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Noguez Armando Biblia Etica y Apocaliptica

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    BIBLIA,_ ETICA YAPOCALPTICAaportes para la resistenciacristiana

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    El lectortiene ensus manosunconjunto de estudiosmonogrficos de un biblista mexicano que demuestrahaber alcanzado plena madurez. Dichos estudios sonuna apologa de la ciencia bblica desde la perspectivade un catlico que abraza con entusiasmo las lineasdel Concilio Vaticano II.El autor y maestro Armando Noguez tiene en menteal estudiante que se inicia en el estudio de la Biblia, alque invita, no tanto a hacer carrera, sino sobre todo anutrir su fe y la del Pueblo de Dios con el alimento de

    la Palabra de D ios.

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    Biblia,ticay

    apocalptica

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    Armando Noguez

    Biblia,tica yapocalpticaaportes para la resistenciacristiana

    EDICIONES DABARMxico, D.F .

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    Diseo de portada:Ricardo AguilarTipografa y armado:Vernica Rosas Mercado

    Edicin conjunta de:Universidad IntercontinentalInsurgentes Sur 1403Col. Santa rsula Xitla14420 Mxico, D.F.

    Ediciones Dabar, S.A. de C.V.Calzada del Acueducto 165-DCol. San Lorenzo HuipulcoApartado Postal 69-71014370 Mxico, D.F.Tel.y fax: 655 03 96Tel.: 5 73 87 78e-mail:[email protected]

    ISBN: 970-652-083-XMiemhro de la Cmara Nacional de la Industria Editorial n. 2500Impreso y hecho en Mxico, marzo 1999.

    En reconocimientoal test imonio proft ico-evanglico de

    Don Samuel Ruiz Garca,Obispo d e San Cristbal de Las Casas,y de Don Ral Vera, su Obispo Auxiliar.

    mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]
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    fndi cePresentacinpo rJorge V. Pixley 11

    PRIMERA PARTE:H E R M E N U T I C A Y M E T O D O L O G A1. LAS CIEN CIA S SO CIA LES EN LO S ESTU D IO SBBLICOS 19

    1. Antecedentes y precursores del estudio soc io-cientfico de la Biblia 212. Relevancia y pertinencia de una crt ica soc io-cientfica de la Biblia 253. Hacia una definicin de la exgesis sociolgica 284. La diversidad de metod ologas socio-cientficasen la exgesis bblica 355. La exgesis socio-cientfica y la herm en uticaliberadora de la Biblia 42

    2. P AR A C O M P R E N D E R L A T E O L O G A B B L IC A 4 51. Las tenden cias principales de la teologa bblica 462. Esbozo de un perfil para la teologa bblica 53

    3. L A F U N D A M E N T A C I N B B L IC A D E L A T I C AT E O L G I C A 6 11. Fe, Biblia y teologa 632. La interaccin necesaria entre la Biblia y la ticateolgica 67

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    3. El con ocim iento crtico del ethos bblico 724. El uso de la Biblia en la tica teolgica 81

    4. LAS TA REA S D E LA TICA D EL N U EV O TESTA M E N T O 9 11. Las propu estas de R. B. Hays para una tica delNuevo Testamento 932. Aportes crticos a la propuesta de R. B. Hays 104

    SEGUNDA PARTE:T E M A S B B L I C O - T E O L G I C O S5. LAS CO N TRO V ER SIA S D E JES S EN LOSS I N P T I C O S 1 1 5

    1. Los relatos y sus fuentes 1162. Caracters ticas l ite rar ias . . . 1213. La forma literaria ' 1234. Autenticid ad histrica 1275- Las controversias de Jess en Galilea yJerusaln 1286. Significado teolgico de las controversias 132

    6. APO RT ES PARA LEER LOS RELATOSPASCUALES 1391. Observaciones metodolgicas 1412. El testim onio evanglico sobre la resurreccin deJess 1443. Preocupaciones en la tradicin y redaccin delos relatos pascuales 1494. Evalu acin histrico-crtica de los relatospascuales 154

    5. Perspectivas pastorales y teolgicas de cadaevangelista 159ELEV1.2.3.4.5.

    R E I N O D E D I O S E N E L C U A R T OrA N G ELIOEl testimonio jonico sobre la prctica de JessLa temtica del reino de Dios en JuanLa realeza de Cristo en JuanExplicaciones sobre el cambio de propiedaddel ReinoConclus in

    169171175179186192

    RESISTIR A LA BESTIA: EL MENSAJE TICOSO CIA L D EL A PO CA LIPSIS 1951. La crtica tico-proftica de la sociedad en elApocalipsis 1972. La crtica tico-apo calptica de la Iglesia 2203. Dimensiones del ethos proftico-apocalpticodel Apocalipsis 229

    TERCERA PARTE:MENSAJ E BBLI CO Y EVANGELI ZACI NBIBLIA, REV ELA CI N Y M O D E RN ID A D 2431. Los plan team iento s pre-crticos de la visintradicional 2452. La Biblia y la revelacin ante el desafo de laIlustracin 2493. El impa cto de la crtica mo dern a sobre la Bibliay la revelacin 259

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    4. Las tenden cias socio-culturales actuales y lacrtica bblica 26 810 . LA ESCRITURA EN LA VIDA DE LA IGLESIA AT R E I N T A A O S D E L V A T I C A N O I I 2 7 7

    1. El texto de la con stituci n Dei Verbumy suconte xto eclesial 2782. El captu lo sexto de la Dei Verbum 2803. La recepcin de la Dei Verbum en elpost-concilio 289

    11 . L A I N C U L T U R A C I N D E L M E N S A J E BBLICO 2951. Problemtica 2972. Fundamentacin 3013. Perspectivas 30 9

    P r e s e n t a c i nEl lector tiene en sus manos una coleccin de estudios monogrficos de un biblista mexicano que es un profesor que demuestra haber alcanzado plena madurez. Esto se revela en sumanejo de la literatura de la ciencia bblica noratlntica y en sucapacidad de sntesis y organizacin, reflejo de aos de prcticadocente. Los temas estn ordenad os en tres reas, Herm enu ticay Metodologa , Temas b b l ico- teolgicos , Mensaje b b l ico yevangelizacin, pero cada captulo es un estudio independiente,escrito con el estudiante en mente. Es decir, tenemos una seriede contribuciones valiosas para la formacin, estudios que nopretenden tanto aportar cosas nuevas como introducir al estudiante en la problemtica de reas particulares de la ciencia b

    blica. Los estudios pueden ser recomendados sin reservas para elprofesor de seminario o facultad de teologa.Pero qu prete nde Arm and o Nogu ez en su trabajo reflejado en esta coleccin? La respuesta no hay que buscarla mucho:en su conjunto, estos estudios son una apologa de la cienciabblica desde la perspectiva de un catlico que abraza con entusiasmo las lneas del Concilio Vaticano II. Desde el primer estudio, sobre las ciencias sociales, vemos un dominio de la literatura noratlntica y de la discusin crtica, con un esfuerzo abiertopor descalificar la lectura fundamentalista. Nuevamente sevuelve al mismo asunto, ahora desde una perspectiva ms histrica, en la monografa 9, Biblia, revelacin y modernidad.La lectura de la historia del uso de la Biblia en la teologa semuestra conocedora de las modificaciones en la perspectiva delmagisterio de la Iglesia catlica en la trayectoria de Trento hastael Vaticano II, pasando por las encclicas y debates de LenXIII, Po X a Po XII, y Juan Pablo II. Es evidente que se tratade una propuesta de uso franco de la ciencia bblica para proficn-dizar la lectura de la Biblia comopalabra de Dios,es decir, de sdeuna perspectiva eclesial catlica.

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    Todas las variantes recientes en la ciencia bblica noratln-tica, asociadas con el estructuralismo y el postmodernismo, reciben poca atencin en estos estudios. No se refutan, pero unodebe suponer que razones pedaggicas y eclesiales llevan aNoguez a darles poca importancia. Adems, est empeado endefender la utilidad del abordaje histrico-crtico, que ha sidorelativizado y cuestionado por estas corrientes. Quien escribeesta presentacin, tambin profesor de Biblia en Amrica Latina, concuerda con la necesidad de subrayar la utilidad del estudio histrico-crt ico. El postmodernismo tiene su importancia,pero no se puede desenvolver en el ambiente de la docencia, enun contexto donde la asimilacin de la modernidad no es unhecho consumado. Cuando el estudiante llega al aula pensandoque Dios literalmente dict a san Pablo lo que dijo en sus cartas, no puede el profesor introducir las crticas, algunas legtimas, contra la historizacin exagerada en la interpretacin bblica. El profesor Noguez es moderno ms que postmoderno, hecho que celebra quien escribe.

    Dijimos que Noguez abraza con entusiasmo el VaticanoII . Pongmoslo en contexto. Si con la Divino Affiante Spiritu selegitim el estudio crtico y cientfico de la Biblia, con el Vaticano II, y especialmente con la Constitucin Dei Verbum, se exhort a la entrega de la Biblia a los fieles para nutrir sus vidaslitrgicas y cotidianas. Noguez, especialmente en el estudio 10,nos ensea a apreciar ambos aspectos, el uso cientfico y el usopastoral de la Biblia. Noguez aboga por una ciencia bblica alservicio del pueblo creyente. Una de las tentaciones de un estudioso que tambin espastor es que sus deseos de fortalecer la fe de los fieles interfieran con su ciencia. Nadie se escapa de esto, y tampoco el padreNoguez. El estudio 6, Aportes para leer los relatos pascuales,es un repaso slido de los textos bblicos sobre la resurreccin deJess y sobre la discusin teolgica de los mismos. Es denso porel mucho contenido en pocas pginas, pero adolece tambin deuna falta de coherencia conceptual. Por un lado, dice francamente: Es claro que slo con el mtodo histrico-crtico no sepuede probar la resurreccin de Jess a partir de los fenmenos

    de las apariciones; y es claro que tampoco se podr comprobar12

    nada contra el hecho de la resurreccin de Jess. Pero dos pginas antes, al discutir la tumba vaca, presenta la tumba vacacomo una confirmacin de la resurreccin fsica, sin siquieraplantearse la duda de que losrelatosdel entierro sean una creacinde la comunidad creyente.Si no hu bo entierro, porq ue se acostumbraba dejar los cuerpos crucificados para los perros y loszopilotes, tampoco hubo tumba vaca. El maestro que use estelibro con sus alumnos ver cmo desenreda esta trama que notiene una solucin fcil. El padre Noguez jams oculta su intencin de que su ciencia est al servicio de la fe, con los problemas que esto implicaLos cuatro captulos de Temas bblico-teolgicos renenmucho material, tres de ellos con temas de los evangelios y unosobre el Apocalipsis de Juan. Cuando recordamos que el profesor Noguez hizo su tesis sobre el conflicto sobre las aguas deMerib en el desierto, sorprende la ausencia del Antiguo Testamento. Pero muestra un dominio sobre la li teratura de y sobre

    el Nuevo Testamento que indica que sus intereses se han estadomoviendo en esta direccin. Dice en el captulo 2 Para comprender la teologa bblica, que existe la exigencia teolgicade superar la divisin radical entre el AT y el NT. Una teologabblica debe expresar el proceso de la tradicin que lleva desdeel AT hasta los umbrales del NT, o bien, debera ser una teologa del NT abierta al AT . Es una nu eva expresin de su c om promiso eclesial, pues, debemos ver este movimiento como algointerior al conjunto de las Escrituras, y podremos esperar en unfuturo estudios de No guez sobre el AT .En cada uno de estos cuatro estudios, el padre Noguezanaliza el material bblico en dilogo con los exegetas. Pero aquse presenta otro problema: hay un predominio aplastante deexegetas noratlnticos. Por una parte, esto refleja la realidad dela disciplina de las ciencias bblicas. En la discusin de Las controversias de Jess en los Sinpticos, se usa la obra del argentino Rubn Dri, y da gusto ver el uso de Juan Stam y PabloRichard, ambos costarricenses nacionalizados, en el estudio sobre El mensaje tico social del Apocalipsis. Urge que leamos yusemos los libros escritos desde Amrica Latina sin descuidar alos lderes del norte. Nuestros colegas en el norte no leern a los

