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Lubricación
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La lubricación es una de las tareas más importantes en la conservación de la
maquinaria; es el cimiento para construir confiabilidad, y está presente en todos
los programas de mantenimiento de cualquier industria. Para que un programa de
confiabilidad tenga éxito, debe estar construido sobre las sólidas bases que brinda
una adecuada lubricación y almacenamiento de esta, pero más que centrarnos
sólo en la aplicación del lubricante, se deben tomar en cuenta todos los elementos
que conforman el proceso de lubricación.
El manejo incorrecto de los tambores, baldes y recipientes donde vienen los
lubricantes trae como consecuencia que las uniones metálicas se deformen o se
rompan, causando derrame de aceite o de grasa, con pérdidas considerables de
los mismos, o charcos en el piso, que pueden causar graves accidentes
A LA HORA DE DESCARGAR Y TRANSPORTAR EL LUBRICANTE:
Usar plataforma de descarga, al mismo nivel de los camiones o rampas de
madera o metal.
No permita que tiren los tambores al suelo, incluso si la caída es
amortiguada por llantas viejas.
Emplear montacargas, Carretilla manual, palancas para manipular los tambores de aceites, banco de cuna
ALMACENAMIENTO DE LOS LUBRICANTES
El almacenamiento de cualquier producto que sirva para la lubricación de un
determinado mecanismo es de primordial importancia. Existen dos formas de
almacenamiento: a la intemperie y bajo techo (bodega de almacenamiento).
ALMACENAMIENTO A LA INTEMPERIE: este tipo de almacenamiento se debe
evitar en lo posible, porque puede traer como consecuencia que el lubricante se
contamine con agua (transpiración de la caneca) o que las marcas y
especificaciones del producto se borren, dando lugar a problemas futuros en la
aplicación de dichos lubricantes. El almacenamiento prolongado a la intemperie,
eventualmente puede ocasionar fugas y pérdidas del producto. De no haber otra
alternativa, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Almacenamiento del tambor en posición horizontal: Para evitar que la
humedad penetre, los tambores de aceite se deben almacenar en posición
horizontal y de forma tal que el aceite, en la parte interior, cubra
completamente la tapa y el tapón, ejerciendo de esta manera una
contrapresión que impide la entrada de cualquier cantidad de humedad.
Almacenamiento del tambor en posición vertical: Cuando sea
imprescindible dejar a la intemperie los tambores en posición vertical (por
razones de espacio), se deben colocar con la tapa y el tapón hacia abajo,
de tal forma que el fondo del tambor quede hacia arriba. Si están colocados
sobre estibas, los cuatro tambores se pueden arrumar unos sobre otros,
formando columnas de máximo cuatro estibas cada una.
ALMACENAMIENTO BAJO TECHO: Es ésta la forma de almacenamiento que
siempre se debe emplear, porque impide que los contaminantes presentes en el
medio ambiente, como polvo, agua, arena, etc., dejen inservible el lubricante. Se
conoce como depósito o bodega de lubricantes, y debe cumplir con ciertas normas
mínimas, como: tener luz natural, piso de cemento (como mínimo), estar
proyectado para colocarle calefacción en épocas de invierno, tener buena
ventilación; se debe asear con mucha frecuencia, estar pintado con un color claro
(blanco o crema). Las puertas de acceso deben ser lo suficientemente grandes
para poder movilizar los tambores sin alguna dificultad y sus dimensiones deben
ser las adecuadas para poder almacenar los lubricantes por tipos y en la forma
correcta.
o Si el espacio es limitado, debe reservarse para envases pequeños.
o Evitar el calor excesivo proveniente de líneas de vapor o estufas
para prevenir la degradación térmica o la volatilización de los grados
que contienen solventes.
o Si una parte del almacén está más caliente, debe reservarse para
aceites de altas viscosidades para facilitar su vaciado.
o El almacén debe mantenerse seco en todo momento, para prevenir
la corrosión de los envases, lo que puede ocurrir en condiciones
húmedas.
o Se debe implementar un sistema de rotación del inventario. Un buen
principio es el de “el primero en entrar es el primero en salir”.