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Los Amantes Mariposa

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Cuento sobre diferencias culturales

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LOS AMANTES MARIPOSA

LOS AMANTES MARIPOSA

Con motivo del Da de la Mujer Trabajadora alumnos de 5 de E.Primaria de otro colegio adoptaron un cuento Los amantes mariposa .Con l han reflexionado y trabajado sobre la diferencias que existen con las mujeres de otras culturas.

Aqu os dejo las ilustraciones que hicieron despus del trabajo, as como el enlace a YouTube.

Naoko, hoy es el da de tu partida. Suzuki te acompaar.Naoko intenta protestar.

- Silencio! Una mujer no debe responder a un hombre. Nunca te conseguir un marido si te empeas en comportarte de esa forma! exclama su padre. Y con un gesto furioso sale de la habitacin.

As es como Naoko, el da de su catorce cumpleaos, recibe la noticia de que tiene que dejar su hogar para irse al inmenso y bullicioso hormiguero que es la ciudad de Hioto.

Naoko ha vivido siempre en su diminuto pueblo alejado del mundo, como si fuera un minsculo grano de arroz en un gran bol. En l nada ha cambiado desde que naci, ni los comercios, ni la plaza principal en la que tantas veces jugaba con su madre y con Suzuki. Naoko conoce cada una de sus esquinas, cada rincn, cada piedra.

El humo del incienso que envuelve la habitacin le irrita los ojos, pero en realidad tiene la vista nublada de ira y de pena.

- No quiero ir le confiesa a Suzuki Esta casa y sus recuerdos son todo lo que me queda de Okasan. Menudo regalo de cumpleaos. No es justo!.

Tienes que ser fuerte, Naoko intenta consolarla Suzuki Sabes que es por tu bien. Tampoco ha sido fcil para tu padre desde que ella nos dej. Y all estars bien. Te ensearn todo lo que debe saber una mujer.

- Pero yo no quiero aprender las buenas maneras! Naoko se impacienta y rompe a llorar Djame sola, Suzuki. Por favor.

Hay un peine sobre el tocador. Naoko lo coge y se lo pasa por el cabello. Era de su madre. Aqu todo es como un mausoleo erigido en su memoria.

Naoko no era ms grande que un lichi cuando ella muri. Desde aquel funesto da en el que pusieron a su madre el kimono blanco, Naoko slo se viste de colores, como si quisiera teir su tristeza.

Naoko sabe que pasar mucho tiempo hasta que vuelva a ver su casa de nuevo. La educacin de una muchacha dura por los menos cinco aos. Es el tiempo que se necesita para aprender el arte de servir el t, de tocar el shamisen o de bailar con los abanicos. Y, sobre todo, es el tiempo que hace falta para aprender a comportarse. Porque una joven de mundo slo debe hablar, levantarse, sentarse, sonrer y casi respirar en el momento adecuado

Y eso no le gusta nada a Naoko. Lo que a ella le gusta es leer, escribir poemas y haikus, rer cuando est contenta y llorar cuando est triste. Pero todo eso est prohibido a una jovencita bien educada. Naoko ve un kimono de su padre encima de Isho-tansu y se le ocurre una idea. En Hioto se disfrazar de hombre e ir a estudiar literatura como un chico!

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Pero para lograrlo Naoko necesita la ayuda de su fiel sirvienta. Suzuki es la nica que har de enlace entre su padre y ellas mientras est en la escuela. Tiene que convencerla!.- Suzuki siempre has sido una sirviente fiel, y para m has sido mucho ms que eso. Sabes que no quiero aprender las buenas maneras. Sera tan desgraciada que morira de pena. En Hioto, te lo ruego, djame sola. Te escribir al da siguiente de mi llegada para decirte dnde vivo.

- Pero Naoko

- Te lo ruego - le suplica Naoko, juntando las manos como en una oracin.

Sin decir una palabra, Suzuki sale a cargar las maletas en el palanqun para emprender el viaje.

El viaje se hace interminable. El silencio es tan pesado que se puede or el batir de las alas de las mariposas.

Naoko mira el paisaje con los ojos llenos de lgrimas. Cuanto ms se acercan a Hioto, ms se apaga el cielo. Poco a poco, los verdes campos van dando paso al gris de las casas apretadas unas contra otras.

