializadas. Asimismo, se participa de encuentros y proyectos organizados
por la Fundación y otras entidades, destinados a generar espacios de debate
sobre temas de conservación privada y manejo de áreas protegidas.
VI. Ambientes protegidos
Liana uña de gato trepando por corteza
VI. 1 El río Uruguay y su bosque inundable.
Las reservas de Masisa Argentina y Forestal Argentina están localizadas en la
cuenca del Río Uruguay. Algunas se encuentran en su margen y otras protegen
porciones de arroyos que desembocan en él.
VI. 1 El río Uruguay y su bosque inundable.
El bosque que se encuentra en el
valle de inundación del Río Uruguay
difiere en su composición de los
arroyos tributarios.
VI. 1 El río Uruguay y su bosque inundable.
El suelo es arcilloso y siempre cubierto de ramas y hojas secas, casi libre de
arbustos. Las especies dominantes son el ingá y el azota-caballos. También suele
haber manchones de sarandí colorado, semi-sumergidos en el agua.
Abundan las lianas que le otorgan un característico aspecto selvático.
Para evitar ser arrastrados por las
frecuentes inundaciones, los árboles
poseen un sistema radicular muy
extendido. Aún así, muchas veces las
raíces quedan expuestas por el poder
erosivo del agua.
VI. 1 El río Uruguay y su bosque inundable.
En el río bucean biguás y macaes
para buscar su alimento.
Macá grandeBiguá sacando las plumas después de bucear.
Sobre los árboles otras aves, como
el boyero de ala amarilla o el tingazú
deambulan en busca de insectos,
frutos, huevos y pichones.
Boyero de ala amarilla.
Tingazú.
VI. 1 El río Uruguay y su bosque inundable.
Por su parte la zona litoral es
habitada por carpinchos y caracoles
Ampullaria.
Caracol acuático en la costa.
Carpincho.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería. Son ambientes largos y angostos, de 1 a 6 m de ancho y entre 0,20 y 2m de
profundidad, que se prolongan por kilómetros.
Los cursos de agua son escoltados por un bosque inundable persistente de hasta
150 metros de ancho a cada lado del arroyo.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
Los sitios donde los arroyos se desdibujan y se vuelven pantanosos, se distinguen
por la abundancia de palmeras pindó y los grandes helechos canchalagua.
Helecho canchalagua. Palmera pindó.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
Helecho canchalagua.
Los pulsos de crecida dependen de
dos factores: las lluvias locales y las
crecientes del Río Uruguay. Sendero inundado en la Reserva Natural Ao. Ayuí Grande.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
En el interior de la selva se encuentran
especies perennes como el ayuí o
laurel de río, el mataojos, el canelón
y el guayabo colorado. Acompañan
en segundo orden, árboles de hoja
caduca como el azota caballos, el
ceibo y el sauce criollo. Estos dos
últimos suelen estar en los bordes
más bajos, linderos con el pajonal.Bosque abierto de ceibos en pajonal.
En el sotobosque son características
las congorosas y los ibirá, mientras
que en el borde exterior donde llega
la luz se encuentran lianas como el
mburucuyá y plantas apoyantes con
aguijones curvos, como la uña de
gato y el ñapinday.
Flores de ibirá.
Congorosa.
Mbrucuyá.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
El lecho de los arroyos suele ser de arena o de canto rodado, similar al lecho del
río Uruguay, excepto algunos de suelo arcilloso presentes en Corrientes.
Los arroyos forman corredores
biológicos que prolongan el bosque
atlántico desde Brasil hacia el sur de
Entre Ríos y el noreste de Buenos
Aires. En ellos se crían algunos de
los grandes peces que surcan el Río
Uruguay, particularmente aquellos que
logran sobrevivir a los predadores
locales, tales como el aguará-popé,
biguá, martín pescador o benteveo. Hembra de martín pescador grande.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
Biguá tragando un pez.Benteveo.
Los peces comen insectos que caen al agua, al igual que los zapateros (insectos
que caminan sobre el agua) que patrullan los bordes quietos de los arroyos, en
busca de otros invertebrados que caigan desde las ramas.
Chanchita entre elodeas.
Zapatero.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
En el interior del monte ribereño
se refugia el viracho que asoma
tímidamente a los claros del bosque
al amanecer y al atardecer.
