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MOMENTO V
LINEAMIENTOS ESTRATEGICOS PARA LOGRAR UN DESARROLLO
INSTITUCIONAL FUNDAMENTADO EN LA GOBERNABILIDAD
1. OBJETIVO GENERAL
Desarrollar una guía tipo agenda estratégica que contenga elementos
conceptuales y procedimentales que permitan a las universidades públicas,
estructurar una visión de desarrollo institucional teniendo como fundamento
la gobernabilidad y sus componentes.
2. OBJETIVOS ESPECIFICOS
Describir el contexto de una universidad publica
Conceptualizar el Desarrollo Institucional desde diferentes perspectivas
teóricas y la del investigador
Conceptualizar la Gobernabilidad desde diferentes perspectivas teóricas y la
del investigador
Proponer un ideal de estructura de Gobierno Universitario que propicie la
Gobernabilidad y genere Desarrollo institucional
Estructurar un procedimiento para implementar un proceso de formación en
asuntos políticos y de gobierno universitario para el desarrollo Institucional.
232
3. JUSTIFICACION
Conocer los aspectos relacionados con la gobernabilidad y el
Desarrollo Institucional, desde sus diferentes acepciones, componentes,
elementos, causas y consecuencias de la aplicación en el proceso de
gestión de las organizaciones universitaria reviste capital importancia, debido
a que el líder o gobernante puede derivar e implementar acciones que
permitan fomentar buenas prácticas gerenciales o de buen gobierno,
actuando en consecuencia con la memoria institucional expresada en el
patrimonio epistemológico, al cual debe redundar en el mejor
aprovechamiento para el logro de los resultados.
En tal sentido, estos lineamientos le aportan al lector una visión
panorámica del significado de las categorías inmersas en las situaciones
problemáticas del ambiente universitario en las rutinas académico-
administrativas, las cuales se abordan desde diferentes perspectivas teóricas
con valor práctico y criterios para la gestión, académica e investigativa,
sirviendo de base para mejorar sus prácticas directivas, bajo el presupuesto
ontológico de la no existencia de verdades absolutas, además que a través
del conocimiento se pueden romper los paradigmas epistemológicos que
hasta hoy están vigente en cuanto a los temas de referencia.
Así mismo, dado el valor histórico como de indispensabilidad en el
contexto sociacultural de las universidades en su misión formadora y
transformadora, estos aportes contribuyen a entender las relaciones del
233
tejido social dentro de un proceso de interactividad de la comunidad
universitaria, que para el caso que nos ocupa de las dos universidades LA
UNEFA y UNIGUAJIRA, compromete el futuro individual y colectivo de una
población aproximada a los diez y seis mil (16.000), personas entre
comunidad estudiantil, profesoral, gobierno universitario y demás
trabajadores, que asumen la responsabilidad de formar profesionales,
ciudadanos y desarrollo científico, razón de la importancia del mismo.
4. ANALISIS DE LA SITUACION ACTUAL
Desde los orígenes del ser humano, así como de las formas de
organización social, el hombre ha sentido la necesidad de regular las
relaciones e interacciones de su tejido su social, con el fin de armonizar la
convivencia, resolviendo los conflictos derivados de las guerras por la
propiedad de los territorios, los problemas intrafamiliares inherentes al
reconocimiento de la autoridad paternal o matriarcal, de las creencias
religiosas sobre la existencia misma del ser y la aceptación de un orden
natural regido por uno o varios seres sobrenaturales denominados dioses, a
los cuales se les veneraba y rendía cultos.
En ese orden de ideas, las instituciones se fueron haciendo
necesarias e importantes para administrar los bienes tangibles e intangibles
de la sociedad como por ejemplo, la familia, la iglesia, más tarde el concepto
de estado para regular las relaciones de los seres humanos y entes de un
234
determinado territorio, naciendo el interés por el manejo de tales
instituciones, como instrumento de poder para el dominio de los demás
hombres, así como de los bienes, dando origen al concepto de poder que
hoy se maneja, que toma diferentes denominaciones de acuerdo a la
epistemología disciplinar que lo soporta, como a la función que desempeña
tales como: el poder económico, político, legislativo, judicial o jurisdiccional
como se les conoce en las democracia del mundo.
En relación con la forma de administrar dichos poderes, aparecen
diferentes modelos o paradigmas, que se reconocen a través de la historia y
sus diferentes estadios tales como: el primitivismo, el feudalismo, la
monarquía, el capitalismo, el socialismo, la democracia, entre otros, pero es
necesario resaltar que en cada etapa y forma de gobierno, el hombre a
puesto de manifiesto la necesidad de imprimir e impartir autoridad, como
mecanismo de reconocimiento por el resto de los actores sociales, quienes
responden positivamente en la medida que se identifican con las acciones y
actuaciones de quienes la administran, porque satisfacen sus expectativas
de seguridad, justicia, necesidades básicas, autorrealización, entre otras,
que de ser así se legitima su existencia.
