Nosotros Los Periodistas

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  • 8/12/2019 Nosotros Los Periodistas

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    Nosotros los periodistasWashington Uranga 7 de junio de 2014

    Tomado de: https://www.facebook.com/notes/saladeprensaorg/nosotros-los-

    periodistas/756418017743880

    Ignacio Ramonet, el periodista espaol que fue director del peridico francs Le MondeDiplomatiquey es reconocido en todo el mundo, escribi en su libro La explosin del

    periodismo que un buen nmero de periodistas cree que las que son sagradas son sus

    no siempre demostrablesopiniones, y no dudan por tanto en deformar los hechos para

    adaptarlos como sea a sus prejuicios.

    Es seguro que no pocos, por razones ideolgicas y polticas si bien no profesionales,

    podrn poner en tela de juicio las afirmaciones de Ramonet a pesar de su trayectoria.

    Cuando conviene a determinados intereses el intento ser descalificar a la fuente, al autor,

    sin reparar siquiera en sus dichos. En otros casos, si las palabras sirven para apuntalar las

    acusaciones o los prejuicios, bastar con sobredimensionar el valor del enunciatario para

    justificar as un titular, un zcalo televisivo, una noticia que est lejos de ser tal.

    La frase citada de Ramonet ha sido extractada de un captulo que lleva por ttulo

    Mentirosos compulsivos e incluye el relato de varios casos famosos de todo el mundo

    donde la intervencin de los medios y los periodistas para falsear la verdad de los hechos

    se transform en un argumento fundamental para la accin poltica y militar de los centros

    de poder. Recurdese, solo a modo de ejemplo, las denuncias sobre las armas qumicas,

    la bomba atmica y, en general, las armas de destruccin masiva adjudicadas a Irak

    informacin luego desmentida por los propios invasores estadunidensesy que

    justificaron la guerra de aniquilamiento perpetrada a partir de marzo del 2003.

    Lo que sucede entre nosotros con el ejercicio del periodismo est muy lejos de tener los

    alcances de la tragedia iraqu. Pero los mtodos no son muy diferentes. Quiz la prxima

    conmemoracin del Da del Periodista (27 de junio) podra ser una ocasin para que los

    periodistas intentemos una reflexin autocrticalargamente postergadasobre nuestra

    labor, la responsabilidad que nos cabe, nuestras condiciones laborales y, sobre todo,

    acerca del servicio que podemos prestar a la sociedad. Tambin para sincerarnos sobre

    aquello que no somos.

    Nosotros... los periodistas, no somos objetivos. Parte de la falacia es pretender serlo. Pero

    ello no implica que no podamos atenernos a la verdad de los hechos. Ser veraces,

    exponer los acontecimientos con el mayor esfuerzo de rigurosidadaunque cualquier

    recorte est impregnado por la mirada de quien seleccionatiene que ser un imperativo

    tico. Recortar, ocultar parte de la verdad o inducir al error de las audiencias es

    manipulacin y atentar contra la libertad y el derecho a la comunicacin de la ciudadana.

    Es tambin faltarles el respeto a quienes nos leen y nos escuchan.

    Nosotros... los periodistas, no somos los guardianes de la democracia. La democracia

    tiene sus propios mecanismos y recursos. A nosotros s nos corresponde aportar datos,

    elementos, informaciones plurales, apoyadas en fuentes ciertas y diversas, para que los

    ciudadanos y las ciudadanas puedan adoptar sus propias decisiones.

    https://www.facebook.com/notes/saladeprensaorg/nosotros-los-periodistas/756418017743880https://www.facebook.com/notes/saladeprensaorg/nosotros-los-periodistas/756418017743880https://www.facebook.com/notes/saladeprensaorg/nosotros-los-periodistas/756418017743880https://www.facebook.com/notes/saladeprensaorg/nosotros-los-periodistas/756418017743880
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    Tambin podemos opinar. Despus de informar y por nuestra calidad de ciudadanos y

    ciudadanos que asumencomo otrossu compromiso con la sociedad. En nuestro caso,

    contar con informacin supuestamente privilegiada y la utilizacin de los medios de

    comunicacin no hace sino aumentar la responsabilidad de nuestros actos.

