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ADOLFO BIQY CASARES EN MEXICOPor Enrique GONZALEZ ROJO
LIBROS
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lo León, en el teatro Arlequín; J uliánSoler la egunda, que tradujo fielmenteJosé Manuel Ramo .
Interpreta en el teatro Arl~quín la primera figura femenina: la Bella Durmiente, N adia Haro Oliva, con va riadas recursos, en lo cuatro cuadros que COrresponden a la proyección del amor de cadauno de los coroneles en las épocas preferidas por ello y en el ambiente adecuado:el i abelino inglés; la corte del Rey Sol.en Francia; la Ru ia zarista, y el de principios del siglo en Norleamérica. ElinaColomer da al mi mo papel, en el Trianón,un tono más uniforme, a través de lasmi mas etapas.
Los coroneles -inglés, francé , ruso ynorteamericano- están respectivamenteencomendados a los actores José LuisJiménez, L. Beristáin, Carlos Riquelme yR. Ramírez, en el teatro Arlequín, y Clau-
ADOLFo BJOY CASARES es uno Je los escritores argentinos contemporáneosque mayor interés han despertado en
muchas de nuestros intelectuales. Antes,la figura de Jorge Luis Borges, con susjuegos de artificio y su virtuosismo espumoso había obscurecido en México la deBioy 'Casares. Borges se impuso definitivamente al gusto de muchos lectores mexicanos tras de haber recorrido el difícil sendero de ser poeta, ensayista y crítico. Como cuentista, que es a lo que enlos últimos años se ha dedicado de preferencia, atrajo un buen público tanto ennuestra patria como en otros países .porque, al decir de Raimundo Lida, "el poeta Borges, a veces áspero y desigual, elensayista Borges, generalmente fragmentario, el crítico Borges, que solía atraerdemasiado sobre sí mismo la mirada dellector en vez de dirigirla hacia los librosque comentaba, se habían fundido y conciliado en el cuentista Borges, el más admirable hasta ahora". (Cuadernos Americanos, marzo-abril de 1951.) Pues bien,este Borges elevado por muchos críticosa una celebridad internacional, prologóen 1940 una novela de su compañeroAdolfo Bioy Casares que llevaba el título de "La invención de Morel". El prólogo a esta obra terminaba diciendo: "Hediscutído con su autor los pormenores desu trama, la he releído, no me parece unaimpresión o una hipérbole calificarla deperfecta." Este calificativo de "perfecta"sin más ni más, de trama sin defecto, deargumento concebido literalmente sin defíciencías ni errores, este tutearse amigablemente con la perfección, esta atribucíón que se aplica elegantemente sin tomaren cuenta su característico alejamientotantálico de todo lo meramente 'humano,es, sorpresivamente, el juicio sincero, sin"hipérbole", de un notable cuentista sobre el autor que comentamos.
* Adolfo Bioy Casares, Historia Pl·odigiosa.Colección Literaria Obregón. México, D. F.151 pp.
dio Brook, Carla Ancira, Guillermo OreayElmo Michel, en el Trianón; cada uno,en el sitio COrre pondiente. Con el personaje malévolo a cuestas, el actor JoséSolé, en el Arlequín, tiene que enfrentarsea Ignacio López Tar o, en el Trianón.La escenografía del teatro Arlequín trazada sobriamente por Julio Prieto; la delTrianón, holgada y vi to a, por JorgeFernández.
En el teatro ullivan, nuevamente decorado y adaptado -esta vez, por el arquitecto Esteban Marco- se representa,bajo la dirección de Salvador ovo, laobra de Marcelle Maurette: Anastasia,traducida por José Ramí rez, con las actrices Rosita Macedo y Anita Blanch ylo adore Ernesto Alonso, Fern:.-ndoMendoza y Nicolás Rodríguez, rn los primeros lugares. La escenografía es de Antonio López Mancera.