A la entrada de la ciudad, Suzuki rompe el silencio:

- Naoko, nia ma, aqu tienes el dinero destinado a tu educacin. salo bien y, sobre todo, cumple tu palabra. Escrbeme maana!.

Al or estas palabras, Naoko se lanza a los brazos de su fiel sirvienta con los ojos empaados de lgrimas.

Suzuki se va en silencio, como siempre.

Naoko se quita el kimono de mujer para ponerse el que ha robado a su padre, y se adentra en el bullicio de Hioto.

Le cuesta abrirse paso en las callejuelas atestadas de gente. Perdida en la inmensidad de la ciudad y de sus propios pensamientos, Naoko tropieza de pronto con un joven.

Hamo tiene diecisis aos. El tambin acaba de llegar para estudiar Literatura, Matemticas y haikus.

Enseguida se hacen amigos y deciden seguir juntos su camino. En la escuela eligen la misma habitacin.

Al cabo de un tiempo Hamo y Naoko llegan a conocerse bien. Naoko disfruta cada vez ms de los ratos que pasan juntos. Los cerezos le parecen ms floridos que nunca, la fruta, ms dulce y sus poemas, que hasta entonces haban sido tan tristes, llevan el color de la alegra. Naoko es, sencillamente, feliz.

Hamo por su parte, no ha conocido nunca a nadie como Naoko. Ha encontrado alguien con quien compartir algo ms que el estudio de la Literatura. Lo que ms admira es su espritu libre y vivo como un ro.

Pasan tardes enteras conversando mientras pasea por los estanques de nenfares o contemplando las estrellas en las noches claras. Y a veces en un momento de locura, se lanzan a correr por las calles de la ciudad, gritando y empujando a la gente, y cuando ya no pueden ms, se paran y ren a carcajadas.

Los dos amigos acaban enamorndose, lo que plantea bastantes problemas a Hamo que cree que Naoko es un chico.

Una maana, llega a la escuela una misiva para Naoko. Suzuki le ordena que vuelva inmediatamente, Naoko, turbada, recoge sus cosas y escribe una nota dirigida a Hamo.Pero en cuanto llega a su pueblecito alejado del mundo, Naoko se entera de que su padre la ha prometido a un hombre importante de la ciudad vecina. Intenta escapar para volver junto a Hamo, pero ya ha cado en la trampa y su padre la tiene prisionera en su habitacin.

Cuando Hamo descubre el mensaje que le ha dejado Naoko, comprende inmediatamente el sentido de haiku que ella ha compuesto para l.

Amor sabr si la rana que canta es l o ella.

Con el corazn golpendole el pecho, monta sobre su caballo y vuela al lado de su amada.

En el umbral de la puerta, Suzuki lo recibe

- Hola, sirvienta. Soy Hamo Mabuchi. Vengo a pedir la mano de la dulce Naoko, que me est esperando.

- Naoko ya no te espera! le responde Suzuki con sequedad Se ha prometido y est a punto de casarse. Si la amas tal y como dices, no vengas a perturbar su felicidad.

Consternado por la cruel noticia, Hamo se queda sin palabras. Vuelve a Hioto con el corazn hecho pedazos, y poco despus muere de tristeza

La vspera de la boda, Naoko se entera de la muerte de Hamo. La joven

implora a su padre que le deje dar un ltimo adis a quien tanto ha amado. l no se ve capaz de negarle este ruego.

Sin decir palabra, sin derramar una lgrima, la joven se pone el kimono blanco y se va a buscar consuelo a la tumba de su amor, con su padre ySuzuki siguindole los pasos.

Una terrible tormenta estremece el cementerio.

El cielo parece llorar por los desdichados amantes.

Naoko abatida se derrumba sobre la tumba de su querido Hamo y, por fin, da rienda suelta a sus lgrimas.

De pronto, con un crujido ensordecedor, un rayo rasga el cielo y rompe la tumba. Naoko se precipita dentro en cuerpo y alma.

En un abrir y cerrar de ojos, la losa vuelve a cerrarse y un sol radiante ilumina los rostros petrificados del padre y la sirvienta.

Dos mariposas se escapan de una grieta de la tumba.

Juntas revolotean hacia el cielo resplandeciente.