    El enfrentamiento poltico e ideolgico, la polarizacin de intereses y posiciones, est

    generando una situacin poco agradable y cmoda para el ejercicio del periodismo. Y no

    por el presunto enfrentamiento entre quienes se presumen independientes y aquellos que

    se autotitulan militantes. Sino porque el periodismo como tal pierde credibilidad y, a

    rengln seguido, se desvirta y se desdibuja su necesario aporte a la sociedad y la

    ciudadana.

    Ojal podamos, los que estamos en esta profesin, revisar autocrticamente nuestras

    propias prcticas profesionales. Sin olvidar ni subestimar nuestra condicin de trabajadores

    en relacin de dependencia antes que profesionales liberales, nuestras inevitablesrelaciones con el poder y la atencin a las condiciones de trabajo que, para la gran mayora,

    son cada vez ms precarizadas. Quiz, reflexionando sobre el periodismo real, podamos

    rescatar el sentido de la profesin en torno al servicio y a la bsqueda de la verdad.

    3 fracturas del periodismo venezolanoPublicado por@Infocracia - Andrs Caizales en: 'Libertad de Expresin,Medios de comunicacin'

    10.6.2014 Tomado de: http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?p=1139

    La mecnica nacional de estos tiempos ha tenido un impacto directo en la dinmica

    informativa, en el manejo de los medios de comunicacin y obviamente en el ejercicio

    periodstico. Aqu esbozo lo que considero 3 fracturas, 3 rupturas. Sin duda el campo

    comunicacional en Venezuela est en medio de una profunda metamorfosis.

    1.- No se cierran medios, se compran. Hace pocos das tuvo lugar en la sede de la Corte

    Interamericana de Derechos Humanos, en Costa Rica, la audiencia pblica en el proceso que se

    le sigue al Estado venezolano por el cese de la concesin a RCTV. Todava deben esperarsealgunos meses para que haya una sentencia del tribunal internacional, pero todo parece

    apuntar a que habr una condena. En caso de producirse esta eventual condena, sera la

    guinda. La revolucin bolivariana pag un alto costo poltico, interno y externo, por el cierre de

    este medio de comunicacin, y justamente tal situacin produjo un aprendizaje en el alto

    gobierno. Comprar las empresas mediticas y torcer su lnea editorial tiene un costo poltico

    infinitamente menor que castigar al medio con un cierre abrupto. El caso ms emblemtico, ya

    que a estas alturas podemos incluso medir las consecuencias, es el canal de noticias

    Globovisin. Este medio hoy no slo dej de ser una ventana para la voz disidente en el pas,

    sino que francamente desinforma en momentos claves, como la ha venido haciendo en torno a

    las protestas o con la represin poltica en marcha. En el caso de la Cadena Capriles latransformacin editorial est en marcha. Con menos ruido, pas adentro vienen ocurriendo

    cambios en la propiedad de medios de comunicacin.

    http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?p=1139https://twitter.com/Infocraciahttps://twitter.com/Infocraciahttp://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?cat=11http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?cat=3http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?p=1139http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?p=1139http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?p=1139http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?cat=3http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?cat=11https://twitter.com/Infocraciahttp://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/?p=1139
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    2.- Es la hora de los periodistas, no los medios . Esta idea en realidad es sntesis de lo que le he

    escuchado por separado a las colegas periodistas Luz Mely Reyes y Tamoa Calzadilla. La

    fractura notable que se ha producido, especialmente en los principales canales privados de

    televisin, que optaron por omitir informacin, por no dar cobertura a lo que ha venido

    ocurriendo, ha terminado colocando en la palestra los nombres de periodistas claves a loscuales se debe seguir en las redes sociales, o escuchndoles en la radio, plataforma en la cual

    tambin hay censura pero donde an se mantienen notables excepciones como referencia a la

    hora de informar. Junto a esto el sector de medios impresos ha sufrido igualmente un notable

    achatamiento. La buena noticia: en este momento hay varias iniciativas de periodismo en

    plataformas digitales que podrn presentar frutos en breve tiempo. Estos proyectos, sin

    embargo, seguirn teniendo el notable hndicap de no poder llegarle a la mitad del pas a la

    que precisamente debera llegar informacin de contraste, puesto que se trata de la mitad del

    pas que no est conectada, que no est en zonas urbanas densamente pobladas y que sigue

    teniendo en la televisin abierta su principal fuente de informacin, y en ocasiones nica

    fuente.

