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LIMAS Y LIMADO
Introducción
El limado es un procedimiento de trabajo que consiste en conformar o terminar piezas
arrancando pequeñas porciones de material o virutas; para ello se utilizan las
herramientas llamadas limas.
Es una operación laboriosa, ya que se trata de una herramienta de baja producción, pero
de bajo coste que, en muchas profesiones industriales, resulta necesario saber utilizar,
sobre todo para retoques y terminaciones.
LIMAS
Son barras de acero templado que presentan en su superficie un tallado compuesto
de pequeños dientes, a modo de cuchillas cortantes, que constituyen el picado de
la lima. Uno de los extremos (cola o espiga) no dispone de picado y tiene forma de
cuña con el fin de fijarla al mango, que suele ser de madera o plástico. El canto de la
lima en algunas ocasiones también dispone de dientes que facilitan el arranque de
pequeñas partículas o virutas del material que se mecaniza.
Las partes principales de una lima son:
Mango: suele ser de madera, aunque actualmente se fabrica también de
plástico, y en él se aloja la espiga.
Espiga: es la parte final del cuerpo y termina en punta.
Cuerpo: es la parte activa de la lima y donde se realiza el picado o dentado. Su
longitud, que normalmente se mide en pulgadas, define una de las características
de la lima.
Punta: es uno de los extremos del cuerpo y se utiliza como apoyo de la mano
izquierda para controlar la lima durante su desplazamiento.
Fig. 1: Partes de la lima
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TIPOS DE LIMAS
Existe una gran variedad de limas que podemos clasificar por varios criterios. Aquí
veremos los más habituales según su forma, tamaño, picado y grado de corte.
Según tamaño
Su tamaño viene definido por su longitud comercial o distancia entre la punta y el talón.
Son longitudes usuales: 100, 125, 150, 200, 250 y 300 mm. Algunos fabricantes dan
estas longitudes en pulgadas; la relación aproximada entre unas y otras es,
respectivamente: 4”, 5”, 6”, 8”, 10” y 12”.
Longitud de una lima: es la del cuerpo, sin contar con la espiga; normalmen- te,
a la hora de designarla, se mide en pulgadas y las longitudes más habi- tuales
van de 4 a 12 pulgadas.
Ejemplo de designación: lima plana, basta, picado doble, de 12 pulgadas.
Existen asimismo limas muy pequeñas, denominadas de relojero o colas de ratón,
prácticamente con las mismas formas que las normales.
Según forma
La forma de una lima queda definida por su sección transversal y tenemos las siguientes:
Planas: tienen dos superficies de corte (también pueden tener tallados los
cantos, planos o redondeados) y pueden ser de caras paralelas o terminadas
en punta. Se utilizan en trabajos generales sobre superficies planas e interiores.
Cuadradas: se usan en escalones estrechos, ranuras y cajeados interiores y
superficies largas y estrechas.
Triangulares: se utilizan en superficies en ángulo mayor de 60°, y en superficies
abombadas.
Redondas: se emplean para agrandar agujeros, ya sean cilíndricos o cónicos y
superficies de cóncavas.
Media caña: se componen de una parte plana y otra curva con lo que se pueden
utilizar para superficies planas y cóncavas.
De cuchillo: sirven para terminar esquinas y superficies en ángulo que sean
menores de 60°.
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Fig. 2:Tipos de limas por su forma.
Fig. 3: Distintas formas de limas.
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Fig. 4: Aplicaciones de las limas en función de su forma
Según picado
El picado de una lima es la rugosidad o tallado de ranuras que harán que desgaste o
arranque partículas del material que se trabaje.
El picado puede ser sencillo, doble, fresado o de escofina.
Picado sencillo: se corresponde con el tallado de ranuras paralelas entre sí con
una inclinación de aproximadamente 70° con el eje de la lima. Se utiliza para
materiales blandos.
Picado doble: es el tallado, que además del sencillo, se le realiza a la lima con
una inclinación aproximada de unos 45° en sentido opuesto. Se utiliza sobre todo
para aceros y fundiciones.
Picado fresado: se obtiene tallando los dientes en fresadora y se utiliza para
aleaciones ligeras.
Picado de escofina: los dientes se hallan más separados y abultados y se
utilizan para trabajar maderas, algunos plásticos y plomo.
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Fig. 5: Picado de las limas
Según grado de corte
El grado de corte de una lima se determina por la separación de sus dientes o tallado e
influye notablemente en la facilidad con que arranca o desprende el material sobre el que
se trabaja o el afinado de la superficie terminada.
