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PROPUESTA DE FORMACIONMORAL Y ETICA
DESDE LA ESCUELA
Esta propuesta tiene un carácter prospectivo, en tanto no se -desarrolló
plenamente en las instituciones escolares con las cuales se hizo el proyecto. En
tod a s ellas se hizo Un reconocimiento de la realidad escolar y se problematizó la
formación moral, a partir de esto Se inauguré un segundo momento – apenas en
sus inicios -: el desarrollo de la propuesta propiamente dicha, que ha tenido
caminos diferentes en cada una de las instituciones. Si bien no se ha desarrollado
de manera total, ésta parte de recoger la realidad vivida en dichas instituciones
para intervenir en ella. Realidad expuesta tanto en los conflictos morales surgidos
en la convivencia escolar corno en las concepciones morales y las prácticas de
formación moral expresadas en las escuelas. La propuesta, entonces, se
construyó teniendo en cuenta esta experiencia, recogiendo aportes de otras
investigaciones de este tipo y de teorías sobre formación moral y ética,
expuestas en este estudio.
La propuesta parte de abordar en primera instancia una pregunta que aún ronda la
institución escolar y es acerca de si debe o no preocuparse por la formación moral
de sus estudiantes. Nuestra postura es el preámbulo a lo que consideramos debe
ser una posibilidad de formar moral y éticamente desde la institución escolar.
¿DEBE LA ESCUELA FORMAR MORALMENTE?
La escuela no sólo debe preocuparse por el propósito que le ha encomendado la
sociedad de transmitir los conocimientos que a través de la historia se han venido
construyendo , sino también los valores que dicha sociedad considera válidos para
mantener en sus nuevas generaciones, además de potenciar en ellas la
construcción de nuevos valores que contribuyan a la búsqueda de le paz la
felicidad y el bienestar social de los seres humanos. La formación moral es,
entonces, fundamento de la convivencia justa y democrática, tanto en la escuela,
como en el país. Por eso decimos que construyendo escuela construimos país .
En este sentido, la institución escolar no sólo debe preocuparse por la enseñanza
y el aprendizaje de las áreas fundamentales del conocimiento, como la
matemáticas, la lengua materna, la historia, la ciencia y la tecnología, sino por la
formación moral de sus estudiantes. Dicha formación es un proceso en el cual
niños, niñas y jóvenes en desarrollo se erigen como sujetos morales; igualmente,
los maestros que coadyuvan en este. proceso. Ser formador moral pasa
necesariamente por ser sujeto moral y el maestro lo es con sus actitudes y sus
discursos, también la escuela como tal educa, pero no siempre lo hace de manera
intencionada y con un horizonte de sentido.
La formación moral da dirección y sentido a la formación del ser humano en su
conjunto, que a su vez tiene incidencias sociales y culturales. En dicha formación
el protagonista es el sujeto individual, pero él piensa, decide y actúa junto con
otros. El se construye corno sujeto moral en la convivencia con otros, bien sea en
la familia, en la escuela o en la calle. En tanto los niños, niñas y jóvenes
permanecen buen tiempo en la escuela, ella no puede dejar que sea un asunto
sólo de la familia, de los pares, de la calle o de los medios de comunicación. Por
eso se requiere construir un proyecto institucional, pensado y reflexionado por
toda la comunidad educativa. Proyecto que debe ir más allá de los marcos de la
institución, que se proyecte al entorno familiar, local y nacional.
La escuela forma moralmente en tanto posibilita que los estudiantes tomen
decisiones autónomas y actúen frente a situaciones reales cotidianas en las
cuales hay valores morales en juego, tanto - del orden interno como del orden
interpersonal. También implica construir normas y valores , tanto implícitos como
explícitos, que orientan y se expresan en dichos comportamientos morales.
Igualmente, debe formar éticamente, es decir, crear las condiciones y reflexionar
sobre los problemas del orden moral, tanto vividos en la institución como en el
país o en el mundo; reflexiones que desde las diversas posturas éticas orientan el
sentido de la justicia y del buen vivir. En este sentido, los lineamientos
curriculares sobre educación ética y va l ores humanos, plantean:
Así mismo, la educación debe comprometerse con llevar al seno de la escuelael debate ético que ha recuperado una gran actualidad, para indagar por el tipode ciudadanos y de proyecto ético que quiere ayudar a formar, en el proceso deconstrucción de una sociedad civil fuerte y organizada, cimentada en los valoresde la democracia, la justicia, la solidaridad, la paz, el respeto por el medioambiente, el respeto por los Derechos Humanos y el desarrollo de los sereshumanos, como mínimos para asegurar la convivencia democrática (MEN,1998, 64).
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE UN PROYECTO FORMACION
Un proyecto de formación moral y ética debe partir de un análisis del contexto
nacional y local , del reconocimiento de la realidad escolar; y, de la cultura que
viven los niños, niñas y jóvenes hoy. Igualmente , debe explicitar sus propósitos,
establecer unos principios morales y éticos que orienten la propuesta, unos
principios pedagógicos que la hagan posible en el espacio escolar, una manera de
abordar la formación del sujeto moral y la convivencia democrática, unas
estrategias que la lleven a la práctica y una propuesta que piense al maestro como
formador moral. Finalmente debe dar pautas para su evaluación y seguimiento.