    3.- El futuro se hace presente para la prensa escrita.La tendencia internacional en relacin a

    la prensa escrita es ms o menos la siguiente: los peridicos impresos tal como los conocemos

    van a seguir circulando en un nmero notablemente menor, se van a fortalecer plataformas

    digitales multimedias y lo que va a sobrevivir a todo esto es la marca, el nombre del peridico

    como referencia en materia informativa. Esta situacin, en el caso venezolano, tiene adems el

    componente de la presin poltica ejercida con el suministro del papel para imprimir, lo cual

    coloca el horizonte de transformaciones en el muy corto plazo. Algunos peridicos lo han

    entendido, otros creen que sobrevivirn sin mayores cambios.

    Marcelino Bisbal opina sobre la situacin de los medios en Vzla

    Por Prodavinci 21 febrero 2014. Tomado de:http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/marcelino-bisbal-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/inShare

    Luego de esta semana de protestas, seguida de la entrega de Leopoldo Lpez, y elcomportamiento de los cuerpos de seguridad del Estado y la actuacin de algunos grupos

    irregulares, cmo considera que ha sido la cobertura meditica? Los venezolanos hanestado debidamente informados?Como venezolano, como ciudadano, tendra que afirmar tajantemente que la coberturainformativa, especialmente de los llamados medios radioelctricos tanto del sectorprivado/comercial como del mal llamado servicio pblico de radio y televisin, ha sido

    prcticamente nula y en el mejor de los casos especialmente de la radio y televisinpblica?manipulada y tergiversada con fines propagandsticos y, en definitiva, de guerrapsicolgica.

    Por un lado, los servicios radioelctricos privados/comerciales hicieron un silencio que es

    explicable, mas no justificado por razones ticas y de responsabilidad, por la autocensura quese han venido imponiendo debido al cors jurdico (Ley de Responsabilidad Social en Radio, TV

    http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/marcelino-bisbal-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/marcelino-bisbal-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/marcelino-bisbal-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/marcelino-bisbal-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/marcelino-bisbal-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/
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    y Medios Electrnicos; Ley Orgnica de Telecomunicaciones; Cdigo Penal) que ha diseado

    el Gobierno en funciones de Estado. Es el tema del miedo, de la intimidacin que concluye enla autocensura. Por otro lado, est la cobertura informativa de los hechos a travs de la radio,televisin, medios impresos y la red social del Estado. All la cobertura fue sesgada,manipulada y desinformante de cuanto vena y sigue ocurriendo.

    Qu nos queda como ciudadanos? Las ventanas informativas se han venido cerrando poco apoco y, por los vientos que soplan, se quieren cerrar otras vas desde las cuales losvenezolanos hemos podido informarnos: algunos medios informativos internacionales,servicios de la radio y televisin por suscripcin y los medios digitales, a travs del bloqueo decontenidos multimedia. Como vemos los vientos que soplan en relacin a los medios, a lalibertad de expresin, al Derecho a la Informacin y Comunicacin no son muy a favor, sinotodo lo contrario.

    El Gobierno est dispuesto, los signos as nos lo sealan, a cercar ms a los profesionales de lacomunicacin, a los medios y, en definitiva, a la verdad.

    Ante la notificacin pblica de que la salida de NTN24 de las parrillas de las cableras

    venezolanas fue una orden del Ejecutivo Nacional y la amenaza a CNN en Espaol en la

    cadena de radio y TV del da de ayer, cmo evala el estatus de la libertad de

    informacin/expresin en Venezuela?

    Las amenazas de CONATEL a aquellos mediosradio, televisin y medios digitalesquedivulguen informacin sobre las protestas y los hechos de violencia y la posibilidad de aplicarsanciones severas abren un ventana que impone verdadera censura informativa.

    El hecho de que no se abran los debidos procesos administrativos y de investigacin sobre la

    cobertura ofrecida ante lo que est pasando a nivel nacional, deja en evidencia que estamosen presencia de un Gobierno realmente autoritario. Y en estos gobiernos lo primero que seafecta es la informacin-comunicacin, porque es ella la que transparenta, visibiliza y pone enevidencia ante la opinin pblica el autoritarismo, la ineficacia y la mala gestin pblica.