De esta forma, los esquemas o paradigmas sociales de organización,
como de administración, tanto de las relaciones humanas, como de bienes y
servicios requeridos para vivir en un todo social, a fin de lograr el ideal de
sociedad, con justicia y solidaridad, planteado por el hombre a través de la
235
historia de la humanidad, registrada por Platón en su obra la República (en
griego ????te?a, politeia, "forma de gobernar – ciudad”), y por Aristóteles, en
la Política, donde las leyes deberían están al servicio del hombre, ha sido la
preocupación de los distintos continentes, permeando a todas las
organizaciones e incluyendo una de trascendental importancia social como
es la institución encargada de Educar al hombre, elemento esencial para el
desarrollo de los pueblos.
En consecuencia, se puede decir que la educación como bien
intangible o servicio cultural, como hoy se reconoce, incluso desde la
proclamación de los organismos multilaterales; para el logro de su cometido
social, requiere ser mediada por organizaciones e instituciones que la
administren, por lo tanto requieren de un ser social, jurídico con estructura,
funcionalidad y normatividad, que regule la acción del hombre frente al
objetivo medular de formar, dando origen a lo que hoy se conoce como
liceos, colegios y universidades, para encargarse de la responsabilidad,
sobre todas las cosas de mantener el conocimiento científico, de donde toma
su carácter de superior. Borrero (2001).
No obstante, la universidad como organización prestadora del servicio
esencial de educación superior, para el cumplimento de la misión
institucional, ha configurado históricamente diferentes fisonomías y fisiologías
organizacionales, que difieren en todos los contextos, va desde una
organización burocrática piramidal heredada del ejército y la iglesia en siglos
236
pasados, hasta las estructuras colegiales, participativas, como democráticas,
derivadas de las tendencias socialistas y/o liberales de algunos gobiernos u
organizaciones sociales, pero preservando la esencia de ente autónomo, en
el desarrollo de las funciones misionales de docencia, investigación y la
extensión.
Por tal motivo, la sociedad, le ha asignado a la universidad, desde
génesis como institución, para el desarrollo de la misión de formar al hombre
en su carácter de ciudadana profesional, crear ciencia y transformar la
sociedad, fundamentado en el libre desarrollo de la ciencia, así como en la
incesante búsqueda de la verdad científica, la responsabilidad de
autorregularse, autodeterminarse y autogestionarse, con el propósito de
crear espacios de reflexión e investigación, sin la injerencia de factores
externos contaminantes de la producción intelectual, creándola objetiva y
libre, donde se soporte su condición de escenario de la crítica ideológica .
Sin embargo, tal blindaje de la autonomía parece haber resultado
vulnerable, de tal modo que se ha venido ejerciendo de forma relativa, debido
quizás a la dependencia y a la utilización de la educación como formas de
sometimiento de los pueblos a los regímenes estatales o grupos sociales
dominantes, como es el caso muy conocido en la historia de la universidad
napoleónica del siglo XVIII, que limitaba el estudio de la ciencia aquellas que
fueran capaces de arribar a la virtud, preocupada por su politización de
docentes y estudiantes, sin el control del estado. Borrero, (2001).
237
En ese sentido, para Casanova (1999), se configurado una especie de
isoformismo coercitivo, en la relación universidad-gobierno estatal. En
América Latina, por ejemplo, después de la reforma universitaria de
Córdoba en Argentina, como también de otros movimientos estudiantiles,
atendiendo los lineamientos de organismos multilaterales en sus protocolos
internacionales, se han propiciado sistemas de financiamiento como
mecanismos para incrementar el acceso de la población estudiantil al
sistema de educación superior, lo que debería entenderse como una
obligación derivada de la responsabilidad social del ente público; pero no ha
sucedido así, por el contrario, se ha gestado una relación dependiente de los
intereses políticos de los gobernantes.
Ahora bien, la autonomía y por ende la gobernabilidad, en las
universidades, no solo se ve afectada por los agentes externos mencionados,
sino por el manejo de las relaciones de poder al interior de las mismas
instituciones, producto de las complejas interacciones y relaciones socio-
políticas, que llevan implícito el poder económico y político inherente al
manejo de las organizaciones, Castellano (2006), los cuales como es obvio,
implican consensos para garantizar su normal desarrollo, que van desde el
primer acuerdo para el diseño de la misión, hasta el planteamiento de las
estructuras de gobierno y dirección, los sistemas de comunicación, la
plataforma ética, es decir la creación de la cultura organizacional o
institucional.