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    exegetas latinoamericanos, si nosotros no demostramos que sondignos de ser ledos. El padre Noguez, quien expresa su simpata por la Teologa de la Liberacin, ha comen zado este trabajo,pero quien escribe cree que se puede y se debe hacer ms. En elestudio sobre el Cuarto Evangelio, por ejemplo, por qu noaprovechar el rico material recogido en RIBLA 17 (1994), Latradicin del Discpulo Amado?Los tres ensayos de la ltima seccin de este libro merecendestacarse. Ya hemos comentado el octavo, Biblia, revelacin ymodernidad, donde Noguez busca situar al estudio histrico-crtico de la Biblia en su contexto, en las ciencias y en la Iglesia.Quiero terminar esta presentacin destacando la importanciadel n. 10, La Escritura en la vida de la iglesia a treinta aos delVaticano II. Es un sabroso ensayo, con un espritu ecumnicoy abierto desde una postura plenamente catlica. Quiero citardos frases: La Dei Verbum fue recibida con agrado en los ambientes ligados a la tradicin evanglico-protestante. No porqu e

    haya colocado a los catlicos de lado protestante, sino porquelos ubic en el centro de la vida de la Iglesia, en una situacinque exista antes de la Reforma. Como biblista protestante, celebro que la Iglesia catlica haya vuelto a reconocer que la Bibliaes el centro de la vida de fe de la Iglesia, y celebro que el padreNoguez, indiscutiblemente catlico, pueda hablar de la Iglesiacomo el conjunto de confesiones cristianas entre las cuales entiende que la Iglesia catlica romana ocupa el centro.As podemos entrar al nuevo siglo en dilogo, en mejor situacin que como entraron las Iglesias cristianas al siglo XX.Quedan pasos que dar, por supuesto. Pienso, por ejemplo, queestos estudios no muestran an sensibilidad hacia el pueblo judo , sensibilidad que hara cambiar algunos nfasis en el artculosobre teologa bblica (captulo 2). El ensayo con el cual concluye este libro se queda un poco en lo abstracto, describiendo unproblema y proponiendo la solucin sin reconocer nuestro contexto vital. Para los latinoamericanos, el otro ms prximoson los pueblos autctonos, cuyo aporte a la teologa cristianano se reconoce suficientemente en este artculo que, por otraparte, es muy bueno como planteamiento abstracto sobre la ne

    cesidad de atender al otro.14

    Como biblista que ha dedicado treinta y cinco aos a fomentar la ciencia bblica en las Iglesias de Amrica Latina, quiencomenz su docencia antes que se sintiera el impacto de la DeiVerbum, celebra que hoy existan textos bblicos como ste, delcual no tenemos que ruborizarnos en cualquier universidad delmundo. Y lo recomiendo a quienes se inician en esta ciencia nopara hacer carrera sino para nutrir la fe del pueblo de Dios conel alimento de la palabra de Dios. Las observaciones crticas quese han hecho en esta presentacin son las libertades que se tomaun hermano en la fe y compaero biblista para invitar al maestro Armando Noguez a seguir superndose como hasta ahora loha hecho. Aqu, querido lector, usted tiene un libro que prem iar el tiempo que dedique a su lectura y estudio, con la Biblia enla mano o sobre la mesa, porque Noguez no quiere decir su propia palabra sino dirigir a sus lectores a la palabra de Dios. Le encomendamos este libro, como dicen nuestros hermanos musulmanes, en el nom bre de Dios, el Misericordioso, el Clemente.

    Jorge V. Pixley

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    Parte IHermenuticay

    metodologa

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    ILas ciencias socialesen los estudiosbblicos

    E S Q U E M A1. Antecedentes yprecursores del estudio socio-cientfico de la Biblia

    1.1 Exgesis y raz n crtica dela modernidad1.2 Exgesis e interdiscip linariedad1.3 Precu rsore s de la exgesis sociol gica1.4 Inte rrup cin y dificultades1.5 Factores que explican el retorn o de los mtodossociolgicos

    2. Relevancia y pertinencia de una crtica socio-cientfica de la Biblia2.1 Los mto dos histricocrticos y los m todo ssociolgicos2.2 Impor tancia y opor tunidad del recurso alas

    ciencias sociales en la exgesis19

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    3. Hac ia una definicin de la exgesis sociolgica3.1 Objetivos y tareas3.2 Cam pos temticos3.3 Alcances: dificultades, lmites y posibilidades3.4 Consecuencias hermenu ticas

    4. La diversidad de metod ologas sociocientficas en laexgesis bblica4.1 Estud ios que describen la historia social delmundo bblico4.2 Estudios que explican el mu nd o y el textobblico sirvindose de las ciencias sociales4.3 La opcin metodolgica

    5. La exgesis socioc ientfica y la hermenuticaliberadora de la Biblia

    En el ltimo cuarto de siglo se ha multiplicado el interspor el estudio de la Biblia desde la perspectiva de las ciencias sociales. La produccin bibliogrfica es abundante 1. Este nuevosesgo de los estudios bblicos importa tanto al biblista como alsocilogo. Para ambos es importante conocer las reales posibilidades de este nuevo acercamiento a la Biblia. El presente captulo se propone describir algunos aspectos sobresalientes de este1. G . BARBAGLIO, Rassegna di studi di storia sociale e di ricerche di sociologiasulle origini cristiane, I y U.Rivista Bblica 36 /3 y 4 (1988) 377-410 y495-520. Este autor presenta un r ico panorama histr ico de estudios relevan tes desde 1900 a 1980 . J .H . ELLIOT, WhatIs Social-Scientific Criticismo,N T Series, For tress Press, Min neapo lis, 1 993 . Este autor , en 36 pginas,ofrece una bibliograf a cronolgicamente ordenada desde 1970 a 1992.Tambin ofrece una clasif icacin que obedece a los siguientes rubros: antiguos estudios selectos de historia social, diccionarios y libros de referencia,teor a social y sus mtodo s, sociolingstica y teor a li terar ia , sociologa delconocimiento, antropologa: cultural, econmica, social y polt ica , relacinentre ciencias histr icas y sociales, estudios sociales sobre el Mediterrneoy sobre e l Or ien te M edio .

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    esfuerzo cientfico2: sus (1) antecedentes, (2) relevancia y pertinencia, (3) objetivos y tareas, as como sus alcances y repercusiones hermenuticas. Se resean tambin (4) algunos modeloscientficosociales que actualmente se usan en exgesis bblica(5) y su relacin con la hermenutica liberadora de la Biblia queha venido ap ortando la Teologa de la Liberacin.

    1. Antecedentes y precursores del estudio socio-cientfico de la Biblia1.1 Exgesis y razn critica de la modernidad

    La razn moderna ha sido muy crtica ante la actitud religiosa; incluso todava hoy algunos modernos niegan a los creyentes la posibilidad misma de rigor crtico y metodolgico; poreso la razn crtica de la modernidad ha tenido y sigue teniendodificultades para abrirse camino en el campo de la teologa.Afortunadamente, despus del Vaticano II el catolicismo viveun momento de es t ima y de reconocimiento de los es tudiosbblicos hechos con las metodologas y las exigencias terico-cientficas reconocidas en el mundo acadmico.La razn crtica e histrica es asumida hoy de forma rigurosa por creyentes y en la constitucin misma de la razn religiosa. En efecto, la fe descubre o atribuye un sentido a unos

    acontecimientos determinados que, sin embargo, siguen estando sometidos a*los rigores de la crtica histrica, como todos losdems.2. El siguiente mater ia l bibliogrfico tiene propsitos semejantes:G. SEGALLA,Socio log ia e Nuovo Tes tamento . Una r a ssegna ,Studia PatavaniaTB(1982) 143-150 . R . AGUIRRE, El mtodo sociolgico en los estudios bblicos, EstEcl60 (1985) 3 0 5 - 3 3 1 ; L. ALVAREZ-VERDES, El mtodo sociolgico en la investigacin bblica actual,StMor 2 7 ( 1 98 9 ) 5 - 4 1 ; O J .JIMNEZ A., Exgesis y liberacin: un aporte desde la Sociologa,Pasos22 (1989) 1-10; C. OSIEK, What are they saying about the social setting ofthe New Testamenta,Paulist Press, Ne w York / Mahwa h, 1992.

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    1.2 Exgesis e interdisciplinariedadLa exgesis bblica es el lugar pionero y fronterizo por donde los estudios religiosos y teolgicos entran en dilogo con lasciencias profanas y con la razn misma de la modernidad. Laexgesis tiene que echar mano de ciencias muy diversas, que nacidas al margen del pensamiento religioso, poseen un desarrollo

    autnomo (las ciencias del lenguaje, tan diversificadas, la filologa, la historia, la arqueolog a, la psicologa, etc.).Aunque los estudios bblicos t ienen su propia autonomacomo disciplina cientfica que los sita en un marco acadmicoteolgico y con expresa intencionalidad teolgica, sin embargoson esencialmente interdisciplinares. Uno de los peligros que corren es caer en la endogamia acadmica (discutir con los ficheros de la biblioteca y no con los problemas reales) y delconfes ional ismo es t recho (una cul tura de gueto socialmenteirrelevante). En nuestros das es de singular importancia el dilogo de la exgesis con las ciencias sociales, concretamente conla sociologa y con la antropologa cultural o social.

    1.3 Precursoresde laexgesis sociolgicaPodemos considerar precursores de los estudios sociolgicosdel Antiguo Testamento a una serie de autores de fines del s.XIX y primera parte del XX, que relacionaron la historia de Israel con la antigedad en general o, incluso, recurrieron ya a lautilizacin de ciertas categoras sociolgicas. Hay que destacar laobra pionera de M. Weber (1864-1920) y sus estudios sobre eljudai smo a ntig uo. Se recuerda a J. Fenton , W. R. Smith , J.Wellhausen; tambin la sensibilidad respecto de los aspectossociolgicos de M. Noth, A. Alt y F. Albright.Por lo que respecta al campo del Nuevo Testamento, hayque tener presente el auge de la historiografa del mundo greco-romano en el cambio de siglo, con una clara apertura a las cuestiones sociolgicas. Son significativos los aportes del historiadorE. Troeltsch (1865-1923) en su trabajo sobre La enseanza so-

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    cial de las Iglesias cristianas, del exgeta e historiador A.Deissmann (1866-1937) en sus estudios sobre la vida cotidianade la gente ordinaria, i lustrados con papiros e inscripciones.Tambin hay que recordar los trabajos de A.V. Harnack y E.Schrer. Hay que destacar el papel de la escuela de Chicagoque, en torno a 1920, estudi en perspectiva sociolgica el proceso de formacin y desarrollo del cristianismo primitivo 3.1.4 Interrupcin y dificultades

    Lo sorprendente es que los mtodos sociolgicos resultanuna novedad. Lo que hay que explicar no es el surgimiento deestos mtodo s, sino su demo ra hasta nuestros das. Algunos factores pueden explicarlo.Los estudios de historia de lasformas han solido buscar enlas actividades de la Iglesia primitiva, o en necesidades religiosas,el contexto vital donde se han configurado las diversas tradicio

    nes.Los trabajos posteriores dehistoria de la redaccintampocoampliaron la perspectiva. Su inters se centraba en la teologadel ltimo redactor o en la teologa de la obra en su estado final.El auge de lahermenutica existenciale individualista, com ola de Bultmann, provoc que se descuidaran las dimensionesmateriales y sociales de la vida humana.El estructuralismo introduce mtodos de anlisis l i terario

    ms finos para descubrir las relaciones internas del texto, perono presta atencin a su dimensin referencial.El aislamiento debilitador de las disciplinas acadmicas y lafalta de entrenamiento y familiaridad con las ciencias socialespor parte de muchos estudiosos; y, donde haba entrenamiento,el miedo al reduccionismo sociolgico.

