Medio Milenio de Olvido

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Presentación del Libro Medio Milenio de Olvido (Apuntes para la Historia de la Indianidad. Desde el Encubrimiento de América hasta la Constitución Bolivariana) Revisa la Relación de la Indianidad con el Estado Venezolano, desde el momento primordial de la relación de dominio que se establece con el Estado Español en la isla de Quisquella. Analizado desde la dialéctica de la Dominación Resistencia Liberación. El presente folletín fue elaborado para reproducirlo y entregarlo a los participantes en el Taller Identidad y Derechos Históricos de los Pueblos Indígenas coordinado por Rosa Trujillo en la Asamblea Nacional el día 21 de noviembre de 2014

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  • Repblica Bolivariana de Venezuela Asamblea Nacional EFICEM Gobernacin Bolivariana del Zulia Secretara de Pueblos y Comunidades Indgenas Taller: Identidad y Derechos Histricos de los Pueblos Indgenas Coordinadora Rosa Trujillo

    Medio Milenio de Olvido1 Apuntes para la historia de la Indianidad

    Desde el encubrimiento de Amrica a la Constitucin Bolivariana

    Historiador Eloy Revern

    Ms que la historia de los vencidos, la historia de la indianidad es la historia de los olvidados. Olvidados, pero no por falta de memoria, sino porque existe un intermediario con una intencin concreta: la conformacin e implantacin de una cultura de dominio. Un proyecto iniciado hace medio milenio, al cual haban tratado de mantener olvidado, tan slo para mantener el dominio.

    El proyecto de olvido requiri un nivel de dominacin integral. Un sometimiento

    continental de tal magnitud y, hasta cules lmites para llegar a ser tan olvidados que terminamos recordando, con la memoria del amo, y sin darnos cuenta terminamos defendiendo los intereses del amo, porque haca varias generaciones desde que los intereses propios cayeron en el olvido.

    La forma ms precisa de evocar esta forma de olvido es la fiebre del insomnio

    acontecida en Macondo. Desde este mismo olvido de la colonialidad del poder, observamos con absoluta condescendencia la manera cmo maestros y profesores hablan del realismo mgico o de lo real maravilloso como si se tratara de la creacin de un mundo fantstico un hecho un tanto fantstico pero es tratado como si se tratase de 1 Medio Milenio de Olvido (Apuntes para la historia de la Indianidad. Desde el Encubrimiento de Amrica a la Constitucin

    Bolivariana)Copyright 2012 Eloy Revern ISBN-13: 978-1499603248

    Laguna de Sinamaica E. Revern 1974

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    un hecho real o probable. La dominacin mental, vale decir, la fiebre del insomnio llega a tal extremo que consideran a los hechos que narra Gabriel Garca Mrquez, como hechos fantsticos, cuando lo posiblemente maravilloso que hay detrs de todo este el mundo, es el olvido de nuestra propia mente quien grita como el duende desde el fondo del tintero: Epa! Esa es mi historia. La cultura nuestra est representada en Rebeca, enviada desde Manaure cuando apenas tena once aos, siendo llevada por unos traficantes de pieles que recibieron el encargo de entregar a la hurfana con los huesos ancestrales para que recibieran sepultura en el lugar donde habra de vivir. As es la sociedad implantada a partir del encubrimiento de Amrica. Olvidamos hasta su nombre, y terminamos admitiendo el nombre del seor cuya firma acompaaba las cartas geogrficas que la describan. La simpleza de la pedagoga de la dominacin que considera fantstico al mundo real olvidado que describe el Premio Nobel de literatura, afirma y considera como fantstico, por ejemplo, este fragmento de Cien Aos de Soledad Pasmada de terror, atribulada por la fatalidad de su destino, Visitacin reconoci en esos ojos los sntomas de la enfermedad cuya amenaza los haba obligado, a ella y a su hermano, a desterrarse para siempre de un reino milenario en el cual eran prncipes. Era la peste del insomnio. Cataure, el indio, no amaneci en la casa. Su hermana se qued, porque su corazn fatalista le indicaba que la dolencia letal haba de perseguirla de todos modos hasta el ltimo rincn de la tierra. Nadie entendi la alarma de Visitacin. Si no volvemos a dormir, mejor -deca Jos Arcadio Buenda, de buen humor-. As nos rendir ms la vida. Pero la india les explic que lo ms temible de la enfermedad del insomnio no era la imposibilidad de dormir, pues el cuerpo no senta cansancio alguno, sino su inexorable evolucin hacia una manifestacin ms crtica: el olvido.

