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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31004403 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Ana Victoria Parra González, Mariluz Domínguez Torres Los medios de comunicación desde la perspectiva del delincuente Opción, vol. 20, núm. 44, agosto, 2004, pp. 28-54, Universidad del Zulia Venezuela ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Opción, ISSN (Versión impresa): 1012-1587 [email protected] Universidad del Zulia Venezuela www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Los Medios de Comunicación Desde La Perspectiva Del Delincuente

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31004403

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Ana Victoria Parra Gonzlez, Mariluz Domnguez TorresLos medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente

    Opcin, vol. 20, nm. 44, agosto, 2004, pp. 28-54,Universidad del Zulia

    Venezuela

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Opcin,ISSN (Versin impresa): [email protected] del ZuliaVenezuela

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  • Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54ISSN 1012-1587

    Los medios de comunicacin desdela perspectiva del delincuente*

    Ana Victoria Parra Gonzlez1y Mariluz Domnguez Torres2

    1Instituto de Criminologa Dra. Lolita Aniyar de Castro.Facultad de Ciencias Polticas y Jurdicas

    2Escuela de Letras. Facultad de Humanidades y Educacin.Universidad del Zulia. Apartado 526. Maracaibo 4001-A. Venezuela

    ResumenEn el artculo se presentan los resultados de una investigacin realiza-

    da en la Crcel Nacional de Sabaneta en Maracaibo, estado Zulia. El trabajoprocura indagar sobre los sentimientos, reflexiones, actitudes y opiniones delos delincuentes penados acerca de los medios de comunicacin social. Me-diante tcnicas e instrumentos propios de la metodologa cualitativa de in-vestigacin social se registran las experiencias vividas por los reclusos enocasin de la resea periodstica del acto delictivo imputado, o en el que es-tuvieron involucrados. El anlisis de los relatos de los delincuentes permiteevidenciar: (a) la existencia de un sentimiento adverso hacia los medios, (b)la crtica al tratamiento sensacionalista de las noticias por parte de la prensaregional, (c) el reconocimiento del papel de los medios en la estigmatizacindel delincuente y en la construccin social del miedo, (d) el rechazo a la ima-gen que los medios han difundido sobre ellos.Palabras clave: Medios de comunicacin, delincuente, sensacionalis-

    mo, construccin social del miedo, estereotipo del de-lincuente.

    Recibido: 11 de marzo de 2002 Aceptado: 21 de junio de 2004

    * Este artculo es un avance del proyecto de investigacin N 0718-97 La inseguridad personalvista desde la perspectiva del delincuente, financiado por el Consejo de Desarrollo Cientfico yHumanstico de la Universidad del Zulia, en el marco del programa intitulado Auge Delictivo yCrisis en Venezuela.

  • Social Communication Mediafrom the Perspective of the Delinquent

    Abstract

    This article presents the results of research made in the SabanetaNational Prison in Maracaibo, Zulia State. The effort attempts to re

    -

    search the feelings, reflections, attitudes and opinions of convicted de-

    linquents in reference to mass-media. By using techniques and instru-

    ments characteristic of quantitative social research methodology, the ex-

    periences of convicts are recorded in the journalistic report of the crimi-

    nal act in which they were involved. The analysis of the delinquentsspeech shows: a) the existence of an unfavorable feeling towards mass-media, b) criticism of the sensationalist treatment of news in local press,c) knowledge of the role of the mass-media in the stigmatization ofcriminal offenders and in the social construction of fear, d) rejection ofthe image that the media has promoted in reference to offenders.Key words: Mass-media, delinquents, sensationalism, social construc

    -

    tion of fear, stereotype of delinquents.

    INTRODUCCINDesde distintos ngulos e intereses ocurren los anlisis e interpre-

    taciones del delito. stos van desde las corrientes tericas con pretensio-nes cientficas, hasta los anlisis histricos coyunturales respecto de susmanifestaciones en diferentes espacios y tiempos, desde las posicionesfundamentadas en la racionalidad estatal-administrativa para el diseode polticas pblicas, hasta las lecturas diarias de sucesos de los mediosde comunicacin. Ms recientemente, las orientaciones acadmicas semueven alrededor de la violencia urbana a propsito de su incremento yla construccin social que se realiza fundada en el tratamiento que losmedios de comunicacin le otorgan al fenmeno.

    El trabajo de investigacin del que se desprende este artculo (ParraGonzlez, 2000) se ubica en esta ltima lnea de reflexin, pero con ungiro que aspira a una ruptura con la ptica tradicional: se trata de consi-derar el fenmeno desde la perspectiva del delincuente. Nuestro propsi-

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 29

  • to es abrir cauces a una lnea de investigacin poco desarrollada en elcampo de la Criminologa, que centre su atencin en el delincuente a par

    -

    tir de la indagacin sobre la representacin que ste se construye de susactos y, en especial, de lo que entiende por inseguridad personal. De msest advertir que, en tanto se profundiza en esta lnea de investigacin,los resultados o conclusiones slo dejan abiertas nuevas interrogantessobre el tema cuyas respuestas, ms adelante, esperamos contribuyancon la elaboracin de una poltica criminal eficaz en la prevencin y elcontrol de conductas tipificadas como delito y de los efectos que generansobre el nimo colectivo. Se trata, pues, de una aproximacin al desarro

    -

    llo de esta lnea. El artculo se centra en el manejo que los medios de co-

    municacin hacen de la violencia delictiva, considerado desde la visindel delincuente. Para ello nos asistimos de los recursos tcnico-metodo

    -

    lgicos del enfoque cualitativo de la investigacin social. Se obvian ele-

    mentos susceptibles de cuantificacin estadstica y se pretende poner derelieve la dimensin humana del delincuente, rescatarla de prejuicios yestigmatizaciones. Esto es, se vuelve sobre el mundo socio-cultural quesoporta y orienta los actos delictivos: valores, actitudes, percepciones,juicios, subyacentes o explcitos, en las voces de los delincuentes. Enconsecuencia, se presentan slo aquellos relatos de los entrevistados queexpresan opiniones y juicios sobre los medios de comunicacin.

    Desde esta perspectiva -el delito, a la luz del victimario- espera-

    mos dar inicio a una lnea de investigacin y reflexin que avizoramoscon mucho potencial para revelar dimensiones poco estudiadas del fen

    -

    meno de la violencia urbana y la inseguridad personal.

    1. FUNDAMENTACIN TERICA1.1. Los Medios de Comunicacin y la Construccin

    de la RealidadLos estudios actuales sobre los medios de comunicacin rechazan

    el punto de vista tradicional que los considera como meros transmisoresde mensajes y que, consecuentemente, concibe las noticias como un es

    -

    pejo de la realidad. Los medios no se limitan a describir pasivamente ni aregistrar los sucesos noticiables del mundo, sino que los (re)construyenactivamente, basndose fundamentalmente en muchos tipos de discur

    -

    sos de fuente.

