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Monografía Neurosicoeducación – Paula Roulet
Alumnos y Maestros Neurosicoeducados.
La clave del aprendizaje y el cambio educativo.
No es de sorprender que de niña jugara a la maestra; todos los niños lo
hacen. Sin embargo, a medida que fui creciendo las ganas de enseñar se hicieron
más fuertes. Y no importaba la materia ni el tema, si había alguien que no entendía,
ahí estaba yo, tratando de ayudar. Cuando termine la secundaria, sin dudarlo,
comencé el profesorado de Ingles y junto con él, empezó mi primer trabajo como
maestra. Rápidamente note que la carrera me instruía excepcionalmente en el
manejo del idioma y la cultura inglesa. Me enorgullecía todo lo que sabía: la historia
del Reino Unido, los grandes nombres de su literatura, los ríos y mares, el análisis
gramatical y lingüístico del idioma y hasta el detalle mas mínimo de la fonética y
dicción. Sin embargo, a pesar de saber tanto, no lograba que mis alumnos
aprendieran. Aplicaba todos los conocimientos de metodología y pedagogía que
había aprendido y aun así no alcanzaba, no lograba resolver mi mayor preocupación
¿Como logro que mis alumnos aprendan?
En mi lucha por encontrar una respuesta,
descubrí la Neurosicoeducación, que de forma práctica
y clara logro darme las herramientas necesarias para
poder motivar a mis alumnos, hacerlos conscientes de
su propio aprendizaje, ayudarlos a disfrutar y
transmitirles las bases de esta Línea de Cambio que
los transformará en personas empáticas, altruistas y con valores.
Los invito a ver cómo podemos crear clases cerebro-compatibles y alumnos
neurosicoeducados.
Monografía Neurosicoeducación – Paula Roulet
La computadora dentro de la computadora: Lóbulos Pre frontales
Los seremos humanos estamos regidos por una unidad indivisible cuya
principal función es la supervivencia:
Pero sobrevivir en el mundo de hoy dista bastante de la supervivencia en los
tiempos del hombre de las cavernas, donde los peligros eran detectados por los
sentidos y las acciones, ante los problemas, eran rápidas e inmediatas.
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Nuestra Unidad Cuerpo Cerebro Mente debe adaptarse a nuestro mundo
civilizado, donde los problemas y peligros modernos que atacan nuestra
supervivencia no solo son detectados por los sentidos, sino que su resolución y
respuesta implican el desarrollo de un grupo de funciones ejecutivas y cognitivas.
Es necesario que desde nuestro lugar de docentes favorezcamos el
entrenamiento y estimulación adecuados que permitan el dominio de estas
funciones, esenciales para el buen funcionamiento social, académico y personal de
los alumnos. De esta forma estamos dando el primer paso para lograr personas
neurosicoeducadas, permitiéndoles alcanzar sus metas, al tratarse de una función
que planifica, anticipa y reajusta constantemente.
Como estimulamos el fortalecimiento de las funciones ejecutivas?
Entrenamos con estrategias de aprendizaje: la importancia de armar
mapas conceptuales, el resumen, la lectura comprensiva, la identificación de
ideas primarias y secundarias.
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Alentamos a pautar y reconocer metas: ¿Qué espero aprender este nuevo
trimestre? ¿Qué habilidades quiero lograr? ¿Cuales quiero mejorar? ¿Por
dónde empiezo?
Ayudamos a la elaboración de un plan para conseguir las metas:
¿Cuánto tiempo debo dedicar para lograrlo? ¿Qué estrategias de aprendizaje
me van a beneficiar en esta nueva meta? ¿Cuál es el orden de prioridad para
lograr mi objetivo?
Incitamos a reflexionar y verbalizar durante el proceso: ¿Me siento
cómodo con este plan? ¿Hay algo que debo cambiar? ¿Hay algo que puedo
incluir?
Favorecemos la autoevaluación: ¿Logre alcanzar la meta? ¿Qué debería
haber cambiado? ¿Qué necesito ajustar para la próxima vez? ¿Cómo me
siento con este logro?
Reforzamos y reconocemos sus logros: Mostramos que el esfuerzo dio sus
frutos y que si pensamos y nos sabemos organizar podemos lograr nuestros
objetivos mientras disfrutamos del proceso.
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Estas funciones cognitivas y
ejecutivas se asientan en la parte más
evolucionada de nuestro cerebro: los
Lóbulos Pre Frontales (LPF),
responsables de hacernos “humanos”
frenando nuestras conductas más
primitivas, dándonos un sentido de existencia, conciencia e inteligencia emocional.