Ampliaremos estos aspectos desde lo que considerarnos debe ser este proyecto y
recogiendo la experiencia que se ha iniciado en las diferentes instituciones
participantes en este estudio:
1. Análisis Del Contexto
Situación Nacional
Plantearse un proyecto de formación moral requiere un análisis previo de la
situación local y nacional, pues eso permite desentrañar esa realidad social y
polí tica, ver sus efectos en la educación moral de los sujetos y ubicar el papel de
!a escuela y su posibilidad de construir una propuesta de formación moral y ética
que contribuya a su transformación. Ese análisis y reflexión de la realidad no sólo
debe ser tarea de los educadores sino también promoverlo permanentemente con
los estudiantes para crear conciencia del papel de ciudadanos que no sólo miran
esa realidad sino que la reflexionan y actúan sobre ella.
En le realidad de nuestro país no puede ser ajeno e! problema de las múltiples
violencias que lo azotan y sus Causas. Entre ellas la violencia política que no sólo
cobra numerosas muertes y secuestros sino que se expresa también en las
horribles masacres y los desplazamientos que vive la población campesina, con la
flagrante violación de los derechos- humanos: Por otro lado, la-violencia del
narcotráfico y de la delincuencia organizada que cobra más víctimas que la
anterior, muchas de ellas de jóvenes entre los 14 y 24 años. La violencia familiar,
causada por padres, padrastros y familiares sobre niños y niñas indefensos; este
tipo de violencia se hace evidente en la escuela con múltiples consecuencias.
Así mismo, !a realidad del país expresa conflictos morales expresados en la
corrupción, saqueo de las arcas del Estado y otros comportamientos que
contribuyen a mantener a una gran parte de la población en situaciones de
pobreza y miseria y de desconocimiento de los más fundamentales derechos
humanos.
Un análisis de la realidad requiere, también, conocer la otra cara de la moneda.
Todo aquello que implicó la concertación de la nueva Constitución Política (1991)
y los aportes y contribuciones quedesdenumerosas instituciones, gremios,
intelectuales y personas se vienen haciendo en pro de la paz y las
transformaciones que necesita el país.
La ContituciónPolíticay la LeyGeneral de Educación
La formación de los sujetos morales no se da aisladamente ni con propósitos
individuales, ella se enmarca dentro de proyectos colectivos, unos más
restringidos como la familia y la escuela, otros más amplios como son los
proyectos de ciudad y país No basta, entonces, conocer la realidad total o
nacional, también es importante conocer e! marco jurídico, democrático y
participativo que nos garantiza el ejercicio ciudadano. Mas cuando la Constitución
Política del 91 reconoce un nuevo país, construido sobre la diversidad étnica,
cultural y política, e! reconocimiento de los derechos humanos y la participación.
La Ley General de Educación, como desarrollo de dicha Constitución Política, en
sus fines propone la formación en valores éticos y humanos como parte de su
Proyecto Educativo Institucional, por eso la formación moral no debe ser un asunto
para que los profesores de ética o cada maestro o maestra lo asuman en la
soledad de su práctica, sino que debe ser, como lo hemos señalado, un proyecto
intencional de toda la institución, pensado y reflexionado por todos, aún con el
aporte de estudiantes, padres y madres de familia. El PEI como proyecto cultural
ti ene , en consecuenc ia, que insertar la escuela en un proyecto de país, aportando
a la comprensión de sus problemas, dentro de ellos los pertinentes a la
convivencia ciudadana.
La Realidad Escolar
Un proyecto de formación moral necesita reconocer el clima moral que vive la
institución, ello implica hacer conciencia sobre las múltiples manifestaciones que
se expresan en le cotidianidad de todos los miembros de le comunidad escolar y
en los diversos espacios de la institución. Ello conlleva actitudes, intereses
valores, costumbres, maneras de ser , diferentes tanto en estudiantes como
educadores y se expresan en las formas de relación entre ellos, relaciones que
pueden ser de! orden democrático o autoritario. Estas relaciones conllevan
permanentemente a situaciones de conflicto, que requieren también ser develadas
en una propuesta de educación moral, conflictos que expresan agresión y
violencia, que surgen por los robos, la droga, las expresiones de sexualidad de
las y los jóvenes, por un lado: y, por el otro, debido a las formas tradicionales de
abordar los problemas en la escuela, que muchas veces no tiene en cuenta !a
cultura de los niños y jóvenes o no reconoce sus diferencias.
Algunas preguntas que pueden tenerse en cuenta para el análisis de esta realidad
son: ¿qué concepciones morales se expresan en la escuela? ¿qué valores
promueven los diferentes actores? ¿cómo se expresan en las relaciones de
convivencia? ¿cuáles son los conflictos valorales que se viven? ¿cómo los
enfrenta le escuela? ¿quién o quiénes los asumen? ¿qué tipo de convivencia se
construye en la escuela? ¿cómo Se da la participación a los diversos actores?