Las otras obras de Bioy Casares nohan recibido una acogida' tan calurosa.Ni "Los que aman, odian" (escrita encolaboración con su esposa Silvina acampo), ni el cuento "El perjurio de la nieve" (publicado en los "Cuadernos de laQuimera"), ni "Plan de Evasión" (escrita en 1945), ni tampoco "Seis problemas para don Isidro Parodi" (obra realizada en colaboración con Borges y presentada al público bajo el pseudónimo deH. Bustos Domecq), han cautivado demanera tan decisiva la mente del públicocomo lo ha hecho "La invención de Morel".
Con todos estos antecedentes era natural que nos interesara la publicación, realizada en México, de un nuevo libro deBioy Casares: "Historia Prodigiosa". Estelibro se halla formado por cinco cuentosdonde reaparecen las consabidas in fluencias de Bioy Casares y de Borges: FranzKafka, Marcel Schwob y, en general,toda la novela fantástica, (Wells, LordDunsany, Adam, Kapek, Huxley, etc.).Un ejemplo notorio de influencia kafkiana en Bioy Casares podemos advertirloen el segundo cuento de esta "HistoriaProdigiosa", "Clave para un amor", donde de manera similar a "Un artista deltrapecio" (cuento de Kafka traducido precisamente por Borges), se pinta a un trapecista que vive, literalmente, en su oscilante pedazo de madera. "Ante todo, diceBioy Casares, se nace en el trapecio."
Tanto en el primer cuento (que da nombre a todo el libro) como en el segundo,Bioy Casares gusta de presentarnos personajes que creen anacrónicamente en lamitología. El segundo cuento, sobre todo,usa este procedimiento. Aquí, un grupode personas se reúne en un hotel de vacaciones: oyen una música extraña y secomportan de insólita manera: dejan a unlado todos los prejuicios, echan a un cesto las convenciones, se liberan. Una señora quiere inesperadamente matar a otra;un hombre apaga caprichosamente una
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luz que debía servir para guiar a un grupo de personas perdIdas en el campo cubierto de nieve; dos jóvene (John on yClaudia) se enamoran de un modo de concertante, etc. El protagonista centraltambién sufre una transformación: se torna más inteligente, y entonce de cubreque todo lo anterior se debe a que enotro tiempo, en el hotel donde e enc~lentl:a, se celebraba la fie ta Libcralia, dedicada a Baco, y que con i tía, freudianamente, en exorcizar nuestros complejo.En este argumento, como se ve los dioses griegos renacen, vuelven a 'tener influenc!a, la mitología devora las religionepostenores.
Con excepción del cuento central dellibro -"Homenaje a Francisco Almeyra"- todas las narraciones están concebidas en la telaraña de una fértil imaginación. El cuento central tiene implicacionepolíticas (en él se intenta ridiclllizar aPerón y a su esposa) ; pero el "realismo"de este cuento deja mucho que desear: lospersonajes -poetas, literatos, "hombresde bien"- se nos antojan, dentro del contexto de esta narración, un í es no esidealizados.
Los cuentos de Bioy Casares tienen,dentro de ~u estructura total imaginativa,1m buen numero de detalles humorísticos~lig~lOs qe atenc,ión'"Así como en "El perJuno de la l1Ieve tenía frases como:"creía, sin embargo, que poseer a todaslas mujeres era algo así como un debernacional, su deber nacional" o "Fui a "er:¡ la silla. No recordaba cómo eran las sillas", de la misma manera, en estos cuentos, nos encontramos expresiones con similar humorismo: "Quiero más esta mano que a todas las personas del mundo"dice un enamorado oprimiendo los dedo~de su amada.
Pero, a pesar de todo, a pesar del interés que puedan despertar estos cuentos,la trama que presentan no posee una unidad compacta: hay muchas frases inútiles,muchos intersticios empolvados, mucn.::lsincidentes que distraen de la acción. BioyCasares, en esta obra, ha reafirmado supersonalidad; pero, nuevamente y de manera más notoria tal vez, no se ha logrado~cercar, ni con mucho, a la perfección queIIlgenuamente le colgara Borges del cuello.