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres30 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • Un estudio realizado por Connell (1980) sobre las noticias televisi-

    vas plante que la realidad representada en o a travs de las noticias esuna construccin ideolgica basada en las definiciones dadas por lasfuentes acreditadas de los periodistas. Una investigacin anterior (Hall,Critcher, Jefferson, Clarke y Roberts, 1978) sobre atracos en la prensabritnica demostr que en las noticias se realiza una definicin de estoshechos tal como lo hacen las autoridades o la polica; as, por ejemplo, enestos textos los atracos se atribuyen preferentemente a los miembros degrupos tnicos minoritarios. Igualmente, el trabajo de Chibnall (1970)mostr cmo los contactos cotidianos de los reporteros de sucesos con lapolica los llevan casi siempre a una reproduccin de las definiciones ofi

    -

    ciales e informales del crimen que sustenta la polica y, a la inversa, a unaconfirmacin a travs de los medios de comunicacin social. El papelque juegan las fuentes institucionales en la elaboracin de la informa

    -

    cin criminal tambin ha sido analizado por Schlesinger y Tumber(1993). Para estos autores, la definicin primaria de la noticia es el resul

    -

    tado de complejas negociaciones que se establecen entre los medios y lasinstituciones del sistema penal.

    En la produccin del discurso periodstico ocurren operaciones deseleccin, resumen, combinacin y reformulacin estilstica, realizadasa partir de los mensajes iniciales provenientes de las fuentes de informa

    -

    cin. En esta transformacin de los discursos de fuente intervienen, entreotros factores, los procesos cognitivos e ideolgicos de los periodistas,los intereses corporativos, las rutinas institucionales y los formatos es

    -

    quemticos de los textos periodsticos.Van Dijk (1990) expone que los profesionales de los medios e, indi

    -

    rectamente, el pblico comparten una serie de valores referidos a la vali-

    dez periodstica del acontecimiento o del discurso. Dichos valores pro-

    porcionan la base cognitiva que gua la toma de decisiones no slo sobrela seleccin de la informacin, sino tambin sobre la atencin, compren

    -

    sin, representacin y uso de la misma.Las probabilidades de seleccin de un hecho como noticiable de

    -

    penden, entre otros factores, de la coincidencia entre el tiempo en que seproduce el acontecimiento y la periodicidad del medio, de que presentela intensidad necesaria para ser percibido como significativo, de su co

    -

    rrespondencia con los intereses y valores de una determinada comunidado con sus expectativas. Tambin se les confiere valor periodstico a aque

    -

    llos acontecimientos no previstos, a los que ofrezcan continuidad y a

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 31

  • aqullos cuyos actores son naciones poderosas, individuos conocidos ofamosos, o bien personas desconocidas que resultan arquetpicas de losgrupos sociales. A los valores antes explicados Van Dijk (1990) aade elde la desviacin y la negatividad. Est muy arraigada la ideologa pro

    -

    fesional de que las malas noticias son buenas noticias, por lo que se con-

    sideran noticiables por excelencia las informaciones referidas a masa-

    cres, accidentes, guerras, conflictos, violaciones a la ley y todo aquelloque constituye una disfuncin dentro del sistema social. En resumen, lascategoras cognitivas que determinan fundamentalmente la seleccin delos acontecimientos noticiosos implican conceptos como el pblico, elinters pblico, la diferencia, la novedad, la magnitud, las consecuenciasnegativas y otras nociones similares.

    Adems del consenso profesional sobre lo que se considera noti-

    ciable, existe tambin un componente ideolgico que determina la rele-

    vancia de los textos periodsticos sobre instituciones estatales y otrosgrupos de elite. Por lo general, la rutina periodstica se centra en las ins

    -

    tituciones y grupos que ostentan el poder. Esto significa, por ejemplo,que a las versiones policiales de un suceso como puede ser una mani

    -

    festacin, un crimen o una huelga se les concede mayor importanciaque a la versin dada por un manifestante o que a la opinin del sospe

    -

    choso o a la del huelguista. Este sesgo tambin se manifiesta en las di-

    versas estructuras textuales. Los miembros de los grupos poderososson, a menudo, los protagonistas de las noticias, a ellos se les cita ms amenudo, aparecen con mayor frecuencia en los titulares y sus declara

    -

    ciones se presentan como ms dignas de crdito. Por el contrario, losmenos poderosos suelen tener escasa prominencia en los textos perio

    -

    dsticos; sus versiones de un hecho particular suelen marginarse o igno-

    rarse y no aparecen como fuentes de informacin confiable o como pro-

    tagonistas de los hechos, a menos que ejecuten acciones violentas ocausen algn tipo de problema.

    Por otra parte, los medios de comunicacin establecen cules te-

    mas son importantes, dignos de captar el inters del pblico, y cules te-

    mas han de ignorarse. De esta manera, por exceso o por defecto la reali-

    dad se desvirta, se deforma hasta perder su esencia y convertirse en otrarealidad construida y mediatizada por los flujos informativos. Slo pare

    -

    ce real lo que se legitima mediticamente; el resto de la realidad no lo es.

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres32 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • 1.2. El sensacionalismo en la prensaEl trmino sensacionalismo se ha entendido generalmente como la

    tendencia de cierto tipo de periodismo a explotar las bajas pasiones delos lectores, insistiendo en lo morboso y desviado. Muchas de las defini

    -

    ciones dadas por distintos autores (Mott, 1962; Emery, 1966, 1988;Aguirre, 1976, entre otros) hacen referencia fundamentalmente a la te

    -

    mtica de los mensajes. Sin embargo, el sensacionalismo se manifiestano slo en el plano del contenido, sino tambin en el de la expresin. En

    -

    tre los recursos formales del sensacionalismo, se incluyen los titularesamplios, con cuerpos grandes y muy negros (o en color) as como de file

    -

    tes, grandes fotografas llamativas y textos en cuerpos amplios. Al carac-

    terizar el periodismo sensacionalista, Pedroso (1994:146) incluye tantolos aspectos formales como temticos: ... el periodismo sensacionalistaes una actividad de identificacin y exacerbacin del carcter singular delos acontecimientos a travs del nfasis, incremento o sustraccin de ele

    -

    mentos lingsticos, visuales (sonoros) e ideolgicos, por medio de la re-

    peticin de temticas que contienen conceptos y valores que se refieren ala violencia, la muerte y la desigualdad social.

