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1. REPRESENTACIONES DE LA FIGURA HUMANA EN EL ARTE PALEOLÍTICO A través de las figuras antropomorfas, los grupos paleo- líticos se representan a sí mismos como especie entre otras especies, pero para expresar la condición humana se alude preferentemente a uno de sus dos géneros, el femenino. Las figuras masculinas son mucho más escasas que las femeni- nas (Delporte, 1979: 299, 304, 307), y tienden a represen- tarse de forma desnaturalizada o desfigurada, como en Le Portel, Addura, Los Casares, Hornos de la Peña, Peña de Can- damo o Altamira, o bien encubierta tras una apariencia ani- mal. Son muy conocidas las figuras masculinas zoomorfizadas de Les Trois Frères, Lascaux o El Castillo, o la estatuilla que re- presenta a un hombre con cabeza de león hallada en Höh- lenstein-Stadel. © UNED. Espacio, Tiempo y Forma. Serie I, Nueva época. Prehistoria y Arqueología, t. 2, 2009. 93 LA FIGURA HUMANA FEMENINA EN EL ARTE PARIETAL PALEOLÍTICO DEL SUR PENINSULAR: A PROPÓSITO DE LAS “VENUS EGABRENSES” Female human figures in the Palaeolithic cave art of southern peninsular: about the «Venus Egabrenses» Rafael Maura Mijares 1 , Juan Carlos Vera Rodríguez 2 , Pedro Cantalejo Duarte 3 , Antonio Moreno Rosas 4 y Antonio Aranda Cruces 5 Recibido el 10 de julio de 2009. Aceptado el 29 de septiembre de 2009. Resumen. La revisión de que han sido objeto las manifestaciones gráficas paleolíticas de la cueva de la Ermi- ta del Calvario, en Cabra (Córdoba), ha venido a confirmar al sur de la Península Ibérica como uno de los espacios más interesantes en cuanto sus posibilidades de estudio respecto a la representación de la figu- ra humana femenina en el arte parietal paleolítico. A partir de su análisis se plantean hipótesis interpre- tativas que relacionan otras figuraciones localizadas en diversas estaciones rupestres paleolíticas meridionales. Palabras clave: Arte paleolítico. Figuras humanas femeninas. Abstract. The revision carried up about the Palaeolithic paintings of the cave of Ermita del Calvario, in Cabra (Córdoba), had confirmed the south of the Iberian Peninsula as one of the most interesting spaces to study the female human figures into Palaeolithic art. We present interpretative hypothesis starting from its rela- tionships with other figures placed in different Palaeolithic art sites. Key Words: Palaeolithic art. Female human figures. Espacio, Tiempo y Forma. Serie I, Nueva época. Prehistoria y Arqueología, t. 2, 2009. pp. 93-102 ( 1 ) Conjunto arqueológico Dólmenes de Antequera. Junta de Andalucía. rafael.maura@hotmail. com ( 2 ) Departamento de Historia 1. Universidad de Huelva. ( 3-5 ) Consorcio Guadalteba. ( 4 ) Museo Arqueológico Municipal de Cabra.

MIJARES, R. Et.al. 2009. La Figura Humana Femenina en El Arte Parietal Paleolítico Del Sur Peninsular

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LARA MARSILLA PEIDRO. 2006. Las mujeres en la prehistoria. Guia didáctica. Museo de Prehistoria de Valencia

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  • 1. REPRESENTACIONES DE LA FIGURAHUMANA EN EL ARTE PALEOLTICO

    A travs de las figuras antropomorfas, los grupos paleo-lticos se representan a s mismos como especie entre otrasespecies, pero para expresar la condicin humana se aludepreferentemente a uno de sus dos gneros, el femenino. Lasfiguras masculinas son mucho ms escasas que las femeni-

    nas (Delporte, 1979: 299, 304, 307), y tienden a represen-tarse de forma desnaturalizada o desfigurada, como en LePortel, Addura, Los Casares, Hornos de la Pea, Pea de Can-damo o Altamira, o bien encubierta tras una apariencia ani-mal. Son muy conocidas las figuras masculinas zoomorfizadasde Les Trois Frres, Lascaux o El Castillo, o la estatuilla que re-presenta a un hombre con cabeza de len hallada en Hh-lenstein-Stadel.

