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NO CONFUNDIR A JESÚS CON NADIE Según el evangelista, Jesús toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, los lleva aparte a una montaña, y allí «se transfigura delante de ellos». Son los tres discípulos que, al parecer, ofrecen mayor resistencia a Jesús cuando les habla de su destino doloroso de crucifixión. Pedro ha intentado incluso quitarle de la cabeza esas ideas absurdas. Los her- manos Santiago y Juan le andan pidiendo los primeros puestos en el reino del Mesías. Ante ellos precisamente se transfigurará Jesús. Lo necesitan más que nadie. La escena, recreada con diversos recursos simbólicos, es grandiosa. Jesús se les presenta «revestido» de la gloria del mismo Dios. Al mismo tiempo, Elías y Moisés, que según la tradición, han sido arrebatados a la muerte y viven junto a Dios, aparecen conversando con él. Todo invita a intuir la condición divi- na de Jesús, crucificado por sus adversarios, pero resucitado por Dios. Pedro reacciona con toda espontaneidad: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No ha entendido nada. Por una parte, pone a Jesús en el mismo plano y al mismo nivel que a Elías y Moisés: a cada uno su tienda. Por otra parte, se sigue resis- tiendo a la dureza del camino de Jesús; lo quiere retener en la gloria del Tabor, lejos de la pasión y la cruz del Calvario. Dios mismo le va a corregir de manera solemne: «Éste es mi Hijo amado». No hay que confundirlo con nadie. «Escuchadle a él», incluso cuando os habla de un camino de cruz, que termina en resurrección. Sólo Jesús irradia luz. Todos los demás, profetas y maestros, teólogos y je- rarcas, doctores y predicadores, tenemos el rostro apagado. No hemos de confundir a nadie con Jesús. Sólo él es el Hijo amado. Su Palabra es la única que hemos de escuchar. Las demás nos han de llevar a él. Y hemos de escucharla también hoy, cuando nos habla de «cargar la cruz» de estos tiempos. El éxito nos hace daño a los cristianos. Nos ha llevado incluso a pensar que era posible una Iglesia fiel a Jesús y a su proyecto del reino, sin conflictos, sin rechazo y sin cruz. Hoy se nos ofrecen más posibilidades de vivir como cristianos «crucificados». Nos hará bien. Nos ayudará a recuperar nuestra identidad cristiana. Es Cuaresma otra vez, Señor COMPROMISO SEMANAL Dedica un tiempo de cada día a leer con tranquilidad un capítulo de la Biblia. REPITE EN TU INTERIOR “Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida" Francisco en la audiencia: los hijos necesitan un padre que les espera . Texto completo. En la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre prosigue con el ciclo de catequesis sobre la familia. CIUDAD DEL VATICANO, 04 de febrero de 2015 (Zenit.org ) 2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) – Las parroquias y las comunidades Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y peque- ños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31). Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones. En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triun- fante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y go- zan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las al- mas» (Carta 254,14 julio 1897). También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para noso- tros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón. Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres. Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La mi- sión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad. Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferen- cia. Propuesta de Cáritas: 5 SEMANAS, 5 COMPROMISOS DE FRATERNIDAD para CUARESMA Y PASCUA SEMANA 1ª: Compromiso de Acogida y Cercanía. Esfuérzate cada día de esta semana por saludar con cariño a las personas con las que te encuentres. Toma tú la iniciativa en el saludo, ve a buscarlas. Muéstrales que les importas, que ellas son lo primero para ti, y sé amable y cercano con ellas mientras estén contigo. Haz que se sientan a gusto contigo. Estate especialmente dispuesto a perdonar cualquier desencuentro o roce de convivencia. Al final de esta semana escribe 5 nombres de personas con las que has puesto en práctica conscientemente este compromiso (como mínimo). Si no llegas a 5 nombres, tendrás que repetir este ejercicio la semana siguiente con 5 nuevas personas. ¡Que bien se está en ti! Es el tiempo de fortalecer nuestro amor. Vuelvo a escucharte decirme «Ven y sígueme».... Y esta vez mi respuesta va a ser más firme. Quiero seguirte, Jesús, quiero aprovechar esta nueva oportunidad. Necesito salir de la rutina de lo ordinario, para gozar lo extraordinario de nuestra relación. Una vez más, me recuerdas que cuentas conmigo, que estoy invitado a vivir cuarenta días especiales, de más amor, más detalles para con los otros, más austeridad, para mantenerme libre, y más ratos de oración, para estrechar nuestro amor, para que nuestro corazón palpite al unísono. Tú sabes bien que me es más fácil: ayunar de un alimento, que de criticar, dar una limosna, que acoger a quien no me gusta, abstenerme de alguna cosa, que regalar más amor, hacer un sacrificio, que compartir lo que me sobra, asistir a un rito, que luchar por un mundo justo, y actuar en fariseo, que trabajar por la igualdad. No me dejes, Señor, esta Cuaresma coger el primer puesto cuando rece, hacer ostentación de mis acciones, quedarme ya tranquilo con mis ritos, dormirme en la general mediocridad, sentirme satisfecho porque te tengo … ¡despiértame, Señor, hazme amar más! Que esta Cuaresma sea otra oportunidad, que me ponga de fiesta el co- razón y me funda contigo en el amor. Mari Patxi Ayerra