EL PRIMER LIBRODE FA ULKNER
Por C. E. ZAVALETA
L AS MÁS de las veces el primer libro deun novelista se publica en su mocedad, y, en algunos casos, suele no
ser una novela sino el manojo de poemasde un aprendiz. Tite Ma1'ble Faun, volumen de poesías, se publicó en 1924' masel :Faulkner narrador ahogaba desd'e entonces al Faulkner poeta y si éste llegóantes a las prensas sól'O fue porque undevoto amigo sufragó la edi'ción.
Sin embargo, apenas llegado a uevaOrleans, a princioios de 1925, Faulkner edio maña para p~blicar trece estampas enprosa en la sección dominical del TimesPicayune de la ciudad. Hace poco, oncede dichas estampas (publicadas de febrero a mayo), han sido recogidas en un libro que, para los estudiosos de FauJkner,se convierte en "el primero", debido a laantigüedad del texto y a su importancia
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para seguir la evolución del estilo. Y estavez, olvidado el sacrificio de aquel amigo, la edición ha estado en manos de la revista Faullmer Studies, dedicada especialmente al autor. i Cómo pasa el tiempo!Treinta año después de editado ese volumen de poemas, Faulkner tiene una revi ta consagrada a su obra y tan celosaen la edición de sus libros.
Mirrors of Chartres Street (Espejos dela calle Chartres), es una colección de
'estampas cuyos personajes vio deambular Faulkner por las calles de Nueva Or1eans. Ganado por la miseria y el anonimato, su corazón amaba a los tahures, lospordioseros, los vagabundos. Les vaciabasu ternura, y cuando escribía, inexpertoaún, no se decidía por el realismo sino porun. contrapunto entre la narración escueta (o el diálogo plebeyo) y el comentariolí rico. De súbito, engastaba la prosa poética en medio del texto prosaico, y en vezde cuentos, los suyos eran aguafuertes queexhibían seres humanos bastos, unos "salvajes nobles". Aquí y allá hay un personaje (el negro de "Sunset", el idiotade "Kingdom of God"), aprovechado enobras futura~ (el negro, en el cuento "Hojas Rojas", y el idiota en la novela ElSonido y la Furia). Y en fin, hay un juicio demasiado firme en el joven Faulkner, de 27 años. Para él, todos los quevivían "en la calle", los dejados de la esperanza, habían sido hundidos por el mundo industrial, moderno, cuva indiferenciaera inamovible. En cada a¿to de esta vidainfausta sólo cabía la añoranza de unaviej,a e impersonal conciencia feliz; ycuando el personaje olvidaba su desdichay se sometía a ella, el autor doraba su historia y rociaba la queja lírica sobre la pequeña desgracia.
Con este libro, pasando, en una página, del hecho crudo al intermezzo poético,Faulkner inicia el aprendizaje de la técnica del "silencio", de la "contención delargumento" : calla gran parte de la acción,se deleita en lo que es inmóvil y sube (odesciende)la espiral inacabable de laconciencia de su personaje. Así, llena suspáginas de sombras y lampos. Si sacó dicha técnica de los mani fiestas del Vorticisma, escuela vulgarizada entonces porWyndham Lewis y Ezra Pound, o si recibió de Sherwood Anderson la confusadecisión de defender el reino de "las verdades", amenazado por el mundo industrial, sólo se sabrá después, cuando publique sus primeras novelas y las páginas desombras y lampos se sucedan para siempre.
\VASHINGTON DELGADO, Formas de laausencia. (Poemas.) Lima. Letras Peruanas, 1955.