Todos se cuidan del zorro de monte,
quien vaga hambriento en busca de
cualquier alimento. Por la noche el
zorro colma el aire con sus gritos,
asustando al más mentado.
Los tatú arremeten contra la
vegetación como pequeños tanques
de paso corto pero ligero. Cada tanto
se detienen a olfatear y escarbar para
detectar alguna isoca u otra delicia. Tatú.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
La culebra verde arborícola
atraviesa la espesura buscando
ranas trepadoras, confiada en que
su vestimenta verde esmeralda la
dejará aproximarse a ellas sin ser
identificada.
Culebra verde arborícola. Ranita de zarzal en serrucheta.
Al atardecer, el hocó colorado vuela desde el borde del arroyo hasta la copa alta
de algún sauce criollo para pernoctar.
Hocó colorado.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
El borde de la selva se caracteriza
tanto por la presencia de lianas
y arbustos espinosos, como por
la abundancia de mariposas en
primavera y verano.
Garza blanca en borde de la selva. Lianas entrelazadas.
Mariposa zafiro.
Mariposa julia.
VI. 2 Arroyos tributarios del río Uruguay y su selva en galería.
Mariposa cuatro ojos.
Reunión de mariposas limoncitos.
VI. 3 Bosques del Espinal Mesopotámico.
No se conoce con certeza cómo era originalmente el espinal dado que fue
modificado por las principales actividades económicas de nuestro país como
la agricultura y la ganadería. Se sabe a través de los lugares que aún quedan,
que la porción Noreste del Espinal Mesopotámico originalmente era un pastizal
salpicado de árboles.
En algunas reservas como en Buena Vista II este ambiente de parque persiste,
formado por cactus de tipo columnar, espinillos, ñandubay, algarrobos y
quebrachos blancos.
Cardón mesopotámico.
VI. 3 Bosques del Espinal Mesopotámico.
Flor de cardón mesopotámico.
Rama de ñandubay. Algarrobo negro.
VI. 3 Bosques del Espinal Mesopotámico.
Bosque de ñandubay y algarrobo negro.
Flores de espinillo.
VI. 3 Bosques del Espinal Mesopotámico.
El espinal de crecimiento lento
prospera en sitios altos no inundables
y se caracteriza por la asociación de
especies caducas, espinosas y de
madera dura. En las cortezas rugosas
de las leguminosas (ñandubay,
algarrobo y espinillo) prosperan
líquenes folíosos y plantas epífitas,
como los claveles del aire.
Órganos productores de esporas de liquén folioso. Liquén folioso.
Clavel del aire.
VI. 3 Bosques del Espinal Mesopotámico.
Emergiendo de las ramas también se encuentra la liga: una planta hemiparásita,
de globosos frutos amarillos que toma la savia bruta del árbol para elaborar su
alimento.
Liga.
Acompañan a las leguminosas
árboles de hoja perenne como el
quebracho blanco, el guayabo
colorado que se encuentran sobre
praderas cubiertas de pasto,
adornadas con flores multicolores
como las verbenas punzó y moradas,
y al menos tres especies distintas
de Oxalis de colores blanco, rosa y
amarillo.
Margarita punzó y verbena morada. Oxalis blanca.
Macachín u oxalis amarillo.
VI. 3 Bosques del Espinal Mesopotámico.
Vinagrillo u oxalis rosa.
Los troncos secos de los cactus suelen ser perforados por pájaros carpinteros
que anidan allí durante una temporada y luego los abandonan para ser ocupados
por el halconcito colorado, entre otros huéspedes. Carpinteros blancos.
Nido de pájaro carpintero en cardón seco.Halconcito colorado.
VI. 3 Bosques del Espinal Mesopotámico.
Los grandes árboles secos también
sirven como dormideros para
colonias de aves como los jotes de
cabeza roja, que descansan sobre
este gran árbol en la Reserva Natural
Santo Domingo.
Dormidero de jotes de cabeza colorada.
Dormidero de jotes de cabeza colorada.
En las cortezas lisas de las mirtáceas
no prosperan líquenes ni plantas
epífitas gracias a que éstas se
desgajan en placas.