La verdadera clave para crecer como seres humanos íntegros, empáticos y
observadores conscientes de nuestra mente es poder lograr la
Prefrontalizacion de nuestras acciones, es decir, fortalecer nuestros LPF para
lograr un verdadero manejo de nuestras emociones y nuestras conductas. Tenemos
que imaginarnos que nuestros LPF son la torre de control de nuestro cerebro que
maneja la capacidad de aprender y adaptarnos a nuevas realidades permitiendo los
cambios necesarios para modificar nuestra conducta y crear nuevas experiencias.
Si los LPF de nuestros alumnos están activados y motivados vamos a poder sacar lo
mejor de sus capacidades y un alto rendimiento de su aprendizaje.
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Sin embargo, siempre estará presente una respuesta que, aunque natural y
necesaria para la supervivencia, si se da en exceso produce una sobrecarga de
tensión que repercute en el ámbito físico y emocional: el ESTRES. Debemos estar
preparados para saber cómo funciona y como evitamos que se filtre en nuestras
clases y apague las capacidades fundamentales que nos permiten contrarrestarlo.
Cómo funciona el estrés. Y como podemos impedir que se cuele en nuestras
clases.
Cualquier factor del medio Ambiente puede romper con el equilibrio de
nuestro organismo y activar nuestra UCCM en modo pro supervivencia lo que nos
genera estrés. Se limita el sistema atencional voluntario y disminuye la capacidad de
pensar ya que nuestra UCCM está demasiado ocupada tratando de resolver el
peligro que acecha como para encargarse de prestar atención a estímulos que no
resuelven el peligro inmediato.
La amígdala cerebral, encargada del procesamiento y almacenamiento de
reacciones emocionales, es activada ante una situación estresante generando la
estimulación de las glándulas suprarrenales que comienzan a liberar adrenalina o
también llamada epinefrina. Esta hormona y neurotransmisor dilata los vasos
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sanguíneos aumentando la frecuencia cardiaca y
preparando al cuerpo para luchar o huir de una
situación que pone en peligro su supervivencia y
que estimula a la amígdala aun mucho mas,
generando una ansiedad crónica que deviene en
un estado de constante estrés. Como ya hemos visto, en el mundo de hoy, los
peligros que atacan a nuestra UCCM no son leones hambrientos, ni estampidas de
animales. Generalmente, son problemas que requieren del uso de nuestras
funciones ejecutivas a largo plazo para poder resolverlos. El estrés crónico resulta
en una amígdala hiperactiva, en la capacidad disminuida de los LPF para poder
manejar el problema, en el debilitamiento de la memoria y en una emoción de
desesperanza predominante que desbalancea el equilibrio homeostático y fisiológico
afectando el propio cuerpo. ¿Pero es cierto que existe un estrés bueno, que
incrementa la eficacia de los LPF y nos da una sensación de superación, paz y bien
estar?
Veamos el siguiente cuadro.
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Hay tres fases que debemos reconocer cuando hablamos de estrés…
Como docentes debemos estar muy atentos para poder producir un estimulo que
cause un estrés positivo brindando un desafío manejable y la satisfacción de poder
resolverlo sin llegar a la etapa de agotamiento y de frustración. De la misma forma
es fundamental que los alumnos conozcan el mecanismo del estrés, sus fases y
posibles acciones para evitarlo o aliviarlo. Como docentes y alumnos
neurosicoeducados podemos ser consciente de lo que beneficia a nuestra UCCM y
controlar aquellos impulsos que atentan contra su uso saludable. Podemos dedicar
10 minutos de clase por día para poner en práctica estrategias anti estrés:
Ejercicios de relajación muscular: flexionar extremidades, caminar,
relajar el cuello, estirarse.
Control de la respiración: ejercicios de
inspiración abdominal y espiración
controlada.
Abrazos: el contacto físico amplia nuestro
bienestar emocional.
Juegos: los juegos relajan la tensión y generan bienestar y buena
predisposición.
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Música: a través de la música podemos relajarnos y reducir los niveles
de estrés.
Contacto personal: Interesarse por lo que los alumnos necesiten o
tengan que decir fuera del contexto escolar, nos ayuda a afianzar un lazo
de confianza y seguridad creando un ambiente placentero.
Aprendamos a aprender.
Uno de los principales motivos de la frustración escolar y la falta de motivación es no
saber cuál es el proceso por el que pasamos cuando aprendemos y el esfuerzo que
ello implica. Nuestro cerebro está preparado para olvidar fácilmente lo nuevo en pos
de recordar las viejas experiencias de vida que hicieron posible la supervivencia
hasta ese momento. Por lo tanto, cuando hablamos de aprendizaje cognitivo-
ejecutivo, controlado por los LPF, nos encontramos con ciertas características que
debemos tener en cuenta.
