Bogot, Marzo 4 de 2010
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HHUUMMAANNIIDDAADD ------
Saludos mis muy amados hijos de Dios en el mundo terreno. Yo,
Saint Germain, respondiendo diversas inquietudes emanadas de un
conglomerado de almas, me dispongo a aclararos algunos puntos
importantes. Bueno, ante vuestro temor por los cambios que estn
ocurriendo y los anuncios provenientes de antiguos videntes de
civilizaciones diferentes y la proporcin con que se miden los
sucesos, es una falta de conocimiento, primero del desarrollo del
planeta como ser vivo, que ha llevado a cabo la noble misin de
manteneros en su seno al igual que a las diversas especies por
lapsos infinitos, dando el sustento a la vida y produciendo
semillas grandiosas en el gnero humano, como lo han sido todos esos
seres grandiosos, que con su amor, sabidura e iluminacin, al paso
del tiempo han logrado impulsar al ser humano en su evolucin
mediante su propio desarrollo espiritual. La Santa madre Tierra
como propulsora de fuerzas potentes capaces de conectar al mundo
material con la fuente divina en cooperacin con todos los santos
reinos de la naturaleza encargados de ayudaros en vuestra
peregrinacin en el planeta, disipan grandes cantidades de energa
mal calificada por el hombre. Si se comprende el esfuerzo, el amor
y el servicio que habis recibido con tanta generosidad de todos los
elementos que os rodean, entonces se esperara de la humanidad igual
reciprocidad, porque de la misma forma ha usufructuado los dones
del planeta durante milenios, sin apenas darse cuenta que ha
dependido su existencia del Altsimo como de todos los recursos que
os mantienen saciados de bienestar cada da, en cada lugar dentro
del cual os desarrollis. Hubo en tiempos remotos, culturas muy
consecuentes que se involucraron con la naturaleza en actos de
adoracin, devocin y agradecimiento, que fueron bendecidas por el
progreso, la salud y la longevidad, cuya comprensin del Creador se
asociaba con todos los reinos de la naturaleza y el ser humano en
completa comunin. Entonces la evolucin cumpla los perodos humanos
en forma muy armoniosa, logrndose un avance maravilloso en vuestro
mundo que se llam Edad de Oro. Con el paso del tiempo llegaron
almas cuya vibracin era incipiente pues se les permiti encarnar con
el fin de que aprendieran de los ms evolucionados y continuarn en
las sucesivas encarnaciones expansionando el plan divino
establecido por el Creador para la Tierra, con el fin de encauzar
nuevamente a las almas que requeran incorporarse en el planeta,
cumpliendo as diversos perodos evolutivos. Ocurri que la fuerza
negativa de estos seres influy demasiado sobre los ms adelantados,
quebrantando su voluntad en mantener sus convicciones sobre las
leyes de Dios y poco a poco se fueron alejando de la sencillez,
dejndose intelectualizar por sus conocimientos ms avanzados,
creyendo que eso les protegera. Se llenaron de vergenza por sus
acciones simples de adoracin por su Creador y todos los seres que
los haban asistido por mucho tiempo, ante los dems y fueron
acallando su conciencia para poder convivir con las falsas ideas de
la mayora de criaturas que estaban llegando al planeta. Los pocos
que pudieron resistir la influencia tuvieron que enfrentar
profundos sufrimientos, pero an as advirtieron el peligro para el
planeta y sus habitantes al perder el equilibrio, tanto en las
acciones, pensamientos, sentimientos como en el manejo de los
recursos.
El resultado del mal uso de esas energas ha alcanzado
civilizacin tras civilizacin, aunque entre ellas siempre ha quedado
un remanente importante, que silenciosamente ha podido mantener la
vida en el planeta hasta el actual periodo, si bien las condiciones
no han cambiado, pero ahora la Tierra en su evolucin debe afrontar
algunos cambios ms acentuados ya que se acerca el momento de su
ascenso como criatura que ha cumplido su periodo en el mundo como
tal. Por ley suprema todo cuanto contiene tambin debe cambiar, para
tal caso requiere de una purificacin total. Durante su proceso se
precisa de la cooperacin del ser humano, si es que quiere mejorar
su existencia. Eso demand de nuestra parte una colaboracin ms
estrecha con el planeta, con vosotros y desde luego con el Santo
Ser Crstico de cada uno de vosotros, haciendo una fuerza comn para
llegar a todas las reas de la vivencia humana a travs de nuestros
mensajeros, primero poniendo de relieve el conocimiento superior,
dando una informacin gradual y didctica como preparacin para cada
viviente de la Tierra y cmo se puede afrontar cada cambio, adems
haciendo una notificacin de la causa por la cual se estn acelerando
los procesos planetarios. La forma real del hombre es entender su
participacin en la destruccin de los recursos naturales, la
continua brutalidad contra los indefensos reinos de la naturaleza y
la falta de amor, de gratitud por todo cuanto recibs da a da
generosamente tanto del Altsimo como del amado planeta, al cual
habis concurrido en vuestra peregrinacin durante infinidad de
incorporaciones. No es con temor como podis colaborar en este
momento, sino con vuestras sabias decisiones, con la buena voluntad
e implorando perdn y siendo agradecidos con la vida y cuanto os ha
otorgado. No hay algo ms poderoso que vuestra sensatez en vuestros
actos, de igual forma el respeto por la vida en todos los seres
creados por Dios, el genuino anhelo por las cosas del espritu y
vuestra libertad. No temis si vuestra existencia est colaborando en
la construccin de un mundo nuevo, porque la propia vida regresa a
cada quien en la medida que vosotros le hayis otorgado. Mis muy
amados, la ecuanimidad es indispensable en ese momento, manteniendo
la confianza en que cada da recibs del Creador oportunidades para
rectificar y colaborar en la preservacin de la vida para todos en
la Tierra. Amparados en vuestra propia realizacin en los cambios de
frecuencia energtica y en el amor y gratitud por todo en cada
momento, cada esfuerzo cuenta por pequeo que sea.
Vuestro Hermano y Maestro, - SSaaiinntt GGeerrmmaaiinn..--
Mensajera de la Hueste Ascendida: OOmmeetthh LLaayyttoonn
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