¿qué reconocimiento a la pluralidad y a la diferencia se tiene? ¿cuál es el sentido
de los manuales de convivencia? ¿qué principios y valores lo orientan? ¿quiénes
intervienen en su construcción y evaluación? ¿qué papel ocupa en el proceso de
formación moral?
Los niños, niñas y jóvenes
En tanto la escuela es un foro de culturas, corno lo expresa Bruner, se necesita
desentrañar las diferentes expresiones dé esas culturas que hacen presencia en
ella; de manera particular, la realidad de nuestros estudiantes, sean niños, niñas o
jóvenes, pues partimos de reconocer las transformaciones profundas que se
vienen dando en unos y otros. La no comprensión de sus necesidades, intereses,
valores y expectativas, así como sus singularidades, lleva a que la escuela en
muchas ocasiones los discrimine y/o expulse en lugar de favorecer ese
reconocimiento y presentarles propuestas que los forme para actuar de manera
autónoma y responsable.
Preguntas que se requieren: ¿cuál es la cultura de las y los jóvenes de hoy? ¿qué
de esa cultura tiene expresión en !a institución escolar? ¿cuáles son sus intereses
y valores morales? ¿cuáles son los valores morales en que los han educado sus
familias? ¿qué valores construyen en sus grupos de pares? ¿qué valores morales
les aportan otros espacios, como la calle, los medios de comunicación? ¿qué
concepto de justicia tienen? ¿cómo se relacionan? ¿las formas de expresarse y
relacionarse con los pares podrían catalogarse como agresiva y/o violenta? ¿cómo
actúan frente a! poder de la autoridad? ¿cómo abordan el conflicto? ¿qué
potenciar de ellos en una propuesta de formación moral?
2. Propósitos De Un Proyecto De Formación Moral
Un proyecto de formación mora! requiere plantearse dos propósitos centrales: el
desarrollo de la autonomía moral y la responsabilidad del sujeto y la construcción
de la convivencia democrática y justa.
Formación para el desarrollo de la autonomía moral y la responsabilidad
Respecto al desarrollo de la autonomía, .partimos, entonces, de considerar que el
ser humano tiene la particularidad de formar su conciencia moral, de hacerse
sujeto moral, y esto logra en un largo y complejo proceso, que se inicia desde los
primeros años de vida del niño. Sus primeras relaciones con e! adulto son de
heteronomía, son relaciones de autoridad, de presión, de imposición de la norma,
son relaciones asimétricas. Desde estas posturas heterónomas se abren
posibilidades para otro tipo de relaciones, con otros niños y con adultos: de
reciprocidad, de cooperación, de construcción de normas colectivas. Esto lleva al
desarrollo de la autonomía moral en el niño, de su capacidad de decidir por
cuenta propia y de autodeterminarse.
Entonces, el proposito de la formación del estudiante es estimular dicho desarrollo,
tal manera que avance de posturas de heteronomia a posturas de autonomía,
del nivel preconvencional al nivel convencional y posteriormente al
postconvencional, según las etapas de Kohlberg. De ahí que las normas y los
valores morales no deben pretenderse imponer o inculcar con criterio de
autoridad, al contrario, posturas autoritarias de los adultos, antes que favorecer
ese desarrollo lo dificultan pues estimulan la sumisión y la heteronomía.
Entendemos le autonomía como une expresión de la libertad de! sujeto, capaz de
darse sus propias normas y actuar conforme a ellas, es decir, construirse como
sujeto moral que no depende de otros o de un colectivo para decidir y actuar. "Ser
li bre, dice Adela Cortina (1997, 79), exige saber detectar qué humaniza y que no,
como también aprender a incorporarlo en la vida cotidiana, creandose una
autentica personalidad". La autonomía implica además la responsabilidad, o sea
que, el sujeto asume las consecuencias de sus actos.
Igualmente, la autonomía se construye y se expresa en la interacción con !os otros
y en la participación. El sujeto autónomo toma decisiones no sólo del orden interno
y de carácter privado, sino también del orden colectivo, como cuando participa en
diferentes ámbitos públicos donde se hacen propuestas, Se argumenta y se toman
decisiones que afectan el bien común, como es la escuela, en las instancias del
gobierno escolar; pero también, las instancias políticas, como la acción comunal o
los concejos municipales.
Consecuentes con esta postura, expresada igualmente en la Constitución Política
y la Ley General de Educación, !as instituciones deben formar a los niños, niñas y
jóvenes en el libre desarrollo de su personalidad. Esto está expresado en los
manuales de convivencia, pero generalmente no pasa de ser una frase de cajón,
pues sus desarrollos posteriores, tanto cuando se determinan las -faltas - como
en las prohibiciones se señalan, entre otras, el uso pelo largo y aretes en los
hombres, maquillaje en las mujeres. Aspectos contrarios al libre desarrollo de la
personalidad igualmente, las posibilidades y condiciones de participación son muy
restringidas.
