luz en el sendero - editorialdharana.comLUZ+EN+EL... · de Lucifer. El Maestro Hilarión ... La tercera de estas guías hacia el Sendero acaba de ser dada por el mismo ... El que

mabel collins

luz en el sendero☘

Un fragmento del libro de los PrecePtos de oro

light on the Path

(1885)

MAQUETA LUZ EN EL SENDERO.indd 5 27/10/15 18:31


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 11

LUZ EN EL SENDERO .....................................................................................17

I ..................................................................................................................17

II ................................................................................................................41

RECOMENDACIONES ..................................................................................69

COMENTARIOS A LAS REGLAS DE “LUZ EN EL SENDERO” .........71

I ..................................................................................................................71

II ...............................................................................................................83

III ............................................................................................................. 95

IV ............................................................................................................. 101

V ............................................................................................................. 109

EL GRITO LEJANO ..........................................................................................111

I .................................................................................................................111

II .............................................................................................................. 119

III ............................................................................................................125

IV ............................................................................................................. 131

KARMA ................................................................................................................133



UN TRATADOescrito para uso personal de aquellos que ignoran la

Sabiduría Oriental y que desean introducirse dentro de su influencia.

Escrito por M. C.



LUZ EN EL SENDERO

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INTRODUCCIÓN

En la portada de la primera edición de este libro, pu-blicado en 1885, se describe como «Un tratado escrito para uso personal de aquellos que ignoran la Sabiduría Oriental y que desean introducirse dentro de su influencia ».

Sin embargo, el libro en sí comienza con la afirma-ción de que «Estas reglas están escritas para todos los discípulos». Esta última descripción es sin duda la más precisa, así lo mostró la historia del propio libro. Tal como lo tenemos en la actualidad, fue dictado por el Maestro Hilarión a través de la mediumnidad de M. C., una señora bien co-nocida en los círculos teosóficos, que en algún momento colaboró con Madame Blavatsky en la dirección editorial de Lucifer. El Maestro Hilarión lo recibió de su propio Maestro, el Grande que, entre los estudiantes de Teoso-fía, a veces es denominado “El Veneciano”; pero incluso Él es autor de sólo una parte. La obra ha pasado por tres fases, vamos a ponerla en orden.

Incluso hoy en día no es más que un pequeño li-bro, pero en la primera forma en que lo vimos era más pequeño aún. Se trataba de un manuscrito hecho de hoja de palmera, de edad incalculable; tan viejo que, incluso antes de los tiempos de Cristo, los hombres ya habían ol-vidado su fecha de creación y el nombre de su autor, y se consideraba que su origen se perdía en las brumas de la antigüedad prehistórica. Se compone de diez hojas, y en cada hoja hay escritas únicamente tres líneas pues en un manuscrito hecho de hoja de palma, las líneas corren a lo


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largo de la página y no a través de ella como ocurre con nosotros. Cada línea es completa en sí misma -un breve aforismo-. Para que estas treinta líneas sean claramente distinguibles, aparecen impresas en negrita en esta edi-ción. La lengua en la que estos aforismos están escritos es una forma arcaica de sánscrito.

El Maestro Veneciano los tradujo del sánscrito al griego para uso de sus alumnos alejandrinos, de los cua-les el mismo Maestro Hilarión fue uno en Su encarnación como Jámblico. No sólo Él tradujo los aforismos, sino que les agregó ciertas explicaciones que haremos bien en tomar junto con los originales. Por ejemplo, si vemos los tres primeros aforismos, veremos que el párrafo marcado como 4 (que los sigue) está claramente añadido como un comentario, por lo que debemos leerlo así:

“Mata la ambición; pero trabaja como trabajan los ambiciosos”.“Mata el deseo de vida; pero respeta la vida como aquellos que la desean lo hacen”.“Mata el deseo de comodidad; pero sé feliz como aque-llos que viven para la felicidad lo son”.

Todas estas explicaciones y amplificaciones del Maestro Veneciano están impresas en tipo ordinario, y representan (cono los aforismos originales) el libro tal y como fue publicado por primera vez en 1885 dado que el Maestro Hilarión lo tradujo del griego al inglés y le dio esa forma. Casi inmediatamente después de su impre-sión, añadió a la misma una serie de notas muy valiosas. Para esa primera edición las notas fueron impresas en páginas separadas, cuyos lomos fueron engomadas para que pudieran añadirse al principio y al final del peque-ño libro, que justo había acabado de salir de la imprenta.


