Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

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    PresentacinLa prensa, ante el riesgo de repetir su historia. Pedro de AlzagaLos problemas de la inmediatez: Hemos matado a Steve Jobs Pablo RomeroCuando la publicidad se viste de periodismo Pau Llop

    Suean los periodistas con algoritmos? Mario TascnEspecializados, especialistas y expertos Cristina Ribas

    La gratuidad mat a la estrella de los medios Jos Luis RodrguezA quin le importa la veracidad? Ana Tudela Flores

    Evoca Comunicacin e Imagen

    Argensola, 2. 5 28004 Madridwww.evocaimagen.com

    [email protected]

    Director: Julio Cerezo Gilarranz

    Coleccin: Cuadernos de comunicacin Evoca

    8. Los riesgos del periodismo en tiempos de redes

    Asesor Editorial: Pepe Cerezo

    Fotografas: - Portada: Missed You.Lambert Wolterbeek Muller

    - Interior: Cirque du Soleil

    iO, idea original

    www.ideaoriginal.com [email protected]

    2173-349X

    NDICE

    3

    5

    11

    17

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    29

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    Edita

    Diseo

    ISSN

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    Presentacin 3

    Hoy en da el periodismo contina tal y como naci, mezclando

    publicidad y escndalo, asesinato y mercanca, chismes y rumo-

    res con la aguda y dolorosa verdad. Sigue igual que al principio,

    sealaba hace unas semanas el periodista, historiador y expol-

    tico liberal Michael Ignatieff al recoger el premio de periodismo

    Francisco Cerecedo. Y probablemente sea as y que, en su mayor

    parte, los riesgos que acechan al periodismo bien hecho conti-

    nan hoy siendo los mismos que lo han acompaado desde sus

    comienzos.

    Pero tambin es cierto que en estos tiempos de redes han apare-

    cido otros nuevos riesgos, trampas o atajos, que erosionan la con-

    fianza en el periodismo y en sus profesionales. Han cambiado la

    inmediatez en el acceso a la informacin, la facilidad y capacidadde contrastarla con mltiples referentes y, sobre todo, el de rol de

    las audiencias, que se han transformado en receptores activos,

    que comentan y critican lo que oyen y leen y que consultan y se

    informan en mltiples fuentes.

    En este Cuaderno, el octavo de la Coleccin, hacemos un repaso

    a esos riesgos no los relativos al ejercicio mismo de la profe-

    sin en muchos lugares del mundo, donde no hay que olvidar

    que la verdad y la bsqueda de informacin se paga a veces con

    la vida, a los que hoy se enfrenta el periodismo en estos nue-

    vos tiempos. Y sin querer ser exhaustivos en la confeccin de

    una lista, s que queramos relacionar algunos de los aspectos

    relevantes a los que hemos de estar atentos para que el perio-

    dismo siga desempeando su papel democrtico de control del

    poder, porque como tambin seala Ignatieff, al periodismo

    le gusta pensar que revela los secretos de los poderosos, pero

    tambin se encarga de proveer obedientemente lo que los po-

    derosos quieren que reciban los crdulos.

    Valoran las audiencias la veracidad de la informacin recibida o

    prefieren optar por una dosis de soma con la que alimentar sus

    marcos mentales? La diferenciacin formal entre contenidos in-

    formativos y publicitarios, que ha sido una de las premisas ticas

    del periodismo, sigue teniendo validez hoy? Determina el SEO los

    contenidos informativos de los medios digitales? Estas son algu-

    nas de las reflexiones que aborda el Cuaderno, como tambin el

    impacto que tiene la inmediatez en el rigor y credibilidad de las

    noticias difundidas, o la viabilidad de la gratuidad de los conteni-

    dos como modelo de negocio sostenible y generalizado? de losmedios de comunicacin, sumidos desde el inicio de la crisis en un

    proceso de destruccin de empleo, que solo en Espaa ha costado

    casi 9.000 puestos de trabajo de periodista.

    Por ltimo, el agradecimiento a los siete autores del Cuaderno

    que generosamente han querido participar con sus artculos,

    permitiendo que contine esta plataforma plural de debate y re-

    flexin sobre el proceso de transformacin de la Comunicacin y

    el periodismo.

    Y para ilustrar este mundo de riesgos, fotografas de artistas del

    trapecio y funambulistas, que saltan o caminan por un cable so-

    bre el vaco. Para ellos, las redes tambin son vitales.

    Julio Cerezo. Director de Evoca Comunciacin

    PRESENTACIN

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    LA PRENSA, ANTE EL RIESGODE REPETIR SU HISTORIA

    Pedro de Alzaga

    Pedro de Alzaga (Madrid, 1966) ha trabajado en las ediciones di-

    gitales de El Mundo, El Pas, ABC, La insignia, Negocio y ADN,

    entre otros diarios, desde la llegada de Internet a Espaa. Es au-

    tor del libro La palabra escrita, que recoge las ms de 40 entre-

    vistas que realiz en ABC durante un ao a los principales prota-

    gonistas de la evolucin que sufre la prensa en su transicin del

    mundo impreso al digital, un proceso tan convulso como apasio-

    nante. Actualmente, es subdirector de cuartopoder.es, el primer

    diario de blogs en castellano formado por veteranos de la prensa

    espaola, as como fundador y director de Iberoamerica.net, un

    observatorio de la informacin en las redes sociales.

    La prensa, ante el riesgo de repetir su h istoria 5

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    Cada diez minutos, el redactor dejaba de escribir y levantaba la

    vista. Del techo colgaba una pantalla de plasma que mostrabacifras y grficos de colores para representar la audiencia de las

    noticias que se publicaban en el sitio web del peridico. Los da-

    tos se actualizaban prcticamente en tiempo real y permitan

    a la redaccin conocer el pulso informativo en todo momento

    y reaccionar adecuadamente ante el ritmo que marcaba la ac-

    tualidad, tal y como explicaba su director a quienes visitaban la

    redaccin digital del diario.

    De vez en cuando, un artculo sobresala rpido en audiencia y

    destacaba en la pantalla de plasma. En aquella ocasin, el titu-

    lar destacado contaba la historia de Knut, un cachorro de oso

    que haba quedado hurfano y se haba convertido en la estrella

    del zoo de Berln por su aspecto adorable y la triste historia que

    arrastraba. Probablemente, los lectores haban empezado a en-

    viar el artculo por correo electrnico a sus amigos y la audiencia

    El mayor riesgo tal vez residaen esa especie de determinismo

    digital que nos lleva a pensar que

    hemos llegado a nuestro destino,que no puede haber nada mejorque Internet y que la sociedad

    vive en la era dorada de lainformacin.

    6 La prensa, ante el riesgo de repetir su historia

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    estaba creciendo por ese motivo. Otra posibilidad es que la posi-

    cin que la noticia ocupaba en portada muy destacada hubie-

    ra facilitado que los lectores la vieran e hicieran clic en el titular:

    Knut, el osito hurfano.

    El jefe de seccin tambin miraba la pantalla de plasma, y son-

    rea. Saba que la noticia funcionara cuando la vio entre los te-

    letipos y la haba colocado bien alta en portada. Pocas veces seequivocaba al reconocer un buen tema. Ya estaba encargando

    a otro redactor que preparara una galera de fotos del animal

    y otra pieza informativa que haba aparecido por agencias con

    declaraciones de sus cuidadores. La tipografa crecera tambin

    al colocar el titular en un lugar an mejor de portada, donde re-

    cibira ms clics.

    Dos horas despus, la historia de Knut ocupaba cinco piezas

    texto principal, declaraciones, cronologa, galera de fotos y una

    preciosa infografa que coronaba el titular y se disputaba la

    apertura de portada con un tema sobre el Congreso que no habaterminado de despegar en todo el da. Durante aquella semana,

    el osito Knut se mantuvo en la primera posicin de las listas de

    audiencia del diario, por encima de cualquier otro tema poltico,

    econmico o cultural, y supuso un incremento del 5% en las ci-

    fras de audiencia mensuales. Lo consigui l solito, aunque con

    la ayuda de una redaccin dispuesta a darlo todo por mostrar

    historias como la suya.

    Este relato, ms real de lo que pudiera parecer, refleja un proceso

    que sucede a diario en muchas redacciones digitales, donde no-

    ticias como la de Knut se detectan y alimentan hasta que se hun-

    den en los ltimos puestos de la lista de archivos ms consulta-

    dos de la web. Entre medias queda un montn de visitas, mucho

    trabajo y cierta desazn entre los periodistas de la edicin digital,

    que no acaban de creerse que aquello sea la profesin por la que

    han estudiado tantos aos.

    No obstante, alguien podra interpretar esta conducta editorial

    desde un punto de vista muy positivo y afirmar que, por fin, los

    medios se rigen por la informacin que realmente interesa a la

    sociedad y le proporcionan justamente lo que desea, indepen-

    dientemente de lo que le parezca al periodista. Un argumento

    parecido al que sostiene que la telebasura no existe desde el mo-mento en que las cifras de audiencia respaldan un programa, por

    muy sucio, burdo o estomagante que pueda ser. Y algo de razn

    habr en todo esto, so pena de concluir que el criterio popular

    nunca es vlido y derribar, as, la democracia de un plumazo.

    La paradoja es que la democracia corre ms riesgo precisamen-

    te cuando no existe un criterio informativo general. Cuando el

    periodista no cuenta ni con el oficio ni con el respaldo suficiente

    para garantizar su labor. Y cuando este respaldo, en forma de em-

    presa o institucin informativa, es incapaz de garantizar y orga-

    nizar los aspectos relacionados con el oficio periodstico.

    La situacin actual se entiende mucho mejor al conocer la evo-

    lucin de las empresas informativas en las ltimas dcadas del

    siglo XX, cuando fueron dimensionadas en una situacin en que

    los medios no solo actuaban como guardabarreras de la infor-

    macin, sino que el acceso a este negocio implicaba tambin

    superar un enorme obstculo econmico. Montar un medio de

    comunicacin requera grandes inversiones para la adquisicin

    de una licencia de emisin o una imprenta; incluso, la subcon-

    tratacin de los servicios asociados con el soporte informativo

    supona una barrera econmica que solo podan salvar aquellos

    inversores dispuestos a soltar muchos miles de millones de pe-setas y a esperar varios aos antes de ver un solo duro de vuelta.

    Cabe pensar que estos grandes grupos de inversin no estaban

    tan interesados en la salud democrtica de un pas a travs de

    sus medios de comunicacin como en la influencia que una ca-

    becera informativa pudiera proporcionar a sus negocios. Dispo-

    ner de un potente altavoz con el que presionar a los sucesivos

    gobiernos, agasajar a los polticos o amenazar a los enemigos

    mercantiles supona una ventaja competitiva que bien vala la

    inversin realizada.

