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se revela insostenible, y un racionalismo apriorístico; comprendieron que el programa dogmático articulaba realidades heterogé- neas y que no existe verdaderamente una co- municación posible entre las causas genera- les imaginadas por los teóricos y la práctica médica. Uno de los rasgos principales de la nueva medicina que se desarrolló tras Herófilo se lee en la modificación que sufrió la exposi- ción de los datos patológicos. Esta será sensi- ble sobre todo a partir del final del siglo u a.C. Entonces comienza, y se mantuvo muchos si- glos, el tiempo de las -nosografías*: se trata de definir las entidades nosológicas clasi- ficándolas por géneros y especies, teniendo entonces el médico que decidir, ante la reu- nión (syndrome) de los síntomas presentes en el enfermo, qué enfermedad tiene que tra- tar. Incluso si es difícil de distinguir las líneas de una exposición típica utilizada por los au- tores de estas nosografías, parece que se en- cuentran con frecuencia las mismas rúbricas: descripción de los síntomas, opiniones de otros médicos sobre la enfermedad, terapéu- tica y, la mayor parte de las veces, explica- ción de los síntomas recurriendo al -sistema médico- en el que se sitúa el autor. Esta for- ma de trabajar es muy diferente a la que se encuentra en las Epidemias de la Colección hipocrática, y se ha podido decir que la me- dicina había pasado por una parte de la des- cripción de los enfermos -casos particulares que sólo tienen sentido por la reunión de to- cios sus síntomas particulares en las condi- ciones particulares- a la descripción de las enfermedades, y por otra parte del pronósti- co al diagnóstico. Ciertamente no se debe ol- vidar que en la Colección hipocrática había tratados que describían las enfermedades -hemos citado más arriba un ejemplo extraí- do de Enfermedades //— , y que el pronóstico hipocrático es, en cierta manera, diagnóstico, pero el cambio no es menos profundo. En las nosografías la delimitación de las enfermeda- des se hace sobre todo según la gran distin- ción, que para bien o para mal sobrevivió hasta la actualidad, entre enfermedades agu- das y enfermedades crónicas, que tal vez fue introducida por Themison. Sin embargo los propios médicos antiguos no parecen haber sido conscientes de la no- vedad de la medicina que practicaban. Lo mismo que hemos visto a esta medicina -nue- va- inventarse una ascendencia hipocrática, como lo muestra la costumbre que adoptan los médicos de comentar los textos del cor- pus hipocrático, también se negó el cambio que acabamos de mencionar con constancia por los autores de las nosografías. Así escribe Galeno en su opúsculo Que el buen médico es también filósofo: -Cuando no se sabe divi- dir las enfermedades en especies y en géne- ros, el resultado es que hay equivocaciones en las indicaciones terapéuticas; es Hipócra- tes quien lo enseña cuando nos invita a se- guir el método racional-. U na medicina racional pero no científica Esta medicina, cuyo establecimiento co- mienza con Herófilo, apenas sufrirá ya nue- vas modificaciones hasta el final de la An- tigüedad. Es una medicina racional que, no obstante, presenta numerosos rasgos comu- nes con las especulaciones precientíficas y especialmente una inflación teórica que, en realidad, es el velo que oculta la miseria de su impotencia práctica. Desde un punto de vista moderno, la teo- ría médica antigua presenta dos caras muy diferentes. A partir del siglo m a.C., un cono- cimiento destacable del cuerpo humano se logró por medio de la observación y de la ex- periencia, experiencia accidental cuando el cuerpo herido revela sus estructuras y fun- ciones ocultas, experiencia provocada en el caso de la anatomía y de la vivisección pri- mero humanas y después animales. El es- queleto se conoce bien, con unas pocas excepciones, sorprendentes para los moder- nos, pero que proceden sin duda del recurso a la experimentación animal. Los músculos, ignorados por Aristóteles, que atribuye el movimiento de los miembros aun sistema de transmisión por -tendones-, se reconocen. Los grandes -sistemas- se detectan bien. En el sistema circulatorio se distinguen venas y ar- terias, sin por ello alcanzar la idea de una verdadera circulación de la sangre: para los antiguos la sangre que circula por los vasos se amasa en el cuerpo para formar las «car- nes-, y se debe reproducir sin cesar a partir de una elaboración de los alimentos. Esta es, en resumen, la teoría de Aristóteles. Por el contrario, la descripción del sistema nervio- so, con la distinción entre nervios sensitivos y nervios motores como consecuencia de ex- periencias de vivisección, es un progreso de- cisivo de la medicina helenística. El sistema

Medicina Diccionario Akal Del Saber Griego Legible 12

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  • se revela insostenible, y un racionalismo apriorstico; comprendieron que el programa dogmtico articulaba realidades heterogneas y que no existe verdaderamente una comunicacin posible entre las causas generales imaginadas por los tericos y la prctica mdica.