    3. Sobre la actividad de esta escuela , verR .W . FUNK, The watershed of theamerican biblical t tadition: The Chicago First Phase 1892-1920, JBL 9 5(1976) .

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    Las ciencias antropolgicas y sociales son muy recientesdel s iglo pasado, y su es ta tuto epis temolgico aparececomo ms impreciso que el de las ciencias naturales.Es claro, entonces, que las primeras generaciones de biblis-tas cientficos mostraran inters en los datos sociales, pero losorientaban a resolver enigmas literarios o histricos o fueronimpedidos por mtodos y modelos antropolgicos y sociolgicos subdesarrollados.

    1.5 Factores que explican el retorno de los mtodossociolgicosEn torno a 1970 se realizaron esfuerzos tendientes a asumirlas ciencias sociales y para establecer las bases tericas ymetodolgicas para un estudio especficamente socio-cientficode la Biblia y de su ambiente. Intervinieron varios factores.Las preguntas sociolgicas surgen necesariamente del desarrollo coherente de los mtodos de la historia de las formas y dela historia de la redaccin. En efecto, es imposible estudiar laformacin y transmisin de las tradiciones sin considerar la naturaleza, composicin y problemas de las comunidades, los factores de su vida real (econmicos, polticos, culturales). Los estudios redaccionales deben tambin considerar la vinculacindel autor con las comunidades a que se dirige.La exgesis utiliza normalmente instrumentos y mtodos

    que han nacido de las ciencias profanas. De una forma muyparticular, los estudios de sociologa bblica son producto deuna colaboracin interdisciplinar.El retroceso de la hegemona de la hermenutica existen-cial, que ha sido sustituida por otra de carcter ms social y pblico.La exgesis sociolgica aparece ofreciendo nuevas perspectivas a los estudios bblicos. Frente a una enorme super-espe-cializacin sectorial, los mtodos sociolgicos pretenden darexplicaciones de conjunto, sin pretender ser exhaustivos.

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    2 . Relevancia y per t ine ncia de un a cr t ica socio-cientf ica de la Biblia2.1 Los mtodos histrico-crticos y los mtodos sociolgicos

    En los estudios bblicos modernos ha estado habitualmentepresente, de una forma u otra, lapreocupacin histrica,y variosautores han realizado sus trabajos histricos con sensibilidadrespecto a losaspectossociales. Aunque hay diferencias claras de enfoque.La historia estudia los hechos concretos e individuales quetuvieron especial relevancia en el pasado y configuran el futuro.La historia pretende recuperar la memoria del pasado y prestaatencin preferente a sus episodios sobresalientes. La fuente de

    legitimacin de la integracin de la historia en el anlisis deltexto se encuentra en el texto mismo, ya que slo asumiendo elcdigo de la referencia puede ste dar razn adecuada de su propio sentido.La sociologa, por su parte, se fija en lo genrico de un movimiento social e intenta interpretarlo con categoras tericas.Pero , como dijo K ant, la sociologa sin historia est vaca; lahistoria sin sociologa es ciega. La historia proporciona el material con el que se construyen las teoras sociolgicas y stas iluminan los datos histricos concretos. El historiador necesita

    modelos sociolgicos como recursos heursticos. La sociologaestimula al historiador, le plantea preguntas nuevas, le descubreaspectos ocultos de la realidad.El anlisis histrico-crticoconstituye un medio fundam ental decontrol y correccin para prevenir cualquier generalizacino reduccionismo por parte de la sociologa. No puede ignorarsela reciprocidad entre realidad social y simbolismo religioso, delo contrario hay distorsiones inevitables. De igual modo, hayque tener presentes las grandes diferencias entre la cultura contempornea y el mundo de la antigedad.

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    Los modeloscientfico-sociales pueden utilizarse para comparar, y pueden ayudar como instrumentos explicativos; no puedenser empleados, sin embargo, para suministrar nuevos datos. Eluso de los mtodos sociolgicos espertinente en el estudio de laBiblia, aunque presuponga siempre el trabajo de la historia.2.2 Importancia y oportunidad delrecursoa las

    cienciassocialesen laexgesisDentro del paradigma de las ciencias sociales existe un amplio consenso acerca de que los escritos bblicos estn enraizadosen grupos interactuantes de gente que estaba organizada en estructuras sociales, que controlaban los principales aspectos de lavida pblica, tales como familia, economa, gobierno, ley, guerra, ritos y creencias religiosas. Se percibe que estas unidades dela vida social, tomadas como una red completa en flujo, proveeun contexto indispensable para basar otros aspectos de los estu

    dios bblicos, incluyendo al mismo tiempo los antiguos y losnuevos mtod os de investigacin.Lo s smbolos sagrados funciona n com o sintetizadore s delethos de la gente (el tono, el carcter y calidad de sus vidas, suestilo moral y esttico, su talante) y de su visin del mundo (laimagen que se forman del modo de ser de las cosas, sus ideasms globales de orden). Los smbolos sagrados nacen de la captacin de una realidad envolvente. Permiten la formulacin deconcepciones referidas al orden de la existencia. Los smbolossagrados son siempre construcciones humanas, aunque nacen de

    la (,captacin de algo que se entiende com o trascen dente a lo puramente humano, una captacin de lo sagrado. Sin embargo, elsimbolismo resultante de esta captacin de lo sagrado es unpro-ducto social; est configurado por el lenguaje compartido por losmiembros del universo simblico.La pregunta clave de los acercamientos por las ciencias sociales es sta: questructurasyprocesossociales estn explcitos oimplcitos en la literatura bblica, en los datos socioeconmicosdispersos que ella contiene, en la historia poltica que abiertamente relata, y en las creencias y prcticas religiosas que ellatestimonia?

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    Ante lassospechas generadas por los mtodos sociolgicos,habr que recordar siempre que es imposible una investigacinde los hechos sociales sin teora y sin presupuestos. Es una falacia pensar que una aproximacin basada en el sentido comn,incluso el ms disciplinado, y no en una teora explcita, evitepor completo los peligros de modernizar las sociedades antiguas.No tenemos eleccin para emplear o no modelos, nuestrospensamientos estn determinados por construcciones mentales. El beneficio de la utilizacin consciente de modelos es quenos pueden hacer conscientes de mecanismos de pensamientode los que no tenamos conciencia; amplan nuestro control sobre los datos.Actualmente los socilogos y exgetas han advertido losriesgos de una transferencia transcultural entre el mundo bblicoy el presente; y son cada ms conscientes de la dialctica entrecreencias y estructuras sociales. Por otra parte, durante dcadas

    se descuid el estudio del marco social de la sociedad israelita yde la cristiandad primitiva en la interpretacin de la Biblia. Secrearon muchas distorsiones. Se cay en una especie de doce-tismo metodolgico porque prevaleci la tendencia a considerar a los creyentes como si su mente y espritu estuviesen de algn modo desconectados de las estructuras individuales y corporativas.Han quedado trasnochadas muchas de las sospechas en torno al uso de las perspectivas de las ciencias sociales en la interpretacin de la Biblia. En un documento fechado en 1993, la

    misma Pontificia Comisin Bblica constata que, desde hacemucho tiempo, se ha renunciado a amalgamar el mtodo hist-rico-crtico con un sistema filosfico y afirma que, el utilizarlode modo objetivo, no implica de suyo ningn a priori oapora procedente del historicismo filosfico; igualmente, se admite la posibilidad de utilizar la semitica para el estudio de laBiblia, distinguindola, como mtodo de anlisis, de los presupuestos desarrollados en la filosofa estructuralista 4; de la misma4. cfr. PONTIFICIA COMISIN BBLICA, La interpretacin de laBiblia en la Iglesia,Editrice Vaticana, 1993, 35 y44 .En adelante [PCB, IBI\.

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    manera, entonces, los mtodos sociolgicos pueden usarse en laexgesis como herramienta slo analtica y sin confundirse conlas visiones reduccionistas o tendenciosas del mundo religiosoelaboradas por algunos tericos de las ciencias sociales.En referencia al empleo de las ciencias sociales por parte dela exgesis bblica, el mismo documento de la Pontificia Comi

    sin Bblica afirma que el estudio crtico de la Biblia necesitaun conocimiento tan exacto como sea posible de los comportamientos sociales que caracterizan los diferentes medios en loscuales las tradiciones bblicas se han formado. En seguida, paramayor precisin, aade: la informacin socio-histrica debe sercompletada por la explicacin sociolgica correcta, que interpreta cientficamente, en cada caso, el alcance de las condicionessociales de existencia... el conocimiento de los datos sociolgicos que cont r ibuyen a hacer comprender e l funcionamientoeconmico, cultural y religioso del mundo bblico, es indispensable a la crtica histrica5. Este pronunciamiento de una instancia eclesial queda como testimonio de la relevancia y de lapertinencia del acercamiento a la Escritura mediante las cienciassociales.

    3 . Hacia una def in ic in de la exges is socio lgicaComo ocurre con cualquier nueva metodologa, no existeconsenso unnime sobre los presupuestos, objetivos, procedi

    mientos e incluso nomenclatura sobre la crtica socio-cientficade la Biblia. No obstante, a partir de una lectura atenta de varios trabajos sobre el tema, se pueden hacer algunas precisiones.3.1 Objetivos y tareas

    La exgesis sociolgica, en cuanto exgesis, se centra en eltexto bblico y confronta la fe religiosa con la razn moderna;5. P C B IBI, 52-53.28

    en cuantosociolgica, utiliza mtodos, modelos y teoras propiasde la sociologa. La exgesis sociolgica prete nde d escubrir y explicar la interaccin dialctica entre expresin literaria teolgicay experiencia social: los factores que condicionaron la produccin y circulacin de los docum entos , y la funcin especficasociorreligiosa que ellos desempeaban.La exgesis sociolgica es diferente de la socio-histrica porque intenta interpretar hechos, procesos, conflictos, libros enteros, por medio de categoras sociolgicas. A diferencia de lostratado s de teologa bblica, la exgesis sociolgica sitalas experiencias religiosas bblicas en las estructuras sociales que las hacen plausibles y significativas. Tambin trata de situar un librobblico o una seccin del mismo en su propio ambiente, tomando en consideracin las relaciones literarias e histricas entre laspartes y el todo. En este sentido, ilumina el texto a partir de susreferentes sociales explcitos o im plcitos.Este nuevo tipo de exgesis tambin se propone igualmentedescubrir cmo los modelos cognoscitivos y morales de creenciafuncionan en una situacin determinada; por eso examina qunecesidades o intereses colectivos expresan y cmo se relacionanel significado religioso y el social.