    He afirmado en diversas oportunidades que, as como el anterior, el gobierno de NicolsMaduo le tiene un terrible miedo a los medios de comunicacin social y a sus profesionales.Por qu? Porque son los medios, a travs de la mediacin de sus profesionales, los queponen en evidencia la mala gestin gubernamental, la ineficacia en el manejo de las polticaspblicas y la incapacidad para proyectar un pas de desarrollo social para todos. Han sido losperiodistas, con el uso de un buen periodismo investigativo e interpretativo, quienes hanpuesto al descubierto hacia dnde se dirige este proyecto poltico y el tipo de sistema polticoque se quiere imponer como pas-nacin. Ah reside el miedo hacia los medios. Entonces lafuerza radica en que los medios visibilizan,hacen transparenteesa incapacidad, esa ineficacia ylos males de una gestin pblica. De ah que el Gobierno intente, por todos los medios, desdelos jurdicos hasta los estructurales, limitar en grados importantes la libertad de expresin y,en definitiva, el Derecho a la Informacin y a la Comunicacin.Que hayamos llegado hasta aqu pone en evidencia, una vez ms aunque ahora con mscrudeza que antes, aquello que dijera el profesor Antonio Pasquali en cierta oportunidad: El

    chavista es el primer gobierno del pas que comprende la importancia capital de lascomunicaciones para modelar sociedades. Y es una lstima que haya aplicado esa comprensina la causa equivocada.

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    Moraima Guanipa opina sobre la situacin de los medios en Vzla

    Por Prodavinci 21 febrero 2014. Tomado de:http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/moraima-

    guanipa-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/inShare

    Luego de esta semana de protestas, seguida de la entrega de Leopoldo Lpez, y el

    comportamiento de los cuerpos de seguridad del Estado y la actuacin de algunos gruposirregulares, cmo considera que ha sido la cobertura meditica? Los venezolanos hanestado debidamente informados?

    La cobertura meditica de los sucesos ocurridos en el pas durante las ltimas semanaspusieron de relieve lo que en meses anteriores ya venamos observando en los mediosnacionales, tanto impresos como radioelctricos: el impacto de los cambios en la polticainformativa y lnea editorial de algunos medios que pasaron a manos de nuevos dueos, ascomo la disminucin de espacios en medios impresos, obligados bien a su cierre, como fue elcaso de algunos peridicos en algunas regiones del pas o a la reduccin de sus pginas,producto de las severas restricciones en el suministro del papel para la impresin por laimposibilidad de adquirir divisas.

    A esto se suma el panorama meditico nacional de los ltimos aos, con la autocensura ycensura impuesta al interior de otros medios y canales televisivos nacionales, los cualesprcticamente se han conformado con replicar versiones oficiales o simplemente minimizar lacobertura de voces disidentes y eventos de la llamada oposicin. Y ni qu decir de la presenciade un sistema de medios pblicos, gubernamentalizado, que presenta como natural y hastaplausible!la cobertura sesgada de diversos hechos que afectan a todos los venezolanos.

    Digo que los sucesos ocurridos a partir del 12-F pusieron de relieve esta creciente disminucinde espacios y de pluralidad para informar de manera oportuna sobre los hechos porque es

    precisamente en contextos de confusin social cuando se hace ms necesario, e inclusoobligante, informar y abordar periodsticamente y de la forma ms completa posible, sobre loque est ocurriendo. No slo hablamos en funcin de los mandatos constitucionales en suarticulado referido a la libertad de expresin y el derecho a la informacin, sino tambin a loque tiene que ver con el marco de accin tica y profesional que recae sobre la tarea deinformar en medios de comunicacin.

    Frente a un clima de violencia generalizada, con el uso desproporcionado de las fuerzaspoliciales y la presencia de grupos paramilitares contra manifestantes; frente a un clima decreciente crispacin social y de polarizacin, result ostensible el silencio informativo dealgunos medios, oficiales y privados.

    Es en este tipo de situaciones cuando los rumores, la desinformacin y, ms an, la falta deinformacin generan una humana avidez por saber qu est pasando. La informacin, y eso esun principio clave en el ejercicio profesional del periodismo, es una necesidad social. Y hechoscomo los vividos en los ltimos das no hacen sino remarcar esta urgencia. Creo tambin que elderecho a la Informacin, un aspecto clave en el ADN de toda sociedad democrtica y que porlo general resulta un valor abstracto para la gente, comenz a tener un sentido ms concretocuando nos encontramos con canales de TV con programas de comiquitas mientras en lascalles haba humo, detonaciones, gritos y paremos de contar. La informacin, como un bienciudadano, adquiri un valor esencial y se volvi reclamo cuando constatbamos cmo paraacceder a informaciones que no fueran las oficiales, el venezolano tena que recurrir a losescasos programas informativos y de opinin que todava quedan en la radio, a la informacinofrecida en algunos medios impresos y, ante el silencio informativo de la TV nacional, a canalesinternacionales. Acaso tambin a las redes sociales, que en este contexto se han convertido en