Formación para la convivencia democrática y justa
No basta con formar al sujeto moral, se requiere formarlo para vivir en comunidad
y para que participe en la construcción de una comunidad pluralista, democrática y
justa . Hoy, más que nunca nuestro país requiere construir un proyecto de
convivencia nacional, c i mentado en una formación moral de todos sus ciudadanos,
y, en particular, de niños, niñas y jóvenes. Es algo que puede oponérsele a las
múltiples violencias, a la corrupción, a! dinero fácil y al narcotráfico que lo asolan.
La escuela debe ser, entonces, un espacio para la formación ciudadana, en el cual
se viva y se ejercite la democracia, por eso debe crear un ambiente moral de
diálogo y de confianza, en el cual los estudiantes se reconozcan, se respeten y se
preocupen unos por otros. Además se sientan parte de la institución, desarrollen
su sentido de pertenencia y el sentido de lo público.
Este clima moral democrático exige, entonces, una distribución del poder,
entendido como la apertura a múltiples formas de participación, tanto de
estudiantes corno de profesores, padres y madres de familia, participación que
conlleva toma de . decisiones de manera colegiada, superando así la
concentración del poder en la dirección escolar o en el maestro.
La formación móral debe, por consiguiente, responder a un proyecto
. intencional de la escuela que tiene los dos propósitos antes señalados, el sujeto
mismo y el colectivo institucional, a la vez que se forma el estudiante y el maestro
se construye un proyecto de -comunidad justa - , como lo plantea Kohlberg, pues la
moral se desarrolla en la interacción cotidiana con e! medio social, con los otros
actores, no es producto de la simple aceptación de unas normas sociales.
Entregar a !os estudiantes un reglamento o manual de convivencia hecho por otros
no tiene ningún efecto formativo, pues es una norma traída de manera externa al
sujeto, no nace de su propia interioridad. Caso contrario, cuando desde los
diferentes actores se aportan ideas a lo que debe ser el manual o pacto de
convivencia, se discuten los valores que deben promoverse y/o se organiza la
participación de !os diferentes estamentos. Este proceso que se desenvuelve
colectivamente, involucra de hecho a los estudiantes y maestros de manera
individual ; cada uno lo asume desde su propia subjetividad, desde la forma como
vive el proceso, corno entiende y defiende sus derechos y reconoce los valores
que hay que promover. Por eso cada uno asume sus compromisos de manera
diferente.
En síntesis, la escuela debe pensar una propuesta de formación moral que
abarque, por un lado, la construcción del sujeto moral, en todas sus dimensiones
(carácter, valores, juicios o razonamientos morales, acciones, sentimientos); y por .
otro lado, la articule con le construcción de la convivencia escolar.
•
3. Principios Morales y Eticos Que Orientan la Propuesta
Una propuesta de formación moral requiere formular unos principios que la
identifiquen y se conviertan en su horizonte de sentido. Consideramos algunos
fundamentales. Ellos son:
Reconocimiento de la dignidad humana
Consideramos que una propuesta de formación moral debe recoger como principio
fundamental el reconocimiento de la dignidad humana. Compartimos con A.
Papacchini (1997) que la dignidad es un ideal regulador de las relaciones
interpersonales, pues pone en primer plano el reconocimiento en el otro de un
valor intrínseco y no instrumental. El otro es un sujeto con el cual puede
establecerse una relación, un diálogo y una acción compartida. El reconocimiento
de la dignidad del ser humano nos obliga a una permanente solidaridad, es decir,
una preocupación por las condiciones de posibilidad de una vida digna para todos.
En tanto los sujetos nos construimos en la interacción con los otros, en un diálogo
permanente con los demás, la dignidad del otro se transforma en condición
indispensable para nuestra propia libertad, en el individuo la existencia como ser
para si no puede desligarse en ningún momento de su ser para otros ". El
reconocimiento de la dignidad humana recoge, entonces, otros valores
universales, como son la justicia, la libertad, el respeto mutuo, la cooperación y la
solidaridad.
Reconocimiento de los conflictos morales
En un proyecto de formación moral se requiere reconocer los conflictos de valores
como algo que se da permanentemente en las relaciones cotidianas, y en
particular en la escuela. Pero antes que verlo como algo negativo debe verse
como positivo, motor del desarrollo moral. La formación moral debe posibilitar queel es t udiante desarrolle competencias para enfrentar de manera critica y creativa
dichos conflictos, tanto los internos como los que se dan en la convivencia con sus
pares o adultos.
Kohlberg, en el trabajo moral sobre desarrollo moral en las escuelas, además de
promover el juicio moral, consideró que se requería que los estudiantes
enfrentaran conflictos morales reales, donde no solo se les enseñaba a actuar con
justicia sino que vivían el sentido de la justicia al interior de la institución escolar.
En este proceso construyó su propuesta de - comunidad justa - . En este sentido,
se requiere conocer los conflictos reales que vive la institución escolar y actuar
sobre ellos, en forma dialogada y atendiendo los intereses de las partes, para que
los estudiantes y maestros aprendan a enfrentar situaciones problemáticas
similares, tanto en la escuela como en otros espacios de la vida cotidiana..