    En este contexto, no bastaba con una rentabilidad que susten-

    tara el coste de las infraestructuras y el pago de las nminas

    de los trabajadores. El grupo deba obtener grandes beneficios

    tambin en otros mercados no relacionados con la informacin

    directamente o no relacionados en absoluto y aprovechar las

    sinergias derivadas de operar con la misma marca en distintos

    entornos. Se abra, as, el camino a los grandes grupos multime-

    dia que en muchos casos operaban tambin ms all de las fron-

    teras nacionales.

    El final de esta historia no deja de sorprender por muy previsible

    que pudiera parecer desde el nacimiento de Internet. Las gran-

    des corporaciones de la comunicacin aparecen hoy arrodilladas

    ante un nuevo soporte en el que ya no son capaces de ejercer la

    funcin de guardabarrera que tan buenos beneficios les ha apor-

    tado durante dcadas. La falta de unos ingresos como los de an-

    tes les impide cubrir unos costes que tambin vienen de antes,

    as que reaccionan reestructurando las compaas, casi siempre

    por los estratos ms bajos y sin un plan de viabilidad ms all

    de los mensajes que peridicamente se envan a unos inversores

    siempre cortoplacistas.

    La nueva empresa informativa que surja de este caldo de cultivodebera ser, siempre segn los expertos, ms pequea, ms gil

    y menos propensa a intereses espurios y ajenos a la labor perio-

    dstica. El futuro parece mostrarnos un ecosistema informativo

    de pequeas empresas capaces de hacer una informacin ms

    especializada y ms alejada de las antiguas redacciones en las

    que un periodista poda pasar por cinco secciones a lo largo de

    su carrera. Los agentes de este nuevo ecosistema sern ms de

    guerrilla, ms independientes y menos atados por los intereses

    polticos y econmicos.

    Visto lo visto, tal vez sera ms conveniente que la empresa no

    fuera pequea, sino mediana, para no acabar formando parte

    de un conglomerado multinacional, como ha sucedido siste-

    mticamente desde que existe la empresa informativa y como

    ha venido denunciando el profesor Ben H. Bagdikian en su li-

    La prensa, ante el riesgo de repetir su historia 7

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    bro El monopolio de los medios de difusin. En 1983, cuando

    se edit este ensayo, solo 50 empresas posean las decenas de

    miles de diarios, revistas y emisoras de radio y televisin que

    operaban Estados Unidos. A principios de este siglo, apenas 20

    aos despus, el nmero se haba reducido a siete. Por qu

    habra de reducirse esta propensin al oligopolio en el entorno

    digital, en vez de acentuarse? Una vez ms, la forma el sopor-

    te no tiene por qu garantizar el fondo la independencia sino hay adems una voluntad expresa de independencia y un

    entorno social y cultural que la favorezca.

    Asimismo, existe una tendencia en el periodismo digital que

    promueve la ruptura total con cualquier periodismo ejercido

    antes. Los partidarios de esta corriente sostienen que Internet

    supone un salto comunicativo tan grande que nada de lo apren-

    dido anteriormente puede servir en la nueva situacin. Creen,

    adems, que el periodismo tradicional est demasiado teido

    por los intereses de los mass media y que su traslado al nuevo

    soporte solo servira para llevar a la Red los mismos problemasde informacin que hemos arrastrado en las ltimas dcadas.

    El nuevo periodismo, en definitiva y segn esta teora, debera

    nacer partiendo de cero.

    Como en las buenas mentiras, la proposicin desliza algunas

    verdades que la hacen parecer atractiva, rupturista, innova-

    dora... Moderna, a fin de cuentas, frente a un periodismo vie-

    jo, cansado y corrupto. Hace muy pocos aos, un directivo que

    preparaba el lanzamiento de un diario digital se jactaba de

    solo contratar nativos digitales. Si hubiera dicho que solo con-

    trataba a periodistas recin salidos de la carrera, dispuestos a

    obedecer sin rechistar y a cobrar la mitad o la tercera parte que

    sus compaeros, no habra quedado tan bien como soltar el la-

    tiguillo digital ante el que mucha gente prefiere callar para no

    parecer anticuado o, incluso, retrgrado.

    La historia es muy parecida a la sucedida en el diario El Pas, don-

    de el ltimo expediente de regulacin de empleo ha reducido en

    aproximadamente un tercio su plantilla. Los directivos de esta

    cabecera arguyeron que muchos de los que abandonaban el dia-

    rio no contaban con el perfil digital adecuado para los nuevos

    tiempos, para el nuevo periodismo que necesitaban en una nue-

    va era. Un argumento mucho ms conveniente que comparecerante los lectores para confesar que tus problemas econmicos

    en otras empresas del grupo te obligan a despedir a los periodis-

    tas ms caros de la plantilla, quienes son, por cierto, algunas de

    las mejores firmas del periodismo espaol. Prdida de calidad

    periodstica en la cabecera? Digamos mejor: adaptacin de la

    plantilla a los nuevos perfiles digitales ante el advenimiento del

    tsunami digital. O algo por el estilo.

    El riesgo pues, es que el periodismo digital siga arropndose con

    estos eufemismos, estas expresiones falaces y este papanatismo

    para conseguir cosas que no tienen nada que ver con el periodis-

    mo y destruir otras que suponen su misma esencia. Incluso quie-

    nes piden de buena fe un nuevo perfil del periodista confunden a

    menudo el dominio del soporte con el dominio del oficio. Conocer

    los lenguajes, protocolos y herramientas habituales en el soporte

    digital es de gran ayuda para ejercer un oficio periodstico que

    gira en torno a la informacin, al igual que la misma red Internet.

    Pero se suele olvidar que el buen uso de las herramientas no ga-

    rantiza el resultado y que este es un oficio que trata de fuentes,

    de contraste de informacin y de la credibilidad que da el trabajo

    bien hecho a lo largo del tiempo.

    En toda redaccin debera haber periodistas de distintas edadesque supieran transmitir el oficio entre generaciones. Poner a un

    joven recin salido de la facultad a trabajar sin tutela es muy ba-

    rato pero supone hurtarle el proceso de aprendizaje que convierte

    al aprendiz en un experto al cabo de muchos aos de oficio. Una

    idea que explic mucho mejor el periodista, escritor y guionista

    estadounidense David Simon en una entrevista que me concedi

    en julio de 2010: Las mejores decisiones que yo he visto en el

    periodismo tenan que ver con las historias que alguien decidi

    no publicar, porque estaban mal fundamentadas o mal cubiertas.

    La redaccin no slo promueve el buen periodismo, por medio de

    editores experimentados que pueden enfocar tu trabajo mejorde lo que lo hara un solo individuo, sino tambin impide que al-

    guien publique algo estpido o malo.

    En una nueva situacin en la que la informacin est alcance de

    muchos, en la que se ha extendido la idea de que el periodismo

    es algo que puede hacerse en las horas libres y que el periodis-

    ta no tiene sentido desde el momento en que cualquiera puede

    escribir y por tanto hacer periodismo parece especialmente im-

    portante que los propios artesanos de este oficio reivindiquen su

    trabajo como expertos de la informacin en un nuevo escenario

    de informacin. Simplemente, expertos en seleccionar y elaborar

    informacin en un mundo saturado de informacin.

    Porque tal vez los males del periodismo hayan venido al asumir

    como vlido el formar, informar y entretener que proponan algu-

    nos acadmicos. Pues un diario no debera formar a sus lectores,

    ms all de las conclusiones que estos puedan extraer tras leer

    sus pginas. Mucho menos debera entretenerlos, actividad para

    la que ya hay oferta ms que suficiente en radios, televisiones o

    cualquier otro sector del ocio. De hecho, en ningn sitio se dice

    que las noticias tengan que ser entretenidas, y es obligacin del

    lector hacer el esfuerzo de mantenerse informado para conside-

    rarse como ciudadano de una sociedad democrtica. La buenanoticia es que si la informacin es buena, la formacin y el en-

    tretenimiento surgirn solos a travs del debate que los medios

    promueven en las sociedades avanzadas. Si es mala, no habr for-

    macin ni entretenimiento que pueda arreglar el desastre.

    Aunque el mayor riesgo tal vez resida en esa especie de determi-

    nismo digital que nos lleva a pensar que hemos llegado a nuestro

    destino, que no puede haber nada mejor que Internet y que la

    sociedad vive en la era dorada de la informacin. Nada ms falso

    y peligroso que pensar as. Queda mucho camino por delante y

    los periodistas deben emprender este viaje o dejar, una vez ms,

    que otros les muestren el camino. Deberan emprenderlo como

    lo hicieron los primeros periodistas que encontraron el modo de

    recibir una retribucin por su trabajo. Pese a que no es su labor.

    Pese a que en la mayora de los casos no han sido preparados

    8 La prensa, ante el riesgo de repetir su historia

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    adecuadamente para esta tarea, deben emprender para tutelar

    este proceso de cambio y evitar que, una vez ms, acabe en ma-

    nos ajenas y ms interesadas en el negocio a costa de la informa-

    cin que en la informacin en s. Deben emprender para no tener

    que preocuparse de volver a hacerlo.

    Si en el futuro se juntan las piezas de un sistema informativo

    que hoy aparece roto sobre la mesa, tal vez se pueda explicar lasituacin que ahora atravesamos. Explicar que existe una rela-

    cin inversamente proporcional entre la informacin de calidad

    y la crisis que nos azota o, dicho de una forma mucho ms llana

    y directa, entre la fortaleza del periodismo y el nmero de sin-

    vergenzas que operan en nuestra sociedad. Si estas variables

    se representaran en un grfico de lneas, se vera que en las l-

    timas dcadas la primera ha descendido a un ritmo constante,

    mientras que la segunda se ha disparado en forma de casos de

    corrupcin, estafa y fraude, algunos a escala planetaria. Una ca-sualidad? Es posible.

    La prensa, ante el riesgo de repetir su historia 9

    En qu medida influyen los periodistas en lo que se diceo hace en la poltica, la economa, el deporte, la cultura?

    Fuente: Informe de la Profesin Periodstica 2012.Encuesta APM sobre impacto del periodismo, 2012. Cifras en porcentaje.

    Mucho

    Algo

    Poco

    Nada

    Ns/Nc

    POLTICA

    47,00%

    26,80%

    16,60%

    9,20%0,40%

    DEPORTE

    6,00%

    49,00%

    27,70%

    15,70%

    1,60%

    CULTURA

    9,60%

    25,10%

    32,60%

    32,40%

    0,30%

    ECONOMA0,60%

    33,80%

    26,80%

    24,00%

    14,80%

    Confa en la informacin que recibe de los periodistasa travs de los medios de comunicacin?

    Fuente: Informe de la Profesin Periodstica 2012.Encuesta APM sobre impacto del periodismo, 2012. Cifras en porcentaje.