Las cortezas son escrutadas por aves
como el chinchero, que escarban las
placas en busca de insectos mientras
trepa por las ramas marcando un
espiral.
Corteza de guayabo colorado.
Chinchero chico.
VI. 3 Bosques del Espinal Mesopotámico.
Otras aves insectívoras como el
suirirí real utilizan las ramas más altas
como atalayas, para poder divisar los
insectos que capturarán en el aire.Suirirí real.
Las urracas son las aves más
características de los bosques de la
cuenca del Río Uruguay, y confunden
con las diferentes voces que utilizan
para imitar a otras aves. Urraca común.
VI. 4 Bosque abierto de palmera Yatay.
Este ambiente es un tipo específico
de espinal, es decir, una ecorregión
que rodea a la llanura pampeana. El
bosque abierto de palmera yatay, al
igual que el parque mesopotámico,
es representativo y exclusivo de esta
porción del Espinal.
Es aquí donde se observa una matriz
de pastos y de arbustos nativos como
la chilca, coronada por los redondos
y verde azulados penachos de las
palmeras yatay, especie protegida
en la provincia de Entre Ríos.
VI. 4 Bosque abierto de palmera yatay.
Renovales de palmeras Yatay.
VI. 4 Bosque abierto de palmera yatay.
Este paisaje es el mismo que protegen
los parques nacionales El Palmar y
Mburucuyá.
En la Reserva Natural Arroyo Ayuí
Grande y en la Reserva Natural
Tres Cerros subsisten pequeños
parches de este ambiente. Entre las
Langosta joven en serrucheta.Ranita trepadora hocicuda rayada en serrucheta.
herbáceas comunes se encuentran
las serruchetas, compuestas por
largas hojas espinosas que se
originan en un centro donde se
acumula agua de lluvia.
Allí se refugian ranas trepadoras e
insectos miméticos, como la langosta.
Flor de nocturno.
Al atardecer, puede apreciarse
la floración del nocturno. Estas
delicadas flores atraen polinizadores
durante la noche y se secan con los
primeros rayos de sol.
VI. 4 Bosque abierto de palmera yatay.
En algunas reservas de Corrientes
se formaron diques naturales que
dieron origen a lagunas largas y
angostas. Por lo general, son viejos
cauces o recodos del Río Uruguay
cuyos extremos se han sedimentado,
generando aislamiento. Al ser viejos
tramos de río sus bordes fueron
elevados por la sedimentación
ocurrida después de cada creciente.
Allí prosperan árboles propios de
sitios altos pero húmedos como los
ibirá-puitas, el laurel de monte y el
laurel de río.
VI. 5 Lagunas.
VI. 5 Lagunas.
Los bordes de las lagunas suelen
estar tapizados de plantas flotantes
como repollitos de agua, helechos
salvinia y camalotes.
Helechos flotantes salvinia.Camalote.
En los remansos de las lagunas,
donde el viento no agita la superficie
del agua, se desplazan los caracoles
Ampullaria, quienes se mueven entre
los helechos Marsilea, similares a los
tréboles de cuatro hojas. Caracol acuático y helecho marsilea.
VI. 5 Lagunas.
En primavera también pueden encontrarse flores de estrellita asomándose del
agua.
Estrellita.
En sus hojas flotantes descansan las arañas que caminan sobre el agua buscando
insectos caídos desde las ramas.
Araña acuática sobre hoja flotante de estrellita.
VI. 5 Lagunas.
En la primavera y en el verano es posible encontrar grupos compactos de
renacuajos grandes como los de rana criolla.
Renacuajo de rana criolla.
Renacuajo de rana criolla.
De noche, es posible escuchar el
croar de ranas y sapos machos.
En la búsqueda de anfibios, también
pueden hallarse otras maravillas
difícilmente observables de día. Por
ejemplo, pueden verse caracoles
poniendo huevos sobre las hojas
de plantas palustres, o una libélula
emergiendo de su piel de larva
acuática, ya convertida en adulto
volador pero aún con el cuerpo
blando y sin los colores definitivos. Caracol acuático poniendo huevos sobre planta palustre.
VI. 5 Lagunas.
Libélula adulta emergiendo de su piel de larva acuática.