El aprendizaje Cognitivo- Ejecutivo:
Es lento
Es fácil de olvidar
Implica un esfuerzo consciente
Requiere de atención sostenida y selectiva
Consume mucha energía
Necesita de repetición
¡Cuánto esfuerzo implica para nuestros Lóbulos Pre frontales aprender! Sin duda
que debemos cuidarlos y fortalecerlos si queremos tener éxito en el proceso del
aprendizaje. Veamos de qué se compone este proceso y las etapas por las que
debemos transitar al aprender.
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Como hemos visto, aprender es una tarea difícil y peligrosa para nuestra UCCM ya
que adquirir nuevos conocimientos nos genera rechazo, miedo y confusión
sacándonos de nuestra ZONA DE SEGURIDAD.
Como docentes debemos cuidar a nuestros alumnos de los enemigos y barreras que
van a surgir durante el proceso y debemos alentarlos y motivarlos para que sus LPF
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sean lo suficientemente fuertes como para no rendirse ante la confusión o
frustración. Si los alumnos conocen estas etapas, estarán preparados para poder
identificar en cual están y no sucumbir a la incomodidad de nuestra UCCM al salir de
su zona de seguridad. En conclusión, si el alumno sabe que el camino del
aprendizaje requerirá de esfuerzo, de atención y de poder controlar el aburrimiento y
la ansiedad, entonces ya cuenta con el principal elemento para lograrlo: el
conocimiento.
Pssst! SARA, presta atención!
Luego de haber visto las etapas del aprendizaje y la importancia de conocer las
barreras que pueden cruzarse en el camino, no debemos olvidarnos de una de las
mayores barreras que podemos encontrar en la educación: la falta de Atención.
Veamos cómo trabaja esta función cognitiva y los mecanismos que la
desencadenan.
La atención es la capacidad de fijarse en 1 o más aspectos de la realidad y
prescindir de otros. Nuestra UCCM está preparada para detectar los cambios en el
medio ambiente a través de los sentidos y focalizar solo en la información sensorial
que es crítica para la supervivencia.
¿Pero cómo elige nuestra UCCM en
que información focalizar? Allí entra
en juego el sistema activador
reticular ascendente (SARA)
que se encarga de determinar el
estado de alerta y vigilancia del
cerebro indicando a que estimulo
del medio ambiente se le debe prestar atención para que luego ser evaluado y
codificado, pueda ser almacenado en la memoria de largo plazo.
Esto quiere decir que para que la información llegue a nuestra memoria, es esencial
que el SARA se active y la información pueda pasar hasta el tálamo, encargado de
codificarla e integrarla.
Entonces la pregunta fundamental es ¿cómo podemos activar el SARA en nuestras
aulas para aprovechar este mecanismo en el aprendizaje? Lo primero a tener en
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cuenta es no activar el modo supervivencia de nuestra UCCM. Mantener el orden y
la limpieza en el aula, estar rodeados de elementos agradables, docentes que
inspiren seguridad, que apoyen y que sean sinónimos de placer por el aprendizaje
logra que el SARA no se active y que el verdadero estimulo que llame la atención del
alumno sea lo que queremos enseñar. Para lograrlo debemos utilizar estímulos
novedosos, atractivos y que causen sorpresa para que llamen la atención de
nuestros sentidos
Algunas de las estrategias que podemos aplicar en clase son:
Cambios en el volumen y ritmo de la voz del docente.
Cambio en los colores de la escritura.
Cambios visuales, uso de imágenes, películas, presentaciones digitales,
mapas, etc;
Apelar a los diferentes sentidos ya sea a través de la música, el dibujo,
la teatralización, la construcción de objetos.
Cambio de ambiente: rincones del aula, uso del jardín o patio.
Intereses individuales de los alumnos, temas actuales y pertinentes a la
edad.
Es nuestro desafío como docentes planear actividades que logren que los alumnos
mantengan una atención focalizada en un estimulo, sostenida en el tiempo y
principalmente ejecutiva, manteniendo un propósito y planificando a largo plazo. No
es un desafío menor, pero bien vale la pena cuando vemos que aprender y disfrutar
pueden ir de la mano.
El sistema Límbico: Aprendiendo a pura emoción.
Nuestro cerebro está conformado por tres sistemas o cerebros que tienen sus
propias funciones específicas pero están interconectados a nivel neuronal.
Cerebro Instintivo o reptiliano: Es el sistema más primitivo que se encarga de
regular la actividad refleja para asegurar la supervivencia. No piensa ni siente, solo
actúa de forma instintiva con respuestas automáticas.
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Cerebro Mamífero o Sistema Límbico: Se
encarga del procesamiento de las
emociones y de memorizar nuevas
respuestas pro-supervivencia o contra-
supervivencia.