    http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/moraima-guanipa-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/moraima-guanipa-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/moraima-guanipa-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/moraima-guanipa-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/http://prodavinci.com/2014/02/21/actualidad/moraima-guanipa-opina-sobre-la-situacion-de-los-medios-en-venezuela/
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    los espacios para la difusin informativa en tiempo real, incluso con lo que supon en depresentacin catica e indiscriminada de versiones de la realidad. Internet y las redes socialesse han convertido en un territorio donde es posible contrastar versiones, decantar opiniones einformaciones que anteriormente ofrecan los medios tradicionales.

    El panorama meditico nacional present un rostro polarizado, y desequilibrado si tomamosen cuenta el importante nmero de medios en manos del Estado y que han sidoinstrumentalizados en funcin de lineamientos gubernamentales. Las matrices informativasque emanan de estos medios toman al calco los discursos y versiones oficiales.

    Con excepciones honrosas de periodistas y escasos medios tercamente empeados enmantener abiertas las ventanas para dar cuenta de la complejidad de nuestro presente social,informativamente el venezolano se encuentra hoy ms desguarnecido, menos acompaado ensu derecho y en la necesidad de tener mensajes periodsticos de calidad, plurales, que lepermitan formarse una opinin propia sobre lo que sucede.

    Ante la notificacin pblica de que la salida de NTN24 de las parrillas de las cablerasvenezolanas fue una orden del Ejecutivo Nacional y la amenaza a CNN en Espaol en la

    cadena de radio y TV del da de ayer, cmo evala el estatus de la libertad de

    informacin/expresin en Venezuela?

    Negativamente. Y no creo decir nada nuevo si nos atenemos a los ya numerosos informes yadvertencias que en este sentido vienen realizando organismos como la Relatora Especial parala Libertad de Expresin CIDH u organizaciones como Espacio Pblico, IPYS, Provea, RSF, ascomo en las investigaciones que se adelantan en mbitos universitarios. Si ya resultapreocupante el hecho de que desde el Estado se apliquen de manera punitiva y discrecionalnormativas legales como la Ley Resorte y la LOPNA, que ahora sea el propio Ejecutivo Nacional

    el que amenace y promueva medidas restrictivas contra el trabajo informativo de canales ycadenas internacionales incluidos en la parrilla de las operadoras de cable, es un precedenteescandaloso, por decir lo menos.

    Lo anterior es un hecho ms en un pas que asiste a un menoscabo casi cotidiano de algunosderechos fundamentales como el Derecho a la Informacin. Son innumerables las accionesque, si bien no suponen censura directa o indirecta, hablan de la visin sesgada y discrecionalcon la que desde el poder se manejan los asuntos vinculados con el ejercicio del Derecho a laInformacin. Pensemos en la forma cmo se niega el acceso a periodistas de mediosindependientes a la cobertura de actos oficiales, en la manera cmo funcionarios pblicos,obligados como estn por la normativa legal venezolana a informar sobre los asuntos bajo su

    responsabilidad, se niegan directamente a hacerlo ante periodistas y medios que consideranopositores.

    Si en algo destaca el marco constitucional venezolano es precisamente en el articuladoreferido a la libertad de expresin y el derecho a la Informacin. Si bien son derechos queacarrean responsabilidades, no es menos cierto que son una garanta clave para las libertadesciudadanas. Es bueno recordar que incluso en Estados de Excepcin, como reza el artculo 337de la Constitucin, no se suspende el derecho a la Informacin, lo que de por s ya habla de suimportancia como valor democrtico.