238
En pero, de no darse este consenso esto genera relaciones
interpersonales e inter-estamentales conflictivas como resultado de las
condiciones subestandar o desviaciones del deber ser institucional, debido a
que la comunidad (estamentos), no se siente participe de los procesos,
trabajos institucionales, ni de la toma de decisiones, lo que debilita la
gobernabilidad, dando origen a lo que se conoce como fronteras grupales o
grupos de poder, los cuales se polarizan, presentándose el fenómenos del
desacato, intolerancia y desobediencia civil, por parte de los actores del
conflicto, como consecuencia del enfrentamiento de los grupos y la
administración del gobierno universitario.
Así mismo, la complejidad organizacional, la desarticulación sistémica
derivada de la confrontación permanente de los diferentes estamentos,
estudiantes, profesores, administrativos, trabajadores, la multiplicidad de
organizaciones sociales y sindicales que obedecen a ideologías e intereses
disimiles, la diversidad étnica cultural, la relación universidad sector
productivo, universidad estado, los subsistemas que interactúan
permanentemente donde se intercambian códigos, simbolismos, creencias,
valores, principios, energías entre otros, dificulta inferir los resultados,
también es una posible causa generadoras de ingobernabilidad.
Por otro lado, la mala distribución de las instancias de poder y de los
recursos crean desajustes en la dinámica institucional, afectando el proceso
de desarrollo, evidencias de ello, son las constantes intervenciones de la
comunidad universitaria, por las vías de hecho, para demandar
239
reivindicaciones, participaciones, o reclamaciones que generalmente
terminan en disturbios, destrucción de bienes y propiedades de las
universidades, que afectan sus patrimonio económico y social.
Según Gómez, (2004), para referirse a la problemática de la
gobernabilidad en la universidad Colombiana, comenta que se han divulgado
a la opinión pública nacional Colombiana, numerosos conflictos suscitado por
los procesos de escogencia de directivas, caracterizado por manifestaciones
violentas como: paros, bloqueo de instalaciones, retención temporal de
funcionarios, presiones y amenazas a la integridad física, epítetos,
denigración del carácter y de género, hojas, letreros, pancartas
descalificantes, prácticas de macartismo político, producto de las relaciones
internas de poder.
Por otro lado, la universidad pública, además de las características
transversales a este tipo de organización, tiene un elemento adicional que es
su carácter de ente público, que nace generalmente de la responsabilidad
constitucional de los estados de garantizar la formación, frente a él subyacen
factores que se convierten en elementos generadores de conflictos, que
debilitan la acción del gobierno universitario, como es el caso de la
concepción política asumida por sectores sociales que han homologado la
relación administración-comunidad universitaria, a la obrero-patronal de dicha
doctrina, donde necesariamente debe mediar la acción beligerante para
lograr los consensos frente a las acciones y gestiones del desarrollo
organizacional.
240
Otro factor, que ha potencializado la problemática de la
ingobernabilidad, menguando el proceso de desarrollo de la universidad, en
el posicionamiento de la universidad pública en el mercado social de la
educación superior, es la implementación de la democracia organizacional
sin control, en la conformación del gobierno universitario, utilizado la consulta
popular como mecanismo de escogencia de la representatividad en el
gobierno universitario, expresada a través del voto, lo que ha permitido la
utilización de estrategias clientelistas y acciones grupistas de poder, como la
negociación de notas, aprobación de salidas de campo, visitas
empresariales, la compra del voto, la presión de las voluntades populares por
la intimidación y la violencia. Gómez (2004).
Así mismo, el modelo presidencialista de las rectorías, caracterizadas
por la centralización funcional, la concentración de poder y los problemas
comunicacionales propician la desmotivación del personal dañando el clima
organizacional, manifestándose en la baja de la productividad académica
para el caso de los docente y del desempeño laboral en los trabajadores,
reduciendo la capacidad creativa e innovadora pilar del desarrollo de las
organizaciones contemporánea.
5. CONCEPTUALIZACION DEL GOBIERNO UNIVERSITARIO
El gobierno universitario, ha tomado diferentes denominaciones tales
como: administración universitaria, dirección universitaria, administración de
241
asuntos académicos, gestión universitaria, dirección universitaria y política
universitaria entre otros. Tal diversidad implica énfasis y contenidos distintos,
mientras los términos de administración o gestión han remitido de manera
tradicional a los procesos de orden técnico e instrumental, con el término
política, aplicado a la educación superior, se hace referencia a las
negociaciones y compromisos que se establecen entre los grupos de interés
en la universidad.
En tal sentido, el concepto de gobierno universitario ofrece la
posibilidad descriptivo analítica de integrar la variedad de procesos
operativos políticos contextuales que se articulan en el ejercicio directivo de
la universidad, que dicho concepto abarca en sentido amplio, la conjunción
de procesos de Organización, Dirección, Distribución y Ejercicio de la
autoridad, así como la relación entre el conjunto institucional universitario con
los diferentes niveles de gobierno.