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Aquellos apuntes se muestran aquí en sus respectivos lu-gares y aparecen encabezados con la palabra «Nota».

El pequeño y hermoso ensayo sobre el «Karma» es también fruto de la mano del Maestro Veneciano y fue incluido en la primera edición del libro. Esta Luz en el Sendero fue el primero de los tres tratados que ocupan una posición privilegiada en nuestra literatura teosófica –directrices para los que han hollado el Camino y para los que desean dar su primer paso en él. Recuerdo que T. Subba Row nos dijo una vez que sus preceptos tenían varias capas de significado, que podían ser tomadas una y otra vez como indicaciones para diferentes etapas.

En primer lugar, para los aspirantes: aquellos que están hollando el Sendero de Probación. Luego empieza de nuevo un nivel superior para aquellos que han entrado en el Sendero de Aceptación a través del portal de la pri-mera de las grandes Iniciaciones. Y una vez más, cuando se ha alcanzado el nivel de Adepto, se dice que, una vez más, en un sentido aún más elevado, estos mismos pre-ceptos deben tomarse como indicaciones por toda aque-lla persona que se encamine hacia logros aún mayores. De esta manera, para el hombre que lo puede entender en todo su significado místico, este manual nos lleva más lejos que ningún otro.

A continuación llegó La Voz del Silencio, escrito para nosotros por Madame Blavatsky, pero consistente en rea-lidad en tres discursos pronunciados por el gran Profe-sor Aryasanga (conocido ahora como el Maestro Djwhal Khul), y después escrito de memoria por su alumno Al-cyone. Este libro contiene las direcciones que nos llevan hasta el nivel de Arhat. Está escrito en muchos aspectos desde un punto de vista muy diferente al del Maestro Hi-larión: en efecto, un examen de las similitudes y las dife-rencias serán de gran interés para el estudiante atento.


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La tercera de estas guías hacia el Sendero acaba de ser dada por el mismo Alcyone quien ha relatado para nosotros los sermones de Aryasanga. En A los Pies del Maestro nos repite las enseñanzas dadas por el Maestro Kuthumi -enseñanzas destinadas a prepararlo para la pri-mera de las grandes Iniciaciones-. El tercer libro, por lo tanto, es más limitado en su alcance que los otros pero tiene la ventaja de su extraordinaria claridad y sencillez, pues las instrucciones que contiene estaban destinadas a la comprensión de un cerebro físico aún muy joven.

El arcaico manuscrito sánscrito que fue la base de Luz en el Sendero fue también traducido al egipcio; y mu-chas de las explicaciones del Maestro Veneciano tienen más reminiscencias de las enseñanzas egipcias que indias. Sean de Egipto o de India, no hay más piedra preciosa en nuestra Literatura Teosófica; ningún libro honrará me-jor un estudio tan cuidadoso y detallado. Pero, citando el Prólogo de A los Pies del Maestro:

«No es suficiente decir que algo es verdadero y hermo-so; un hombre que desee tener éxito debe hacer exacta-mente lo que se dice. Ver comida y decir que es buena no satisface a un hombre hambriento; debe poner su mano y comer».

Así que escuchar las palabras del Maestro no es su-ficiente; usted debe hacer lo que Él dice, atendiendo a cada palabra, entendiendo cada pista. Si no se toma una pista, si una palabra se pierde, se pierde para siempre; porque Él no habla dos veces.

Destinado definitivamente a la aceleración de la evolución de los que están en el Camino, estos libros pre-sentan ideales que los hombres en el mundo no están, por lo general, preparados para aceptar. Sólo en la medi-


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da en que un hombre viva la enseñanza, será realmente capaz de entenderla. Si no la practica, seguirá siendo un libro cerrado para él, y pensará que es poco práctica e inútil. Pero cualquier esfuerzo honesto de vivirla arrojará, a su vez, luz sobre ella.

