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"Nadie por ser joven vacile en filosofar ni por hallarse viejo de filosofar se fatigue. Pues nadie está demasiado adelantado ni retardado para lo que concierne a la salud de su alma. El que dice que aún no le llegó la hora de filosofar o que ya le ha pasado es como quien dice que no se le presenta o que ya no hay tiempo para la felicidad. De modo que deben filosofar tanto el joven como el viejo: el uno para que, envejeciendo, se rejuvenezca en bienes por el recuerdo agradecido de los pasados, el otro para ser a un tiempo joven y maduro por su serenidad ante el futuro. Así pues, hay que meditar lo que produce la felicidad, ya que cuando está presente lo tenemos todo y, cuando falta, todo lo hacemos por poseerla." Epicuro: Carta a Meneceo "Por todas partes vengo sin hacer otra cosa que persuadiros a los más jóvenes y a los más viejos de que antes y con más empeño que de vuestros cuerpos os preocupéis de vuestra alma de modo que sea lo mejor posible, y vengo proclamando que la virtud no deriva de la fortuna, sino que, al contrario, de la virtud derivan la fortuna y todos los demás bienes humanos, tanto privados como públicos." Platón, Apología, 30 a-b "La filosofía es un enorme apetito de transparencia y una resuelta voluntad de mediodía. Su propósito radical es traer a la superficie, declarar, descubrir lo oculto o velado ―en Grecia la filosofía comenzó por llamarse aléteheia, que significa desocultación, revelación o desvelación; en suma, manifestación―. Y manifestar no es sino hablar, lógos. Si el misticismo es callar, filosofar es decir: descubrir en la gran desnudez y transparencia de la palabra el ser de las cosas, decir el ser ―ontología―. Frente al misticismo, la filosofía quisiera ser el secreto a voces." Ortega y Gasset: ¿Qué es filosofía?, Lección V A influência da teologia na formação da cultura ocidental "A vida só pode ser compreendida, olhando-se para trás; mas só pode ser vivida, olhando-se para a frente." - Soren Kierkegaard (teólogo e filósofo dinamarquês)

Nadie Por Ser Joven Vacile en Filosofar Ni Por Hallarse Viejo de Filosofar Se Fatigue

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traduccion de Marilena Chaui

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Page 1: Nadie Por Ser Joven Vacile en Filosofar Ni Por Hallarse Viejo de Filosofar Se Fatigue

"Nadie por ser joven vacile en filosofar ni por hallarse viejo de filosofar se fatigue. Pues nadie está demasiado adelantado ni retardado para lo que

concierne a la salud de su alma. El que dice que aún no le llegó la hora de filosofar o que ya le ha pasado es como quien dice que no se le presenta o

que ya no hay tiempo para la felicidad. De modo que deben filosofar tanto el joven como el viejo: el uno para que, envejeciendo, se rejuvenezca en bienes

por el recuerdo agradecido de los pasados, el otro para ser a un tiempo joven y maduro por su serenidad ante el futuro. Así pues, hay que meditar lo

que produce la felicidad, ya que cuando está presente lo tenemos todo y, cuando falta, todo lo hacemos por poseerla."

Epicuro: Carta a Meneceo 

"Por todas partes vengo sin hacer otra cosa que persuadiros a los más jóvenes y a los más viejos de que antes y con más empeño que de vuestros cuerpos os preocupéis de vuestra alma de modo que sea lo mejor posible, y vengo proclamando que la virtud no deriva de la fortuna, sino que, al contrario, de la virtud derivan la fortuna y todos los demás bienes humanos, tanto privados como públicos."

Platón, Apología, 30 a-b

      "La filosofía es un enorme apetito de transparencia y una resuelta voluntad de mediodía. Su propósito radical es traer a la superficie, declarar, descubrir lo oculto o velado ―en Grecia la filosofía comenzó por llamarse aléteheia, que significa desocultación, revelación o desvelación; en suma, manifestación―. Y manifestar no es sino hablar, lógos. Si el misticismo es callar, filosofar es decir: descubrir en la gran desnudez y transparencia de la palabra el ser de las cosas, decir el ser ―ontología―. Frente al misticismo, la filosofía quisiera ser el secreto a voces."