    Observaciones: En una clasificacin de 1 (no confo nada) a 10 (Confo totalmente) se han agrupadoConfa bastante y mucho (7,8,9,10), Desconfa bastante y mucho (1,2,3,4) y Confa moderadamente (5,6).

    Confa (bastante y mucho)

    Confa moderadamente

    Desconfa (bastante y mucho)

    TOTAL

    30,86%

    42,48%

    26,65%

    24,47%

    43,73%

    31,80%

    HOMBRES

    37,27%

    41,28%

    21,44%

    MUJERES

    A la hora de buscar informacin de actualidad qu fuentes le gusta a usted consultar ms?

    Fuente: Informe de la Profesin Periodstica 2012.Encuesta APM sobre impacto del periodismo, 2012. Cifras en porcentaje.

    Fuentes como los diarios impresos, diarios digitales, revistas, radio o televisin en donde trabajan bsicamente periodistas

    Fuentes de informacin en donde no necesariamente trabajan periodistas como las redes sociales

    Fuentes de informacin directas como los gabinetes de prensa de empresas o instituciones

    Ns/nc

    71,3

    22,3

    5,1

    1,3

    TOTAL

    53,2

    38,9

    6,7

    1,3

    De 15a 24

    63,9

    33,4

    2,7

    0

    De 25a 34

    73,8

    19

    5,1

    2,1

    De 35a 49

    79,4

    12,6

    6,7

    1,3

    De 50a 64

    85,1

    9,1

    4,2

    1,6

    De 65y mas

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    Double TightropeOSA Images

    10 Los problemas de la inmediatez: Hemos matado a Steve Jobs

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    LOS PROBLEMAS

    DE LA INMEDIATEZ:

    HEMOS MATADO A STEVE JOBS

    Pablo Romero

    Pablo Romero (Madrid, 1976) es periodista. Trabaja en elmundo.es

    desde hace 12 aos, de los que nueve ha sido editor de la seccin

    Navegante, referente de los medios espaoles sobre Internet y

    nuevas tecnologas. Durante este tiempo ha cubierto los princi-

    pales acontecimientos relacionados con las nuevas tecnologas,

    con especial atencin a los diferentes derechos de los usuarios de

    la Red. Colabora en la Escuela de Periodismo y Comunicacin de

    Unidad Editorial. Twitter: @pabloromero

    Los problemas de la inmediatez: Hemos matado a Steve Jobs 11

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

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    La Red ha cambiado radicalmente la manera que tenemos de

    informarnos en todos los aspectos. Su ubicuidad y la inmedia-tez de la transmisin de los datos a cualquier parte del mun-

    do puede alcanzar una audiencia potencial de ms de 2.000

    millones de usuarios1. Esto hace que la informacin de ltima

    hora tenga un papel protagonista en las redacciones de prcti-

    camente todos los medios, tradicionales y nuevos, con presen-

    cia en Internet.

    Asimismo, debido al carcter bidireccional de la Red cualquier

    usuario tiene la posibilidad de convertirse fcilmente en emisor

    de informacin, no slo en mero consumidor un hecho noti-

    cioso puede ser contando al instante. Servicios y herramientas

    como Twitter, Storify, Ustream y Coveritilive, entre otras, han fa-

    cilitado la retransmisin de lo que sucede en un momento y un

    lugar determinado de forma muy sencilla. Hasta aqu son bue-

    nas noticias.

    En un contexto de crisis delos medios econmica y decredibilidad y mientras las

    plantillas de las empresasmenguan cada mes, la aspiracinde la inmediatez como sea deidentidad es, cuando menos,

    peligrosa.

    12 Los problemas de la inmediatez: Hemos matado a Steve Jobs

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

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    La malas noticias comienzan cuando se entra a analizar la fun-

    cin del periodismo en un mundo con cada vez ms informacin

    circulando por la Red. La humanidad tiene almacenados en ser-

    vidores cerca de un zettabyte de informacin (1.000 millones de

    terabytes) y existirn a mediados de esta dcada 19.000 millones

    de dispositivos conectados (casi 2,5 conexiones por cada persona

    del planeta), segn prev Cisco2. En este mundo hiperconectado

    y saturado de datos, la labor periodstica tradicional se ve afecta-da en profundidad.

    Surgen nuevos perfiles como el community manager, encarga-

    do de modular el dilogo con los usuarios a travs de herramien-

    tas sociales; el content curator, que bucea en busca de la mejor

    informacin en cada rea especializada, una labor cercana a la

    del documentalista de toda la vida3; o los redactores de ultima

    hora, portadistas o cualquier otro nombre similar, que bsica-

    mente reorganizan la ingente cantidad de informacin, la clasi-

    fican, la ordenan y la presentan al lector-consumidor en forma

    de noticia.

    En el ocano de datos en el que vivimos, la inmediatez se con-

    vierte en uno de los principales valores al que tienen que aspirar

    todas y cada una de las informaciones que publica un medio en

    la Red. Es esto positivo? En un contexto de crisis de los medios

    econmica y de credibilidad y mientras las plantillas de las

    empresas informativas menguan cada mes4, la aspiracin de la

    inmediatez como sea de identidad es, cuando menos, peligrosa.

    En busca de la primicia. Errores consecuencia de las prisas

    La primicia informativa consiste en conseguir y publicar, antes

    que cualquier otro periodista o medio, una informacin relevan-

    te. El profesor de la Universidad de Nueva York Jay Rosen describe

    perfectamente cuatro tipos de primicias que se dan en el perio-

    dismo actual5. El menos importante es el que l llama primicia

    del ego, que es desgraciadamente el ms abundante: un perio-

    dista publica un tema que de todas formas se iba a hacer pblico

    antes que nadie. Qu aporta esto al usuario del medio?

    Nada tiene que ver con el scoop clsico, en el que un tema sale

    a la luz gracias a la labor constante de investigacin de un pe-

    riodista (un tipo de informacin cada vez ms escasa). O con la

    primicia entendida como una nueva forma de citar algo que ya

    est pasando pero que adquiere relevancia precisamente al con-

    tarlo, con una buena dosis de lo que llamamos olfato periodsti-

    co (algo an ms escaso que lo anterior).

    Por ltimo, Rosen identifica como otro tipo de primicia la infor-

    macin que generan personas ajenas al periodismo, el llamado

    periodismo ciudadano cada vez ms abundante por las redessociales que llega antes y a menudo mejor que las empresas

    periodsticas. Estos scoops pueden ser relevantes para, por ejem-

    plo, inversiones de bolsa, para quienes los minutos cuentan, aun-

    que conllevan serios riesgos. Sobre todo porque pueden deslizar

    fcilmente informaciones incompletas o falsas. El mismo Rosen

    propone el ejemplo de un informe falso sobre la muerte de Steve

    Jobs en 20106.

    La presin a la que se ven sometidas las redacciones digitales

    por ser siempre los primeros en dar la noticia (culpa adems

    del auge de las primicias de ego y de las nacidas del periodismociudadano) conduce a que en ocasiones se cometan errores, bien

    por falta de tiempo para contrastar debidamente los datos, bien

    por falta de experiencia, bien por ambas razones a la vez. Algunos

    resultan realmente divertidos7, pero casi siempre tienen una con-

    secuencia negativa: menoscaban la credibilidad del medio.

    Los errores en la prensa online, lamentablemente, conforman

    una lista interminable. Que las prisas no son buenas consejeras

    lo saben bien incluso en el propio Gobierno que, por poner un

    ejemplo reciente, col en abril de 2012 una nota de prensa re-

    ciclada sobre el psame oficial por el fallecimiento del escritor

    mexicano Carlos Fuentes, padre de Artur Mas (sic)8

    Uno de los sitios ms significativos en los que comprobar las me-

    teduras de pata de los medios sobre todo, de la prensa escri-

    ta es Malaprensa9, del profesor de la Universidad de Castilla-La

    Mancha Josu Mezo. En su opinin personal, no cientfica, aun-

    que desde su sobrada experiencia como observador de gazapos

    periodsticos, Mezo aclara para empezar que los problemas no

    se deben achacar a Internet de entrada, sino al propio funcio-

    namiento de las empresas periodsticas, que por razones eco-

    nmicas obligan al periodista a hacer de todo. Y son pocos los

    periodistas que pelean con su editor para conseguir ms tiempo

    1Unin Internacional de las Telecomunicaciones (ITU) (www.itu.int/ITU-D/ict/facts/2011/material/ICTFactsFigures2011.pdf). Se alcanz esa cifra en enero de 2011 (http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/26/navegante/1296045597.html)2La Red se queda pequea, . J. de Luis en ELMUNDO.es (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/13/navegante/1339573980.html) | Dnde estn mis datos?, CristinaSez en La Vanguardia (http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20120719/54326650737/donde-estan-mis-datos.html)3Por qu lo llaman content curator cuando quieren decir documentalista? Sandra Sanz Martos, COMeIn, Revista de los estudios de Ciencias de la Informacin y la Comu-nicacin, nmero 10.http://comein.uoc.edu/divulgacio/comein/es/numero10/articles/Article-Sandra-Sanz.html4Los medios de comunicacin preparan una nueva ola de EREs tras el verano, VozPpuli http://vozpopuli.com/tecnologia-y-medios/12792-los-medios-de-comunicacion-preparan-una-nueva-ola-de-eres-tras-el-verano5Cuatro tipos de primicias que son la obsesin de los periodistas, rsula Velezmor, Cuaderno de Estilo de ClasesDePeriodismo.com http://www.clasesdeperiodismo.com/2012/04/22/los-4-tipos-de-primicias-que-son-la-obsesion-de-los-periodistas/ Se refiere al post Four Types of Scoops, por Jay Rosen http://jayrosen.posterous.com/four-types-of-scoops6 Apple Denies Steve Jobs Heart Attack Report: It Is Not True http://articles.businessinsider.com/2008-10-03/tech/30065701_1_ireport-citizen-journalism-apple-spokeswoman7Con motivo del Da de Internet de 2006, ELMUNDO.es public un especial con algunos gazapos y meteduras de pata. (http://www.elmundo.es/especiales/2006/05/sociedad/dia_internet/gazapos/gazapos1.html)8Los peligros del corta y pega, ELMUN DO.es (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/16/espana/1337170518.html)9http://www.malaprensa.com/

    Los problemas de la inmediatez: Hemos matado a Steve Jobs 13

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

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    y bordar una historia, pero son menos los editores que les dan

    permiso para hacerlo, presionados por ser siempre los primeros.

    La bsqueda de la inmediatez por encima de todo conduce a una

    distorsin de un principio originalmente bueno, que es la primi-

    cia, opina Mezo, y aade: Es la perversin de una buena idea.