    Para rescatarme del olvido escrib este libro, me he desvelado muchas noches luchando contra la fiebre del insomnio. Consciente de que existen ms de medio milenio de asuntos sobre este tema que an no han sido rescatados de ese recndito lugar, y ms que del olvido, de la negacin que produce la exclusin, el destierro de ese mundo milenario anterior al encubrimiento de Amrica que an continua encubierto para muchos. Nosotros a duras penas sealamos con el dedo a algunos aspectos rescatados de la exclusin, desde esta peste del insomnio que azota a Nuestra Amrica, sin memoria, tratando de recordarnos desde nosotros mismos, observando desde el momento primordial de la invasin, cmo fueron atados los nudos de la dominacin, para desatarlos. Lo hemos hecho de manera gradual, en esta oportunidad lo elaboramos desde los primeros ficheros de cartulina elaborados desde antes de entrar en la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, hasta los archivos electrnicos trados

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    desde el Instituto Indigenista Interamericano para su estudio, gracias a la velocidad de la Red y la gentileza de enviarlos en un tiempo tan remoto, como cuando el correo electrnico era la ltima innovacin tecnolgica despus de mediados de los noventa, y a pesar de todo el agradecimiento que les debo, he olvidado el lugar donde anot su nombre, pero que muy a pesar de ese imperdonable olvido, esto no impide que las olas de mi amor y mi agradecimiento lleguen a donde quiera que se encuentre, en ese Instituto Indigenista Interamericano de ese Mxico no menos amado. En este lado de los recuerdos se encuentra el aspecto histrico de la Indianidad en el mbito de las Relaciones Internacionales y su vinculacin con las polticas pblicas desarrolladas en Venezuela durante las tres ltimas dcadas del siglo XX, no solamente resultaba una novedad en el sentido de que se haban hecho muchos trabajos sobre indigenismo, historia del perodo pre americano, el estudio de Organismos Internacionales, pero ninguno que relacionara las actividades de un Organismo Internacional como el Instituto Indigenista Interamericano con las polticas indigenistas venezolanas de los ltimos treinta aos del siglo XX, justo antes de que el Indio2 nacido dentro del territorio venezolano, adquiriese el reconocimiento jurdico en pleno desarrollo durante los mismos das que redactaba la primera tesis. Catorce aos despus, esta investigacin no ha trascendido los espacios acadmicos, salvo el captulo dedicado al modelo terico para la historia de la resistencia India, traducido a varios idiomas, conferencias artculos de revistas arbitradas y hasta en la Red. Aqu est lista para que cada lector termine de concluir este trabajo cada vez que alguien realice su respectiva lectura. Presentamos una serie de instrumentos y recursos para que la gente interprete la Historia desde una perspectiva liberadora. Esta reflexin terica in surge como una respuesta organizada a la historia escrita por la Oligarqua Conservadora venezolana instalada en el poder poltico a partir de 1830 que concibi la historia como un discurso de justificacin del mismo colonialismo heredado de los espaoles instaurado a partir del encubrimiento de Amrica en 1492; con las respectivas alteraciones que pudieron infringirle dos dcadas de estallido social, la invasin del Ejrcito espaol comandado por el general Pablo Morillo que vino en auxilio de los Godos, por otro lado la Legin Britnica que se puso a las rdenes del general Simn Bolvar gracias a las gestiones diplomticas realizadas por Lpez Mndez en Londres, a partir de 1810. El mtodo de explicacin de nuestro discurso histrico, tal como hace la fsica y la matemtica, utiliza el recurso de los smbolos para la expresin simplificada de operaciones difciles o realidades complejas. Un binomio sencillo (FDC ==>