Ortega y Gasset: ¿Qué es filosofía?, Lección V 

A influência da teologia naformação da cultura ocidental

"A vida só pode ser compreendida, olhando-se para trás; mas só pode ser vivida, olhando-se para a frente."

- Soren Kierkegaard(teólogo e filósofo dinamarquês)

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        No dia 11 de setembro de 2001, os olhos do mundo inteiro assistiam, abismados, aos atentados contra os prédios do World Trade Center, em Nova York. Parecia que a Terceira Guerra Mundial havia começado. Mas o que se verificou, de fato, é que a história humana acabava de registrar mais um capítulo sangrento das guerras religiosas que tristemente têm marcado a civilização desde os faraós. (1)        Cruzadas, inquisições, progroms, nazismo e comunismo são alguns tópicos das guerras religiosas, completado recentemente com a eclosão do fundamentalismo islâmico, com seus Ruhollah Khomeini e Osama bin Laden. Os jornais e noticiários comentam diariamente os conflitos entre cristãos e muçulmanos no Líbano, Chipre, Bósnia, Rússia, Nigéria, Timor Leste e Filipinas; entre judeus e muçulmanos em Israel; hindus e muçulmanos na Índia; além de disputas no seio do próprio cristianismo e do islamismo, como entre católicos e protestantes na Irlanda do Norte, ou entre muçulmanos sunitas e xiitas no Irã, Iraque e Síria.

        E não é tudo, pois a questão religiosa também é inspiração para matanças por regimes políticos, disputas nacionalistas e puro racismo: o massacre de budistas no Tibet ocupado pelos comunistas chineses, as perseguições contra a minoria curda na Turquia e no Iraque e os assassinatos de negros no Sul dos Estados Unidos por protestantes brancos, são alguns exemplos lamentáveis.        Neste contexto, a compreensão das mentalidades dos povos e das culturas religiosas protagonistas destes acontecimentos, fazem do teólogo um observador arguto da realidade social. Sua rica bagagem cultural está à disposição da mídia, das universidades e centros de pesquisa para completar o saber de praticamente todas as áreas das ciências humanas: jornalismo, filosofia, sociologia, história, antropologia, psicologia, pedagogia, política, propaganda e até a ecologia.        Mas, afinal, o que é a teologia? Na definição mais ampla do dicionarista Aurélio Buarque de Hollanda Ferreira, teologia é o "estudo das questões referentes ao conhecimento da divindade, de seus atributos e relações com o mundo e com os homens. O estudo racional dos textos sagrados, dos dogmas e das tradições." (2) O desenvolvimento da teologia e seu diálogo com áreas afins do conhecimento também lhe conferiram novas denominações, como Filosofia da Religião ou Ciência da Religião.        Mas para se entender a fundo a amplitude, diferenças, complexidade e riqueza do saber teológico e religioso judaico-cristão, desde os primórdios da civilização, também é fundamental o estudo dos ensinamentos dos grandes líderes religiosos e das obras dos teólogos e pensadores de todos os tempos:- Gilgamesh de Uruk (c. 2700 a.C.)- Abraão de Ur (c. 1800 a.C.)- Hamurábi da Babilônia (c. 1700 a.C.)- Akhenáton de Amarna (c. 1350 a.C.)- Moisés do Egito (3) (1300 a.C.)- Salomão (c. 950 a.C.)- Elias (c. 900 a.C.)- Amós de Tekoa (c.750 a.C.)- Isaías (c. 730 a.C.)- Jeremias de Anatot (c. 620 a.C.)- Zaratustra da Pérsia (c. 570 a.C.)- Ezequiel (c. 560 a.C.)- Esdras Escriba (c. 400 a.C.)- Hillel (75 a.C.-5 d.C.)- Fílon de Alexandria (20 a.C.-50 d.C.)- Jesus de Nazaré (4) (0-33)- Paulo de Tarso (5) (4-64)- Yochanan ben Zakai (?-80)- Flávio Josefo (37-100)- Aquiva (?-135)- Basílides de Alexandria (120-161)- Taciano, o Sírio (120-180)- Yehuda Hanassi (130-210)- Clemente de Alexandria (150-215)