    UNED. Espacio, Tiempo y Forma. Serie I, Nueva poca. Prehistoria y Arqueologa, t. 2, 2009. 93

    LA FIGURA HUMANA FEMENINA EN EL ARTEPARIETAL PALEOLTICO DEL SUR PENINSULAR:A PROPSITO DE LAS VENUS EGABRENSES

    Female human figures in the Palaeolithic cave art of southernpeninsular: about the Venus Egabrenses

    Rafael Maura Mijares1, Juan Carlos Vera Rodrguez2, Pedro Cantalejo Duarte3,Antonio Moreno Rosas4 y Antonio Aranda Cruces5

    Recibido el 10 de julio de 2009. Aceptado el 29 de septiembre de 2009.

    Resumen. La revisin de que han sido objeto las manifestaciones grficas paleolticas de la cueva de la Ermi-ta del Calvario, en Cabra (Crdoba), ha venido a confirmar al sur de la Pennsula Ibrica como uno de losespacios ms interesantes en cuanto sus posibilidades de estudio respecto a la representacin de la figu-ra humana femenina en el arte parietal paleoltico. A partir de su anlisis se plantean hiptesis interpre-tativas que relacionan otras figuraciones localizadas en diversas estaciones rupestres paleolticasmeridionales.Palabras clave: Arte paleoltico. Figuras humanas femeninas.

    Abstract. The revision carried up about the Palaeolithic paintings of the cave of Ermita del Calvario, in Cabra(Crdoba), had confirmed the south of the Iberian Peninsula as one of the most interesting spaces to studythe female human figures into Palaeolithic art. We present interpretative hypothesis starting from its rela-tionships with other figures placed in different Palaeolithic art sites.Key Words: Palaeolithic art. Female human figures.

    Espacio, Tiempo y Forma. Serie I, Nueva poca. Prehistoria y Arqueologa, t. 2, 2009. pp. 93-102

    (1) Conjunto arqueolgico Dlmenes de Antequera. Junta de Andaluca. rafael.maura@hotmail. com(2) Departamento de Historia 1. Universidad de Huelva.(3-5) Consorcio Guadalteba.(4) Museo Arqueolgico Municipal de Cabra.

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  • Rafael Maura Mijares, Juan Carlos Vera Rodrguez, Pedro Cantalejo Duarte, Antonio Moreno Rosas y Antonio Aranda Cruces

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    Por el contrario, el tema de la representacin humanafemenina es relativamente frecuente en el arte de los caza-dores-recolectores de lo que hoy es Europa, en especial sobresoportes muebles, destacando las figurillas talladas en bultoredondo, realizadas en piedra y con pulido acabado. A las fa-mossimas venus de Willendorf y Lespugue, habra quesumar las de Doln Vestonice, Savignano, Montone y muchasotras. Tambin en arte mueble debe destacarse el completocorpus documental del yacimiento de Gnnersdorf (Bosinski,1989: 1991) donde se registraron decenas de figuras huma-nas femeninas realizadas sobre plaquetas.

    En cuanto al arte rupestre, sobresale el conjunto de re-presentaciones humanas femeninas zoomorfizadas de laCueva de Tito Bustillo (Balbn et al., 2003) y de la Cueva dePech-Merle. Otras versiones de esta temtica pueden apre-ciarse, sobre soportes rupestres y porttiles, en diferentes en-claves franceses como La Gare de Couze, Les Combarelles,Fontales, La Roche, La Marche, La Madelaine o Laussel.

    Exceptuando algunas figuras en bulto redondo, la mujersuele representarse poda y acfala, generalmente de perfilabsoluto. Sus formas, siempre muy abreviadas y esquemati-zadas, se centran en la expresin de la nalga prominente,presentando a veces detalles corporales como los pechos, lasmanos o el pubis. En ocasiones pueden apreciarse lneas in-ternas que cabra interpretar como atuendo.