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    Son dos fuerzas histricas que comienzan a manifestar la direccin de sus vectores desde la instalacin de los primeros colonos en Quisqueya. La Fuerza de Dominio Colonial contra la Fuerza de Resistencia Liberadora. Son sencillos instrumentos de anlisis que permiten a la gente ubicar la Histrica cuando le lleguen con los cuentos de la hitoriografa de la Oligarqua que se instaur despus que Bolvar desapareci fsicamente. En diferenciar el cuento de la Historia pone su empeo el discurso de la historia para la Liberacin. Una historia escrita para la gente, desde la periferia, no para una lite de especialistas que escriben historia nicamente para ellos. Concibe el conocimiento histrico como la bsqueda de la realidad histrica y, con este hallazgo seguir la huella desde el presente hacia el pasado, para volver al presente, sin considerar fuera de su inters a ningn rea del conocimiento. Encontr orientacin en la obra filosfica de Xavier Zubiri e Ignacio Ellacura, los conceptos de inteligencia sensitiva y la filosofa de la realidad histrica, y la importancia de la trascendencia de la totalidad para la praxis histrica, y desde una lectura, de la tica, Histrica, Arquitectnica de la poltica reflexionada desde la obra de Enrique Dussel. La THRB busca en la praxis revolucionaria de Hugo Chvez Fras, los elementos tericos que se derivan de ella, as como la historicidad implcita en su discurso poltico desde la realidad histrica. Finalmente es el mbito del dilogo de saberes con el antroplogo Gilberto Merchn, la crtica hermenutica de ngela Rizzo, y con el odo puesto en el colectivo que ha sufrido la exclusin, donde esta propuesta para la teora de esta historia perifrica adquiere fuerza y vigor. Principios fundamentales de la Teora de la Historia de la Revolucin Bolivariana. Los vectores de la Fuerza de Dominio Colonial se proyectan sobre Nuestra Amrica provenientes de la cosmovisin de la cultura metropolitana expandida geogrficamente en Nuestra Amrica a travs de un solo tiempo histrico que comenz con el encubrimiento de Amrica en 1492, cuando entr en conflicto con los correspondientes vectores de la fuerza Liberadora que responden desde la periferia. Vamos a explicar por partes la dinmica de esta confrontacin de fuerzas histricas.

    El teatro de operaciones donde estas fuerzas muestran esta dinmica que transcurre en un tiempo histrico que lleva ms de medio milenio en conflicto. Ms all de las fuerzas econmicas, institucionales e ideolgicas estn las fuerzas naturales, que intervienen en el rumbo de los acontecimientos como el caso del terremoto de 1812 en medio de una crisis poltica. O las fuerzas biolgicas que provienen de la complejidad de la vida misma, las races de la violencia y la agresin capaces de

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    hacer reaccionar el instinto de determinados grupos sociales bajo presiones demogrficas o climatolgicas, las pestes o el peligro del desequilibrio ecolgico. Las fuerzas psquicas, el talento, la ambicin o el arrojo que pueda asumir un colectivo en determinadas situaciones. Las fuerzas que determinan las condiciones econmicas; la tcnica para producir, el transporte y la produccin. La Complejidad de las fuerzas culturales entendidas como intento formal de entender la realidad y de valorarla. Es posible que en el caso de la dialctica de la opresin - resistencia - liberacin, todas estas fuerzas se puedan incorporar momentneamente como vectores de las cuatro fuerzas esenciales que hemos tomado como punto de partida para representar ideogrficamente las diferentes relaciones de fuerza predominantes en diferentes formaciones socio econmicas. Por ahora, trabajaremos con cuatro vectores elementales de la fuerza de dominio colonial y el manejo de los smbolos que nos han servido para ilustrar el dinamismo de este proceso histrico que parte de la implantacin de una sociedad colonial hasta el alcance del utpico momento de la independencia integral. Realidad concreta del momento primordial de la dominacin Los reinos de Castilla y Len iniciaron el proceso de ocupacin territorial en la isla de Quisqueya habitada por los tainos, quienes junto a los guanahatabeyes, conocidos como siboneyes de familia lingstica de los arahuac, se haban extendido por todo el Caribe Insular provenientes de las desembocaduras del Orinoco y de la costa firme de lo que hoy es Venezuela. Tratamos de vislumbrar un proceso de capacitacin transformadora en el devenir de esta situacin histrica. Cmo se ataron los nudos de dominacin colonial y como se han ido desatando para actuar en pro de desatar los que quedan. Para tales fines debemos captar la totalidad del proceso. Con el respaldo de una fuerza militar superior se posesionaron de la isla de Quisqueya y la utilizaron como punta de lanza estratgica en El Caribe Insular. Con la artillera ecuestre de aquella poca llegaron a instalarse con la justificacin de la bendicin divina y el pretexto de multiplicar la cristiandad, en nombre de La Cruz y a conquistar riquezas para la Corona. Construyeron sus iglesias, sus plazas y hasta la universidad fundada despus de cuarenta y dos aos de haber desembarcado en Guanahani. En menos de medio siglo se haba consolidado la cultura de dominacin en esa misma isla que ellos llamaron La Espaola y que hoy constituyen las naciones conocidas como Repblica Dominicana y Hait. Ese territorio lleg a ser centro de operaciones coloniales de Francia y Espaa. Se haba reproducido buena parte del perfil cultural hispano, estaba lista la cabecera de playa que servira de base para una sistemtica invasin militar y para la expansin geogrfica de esa cultura hispana en ultramar.