    De ah surge una costumbre de querer volcar un teletipo en mi

    sito web cinco minutos antes que la competencia, comenta, ha-cerlo sin comprobar o contrastar es estpido. El pblico no quie-

    re eso, no est cada cinco minutos entrando en el sitio web, sino

    que quiere que le cuentes las cosas bien, apunta.

    Escasez de profundidad y anlisis. Todos contamos lo mismo

    No hacen falta estudios rigurosos para comprobar cmo prcti-

    camente todos los medios en Internet publican noticias simila-

    res y con enfoques coincidentes. Basta con abrir un cualquier da

    un navegador, acudir a la pgina web de los principales diarios y

    comprobar cmo muchas de las informacin son, cuando menos,parecidas.

    Afortunadamente, no todo es as y es cierto que se realizan cada

    vez ms coberturas en profundidad de algunos temas, de for-

    ma adems muy atractiva, gracias a las posibilidades que ofre-

    ce la Red. Pero la informacin de ltima hora sigue siendo, en

    opinin de los editores de las principales cabeceras, la princi-

    pal razn de ser de sus versiones web10, mientras ven adems

    cmo su influencia decrece11y se preguntan cul es el modelo

    de negocio12.

    En este momento de crisis, con redacciones cada vez ms des-

    pobladas y con una crisis econmica que parece no tocar fon-

    do, cabe preguntarse: Tiene sentido publicar inmediatamente

    una noticia basada en un informe tan solo porque se acaba de

    celebrar la rueda de prensa de presentacin? Es imprescindi-

    ble cubrir al minuto una rueda de prensa en la que un poltico,

    empresario o personaje relevante lee una declaracin? Mere-

    ce la pena contar en vivo un acontecimiento como la presen-

    tacin de unos premios, de una pelcula, del lanzamiento de

    un videojuego? Estamos informando o estamos replicando

    la informacin?

    Mientras, estn surgiendo desde hace tiempo nuevos sitios web

    que aprovechan las herramientas que proporciona el mundo di-

    gital para centrarse en proporcionar informacin especializada y

    en profundidad, sin someterse por completo a la dictadura de la

    inmediatez. Curiosamente, muchos de ellos estn liderados por

    periodistas con experiencia en medios tradicionales. Algunos

    proyectos se basan en informacin local (como Narrative.ly13, del

    colaborador de The New York Times Noah Rosemberg), o en in-

    formacin cientfica, como Naukas14(evolucin de Amazings.es) y

    Materia15, ambos en Espaa.

    La fundadora Materia es Patricia Fernndez de Lis, que fue la re-

    dactora jefe de Ciencia en el malogrado diario Pblico, y antes

    escribi durante una dcada sobre tecnologa en El Pas. En una

    conversacin, afirma que en su opinin la bajada de calidad es

    evidente, sobre todo en la informacin especializada, debido a

    una presin de la inmediatez que no es buena. Aunque reco-

    noce que es complicado no tener el reloj en la cabeza a la hora

    de publicar rpido, la razn de ser de Materia no es competir por

    la velocidad, sino por ser quien el medio que mejor cuente los

    temas de ciencia.

    Para ello, Fernndez de Lis se apoya en herramientas como Twit-

    ter y Storify para contar la ltima hora de forma escueta, elabo-

    ras una primera versin rpida pero rigurosa de la historia no

    importa ser los primeros, s que tenga calidad suficiente para

    sentirnos orgullosos, afirma, y ms adelante la notica crece,

    enriquecida con despieces e informacin en profundidad. Sa-

    bemos que en la competicin de velocidad no podremos ganar

    nunca, as que tenemos que tratar de ser los mejores en contar-

    lo, insiste.

    La batalla perdida por ser siempre los primeros

    Es importante reiterar que Internet establece un camino de co-

    municacin que funciona en ambas direcciones: todos podemos

    ser y somos emisores y receptores de datos. No slo ciudada-

    nos, sino instituciones pblicas, organizaciones sociales, partidos

    polticos, ciudadanos pueden emitir sus propios mensajes an-

    tes que cualquier medio tradicional y con un impacto realmente

    amplio.

    Existen muchos ejemplos de cmo se utilizan los llamados so-

    cial media (redes sociales, Twitter, etc.) para tal fin. As, una ins-

    titucin como la Comisin Nacional de las Telecomunicaciones16

    -gracias al trabajo de su jefe de prensa, Andreu Castellano- ha

    sabido utilizar esas herramientas para difundir su informacin y,

    adems, proporcionar anlisis17.

    14 Los problemas de la inmediatez: Hemos matado a Steve Jobs

    10Hacia una nueva edad de Oro de los Peridicos, Pedro J. Ramrez (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/26/comunicacion/1348685616.html).11Cebrin afirma que la prensa ya no vertebra la opinin pblica

    http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/22/actualidad/1335120279_956448.html12El futuro del periodismo, Juan Luis Cebrin en EL PAS (http://elpais.com/elpais/2012/05/02/opinion/1335955800_505322.html)13http://narrative.ly/14http://naukas.com/15http://esmateria.com/16Los canales de comunicacin de la CMT en las redes sociales son muy variados: Adems de su sitio web ( ) cuenta con una cuenta en Tumblr (http://telecoscmt.tumblr.com), en Flickr (http://www.flickr.com/photos/54598795@N07/), en YouTube (http://www.youtube.com/blogcmt), en Vimeo (http://vimeo.com/blogcmt) y, sobre todo, enTwitter (https://twitter.com/cmtblog), esta ltima con casi 11.000 seguidores.17Muchos usuarios desconocen que la CMT no tiene atribuciones para defender sus intereses, entrevista de Jordi Sabat a Andreu Castellano en Consumer. (http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/internet/2010/01/07/189836.php)

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    Muchas empresas no slo tecnolgicas estn lanzndose a

    crear contenidos ms o menos periodsticos para transmitir sus

    propios mensajes en forma de publirreportajes18. Incluso perso-

    najes con relevancia en la red lanzan de primera mano declara-

    ciones sin necesidad del periodista como cadena de transmisin,

    con mayor19o menor acierto20. Los propios partidos polticos ya se

    van dando cuenta de esta realidad, eso s, poco a poco21.

    Por tanto, el papel primordial de los medios ya no debera ser as-

    pirar a ser siempre los primeros en contar absolutamente todo

    lo que sucede, sino ser los primeros en contarlo mejor. Dar in-

    formacin comprensible, sencilla, veraz, documentada y contex-

    tualizada no es sencillo, ni barato; se necesita medios materiales,

    experiencia, oficio y fundamentalmente tiempo.

    Es compatible la rapidez con otros principios deseables del pe-

    riodismo, como el contraste, el rigor, la veracidad, el contexto?

    Para Josu Mezo, la clave est en proporcionar ms recursos para

    buscar la primicia en el sentido ms clsico. La rapidez es com-patible con todo lo dems, eso s, la inmediatez bien entendida;

    todo lo dems es temerario, afirma.

    En resumen, la rapidez, la inmediatez que a la que aspiran los

    medios en Internet es algo legtimo e incluso deseable, pero

    no debera convertirse en su principal objetivo, a costa de em-

    pobrecer su producto, que es la informacin periodstica. Las

    prisas excesivas conducen casi siempre a errores que minan

    el nico capital con el que cuenta el periodismo para su su-

    pervivencia: su credibilidad y la confianza que genera entre

    sus usuarios. Desaparecen las primicias clsicas, nacidas delbuen periodismo de investigacin, que necesita tiempo, repo-

    so, reflexin y medios materiales; parece que lo que importa

    es dar la noticia el primero, aunque sea por cinco minutos. En

    Internet, como ya hemos visto, esa batalla est perdida de an-

    temano.

    La crisis econmica, que se ceba especialmente con los medios

    tradicionales, unida a la mala gestin empresarial, ha dejado en

    la calle a miles de periodistas. Las redacciones cada vez ms re-

    ducidas difcilmente podrn ofrecer noticias inmediatas, de cali-

    dad y contrastadas. Menos personas no pueden hacer el trabajomejor y ms rpido: la ecuacin no sale. As sucede que, con las

    prisas, matamos antes de tiempo a Steve Jobs

    Los problemas de la inmediatez: Hemos matado a Steve Jobs 15

    18No habr periodistas en paro gracias a las empresas y al mundo Social Media, por Piar Trucios en Expansin (http://www.expansion.com/blogs/pilartrucios/2012/10/03/no-habra-periodistas-en-paro-gracias-a.html)19La artista Lady Gaga, que tiene la cuenta ms seguida en Twitter con ms de 30 millones de followers (https://twitter.com/ladygaga), es una de las personas ms influ-

    yentes del mundo segn Forbes (http://www.forbes.com/profile/lady-gaga/) que adems la coloca en primer lugar entre los personajes ms influyentes en los medios.20Personajes relevantes como Alejandro Sanz (http://elpais.com/elpais/2011/05/12/actualidad/1305182929_850215.html) o David Bisbal (http://www.cadenaser.com/tecno-logia/articulo/comentario-bisbal-twitter-egipto-hace-recorra-mundo-entero/csrcsrpor/20110201csrcsrtec_5/Tes) han sufrido tropiezos por comentarios desafortunadosrealizados en Twitter y amplificados por su gran popularidad.21Candidatos e Internet: ms de lo mismo (http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/04/navegante/1320420027.html)

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    16 Cuando la publicidad se viste de periodismo

    Acrobatic LadderCirque du Soleil

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    CUANDO LA PUBLICIDADSE VISTE DE PERIODISMO

    Pau Llop

    Pau Llop es periodista y emprendedor social, Ashoka fellow. Dirige

    Nxtmdia, desde la que impulsa proyectos de periodismo abierto

    como Bottup.com y una herramienta para el fact-checking

    colaborativo, Fixmedia.org. Tambin colabora en Eldiario.es.

    Cuando la publicidad se viste de periodismo 17

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    Hoy en da, la principal preocupacin que tienen los periodistas es

    conservar el puesto de trabajo (o buscarlo). Esta situacin la estnaprovechando las empresas editoras y los anunciantes para ejercer

    mayores presiones en los periodistas1.

    Esta fue una de las conclusiones del tercer Laboratorio de Perio-

    dismo que organiza regularmente la Asociacin de la Prensa de

    Madrid. Una exageracin? Realmente eso est pasando?

    Veamos el siguiente titular: Manicura, pedicura, spa... solo para

    princesas. Corresponde a una noticia2publicada en la seccin

    Tendencias de Elmundo.es, el segundo medio nacional y hasta

    hace muy poco el primero en trfico web mundial en idioma es-

    Sin credibilidad ni confianzano hay periodismo. No lo habra

    aunque maana se decidieserescatar a la industria mediticacon el mismo ahnco y arsenalcon el que se est salvando a la

    financiera.