    Otra caracterstica propia de las grafas y estatuillas fe-meninas paleolticas concierne a las formas corporales en s,y a la posibilidad de que tratasen de representar aspectos re-lacionados con la edad. Sin embargo, es muy frecuente quese engloben en una misma categora las venus esteatopi-gias, es decir, de carnes abundantes, que expresan clara-mente la madurez de la mujer, con las figuras abreviadas tipoGnnersdorf, cuyas lneas y masas revelan la juventud de lasmujeres representadas.

    Tanto las pequeas estatuillas como las figuras realizadassobre plaquetas, o grabadas, pintadas o en relieve sobre so-portes parietales, estn asociadas a numerosos yacimientosdesde la Europa del Este hasta los Pirineos, aunque son muy es-casas en la Pennsula Ibrica. En arte mueble, conocemos al-gunas figuras humanas femeninas grabadas sobre lasplaquetas de Parpall (Villaverde, 1994) y otras incisas sobrehueso en Las Caldas (Chacn, 1990). Tambin se detecta la pre-sencia de estas tipologas en los grandes conjuntos parietalesdel arte cantbrico como Altamira, Tito Bustillo, La Pasiega,Llonin o El Castillo (VV.AA. 2002. Ros Gonzlez et al., 2007), enalgunos casos tras una posible apariencia hbrida o zoomorfi-zada, concepto al que, como hemos visto respecto a las repre-sentaciones masculinas, no era ajeno el arte paleoltico.

    Formas asociadas intrnsecamente con la mujer son lasvulvas (Clottes, 2008), que deben considerarse como una me-tonimia de la figura humana femenina. Aunque no constitu-yen una tipologa abundante, se presentan bajo distintasformas, siempre muy explcitas, y tienden a agruparse entre

    s, como ocurre en Angles-sur-Anglin, La Ferrassie, El Casti-llo o Tito Bustillo.

    Estas representaciones de carcter metonmico tendransu contrapartida en las manifestaciones abreviadas mascu-linas, tambin infrecuentes, y que se expresan mediante con-figuraciones flicas, tanto en soportes muebles comoparietales (Angulo y Garca, 2005).

    A la vista de este panorama puede decirse que en el arteparietal franco-cantbrico las representaciones humanas fe-meninas paleolticas tienen escasa incidencia porcentual,hecho especialmente acusado en el norte de Espaa. Estaexcepcionalidad contrasta, sin embargo, con la zona msmeridional de la Pennsula Ibrica, donde recientes investi-gaciones han puesto de relieve una insistencia inusual enesta temtica. Y la cueva malaguea de Ardales se ha reve-lado como un lugar paradigmtico en este sentido.

    2. UN CONJUNTO EXCEPCIONAL:LAS FIGURAS HUMANAS FEMENINASEN LA CUEVA DE ARDALES.

    La cueva de Ardales es uno de esos yacimientos que po-dramos denominar clsicos, ya que la existencia de arte pa-rietal en su interior es conocida desde principios del siglo XX.Adems, su hallazgo fue realizado por uno de los grandes in-vestigadores del arte prehistrico, Henri Breuil, que en 1918descubri en esta cueva una veintena de figuras de anima-les, pintadas y grabadas (Breuil, 1921).

    Los estudios posteriores, sobre todo los llevados a cabopor el actual equipo de investigacin desde los aos ochentadel siglo pasado (Cantalejo y Espejo, 1988; Espejo y Canta-lejo, 1992 a; 1992 b; Cantalejo, Espejo y Ramos, 1997; Ramoset al.,1998 a; 1998 b; Cantalejo et al., 2003 a; 2003 b; 2003c; Maura y Cantalejo, 2003), han culminado en la revisin deque fue objeto la cavidad entre los aos 2002 y 2005 (Can-talejo et al., 2006), a travs de la cual se han catalogado y re-producido digitalmente 1.009 motivos, distribuidos en 251paneles, que representan: 97 figuras de animales, 11 figurashumanas femeninas, 9 manos, 786 signos y 106 motivos noclasificados por indescifrables.