NO CONFUNDIR A JESÚS CON NADIE Francisco en … fileSegún el evangelista, Jesús toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, los lleva aparte a una montaña, y allí «se transfigura

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NO CONFUNDIR A JESÚS CON NADIE

Según el evangelista, Jesús toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, los lleva aparte a una montaña, y allí «se transfigura

delante de ellos». Son los tres discípulos que, al parecer, ofrecen mayor resistencia a Jesús cuando les habla de su destino

doloroso de crucifixión.

Pedro ha intentado incluso quitarle de la cabeza esas ideas absurdas. Los her-

manos Santiago y Juan le andan pidiendo los primeros puestos en el reino del

Mesías.

Ante ellos precisamente se transfigurará Jesús. Lo necesitan más que nadie.

La escena, recreada con diversos recursos simbólicos, es grandiosa. Jesús

se les presenta «revestido» de la gloria del mismo Dios. Al mismo tiempo, Elías

y Moisés, que según la tradición, han sido arrebatados a la muerte y viven

junto a Dios, aparecen conversando con él. Todo invita a intuir la condición divi-

na de Jesús, crucificado por sus adversarios, pero resucitado por Dios.

Pedro reacciona con toda espontaneidad: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

No ha entendido nada. Por una parte, pone a Jesús en el mismo plano y al mismo

nivel que a Elías y Moisés: a cada uno su tienda. Por otra parte, se sigue resis-

tiendo a la dureza del camino de Jesús; lo quiere retener en la gloria del Tabor,

lejos de la pasión y la cruz del Calvario.

Dios mismo le va a corregir de manera solemne: «Éste es mi Hijo amado».

No hay que confundirlo con nadie. «Escuchadle a él», incluso cuando os habla de

un camino de cruz, que termina en resurrección.

Sólo Jesús irradia luz. Todos los demás, profetas y maestros, teólogos y je-

rarcas, doctores y predicadores, tenemos el rostro apagado. No hemos de confundir a nadie con Jesús. Sólo él es el Hijo

amado. Su Palabra es la única que hemos de escuchar. Las demás nos han de llevar a él.

Y hemos de escucharla también hoy, cuando nos habla de «cargar la cruz» de estos tiempos. El éxito nos hace daño a los

cristianos. Nos ha llevado incluso a pensar que era posible una Iglesia fiel a Jesús y a su proyecto del reino, sin conflictos, sin

rechazo y sin cruz. Hoy se nos ofrecen más posibilidades de vivir como cristianos «crucificados». Nos hará bien. Nos ayudará

a recuperar nuestra identidad cristiana.

Es Cuaresma otra vez, Señor

COMPROMISO SEMANAL

Dedica un tiempo de cada día

a leer con tranquilidad un

capítulo de la Biblia.

REPITE EN TU INTERIOR

“Caminaré en presencia del

Señor, en el país de la vida"

Francisco en la audiencia: los hijos necesitan un padre que les espera .

Texto completo. En la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre prosigue con el ciclo de catequesis sobre la familia.

CIUDAD DEL VATICANO, 04 de febrero de 2015 (Zenit.org)

2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) – Las parroquias y las comunidades

Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y peque-ños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31).

Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.

En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triun-fante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y go-zan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las al-mas» (Carta 254,14 julio 1897).

También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para noso-tros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.

Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres.

Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La mi-sión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.

Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular

nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferen-

cia.

Propuesta de Cáritas:

5 SEMANAS, 5 COMPROMISOS DE FRATERNIDAD

para CUARESMA Y PASCUA

SEMANA 1ª: Compromiso de Acogida y Cercanía. Esfuérzate cada día de esta semana por saludar con cariño a las personas con las que te encuentres. Toma tú la iniciativa en el saludo, ve a buscarlas. Muéstrales que les importas, que ellas son lo primero para ti, y sé amable y cercano con ellas mientras estén contigo. Haz que se sientan a gusto contigo. Estate especialmente dispuesto a perdonar cualquier desencuentro o roce de convivencia. Al final de esta semana escribe 5 nombres de personas con las que has puesto en práctica conscientemente este compromiso (como mínimo). Si no llegas a 5 nombres, tendrás que repetir este ejercicio la semana siguiente con 5 nuevas personas.

¡Que bien se está en ti!

Es el tiempo de fortalecer

nuestro amor. Vuelvo a escucharte decirme

«Ven y sígueme».... Y esta vez mi respuesta va a

ser más firme. Quiero seguirte, Jesús,

quiero aprovechar esta nueva oportunidad.

Necesito salir de la rutina de lo ordinario,

para gozar lo extraordinario de nuestra relación.

