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David Alonso Pérez Rebolledo. Normalidad, demora a la locura. Existen en variedad extensa, cantidad de escuelas de psicología, filosofía y otras que refieran sobre las tendencias, estándares y búsqueda de una razón del comportamiento y resistencia del individuo a las implicaciones de la condición humana, grosso modo; el existencialismo trata de enfrentar el alma del individuo cara a cara con los acontecimientos, dificultades, incertidumbres, afecciones, consecuencias, dolores y placeres resultantes de nuestro arrojo en el mundo conocido; el conductismo ubica un diálogo lógico entre estímulos y consecuencias en respuesta de los mismos plasmadas en acciones, crea el ponendo ponens del actor humano; el derecho intenta establecer reglas y jerarquías de comportamiento dentro de las redes de poder que teje un estado; la ética regula y juzga la orientación de la acción social e individual; al tiempo la religión consuela, ofreciendo su propio camino ya trazado por donde podemos recorrer la vida sin preocupación ni voluntad alguna, puesto que ya todo tiene en sí un propósito superior a uno mismo, una normativa y un orden más allá de la temporalidad del individuo, además de brindar al sujeto su incondicional apoyo y aparente solución ante cualquier obstáculo o cuestionamiento del vivir. Muy a pesar de lo anterior, no podemos conocer el complejo y oscuro proceder de la mente humana sin indagar en el alma misma, aquello que nadie puede conocer ni de sí mismo, aquello que vive en el ser humano como dormido pero siempre presente y que parece que siempre tiene algo que decir y algo que ordenar; el inconsciente, allí es donde sólo el psicoanálisis se ha aventurado a explorar, llegando a conclusiones a veces incómodas, pero así mismo creando las teorías más claras acerca del desarrollo y la conducta

Normalidad

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descripción de la normalidad y la locura entre la antropología filosófica y el psicoanálisis. David Alonso

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David Alonso Prez Rebolledo.Normalidad, demora a la locura.Existen en variedad extensa, cantidad de escuelas de psicologa, filosofa y otras que refieran sobre las tendencias, estndares y bsqueda de una razn del comportamiento y resistencia del individuo a las implicaciones de la condicin humana, grosso modo; el existencialismo trata de enfrentar el alma del individuo cara a cara con los acontecimientos, dificultades, incertidumbres, afecciones, consecuencias, dolores y placeres resultantes de nuestro arrojo en el mundo conocido; el conductismo ubica un dilogo lgico entre estmulos y consecuencias en respuesta de los mismos plasmadas en acciones, crea el ponendo ponens del actor humano; el derecho intenta establecer reglas y jerarquas de comportamiento dentro de las redes de poder que teje un estado; la tica regula y juzga la orientacin de la accin social e individual; al tiempo la religin consuela, ofreciendo su propio camino ya trazado por donde podemos recorrer la vida sin preocupacin ni voluntad alguna, puesto que ya todo tiene en s un propsito superior a uno mismo, una normativa y un orden ms all de la temporalidad del individuo, adems de brindar al sujeto su incondicional apoyo y aparente solucin ante cualquier obstculo o cuestionamiento del vivir. Muy a pesar de lo anterior, no podemos conocer el complejo y oscuro proceder de la mente humana sin indagar en el alma misma, aquello que nadie puede conocer ni de s mismo, aquello que vive en el ser humano como dormido pero siempre presente y que parece que siempre tiene algo que decir y algo que ordenar; el inconsciente, all es donde slo el psicoanlisis se ha aventurado a explorar, llegando a conclusiones a veces incmodas, pero as mismo creando las teoras ms claras acerca del desarrollo y la conducta humanos; el psicoanlisis se muestra como la ms completa teora de la psicologa humana, un mtodo de estudio de la mente, y un instrumento tcnico para el tratamiento de las perturbaciones emocionales; justo en esta ltima proposicin es sobre la cual intento desglosar mi opinin, desarrollando el concepto de una aparente normalidad que comparten intersubjetivamente, al parecer la gran mayora de los seres humanos que conviven en sociedad. As como el por qu, de aquellos que viven en un estado diferente de conciencia, aquellos anormales que son egostas y no comparten su propia realidad con los otros, aquellos seres extraordinarios que podemos llamar locos. Aqu podemos notar entonces que el psicoanlisis no