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    Libertad de expresin

    Periodismo, medios y agenda pblicaMoraima Guanipa

    Tomado de:http://www.elcautivo.org/070630/V4/Pag_V4.htm

    La presencia de los medios, sus productos y gneros coloca a la informacin en un espacioprivilegiado de las dinmicas socioculturales que da a da alimentan nuestro presente. A pesar

    de las razonadas crticas que se le ha formulado la mediacin de los MCS, es innegable que la

    informacin es un proceso que, vinculado al consumo informativo de mensajes periodsticos

    va medios de comunicacin, est asociado a la transmisin y preservacin de la cultura misma

    y es factor determinante en la construccin de los valores para la democracia. De all que sea

    el periodismo, como prctica social vinculada al manejo y difusin informativa, un aspecto

    clave en el ejercicio del derecho a la informacin.

    No obstante, cabe indicar lo sealado por Jess Mara Aguirre cuando sostiene que resulta

    clave distinguir entre el derecho a la informacin y la comunicacin en el marco de la libertad

    de expresin para ciudadanos y periodistas, puesto que tienen pertinencias distintas: Aquel

    [el de los ciudadanos] es un derecho de todos en cuanto ciudadanos que gozan de derechos

    polticos y sociales, y ste [el de los periodistas] est determinado a la calificacin de

    determinados ciudadanos para rendir un servicio de carcter pblico a travs de medios

    institucionalizados y bajo condiciones socialmente legitimadas (Aguirre, 2003:60).

    El derecho a la informacin de los ciudadanos y el de los periodistas se alimentan mutuamente y

    su cruce resulta esencial para la buena salud de la democracia. Coloca a la funcin periodstica en

    una perspectiva crucial en cuanto a sus alcances y responsabilidades en el seno de la sociedad

    contempornea, pues como seala el catedrtico espaol Jos Luis Martnez Albertos:

    Para que haya verdaderamente informacin es necesaria una doble libertad de los promotores

    de la opinin y la libertad de los receptores. Si falla cualquiera de estas dos libertades no

    estamos ante el fenmeno social de la informacin, sino que estamos en presencia de un

    fenmeno distinto, aunque parecido, llamado propaganda o relaciones pblicas, segn los

    casos. Slo hay informacin cuando existe un profundo respeto a la libertad de adhesin de los

    receptores. Y los encargados de respetar esa libertad son tanto el Estado como los grupos

    sociales propietarios de la prensa, y tambin los mismos tcnicos de a informacin, es decir los

    periodistas (Martnez Albertos, 1978:108).

    El periodismo es una prctica social que en su desarrollo tambin sufri y asimil las

    transformaciones tecnolgicas propias de la internacionalizacin de la informacin y de la

    expansin casi planetaria de las empresas de medios, convertidos en la actualidad en

    conglomerados transnacionales. En un contexto de intenso flujo informativo, donde las alzas y

    bajas en la bolsa de Tokio, por colocar un ejemplo, impactan de manera inmediata y dramtica

    en otros pases, esa expresin particular de la informacin de carcter masivo conocida como

    periodismo, lejos de diluirse se fortalece y expande.

    La funcin periodstica va ms all de la simple bsqueda, procesamiento y difusin de

    informaciones. Incluso el proceso de seleccin que convierte a periodistas, editores y dueosde medios en gatekeepers (Gomis, 1991), en guardabarreras informativos llamados a

    escoger determinados hechos noticiables y convertirlos en noticia, se expresa en la puesta en

    http://www.elcautivo.org/070630/V4/Pag_V4.htmhttp://www.elcautivo.org/070630/V4/Pag_V4.htmhttp://www.elcautivo.org/070630/V4/Pag_V4.htm
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    circulacin de informaciones que alimentarn la agenda pblica, el men informativo del da a

    da. Esto supone una creciente responsabilidad pblica toda vez que el periodismo es una

    prctica investida tanto del poder que da la informacin como de su capacidad potencial para

    aportar al ejercicio de la ciudadana. La noticia periodstica comparte con la educacin la

    funcin de difusin y consolidacin de imaginarios, smbolos, valores y tradiciones (Martini,

    2000: 25).

    Al darle difusin a unos hechos y desechar otros en atencin a criterios relativosy en

    ocasiones cuestionados- de noticiabilidad y relevancia social, el periodismo asume la funcin

    delegada por la sociedad, por lo que los medios ofrecen una visin del presente social

    convertido en informaciones que a su vez alimentan la agenda pblica, en tanto sealan de

    qu hablar. Pero este proceso que tericamente responde al trmino de agenda setting,

    tambin cumple una funcin de consenso, puesto que como ha sealado McCombs, coautor

    de esta proposicin terica (Leyva Muoz, 2001), los medios tambin ayudan a que la sociedad

    construya acuerdos, en tanto promueven que las personas hablen y se pronuncien sobre los

    mismos temas. Esta funcin de bsqueda del consenso, al que alude McCombs, es un aspectoclave para toda democracia.