    Adems de los tpicos criterios de seleccin de los hechos noticio-

    sos (novedad, actualidad, cercana, conflicto), en el periodismo sensa-

    cionalista se explotan las categoras inters humano (esto es, dramatis-

    mo y dolor que promueven la conmiseracin de los lectores) e impacto(aquello que provoca fuertes reacciones emocionales). El periodismosensacionalista se distingue por la presentacin de relatos sobre perso

    -

    nas, conductas o sucesos que suponen transgresiones de la ley, de la mo-

    ral aceptada y de la normalidad esperada. Este tipo de prensa se nutre deasuntos prximos a la colectividad, utiliza una serie de recursos lings

    -

    ticos y discursivos que contribuyen a falsear los hechos y a hiperbolizarla realidad, y busca convertir al lector en un testigo imaginario de los su

    -

    cesos narrados.Sunkel (1985) explica que el lenguaje y la esttica son dos elemen

    -

    tos centrales que caracterizan la prensa sensacionalista. De acuerdo coneste autor, los diarios populares han tenido dos lneas de desarrollo vin

    -

    culadas a corrientes de pensamiento diferentes: una racional-iluministay otra simblico-dramtica. La segunda vertiente es la que ha marcado alsensacionalismo y lo ha imbuido de una concepcin mtico-religiosa querepresenta al mundo en trminos dicotmicos (el bien y el mal, el parasoy el infierno...) y, al mismo tiempo, lo ha provisto de una esttica cuyo fin

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 33

  • es impresionar al espectador mediante la representacin teatral de lossentimientos y las pasiones. Segn Ferri de Barros (2001), el periodismosensacionalista cumple la funcin social de establecer una perfecta deli

    -

    mitacin entre el bien y el mal. Al atribursele la maldad extrema a losotros, a los criminales, los restantes miembros de la sociedad reafir

    -

    man los valores contrarios.El desarrollo pleno del sensacionalismo corri parejo con el auge

    de los peridicos baratos (penny papers) que fueron vendidos no slopor suscripcin anual sino por nmeros sueltos a las masas urbanas. Elxito de esta iniciativa correspondi a Benjamin H. Day, fundador delNew York Sun, cuyo primer ejemplar apareci en 1833. Day marc unhito en la historia de la prensa, pues en su peridico se hizo una redefini

    -

    cin del concepto de noticia para adaptarla a los gustos y nivel educativode sus lectores. A partir de ese momento, la noticia dej de ser entendidacomo informacin sobre acontecimientos sociales o polticos de verda

    -

    dera importancia para dar cabida a informaciones sobre el delito, las ca-

    tstrofes, lo pecaminoso y todos aquellos relatos que el pueblo conside-

    raba excitantes o divertidos. Esta ampliacin temtica estuvo aunada aun tratamiento espectacular y teatral de las informaciones.

    Segn argumenta Rodrigo (1989:89-90), el acontecimiento, quehaba pertenecido a una categora histrica bien determinada (el aconte

    -

    cimiento poltico, social, literario, cientfico, etc.), se aproxima al acon-

    tecimiento de sucesos. Ahora todo tipo de acontecimiento, sin importarsu ndole, pertenece al paradigma de los sucesos. Se produce as unaruptura de la lgica de lo cotidiano que se condensa en el clebre aforis

    -

    mo del periodismo norteamericano, segn el cual no es noticia que un pe-

    rro muerda a un nio, sino que un nio muerda a un perro. Se instaura deesta manera una tradicin periodstica en torno a que las cosas buenas noson noticias, as como tampoco las normales y cotidianas.

    El desarrollo pleno del sensacionalismo tuvo lugar en el periodis-

    mo norteamericano a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, configuras como Hearst y Pulitzer. En esta poca comenz a hablarse de pe

    -

    riodismo amarillista por el Nio Amarillo, el personaje de una tira c-

    mica del dibujante Outcaul. Para los opositores de Pulitzer y Hearst, estenio de facciones amables pero poco inteligentes se convirti en el sm

    -

    bolo de los excesos en que incurra el periodismo sensacionalista.

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres34 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • En la primera mitad del siglo XX se produjo un freno a los excesosdel sensacionalismo proveniente de los mismos editores que percibie

    -

    ron el peligro de perder la confianza del pblico y la an ms sobrecoge-

    dora posibilidad de quedar sometidos a una reglamentacin externa (DeFleur,1976:41). El principio de la objetividad periodstica, gestado enel contexto de la teora de la responsabilidad social de la prensa, pareciapaciguar la tendencia sensacionalista, pero no acab con ella.

    En la actualidad, el periodismo sensacionalista no ha desaparecido;antes bien, va en aumento. Al respecto se ha afirmado que los peridicosms difundidos son precisamente los ms sensacionalistas. En Inglate

    -

    rra, el pas con mayor consumo de peridicos, Spiegl (1983) demostrque este tipo de peridicos vende tal vez diez veces ms que la llamadaprensa de calidad.

    La prensa venezolana no est ajena al sensacionalismo. Las pgi-

    nas de sucesos (o pginas rojas) de los peridicos constituyen un factorclave que asegura las ventas. Oviedo (1996) demostr que en los peridi

    -

    cos de provincia las informaciones sobre sucesos y farndula ocupan el27 por ciento de la superficie destinada para los gneros informativos.

    Aunque desde sus orgenes la tendencia sensacionalista se ha aso-

    ciado con la prensa barata, algunos peridicos considerados de calidadno escapan a este fenmeno. Segn la opinin de estudiosos del tema(Sanoja,1976), en Venezuela el amarillismo y el sensacionalismo noconstituyen un fenmeno que afecta slo a los tabloides. Este autor esten desacuerdo con la idea de que toda la prensa considerada como bur

    -

    guesa sea sensacionalista o amarillista; estas tendencias pueden encon-

    trarse en cualquier tipo de peridico independientemente de su orienta-

    cin poltica. Ms recientemente, Maccasi Lavander (2002) al estudiarla prensa amarillista peruana encontr que entre los lectores habitualesde este tipo de peridicos se encuentran muchos miembros de las clasesmedias y no slo las personas de menor nivel socioeconmico y cultural,como generalmente se crea. Por otra parte, este autor tambin seala quelos diarios amarillistas satisfacen necesidades dejadas de lado por laprensa seria o de calidad, tales como ser fuente de entretenimiento yfavorecer el protagonismo de amplios sectores sociales.

    En Venezuela se ha estudiado, desde el punto de vista lingstico,el fenmeno del sensacionalismo en la prensa. Domnguez y Molero(1997, 1998a, 1998b) investigaron cmo influyen en la estructura lin

    -

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 35

  • gstica de las noticias de sucesos, el tipo de peridico, el da de publica-

    cin y el tratamiento sensacionalista de la informacin. La muestra estu-

    vo constituida por 312 titulares y 60 noticias aparecidos en la ltima p-

    gina de dos peridicos locales (La Columna y Panorama) y dos naciona-

    les (El Universal y Nacional), los das lunes, mircoles y domingos, des-

    de febrero hasta abril de 1996. Los hallazgos de esta investigacin sugie-

    ren que la audiencia habitual de cada tipo de peridico condiciona, entreotros rasgos estilsticos, la forma de redactar los titulares. El nivel mselevado de sensacionalismo lingstico que se registr en los titularespublicados los das lunes podra relacionarse con la pobreza en la entradade flujo informativo que ocurre durante los fines de semana, por lo cualse magnifican noticias sobre hechos triviales mediante la manipulacinde los titulares. Por otra parte, la homogeneidad observada en los peri

    -

    dicos locales, en cuanto al tratamiento sensacionalista de la informacin,podra explicarse por el hecho de que ambos diarios buscan captar almismo tipo de lectores y por ello usan estrategias redaccionales seme

    -

    jantes. Esta similitud tambin podra deberse a que en la regin zulianaexiste una tradicin muy arraigada en la forma de escribir noticias de su

    -

    cesos. Esto no ocurre en los diarios nacionales que muestran una mayordiversidad respecto al tratamiento de la informacin.