Para poder proyectar esta formación a otros espacios se necesita formar una
sensibilidad frente a los conflictos sociales y políticos que vive nuestro país y el
resto del mundo. Esta problemática no es ajena a los niños y jóvenes, pues los
medios de comunicación y la calle se encargan de presentarles los hechos,
muchas veces de manera descarnada, y la escuela, antes que negar o satanizar
estos medios y espacios, ti ene que abrir la posibilidad de analizar dichos hechos y
confrontarlos, además que los estudiantes sintiéndose parte del problema también
pueden contribuir con alternativas de solución a las problemáticas presentadas.
Reconocimiento de la Participación y el Diálogo
Para la construcción de una propue s ta democrá tica se requiere abrir campo a la
participación y al diálogo. A. Cortina (1997, 73) ubica el sentido de la libertad como
participación, participación política o participación en los diferentes ámbitos de la
vida social y públicos. En este sentido, una propuesta de formación moral en la
escuela invita a todos los estamentos a participar en las decisiones que les
atañen y que se toman en las diferentes instancias, desde el aula escolar hasta el- Consejo Directivo. Y participar implica no sólo poder elegir y ser elegido para -
actuar en los organismos de dirección sino presentar propuestas argumentadas y
comprometerse en su realización. -
Respecto al diálogo, desde las diferentes propuestas de formación moral, se lo
considera como algo fundamental, para algunos de los especialistas es un
componente moral, para otros es un valor necesario. La ética discursiva señala los
requisitos que debe tener un diálogo: estar dispuesto a escuchar al otro; ser
bilateral, no creer que sólo uno tiene le verdad; estar dispuesto a aducir sus
propios argumentos y a dejarse derrotar - , si viene al caso; estar preocupado por
buscar la solución correcta; y, atender intereses universalizables, no particulares
en una decisión final (A. Cortina,1997, 88).
Teniendo en cuenta lo anterior, nuestra propuesta de formación considera el
diálogo como fundamental para la construcción de una convivencia democrática,
tanto para desarrollar valores como para enfrentar situaciones de conflicto. La
escuela requiere reconocer y dialogar entre todos los estamentos; debe partir de
escuchar a los estudiantes e invitarlos a fundamentar con argumentos, tanto sus
comportamientos en situaciones de conflicto como sus propuestas en el aula, en el
comité de estudiantes o el consejo directivo. En este sentido se convierten en
interlocutores válidos, que aportan, no solo desde sus propios intereses como
estudiantes sino también en la perspectiva de construir el bienestar de la
comunidad educativa.
En síntesis, la participación y el diálogo contribuyen a asumir colectivamente la
responsabilidad de una propuesta de convivencia, en tanto supera las barreras
culturales que muchas veces se viven en la escuela cuando no hay un
reconocimiento mutuo, entre maestros y estudiantes, al contrario, se valoran
mutuamente desde lo negativo, descalificándose cada uno. La participación y el
diálogo entre los diferentes estamentos de la institución escolar crean un
sentimiento compartido de construcción de principios y normas que regulan su
convivencia.
Reconocimiento de la Alteridad
Un principio que no puede ser ajeno a cualquier propuesta de educación moral es
la alteridad, lo que nos permite salir de nosotros mismos para poder establecer
una relación óptima con los otros (Martínez, M. 1998, 103); ponernos en el lugar
del otro, para que , de la mejor manera, podamos encarar los conflictos a los que
nos vemos abocados permanentemente. En la escuela, implicaría la posibilidad
de comprender la cultura de los niños, niñas y jóvenes por parte de los
educadores y directivos docentes.
4. Principios Pedagógicos para una Propuesta de Formación Moral y Etica
Señalamos algunos principios pedagógicos que debe tener en cuenta un proyecto
de formación moral y ética.
• El proceso de la construcción moral la realiza el estudiante en la relación con
los otros, tanto los adultos como son la madre , el padre o el maestro, como con
sus mismos pares. Es un proceso de construcción de si mismo, de su propia
subjetividad, y lo realiza en conjunto con otros, es personal y social .
• La formación moral y ética debe partir de las circunstancias que rodean
diariamente al estudiante. Son muchos los conflictos de valores que se viven
en la cotidianidad de la vida escolar y familiar del estudiante, así como también
de la vida Social o política que inciden directamente al joven, a la familia y a la
escuela. Todos ellos pueden ser motivo de análisis reflexión y acción moral
desde las cuales le escuela puede propiciar la formación. Igualmente, desde
momentos y espacios creados intencionalmente, como son la construcción del
manual de convivencia o de proyectos pedagógicos de aula o de dirección de
curso con el propósito de construir convivencia en los gruposde clase.
• La formación moral y ética debe entenderse como conocmiento transversal,
que debe ser asumido por todos los educadores en la institución escolar, en los
diversos espacios de la escuela: el aula, elpatioderecreo,el consejo directivo
y el consejo estudiantil, entreotros.