Según Gómez (2004), el gobierno de una institución es el conjunto de
organismos, actores, relaciones, normas, procedimientos y recursos, que le
permiten definir su visión estratégica, objetivos y metas, planificar los medios
y recursos necesarios, así como tomar las decisiones requeridas para el
logro de dichos objetivos. Puede distinguirse entre gobierno interno y
externo, este ultimo referido a las relaciones entre el gobierno interno de la
universidad, el estado y otros actores externos, en cuanto a las líneas de
autoridad en la institución. El gobierno es uno de los principales factores que
242
determinan su desempeño, a su vez, tanto la cultura institucional como las
acciones de actores y poderes, internos y externos, conforman el contexto de
legitimidad y gobernabilidad.
6. TIPOS DE GOBIERNO DE GOBIERNO UNIVERSITARIO
Según Gómez (2004), en el contexto internacional es posible
identificar dos grandes modalidades de gobierno universitario, acompañadas
de diversas formas hibridas que combinan característica de una u otra, la
primera es la colegial o colegiada caracterizada por órganos colectivos de
gobierno, en lugar de autoridades unipersonales, compuestos por diversos
actores y poderes como el gobierno, el sector productivo, los docentes, los
estudiantes, los egresados, típicamente con una gran influencia del
estamento profesoral y cuyas decisiones se toman mediante la consulta y la
negociación. Usualmente, los estamentos profesoral y estudiantil, ejercen un
gran poder en la designación del Rector.
En cuanto a la segunda modalidad, llamada gobierno profesional,
predomina la toma de decisiones en autoridades unipersonales como el
rector o el presidente, que a su vez están sujetas a nombramientos y
evaluación por parte de las autoridades de gobierno o Consejos directivos,
estos últimos son nombrados por las autoridades de gobierno a nivel
nacional o regional, como ministerios o secretarias de educación, órganos
legislativo estatales entre otros, El nombramiento de estos órganos no se
243
hace bajo criterios de meritocracia o de representación de diversos sectores
de la sociedad.
Desde la misma perspectiva Baldrige (1992), manifiesta que el modelo
colegiado presupone una organización en la cual las funciones están
diferenciadas, pero se logra una coordinación o integración mediante una
dinámica de consensos. En una universidad la organización colegial privilegia
al personal académico cuya autoridad e influencia dependen de sus
conocimientos más que de sus aspectos formales, su base de autoridad es la
comunidad de pares o colegas más que una burocracia jerarquizada. El
modelo colegiado apela a favor de la libertad profesional del catedrático, del
consenso, de la consulta democrática y de una educación más humana y
menos impersonal.
Según Casanova (1989), el modelo colegiado tiene como origen la
idea comunitaria de las primeras universidades. La toma de decisiones
mediante el consenso de los miembros de la comunidad constituye el
fundamento básico de la coexistencia entre sujetos que, aun manteniendo
actividades y especialidades diferentes, cuentan con objetivos comunes, en
este modelo se enfatiza en la no jerarquía, la cooperación y la
autodeterminación. La municipalidad de elementos de la institución se
articula por los intereses comunes y el sentido de comunidad académica
legitima las decisiones.
244
Para Martínez (2000), El modelo colegial, es construido sobre la
noción de un autogobierno fundado en el acuerdo en los valores básicos,
sobre las reglas de convivencia y sobre las prácticas legítimas. Es un modelo
horizontal, democrático, con predominio de los órganos colectivos, que aspira
al consenso requiriendo homogeneidad en las actividades.
Para Casanova (1989), Uno de los modelos o tipos de gobierno
universitarios es el modelo burocrático que surge de la concepción
Weberiana Clásica, en el modelo se apela a la racionalidad legal en el
proceso de toma de decisiones, asumiendo que las instituciones tienen una
estructura organizacional bien definida, en el cual las metas y procedimientos
están claramente establecidos. En este mismo marco de análisis, sin
embargo, se plantea otro esquema caracterizado como burocrático-
profesional tradicional, el cual se fundamenta en la combinación de los
rasgos de la burocracia y de los de las organizaciones profesionales.
Mientras que la burocracia tradicional, se gobierna a partir de reglas
formales y la legitimidad que se obtiene de la autoridad legal-racional, en las
organizaciones profesionales se gobierna con base en un sistema de valores
propios de la profesión o la disciplina, más que en los de la organización. De
igual manera, mientras en la burocracia tradicional predominan los esquemas
centralizados de gobierno, las organizaciones profesionales tienden por el
contrario a una mayor descentralización del poder y de las
responsabilidades. Sin embargo, aunque en tales organizaciones las norma
245
emanan del colectivo profesional o disciplinario, lo cierto es que existe una
considerable estandarización de las tareas y los programas.