    Tambin se recab informacin acerca de cuestionescomo las asociaciones iconogrficas, los grupos de signifi-cacin y los conjuntos sincrnicos. Teniendo en cuenta estosdatos se propuso una secuencia grfica que permiti el es-tablecimiento de un orden cronolgico para los motivos yconjuntos estudiados. A tal fin, se seleccionaron diversos gru-pos analgicos fundados en la observacin de una serie desuperposiciones e infraposiciones reincidentes y de otras va-riables de carcter tcnico, temtico, estilstico, espacial ymorfolgico. Como resultado de esta propuesta de periodi-zacin se definieron tres grandes ciclos artsticos, as comosus posibles fases. En este ordenamiento cronolgico se con-

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    templa un perodo temprano (ciclo inicial), centrado en unhorizonte Auriaciense-Gravetiense en el que se explora yconfigura grficamente toda la cueva mediante un marcadosignificativo, se realizan las improntas de manos y se esbo-zan los primeros programas iconogrficos figurativos. Suce-sivamente, coincidiendo aproximadamente con la cronologaclsica, se aaden nuevas composiciones en el Solutrense(ciclo medio) y Magdaleniense (ciclo final), prctica que seprolonga hasta fases ms recientes como el Epipaleoltico.

    Sin duda, uno de los aspectos que ms sorprende es elelevado nmero de antropomorfos, todos ellos representandofiguras humanas femeninas (Ramos et al, 2004). Es de des-tacar tambin que este grupo constituye, junto con especiestan caractersticas como los crvidos y los quidos, una te-mtica que est presente en todos los ciclos, algo que noocurre con otras categoras como las manos, propias de losmomentos iniciales y que desaparecen de la iconografa pos-terior. Este hecho enmarca la imagen de la mujer en un es-pectro histrico de largo recorrido, confirmando lacontinuidad de su validez en el seno de cada uno de los pro-gramas iconogrficos que fueron incorporndose.

    Sin embargo, esta misma circunstancia da lugar tam-bin a una notable diversidad formal, lo que dificulta enor-memente la formulacin de criterios que permitan suclasificacin tipolgica. La mayora de estas figuras estnbasadas en los esquemas simples caractersticos de estas re-presentaciones durante el Paleoltico superior. En ocasionesaparecen expresados algunos detalles anatmicos como elpubis, o formas asociadas. Es interesante tambin cierta ten-dencia al zoomorfismo en algunas figuras, circunstancia que,como hemos visto, dara pie a considerar como figuracionesfemeninas algunos motivos habitualmente tenidos por zoo-morfos. Las formas ms abreviadas, que se corresponden ma-yoritariamente con el grabado inciso en V, podranintegrarse en los tipos b, c, y d de Gnnersdorf (Bosinski,1989; 1991). Tambin seran paralelizables con otras figurashalladas en Parpall (Villaverde, 1994).

    Asimismo, destacan ciertas afinidades con algunos an-tropomorfos femeninos documentados en Pech-Merle, comolas cabezas apuntadas, los brazos cados en paralelo o la po-sible representacin del cabello, o con otros motivos de lacuevas de La Pileta y Nerja. Muy interesante es, sin duda, lafigura IV. A. 2.1, para la que no se encontr parangn ni encuanto a su calidad formal ni respecto a su asociacin con unespeleotema de evidentes connotaciones flicas.

    Finalmente, y algo alejada de los tpicos modelos abre-viados, la figura IV. B.12.2, se presenta como la ms singu-lar del conjunto, ya que tampoco para ella se han localizadoparalelismos en la Pennsula Ibrica, a pesar de haber sidodiseada al ms puro estilo paleoltico. Tal vez cabra atribuireste hecho a que se trate de una versin parietal de las fi-guras femeninas esculpidas en bulto redondo, dado que es lanica que se representa de frente y no mediante el perfil ab-

    soluto que caracteriza al resto de figuraciones, y con lapierna derecha adelantada, lo que le confiere cierta sensa-cin volumtrica.