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    Los cuatro principios constitutivos de la cosmovisin haban sido trasladados a una isla lo suficientemente grande para instalarse con firmeza y suficientemente pequea como para poder gobernarla. La Fuerza de Dominio Colonial comenz a proyectarse sobre Nuestra Amrica mediante cuatro vectores que provienen de la cosmovisin de la cultura metropolitana en el espacio geogrfico ocupado. Entonces aparece un nuevo smbolo para sealar la procedencia de cada vector de la fuerza de dominio colonial con una flecha, cuya direccin y tamao aluden la direccin el grado de intensidad de su fuerza. Los vectores de cada fuerza que se le oponga o se le resista se colocan en direccin contraria, para identificarlos como vectores de la fuerza liberadora. Aqu comienza a enfrentarse la fuerza de la opresin contra este pueblo de la familia lingstica de los arahuac. Se inici un tiempo histrico donde entraron en conflicto dos fuerzas histricas de naturaleza opuesta. Este conflicto, desde esta perspectiva, transcurre en un solo tiempo histrico que terminar cuando todos los pueblos de Nuestra Amrica hayan alcanzado su independencia integral. En ese utpico momento histrico, los correspondientes vectores de la fuerza Liberadora que responden desde la periferia habrn neutralizado a la fuerza opresora y colonialista que todava cuenta con los descendientes de los godos de aquel entonces a quienes han popularizado con el nombre de esculidos. Los colonizados mentales que no terminan de percibir las nuevas realidades geopolticas de un emergente espacio multipolar. Los mismos que arrugan la cara cuando les hablan del paso histrico. El seor de a caballo; la figura ecuestre con su lanza, su espada y armadura metlica que le protege el cuerpo de las flechas enemigas, es el viajero de Indias que invade un continente desconocido para aquella pequea porcin del mundo conocida como reinos de Castilla y Len que se abriran paso hacia la modernidad con los tesoros de los aztecas para obtener los recursos necesarios para detener a los turcos en la batalla de Lepanto y a partir de all, comenzar a constituirse en el centro del mundo. Despus vendrn las justificaciones morales y religiosas, tambin las razones de Estado para justificar los crmenes y saqueos perpetuados en nombre de la salvacin de las almas. Expresin ideogrfica de la cosmovisin del opresor: relacin de fuerzas