solamente es un cuerpo terico de las estructuras de la mente y las emociones; al mismo tiempo es un mtodo teraputico, una tcnica que hace de curacin y de normalizacin de quienes sufren por aquello de lo que no pueden dar conciencia; siendo as, el psicoanlisis es una prctica de solucin a ciertas problemticas, como lo son las inconsistencias mentales, dolencias emocionales patolgicas, tendencias destructivas o autodestructivas, conflictos conductuales y de comportamiento, interferencias para la convivencia, entre otras, es decir enfermedades, anormalidades por supuesto de ndole mental. Tomando por cierto lo anterior, nos comprometemos a afirmar que existe un parmetro de lo que es normal y lo que no lo es tocante a la salud mental. Podemos decir acerca de la normalidad de la salud por ejemplo, sobre los niveles de azcar, minerales o colesterol presentes en la sangre, la acidez de la orina o la saliva, el PH de la piel, el calcio de los dientes y los huesos, los porcentajes de grasa alojada en el cuerpo etctera; en general hablamos de cantidades. Sabemos que la salud equivale a un equilibrio cuantitativo de porcentajes en nuestra qumica corporal, es decir, la normalidad se establece por parmetros medibles. A todos nos resulta aceptable esta normalidad objetiva; pero es la misma va que nos lleva a toparnos de frente a la problemtica del trabajo: cmo establecer una medida de normalidad, para la salud mental? La psiquiatra sigue el mtodo explicado, analiza la qumica cerebral y de acuerdo a su medicin, baja o sube los porcentajes anormales con qumica farmacutica para llegar a los niveles de normalidad. Pero, de verdad la psique humana es un aparato medible y ordenado cuantitativamente?, en cuanto lo tocante al sistema nervioso, claro que lo es, pero la intencin es ir ms all, ir a encontrarse con las cualidades de las emociones, los placeres, frustraciones, deseos, as como la manera en que stos o aqullos influyen en el comportamiento de los seres humanos, al tiempo que establecen un estado al que podemos otorgarle la categora de normal. Para empezar de lleno, el psicoanlisis sostiene que existe en la mente humana un espacio del que no sabemos nada, un espacio repleto de deseos, tendencias, fantasas, motivaciones fuerzas que estn all, presentes en la mente, aunque en s mismas reprimidas de la conciencia, siempre influenciando nuestras actitudes y acciones conscientes, a dicho espacio psquico Freud llam inconsciente. Ahora, si existe un inconsciente, existe el consciente, ste, se comprende como la parte de la actividad mental de la que nos damos plena cuenta; el preconsciente es el otro espacio de la actividad mental, se refiere a los pensamientos y sentimientos que no estn disponibles inmediatamente, pero a los que tenemos acceso con un pequeo esfuerzo. El concepto de inconsciente es el fundamento de la teora y prctica psicoanaltica, y resulta importante porque sin que el sujeto siquiera lo sepa, es responsable de muchos pensamientos, actitudes, sentimientos y acciones conscientes, que por consecuencia influyen en nuestra relacin con otras personas. En el inconsciente se encuentran procesos mentales cuya existencia ignoramos, pero tambin aquellos de los que nos dimos cuenta alguna vez en el pasado pero que por muchos y diferentes motivos hemos apartado de nuestra conciencia, han sido reprimidos y estn completamente olvidados, un ejemplo es la mayora de los recuerdos de los primeros aos de vida, los cules primeros cinco son comnmente rezagados de la memoria adulta. No hay modo de observar el inconsciente directamente, pero la prctica psicoanalista se encarga a travs de la terapia, de indagar en estos recuerdos mediante la libre asociacin del paciente; una libre reconstruccin de hechos desde los ms determinantes hasta los ms burdos que hayan tenido lugar en la historia del analizado, a fin de establecer una conexin del inconsciente con el analista, y as ajustar por uno mismo el contenido del inconsciente, poner sus piezas en su debido sitio y dar con una respuesta de cmo ste afecta el comportamiento del paciente analizado. Otro aspecto bsico para establecer las cualidades del psicoanlisis y poder determinar una normalidad, es el desarrollo de lo que Freud llam el aparato psquico; compuesto por tres elementos, el ello, el yo y el supery. El ello es el elemento ms primitivo del aparato psquico, contiene las tendencias instintivas, las potencialidades del desarrollo sexual y agresivo, es decir, todas las potencialidades que hereda y con las que nace un individuo; podramos definirlo como un espacio sin mapas ni