    Uno de los rasgos principales de la nueva medicina que se desarroll tras Herfilo se lee en la modificacin que sufri la exposicin de los datos patolgicos. Esta ser sensible sobre todo a partir del final del siglo u a.C. Entonces comienza, y se mantuvo muchos siglos, el tiempo de las -nosografas*: se trata de definir las entidades nosolgicas clasificndolas por gneros y especies, teniendo entonces el mdico que decidir, ante la reunin (syndrome) de los sntomas presentes en el enfermo, qu enfermedad tiene que tratar. Incluso si es difcil de distinguir las lneas de una exposicin tpica utilizada por los autores de estas nosografas, parece que se encuentran con frecuencia las mismas rbricas: descripcin de los sntomas, opiniones de otros mdicos sobre la enfermedad, teraputica y, la mayor parte de las veces, explicacin de los sntomas recurriendo al -sistema mdico- en el que se sita el autor. Esta forma de trabajar es muy diferente a la que se encuentra en las Epidemias de la Coleccin hipocrtica, y se ha podido decir que la medicina haba pasado por una parte de la descripcin de los enfermos -casos particulares que slo tienen sentido por la reunin de tocios sus sntomas particulares en las condiciones particulares- a la descripcin de las enfermedades, y por otra parte del pronstico al diagnstico. Ciertamente no se debe olvidar que en la Coleccin hipocrtica haba tratados que describan las enfermedades -hemos citado ms arriba un ejemplo extrado de Enfermedades //, y que el pronstico hipocrtico es, en cierta manera, diagnstico, pero el cambio no es menos profundo. En las nosografas la delimitacin de las enfermedades se hace sobre todo segn la gran distincin, que para bien o para mal sobrevivi hasta la actualidad, entre enfermedades agudas y enfermedades crnicas, que tal vez fue introducida por Themison.

    Sin embargo los propios mdicos antiguos no parecen haber sido conscientes de la novedad de la medicina que practicaban. Lo mismo que hemos visto a esta medicina -nueva- inventarse una ascendencia hipocrtica,

    como lo muestra la costumbre que adoptan los mdicos de comentar los textos del cor- pus hipocrtico, tambin se neg el cambio que acabamos de mencionar con constancia por los autores de las nosografas. As escribe Galeno en su opsculo Que el buen mdico es tambin filsofo: -Cuando no se sabe dividir las enfermedades en especies y en gneros, el resultado es que hay equivocaciones en las indicaciones teraputicas; es Hipcrates quien lo ensea cuando nos invita a seguir el mtodo racional-.

    Una medicina racional pero no cientfica

    Esta medicina, cuyo establecimiento comienza con Herfilo, apenas sufrir ya nuevas modificaciones hasta el final de la Antigedad. Es una medicina racional que, no obstante, presenta numerosos rasgos comunes con las especulaciones precientficas y especialmente una inflacin terica que, en realidad, es el velo que oculta la miseria de su impotencia prctica.

    Desde un punto de vista moderno, la teora mdica antigua presenta dos caras muy diferentes. A partir del siglo m a.C., un conocimiento destacable del cuerpo humano se logr por medio de la observacin y de la experiencia, experiencia accidental cuando el cuerpo herido revela sus estructuras y funciones ocultas, experiencia provocada en el caso de la anatoma y de la viviseccin primero humanas y despus animales. El esqueleto se conoce bien, con unas pocas excepciones, sorprendentes para los modernos, pero que proceden sin duda del recurso a la experimentacin animal. Los msculos, ignorados por Aristteles, que atribuye el movimiento de los miembros aun sistema de transmisin por -tendones-, se reconocen. Los grandes -sistemas- se detectan bien. En el sistema circulatorio se distinguen venas y arterias, sin por ello alcanzar la idea de una verdadera circulacin de la sangre: para los antiguos la sangre que circula por los vasos se amasa en el cuerpo para formar las carnes-, y se debe reproducir sin cesar a partir de una elaboracin de los alimentos. Esta es, en resumen, la teora de Aristteles. Por el contrario, la descripcin del sistema nervioso, con la distincin entre nervios sensitivos y nervios motores como consecuencia de experiencias de viviseccin, es un progreso decisivo de la medicina helenstica. El sistema