    1.3. La Inseguridad Personal y los Medios de ComunicacinLa sociedad de nuestros das es esencialmente meditica; de all

    que sean los medios y no las instituciones pblicas quienes la dotan deestructura interna (Castells, 2000). Esto es una realidad casi planetaria;la globalizacin es, al mismo tiempo, mundializacin cultural mediticaconformadora de imaginarios colectivos de pertenencia a una culturaglobal en la que nos reconocemos e identificamos. La representacinmeditica se convierte en un nuevo proyecto de vertebracin social (Bis

    -

    bal, 2004). A travs de los medios se hacen y reconstruyen nuevas for-

    mas de relacin social. ste es el caso de la vinculacin medios-inseguri-

    dad, caracterizada a lo largo de estos ltimos aos por el manejo y la ma-

    nipulacin que los medios hacen de la violencia delictiva, que pasa de serun tema de fuerte impacto social a producto de alto consumo, mediadopor un discurso construido desde la lgica ideolgica y comercial quemueve la comunicacin de masas.

    A partir de los aos noventa la inseguridad ha sido tan debatida enlos espacios pblicos de discusin -y no tan pblicos- desde donde se

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres36 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • construye la sociabilidad y, al mismo tiempo, tan hondamente sentidadesde la intimidad familiar y subjetiva que ha llegado a formar parte de lacotidianidad de los venezolanos. Cierto es que se cometieron ms delitosque en dcadas anteriores; en consecuencia, la magnitud del fenmenoes mucho mayor. Adems, han aparecido formas emergentes de violen

    -

    cia -secuestro-expres, homicidios, extorsin, vacunas, robos con le-

    siones, etc.- que le agregan dramatismo y espectacularidad. En la medidaen que estas manifestaciones de la violencia son representadas desde lavisin meditica, tienen repercusiones significativas en el nimo de lapoblacin que se siente temerosa, indefensa, en riesgo de ser vctima deun hecho delictivo.

    Aunque existe una base estadstica que muestra un aumento de losactos delictivos violentos, de acuerdo con investigaciones socio-crimi

    -

    nolgicas, la apreciacin de la poblacin sobre el aumento de la inseguri-

    dad est ms asociado al imaginario colectivo que a la objetividad del fe-

    nmeno. Cientficos sociales se han dedicado a estudiar y explicar estefenmeno de la inseguridad como un elemento subjetivo o emocional apartir de categoras como sentimiento, percepcin, sensacin de insegu

    -

    ridad y, ms recientemente, construccin social del miedo. Buena partede estas investigaciones estn centradas en la forma como los medios decomunicacin modelan el comportamiento que las personas tienen de larealidad, considerando a ... la comunicacin de masas como un procesode mediacin social en la creacin de significados (Barata, 2000:260).Como seala Pegoraro (2000:17), ... el miedo al delito se nutre de las re

    -

    presentaciones imaginarias que tenemos tanto del delito como de los de-

    lincuentes, que generalmente son producidos por los medios de comuni-

    cacin en cuanto seleccionan y amplifican casos paradigmticos.La alarma social y los ribetes dramticos presentes en las informa

    -

    ciones periodsticas sobre hechos violentos hacen que se acrecienten losmiedos e inseguridades presentes en el nimo colectivo. En este sentido,se ha responsabilizado a los medios del clima de terror o pnico urbanoexpresado en la sensacin de vulnerabilidad de la poblacin: ... los me

    -

    dios causan una visin errnea de la distribucin y efectos del delito vio-

    lento, una distorsin de la imagen social del delincuente, una difusinirracional del miedo al delito y, en consecuencia, dificultan la resolucindel problema real de la delincuencia violenta (Prez Perdomo, 1997: 3).

    Investigaciones ms recientes sealan que los medios no slo cons-

    truyen la imagen estigmatizada del victimario; adems, contribuyen a la

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 37

  • creacin de un tipo social de vctima, ... favorecen la creacin de unanica vctima: la clase social media o alta. (....) Se construye la idea deque la violencia es slo padecida por los sectores medios y, por otro lado,se crea un sentido de desechabilidad de todo un sector de la poblacin,es decir, un sector que no es indispensable para la sociedad (Zubillaga yCisneros, 2002:78).

    Pero no slo inciden los medios sobre la construccin social delmiedo -identificando al victimario, su modus operandi, las situaciones,los lugares peligrosos y a la vctima-. La dinmica que generan mediantelos discursos construidos provocan efectos y consecuencias inmediatassobre la estructura del control social.

    Los efectos del miedo, construidos y ampliados por los medios, tie-

    nen adems serias implicaciones sobre el control social. Obsrvesecomo por un lado se respaldan y se exigen medidas represivas severaspor parte de instituciones y agencias de control social, ampliando la tole

    -

    rancia al endurecimiento del mismo y, por el otro, la poblacin se dispo-

    ne a la bsqueda de soluciones a travs de iniciativas individuales cadavez ms intimistas y privadas, por lo que ganan un espacio cada vez ma

    -

    yor las medidas defensivas violentas y se crean nuevas formas de controlsocial con este signo, como lo es el modelo de justicia privada (DelOlmo, 2000; Gabaldn, 1999).

    Aunado a lo anterior, a los medios tambin se les responsabiliza dela trasmisin de modelos de resolucin de conflictos: Ms que tener unafuncin de drenaje de la energa agresiva, la violencia en los medios ten

    -

    dera a instigar el comportamiento violento produciendo un efecto deimitacin en la audiencia (Aronson, citado por Arraigada y Godoy,1999:10). Estos comportamientos mediticos pueden generar modifica

    -

    ciones en la estructura del control social empujndolo hacia tendenciascada vez ms represivas y violentas. Devienen as los medios en actoresprivilegiados en la formacin de la poltica criminal formal e informal,imponiendo de hecho -en ocasiones, tambin de derecho- la agenda enmateria de seguridad.

    As mismo, los medios son acusados de manipulacin con finesideolgicos. En este sentido, afirma Barata (1994:3) que la prensa ...elabora su propio discurso de la realidad, lo difunde y esa nueva visin seconvierte en punto de referencia para la opinin pblica y la clase polti

    -

    ca. Pero ocurre que no siempre la realidad construida por los media es un

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres38 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • reflejo de lo social. En la construccin que los medios hacen de la reali-

    dad se privilegian ciertas visiones del mundo, con su carga de intereses,sobre otras; se fabrica un discurso cargado de presencias -lo socialmenteposible- y ausencias -lo que se encuentra fuera del mbito de lo posible-... donde lo presente y lo ausente tienen por objeto eliminar, borrar,de la conciencia colectiva y de la existencia social las realidades no men

    -

    cionadas; destruir las categoras, los conceptos, las imgenes que nospermiten pensarlas y actuar sobre ellas; generar el olvido social (Rodr

    -

    guez, 1997:410).La presencia en la construccin social del miedo viene expresada

    por la cobertura, relevancia y tratamiento que los medios le otorgan a lacriminalidad violenta, por encima de otros asuntos pblicos de mayorsignificacin e importancia. Esto es lo que Baratta (1989) llama funcinde management de los medios masivos, cuya intencin al colocar el pro

    -

    blema delictivo por encima de otros problemas es la de conservacin ymantenimiento del orden social. De esta forma, ... en ausencia de infor

    -

    macin controlada de la realidad criminal por parte del Estado, queoriente las polticas pblicas de seguridad, los aparatos de representa

    -

    cin no slo colonizan el discurso producido por el sentido comn al res-

    pecto, sino tambin el mbito del control formal, privatizando de factolas polticas pblicas en materia de seguridad (Delgado,1999: 57).