Sólo así se puede apreciar esta perla de incalculable valor.

c. W. leadbeater



LUZ EN EL SENDERO

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LUZ EN EL SENDERO

I

Estas reglas han sido escritas para todos los discípulos: Ateneos a ellas.

antes qUe los ojos PUedan ver, deben ser incaPaces de llorar.

antes qUe el oído PUeda oír, tiene qUe haber Perdido la sensibilidad.

antes de qUe la voz PUeda hablar en Presencia de los maestros,

debe haber Perdido la Posibilidad de herir.

antes de qUe el alma PUeda ergUirse en Presencia de los maestros

es necesario qUe los Pies se hayan lavado en sangre del corazón.



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mata la ambición. [1]

mata el deseo de vivir.

mata el deseo del bienestar.



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Trabaja como trabajan los que son ambiciosos. Respeta la vida como lo hacen los que la desean. Sé feliz como lo son los que viven por la felicidad.

Busca en tu corazón la raíz del mal y arráncala. Esta raíz vive en el corazón del discípulo fervoroso lo mismo que en el hombre de deseos. Solamente el fuerte puede destruirla. El débil tiene que esperar su crecimiento, su fructificación y su muerte. Es ésta una planta que vive y se desarrolla a través de las edades. Florece cuando el hombre ha acumulado en sí mismo existencias innume-rables. El que quiera entrar en la senda del poder, debe arrancarla de su corazón. Y entonces del corazón brotará sangre, y la vida toda del hombre parecerá desvanecerse por completo. Hay que sufrir esta prueba; puede presen-tarse desde el primer peldaño de la peligrosa escala que al sendero de vida conduce: puede no venir hasta lo último. Pero acuérdate, ¡oh, discípulo!, que tienes que pasar por esta prueba, y refuerza las energías de tu alma para tal empresa. No vivas en lo presente ni en lo futuro, sino en lo eterno. Allí no puede florecer esta hierba gigantesca: esta mancha de la existencia la borra la atmósfera misma del pensamiento eterno.



LUZ EN EL SENDERO

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mata todo sentimiento de seParatividad. [2]

mata el deseo de sensación.

mata la sed de crecimiento.



LUZ EN EL SENDERO

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Sin embargo, mantente solo y aislado, porque nada de cuanto tiene cuerpo, nada de cuanto tiene conciencia de la separación, nada de cuanto está fuera de lo eterno puede acudir en tu auxilio. Estudia la sensación y obsér-vala, porque únicamente así puedes empezar la ciencia del propio conocimiento, y colocar el pie en el primer peldaño de la escala.

Crece como la flor, inconscientemente, pero ar-diendo en ansias por entreabrir su cáliz a la brisa. Así es como debes avanzar abriendo tu alma a lo eterno. Pero debe ser lo eterno lo que debe desarrollar tu fuerza, y no el deseo de crecimiento. Porque en el primer caso flore-ces con la lozanía de la pureza y en el otro te endureces con la avasalladora pasión de la importancia personal.



LUZ EN EL SENDERO

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desea únicamente lo qUe está en ti.

desea únicamente lo qUe está fUera de tU alcance.

desea únicamente lo qUe es inaseqUible.



LUZ EN EL SENDERO

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Porque en ti está la luz del mundo, la única luz que en el sendero puede difundirse.

Si eres incapaz de percibirla dentro de ti, es inútil que la busques en otra parte. Está fuera de tu alcance, porque cuando a ella llegues ya no te encuentras a ti mis-mo. Es inasequible, porque siempre retrocede. Entrarás en el seno de la luz, pero no tocarás nunca la llama.



LUZ EN EL SENDERO

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desea ardientemente el Poder.

desea ardientemente la Paz.

desea las Posesiones Por encima de todo.



LUZ EN EL SENDERO

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Pero estas posesiones deben pertenecer al alma pura, y por consiguiente, deben ser igualmente poseídas por todas las almas puras, siendo así la propiedad especial del todo que unidas constituyen. Anhela las posesiones propias del alma pura, a fin de que puedas acumular ri-quezas para aquel espíritu común de vida que es tu único ser verdadero. La paz que debes desear es aquella paz sagrada que nada puede turbar, y en el seno de la cual, el alma crece como la flor santa en las lagunas inmóviles. Y ese poder a que debe aspirar el discípulo, es aquel que le hará aparecer como nada a los ojos de los hombres.


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