• La formación moral y ética requiere de ambientes interactivos, estéticos y
lúdicos, en los cuales los estudiantes se sientan libres de presiones, capaces
de expresarse libremente y sin temores , argumentar frente a situaciones
problemáticas personales y de los grupos de pertenencia. También que les
permita reconocerse en lo que han sido, son y desearían ser; que les posibilite
expresar sus propios sentimientos sin miedo a ser censurados por el m aestro o
sus compañeros.
• Se requiere de múltiples estrategias ; que busquen desarrollar al estudiante en
sus múltiples dimensiones: su carácter , su juicio mora!, sus sentimientos, sus
valores y sus acciones.
•
Laformación moral y ética debe ayudar a construir el proyecto de vida del
estudiante, que tenga en cuenta sus intereses, necesidades y que busque su
propia felicidad. Debe entonces construir metas que le permitan crecer como
sujeto moral y reconocerse en rela ción con los otros y con el mundo.
•
La formación moral y ética debe implicar procesos de investigación, tanto al
interior del aula como a nivel institucional. Dichos proyectos deben partir de
preguntas alrededor de la moral que viven los sujetos de la escuela, el clima
moral que vive la institución y lo que queremos transformar.
• Los proyectos de formación moral y ética requieren una evaluación y
seguimiento, entendidos como una mirada permanente al proceso institucional,
al accionar del maestro y a los logros de los estudiantes. Todo esto dentro de!
marco de los propósitos planteados.
5. La Formación de la Persona Moral en su integralidad
Son diversas las teorías que plantean la formación moral, unas hacen énfasis en
el desarrollo de los juicios morales, otras en la formación del carácter o de la
conducta moral o de los sentimientos de la persona. Teniendo en cuenta esta
diversidad y asumiendo las críticas que muestran los límites de cada una en
particular, consideramos que la escuela debe tener una mirada integral, que
articule las diversas propuestas y construya una propuesta de educación de la
persona moral en su totalidad. En este sentido, nuestra propuesta que pretende
formar al estudiante de manera integral y armónica, encuentra en Berkowitz una
propuesta que articula !as diferentes posiciones filosóficas frente a le moral.
Dimensiones y Relaciones en las que se construye la persona moral 8
Marvin Berkowitz (1995,76), como atrás lo señalamos, hace la propuesta de
educar la persona moral en su totalidad, teniendo en cuenta cinco componentes o
dimensiones: le conducta, el razonamiento moral, el carácter, los valores y el
afecto moral. Para ser una persona moral se requiere poseer estos componentes
de manera equilibrada y armónica.
En nuestra propuesta, retomamos, el carácter, el razonamiento, los valores y los
sentimientos. En lugar de referimos a la "conducta", tomarnos la "accion", pues es
la acción que l a persona desarrolla en un momento dado como fruto de su
conciencia moral; como expresión de sus diferentes dimensiones morales: de
carácter, de los valores que ha construido, de los sentimientos que están en juego
en ese momento y del desarrollo de su razonamiento moral. Las teorías de
Kohlberg señalan, por ejemplo, que los juicios morales de los sujetos orientan su
accionar, en especial frente a -situaciones decisivas de las personas, como puede
ser el valor de la vida. La educación moral debe apuntar a que los estudiantes
desarrollen acciones donde prevalezca el valor de la dignidad humana y el respeto
de los derechos humanos. Además comprendan, construyan y respeten principios
y normas de convivencia que regulen la vida cotidiana de la escuela, la familia y la
sociedad; participen de proyectos escolares y sociales que contribuyan a la
construcción de la paz en nuestro país.
Si bien existen otras propuestas de abordar las diferentes dimensiones que
integran la persona moral, como la propuesta por el MEN en su documento sobre
Educación Etica y en Valores Humanos(1998) o la Miguel Martínez (1998), la de
Berkowitz, en sus cinco componentes integra todas !as dimensiones planteadas en
las propuestas anteriores. Esto metodológicamente favorece la construcción de
8 Ver Cuadro N°. 4
una propuesta, pues sólo ahora la escuela se dispone a construir una propuesta
intencional y organizada y tanto aspecttos podrían resultar inabordables.
Cada una de las dimensiones propuestas tie ne rasgos que le son propios, pero
entre todos ellos hay una estrecha interrelación y se construyen mutuamente. Así,
el sujeto que se forma en ciertos valores va conformando su carácter en
consonancia con dichos valores y ellos se expresan en determinadas acciones o
comportamientos de la persona.
Por otro lado, en los procesos de formación moral de los estudiantes y para la
convivencia democrática se requiere del reconocimiento e instauración de
múltiples relaciones: relación consigo mi s mo con los otros y con el mundo:
En la relación consigo mismo: que reconozca su propia dignidad humana, se
autovalore, identifique sus potencialidades y carencias como posibilidad de formar
su carácter moral, de construir su autoestima y proyectos de vida que logren su
autorrealización.
En la relación con los otros: con sus compañeros pero igualmente con otros,
que son su familia u otros desconocidos, sujetos de la misma cultura u otras
culturas, otros que son diferentes, por su raza, etnia, sexo, ideas políticas,
religiosasyestéticas. Esto permite sensibilizarse frente a los otros, construir
valores que van más allá de su pequeño grupo o de su escuela para ser
universales, como la solidaridad y la cooperación. Igualmente el ejercicio de la
participación democrática, tanto al interior de la institución escolar como en la
sociedad.