    Si los mensajes mediticos pueden controlar parcialmente los mo-

    delos preferidos del pblico y las representaciones sociales, estas cogni-

    ciones determinarn en buena medida la interpretacin de los aconteci-

    mientos sociales. Esto convierte a los medios de comunicacin en laprincipal institucin de reproduccin ideolgica, ms importante inclu

    -

    so que el sistema educativo.Las referencias tericas aludidas como marco de la investigacin

    no tienen como propsito magnificar la accin de los medios de comuni-

    cacin sobre la inseguridad personal mediante una relacin determinis-

    ta. Se pretende s advertir su influencia sobre la construccin social de larealidad de violencia e inseguridad sobre la que actan desde su lgica einters, provocando entre los delincuentes reacciones particulares-sentimientos, reflexiones y actitudes- ante el tratamiento que reciben enla referencia informativa sobre sus actos.

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 39

  • 2. CONSIDERACIONES METODOLGICAS1. La estrategia sobre la que est fundada la investigacin descansa

    en el uso y la aplicacin de lo que en el campo de las ciencias sociales seha dado en denominar metodologa cualitativa. Atravs de ella se pro

    -

    cura conocer un fenmeno social a partir de la experiencia y el sentidoque los sujetos involucrados en una accin le otorgan. En este caso, la in

    -

    seguridad personal es analizada desde la perspectiva del sujeto genera-

    dor de una accin delictiva: el delincuente.Considerada como una poderosa herramienta que permite al inves

    -

    tigador penetrar profundamente en la complejidad de muchos fenme-

    nos y procesos particulares de grupos ms o menos determinados en ex-

    tensin y que pueden ser abarcados intensivamente (Romero Salazar,1997: 29-30), el enfoque cualitativo: a) estima el conocimiento integraldel contexto en el cual se genera la accin, base de la explicacin feno

    -

    menolgica; b) como estrategia para la recuperacin de las dimensioneshumanas de los fenmenos sociales; y, c) lo que implica, el trabajo sobrela palabra, el lenguaje, como expresin de los significados -moti-vaciones, sentimientos, valores, juicios- que acompaan una accin. Elhabla revela las condiciones estructurales, los sistemas de valores, nor

    -

    mas y smbolos y simultneamente transmite las representaciones degrupos especficos en condiciones histricas, socioeconmicas y cultu

    -

    rales concretas. (Minayo, 1993, citado por Romero Salazar, 1997:28).El enfoque cualitativo, a partir de la relacin que esboza el individuo deuna experiencia vivida, indaga sobre los patrones socioculturales carac

    -

    tersticos de un grupo, motivadores de la conducta, subyacentes en la ac-

    cin que es referida por el sujeto. Ms all de la experiencia subjetiva deuna accin tomada aisladamente, el enfoque cualitativo propende a al

    -

    canzar la dimensin social del fenmeno a travs de la experiencia y delsentido que le dan las propias personas afectadas (Romero, 1997: 142).

    2. Se recurri a la encuesta por relato de vida como una modalidadde la investigacin etnobiogrfica donde ... la temtica escogida al prin

    -

    cipio focaliza los relatos sobre ciertas categoras de fenmenos (.....) loque es captado no es la subjetividad sino, a travs de la subjetividad, cier

    -

    tos aspectos de la realidad social" (Poirier y colaboradores, 1983:2). Elnmero de relatos que se realizara se determin de acuerdo con la satu

    -

    racin de la informacin por repetitividad, lo que significa -en el marcodel enfoque cualitativo- que no tiene sentido construir una muestra re

    -

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres40 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • presentativa, en tanto que el nmero de sujetos que se entrevistarn de-

    pende de la heterogeneidad de las reacciones de la poblacin sobre elproblema planteado. A mayor heterogeneidad, mayor tamao de mues

    -

    tra; en la medida que las respuestas resulten ms o menos homogneas yuniformes, la muestra se reduce, toda vez que se considera agotada a losfines investigativos la eventualidad de nuevos elementos. De esta forma,se transcribieron los relatos en la medida que se realizaban, para precisarel momento a partir del cual dejaba de obtenerse informacin nueva, fueas como de doce (12) personas seleccionadas se les tom relato a nueve;para las otras tres, se hizo innecesaria la recoleccin.

    3. Como tcnica de recoleccin de datos, la entrevista semi-dirigi-

    da (1) coadyuv en la orientacin y direccin de la encuesta por relato devida. Adems, sirvi de estmulo para que el entrevistado narrara de for

    -

    ma espontnea sus experiencias y opiniones en torno al tema planteado.4. A travs de la gua de entrevista fue posible focalizar la encuesta

    por relato de vida sobre ciertos aspectos de relevancia de la investiga-

    cin, constituyndose en un primer esfuerzo por operativizar y categori-

    zar el fenmeno, asunto de importancia para el anlisis de contenido.5. De la poblacin recluida en la Crcel Nacional de Maracaibo, se

    procedi a diferenciar y seleccionar internos de acuerdo con los criteriosde condicin jurdica, tipo de delito y sexo.

    La condicin jurdica de penados se consider para excluir a losprocesados, los cuales gozan del principio de inocencia, por lo cual no seles puede considerar delincuentes hasta tanto no se demuestre su culpa

    -

    bilidad. Para la determinacin de los tipos de delitos, se realiz una revi-

    sin hemerogrfica de dos diarios regionales venezolanos -Panorama yLa Columna- con el objeto de determinar durante el perodo transcurridoentre 1995 y 1996 cules fueron los delitos que causaron mayor alarmasocial, la frecuencia con que se reseaban y quines los realizaban. Deesta forma se comenz a diferenciar los delitos segn su frecuencia, elgrado de malestar social causado, los efectos sobre la integridad personaly su contribucin a la realizacin de hechos de mayor violencia. En fun

    -

    cin de tales criterios, se coloc especial nfasis en los delitos tipificadoscomo: robo de vehculo, robo a mano armada y hurtos comunes en resi

    -

    dencias por los llamados azotes de barrios y bandas organizadas. Ladiscriminacin por sexo, para excluir a la poblacin femenina del mismocentro penitenciario, obedece a que en la comisin de delitos el gnero

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 41

  • no es factor importante que debe considerarse, toda vez que a las mujereslos delitos que se les imputan con mayor frecuencia son el trfico o la te

    -

    nencia de drogas, delitos no ubicables dentro de los considerados comolos que generan mayor inseguridad -aqullos que se cometen contra lapropiedad y contra la integridad fsica- generalmente realizados porhombres.