    18 Cuando la publicidad se viste de periodismo

    1 Ver: http://www.fape.es/el-laboratorio-de-periodismo-de-la-apm-es-absolutamente-contrario-a-que-se-mezcle-informacion-y-publicidad_fape-3151.htm?q=publicidad+2 Ver: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/10/tendencias/1349859099.html. Esta noticia fue denunciada en la herramienta para mejorar las noticias Fixmedia:

    http://www.fixmedia.org/noticia/manicura-pedicura-spa...-solo-para-princesas-tendencias-elmundo.es (Disclaimer: formo parte del equipo de Fixmedia).

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    paol. En esta noticia se leen cosas como: Princelandia tambin

    est pensado para cumpleaos y comuniones por lo que tienen

    una amplia oferta para celebrar momentos tan especiales en la

    vida de un nio o Albornoces rosas, agua y zumos en copas de

    champn, deliciosos y cuidados mens.... Podramos pensar que

    es informacin til porque plantea opciones de ocio infantil (va-

    lorar si esta propuesta es aceptable para un nio ya es otra cosa),

    pero para ello debera dar ms de una nica opcin, no? Todo sereduce a las maravillas de la empresa Princelandia. El periodista

    no tuvo arrestos para firmar la pieza.

    Por qu la escribi, pues? No lo sabemos a ciencia cierta. Se-

    ra porque llev a tal sitio a su hija y qued tan encantado que

    se qued agusto escribiendo esto? Ms bien, recibi ese texto

    como nota de prensa y por pereza, desidia y un hueco que lle-

    nar en la seccin la replic sin ms? Si esos fueran los motivos

    estaramos simplemente ante un mal profesional. Pero, podra

    ser un: oye, que nuestro comercial dice que si publicamos esta

    nota de prensa luego igual nos ponen publi? O directamente untoma, becario, saca esto.

    Hay ms casos de publicidad disfrazada de periodismo, es decir,

    publicada como informacin sin avisar al lector de que lee con-

    tenido pagado, directa o indirectamente. Porque en el particular

    mundo del periodismo como negocio pasa como en el de la pol-

    tica como dem: muchas veces las cosas no suceden linealmente.

    Ya saben, lo de los favores y el hoy por t, maana por m, yo hago

    A y t a cambio me das B.

    Un ejemplo de cmo no hace falta que medie una venta directa

    de publicidad para llevar a sta al sastre del periodismo podraser, quiz, este, aparecido recientemente en Lainformacion.com:

    Cmo actuar si no puedes hacer frente a la hipoteca3, se titu-

    la. Apareca como una llamada en portada, en la parte superior

    derecha de la home, y estuvo ah buena parte del pasado 9 de

    noviembre, en pleno tsunami informativo sobre los desahucios,

    los recientes suicidios y los primeros contactos entre Gobierno y

    oposicin para abordar dicha lacra. Un titular como ese, acompa-

    ado como estaba por una entradilla y por una foto4de activis-

    tas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, era muy atrac-

    tivo y muy relevante periodsticamente. Uno esperaba encontrar

    un vdeo en el que un periodista interrogase a diversas fuentes,presumiblemente jurdicas y sociales, sobre qu hacer en un caso

    tan angustiante. Pues no. El click nos llevaba a un vdeo de Prac-

    ticopedia en el que un seor con traje y corbata (suponemos que

    abogado, pues no se identifica) nos explica lo que debemos ha-

    cer, segn l, mientras de fondo vemos el enorme logo de Legli-

    tas, una empresa de servicios jurdicos. Todo ello mientras suena

    msica en off y cerrando la pieza el logo bien grande y el claim

    comercial de dicha empresa junto su nmero de telfono.

    Respecto a este anuncio vestido de periodismo me pas una

    cosa curiosa en el momento en que la tuite. Me contest p-

    blicamente una redactora de Dixi Media, la empresa matriz

    tanto de Lainformacion.com como de la Practicopedia.com

    (que miden sus audiencias conjuntamente). Me acusaba de

    ser de los que van con la escopeta cargada todo el da 5, a lo

    que repliqu6que en absoluto, que considero a Lainformacion.

    com un medio riguroso y que por eso sealaba cuando creaque no lo haba sido. Me contest que ella y su equipo haban

    contrastado la informacin (pese a sacar slo a una fuen-

    te que termina por anunciarse directamente) y que no caba

    mayor rigurosidad7.

    Es decir, el nuevo vestido de la publicidad parece que sienta tan

    bien que este mal comienza a difuminarse en lo que se considera

    habitual, como ya ocurre desde hace ms tiempo con los pe-

    riodistas que anunciaban hipotecas antes o alimentos-medica-

    mento ahora, pese a que los cdigos deontolgicos consultados

    para escribir este texto, el de la Federacin de Asociaciones dePrensa de Espaa (FAPE) y el que en su da aprob el Consejo de

    Europa, lo censuran.

    La deontologa en la balanza de los clicks, el ROI y todo lo dems

    Pasear publicidad disfrazada de periodismo no es ilegal, como

    tantas otras cosas poco edificantes. El periodismo es un sector

    poco regulado, por suerte. No quiero ni imaginar a los seores

    y seoras diputados debatiendo en el Congreso normas sobre

    cmo debe ejercerse esta fascinante y heterognea profesin.

    Una manera de vivir, el ser periodista, ya saben ustedes. Pero pre-

    cisamente por eso, los periodistas nos hemos venido dotando denormas que, aunque no vinculantes (pues tampoco existe una

    entidad oficial capacitada para amenazar con borrar de la lista

    a quien las incumpla; por suerte una vez ms), nos han servido

    para construir una pieza maestra del rompecabezas que es nues-

    tra relacin con la sociedad y que hace posible que la gente nos

    lea y confe: la credibilidad.

    Quienes fueron intuyendo y plasmando esas normas, fruto de la

    experiencia de muchsimos aos construyendo la opinin pbli-

    ca, saban que sin credibilidad no hay confianza, y viceversa. Sin

    credibilidad ni confianza no hay periodismo. No lo habra aunquemaana se decidiese rescatar a la industria meditica con el mis-

    mo ahnco y arsenal con el que se est salvando a la financiera.

    Por eso es un lugar comn encontrar en estos cdigos deontol-

    gicos puntos como este:

    A fin de no inducir a error o confusin de los usuarios, el periodista

    est obligado a realizar una distincin formal y rigurosa entre la

    informacin y la publicidad.

    Cuando la publicidad se viste de periodismo 19

    3 Ver: http://legal.practicopedia.lainformacion.com/vivienda/como-actuar-si-no-puedes-hacer-frente-a-la-hipoteca-4834 Captura de pantalla de la portada de Lainformacion.com en donde aparece la llamada a una noticia que resultaba no serlo tanto: http://www.diigo.com/item/

    image/3ab10/mive?size=o5 Ver: http://twitter.com/VirtudesSanchez/status/2673296078443847696 Ver: http://twitter.com/paullop/status/2673331177931571207 Ver: http://twitter.com/VirtudesSanchez/status/267337310759182336

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    Se trata del punto 18 del Cdigo Deontolgico del periodista

    aprobado por la FAPE8 en 1993 y con plena vigencia hoy9. No es el

    nico que pone el dedo en esta llaga del maltratado cuerpo del

    periodista:

    (...) la informacin no debe ser tratada como una mercanca sino

    como un derecho fundamental de los ciudadanos. En consecuen-

    cia, ni la calidad de las informaciones u opiniones ni el sentido delas mismas deben estar mediatizadas por las exigencias de aumen-

    tar el nmero de lectores o de audiencia o en funcin del aumento

    de los ingresos por publicidad.

    En este caso se trata del punto 15 del Cdigo Deontolgico Euro-

    peo de la Profesin Periodstica, aprobado en Estrasburgo tam-

    bin en 199310.

    Ah, los noventa, qu poca fantstica: los mrgenes en el nego-

    cio del periodismo comenzaban a rozar cifras muy jugosas, en un

    sector en el que con suerte por la misma inversin obtenas be-neficio econmico e influencia poltica y social. Para colmo de bie-

    nes no exista el dichoso Internet y los medios de comunicacin

    tradicionales paladeaban los dulces frutos que maduran cuando

    se ejercita el monopolio de la intermediacin entre los poderes

    econmicos y polticos y la masa social. An no haba llegado la

    fatdica lucha por las pginas vistas, el tiempo de permanencia

    en el sitio, las tasas de conversin, la locura por un SEO11que pasa

    por encima del criterio periodstico al titular noticias o escoger

    contenidos, la batalla por ofrecer el mejor ROI12 al anunciante.

    Cuando el modelo agoniza, muestra su peor cara

    Internet, poco a poco al principio y despiadadamente en los l-

    timos aos, ha ido arrojado sobre los medios de comunicacin

    toneladas de competidores sin ninguna barrera de entrada, ad-

    juntando de paso sofisticadsimas (y muy baratas o gratuitas)

    herramientas de medicin de trfico, antes conocido como au-

    diencia. Y as, desde el primer momento, el inventario publicitario

    online estuvo siempre lejos de la acostumbrada hegemona de

    los medios. stos, de momento, no se preocuparon: el negocio

    que daba dinero era lo tradicional: el papel, las ondas. No se in-

    nov, mientras empresas ajenas al periodismo s lo hacan. Los

    medios no estaban dispuestos a invertir en un soporte, Internet,en el que el precio de la publicidad era an tan irrisorio en com-

    paracin con lo analgico.

    Mientras el inventario publicitario estaba copado y bien protegi-

    do por inexpugnables barreras de entrada en quioscos, frecuen-

    cias moduladas y canales de televisin, en la red Google se dedic

    a crear valor e innovar ofreciendo decenas de productos gratuitos

    a una audiencia global. Estaba creando ojos para sus anuncian-

    tes digitales y dando la posibilidad a cualquiera de participar en

    su negocio (donde Google pone las normas, claro) a travs de su

    programa AdSense13.

    Cuando la crisis general que todos sufrimos entr sin llamar, ob-

    viamente el mercado publicitario analgico se resinti bastante:

    ahora tampoco los ingresos por publicidad analgica permitan

    mantener a los medios, y para tratar de liderar el mercado online

    era ya tarde, muy tarde. Ahora tocaba competir con todo el mun-

    do, fueran productos periodsticos o no, sin apenas filtros, donde

    el valor de la cabecera se dilua entre la web 2.0, primero, y entre

    la suerte de web tecnosocial actual, donde el noviazgo entre c-

    digo, algoritmos, datos y la inventiva y curiosidad humana nos

    trae un ecosistema en donde la noticia en s misma, en bruto ycomo producto comercial, tiene un coste tendente a cero.