    El anlisis de estas figuras en relacin con su ejecucinrevela que fueron realizadas mediante cinco tcnicas distin-tas: pintura roja, raspado, incisin en U, incisin mltiple eincisin en V. No se documentaron antropomorfos pintadosen otros tonos ni grabados por digitacin o extraccin. Tam-bin se pone de manifiesto una gran desproporcin entre lasrealizadas mediante incisin en V y el resto de tcnicas:

    Antropomorfo pintado en rojo (ciclo inicial):Se document una sola figura realizada a brocha opincel.

    Antropomorfo grabado por raspado (ciclo inicial):Se document una sola figura realizada probable-mente con un til ltico.

    Antropomorfo grabado por incisin en U (ciclomedio):Se document una sola figura realizada probable-mente con un instrumento seo.

    Antropomorfo grabado por incisin mltiple (ciclomedio):Se document una sola figura realizada probable-mente con un objeto o instrumento de incisin ml-tiple.

    Antropomorfos grabados por incisin en V (ciclofinal):Se documentaron siete figuras realizadas probable-mente con un til ltico.

    El estudio llevado a cabo sobre las figuras humanas fe-meninas representadas en la cueva de Ardales la convierte enun referente fundamental a la hora de establecer paralelis-mos formales, e incluso cronolgicos, con otras estacionesartsticas, sobre todo andaluzas, ofreciendo tambin la posi-bilidad de replantearse la interpretacin de algunas figuraslocalizadas en ellas. As, no se descarta la presencia de estatemtica en cuevas como la Pileta o Nerja, esta ltima, comoveremos al final, con figuraciones de caractersticas morfo-lgicas y tcnicas muy afines a las de la cueva Ermita delCalvario, de las que daremos cuenta a continuacin.

    3. DOCUMENTACIN Y ESTUDIODE LAS PINTURAS RUPESTRESDE LA CUEVA ERMITA DEL CALVARIO(CABRA, CRDOBA)

    AntecedentesLa primera noticia sobre el hallazgo de estas pinturas se

    da a conocer a travs de una comunicacin (Asquerino, 1991)expuesta en el XX Congreso Nacional de Arqueologa cele-brado en Santander en 1989, donde la autora describe su-

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    cintamente la cavidad y se limita a constatar la presencia deun motivo antropomorfo pintado, considerndolo como ad-judicable al Paleoltico superior.

    Tras esta aproximacin, que motiva el cierre protectorde la galera, ha de esperarse al IV Simposio de PrehistoriaCueva de Nerja, celebrado en 2004, para conocer los resul-tados de nuevos trabajos sobre la cuestin, liderados por J. L.Sanchidrin y a requerimiento de los responsables de la Con-cejala de Cultura del Ayuntamiento de Cabra. En esta co-municacin (Asquerino, Sanchidrin y Mrquez, 2005) sepresentan por primera vez imgenes fotogrficas de los mo-tivos descubiertos, considerados por los autores como unosolo, adems de un calco digital. No obstante, y a pesar delcarcter aproximativo que quiere drsele, se aprecian variasomisiones, como la no deteccin del motivo registrado pornosotros a la izquierda de los anteriores o la no inclusin dela escala mtrica en el calco, adems de disponerse ste ho-rizontalmente cuando las figuras estn en posicin vertical.

    Por nuestra parte, y fruto tambin del gran inters mos-trado por parte del consistorio egabrense, tras la solicitud yaprobacin del correspondiente permiso, las figuraciones dela cueva Ermita del Calvario fueron estudiadas en 2006, pre-

    sentndose ese mismo ao el informe definitivo a la Delega-cin de Cultura de Crdoba. He aqu un balance de los re-sultados.

    FIGURA 1. Levantamiento topogrfico de la cueva de la Ermitadel Calvario.

    FIGURA 2. Localizacin de los moivos pintados.