Recorclad el título y el autor de estepequeño libro. Es la primera obra de unexcelente poeta joven cuya inspi ración noes menor que sus recursos técnicos. Sobrio, enemigo del desborde, ingresa en elviejo terreno del amor que ya no es más,de la ausencia que crece como un follaje.T oda la lucha habida por raza fa rse delos rezagos de la amada y solazarse en los"bienes" de su ausencia, se resuelve enun desfile de victorias frustradas, recaídas en el recuerdo, consuelos en la luz yla sombra, hasta calcinarse en la soledadde un verano simbólico, y después, en la
alegría de la salud, del olvido de la propia ausencia. Si dijo al comienzo de sutravesía:
o te olvido.No eres la olvidada costumbre
que determina un ge todulce. No eres esa presenciasin tiempo,soportada en los muebles,sin mancha en los espejos.
ahora, libre ya, se ufana!
Todo lo tuyo olvido para que permanezcasvacía €n mi recuerdo.
Delgado no es anecdótico. Gusta de laspalabras puras, los gesto elementales:
Toda la ausencia es un retrato,un perfume, un poco de aireen la mano.Es el tiempo que huye o son las cosaso es el amor que muereen la lenta caricia.Es todo lo que ha muerto, el tiempoque reposa, el amor, en las manosla muerta hermosura de la vida.
Y, sin embargo, cuando en la segundaparte, es el día, la luz, el dios Pan el quereina, a poco vuelven la sombra y la certeza de que "Si toda esperanza surge delpasado / l1ada en verdad poseo". Así, con"El extranjero", el poema patético y final, el herido de amores escoge pensar enla muerte, si un nuevo amor no le llega.
Hay en todo el libro influencias de buenos poetas: Luis Cernuda, Pedro Salinasy Antonio Machado, los más visibles. Declarándolo así, Delgado abre su volumencon una hermosa elegía dedicada a Salinas.
C. E. Z.
VASCO PRATOLINI, Un héroe de nuestrotiempo. (Buenos Aires. Editorial Losada, 1954.)
De hecho, Un héroe de nuestro tiempohace pensar en El Conformista, de Alberto Moravia, novela traducida al castellano hace algún tiempo. Moravia, ya famoso en plena postguerra, y Vasco Pratolini, son dos de los novelistas italianoscontemporáneos que han ganado para supaís la atención de todo el mundo. Y almenos, por una vez, ambos escritores(antifascistas) han coincidido eligiendoun mismo personaje (fascista, inescrupuloso), a fin de disecarlo con el bisturí delcirujano, y denigrarlo después.
Si Moravia es minucioso, afecto a unanálisis psicologista y freudiano del personaj e -análisis repleto, a veces, de corn~ntarios líl'icos-, Pratolini es un expositor rudo, directo, cuya pasión por el realismo le obliga a no decir ni explicarlotodo, como hace Moravia. Este, en ElConformista, se despojó del viento líricoque envolvía el mundo real de Agostino oLucas (el mozalbete de La desobediencia) ; aun la franqueza de La romana fueabandonada, elígiendo, en cambio, la frialdad, o más bien, la indiferencia. Siguiendo cánones freudianos y deterministas,nos dio en esa novela la biografía de Marcello Clerici y puso en la infancia el origen de todas las aberraciones. Tan sólo sedecidió por el objetivismp al narrar su
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madurez; pero 10 hizo con de ea veladoy contenido de desplegar paso a pa o lasanomalías del protagonista. Señaló la criminalidad y el homosexualismo con detallado pormenor; luego, la terrible herencia que pesaba sobre él : herencia a la vezorgánica y de ambiente. A í, Marcello eexhibía ante el lector como un mon truasin má virtud que su paciencia, u aplo~mo, su ometimiento a una fatalidad quelo había convertido en lo que era. En uacto definitivo, Marcello había contribuido al ase inato de un enemigo político ylo había hecho in remordimi nto alguno.Pero, al final del libro y tra. la e cenaforzada y arti ficiosa del reencuentro conel hombre que creyó haber matado en uniñez, toda u vida se le vuelve un errorun act gratuito, un simple fruto deÍazar. Habí~ llegado, pues, al asesinato ( Ide su enemigo antifascista) porque pen óque había a .. esinado ya en su infancia yque no podía luchar contra sí mismo d viada como estaba (a í lo había c;·eídosin fundamento) por una herencia pato~lógica: su padre había sido encerrado enun manicomio. Se había aceptado tal cualsupuso que él era y jamás se sirvió de suvoluntad para enmendarse. in embargo,todavía es capaz de un acto heroico y final. Durante la guerra, Roma es ganadapor la fuerzas anti fasci taso El debe huir.!fuye en un coche, con su 111 U jer y 'ti hiJO; pero no se esconde cuando un aviónlos ametl:alla varias veces. Muere, se diríasu icidándose, y sacri fica con él a tod~su familia.