    En esas, los medios se han encontrado en un escenario del que

    no se ha logrado salir y en el que algunos ya han sucumbido y

    otros agonizan en un triste espectculo pblico, como el ofreci-

    do recientemente por la cabecera de referencia en estos 35 aos

    de democracia en Espaa, El Pas, con ese ERE que termin el

    sbado 10 de noviembre con un tercio de su plantilla14 , buena

    parte de la ms experimentada y capacitada del pas, en la fra

    calle. PRISA adujo prdidas del diario para tomar tal decisin, y

    los trabajadores se preguntaban dnde estaban los beneficios

    pasados, aparte de en el sueldo del principal ejecutivo de la em-presa, Juan Luis Cebrin15.

    En los medios ms poderosos el dinero tiende a perderse en

    las superestructuras que nacieron al calor de los beneficios pa-

    sados.

    Pareca vaticinarlo en el anterior nmero de los Cuadernos Evo-

    ca el que entonces an era adjunto al Director de ese peridico

    y mximo responsable de Elpais.com, Gumersindo Lafuente16 .

    Aunque pongamos ahora el ejemplo de El Pas, por tratarse en mi

    opinin del buque insignia del periodismo de calidad en Espaa,tres cuartos de lo mismo se vive en el resto de redacciones de

    medios tradicionales: no hay dinero para mantener la estructura,

    20 Cuando la publicidad se viste de periodismo

    8 Ver: http://www.comisiondequejas.com/Codigo/Codigo.htm9La FAPE insiste desde entonces en la necesidad de cumplir con este cdigo, la ltima vez hace muy poco tiempo: http://www.apmadrid.es/noticias/generales/elsa-gonza-

    lez-destaca-la-apuesta-de-la-fape-por-la-autorregulacion-y-califica-de-qimprescindiblesq-los-codigos-deontologicos?Itemid=20910 Ver: http://assembly.coe.int//main.asp?link=http://assembly.coe.int/documents/adoptedtext/ta93/ERES1003.HTM11Siglas de Search Engine Optimization, la ciencia que estudia cmo lograr salir primeros en los buscadores (bsicamente, Google) por determinadas palabras clave. Estos

    buscadores suelen dar mucha relevancia a las palabras que contiene el titular, de ah que hoy en da muchas veces prime el criterio matemtico de Google antes que el

    profesional periodstico antes de titular: nos llegarn ms visitas, ms pginas vistas, ms impresiones y posibilidad de clics en los anuncios de nuestros clientes. http://

    es.wikipedia.org/wiki/Posicionamiento_en_buscadores12 El ROI o Return of Investement, retorno de la inversin, lo estudia el anunciante antes de decidir dnde invierte en publicidad online: http://es.wikipedia.org/wiki/Retor-

    no_de_inversi%C3%B3n_en_Marketing13 AdSense es un servicio de Google que permite a cualquier persona del mundo obtener beneficios por publicidad en su sitio web, prcticamente sea el que sea. Ver: http://

    www.google.com/adsense14Ver la pgina del Comit de Empresa de El Pas, que ha informado con transparencia a sus lectores sobre todo el proceso del ERE: http://elpaiscomite.blogspot.com.es/15 Ver: http://www.elconfidencial.com/comunicacion/2012/09/27/cebrian-ve-normal-su-sueldo-aunque-multiplica-por-diez-la-media-del-sector-106210/16Ver cuaderno Evoca n 7, titulado El futuro del periodismo. La cita se encuentra en la pgina 15.

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

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    y en lugar de recortar donde est el gasto mayor (los consejos

    de administracin), en la lgica de no apedrear el propio tejado,

    stos estn reduciendo gasto en nminas de periodistas y en tra-

    tar de estirar el chicle de los ingresos por publicidad hasta don-

    de haga falta, como estamos viendo. Aunque se nos pegue en la

    suela del zapato para siempre.

    La batamanta, que fuera hace fro

    Vean el siguiente tweet:

    Sabes qu es la batamanta? Ahora puedes comprar una por slo

    9 euros (gastos de envo incluidos):http://cuponisimo.diarioinfor-

    macion.com/oferta/batamanta

    Lo tuite desde su cuenta oficial de Twitter el diario Informacin

    de Alicante (15.000 seguidores) el pasado 9 de noviembre 17. Un

    medio lder indiscutible en esa provincia en el que aprend mu-

    cho periodismo en los tres veranos ms excitantes de mi vidaprofesional, hace ya una dcada, cuando fui becario. Este tweet,

    versin online de las ya manidas promociones que regalan va-

    jillas o dan puntos para un croasn, me pareci especialmente

    simblico de lo que estamos hablando hoy aqu.

    Cuando cuatro aos despus de dejar aquella redaccin me vol-

    vieron a llamar para ofrecerme un trabajo, la persona con la que

    habl creo recordar que era un consejero del grupo editorial, no

    recuerdo su nombre pero s que era senior y que jams lo haba

    visto en la redaccin. Cuando, muy agradecido por la oferta, le

    dije que en ese momento justo acababa de iniciar un proyecto

    propio, recordar siempre lo que me contest: Pau, ah fuerahace mucho fro. Recientemente tuve la suerte de departir con

    otra persona con vasta experiencia, en este caso reporteril, con

    nombre y cargo en la nomenclatura de las instituciones periods-

    ticas. Hablando de la crisis de modelo y de credibilidad que sufre

    nuestra profesin, argument que los periodistas, creo, tenemos

    que responsabilizarnos de nuestro futuro y tratar de tomar las

    riendas hacia l, innovando y emprendiendo nuevos caminos,

    aunque inicialmente stos partan de los mrgenes. Me contest

    que eso no es tarea del periodista, ni debe serla, que para eso

    estn los editores.

    Seremos responsables de sobrevivir

    La clsica obediencia debida no exime a los militares de su respon-

    sabilidad ante ciertos actos desde Nuremberg. Dados los tiempos

    que corren, no obstante, a veces es difcil sustraerse de ciertas r-

    denes, aunque el periodista asalariado ni siquiera las reciba directa-

    mente. Sera magnfico que un da de estos, en medio del naufragio,

    las musas nos revelaran un modelo de sostenibilidad econmicaestable, prspero y sobre todo, escalable, para el periodismo. Esa ta-

    bla de salvacin que nos permitiera prescindir de la penosa labor

    de vestir a la publicidad con nuestras amadas telas de los hechos,

    cosidas con el cada vez ms fino hilo de nuestra credibilidad.

    Creo que si ese da llega, ser porque nos pill trabajando. Hay mu-

    cha gente en este pas trabajando en ello ahora mismo, en este mo-

    mento. Podra citar muchos ejemplos de jvenes periodistas y a la

    vez emprendedores que estn dando lo mejor de s para experimen-

    tar, pero me temo que eso dara para otro largo artculo y en este es-

    tamos llegando ya al final. En fin, cuando no hay caminos evidentes,el sistema de ensayo-error es el nico posible. En un contexto como

    el actual no solamente no queda otra, sino que adems con este

    sistema la innovacin en diseos, rutinas y procesos y funcionalida-

    des del producto periodstico est casi asegurada y sirve para acu-

    mular un conocimiento (mejor si es abierto) que posteriormente se

    reutiliza y se remezcla, dando lugar a nuevos bagajes. Nos servirn

    estos experimentos para prescindir de pagar con nuestra credibili-

    dad un ingreso publicitario? Personalmente creo que no hay excusa

    para ello, pero tambin pienso que encontrar nuevos caminos para

    la sostenibilidad del periodismo nos ayudar a enterrar entre todos

    esta prctica y, con un poco (o un mucho) de suerte, a quienes las

    promueven por preferir la solucin fcil, aunque sea a costa de hipo-tecar el prestigio de una profesin.

    No esperemos pues a que sean aquellos los que nos marquen

    el camino, la obediencia debida. Imaginemos, colaboremos con

    quienes ya estn buscando. Cada uno elige su grado de implica-

    cin. Lo importante es andar, tropezar, y levantarse. Mejor que ver

    adelgazar nuestra credibilidad y la confianza de la sociedad hacia

    nuestro trabajo, hagamos experimentos, pequeos o grandes.

    Son como lo cultivos de los cientficos, plantados a la espera de

    que, algn da, surja la sorpresa.

    Cuando la publicidad se viste de periodismo21

    17 Ver: https://twitter.com/informacion_es/status/266953094343045120

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    22 Suean los periodistas con algoritmos?

    Double TightropeOSA Images

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    SUEAN LOS PERIODISTASCON ALGORITMOS?

    Mario Tascn

    Socio director de Prodigioso Volcn S.L. , empresa de consultora

    estratgica, proyectos y diseo para nuevos medios. Es

    especialista en medios digitales y redes sociales y consultor

    para empresas. Dirige el Manual del espaol para Internet,

    redes sociales y nuevos medios de la Fundacin del Espaol

    Urgente (Fundu). Del 2000 al 2008 ha sido director general del

    rea digital del grupo Prisa. Entre 1989 y 2000 realiz su carrera

    en El Mundo, diario del que fue director adjunto, as como el

    primer director de la web elmundo.es. Es profesor asociado de la

    Universidad de Navarra.

    Suean los periodistas con algoritmos? 23

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

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    Nunca me gustaron los artculos encabezados por una pregunta,

    pero para este anlisis me encant la sugerencia que me hizo

    el editor de utilizar la que acaban de ver en el titular. Es poti-

    ca, interesante y rememora esa fantstica obra de Philip K. Dick

    (Suean los androides con ovejas elctricas?), que inspir una

    de las obras maestras de la ciencia ficcin: Blade Runner.

    Voy a resolver la cuestin desde el inicio: S. Los periodistas em-

    piezan a soar con algoritmos, pero muchos suelen ser pesadillas.

    Los profesionales que se dedican a este oficio se han preparado

    para el mismo estudiando por alguna rama social o de letras.

    En algn punto de su trayectoria dejaron para otros compae-

    ros las matemticas. Y ese es el quid de la cuestin: la aversin

    a los nmeros.

    El algoritmo de bsquedaevoluciona y sus reglas son

    dinmicas, pero siempretendentes a traducir qu cosas

    valoramos los seres humanos,que somos el pbico al que,

    como los periodistas,pretende servir.

    24 Suean los periodistas con algoritmos?

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

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    El periodismo suele tener un fuerte componente de aritmofobia,

    que as se llama al pnico irracional hacia los guarismos y la arit-

    mtica. Son mltiples las obras dedicadas a la problemtica que

    se presenta cada da en los peridicos relacionada con este p-

    nico paralizador. Igual conviene empezar por rescatar del olvido

    del olvido de algunos quiero decir a John Paul Allen, profesor

    de matemticas de la universidad Temple de Philadelphia, con su

    admirable obra Un matemtico lee el peridico en la que de for-ma amena y divertida resea cantidad de problemas que plantea

    a los lectores el analfabetismo de los periodistas a la hora de es-

    cribir sobre muchos asuntos y no solo los que tienen que ver con

    la economa. Allen ya adverta en sus obras en los aos noventa

    que si queremos comprender el complejo mundo que nos rodea

    necesitamos una preparacin bsica en aritmtica y resto de dis-

    ciplinas relacionadas con los nmeros. Qu decir si los que se

    supone que tienen como deber explicarnos ese mundo son los

    primeros que no la demuestran?