    3.2 Camp os temticosLa fluidez de la frontera que separa y une a la historia y a la

    sociologa se refleja en la variedad de utilizaciones de los mtodos sociolgicos en la investigacin bblica actual. El aporte delas ciencias sociales resulta de gran valor para el conocimientode las condiciones sociales del Israel bblico y de las comunidades cristianas primitivas.a) Estudios del antiguo Israel. En los estudios sobre el origen de Israel, la visin tradicional habla de la marchade un pueblo nmada. La funcin heurstica de la sociologa ha renovado el planteamiento y explica mejorrecurriendo al modelo de la oposicin campo-ciudad,

    campesinos-c lases urbanas (Mendenhal l , Got twald) .? Q

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    En este problema la tarea ms importante parece ser laadecuada eleccin de modelos sociolgicos.b) Los movimientos apocalpticos. Sobre el origen histricode la apocalptica, se discute si hay que situarlo en la literatura proftica o en las influencias de religionesorientales. El punto de vista sociolgico se preguntapor los factores sociales que la explican y por la funcinsocial que ejerce.c) El movimiento de Jess. Para el conocimiento del Jesshistrico, la crtica histrica a veces privilegia el criterio de desemejanza y produce una imagen de Jess i.;. desarraigada del conte xto real en que vivi. La sociologa, en cambio, lleva a preguntarse por los rasgos genricos del movimiento de Jess fenmeno social conel que primeramente se encuentra el observador, queson detectables con mucha mayor garanta.

    J.G. Gager y S.R. Isenbergh (1975), cada uno por separado , leen sociolgicamente el movimiento de Jess utilizando elmodelo de movimiento milenarista.G . Theissen, en su Sociologa del movimiento de Jess(1977), interpreta el movimiento de los seguidores de Jess enPalestina desde su muerte hasta el ao 70. Lo hace desde laperspectiva del profetismo itinerante.d) Las comunidades cristianasprimitivas. Respecto a la situacin social de los primeros cristianos, la historiaproporciona datos sobre su nivel econmico, su proce-" ; denc ia social, su situacin respecto a losordinesdel im-' -''-' perio ro ma no , etc. El socilogo coge estos datos y pregunta por la dinmica social, por cmo el nivel econmico se relaciona con otros niveles en aquella sociedad,por los conflictos que podan surgir en aquellas circunstancias, por las expresiones religiosas ms congruentes con esa situacin.

    Las comunidades paulinas fueron estudiadas por B. Holm-berg en Paul and power (1980). Las aborda desde la perspecti-30

    va de las relaciones asimtricas de poder, desde la fase caris-mt ica has ta la ins t i tucional izacin de la autor idad. W.A.Meeks, enLosprimeros cristianos urbanos (1983), las aborda poniendo nfasis en su carcter urbano. J. Neyrey en Paul in otherwords (1990), las analiza desde la antropologa cultural, sirvindose de seis categoras bsicas de su universo simblico: purezaritual, cuerpo, pecado y desviacin, cosmologa y pecado o desgracia.Por su parte, H.C . K ee, para estudiar la situacin social dela comunidad de Marcos, se sirve del anlisis del texto mismo,de paradigmas de otras comunidades escatolgicas y de analogas histricas con otros grupos apocalpticos judos. Su interpretacin de la teologa de Marcos es ms escatolgica quecristolgica.

    Las comunidades lucanas han sido objeto de estudio porparte del seminario llamado The Context Group desde diferentes perspectivas de la sociologa literaria y antropologa cultural.Se ponen en juego las categoras de honor / vergenza, personalidad didica, teora de la desviacin, la cultura aldeana, la enfermedad y salud, el templo y la vida domstica, la relacin patrn-cliente, rituales y ceremonias, etc.6.3.3 Dificultades, lmites y posibilidades

    Se trata de tomar con ciencia de la problemtica que enfrentan las c iencias sociales cuando se ocupan in terdisc ipl inariamente en el estudio de la Biblia. Hay que responder a las crticas de que el uso de las ciencias sociales lleva a un reduccio-nismo; de que son un instrumento til pero imposible de utilizar, dada la escasez de datos en los textos; de que las ciencias sociales son demasiado determ inistas para explicar a decuada menteel cambio en la historia humana. Al respecto, se pueden dar lassiguientes respuestas.6. VerJ.NEYREY(ed.),The social worldofLuke-Aas: modelsforinterpretation,

    Hendrickson, Peabody, 1991. 31

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    Es obvio que los estudios de tipo sociolgico ayudan acontextuar las afirmaciones especficamente teolgicas de la Biblia, pero no se proponen dar explicaciones ltimas ni exhaustivas de las mismas. La abundante gama de expresiones simblicas y religiosas que contiene la Biblia nunca ser adecuadamenteexplicada slo teniendo en cuenta las condiciones sociales de lascomunidades de creyentes. Siempre ser necesario ensanchar elhorizonte del anlisis recurriendo a otras perspectivas.Hay que tener en cuenta tambin los problemas que resultan de la distancia que media entre nuestro horizonte social,cultural y religioso y el propio del mundo bblico. Adems, silos textos bblicos no se escribieron para proporcionar informaciones sobre las sociedades que los produjeron, las ciencias sociales que se ocupen de ellos necesariamente trabajarn con evidencia incompleta.

    Al investigar el mundo social de Israel y de la cristiandadprimitiva, los mtodos sociolgicos de investigacin empricaque incluye observacin anticipada, entrevista, cuestionariosy evaluacin estadstica son sencillamente inaplicables.Talesmtodos presuponen la posibilidad de generar nuevos datos; locual es imposible en el mbito de textos antiguos. La utilizacinde modelos cientfico-sociales complementa la investigacinhistrica, cuando dichos modelos son empleados como instrumentos sugerentes para el anlisis, y no como generadores dedatos.

    Una aproximacin sociolgica a la interpretacin de la Biblia puede apelar aconceptos que se han revelado tilesen la sociologa de la religin. Las nociones del l der carismtico,rutinizacin del carisma, institucionalizacin y legitimacin,son algunos d e los conceptos em pleados en la investigacin conel propsito de arrojar nueva luz sobre el desarrollo de la comunidad religiosa. Al provocar nuevos interrogantes, estos conceptos t ienen unafuncin instrumental en la formulacin de nuevasintuiciones y perspectivas.En la investigacin bblica, la sociologa desempea una

    relevantefuncin heurstica (ars inveniendi ), en cuanto que32

    plantea preguntas y descubre aspectos nuevos de la realidad. Deesta manera sirve para hacer inteligible el fenmeno que investiga.La exgesis sociolgica pretende superar la percepcin analtica, que pierde de vista el sentido de totalidad. El sociolgicoes un nivel decom prensin global, aunque no exhaustivo. No esexclusivista ni reduccionista.La exgesis sociolgica no es exclusivistaporque , adems desus recursos propios, necesita de todos los medios de la exgesiscientfica. Las conclusiones sociolgicas no pueden contradecirni sobrepasar los datos histricos. La perspectiva sociolgica esuna entre otras.Tampoco es reduccionista. Nos alerta a la vez contra la ingenuidad idealista que confunde la descripcin de los fenmenos con los fenmenos mismos, y nos hace descubrir factores,intereses y procesos reales que subyacen en los textos religiosos.Toma en cuenta la dialctica entre las ideas y los hechos, entrela teologa y la estructura social. El reduccionismo no tiene porqu ser aliado necesario del mtodo sociolgico.Es preciso recordar que el mtodo sociolgico no pretendeeliminar sino completar las aportaciones vlidas de los demsmtodo s que se ocupan de la Biblia.El anlisis sociolgico llena importantes lagunas dejadaspor los mtodos histricos y teolgicos, operadores frecuentemente de un reduccionismo de carcter cognitivo objetivante ode tono espiritual e intimista. En efecto, al poner de relieve laverdadera incidencia de los factores histrico-sociales, el anlisissociolgico ayuda a superar la falacia del idealismo, propia de lallamada interpretacin teolgica (R. Bultmann, H. Campen-hausen, J. Hainz, E. K semann, J.H . Schtz, E. Schweizer) q uea veces r educe t odo e l p roceso h i s t r i co a l con f l i c t o einteraccin de las ideas.

    Por esta razn, en su documento de 1993, la Pontificia Comisin Bblica afirma que: la utilizacin de los modelos proporcionados por la ciencia sociolgica asegura a las investigacio-

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    nes de los historiadores sobre las pocas bblicas una notable capacidad de renovacin7.3.4 Consecuencias hermenuticas

    Los libros bblicos no slo nos iluminan con la revelacindivina acerca de Dios, sino tambin con la revelacin divinaacerca de nosotros mismos y acerca del pueblo creyente que vivi antes que nosotros. La palabra de Dios slo nos puede sercomunicada mediante e l lenguaje humano (Dei verbum, 12).Por eso el estudio sociolgico de la Biblia puede ayudarnos acom prend er m ejor ese lenguaje.

    Esta exgesis sociolgica tiene indudables consecuenciashermenuticas. El mensaje religioso, la revelacin divina para elcreyente , no se da en es tado puro y abs t rac to , s ino situadohistricamente, condic ionado y l imi tado. La lec tura creyentedescubre el sentido de los textos en su situacin social y se dejainterpelar por ella para que los lectores puedan recrear una experiencia anloga.La exgesis sociolgica replantea ellugar socialdel exgeta yde la exgesis. La sociologa del conocimiento afirma que el lector est condicionado por su experiencia social y psicolgica;por eso la exgesis sociolgica exige estar atentos a nuestros propios condicionam ientos y a los lmites de nuestro horizonte cultural. Por otra par te, no todas las situaciones sociales son equi

    valentes para leer un texto o para comprender una realidad; seestar en mejores condiciones para ello en la medida en queexista mayor afinidad o analoga con la experiencia social quelos hace plausibles.El aporte de las ciencias sociales al estudio de la Biblia hacontribuido a replantear una serie de temas bblicos asumidosfrecuentemente de forma poco crt ica; problemas que la mayora de las veces slo han encontrado soluciones de tipo ideolgi-

    7. P C B , IBI, 53 .34

    co. Gracias a los estudios sociolgicos, se han m atizad o temas degran trascendenc ia pa ra la eclesiologa y la tica cristiana: la actitud de Jess y de los primeros cristianos frente a los bienes materiales y la riqueza, frente a las estructuras sociales vigentes y especialmente frente a la estructura familiar. A la luz de los nuevos estudios, se tienen percepciones ms crticas del testimoniodel Nuevo Testamento sobre el significado de la pobreza evanglica, la tica familiar, la insercin de los cristianos en el mundo y las relaciones intraeclesiales8.