CUADRO N° 4
FORMACION DE LA P E RSONA MORAL COMO TOTALIDAD
En relación con el mundo: que el estudiante se reconozca corno parte de este
planeta, por lo tanto establezca una relación de cuidado y conservación de la
naturaleza y e! entorno que lo rodea. No negando los avances de la ciencia y la
tecnología, pero asumiendo un sentido crítico frente a !os efectos de su uso
destructivo. Esto lo lleva a sensibilizarse frente a problemas del ambiente escolar y
de la ciudad, así corno frente a la destrucción del planeta, lo que puede conducir a
diseñar y desarrollar proyectos que construyan el concepto de lo público y el bien
común.
6. Estrategias para construir alternativas de formación moral 9
Son múltiples !as estrategias que sirven al desarrollo de una propuesta alternativa
de formación moral. Algunas de ellas permiten conocer la realidad de la institución
escolar o del aula de clase, como es la estrategia de la problematización. Otras,
como los proyectos pedagógicos, posibilitan desarrollar propuestas con grupos de
estudiantes, corno puede ser en una dirección de curso o en un trabajo de un
maestro de cualquier área. A nivel institucional, estrategias corno la participación
en las instancias de dirección y la construcción del manual o pacto de convivencia
generan procesos de formación moral que involucran a un gran número de
estudiantes y maestros. La implementación de estas estrategias debe tener en
cuenta la edad y el nivel de las y los estudiantes, por ejemplo, si son de
preescolar, básica primaria o básica secundaria. Igualmente, su desarrollo moral
Señalamos algunas de las estrategias generales.
La Problematización
Es una estrategia que permite la reflexión sistemática de los acontecimientos, en
este caso del orden de la formación moral, que ocurren en la institución escolar, y
para cuyos miembros dichos acontecimientos se constituyen en problemas o
conflictos. A partir de reconstruirlos por parte de los actores de la institución, se
desarrollan ideas sobre ellos con el fin de interpretarlos, explicarlos y darles un
tratamiento. Este análisis tiene como propósito formular problemas y criterios de
acción (Cardona, Lucila, 1995).
La Construcción De Proyectos Pedagógicos
Un proyecto en la escuela debe ser pensado, reflexionado y desarrollado por el
conjunto de los estamentos de la institución. Pero la indiferencia de muchos, sean
directivos docentes o educadores, no puede ser motivo para no iniciar este tipo de
proyectos. El aula de clase es uno de los espacios privilegiados para iniciarlo,
más cuando los estudiantes permanecen allí la mayor parte de su tiempo escolar.
Se necesitan estrategias que respondan a una propuesta organizada; no quiere
esto decir, que la formación moral requiere de una planificación milimétrica donde
todo está prediseñado de antemano. Los proyectos pedagógicos son una opción
para ser construidos con los estudiantes, en la búsqueda de formar en valores, en
elaboración de normas colectivas, pero también de atender los conflictos que a
diario presentan los grupos de estudiantes.
Un aula de clase democrática da la posibilidad para el trabajo moral de manera
permanente, desde el inicio de la jornada escolar, cuando los estudiantes o el
maestro no se hacen presentes o asumen actitudes de irrespeto frente a los
demás o no reconocen al otro como un sujeto con valores y derechos o cuando
se producen conflictos por situaciones de agresividad o violencia, o le pérdida de
un objeto. Todo esto hace posible la reflexión moral, la construcción de juicios
argumentados, de análisis de Valores, de deconstrucción de prácticas morales, de
aplicación de sanciones formativas y de propuestas de transformación en la
acción. Igualmente, el desarrollo de otras estrategias o técnicas que forman moral
y éticamente y que pueden ser o no integradas al desarrollo de los currículos de
las diferentes áreas.
9 Ver Cuadro N° 5.
CUADRO N°. 5
FORMACION DE LA PERSONA MORAL COMO INTEGRALIDADEstrategias y Actividades
Es importante que un proyecto de convivencia tenga un componente investigativo, esto no s permite ver la validez de laintervención del maestro en los
procesos formativos y los logros de los estudiantes. Por eso requiere tener en cuenta varios aspectos. Sugerimos algunos:
1. El sentido del proyecto que responde a las preguntas: ¿para qué haría un proyecto de convivencia en el aula? ¡cuál sería su intencionaildad?2. Los sujetos participantes del proyecto: caracterización del grupo de estudiantes, educadores y/o comunidad involucrada.3. El diagnóstico:responde a la pregutna ¿cuales son las dificultades o conflictos de la convivencia?4. Los propósitos:¿que se propone a partir del proyecto pedagógico de aula?5. La fundación:¿que sabey que cree que se necesita saber respecto al aconvivencia?6. los contenidos: ¿que puede aprender, como maestro o maestra? ¿ue pueden aprender los y las estudiante a través del proyecto? ¿que valores formaría a través del proyecto?