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- Orígenes (185-254)- Jerônimo de Estridão (348-419)- João Crisóstomo (350-407)- Agostinho de Tagasta (354-430)- Gregório de Nissa (355-394)- Nestório (381-450)- Anísio Boécio (480-524)- Isidoro de Sevilha (560-633)- Beda de Nortúmbria (673-735)- João Damasceno (675-754)- Hincmar von Reims (806-882)- Hunayan ibn Ishaq (808-873)- Gotescaldo de Orbais (?-869)- John Scot Erígena (810-870)- Saádia Gaon (882-942)- Yahyâ ibn Adi (894-974)- Hasday ibn Shaprut (915-970)- Berengário de Tours (1005-1088)- Lanfranco de Pádua (1010-1089)- Itzhak Alfasi (1013-1103),- Shlomo ibn Gabirol (1022-1051)- Anselmo de Aosta (1034-1109)- Shlomo ben Itzhak (1040-1105)- Eustrato de Nicéia (1050-1120)- Yehuda Halevi (1075-1140)- Pierre Abelardo (1079-1142)- Bernard de Claraval (1090-1153)- Juan Avendadud de Espanha (1110-1180)- Alain de Lille (1120-1203)- John of Salisbury (1125-1180)- Ibn Ruchd (1126-1198)- Pierre de Poitiers (1130-1205)- Moshe ben Maimon (1135-1204)- Steven Langton (?-1228)- Alberto Magno (1193-1280)- Moshe ben Nachman (1194-1270)- Roger Bacon (1220-1294)- Giovanni Boaventura (1217-1274)- Tomás de Aquino (1225-1274)- Moshe de Leon (?-1305)- Ramon Llull (1233-1316)- Dietrich von Freiburg (1250-1320)- Mestre Eckhart (1260-1328)- Nicholas de Lyra (1265-1349)- John Duns Scot (1266-1308)- Levi ben Gherson (1288-1344)- William of Ockham (1290-1349)- Yehuda Romano (1292-?)- Moshe de Narbonne (1300-1362)- John Wycliffe (1320-1384)- Hasday Crescas (?-1410)- Jan Huss (1369-1415)- Thomas Kempis (1380-1471)- Heimeric van der Velde (1395-1460)- Nicolau de Cusa (1401-1464)- Jorge Escolário (1405-1472)- Isaac Abravanel (1437-1508)- Girolamo Savanarola (1452-1498)- Yehuda Abravanel (1460-1521)- Erasmo de Rotterdam (1465-1536)

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- Martin Luther (1483-1546)- Ulrich Zwingli (1484-1531)- Corlelius Agrippa (1486-1535)- Yosef Caro (1488-1575)- Philip Melanchthon (1497-1560)- Samuel Usque (1500-1560)- John Knox (1505-1572)- Jean Calvin (1509-1564)- Michel Servet (1511-1553)- Moshe Cordovero (1522-1570)- José de Ancieta (1534-1597)- Jakobus Arminius (1560-1609)- Jacob Boheme (1575-1624) - Uriel da Costa (1575-1640)- Johan Gerhard (1582-1637)- Jan Amos Comenius (1592-1670) - Menasseh ben Israel (1604-1657)- Isaac Aboab da Fonseca (1605-1693)- Antônio Vieira (1608-1697)- Isaac Oróbio de Castro (1620-1687)- Baruch Spinoza (1632-1677)- Nicolas Malembranche (1638-1715)- Emanuel Swedenborg (1688-1772)- Hermann Samuel Reimarus (1694-1768)- Israel ben Eliezer (1700-1760)- John Wesley (1703-1791)- Moshe Chaim Luzzatto (1707-1747)- Moses Mendelssohn (1729-1786)- Claude-Henri Rouvroy (1760-1825)- Friedrich Schleimacher (1768-1834)- Wilhelm von Wette (1780-1849)- Nachman Krochmal (1785-1840)- Ferdinand Christian Baur (1792-1869)- David Friedrich Strauss (1808-1874)- Samson Raphael Hirsch (1808-1888)- Salomon Formstecher (1808-1889)- Samuel Hirsch (1815-1889)- Franz Frank (1827-1894)- Martin Kahler (1835-1912)- Franz Overbeck (1837-1905)- Hermann Cohen (1842-1918)- Julius Wellhausen (1844-1918) - Adolf von Harnack (1851-1930)- Aharon David Gordon (1856-1922)- Alfred Loisy (1857-1940)- Alfred North Whitehead (1861-1947)- Hermann Gunkel (1862-1932)- Ernst Troeltsch (1865-1923)- Avraham Itzhak Kook (1865-1935)- Leonhard Ragaz (1868-1945)- Hermann Kutter (1869-1931)- Rudolf Otto (1869-1937)- Leo Baeck (1873-1956)- Martin Buber(1878-1965)- Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955)- Mordechai Kaplan (1881-1983)- Albrech Alt (1883-1956)- Rudolf Bultmann (1884-1976)- Étienne Gilson (1884-1978)- Ernst Bloch (1885-1977)