Se podrían hacer muchas clasificaciones, pero aquí vamos a tratar las bastas, semifinas
y finas.
Bastas: son las que tienen entre 5 y 11dientes por centímetro cuadrado. Se
utilizan para desbaste.
Semifinas: de 12 a 16 dientes por centímetro. Se utilizan para trabajos que no
requieran grandes rebajes de material.
Finas: a partir de 16 dientes por centímetro. Se utilizan para trabajos de acabado
con superficies lisas y finas.
Fig. 6: Grado de corte de las limas
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OPERACIÓN DE LIMADO
Para la correcta utilización de las limas, es necesario conocer una serie de factores
que, entre otros, pueden ser la colocación de las piezas que se vayan a trabajar, la
posición del operario frente a la pieza, la forma de coger la lima y su manejo.
Colocación de las piezas
La pieza se sujeta en el tornillo de banco de manera que la cara a limar quede en
horizontal y sobresalga por encima de las mordazas unos 5 o 10 mm. Si sobresale
excesivamente se producen vibraciones en la pieza que dificultan el trabajo,
especialmente si ésta tiene poco espesor.
Fig. 7: Fijación de una pieza al tornillo de banco.
Tendremos en cuenta las siguientes pautas:
Las piezas deben colocarse centradas en el tornillo de banco y que sobresalgan
un poco de las mordazas.
Se han de utilizar mordazas postizas, blandas, para trabajos de acabado.
No se deben sujetar los tornillos por la parte roscada.
Los tubos se deben sujetar con suplementos en V y, si es posible, con algún
redondo en el interior para evitar deformaciones (no se debe apretar demasiado).
Las piezas delgadas y que sobresalgan demasiado se sujetarán sobre perfiles
para evitar que vibren o se deformen.
Para piezas pequeñas habrá que ayudarse con entenallas u otros accesorios.
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Fig. 8: Colocación de las piezas
Fig. 9: Pletina sujeta en un tornillo de banco con mordazas de latón.
Posición del operario
El operario debe colocarse frente a la pieza, sujeta en el tornillo de banco, con el pie
izquierdo delante, separado del derecho, según el trabajo o esfuerzo que se realice. La
altura del tornillo de banco debe ser algo menor que la altura del codo del operario y la
distancia del cuerpo a la pieza, la necesaria para que este no tenga que inclinarse
demasiado hacia delante ni hacia atrás.
Fig. 10: Posición correcta para el limado
Forma de coger la lima
La lima se coge habitualmente con la mano derecha, con el dedo pulgar en la parte
superior del mango y los demás dedos por debajo de este. La mano izquierda sirve de
apoyo y guía sobre la punta de la lima; se utiliza en unos casos dos dedos y, en otros, la
palma de la mano según el tipo de trabajo.
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Fig. 11: Posición de las manos en la lima
Manejo de la lima
Para conseguir una buena terminación de la pieza, es necesario utilizar la lima adecuada
según la superficie que se lime, e ir cambiando de basta, semifina a fina a medida que
avanzamos en la ejecución del trabajo.
La operación de limado, aunque parece sencilla a simple vista, requiere de gran
entrenamiento, ya que hay que equilibrar el esfuerzo de las dos manos al realizar el
empuje y mantener la lima sin que se despegue de la pieza, cuestión que requiere mucha
práctica.
Debido a la geometría de su picado, las limas sólo mecanizan hacia delante, por lo que
durante el limado ejerceremos presión sólo en el movimiento de avance, dejando que la
lima se deslice sin presión durante el retroceso.
La lima no solo lleva movimiento hacia delante y hacia atrás; también se desplaza
lateralmente en cada pasada para cubrir todo el ancho de la superficie. Este
desplazamiento se realiza en el movimiento de retroceso y es aproximadamente 1/3 del
ancho de la lima.
Para elegir la forma de limar, se debe tener en cuenta, sobre todo, las dimensiones y
características de la pieza y las limas disponibles.
Limado cruzado: es la forma habitual, siempre que sea posible, ya que se
disimulan más las marcas producidas por el picado. La inclinación varía en
función de las caras que se vayan a limar, anchas, estrechas o interiores, y varían
desde 20 a 70°.
Limado al través: el desplazamiento de la lima es transversal con respecto a su
eje y requiere equilibrar el esfuerzo hacia la pieza de las dos manos, además del
empuje sobre la superficie de la pieza. Se utiliza para afinar y para limado en
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puntos concretos de pequeña dimensión.
Limado a lo largo: la lima se desplaza paralela a los lados largos de la pieza y
se utiliza, sobre todo, en superficies planas.