7. CONCEPTUALIZACION DE GOBERNABILIDAD
En cuanto a la gobernabilidad se entiende como la capacidad que
posee el gobierno universitario, que para el caso, son los diferentes
organismos de carácter individual o colegiado, que toman decisiones
colectivas bajo diferentes modalidades de deliberación, para interpretar el
conjunto de necesidades, expectativas y demandas de la comunidad
universitaria entendiéndose esta como estudiantes, profesores,
administrativos, trabajadores oficiales, contratistas, así como egresados y la
sociedad, para convertirlas en objetivos estratégicos en la gestión de
docencia, investigación y extensión, operacionalizarlas a través de planes,
proyectos, programas, investigaciones y servicios complementarios
académicos en el logro de los resultados.
En coherencia con lo anterior, esta capacidad debe llevar implícita la
capacidad de liderazgo del gobernante para lograr la aceptación de la
comunidad de la autoridad desde diferentes ángulos de la psicología y praxis
organizacional, por lo tanto, esta puede ser deontológica, es decir aquella
fundamentada en el poder o facultad que le otorga el cargo que ostenta el
directivo, la legal racional, la derivada de la normatividad que rige la
universidad como las leyes, los estatutos y reglamentos, por otro lado, la
246
epistemológica, aquella obtenida por la condición de experto y educación
formal profesional que inspira respeto y reconocimiento, por último la
relacional, capacidad para influir por sus comportamientos psicoafectivos e
inteligencia social para relacionarse con la comunidad universitaria.
Desde la perspectiva de Gómez (2004), se entiende por
gobernabilidad el grado de eficacia y legitimidad en el ejercicio de la función
de gobierno, entendida la eficacia como la capacidad de dirección y
coordinación del desarrollo de las partes, es decir los individuos y unidades
académicas. Sin embargo, lograr estados de gobernabilidad en las
universidades públicas no es una acción sencilla dada la complejidad de sus
estructuras de relaciones internas y externas, es decir con la comunidad
universitaria, con el gobierno y la sociedad civil.
Por otro lado, Acosta (2000), considera que la gobernabilidad es una
dimensión estrictamente política, donde se configuran las agendas, los
acuerdos, el esquema básico de intercambios políticos entre los actores
institucionales y tiene que ver con las restricciones, estilos de conducción,
modelos políticos de toma de decisiones, es decir la capacidad del sistema
para atender eficazmente las demandas de los grupos internos mediante
formulas institucionales de resolución de conflictos y producción de acuerdos.
Mientras tanto, Navarro (2005), conceptúa, que la gobernabilidad es
más amplia y se relaciona con la capacidad de los gobernantes libremente
elegidos para actuar eficazmente en procura del bienestar del conjunto de
gobernados, definición que determina que los elementos de la gobernabilidad
247
serán la legitimidad y la eficacia, el primero responde, en un primer momento,
a lo formal, al hecho de ser elegido en un proceso electoral, en tanto que el
segundo, es producto del ejercicio de gobernar, esto es, ejercer el poder en
todos los ámbito. A estos elementos, las tesis de la gobernabilidad le
agregan, el respeto a la legalidad, a las distintas funciones del Estado, a las
decisiones que éstas aprueben, al juego político y al ejercicio democrático
que implican las movilizaciones sociales, entre otras.
8. CONCEPTO DE INSTITUCION
Dada la complejidad temática es importante para interpretar los
lineamientos tener claridad conceptual de lo que es una institución, lo que
representa para la sociedad, de esa manera se pueden establecer conductas
y conservar distancia de respeto frente algunas instituciones de reconocida
prestancia y reconocida necesidad social por lo cual, quienes tenga la
oportunidad de dirigir deben actuar bajo eso principios que las rigen
haciéndola meritorias de reconocimiento.
En ese sentido, North (1993), señala que las instituciones son las
reglas del juego en una sociedad o más formalmente, son las limitaciones
ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana, estas
conforman no solo la base de cualquier sistema político, sino que afectan el
desempeño de la economía, reducen la incertidumbre por el hecho que
proporcionan una estructura a la vida diaria. Así mismo Berger (2000),
248
concibe dentro de un enfoque neoinstitucionalista que las instituciones
proporcionan maneras de actuar por medio de las cuales es modelada y
obligada a marchar la conducta humana.
En ese orden de ideas, según Miró (2006), se entiende por institución
cualquier organismo o grupo social, que con unos determinados medios,
persigue la realización de unos propósitos, sin embargo, dentro de la
literatura económica, se utiliza el concepto como algo más genérico, como la
forma en que se relacionan los seres humanos de una determinada
sociedad, buscando mayor beneficio para el grupo, estas relaciones estarán
guidas por un conjunto de normas o reglas que auto limitan o restringen el
ámbito de actuación de los individuos; el beneficio de la institución es mayor
cuanto más eficiencia genere en la economía y más minimice los costos de
transacción y de información.