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- Franz Rosenzweig (1886-1929)- Paul Tillich (1886-1965)- Karl Barth (1886-1968)- Yehezkel Kaufmann (1889-1963)- William Foxwell Albright (1891-1971)- Reinhold Niebuhr (1892-1971)- Marie Dominique Chenu (1895-1990)- Leonardo van Acker (1896-?)- Leonhard Rost (1896-1979)- Henri de Lubac (1896-1991)- Gershon Scholem (1897-1982)- Erich Fromm (1900-1980)- Joachim Jeremias (1900-?)- Gerhard von Rad (1901-1971)- Hugh Schonfield (1901-?)- Martin Noth (1902-1968)- Karl Rahner (1904-1984)- Paul Winter (1904-1969)- Yves Congar (1904-1995)- Jean Danièlou (1905-1974)- Hans Urs von Balthazar (1905-1988)- Dietrich Bonhoeffer (1906-1945)- Abraham Joshua Herschel (1907-1972)- Marcel Simon (1907-?)- Mircea Eliade (1907-1986)- Trude Weiss-Rosmarin (1908-1989)- John Bright (1908-?)- Edward Schillebeeckx (1914-)- Yosef Kaplan (1914-)- Friedrich Heer (1916-1983)- Franz Mussner (1916-)- André Chouraqui (1917-)- Boaventura Kloppenburg (1919-)- Luís Alonso Schökel (1920-)- Geza Vermes (1924-)- Juan Luis Segundo (1925-1996)- J. E. Martins Terra (1925-)- Jürgen Moltmann (1926-)- Norman K. Gottwald (1926-)- Thomas J. J. Altizer (1927-)- Utta Ranke-Heinemann (1927-)- Elie Wiesel (1928-)- Gustavo Gutiérrez (1928-)- Hans Küng (1928-)- Walfhart Pannenberg (1928-)- Hugo Assmann (1933-)- Rubem Alves (1933-)- Yair Hoffman (1937-)- James H. Cone (1938-)- Leonardo Boff (1938-)- Enrique Dussel (1943-)- Karen Armstrong (1945-)- Martin Goodman (1953-).        A palavra teologia vem do grego e significa literalmente "o estudo de Deus". Mas seu significado é muito mais amplo, pois trata-se na verdade do conhecimento das religiões como um todo, daí seu diálogo direto com a filosofia, sociologia, antropologia, psicologia. Por exemplo, só o estudo científico da Bíblia, o livro-base das doutrinas judaico-cristãs, exige o instrumental histórico, arqueológico e lingüístico. (6) Dependendo de qual texto bíblico queira-se estudar, a tarefa vai exigir o conhecimento das línguas hebraica e aramaica para o "Velho Testamento" e do grego, com o apoio do latim, para o "Novo Testamento". (7)