    4. La d ivers idad de me todo loga s socio-c ien t f i cas en la exgesis bblicaEl paradigma de las ciencias sociales en los estudios bblicosest representado por diferentes corrientes metodolgicas. Enun esfuerzo por caracterizarlas, podemos decir que la investigacin social del mundo bblico puede dividirse en dos categoras:a) los estudios relacionados co n los mtodos quedescriben lahistoriasocial, y b) los estudios que tratan de explicarlos hechos sociales recurriendo a las perspectivas tericas de lascienciassociales'.Hay que tener presente que todo modelo es por naturalezalimitado, por cuanto intenta contemplar la complejidad de larealidad desde una angulacin determinada.

    4.1 Estudios que describen la historia social delmundo bblicoSe ap rovechan lo s de scub r im ien tos de l a a rqueo log a(excavaciones, arte, inscripciones, monedas), la historia y la lite-

    8. Ver L.ALVAREZ-VERDES, El mtodo sociolgico en la investigacin bblica actual, StMorll (1989) 33- 40 .9. Cfr. J. GAGER, Social descr iption and sociological explanation in the stu dyof Ear ly Christianity. A review essay, enN .K . GOTTWALD (ed.) , The Bible

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    ratura contempornea a los textos para reunir datos y elaborarconceptos relacionados con la vida y organizacin social, la vidapoltica, las instituciones y la dinmica social y las formas deconciencia del Israel bblico y de las primitivas comunidadescristianas.a) Informacin sobre las instituciones socio-religiosas.Soninvestigaciones centradas en lossectoresinstitucionales

    de la vida social del antiguo Israel. Estudian los oficioso funciones, los grupos y las estructuras administrativasen los puntos donde aparecen como huellas o floraciones en los textos bblicos. Hay descripcin de realiaen los trabajos de R. De Vaux sobre las Instituciones delAntiguo Testamento, de J. Jeremas sobre Jerusaln entiempos de Jess,de Benko y O'R ourk e sobre el imperioroma no y la cristiandad primitiva.b) Estudios compa rativos.Son investigaciones comparadasbajo el influjo de los estudios de .prehistoria y antropologa.Se prop onen cuidadosas analogas entre la sociedadisraelita primitiva y virtualmente cualquier otro pensamiento social para exhibir las caractersticas similaresen algn aspecto relevante, teniendo en cuenta siemprediferentes contextos de desarrollo y de funcionam ientoestructural en las instancias que se comparan. Existe lavoluntad de superar la mana de hacer paralelismos superficiales, que algunas veces han rozado los estudiosbblicos en el pasado. En este grupo habra que colocarlos estudios de A. Alt y de M. Noth sobre el derecho y

    * las leyes israelitas, de W . F. Albright sobre el mo note smo, de H. Frankfort sobre la realeza en el PrximoOriente Antiguo.c) Descripciones del m undo socio-cultural de la Biblia. Seestudian aspectos particulares del Israel bblico y degrupos del cr is t ianismo del Nuevo Testamento, describiendo su vida externa e interna. Hay que tener en

    and liberation:political and socialhermeneutics,Orbis Books, Maryknoll1983,429.36

    cuenta los trabajos de M. Noth sobre el mundo del Ant iguo Testamento y de LeipoldtGrundmann y tambin de E. Lohse sobre el mundo del Nuevo Testamento , de M. Hengel sobre el judaismo y el helenismo, deP. Etit y tambin de Wengst sobre laFax romana, deBrown y Meier sobre las Igles ias de Ant ioqua y; : Roma10 .4.2 Estudios que explican el mundo y el texto bblicosirvindose de las cienciassociales

    a)Exgesis histrico-socialHace de las circunstancias sociales e histricas en las que sesita el texto un criterio de su comprensin. Intenta conocer losfactores sociales, econmicos, polticos, etc. que obran tanto sobre el autor como sobre los destinatarios para poder compren

    der el sentido del texto. Esta exgesis est metodolgicamenteen la lnea de la histrico-crtica, pero tambin est muy movidapor preocupaciones sociolgicas. Exponentes: la obra Jess deNazaret, esperanza de los pobres, de L . Scho t t r o f f y W .Stegemann (1978); ste ltimo tambin escribi El evangelioylos pobres (1984). Cabe aqu la Introduccin al Nuevo Testamentode H. Kster.b) Lasociologaen laexgesisLas ciencias sociales tambin se ocupan de las formas de

    composicin y de dinmica de la sociedad, y preguntan por losprincipios segn los cuales opera una sociedad dada. Para estatarea sirven las herramientas de E. Durkheim y M. Weber, K.Marx. Estos destacados tericos dan explicaciones desde la perspectiva macrosocial (global o de gran escala). Ven los componentes de la sociedad de modo multidimensional e interac-10.Ver R.E.BROWN-J.P.MEIER,AntiochandRome,New Testament eradles ofcatholicchristianity,Paulist Press,NuevaYork/Ramsey, 1983;R.E. BROWN,Las iglesias que los apstoles nosdejaron,Cristianismo y sociedad 13,DDBBilbao, 1986.

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    t ivo, dando origen a contradicciones en la sociedad y a la emergencia de nuevas sntesis sociohistricas.En un alto nivel de abstraccin tenemos tres principales tipos de posturas omodelos en las ciencias sociales, que pueden serutilizados para entender la interaccin social: a) el estructural-funcionalista, b)el simblico, yc) el conflictivo. No hay muchoacuerdo en el modo como se aplican estos aportes tericos a las

    condiciones sociales especficas del Israel bblico y del cristianismo primitivo. Frecuentemente se usan estos mtodos de modoeclctico. Postura estructural funcionalista. Es un modelo centrado en la idea de orden y de armona. T rata de descubrirlas estructuras o patterns de com por t am ien to queconfiguran una sociedad o grupo. Postura simblico interaccionista. Examina el valor simblico de los sistemas y procesos de interrelacin hu

    mana. Ve la sociedad como un sistema de smbolos,consistente de personas, cosas y sucesos que tienenrealidad slo por su significado simblico percibido.De ah su nombre de modelo simblico o simblico interaccionista.Es un modelo m uy emplead o por la antropologa cultural (ver abajo 4.2.3).Aunque con matices diversos y bajo denominaciones diferentes, el modelo simblico est teniendo de hecho gran aplicacin en la exgesis sociolgica actual, sobre todo entre los representantes de la llamadasociologade lconocimiento osociologahermenutica y comprensiva.De hecho, las estructuras de lenguaje y dems expresiones simblicas condicionan nuestro conocimiento de lo real", al condicionar las estructuras socialesque las han generado. En este mbito del conocimiento se recurre a categoras como: universo simblico, institucionalizacin yrut inizacin del car isma, legi t imacin, ins t i tucional izacincumulativa, etc.

    1 1 . Ver P.L. B E R G E R - T H . L U C K M A N N La construccin socialde la realidad,Madrid, 1968.38

    Desde esta perspectiva, M. MacDonald, en su obra Las co munidades paulinas (1988), ofrece un estudio socio-histricode las estrategias, procesos y etapas de la institucionalizacin delos escritos paulinos y deutero-paulinos. Describe ese proceso enlos diferentes aspectos de la vida de esas comunidades: actitudfrente al mundo y tica comunitaria, estructuras ministeriales,formas rituales y creencias. Postura crtico-dialctica.Tam bin son llamados modelosde conflictoy t ienen una visin dinm ica de la sociedad. La analizan no tanto como unidad estructural estable, sino como estructura tensional. Nos explican lossistemas sociales en trminos de diferentes grupos condiferentes objetivos e intereses; por lo que cada unoutiliza tcticas de coercin para ver satisfechos sus intereses. Por tanto, la relacin entre ellos incluye el desacuerdo, el uso de la fuerza y el conflicto, as como elconsenso y la cooperacin. El cambio, el disenso y elconflicto son parte de la normalidad. Esta perspectiva

    la han cul t ivado: P. Miranda en Marx y la Biblia(1972), F. Belo en su lectura de Marcos (19 74), N .K .Gottwald en su estudio sobre el Israel l iberado (1979),J. Pixley en su comentario al libro del xodo (1983), E.Tamez en varios trabajos, P. Richard en su comentarioal Apocalipsis (1994), etc.c) La antropologasocialo culturalLos textos de la Biblia presuponen grupos de personas consus relaciones sociales (patriarcales, relegacin de la mujer, papelde los intermediarios), sus valores reconocidos socialmente (elhonor y deshonor, tradicin, secreto), sus costumbres (del mundo rural: la siega, pastores, etc.), sus modos de ejercer el controlsocial, sus binomios institucionales (patrncliente, benefactor-beneficiario, hombre libreesclavo), sin olvidar el concepto desagrado y profano.Para evitar los reduccionismos del anacronismo (no repararen la d is tancia temporal que nos separa del texto) y deletnocentrismo (imponer las propias categoras culturales), laexgesis debe utilizar los conocimientos que la antropologa cultural prop orciona sobre la cultura agraria y pre-industrial de los

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    autores de la Biblia, y debe tener en cuenta su distancia con losmodelos de la cultura post-industrial occidental.Esta nueva propuesta metodolgica para la interpretacinde la Biblia se ocupa de las claves culturales y los valores centrales del mundo bblico. Para ello pone en dilogo a los mtodostradicionales de exgesis con las perspectivas de la sociologa yde la antropologa. Para actualizar el texto bblico, se recurre a la

    operacin de recontextualizacin, con el afn de hacerlo significativo para un lector separado por una distancia de varios siglos. En vez de preguntar qu significa este texto hoy, habr queresponder a la pregunta: qu signific este texto para sus prim eros destinatarios.H an p roduc ido ob ras r e l evan t e s en e s t e cam po : BJ .Mal ina, J .H . El l io t , J . Neyrey, R. Aguir re , H . Moxnes , R.Rohrbaugh, J.J. Pilch y muchos otros.d) Vinculacin de los aspectos literario, sociolgico y teolgicoSe articula el anlisis literario con el sociolgico y con elteolgico. El anlisis sociolgico se basa (aunque no slo) en datos proporcionados por el anlisis literario, y el estudio teolgico aparece relacionado dialcticamente con la situacin detectada de la comunidad.F. Belo en su Lectura materialista del evangelio de Marcos(1974), afirma que su mtodo, en cuanto lectura, implica unasemitica para superar las limitaciones de la exgesis histrico-crtica, ya que sta carece de una teora del texto; en cuanto ma terialista, supone una epistemologa: la que tiene su origen en el

    mater ia l ismo his tr ico de K . Marx, pero extendido a nuevasproblemticas. Es histrica para superar el anlisis estructural,que nada quiere saber de la historia y se contenta con la purainmanencia textual. Belo hace una lectura poltica de los textosde la revelacin, no para negar su dimensin religiosa, sino parasentar un presupuesto metodolgico ms orientado a una hermenutica estrictamente teolgica 12 .12. Cfr. F.BELO,La antigualeyyEl modo de produccin en la Palestinadel primer siglo,enLectura poltica delEvangelio, Aurora, Buenos Aires,1984, 25-52.40

    Ch. Myers hace una lectura socioliteraria del evangelio deMarcos 13 (1988) con el propsito de superar los lmites de lacrt ica bblica contempornea. Seala que la crt ica histricadespoja de la fuerza narrativa a los textos, la nueva crtica literaria, en su formalismo, prescinde de la referencia al mundo histrico. Se trata de conservar la integridad literaria y la integridad sociohistrica del texto entero. Por eso su estrategia de lectura se s i rve conjuntamente de la exgesis sociolgica, lanarratologa y la crtica materialista.J. H. Elliot en su estudio sobre la primera Carta de Pedro(1991) observa que la casa (oikos), estructura bsica de la sociedad greco-romana, se convierte en la clula bsica de la Iglesia y,a partir de ella, nace la teologizacin de la 1Pe.4.3 La opcin metodolgica

    Ningn modelo es til para cualquier propsito. La utilizacin de modelos es como la de las herramientas. Los modelosson constructos especficos para el caso o para un rea determinada. El modelo apropiado depende del t ipo de informacinque u no desee generar y compre nder. Sin embargo, para la tareade la interpretacin bblica las ciencias sociales son tiles y necesarias.Respecto de la exgesis sociolgica y de cualquier otra metodologa exegtica, conviene recordar que no existen tcnicasni metodologas ingenuas , neut rales , y menos s i hay consi deraciones y opciones teolgicas de fondo. El exgeta debe aclarar esas opciones previas y definir, de acuerdo a sus criterios, lastcnicas o mtodos ms pertinentes.Segn B. J. Malina14 , los modelos tomados en prstamo delas ciencias sociales deben ser buenos modelos de ciencia social.