Todos estos animales, peces,
renacuajos, caracoles y larvas de
insectos, son el alimento de tortugas
acuáticas, como la tortuga pintada o
la tortuga de cuello largo, que son
estudiadas por especialistas para
realizarles mediciones. Tortuga de cuello largo.
VI. 5 Lagunas.
Los animales de laguna que mayor
interés despiertan son las aves que
utilizan sus costas para refugiarse
o alimentarse. Se trata de gaviotas,
playeros, patos, cisnes y gallaretas.
Estas últimas forman parejas estables
que toman para sí una porción de la
laguna, llegando a expulsar a aves
mayores, como los cisnes, mediante
cortas carreritas sobre el agua.Gallareta chica.
VI.6 Los pajonales y pastizales inundables.
Estos ambientes se encuentran entre
los cursos de agua y el pastizal.
VI. 6 Los pajonales y pastizales inundables.
Los pajonales y pastizales inundables son extensiones casi puras de una o pocas
especies morfológicamente similares. Los rizomas son subterráneos, mientras que
la superficie está poblada por largas hojas. Los pajonales se desarrollan en bajos
que se inundan periódicamente o que permanecen anegados durante todo el año.
El tipo de vegetación que cubre el suelo varía de acuerdo con la altura de éste.
Los pajonales se encuentran presentes en las nueve reservas y, pese a su aparente
monotonía, albergan algunas de las especies más carismáticas del sistema, como
los yacarés, carpinchos, garzas brujas, cigüeñas y espátulas rosadas.
Cigüeñas, tuyuyús y espátulas rosadas.
VI. 6 Los pajonales y pastizales inundables.
Macho adulto de carpincho.
Cría de yacaré.
Adulto de yacaré negro.
VI. 6 Los pajonales y pastizales inundables.
Garza bruja.
Yetapá de collar.
VI. 6 Los pajonales y pastizales inundables.
Ranitas trepadoras.
Flor de ceibo.
VI. 6 Los pajonales y pastizales inundables.
Achira amarilla.
Ludwigia.
VI.7 Los pajonales y pastizales no inundables.
Este ambiente fue el primero en ser
modificado. Inicialmente por los
indígenas que cazaban utilizando el
fuego y luego por los europeos que
introdujeron ganado y cultivos.
En el litoral, donde la ganadería tiene
más de 400 años, la costumbre de
usar el fuego para generar brotes
tiernos para el pastoreo de las vacas
es uno de los principales problemas
de conservación del paisaje.
En ocasiones estas prácticas son un
riesgo para los campos forestales y
las reservas, donde cada invierno se
dispone de brigadas de combatientes
forestales listos para apagar fuegos
ocasionados.
VI. 7 Los pajonales y pastizales no inundables.
Ante la histórica modificación del
paisaje, ocasionada en primer
lugar por la ganadería, luego por la
agricultura y recientemente por las
forestaciones con árboles exóticos,
los relictos de pastizal que aún
subsisten resultan prioritarios para la
conservación a nivel continental.
VI. 7 Los pajonales y pastizales no inundables.
Por estos pastizales transitan
ñandúes, pechos colorados, zorros
grises, cuíses, ratones de campo,
escuercitos, bichos - palo, mariposas
y arañas, pero sobre todo hormigas.
A falta de grandes manadas de
herbívoros, las hormigas son aquí las
principales recicladoras de biomasa
vegetal. Ñandú.
Bicho palo. Escuercito común.
Mariposa dama pintada.
VI. 7 Los pajonales y pastizales no inundables.
Araña de la familia Araneidae.
Pecho colorado común.
VI. 7 Los pajonales y pastizales no inundables.
Los tacurúes son característicos en
la zona. Se trata de altos montículos
de tierra cementada con saliva,
originados por hormigas del género
Camponotus, y ocupados luego por
termitas.Tacurúe.
En desbordes excepcionales del Río Uruguay, cuando se inundan los pastizales,
las hormigas se amontonan formando con sus cuerpos balsas que protegen en
su interior a la reina, los huevos y las larvas.
Hormigas camponotus.
VI. 7 Los pajonales y pastizales no inundables.
Durante estas inundaciones se puede
observar anfibios nadando como el
sapito de colores, que se caracteriza
por ser caminador. Sapito de colores.