9. DESARROLLO INSTITUCIONAL
Por otra parte, es importante también centrar la atención en el
significado de desarrollo institucional en una universidad pública, teniendo
en cuenta, tanto mi experiencia, como los resultados de la investigación, es
el incremento diferenciado de los bienes tangibles e intangibles de la
universidad, los cuales se evidencian en los resultados obtenidos de las
acciones y gestiones emprendidas por la universidad contenidas en sus
proyectos educativos institucionales, planes de desarrollo y otros
249
documentos de direccionamiento estratégico, comparados con los
estándares de calidad establecidos para los procesos de gestión académica,
producción de profesionales egresados para el ejercicio laboral,
competencias ciudadanas y pertinencia social de sus acciones, los cuales
son medidos a través de los indicadores de gestión.
Desde la perspectiva de la función pública estatal según López (1999),
se destacan tres campos prioritarios para lograr el desarrollo institucional de
los gobiernos locales así: El administrativo que tiene que ver con el
desarrollo del recurso humano, diseño de planes estratégicos y tecnologías
administrativas; el financiero, en la modernización tributaria y nuevas
modalidades de financiamiento y lo jurídico, los gobiernos deben tomar
iniciativa en las reformas legales referidas a la descentralización.
Para Cárdenas (2006), Al hablar de desarrollo institucional se
proyectan los imaginarios que tienen tanto los administrativos, como los
académicos y demás agentes participantes de las instituciones. Dichos
imaginarios corresponden al aumento de recursos económicos, humanos, el
mejoramiento de la infraestructura, la organización de cronogramas, planes
de acción, entre otros elementos que se esperan contribuyan a la proyección
y el cumplimiento de elementos estratégicos de las instituciones. Así, el
desarrollo institucional es el resultado de la ejecución de planes de acción o
mejoramiento que internos o externos proponen para abordar las
problemáticas existentes dentro de las mismas.
250
Por otro lado, Viteri (2007), La debilidad o escaso desarrollo institucional de
los gobiernos locales constituye un serio obstáculo para el éxito de la
descentralización; en consecuencia resulta prioritario el esfuerzo destinado a
desarrollarlos institucionalmente y destaca tres campos prioritarios:
administrativo, financiero y jurídico. En lo administrativo proveer el desarrollo
de los recursos humanos, constituyéndose para este efecto la capacitación
como objetivo permanente; abandonar la visión de corto plazo de la
planificación, para dar paso a una visión de futuro de manera que
10. ESTRUCTURA IDEAL DE GOBIERNO UNIVERSITARIO PARA
GARANTIZAR LA GOBERNABILIDAD Y EL DESARROLLO
INSTITUCIONAL
Independientemente de la naturaleza de universidad pública, es decir,
sea de administración militar, civil, religiosa, por su carácter de bien público,
su condición de autónoma que la tradición histórica le ha otorgado a este tipo
de organización, por aquello de preservar libre de contaminación la
producción científica, estas deben combinar el modelo de gobierno ,
aprovechando las ventajas del modelo profesional (individual), y el grupal
colegiado (colegiado), tanto en los órganos de línea directa de autoridad,
como en aquellos de carácter staff, de coordinación o asesoría, dando
apertura a la participación de la comunidad universitaria en los dos contextos.
En cuanto al modelo colegiado, este debe cobijar a organismos por
naturaleza de carácter plural así: Consejo Superior, de Dirección, Directivo, o
251
cualquier otra denominación que reciba, Consejo Académico; Consejos de
Facultad o de programas académicos; comités tales como: Evaluación y
Perfeccionamiento Docente, Asignación de Puntajes y Asignación Salarial,
Admisión de estudiantes, registro y control de resultados académicos,
Central de investigación, por facultad o programas académicos,
Autoevaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad, Bienestar
universitario, entre otros, dependiendo de la cultura, tamaño y necesidades
de la organización.
En cuanto al Consejo Superior o Directivo, en su conformación deben
estar representados los diferentes estamentos universitarios en el numero
convenido en los estatutos reglamentarios de la universidad asi:
Representación de la comunidad estudiantil, profesoral, de egresados
directivos y trabajadores, esto permite que se pueda en dialéctica
argumentada tocar con decisión la problemática de estos diferentes grupos
focales, tratando de lograr consensos antes de implementar la acción a
través del voto democrático, por lo que se recomienda usar mayorías
especiales y no la absoluta de la mitad mas uno, para aquellos temas que
toquen aspectos estructurales o de fondo de la institución.
También, debe estar representados los grupos de interés del entorno,
en cuanto al gobierno estatal, sea este, de carácter regional o nacional; el
sector productivo que tenga asiento en la circunscripción a que pertenezca la
universidad, por último los grupos sociales y comunitarios, estas
representaciones no deben tener votos para la toma de decisiones,
252
fundamentado en la necesidad de blindar la autonomía universitaria y evitar
lo que he denominado como isomorfismo coercitivo o presión indebida que
ejercen los entes externos a la universidad por cualquier razón de tipo
político, económico, credo entre otro, por lo tanto estos deben aportar ideas
para el mejoramiento de los procesos internos, que los resultados beneficien
los intereses de sus representados.