A Moravia, como vemos, le interesó elpersonaje mismo, evitando deformacionesque podrían haberse juzgado como nacidas de su fobia antifascista. Sometido areglas científicas que guiaban su análisispsicológico, delineó su personaje. De nuevo, fue un incansable analista, alguien quetrazaba sus novelas con la visión, la simetna y el pormenor con que un arquitectolevanta un gigantesco edificio sin olvidar·se de nada. Su labia antifascista la exhibió de modo escueto, sincero, nada eucendido; aunque, también la aprovechó afin de retomar y ahondar la crudeza deotras novelas suyas, sobre todo, en las escenas sexuales y en todas aque"'as dondese mani festasen los impulsos mórbidos.Trató a 1al ello como a un enfermo y lepreocupó que el lector supiese, de modolI1directo, que era un ser equivocado. Porvez primera, Moravia dejaba de explicarlo todo. (Acápite.) Si mal no recuerdo;1:.1 Con.formista se publicó en 1952. Tresaños antes, Pratolini había publicado Unhéroe de mtcstro tic11'tjJo. Aquí el personaje fascista era un muchacho cuyas emocione no tenían origen señalado por elnovelista. Era un fanático y había Jlevado su fanatismo a todas sus relacionessociales. Había crecido demasiado l:ápido.Su adolescencia estaba colmada de impulsos irresponsables y de una ciertacrueldad de in far '.:ia. Sandri no (así sellama) pretendía saber más ele la vida queVirginia (una añosa viuda); hizo de ellasu amante y le robó el cariño y la bolsa.Jugó con la mujer. Se deleitó con no sernormal. Sólo aguardó la ocasión de hacerrevivir a su partido, derrotado por la victoria aliada. Pero, inconsciente como era,llegó al punto en que, deseando salvarse,descubriendo que el amor y la salud es-
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taban en muchacha de su edad, creyó queya era demasiado tarde. Virginia le perdonó todo y se cogió de él como de unatabla de salvación. Entonces, para recobrar su libertad, e vio obligado a matarla. o imaginó otra liberación; la matóen la última página del libro y su porvenir mismo dejó de existir. A í, de muchacho, concluyó y fracasó u vid.a. Unaexistencia desviada por el fanatIsmo ycontrahecha por una precocidad enfermIza.
Pratolini, al igual que Moravia, noacentúa su ojeriza por el per onaje. Elsuyo es un realismo más directo, más vital que el de Moravia; está menos llenode "teoría", de explicaciones o comentarios sobre los hechos. Aun su crudeza esnada más que vida. Es un poeta de la desnudez y guarda en su pecho la virtud delamor hacia la juventud y la existencia humana.
He aquí, en suma, dos novelas "políticas". Ganado como está nuestro siglopor el maremagnum de las luchas sociales,los novelistas que aborden dichos temasdeben aprender de MOl'avia y Pratolini lamesura al descubrir personajes de ideología opuesta a la del autor. Sobre todo(parecen decir ellos), no hay que mentir;luchar sí a través de la literatura en contra de l~s partidos que nos disgusten;pero, luego, el novelista debe pensar encrear una obra de arte y no un libelo.
e. E. Z.