Entre las sorpresas que depara el
pastizal se hallan algunas arañas
como esta gran Argiope, que al
atardecer extiende su tela entre
los pastos.
La tela de este género de arañas
es quizás la fibra más resistente
del mundo, por lo que es utilizada
para la elaboración de telas
livianas y resistentes. Una escena
por demás impactante, es aquella
en la que una araña captura a su
presa.
Araña argiope.
Araña cazando mosca.
VI. 7 Los pajonales y pastizales no inundables.
Tasi.
Es habitual encontrar bellas flores en
primavera, como este pompón lila de
Mimosa sensitiva que se eleva entre
sus hojas. O las blancas flores del
tomatillo y del tasi.
Ya entrado el otoño en las flores se
concentran insectos polinizadores
como escarabajos y mariposas. Tomatillo.
VI. 7 Los pajonales y pastizales no inundables.
Escarabajo aceitero.
Flor de mimosa.
Mariposa saltarina amarilla.
VI. 8 Arenales del río Uruguay.
Este ambiente fue originado por
las arenas propias del lecho del
Río Uruguay que son acumuladas
y desplazadas por el viento, lo que
permite encontrar médanos activos
que aún se desplazan y médanos
fijos que fueron colonizados por
vegetación que los sujeta.
En ambos extremos de la reserva
natural Tres Cerros, junto a la costa
del Río Uruguay, se encuentran los
arenales. Arenal chico en Tres Cerros.
VI. 8 Arenales del río Uruguay.
El mayor arenal está ubicado al norte
y es una elevada planicie en la que
sobresalen dunas relictuales cubiertas
de monte nativo, principalmente de
cactus columnares, palmeras pindó
y mirtáceas.Arenal.
En ellas se refugian durante el día el
tatú de siete bandas, el zorro gris, los
virachos, el aguará-popé y serpientes
como la yarará. Tatú de siete bandas.
VI. 8 Arenales del río Uruguay.
Tanto al amanecer como al atardecer,
los animales salen a la planicie en
busca de sustento. Durante el día es
Huella de yarará en la arena.
evidente el deambular de estos seres
por la gran cantidad de huellas que
surcan el arenal en todas direcciones.
Huellas de osito lavador. Huellas de ave caminadora.
VI. 8 Arenales del río Uruguay.
Muchos de los animales presentes en los arenales viven exclusivamente en ellos,
como el grillo de la arena y otros invertebrados con rasgos igualmente miméticos
o gusanos que se desplazan bajo su superficie y emergen sólo al atardecer,
cuando la humedad del aire se los permite.Túnel de gusano.
Grillo de la arena.
En ocasiones, después de lluvias torrenciales, se forman lagos, los que
desembocan en arroyos que drenan hacia el río Uruguay.
VI. 8 Arenales del río Uruguay.
Después de una fuerte lluvia emergen brotes de la arena, aparentemente estéril, y
se reúnen aves costeras como los playeros, aguateros y becacinas.
VII. Fauna de valor especial
Jote de cabeza roja.
Una gran cantidad de mamíferos
fueron detectactados a través
de huellas, cuevas, bosteos,
hociqueadas y pelos dejados en
alambrados.
La mayor parte de ellos utiliza los
arroyos y sus bordes boscosos
como refugio y corredor por el cual
desplazarse.
Debido a la fuerte presión de los
cazadores que sufren tanto en
Corrientes como en Entre Ríos,
los animales suelen ser bastante
desconfiados. Como consecuencia
de ello, hasta los más diurnos se han
vuelto nocturnos.
Este hecho que puede parecer
normal, no lo es pues en los sitios
buceado recientemente. Por el contrario,
cuando un buzo se sumerge en sitios
donde la caza submarina es habitual, los
peces no se acercan a menos de cuatro
metros - la distancia efectiva del arpón .
Se estima un plazo de 10 años para
observar un cambio de actitud y
comportamiento en los animales
presentes en los predios.
donde la caza no es habitual o hay
poca presencia humana, cuando
llegan los exploradores, descubren
que la fauna no sólo no se aleja,
sino que se acerca a observarlos.