    La seleccin de los reclusos a los cuales se les entrevist fue de lasiguiente forma: se tomaron las listas de penados de la Crcel Nacionalde Maracaibo, se ubicaron los que estuvieran incursos en algunos de losdelitos anteriormente sealados, luego se tomaron treinta nombres alazar y se procedi a hacer la induccin; un nmero importante de reclu

    -

    sos se neg a la realizacin de la entrevista alegando tratarse de informa-

    cin delicada, sin embargo, los que aceptaron respondieron a las pregun-

    tas de manera fluida y espontnea.6. Con el anlisis de contenido realizado, siguiendo el procedi

    -

    miento propuesto por Poirier y colaboradores (1983), se ubicaron y agru-

    paron todas las constantes y recurrencias que existan en los relatos, ob-

    tenindose indicadores de significados comunes en las respuestas de losentrevistados. Se inici con el ordenamiento u organizacin del materialque implica la codificacin de cada uno de los relatos, acompaados defichas con informacin complementaria. Luego, se realiz la transcrip

    -

    cin fiel de las grabaciones con los errores de lenguaje, las pausas, risas,bostezos, repeticiones, preguntas del investigador, etc. (2).

    El eje central del anlisis se ubica en la elaboracin categorial quecomenz desde el inicio de la investigacin cuando se elabor la gua deentrevista con su marco temtico. Esto puede considerarse construccinde categoras a priori, puesto que fueron establecidas previamente y sir

    -

    vieron de orientacin a la investigacin. La gua de entrevista buscabaresponder a cuatro preguntas: qu sabe?, qu piensa?, qu siente?,cmo acta?, el delincuente en relacin con la inseguridad. Las pregun

    -

    tas sobre qu siente y cmo acta, se abordaron a travs de los senti-

    mientos y actitudes de los penados, la dimensin fenomenolgica o vi-

    vencial respecto de las experiencias, tales como los relatos de los delitosen los que ha participado, relacin con vctimas, con otros delincuentesfuera y dentro de la crcel, de quin o quines sienten temor y cmo seprotegen frente a situaciones aparentes o reales de inseguridad. Con laspreguntas qu sabe y qu piensa, se procur un acercamiento a la di

    -

    mensin discursiva a travs del abordaje de las nociones y creencias de

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres42 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • los entrevistados con sus explicaciones y teoras sobre la situacin de in-

    seguridad, sobre la violencia generada en los actos delictivos, sobre loscuerpos de seguridad, sobre los medios de comunicacin y sobre la ima

    -

    gen o estereotipo del delincuente.Las categoras a posteriori surgieron del relato por agrupacin de

    datos, es decir, se elaboraron a partir de las lecturas repetidas y rigurosasde las respuestas de los entrevistados colocando al margen adjetivos, ex

    -

    presiones y otras construcciones verbales cuyas regularidades constituyenel fondo comn de las respuestas de los sujetos; se subrayaron palabras alas que, segn la percepcin del investigador, el texto aluda. La organiza

    -

    cin de esa informacin viene aparejada con el anlisis para establecer unvnculo entre los objetivos de la investigacin y los resultados obtenidos atravs de la construccin de categoras con sus correspondientes caracte

    -

    rsticas y dimensiones, fundados en las reiteraciones verbales que comodijimos constituyen el sustratum comn de las respuestas de los sujetos.Todo este procedimiento se realiz con el celo e inters de no deformar losrelatos, ni dejar fuera del sistema de categoras elementos significantes.

    3. ANLISIS E INTERPRETACIN DE LOS RESULTA-DOS: EL (RE) SENTIMIENTO HACIA LOS MEDIOSDE COMUNICACIN

    A continuacin se presenta el anlisis de los relatos seleccionadospara esta investigacin.

    3.1. El sensacionalismo y amarillismo de los mediosA partir de su propia experiencia los entrevistados consideran que

    los medios son falsos, amarillistas, que inventan, manipulan, exageran ydistorsionan la realidad al momento de realizar los reportajes sobre he

    -

    chos delictivos.Nemesio considera que:

    La inseguridad del pas no es tal como se hace ver a travs delos medios impresos y la televisin y la radio, la violencia deinseguridad que saca el amarillismo que saca la prensa escrita,ms que todo creo que necesitara de un control porque la ver

    -

    dad no es la verdad verdadera, lo que sale en la prensa nacional,en la regional ms que todo no es la verdad verdadera, es comouna confabulacin de los periodsticas (Nemesio 8).

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 43

  • Alejandro, con esta misma orientacin, opina:Exageran demasiado, a veces un delito pequeo y lo ponencomo una cosa del otro mundo porque inclusive aqu han lle

    -

    gado, aqu han llegado internos y uno conversa con ellos:mir cmo fue el problema tuyo de ese del atraco que te aga

    -

    rraron, dicen no eso no fue as, o sea algo tan tan mnimo yuno dice pero bueno si el Panorama puso ah?, uno dice ese lomenos que cuando llegue aqu le van a meter unos 30 aos,por, pero l, porque como el peridico y la televisin ponen ysacan el delito (Alejandro 4).

    Jos Manuel, en concordancia con los dos entrevistados anteriores,dice:

    Bueno en oportunidades los medios de comunicacin trans-

    miten las noticias, pero a veces la les aumentan, la exageran aveces tambin, este, condenan una persona los medios de co

    -

    municacin sin haber sido juzgado, sin saber si son culpableso inocentes, lo sacan de una vez en primera pgina: detenidofulano de tal por equis delito y resulta que a los das se descu

    -

    bre que no fue l y en s le... aumenta mucho la... exageran(Jos Manuel 4 ).

    Jess expresa que:

    Exageran demasiado la noticia desde hay... mucho amari-

    llismo tambin, periodistas mucho amarillismo (Jess 3).El afn de lucro de la prensa sensacionalista es sealado por Ale

    -

    jandro:Exageran mucho, exageran demasiado, dicen las noticiasno, no como son sino que las exageran, ser pa vender ms, nos... (Alejandro 4).

    Los reclusos reconocen la lgica comercial que mueve a la prensasensacionalista y cmo sta explota el fenmeno delictivo.

    3.2. Inseguridad personalLos entrevistados coinciden en el aumento de la inseguridad perso

    -

    nal durante los ltimos aos.

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres44 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • Jos Manuel dice:

    Bueno, actualmente como te dije, el auge de la delincuenciaest creciendo cada da, pues la gente se siente como menos,como indefensa, al ver que no se puede hacer nada pa frenareso... (Jos Manuel 1)

    Por su parte, Manolo afirma:

    Ahora es cierto hay mucha inseguridad en el sentido de queuno no puede salir a la calle, (...) porque cualquiera te puederobar, te puede hacer cualquier dao, me entiende? Lo quese est viendo ahora mismo aqu en Venezuela, imagnate,una inseguridad tremenda... (Manolo 3).

    Podemos preguntarnos a partir de qu elementos aprecian los en-

    trevistados el aumento de la inseguridad. Se aprecia una aparente contra-

    diccin en el hecho de que consideran que los medios exageran los suce-

    sos delictivos, mienten y distorsionan la realidad; sin embargo, refierenque la inseguridad ha aumentado y la procedencia de tales apreciacionesestn fundadas en las informaciones reseadas por los medios de comu

    -

    nicacin social.Jos Manuel en su relato afirma:

    Los medios de comunicacin, la televisin, los peridicos,uno se pone a leer la prensa y lo vas acumulando y te dascuenta que cada da hay ms delitos, ms robos, ms asaltos,ms homicidios...eso lleva a la gente a que vaya la gente todoel mundo armado en la calle (Jos Manuel 2).