    13. CH. MYERS,Binding thestrongm an. A politicalreading ofMark's Story ofJess,Orbis Books, Maryknoll NY, 1988. (Traduccin portuguesa:0 Evan-gelhode Sao Marcos,Paulinas, Sao Paulo, 1992).14. Ver BJ. MALINA,The Social Sciences and bblica interpretation, enN.K .GOTTWALD (ed.), Th eBibleand liberation:politicalan dsocialhermeneutics,Orbis Books, Maryknoll, 1983, 11 -25.

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    Para e l l o , p l an t e a c i e r t o s re q u i s i t o s m n i mo s , a sab e r : a ) mo d e l o s t ran sc u l t u ra l e s , b ) d e su f i c i e n t e n i v e l d e ab s t rac c i n p a rap e rmi t i r e l a l i s ami e n t o d e s i mi l i t u d e s q u e p e rmi t an l a c o mp arac i n , c ) mo d e l o s q u e se an c ap ac e s d e a j u s t a r se a marc o s so c i o -l i n g s t i c o s m s amp l i o s p a ra l a i n t e rp re t ac i n d e t e x t o s , d ) q u ese d e r i v e n d e e x p e r i e n c i a s q u e a rmo n i c e n l o me j o r p o s i b l e c o nl o q u e sab e m o s d e l as c o n d i c i o n e s e sp ac i o - t e m p o ra l e s d e l m u n do bbl ico , e) los s igni ficados que generen deben ser a jenos o ext ra o s , p e ro c o mp re n s i b l e s p a ra n o so t ro s y p a ra n u e s t ra so c i e d ad l a t i n o ame r i c an a d e l s . X X , f ) l a ap l i c ac i n d e l mo d e l o d e b eser aceptable para los propios c ien t f icos sociales , aun cuando noestn de acuerdo en la val idez de la empresa.

    5. La exgesis socio-cientfica y la herm en uticaliberadora de la BibliaEn p a l ab ras d e u n e x g e t a l a t i n o ame r i c an o , l a l e c t u ra p o pular de la Bibl ia es una prct ica de la lec tura de la Bibl ia , real i z ad a g e n e ra l me n t e e n l a s c o mu n i d ad e s e c l e s i a l e s d e b ase i n se r t a se n me d i o s p o p u l a re s e n A m r i c a La t i n a , q u e b u sc a re sc a t a r e lsen t ido h is trico y esp i r i tual orig inal de la Bibl ia , a part i r de lae x p e r i e n c i a d e l a p re se n c i a y re v e l ac i n d e D i o s e n e l mu n d o d el o s p o b re s y e n fu n c i n d e l d i sc e rn i m i e n t o y c o m u n i c ac i n d el a p a l ab ra d e D i o s . La h e rme n u t i c a d e l a l i b e rac i n e s s i mp l e me n t e l a t e o r a d e e s t a p r c t i c a d e l e c t u ra p o p u l a r d e l a B i

    blia15

    .Q u e d a c l a ro q u e e s t e t i p o d e l e c t u ra d e l a B i b l i a n o ad o p t au n m t o d o e sp e c i a l , s i n o q u e p a r t i e n d o d e p u n t o s d e v i s t a so c i o -c u l t u ra l e s y p o l t i c o s p ro p i o s , p rac t i c a u n a l e c t u ra b b l i c ao r i e n t ad a e n fu n c i n d e l a s n e c e s i d ad e s d e l p u e b l o , q u e b u sc aen la Bibl ia e l a l imento de su fe y de su v ida 16 . Es t o mu e s t ra15. P.RICHARD, Lectura popular de la Biblia en Amrica Latina. Hermenutica de la liberacin,Ribla1 (1988) 30.16. PCB,IBI,58.

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    q u e e l p r o b l e m a d e u n a e x g e s i s y u n a h e r m e n u t i c a l i b e rad o ras n o e s e n p r i me r l u g a r u n p ro b l e ma d e c i e n c i a so c i a l ,a u n q u e r e c o n o z c a m o s s u i m p o r t a n t e a p o r t e ; e s u n p r o b l e m ap r i n c i p a l me n t e t e o l g i c o y p as t o ra l 17 .N o o b s t a n t e , l a h e r m e n u t i c a l i b e r a d o r a c o n c e d e g r a n i m p o r t an c i a a l a re a l i d ad d e l p u e b l o d e l t i e mp o e n q u e fu e e sc r i t ala Bibl ia y a la real idad del pueblo que hoy lee la Bibl ia 18 . Las

    c i e n c i a s so c i a l e s h an ay u d ad o a e x p l i c a r amb as s i t u ac i o n e s y h anse rv i d o p a ra v i g i l a r e p i s t e mo l g i c ame n t e e l p aso i n t e rp re t a t i v oent re la una y la o t ra 19 .Sabedora de que no ex is ten lec turas neut ras de la Bibl ia , lah e r m e n u t i c a l i b e r a d o r a e li g e c o n c u i d a d o l a m e t o d o l o g ae x e g t i c a q u e u t i l i z a . En t re l a s h e r rami e n t a s d e su p re fe re n c i ae s t n aq u e l l a s q u e l e p e rmi t e n : d a r c u e n t a d e l c a r c t e r c o n f l i c t i -v o y d i a l c t i c o q u e t i e n e e l p ro c e so l i b e rad o r e n l a Esc r i t u ra ;d e sc u b r i r y ac t i v a r l a e n e rg a t ran s fo rmad o ra d e l o s t e x t o s b b l i cos; c o n s t a t a r y e x p o n e r l a d i m e n s i n so c i al y c o m u n i t a r i a d e l a

    prct ica de fe ; abri rse a la t rascendencia que se expresa en la h ist o r i a h u man a n a r rad a e n l a B i b l i a .En la prct ica , tan to los te logos de la l iberacin como lose x g e t a s , q u e t rab a j an e n e sa p e rsp e c t i v a , h an ap ro v e c h ad o c o ni mag i n ac i n y c o n c re a t i v i d ad l o s e s t u d i o s b b l i c o s e l ab o rad o scon e l apoyo de las c iencias sociales . En los primeros t rabajos deTe o l o g a d e l a L i b e rac i n [Td L] h an d e j ad o h u e l l a o b ras c o mo :Jerusaln en tiempos de Jess, d e J . J e re m as , Las instituciones delAntiguo Testamento, d e D e V au x , l a Lectura materialista de laBiblia, d e M . C l e v e n o t , Las tribus de Yahvh, d e N . K .G o t t w a l d . En p o c as m s re c i e n t e s , y c o n a l g u n as re se rv as c r t i cas, s e a p r o v e c h a n l o s a p o r t e s d e T h e i s s e n , M e e k s , E l l i o t ,M y e rs , e t c . y t amb i n l a p ro d u c c i n d e b i b l i s t a s p ro p i o s q u eh an h e c h o e sc u e l a c o mo P . M i ran d a , J . P i x l e y , P . R i c h a rd , S .C r o a t t o , E . T a m e z , J . C r d e n a s P a l l a r e s , C . M e s t e r s , M .

    17. O.J. JIMNEZ A., op,. cit., 10.18. C.MESTERS,Lectura fiel de la Biblia,Ribla 5-6 (1990) 126.19. Se trata de evitar la transposicin m imtica y el trasvase mecnico del co ntexto histrico de entonces al contexto histrico actual.

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    Schwantes y el grupo que colabora en la Revista de Interpretacin Bblica Latinoamericana Ribla.

    ConclusinLos aportes ms representativos de la crtica socio-cientficade la Biblia permiten constatar que se ha abierto un nuevo camino exegtico, que con propiedad puede llamarse exgesis sociolgica. Este nuevo ofrecimiento heurstico de las ciencias humanas al estudio de la Biblia poco a poco se coloca a la par delos ya tradicionales mtodos literarios, histrico-crticos y religiosos. La nueva herramienta metodolgica est resultando prometedora para la exgesis bblica y tambin sugerente para unahermen utica interesada en la liberacin de los pobres.

    IIParacomprenderla teologabblica

    E S Q U E M A

    1. Las tenden cias principales de la teologa bblica1.1 Orien tacion es de la teologa bblica del AT1.2 Orien tacion es de la teologa bblica del NT

    2. Esbozo de un perfil para la teologa bblica2.1 Presup uestos o criterios bsicos2.2 Objetivo s, tareas y meto dolog a

    El lugar de la teologa bblica es impreciso, no goza de unestatuto indiscutible en el campo teolgico' . Existe un ampliodesacuerdo acerca de su objeto, principios y mtodos. Aunquetodos parecen exigir una teologia bblica, tal parece que nadie1. Cf. P. BEAUCHAMP, Teologa bblica, en Iniciacin a la prctica de la teologa, I: Introduccin, Cristiandad, Madrid, 1984, 192.

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    sab e q u e s o d e b e se r e n c o n c re t o e s t a t e o l o g a . N o o b s t an t e ,mu c h o s l a c o n s i d e ran c o mo u n a v e rd ad e ra d i sc i p l i n a t e o l g i c a ,c o mo p a r t e d e l a t e o l o g a e n g e n e ra l .E l p re se n t e t rab a j o se p ro p o n e i n t ro d u c i r e n l a c o mp re n sin de la teo loga b bl ica a t ravs de (1) un repaso de las princi p a l e s tendencias q u e se s i g u e n ac t u a l me n t e e n l a t e o l o g a b b l i c a ,q u e p e rmi t a d e sc u b r i r (2 ) u n e sb o z o d e l perfil q u e mu e s t ra d e s

    mi sma e s t a d i sc i p l i n a .Se h an d e j ad o d e l ad o d o s a sp e c t o s d e c ap i t a l i mp o r t an c i a :l a e x p o s i c i n d e l desarrollo histrico de la teo loga b bl ica , porq u e y a h a s i d o o b j e t o d e t rab a j o s mu y re c o n o c i d o s 2 ; y la present ac i n d e l aproblemtica so b re la p o s i b i l i d ad y e l s e n t i d o d e u n at e o l o g a b b l i c a 3 , p o rq u e l l e v a r a a u n a d i sc u s i n i n t e rmi n ab l ec o n p o c a p r o b a b i l i d a d d e ll e g ar a c o n s e n s o s v l i d o s . A m b o sasu n t o s re b asa r an l o s mo d e s t o s p ro p s i t o s d e l p re se n t e e s t u d i o .