Incluso en los peces se observa esta
conducta: los buzos son recibidos por
decenas de peces que se acercan
a probarlos con la boca ni bien se
sumergen en sitios donde nadie ha
VII. Fauna de valor especial.
Mono Carayá (Alouata caraya)
Este mono grande, de aspecto
encorvado y con cabeza voluminosa,
tiene la cara y una franja de su cola
libre de pelo. En el macho, su pelaje es
largo y completamente negro, mientras
que en las hembras y en los juveniles el
pelaje es pardo amarillento. A su vez,
las hembras son de menor tamaño.
Su límite austral es Paso de los Libres,
y es por ello que la conservación de
este mamífero es particularmente
importante en la zona: si desaparece
allí, su distribución se acorta, no Caraya macho.
pudiéndose repoblar desde el sur.
El ambiente de los bosques costeros
es ideal para albergar a esta especie.
Actualmente existe predisposición
para cuidarlos y el impacto en su
ambiente ha disminuido por lo que si
están, se espera que se reproduzcan y
si no, se evaluará su reintroducción.
Está incluido en la categoría II de la
Convención Internacional para el
Tráfico de Especies (CITES) y en el
Libro Rojo Nacional de Especies de
Aves y Mamíferos en Peligro.
Caraya hembra.
VII. Fauna de valor especial.
Tatú negro o mulita grande (Dasypus novemcinctus)
Es un armadillo grande de 65 a 68 cms. Su armadura presenta 8 o 9 bandas
móviles entre dos bloques fijos, uno cercano a la cabeza y otro próximo a la cola,
siendo esta una característica que los hace menos flexibles que otros armadillos.
Si bien no suele emitir sonidos, resopla mientras caza y es uno de los viajeros más
ruidosos del bosque ya que pisa fuertemente las hojas secas mientras atraviesa
el sotobosque empujando con fuerza todo a su paso. Si se escucha un estrépito
nocturno que se mueve rápidamente, generalmente resulta ser un tatú negro.
Común y de amplia distribución, es cazado frecuentemente por su excelente
carne, la cual a menudo resulta ser una importante fuente de alimento. Es por ello
que a veces escasea en áreas pobladas, aunque al parecer puede tolerar una
elevada presión de caza.
La población se encuentra bien representada a nivel nacional, excepto en el centro
y sur de Entre Ríos donde su situación es de vulnerabilidad.
Figura en el Libro Rojo Nacional de Aves y Mamíferos en Peligro.
VII. Fauna de valor especial.
Zorro gris (Lycalopx gymnocercus)
Esta especie varía mucho su color, tamaño y forma, por lo que resulta fácil
confundirlo con otros zorros.
En general tiene un manto oscuro sobre el lomo, compuesto por mechones muy
oscuros y otros claros o blancos. Los flancos, las patas y la cara son de color
pardo claro, mientras que la panza, tanto como el pecho, son blancos.
Se diferencia del zorro de monte por ser más orejón y de cola más larga y tupida.
Se espera que, dadas las condiciones de protección hacia la vida silvestre que
imperan en los campos, la población de zorros aumente. Por otro lado, la experiencia
demuestra que la convivencia entre cánidos silvestres y hombres puede tornarse
difícil, sobre todo en relación al manejo de residuos.
Figura en el Libro Rojo de Especies en Peligro de Aves y Mamíferos y en el
apéndice II de CITES.
Zorro de monte (Cerdocyon thous entrerianus)
En esta especie de zorro, el pelaje oscuro del lomo baja en finas franjas por los
flancos laterales y alterna con pelaje bayo. Es más robusto que el zorro gris y sus
orejas son más pequeñas y redondeadas.
La subespecie protegida se extiende por Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Formosa,
norte de Santa Fe, este de Salta, Jujuy y Tucumán.
Suele hallárselos en pareja y cuidan a sus cachorros en cuevas abandonadas o
en reparos de vegetación, posiblemente en el rastrojo de las faenas forestales. Se
acercan a las viviendas en busca de comida, donde no son molestados.
El yacaré negro, un animal diurno que ante la presencia humana se vuelve
nocturno, es su principal predador.
Se lo mata por considerarlo un animal nocivo. Figura en el Libro Rojo Nacional de
Aves y Mamíferos en Peligro y en el apéndice II de CITES.
VII. Fauna de valor especial.
Gato montés (Oncifelis geoffroyi)
Se parece a un gato doméstico pintado.