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        O desenvolvimento da teologia na Idade Média européia foi um processo de amadurecimento do pensamento filosófico grego, especialmente a partir das idéias de Sócrates, Platão e Aristóteles, já então interagindo com as especulações religiosas místicas e racionalistas. O fruto disso tudo vai ser a construção da cultura humanística ocidental a partir dos mestres teólogos, que eram disputados a ocupar as principais cátedras nas insurgentes universidades da Europa medieval, destacando-se as italianas, francesas, espanholas, alemãs e inglesas.        Não por acaso os pintores europeus refletiram em suas obras influências de temas bíblicos e religiosos propagados aos quatro ventos pela teologia. Eis alguns: Giotto, Eyck, Witz, Botticelli, Tintoretto, El Greco, Caravaggio, Rubens, Rembrandt e Chagall. E o que falar dos afrescos da Capela Cistina de Michelângelo?        O mesmo aconteceu na música com Giovanni Palestrina, Dietrich Buxtehude, Johann S. Bach, Georg F. Händel, Antonio

Vivaldi, Doménico Cimarosa, Joseph Haydn, Wolfgang A. Mozart, Gioachino Rossini, Ludwig von Beethoven, Franz Schubert, Hector Berlioz, Felix Mendelssohn-Bartholdy, Robert Schumann, Franz Liszt, Giuseppe Verdi, Cesar Franck, Anton Bruckner, Johannes Brahms, Antonín Dvorák, Rimski-Korsakov, Hugo Distler, Laszlo Halmos, Sherri Porterfield, dentre outros.        O pensamento teológico também deixou a sua marca na obra de filósofos de todas as épocas: Erasmo de Rotterdam, Thomas More, Galileu Galilei, Baruch Spinoza, Christian Wolff, George Berkeley, Immanuel Kant, Gotthold Efhraim Lessing, Ludwig Feurbach, Moses Hess, Soren Kierkegaard, Karl Marx, Friedrich Nietzsche, Rudolf Steiner George Santayana, Miguel de Unamuno, Henri Bergson, Bertrand Russel, Jacques Maritain, Jean-Paul Sartre, Hannah Arendt, Emmanuel Levinas, Paul Ricoeur, George Steiner e Jacob Needleman são alguns deles. (8)         Da mesma forma, influiu em outros campos do saber, em pensadores, artistas e ativistas tão diversos como Sigmund Freud e Jean-Luc Godard, Max Weber e Robert Malthus, Isaac Deutscher e Charles Darwin, Albert Einstein e Krysztof Kielowski, Lev Tolstói e John Lennon, Allan Bloom e Martin Luther King, Rosa Luxemburg e Haroldo de Campos, Albert Camus e Marilena Chauí, Luís de Camões e Émile Durkheim, Edmund Wilson e Julia Kristeva, Albert Schweitzer e Cecil DeMille, Allen Ginzberg e Gérard Haddad, Fernando Pessoa e Marthe Robert, Carl Gustav Jung e Roberto Campos, Franco Zeffirelli e Edmund Leach, Renato Mezan e William Shakespeare, Alfred Adler e Georges Duby, Paulo Freire e Itzhak Baer, Joseph Campbell e Fiodor Dostoévski.        A literatura é pródiga em obras com reflexos das idéias religiosas dos mais diferentes matizes: A Divina Comédia (Dante Alighieri); O Paraíso Perdido (John Milton); Eurico, o Presbítero (Alexandre Herculano); O Seminarista (Bernardo Guimarães); O Crime do Padre Amaro (Eça de Queirós); Esaú e Jacó (Machado de Assis); Os Subterrâneos do Vaticano (André Gide); Sansão (Vladimir Jabotinsky); José e seus Irmãos (Thomas Mann); Absalom, Absalom (William Faulkner); Olhai os Lírios do Campo (Érico Veríssimo); O Aleph (Jorge Luis Borges); O Diabo e o Bom Deus (Jean-Paul Sartre); O Pobre de Deus (Nikos Kazantzakis); A Fonte de Israel (James Michener); As Sandálias do Pescador e O Herege (Morris West); Médico de Homens e de Almas (Taylor Caldwell).        E também: O Nome da Rosa (Umberto Eco); Razão de Deus (Muriel Spark); O Alef (Jorge Luis Borges); Moisés, Príncipe do Egito e História do Povo Judeu (Howard Fast); O Santo Inquérito (Dias Gomes); Memorial do Convento e O Evangelho Segundo Jesus Cristo (José Saramago); Pessach: a Travessia (Carlos Heitor Cony); O Rabino, O Diamente de Jerusalém e O Último Judeu (Noah Gordon); Mistérios de Jerusalém (Marek Halter); Vita Brevis (Jostein Gaarder); A Viagem de Théo (Catherine Clément); A Mulher que Escreveu a Bíblia (Moacyr Scliar); Lilith (Alina Reyes); O Evangelho de Judas (Simon Mawer) e Moisés (Gerald Messadié), entre outros. (9)        A Bíblia, matéria-prima para a teologia, tem sido por séculos inspiração para a literatura. George Steiner reconhece isso: "A universalidade modelizante do código das Escrituras durou sensivelmente mais do que a força geral da religião. O Deus dos filósofos e dos leigos iluministas pode ter morrido no século XIX, mas o Deus da Bíblia e a linguagem e a visão de mundo geradas por sua presença