caminos, repleto de necesidades, temores, deseos, contradicciones y smbolos en desorden, presionando incansablemente para expresarse y exigiendo su satisfaccin inmediata; el entorno social reprime las necesidades del ello mediante la interaccin del individuo con el medio exterior, originando as al yo. El yo, regula al sujeto en cuestin de satisfacciones y frustraciones; es natural que las negaciones y prohibiciones lleguen en algn momento de la vida, por lo que un yo sano, es el que equilibra los instintos de deseo y sabe posponer su satisfaccin, soportando tensiones y dolores. Por ltimo tenemos al supery, es obvio que en algn momento un individuo se identifica con su entorno, los padres y otras personas a su alrededor; no slo se identifica con sus necesidades y actos, tambin con sus actitudes, esta identificacin con el medio produce el desarrollo del supery, a medida que el individuo se sumerge en su entorno social, se adhieren al supery el cdigo moral familiar, sus tradiciones raciales, culturales, todos los conceptos que conforman los modelos morales y los ideales de la sociedad a la que pertenece. El yo y el supery, se desarrollan como resultado de la interaccin de las tendencias del ello con el mundo exterior. Cuando un sujeto alcanza la madurez, estas interacciones lo conforman en su estructura emotiva, as los conflictos que experimenta mediante sus deseos y prohibiciones se interiorizan, aun cuando tengan su origen en el mundo exterior. La relacin entre los tres elementos del aparato psquico es la que produce en situaciones desequilibrantes los sentimientos de culpabilidad, al no ser capaz un individuo de aceptar la satisfaccin de un placer, as como de la ansiedad al no poder satisfacerlo. Es de forma muy subjetiva en que podemos hallar las cualidades normales de salud mental, en sta participan tanto el interior de cada persona, como sus situaciones muy particulares que le hayan influenciado y canalizado al buen manejo de sus impulsos ms bsicos. Implicamos pues que una persona normal, es aquella que posee un aparato psquico bien organizado, en donde existe un equilibrio entre los elementos interiores junto con lo aprehendido del exterior, alguien que sabe dominar y aplazar sus deseos, as como controlar sus frustraciones, que puede disfrutar de la satisfaccin propia del ello sin sentir culpa o vergenza y sin daar a terceros, alguien que coordina sus expresiones internas con sus experiencias externas, permitindole interactuar con otros, puesto que se comparte intersubjetivamente una nocin del mundo real. No es difcil de pensar o de idealizar estos conceptos, pero cmo es que esto en verdad funciona, cmo podemos determinar quin s, o quin no es normal, quin cumple con los requisitos expuestos. La verdad es que no es nada fcil definir la normalidad, pues su campo es amplio y sus componentes son variables. No podemos negar que lo que resulta normal dentro de una sociedad, es intolerable en otra, lo que en una familia se considera normal y vive da con da, no es normal en el hogar vecino, es ms, lo que una persona considera normal dentro de sus propios hbitos y costumbres, es inaceptable o incomprensible para cualquier otra persona. El marcado error est en el intento siempre fallido de las naciones, razas, pueblos, culturas, e individuos de universalizar cnones de normalidad que sean comunes al gnero humano, siendo que cada persona tiene un propia opinin de la realidad y de que es normal dentro de ella, existiendo de hecho una amplitud enorme dentro de la cual objetivar la normalidad de la mente humana. Sin ignorar lo amplio de lo potencialmente normal, es necesario delimitar qu de hecho si lo es, y qu actitudes quedan fuera del conjunto de normalidad y establecen la poblacin anormal. Dentro del psicoanlisis no se puede conmensurar lo considerado normal basndose en el ello del sujeto, pues el inconsciente es una enmaraada red de impulsos y deseos muy particulares en constante lucha por ser satisfechos, donde podemos encontrar tendencias criminales, incestos, tortura, asesinatos, ira y lujuria desmedida. Retomando la estructura del aparato psquico, la normalidad puede establecerse en base al contenido del yo; el yo es la parte encargada de darle una salida adecuada a todas las tendencias y deseos del ello hacia la realidad externa marcada por el supery, el yo sirve la funcin de intermediario entre las necesidades interiores y las prohibiciones del exterior, es el puente entre lo ms ntimo del individuo y la realidad externa. El equilibrio deseado entre los tres elementos anmicos, podra tomarse como la definicin