RALPH E. WARNER, Bibliografía de Ignacio Manuel Altmnirano. ImprentaUniversitaria. México, 1955. 224 pp.
De singular importancia es esta biblio-grafía (el único antecedente serio .es elde Heliodoro Valle) para el estudIO deAltamirano, cuya obra en su mayor parte se encuentra dispersa en revistas ysueltos. Las fichas, además de los datospuramente bibliográficos, ofrecen muchasnoticias que aclaran puntos oscuros sobrela identidad de los trabajos de Altamirano. La obra se agrupa por materias: cartas, discursos, prólogos, etc., y cada sección sigue un orden alfabético.
c. V.
FERNANDO SÁNCHEZ MAYANS, Poemas.Los Presentes, 27. México, 1955,48 pp.
Paralela a una aspiración de pureza artística se encuentra un afán de limpiezaespiritual. Se alternan las metáforas tradicionales y las personales. Paisaje significativo, evoca estados de ánimo. Músicaen ordina, rima interior y asonante, aliteración. El sentimiento predominante eSel dolor de un ir.somnio lúcido que conquista la noche y se traduce en melancolía serena.
c. V.
EDUARDO LIZALDE, La mala hora. LosPresentes. México, 1956. 64 pp.
Por el camino del realismo poético pretende originalidad y claridad de expresión. El sentimiento se desborda cantando la injusticia social que sufre el pueblo.Las vivencias provienen en su mayoría dela infancia y la inmediata realidad que
circunda al autor, las primeras logran losmejores momentos del poema. Los juegos,el sentido de justicia y la palabra mágicade la niñez se cristalizan en el mundo deladulto.
C. V.
B. K. RATTEY. Los HEBREOS. Breviarios delFondo de Cultura Económica. Núm. 111.180 pp.
Dos objetvios principales tienen estelibro: ofrecer una ucinta historia delpuebll()l de Israel y ervir de introduccióny guía para una lectura de la Biblia. Yambos objetivos tienen una finalidad mancomunada, que e la de analizar a travésdel libro Sagrado del cristianismo y eljudaísmo, I'a Revelación paula't'ina de Diosen la Historia.
La obra está dividida en doce capítulos, de los cuales los dos primeros estándedicados a exponer, tanto una revisiónde la's viscisitudes de la Biblia, como. lageografía de la Tierra Prometida al Puehlo Escogido.
Los siguientes capítulos estudian eVdesarrollo de la nación judía y su fe religiosa, desde Moisés hasta Herod.es.Inútil, por conocida, es destacar la 111
Hluencia que l'a Biblia ha tenido en la formación de la CU'ltura de occidente, ya queésta es imposible de comprenderse sin unajusta valoración de los aportes proporcionados por la religión cristaina, fusión delpensamiento hebreo con la cultura griega.
En un principio llena de super~ticio
nes, de ideas primitivas acerca de Dios,la religión y la Ley de Moisés van evolucionando a través de la Historia hastalograr una depuración absoluta mediantepaulatinas revelaciones que preparan eladvenimiento del Señor que se hizo llamar el Hijo de Dios, el Redentor anunciado por los profetas para la salud delmundo.
En este libro se nos Nama la atenciónsobre la poca importancia que siempretuvo para los historiadores judíos la exactitud cronO'lógica de los acontecimentos.Lo importante para ellos es lo trascendental, los hechos esenciales y substanciales, como los pactos de Israel con Yavé, las manifestaciones de 6U poder sobrelos puehl'Os "gentiles", y la continua promesa ratificada paso a paso por los profetas del advenimiento del Salvador. Lesimportaban "las lecciones religiosas quepodían entresacarse de la historia".