    El periodismo y los medios sirven y orientan la esfera pblica, entendida sta como la

    conjuncin de influencias recprocas entre el resto de mbitos de la sociedad civil (poltica,

    economa, asociaciones); un espacio superpuesto a los otros y que les permite entrar en

    relacin, haciendo viable no slo la circulacin entre ellos, sino la interpenetracin y la

    circulacin de intereses, valores y normas (Ortega y Humanes, 2000: 52). De hecho, los

    medios no slo son formadores de opinin pblica sino que a su vez son formados por la

    opinin pblica (Martini, 2000), lo cual implica una interrelacin entre medios, ciudadana,

    Estado y polticos.

    Si se atiende al proceso de conformacin de la llamada opinin pblica, un trmino

    conceptualmente escurridizo que va ms all de los climas de opinin en ambientes

    electorales o de diatriba poltica, para constituir el corazn del ejercicio democrtico del

    dilogo y el consenso entre los ciudadanos, se pueden anotar los elementos que de acuerdo

    con Ral Rivadeneira Prada la caracterizan:

    a) La opinin pblica es comunicacin producida por el procesamiento de informacin que se

    introduce en un clima de opinin.

    b) El objeto [tema] de que trata es siempre de inters grupal.

    c) Necesita acceso libre a la informacin.

    d) Tiende a producir efectos que sean visibles en los niveles de decisin y poder y no slo en

    la poltica.

    (Rivadeneira Prada, 1995: 46)

    El proceso informativo que propician los medios no es tan lineal ni unvoco si se toma en

    cuenta que los ciudadanos a su vez procesan los mensajes informativos y mediticos de

    maneras diversas y en distintos niveles. No obstante, tambin cabe advertir que los medios, alestar atravesados por la lgica mercantil y trabajar bajo estrategias de creciente

    espectacularizacin noticiosa, especialmente en los medios radioelctricos, han transformado

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    el escenario pblico en una esfera en la que lo pblico se ha apropiado de la notoriedad

    meditica puesta al servicio de intereses privados (Humanes y Ortega, 2000: 53).

    Lo anterior resulta particularmente inquietante si se toma en cuenta que en sociedades como

    las latinoamericanas, la agenda pblica est permeada por una crisis profunda de liderazgo

    poltico, por la prdida de credibilidad en las instituciones pblicas y en los partidos polticos y

    por la aparicin de figuras apolticas y antipartidos que alcanzan notoriedad y asumen un

    creciente poder incluso en instancias del Estado (Restrepo, 1995).

    En medio de este clima de convulsin y cuestionamiento de la vida poltica y de los modelos

    democrticos, la funcin periodstica corre el riesgo de derivar hacia versiones estereotipadas

    de la vida pblica, hacia la trivializacin informativa y la espectacularizacin. Algunos tericos

    han definido este momento como propio del infoentretenimiento, generador de nuevas

    expectativas para sectores mayoritarios de la poblacin que se caracterizan por una escasa

    credibilidad en las instituciones y los partidos polticos, y se enfrentan con graves problemas

    en la vida cotidiana (desempleo, inseguridad y violencia) (Martini, 2000:20). Este es un

    universo meditico marcado por la idea de que la informacin, en tanto mercanca, debe

    atender a las estrategias propias de la industria del entretenimiento y en dicha lgica se

    insertan tanto medios como periodistas y actores polticos.

    No en vano, autores como Javier Daro Restrepo (1995) apelan a la urgencia de un

    recentramiento del periodismo como servicio pblico, para evitar que la actividad poltica

    degenere en mercadotecnia electoral y se le restituya al debate poltico la dignidad que ste

    debera tener en las sociedades democrticas. Para ello se requiere un nuevo tipo de

    relaciones entre polticos y medios de comunicacin en las que prevalezca el inters pblico y

    no el poder de los medios ni los de sectores vinculados con el poder poltico o econmico.

    Porque bien lo deca Antonio Pasquali: Lo que est amenazado no son los partidos polticos

    sino la democracia misma. Hay que darle prioridad a la educacin (ensear a pensar)

    (Pasquali, 1995: 83), puesto que segn este autor, no se trata de salvar los partidos sino la

    dignidad poltica del convivir.