A los costados de las patas, las manchas
se transforman en bandas transversales,
mientras que en la cola forman anillos
completos.
En la región también se observan
ejemplares con todo el cuerpo negro, por
lo que los lugareños lo confunden con
otra especie.
Está presente en las selvas en galería
del litoral. Es nocturno o crepuscular y
durante el día se mantiene oculto.
Casi siempre deambula sólo, excepto
en los períodos de celo y cría, durante
los cuales puede vérselos en pareja.
Los nacimientos ocurren entre diciembre
y mayo, pudiendo hallarse cachorros
pintados y negros en la misma camada.
En cuanto a la situación de esta especie,
su principal problema es la persecución
por parte de la población rural que lo
considera un animal dañino.
Figura en el Libro Rojo Nacional de Aves
y Mamíferos en Peligro y en el apéndice I
de CITES.
Yaguarundí (Herpailurus yaguandi eyra)
Es un felino pero parece un hurón o lobito de río cuando se lo ve desplazarse por algún
camino rápidamente de matorral a matorral. Es largo e inquieto, de patas cortas, cuello
espigado y cabeza pequeña. Su pelaje es uniforme y sin manchas.
También se han observado ejemplares negros y otros rojizos, esto causa que muchos
piensen que se trata de especies distintas. Sin embargo, ambos colores conviven en
la misma zona y a veces, en la misma camada de cachorros. La subespecie que se
encuentra en las reservas de Forestal Argentina es H. yaguarundi eyra siendo la que
posee los colores más vivos. Habita en las selvas en galería y en los montes del Espinal,
preferentemente cercanos al agua.
En la zona no tiene predadores naturales.
En cuanto a la situación actual de la especie en la Argentina, no existen estudios suficientes
para indicar cuál es su estado de conservación. No obstante, es seguro que la conservación
de la raza que habita la Mesopotamia depende de los pobladores rurales.
Figura en el Libro Rojo de Especies en Peligro y en el apéndice II de CITES.
VII. Fauna de valor especial.
Aguará popé (Procyon cancrivorus)
Es un mapache alto, de cuerpo gris, con
antifaz y anillos negros en la cola. Sus
manos tienen cinco dedos que imprimen
huellas similares a las de un niño, mientras
que sus pies apoyan únicamente uñas y
dedos pequeños. Estas huellas suelen
hallarse en la arena húmeda vecina a los
arroyos.
Es un animal que depende de cuerpos
de agua para vivir. Existiendo este recurso
puede habitar tanto en selvas en galería y
montes secos, como en pastizales. Esto
ocurre por ejemplo en el pastizal dejado
como corredor biológico en el predio
forestal “La Nueva”, en cercanías de La
Cruz, Corrientes.
Es un animal solitario que recorre los
cursos de agua desde el atardecer hasta
el crepúsculo. Camina tambaleando el
cuerpo lentamente, aunque es un ágil
nadador y buen trepador de árboles. De
hecho, durante el día puede permanecer
oculto sobre las ramas.
Es una especie considerada vulnerable
según el Libro Rojo Nacional, que define
a los perros como su mayor amenaza.
En 2008 se identificó un ejemplar en
cautiverio en un zoológico de Entre Ríos y
fue liberado en la reserva A° Ayuí Grande
para que se reintroduzca en su ambiente
natural.
Lobito de río (Lontra longicaudis)
Es la nutria típica de 1,20 m de largo que se caracteriza por ser acuática, inquieta,
de cuerpo y cola macizos y largos. Su cabeza es pequeña y achatada, las orejas
son minúsculas y casi no tiene cuello. No debe confundirse con el coipo - roedor
regordete - que recuerda al castor, aunque su cola es fina y larga. Ambos animales
son marrones, acuáticos y se los llama nutria.
Se reconoce su paso por las huellas que deja en la arena, en las que se destacan
las membranas que unen los dedos y uñas bien desarrolladas.
Normalmente es un animal diurno, ya que al moverse de noche se siente
amenazado.
Para proteger a sus crias utiliza cuevas o troncos cercanos al agua, por eso es
importante proteger las pocas barrancas lindantes a los cursos de agua.