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narrativa continuam formidavelmente vivas e operantes nos escritos de Thomas Hardy, Thomas Mann, Gide, Proust."        E continua: "Nós não teríamos os ritmos da prosa de Hemingway sem os Eclesiastes, nem as tristezas dinásticas de Faulkner sem as Crônicas e os Livros dos Reis. O mundo de Schoenberg é bíblico até o âmago e Fim de Jogo de Samuel Beckett é uma meditação exata sobre os instrumentos e as finalidades da paixão." (10)        Neste contexto de diálogo cultural dos novos tempos de globalização, o Brasil destaca-se também nas ciências humanas pela presença em sua história e atualidade de reconhecidos intelectuais e ativistas sociais no campo religioso. Entre eles, podemos citar José de Anchieta, Antônio Viera, Isaac Aboab da Fonseca, Hélder Câmara, Boaventura Kloppenburg, Walter I. Rehfeld, Luís Alonso Schökel, Humberto Porto, J. E. Martins Terra, Paulo Evaristo Arns, Jacó Guinsburg, Rubem Alves, Leonardo Boff, Henry Sobel, C. A. Libânio Christo e Nilton Bonder.

Notas:1) Samuel H. Huntington, em seu livro O Choque de Civilizações (Ed. Objetiva), já alertava sobre o perigo do fundamentalismo islâmico em 1996.2) Novo Diconário da Língua Portuguesa (Ed. Nova Fronteira, Rio de Janeiro, 2ª edição revista e aumentada), s/d.3) Também conhecido por Moshe ben Amram (Moisés filho de Amram) e Moshe Rabenu (Moisés nosso Mestre), em hebraico.4) Também conhecido por Yoshua ben Yosef (Jesus filho de José), em hebraico, ou simplesmente Jesus, em várias línguas européias.5) Saul me Tarsus, no original hebraico.6) Algumas indicações bibliográficas são: Introdução Sócioliterária à Bíblia Hebraica, de Norman K. Gottwald (Ed. Paulinas), A Bíblia Judaica e a Bíblia Cristã, de Julio Trebolle Barrera (Ed. Vozes), Bíblia: Verdade e Ficção, de Robin Lane Fox (Ed. Cia. das Letras), Os Homens da Bíblia, de André Chouraqui (Ed. Cia. das Letras), Nascimento de Deus, de Jean Bottéro (Ed. Paz e Terra), Guia Literário da Bíblia, organizado por Robert Alter e Frank Kermode (Ed. Unesp), Fora do Jardim, organizado por Christina Büchmann e Celina Spiegel (Ed. Imago), onde mulheres dão a sua visão sobre as Escrituras, e Como Pão no Prato Sagrado, de Rebecca Alpert (Ed. Rosa dos Tempos), uma leitura lésbico-feminista do texto bíblico.7) Os judeus seguem apenas o chamado "Velho Testamento" (Tanach, em hebraico), adotado por católicos e protestantes com algumas diferenças canônicas, além do acréscimo do cânone do "Novo Testamento" para a Bíblia cristã.8) Uma visão geral sobre o assunto pode ser vista no livro de S. E. Frost Jr., Ensinamentos Básicos dos Grandes Filósofos (Ed. Cultrix) e nos textos dos filósofos citados publicados na coleção "Os Pensadores", da Ed. Abril.9) Estas obras de ficção são uma amostragem geral, do clássico ao contemporâneo, onde em diferentes literaturas a inspiração bíblico-religiosa está presente. A título de comentário, vale lembrar que as literaturas judaica (especialmente em iídiche) e israelense (em hebraico) recorrem freqüentemente às tradições bíblicas e do judaísmo em sua criação.10) Apresentação ao Guia Literário da Bíblia, organizado por Robert Alter e Frank Kermode (Ed. Unesp, São Paulo, 1997).