    Pero incluso sin necesidad de irnos a Allen, muchos importanteslibros de estilo recogen tmidamente algunas de estas proble-

    mticas, lo que muestra que la preocupacin en diarios, teles y

    radios siempre ha existido. Posiblemente lo que no se ha hecho

    es poner remedio.

    Antes pululaba tambin por las redacciones ese clsico recin

    reeditado: Como mentir con estadsticas de Darrell Huff, en el

    que ya en 1954 nos adverta: los nmeros producen terror. Es

    un libro obligado en las lecturas de estudiantes de periodismo

    en EEUU. Quien tiene un dato y sabe manejarlo posee una po-

    tente arma de comunicacin. La estadstica bsica ha provoca-

    do muchos dolores de cabeza a lectores y plumillas por lo que si

    avanzamos hacia un mundo cada vez con ms datos y, por tanto,

    con ms matemtica para comprenderlo, necesitamos reforzar

    los conocimientos en esa rea. Si se reedita cincuenta aos des-

    pus un libro tipo Como mentir y sigue siendo actual es que el

    problema de los nmeros no est resuelto.

    Y aqu, en plena expansin de la Red, en pleno crecimiento de los

    medios digitales llegamos a los algoritmos. Hemos de reconocer-

    lo, los periodistas nunca habamos odo hablar de ellos hasta que

    lleg Google. Para empezar veamos su definicin segn la RAE:

    Conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar lasolucin de un problema.

    Sera bueno para empezar no confundirlo con logaritmo. Y no se

    ran, porque no ser el primero al que escucho hablar del loga-

    ritmo de Google. Pero un logaritmo es el exponente al que es

    necesario elevar una cantidad positiva para que resulte un n-

    mero determinado, por lo que no estamos hablando de lo mis-

    mo, aunque las palabras se parezcan en su forma.

    Por tanto a lo que nos referimos cuando hablamos de cmo hace

    Google para distinguir unas pginas de otras o para responder-

    nos con resultados de una bsqueda es a su algoritmo, al siste-

    ma de operaciones matemticas que desatamos en el corazn

    del buscador cada vez que introducimos una palabra o frase en la

    caja de bsquedas y pulsamos sobre el botn buscar. El algorit-

    mo de la compaa de bsquedas ha sustituido hoy a la frmula

    de la Coca Cola en el imaginario colectivo. El santo Grial del siglo

    XXI est compuesto por ecuaciones.

    Nos piden SEO pero hagamos SECO

    Para que esos algoritmos de Google funcionen mejor, los perio-

    distas han tenido que aprender que, al igual que hay que saberhablar con los lectores, tambin tenemos que prepararnos para

    que cuando alguien haga una pregunta nuestros textos sean

    los elegidos, incluso si se puede, que seamos los primeros que

    aparecemos en los resultados. Hemos descubierto que no es una

    cuestin balad, ya que la posicin que nos otorgue el buscador

    influye directamente en el nmero de accesos que tendr nues-

    tro video, foto, audio o artculo. Ms accesos > ms audiencia

    > ms publicidad. Esto ha trado a la prensa una profesin nue-

    va: los especialistas en SEO (Serch Engine Optimization u opti-

    mizacin para buscadores). Son personas que intentan que los

    sitios web estn bien preparados para que cuando los robots delos buscadores lleguen a esas pginas sean de su gusto. Estos

    profesionales que suelen provenir de las ingenieras no se andan

    con chiquitas y a la menor nos dicen a los escritores, a los humil-

    des carpinteros de las letras, que titulamos malY no les falta

    razn porque las mquinas no entienden de pica, ni saben leer

    (todava) literatura y, claro, no les gusta lo que hacemos, y si no

    les gusta nuestros artculos acaban, con suerte, en la segunda

    pgina de Google y nadie llega a ellos.

    En unas pruebas algortmicas de anlisis automtico de textos

    para catalogarlos, que realic hace unos aos con un equipo de

    ingeniera y documentalistas para un medio de comunicacin,

    las mquinas se volvan locas. Cuando sus algoritmos intenta-

    ban resolver a qu tema pertenecan los artculos de deportes y

    cmo etiquetarlos siempre se los llevaban a la categora de Gue-

    rras y conflictos. Aunque bien pensado a las mquinas no les

    faltaba criterio en textos que siempre hablaban de disparos a

    puerta, tiros libres, luchas, peleas o ataques, est claro que

    la lectura de textos automtica, aun habiendo avanzado mu-

    cho, todava tiene un largo camino por delante. En ese trayecto

    es muy importante ir mejorando los algoritmos y los rboles de

    decisiones por los que discurren para ofrecer resultados ajusta-

    dos y fiables, sobre todo si la cantidad de material a analizar ola velocidad a la que hay que hacerlo son muy grandes. Ya no es

    suficiente el ojo humano --salvo que pusiramos en el proceso

    a cientos de trabajadores--, sino que parece que, mejorando los

    porcentajes de acierto, el camino de la automatizacin de proce-

    sos es ms inteligente y, desde luego, rentable. Si hablamos de

    automatizacin de tareas, hablamos de algoritmos.

    En la desafortunada tragedia ocurrida en la poblacin murciana de

    Lorca algn medio titul Sesmo en Lorca en lugar de Terremoto

    en Lorca. Imagino que el periodista prefiri la voz sesmo porque

    es ms literaria y menos frecuente que terremoto pero, estoy se-

    guro, al especialista en SEO de ese diario se le pondran los pelos

    de punta, y no le faltara razn, ya que nadie iba a buscar en Google

    Sesmo en Lorca, con lo que sus posibilidades de conseguir audien-

    cia procedente de manera directa de la Red iban a ser escasas.

    Suean los periodistas con algoritmos? 25

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

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    Ahora tenemos dos pblicos: los seres humanos y los algoritmos.

    Pero, como consejo a los periodistas que se pelean con los inge-

    nieros, he de decirles que si la pgina web est bien construida

    puede tener ambas cosas, ya que puede incorporarse la palabra

    terremoto en la direccin web, la entradilla y las etiquetas, ami-

    norando con eso el problema de que no aparezca en el titular.

    Internet tiene muchas frmulas para poder realizar un manejo

    de los algoritmos de los buscadores correcto y poder titular bien.Ojo, que ahora no hay excusas!

    Por todo lo anterior hace tiempo que vengo exponiendo que

    en lugar de SEO deberamos hablar de SECO (SEntido COmn)

    porque, en el fondo, el algoritmo de Google intenta aplicar

    reglas del sentido comn para poder dar a los lectores aque-

    llo que buscan y, muchas veces, son los propios periodistas

    quienes no se dan cuenta de que convencer al algoritmo

    del buscador de que nuestro material es de primera es, en el

    fondo, hacer las cosas bien. Si se repasan las consideraciones

    que hace la compaa de California para que consigamos quenuestros contenidos sean relevantes para ser encontrados (es

    decir en primera instancia para sus algoritmos) la mayora de

    ellas son bastante lgicas. No es lgico que el titular resu-

    ma el contenido de la pgina? No es puro sentido comn que

    un titular contenga todos los elementos fundamentales de la

    historia? No es lgico que un texto arranque con un resumen

    que site al lector sobre la totalidad del contenido? No tiene

    lgica que los elementos destacados vayan en negrita? No es

    verdad que los lectores valoran las historias originales, las no

    copiadas? Todas las anteriores preguntas tienen una contesta-

    cin afirmativa: s, son lgicas. Si sus textos las cumplen acaba

    usted de conseguir un notable alto para los robots y su pensa-

    miento algortmico.

    En cualquier caso no es necesaria una obsesin tan grande por

    los buscadores ya que si el contenido es bueno tendern a en-

    contrarnos. Lo ms importante en muchos casos es la origina-

    lidad y la rapidez. Adems, el famoso algoritmo va aprendien-

    do y, poco a poco, se refina en cada nueva versin intentando

    analizar cmo hacemos los seres humanos en nuestra comu-

    nicacin. De ese avance depende que los contenidos buenos

    pasen por delante de los malos. Recientemente a lo que eran

    cuestiones bsicas como las anteriormente citadas, Googleha aadido algunas operaciones de comprobacin ms; por

    ejemplo, estudia la presencia del contenido en las redes socia-

    les, es decir, si los usuarios lo enlazan desde lugares como sus

    blogs, o lo citan en Twitter, pasando ese comportamiento a ser

    sinnimo de que el material al que apuntan los lectores es de

    inters. Por tanto, el algoritmo de bsqueda evoluciona y sus

    reglas son dinmicas, pero siempre tendentes a traducir qu

    cosas valoramos los seres humanos, que somos el pbico al

    que, como los periodistas, pretende servir.

    El anlisis de las audiencias

    Directamente relacionado con el SEO est la analtica web. Desde

    muy pronto, los medios de comunicacin en la Red entendieron

    que podan medir las audiencias, saber a cuntas personas llega-

    ban los mensajes. Durante los primeros aos la terminologa era

    muy confusa y los resultados difcilmente homologables y aun-

    que poco a poco se fueron creando estndares, este sigue siendo

    un campo muy polmico, todava ms que el existente en el terri-

    torio de las televisiones y sus audmetros.

    Se empez midiendo hits hace 20 aos, pero ese nmero gigan-

    tesco que resultaba de calcular el nmero de partes de una p-gina que eran descargadas por un usuario cuando la consultaba

    (es decir cada botn, imagen y foto) se vio pronto que era intil e

    incluso completamente manipulable (uno poda llenar la pgina

    de hits a discrecin); desde entonces, el proceso ha ido afinn-

    dose hasta llegar a los actuales parmetros de usuarios nicos,

    visitas, pginas vistas o tiempo de estancia en una pgina. Todos

    ellos conceptos algo ms lgicos que los primigenios, aunque en

    estado de continua revisin.

    Los periodistas siempre han entendido que conseguir audiencia

    es la clave para vender publicidad y por tanto para que el nego-cio sea estable y prspero. En Internet pareca que la lgica era

    similar, por lo que fue fcil trasladar el concepto del papel a lo

    digital. Lo que es diferente aqu es que el nmero de parmetros

    medibles se ha disparado, la capacidad de hacerlo mezclando

    sistemas es gigante y, adems, podemos conocer casi cualquier

    dato en tiempo real. Todo esto hizo que se empezara a querer sa-

    ber en todo momento no slo cuntos usuarios tenamos sino

    qu hacan. Fruto de ese inters, en la mayora de los medios di-

    gitales tenemos hoy la pgina o el mdulo de Lo ms visto, que

    suele aparecer en las portadas. Tambin hoy en las redacciones

    de muchos medios convencionales se analiza en la reunin de

    la tarde que prepara la portada del da siguiente aquellos temas

    ms consultados en la web en las horas previas.