7. Las actividades: ¿qué eventos y/o acciones coherentes con los
anteriores del proyecto, desarrollaría? ¿qué metodología emplearía?
La participación enlas instancias de dirección de la institucón escolar
La escuela cuenta con otras posibilidades de formación como son la de
participación en las diferentes instancias del gobierno escolar, desdeelConsejo
Directivo hasta el consejo estudiantil. Dicha participación abre múltiples
posibilidades para la formación en la autonomía y la responsabilidad, un ejemplo
podría ser la elección de estudiantes ; maestros y padres de familia a las diversas
instancias. Dichas elecciones generalmente están llenas de situaciones
conflictivas en las que se juega la moral y la escuela puede convertirlas en
pretexto para su formación. Es el Caso de muchos jóvenes candidatos a los
cargos de representación y personería estudiantil, que aprendiendo de las
prácticas políticas de nuestro país, desarrollan comportamientos clientelistas e
invitan a votar no por propuestas que defiendeen sus derechos e intereses sino por
aquellos que ofrecen prebendas o regalos.
Igualmente, los estudiantes y maestros se forman en la presentación de
propuestas para promover y defender los derechos de cada uno de los
es tamentos, para desarrollar valores o construir principios y normas de
convivencia.
La construcción del Manual de Convivencia
El Manual de Convivencia producto de una construcción colectiva se convierte en
un rico proceso e n el cualtodos los actores dela escuela ponen de presente el
tipo de convivencia que desean y los valores que la deben orientar. Igualmente,
sobre principios democráticos se aprende a construir normas que regulen la
c onvivencia y formen moralmente al sujeto. Este proceso ayuda a transformar las
posturas autoritarias que han permanecido desde hace siglos en la institución
escolar y que han alimentado la heteronomía del maestro y el estudiante . La
participación en su construcción logra entonces un reconocimiento de todos como
sujetos de derechos y deberes, unidos por un propósito común, el acto educativo,
y un interés, le formación de la autonomía y la responsabilidad, tanto en
estudiantes como en los maestros, y por ende, la convivencia democrática y justa.
Otras estrategias
Señalamos otras estrategias actividades que pueden ser implementadas en
espacios específicos como el trabajo del aula, en cualquiera de las áreas; y, en
particular le dirección de curso Igualmente hacer parte de otras estrategias
globales, como las abordadas anteriormente. Ellas coadyuvan en la construcción
de razonamientos morales y de valores, en la expresión de sentimientos y afectos,
así como en la concreción de acciones. Podríamos ubicar algunas de ellas: le
clarificación de valores, le discusión de dilemas morales, le discusión critica de
problemas morales, el juego de roles, la comunicación corporal y el aprendizaje de
habilidadessociales. Para ello es importante el uso de !os audiovisuales, el cine,
la literatura el arte , entre otros , como posibilitadores de esa formación moral yética.
7. El/la Maestro/a y la Formación Moral y Etica
Papel de maestras y Mae stros
Un proyecto de formación moral y ética en la escuela requiera de manera especial un maestro/a que tenga un conocimiento
básico acerca de la cultura de sus
estudiantes, para que reconozcaen ellos su singularidady no los trate como un
todo homogéneo; que tanga en cuenta sus necesidades, sus intereses y sus
grupos de referencia; sus formas de relación con la estética y la lúdica, es decir,
la música, le expresión corporal, la moda; igualmente, su relación con las nuevas
tecnologías, como el uso de internet, el video, las maquinitas; sus formes de
asumir la sexualidad y la relación con los otros. También, las etapas de desarrollo
moral en la cual están sus estudiantes; el contexto en que viven, no es lo mismo
un joven de clase media a otro de un sector marginal o rural o un desplazado.
El educador tiene que asumir otras formas de relación en la formación moral, en la
que reconozca al estudiante como un interlocutor válido, que promueva le
participación y el diálogo permanente. Que genere reflexiones éticas sobre los
comportamientos morales que ellos viven y que Se dan en le sociedad en su
conjunto. La construcción de estas nuevas relaciones contribuyen a fortalecer en
los estudiantes su autoestima, su singularidad y su proyecto de vide.
Formación para la formación moral y ética
Un proyecto de formación moral debe tener en cuenta a los agentes morales, en
este caso a los maestros/as. La historia de su formación, así como sus
concepciones morales muestran la necesidad de ejercer una acción formativa
sobre ellos, tanto para hacerlos avanzar en su desarrollo moral como para
construir la propuesta de formación con sus estudiantes.
Una propuesta de estas debe incluir temáticas muy diversas, como las diversas
teorías acerca de la moral y la ética las tendencias y estrategias sobre la
form ación moral. Además, los derechos humanos y la escuela los derechos de lo s
niños y niñas , la formación moral y la convivencia y el sentido de los manuales o
pactos de convivencia. Desde lo pedagógico la construcción de proyectos
pedagógicos para desarrollar un propuesta de formación moral. Debe articular,
i gualmente, la reflexión teórica y las prácticas morales que se viven en las propias
instituciones de las/los maestros participántes. De ahi la importancia de iniciar un
proceso desde la problematización de la escuela en lo moral.