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    El primer paso en la formulacin terico prctica del sujeto europeo se fundamenta en la observacin e identificacin de la interaccin de los cuatro principios que constituyen la representacin de Europa. Cuatro fuerzas integradoras que generan una condicin de irreductibilidad entre ellos que les permite articular mediante poderosas relaciones de afinidad y antagonismo. Ninguno de estos principios aislados define un mundo plano, caricatura unidimensional hace percibir a la rica complejidad de lo humano a uno de sus aspectos. Cuando representamos simblicamente a los cuatro principios de la cosmovisin europea con imgenes como la cruz, la corona, la figura ecuestre con lanza y el cubo; encerrados en un parntesis podemos operar con ellos como hacemos con los smbolos algebraicos asignndoles el valor que representan todas las palabras usadas para definir a cada principio. Dentro de un parntesis podramos hacer el siguiente enunciado: El Indio se resiste a todo lo que est encerrado en el parntesis, los hijos de las indias tambin, de igual manera sus nietos. As fue como Tupac Katari, esperaba convertirse en millones. Desde la cosmovisin de la india_nidad lo hizo. Desde la racionalidad positivista no se entiende. Desde la inteligencia emocional, tal vez comiencen a entender de qu trata el asunto. Cuando Simn Rodrguez dijo: debemos prestar ms atencin a un INDIO que a OVIDIO, parta sin duda de la impresin que an causa a los viajeros por la ruta desde la actual Colombia hasta la orilla del Pacfico, siguiendo hacia la sierra peruana y el Altiplano, finalizando en el sur de Chile. Estaba motivado por las percepciones semejantes a las expresadas por Jos Carlos Maritegui en cuanto a la presencia de la India_nidad que tanto nos advirtiera posteriormente el notable peruano con respecto al significado de las culturas preamericanas, el grado de evolucin tecnolgica en materia alimentaria, manipulacin gentica de los alimentos y en las tcnicas de construccin de acueductos, caminos, puentes, ciudades, templos y pirmides. Material para reflexionar el porqu la cultura dominante se empe en no darle a la existencia de estas culturas, el espacio que le corresponde dentro del concierto de lo que entonces llamaban la historia Universal. De lo anterior deducimos que lo primero fue negar la cultura de las civilizaciones halladas, en este sentido es que Leopoldo Zea calific esa realidad como el encubrimiento de Amrica. La negacin de su condicin humana, la consideracin de salvajes, la necesidad de salvarlos, de civilizarlos mediante los ritos del bautizo y la comunin. La conquista de sus almas, pero sobre todo, la ideologa de que los estaban salvando de las llamas del infierno, aunque a menudo tuvieran que incinerarlos en la hoguera para salvarles el alma de las llamas eternas del infierno. Desde aquella ideologa ellos operaban con una conviccin altruista de que hacan lo correcto, aunque estuvieran ante monstruos ellos vean molinos de viento.

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    Entonces tenemos que esa civilizacin desconocida, encubierta en su condicin civilizatoria, y excluida de la totalidad universal, mientras no se sometieran a la ideologa y a la cosmovisin de mundo que importaban desde aquellos reinos, que con el correr de la conquista, se convertiran en lo que hoy llamamos Europa u occidente, aunque colonialistamente no nos percatemos de que esa llamada cultura occidental, en realidad nos llega por donde mismo sale el Sol, por nuestro oriente. Hasta esa realidad encubre la colonizacin mental. Esa civilizacin se inicia en oposicin a la aceptacin de una cultura que los excluye, y si los acepta en la Casa Grande solo ser como sirviente o capataz. Ms adelante resumimos y complementamos la cosmovisin del europeo, a travs de los cuatro principios que la conforman en su interrelacin. Por ahora nos limitaremos a representar los principios constitutivos de la cultura europea a travs de cuatro figuras primordiales que los representan simblicamente. La figura de la Corona como sntesis ideogrfica del principio imperial, la figura ecuestre con la lanza como principio seorial, la figura geomtrica como principio racional y la figura de la Cruz como representacin del principio cristiano. Encerrados esos cuatro smbolos en un parntesis podemos enunciarlo como la sntesis simblica de la cultura europea. Y si le agregamos cuatro flechas y le asignamos el mismo valor que en la fsica, entonces estaramos expresando simblicamente como el lgebra a los cuatro vectores de la fuerza de dominio colonial, que una vez desplazado al otro lado del Atlntico, tenemos representada a la expansin geogrfica de la cultura europea en Amrica. No quiero terminar esta presentacin sin recordar que comenzamos tratando de construir un marco terico para analizar un problema de la Indianidad desde una perspectiva novedosa, inexistente en la teora de la Relaciones Internacionales. Al finalizar nos dimos cuenta que podamos avanzar hacia la Teora de la Historia de la Resistencia India, pero despus de avanzar hasta una Teora Bolivariana de la Historia, nos dimos cuenta de que Indios somos todos aquellos que nos resistimos a la Dominacin Colonial.

    El Taller Teora Bolivariana de la Historia, mantiene una presencia en la comunidad histrica venezolana desde el ao 2008,

    en la sede del Instituto de Altos Estudios Diplomticos Pedro Gual del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores,

    donde su creador egres de la Maestra de Relaciones Exteriores. Para establecer contacto con nosotros [email protected] y 0416 910 6123. http://indianidad.blogspot.com/2014/11/medio-milenio-de-olvido-eloy-reveron.html