    La capacidad alcanzada por los sistemas de anlisis de au-

    diencia, con el aadido de que ahora puede realizarse en

    tiempo real, ha introducido a los editores que manejan sitios

    de informacin mvil y web en una espiral de lucha por el

    clic, por la audiencia en definitiva. Quienes ms obsesiona-

    dos estn, prueban de forma continua diferentes titulares

    para, con la estadstica de la respuesta en pocos minutos, ex-

    trapolar las posibilidades de que la gente lea lo que anticipa

    el texto que encabeza un correo o el que abre la portada delmedio en cuestin. Si no atrae visitantes, o se cambia el titu-

    lar o la noticia es enviada al limbo que hay por debajo de lo

    que se denomina el primer pantallazo, esto es el espacio que

    el usuario tiene a la vista al llegar a un web sin necesidad de

    hacer scroll. Si nadie pincha, no interesa.

    Pero la sofisticacin de los sistemas con la era digital va mu-

    cho ms all de saber cuntos peridicos se venden en cada

    kiosco cada da. Las plataformas que analizan las audiencias

    de portales, blogs e incluso redes sociales se entremezclan.

    Ese afn de medida es tan consustancial a la profesin pe-

    riodstica que ya estaba de forma intrnseca en el aforismo

    annimo que algn da profiri un periodista para animar al

    resto a que hicieran artculos que vendieran ejemplares: Por

    la audiencia hacia Dios

    26 Suean los periodistas con algoritmos?

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

    27/46

    Hacia un hueco para la algoritmia en el periodismo

    En algunas facultades norteamericanas ya se estudian las carre-

    ras de periodismo e ingeniera juntas; en otras, los estudios inclu-

    yen algunas nociones de tecnologa e incluso programacin. Para

    algunos de los trabajos que tradicionalmente estaban asociados

    a una redaccin o a la distribucin de productos informativos se

    necesitan profesionales que tengan conocimientos de algorit-mos (redactores de periodismo de datos, especialistas en SEO).

    Aprovecho el tramo final para citar el reto que supone para go-

    biernos, empresas, instituciones y por qu no? periodistas la

    llegada de lo que ahora se denomina Big Data, que es un con-

    cepto que agrupa el trabajo que puede realizarse con grandes

    volmenes de nmeros a gran velocidad. Para este nuevo campo

    en el que aparecen nuevas salidas profesionales para una profe-

    sin en la que se han cerrado tantas, se requieren cabezas con

    una buena formacin en matemticas. Como dijo Allen, quien no

    sepa algo de matemticas ser incapaz de entender el mundo. Es

    por tanto una obligacin para la mayora de nosotros aumentar

    nuestro conocimiento de esta ciencia y, para otros, una oportu-

    nidad para desarrollarse en un nuevo campo que ha aparecido

    como una posibilidad de futuro en un oficio cuestionado. Nada

    de esto implica que los periodistas abandonen las letras, ni el tra-

    bajo de fuentes, ni el periodismo de investigacin, pero al lado delas habilidades tradicionales es ahora obligatorio adquirir otras

    nuevas para adaptarse a los tiempos. La sociedad ya lo ha hecho

    y hemos de recuperar el papel pionero que tuvimos; quedarse

    atrs es morir poco a poco y este oficio nunca fue ms necesario,

    pero de otra forma.

    Es normal que los periodistas sueen con algoritmos. Con un

    poco de curiosidad y voluntad aplicada, las pesadillas sern sim-

    plemente un recuerdo.

    Suean los periodistas con algoritmos? 27

    Los periodistas e Internet.Dgame si est de acuerdo o en desacuerdo con estas frases que se dicen de internet

    Es una herramienta de trabajo ms para los periodistas

    Es una oportunidad de negocio para la comunicacin

    Ha potenciado frmulas de desarrollo profesional para los periodistas

    Es el medio ms inmediato y obliga a actualizar constantemente la informacin

    Permite que la informacin llegue a ms gente

    Permite que se confunda la opinin con la informacin

    Es ms manipulable que otros medios, cualquier cosa puede tener eco

    Permite que cualquier periodista emprendedor puede crear su propio medio

    En la red se da demasiado crdito al rumor; hay poca exigencia de calidad d e lainformacin

    Obliga a publicar con demasiada rapidez, lo que dificulta el necesario contraste dela informacin

    No se diferencia entre los profesionales del periodismo y otras personas que quierandar una informacin

    Ofrece informacin no contrastada o falsa, lo que desacredita a los profesionalesde la informacin

    Es una plataforma que democratiza el acceso a la informacin

    Promueve la competencia entre las emp resas de comunicacin

    Ofrece el mayor nivel de pluralidad y variedad informativa

    La informacin es ms superficial, tiene menos anlisis

    Es el medio del futuro, por encima de cualquier otro conocido

    Daa el modelo de n egocio tradicional de los medios y reduce las posibilidadeseconmicas de las redacciones

    Es donde est la audiencia hoy

    Permite profundizar ms en la informacin, dar ms detalles

    Fuente: Informe de la Profesin Periodstica 2012. Fuente: APM: Encuesta profesional, 2012. Cifras en porcentajes.

    95,4

    94,6

    92,0

    90,0

    89,0

    87,5

    85,6

    84,5

    83,9

    83,7

    80,0

    78,4

    75,1

    68,1

    66,2

    63,7

    60,3

    57,3

    51,1

    46,0

    Deacuerdo

    4,6

    5,4

    8,0

    10,0

    11,0

    12,5

    14,4

    15,5

    16,1

    16,3

    20,0

    21,6

    24,9

    31,9

    33,8

    36,3

    39,7

    42,7

    48,9

    54,0

    Endesacuerdo

    TOTAL

    95,5

    95,8

    93,3

    91,6

    88,1

    84,2

    85,9

    84,2

    77,7

    83,9

    73,8

    75,7

    78,2

    74,8

    74,0

    50,7

    62,1

    49,8

    53,2

    54,0

    Deacuerdo

    4,5

    4,2

    6,7

    8,4

    11,9

    15,8

    14,1

    15,8

    22,3

    16,1

    26,2

    24,3

    21,8

    25,2

    26,0

    49,3

    37,9

    50,2

    46,8

    46,0

    Endesacuerdo

    HASTA 30

    94,5

    95,9

    93,7

    91,2

    89,8

    86,2

    83,4

    86,3

    81,6

    80,5

    75,1

    77,2

    78,2

    69,6

    70,1

    60,0

    62,0

    52,2

    51,2

    47,2

    Deacuerdo

    5,5

    4,1

    6,3

    8,8

    10,2

    13,8

    16,6

    13,7

    18,4

    19,5

    24,9

    22,8

    21,8

    30,4

    29,9

    40,0

    38,0

    47,8

    48,8

    52,8

    Endesacuerdo

    31 A 40

    96,8

    93,4

    90,0

    89,1

    87,3

    90,0

    87,6

    80,0

    86,4

    87,1

    82,2

    79,8

    72,3

    65,7

    60,6

    68,6

    59,4

    63,3

    52,6

    41,8

    Deacuerdo

    3,2

    6,6

    10,0

    10,9

    12,7

    10,0

    12,4

    20,0

    13,6

    12,9

    17,8

    20,2

    27,7

    34,3

    39,4

    31,4

    40,6

    36,7

    47,4

    58,2

    Endesacuerdo

    41 A 50

    95,4

    93,0

    90,0

    87,6

    89,7

    90,0

    85,8

    86,2

    89,5

    84,5

    88,9

    80,8

    71,0

    62,7

    58,7

    74,9

    57,6

    64,8

    48,3

    41,5

    Deacuerdo

    4,6

    7,0

    10,0

    12,4

    10,3

    10,0

    14,2

    13,8

    10,5

    15,5

    11,1

    19,2

    29,0

    37,3

    41,3

    25,1

    42,4

    35,2

    51,7

    58,5

    Endesacuerdo

    51 A 65

    95,7

    87,0

    100,0

    91,3

    100,0

    87,0

    95,7

    82,6

    95,7

    87,0

    100,0

    87,0

    73,9

    65,2

    73,9

    78,3

    56,5

    69,6

    39,1

    43,5

    Deacuerdo

    4,3

    13,0

    -

    8,7

    -

    13,0

    4,3

    17,4

    4,3

    13,0

    -

    13,0

    26,1

    34,8

    26,1

    21,7

    43,5

    30,4

    60,9

    56,5

    Endesacuerdo

    MS DE 65

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

    28/46

    28 Especializados, especialistas y expertos

    Chinese ChairOwen Carey

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

    29/46

    ESPECIALIZADOS,ESPECIALISTAS Y EXPERTOS

    Cristina Ribas

    Cristina Ribas, biloga, periodista y consultora de proyectos en

    Internet. Profesora de periodismo y codirectora del postgrado en

    Comunicacin Estratgica Digital en la Universidad PompeuFa-

    bra IDEC. Consultora del proyecto de Canal Salud en la Gene-

    ralitat de Catalua, ha trabajado en prensa, radio, televisin y

    medios digitales como periodista especializada en ciencia, salud

    y tecnologa. Es actualmente la presidenta de la Asociacin Cata-

    lana de Comunicacin Cientfica.

    www.cristinaribas.net

    Especializados, especialistas y expertos 29

  • 8/12/2019 Los riesgos del periodismo en tiempos de redes (2012.12)

    30/46

    El periodismo especializado es una de las vctimas de la crisis del

    modelo de negocio en la que estn inmersos los medios tradicio-

    nales. En un momento en el que, tericamente, hay potencial de

    rentabilidad para la hiper especializacin, incluso en el mundodigital los grandes grupos se concentran en unos pocos mbitos

    temticos: poltica, economa, deportes y moda.

    Chris Anderson, fsico y editor de la revista Wired, aplic el con-

    cepto de la larga cola1para explicar el nuevo paradigma del con-

    sumo de contenidos. El nuevo ecosistema de la comunicacin

    digital no solo ha democratizado la emisin de informacin su-

    perando el monopolio de los medios. Con la digitalizacin, que

    permite separar el contenido del soporte, se dan cambios pro-

    fundos en los modelos de negocio cuando se trata de comercia-

    lizar contenidos. As lo plasm en una grfica simple tomada de

    una funcin estadstica como se ve en la figura siguiente:

    En la era digital, la ciudadanadebe ser incluso ms crtica

    si cabe con la informacinque recibe, adems de ser

    activa buscando, emitiendo ycompartiendo.

    1 Anderson, Chris: The Long Tail. Th