    FIGURA 3. Fotgrafa figura 1.

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    Proceso metodolgicoLos motivos han sido sometidos a una observacin di-

    recta pormenorizada, actividad que dio paso a la toma medi-ciones, croquis y cumplimento de fichas, as como a la capturade 164 imgenes digitales, 65 de ellas calibradas. Todos estosdatos fueron procesados para proceder a su anlisis.

    En una segunda fase, y a partir de las fotografas digi-tales obtenidas se realizaron los correspondientes calcos.Esta reproduccin grfica se abord, de principio a fin, a tra-vs de tcnicas informticas. Posteriormente se procedi alanlisis de estas grafas desde parmetros tcnicos, temti-cos, tipolgicos, estilsticos y cronolgicos.

    Descripcin de los motivosLos restos pictricos se localizan hacia el fondo de la ca-

    vidad, sobre una colada estalagmtica situada en la pared de-recha segn el sentido de la penetracin y previa a unapequea hornacina que la cierra. Parecen distinguirse hastatres figuras formadas por trazos negros longitudinales y si-nuosos que tienden a la verticalidad. La de la izquierda (fi-gura 1), indita hasta la fecha, est compuesta por una solalnea, que arranca hacia abajo serpenteando hasta introdu-cirse en una pequea oquedad, para finalizar con un girohacia la derecha. Se trata de un motivo de difcil interpreta-cin, siendo el ms deteriorado y menos contrastado del con-junto, lo que ha dificultado notablemente las tareas decalcografa.

    Los otros dos motivos constituyen las formas previa-mente conocidas, interpretadas hasta ahora como una solafigura. Nosotros, sin embargo, basndonos en la acusada dis-continuidad que presentan, en uno de sus tramos, las lneasque las componen, proponemos la existencia de dos figuras(2 y 3). Finalmente, en la parte superior derecha de estas dosformas, sobre un plano de tendencia acusadamente hori-zontal, se han registrado algunos trazos cortos y pequeasmanchas (motivo 4) que no dejan entrever una morfologaconcreta.

    CalcografaUn calco es el resultado de un proceso de observacin

    mediante el que se delimita una figura para poder discernirlay comprenderla con mayor claridad y nitidez. Pero su ndicede fiabilidad ir en proporcin al grado de objetividad queofrezca la tcnica de reproduccin empleada. En este sen-tido, los sistemas de reproduccin digital del arte rupestreson en la actualidad los ms precisos, rpidos e inocuos entrelos que conocemos, y pueden ser aplicados indistintamentea motivos pintados y grabados, tanto en espacios subterr-neos como en abrigos rocosos al aire libre (Maura y Canta-

    FIGURA 4. Fotografa figuras 2 y 3. FIGURA 5. Calco digital del panel completo de la Ermita del

    Calvario.

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    lejo, 2003; 2005 b). Adems de suponer un indiscutibleavance tcnico, la prctica del calco digital responde a unfranco compromiso con la conservacin del arte rupestre, yaque en ningn momento se entra en contacto con las mani-festaciones artsticas o sus soportes.

    Como se afirma en la comunicacin de Asquerino, San-chidrin y Mrquez, el caso de los motivos de la cueva Ermitadel Calvario entraa las mayores dificultades a la hora de re-alizar los trabajos calcogrficos digitales (Asquerino, San-chidrin y Mrquez, 2005: 252-253). En efecto, el

    FIGURA 6. Calco digital, figura 1.

    FIGURA 7. Calco digital, figuras 2 y 3.

    FIGURA 8. Detalles macrofotogrficos de los trazos.

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    procedimiento ms adecuado es en esta ocasin es la selec-cin, paso a paso, de los pxeles considerados como reaspigmentadas, por lo que es imposible obtener un calco demxima calidad. Esto es debido al grado extremo de dete-rioro que presentan algunos tramos de los trazos, as comoa la falta de contraste de una buena parte de ellos. Estehecho, sin embargo, no supone un menoscabo de la meto-dologa de reproduccin grfica digital, ya que en muchosotros casos pueden obtenerse calcos empleando procedi-mientos de seleccin o eliminacin automtica de gamas decolores, en los que la incidencia de las decisiones subjetivasdel especialista es prcticamente nula. Es necesario, pues,haberse enfrentado a problemticas muy diversas para poderenjuiciar con las garantas de la experiencia la fiabilidad decada uno de estos procedimientos.