    1. Las tendencias principales de la teologabblicaLa g ran v a r i e d ad me t o d o l g i c a h a c re ad o u n a s i t u ac i n d ecris is de la teo loga b bl ica . A la pregunta sobre cul es e l p rinci p i o d e o rg an i z ac i n d e e se t rab a j o , s e p u e d e re sp o n d e r q u e , e nme d i o d e l a p l u ra l i d ad d e l a s o b ras m s re c i e n t e s so b re l a ma t e r i a , p a re c e ad e c u ad o t o mar c o mo c r i t e r i o d e c a l i f i c ac i n e l p r i n -

    2. Cf. W.J . HARRINGTON, Thepath of Biblical Theology, Dublin, 1973; H.J.KRAUS,Lateologabblica.Storiaeproblematica.Bresciz, 1979; G.SEGALLA,Introduzione alia teologa bblicadel NT. I. Storia.Mn,1980.3. Cf. G. HASEL, Ne w Testament Theology. Basic issues in thecurrentdebate,Grand Rapids (Michigan), 1978; G. SEGALLA, Introduzione alia teologabblica del NT. II. Problemtica,Miln, 1981; R. RENDTORFF, OdTestament Theology, Tanakh Theology, or Biblical Theology? Reflectionsin an ecumenical context,BiblicaTb (1992) 441-451;B.S.CHILDS,BiblicalTheologyofthe Od and New Testaments. Theological reflection on thechristianBible,Fortress, Minneapolis MN, 1993; H. QZELLES,Sur le fondementsde la recherche en thologie biblique,RechSciRel8 3 (1995) 357-371.

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    c i p i o h e rme n u t i c o e sc o g i d o p o r l o s d i v e rso s au t o re s p a ra e s t ru c t u ra r su t e o l o g a .B a j o e s t e p r i n c i p i o y p o r su c l a r i d ad p e d ag g i c a , s e p re se n t ae l e sq u e ma d e G . Se g a l l a so b re l a s me t o d o l o g a s o p ro c e d i mi e n tos que se han empleado para s is temat izar la teo loga de los dost e s t a m e n t o s 4 :

    1.1 Orientacionesde lateologa bblicadelAT5I o L os procedimientos descriptivos h a c e n u n a p r e s e n t a c i ns i s t e m t i c a d e l a s ideas religiosas e s p e c f i c a s d e l A T . L a sp r o d u c c i o n e s p r e s e n t a n h i s t o r i a s d e la r e l i g i n i s r a e l i ta ( E .K n i g , K . B u d d e , O . E i s s f el d t , E . J a c o b , P . H e i n i s c h , L .K h l e r , H . R i n g g re n ) . La t e o l o g a b b li c a es u n a h i s t o r i a c r t i c ade la re l ig in de IsraelValoracin crtica. La teo loga b bl ica se reduce a ser unarama d e l a h i s t o r i a d e l a re l i g i o n e s , ap l i c ad a a l p u e b l o j u d o - i s rae l i t a . C o n c e b i d a d e e s t e mo d o , l a t e o l o g a b b l i c a se c o n v i e r t ee n u n s i s t e ma c l a ro y b i e n d o c u me n t ad o , v o l c ad o e n u n o s e s q u e mas d e p e n sami e n t o q u e l e so n e x t ra o s . A v e c e s se l e so b re p o n e u n e sq u e ma d e l a t e o l o g a d o g m t i c a d e u n a p o c a o d eu n a c o n fe s i n . En re a l i d ad , n o e x i s t e un a t e o l o g a d e l A T , s i n od i ve r s as t eo l o g a s , d e a c u e r d o a c a d a tr a d i c i n l it e r ar i a ( J E D PD t r . C r . ) , a c ad a p ro fe t a o e sc u e l a sap i e n c i a l . A d e m s , s e su e l ec o n c e b i r l a re v e l ac i n d e D i o s s l o c o mo d o c t r i n a y se l e d a p o ca importancia a l carcter evolu t ivo de la teo loga b bl ica .

    4. Cf. G. SEGALLA, Panoramas, 371.5. Lo expuesto es una sntesis adaptada deA.BONORA,Teologa bblica. Te ologa del AT: orientaciones actuales, enP. ROSSANO - G. RAVASSI - A.GIRLANDA,Nuevo Diccionariod eTeologa Bblica^IDTBJ,Paulinas, Madrid,1990, 1826-1 834, y de E. LIPINSKI, La teologa del AT, en H.VORGRIMLER - R. VANDER GUCHT, La teologa en elsiglo XX , t. II, BACMaior, Catlica, Madrid, 1973, 390-398. Tambin se han aprovechadolos aportes deCOATS,G.W., Theology ofthe Hebrew Bible, enKNlGHT,D.A. - TUCKER,G.M., TheHebrew Biblean ditsmodern interpreten,FortressPress - Scholars Press, Minneapolis -A tlan ta, 1993, 239-2 58.

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    2o El procedimiento selectivo del centro temtico presenta lareligin hebrea como una entidad cuya unidad orgnica puedeverse perfectamente en una nocin central. Se busca que el temasea central y que permita una exposicin unitaria y temtica,por ejemplo, la alianza (W. Eichrodt, G.E. Wtight), el dominio de Dios (L. K hler), el reino de Dios (G. K lein), el nom brede Dios (W. Zimmerli) , la eleccin (H. Wildberger), la presencia divina (G.S. Terrien), salvacin y bendicin (C. Wester-mann), la palabra de Dios (J.Barr), el l ibro del deuteronomio(S. He rrm an n), la realeza de Yahvh (J.L. McK enzie). Es obvioque no existe consenso entre los estudiosos.

    Valoracin crtica. Todos los rasgos caractersticos de laTeologa del AT procederan de una nocin bsica, que determinara la orientacin de todo el proceso evolutivo de las creencias. Se duda de la legitimidad de fundar una materia tan compleja como la teologa del AT en un slo concepto, por muyglobal que fuese. Por otra parte, la revelacin bblica no es unaenorme masa de verdades o doctrinas que el telogo simplemente ha de reducir a la unidad ordenndolas y disponindolas alrededor de una idea central.

    3 o El procedimiento sistemtico-didctico analiza varios delos grandes temas bblicos, describiendo la evolucin de una ideao doctrina a travs de los distintos estadios de desarrollo y exponindola en forma sistemtica (J. Guillet , Th. C. Vriezen, P.van Imschoot, M. Garca Cordero). Algunos temas estudiadosson: Dios, hombre, pecado, salvacin, gracia, justicia, verdad.Se les examina como aparecen en los distintos libros del AT.Valoracin crtica. Es un procedimiento insatisfactorio, puestoma de la teologa sistemtica lo que debera pedir a la Bibliamisma. La unidad del AT se da por supuesta, ms que probaday demostrada. Hay que recordar que un compendio de resultados sintticos no da cuenta de la complejidad de los textos bblicos, ni de los significados q ue se derivan de su conte xto, ni de latradiciones que modifica y le sirven de base, ni del carcter evolutivo de las concepciones teolgicas.

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    Adems de temas, en el AT tambin existen smbolos, motivos, estructuras, gneros li terarios, frmulas fijas y muchosotros elementos que deben ser tenidos en cuenta. El AT presenta la relacin con Dios no slo en los aspectos espirituales yteolgicos de la vida, sino tambin el aspecto secular (sabidura),lo vil (guerra, depravacin) y lo tedioso (historia poltica, reglastorpes, sacerdotes hastiados).4o Elprocedimiento diacrnicoda cuenta de la constante reflexin de Israel sobre las tradiciones histricas, que el propio Israel combin una y mil veces. (Von Rad). Hay que dejar quecada pasaje bblico hable por s mismo. El objeto de la teologabblica no es el mundo espiritual y religioso de Israel ni su estructura psquica, ni tampoco el mundo de su fe. . . sino solamente lo que Israel ha afirmado directamente de estos testimonios, lo que Israel ha confesado acerca de Yahvh; estas confesiones no son tanto exposiciones de fe cuanto tomas de conciencia de las relaciones entre Dios y su pueblo.La fe de Israel en Yahvh presenta tantas teologas cuantastomas de conciencia originales y autnticas. No se puede poneren un sistema y reducir a la unidad tantas expresiones religiosas,ni llegar a proposiciones teolgicas definidas o frmulas precisas. Pero algo se pue de observar en los focos cambiantes de la relacinentre Israel y Yahvh.La sistematizacin del pensamiento bblico ni se puede nitiene sentido. Lo constitutivo de la vida religiosa de Israel es lo

    dinmico, la continua actualizacin de sus tradiciones. Los hebreos no estaban interesados en reducir todos los datos a un orden lgico y buscar un principio unificador.Valoracin crtica.En cuanto a Von Rad, el principio de suexposicin es la tradicin kerigmtica en su sucesin histrica,por eso parece ms una fenomenologa del pensamiento religioso de Israel que una teologa 6.

    6. Otras observaciones cr t icas en j. VAN DER PLOEG, ES posible una teologadel Ant iguo Tes tamento? ,SelT 19 (1966) 266-67 .

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    1.2 Orientaciones de la teologa bblica del NT 7I o Tambin en e l NT, elprocedimiento descriptivohace unapresentacin sistemtica de las historia y de las ideas religiosas,la religin de Jess y la del cristianismo primitivo (H.J.Hol tzmann, H . Weinel , W. Wrede) . Ofrecen una exposic incientfica de la religin del N T o del con tenid o religioso y mo

    ral del mism o.Valoracin crtica.Acentu aron la dependencia del cristianismo de la historia del espritu y las religiones del mundo circundante. En su exposicin de Jess, no se toma como criterio eltexto mismo y suelen responder a una imagen preconcebida desu persona propuesta por la ideologa dominante o de moda. Enocasiones la religin de Jess se utiliza como criterio para emitir un juicio negativo sobre el cristianismo primitivo, o sobre algn representante (Pablo, por ejemplo).2 o El procedimiento de seleccionar la historia de la salvac in como centro temtico, presentndola con su correspondenc ia de p rom esa y cum pl im ien to ( r ec i en t em e n te O .Cul lmann y L. Goppel t , pero antes lo hizo la escuela deErlangen con J.Ch.K . von Hoffman). Quiene s as proceden, t ienen en comn tres principios: a) la Biblia se considera en su aspecto unitario de AT y NT; b) se le interpreta como historia dela salvacin, por lo cual se coloca en primer plano la obra deDios en la historia, mientras que pasa a segundo plano el aspecto doctrinal; c) se coloca en el centro la persona de Jess, cum- plimiento de la promesa, en el cual se concentra pasado (AT) yfuturo (escatologa).

    7. Lo expuesto es una sntesis adaptada deG.SEGALLA, Teologa bblica . Teologa del N T: O rientacion es actuales, en Afora, Paulinas, Ma drid, 1990,1 8 3 4 - 1 8 3 9 ; E . LOHSE, Mtodo y objetivos de la teologa del Nuevo Testamento , en Teologa del Nuevo Testamento, Cr is t iandad , Madr id , 1978 ,1 3 - 2 1 ; . W . KMMEL, G., La investigacin de la teologa del NT en suconjunto, en H. VORGRIMLER - R. VANDER GUCHT, La teologa en elsigloXX , t . I I , BAC Maior , Ca t l ica , Madr id , 1973 , 307-325 ;J .R. DONAHUE,The chang ing shape o f New Tes tamen t Theo logy ,TheolStud 50 (1989)3 1 4 - 3 3 5 .