Es importante preservar los cursos de agua que surcan los cultivos debido a
que, al ingerir animales acuáticos, incorpora y acumula en su cuerpo residuos
presentes en el agua que constituyen una seria amenaza para sus poblaciones.
Por esa razón los lobitos de río son señalados como un importante indicador de la
salud de los ecosistemas acuáticos, al igual que otras nutrias del mundo.
Figura en el Libro Rojo de Especies en Peligro y en el apéndice I de CITES.
VII. Fauna de valor especial.
Viracho o guazuncho (Mazama guazoubira)
Es un ciervo pequeño de 70 cms de alzada, de color marrón uniforme, con grandes orejas
y pequeños cuernos punzantes en los machos.
Si bien se refugia en la espesura, sale hacia los claros para alimentarse de hojas y brotes.
Cuando se expone en lugares abiertos camina con precaución y no deja de detenerse
para olfatear el aire. Cuando desconfía, retrocede cauteloso hacia el bosque.
Las crías nacen con manchas blancas que las ayudan a camuflarse en el eterno juego de
luces que puebla el interior del bosque.
Los yacarés predan sobre los adultos, en tanto que zorros y gatos monteses se alimentan
de los cervatillos.
Sobrevive en áreas degradadas y cultivadas, las que coloniza. También se adapta a
bosques de árboles exóticos que utiliza como refugio, siempre y cuando estén junto a
claros donde encuentre alimento. Es intensamente perseguido por su carne.
La sola posibilidad de verlo durante un paseo, es motivo suficiente para conservar los
bosques.
Figura en el Libro Rojo Nacional de Especies en Peligro.Corzuela parda.
Ciervo de los Pantanos (Blastocerus dichotomus)
El ciervo de los pantanos es el mayor cérvido de Sudamérica. Ostenta una altura de más
de 1,20 m en la cruz, una longitud de hasta 1,90 m y un peso que puede superar los 120
Kg. en los machos adultos. Los machos poseen una cornamenta que puede sobrepasar
los 60 cms de longitud y exhibir hasta 12 puntas.
Ante la presencia del hombre su comportamiento es curioso y contemplativo, pero cuando
se siente perseguido huye dando grandes brincos con la cola levantada. Para pasar
inadvertido, permanece inmóvil o se oculta acostándose en el pajonal.
Se encuentra en peligro de extinción, tanto a nivel nacional como internacional. A fines del
año 1998 fue declarado “Monumento Natural Provincial” en Buenos Aires, categoría que
ya ostentaba en las provincias de Corrientes y Chaco. Hasta la fecha sólo se detectó su
presencia en los terrenos de Forestal Argentina, en el predio “Carambola”, en Gobernador
Virasoro, sitio donde fue fotografiado.
Figura en el Libro Rojo de Especies de Aves y Mamíferos en Peligro y en el apéndice I de
CITES. Ciervo de los pantanos.
VIII. Compromiso con el futuro
Seis mil millones de seres humanos
pueblan hoy el mundo, y el número
continua aumentando. La Argentina
es un importante país productor de
materias primas en este sentido,
es posible imaginar que las áreas
productivas aumentarán aquí su
extensión con rapidez, en detrimento
de los espacios silvestres.
Ante este panorama, conservar
espacios silvestres dentro de
unidades productivas es un
importante paso que contribuirá a
dejar un legado que permita a las
próximas generaciones disfrutar
del monte que hoy se conoce.
Por este motivo, además de
la protección de las áreas
designadas como reservas, Masisa
Argentina y Forestal Argentina se
comprometieron a “no desmontar
bosques primarios a partir del 1°
de julio de 2006 en los predios
actuales y futuros de su propiedad
excepto por razones ajenas a su
voluntad o que atenten contra la
seguridad humana”.
Este libro resume las acciones
llevadas a cabo por Masisa
Argentina, Forestal Argentina y la
Fundación Hábitat & Desarrollo en
pos de conservar la riqueza natural
de estos paisajes. La belleza de sus
imágenes son el mejor testimonio
del compromiso asumido con el
desarrollo sostenible.
Este aporte voluntario,
desinteresado y perdurable hacia
la humanidad es el granito de
arena con el que, las tres partes
involucradas, contribuyen a
engrandecer el legado natural
que heredarán las generaciones
futuras.