    Tcnica de ejecucinTodos estos motivos fueron realizados, con toda proba-

    bilidad, a punta de carboncillo, cuya utilizacin ha dejado

    trazos de color oscuro, entre negro y pardo, y aspecto gra-siento. Los trazos son finos e irregulares, y han llegado hastanosotros de forma segmentada y muy cristalizados.

    TemticaAsumiendo las dificultades interpretativas que caracte-

    rizan a este tipo de motivos, no vemos obstculo para con-siderar la posibilidad, en la lnea de los autores que nosprecedieron, de que estos grafismos estn relacionados, enun sentido amplio, con representaciones antropomorfas,sobre todo las figuras 2 y 3, pudiendo adscribirse ambas algnero femenino, de ah el nombre de venus egabrensescon el que se las conoce.

    TipologaLa existencia de paralelos temticos contrasta con la

    singularidad tipolgica que estos motivos presentan, ya queno conocemos categoras en las que puedan ser incluidos connitidez. Sin embargo, s parecen responder al concepto ge-neral con que se concibe esta temtica, expresado de forma

    FIGURA 9. Analogas formales conalgunos enclaves artsticoscuyos conjuntos de figurashumanas femeninaspaleolticas han sido biendocumentadas.

    FIGURA 10. Algunos ejemplos de gruposartsticos paleolticoscompuestos por tres figurashumanas femeninas.

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    esquematizada mediante una lnea sinuosa que conforma laespalda, la nalga y la parte posterior del muslo, enfrentada aotra, ms rectilnea, que representa el vientre y la parte fron-tal de la pierna. En el caso que nos ocupa, el de las figuras 2y 3, nuestra interpretacin contemplara una figura mirandohacia su izquierda en la parte superior, y la otra mirandohacia su derecha en la inferior.

    EstiloComo suele ocurrir en muchas representaciones huma-

    nas femeninas del Paleoltico superior no realizadas en bultoredondo, las de la cueva Ermita del Calvario estn basadas enesquemas sumamente abreviados, sin ms detalles anatmi-cos que las lneas sinuosas que conformaran las nalgas. Lafigura 1, cuya adscripcin resulta, como decimos, bastantems compleja, puede sin embargo querer expresar tambinesta prominencia, ya que es muy semejante a la de la figura2, con lo que se apuntara la posibilidad de que fueran treslas figuras humanas femeninas que fueron representadas eneste lugar. Los grupos formados por tres venus son relati-vamente frecuentes en el arte paleoltico.

    CronologaDado el estado de cristalizacin del pigmento resultara

    complejo extraer una muestra para su anlisis y datacin,por lo que nuestra aproximacin cronolgica tiene un ca-rcter forzosamente relativo. Teniendo en cuenta dicho con-dicionante, los paralelos formales que ms se aproximan a

    estas representaciones las situaran en un momento avan-zado del Paleoltico superior, estando cercanas a las encua-dradas en la fase 1 del Ciclo Final de la Cueva de Ardales, esdecir, hacia un Magdaleniense inicial o medio.

    4. LAS VENUS EGABRENSES EN ELCONTEXTO DE LAS REPRESENTACIONESHUMANAS FEMENINAS DEL SURPENINSULAR

    La confirmacin de la presencia de figuras humanas fe-meninas paleolticas pintadas en la cueva Ermita del Calva-rio supone no slo la mera ampliacin del inventario referidoa esta temtica, tanto a nivel general como en el seno delarte paleoltico meridional en particular, sino que tambingenera un debate sobre la atribucin tipolgica de otros mo-tivos paralelizables. En efecto, las connotaciones humanasque asumimos, tanto para las figuraciones de la cueva Er-mita del Calvario como para las de la cueva de Ardales, nosobligan a reflexionar, con mayor amplitud de miras, sobrela interpretacin de algunas formas plasmadas en los murosde otras cuevas del Medioda de la Pennsula Ibrica, sobretodo teniendo en cuenta la zoomorfizacin como recursogrfico al que las representaciones femeninas podan estarsujetas1. As, algunas figuras documentadas en las cuevasmalagueas de la Pileta, en Benaojn (Breuil, Obermaier yVerner, 1915) o de El Cantal, en Rincn de la Victoria (Can-