ambigua pero aceptable de lo que es lo normal, pero esto nicamente es posible teniendo un funcionamiento adecuado del yo. Concluiramos entonces que la normalidad es la capacidad de juzgar la realidad siempre de un modo objetivo, es decir, tener razn de una moralidad social, de cumplir un roll econmico, una responsabilidad legal. Canalizar nuestras necesidades libidinosas y agresivas a travs de surcos satisfactorios y seguros. Consiste en saber quienes somos; conocer tanto nuestras capacidades, necesidades y deseos, aceptarlos tal cual son, enfrentar las consecuencias de nuestros actos, de nuestras fantasas y sueos. Lo normal entonces, es el sentirse feliz cuando cumplimos una meta, afligirse si nos causaron daos, deprimirse si perdemos a un ser querido, enojarse si sufrimos un fracaso, masticar nuestros placeres as como nuestros dolores, vivirlos, recordarlos, dejarlos ir y volver a ellos, disponer un camino libre a nuevas emociones, nuevas satisfacciones, deseos renovados, metas fallidas, momentos tristes, escenarios excitantes; rencontrar nuestras vivencias una y otra vez, devolver nuestros recuerdos a experiencias inmediatas. Por negacin entenderamos como anormal o enfermo, a todo sujeto que se encuentra fuera del enorme conjunto de normalidad. Quienes son incapaces de ver una realidad objetiva, quien vive ensimismado dentro de su propia visin de lo real, anormal es tericamente, el que potencializa al ello sin un lmite demarcado, quien vive sus fantasas y sus pesadillas, quien cumple sus necesidades sin freno ni satisfaccin externos, anormal es quin por si mismo super las represiones o lleg a la frontera de las mismas, es el individuo que no requiere de un medio ambiente fuera de s, ni de un entorno de legalidad puesto que es agente libre de sus deseos, temores y sufrimientos, de su personalsima realidad, un loco. Cmo puede llegar un sujeto a este trgico estado, el proceso puede exponerse desde la teora, consiste en un grado de frustracin tal, causado por una afeccin externa a l mismo, pero procesada y sufrida desde el interior, dicha afeccin se transforma en una negacin de la misma, una negacin a tal grado que evoluciona en una negacin parcial de la realidad, denotada con amplio sufrimiento, a esta forma de escape de la realidad pertenecen los trastornos neurticos. Una etapa mayor de prdida de la cordura, viene cuando las circunstancias objetivamente reales se tornan tan intolerables, que el enfermo ni siquiera niega parcialmente la realidad, sino que la sustituye por todo un conjunto de fantasas que le llevan a creerse en una realidad por completo diferente a la del resto de las personas, este tipo de sustitucin de la realidad es propia de los trastornos psicticos. Dicho esto. Qu pueden decirnos stos individuos que se encuentran fuera de la normalidad y viven sufriendo la incapacidad de significar a una realidad objetiva la cual han rebasado. Por aos se les ha recluido al aislamiento, siguiendo la forma lgica del modus tollens; si se pertenece a la clase de la normalidad, entonces se participa en sociedad, dado que no se pertenece a la clase de la normalidad, por lo tanto, se excluye de la participacin solcial. Los asilos y hospitales mentales han sido y siguen siendo una concentracin de aquello que niega a la sociedad, es decir aquello que no es ni puede ser la sociedad. A pesar de ello, la locura va ntimamente ligada a la humanidad y siempre tiene algo que decirnos, es ms, la humanidad no puede pensarse sin cierto grado de locura inmanente a la misma, puesto que la condicin humana no puede reducirse a una sola definicin que lo disuelva a estructuras formales cualesquiera que stas sean. En este caso, el loco al acto de ser negado, emite su ruidoso mensaje de que el ser humano no solo vive por la racionalidad, tambin se desgasta, se entrega a las pasiones y los ritos. La condicin humana compone seres racionales, neurticos y pasionales; a travs de la historia, la racionalidad del hombre ha sido creadora siendo destructora. La posibilidad del genio humano viene del hecho de que el hombre no es prisionero de lo real, de la lgica, del cdigo gentico, de la cultura o de la sociedad. El genio humano surge de lo incontenible, de lo delirante; de la prolongada demora de la normalidad a la locura. Bibliografa.Lawrence J. Freidman. Usos y abusos del psicoanlisis. Plaza y Janes editores, Guadalajara, Jal.Mxico 1973.

Freud. La prdida de la realidad en la neurosis y psicosis.Artculo de la clase.

Freud. Anlisis profano (psicoanlisis y medicina, conversacin con una persona imparcial)Artculo de la clase.