Libre de prejuicios, la autora, ma'estraen teología, interpreta los hechos de laBiblia no en su sentido literal -por ejemplo el derrumbe de los muros de Jericóante Josué- tSino en un sentido muchasveces figurativo y metafórico. Sin embargo, está siempre atenta a 10 que esverdaderamente esencial en la religión revelada, como serían las relaciones constantes de Dios y su pueblo por medio delos enviados por El elegidos.
Escrito con hábil estilo, con amenidady profundidad, nos va guiando a travésde las complicadas sendas bíblicas y poniendo delante de nosotros escalas parala mejor comprensión de este pueblo, estareligión y esta filosofía de la hi·storia. ElDios, Yavé, que se mani fiesta a su pueblo y a los hombres todos, con di ferentes espíritus o "estados de ánimo", o como Juez Terrible o como Padre Amoroso,se va paulatinamente revelando e il'umi-
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nando: añadiendo datos cada vez másclaros, eliminando super ticiones y preparando a las generaciones para el Advenimiento del Hombre-Dios en el quehabrían de cumplir e la Ley y lo Profeta .
Mucho es 10 que e ha escrito obreIsrael y en nuestros días asombra la vitalidad con que se ha con ervado en lahi toria a travé de persecucione y matanzas. Pero si hemos de buscar el origende su vitalidad y de su entido hi tórico,es precisamente en la Biblia donde lo encontraremos. Fueron depositario de lafe que cambiaría al mundo y 10 dividiríaen dos etapas cuya cumbr central eCristo. Y este breviario e in duda indispensable para los que se preocupenpor los problemaJS históricos y 10 prob\lemas religio os, por su claridad expositiva y su labor sintética y de interpretación.
M. M. S.
Josefina Muriel. HOSPITALES DE LA NUEVAESPAÑA. Tomo l. Fundaciones del S.XVI.) Publicaciones del Instituto de Historia. Núm. 35. Imprenta de la Universidad. 290 pp.
Una de '!as actividades sin duda positivas de la colonización de España en tierras americanas, fué la fundación de Instituciones Hospitalarias, tradicionales enEuropa casi desde los albores del Cristianismo. La religión predicada por Cristoy sus Apó toles estaba afirmada sobreun sentimiento desconocido en la Antigüedad: la caridad, entendida como amor,nO' en su desvirtuado sentido de limosna.A través de la Edad Media, a causa delas pestes, de las enfermedades endémicas, del hambre, la guerra continua, lasCruzadas -tan perniciosas en muchossentidos- y parale'lamente a tales motivos y acontecimientos, 'e fueron desarrollando los hospital,es y hospederías paralos sin hogar y los peregrinos. A pesarde l'a corrupción burocrática del clero,individual tanto como insti'tucional, el espíritu cTistiano alimentó a hombres generosos preocupados por sus hermanosen fe y en humanidad, que fueron los queerigieron las grandes instituciones a quenos referimos. "Hoy el turismo levantahoteles; entonces la fe levantaba las hospederías gratuitas y los hospitales."
La señora Muriel, en este magníficoestudio, nos presenta un panor~ma ~,e
neral, breve y jugoso, de la sltuaclOnhistórica de la Edad Media europea quedió origen a la fundación de los hospi'ta'les, en cuyo espíritu fueron t~mbién
concebidos 1'os de la Nueva Espana. Eneste volumen primero, hace una res.eñamonográfica de aproximadamente 25 1I1Stituciones hospitalarias y fundaciones real-izadas durante el siglo XVI. Coinci entement,e con los centras de mayor población V mayor actividad evangelizadorasurgi~ron los hospitales. Así, se desarrollan con más actividad en el México Central y en el occidente de la Repúblic~.
En Michoacán, por ejemplo, no hablamenos de cien hospitales para indios entanto que en la Ciudad de México sóloexistía uno.
Si en el aspecto económico-social fuénegativa la in fluencia cri stianizadora quepredicaba la resignaóón con la etSperan.zade una vida futura, olvidando que el mlsmo Tomás de Aquino indica que "para el