Una vez más, me recuerdas

que cuentas conmigo, que estoy invitado a vivir cuarenta días especiales,

de más amor, más detalles para con los otros,

más austeridad, para mantenerme libre,

y más ratos de oración, para estrechar nuestro amor,

para que nuestro corazón palpite al unísono.

Tú sabes bien que me es más fácil:

ayunar de un alimento, que de criticar,

dar una limosna, que acoger a quien no me gusta,

abstenerme de alguna cosa,

que regalar más amor, hacer un sacrificio, que compartir

lo que me sobra, asistir a un rito, que luchar

por un mundo justo, y actuar en fariseo, que trabajar

por la igualdad.

No me dejes, Señor, esta Cuaresma coger el primer puesto cuando rece, hacer ostentación de mis acciones,

quedarme ya tranquilo con mis ritos, dormirme en la general mediocridad,

sentirme satisfecho porque te tengo … ¡despiértame,

Señor, hazme amar más!

Que esta Cuaresma sea otra

oportunidad, que me ponga de fiesta el co-

razón y me funda contigo en el amor.

Mari Patxi Ayerra

HORARIO DE MISASHORARIO DE MISAS

SEMANA DEL 23 DE FEBRERO AL 1DE MARZO DE 2015.

II DOMINGO DE CUARESMA

FEBRERO—MARZO 2015 HOJA PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA ASUNCIÓN UTIEL AÑO 9 Nº 401

Lunes 23 de febrero

Intenciones

SAN POLICARPO.

18.30 h. Rezo del Santo Rosario..

19.00 h. Santa Misa en la Iglesia de Santa Ana.

Suf. Rosario García Pérez.

Martes 24 de febrero

Intenciones

SAN MODESTO.

18.30 h. Rezo del Santo Rosario..

19.00 h. Santa Misa en la Iglesia de Santa Ana.

Suf. Rosario García Pérez.

Miércoles 25 de febrero

Intenciones

SAN CESÁREO.

18.30 h. Rezo del Santo Rosario..

19.00 h. Santa Misa en la Iglesia de Santa Ana.

Suf. Rosario García Pérez.

Jueves 26 de febrero

Intenciones

SAN ALEJANDRO.

18.30 h. Rezo del Santo Rosario.

19.00 h. Santa Misa en la Iglesia de Santa Ana.

19.30 h. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO.

Suf. Rosario García Pérez.

Viernes 27 de febrero

Intenciones 1,50

SAN GABRIEL.

18.30 h. Rezo del Santo Rosario.

19.00 h. Santa Misa en la Iglesia de Santa Ana.

Suf. Rosario García Pérez.

Sábado 28 de febrero

Intenciones

SAN ROMÁN.

10.10 h. Santa Misa, “ Residencia Los Viñedos ” .

19.30 h. Rezo del Santo Rosario.

20.00 h. Santa Misa en la Iglesia de Santa Ana.

Suf. Rosario García Pérez.

Suf. María Viana Iranzo.

Domingo 1 de marzo

Intenciones

SAN ROSENDO.

09.30 h. Santa Misa en la Iglesia de San Antonio.

Suf. Julia Hernández Pérez, 04-02-2015.

Suf. Julián Iranzo Gómez, 07-02-2015.

Suf. Clara García García,08-02-2015.

Suf. Miguel Alcantarilla Esteban,09-02-2015.

11.00 h. Santa Misa en la Iglesia de Santa Ana.

Suf. Ángela García Iranzo.

Suf. Rosario García Pérez.

12.30 h. Santa Misa en la Iglesia de Santa Ana.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,2-10):

Jesús se transfiguró En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo.» De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.» Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos». Palabra del Señor

SOLO PARA INFORMACIÓN, EL COSTE DE ESTA PUBLICACIÓN ES DE 20 CÉNTIMOS DE EURO. INFORMACIÓN DE LA PARROQUIA EN FACEBOOK. BUSCAR PARROQUIA ASUNCION UTIEL

AVISOS

Lunes 23, a las 18 h.

ORACION DE CARITAS

en los locales de catequesis.

Lunes 23, a las 20 h.

JUNTA DE HERMANDADES.

Martes 24, a las 20 h.

ANIMADORES de IDE.

Miércoles 25, de 10 a 11 h.

CONFESIONES en SANTA ANA.

Miércoles 25 y Jueves 26, a las 17’30 h.

REUNION DE

FORMACION DE PADRES DE CATE-

QUESIS.

Viernes 20, a las 18’30 h.

VIACRUCIS

SABADO 28 DE 10’30 A 13 h

RETIRO ARCIPRESTAL

EN LAS DOMINICAS DE LA

ANUNCIATA DE REQUENA.

LO COORDINA D. ARTURO ROS

NUEVO HORARIO DEL CEMENTERIO

(a partir del 16 de febrero)

MAÑANAS

Todos los días de 11 a 13 h.

incluso domingo.

(menos martes)

TARDES

Todos los días de 16 a 18 h.

(menos martes y domingo).

INETRESADOS PASAR POR EL DESPA-

CHO APRROQUIAL A

RECOGER LAS BASES DEL

CONCURSO DE DIBUJO