En el caso especifico de la representación estatal, como sucede en
Colombia, donde la presidencia del Consejo Superior de la Universidad, es
un representante de la Nación para el caso de las nacionales, el gobernador
para las departamentales y el Alcalde, de las Municipales, de acuerdo a la ley
30 de (1992), esta intromisión en la autonomía constitucional, le hace daño a
la gobernabilidad institucional interna, debido a la presión que se hace
mediante la suspensión de flujos de recursos, que este debe hacer en
calidad de aportes a la universidad respectiva; así mismo, se ejerce una
influencia psicológica por el poder que representa en los demás miembros,
estableciéndose dos fuerzas de poder, la del rector y la de la autoridad
estatal.
En virtud de ello, se presenta una pugna por el poder interno,
creándose las famosas coaliciones de gobierno que casi siempre no
responden a los intereses institucionales de desarrollo de la universidad, si
no los intereses personales o de grupos de dominación política, deteriorando
la gobernabilidad interna y por obvias razones afectando el desarrollo
institucional.
253
Grafica N° 9
Modelo de Conformación de Consejo Superior o Directivo, forma de escogencia y decisión
Fuente: Sierra (2010)
En lo que se refiere al Consejo Académico, organismo de gobierno
universitario de suma importancia debido a la naturaleza y función social de
la universidad, este se considera la máxima autoridad académica, debe estar
integrado por representantes de los estamentos universitario únicamente, es
decir los estudiantes, docentes, administrativos y egresados como sensores
de la necesidad de la actualización curricular, el número de participantes de
cada estamento debe ser de igual participación y su escogencia debe
hacerse por medio de consulta popular a través de cualquier mecanismo
254
democrático, de todas forma debe primar en términos de requisito el nive l
académico en lo que respecta a los estudiantes, en cuanto a los profesores
su experiencia, categoría y capacidad de liderazgo dentro del los mismos.
El Rector debe presidir este organismo o en su defecto el Vicerrector
académico, las decisiones deben pasar por un proceso dialectico
argumentado pertinente como se espera suceda dentro de lo que se
considera templo del saber y producción de conocimiento científico, que de
no encontrarse el consenso este debe presionarse a través del voto
democrático, sin embargo la unanimidad es un instrumento que le da
legitimidad y gobernabilidad a las decisiones del consejo para implementar
los procesos y programas que se deriven de tales decisiones.
Así las cosas, este organismo de gobierno universitario debe
encargarse como lo demanda su investidura de alta gerencia académica del
diseño de las políticas y directrices de carácter académico, como las
relacionadas con la admisión, selección de estudiantes y profesores, diseño
de programas académicos en toda la cadena formativa superior así como de
la pertinencia de sus estructuras curriculares; establecimiento de estándares
de calidad en lo académico, modelos pedagógicos e instruccional a seguir,
entre otros
255
Grafica N° 10
Modelo de Conformación de Consejo Académico, forma de escogencia y decisión
Fuente: Sierra (2010)
Otro organismo dentro de la línea del pluralismo y participación de la
comunidad dentro del gobierno universitario, se puede considerar a los
Consejos de Facultad, Departamento o de Programas académicos
obedeciendo estos al modelo de organización que opte la universidad, el cual
debe estructurarse teniendo en cuenta la representación del estamento
estudiantil, profesoral y las autoridades de carácter singular de la
dependencia de que se trate, es decir decanos, directores o coordinadores
de programas, departamentos o cualquier otro.
En cuanto a la forma de escogencia, la representación estudiantil,
profesoral y de egresados, debe hacerse de forma democrática, previo
256
establecimiento en los estatutos de las calidades académicas, capacidad de
liderazgo, condiciones morales y éticas de los candidatos, dada su condición
de doble propósito que se le otorga a este organismo, el cual deberá
encargarse de dar directrices a los Decanos o Directores de Programas
según sea el caso, con sujeción a las normas, directrices del Consejo
Superior y Académico en los asuntos académico-administrativos de la
facultad, departamento o programa académico.
En lo que se refiere a la toma de decisiones grupales en sesiones del
Consejo, esta deben ser democráticas estableciendo esquemas que
garanticen la participación en el proceso parlamentario y al igual que los dos
consejos anteriores debe primar el debate argumentado de los temas antes
de la imposición del voto autoritario de las mayorías producto de coaliciones
amañadas a intereses alejados del deber ser y de los intereses de la
institución.