    Alejandro es ms especfico y se refiere a los medios impresos:S... porque o sea yo aqu me he dado cuento por el peridi

    -

    co, de cmo se estn cometiendo ahora los... los delitos(Alejandro 1).

    Nemesio seala que se informa sobre el incremento de la delin-

    cuencia:

    Por los ndices que se hablan, eso, son los ndices que da laprensa, que da la radio, que da la televisin y que da la gente,funcionarios del gobierno que dicen que ha aumentado (Ne

    -

    mesio 2).

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 45

  • Los reclusos no escapan al proceso de construccin subjetiva delmiedo. Al igual que el ciudadano comn, tienen la percepcin de que elauge delictivo es cada vez mayor, fundamentndose, por supuesto, en losmedios de comunicacin como fuente de informacin.

    3.3. Estereotipo del delincuenteNumerosas investigaciones han puesto en evidencia como, a la luz

    de lo que dicen y callan -presencias y ausencias-, el discurso de los me-

    dios crea e impone un estereotipo del delincuente. En sus relatos, los pe-

    nados denuncian que en los reportajes est presente slo un tipo de delito-convencional- cuyos hechos ms violentos son expuestos de forma dra

    -

    mtica. El delincuente aparece con caractersticas fsicas especficas,perteneciente a los estratos sociales ms bajos, asocindose la imagencon calificativos negativos: malandro, sicario, sdico, drogadic

    -

    to, etc.. Tal como seala Reguillo (1998), en la prensa se incluye a lasclases vulnerables, pero a su vez se las excluye ya que son presentadascomo la evidencia contundente e irrefutable del mal.

    Jos Manuel explica:

    La persona cuando, o sea la opinin pblica verdad? Cuan-

    do se trata de un delincuente lo ven como una persona droga-

    dicta, como una persona toda fea, como una persona brtale!Delincuente no sirve pa nada, entonces yo no me imagino, osea no me comparo con una persona as.(Jos Manuel 12).

    Nemesio seala:

    Se dice: No, unos degenerados, son unos desgraciados sinalma y sin espritu y sin dios y sin el diablo, no uno tiene sucorazn, uno tiene su conciencia, uno tiene su familia, uno.(Nemesio 4).

    Pablo dice:

    No, no me gusta tampoco no me gusta y ya te voy a decir porqu, porque... no es porque uno sea negro, sea bembn, por lomenos a uno lo vayan a divulgar tanto as, y te voy a decir unacosa, perdona que te diga eso, este por lo menos no, no creocmo es? En el peridico en nada de eso, yo cuando esos ti

    -

    pos vienen por ah, yo he estado en varias masacres aqu enSabaneta, entonces no creo porque se inventan cuentos que

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres46 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • no son verdad. Yo he visto muchas vainas que cuando salepor la prensa eso es falso, falso. Que hubieron 300 muertos,porque yo viv eso, y viv y observ compaeros mos cuandose estaban quemando y eso es bravo seorita. (Pablo 8).

    Adems, los entrevistados sealan que las ausencias estn determi-

    nadas por las conductas antisociales que producen mayor dao socialcomo son los delitos de cuello blanco En el relato de Jorge, citado ante

    -

    riormente, ste dice:

    bueno porque da una sensacin de terror y eso causa susefectos psicolgicos en las personas, nosotros no somosmonstruos, hacemos menos dao que otros que tienen dineroy no aparecen en la prensa. (Jorge 3).

    Cabe sealar que a este tipo de delitos, por ser cometidos por perso-

    nas de grupos privilegiados, los medios les dan un trato diferencial que seobserva fundamentalmente en la ubicacin de la noticia, en la coberturay el seguimiento que se hace del delito, en el lxico utilizado para referir

    -

    se a los agentes del delito, a los cuales se les designa con vocablos queexpresan cualidades positivas o neutras (presunto, supuesto, indi

    -

    ciado, etc.) y en otras estrategias textuales que tienden a atenuar la res-

    ponsabilidad de quienes los cometen.

    3.3. Construccin social del miedoEn los relatos de los delincuentes se manifiesta un sentimiento ad

    -

    verso hacia los medios por sentirse sus vctimas. Ellos advierten los efec-

    tos del amarillismo en el tratamiento de los hechos delictivos: por unlado, las noticias contribuyen a la estigmatizacin del delincuente, ima

    -

    gen de lo aborrecible para la sociedad; y, por otra parte, construyen el te-

    mor que embarga a la ciudadana ante una realidad dramatizada que to-

    dos los das tiene cabida, con amplio despliegue, en los medios bajo unaptica mediatizada e interesada. As, Pablo expresa:

    Yo al peridico s, a la prensa le tengo es rabia, porque en-

    tonces nunca andan con una sinceridad con uno ni nada (Pa-

    blo 32).En relacin con el temor que genera el tratamiento sensacionalista

    de las noticias, Jos Manuel plantea que:

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 47

  • En algunas oportunidades hacen que la opinin pblica... osea sientan temor de aquella persona que haya salido en laprensa o lo ponen como, como una bestia: fulano de tal homi

    -

    cida mltiple o asaltante y cnchale, la gente dice bueno yeste hombre quin es?; difunden terror terrible en la comuni

    -

    dad (Jos Manuel 4).Jorge dice:

    bueno porque da una sensacin de terror y eso causa susefectos psicolgicos en las personas, nosotros no somosmonstruos, hacemos menos dao que otros que tienen dineroy no aparecen en la prensa. . (Jorge 3)

    Alejandro cuenta:Yo vi en el peridico en estas noches dice que que el cascocentral de la ciudad estaba tomado por la delincuencia, unejemplo, que todo el que pasa lo atracan, y al que no lo atracanlo violan, y a veces es mentira, a veces es mentira, pero enton

    -

    ces el Panorama por, que s yo, porque algn periodista paspor ah y le arrebataron un reloj, entonces ya ellos ponen esocomo una zona roja, y como, entonces el que vea el Panoramaqu va a pensar? Se asusta! (Alejandro 4)

    Los delincuentes reconocen la responsabilidad de los medios en laconstruccin social del miedo; consideran que el tratamiento sensaciona

    -

    lista de las noticias sobre delitos violentos deforma los hechos y que la ma-

    nipulacin de los titulares contribuye a crear un clima de terror. Para corro-

    borar los relatos de los reclusos, basta tomar al azar algunos titulares deldiario regional Panorama, frecuentemente aludido por los entrevistados:Aumenta la ola de atracos en Maracaibo (22-11-95), Inseguridad en to

    -

    das partes (14-10-95), El hampa sigue indetenible (22-1-96), Aterra-

    das damas de Maracaibo ante arremetida de atracadores (2-8-96), La in-

    seguridad alcanza niveles insoportables (5-8-96), No sea usted la prxi-

    ma vctima (6-11-95), Nadie se siente seguro en su propia casa (8-11-95), Dramtico balance de dos meses de violencia (14-10-95), Terroren los semforos y en las esquinas calientes (8-8-96).