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    Valoracin crtica. Se quiere producir la impresin de unaunidad, que en realidad nunca ha existido. Ponen como baseesquematizaciones que son insostenibles y muchas veces no diferencian suficientemente el estado real de las cosas. Por susmuchas reflexiones de carcter especulativo, p. ej. Bultmann reproch a Cullmann hacer de la teologa del NT una reflexincristiana de la historia, y otros dicen que ms que una teologabblica la obra de Cullmann es en realidad una teologa de lahistoria de la salvacin.3 o Se ha abierto paso tambin la investigacin y exposicinde la teologa del N T sig uiend o elprocedimiento sistemticoenperspectiva histrica y con una metodologa crtica y objetiva.Sin faltar algunas inconsistencias, en general los autores siguencon rigor la sucesin cronolgica de las principales formas de lostestimonios neotestamentarios.En esta lnea se coloca el mensaje m oral del N T de R.

    Schnack enburg (1962 ) y la Teologa del N T de K .H. Schelkle(1968) que trata de seguir los trminos, los conceptos y los temas fundamentales a travs de todo el NT, y describirlos en unaconfrontacin s is temt ica , a tendiendo a la conf iguracin encada uno de los escritos y en los distintos grupos de escritos.Se han e laborado tambin monograf as sobre conceptosimportantes o grandes temas neotestamentarios, la mayora delas veces ordenados conforme a su desarrol lo lgico (A .Richardson). Algunos de esos temas han sido: reino de Dios,Iglesia, redencin, gape, ministerios, etc. Podra caber aqu el

    estudio del significado depalabras importantes del NT tal comose encuentra elaborando, por ejemplo, en los diccionarios bblicoteolgicos (J.B. Bauer, X. LonDufour).Valoracin crtica. Es una orientacin muy problemtica,porque frecuentemente la exposicin sigue un mtodo aditivoque violenta la historia en favor de una yuxtaposicin de los distintos t ipos de doctrinas, o se mezcla la problemtica histricacon los enjuiciamientos teolgicos; esto conduce a una teologade carcter eclctico, que nunca existi en la poca en que surgi el NT, y acaba por ser ms una teologa segn la Biblia

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    que una teologa de la Biblia. Otras veces no se ocupan delentronque de la teologa neotestamentaria con el medio ambiente histrico-religioso; o dejan sin esclarecer la evolucin interna dent ro del mismo Nuevo Testamento. Y has ta l legan acargar a la cuenta del NT ideas que no estn documentadas enl. Por tales razones este tipo de teologa bblica ha quedado superado.4 o El procedimiento bistrico-positivo expone en generalla teologa del NT. Lo hace siguiendo su transcurso histricoyno tanto presentando el kerigma. Se reconoce la necesidad deinterpretar las ideas del NT en su gnesis histrica. Se admiteque la predicacin y el mensaje de Jess o la salvacin presente yfutura en Cristo t ienen que constituir el punto de partida histrico y material de la teologa bblica del NT. En sus inicios trabajaron en esta lnea J. Bonsirven y M. M einertz. Posteriormente enco ntram os los trabajos de W .G. K m mel , J. Jeremas yotros.Valoracin crtica. En el caso de M. Meinertz ha sido muydeficiente su abordaje de los problemas histricos y teolgicos.Se nota la ausencia de una autntica crtica histrica y hasta falta de sentido histrico. A veces se adopta sin crtica alguna la interpretacin tradicional eclesistica, se eluden las dificultadesexegticas o se afrontan en sentido apologtico. Lo mismo valepara J. Bonsirven. Pero, con las debidas reservas sobre suradicalidad teolg ica, los trabajos de K m me l y Jeremas hace ngala de un rigor crtico-histrico notable.5 o El procedimiento histrico-kerigmtico coloca en el centro la palabra de Dios y el kerigma como mensaje dirigido porDios al hombre, y no ya en primer lugar como verdad que creero como historia religiosa que hay que estudiar con el mtodohistrico-crtico. R. Bultmann deja fuera el mensaje del Jess terreno, pero interpreta a telogos particulares del NT como Pablo y Juan. En ruptura y continuidad se coloca su discpulo, H.Conzelmann, con su bosquejo de teologa del NT (1967).Valoracin crtica. En el caso de Bultmann, ofrece enfoquesmuy audaces y hasta inadmisibles: colocar toda la predicacin

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    de Jess y el kerigma de la comunidad primitiva simplementecomo presupuestos de la teologa del NT, o desbordar los lmites del NT para tratar el problem a del catolicismo primitivo. Eneste sentido es parcial y unilateral. Conzelmann revaloriza loselementos histricos del mensaje del NT, abandona como nicoprincipio la comprensin de la fe en sentido existencial, da elgiro de la antropologa a la cristologa, pero persisten sus resabios bultmanianos por la prevalencia unilateral de la interpretacin kerigmtica que lo lleva a mantener cierto escepticismo respecto al Jess histrico y a desvalorizar Hechos y Apocalipsis.6 o Otro procedimiento exponeaspectos parcialesde la teologa del NT. Para la teologa paulina, en el pasado fueron pioneros F. Prat y L. Cerfaux. Posteriorme nte, A. Schlatter, Th. Z ahnofrecieron trabajos sobre las distintas formas doctrinales de losgrupos particulares de escritos neotestamentarios.Valoracin crtica.Lo que a veces llama observacin resu l

    ta, en buena parte, una defensa (implcita casi siempre) de latradicin eclesistica. No se consigue reconocer ni la evolucindel pensamiento cristiano primitivo ni las contradicciones entrelas diversas formas de la predicacin neotestamentaria. Es lgicoque elementos contradictorios simplemente se mezclen.No obstante, existen mu chos autores que analizan varios temas bblicos describiendo la evolucin de una idea, doctrina otema a travs de los distintos estadios de su desarrollo, sin pretender integrarlos en algn conjunto unitario; otros autores seocupan de la teologa de un libro o de un corpus (paulino,

    lucano, joaneo) del NT. Este camino est resultando muy productivo y valioso.

    2.Esbozo de un perfil para la teologa bblicaLas claras limitaciones que presentan las diversas orientaciones o tendencias que ha tomado la teologa bblica explicanla discusin actual sobre su estatuto. A la vez, invitan a replan

    tear el problema de sus presupuestos, objetivos y metodologas53

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    conel finde bosquejar unperfil ms ad ecua do para d icha disciplina.2.1 Presupuestos o criteriosbsicos8

    Se trata de responder a la pregunta acerca de los principioso criterios sobre losque debera edificarse u na y organizarsusconten idos una teologa bblica.a) La teologa bblica tiene que ser histricaensus m todosy en su exposicin. Siendola revelacin esencialmente histrica,y siendo la historia medio de revelacin, la teologa bblica debemostrar esa dimensin histrica de larevelacin. Larevelacinbblica se inserta enlatrama delaexperiencia histrica de Israelyde la Iglesia, y esimpo sible fijarla en un so lo pun toquerecapitule toda esa experiencia9.Yahvh es unDios histrico,no unDiosde la naturaleza,un Dios que interviene enlahistoriayse rev elaa smismo mediante estas intervencionesen lahistoria. Lahistoria o cupaunlugar destacadoen laSagrada Escritura [SE], quees unainterpretacin de la historia.La teologa de Israel no es tanto un acervo de verdades reveladas, cuanto una exposicin del esfuerzo de este pueblo por entender aYahvh yentenderse a s mismoen su relacinconYahvh. Todo intentodereducir lareligin deIsraela unsistema rgidoyestable ser una traicin.b)Lateologa bblicano seatienealascategoras de lateologa especulativa; ha decrearse sus propias catego ras, tom adasdel mismo pensamiento bblico 10 , aunqueno debe operar exclu-

    8. Cf. L.ALONSO SCHKEL- A. VOGTLE,Teologa bblica, enSM VI,col.565-580;J.A. FITZMYER,Pauline Theology,enNjBC, art. 82:5-7.9. Cf.J.L. MCKENZIE, Aspeasof Od Testament thought, cnN/BC, art.77:4.10. Cf. J.L. MCKENZIE,Aspects of Od Testament thought, enNjBC, art.77:3.54

    sivamente con categoras bblicas, para nocaeren unbiblismoradicalyrepetitivo. Las categorasy el lenguaje bblicos son parte del testimonio escriturstico delarevelacin; po r esonose lespuede dejar delado. Esimpor tante que lascategoras noseanenteramente ajenas a loslibros bblicos, artificialmen te sobre puestas, sino quedea lgn mo do procedanyexpresen las lneasmaestras de la revelacin consignada en los textos bblicos.c)Launidad de laEscritura ha de serpremisade toda elaboracin delateologa bblica".Noobstante laoposicinde laescuela bultmaniana (Grsser, Strecker, Becker, Schmithals,K l e in ) , la escuela actual deTub ing a (G ese , S tuh lm ache r ) yotros autores recientes, como H.H b ne r y O. Merk, consideran quela divisin oficial entre teologa del ATydelNTesuncamino equivocado.La unicidad y la fidelidad deDios , elreconocimientodelcanon bblico nico,launidad del planydelahistoria dela salvacin,larevelacin histrica nica que alcanza su cum plimien

    toenCristo, as comola tradicin viva dela Iglesia que siempreley el AT a la luz delN T , y viceversa, plantean la exigenciateolgica de superar la divisin radical entre el ATye l NT . Unateologa bblica debe expresar elproceso de tradicin que llevadesdeel AT hasta los umbrales del NT; o bien, debera ser unateologa del NT abierta al AT.Esunerror abo rdar los temas delN T com osi notuvieransu origeny se hubieran desarrollado apartir del AT . Launidadde temassenota tambinen launidad devocabulario qu e p resentan ambos tes tamentos . Prct icamente todos los trminos

    teolgicos clave en el NT sederivan dealgn trmin o hebreocon una larga historia de empleoydesarrolloenel AT. Estonoimplica que tales trminos notuvieran un desarrollo ulteriorenel NT. Difcilmente seencontrar un trmino clave que no sehaya enriquecido en el NT . Y lo ms notable,lanovedad radicaldel hecho cristianoen lapersona de Jess,no est predicha literalmente en ningn lugar del AT ni es una simple derivacindel judaismo, y, sin embargo, surge en el judaism o.11.Cf. G.SEGALLAPanoramas,379-381.

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    d) La diversidad y la fragmentariedad son necesariamenteleculiaridades de la teologa bblica12 . Esslo unapartede laeologaengeneral;no puede aspirar apresentar unasntesisdeodaladoctrina revelada.Selimitaaciertos aspectosy renunciauna nivelacin sistematizadora. Todo intento desntesis bbli-a siempre ser parcial. Cada sntesis elaborada por el telogon'blico pondr de relieve algunos aspectos importantes paral;>or eso habrno unasino varias teologas bblicas.Es bien sabidoque los escritos bblicos reflejan diferentesituaciones, toman posicin ante necesidades, cuestiones y difi-:ultades concretas; adems, los destinatarios de cada escritotie-en distinto nivel espiritual y viven situaciones cambiantes.Por)tra parte,losmismos telogos bblicos estn c ondicionadosporu origen, confesin, escuela yhor izonte de pensamiento . Laeologa bblica debe destacar el contenido teolgico de los es-;ritos particulares,o de losgruposdeescritos,ydescribirloade-:uadamente.De esta manera,en el AThabrquetenerencuentala teo-ogadeJerusaln y la teologa proftica delreino deln