    Para medios y periodistas, el reto es la pluralidad, recuperar la credibilidad y la independencia

    al servicio del inters pblico. Para los polticos, sera gobernar bien, una aspiracin cara y

    lejana que garantiza la alianza entre polticos y ciudadanos (Muraro, 1997).

    Por su parte, Edgar Morn apuesta a un equilibrio, una ecologa entre informacin, medios y

    democracia. Con ello se garantizara el respeto a la diversidad de ideas y el pluralismo para elejercicio del derecho de las minoras a su propia existencia y expresin. Escribe este autor

    francs: as como hay que proteger la diversidad de las especies para salvar la biosfera, hay

    que proteger la de las ideas y opiniones, y tambin la diversidad de las fuentes de informacin

    y de los medios de informacin (prensa y dems medios de comunicacin) para salvar la vida

    democrtica (Morn, 2001:108).

    Este texto es un fragmento del texto de Guanipa que forma parte del libro Libertad de expresin. Una discusinsobre sus principios, lmites e implicaciones de Andrs Caizales, Carlos Correa, Moraima Guanipa, Yubi Cisneros.

    (Caracas, Los Libros de El Nacional, 2007).

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    El mundo al revs de GaleanoGremios periodsticos identificados con la derecha?

    Por:Pedro Estacio | Mircoles, 11/06/2014Tomado de:http://www.aporrea.org/medios/a189668.html

    Est sumamente claro que si los gremios periodsticos como el Colegio Nacional dePeriodistas, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y otras agrupacionesderivadas estn con los dueos de las empresas de difusin masiva, eso quiere decirque tuvieron una ria con la tica y los principios del periodismo y por eso torcieron suconductas. A qu viene el tema?

    Sencillamente obedece al hecho de no ver la ms mnima preocupacin de los gremiospor el plan de accin siniestra de la extrema Derecha por el pas, por el Presidente, porel sentido de una democracia que favorece a la mayora y que nos recuerda a losperiodistas que nos hemos desenvuelto con dignidad en la mayora de los medios, quesiempre hemos sido intrpretes del pueblo, que somos sus intermediarios ante los

    gobiernos, como nos recordaban en clases Hctor Mujica y Federico lvarez.

    Pero la locura se apoder de esos gremios y hoy, ameritan ser rescatados. Recuerdohaber escrito que dejaba de ser del Colegio Nacional de Periodistas mientras semantuviera una Directiva. Han pasado dos y no significan nada.

    Es ms, siempre pens que el CNP debera tener una cartelera abierta a sus afiliados yal pblico, en donde mostrara qu hace con el dinero que produce el alquiler de loslocales que tiene, que ahora son comerciales.

    Por qu los manejan el CNP, el Instituto de Previsin Social del Periodista, IPSP no

    muestran lo que hacen, los estados financieros de las cuentas bancarias? Quin tieneesas finanzas? Los estudiantes de periodismo y los graduados saben qu cosasocurren al interior de esos gremios?

    Por qu los estudiantes de tantas escuelas de comunicacin social no sienten amorpor su gremio, inquietud, respeto? Es que son simples licenciados de comunicacinsocial y no tienen nada que ver con el periodismo?

    En la Plataforma de Periodistas, en la que se agrupan Periodismo Necesario,Periodistas por la Verdad, Periodistas Bolivarianos y una amplia gama decomunicadores y muchos y reconocidos profesionales de la comunicacin, si hay un

    sentir por un Colegio que hered una brillante trayectoria, un legado de la AsociacinVenezolana de Periodistas.

    Particularmente, soy de la idea de que los estudiantes de las escuelas de comunicacinsocial no deben seguir andando solos, deben ir hacia la Plataforma de Periodistas, quees ir hacia un aprendizaje complementario de sus estudios, es descubrir un modo deagremiarse, es descubrir que el periodismo vale la pena, porque se hace un trabajo porla gente y no se trabaja por corporaciones que suelen enriquecerse a travs de lamentira y el trabajo de los jvenes periodistas.

    El periodismo est en las calles, con la gente y no en los encierros empresariales!

    http://www.aporrea.org/medios/a189668.htmlhttp://www.aporrea.org/medios/a189668.htmlhttp://www.aporrea.org/medios/a189668.htmlhttp://www.aporrea.org/medios/a189668.html