De acuerdo a la experiencia, estos órganos tienen un elevado poder
debido al manejo de asuntos que tocan la rutina estudiantil y profesoral como
son temas que tienen que ver con homologaciones, transferencias de
estudiantes de otras universidades, problemas disciplinarios de estudiantes,
análisis de propuestas de creación de grupos y semilleros de investigación
que después son refrendados por el centro o la vicerrectorado de
investigación de la universidad, es importante evitar la manipulación por
concentración y exceso de poder.
257
Grafica N° 11
Modelo de Conformación de Consejo de Facultad o Programa, forma de escogencia y decisión
Fuente: Sierra (2010).
10.1 ORGANOS INDIVIDUALES DEL GOBIERNO UNIVERSITARIO
En lo atinente a los órganos individuales de gobierno, se encuentra el
Rector, que hace la representación legal de la universidad, el máximo
ejecutivo de la administración, en cuanto a esta investidura se recomienda
que su forma de escogencia se haga de forma democrática por consulta
popular de convocatoria abierta que realice el Consejo Superior universitario,
fijando perfiles altos académicos y experiencia administrativa en la gestión
académica, para garantizar la legitimidad epistemológica por parte de la
258
comunidad universitaria, que desde luego será ratificada por la aplicaciones
de esos conocimientos en la gestión y cumplimiento de las propuestas
convertidas en planes que le dará definitivamente la gobernabilidad.
En ese sentido, en la consulta popular deben participar todos los
estamentos universitarios estableciéndose mecanismos que garanticen la
equidad en la participación numérica de cada estamento como la
ponderación del voto u otra modalidad, no es conveniente para la autonomía
universitaria la designación o participación en la escogencia de los
organismos estatales como se hacía en épocas pasadas en Colombia y
obviamente en la Universidad de la Guajira, esto politiza la universidad,
distanciándose del objetos social formativo y generador de conocimiento.
En cuanto a los Vicerectores, Decanos y Directores de Programas y
Departamentos, estos deben ser nombrados o designados por el Rector de la
universidad, para garantizar la unidad demando administrativa, teniendo en
cuenta los perfiles establecidos en los manuales de función de la institución,
los cuales deben también conservar las tres tendencias, las competencias
gerenciales para el manejo de las funciones del cargo, la educación formal
certificada y las condiciones de líderes éticos, capaz de formar con el
ejemplo de ser aceptados o legitimados deontológica, epistemológica y
legalmente.
En forma general, es importante tener en cuenta que la estructura
jerárquica por la estructura psicolingüística organizacional pública, es muy
fuerte tratar de evitarlas con sus consabidas características de verticalidad y
259
piramidalidad, sobre todo en la universidad de corte militar, sin embargo, es
necesario tratar de achatar la estructura organizativa estableciendo pocos
niveles jerárquicos, estos no deben sobrepasar los tres niveles y estar
acompañados de otros organismos plurales de coordinación, asesoría como
comités, comisiones de trabajo, equipos de alto rendimiento.
Gráfica N° 12
Estructura mínima de Gobierno de una Universidad Pública
Fuente: Sierra (2010)
260
10.2 ORGANISMOS STAFF O COORDINACION PROPUESTOS
En lo que respecta a los organismos staff o de coordinación estos
sirven de apoyo a las decisiones de los de gobierno de línea, son
importantes porque aunque en mucho de ellos, dependiendo de los intereses
de la institución, sus decisiones no tienen carácter de obligatoriedad para los
de línea directa de autoridad estos con su aportes trabajo grupal científico y
mesurado por su alta formación académica y representación de la alta
dirección sus consejos pueden direccionar, prevenir o controlar efectos de
posibles decisiones a tomar. Entre ellos propongo los siguientes:
Cuadro N° 10
Fuente: Sierra (2010)
11. CARACTERISTICAS DEL MODELO BASICO DE GOBIERNO Y GESTION
Alguna de las características que subyacen al modelo propuesto de
gestión y gobierno universitario se condensan en lo siguiente:
261
Estructura organizacional basa en las funciones básicas misiones de
docencia, investigación y extensión
Estilo de gobierno democrático, participativo y consultivo legitimado
desde las perspectivas definidas en el documento.
La gestión administrativa gerencial en función de la académica es
decir garantizar la eficacia de los procesos, recursos para ofrecer programas
académicos pertinentes, formar profesionales y ciudadanos integrales
competentes
Planificación estratégica y prospectiva expresada en los proyectos
educativos institucionales, planes de desarrollos, agendas prospectivas,
planes operativos de acción.
Modelo de Gestión sistémico, basado en procesos y en la satisfacción
de las demandas de la comunidad universitaria y los grupos de interés de la
sociedad.
Modelo de control de la gestión fundamentado en el autocontrol y
autorregulación de los componentes de direccionamientos estratégico,
evaluación de la gestión administrativa y control de los riegos derivados de
la ejecución de los procesos misionales, de apoyo administrativo, de
planificación así como del mismo control.