Neocortex o Sistema Cognitivo-
Ejecutivo: Es el sistema más evolucionado
de nuestro cerebro que se encarga de las capacidades cognitivas, controla nuestras
emociones y nos permite tener conciencia de nuestras acciones. Este sistema nos
hace verdaderos humanos y nos permite desarrollarnos como personas integras y
empáticas.
Los dos primeros Sistemas, sistema instintivo y sistema límbico conforman el
Cerebro emocional, donde en los seres humanos, estos centros de afectividad
procesan las emociones y somos capaces de sentir angustia, miedo, alegría o furia
entre otras.
Luego de que la información sensorial atraviese el SARA (Sistema activador reticular
ascendente) debe pasar al sistema límbico donde se le dará significado emocional a
la información. La primera estación de relevo de la información que pasa a nuestro
cerebro emocional será el Tálamo, encargado de integrar los estímulos sensoriales
y decidir si estos estímulos son gratificantes o por el contrario implican peligro.
Si los estímulos se reconocen como peligrosos, la
información pasara a la Amígdala, un grupo de
núcleos que se encuentran en la profundidad de los
lóbulos temporales. Su principal función es el
procesamiento y almacenamiento de las reacciones
emocionales reconociendo el peligro y alertando al
hipocampo para que el cuerpo se prepare para huir o luchar. Esta experiencia
quedará guardada en nuestros bancos de memoria como una neurofusión negativa,
es decir que cada vez que pasemos ante una situación parecida con estímulos
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iguales o parecidos nuestra UCCM recurrirá a esa neurofusión y actuará de la misma
forma activando el “modo supervivencia.”
Si los estímulos se reconocen a favor de la supervivencia entonces la información
seguirá su recorrido hasta el Núcleo Accumbens, un grupo de neuronas que se
encuentran entre el núcleo caudado y el
putamen. Allí la información se identificará
como placentera y pasara a guardarse en la
memoria como una Neurofusión positiva
gracias a que este sistema de recompensa
libera, a través del Área Tegmental Ventral,
un neurotransmisor fundamental para
premiar a nuestra UCCM por la tarea
realizada: la DOPAMINA. La secreción de esta hormona nos motiva para repetir
comportamientos como forma de asegurar la supervivencia. Y de esta manera la
sola anticipación de hacer algo placentero, o pro- supervivencia, genera la secreción
de dopamina que genera un deseo suficientemente fuerte para accionar y conseguir
un objetivo mediante el placer.
De aquí la importancia de la dopamina en el aprendizaje. Cuando se aprende
mediante una experiencia agradable y placentera se libera una dosis de dopamina
que llega a los lóbulos frontales e incrementa la producción de la acetilcolina, otro
neurotransmisor que incrementa el foco atencional. De esta forma se facilita la
consolidación del nuevo aprendizaje en la memoria a largo plazo.
Si en el aula utilizamos una canción para aprender un nuevo contenido, estamos
generando placer en un contexto sin amenazas, donde la UCCM puede central el
foco de atención en el estimulo placentero. Cuando los alumnos vuelvan a repasar el
mismo tema en las próximas clases, el cerebro generara dopamina por el sistema de
anticipación de recompensa y podrán sentir el aprendizaje como una experiencia
agradable.
Debemos tener presente, el gran beneficio que logramos en el aprendizaje al
planificar actividades que aumenten la circulación de dopamina y logren un gran
placer y por ende el incremento de la atención y la memoria. Cuanto más nuestros
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alumnos podrán disfrutar del placer de aprender y cuanto más como docentes
podremos disfrutar del placer de enseñar!
Tengamos en cuenta algunas de las actividades que incrementan el nivel de
dopamina en el cerebro:
Música
Movimiento Corporal
Juego
Humor
Novedad
Sentido del logro
Contacto social
Y las conexiones del saber con los intereses personales
Como docentes nuestro objetivo es enseñar, pero sabemos que para enseñar
debemos tener personas que quieran aprender, por lo tanto nuestro esfuerzo por
lograr clases cerebro-compatibles debe ser constante. Recordemos algunos
elementos a tener en cuenta para lograr nuestro objetivo
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Monografía Neurosicoeducación – Paula Roulet
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Sin duda la Neurosicoeducación nos da las herramientas necesarias para lograr
alumnos motivados. Empecemos a cambiar la educación, a apreciarla y sobre todo a
disfrutarla.
"La meta final de la verdadera educación no sólo es hacer que
la gente haga lo que es correcto, sino que disfrute haciéndolo;
no sólo formar personas trabajadoras, sino personas que amen
el trabajo; no sólo individuos con conocimientos, sino con
amor al conocimiento; no sólo seres puros, sino con amor a la
pureza; no sólo personas justas, sino con hambre y sed de
justicia."
John Ruskin (1819 - 1900)