    FIGURA 11. Individualizacin de las tresposibles figuras humanasfemeninas de la Ermita delCalvario.

    (1) Recientemente han sido descubiertas algunas figuras pintadas en negro en la cueva de la Murcielaguina atribuibles quiz a esta tipo-loga, adems de otras formas en la cueva de Cholones que sugieren aspectos relacionados con lo femenino. Si as se confirmara, laprovincia de Crdoba se presentara en la actualidad como una de las zonas de mayor inters para el estudio de dicha temtica.

  • LA FIGURA HUMANA FEMENINA EN EL ARTE PARIETAL PALEOLTICO DEL SUR PENINSULAR: A PROPSITO DE LAS VENUS EGABRENSES

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    cueva de la Pileta, una figura con apariencia de foca pin-tada a carboncillo en el interior del gran pez, as como otrasformas lineales pintadas tambin en negro en la sala delLago. No ocurre igual en la cueva de Nerja (Sanchidrin,1994), donde el inters por las formas femeninas parece sehubiera querido concentrar en torno al llamado camarn delos peces. La propia significacin de estos supuestos ictio-morfos ha sido siempre centro de controversia. La cuestinse debate entre peces, focas y figuras femeninas. Sin queconozcamos argumentos definitivos para defender esta l-tima atribucin desde el anlisis de los motivos en s, la ob-servacin de algunos elementos pictricos muy prximoscon una interesante afinidad tcnica y estilstica respecto alas figuraciones de la cueva Ermita del Calvario, debe con-ducirnos, al menos, a su replanteamiento2. Recordemos fi-nalmente la presencia de las venus bitriangularescalcolticas grabadas en las inmediaciones (Sanchidrin,1982, 1994), lo que nos hablara de una predileccin recu-rrente por este lugar para representar dicha temtica quetrasciende los lmites temporales y que corroborara la hi-ptesis de refuerzo del discurso que ya hemos defendido enotros foros en relacin con la coincidencia de dos cdigosgrficos tan dispares sobre un mismo soporte (Maura y Can-talejo, 2005 a), superando en este caso la mera asociaciniconogrfica para extenderse a la propia significacin de losmotivos. Lamentablemente, razones de distinta ndole im-piden que estaciones rupestres paleolticas del foco mala-gueo tan imprescindibles como La Pileta o Nerja cuenten acorto plazo con revisiones realmente actualizadas, como lasllevadas a cabo en las de Ardales o El Cantal, que nos per-mitan abordar desde una ptica global las numerosas inte-rrogantes que en la actualidad est planteando el estudiodel, a veces marginado, si no olvidado, arte paleoltico msmeridional de Europa.

    (2) El estudio llevado a cabo por J. L. Sanchidrin sobre el arte de la cueva de Nerja no recoge la reproduccin grfica de estos motivos. Debido al inters delos mismos para la evaluacin de las figuras de la cueva Ermita del Calvario hemos realizado los correspondientes calcos digitales a partir de fotografasantiguas y, por lo tanto, ni escaladas ni calibradas, por lo que slo tienen un carcter demostrativo, careciendo en absoluto de valor cientfico.

    FIGURA 12. Comprativa entre las venus egabrenses y algunasfiguras negras de la cueva de Nerja.

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  • Rafael Maura Mijares, Juan Carlos Vera Rodrguez, Pedro Cantalejo Duarte, Antonio Moreno Rosas y Antonio Aranda Cruces

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