Limado en sentido de la cara estrecha: la lima se desplaza paralela a las caras
más estrechas de la pieza y es más difícil conseguir el equilibrio y limado plano.
Estas dos últimas formas de limado solo deben utilizarse cuando no se pueda
conseguir por otro método.
Limado de superficies curvas: las superficies cóncavas se rebajan y terminan
con limas de media caña o redondas y las convexas con limas planas, trabajando
sobre pequeñas caras hasta aproximarse a la curva pedida y luego balanceando
la lima hasta su terminación.
Fig. 12: Manejo de la lima en función del tipo de pieza o superficie
Para controlar: en las operaciones de limado se utilizan reglas y escuadras,
normalmente a 90°. Se colocan sobre las superficies planas o superficies
contiguas perpendiculares verificando que no pase la luz; de lo contrario, quiere
decir que existen zonas más hundidas y que habrá que retocar el limado.
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Fig. 13: Comprobación de la planitud de una superficie con la escuadra.
También se pueden controlar: mediante mármoles de trazado impregnados en
productos especiales.
Reglas generales para el buen limado
Para obtener unas buenas cotas de calidad en la operación de limado debemos seguir
las siguientes reglas:
Simplificar el trabajo.
Elegir correctamente el tamaño de la lima que sea adecuado para la superficie
que vamos a tratar.
Utilizar las limas en toda la longitud de su cuerpo. – Observar constantemente el
resultado que se va obteniendo en la superficie trabajada.
Después de llegar a las cotas de desbaste deseadas, afinar con limas finas para
lograr el pulido de la pieza y la eliminación de rugosidades.
No tocar con la mano la superficie limada, ya que podemos ensuciarla de grasa
y entonces el limado sería menos efectivo.
No golpear las limas contra otras limas o contra otras superficies de mayor
dureza.
SEGURIDAD Y CONSERVACIÓN DE LAS LIMAS
Para evitar accidentes durante el limado lo primero que debemos comprobar es si el
mango tiene correctamente instalado su anillo de anclaje o virola y si la cola de la lima
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está bien amarrada al dicho mango.
Fig. 14: Es muy importante que revisemos el anclaje de la lima en el mango.
Se recomienda no soplar ni utilizar una pistola de presión de aire, pues las limaduras se
nos podrían introducir en los ojos y dañarlos. Si sucede esto, es conveniente lavar los
ojos con abundante agua sin tocarlos con las manos o utilizar el lavaojos del taller. Si
sentimos molestias después del lavado ocular, es conveniente acudir al médico.
Durante el limado se suelen incrustar pequeñas virutas entre el picado, sobre todo
cuando se emplean limas semifinas y finas, que se deben limpiar con el uso de cardas,
unos cepillos de púas metálicas. Hay que utilizarlo sobre la lima con cierta periodicidad
en el sentido de picado y, en cualquier caso, después de haber sido utilizada. En ningún
momento se deben golpear las limas sobre el banco, ya que son muy frágiles (al ser muy
duras) y se rompen con facilidad.
El protocolo de conservación sería el siguiente:
Cuidar que los mangos se hallen bien colocados y que no tengan grietas.
Sujetar bien las piezas para evitar accidentes.
No tocar las aristas vivas de las piezas ya que pueden cortar.
Limpiar el picado de las limas con la carda para mejorar el limado.
Guardar las limas que no se vayan a usar y, si es por largo tiempo, engrasar.
No soplar sobre la pieza limada para evitar que caigan partículas en los ojos.
A las limas finas es conveniente ponerles tiza en el picado para evitar que se
acumulen limaduras y dar un mejor acabado.
Además de todo lo anterior, se aconseja preparar el puesto de trabajo y las limas que se
vayan a utilizar antes de empezar.
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Fig. 15: Carda de limpieza
Uno de los accidentes más comunes se produce cuando la mano choca contra los bordes
de la pieza, produciéndose cortes o heridas.
Existe también el riesgo de que se suelte el mango durante el trabajo, pudiendo clavarse
la espiga en la mano.
Por estas razones, es aconsejable utilizar guantes de seguridad que nos protejan de
posibles cortes.
Si se suelta el mango de la lima lo pondremos de nuevo en su posición. Para que quede
firmemente colocado cogeremos la lima por la parte tallada y golpearemos sobre el banco
de trabajo (figura 6). No haremos nunca esta operación sujetando la lima por el mango,
ya que al ir a golpear sobre el banco puede soltarse éste y clavarse la espiga en la mano.
Fig. 16. Forma correcta de colocar el mango en la lima
TECNICAS DE LIMADO