    3.4. Incidencia del tratamiento de la noticia en el proceso penalEl tratamiento sensacionalista de la noticia puede convertirse en

    agravante en el proceso penal. Cuando la prensa califica al imputado o

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres48 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • sospechoso de delincuente, homicida, sicario, etc., condena a lapersona sin ser juzgada. De esta forma se viola el principio de inocenciaque dice que toda persona es inocente hasta tanto se demuestre lo contra

    -

    rio. Adems, la distorsin de los hechos por parte de los medios ocasionaque a un indiciado se le juzgue por ms delitos de los cometidos. Esto lomanifiesta Alfredo en su relato:

    Hay veces aumentan me entendis? Porque cuando yo capreso pusieron eso as El nombre mo, con armamento, la fotoma, y yo pero bueno, nada de eso que aparece me quitaron am, nada (Alfredo 5.6).

    Lo anterior signific que Alfredo, adems del delito por el que se leacusaba, deba responder por otro delito: porte ilcito de armas. Una si

    -

    tuacin parecida es relatada por Pablo:

    bueno seorita yo le voy a decir una cosa a usted, yo en esono creo sabe? Le digo por qu. Hace aqu como 50 das arribamataron a un compaero mo, pam, pam, a m me dieron 2 ti

    -

    ros, uno aqu y uno en la pierna sabe? Entonces ya estabandiciendo por la televisin y se que le dicen (....) estaba di

    -

    ciendo que yo le haba disparao al compaero mo y que aqulse haba cado y me haba pegao dos tiros a m y no fue asme entendis? Entonces por medio de eso me vino a declararla P.T.J., el compaero mo dur 41 das en coma, se murihace siete, ocho das, se llamaba (....) entonces por l paga

    -

    ron, por l pagaron una cantidad de dinero, mucho pa que lomataran aqu entonces eso me lo estaban cmo se llama?Decan que haba sido yo quien haba matao a ese muchachopor esa cantidad, y ese muchacho era amigo mo, entonces nocreo porque sal por Panorama, ya me entiende? entonces,nunca cmo es?, nunca dicen una verga que sea positiva,siempre con mentiras, siempre cmo se llama? siempre ellosinventan algo... (Pablo 6,7).

    Conviene apuntar que cuando la prensa seala a una persona comoresponsable de un delito se convierte en noticia criminis y, a partir de all,los cuerpos policiales pueden iniciar las investigaciones y solicitarlesdeclaracin a las personas involucradas.

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 49

  • CONSIDERACIONES FINALESA partir de las reflexiones tericas planteadas al comienzo de este

    artculo y del anlisis de las entrevistas realizadas a los reclusos de la cr-cel de Sabaneta, podemos sealar las siguientes conclusiones:1. Los medios de comunicacin no son un espejo de la realidad; reali-

    zan un complejo proceso de (re)construccin de los sucesos basn-dose en los discursos provenientes de diversas fuentes, a partir de va-riados factores como los procesos cognitivos e ideolgicos de los pe-riodistas, los intereses corporativos, las rutinas institucionales y losformatos esquemticos de los textos periodsticos.

    2. Las fuentes que generalmente se consideran confiables son las querepresentan los intereses de los grupos e instituciones poderosas. Enla definicin de los hechos noticiosos tienden a prevalecer las inter-pretaciones realizadas por dichas fuentes. As, por ejemplo, en lasnoticias sobre hechos delictivos cobran mucha fuerza las versionesde la polica y de las instituciones del sistema penal.

    3. La prensa sensacionalista explota el fenmeno delictivo y lo con-vierte en un producto de entretenimiento y lucro. Los medios, desdesu lgica comercial, convierten la violencia en un producto de altoconsumo para la opinin pblica.

    4. Los medios de comunicacin definen la agenda pblica y legitimanlos temas que se deben considerar importantes.

    5. Los medios de comunicacin visibilizan el miedo y presentan olasartificiales de criminalidad, que no siempre corresponden con larealidad.

    6. La construccin social del miedo tiene efectos sobre la estructura decontrol social. Los medios se han convertido en actores privilegia-dos en la creacin de polticas criminales formales e informales, im-poniendo la agenda en materia de seguridad.

    7. Las respuestas dadas por los reclusos evidencian que ellos recono-cen el proceso de construccin sobre el hecho criminal que realizanlos medios de comunicacin. Los reclusos sealan reiteradamentecmo la prensa sensacionalista, en su afn de lucro, tergiversa la in-formacin y crea un mundo imaginario de miedo. No obstante, losdelincuentes no escapan a la construccin social del miedo; ellos sa-ben por experiencia propia que las narraciones sobre los hechos vio-

    Ana V. Parra Gonzlez y Mariluz Domnguez Torres50 Opcin, Ao 20, No. 44 (2004): 28-54

  • lentos son manipuladas y distorsionadas; sin embargo, se hacen ecodel imaginario colectivo que aprecia un aumento de la inseguridadpersonal y fundamentan estas apreciaciones en la informacin queproporcionan los medios.

    8. Los entrevistados tambin manifiestan que tienen nocin del uso y lamanipulacin que ejercen los medios masivos de comunicacin delestereotipo del delincuente. Perciben, y as lo expresan, que la reseameditica que se hace del delito convencional responde al discursointeresado de atribuir a los delincuentes la condicin de chivos ex

    -

    piatorios, imponiendo lo que en criminologa se ha denominado elproceso de estigmatizacin social del delincuente, que lo convierteen representacin de lo antisocial. As, quedan atrapados en una do

    -

    ble dinmica impuesta desde los medios: se les presenta como victi-

    marios de la sociedad al tiempo que son vctimas de los medios decomunicacin en su afn manipulador de la violencia cotidiana.

    9. Como consecuencia de lo anterior, los reclusos consideran que losmedios contribuyen a exacerbar el terror y el aborrecimiento socialdel delincuente, al mismo tiempo que se impone el temor sobre elnimo colectivo expresado como sentimiento de inseguridad perso

    -

    nal que signa el comportamiento cotidiano de estos tiempos.10. Aun cuando reconocen ser delincuentes por haber participado en de

    -

    litos la mayora violentos, no se identifican con la imagen difundidaen los medios de comunicacin, se reconocen como seres humanoscon sentimientos y temores.

    11. Consideramos un aporte valioso las apreciaciones y anlisis realiza-

    dos por los reclusos sobre el fenmeno delictivo. Atravs de la expe-

    riencia directa, como actores generadores de violencia, asumen unapostura crtica frente al manejo que los medios hacen de la realidad.

    Notas1. El registro de la informacin fue grabada en cintas magnetofnicas.2. En la transcripcin se utilizaron los siguientes smbolos:

    [..]: para referir comentarios del investigador;(...) saltos dados en el texto al momento de citar.N.E: cuando no se entendi parte del relato en la cinta magnetofnica.A los efectos de proteger las identidades de los reclusos entrevista-dos, se les designa con nombres diferentes a los verdaderos.

    Los medios de comunicacin desde la perspectiva del delincuente 51

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