EDUCAÇÃO

Teologia: MEC reconhece cursoe corrige exclusão acadêmica

HÉLIO DANIEL CORDEIRO         Com toda a bagagem cultural e contribuição do saber teológico para a cultura ocidental, os órgãos de educação brasileiros, desde o final de 1999, passaram a reconhecer a teologia como curso superior no País, dando um salto de qualidade na questão educacional, ampliando e democratizando as formas de ensino no Brasil e também corrigindo uma grave exclusão acadêmica.        Em diversos países a teologia já era reconhecida como curso superior. Assim, as faculdades brasileiras têm liberdade de compor a grade curricular, adaptando-a conforme a linha religiosa adotada. Quem concluir o curso poderá dar aulas, trabalhar em ONGs e entidades religiosas, ou mesmo ser consultor na área, entre outras atividades profissionais

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ligadas ao curso.1        A legislação pertinente autoriza a validação dos estudos "aos portadores de diplomas de cursos realizados em Seminários Maiores, Faculdades Teológicas ou Instituições equivalentes de qualquer confissão religiosa".2 Os cursos ministrados por escolas religiosas e seminários de qualquer confissão religiosa são amparados pelo decreto lei que em seus artigos dispõe sobre o aproveitamento em cursos de licenciatura dos egressos de tais instituições. Como o ensino militar, o ensino religioso foge às limitações dos sistemas vigentes.3        Tais cursos são ditos "livres", não necessitando de prévia autorização para funcionamento, nem de posterior reconhecimento do Conselho de Educação competente. Em outras palavras, o governo brasileiro tem respeitado a Constituição no tocante à separação Igreja/Estado. A jurisprudência do Ministério de Educação tem sido há vários anos no sentido de declarar-lhes a equivalência, de acordo com regras amplas e flexíveis.4        O "reconhecimento oficial, como bacharelado, dos cursos superiores ministrados em Institutos de Teologia, Faculdades Teológicas, Seminários Maiores e outras instituições congêneres"5 é o coroamento de um processo legítimo iniciado alguns anos antes e que evoluiu positivamente junto ao MEC.        Em 1997 a Secretaria de Educação do Ministério da Educação e do Desporto incluiu a teologia entre os cursos superiores habilitados nos quadros do País.6 Em 1999 o Conselho Nacional de Educação esclareceu que os cursos de bacharelado em teologia são de composição curricular livre a critério de cada instituição, podendo obedecer a diferentes tradições religiosas.7 Sendo em seguida regulamentados legalmente8 e por fim reconhecidos.

Notas:1) "Teologia agora é curso superior reconhecido pelo MEC", Folha de S. Paulo, 10/11/1999.2) Decreto Lei no. 1051/69, artigo 1º.3) DL 1051/69, artigos 1º e 2 º, parág. 268/81.4) Lei 1.821/53, do Decreto 34.330/53, do parecer do CFE nº 3174/77 (Doc.204, p.17).5) Parecer CES 505/99 do Conselho Nacional de Educação, de 19/05/1999.6) Edital no. 02 de 08/09/1997.7) Processo no. 23001 - 000081/99-00, Parecer no. CES 241/99, aprovado em 15/03/1999.8) Parecer 241/99 e Parecer 765/99, ambos do Conselho Nacional de Educação, homologados em 28/10/1999 e publicados em 31/11/1999, no documento "Esclarecimentos gerais sobre os cursos superiores de teologia", do MEC e da Secretaria de Educação Superior.

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